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lunes, 6 de septiembre de 2021

senyer En Garau de Berbera donzell capita

Al molt honorable senyer En Garau de Berbera donzell capita et cetera.

Molt honorable senyer. Vostra letra havem rebuda avisatoria del cas fet per los enemichs en lo castell de Foix. Decontinent havem aplegat consell en lo qual es stat deliberat los cent rocins sien decontinent expedits e per esser promptament fet havem acordat bestraure per un mes pus los diners dels pagesos no son encara presos. No res menys es stat dat orde per que al fer de la present es gran hora de nit e persones son destinades qui dema per lo mati entendran ensemps ab lo senyor loctinent en fer exir la mes gent que poran e axi confortau aqueixa vila e les forçes circumvehines e tramatteu los socors si master sera en guisa que nos perden. Lo queus han dit del comte de Prades esser a Çalacuna no passe axi car a Cardona es ab X o XV rocins. Mas Ferrando Delicado era als Prats al circa L rocins porie esser que fos anat a Çallacuna. (ipsa lacuna o llacuna: La laguna) Gran meravella es de ten poch nombre de genets
spant en aqueixa terra majorment com veen e saben que los C rocins se preparen. Provehir al necessari car com dit es tantost haureu la gent. Data en Barchinona a XXIII de octubre del any Mil CCCCLXIII. - P. de Belloch
- Los deputats del General et cetera.
Domini deputati et cetera.

https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Foix

Qué comida típica francesa se hace con hígado de pato? Se parece a Foix.

lo castell de Foix


El castillo de Foix está situado en la ciudad francesa de Foix, localidad a la que domina desde una altura de unos 60 metros en la cima de una peña calcárea. Es un importante centro de atracción turística del departamento del Ariège; la fortaleza también es conocida por ser uno de los principales lugares asociados al catarismo y sede del condado de Foix.

La roca calcárea sobre la que se asienta el castillo está trufada por diversas grutas, que ya fueron habitadas por el hombre en los tiempos prehistóricos, y que han sido objeto de diversas campañas de investigación, tanto de tipo espeleológico como arqueológico.

En época celta prerromana, el lugar siguió ocupado, hecho que atestigua la siguiente cita de Julio César, en el año 58 a. C.: El legado Craso combatió contra los sitiates, que se resguardaban en un oppidum fortificado.
(oppidum : podium : puig : pueyo : pui : puch ?)

Sobre la misma roca estuvo antaño emplazado un santuario pagano, consagrado al dios Abelio, dios del sol celta, (el de los abalorios) que fue reemplazado por una construcción fortificada (castrum) de los siglos VII y VIII (aunque con el antecedente de una pequeña fortificación romana). En el año 507 se cita la existencia de una fortificación en la ciudad de Foxum (la actual Foix).

En el siglo IX se construye a los pies de lo que actualmente es el castillo una abadía de estilo carolingio, posiblemente fortificada, que en el siglo X fue consagrada a san Volusiano, (de Tours) santo por el que los condes de Foix sintieron gran devoción a lo largo del tiempo. Dicha abadía resultó destruida durante las Guerras de religión de Francia. Igualmente se conoce que Carlomagno, posiblemente dentro de una política de reforzamiento de las defensas pirenaicas ante los musulmanes que habían ocupado la península ibérica, reforzó y modernizó el conjunto defensivo.

Según la documentación conservada, la existencia del castillo como tal se atestigua ya el año 987. El año 1012, figura en el testamento otorgado por Roger II de Cominges, el Viejo, conde Roger I de Carcasona, conde de Couserans y conde de Razés, que legó la fortaleza a su hijo menor Bernardo I Roger, el cual heredaba el condado de Couserans y parte del condado de Razés. Se conocen pocos datos sobre este primitivo castillo.

En efecto, la familia señorial propietaria de la zona se había instalado en este lugar que permitía el control de las vías de acceso a la cuenca alta del valle del Ariège, al vigilar desde este punto estratégico el país llano a la vez que se protegía tras una murallas inconquistables. De hecho, el castillo está construido en el punto de confluencia de los ríos Arget y Ariège.

En 1034, el castillo se convierte en sede del condado de Foix, jugando un importante papel en la historia militar medieval. Durante los dos siglos siguientes, el castillo protege no sólo a los condes sino también a las personalidades inspiradoras de la resistencia occitana durante la Cruzada contra los cátaros, y el condado se convierte en refugio privilegiado de los cátaros perseguidos.

En el año 1116, Ramón Berenguer III, el Grande, conde de Barcelona, intervino militarmente en la ciudad y su castillo para poner fin a una revuelta.

El castillo, que sufre varios asedios en su historia, entre ellos los de Simón IV de Montfort (en 1211 y 1212), - inciso, batalla de Muret, donde muere el rey de Aragón Pedro II
siempre resistió los asaltos bélicos, y únicamente fue conquistado en una ocasión, en 1486, debido a una traición acontecida con ocasión de combates entre dos ramas de la familia condal de Foix. Proeza de la época, los condes lograron preservar su territorio de la anexión a otros estados e incluso experimentaron un ascenso político. No obstante, hay que indicar que, en junio del año 1272, Roger Bernardo III de Foix, conde de Foix y vizconde de Castellbó se rindió al rey de Francia, tras que este sitiase el castillo, siendo encerrado en una mazmorra hasta que aceptó rendir homenaje al rey de Francia. En 1290, Roger Bernardo III de Foix se convirtió en vizconde de Béarn, al contraer matrimonio con la heredera del vizcondado de Béarn, Margarita (véase la relación de titulares del vizcondado).

Desde el siglo XIV, los condes de Foix, entre ellos Gastón III Febus (1343-1391) fueron abandonando progresivamente el castillo, debido a su falta de confortabilidad, en provecho del Palacio de los gobernadores (el actual tribunal) de la ciudad de Pau, la capital del vizcondado de Bearn. A partir de 1479, el conde de Foix asumió la corona del reino de Navarra y el último de ellos, Enrique IV, rey de Francia en 1607, anexionó a Francia en 1620 sus territorios de la Baja Navarra, que España no había conseguido controlar tras la Conquista de Navarra.

Sede del gobernador del País de Foix desde el siglo XV, el castillo siguió contribuyendo a la defensa del país, especialmente durante las guerras de religión. Se convirtió en el último de los castillos de la región tras la orden de Richelieu de que todos ellos fuesen arrasados (1632-1638). Hasta la Revolución francesa, la fortaleza mantuvo acantonada una guarnición. Su vida estuvo constelada de recepciones grandiosas cuando tenían lugar las llegadas de los nuevos gobernadores, entre los que se contaba al conde de Tréville, capitán de los mosqueteros de Luis XIII de Francia, y el mariscal de Ségur, ministro de Luis XVI de Francia.

A mediados del siglo XIX, el castillo de Foix fue declarado Monumento histórico por el Gobierno francés. En ese mismo siglo, el castillo fue objeto de una intensa restauración, que pretendía recuperar su estilo medieval. Desde 1930, el castillo acoge las colecciones del Museo Departamental del Ariège. Prehistoria, arqueología galorromana y medieval, etc., atestiguan la historia del Ariège desde los tiempos más remotos. El Museo reorganiza sus colecciones sobre la historia del yacimiento del castillo intentando lograr conocer la vida en Foix en tiempos de los condes. Es igualmente interesante el espectáculo Érase una vez... Foix que cada verano organiza el Museo, durante el cual queda iluminado todo el castillo.

Arquitectura:

Ambas torres cuadradas, la cubierta y la descubierta, son de las partes más antiguas del castillo, remontando su antigüedad a los siglos XIII a XIV (aunque actuando sobre elementos existentes con anterioridad), mientras que la redonda, la más moderna, data del siglo XVI.7​ Las tres torres están rematadas por almenas, y tiene una altura de entre 25 y 30 metros.

La torre cuadrada descubierta se conoce también como Tour d'Arget, (pero NO Tour d´Argent, de plata) puesto que su función es la vigilancia del valle del río Arget. Sirvió como prisión para presos políticos catalanes y civiles durante cuatro siglos, hasta 1862.

La torre central del castillo contiene tres salas provistas de bóvedas de crucería.

Los lienzos de unión entre las torres (es decir, la segunda muralla), igualmente almenados, y las barbacanas fueron construidos en el siglo XIII.

https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-media/20180419/47313403821/cruzada-contra-los-cataros.html

martes, 23 de junio de 2020

271. EL DESTIERRO DEL OBISPO SAN RAMÓN

271. EL DESTIERRO DEL OBISPO SAN RAMÓN (SIGLO XII. BARBASTRO)

271. EL DESTIERRO DEL OBISPO SAN RAMÓN (SIGLO XII. BARBASTRO)


Las pugnas entre los obispos Esteban, de Huesca, y Ramón, de Barbastro, eran constantes, fundamentalmente por cuestiones territoriales y de delimitaciones jurisdiccionales, pues hay que tener en cuenta que ambos obispados se estaban construyendo al propio ritmo que imponía el proceso reconquistador.

El obispo oscense reclamaba al barbastrense no sólo la importante población de Alquézar sino también la zona que delimitan el Cinca y el Alcanadre, y, con la aquiescencia o al menos el dejar hacer de Alfonso I el Batallador, logró fomentar y alimentar el descontento entre la nobleza barbastrense contra su obispo Ramón.

Completamente convencido de que le asistía la razón, decidió Ramón acudir personalmente a Roma en busca del apoyo pontificio, regresando en 1116 con documentos fehacientes de sus derechos. Pero Esteban, con el apoyo ahora abierto y declarado del rey, incluso llegó a desalojar al barbastrense de su propia casa, de modo que tuvo que salir huyendo de la ciudad de Barbastro donde estaba su sede. Hasta aquí los datos son rigurosamente históricos, pero a partir de ellos comienza la leyenda.

En su precipitada huida, san Ramón pernoctó en la localidad de Aguilaniu y honor semejante reclaman varios pueblos de la comarca, entre ellos Panillo, cercano a Graus, donde algún tiempo después de haber pasado por allí el obispo fugitivo se repartían como auténticas reliquias pequeños fragmentos de las sábanas entre las que durmió el obispo desterrado.

En Capella, todos sus habitantes sin excepción, sin poder dar crédito a lo que estaba sucediendo sin explicación plausible, creyeron oír cómo las campanas repicaban solas anunciando la presencia y cercanía del obispo y, cuando salieron a recibirle en el camino, le hallaron sentado en una roca que durante siglos fue venerada como si se tratara de un lugar sagrado.

Portentos y milagros diversos, muchos de ellos adornados por la leyenda, hicieron que el obispo Ramón alcanzara pronto no sólo fama universal sino también la santidad, que le fue reconocida por Roma.

[Iglesias Costa, Manuel, Roda de Isábena, págs. 123-124.]

http://caminosdebarbastro.blogspot.com.es/2012/06/camino-de-san-ramon-roda-de-isabena.html


Ramón de Roda, de Ribagorza, de Barbastro o Ramón del Monte (Durban, Ariège, Francia, 1067 - Huesca, 1126) fue obispo de Roda-Barbastro. Es venerado como santo por la Iglesia católica. Nacido en Durban, en la vertiente norte de los Pirineos, en el seno de una familia noble, se llamaba Raimon Guillem. Se le proporcionaron unos buenos estudios y empezó la carrera militar, pero la abandonó para dedicarse al estudio y la religión. Fue canónigo regular en Pamiers. Alfonso I de Aragón le concede el obispado de Barbastro-Roda en 1104, con sede en la catedral de Roda, para así resolver la disputa que mantenían los obispos San Odo de Urgel y Esteban de Huesca (ambos argumentaban que la recién conquistada ciudad de Barbastro tendría que formar parte de sus respectivas diócesis, no de la de Roda). Ya en la sede de Roda, tuvo conflictos con los obispos de Huesca, de Urgel y con el rey Alfonso, principalmente por cuestión de límites. Recibió apoyo de los papas Pascual II y Calixto II. El año 1100, Pascual II, según testimonio del obispo Poncio de Roda, había delimitado la diócesis, declarándola inmune e inviolable. Pero el rey Alfonso I y el obispo de Huesca no la respetaron. En una carta de san Olegario al papa Inocencio II, el prelado barcelonés dice que el rey Alfonso guardaba rencor a Ramón de Roda "porque el obispo no quería participar en las guerras contra los cristianos". En 1116, el obispo Esteban de Huesca, con el apoyo de nobles de Barbastro y del mismo rey Alfonso I, consiguió que Ramón fuese desterrado de Roda, acusándolo de oponerse a combatir con las armas a los musulmanes y otros herejes. Barbastro pasó a la diócesis de Huesca y, cuando Ramón vuelve en 1119, se instala en Roda (Barbastro no vuelve a la diócesis de Roda hasta 1133 y el 1145 pasa de nuevo a la de Huesca). Durante su obispado se iniciaron las obras de reconstrucción del edificio de la actual catedral románica de Roda y se consagraron numerosas iglesias de la diócesis, como las de Taüll o Alaón, o los altares de Alquézar y Roda, que introdujeron el arte románico más innovador en aquel momento. Ramón se marchó hasta su retorno a Roda en 1119. Una ermita en la montaña, cercana a la ciudad, marca el punto donde, al marchar, el santo lloró y bendijo la ciudad. Posteriormente, en 1125, acompañó al rey Alfonso en la campaña por de Andalucía, con la intención de conquistar Granada. La campaña afectó a su salud: al volver a Huesca ya venía enfermo y murió el 21 de junio de 1126. Su cuerpo se trasladó a Roda y se le sepultó en la catedral el 26 de junio. Canonizado, su festividad se celebra el 21 de junio. Es patrón de la diócesis y la ciudad de Barbastro.