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martes, 23 de junio de 2020

325. EUROPA BUSCA EL GRAAL


325. EUROPA BUSCA EL GRAAL (SIGLO XV. SAN JUAN DE LA PEÑA)

El Grial —o el Graal, como se le conoce en Europa—, la copa en la que bebió Jesús en la última cena, fue durante muchos siglos una de las reliquias más codiciadas y buscadas.

Casi todo el mundo admite que, una vez en Roma, fue san Lorenzo quien lo envió hacia Huesca y que luego —cuando llegaron los moros— peregrinó por el Pirineo hasta ir a parar a San Juan de la Peña, o sea, a Monsalvat para buena parte de los europeos. A partir de aquí nacen en Europa toda una serie de leyendas muchas de las cuales han cristalizado en obras teatrales, literarias o musicales de fama universal, como los dramas de Wagner, Parsifal o Lohengrín.

Aragón participó de esta corriente legendaria desde el momento que llega a Monsalvat, venido desde la corte del rey Arturo, el joven Parsifal, tras pasar por Huesca y Siresa en busca del Graal.

Ya en Monsalvat, Parsifal estuvo a punto de ver el cáliz —aquel que quien lo veía no podía morir en una semana al menos—, pero el abad pinatense le obligó a que antes hiciera méritos para ello pues, de lo contrario, podría ocurrirle lo que a su tío Anfortas, hijo de Titurel, que por ser indigno cayó fulminado ante el Graal.

Así es que Parsifal marchó de Monsalvat y se enroló con los cruzados, si bien pronto torció su camino al hacer caso a los malos consejos de la bruja Kundrie. Difícilmente hubiera podido ser digno de ver el Graal si un viejo ermitaño no le hubiera aconsejado volver al buen camino por la práctica del amor y de la caridad a su prójimo.

Cuando consideró haber acumulado méritos suficientes y, una vez nombrado «rey del Graal» por el rey Arturo, no sólo consiguió salvar a su tío Anfortas sino que, acompañado por los caballeros que le seguían, logró llevar el vaso sagrado desde Monsalvat a Oriente, donde permanecerá oculto hasta el día del Juicio Final.

[Andolz, Rafael, Leyendas del Pirineo..., págs. 177-184.]

sábado, 20 de junio de 2020

207. EL TESORO DE LA MORA DE SIRESA


207. EL TESORO DE LA MORA DE SIRESA (SIGLOS XIV-XV. SIRESA)

En uno de los frondosos bosques cercanos al pueblo de Siresa, en el mismo corazón del Pirineo, vivía totalmente apartada y escondida del resto del mundo una mora cuya ilimitada codicia le había llevado a atesorar un importante número de objetos religiosos, entre los que destacaban varios cálices y cruces de oro. Nadie sabía a ciencia cierta dónde estaba el escondite de tanta riqueza acumulada, pues la enigmática mora era muy celosa con sus joyas y nunca se había delatado.

Ocurrió que cierto día un pastor de Siresa que, tras haber dejado a buen recaudo a sus ovejas, regresaba cansado a su casa, encontró perdido en medio del monte un precioso y valioso cáliz. Feliz por el inesperado y bonito hallazgo, metió la copa en su zurrón y se apresuró a llevarlo al pueblo dispuesto a contar a sus convecinos lo que le había sucedido.

207. EL TESORO DE LA MORA DE SIRESA


Cuando estaba ya muy próximo al monasterio de San Pedro de Siresa, el pastor sintió una presencia que lo perseguía a una cierta distancia, así es que apresuró el paso y fue a refugiarse a toda prisa dentro de la iglesia del cenobio entre cuyas paredes se sintió a salvo.

Y así era realmente, pues quien lo perseguía no era otra que la mora solitaria, quien no podía entrar en el templo por ser recinto sagrado, lo cual significaba perder el cáliz. Esta situación le contrarió de tal manera que, convertida en una tremenda serpiente, dio un coletazo en el banco de piedra de la entrada al templo. Tan tremendo fue el golpe que su huella quedó grabada para siempre.

[Gari, Ángel, La tradición pagana..., págs. 36-37.]

El de San Pedro de Siresa, fechado en el año 833, es probablemente uno de los primeros monasterios de Aragón. Del mismo solamente se conserva la iglesia de San Pedro, de planta de cruz latina con un único ábside semicircular muy profundo en la cabecera, el crucero y una nave de tres tramos con tribuna a los pies.


Se cree que fue una abadía carolingia, cuya primera noticia documental data de 808-821, la copia de un diploma en el se habla de la fundación de un cenobio por el Conde aragonés Galindo Garcés, tras una donación de terrenos.

Según la leyenda, en un hueco abierto en el ábside se encontró el Santo Grial que custodió entre los años 815 y 831 y que se supone que también se albergó en el monasterio de San Juan de la Peña, la cueva de Yebra de Basa, la iglesia de San Adrián de SasabeSan Pedro de la Sede Real de Bailo, o la Catedral de Jaca...

En el 848, San Eulogio de Córdoba visitó el monasterio, quedando impresionado por el número de monjes que lo habitaban y la rica biblioteca, que incluso le regaló ejemplares para la escuela de San Zoilo de Córdoba. El edificio actual se considera iniciado en el siglo XI, siendo el viejo monasterio de San Pedro un edificio románico, construido en 1082 a raíz de una supuesta reforma agustiniana de la abadía. En esa fecha, el Rey Sancho Ramírez le concedió el título de Capilla Real e introdujo en ella Canónigos Regulares, reservándose la presidencia del monasterio que delegó en su hermana, la Condesa Doña Sancha. Bajo su tutela se educó en Sirena su sobrino, Alfonso I El Batallador.

Adscrita a la Catedral de Jaca en 1145, en 1252 se encontraba en ruinas y así, en el siglo XIII se llevó a cabo una restauración; en la fábrica original se empleó piedra caliza en hilada bien dispuestas, mientras que la segunda es de mampostería y tosca. En 1345, el padre Huesca refiere un incendio en el que perecieron ornamentos, alhajas y libros litúrgicos.


San Pedro de Siresa

Durante el siglo XX se realizaron varias restauraciones y remodelaciones, siendo en 1991 cuando se realizan excavaciones arqueológicas en las que se descubrió una estructura de tres naves con cabecera cuadrangular. Entre 1989 y 1991 el Gobierno de Aragón promovió una restauración en cuatro fases que afecto a la práctica totalidad del edificio.

Declarada Monumento histórico artístico en 1931, el Gobierno de Aragón completa en 2002 la declaración originaria de Bien de Interés Cultural de la Iglesia del Monasterio de San Pedro de Siresa.

Mobiliario:

Encontraremos retablos góticos, pintados en el siglo XV entre ellos dos tablas laterales y una predela robados por la banda de Erik “el belga” y recuperados. También encontraremos una bella imagen de la Virgen, románica del siglo XIII y un Cristo de la misma época. Éste se halló el 6 de julio de 1995, enterrado bajo la mesa altar. La imagen de San Pedro que preside la iglesia, es del siglo XVII y procede de la Catedral de Jaca.


jueves, 26 de diciembre de 2019

Dels Copers

Dels Copers. 

Si aquels officis qui al nostre palau reyal se pertanyen a singulars e a certes persones cometem regidors per tal que ab pus dret acabament se puguen complir aytant mes se pertany de nostra real altea que ab estudi special en aquelles coses entendre cur que sesguarden pertanyer a nostra magestat e als estans en nostra presencia davant tots altres elegir que no tan solament per decorat esguardament se esclaresquen ans per bones costumes e prerogativa de linatge sien decorats e que la nostra pensa en la presencia dells alegrament se repos. E donchs ab aquesta nostra constitucio perpetual estatuim que dos nobles escuders per esguardament decoratz de bones costumes sien elegits per lo beure en la taula e en altre altre loch a la nostra celsitut ministrar los quals dos de linatge de noble o de baronia volem esser reebuts no empero de cint de cavalleria environats: dels quals lo primer reebut al offici desus pus prop contengut tota vegada que nos estants a taula o en altre loch beure volrem don si donchs en nostra cambra privadament no erem cor lavors per un dels escuders de la cambra volem sia fet e al dreçador on lo nostre vin sera appellat per ell lo boteller major e un porter per fer tirar la gent devant personalment vaja e abans que del dit vin en nostra copa reeba lo dit nostre coper del dit vin tast pendre faça al dit boteller e al sotzboteller e ell mateix tast semblantment reeba per ço cor com en la nostra salut la salut dels sozmeses cobejam conservar aquella de les coses nocives illesa puscam guardar: e apres lo dit coper ab lo vin en la copa e apres ell lo boteller ab lo pitxer del aygua vinguen devant nos e con seran aqui lo dit boteller aygua metre haja en la copa e lavors lo dit coper del vin tast faça devant nos: e nos havents begut encontinent en aquella matexa forma que seran venguts sen tornen. Axi mateix la copa nostra ab piment quant neules o coses que ab piment son costumades de menjar pos devant nos en la taula: lo primer empero desus dit absent o en altra manera lo dit servey no faent laltre cur diligentment complir aquelles coses quel desus dit primer era faedor: daquelles coses encara que a lur offici pertanyeran e en presencia e en absencia del dit primer res de fer no lexan. Si empero en algun cas sesdevenia que algu dels copers present no fos lavors volem quel majordom regonega tots los officis de nostra casa qui dobles son e triu un daquells qui sera derrer reebut al dit offici lo qual servesca a nos de la dita copa: e si no ni es trobat algu daquesta condicio en aquest cas sia comanat lo dit servey a un dels escuders de la nostra cambra. Los damunt ditz empero copers a tots aquells del rebost de la botelleria e de la paniceria en aquelles coses que a lur offici pertanyen volem esser majors e a ells obeyran: salvant empero que si de nostre hostal algunes coses traure volien en aço ells obeyr no sien tenguts. En les coses desus dites ells encara no tan solament en manament axi con los altres familiars nostres als majordomens son sotzmeses ans en la pensa per raho de lurs officis a ells obeyr son tenguts: sagrament empero de faeltat e homenatge de bocca e de mans comendat a nos façen que no tan solament la salut nostra illesa per lur poder conservaran ans aytant com poran les coses a ella contraries esquivaran et si a lur coneguda aytals coses esdevenien decontinent o intimaran e que res no han fet ne daqui avant faran que no o puguen observar.

Dels boteylers majors