Mostrando las entradas para la consulta generalidades ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta generalidades ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

domingo, 17 de octubre de 2021

ALGUNAS OBSERVACIONES ACERCA DEL ESTADO ACTUAL DE LAS LETRAS EN ESPAÑA.

ALGUNAS
OBSERVACIONES


ACERCA
DEL


ESTADO
ACTUAL DE LAS LETRAS


EN
ESPAÑA.


I.


Cuando
una literatura, lejos de buscar en el fondo de sus entrañas la savia
que


debe
favorecer su genuino desarrollo, mendiga los desperdicios de ajenas
civilizaciones sin acordarse siquiera de conservar incólume aquel
sello característico que constituye su personalidad; entonces
inaugura definitivamente el período de su decadencia. Las entidades
morales, al igual de los individuos, nunca desatienden el respeto de
si mismas sin abdicar el sagrado derecho que tenían a la
consideración general. Por esto, siempre que las literaturas,
perdida la luminosa huella de sus tradiciones, amortajan con el
sudario del olvido los más preciados timbres de su historia, en
lugar de acrecer piadosamente el tesoro de inmortales bellezas que
heredaron de sus padres y cultivadores, descienden del puesto que
ocupaban en la jerarquía intelectual de las naciones, y se cubren de
baldón eterno.


Distamos
mucho de pretender que ningún país establezca para las ideas un
sistema aduanero que enfrene su fuerza expansiva: nuestro instinto,
junto con nuestras más arraigadas convicciones, nos hacen rechazar
semejante quimera. Queremos, sí, que las literaturas no cifren
únicamente su ambición en vestirse de luz reflejada, pudiendo
brillar con luz propia: queremos que no olviden sus títulos
nobiliarios, ni descuiden el abono de sus pingües abolengos, que no
bastardeen su carácter indígena con serviles imitaciones: queremos,
sobre todo, que al absorber los elementos morales de otros países,
les impongan las condiciones especiales de la suya.


El
buen sentido y la experiencia acreditan que las literaturas no tienen
más que dos caminos para seguir desarrollándose de una manera
lógica, espontánea y fecunda: o apelar a los variados y naturales
recursos que sus respectivas índoles les sugieren, o cuando
necesitan acrecentar sus propios caudales con oro ajeno, fundirlo,
acrisolarlo con exquisito discernimiento, y marcarlo, por fin, con el
indeleble cuño de su originalidad histórica.


Los
anales literarios de las naciones cultas nos ofrecen ejemplos de
ambos métodos fundamentales de viabilidad.


La
influencia de los enciclopedistas franceses, que despóticamente
avasallaba en el pasado siglo el mundo entero, había encontrado en
los estados alemanes un vehículo poderoso y un acérrimo protector
en Federico II de Prusia, que hacía pública gala de su
antigermanismo. Conocida es de todos la intimidad, no siempre
sincera, de este gran monarca con el asombroso escritor, a quien se
ha llamado en nuestros días el rey Voltaire. Oficioso sería
encarecer lo pernicioso que semejante padrinazgo fue para la
independencia moral y literaria que caracteriza el espíritu alemán.
Más tarde algunos ingenios de este país, condolidos del abatimiento
intelectual a que le había conducido tan fatal esclavitud, y
sintiéndose animados por el fuego del patriotismo, dieron el grito
de Surge, Lázare, que hizo levantarse del sepulcro de su abyección
a la musa germana vestida de fortaleza y llena de fé en sus altos y
gloriosos destinos. Desde entonces, la literatura alemana resplandece
con fulgores inmortales: ¿De qué milagroso talismán echaron mano
Klopstock, Schiller, Goethe, Bürger, y otros escritores dignos de
inmarcesible lauro para obrar tan inaudita resurrección? Rompieron
simplemente las cadenas que oprimían al genio nacional, enardecieron
sus nobles aspiraciones hacia lo ideal y desconocido, y
desentumecieron la rica sangre que por sus venas circulaba. Para ello
evocaron con el mágico conjuro de su potente inspiración las
tradiciones y la historia de su patria, e hicieron brotar de su seno
manantiales de pura, espontánea y sabrosa poesía.


La
segunda manera de regeneración literaria que hemos indicado, da
también resultados felicísimos.


Recordemos
de qué modo supo Grecia nacionalizar las riquezas intelectuales que
acaudaló, gracias a sus numerosas conquistas; y el admirable acierto
con que el genio, eminentemente asimilador de la cesárea Roma, hizo
suyas las letras griegas al constituirse en legataria universal de la
patria de Homero. El mismo fenómeno observamos en las épocas
modernas. La España de Carlos V, de Felipe II y de Felipe III, no
contenta con la exuberante savia que su literatura atesoraba, quiso
aprovechar también los raudales de luz que el numen de Italia
derramaba por todas partes, y logró imprimir en sus adquisiciones el
sello de su nativa originalidad. En Francia el elemento español y el
italiano, junto con una imitación discreta y sabia de los antiguos,
cuajaron de regaladísimo fruto el árbol de la literatura más
peregrinamente elaborada que en los modernos tiempos se conoce.


Por
último, ya que hablamos de restauraciones literarias, no es lícito
pasar por alto la última de las que en España se han verificado.


El
genio, que por su excelsa condición es amigo de volar a sus anchuras
por las regiones luminosas de lo infinito, tiempo hacía que odiaba
secretamente la dinastía tradicional de un arte, cuya sobrada
estrechez de miras, cuyo rutinario materialismo, cuya codificación
plagada de disposiciones convencionales, le inspiraban vehementes
deseos de sacudir sus cadenas. Sacudiólas, en efecto, y el estallido
resonó por el mundo entero. Esta revolución trascendental tuvo no
pocos puntos de contacto en el fondo con el protestantismo, y se
inició también en la patria de Lutero y de Melanchton. Rápidamente
generalizada, a la voz de los poetas y pensadores alemanes, en breve
respondieron, ora simultánea, ora sucesivamente, la baronesa de
Staël, orgullo de su sexo, Chateaubriand, Lamartine, Víctor Hugo,
Vigny, Dumas, Delavigne, Senancour en Francia; Walter Scott,
Wordsworth, Byron, Moore, Coleridge en Inglaterra; Manzoni, Hugo Fóscolo, Silvio Pellico, Monti, en Italia.


La
literatura ibérica, al trasfigurarse como todas, comprendió
admirablemente su misión. Muchos ingenios de valía, lustre de la
nación hispana, mútuamente enlazados por el doble y común
parentesco del patriotismo y del amor a la gloria, se asociaron con
férvido entusiasmo al movimiento general. Unos enaltecieron la
oratoria parlamentaria a un grado tal vez excesivo de pomposa
exornación, otros dramatizaron con colorido local más o menos
discutible, pero siempre con pasión y energía, el espíritu poético
de la edad media y los personajes salientes de nuestra épica
historia; algunos cultivaron el romance histórico, y la generalidad,
mojando sus plumas en sangre del corazón, supieron engalanar con la
púrpura rozagante de nuestra rima el lirismo de aquella época que
encarna en el foco mismo de la vida moral, que ora escéptico y
rebosando satánica rebeldía, ora creyente y resignado, es
eminentemente sincero, porque pinta al vivo esa hambre de
inmortalidad que vela siempre devoradora en lo íntimo del alma, como
testimonio irrefragable de su divina esencia. Por otra parte, la
sociedad española que atravesaba entonces un período de transición,
que, indecisa entre sus costumbres tradicionales y el torrente de
nuevas ideas y aspiraciones, forcejaba para penetrar en su seno por
mil escondidos y angostos cauces, apenas acertaba a columbrar el
blanco de sus esfuerzos, encontró primorosos pinceles que la
retratasen. Sus caracteres flotantes, sus flaquezas, todas sus
miserias y extravíos ya fueron objeto de una comedia saturada de
discreto chiste y no escasa de vis cómica, ya de una sátira, ora
llena de travieso desenfado, benévolamente sagaz y ora sarcástica,
profunda y sangrienta. La posteridad recordará con gratitud y
respeto la brillante pléyada de escritores que en estos
distintos ramos dieron muestras de su alto talento y 
bellísimas
dotes. Su mérito no sólo estriba en la bondad intrínseca de sus
producciones, sino en el sello nacional que las avalora.


Al
olvido de condición tan vital e imprescindible debe achacar
principalmente nuestra literatura el deplorable abatimiento en que se
halla sumida, y que tanto aflige a sus desinteresados amadores.


Otras
causas han concurrido a este vergonzoso estado de abyección.


Años
hace que en España el encarnizado guerrear de esos partidos
políticos que tienen a gala no variar nunca de jefes, de enseñas,
ni de credos, y ensordecer sistemáticamente a las rudas lecciones
del tiempo; sobre desangrar el país, convertirle en palenque de
egoístas y desalmadas ambiciones y entorpecer su marcha por la senda
del progreso; monopolizan el núcleo de sus inteligencias y sirven de
pasto casi exclusivo a la curiosidad pública. Ese estado de crónico
desasosiego y de mal contenta expectación produce el desvío con que
mira la nación sus medros intelectuales. He aquí por qué las
ciencias, exceptuando la economía política, cuyo porvenir es
visiblemente lisonjero, yacen en ella en vergonzosa postración, y
las letras agonizan. Ciñéndonos a la literatura, objeto especial de
estas sencillas observaciones, inútil es acariciar el buen deseo con
risueñas esperanzas, mientras nuestra política no lave la lepra de
personalismo que la corroe en la piscina del amor patrio; mientras se
reduzca al sucesivo entronizamiento de banderías más o menos aptas
para sostenerse en el poder, pero igualmente ineptas para labrar la
ventura del país. Sólo así volverá este los ojos hacia sus
verdaderos intereses: sólo así podrán desenvolverse los gérmenes
de vitalidad intelectual que entraña.


Si
por un cambio providencial de circunstancias, tenemos la fortuna de
que alboree tan hermoso día, la enfermiza indolencia que actualmente
malogra en flor los ingenios más bien dotados de España,
desaparecerá como por ensalmo. Nuestro pueblo sin ventura, que ahora
carece hasta de las rudimentarias nociones de arte, y, por lo mismo,
apenas siente ninguna clase de necesidades estéticas, comprenderá
entonces hasta qué punto influyen los goces mentales y las
misteriosas fruiciones del sentimiento acrisolado en la felicidad
relativa que puede el hombre alcanzar en la tierra.


A
medida que su educación artística se formalice, rechazará
instintivamente la cáfila de monederos falsos de talento literario
que le deshonran, separará el pingüe y fecundo grano de la cizaña,
y ceñirá con la corona de su respetuoso cariño aquellas frentes
que son sagrarios de la inspiración divina. Entonces los espíritus
superiores de nuestra nación no tendrán que aceptar la vida como un
martirio sin palma, o una lucha sin victoria, sino que aguijoneados
por la seguridad del triunfo, saborearán instintivamente la
existencia inmortal que les espera, e inflamados con este deseo de
gloria que arranca del principio de sociabilidad, ley fundamental de
la naturaleza humana, y que instintivamente, villanamente escarnecen
todos los que no pueden aspirar a ella; consagrados al cumplimiento
de su misión soberana, pelearán con incontrastable brío las
batallas del pensamiento, y serán, lo que tienen derecho a ser, gala
y luz de la humanidad.


Descendamos
al terreno de la realidad, del cual no es lícito apartarnos por más
árido y desagradable que sea.


Nuestros
gobiernos, algunos por un lujo de ignorancia agresiva que exaspera,
han hostilizado a inteligencias de primer orden cuya superioridad les
humillaba; otros les han brindado por única recompensa con toda
suerte de libreas políticas, encadenándolos a sus varias miras de
ambición personal, y no pocos les han dejado patullar en el charco
de la miseria, no queriendo sin duda privarles del placer poético
que debieron sentir Cervantes y Camoens muriéndose de hambre con la
frente coronada de laurel. No ha faltado gobierno, sin embargo, que
ansioso de premiar condignamente las letras, han sonreído
benévolamente a los que conceptuaba acreedores a recompensas
oficiales. Así, por ejemplo, ha tenido el fabuloso tacto de nombrar
cónsul a un eminente letrillero, diplomático a un dramaturgo o a un
poeta sentimental, y recaudador de contribuciones a cualquier
filósofo disponible. Creeríamos ofender la ilustración de nuestros
lectores ponderándoles las inmensas ventajas de este sistema
protector.


A
simple vista parece que apadrinar así a los literatos, equivale a
matar cortésmente las letras. En efecto; los trabajos especulativos,
y especialmente el sacerdocio de las musas, no son los más a
propósito para formar modelos de empleados, sobre todo en esa
complicada e indigesta rutina a que nosotros llamamos administración,
para que se asemeje, siquiera en el nombre, a la de otros países más
exigentes. No ignoramos el parentesco de consanguinidad que eslabona
las diversas facultades del alma, por más que muchas veces su intima
trabazón escape al juicio vulgar. Pero, aun rindiendo merecido
homenaje a este principio filosófico, no está todavía
completamente probado que baste ser un literato distinguido para
sobresalir en la práctica administrativa, ni hasta para sujetarse
humildemente a ella: y no se olvide que en esta materia la sobra de
comprensión teórica suele ser embarazosa y perjudicial cuando se
aplica en el terreno práctico. Es posible que un literato verdadero
o un poeta pur sang, encontrándose en el caso referido, tomase una
de las dos determinaciones siguientes: renunciar a lo que ha sido el
alimento habitual de su espíritu para cumplir con firme constancia
con las obligaciones de su correspondiente oficina, o dar al traste
con ellas y domiciliarse otra vez en el Parnaso. En el primer
supuesto la protección del gobierno sería mortal para la
literatura; en el segundo sería perfectamente ilusoria. Los
literatos que acierten a conciliar ambas cosas, o carecen de vocación
literaria propiamente dicha, o entran en la categoría de
excepciones, y por lo tanto bajo ningún concepto destruyen la regla
general.


Sin
embargo, estas argucias aparentemente valederas se derrumban por su
propio peso a la simple enunciación de un axioma importantísimo: a
saber, que el criterio gubernamental es esencialmente distinto del
común, y tiene sus arcanos impenetrables a los torpes ojos de la
lógica usual. Dudar de tamaña verdad podría conducirnos al extremo
de negar que la Providencia dirige la razón de los gobernantes, a
menos que intente perderlos; y los gobiernos españoles han sido
siempre demasiado buenos y sabios para que pueda realizarse en ellos
aquella terrible amenaza de quos vult perdere, dementat.


Demos
un sesgo más formal a la cuestión.


No
es lícito al Estado contrariar los sentimientos nacionales cuando
son hidalgos y castizos, so pena de tropezar en el escollo de la
impopularidad. Por conveniencia, pues, ya que no por deber, tiene el
de premiar a todos aquellos escritores que el voto popular señala
como insignes. Con dificultad acontece que la nación en masa conceda
los honores del triunfo literario a personas que no los merezcan,
atendiendo a que nunca debe confundirse el brillo fugaz de las
reputaciones falsas o dudosas, con esa celebridad de ley que sólo se
consigue a fuerza de genio, de tiempo y de infatigables vigilias.
Además, cuando la nación emite un fallo de esta naturaleza suele
encontrarse de acuerdo con la opinión general de sus críticos más
imparciales e ilustrados. De consiguiente las eminencias a que
aludimos tienen el derecho de ser recompensadas por la utilidad,
gloria y prestigio que han proporcionado con sus tareas al país, y
el Estado, si no lo hiciese, faltaría a su misión de justicia
suprema. Para que tales recompensas no degeneren en onerosas, no han
de lastimar en manera alguna la dignidad e independencia de los
agraciados ni oponerse a sus hábitos intelectuales: y si han de
redundar igualmente en pro de la patria misma que ilustran, es de
todo punto indispensable que les coloque en una situación que pueda
alentarles a continuar sus beneméritos trabajos.


Dejando
aparte esos testimonios directos у extraordinarios de simpatía
nacional, el Estado debe no sólo procurar que los talentos de los
gobernados puedan desarrollarse con el mayor desahogo posible, sino
poner en juego los numerosos y eficaces recursos que están a su
alcance para estimularles a su progresivo perfeccionamiento.
Descuidar un deber tan imperioso es hacerse indigno de las
encumbradas funciones que desempeña y declararse en abierta lucha
con los principios más elementales de la civilización.


¿De
qué manera han cumplido nuestros inolvidables gobiernos, a quienes
sin duda la asombrada posteridad erigirá altares de puro agradecida,
las sagradas obligaciones que llevamos apuntadas?


Respecto
al capítulo de recompensas que hemos indicado, o no han pensado
siquiera en semejantes naderías, o han atado con hipócritas alardes
de protección los ingenios distinguidos al carro de su ambición
desaforada.


Pocos
años ha, un venerable anciano, cantor clásico de la libertad,
poeta, crítico, historiador y publicista, subió en brazos de sus
amigos las gradas del trono, y aclamado por una multitud inmensa,
tuvo la honra de que su soberana misma orlase sus sienes, llenas de
limpias y gloriosas canas, con el áurea corona del triunfo.


¿Qué
resorte pudo mover para laurear a Quintana, a esa nación que ha
dejado pordiosear al Manco de Lepanto, que ha visto tranquilamente
morir entre infames hierros a Cristóbal Colón, y en la más triste
orfandad al autor sin ventura de la Verdad sospechosa; a esa nación,
en cuyos calabozos ha escrito Cervantes el Quijote, y padecieron mil
infortunios Alonso Cano, Fray Luis de León, Santa Teresa, Martínez
de la Rosa, Argüelles y el mismo Quintana; a esa nación que no
tiene bronce en sus talleres ni mármol en sus canteras para levantar
estatuas a sus grandes hombres? Lo diremos por más que el carmín de
la vergüenza encienda nuestras mejillas. Quien coronó al cantor de
la imprenta, no fue la admiración de su patria; fue la egoísta
gratitud de una fracción política, y el motivo real de esta
inaudita coronación fue premiar al autor del Panteón del Escorial,
porque nunca habla de Dios en sus imperecederas poesías, y porque
todas sus composiciones revelan un odio profundo a la monarquía. No:
Quintana no bajó al sepulcro con el inefable consuelo de que su
querida España le había adjudicado el laurel del triunfo poético y
de las virtudes cívicas, sino con el convencimiento de que su
ateísmo literario y sus doctrinas heterodoxas convenían a los
intereses particulares del partido que tan ostentosamente las honraba
y enaltecía.


Por
lo tocante a ese género de protección indirecta pero normal,
constante, asidua, que coadyuva y enfervoriza los talentos: he aquí
lo que han hecho los innumerables gobiernos constitucionales que nos
han regido hasta ahora:


1.°
Plagiar torpemente un plan de estudios francés.


2.°
Reformarlo, es decir, hacerlo más y más absurdo, antifilosófico,
irregular y desatinado a favor de múltiples y casi anuales reformas,
causando así perjuicios incalculables a los alumnos y a sus
familias, e imposibilitando la estabilidad en materia que tanto la
requiere.


3.°
Monopolizar la elección de esos catecismos de la enseñanza oficial,
vulgarmente llamados obras de texto, desatendiendo casi siempre su
valor científicos aunque teniendo a la vista el favoritismo
gubernamental de que sus respectivos autores, o sea compaginadores,
disfrutaban; ejerciendo por lo mismo una coacción sobre los
profesores, muy perniciosa si se sujetaban a ella; absolutamente
inútil si la evadían, como ha sucedido o podido suceder.


4.°
Tergiversar las ternas con que los tribunales de oposiciones formulan
sus fallos, que debieron haber tenido desde su presentación al
ministerio autoridad de cosa juzgada, por razones que sería oficioso
revelar: irritante abuso del cual tenemos numerosas pruebas, que
manifestaremos si a darlas se nos provoca.


5.°
Hacer obligatorias hasta para los empleados más ínfimos y mal
retribuidos de la administración la compra de algunas obras escritas
por devotos y paniaguados de varios gobiernos.


6.°
Crear una ley de teatros bajo la influencia de mezquinas
consideraciones personales.


7.°
Publicar una ley de imprenta ultra draconiana, que en pleno
parlamento ha sido tachada de mala por el ministro del ramo, que
implícitamente la declaraba buena por el mero hecho de no abolirla.


8.°
Tener sumida en el más deplorable abandono, hasta una fecha muy
reciente, la instrucción primaria, que comúnmente decide del sesgo
que toma el espíritu humano en su peregrinación por el mundo.


¡Oh
musas! aprestad guirnaldas de recién cogidas flores para ceñir las
frentes de los gobiernos hispanos que así han sabido enalteceros.


¡Oh
Fernando el Deseado: tú que por un rasgo de peregrina sagacidad
cerraste las universidades y abriste cátedras de esa ciencia
trascendental que llamamos tauromaquia, regocíjate desde tu venerado
mausoleo!


Agréguese
a las concausas capitales que acabamos de borrajear los
móviles de producción literaria que impulsan a nuestros escritores,
y se podrá rastrear aproximadamente el por qué de la decadencia que
deploramos.


Quejábase
con desolada amargura el grande humorista Fígaro de que en España
faltaba eco a la palabra del escritor. Efectivamente. El pueblo
español es tan poco aficionado a cultivar el campo feracísimo de su
entendimiento y de su imaginación, como a multiplicar con los
numerosos medios de que dispone la industria agrícola, los
inestimables terrenos que la naturaleza le ha regalado. Esta pereza
intelectual, no sólo inutiliza tan buenas prendas, sino que le
inspira el más severo desdén hacia las manifestaciones laboriosas
del espíritu. Como no siente la necesidad de abonar su inteligencia,
no puede apreciar el mérito de los que la abonan. He aquí por qué
en España el inmenso sacrificio, el afán infatigable de aquellos
que se empeñan en ilustrarla y enriquecerla con sus obras
literarias, es apenas comprendido y mucho menos estimado en lo que
vale. ¿Cómo podrá satisfacer, pues, el obrero de la idea, el
literato, el filósofo, el poeta, el sabio, el artista, el innegable
derecho que tiene de que sus tareas sean conocidas, justipreciadas y
pagadas con honorarios de gloria por sus apáticos conciudadanos?

¿Trabajará para ganar dinero? Un sólo autor extranjero de
nombradía vende mejor una obra que veinte autores españoles
célebres la colección completa de las suyas. Y no se culpe a los
editores, puesto que el comercio de libros está aquí atravesando
una perenne crisis industrial, es decir, que la oferta de estas
mercancías es infinitamente superior a la demanda. Los únicos
libros que suelen tener salida en el mercado son los que satisfacen
algún capricho pasajero del reducido público leyente o las
traducciones de las peores novelas francesas.
Por otra parte,
querer que fuera de España sean populares los escritos que dentro de
ella apenas son conocidos es una imbécil quimera. ¿Qué estimulo,
pues, puede moverles a escribir? Pura y simplemente el de satisfacer
sus primeras necesidades. Por esto en lugar de dar a luz obras
sazonadas por el tiempo y la meditación, y concienzudamente pulidas
por el severo cincel del arte, escriben al desgaire y con el descuido
chapucero de los menestrales mal pagados. Exigir lo contrario sería
justo si se encontrase la solución de ese problema de vivir sin
comer, que plantean mentalmente todos los desvalidos, y se concediese
después el privilegio exclusivo de una bella invención a los
míseros seres de que hablamos.


Demos
el último toque a ese cuadro tan exacto como sombrío, recordando
que la literatura central que ha fundido en su crisol el oro y la
escoria de las provinciales, las mira con el más ofensivo desdén, y
estas, completamente aisladas unas de otras, viven sin relaciones
literarias de ninguna clase. ¿Quién ha leído en la orgullosa corte
los preciosos libros de D. Manuel Milá, ilustre profesor de la
universidad de Barcelona, acerca de la poesía popular, materia de
elevado interés que tan a fondo posee? En cambio el patriarca de la
crítica europea, Fernando Wolff, ha hecho sobre ella un estudio de
la mayor importancia, tributando extraordinarios elogios a su modesto
y esclarecido autor. ¿Son muchos aquí los que sospechan que haya
existido el malogrado Piferrer, gran pensador, incomparable hablista,
aventajado poeta, honor de Cataluña? Por lo demás, ¿qué sabe
Barcelona de los literatos gallegos y sevillanos ni estos de los
barceloneses? ¿Qué hilos eléctricos enlazan las inteligencias de
las provincias entre sí?


¡O
terque, quaterque beata! ¡Oh mil y mil veces dichosa patria mía! Tú
comprendes la existencia sin los goces intelectuales, y la
conceptuarías inaceptable sin los capeos del Tato! Sigue feliz y
risueña entre los harapos de tu ignorancia. Hierve en los
redondeles, bulle en las romerías, deja a un lado la azada, tira la
pluma, y créeme, haz un auto de fé con la mole indigesta de tus libros. Has nacido para dormir cuando las demás naciones velan, para
holgar cuando trabajan, para echarte en medio del camino cuando
corren. ¡Bendita seas!




II.


Indicadas
en el anterior las causas principales que, en nuestro humilde sentir,
han ocasionado el actual decaimiento de nuestra literatura, cúmplenos
dar en el presente una sucinta reseña del estado en que sus
distintos géneros se hallan.


Por
lo tocante al teatro, aun sin hacer gala de un ceñudo pesimismo, que
no siempre arguye vasta erudición ni alteza de criterio, puede
afirmarse que se encuentra en el mayor desbarajuste.


Una
juventud audaz, falta por lo general de los más rudimentarios
principios de arte, invade en tumultuoso tropel la patria escena. Sus
esclarecidos restauradores, unos regaladamente toman el sol de su
gloria con la bienandanza de quien cree cumplida su misión acá en
la tierra; otros, imitando a los ruiseñores que no trinan nunca al
lado de charquetales llenos de ranas vocingleras, se encastillan en
un silencio desdeñoso y significativo; y no pocos capitulan
vergonzosamente con las circunstancias, y rindiendo homenaje a la
universal corrupción del buen gusto, la acrecientan y sancionan con
su ejemplo. Una dolorosa fatalidad hace que el teatro sea la única
palestra en donde los desventurados alumnos de las musas castellanas
consiguen despertar la atención del público, obtener algunas
probabilidades de lucro, y sobre todo no morirse de hambre, o vivir
de hambre, que es peor.


Por
esa tristísima circunstancia la crítica no puede ensañarse con esa
chusma de jornaleros del arte, que desconociendo las condiciones
esenciales del que se atreven a cultivar, ni tan sólo aciertan a
disimular su carencia radical de dotes dramáticas, bajo las
artificiosas combinaciones del movimiento escénico. Y como el peor
de los géneros literarios es el que Boileau llamaba le genre
ennuyeux, y que, aplicándolo a nuestro caso, bien pudiéramos llamar
el género sandio, es decir, el que ni aun logra satisfacer las
exigencias de la curiosidad; la gente a que aludimos, no merece
siquiera esa especie de floja y contentadiza gratitud que sentimos
por quien nos proporciona algún esparcimiento, sea el que fuere.


Nos
duele mucho consignarlo, pero lo cierto es que en el trascurso de un
año sólo se ha representado en los teatros españoles una obra
original de verdadero mérito. La campana de la Almudaina, a vuelta
de su falsedad histórica, y de algunos defectos secundarios, revela
en su joven y aplaudido autor prendas dramáticas de subido quilate.
Los pecados veniales y La culebra en el pecho, contienen algunas
bellezas dignas de atención, y auguran un lisonjero porvenir a sus
estimables autores, pero no tienen en conjunto gran valor. El mal
apóstol y el buen ladrón, drama simbólico, calcado especialmente
sobre El condenado por desconfiado de Tirso de Molina, es una prueba
más de la habilidad con que Hartzenbusch elabora sus producciones, y
está sembrado de rasgos magistrales. Aparte de estas obras, ¡cuántos
engendros raquíticos, cuántas majaderías se han presentado en la
escena española! Recuérdense esos dos estudios históricos del gran
vencedor de Francisco I, intitulados Carlos I y El monarca cenobita:
recuérdense El padre de los pobres, y ¿Quién es él? y se verá si
llevamos la razón al afirmar que nuestro teatro está en decadencia.


Para
colmo de vilipendio, eso que llaman zarzuela, aborto enfermizo del
impotente mal gusto, logogrifo musical y dramático, cobra de día en
día mayor valimiento y fortuna. Algunos especuladores, que tienen su
conciencia artística dentro de su portamonedas y envuelta en
billetes de banco, han tomado por su cuenta ese abigarrado
baturrillo, que ha pasado a ser un ramo de industria para los
que lo manipulan, como particularmente para los que explotan sus
materiales y pingües resultados. Los primeros no necesitan más que
derramar un aluvión de estrofas tan huecas y grotescamente
endomingadas como sea posible sobre cualquier calaverada, más o
menos verídica, del asendereado Felipe IV, o el primer argumento
insustancial que se tenga a tiro de pluma; y abandonar su esperpento
a la inspiración de un contrapuntista adocenado, que zurza algunas
melodías populares bárbaramente retorcidas y adulteradas, con
retazos de la ópera francesa e italiana. No ignoramos que hay media
docena escasa de zarzuelas, cuyos libretos y cuya música merecen el
aplauso de los inteligentes: nunca barajaremos las composiciones de
Ventura de la Vega, García Gutiérrez, Narciso Serra y Ayala, con
las mamarrachadas de Olona, ni las charadas poéticas que emborrona
en caló acatalanado el tan deploramente
(deplorablemente) fecundo Camprodon y Compañía. Tampoco
confundiremos nunca la suave, delicada y primorosa música del Dominó
azul, de Marina y del Grumete, con la chapucera, trivial y
desvencijada de Gaztambide, de Cepeda y de otros Rossinis ejusdem
furfuris. Pero sería cerrar los ojos a la luz del día negar que
generalmente se puede repetir de ellas, que lo bueno que tienen no es
nuevo, y lo nuevo no es bueno. Urge sobremanera atajar la
preponderancia cada vez mayor de los zarzuelistas, si no hemos de ver
algún día completamente extinguidas entre nosotros las más
sencillas nociones del arte musical, y pervertidas lastimosamente las
teatrales.


A
estos motivos del notorio abatimiento en que se halla nuestro teatro,
a pesar de los esfuerzos que hacen para retardar su ruina algunos
pocos ingenios, dignos del aprecio público, debe agregarse otra
estrechamente ligada a las que acabamos de apuntar, esto es, la
ignorancia crasísima, mezclada con las colosales pretensiones, con
el insoportable endiosamiento de la mayoría de actores españoles.
Da lástima considerar que a tales intérpretes deben fiar los
desdichados autores dramáticos aquellas producciones, de cuyo éxito
depende su gloria, y casi siempre su subsistencia. Jóvenes imberbes,
que apenas saben dar expresión a lo que recitan, pasan desde los
teatros caseros a figurar en los de primer orden sin que nada les
arredre. Henchidos de petulancia, todo su afán consiste en
emanciparse de la tutela de los pocos actores que podrían
comunicarles, ya que no facultades, alguna instrucción, en llegar a
la anhelada meta, al sueño de oro, al bello ideal de sus fervientes
aspiraciones, a ser directores de escena.


Y
no es, ciertamente, lo más deplorable, que estos infelices
ambicionen tan alto y espinoso puesto, sino que vean sin dificultad
realizada su noble ambición. En efecto: los empresarios de teatros,
que son comúnmente algunos logreros, faltos de caudales y ricos de
esa gran virtud del siglo, que en el Diccionario de la lengua tiene
un nombre no muy lisonjero, conocedores del detestable gusto del
público, que es ya crónico en provincias, y codiciosos sin freno,
no buscan en los directores y primeros actores que contratan más que
baratura, no mérito ni experiencia. Por esto desdeñan muchas veces
a los poquísimos actores buenos, que para honor del arte conservamos
todavía, y andan a caza de los chambones y atrevidos, cuyos
servicios pueden alquilar a ínfimo precio, con notable aumento del
líquido que ha de figurar en sus finiquitos mercantiles. A tan
escandalosa rapacidad se debe a menudo el que los segundos, con una
pequeña dosis de ese savoir faire, que es el talento de las
nulidades, encuentren con frecuencia acomodo, al paso que los
primeros tengan que entregarse a los ocios de las vacaciones o a un
verano extra-sazón.


¿Y
qué conducta sigue en situación tan aflictiva la crítica teatral?
Lo diremos sin rebozo, ya que nunca nos ha intimidado el decir la
verdad. Exceptuando un escasísimo número de folletinistas, que
tienen una vaga idea de la responsabilidad de su cargo, y la voluntad
decidida de ser imparciales, los críticos de teatros no escuchan más
que sus simpatías o antipatías y el fetichismo obligado a
reputaciones consagradas. Así se explica que en las revistas de esta
clase aparezcan siempre ciertos nombres con su estado mayor de
calificativos encomiásticos, y cruel o desdeñosamente adjetivados
otros, que no supieron granjearse las benevolencias del turibulario.


Si
atendidas las circunstancias altamente desfavorables con que los
revisteros teatrales escriben, son, a no dudarlo, acreedores a
indulgencia respecto al aplomo y madurez de sus fallos y
reconocimientos de crítica dramática que exigen estudios de por
vida y práctica larga; es faltar al público, y, sobre todo,
faltarse a sí propios el ajustar sus juicios a sugestiones puramente
personales. Sabemos por nosotros mismos hasta qué punto es doloroso
sacrificar en aras de la buena fé y de la lealtad las predilecciones
del corazón, o tener que elogiar al que miramos con más o menos
fundada malevolencia; pero la crítica no tiene entrañas, ni
parientes ni amigos, ni ídolos ni afecciones; es nada menos que la
magistratura literaria, y un juez deja de serlo cuando atiende a otra
cosa que a la justicia, que es su única y soberana norma, la causa
primera de su misión.


Respecto
a la novela, no pecaremos de prolijos.


La
de costumbres nacionales sólo tiene, en nuestro humilde sentir, un
legítimo representante en España, Fernán Caballero. Sin contar los
críticos más autorizados de nuestra nación, Wolf, Mazade, Latour
han ponderado con amore y han aquilatado perfectamente las
envidiables dotes de narrador que adornan al ilustre autor de
Clemencia. Su postrer libro, sencillo relato hecho por el soldado
Juan José, de las gloriosas penalidades de nuestro ejército en
Marruecos, está escrito con una tierna ingenuidad que llega al alma.
La de Fernán Caballero que, algún tiempo hace, cubre el más acerbo
dolor con su gasa fúnebre; refrescado por las auras regeneradoras
venidas de África, ha podido encontrar su perdida fuerza en el
entusiasmo universal. ¡Bendita sea la pluma que así sabe
interpretar todos los sentimientos buenos, nobles y sublimes de su
patria!


De
novelas históricas originales (así las bautizan sus infinitos
cultivadores en España) hay en ella materiales para alimentar de
combustible todos los hornos de cal de la monarquía. Por si llega a
verificarse algún día tan donoso escrutinio, recomendamos a sus
futuros ejecutores las de Ibo Alfaro, Ortega y Frías, Orellana,
Tarragó, A. Altadill, Manuel Angelón y demás Walter Scotts de
pacotilla: total = 0. No hablamos de Fernández y González, en quien
admiramos un empuje lírico nada común, fantasía espléndida y rara
fecundidad, porque apenas conocemos nada suyo en este género.


Poco
diremos también de composiciones poéticas.


Aparte
del Romancero de la guerra de Africa, en el cual hay doce bellísimos
romances, y del libro de Recuerdos nuevamente publicado por el
simpático Trueba, que sentimos no haber leído todavía, han llamado
la atención pública de una manera, por cierto bien poco agradable,
los dos poemas últimamente premiados por la Academia de la lengua
con escándalo y ludibrio de la nación entera. No hablaré de unos
ni de otra. Dejemos en paz a los muertos con los difuntos.


A
todo esto, la crítica refugiada en los vergonzantes entresuelos de
los periódicos políticos, o convertida en sosa e insustancial
gacetilla, mal encubre su desnudez de ideas, de convicciones y de
conocimientos con los andrajosos guiñapos de cuatro adjetivos
campanudos, eternamente pegados a varios sustantivos de cajón, y mil
vagas generalidades. Por otra parte: ¿qué podría decir ahora la
crítica sana, severa y leal? Su voz sería vox clamantis in deserto,
y una fiscalización estéril, dolorosa, pesada y sempiterna. Además,
¡cuán poco número de obras contemporáneas españolas son dignas
de que la crítica les conceda los honores de su judicatura! ¡Cuán
pocas entran en la esfera literaria!


Añádase
que la prensa política diaria, con muy contadas excepciones, ha
arrojado ignominiosamente a la literatura de sus columnas, que vivía
en ella casi de limosna, y se vendrá en conocimiento del desairado
papel que esta señora juega en la patria insigne de Pepe Hillo, de
Costillares y del Chiclanero.
Respecto al movimiento literario de
la Península, en los demás puntos, o es en alto grado pernicioso,
como sucede hoy por hoy en Barcelona, o insignificante como en
Valencia, o completamente nulo como en Sevilla, Málaga, Zaragoza,
Valladolid, Palma de Mallorca y en las ciudades de la Mancha y de
Galicia.


Consecuencia
final de nuestras pobres observaciones es, que España, por más que
reconozcamos sus considerables progresos materiales y sociales, ha
retrocedido literariamente. Y si no, preguntamos refiriéndonos a
nuestra restauración del 40, cuando desaparezcan los veteranos de la
citada era,
¿quiénes son los destinados a sustituirles? No
contestamos a esta interrogación para no descender al terreno de las
personalidades. El tiempo contestará por nosotros.

lunes, 20 de septiembre de 2021

enero, febrero, 1465

1.° DE ENERO. (1465)


Honorable
senyer. Per altra que havem scrit e si per aquella fet nou haureu vos
tornam a dir per aquesta que de les peccunies de les generalitats de
aquexa
taula doneu e pagueu al egregi comte de Prades o a qui ell
volra trenta florins dor per ell convertidors en salaris de correus
spies e scoltes a salvament de la gent darmes de sa companya e a
ofensio dels enemichs. Del qual cobrareu apocha o cautela. E meteu
los en vostre compte. E açous dehim e manam façau axi no
contrastant qualsevol seguretat per vos prestada de respondre al
general collector. La qual en quant tocha los dits XXX florins soltam
e conmutam. Com aço sie vist redundar a major necessitat e utilitat
de les generalitats ço que per nos potissimament fa attendre. Dada
en Terragona lo primer dia de janer any Mil CCCCLXV. - Bernat
Çaportella.
Al honorable lo collidor de les generalitats en la
vila de Tarregua.
Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.


Honorable senyer. Per dues altres vos havem scrit que no
contrastant qualsevol seguretat per vos prestada de respondre an Joan
Berenguer Thora general receptor donasseu e paguasseu al egregi comte
de Prades trenta florins dor per lo dit comte convertidors en salaris
de correus scoltes e spies segons en les letres haureu vist. E per
quant los dits XXX florins no abasten a tot lo necessari per la dita
despesa vos dehim e manam per la present que ultra los dits XXX
florins doneu e pagueu al dit senyor comte de Prades setanta florins
dor axi que per tot sien cent florins dor e cobran dell apocha de
rebuda. Aço feu ens manam façau no contrastant la dita seguretat
per vos prestada de respondre al dit En Thora. La qual en aço vos
soltam e conmutam per la facultat e potestat que en nos es. Per que
nous hi detingau en res. Car donarieu als afers e servici del senyor
Rey molt destorb. E per tant vos tornam dir noy haja falla
denguna. Dada en Terragona a III de janer any MCCCCLXV. Si en
aço vos detenieu gens haurieu a altri proveir del ofici. Car sabeu
que a la persona havent de nos comissio haveu prestada la seguretat e
axi no es dupte no la puxau soltar e conmutar. - Bernat
Çaportella.
Bernat Çaportella deputat et cetera.
Al
honorable lo collector de les generalitats en la vila de Tarregua.

Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.

5 DE
ENERO.

Honorable senyer. Apres les altres letres que ab la
present rebreu ço es una vostra e dues per als cartoxans les quals
han trigat alguns dies per falta de portador havem rebuda vostra
letra ab la qual nos dehiu com los homens de Mora (de´Ebre;
de Ebro
) e de Carcia (García, Garcia) se havien
mes al cap de no pagar. E mes nos dehiu tot lo que vos hi haveu fet.
A queus responem que no hi podeu haver tant fet com es necessari e
com plaura al senyor comte per quant aquexes peccunies han a servir a
son sou axi pensau si amara mes que la cosa vaja lesta que
embaraçada. Si vos vehieu les letres com venen spesses per esserli
tramesos diners veurieu la cuyta e necessitat que hi es. Hajau per
cert que ell trametra en bon viatge lo missatger que anat hi es.
Resta vos no flixeu en res e havem per bona la provisio que haveu
feta en los molins. E si algun moliner hi haura inobedient lo deveu
metre en preso e fer contra ell e altres persones tots rigorosos
enantaments. Feu vos atembre en la cosa per castich de algu que
altrament no fareu res. En lo fet de Cartoxa no si pot flixar. Feu
axi com per laltra letra vos dehim e per vos matex podeu fer totes
forces que noy cal anar porter. Lo senyor Rey los scriu. Si ells se
tenen per dit poder ho excusar vinguen al senyor Rey e veuran que
poran obtenir. Del pacte que volrien los de Tiviça no si pot
donar loch per quant molts volrien lo matex partit. Lo qual algu no
ha hagut fins aci. No es en facultat de poder se fer abans tot hom ha
a passar per lo tall que lo parlament ha ordenat. Informats som que
lo Vallosell e Vallclara son de la collecta del comdat
per que cove vos hi hajau provehit que altrament per ventura alguna
hi haurie attes e axi aquells lochs romandrien franchs. Vejau hi en
tot e com dit vos havem moltes vegades. Hajau per cert que aço son
afers del senyor comte los quals vos acostumau haver per recomenats
ultra que hi sou tengut per la seguretat que prestada haveu. Dada en
Terragona a V de janer any MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Bernat
Çaportella deputat et cetera.
Dirigitur Dalmacio de Tolosa
collectori comitatus de Prades.
Dominus deputatus mandavit mihi
Petro Perello.

Honorable senyer. Vostra letra havem rebuda e
vist lo contengut en aquella havem feta paraula al senyor Rey del fet
del capita de Biure. Lo dit senyor Rey
li toma scriure
molt secretament. No es de creure lo dit capita se detenga pus en
aço. E si ho fa deveu donar orde que per part del collector dels
drets se faça
requesta a mossen Dalmau de Queralt e a tots
capitans e gents darmes qui sien aquen del sou que ab ma poderosa
vagen al dit loch de Biure per fer sforç de esser pagats los drets.
Axins son tenguts de fer ho los dits capitans e gent darmes en virtut
de la seguretat que han feta en lacte de la mostra e quant son stats
rebuts al dit sou. Feu hi tot lo degut per no flixar al dit loch ne
donar eximpli a altres. E del que succehira certificau nos ne. De
Terragona a VII de janer any Mil CCCCLXV. - Bernat Çaportella.

Bernat Çaportella deputat del General de Cathalunya resident en
Terragona.
Al honorable En Joan Rosanes deputat local en la vila
de Sancta Coloma de Queral.
Dominus deputatus mandavit mihi Petro
Perello.


Per lo monestir de Poblet.
Nos En Bernat
Çaportella cavaller unich deputat del General del Principat de
Cathalunya resident en Terragona en qui es e recau tota la potestat
del ofici de
deputacio del dit General per la inobediencia e
rebelio per los olim condeputats vostres a la Magestat del senyor Rey
feta.
Com En Gabriel Maloll collector per nos posat e assignat en
la vila e vegueria de Monblanch als drets de generalitats antichs e
novament en virtut del parlament per lo dit senyor Rey celebrat en la
present ciutat de Terragona imposats ensemps ab micer Jacme Nicolau
companyo seu en aquestes coses en virtut de la comissio e potestat
quels havem dada hagen fets e exercits alguns actes en lo monestir de
Poblet e en alguns lochs de la sua honor. Los quals actes se dirien
prejudicials als dits monestir e lochs per quant se pretendria
aquells esser constituits e compresos en la vegueria de la ciutat de
Leyda e no de la dita vila de Monblanch e per conseguent no poder
esser exercits per los dits comissaris ço que no es stat fet ab
intencio de fer algun prejudici. Per tant ab la present en quant a
nos e nostre ofici se pertany volem consentim e atorgam a vos
reverend frare Miquel abbat del dit monestir e al covent de
aquell e lochs seus e universitats e singulars de aquells que per les
dites coses no sie fet algun prejudici novacio o derogacio al dit
monestir e sos lochs o algun dells o singulars seus. Abans les coses
sien e stiguen en aquell stament que eren abans de la dita comisio e
actes subseguits e axi com si aquells fets no fossen. En testimoni de
les quals coses havem manada la present esser feta signada de nostra
ma e del segell de nostre ofici en lo dors
sagellada. Dada en
Terragona a VII dies del mes de janer any MCCCCLXV.
- Bernat
Çaportella.
Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.

Al
deputat local de Tarregua.
Mossen Montros. Per quant En Ramon
Ferrero collector de aqui vol molt attendre en la seguretat que ha
prestada de respondre de les peccunies an Thora e per ço sta aturat
de pagar la quantitat que li havem scrit donas al senyor comte per
les missions de correus scoltes e spies e aço per quant non ha letra
del dit En Thora qui no pot fer tal letra per quant lo capitol qui
toqua a ell non fa alguna mencio. Pero es stat vist que nos ho podem
fer per lo carrech de nostre ofici e axi loy havem manat per nostra
letra si empero ell stava encara aturat per que ell puxa fer la cosa
a tota seguretat sua e no li sia donat carrech de esser hi mes altre
collector car de aço mes fa a laor que increpar com los qui guarden
la fe primerament donen de si bon senyal que stimen aquella. Fareu
donchs per proveir a tot en tal manera que revocareu de part nostra
lo dit En Ferrero e li cancellareu (concellareu) la seguretat
que ha feta. E un dia apres tornar leu a proveir ab seguretat que
prestara de respondre de les peccunies an Thora excepto de aquelles
que per letra nostra li sera dit convertescha en altres usos. E
ladonchs li manareu que complescha lo que scrit li havem e sera
proveit a tot en sera fora tot scrupol. Meteu ho en obra en tal
manera. De Tarragona a VII de janer any Mil CCCCLXV. - Bernat
Çaportella.
Bernat Çaportella deputat del General de Cathalunya
resident en Terragona.
Al molt honorable mossen Franci de Montros
deputat local en la vila e vegueria de Tarregua.
Dominus
deputatus mandavit mihi Petro Perello.

Per En Sancii Soler.

Nos En Bernat Çaportella cavaller unich deputat del General del
Principat de Cathalunya resident en Terragona en qui es e recau tota
la potestat del ofici de
deputacio del dit General per la
inobediencia e rebellio per los olim condeputats nostres a la
Magestat del senyor Rey feta.
Confiant de la fe e probitat de vos
En Sancii Soler del loch de Artiez en la vall Daran ab
tenor de la present fem constituhim deputam e assignam a vos
en collector e rebedor dels drets de generalitats de bolla
de plom segell de cera e intrades e exides
en lo loch e
pas de Vella (Vielha; Vieja) de la dita vall Daran
e encara dels drets novellament imposats en virtut del parlament per
la Majestat del senyor Rey celebrat en la present ciutat de Terregona
remogut qualsevol altre que fins aci tingues la dita collecta. Axi
que vos dit En Sancii Soler siau collidor e receptor de tots los dits
drets en lo dit loch e pas e tingau la taula de aquells e façau los
desempatxaments e totes coses per a la dita collecta necessaries en
la qual collecta e actes de aquella vos hajau be faelment e leyal
guardant tot profit del General e lo damnatge squivant. E siau tengut
totes les
peccunies que dels dits drets a mans vostres provendran
donar e desliurar al honorable En Joan Berenguer Thora receptor
general de les dites generalitats per lo present any assignat o a qui
ell volra e ordenara e donarli de aquelles bon compte e raho. E apres
lany a quis pertangue. E per aço axi fer e complir
volem siau
tengut prestar sagrament e homenatge en poder del batle del dit loch
de Vella
abans que useu del dit ofici. Lo qual vos acomanam a
beneplacit nostre e de nostres successors en lo dit ofici de
deputacio e per aquell vos constituhim aquell salari que vostres
predecessors en aquell han acostumat haver e rebre. Mes vos donam
comissio e facultat de metre guardes de les dites generalitats en los
passos de la dita vall Daran en la forma e manera acostumades es a
saber aquelles persones que a vos seran vistes idonees.
De les
quals puxau rebre sagrament e homenatge de haver se leyalment e be en
los tals oficis. Adonchs ab aquesta dehim e manam al deputat local de
la dita Vall Daran e requirim tots oficials e persones jurisdictio
exercints en la vall sobredita sots virtut de la seguretat per ells
prestada e o que son tenguts prestar de obtemperar nostres requestes
e a totes altres persones privades dehim e intimam o en quant toqua
lo interes de les dites generalitats manam que a vos dit En Sanci¡
Soler hagen e tinguen per tauler e collector dessus
dit e lo dit
deputat local e oficials vos desliuren e desliurar facen los segells
empremptes e altres arreus de la dita taula e collecta e ells e los
altres dessus dits en totes coses concernents la dita collecta vos
obtemperen e los dits deputat e oficials vos asistesquen de oportu
auxili. Dada en Terragona a VIII de janer any de la Nativitat de
Nostre Senyor MCCCCLXV. -Bernat Çaportella.
Dominus deputatus
mandavit mihi Petro Perello.

Al collector de Tarregua.

Honrat senyer. Informats som que dificultau pagar al egregi comte
de Prades los cent florins dor que per algunes letres vos havem scrit
li donasseu per les missions de correus spies e scoltes e aço feu
per quant non haveu letra den Thora al qual havem prestada seguretat
de respondre de les peccunies de vostra collecta. Veritat es que lo
dit En Thora nons pot fer tal letra per quant lo capitol no lin dona
facultat. Pero no es algun dupte que nos non puxam axi provehir e
manar per lo carrech de nostre ofici e vos encara complirho per lo
manament nostre e axi es stat vist per homens de sciencia. Ab tot axo
per fer se la cosa a tota seguretat vostra scrivim al deputat local
queus revoque e cancelle aquexa seguretat e apres vos torne assignar
e proveir de nostra part ab novella seguretat que prestareu de
respondre al dit En Thora de totes les quantitats excepto de aquelles
que per nos vos sera manat convertisquau en altres coses e axi
ho poreu fer segurament Per que meteu ho en obra.
Dada en
Terragona a VIII de janer any MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Bernat
Çaportella deputat del General de Cathalunya resident en Terragona.

Al honorable En Ramon Ferrero collector de les generalitats en la
vila de Tarregua.
Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.



13 DE ENERO.

Prestó en este día juramento y
homenaje, en poder del diputado, con las formalidades de costumbre,
Pedro Lor de Tarragona, encargado por aquel del cobro de las
generalidades recogidas por los colectores de las tablas,
(taula : tabla : mesa : tavola) villas, castillos y lugares
del Campo de Tarragona,

Per En Joan de Tagamanent.
Nos En
Bernat Çaportella cavaller unich deputat del General del Principat
de Cathalunya resident en Tarragona en qui es e recau tota la
potestat del ofici de diputacio del dit General per la inobediencia e
rebellio per los olim condeputats nostres al senyor Rey feta.

Attenents nos ab nostra patent provisio de nostra ma signada e de
nostre segell sagellada la qual dada fonch en la present ciutat de
Terragona a XXVII del mes de noembre prop passat haver fet e creat a
vos En Joan de Tagamanent ciutada de Barchinona fael e
obedient al dit senyor Rey en guarda del de¡t General e dels
drets de generalitats de aquell. E haver vos consentit e
atorgat que de totes fraus per vos atrobadores hajats
per vostres treballs la part pertanyent al acusador o denunciador de
aquelles segons los capitols dels dits drets de la qual part de
les dites penes e bans vos haguesseu a contentar sens algun altre
salari per lo dit vostre ofici segons en la dita provisio se conte. E
per quant del temps ença que regiu lo dit ofici experiencia ha
mostrat que donau diligent cura en la custodia dels dits drets e
sosteniu molts treballs circa la utilitat de aquells dignes los dits
treballs de major remuneracio e premi que no es la part de les dites
penes. E per quant no es condescent cosa esser rebut de algun servici
sens condigna remuneracio. Per tant nos de certa sciencia hagut
sguart al que dessus dit es volem consentim e atorgam a vos dit En
Joan de Tagamanent que ultra la dita part de les penes e bans dels
fraus per vos atrobadors en les dites generalitats vos hajau
dels bens emoluments e drets del dit General per salari vostre del
present any qui comença lo primer dia del present e dejus scrit mes
de janer e axi per quiscun any apres venidor tant com sera
beneplacit nostre e de nostres successors vos haver e tenir lo dit
ofici ço es dotze florins dor a vos donadors e pagadors entre
quatre terces de quiscun any es a saber de tres en tres meses
e aquest tal salari a vos constituhim. Les altres coses en la
dita provisio contengudes stants en sa força e vigor e per testimoni
de la veritat havem manat la present esser feta signada de nostra ma
e del segell de nostre ofici en lo dors segellada. Dada en Terragona
a XIIII de janer any Mil CCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Dominus
deputatus mandavit mihi Petro Perello.

Molt honrat
senyer. Ultra los cent florins dor que per letres nostres fins aci
vos havem manat esser per vos donats de les peccunies de vostra
collecta al egregi comte de Prades capita general del senyor Rey per
les missions de correus spies e scoltes necessaries per son exercit
vos dehim e manam doneu al dit egregi comte per la matexa raho
cinquanta florins dor. E cobrau ne dell apocha o cautela e meteu los
en vostre compte. De Terragona a XV de janer any MCCCCLXV. - Bernat
Çaportella.
Bernat Çaportella deputat del General de Cathalunya
resident en Terragona.
Al honrat En Ramon Ferrero collector de
les generalitats en la vila de Tarregua.
Dominus deputatus
mandavit mihi Petro Perello.

Honrat senyer. Vostra letra
havem rebuda e vist lo contengut loam vostra bona diligencia en
attendre a tots fraus que sien comesos en les generalitats e que
los
delinquents sien castigats signantment essent oficials e ministres
del General axi com aquex del qual nos haveu scrit. Plau nos lo
arrest o seguretat en lo qual lo haveu mes. Stiga en aquell fins per
nos hi sia altrament provehit. En lo miger lo companyo
tinga lo carrech que andosos havien. Vos fareu
rebre informacio del cas e aquella closa nos trametreu la qual
vista vos avisarem de la provisio faedora per castich seu e eximpli
de altres. O lo honorable En Joan Berenguer Thora vostre fill
receptor general de les dites generalitats lo qual ha esser aqui
prestament haura carrech de dir vos de nostra part e de fer exequutar
lo que sera vist si deja fer justicia migançant. Dada en
Tarragona a XV de janer any MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Bernat
Çaportella et cetera.
Al honrat En Francesch Thora diputat local
en la vila e vegueria de Monblanch.
Dominus deputatus mandavit
mihi Petro Perello.

Per En Benet Vives.
Bernat
Çaportella cavaller unich deputat del General del Principat de
Cathalunya resident en Terragona. A tots e sengles capitans batles e
altres oficials dels castells e lochs de Altafulla e de la Non
(Nou) e altres. E no resmenys a qualsevol moliners e altres persones
a les quals se pertangue saluts. Notificam vos com En Benet Vives del
loch de Altafulla es per nos posat e assignat en collidor e rebedor
dels drets de generalitats en los dits lochs de Altafulla e de la
Nou. Ço es axi dels drets de la bolla de plom segell de cera
com altres antichs e novament imposats en virtut del parlament en
aquests prop passats dies convocat e celebrat per lo senyor Rey en la
present ciutat de Terragona e ha prestada en poder nostre per la dita
sua collecta deguda seguretat. Adonchs vos dehim hajau e tingau
lo dit En Benet Vives en los dits lochs de Altafulla e de la Nou
per collector dessus dit e li resPonçau e façau respondre
dels dits drets. E no resmenys vosaltres dits moliners molgau
liberament tots blats dels homens dels dits lochs de Altafulla
e de la Nou.
Los quals seran aportats a vostres
molins ab albara o bolleti del dit Benet Vives per lo qual apparegua
ell haver rebut lo dret novament imposat en les farines per aquells
dits blats que seran aportats als molins vostres. E en aço nous
detingau en res per lo sguart del dit dret. Dada en Terragona a XVI
de janer any MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Dominus deputatus
mandavit mihi Petro Perello.

El expresado Benito Vives
prestó el juramento y homenaje, con las formalidades de costumbre,
en poder del diputado, prometiendo entregar a Juan Berenguer Thorá o
a quien este designare, las cantidades procedentes de los derechos
percibidos.

Per lo honorable En Joan Berenguer Thora.
Nos
En Bernat Çaportella cavaller unich deputat del General del
Principat de Cathalunya resident en Terragona en qui es e recau tota
la potestat del ofici de
deputacio del dit General per la
inobediencia e rebellio per los olim condeputats nostres al senyor
Rey feta.
Attenents que vos honorable En Joan Berenguer Thora qui
per los del parlament en los dies prop passats celebrat per lo dit
senyor Rey en la present ciutat de Terragona sou dat e assignat en
receptor General de totes les peccunies provenients en aquest any en
e dels drets de les generalitats axi antichs com novament imposats en
virtut del dit parlament per lo carrech de
la dita receptio haveu
a fer cercha e anar per les taules lochs e passos hon los dits drets
se cullen. E per que ultra les coses a vos comeses per lo dit ofici o

vostra general receptio pugau proveir a totes altres coses
concernents la endreça e benavenir dels dits drets. De nostra certa
sciencia per la facultat e potestat e nostre ofici comanam e cometem
a vos dit En Joan Berenguer Thora que pugau privar e remoure
qualsevol collectors guardes oficials e ministres per nos o per part
nostra posats o deputats a la collecta dels dits drets o circa
aquells en qualsevol ciutat vila o loch del dit Principat de
Cathalunya. Ço es aquell o aquells dels dits collectors guardes
oficials e ministres del qual o dels quals a vos sera vist no haver
se idoneament e be en les coses a ells comeses. E en loch dels dits
collectors guardes oficials e ministres que per vos seran privats e
remoguts pugau altres posar deputar e assignar e encara novament
posar e crear dels tals collectors oficials guardes e ministres en
les ciutats viles lochs e passos hon a vos sera benvist. E per
los dits oficis constituir los salaris dels quals conexereu esser
merexedors. E pugau sobre dels dits collectors guardes oficials e
ministres seguretat migançant sagrament e homenatge e altra que a
vos sie vista de haver se leyalment e be en les coses que per vos los
seran comeses e que los collectors de les generalitats que a mans
lurs pervendran respondran a vos com a general receptor en aquest any
o a qui vos volreu e donaran de aquelles a vos bon compte e raho tot
frau cessant. E mes pugau requirir qualsevol oficials axi
ecclesiastichs com seglars constituits dits (dins) lo dit
Principat de Cathalunya que facen e presten si ya fet no han los dits
ecclesiastichs jurament e los seglars sagrament e homenatge de
obtemperar e exequir totes requestes a ells per nos o per part nostra
faedores tot consell consulta e dilacio cessants segons les
constitucions del dit Principat volen e disponen. E requirir los dits
oficials e qualsevol dells sots virtut de la dita seguretat que facen
e complesquen totes aquelles coses que a vos son vistes justament
sguardar les utilitats e benavenir de les dites generalitats. Sobre
les quals coses dessus dites e sengles ab les sues dependencies e incidencies donam e atorgam a vos facultat e potestat e lo loch e
veus nostres plenament. Dihent e requirint los dits oficials reyals e
altres e manant als deputats locals e altres oficials del dit General
e a totes persones a les quals se pertangue e en quant lo interes de
les dites generalitats sguarde que a vos dit honorable En Joan
Berenguer Thora en e circa les dites coses que per nos vos son
comeses vos obtemperen e no contrafacen per alguna raho. E en
testimoni de les dites coses havem manat la present esser feta de
nostra ma signada e de nostre segell en lo dors segellada. Dada en
Terragona a XV dies del mes de janer any MCCCCLXV. - Bernat
Çaportella.
Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.

Per
micer P. Miquel.
Honrat senyer. Los del parlament en aquests prop
passats dies celebrat per lo senyor Rey en la present ciutat de
Terragona per alguns certs respectes han volgut proveit e manat dels
drets de les generalitats esser donats al honrat micer P. Miquel
procurador del lllustre comte de Foix cinquanta florins dor. Per
queus dehim e manam que de les peccunies de la taula dels dits drets
del loch de Castello de Farfanya doneu o per lo collector o
tauler de aquella taula façau donar al dit micer Pere Miquel a tota
sa voluntat los dits cinquanta florins dor. Cobrant ne dell apoca de
rebuda. E noy hage falla alguna. Com aço sguarde benefici del
General. E lo contrari redundarie en damnatge. Dada en Terragona a
XVIII del mes de janer any de la Nativitat de Nostre Senyor MCCCCLXV.

- Bernat Çaportella.
Bernat Çaportella deputat del General
de Cathalunya resident en Terragona.
Al honrat En Guerau de
Cervello collector de les generalitats en la ciutat de Balaguer
vezcomdat Dager e terra del Marquesat.
Dominus deputatus mandavit
mihi Petro Perello.

Honrat senyer. Per altra letra la qual
haureu rebuda o deveu rebre per lo honrat En Joan Berenguer Thora
general receptor qui es anat en aquexes parts vos havem scrit dient
vos com los del parlament en aquests prop passats dies celebrat per
lo senyor Rey en la present ciutat de Terragona per alguns certs

respectes han volgut proveit e manat dels drets de les
generalitats esser donats al honrat micer P. Miquel procurador del
Illustre comte de Foix cinquanta florins dor. Per queus dehiem en la
dita letra que de les peccunies de la taula dels dits drets del loch
de Castello de Farfanya donasseu o per lo collector dels dits drets
en lo dit loch de Castello de Farfanya donar fesseu al dit micer P.
Miquel a tota sa voluntat los dits cinquanta florins dor. Cobrant ne
dell apocha de rebuda. E per quant pora esser que lo dit micer P.
Miquel sera ab vos abans que lo dit En Joan Berenguer Thora per tant
vos dehim e manam que si per aquella no es fet per aquesta façau e
complisquau lo que dessus es dit e en la forma dessus contenguda e no
altrament e noy haje falla. Hajau empero aquella e aquesta per una
matexa axi que los dits cinquanta florins se
paguen una sola
veguada sens pus. Dada en Terragona a XXII de janer any MCCCCLXV. -
Bernat Çaportella.
Bernat Çaportella deputat et cetera.

Dirigitur dicto Gueraldo de Cervello ut supra.
Dominus
deputatus mandavit mihi Petro Perello.

Per En Joan Molgosa.

Nos En Bernat Çaportella cavaller unich deputat del General del
Principat de Cathalunya resident en Terragona en qui es e requau tota
la potestat del ofici
de deputacio del dit General per la
inobediencia e rebellio per los olim condeputats nostres al
lllustrissim senyor Rey feta.
Com lo ofici de exactor e exequutor
dels deutes del dit General o a ell pertanyents lo qual ofici En Joan
Pujades tenia e possehia vague per mort del dit Joan car no
contrastant ell dit Joan hagues aquell resignat an Franci Xatanti.
Pero per quant la dita resignacio no fonch gratuita abans forçada
stant pres lo dit Joan en la preso comuna de la ciutat de Barcelona
per ell esser hagut e tengut per parcial devot e fael al dit senyor
Rey ço que en aquesta turbacio de temps en lo present Principat
sdevenguda (la e colocada al revés, efecto espejo) es
detestat e perseguit per los inobedients e rebelles de aquella ciutat
per los quals lo dit Joan Pujades fonch cominat no exir de la
dita preso fins la dita resignacio hagues feta es vist aquella esser
invalida e lo dit ofici verdaderament residir en lo dit Joan fins al
dia de la sua mort. E noresmenys per quant tots los oficials e
ministres del dit General qui no son de vera obediencia del dit
senyor Rey son stats per nos declarats inabils als lurs oficis
e
ministeris e de aquells remoguts e privats e nos encara lo dit Franci
Xatanti en quant sie necessari ab la present dehim e declaram per
inabil al dit ofici e de aquell lo removem e privam e axi lo dit
ofici per qualsevol de les dites causes vagua de present. Del qual
nos volents en persona idonea proveir. Confiants de la fe industria e
probitat de vos En Joan Molgosa ciutada de Terragona ab tenor de la
present fem e cream a vos en exactor e exequutor dels deutes o
credits del dit General. E lo dit ofici vagant per la dita mort o per
la dita privacio a vos de nostra certa sciencia acomanam e cometem e
de aquell vos provehim ab tots drets preheminencies facultats e
prerogatives de aquell. Axi que vos dit En Joan Molgosa siau exactor
e exequutor dels dits deutes e credits del dit General e lo dit ofici
hajau tingau e regiscau e totes e sengles coses façau
e fer puxau que al dit ofici se sguarden e pertanyen axi e
segons vostres predecessors en aquell podien e han fet e acostumat
degudament fins aci. En lo qual dit ofici e us e exercici de aquell
vos hajau be leyalment e fael a tot profit e utilitat del dit General
salva tots temps veritat e honestat segons per vos es ofert e promes
en virtut de jurament e homenatge que per aço haveu prestats en
poder nostre. Per lo qual dit ofici hajau les preheminencies
facultats e prerogatives al dit ofici pertanyents e acostumades. E no
resmenys tota hora que la dita ciutat de Barcelona e altres parts del present Principat que han donat e son fora obediencia del dit
senyor Rey a la dita obediencia seran reduides e vos haureu la vera e
real possessio del dit
ofici e poreu fer lo degut exercici de
aquell hajau e rebau en e dels emoluments del dit General aquell
anual salari que vostres predecessors en lo dit ofici solien e han
acostumat rebre e haure. Adonchs nos ab la present requirim tots e
sengles oficials axi ecclesiastichs com seglars en lo dit Principat
constituits presents e sdevenidors sots virtut de la seguretat per
ells feta e
prestada e o que fer e prestar son tenguts de
obtemperar e exequir nostres requestes. E dehim e manam a qualsevol
oficials e ministres del dit General e encara per lo interes de les
dites generalitats a totes e sengles altres persones a les quals se
pertangue que hagen e tinguen a vos dit En Joan Molgosa per exactor e
exequutor dessus dit e a vos en e circa lo dit ofici e us e exercici
de aquell obtemperen e resPonçuen e los dits oficials obtemperar e
respondre facen e no contravinguen per alguna causa o raho. En
testimoni de les quals coses havem manat la present esser feta de
nostra ma signada e del segell de nostre ofici pendent segellada.
Dada en Terragona a VIII dies del mes de febrer any de la Nativitat
de Nostre Senyor MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Dominus
deputatus mandavit mihi Petro Perello.

Prestó el referido
Juan Molgosa el juramento y homenaje, en poder del diputado y con
todas las formalidades de costumbre.

Reverendissim pare en
Christ e senyor. Jatsia los homens de la vostra Vall de Barraves
sien stats requests de pagar e subir los drets imposats en
virtut del parlament celebrat per la Magestat del senyor Rey en la
present ciutat de Terragona ells pero no han volgut obtemperar
allegants voler ne primer consultar V. R. Senyoria. La qual com sapia
esser cosa que aquells ne alguns altres de aquest Principat scusar no
poden. Per tant senyor vos placia provehir e manar que los dits
homens paguen sens alguna dilacio. Per manera que no covinga
usar contra ells de altre remedi lo qual obmetre nos poria. E jatsia
la justicia axi ho vulla encara senyor yo per mon ofici
al qual incumbex la diligencia e carrech de aquestes coses ho
reputare a gracia a la R. P. V. La qual lo Deu Omnipotent conserve en
tota felicitat e aquella orden e mane de mi
lo que li placia.
Scrita en Terragona a quatre de febrer any MCCCCLXV.
Senyor lo
qui es prest al servey de V. R. S. Bernat Çaportella deputat del
General de Cathalunya.
Al Reverendissim pare en Christ e senyor
lo senyor cardenal de Leyda.
Dominus deputatus
mandavit mihi Petro Perello.

Molt noble e molt magnifich
mossenyer. Los homens de vostra baronia requests de pagar los drets
novament imposats no han volgut en res obtemperar. E jatsia se crega
que vostra magnificencia apres sera attesa en aquelles parts hi haura
fet lo degut segons es tenguda e per aquella es stat ofert e promes a
la Magestat del senyor Rey ab tot axo nos per nostre ofici al qual
incumbex la cura de aquest negoci per la molta necessitat que occorre
en suplir al sou de la gent darmes qui fa tant servici al senyor Rey
e benefici a aquest Principat quant vos sabeu vos havem volgut
scriure e pregant e requirint vos queus placia proveir e manar
vostres dits homens nos meteu daqui avant sobre aço
en dilacio
mas vostra Magestat los faça pagar e reta en aço son deute e
lo que es per aquella ofert e promes. Altrament si hauria a fer
provisio aquella que per la disposicio dels capitols del parlament o
alias serie vista justa e condescent. De la qual per tantes fadigues
queus ne son stades donades nos deureu haver per scusats. Dada en
Terragona a quatre dies de febrer any
MCCCCLXV. - Bernat
Çaportella.
Bernat Çaportella deputat del General de Cathalunya
resident en Terragona prest a vostre honor.
Al molt noble e molt
magnifich baro mossen Franci de Erill.
Dominus deputatus mandavit
mihi Petro Perello.

Molt honorable senyer. Apres vostra
partida es aci attes En Gabriel Fraga hu dels cullidors dels drets en
la ciutat de Leyda lo qual ere anat en Pallars ab comissio e carrech
de fer la imposar los drets. Ço en que no ha abastat abans les gents
de aquella terra se meten en cami de no voler pagar en la forma que
los dits drets imposats son ab tot que significarien voler venir a
arrendaments o a alguna altra forma. La Magestat del senyor Rey scriu
als oficials e altres persones de aquelles parts e lo dit En Fraga
sen torna al qual havem donat carrech se veja ab vos e de tot lo que
ha sentit de aquella terra vos done informacio. Daquiavant si vos
delliberareu ell hi torne o si En Feriça es ya lla que li
sien trameses les letres ell ha manament de star a tota vostra
ordinacio. Quant havem a ell hoit son mes del parer queus diguem ço
es ques facen arrendaments en les terres hon se ha tant a fer a
conduhir los pobles. Perque menejau la cosa e feu la menejar lla hon
conexereu fer se deja e fet apuntament de aquella reportau lo
de la part deça perque prenga conclusio en la forma que ya vos havem
scrit. Cuytau e no si perda temps car ya veheu quant es necessari per
suplir a tants demanadors. Crehem aqui sou be importunat e aci es ya
sperada vostra venguda e per ço cove spatxar quant fer se puscha.
Dada en Terragona a quatre dies de febrer any MCCCCLXV.
- Bernat
Çaportella.
Bernat Çaportella deputat et cetera.
Al molt
honorable senyer En Joan Berenguer Thora general receptor de les
generalitats en lo Principat de Cathalunya.
Dominus deputatus
mandavit mihi Petro Perello.

Batle senyer. Informacio havem
que En Gilabert moliner de aquesta vila no volria plegar lo
dret imposat en les farines e que per la dita raho lo dit dret se

pert e ha mal recapte. Deveu hi attendre per quant la cosa
redunda principalment a interes del S. Patriarcha car les peccunies
ques cullen en sa terra del dit dret se convertexen en pagament del
seu sou e per ço lon deurieu forçar per lo dit sguart encara que lo
capitol nou (no ho) disPonça. Si empero no delliberau
metre hi força digauli de nostra part quel culla e no stigua per lo
poch salari que lo capitol diu que haura si altre sguart en manera
que sen pora contentar. E hon de tot en tot recuse plegar lo dit
dret
feu li manament e posau li pena que nos desisqua de
les farines sino ab albara o bolleti del collector per lo qual se
mostre sie pagat per aquelles lo dret. Dada en Tarragona a VII de
febrer any MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Bernat Çaportella
deputat del General de Cathalunya resident en Terragona.
Al
honorable lo batle de la vila de la Selva o a son lochtinent.

Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.

Nos En
Bernat Çaportella cavaller unich deputat del General del Principat
de Cathalunya resident en Terragona en qui es e recau tota la
facultat e potestat del ofici de deputacio del dit General per la
inobediencia e rebellio per los olim condeputats nostres de la
Magestat del senyor Rey feta.
Com los drets en les farines vi e
oli novament imposats en virtut del parlament per la Magestat del dit
senyor Rey celebrat en la present ciutat de Terragona nos puxen
cullir sens grans missions e despeses. E per ço et alias sie vist
esser mes util al dit General fer de aquells dits drets arrendaments.
Confiants donchs de la probitat e industria de vos honorable En Joan
Berenguer Thora general receptor dels dits drets per lo dit parlament
assignat ab tenor de la present cometem a vos eus atorgam facultat e
potestat de arrendar los dits drets de les farines vi e oli a
les universitats o singulars persones queus sera vistes ço es en e
de quiscuna vila o loch per fi (sí;
por sí misma
) o de moltes ensemps axi com al profit del
General a vos sera vist millor succehescha e aço per aquells preus e
quantitats que a vos ben vist sera. Los quals preus se hagen a pagar
a vos com a dit general receptor o a aquella o aquelles persones que
vos volreu e en la forma que per vos sera deputada. Los quals dits
arrendaments sien tant solament per lany present per lo qual los dits
drets son imposats. E per aquests dits arrendaments pusquau
fermar contractes ab les clausules que a vos seran vistes e pusquau
encara substituir e subdelegar altra o altres persones per fer aço
matex en les viles o lochs hon vos personalment no poreu esser. Sobre
les quals coses totes e sengles ab ses incidencies e dependencies
comanam e cometem a vos e als que vos substituireu o subdelegareu
tots nostres lochs e veus. De la present pero comissio e facultat
exceptam e trahem les ciutats de Leyda Balaguer Terragona e vila de
Tarrega en les quals no es nostra intencio los dits drets se arrenden
mas ques cullen axi com ya es es praticha. E per semblant se
faça aqui e en les altres parts del dit Principat dels altres drets
en virtut del dit parlament imposats en altres coses. E per testimoni
de la veritat es feta la present de nostra ma signada e del segell de
nostre ofici en lo dors sagellada. Dada en Terragona a VIII dies de
febrer any de la Nativitat de nostre Senyor MCCCCLXV. - Bernat
Çaportella.
Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.



Collector. Maravellats som com vos no servau la prathica
que tots los altres serven en cullir lo dret de les farines e segons
lo capitol de la crida que aqui deu esser publicada vol e dispon. Ço
es que blats alguns de homens de aquexa vila no vagen a molre sino ab
albara o bolleti vostre per lo qual apparegua hagen a vos pagat lo
dret imposat. E açous manam pratiqueu e façau praticar e façau fer
crida en pena de X lliures que algun moliner no gose molre altrament
pocha cosa ni molta en pena de X lliures e axi lo dit dret vindra a
vostres mans e cessara la diferencia que es entre vos e En Gilabert.
Los blats empero de persones strangeres que son poblades en lochs hon
no ha collector e seran portats als molins de aquexa vila per molre
los dits moliners hagen facultat aquells molre cullint ne lo dret
imposat e de aquell donant a vos
compte e raho tota hora quels
requerren sots virtut de sagrament e homenatge que dells rebreu si ya
donchs fet nol han. Servau ho axi que aquesta es la forma del capitol
e cesse tota diferencia. Dada en Terragona a XV de febrer any
MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Bernat Çaportella deputat del
General de Cathalunya resident en Terragona.
Al honrat En Dalmau
Marti
collector de les generalitats en la vila de la Selva.

Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.


Bernat
Çaportella cavaller unich deputat del General del Principat de
Cathalunya resident en Terragona al honrat En Manuel de Vilaplana
collector de les generalitats en la ciutat de Leyda e a tots e
sengles altres collidors e guardes dels drets de les dites
generalitats del dit Principat en qualsevol ciutats viles passos e
lochs de aquell constituits. Saluts.
Com En Françoy Ramaç
ciuteda de Leyda qui acostuma portar o trametre de aquesta ciutat de
Terragona en Arago pex fresch (peix fresc;
pescado fresco
) e altres coses dellibere per sa millor expedicio
pagar en aquesta ciutat lo dret de exida (no busqueu “el
dret de sortida” perque no lo trobareu
) per lo pex e
altres coses que traura e valegua tant al General rehebre aci lo dret
com en altra part attes tot es una bossa e tot se sguarda a una
matexa fi e no haja a pagar dues vegades. Per tant vos dehim e manam
que mostrant lo dit Francesch Ramaç o persona per ell albara
den P. Arlambau collidor en aquesta ciutat dels drets de
intrades e exides ab emprempta del General per lo qual albara
se mostre lo dit Francesch Ramaç
haver aci pagat lo dret de exida per lo pex e altres
coses que traura lo permetau passar e traure aquelles
liberament sens exhigir lo dret que ja haura pagat. E atteneu no
fesseu per res lo contrari. Dada en Terragona a XVI de febrer any
MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Dominus deputatus mandavit mihi
Petro Perello.

Sigue aquí una provisión nombrando a Juan
Mas, notario de Montblanch, escribano de la diputación local de la
misma villa y su veguería, y encargando que se cumpla aquella si el
nombrado aceptare.
Honrat senyer. Per la present vos dehim e
manam de les peccunies de vostra collecta doneu al egregi senyor lo
comte de Prades cinquanta florins dor convertidors en salaris de
correus spies e scoltes e aço ultra les altres quantitats que ya per
manament nostre li haveu donades. Cobrareu dell apocha de rebuda dels
dits L florins quant los li desliurareu ensemps ab la present e meteu
los en vostre compte. Dada en Tarragona a XVII de febrer any
MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Bernat Çaportella deputat del
General de Cathalunya resident en Terragona.
Al honrat En Ramon
Ferrero collector de les generalitats en la vila de Tarregua.

Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.

Comissio
den P. Gil de Villoro.
Nos En Bernat çaportella
cavaller unich deputat del General del Principat de Cathalunya
resident en Terragona en qui es e recau tota la potestat del ofici de

deputacio del dit General per la inobediencia e rebellio per los
olim condeputats nostres a la Magestat del senyor Rey feta.

Confiants de la fidelitat e probitat de vos honorable En Pere
Gil de Villoro
ab tenor de la present vos deputam e assignam en
receptor en la vila de Orta e viles lochs e passos de la
batlia sua dels drets de generalitats del dit Principat de bolla de
plom segell de cera e altres drets axi antichs com novellament
imposats en virtut del parlament en los dies prop passats convocat e
celebrat per lo dit senyor Rey en la present ciutat de Terragona. Axi
que vos dit En Pere Gil (pero no Julivert) siau
receptor dels dits drets de mans dels cullidors particulars de
aquells en la dita vila e batlia. Los quals cullidors vos puxau metre
e posar en la dita vila de Orta e altres viles lochs e passos
de la dita batlia ço es
aquelles persones que a vos sien vistes abils e idonees. E
pusquau fer cridar e publicar los capitols e imposicio dels
dits drets e rebre dels dits cullidors particulars jurament e
homenatge e altre seguretat que a vos sie vista de haverse leyalment
e be en la exaccio dels dits drets guardant lo profit del dit General
e tot frau squivant e que donaran e liuraran a vos tot quant hauran
cullit e exhigit dels dits drets en la dita vila e batlia eus ne
donaran bon compte e raho tota hora que requests ne sien. Nos vos
donam e atorgam facultat e
comissio de exhigir demanar e haver
compte e raho de qualsevol persones qui en lo temps passat hagen
cullides les dites generalitats e drets de aquelles en la dita vila e
batlia e les quals per aço tengudes sien e rebre e haver de aquelles
tals tot quant vers elles sia de les dites generalitats e drets e per
aço destrenyer e
forçar les per los
mijans
deguts de dret. E los dits comptes examinar loar approvar
o impugnar e aquells absolre o definir segons a vos vist sia. Pusquau
encara de part nostra requerir los batle e oficials de la dita vila e
batlia de fer e prestar e de aquells rebre la seguretat acostumada
migançant sagrament e
homenatge que obtemperaran e exequiran nostres requestes o per part
nostra a ells faedores cessants tots consell dilacio e consulta.
Sobre les quals coses totes e sengles dessus dites ab ses incidencies
e deppendencies acomanam e cometem a vos dit En P. Gil plenariament
lo loch e veus nostres. En la qual dita recepcio e altres coses queus
acomanam vos dit En Pere Gil vos hajau diligentment e be a tot profit
del General tot frau cessant e siau tengut tota hora que request ne
sereu les peccunies que rebudes haureu aquelles per aquelles sens que
non pusquau fer algun ampre o no donar e desliurar al honorable En
Joan Berenguer Thora general receptor en lo present any deputat per
lo dit parlament o a qui ell volra o a qui per nos o per part nostra
o de nostres successors en lo dit ofici de deputacio manat vos sia. E
les dites coses totes siau axi tengut fer e complir sots virtut del
sagrament e homenatge que per aço
haveu prestats en poder nostre. E del salari de la dita vostra
recepcio e altres coses dessus dites les quals vos acomanam a
beneplacit nostre e de nostres successors volem hajau star a
conexença vostra e de
aquells. E per semblant hi hagen a star los collectors particulars
per vos posadors en les dites coses. Adonchs requerim ab la present
los oficials de la dita vila e batlia sots virtut de la dita
seguretat per ells feta e o la qual son tenguts fer de obtemperar e
exequir nostres requestes. E a totes altres persones dehim e intimam
e per lo interes de les dites generalitats en quant en nostra
facultat es manam que a vos dit En P. Gil e als qui per vos seran
posats en e circa la exactio dels dits drets en la dita vila e batlia
obtemperen e los dits oficials vos hi facen assistencia e presten
auxili e ajuda. En testimoni de les quals coses
havem manat la
present esser feta de nostra ma signada e del segell de nostre ofici
en lo dors sagellada. Dada en Terragona a XVIIII dies del mes de
febrer
any de la Nativitat de Nostre Senyor MCCCCLXV. - Bernat
Çaportella.
Dominus deputatus mandavit mihi Petro Perello.


Prestó el referido Pedro Gil el juramento y homenaje con
todas las formalidades de costumbre, en poder del diputado, con
obligación de su persona y bienes.

Honrats senyers. Vostra
letra havem rebuda. Plau nos la diligencia que haveu en guardar los
drets del General e axi vos ne encarregam tota hora. Lo cas de
quens
haveu scrit den Cabrer o de sa muller nos lons
reservam. Nous cureu per lo present enantar hi fins altrament vos
scrivam. Persones son tinentes de qui tota hora se pora haver raho e
certament es nostra voluntat vista la cosa no passar la sens castich
de la culpa lur e de altres eximpli. Data en Terragona a XVIIII dies
de febrer any MCCCCLXV. - Bernat Çaportella.
Bernat Çaportella
deputat del General de Cathalunya resident en Terragona.
Als
honrats En Gabriel March e En Joan del Mas cullidors de les
generalitats en la vila de Falcet.
Dominus deputatus mandavit
mihi Petro Perello.

Honrat senyer. Vostra letra havem rebuda
e responent vos al contengut quant es al fet de les letres del senyor
Rey que demanau per la present partida del
present correu nos
son pogudes desempatxar. Haureu les decontinent. Al que dehiu dels
cavallers que haveu pagats los V rocins del bisbe per I mes e los

altres per dos ab tot pensem que sia per lo temps que han ya
servit. Pero encara haurem a plaer nos ne certifiqueu. Avisant vos
com los V rocins del bisbe son ultra lo nombre que lo parlament ha
ofert al senyor Rey e vist que lo dret no abasta als altres vos dehim
no doneu res per aquells cinch fins que nos vos ne scrivam.
Pero teniu los axi en bones paraules nels digau res de aço.
Als altres XX donau tot aquell compliment que pusquau e lo dret
abaste. Avisant vos com per letres del baro qui ha scrit que la
senyora sa muller fos aci socorreguda del sou fins en XXX lliures nos
li havem feta aci bestraure en absencia den Thora alguna part de
aquelles e decontinent lo dit En Thora
sie attes li sera fet
compliment a les dites XXX lliures. Per que feu a ell compte sobre
aquelles en lo que li donareu. Al restant que dehiu del forment lo
dit En
Thora sinch spera de dia en dia. Vengut que sia
veurem sis pora donar orde en lo que scriviu. Dada en Terragona a XXI
de febrer any MCCCC sexanta cinch.
- Bernat Çaportella.
Bernat
Çaportella deputat del General de Cathalunya resident en Terragona.

Al honorable En Joan Terre receptor de les generalitats en la
vila e vegueria de Vilafrancha de Penedes.
Dominus deputatus
mandavit mihi Petro Perello.

Provisio den Pere de Ramon
Arnau
del ofici de deputat local en la vall Daran.
Nos En
Bernat Çaportella cavaller unich deputat del General del Principat
de Cathalunya resident en Tarragona en qui requau tota la potestat
del ofici de diputacio del dit General per la inobediencia e rebellio
per los olim condeputats nostres a la Magestat del senyor Rey feta.

Confiants de la fe e probitat de vos En Pere de Ramon Arnau del
loch de Arties de la vall Daran ab tenor de la present fem e cream a
vos en deputat local de la dita vall e lo dit ofici de deputacio
local per aquell temps que sera de beneplacit nostre e de nostres
successors deputats a vos cometem e acomanam. Axi que durant lo dit
beneplacit siau deputat local en la dita vall e lo dit ofici
hajau e tingau regisquau e exercisquau e
totes e sengles coses façau e fer pusquau que al dit
ofici se sguarden. E hajau per lo dit ofici aquell salari e
aquelles prerogatives emoluments e drets que vostros
predecessors en aquell han acostumat rebre e haver. En lo qual dit
ofici e totes e sengles coses en aquell pertanyents vos hajau be
faelment e leal los drets e preheminencies del dit General conservant
guardant e mantenint e los damnatges squivant salva tots temps
veritat e honestat segons haveu ofert e promes en virtut de jurament
e homenatge que per aço haveu prestats en poder nostre. Adonchs ab
la present requirim tots e sengles oficials axi ecclesiastichs com
seglars en la dita vall constituhits sots virtut de la seguretat per
ells feta e prestada e o que fer e prestar son tenguts de obtemperar
e exequir nostres requestes e a totes altres persones a les quals se
sguarde per lo interes de
les dites generalitats dehim e manam que a vos dit En Pere de Ramon
Arnau durant lo dit beneplacit hagen e tinguen per deputat local
en la vall dessus dita e a vos en e circa les coses concernents lo
dit ofici e us e exercici de aquell obtemperen e los dits oficials
obtemperar facen eus hi assisten de oportu auxili. Dada en Terragona
a XXVII dies del mes de febrer any de la Nativitat de Nostre Senyor
MCCCCLXV. Bernat Çaportella.
Dominus deputatus mandavit mihi
Petro Perello.

Juró y prestó homenaje el referido Pedro de
Ramón Arnau, en poder del diputado, con todas las formalidades de
costumbre.