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martes, 30 de abril de 2019

LA RECONQUISTA DE EJEA POR LOS SOLDADOS FRANCESES


2.27. LA RECONQUISTA DE EJEA POR LOS SOLDADOS FRANCESES (1095)
(SIGLO XI. EJEA DE LOS CABALLEROS)

En tiempos en los que regía los destinos de Aragón el rey Sancho Ramírez, el ejército cristiano aragonés trató una y otra vez de conquistar por la fuerza de las armas la ciudad de Ejea sin éxito alguno, pues tanto la enorme valía y la bizarría de los soldados musulmanes como la situación privilegiada de la que gozaba el enclave de la murada plaza impedían un asalto definitivo con ciertas garantías.
Afortunadamente, cuando los soldados aragoneses estaban a punto de perder toda esperanza de victoria, llegaron de Gascuña el conde de Bigorra, don Gastón de Espés y otros muchos nobles y caballeros franceses con sus propias huestes perfectamente armadas. Éstos, una vez se hubieron percatado de la situación real —muy difícil por cierto—, aconsejaron humilde y sabiamente al rey que hiciera una promesa a san Geraldo, santo del que eran muy devotos los guerreros franceses. De esta manera, le hablaron pormenorizadamente al rey aragonés del monasterio de Selvamayor, situado en plena Gascuña, donde se guardan los restos de tan venerado santo, bien conocido y aclamado por su demostrado poder milagroso. (Abbaye de La Sauve-Majeure)
Sancho Ramírez, deseoso de tomar Ejea a toda costa para proseguir el avance reconquistador en otros frentes, prometió que, en caso de obtener la fortaleza, entregaría al santo las primicias de pan, vino, olivas, lino y de todas las riquezas de la tierra. Así es que el ejército aragonés, confiado en el poder intercesor de san Geraldo ante Dios y en el apoyo de los franceses, se dispuso para la batalla final lleno de fe en la victoria. La lucha por la hasta entonces inexpugnable Ejea —que sin duda hubo de ser muy intensa— terminó con la muerte de todos los infieles a manos cristianas, con lo que la población cayó y quedó en poder del monarca aragonés.
La calma se hizo en el campamento del gozoso rey Sancho Ramírez, quien, fiel a la palabra que había empeñado ante los muros ejeanos, satisfizo la promesa que le hiciera al santo y para ello mandó construir dentro ya de la ciudad tomada una iglesia, casa y cementerio (lo que se denominó en adelante como «Abadía de Ejea»), donde se recogerían y guardarían desde entonces los frutos de las primicias prometidas.
[Ferrer y Racax, Joseph F., Idea de Exea, págs. 62-66.]

LA RECONQUISTA DE EJEA POR LOS SOLDADOS FRANCESES (1095)  (SIGLO XI. EJEA DE LOS CABALLEROS)




Ejea de los Caballeros (Exeya d'os Caballers en aragonés) es una villa y un municipio español, de la provincia de Zaragoza y la comunidad autónoma de Aragón, situado en la comarca de las Cinco Villas en el partido judicial homónimo. Dista 72 km de la capital provincial, Zaragoza, y 43 km de Tudela (Navarra).


Con una superficie de 609,92 km², es el segundo municipio más extenso de Aragón. Tenía una población de 16 605 habitantes (INE 2018), lo que le convierte en el cuarto más poblado de la provincia.

Actualmente, el municipio de Ejea de los Caballeros comprende las siguientes localidades:3​ Bardenas, El Bayo, Ejea de los Caballeros, Farasdués, Pinsoro, El Sabinar, Rivas, Santa Anastasia y Valareña.

Por su extensión se trata de uno de los municipios españoles más extensos, siendo su superficie de 609,92 km2.

El término municipal incluye los núcleos habitados de Farasdués y Rivas, junto con los pueblos de colonización de Pinsoro, El Bayo, Bardenas, Valareña, Santa Anastasia y El Sabinar. Limita al norte con Sádaba, Biota, Luesia y Asín; al este, con Orés, Luna y Castejón de Valdejasa; al sur, con Tauste; y al oeste, con las Bardenas Reales, en Navarra.

El origen geológico del territorio que hoy ocupa Ejea de los Caballeros se remonta al comienzo de la Era Terciaria, en lo que los especialistas han llamado el «paroxismo alpino».

Justo en la zona donde en la actualidad se sitúa Ejea, se produjo un hundimiento, que se cubrió con posterioridad con materiales miocénicos (margas, arcillas, arenisca y calizas) de una antigüedad en torno a los 22 millones de años. La fineza de esos materiales facilitó la acción de la erosión diferencial, que a lo largo de miles de años configuró este territorio con unas formas dominadas por la planitud del terreno.

Así pues, Ejea se ubicó en el centro de una depresión cubierta después por sedimentos cuaternarios, de hace un millón de años, que tiene relación con el sistema fluvial de terrazas Arbas-Riguel. Como consecuencia de todo ello, el relieve ejeano es predominantemente llano, salteado tan sólo por suaves elevaciones. Ejea se encuentra a 320 msnm, altitud baja si se compara con los 525 msnm de la vecina villa de Luna o con los 745 msnm de la Sierra de Erla y los Montes de Sora.

Ejea tiene un clima de tipo continental, aunque suavizado con ligeros matices del clima mediterráneo. Se caracteriza por sus temperaturas extremas, la escasez e irregularidad de las precipitaciones y la limpieza atmosférica gracias a los vientos. El clima es de los más duros de España, con temperaturas muy bajas en invierno que pueden alcanzar los 18 °C bajo cero y temperaturas superiores a los 40 °C en verano.

La temperatura media anual es de 14 °C. Los meses más fríos son enero y febrero con medias menores de 5 °C, aunque se dan baremos absolutos que descienden por debajo de 0 °C, sobre todo en invierno. La media de temperatura de noviembre a enero es inferior a los 10 °C, pero se producen con frecuencia heladas hasta bien entrado el mes de mayo.

Los meses más calurosos son julio y agosto, aunque ya desde finales de junio se produce un aumento notable de las temperaturas. La media en el verano es de 23 °C, sin descartar los días en que el termómetro alcanza los 40 °C. Esta rigurosidad térmica se suaviza en otoño.

La media de lluvias de Ejea es de 468 mm anuales, siendo mayo el mes más lluvioso seguido de la estación otoñal, en forma de gota fría. Por el contrario, el verano es el periodo más seco, humedecido sólo con esporádicas tormentas de origen térmico.


Río Arba de Biel a su paso por Ejea.
El viento es un meteoro muy característico de la zona. El viento del norte encajonado en el valle del Ebro origina el llamado «cierzo», que llega a alcanzar grandes velocidades y provoca una sensación térmica muy fría en invierno pero refrescante en verano. En verano, sobre todo, sopla el viento del sureste, el llamado «bochorno», que contribuye al aumento de las temperaturas.

Tanto el relieve como el clima hacen que el régimen hidrográfico sea un tanto irregular, con una pertinaz sequía en verano, sólo rota por las riadas provocadas por las tormentas y con un aumento del caudal en primavera y otoño. Todas estas peculiaridades se reflejan en los ríos que atraviesan el término municipal de Ejea de los Caballeros: Riguel, Arba de Luesia y Arba de Biel. Estos dos últimos se unen en un solo río Arba ya cerca del casco urbano de Ejea.

En el territorio de Ejea de los Caballeros se dan bastantes casos de endorreísmo como consecuencia de la impermeabilidad del suelo, sobre todo en zonas donde se concentra material calizo. Hay una buena muestra de estancas, lagunas y balsas, dotadas de diversas dimensiones y peculiaridades: el lagunazo de El Moncayuelo, el de Bolaso, la estanca de El Gancho y El Sabinar, y el pantano de San Bartolomé, además de otros núcleos de menor entidad.

También existen algunos manantiales. El más famoso de ellos es el de Bañera, aunque en el extenso término municipal encontramos numerosas fuentes.

A pesar de la intervención del hombre modificando el terreno, aún quedan en Ejea algunos restos de la vegetación original. Existe abundante monte bajo (coscojo, tomillo, romero) y algunas manchas espesas de arbolado, sobre todo pino carrasco (en la Bardena). En los márgenes de los ríos hallamos tamarices en las zonas de inundación, además de sauces y chopos.

No obstante, la construcción del embalse de Yesa y del canal de las Bardenas, que convirtió en regadío la mayor parte del término estepario de Ejea, terminó con la mayor parte del medio natural no humanizado.

Los arqueólogos han encontrado en estas tierras indicios de épocas tan pretéritas como la Edad del Bronce, el periodo Calcolítico o incluso el Neolítico. Se han descubierto huellas de la actividad humana desde el 8000 a. C. En concreto, se han hallado restos en el yacimiento arqueológico existente en la parte alta de la villa, localizado ante la iglesia de Santa María, en pleno barrio de la Corona.

Edad Antigua
Sin embargo, los primeros datos históricos relativos a Ejea aparecen con la presencia en el lugar de los suesetanos, un pueblo de lengua celta relacionado con la gran tribu belga de los suesones, y que da a Ejea el primer nombre que nos es conocido, Segia, del que deriva el nombre actual. Sin embargo, los historiadores no tienen clara la importancia de la población de Segia dentro del territorio suesetano, desconociéndose por el momento si se trataba de su capital, de una ciudad importante o de un núcleo menor.

En este sentido, se ha defendido la identificación de Segia con la capital de los suesetanos, Corbio, que fue arrasada por un Ejército romano al mando del cónsul Terencio Varrón en el año 184 a. C., tras lo cual el territorio suesetano fue cedido a los vascones.

Época romana
Después de que Roma asumiese el control directo del territorio vascón, tenemos constancia de un documento, el llamado «Bronce de Ascoli», en el que, en el marco de la guerra social —de 91 a. C. a 89 a. C.—, Cneo Pompeyo Estrabón concedió la ciudadanía romana a nueve jinetes suesetanos o vascones de Segia, integrados en la llamada «Turma salluitana», como premio a sus actividades militares en dicha guerra.4​

Tanto bajo la República romana como bajo el Imperio romano, Segia y otras localidades de las Cinco Villas, como Tarraca —posiblemente Los Bañales de Uncastillo—, fueron objeto de una intensa romanización, motivada además por el hecho del intensivo cultivo en los llanos de la zona de trigo y otros cereales. La calzada Caesaraugusta (Zaragoza)-Pompelo (Pamplona) constituyó la columna vertebral de las comunicaciones que atravesaban sus tierras. Asimismo, los romanos extendieron una red de vías secundarias que daban acceso a las villas y los asentamientos de la población.

Cabe suponer que Ejea se viese afectada por las revueltas de los bagaudas en el siglo V, aunque carecemos de citas documentales al respecto, ya que los disturbios y enfrentamientos producidos se centraron en Hispania en el valle del Ebro, en especial en sus zonas alta y media —saqueos de Tarazona y Zaragoza, por ejemplo.

Edad Media
La caída del Imperio Romano supuso para Ejea un periodo de decadencia. A partir del año 545, su territorio entró en un proceso de despoblación y de disminución de la vida socioeconómica. En este contexto, el área de Ejea quedó bajo el dominio de un terrateniente hispanorromano, el Conde Casio.

Los visigodos hispanorromanos llamaron a la ciudad Egessa, denominación que aparece en algunas monedas.


Representación de Sancho Ramírez, quien intentó, sin éxito, reconquistar la villa en 1091.
La llegada de los musulmanes a la zona se produjo en 714, tres años después de su desembarco en la Península Ibérica. Aplicando una política de conversión, los musulmanes llegaron a un pacto con el Conde Casio: éste se convirtió al Islam, manteniendo todas sus posesiones pero rindiendo pleitesía al nuevo poder. De este modo, nació la dinastía muladí de los Banu Qasi. Bajo la dominación musulmana, la ciudad recibió el nombre de Siya.

En el posterior marco de la Reconquista, el rey de Pamplona Sancho Garcés I quiso arrebatar Siya a los musulmanes en los años 907-908, lo mismo que Sancho Ramírez en 1091, en ambos casos sin éxito. No sería hasta el año 1105 que Alfonso I el Batallador recuperase la villa para los reinos cristianos, pasando a denominarse Exea.

El historiador Jerónimo Zurita, en sus Anales de la Corona de Aragón, refiere que Alfonso I «lo primero que se acometió fue poner cerco sobre la villa de Ejea, lugar principal a la frontera de Navarra dentro de los límites de la región antigua de los vascones, y ganóla a los moros... Y allí se afirma que en aquél lugar tomó el título de emperador».​ Además de los pobladores cristianos, Exea se nutrió con la llegada de los judíos, cuya presencia aparece reflejada en las crónicas de la época. Por ejemplo, en el año 1208, Pedro II de Aragón les concedió el Castillo de Ortes para su repoblación.

Entre los edificios medievales más importantes destacan la iglesia de Santa María, edificada en 1174, y la de San Salvador, consagrada en 1222 y que durante un tiempo fue la base de uno de los prioratos que tuvo la orden de la Selva Mayor en Aragón. En 1265 Jaime I el Conquistador convocó Cortes en Ejea, en las cuales se acabó de modelar la figura del Justicia Mayor de Aragón, quien debía dirimir las disputas entre la monarquía y la nobleza.

Edad Moderna y Contemporánea:
En la Guerra de Sucesión, Ejea se había pronunciado por el archiduque de Austria, por lo que fue sitiada por el ejército de Felipe de Anjou. Comandadas por el Marqués de Saluzo, las tropas saquearon e incendiaron la ciudad.

Los habitantes de Ejea de los Caballeros contribuyeron a la lucha contra los franceses durante la Guerra de la Independencia, formando algunas guerrillas, que acudieron a combatir a Tudela. Era natural de Ejea una de las heroínas del primer Sitio de Zaragoza, Juliana Larena y Fenollé.


Canal de las Bardenas, de 132 km de longitud.


Canal de las Bardenas, de 132 km de longitud.

Ya en el siglo XX, el movimiento obrero tuvo una presencia importante en Ejea y su comarca, hallándose fuertemente implantada la Unión General de Trabajadores. Los socialistas de las Cinco Villas estuvieron implicados en la sublevación de Jaca y el diputado socialista por Zaragoza, José Algora, había recomendado a Fermín Galán que, desde Jaca, dirigiera sus tropas hacia Zaragoza atravesando las Cinco Villas, que les eran afectas.




A nivel económico, la ciudad se vio fuertemente modernizada a principios del siglo XX. Accedió al transporte en ferrocarril con la construcción del Ferrocarril de Sádaba a Gallur en 1915, lo que permitió el transporte barato de los productos de la comarca, cuya producción iba a aumentar con las sucesivas ampliaciones del regadío. La construcción del Pantano de Yesa y del Canal de las Bardenas, ambos consecuencia directa del Plan Aragón, permitió aumentar drásticamente la producción de cereal y remolacha y motivar la implantación de algunas industrias agroalimentarias. El proyecto del canal es de 1924 y el del pantano de 1926. En 1959 se inauguraron las dos infraestructuras y se construyeron los seis pueblos de colonización de Ejea.

miércoles, 4 de marzo de 2020

CXXX, reg 1900, fol 65, 4 agosto 1391

CXXX.
Reg. n. 1900, fól. 65. 4 ag. 1391.

CXXX, reg 1900, fol 65, 4 agosto 1391, Tiermas, Termas


Nos Johannes Dei gratia etc. Recta meditatione pensantes locum et podium nostrum de Tiermas miro robore constructum in confinibus et frontaria regni Navare quasi pro muro inexpugnabili tocius regni Aragonum antiquitus stabilitum quod dudum sinistro eventu et contra pactus federa medio juramento et aliis variis securitatibus inter serenissimum dominum regem Petrum projenitorem nostrum divine memorie et reges Petrum Castelle et Karolum Navarre vallata in tantum fuisse fortiter obsessum et impugnatum quod invalescente famis necesitate inter vos fideles subditos et naturales nostros probos homines dicti loci octo homines ex vobis obsides sub certis pactis de voluntate dicti domini genitoris nostri dicto regi Navarre tradere habuistis quosque etiam pro dicti domini genitoris et nostri servicio pocius interimi et in omnium vestrorum presenciis eosdem martirio vitam eorum finire voluistis et consensistis quam locum et podium predicta tradere dicto regi innatam super hoc detegentes fidelitatem et naturalitatem in vestris visceribus antiquatam: reminiscentes etiam quod licet dictus dominus genitor noster vendicionem de loco predicto certis rationibus certoque precio fecerit quam postmodum confimavimus Petro Jordani Durries militi quondam eique per vos dictos homines fieri et prestari mandaverit fidelitatis homagium et sacramentum: vos tamen pro servicio et honore nostre celsitudinis ac regie nostre corone zelantes et affectantes sub nostro dominio et successorum nostrorum perpetuo remanere de voluntate nostra dum in minoribus agebamus et etiam ex post ad solium regie dignitatis evecti vendicioni predicte tam dicto Petro Jordani dum viveret qiiam ex post ejus uxori et successoribusposse tenus contradixistis pro quibus damma varia ac expensas plurimas habuistis nec merito facere ac etiam sustinere: et insuper vexati ex his notorie vexacionem vestram redimere et cum uxore et heredibus dicti Petri Jordani de voluntate nostra componere et censualia propterea vendere vosque usurarum voragini ultra vires facultatum vestrarum subicere predictorum podii et loci luicione seu redempcione: quia evidens evocat ratio ut vos dictos homines tamquam benemeritos in nostris honoribus et utilitatibus insudantes prosequamur graciis et favoribus oportunis precipue cum universitatis vestre fragilitas tot et tanta in et pro premissis vobis incumbencia onera sine nostre regie munificencie presidio suportare non posset: de certa nostra sciencia et consulte tenore presentis carte nostre firmiter et perpetuo valiture quam vim habere volumus et decernimus legis paccionate a qua recedere minime nos liceat seu eidem aliquatenus contraire per nos et successores nostros quoscumque sanccimus decernimus ordinamus et etiam promittimus in nostra bona fide regia sub virtute inferius per nos prestiti juramenti quod nos dictum podium seu locum terminos redditus seu jura eorundem in toto aut in parte ullo unquam tempore non dabimus concedemus vendemus infeudabimus impignorabimus permutabimus assignabimus nec obligavimus seu alio quocumque jure titulo causa seu ratione alienabimus comittemus seu in alium transferemus aut quomodolibet dividemus abdicabimus aut separabimus per nos aut alium quemcumque mediate vel inmediata a dominio jure et proprietate nostri et nostrorum et a corona nostra regia ad certum tempus violarium beneplacitum vel ad imperpetuum nec ipsius terminos redditus exitus proventus merum vel mixtum imperium jurisdiccione civilem vel criminalem aut aliam quamcumque altam vel baxiam regalias potestates nec alia jura quecumque nobis quovis modo pertinentia in predictis loco et terminis quocumque nomine nuncupentur: hoc tamen excepto et expresse retento quod dictos redditus et jura loci
predicti vobis hominibus dumtaxat vendere seu alienare liceat perpetuo vel ad tempus prout nobis fuerit bene visum. Et nichilominus damus et concedimus vobis dictis hominibus et successoribus vestris ut habeatis et gaudeatis ae habere et gaudere valeatis omnibus illis foris et consuetudinibus quos habent homines de Exea prout eis ac vobis concessa et concesse fuerunt ab antecessoribus nostris et ipsis perpetuo uti valeatis tam vos quam successores vestri habitantes et habitaturi in dicto loco et etiam quod omnes milites et infançones ejusdem loci cum omnibus hereditatibus et possessionibus suis quas in dictis loco et terminis habent et habituri sunt habeant eandem libertatem et infançoniam quam habuerunt et habere consueverunt in propriis hereditatibus ipsorum: ita tamen quod milites et infançones semper et assidue unusquisque in domibus suis teneat unum hominem valentem cum scuto et lancea et capello ferreo ad defendendum ipsam villam dum guerra fuerit. Preterea licet vos homines supradicti dicamini per foros esse liberi et exempti ab omni oste exercitu et cavalcata et eorum redempcionibus et ab omni pedido et demanda prout sunt homines de Exea: tamen quia ut prefertur in dictis foris predicta minime expressantur tenore hujusmodi ad omne dubium expellendum pro vestri cautela vos et vestros de predictis omnibus et singulis franchos liberos et inmunes facimus et perpetuo nominamus: hoc tamen excepto quod ubi contigeret nos aut successores nostros seu alios loco nostri et sui ire in exercitu quod illo tunc tercia pars vestri hominum predictorum de conditione tamen seu signi servicii in talem exercitum hostem seu cavalcatam intra regnum Aragonum tamen nos et ipsos sequi teneantur reliquis duabus partibus remanentibus in dicto loco et podio pro custodia et defensione ejusdem. Etiam concedimus et confirmamus vobis dictis hominibus et vestris successoribus omnes illos terminos jam vobis concessos per serenissimum dominum regem Petrum memorie recolende regem Aragonum et comitem Barchinone cum suo privilegio dato in Tiermens tercio idus mensis augusti sub era MCCXXXIX: in quibus siquidem terminis possitis vestra ganata depascere ac herbagia et pascua vendere et vestris utilitatibus applicare ligna virida et sicca scindere et in et de dictis terminis uti et facere pro vestro libito voluntatis de quibus nobis seu officialibus nostris rationem aliquam minime redere teneamini: ita tamen quod proprietatem dictorum terminorum non valeatis a nobis seu nostro dominio separare aut segregare: confirmantes nichilominus vobis de certa sciencia dictum privilegium et etiam omnia alia et singula privilegia per predecessores nostros illustres vobis concessa etiam si eis abusi fueritis vel contra ea vi vel gratis aut alias feceritis aut veneritis ullo modo. Promitimus inquam vobis pro nobis et nostris et aliis quorum interest vel poterit interesse sub virtute juramenti infrascripti quod omnia et singula supradicta conservabimus et tenebimus corone regie incorporata et affixa nec alicui seo aliquibus palam vel occulte verbo vel scriptis concessionem vel donationem obligacionem seu assignacionem de predictis seu aliquo predictorum faciemus nec fieri concedemus aut permittemus in diminucione vel mutacione aut derogatione statuti seu provisionis nostre hujusmodi: decernentes irritum et inane et prorsus carere viribus et effectu ac nullius momenti existere si aliter a nobis vel quocumque successore nostro fuerit quomodolibet attentatum: in quo casu quicquid fuerit factum in contrarium scienter vel ignoranter ineficax sit nulliusque valoris. Nos siquidem cum presenti mandamus omnibus et singulis habitantibus et habitaturis in dictis podio et loco presentibus et futuris sub pena fidelitatis et naturalitatis quibus nobis astricti sunt vobiscum paciscentes super hoc quod nobis non liceat contrarium facere seu modo quolibet contrahire et ubi forsan fieret per nos aut successores nostros quomodocumque aliqua venditio concessio transportatio seu quevis alia alienatio per inadvertenciam aut alias de podio seu loco predictis aut parte eorum alicui seu aliquibus personis in generali seu speciali ad imperpetuum vel ad tempus quod tales alienaciones concessiones seu transportaciones habeantur pro nullis irritis et inanibus sicut et nos habemus cum presenti ipsa omnia pro nullis irritis et non factis: concedentes vobis dictis hominibus licenciam et plenariam potestatem quod libere el impune possitis personis quibus per nos aut nostros successores facte forent vendiciones cocessiones aut quevis transportationes seu alienationes podii seu loci predictorum aut eorum jurium ac pertinenciarum predictorum in totum vel in partem ut supradictum est contradicere et resistere nedum per viam judicii ordinarii seu extraordinarii sed etiam de facto cum armis aut sine quibusvis personis et officialibus nostris facientibus seu venientibus contra premissa: quoniam omnia hec ex nunc modis superius (parece que pone súperius con tilde) expressatis concedimus et habemus pro remediis defensabilibus vobis necessariis sic quod pro dampnis quibusvis in personis vel bonis per vos seu quosvis alios qui vos juvarent in defensionem predictorum nulla pena irrogari valeat vel infligi etiamsi neces hominum vel membrorum mutilaciones sequntur: quoniam nos nunc pro tunc vos et ipsos ab omni pena absolvimus et penitus liberamus. Et ubi contingeret nos vel successores nostros contrarium premissorum seu aliquorum ex eis facere predicta seu aliqua ex eis vendendo transportando seu alias quomodolibet alienando aut impignorando etiam pro qualicumque inevitabili et urgenti necessitate quod ea omnia ipso foro et facto sint nulla cassa irrita et nullius efficacie seu valoris non obstantibus quibuslibet opposicionibus et contradiccionibus per nos seu officiales nostros quoscumque factis vel fiendis inhibentes nunc pro tunc et e converso quibuslibet officialibus nostris et nostro etiam procuratori fischali ne vobis aut vestris in et supra premissis aliqualiter se opponant seu contradiccionem aliquam faciant quinimo vobis et eis in his assistant ope auxilio consilio et favore cum quando et quociens inde fuerint requisiti. Et ut de predictis omnibus vobis melius cautum sit promittimus et vobis concedimus quod hujusmodi privilegium et omnia et singula superius expressata faciemus in primis curiis generalibus vel particularibus aragonensibus celebrandis per ipsas curias laudari approbari et effectualiter confirmari. Hec igitur omnia et singula supradicta facimus concedimus et promittimus in nostra bona fide regia ac juramus per Deum et ejus sancta IIII evangelia manibus nostris corporaliter tacta quod predicta omnia et singula tenebimus et observavimus perpetuo per nos et herederes ac successores nostros quoscumque et contra ea non faciemus aut veniemus aliqua ratione. Mandantes inclito infanti Martino fratri ac generali gubernatori nostro carissimo necnon gubernatori et justicie ac bajulo generali regni Aragonum ceterisque officialibus et subditis nostris ad quos spectare possit quod hoc nostrum privilegium provisionem et concessionem teneant et observent et contra non faciant aut veniant aliqua ratione si de nostra confidunt gratia vel amore. In cujus rei testimonium hanc fieri jussimus nostre majestatis sigillo munimine roboratam. Data Cesarauguste quarta die augusti anno a nativitate Domini MCCCLXXXX primo regnique nostri quinto. - Sig+num Johannis Dei gratia regis Aragonum etc. Rex Johannes. - Testes sunt Garsias archiepiscopus Cesarauguste Raymundus vicecomes de Roda Raymundus Alamanni de Cervilione Eymericus de Scintillis et Berengarius de Ortefano consiliarii. - Sig+num mei Berengarii de Busquetis scriptoris dicti domini regis qui de ipsius mandato hec scribi feci et clausi: corrigitur autem in lineis II antiquitus in III vallata in tantum in VII viverat in XVI prout in XIX predicta minime in XX expellendum pro vestri cautela vos et vestros et alibi in eadem seu alios loco nostri et sui ire in XXI et ipsos sequi in XXV nobis in XXIX et et in XL et justiciis. - Dominus rex mandavit michi Berengario de Busquetis in cujus posse juravit. - Vidit eam Thesaurarius. - Idem.

cxxxi-reg-1901-fol-58-10-agosto-1391



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sulfuroso, azufre, termas, Tiermas

https://es.wikipedia.org/wiki/Tiermas#/media/Archivo:Tiermas,_ba%C3%B1os_sulfurosos_2.JPG



Tiermas es un despoblado de la provincia de Zaragoza, en Aragón (España), perteneciente al municipio de Sigüés en la comarca de la Jacetania. Está a orillas del río Aragón junto al embalse de Yesa que lo inunda en parte.

De lo que era el antiguo pueblo solo queda la parte alta del mismo ya que la baja ha desaparecido bajo las aguas, al igual que la mayor parte de su término, junto con los de Escó y Ruesta. La construcción del pantano llevó a la expropiación por parte del régimen de todo el pueblo, incluidas huertas y tierras de cultivo, a excepción de dos vecinos que se quedaron en el pueblo hasta el día de su muerte.

Actualmente, sus antiguos vecinos y descendientes están luchando por la reversión y la reconstrucción del pueblo, siguen con la esperanza de que un día la justicia les de la razón, ya que fue el alcalde de Sigüés quien compró Tiermas en 1982 con una subvención que le dio la propia diputación de Zaragoza, y que a día de hoy recibe cuantiosas subvenciones para su mantenimiento mientras tiene el pueblo el más absoluto abandono.

Cuando el nivel de las aguas lo permite, generalmente desde el mes de septiembre en adelante, las ruinas de las antiguas termas romanas surgen del fondo y nuevamente se puede acceder al manantial de aguas sulfurosas.​ En esta temporada se resucita el viejo espíritu de la toma de aguas que se viene realizando desde tiempos inmemoriales y son muchas las gentes que acuden a este punto a realizarla.