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domingo, 28 de junio de 2020

CAPÍTULO XVIII.


CAPÍTULO XVIII.

Estado de las cosas de España, y de los gobernadores que vinieron a ella; presa de Corbins y Arbeca, pueblos ilergetes.

La pérdida de las décadas de Tito Livio ha oscurecido casi lo mejor de los hechos de nuestros ilergetes y de los demás españoles, y puesto en olvido lo que aconteció por estos reinos; de donde viene que todos los que escriben de estos tiempos, pasan tan de corrida, como cosa de que no tienen nada que decir ni afirmar con certeza. No dudo yo que después de haber pasado todo lo que queda dicho, quedarían herederos y descendencia de Belistágenes o de su hijo, príncipes de los ilergetes, que poseerían en devoción del pueblo romano aquellos pueblos; pero tengo también por cierto, que esta devoción no sería de mucha durada, porque estaban los romanos tan deseosos de tener guerra con Ios españoles, y por ocasión de ella merecer triunfos, ovaciones, coronas, adquiriendo riqueza y reputación, que ellos mismos aborrecían la paz y sosiego; y eran tantas las sobras y tiranías que usaban con los españoles, que ellos mismos eran causa y ocasión que cada día hubiese levantamientos y tomasen las armas contra ellos, para librarse del yugo tan pesado en que estaban metidos; pero el fruto y provecho de estos levantamientos y empresas no era para ellos, sino para los romanos, que, con título de rebeldes al senado y pueblo romano, de fementidos y perjuros, les quitaban la hacienda, tomaban los pueblos, y a veces los vendían por esclavos, y ellos quedaban ricos, atrayendo a si todo el oro y plata que podían, para meterlo en Roma en sus triunfos y ovaciones, ganando reputación entre los suyos y buen nombre en aquella ciudad; y lo que más era de lamentar fue, que jamás tuvieron los romanos guerra en ninguna provincia de España, que, para sojuzgarla, no se valiesen de la gente de otra provincia de España; y era tal la desdicha de los nuestros, que jamás se supieron unir y juntar todos, y hacer un cuerpo para echar a los romanos, porque si así lo hicieran, es cierto que quedaran libres de enemigos tan continuos, codiciosos y pesados; pero la poca confederación y discordias de los nuestros, admitió los extranjeros, y aún los engrandeció: y esta ha sido siempre la felicidad de las naciones bárbaras que han llegado a España, de cartagineses, romanos, godos, moros y otros, que nunca les ha faltado el favor y socorro de los naturales, que son los que después lo han llorado, cuando la experiencia les ha enseñado ser imposible el remedio.
Sucedió a Marco Catón en el gobierno de Cataluña, que era provincia de la España Citerior, Sexto Degio y de la Ulterior Publio Scipion Nasica, que era hijo de Cayo Neyo Scipion, aquel de quien queda dicho que murió a manos de Mandonio e Indíbil y sus ilergetes. Sexto Degio tuvo algunos encuentros con los vecinos del Ebro que, cansados de los inmoderados y excesivos tributos que les pedía, tomaron las armas diversas veces con gran daño de sus romanos; y si no le valiera Scipion, que estaba en Portugal, quedara del todo perdido y acabado. a estos sucedieron, Cayo Flaminio en la Citerior, y Marco Fulvio Flavio Nobilior en la Ulterior; y respetando Flaminio el valor de los españoles, porque no tenía el ejército ni el poder que los otros procónsules habían tenido, no solo conservó la paz con ellos, sin hacerles sobras ni agravios, pero a sus armas más presto volvió las espaldas que la cara. Después de estos vino Lucio Emilio Paulo y el mismo Marco Fulvio fue confirmado otra vez, y gobernaron los años 189 y 188 antes de Jesucristo señor nuestro. Al año siguiente tuvimos a Publio Junio y Plaucio Hipseo: a estos fueron sucesores Lucio Manlio Acidino y Cayo Atinio, que gobernaron los años 186, 185; y los años siguientes de 184 y 183 fueron nombrados en Roma Lucio Quincio Crispino para la Ulterior, y Cayo Calpurnio Pisón para la Citerior; y en el entretanto hubo algunas revoluciones en Portugal, do murió Cayo Atinio que gobernaba aquella provincia (Lusitania), y Acidino tuvo guerra con los celtíberos, junto a Calahorra; y si no
llegara un poderoso ejército de tres mil soldados de a pie y doscientos de a caballo, todos romanos, y veinte mil infantes y trescientos caballos latinos, lo pasaran mal.
En el año siguiente fueron nombrados Aulo Terencio Varron para la Citerior, y P. Sempronio Longo para la Ulterior: a estos dio el senado cuatro mil soldados de a pie y cuatrocientos de a caballo, todos romanos, y cinco mil infantes y quinientos caballos latinos, para que con esta gente y caballos reformasen los ejércitos de España, y enviasen los soldados viejos a descansar, según era estilo de aquella república, que nunca olvidaba el premio ni descanso de los que bien habían servido. En tiempo de este Varron, los vecinos de Corbins, pueblo de los ilergetes, que está en un alto donde se juntan Segre y Noguera Ribagorzana, cansados de los romanos y de su insaciable codicia, tomaron las armas para librarse de ellos, y lo mismo hicieron otros pueblos vecinos, aunque lo calla Livio, y solo dice de Corbins. Sus palabras son estas (1: Liv., lib. 39, c. 42. ): Aulus Terentius in Suessetanis oppidum Corbionem vineis et operibus expugnavit, captivos vendidit; quieta deinde hiberna et citerior provincia habuit. Dice que Aulo Terencio, por fuerza de armas, con torres y cavas que hizo alrededor de ellas, tomó la villa de Corbion y vendió por esclavos todos los que tomó vivos. Por haber hecho mención en este lugar de la palabra vineis, explica lo que es este instrumento y dice fray Gerónimo Román en su República, que hoy llaman gato y los latinos vinee o vineas,
y era hecho de esta manera: tomaban madera lijera y delgada y tablas, y armaban una como tumba ancha, de ocho pies de altura, y de largo diez y siete; estaba muy llena de aldabas y asas; cercábanla y guarnecíanla por los lados de mimbres, porque aunque tirasen muchas pedradas y golpes, no se rompiese. Iba guarnecida y cubierta de pieles de animales recién muertos, y estos muy doblados, porque si acaso viniese fuego, no lo pasase fácilmente; y puestos dentro muchos hombres, iban con sus artificios muy apriesa, y llegando a los muros, los minaban y daban con ellos en tierra. Hacen mención de esta máquina Propercio, Vegecio, Lipsio y otros. Asímismo dice Livio, que vendió por esclavos a todos aquellos que cogió vivos en aquella ciudad. El modo como se hacían estas ventas era, que sacaban en lugar público a los que habían de ser vendidos, y les ponían guirnaldas en las cabezas, y con esta señal daban a entender que eran cosa de la república, para que los comprasen de mejor gana, por la seguridad grande que había en la venta; y esto era lo que dice Livio en otro lugar sub corona vendere. Asímismo a estos esclavos, para que fuesen más vistosos, les ponían en pie sobre una piedra algo levantada, y a los que eran vendidos así, decían que erant de lapide empti, esclavos comprados de encima la piedra; y si los tales eran ultramarinos, les pintaban los pies de una pintura o engrudo blanco, para que el que compraba supiese lo que compraba; y asímismo, cuando vendían otras cosas, hincaban una lanza en el lugar donde se hacía una almoneda, y a este tal modo de vender las cosas llamaban subhastare (sub+hasta o asta), que es lo mismo que ponellas debajo de la lanza o vendellas debajo la lanza o debajo la guirnalda. Con esta presa de Corbins quedó muy sosegada esta parte de Cataluña, y en todos los pueblos ilergetes nadie le osaba mover, escarmentados todos con el castigo que había hecho Terencio con los de aquella villa, el cual se quedó en Cataluña, donde invernó (se dice que dijo: recullòns, quína rasca fot), aunque después no le faltaron encuentros con los celtíberos, junto a Ebro, donde les tomó algunos pueblos.
Lo que aquí se puede dudar es, si este pueblo Corbion es Corbins; porque de las palabras de Livio se echa de ver claro que era en los suesetanos, región diferente, aunque muy cercana de los ilergetes, y Corbins, como hoy se ve, está entre Lérida y Balaguer, a la orilla de los ríos Segre y Noguera Ribagorzana, que es en medio de los pueblos ilergetes. Seguiré en esto la opinión de Gerónimo Pujades (1: Lib. 3, cap. 52. ), que siente ser Corbins, y siguiendo a Florián de Ocampo, halla que los ilergetes y suesetanos eran muy vecinos y rayaban en la vuelta del septentrion con los vascones, en cuya región moraban las suesetanos, que tomaron el nombre del pueblo de Sangüesa, que antes se llamaba Suesa, según parece en cartas públicas y privilegios que dice haber visto aquel autor, concedidos por el rey de Aragón y Navarra, donde está aquel pueblo; y así fue muy posible por razón de la vecindad, como vimos a Indíbil valerse de los suesetanos, como de vecinos que le eran, siempre que quisiese; y fue fácil cosa a Livio meter a Corbins en los suesetanos, extendiendo los límites de ellos hasta Segre, entendiendo que Corbion estaba en su distrito; y hácese más creíble esto, porque, entre los pueblos del reino de Navarra y merindades de ella no hallo ninguno que se llame Corbion, ni aun le sea semejante en el nombre, y es muy fácil a los autores forasteros, como era Tito Livio, alargar o estrechar los términos de las provincias, escusados de no haber estado en ellas.
Esta presa de Corbins fue año de 181, y el año después entró Varron triunfando en Roma, y llevó en el triunfo gran tesoro. Terentius, qui ex Hispania decesserat, ovans urbem iniit. Translatum, argenti pondo IX millia CCCXX; auri LXXX pondo, et duae coronae aureae pondo LXVII, que, según el traductor de Livio, eran mil trescientas libras (pondo, pound) de plata, ochenta y dos de oro, y sesenta y siete que pesaban las coronas del mismo metal; y Ambrosio de Morales, que lo reduce a la moneda de ahora, dice que las dos coronas de oro pesaban valor de setecientos ducados, y lo demás subía a valer poco menos de cien mil ducados; do se echa de ver la riqueza que había en España, pues no habiendo hecho otras conquistas, ni tenido otras victorias, sino esta de Corbins y otras de los celtíberos, llevó tanto tesoro a Roma.
En este mismo año fueron pretores en la España Citerior Quinto Fulvio Flaco, y en la Ulterior Publio Manlio. La primer cosa que hallamos haber hecho Fulvio Flaco, fue poner cerco en un lugar fuerte en los pueblos ilergetes llamado Urbicua, que hoy llamamos Arbeca, a fines del llano de Urgel (lo pla de Urgell), no lejos de los montes de Segarra, muy señalado por el insigne alcázar (alcássar, al-qasr árabe, que vinieron después) que tenían en él los duques de la casa de Cardona, señores que fueron de aquel pueblo y baronía. Los de este pueblo debían haber hecho algún gran movimiento, pues obligó a Flaco que luego diera sobre él: túvolo cercado muchos días, y le dio muy recios combates, y en ellos perecieron muchos romanos, y vinieron para socorrerle muchos celtíberos; pero no fueron poderosos para hacer alzar el cerco, aunque hubo muchas peleas y escaramuzas, porque siempre hallaron brava resistencia, y perecieron muchos romanos y otros quedaron heridos; y los celtíberos de cansados se volvieron, porque no se sentían con fuerzas para valer a los cercados, aunque hicieron todo lo que les fue posible, y así la ciudad fue tomada, saqueada y del todo destruida, y los despojos de ella dio el pretor a los soldados. Así lo cuentan todos, sacándolo de Tito Livio (1: Liv., lib. 40, c. 16. ), cuyas palabras son estas:
Fulcium Flaccum, oppidum hispanum, Urbicuam nomine, oppugnantem, Celtiberi adorti sunt: dura ibi proelia aliquot facta; multi romani milites et vulnerati, et interfecti sunt. Victi perseverantia Fulvii, qui nulla vi abstrahi ob obsidione potuit, Celtiberi, fessi proeliis variis, abcesserunt. Urbs, amoto auxilio eorum, intra paucos dies capta et direpta est; praedam militibus praetor concessit. Ha parecido traer estas palabras, para deshacer la opinión de algunos, que han afirmado que Arbeca era en la Celtiberia, lo que no dice Livio, sino que los celtíberos la socorrieron, aunque Pujades no quiere que Urbicua sea Arbeca, sino un pueblo llamado Ciutat, que está más abajo de la Seo de Urgel, en la ribera del Segre, en un alto, o Ciutadilla, que está (a) dos leguas de Arbeca, no muy lejos del monasterio de Poblet (1).
Alcanzada esta victoria, prosiguió este pretor su gobierno, que para la España tarraconense fue harto peor que una peste; pues en algunas batallas que tuvo con los españoles, afirma Paulo Orosio (2), natural de Tarragona, autor muy antiguo y grave, que en la España tarraconense mató veinte y tres mil hombres y cautivó cuatro mil; y Ambrosio de Morales, que lo saca de Tito Livio, dice haber muerto treinta y dos mil celtíberos, presos diez mil y novecientos caballos y ciento sesenta y dos banderas, lo que no hubiera sido, si no le hubieran favorecido otros españoles amigos suyos, que esta fue, como dije, la desdicha de estos reinos, que siempre tuvieron los romanos de su parte españoles por amigos, con cuyas fuerzas vencieron y destruyeron a los otros que estaban en desgracia de los romanos, y siempre salió de nosotros mismos el astil con que fuimos cortados.

(1) Pujad., lib 3, c. 53.
(2) Oros., lib. a, c. 20, in fine.

sábado, 25 de septiembre de 2021

LOS CIEN NOMBRES DE DIOS. ELS CENT NOMS DE DEU. I-XIX, 1-19

LOS
CIEN NOMBRES DE DIOS.


La extensa obra que bajo este título
escribió Raimundo Lulio en Roma por el año de 1285, se compone de
cien salmos hechos quizás para el canto plano, puesto que si bien
sus versos no carecen de rima dejan de guardar orden en la medida o
en el número de sus sílabas. El prólogo en prosa que el autor
colocó al frente del poema nos explica el objeto con que Lulio lo
compusiera, dispensándonos por consiguiente de entrar en ulteriores
observaciones.



Algunos
han querido deducir del contexto del citado prólogo que Lulio no
poseía el latín, puesto que dirige su voz al Santo Padre de la
Iglesia y a los cardenales para que dispongan una versión latina del
poema. Mas sobre no probar esto la suposición, consta por otra parte
de datos positivos, que Raimundo no sólo sabía escribir en aquel
idioma, sino que en él explicaba su Arte general en la Universidad
de París y en muchas de las escuelas en que le enseñó; y aún
manifiesta que le fue necesario introducir en el poema algunas voces
latinas para explicar más propiamente los conceptos; por
consiguiente, aquel dicho en que se apoyan los antagonistas de Lulio,
que se empeñan deprimir su saber, no justifica otra cosa, sino que
deseaba que el poema se pusiese en un latín castizo, bello y
elegante; cosa a decir verdad no muy asequible en aquel tiempo en que
tanto se había barbarizado el idioma de Horacio.



Lo
que hace a veces pesada la lectura de esta obra es la circunstancia
de estar trazada en muchas de sus partes, según el método de su
Arte demostrativo: de modo que llega a menudo a una sutileza casi
incomprensible, más regular en los tratados escolásticos que en la
poesía. Sin embargo el carácter que domina por lo general en la
composición es el sentencioso, y de ella pudieran entresacarse un
sin número de máximas de la moral más exquisita. - "Poner en
obra, dice, un amor virtuoso, y una inteligencia sin vanidad, vale
más que edificar altas torres o soberbios castillos. - Poco sabe la
naturaleza del amor quien ama a Dios para salvarse o para evitar los
eternales castigos. - El hombre a quien el pecado esclaviza no tiene
franca la voluntad, porque la justicia se la aprisiona. - Santo es
Dios en sí mismo, y de él no puede venir mal, antes santifica a
quien le sigue. - Quien vilmente vive, muere cada día. - La virtud
tiene más valor que cualquier tesoro, porque ella es la mejor
defensa del hombre contra su enemigo. - La verdad hace al hombre rico
de bondad y de espíritu, al paso que la mentira le hace mendigo. -
La verdad se encuentra en el dadivoso y no en el avaro, porque la
verdad es amiga de dar. - La justicia hace humilde a la criatura y
inspira piedad, misericordia y amor; y el que a sí mismo se juzga,
está próximo a ser perdonado y tiene los pies en el camino de la
salvación. - El que se defiende con lealtad, rectitud y verdad, se
defiende mejor que el que va armado.
- Más vale defenderse con
la virtud que con escudo y lanza, porque con ella mejor se levanta el
hombre cuando caído. - Quien tuviere el entendimiento enfermo, ponga
en alto sus pensamientos y lo sanará; quien tuviere enfermo el amor,
diríjalo a Dios con todo su entendimiento y su memoria. - No es
esforzado ni valiente quien no cumple con sus deberes, pues el mal
obrar hace cobardes. - La caridad está vestida de suavidad. - Mejor
sirve el hombre a Dios con pensamientos leales y humildes que con
lanza y riquezas: y vale más la buena intención que todo el oro y
la fortuna que tuvieron Salomón y Alejandro."



Cuando
no brotan del talento fecundo de Raimundo las ideas sentenciosas, o
no divaga en deducciones teológicas según su sistema, toma a veces
la obra un carácter individual al par que elegíaco. - "Con
grande tristeza estoy, exclama, cuando veo que la trinidad del Dios
omnipotente es ignorada y no amada de todos. Tú eres, o Dios, mi
padre, porque de la nada me criaste; mas yo no soy hijo tuyo porque
estoy en pecado. - Ah Espíritu Santo, que por el amor fuiste
concebido! tuyo es el mundo, que casi perdido está porque poco te
ama y te conoce. Por ti se unen grandeza y bondad por naturaleza de
amante, amable y amado, une pues en nosotros piedad y misericordia. -
Dios mío! tú que oyes las súplicas de cada uno de los mortales
para el bien especial, ¿por qué no me oyes a mí que te ruego para
el bien general, que vale más que todo? Pídote que infundas a los
hombres saber y voluntad para que te sirvan, y no sé si querrás
escucharme; y con suspiros y lágrimas te imploro la gracia de que me
des predicadores celosos que publiquen tus excelencias. - Dios me ha
dado gran fuerza de voluntad para hacer bien, mas por castigo de mis
culpas no me ha dado gran poder para ejecutarlo. - Largo tiempo ha
que soy procurador de Cristo para que se le ensalce y se le honre por
toda la faz de la tierra; mas por desgracia no encuentro quien me
ayude." -



Como
ejemplo de inspiración melancólica es notable, entre otros, el
salmo XLIV, que no podemos menos de traducir en su mayor parte. -
"Dios, dice, da consuelo al hombre culpable, cuando le
representa en su memoria la penosa pasión que quiso sufrir por el
amor que nos tiene; mas, ay! yo no puedo consolarme cuando veo el
menosprecio en que al Criador se tiene por los hombres en el mundo.
¿Y quién no ha de dar rienda suelta a sus lágrimas al ver cuán
poco es el amor que le dispensan aquellos que tanto le deben? Día y
noche estoy sumido en la más profunda aflicción si considero las
ofensas que recibe, y los eternos castigos que aguardan a los que así
le ultrajan con sus pecados. Quien se consuela cuando ve a su Señor
vituperado por sus mismos servidores, no sabe ni conoce la fuerza del
amor. Dios consuela al hombre con los dones de amor y de esperanza,
con el perdón y dádivas de inestimable precio. La paciencia y la
piedad, la justicia y la lealtad consuelan al que se ve sumido en las
amarguras del vilipendio. Y a quien tiene abierto a Dios su corazón,
poco le importa la pérdida de todos los bienes mundanales, porque
Dios satisface completamente todas las necesidades; ni cabe ya el
consuelo en quien está sumido en el lodazal del pecado, porque el
culpable desespera siempre de la divina misericordia." -



Seríamos
difusos en las citas si hubiésemos de detenernos en los pasajes
dignos de mentarse por el mérito de los conceptos, así como lo
fuéramos también si debiésemos tildar todos aquellos de pesada y
fastidiosa lectura. Mas de todos modos tenemos por resultado que el
poema de los Cien nombres de Dios, a pesar de que contiene no pocas
bellezas, es seguramente la obra poética de Lulio que menos gloria
reporta a su autor, si bien es la que con más frecuencia ha corrido
en manos de los aficionados al estudio de las obras del célebre
mártir. Varias son las copias que andan manuscritas de este poema,
debidas a la avidez sin duda con que han procurado proporcionárselo
los adeptos de Lulio; lo cual no ha dejado de contribuir a que fuese
más generalmente conocido, aun en perjuicio de las otras poesías de
un mérito mayor, muchas de las cuales no sabemos que existan más
que en los códices que tenemos la fortuna de poseer. Y visto esto,
ya no es extraño que algunos escritores al tratar de hacer mención
de Lulio, considerado como poeta, le designen con el nombre de el
autor de los Cien nombres de Dios, como si no tuviera títulos
mejores y más valederos para alcanzar la fama poética de que
generalmente se ha querido prescindir al tratar de tan gran maestro.



No
concluiremos empero sin hacer observar al lector las palabras que
Raimundo Lulio estampa en el prólogo del poema, repetidas en
muchísimas obras de su pluma, y que se refieren al Padre Santo y a
la Iglesia, a cuya corrección somete completamente el escrito por si
acaso contiene algunos errores. Esta humilde sumisión en un poema de
moralidad sin tacha, fruto de la más cristiana y ardorosa fé y del
más acendrado catolicismo, demuestra la injusticia y la sinrazón
con que se han ensañado contra Lulio sus contrarios, al contar en el
catálogo de los heresiarcas al más celoso apóstol de la doctrina
de Cristo, y al más entusiasta por la dilatación de la fé
católica.





ELS
CENT NOMS DE DEU. (Se encuentra más veces los como artículo
plural )



Deus,
ab ta virtud comença RAMON aquest libre qui es del Cent noms
teus.



Com
los sarrayns entenen provar lur lley esser donada per Deus,
per ço car l' Alcorá es tan bell dictat que no 'l poria fer null
hom semblant d' éll, segons que ells dien; eu, Ramon indigne,
me vull esforçar ab ajuda de Deus, de fer aquest libre, en qui ha
meyllor materia que en l'Alcorá e a significar que en axí com eu
fas libre de meyllor materia que en l'Alcorá, pòt esser altre home
que aquest pos en axí bell dictat com l' Alcorá. E aço fas que hom
puscha arguir los sarrayns que l'Alcorá no es dat de Deus: jat sia
aço que sia bell dictat. Empero deim que aquest libre e tot bé es
donat de Deus, segons que dir se cové. Perque eu, Ramon, supplich al
sant Pare Apostolich e als senyors Cardenals qu' el fassen pausar en
lati, car eu no li sabria pausar, per ço car ignor
grammática. E si eu en alguna cosa erre en aquest libre contra la
fe, sotmet lo dit libre a correcció de la santa Esgleya romana.



Los
sarrayns dien que en l'Alcorá son noranta nou Noms de Deus, e qui
sabria lo centé sabria totes coses, perque eu fas aquest libre de
CENT NOMS DE DEUS, los quals scé. E per tot ço no's
segueix que sapia totes coses, e aço fas a rependre lur falsa
opinió.
En aquest dictat pos mols noms que son pus
propris a Deus, que alguns qu'els sarrayns a Deus apropien. La manera
que propós tenir en aquest libre es que parla naturalment dels noms
de Deus qui simplament a éll se pertanyen; e que de aquells noms qui
a Deus se pertanyen parle segons esguardament de creatura e segons ço
que als noms de Deus se pertanyen. En cascun dels Noms de Deus posam
X versos, los quals hom pòt cantar segons que els psalms se canten
en la Esgleya. E aço fem per ço car los sarrayns canten l'Alcorá
en lur mesquita. Aquest libre es bon a contemplar e a conexer Deus e
a provar la fe christiana, segons que en éll appar. E es libre de
gran consolació e plaer, e es bon a preycar. En aquest libre coven
usar de alguns vocables que son en latí, sens los quals no' l
poriam tan bellament ne bon a fer. Lo primer Nom es Deus, lo segon
Essencia, e axí dels altres segons que en las rubriques appar. Com
Deus haja pausada virtud en paraules, pedres, e en herbes, quant mes
donchs la ha pausada en los seus noms. Perque eu conseyl que hom
cascun dia diga los CENT NOMS DE DEUS, è ab si escrits los aport.
Com haurá dit un capítol diga aquella Laor en loch de Gloria Patri,
la qual es escrita avall en la fí de aquest libre. Aquests versos
arrimam per ço que hom los puscha mils saber de còr. E no fem força
si en alguns versos ha mes síllabes que en altres, per ço que
meyllor materia puscham pausar en aquest libre. E ha major dificultat
pausar tan subtil (pareix subtll) materia en rims, que no es
pausar l' Alcorá en lo dictat que es pausat.



I.



iO
DEUS!







¡O
Ens divinal! tú est Deus per obrar,



Que
en tú has axí com est Deus per estar,



Perque
en tú null accident no y pòt estar.
Si no fosses Deus en obrant



E
que fosses Deus en estant,



Fóres
menor Deus en amant.
Tú est Deus per ta bontat,



E
ta bontat per deitat,



E
est Deus per lur unitat.
Si en bondat no fós deificar,



E
si en deitat no fós bonificar,



Deus
no fóre Deus per son obrar.
Tú est un Deus per unitat,



Si
com est Deus per deitat,



Est
amorós per voluntat.
Infinit bé en Deus no pogra estar



Si
en sa bontat no hagués bonificar,



Per
natura de entendre e de amar.
Aquell Ens qui es Deus appellat,



Cové
que sia sens peccat,



Sens
temps e sens quantitat.
Si en Deus fós ociositat,



De
sa granea e bontat,



Covengra
que en éll fós peccat.
Tant es Deus larch del nom seu



Que
home Christ fá nomnar Deu,



Al
qual present tot mí e 'l meu.



Aorte
Deus en ta majestat,



De
deificant, deificable, deificat,



Distincts
tots tres en trinitat.







II.



¡O
ESSENCIA!







¡O
Essencia, qui est eternal e infinida



E
qui estas de tot ben cumplida!




est mon conort, gaug e ma vida.
¡O Essencia paternal, filial,
espirital!




ets tres en nombre personal,



E
estás una en nombre substancial.
Tú, Essencia, estás sens
ociositat



De
bontat, infinitat, eternitat;



De
essenciant, essenciar, essenciat.
Si tú, Essencia, fosses sens
essenciar,



Bona
e gran fóres en ton amar,



E
no bona ne gran en substanciar.
Si Essencia no fós luny a
minoritat



Per
essenciant, essenciar, essenciat,



Fóre
prop a no esser per ociositat.
Essencia divina! tú estás aytant
infinidament



Per
infinit, infinir, infinient,



Com
fas per amant, amable, e amament.
Tú, Essencia, estás
indistincta en trinitat,



Qui
está distincta proprietat,



De
tú, Essencia, en personalitat.



Si
tú, Essencia, no fósses en essenciar,



No
pogres esser en concordança ni en concordar,



Ne
egualtat, egualar no pogra en tú estar.
O esser qui est de tot
altre esser senyor!



Esdevengut
es lo meu esser peccador,



Perque
't prec te membres esser perdonador.
¡O esser infinit, tan luny
a peccat,



Que
peccat en sí no pòt haver entitat,



Per
ço que en res no 't sia assemblat!







III.



¡O
UNITAT!



Eternitat
e infinitat



Son
un esser en singularitat,



Lo
qual esser es Deus appellat.



Si
fossen molts Deus o fóre la U termenat,



O
fóre l' altre en infinitat,



Qui
no fóre en gran singularitat.



Cové
donchs que sia un Deus tan solament,



Per
ço que sia gran bé e gran compliment,



E
en sa Unitat omnipotent.
Granea de la divina Unitat,



Es
que en sí haja gran unificat,



Distinct
de unificant, unificar en trinitat.
Si en divina Unitat no fós
unificar,



No
hagra gran poder, saber e amar,



E
pogra en sí mateixa ociosa estar.
Enaxí se han Unitat e unir,



Com
se han compliment e son complir,



Perque
Unitat e unir no 's poden departir (1).
Major poder ha Unitat en
unir,



Que
no ha sensualitat en sentir,



Ne
volentat d' home en desir.
Tan gran poder ha divina Unitat,



Que
pòt estar en distincta trinitat,



E
romanir U en substancialitat.



Enaxí
's coven que en Deus U sia de un,



Com
se coven que éll sia un,



Per
ço que en éll sia propri e comun.



Volch
Deus mostrar lo poder de sa Unitat



E
en esser home unit ab divinitat,



Una
persona de deitat e humanitat.


IV.



¡O
TRINITAT!



¡O
divina molt alta Trinitat!



Enaxí
es per tú tota pluralitat,



Com
es unitat creada per divina unitat.
Si Deus no fós en distincta
Trinitat,



No
fóren en éll concordança, concordar e egualtat,



E
fóre prop a contrariar, desagualar, e contrariat.
Estan en Deus
divinas proprietats,



Per
ço que en éll sian entenduts e amats,



Actus
distincts de deitat no separats,
Está Trinitat deitat divina en
paternitat,



Filiació,
espirabilitat,



E
totes tres están una essencia en una deitat.
En Deus no pòt
quaternitat estar,



Pus
que a deitat poren bastar,



Deificant,
deificable e deificar.
Sens Trinitat no pogra deitat



Estar
en natura de amable, amant e amat,



Sens
los quals fóre en vacuitat.
Si no fós distincció entre
entenent, entendre e entes,



No
pogra Deus saber negun dels tres qual es,



Ne
infinit e eternat no pogra esser nulla res.
En tristicia estich e
en pensament,



Car
la Trinitat de Deus omnipotent



No
es amada e sabuda per tota gent.



Cell
qui sab Trinitat e no la vòl mostrar



A
aquells qui la porian saber e amar,



No
par que de colpa se puscha escusar.



V.
¡O
PARE!

¡O Deus Pare, qui est molt gloriós!



Tú,
has fill Deus ab qui est poderós,



En
espirar Sant Esperit d' amdós.
Deus es Pare en sa
substancialitat



Entenent
sa gran potestat,



En
engenrar lo fill de sa deitat.
Es de Deus Pare fill Deu,



Al
qual ha dat lo esser seu,



Al
qual fá esser Deus meu.
Es Deus Pare en singularitat,



Per
ço que a una paternitat



Abast
una infinitat.



Deus
es Pare en engenrant,



Entenent
que éll pòt en aytant,



Com
es son poder en estant.
Es Deus Pare en comensamen,



En
qui done esser e no 'l pren



D'
altre perque Pare s' enten.
Aytant es Deus Pare substancialment,



Com
está Pare relativament,



E
per ço está Pare sens negun accident.
Si fós Deus Pare per
sola relació,



Sens
deitat, pogren dir que no



Es
tan gran Pare com per creació.
Tú est, Deus, mon Pare en
creant,



Mas
eu no son ton fill en peccant,



Fem
donchs ton fill mercé clamant.



Si
tú est Pare bò, sávi e virtuós,



Eu
so fill, mal fill e viciós,



Quit
clam Pare just e misericordiós.





VI.
¡O
FILL!







¡O
Deus Fill! Per çó estás sens quantitat,



Car
est Fill en infinitat e eternitat,



De
infinida e eternal paternitat.




est, Fill, per ço que pare puscha estar,



E
que tú e éll Deus posqués donar,



Que
es Sant Esperit per espirar.



Car
entre pare e Fill se pertany major volentat,



Major
poder e major egualtat,



Son
pare e Fill en Deus de necessitat.



Si
en Deus pare e Fill no poguessen estar,



No
pogra en Deus estar major concordar



Per
natura de entendre e de amar.
E están lo pare e lo Fill en
unitat



De
natura, essencia e deitat,



E
son distincts en natura de engenrant e engenrat.
Está lo Fill en
lo pare per amor,



El
pare, el Fill per ardor d' amor,



Ix
d' amdós espirant Deus d' amor.



Deus,
qui es Fill de Deitat,



Es
pare de home deificat,



Per
ço que en deificar sia al pare ressemblat.
Si el Fill de Deus en
home no fós encarnat,



Mes
pogra home de Deus pendre bontat,



Que
no li 'n volgra dar divina volentat.
Car Fill eternal e Fill
creat



Están
en major proporcionitat;



No
fó lo pare n' el Sant Esperit encarnat.



A
tú, Fill home Deus encarnat,




mon enteniment e ma volentat,



Si
't plau qu' els muts de pena e de peccat.




VII.



¡O
SANT ESPERIT!







¡O
Sant Esperit, qui estás espirat



De
engenrant e de engenrat,



Hages
merce de nos e pietat!



Es
Sant Esperit per ço que complir



Puscha
infinitat lo seu infinir,



E
divina amor lo seu desir.



Car
lo pare e 'l fill s' han gran volentat,



Espiren
Sant Esperit qui es proprietat,



En
qui s' ha fina natura d' amor e d' amistat (2).
Axí com lo pare
ha lo fill entenent conçebut,



Han
lo pare e 'l fill lo Sant Esperit volgut,



Amantlo
un e l' altre ab granea de virtut.



Si
el amar qu' el pare e 'l fill s' han no fós personat



En
natura de infinitat e eternitat,



Fóre
lur amar finit ab quantitat.
Tant s' aman lo pare e ‘l fill en
unitat,



Que
amdos han una sola espiritivitat,



En
espirar una sola espirabilitat.
¡O Sant Esperit, en qui' s
complex lo nombre de trinitat,



Per
ço car no espires, estás espirat,



Espira
a nos a fer la volentat!



Entre
‘l pare e 'l fill cové esser espirar,



Per
ço que en amdós sia gran concordar



Per
natura d' amor e d' amar.



Ah
Sant Esperit, qui per amor est conçebut!



Lo
mon es teu, e es tot quaix perdut,



Per
ço est poch amat e conegut.



Com
per tú, Sant Esperit, sian conjuntes granea e bontat,



E
aço per natura d'amant, amable e amat,



Conjuny
per nos misericordia e pietat.




VIII.



¡O
SINGULAR!







¡O
Ens, qui estás Singular



En
infinir e eternar!



A
tú tot sol dó mon amar.
Molt major es eternitat



Si
está ‘n singularitat



Que
si fós en dualitat.



Axi
com Deus es Singular en infinitat,



Cové
que sia Singular en eternitat,



Per
ço que en éll haja egualtat.
Singular es Deus en infinir,



En
eternitat e en complir,



E
en deificar e en unir.



En
Deus poder, saviesa e volentat



Están
en singularitat,



En
quant ensemps son una unitat.
Amar es Singular en amor



De
amable e de amador,



E
axí mateix es de lausor.
Singularment es granea bona per bontat,



E
singularment es amada per volentat,



E
materialment es creació de creat.
Deus ha presa una humanitat,



Per
ço que en una singularitat



Encarnació
haja mays de bontat.
Si en Deus no fós singularitat,



De
propria proprietat,



No
fóra gran sa unitat.



Car
Deus es Singular en valor,



A
éll pertany singular honor



Que
sia a totas major.


IX.



¡O
ESTANT!



¡O
rey qui est Deus en Estant!




estás Deus en engenrant,



E
estás Deus en espirant.
Enfre Estant e estar



Está
molt gran concordar



De
entificant e entificar.
Está poder en amar,



Está
amar en possificar,



Está
infinit en infinitar.
Poder, saber, e volentat



Están
en Deus en unitat



De
essencia, natura e deitat.
Está granea en bontat,



Está
bonea en eternitat,



Está
Deus bò, eternal en infinitat.
Deus está aondós



De
gloria e de gloriós,



A
la qual gloria ha creat nos.
Car en Deus está jutjar,



Pietat
e perdonar,



Devem
estar en temor e en esperar.
Com en Deus estiga veritat,



Home
estant en falsetat



No
pòt estar en amabilitat.
Car en Deus está egualtat



De
intelligibilitat e amabilitat,



A
amar e a entendre es hom obligat.
Está mon cor en tristor,



Car
no pusch empetrar honor



A
Deu digne de lausor.



X.



¡O
FAENT!



Deus
pare obra en virtut,



Fill
qui d' éll es conçebut,



Esperit
Sant d' amdos produt.



Obrant,
obrable e obrar



Fan
la trinitat estar



Per
natura de' entendre e d' amar,



Obra
que sia de bontat,



De
infinitat è eternitat,



No
ha de rè necessitat.



Si
en Deus no fós obrar



De
infinit e eternar,



Falliment
en éll pogra estar.



Bon
fá de veritat



Verificable,
verificat



Ab
verificar qui ix d' amich e d' amat.
Obrar amar que sia virtuós,



E
entendre que no sia ergullós,



Val
mes que obrar castells ne tors.
Deus ha obrat hom ab bontat,



E
hom mal obra ab peccat,



Mal
dir e mala volentat.



Si
no fós Deus per son obrar,



Fóre
major per son estar



Que
per son entendre e amar.
Obrá sens fé e caritat



Esperança
e fermetat,



Es
obra de mal e peccat.



Mes
val haver bon pensament



Que
guessanyar aur ne argent,



Ne
haver fills ne honrament.







XI.



¡O
ENS NECESSARI!



Deus,
qui est de necessitat,



Per
çó car est infinitat e eternitat,




sias conegut, amat e honrat.
En infinitat es necessari infinir,



Axí
com en compliment complir,



Sens
lo qual compliment no 's pogra sofferir.
Si no fós eternitat



Seguir
es de necessitat



Que
çó qui es, fós per sí començat.
Necessari es que en Deus sia
poder,



E
qu' en volentat se puschan saber,



Amant,
amable e voler.



En
Deus poder, saviesa e volentat,



Son
una natura de necessitat,



Per
ço que éll sia infinit en unitat.
Necessari es que en Deus
obrar



Sia
aytant gran com son estar,



Perqu'
en Deus puscha esser deitar.
En Deus es necessari concordar,



Distinccionar
e egualar,



Per
ço que ociós no puscha estar.
No ha Deus fora sí necessitat,



Car
complit es de tota bontat,



Perque
ha en sí obra e obrat.
Deus es nostra necessitat,



Car
sens Deus no fóre ens sustentat,



Ne
a neguna fí menat.



Necessari
es a hom Deus amar,



Conexer,
servir e honrar,



E
bé está en Deus mercé e perdonar.



XII.



¡O
PERSEITAT!

Deus está per sí en poder,
En volentat é en
saber,
E pòt en tot quant vòl haver.
Es Deus causa e no
causat,
Perque tot hom es obligat
A obeir sa volentat.
Deus
está per sí aondós,
E assí mateix ha creat nos,
Aytal per
sí es gloriós.
Es Deus per sí paternitat,
Filiació,
espirabilitat,
Es donchs per sí en trinitat.
Deus está per sí
en bontat,
Infinitat e eternitat,
Donchs deu esser per sí
amat.
Qui ama Deus per sí salvar,
E que infern puscha
esquivar,
Poch sab de natura d'amar.
Null hom pòt per sí
estar,
Ne pòt per sí negun be far,
Perque no's deu en sí
fiar.
Per si es null hom senyor,
Perque no li tany
servidor,
Pus que per sí no há honor.
Pus que per mí no son
creat,
Tort ay e fas gran pecat
Si per mí vull esser
honrat.
Per sí está hom peccador,



E
enemich de bona amor,
Perque de mí ay gran pahor.

XIII.
¡O
LIBERTAT!

Franch es Deus en son estar,
E es franch en son
obrar,
Ab possificant, possificable, possificar.
Poder franch
ha Deus en sa bontat,
De bonificant, bonificar e bonificat,
E
aço mateix en infinitat e eternitat.



Deus
es pus franch en son poder
Que no es home en son voler:
Sa
Libertat ¿quí la poria saber?
Está Deus franch en infinir,
En
eternar e en complir,
A Deus no pòt rè contradir.
Mays val
franquea en voler,
En remembrar e en saber,
Que en regnar ne en
haver.
Creá Deus hom franch en virtut,
Mays hom es servu
esdevengut,
Per ço car s'es desconegut.
Tot hom pòt Libertat
haver
En amar Deus e car tener,
Car Deus no força null
voler.
Hom qui es servu de peccat,
No está franch de
volentat,
Car justicia l'ha encarçerat.
No está servu hom ab
virtut,
Ne está franch home caút
En pecat trò s'es
conegut.
Mays val servitut en turment
Ab que hom hi sia
justament,
Que Libertat en honrament.




XIV.



¡O
SIMPLE!



Car
Deus es sa simplicitat,



Es
aytant Simple en trinitat,



Com
es Simple en Unitat.
En Deus está simplificar,



Per
engenrar e espirar,



E
en éll compost no pòt estar.
Deus de la sua simplicitat,



Simplifica
simplificat,



En
simplificat engenrat.
Está Deus Simple en estant,



E
está Simple en obrant,



Car
no ha detrás ne davant.
Está en Deus Simple poder,



Simple
saber, Simple voler,



E
per ço pòt Simple haver.
Simplement están en bontat,



Bonificant,
bonificat,



Ab
bonificar espirat.
Concordança e egualtat



Están
en Deus simplicitat,



Per
natura de trinitat.



A
vos, ver Deus omnipotent,



Me
dó enaxí simplement,



Que
d' altre no vull honrament.
Aquell que ha Simple saber,



Simple
membrar, Simple voler



En
honrar Deus, no pòt caer.



Aquell
ama Deus simplement



Qui
fá per éll principalment



Tot
ço que fá a son scient.







XV.



¡O
SANCT!



¡O
Sanct dels sancts qui est sanctetat!



A
tú dó tota ma entitat



E
tú donem paciencia e caritat.
Deus es Sanct en sí mateix,



E
d' éll negun mal no 's segueix,



E
es tot hom Sanct qui 'l serveix.



Car
Deus es Sanct, se cové



Qu'
en éll sia Sanct de bé



E
que 'l Sanct sia de sé.
Sanct está Deus en amar,



E
Sanct está en son jutjar,



E
Sanct está en perdonar.
Qui ha bona volentat



Está
fill de sanctetat,



Qui
'l vest de sa puritat.
Mays val home per sanctetat,



Que
per emperi ne regnat,



Per
vida e sanitat.
Sanctetat fá hom humil,



E
li fá fér fayts gentil,



E
'l guarda de mal e peril.
Sanctetat fá humilitat,



Mesura
gran e leyaltat,



E
aporta de Deus bon grat.
Mays val en sanctetat morir



Que
tostemps viure sens finir,



Ço
que val Sanct ¿qui ho pòt dir?



Esguardats
els sancts qui son passats



Per
quants homens son remembrats,



E
los no sants com son oblidats.




XIV.



¡O
VIDA!

¡O divina, eternal e sancta Vida!



En
tú viu bonea infinida,



De
bonificant, bonificable, bonificar complida.
Viu Deus en amant,
amable e amar,



Vivificant,
vivificable e vivificar,



Per
natura de engenrar e espirar.
Deus es viu sens mortalitat,



E
en éll viuen misericordia e pietat,



Perque
null hom no deu esser desesperat.
Viu bon entendre de bon amar,



E
viu amar de bon cogitar,



E
viuen entendre e amar de bon membrar.
Viu bonea de magnificar,



E
viu granea de bonificar,



E
mòr bonea en malificar.



Aquell
viu qui ha bon pensament,



E
aquell mòr qui fá falliment,



E
aquell viu qui ama mes Deus que son parent.
Qui vòl viure per
haver honrament,




com muyra en foch ardent,



Deshonrat
perpetualment.
Mays val morir honradament



Que
longa vida croyament,



Car
tots jorns mòr qui viu vilment.
Hom qui ben viu no pòt morir,



Ne
qui mal viu no pòt servir



A
Deus, ne a vida venir.



No
deu hom viure per menjar,



Per
honrament, per sajornar,



Mays
per servir Deus e honrar.







XVII.



¡O
INFINITAT!



¡O
Deus qui estás Infinit,



En
Pare, Fill e Sanct Esperit!



Mal
fá aquell qui t' ha en oblit.
Deus es Infinit en estar,



E
Infinit en son obrar,



Per
engenrar e espirar.
No pogra esser Infinitat



Sino
en singularitat,



En
qui no sia quantitat.
Infinit es Deus en bontat,



Ab
bonificant, bonificat,



E
ab bonificar eternat.
Si en Deus no fós Infinir,



No
pográ son poder complir



De
Infinitat nostre desir.
Poder, saber e volentat,



Son
Infinits en unitat,



De
natura e deitat.
Deus pare infinidament



Infinix
fill extensament,



Sens
quantitat e moviment.
Infinit es de Infinitat,



Sens
la qual fóre termenat,



En
poder, temps e quantitat.
Plasent causa es consirar



Infinit
d' entendre e d' amar,



En
eternitat sens cessar.



Be
n' es foll e desconexent



Qui
ama mays petit movent



Que
Infinit sens mudament.




XVIII.



¡O
ETERNITAT!







Si
fós ver que no fós Eternitat,



Ço
qui es fóre per sí comensat,



E
fóre no res sa potencialitat.



Es
donchs Eternitat sens dubtar,



En
la qual covenen estar



Eternant,
eternable, eternar.



Si
eternar en Eternitat no fós,



Fóre
per son poder avar e ociós,



E
no fóre amable ne gloriós.



Eternar
cové esser de Eternitat,



Sens
la qual no poria esser abastat,



Eternat
de entendut e d' amat.



Plasent
causa es membrar



En
Eternitat, eternar,



Engenrar
e espirar.



Greu
causa es consirar



En
foch eternal estar,



E
’n ira de Deus sens perdonar.



Deus
pòt de sa Eternitat



Plus
en sa natura de bontat,



Que
en tot ben que haja creat.



Si
fós ver que Eternitat hagués par,



No
fóre per ella Deus singular,



E
infinir valgra plus que eternar



No
ha conexensa de Eternitat,



Qui
diu qu' el mon no es creat,



Ne
de Eternitat e infinitat sab egualtat.





XIX.



¡O
TOT!







¡O
Deus, qui est Totalitat



De
ta essencia e de ta bontat!




est Tot sens divissibilitat.



No
fóre Deus tota essencia de bontat,



Si
no fós bonificant, bonificar, bonificat,



Perque
cové en éll esser trinitat.



En
Deus poder es Tot saber,



E
en Deus saber es Tot poder,



E
per ço pòt en Tot quant vòl, voler.



Poder,
saber e volentat



No
están en tota bontat



Si
donchs no son en una unitat.



Deus
ama ab Tot son voler,



Axí
com sab ab Tot son saber,



Amemló
donchs ab Tot nostre poder.



Sens
distincció e concordar,



Començament
e egualar,



Totalitat
de bé no pòt estar.



Tot
está Deus en unitat,



E
Tot está en trinitat



Per
natura de infinitat.



Aquell
qui 's dona Tot a Deu,



pòt
dir que Deus está Tot seu,



Perque
eu li dó Tot mí e 'l meu.



Cascun
hom pòt Deus Tot haver,



Ab
que l' am de Tot son poder,



Car
Deus no 's frany ans es sencer.



Deus
está Tot en veritat,



Perque
no ha gens falsetat,



Ni
es enemich de leyaltat.