miércoles, 21 de julio de 2021

XVIII, LLUCH.

XVIII

LLUCH.

Son altes les montanyes, la verda cabellera D´alzines druïdenques cobreix los comallars; Lo Sol de Deu quant daura la matinal brumera Corona ´ls puigs de flames que lluhen com altars.



Et
erit in novissimis diebus praeparatus,
mons domus Domini in
vertice montium...
et fluent ad eum omnes Gentes.
(Isaiae,
cap. 2.) (*)

Son altes les montanyes, la verda
cabellera
D´alzines druïdenques cobreix los comallars;
Lo Sol
de Deu quant daura la matinal brumera
Corona ´ls puigs de flames
que lluhen com altars.

¡Lo vent be remoreja! ¡Lo bosch es un
sagrari!
Ressonan dins la selva les primitives veus;
Y surten
les sibiles del Lúcus, ab desvari,
Y ´ls sacerdots gentílichs
vestits ab blanchs arreus.

Remors de la Velluria, passáu com
un oratje;
Les áligues s´axecan del cim de los turons;
Raigs
de sol juguetejan baix lo fullam selvatje
Ab gotes de rosada que
penjan dels brostons.

(*) Esta oda obtingué “Menció
honorífica”, en lo certámen de les Fires y Festes, celebrat á
Palma lo día 15 de Setembre de 1881.



XVIII
LLUCH.

Son
altas las montañas; la verde cabellera de druídicos encinares ondea
en sus vertientes: el Sol de Dios, cuando enciende las brumas de la
mañana, corona de llamas las cumbres, que como altares
brillan.

¡Suspira fuerte el viento! ¡El bosque es un
sagrario! Resuenan en lo interior de la selva, las voces de los
habitantes primitivos. Las sibilas salen del Lúcus, tocadas de
divino furor; y aparecen los sacerdotes del Gentilismo, envueltos en
blancas vestiduras.

Voces de los antiguos tiempos, pasad como
la brisa. Levántanse las águilas sobre la cima de los cerros; rayos
de sol juguetean, bajo el nudoso ramaje, con gotas de rocío que
penden de los mirtidanos.







Brancams
de les pinedes, violetes de la vía,
Perfums de les boscuries,
olors del vent suau,
Formem un incesari pe´l trono de María;
Que
´ls núvols repartescan l´aroma en lo cel blau.

Fontanes
abscondides, brolláu, brolláu depressa;
Cantáu ab més dolçura,
rossinyolets de nit;
Y ab vostres harmoníes oferirèm
expressa
Cançó á la Santa Verge del fons de nostre pit.

Ací,
en mig de les penyes, s´eleva ´l Santüari;
L´Amor en antichs
setgles sos fonaments alçá.
¿De los moderns tal volta malnat
alè contrari,
Per odi trabucarlos voldría?... ¡No podrá!

Sobre
estes santes lloses, devant la negra Imatge
De la celestial Verge,
posaren sos genolls
Los qui la gloria cercan, los qui li fan
estatje,
Los afanyats de ditxa, los qui n´están sadolls.

Lo
rey sa real corona, lo duch sa forta espasa,
Lo llaurador sa
rella, sa barca ´l mariner,
Sagraren á María dins esta santa
Casa;
Y´l poble baleárich d´amor li feu dosser.

Los qui
´ls verjers colturan de Sóller y Pollença,
Omplint á grans
faldades lo porxo de fruyts d´or;
Los qui ab les ones lluytan,
d´Andratx en la defensa;
Los qui´ls rahims trapitjan morats de
Manacor;
Ramas de los pinares, violetas del camino, perfumes de
las selvas, olores de los céfiros, formemos incensario para el trono
de María: que las nubes repartan este aroma por el azulado cielo.




Ocultas
fuentecillas, saltad, saltad apresuradamente; cantad, cantad,
melodiosos ruiseñores de la noche; y con vuestras armonías
ofreceremos á la Santísima Vírgen expresa cancion, salida del
fondo de nuestro pecho.

Aquí, en medio de las peñas, se
levanta el Santuario. El amor en remotos siglos echó sus cimientos.
¿Tal vez los modernos abrigan en contra malsanas aspiraciones, y por
odio volcarlos quisieran?... ¡No podrán!

Sobre estas santas
losas, ante la negra Imágen de la celestial Vírgen, doblaron sus
rodillas los que buscan la gloria, los que ya la poseen, los afanosos
de felicidad, los que están hartos de ella.

El rey su real
corona, el capitán (lo duch) su invencible espada, el
labrador su arado, el marino su buque, consagraron á María bajo las
bóvedas de esta Santa Casa; y todo el pueblo balear le preparó en
ella el magnífico solio del amor.

Los que cultivan los
verjeles de Sóller y Pollenza, almacenando en sus desvanes el
abundante fruto de oro; los que, por el buen nombre de Andratx,
desafían el poder de las olas; los que pisan en el lagar las moradas
uvas de Manacor;


La mare carinyosa qu´espera la
tornada
Del qui la mar inmensa per son deber solcá;
L´esposa
benehida, la jove enamorada,
Lo noy ple d´esperances, lo consirós
anciá;

Tots pujan estes costes, tots duhen presentalles,
Per
ornar de María lo noble camaril;
Tots li demanen força del mon
en les batalles,
Y esperan obtenirne les gracies mil á mil.

Oh
santa Verge nostra, perleta mallorquina,
Sis setgles fa
qu´ascoltas la veu dels insulars;
Sis setgles fa qu´est trono de
forma gegantina
Bastiren, perque fosses la Reyna de ses
llars.

Has vist de nostra historia passar totes les gestes;
Al
peu de tes montanyes están los mallorquins;
¡Llibèrtalos,
Senyora, d´iniquitats ferestes,
Y de la bella Patria goberna los
confins!

Agost de 1881.





La
cariñosa madre que aguarda la vuelta del que, en cumplimiento del
deber, atravesó el inmenso mar; la bendita esposa; la jóven
enamorada; el niño, de esperanzas lleno; el anciano
meditabundo;


Todos suben estas cuestas, todos traen ex-votos
para colgar en el antiguo camarin de María; todos la suplican les dé
fuerzas en los combates del mundo; y esperan obtener de ella mil y
mil gracias.


Oh Santa Vírgen nuestra, brillante perla
mallorquina; seis siglos hace que escuchas la voz de los isleños;
seis siglos hace que te levantaron este trono de gigantesca forma,
para que fueses la Reina de la Isla.


Has visto pasar los
sucesos de nuestra historia; al pié de tus montañas están los
mallorquines. ¡Señora, libértalos de feroces iniquidades; sé Tu
el piloto de esta bella patria!


(V. nota 13.)

https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_Lluc