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martes, 23 de junio de 2020

328. LOS FALSIFICADORES DE MONEDA

328. LOS FALSIFICADORES DE MONEDA (SIGLO XIII. TRASMOZ)

328. LOS FALSIFICADORES DE MONEDA (SIGLO XIII. TRASMOZ)


En la Edad Media, las monedas metálicas eran acuñadas en talleres especializados llamados cecas, que eran controlados por quienes tenían el derecho de emitir moneda que, en el caso del reino de Aragón, eran los reyes. Falsificar monedas era delito severamente castigado.

Aparte de legendarias historias de brujería, como los famosos aquelarres de su castillo, Trasmoz es, asimismo, conocido legendariamente por haber sido un importante centro de falsificación de moneda aragonesa, hechos ambos que parecen estar concatenados.

Parece históricamente cierto que, en tiempos de Jaime I el Conquistador, hacia 1267, hubo en Trasmoz una ceca fraudulenta, regentada acaso por un sacristán de Tarazona, un tal Blasco Pérez, que vivía en el castillo, el cual pretendió engrosar sus bolsillos a base de acuñar monedas aragonesas de curso corriente sin el debido permiso real, dado que la imitación era de fácil realización.

Pero para llevar a cabo tan delictiva como pingüe actividad era preciso conseguir el metal y acarrearlo, fundirlo y troquelarlo. Por fin, procedía almacenar el dinero contante y sonante y distribuirlo, todo lo cual no era fácil sin que se levantaran las naturales sospechas. Como el desaprensivo falsificador no era tonto, ideó también la manera de alejar a posibles curiosos, de modo que improvisó e incluso debió escenificar fantasmagóricos y tremebundos aquelarres, inventando toda suerte de brujas y de seres fantásticos.

Como había previsto el falso monedero, pronto corrió y se extendió la noticia de tan truculentas reuniones, lo que alejó, en efecto, a los curiosos. No obstante, como no era el único defraudador establecido —en la cercana población de Tórtoles funcionó y se descubrió por entonces otra ceca fraudulenta— la policía de Jaime I acabó descubriendo y castigando al desaprensivo.

Pero para entonces, el castillo de Trasmoz se había convertido, en la mente del pueblo, en uno de los centros más importantes del brujerío aragonés, fama que le ha acompañado durante siglos.

[Beltrán, Antonio, Leyendas aragonesas, pág. 153.]

https://trasmoz.com/castillo-de-trasmoz/