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viernes, 6 de marzo de 2020

CATÁLOGO DE LOS CÓDICES.

CATÁLOGO DE LOS CÓDICES.




Indicadas en los capítulos anteriores
algunas ideas generales sobre los Códices de esta iglesia, los
reseñaremos como hemos dicho, siguiendo el orden que tienen en el
Inventario de los señores Denifle y Chatelain.

1. CUESTIONES
CODLIBETALES DE STO. TOMÁS DE AQUINO. Un volumen en 4.° mayor
prolongado, en pergamino, de 116 páginas. Es del siglo XIII.
Al principio le faltan algunas hojas. Después del codlibeto
quinto hay una nota, que traducida del latín dice así: «Este
codlibeto lo concluyó Fray Tomás de Aquino, de la orden de predicadores, en París el año del Señor 1271, en los
días próximos al Nacimiento del Señor.»
Aunque esta fecha no
se refiere al Códice, sino al codlibeto que escribió
el Santo, las condiciones del libro de que tratamos y la
antigüedad que revela, hacen presumir con fundamento que se
escribió cuando aún vivía Santo Tomás. Nótese a propósito
de esto, que aún se le designa con el nombre de Fray Tomás de
Aquino
.
En este Códice faltan los codlibetos
primero y cuarto. El último codlibeto es el undécimo. Al fin
del séptimo se leen las siguientes palabras que solían ponerse al
concluir los Códices antiguos, las cuales traducidas del latín
dicen lo que sigue: «Este Códice ha sido escrito; el que lo
escribió sea bendito.»

2. PARTE DE LA BIBLIA. Comprende los
libros de Josué, los Jueces, primero de Esdras,
Judit, Ester, Tobías, y los de los Macabeos.
Un volumen en folio en pergamino, de 560 páginas. Es de principios
del siglo XIII
. Hay otros Códices, que según veremos, contienen
otros libros de la Biblia escritos en igual forma que el que
nos ocupa. Todos llevan los comentarios de Rábano Mauro, uno
de los escritores más fecundos del siglo IX.
Este Códice
es de los más notables del archivo. Además del texto hay dos clases
de notas, escritas con una pulcritud admirable. Al principio de cada
libro hay una preciosa viñeta con dorados de mucho
mérito que se conservan perfectamente.

3. EL DECRETO DE GRACIANO. Un volumen en folio grande, en pergamino, de 596 páginas.
Es del siglo XIV. En el margen están los comentarios de
Bartolomé de Brescia, profesor de derecho canónico en la
Universidad de Bolonia, en tiempo del Papa Gregorio IX.
Este Códice se distingue por la gran profusión de dibujos de
colores, y por la multitud de letras adornadas. Lo están así mismo
todas las iniciales de cada párrafo.
Las viñetas también son
de muy buen gusto. En ellas se ven las figuras de muchos Obispos,
pues como la materia que se trata es de derecho canónico, por
lo general dichas figuras aluden al asunto del cánon que se
expone. Faltan en este
Códice muchas viñetas que fueron cortadas, lo cual

manifiesta las vicisitudes que han pasado estos libros.
Además le faltan algunas hojas al principio y al fin. 



4.
SANTO TOMÁS DE AQUINO. DE LA VERDAD DE LA FÉ CATÓLICA CONTRA LOS
ERRORES DE LOS INFIELES. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de
592 páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del
XIV
. En el margen hay algunas notas que se conoce son de época
posterior. Comienza así, traducido del latín: «Libro de la verdad
de la fé contra los errores de los infieles, compuesto por Fray
Tomás de Aquino
, de la orden de Padres predicadores». Al
final hay una nota que traducida dice: «Terminado el libro, sea
alabanza y gloria a Cristo.»






5. SALTERIO. Un volumen en 4.° mayor,
en pergamino, de 610 páginas. Es del siglo XIV. Al principio
faltan dos o tres hojas. Contiene también las letanías
de los Santos y varias preces. Este Códice es una
verdadera especialidad, y se distingue entre los otros de un modo
notable, por la multitud y riqueza de los adornos. Todo es de un gran
mérito. Como cuando se compuso este libro el Sr. Obispo y los
Canónigos de esta catedral vivían en comunidad, es de creer que su
objeto era para usarlo el Prelado en el coro los días
más solemnes.
Difícil es reseñar, aún en compendio,
las bellezas artísticas de este Códice. Al principio de cada salmo
hay preciosas viñetas, de distintas formas, con dorados y colores
finísimos; siendo de notar que la multitud de figuras que allí se
ven, todas son de capricho o fantásticas, constituyendo un verdadero
repertorio. Además todas las letras mayúsculas, que son
innumerables, y las iniciales de cada párrafo, están dibujadas con
el mayor gusto, intercalándose unas con adornos de oro, y otras con
dibujos de colores.
Pero se distinguen principalmente seis
páginas, en distintas partes del libro, donde el escritor o
dibujante parece que quiso hacer gala de su inspiración. Toda la
página está orlada con figuras de varias clases perfectamente
dibujadas. También hay otras figuras alegóricas, que expresan con
suma propiedad la idea contenida en las primeras palabras del salmo
que allí principia.

catálogo 6-10