jueves, 27 de mayo de 2021

IX. Á LA VILA DE VALLDEMOSSA.

IX

Á LA VILA DE VALLDEMOSSA.

Bé ´m plau entre vosaltres
asséurem
devegades, com en l´ascó dels avis.
(A. Blanch)


Era de nit; ab un carro
Envelat, y d´alegransa
Ple lo
meu cor, en la vila
De Valldemossa jo entrava.
¡Si n´hi havía
de bells horts!
Si n´hi havía de montanyes!
¡Si ´n
derramava de gloria
La lluna d´estiu més clara!
Del Coll per
lo comallar
Lo camí real avança,
Vorellat per lo torrent
Del
vehí Puig de Na Fátima.
Al voltant d´un caseríu,
A dins la
vall recolzada,
La vila, al clar de la lluna,
De rebent se nos
atança.




IX
Á LA VILLA DE VALLDEMOSA.

Pláceme sentarme alguna vez
entre vosotros,
como en el hogar de los abuelos.
(Adolfo
Blanch.)

Era de noche; en un carro con entalamadura, segun la
antigua usanza mallorquina, entraba yo en la villa de Valldemosa,
llena de júbilo el alma.
¡Cuántos amenos huertos! ¡cuántas
empinadas sierras! La luna, en uno de sus plenilunios de verano,
derramaba tranquila claridad.

Por la hondonada del Collado
avanza el camino real, orillado por el torrente del vecino Monte de
Fátima.

A la vuelta de un caserío, á la luz de la luna, se
nos presenta de golpe la villa, recostada en el fondo del valle.



Deu te guart, hermosa vila,
Per Ciutat tan nomenada;
Deu te
guart, rica perleta
Closa dins estes montanyes....
---
Se
senten veus de conversa
Que ´ns du de la nit l´oratje;
¿Quí
será? Calláu, ja s´ouen
Més propet les veus més altes.
Es
un llaurador qui torna
Ab los bous de la llaurada;
Una donzella
va ab ell,
Y ´ls dos la Corona passan.
- Llaurador, la vostra
filla
Sens dubte está molt cansada;
Veníu, posaula en lo
carro,



Y ´ls bous menáu á l´estable.
Pageseta, pageseta,
Pageseta
agraciada,
Apar qu´ets valldemossina
Ab ton capellet de
pauma.
- Sí senyor, dins Valldemossa,
Dins Valldemossa som
nada;
Nasqué mon pare y ma mare.
Y ´ls meus avis una
terra
Ací mateix ja llauravan;
Y ara venim de la rota,
Y
duch murta per la Beata.
___




¡Salud, risueño pueblo, tan famoso en Palma!
¡Salud, rica perla
engastada en estos montes!....
___

Oigo palabras que nos
trae la brisa de la noche. ¿Quién es? Silencio, ya se oye la
conversacion más cerca.

Es un labrador que regresa de la
labranza, con su par de bueyes; una jóven, hija suya, viene con él,
y los dos rezan el santo Rosario.

- Labrador, sin duda su hija
de V. está cansada; súbala V. en nuestro carro, y llévese al
establo los bueyes.

Niña, graciosa niña, ¿de dónde eres?
Parécesme de Valldemosa, con tu sombrerito de palma.

- Sí,
señor, en Valldemosa mismo nací; en Valldemosa nacieron mis
padres.
Y mis abuelos eran ya labradores de esta comarca; ahora
venimos del pegujal, y traigo flores para la Beata Catalina. -



Valldemossa, dolç alberch
De la pau y de la gracia,
Niu de
músichs rossinyols,
Paradís de nostra patria.
¡Ay la vila!,
qu´ets d´hermosa
Per la lluna il-luminada,
Qu´ab lo silenci
nocturn
Entra en tes casetes baxes.
Lo cel blavench forma
tenda
Sobre ´ls cims de tes montanyes,
Y tes montanyes
enclouen
Ton cosset de bella fada.
Per esta vall lo perfum
Se
sent d´odorífichs arbres,
Milions d´aucells volatejan
Pe´ls
torrentols de les tanques.
Ton nom moresch, tes palmeres.
Me
diuen qu´eras sultana,
Un jorn pe´ls fills de Mahoma
Ab foll
amor festejada.
Y m´ho diuen de tes costes
Les histories
llegendaries,
De moros, y de catius,
Y de vaxells de
pirates.
Mes tos campanars, tes festes,
Mostran qu´ets verge
cristiana,
De l´antiga Catalunya
Al pit matern
alletada...
¡Quína Ermita tan alegre
Qu´está demunt la
montanya!
Per un bosch de pins s´hi puja,
Y´s veu la mar á
la espatla.


Valldemosa, dulce albergue de la paz y de la gracia; nido de
melodiosos ruiseñores; paraíso de Mallorca.
¡Qué hermosa eres
cuando los rayos de la luna, prevalidos de nocturno silencio, entran
en tus bajas casitas!

El cielo azul forma pabellon que se
apoya en las cimas de tus montes; y tus montes rodean encerrándolo
tu cuerpecito de hada:

En este valle se siente el aroma de
olorosos árboles; millares de avecillas revolotean por los
arroyuelos de los cortijos.

Tu nombre árabe, tus palmeras, me
dicen que eras sultana, un tiempo agasajada con loco amor por los
hijos del Profeta.

Y me lo dicen las tradicionales narraciones
de tus costas, tus cuentos de moros y cautivos y bajeles de
piratas.

Pero tus dos campanarios, tus fiestas populares,
muestran bien claro que eres vírgen cristiana, criada á los
pechos de la antigua Cataluña...

¡Qué Ermita tan alegre hay
sobre el cerro! Súbese á ella al traves de los pinares, dejando el
mar á la espalda.



La pau de la penitencia
Los ermitanets alcançan,
S´hi respira
un ayre pur,
S´ou la veu de la campana...
Al cap d´amunt de
la vila
Un vell edifici s´alça;
Joya del art mallorquí,
La
Cartuxa malhaurada.
Joya del art, font de Ciencia,
de Religió
ver miracle,
Estrella de tota l´Illa
De Valldemossa la
mare.
La Cartuxa, ¡ay Deu del cel!,
Hont un día
ressonavan
Del fills de Bruno los cántichs,
Dels penitents les
vergades.
¿Y ara? Sols es la memoria
De la bella etat
passada;
Un vaxell arreconat,
Un cor desfet, un cadavre.
Jo
´asseguí devora ella,
Jo m´asseguí sota ´ls arbres
Qui ab
anyorança la besan
Com òrfens lo cos del pare.
Tot *concivós
y ab desfici
Ja m´hi asseguí á la vesprada;
Y entre ´ls
batecs de mon cor,
Y entre les remors llunyanes.
Muntavan de
les vereres
Recorts de l´etat mitjana,
Rimats ab notes
perdudes
De cançons y de rondalles.

La paz de la
penitencia gozan los ermitaños; se respira puro ambiente; se oye el
són de la campana...

En la parte más alta del pueblo, se
levanta un viejo edificio: es una joya del arte mallorquín, es la
desgraciada Cartuja.

Joya del arte, fuente de la ciencia,
verdadero milagro de la Religion, estrella de la isla, madre de
Valldemosa.

¡La Cartuja! ¡Oh Dios del cielo! En ella
resonaban un día los cantos de los hijos de Bruno, los azotes de los
penitentes.

Ahora sólo es memoria de los antiguos poéticos
tiempos, un bajel abandonado, un corazon deshecho, un
cadáver.

Sentéme cabe ella; sentéme debajo de los árboles,
que la besan gimiendo, como los huérfanos el cuerpo del autor de sus
días.

Pensativo, displicente, me senté allí, á las
primeras horas de la noche: latía fuertemente mi corazon,
percibíanse lejanos murmullos.

Y subían hasta mí de las
pendientes del valle, los recuerdos de la Edad media, rimados con
notas perdidas de leyendas y canciones.



La cadira del rey Sanç,
Lo palau del segon Jaume,
La casa de
Miramar
Qui fou de Lull noble casa.
Dels sabis de la
Cartuxa
Veya venerables cares,
Y entre ells del pros
Jovellanos
La figura´s presentava.
Y veya entre totes
elles
Pura, suau, plena de gracia,
Aquell ángel de
Mallorca,
Sor Catarina Thomasa....
¡Ay! ¡tanta ditxa y
grandesa
Solament la recordança
Nos dexaren, y´s
fongueren
Com se fon bambolla d´aygua!...
___

Que Deu te
guart, vila hermosa,
Que Deu te guart, vila amada,
Pagesetes
del gay trajo,
Boschs d´encisadora flayra;
A contemplarvos la
nit
Mon cor vindrá aletejantne.
¡Adeu, montanyes del
Teix,
Adeu, fins á la tornada!

Juliol de 1868.

Recordaba las historias de la Silla del rey Don Sancho, del Palacio
de D. Jaime II, de la Casa de Miramar, famosa mansion de Ramon
Lull.

Se me aparecían los venerables rostros de los sabios de
la Cartuja; y, en medio de ellos, gustando las delicias de su franca
hospitalidad, el ilustre Jovellános.
Y veía entre todas, pura,
suave, llena de gracia, levantarse la figura del ángel de Mallorca,
de la vírgen Catalina Tomás...

¡Ay! ¡tanta dicha, tanta
grandeza sólo nos han dejado el recuerdo; se han desvanecido, como
se desvanece una burbuja de agua! …
___

Adios, hermosa
villa; adios, labradorcitas, las del gracioso traje; bosques de
embriagador aroma.

Batiendo las alas del deseo, mi corazon
vendrá á contemplaros durante la noche. Adios, montañas del Téix;
¡adios, hasta la vuelta!

lunes, 10 de mayo de 2021

LIBRO PRIMERO. VII - X

VII.

OMBRA DE L´EPIDEMIA.

OCTUBRE DE 1870.

Lo
goig aquí no´s mostra
Com en abans solía,
Les cases son
tancades,
Veynats no se visitan.
Los uns depressa fugen,
Adeu
los altres diuen;
Carrers tan sols romanen
Sens bull sens
alegríes.
Y sola, abandonada,
La reyna de les viles,
Seguda
prop les ones
Lo cel plora mira.
***
¿Per qué la mare
vostra,
Vostra ciutat nativa,
Abandonáu vosaltres,
Fugint á
la campinya?



VII.
LA SOMBRA DE LA EPIDEMIA.

OCTUBRE DE 1870.

Ya
el gozo se fué de Palma; se han cerrado las tiendas; los vecinos no
se visitan.

Los unos salen huyendo; los otros dicen
tristemente adios; quedan desiertas las calles, sin bulliciosas
alegrías.

Y sola, y abandonada, la reina de los pueblos
mallorquines, sentada á orilla de las olas, envía llorosas miradas
al cielo.
***

¿Por qué vosotros abandonáis á vuestra
madre, la ciudad que os vió nacer, y os refugiáis en los campos?




Dolrosa n´es la marxa,
Dolrosa la partida,
Axí com hosts
desfetes
Del enemich seguides.
¿Qué hi há? qué ´ns
amenassa?
¿Per qué aytals agoníes?
Donzelles ja no
folgan,
Ninets ja no sonriuen.
***

Funests recorts
umplenan
Com may la fantasía,
Imatges se presentan
De negre
dol vestides.
La Religió aconhorta,
L ´autoritat
vigila,
Consells dona la ciencia,
Socors l´economía.
Però,
¡ay Deu!, queda Palma
En amargor may vista,
Com destronada
reyna,
Muller qui pert la vida.
***
Ja ´ls infelissos
pobres
A Cort se reunían,
Vestits de mal ropatje,
Les cares
esmortides...
Actiu traball cercavan,
¿Quí axò los
donaría?
Ni los pagesos vénen,
Ni lo comerç pren víes.

Dolorosa es vuestra marcha, dolorosa la despedida: se
parece á la de un ejército derrotado, cuya retaguardia pica el
enemigo.

¿Qué hay? ¿Quién os amenaza? ¿Por qué tales
trastornos? Las doncellas no cantan; los niños no
sonríen.
***
Tristes recuerdos evoca la fantasía; imágenes
vestidas de luto.

La Religion infunde consuelo; la autoridad
vigila; consejos da la ciencia; socorros la economía pública.

Pero,
¡Dios mío!, queda la pobre Palma sumida en inmensa amargura; como
destronada reina, como esposa que se muere.
***

Los
infelices desvalidos se reunían en la plaza de Cort: sus vestidos
son andrajos; su cara imágen de la muerte.

Buscan lucrativo
jornal. ¡Quién se lo diera! Ni los campesinos vienen; ni el
comercio emprende su cuotidiana ruta.



Les máquines no rodan,
Y los telers no filan;
Ni al cel ses
rojes flames
Les fundicions envían.
***

Ressonan les
campanes,
Y el poble s´en va á missa;
Ab devoció les
dones,
Tristor duhent escrita.
Y compungits los hòmens,
Cansats
del ateísme,
La Religió cristiana
Ab nova fe meditan.
Un
ayre de misteri
Per tot vuy se respira;
¡Y es que ab la gran
desgracia,
AB PESTE, Deu castiga!
***

¡Senyor, Senyor!,
¿la peste,
La copa de tes ires,
Derramarás per perdre
La
terra mallorquina?
¡Jamay! que ta Clemencia
No ho vol, si ta
Justicia.
Ingrats com Jueus tots fórem,
Impurs com
Sodomites;
Pero, ay Senyor, ¡la peste!...
Detén eix mal
horrible;
Si som dolents, ja es bona
Ta Mare, nostra
Filla!
___



Las máquinas no funcionan, ni los telares hilan, ni los hornos de
fundición envían al cielo sus rojas llamaradas.
***

Doblan
las campanas, y el pueblo acude á oir el Santo Sacrificio; van
devotamente las mujeres, llevando la tristeza grabada en el
semblante.

Y arrepentidos los hombres, cansados del ateísmo,
meditan con nueva fe las verdades de la Religion cristiana.

Hoy
se respira por todas partes el aire de misterio: es que Dios nos
castiga con la mayor de las desgracias, ¡con la peste!
***

¡Señor,
Señor!, ¿la peste, la copa de tus iras derramarás sobre nosotros,
para perder esta tierra de Mallorca?

¡No, nunca!; que tu
Clemencia no lo quiere, si lo exige tu Justicia. Todos fuímos
ingratos, como los judíos; fuímos impuros como los
sodomitas.
Pero, ¡ay, Señor!, ¿la peste?... Detén ese horrible
castigo. ¡Si somos malos, en cambio es buena tu Madre, NUESTRA HIJA,
Santa María!
___



VII.
AUSENCIA.
(CARTA Á MOS AMICHS)

Temps fá que vos
n´anáreu, y dins Palma
Tot solet m´he quedat; un cor
qu´estima
Vora de son amor com de la gloria,



Vora de sos amichs estar desitja.
L´anyorament, exa paraula
hermosa,
Honra de la gran llengua qu´escrivían
Nostres bons
vells, compresa per ma ánima
Talment com ara may estat
havía.
Dins ciutat no veig més que tristes cares
Alegres ¡ay!
quant Allá Dalt volían,
Persones pera mí desconegudes,
Casetes
pobres de miseria omplides,
Y per hont quant hi pas no
m´escomouen,
Y carinyosa ni una veu me crida.
Me compar á
vegades solitari
Al desterrat que Lamennais nos pinta,
O á los
fills de Sion, qu´en la ribera
De los rius extranjers plorant
vivían.




VII.
AUSENCIA.
(CARTA Á MIS AMIGOS.)




Hace bastante tiempo que os marchasteis, y me he quedado
enteramente solo: un corazón que ama, desea estar al lado del objeto
de su amor, cual si fuese su gloria. La nostalgia, que aquí llamamos
anyorament, (hermosa palabra, honra de la gran lengua de nuestros
abuelos), no había sido sentida por mi espíritu tan profundamente
como ahora. En Palma no veo sino tristes semblantes, alegres un
tiempo cuando Dios quería; sólo veo personas desconocidas; sólo
casuchas donde habita la miseria, y de cuyos umbrales no sale nunca
la voz de la familiaridad y del cariño.

A veces en mis
solitarias cuitas compárome al desterrado descrito por Lamennais, ó
á los hijos de Sion que lloraban á orillas de extranjero río.



Sé emperò, que l´amor no té distancies,
Qu´es esperit l´amor,
flama divina,
Y un poch de terra entre los sérs qui ´s volen,
La
mar, lo mon, no poden refredirla;
Que l´amor sap passar valls y
fronteres
Falaguer com lo vent de les campinyes.
Y jo conech
que vos estim, puys sempre
Mon pensament s´en va per exes
viles
Ahont habitáu, travessa les arbredes
Y á vostra casa
molt sovint arriba.
No hu voldréu creure, mes llevòrs
gojosa,
Ágil, riallera sént l´ánima mía.
Me passeig ab
vosaltres, repetintvos
Lo que dins Palma son pesats los díes,
Lo
que sufreix el menestral sens feyna,
La malalta tristesa que´ns
mostía,
Lo desolat silenci que s´ascolta
Per hont abans les
multituts bullían.
Devallam per esquerpes encontrades,
Sentint
remors de l´aygua fugitiva,
O dins lo bosch, seguent lo
decapvespre,
Entre ´l fullatje de los pins que siulan,
Conversam
de la gloria dels pagesos,
De les fonts que regalan poesía,
Dels
tendres goys de l´amistat sencera,
De la barbarie de la guerra
altiva;
Mentres lo sol ponent tras la montanya
Daura ´l cel de
vistosa argentería.
¡Oh! ¡quant trist es llevòres,
retornantne
Mon pensament de son ideal exida,
Trobarme tot
solet dins casa meua,
Sens més companya que germans y llibres!




Pero sé que el amor no conoce distancias; pues el amor es espíritu,
es llama divina. Y no una poca tierra, interpuesta entre los séres
que se aman, ni áun el inmenso mar, ni el ancho mundo, son capaces
de apagarla. El amor sabe pasar valles y fronteras, alígero como el
viento de los campos. Conozco que os amo; pues siempre mi pensamiento
vuela hácia esos pueblos donde vivís, atraviesa las arboledas, y
llega repetidas veces á vuestras casas. No lo querréis creer, pero
os aseguro que entónces siento llena de gozo, risueña y ágil el
alma mía. Me paseo con vosotros, repitiéndoos cuán fatigosos son
los días en Palma; cuán amargos los sufrimientos del obrero,
condenado á forzosa huelga; la enfermiza tristeza que nos devora; el
desolado silencio que se escucha precisamente en los sitios donde
ántes se oía el hervidero de las muchedumbres. Nos bajamos por
escarpadas veredas, oyendo el murmullo del fugitivo arroyo; ó
sentados á la tarde en lo más recóndito del bosque, bajo las copas
de silvadores pinos, hablamos de la felicidad de los lugareños, de
las fuentes que manan poesía, de los dulces goces de la fiel
amistad, de la barbarie de las guerras europeas; miéntras el sol,
poniéndose detras de los montes, adorna el cielo con vistosos
arreboles de oro y plata.

¡Oh! ¡cuán triste es, al regresar
de mis ideales excursiones, hallarme en mi casa, solo, sin más
compañía que hermanos y libros!




Passan de la Tardor les llargues vetlles
Entorn ja del braser,
arreu llegintne
D´algun periòdich les fatals columnes
Qui de
la peste contan les noticíes.
Si llig que l´epidemia extén ses
ales,
Sobre los pobles interiors de l´illa,
Bat totduna mon
cor pensant en voltres,
Puys si qualcun de mos amichs
partía
Tan prest al cel, dexantnos avuy òrfens,
Los
desconsols de casa no´s mourían.
Y com jo sé que voltres molt
feliços
No podeu ser tementne per ma vida,
Jo ademés de los
mals qui me rodejan
Y´m fan penar, per vostres agoníes
Peno
també, vostre dolor dolguentme:
Qu´axí les lleys d´amor ho
determinan,
Y axí l´ausencia separant los homes
Lo pit
umplena de corcó maligne.
Prech á Deu que s´en vajan estes
diades
De tenebrosa boyra revestides,
Y torni prompte á
il-luminar ma terra
Lo sol de la salut delitosíssima.
Prech á
Deu que nos done l´alegrada
De que prompte ´l comerç reprenga
víes,
Y les naus sens temor solcant les ones
Reportin
l´abundança que solían.
¡Prech á Deu que no´s pas esta
ivernada
Nevant sobre vosaltres á la vila,
Y que abans de
Nadal nos tornem veure,
Y una forta abraçada ´ns torn la
ditxa!!
Palma 12 Novembre 1870.


Pasan las tristes veladas del Otoño, en torno de la chimenea,
leyendo las fatales columnas de los papeles periódicos, que dan
noticias de la peste. Si leo que el contagio bate sus alas sobre los
pueblos del interior de la isla, se sobresalta el corazon. pensando
en vosotros; porque si alguno se fuese tan pronto á la Eternidad,
dejándonos á todos huérfanos, el desconsuelo se aposentaría para
siempre en casa.

Y como sé que no podéis estar tranquilos,
temiendo por mi vida; yo, ademas de los males que me rodean y me
hacen sufrir, sufro tambien por vuestro desasosiego, doliéndome de
vuestro dolor. Así lo quieren del amor las leyes; así la ausencia,
separando á los hombres, llena el pecho de ansiedad terrible.

Ruego
á Dios que desaparezcan cuanto ántes estos días, vestidos de
tenebrosas nieblas; y pronto vuelva á iluminar esta tierra el
hermosísimo sol de la Salud.
Ruego á Dios que nos dé la
satisfaccion de que pronto el comercio recobre su prosperidad pasada;
y las naves, surcando impávidas las olas, nos traigan la abundancia
que solían.
Ruego á Dios que no tengáis que pasar el invierno
en esos pueblos, en medio de la nieve; ¡que nos veamos ántes de
Navidad, y un estrecho abrazo nos devuelva la dicha!

(V. nota
(5) al final.)