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domingo, 1 de agosto de 2021

XV, LA CARITAT.

XV

LA
CARITAT.




ODA
Premiada
en la Societat catalana La Misteriosa,
en lo certámen de 2 Febrer
de 1876,
DIADA DE LA VERGE CANDELERA.



Charitas nunquam excidit...
(Epíst. de S. Pau 1.a á los Corintios;



Cap.
XIII, verset. 8.)


Miráu
exa Matrona,
Verge y Mare, puríssima y fecunda;
Vèurela pler
nos dona;
En fuig la Serp inmunda;
Lo seu rich trono sobre ´ls
ángels funda.




Sos
ulls miran la cara
Del Sol, que en ells resplán y en ells se
mira;
Ab son mantell ampara
Pobre infant que suspira;
Sa má
detén la desfermada ïra.

Oh divinal Bellesa
La que
illumina ´l front de la Senyora;
Oh may vista grandesa
De
l´amor benfactora,
Que son cor ple de gracies atresora.



De
bon matí s´axeca
Y al Creador ses oracions envía;
De peresa
may peca;
Y, en nom de Deu que´l cría,
Sab guanyar lo dolç
pa de cada día.

A voltes la desgraciada
Rodejará son cor;
no´s desespera;
De la divina Gracia,
Ab sa fe
vertadera,
Remey, socors y pïetat espera.



Ella
del sacrifici
De sa quietut y benestar se oblida;
Del mon en
benefici
Exposará sa vida,
Mes sòls de Deu vol ser la
benehida.

XV
LA CARIDAD.

Mirad esa Matrona, vírgen y madre, purísima y fecunda. Sólo verla nos causa placer. Huye de su lado la inmunda Serpiente; su rico trono se apoya sobre las alas de los ángeles.



Fija
sus ojos en el Sol, que á su vez en ellos resplandece y en ellos se
mira; bajo su manto ampara niños desamparados; su mano detiene las
iras del vengativo.

¡Oh divinal Belleza, la que ilumina la
frente de la Señora! ¡Oh nunca vista benevolencia del amor, que en
su delicado corazon tiene morada!

Levántase muy de mañana, y
eleva sus oraciones al Sér Supremo; no desatiende el trabajo; y, en
nombre de Dios, que nos lo da, sabe ganar el dulce pan de cada día.



A
veces la desgracia visitará su hogar; no se desespera, por eso: de
la Providencia divina, con resignada fe, aguarda el remedio, el
socorro y la piedad.



Ella
se olvida de haber sacrificado, tal vez, su bienestar y su reposo. En
beneficio del mundo expondrá su vida; mas sólo de Dios anhela el
premio.










La
santa pacïencia,
Li diu: “germana meua en tota cosa.”
Ab
pura concïencia
Prega per el qui posa
Al mig de son camí
traydora llosa.



Puja
á los últims sòtils
Per axugar les llágrimes plorades
En
soletat; ni bòtils,
Ni roques espadades
Aturarán ses passes
ignorades.



¡Flama
d´amor divina
Que crema dins son cor! May torna arrera;
Avant,
avant camina;
Sos ulls en l´alta Esfera
Fixos están; l´amor
mou sa carrera.



Oh
Dona benehida,
Oh idëal
de mística tendresa,
Oh llum, oh foch, oh vida,
Llibertat ben
entesa
Per les cadenes del pecat may presa.



Jo
cerch, jo cerch ton Pare,
Jo la Font de hon tu surts veure
voldría;
De la Virtut ets mare,
Del mon ets
l´harmonía,
L´altíssim Deu incessantment t´envía.



La
santa paciencia le dice hermana mía. Con pureza de intencion,
ruega por el que le pone asechanzas en su camino.



Sube
á las guardillas, para enjugar lágrimas lloradas en la soledad; ni
las arenas de las playas, ni los escuetos montes detendrán sus
silenciosos pasos.



¡Llama
de amor divino que arde en su corazon! - Nunca vuelve atrás;
adelante, siempre adelante en las reformas; su pensamiento fijo en el
Cielo, porque el amor la alienta.



¡Oh
bendita mujer! ¡Oh Ideal de ternura mística! ¡Oh luz, oh vida, oh
fuego! ¡Libertad bien entendida, nunca por el pecado aprisionada!



Yo
busco, yo busco á tu Padre; yo anhelo ver la fuente de tu orígen.
Eres madre de la virtud; eres la armonía del mundo; el altísimo
Dios te manda incesantemente á la tierra.







Del
cor en lo misteri
Tu les virtuts hi sembras, real Senyora;
Lo
que es un cementeri,
Ab ta alenada fora
Verger riquíssim de
l´alegra Flora.



¡Oh
bé de Deu! ¡Per gracia
Déxam que conti ta gloriosa gesta!...
Tu
en un recó del Assia
Trencares la feresta
Cadena que de Infern
era la festa.



Tu
al Fill acompanyares
Al Pal d´afronta; sos suspirs oíres;
Y,
en loch de nostres pares,
Ab sa Sanch ablanires
De la Justicia
divinal les ires.



Les
roques del Calvari
Ab la Creu en la má partir te veren;



En
mig de son desvari
Los Grechs te conegueren;
Y sos ídols de
marbre se romperen.



Los
esclaus t´esperavan
En les presons de Roma ab agonía;
Y,
vehente, clamavan:
Llibertat. Mare mía;
Y tu los llibertavas
aquell día.




En
lo profundo del corazon humano siembras tú las virtudes, real
Señora; á tu aliento, los más agrestes eriales serían pronto
riquísimos verjeles de alegre florescencia.



¡Oh
amor de Dios! Déjame por amor que cuente tus gloriosos hechos... Tú
en un rincon del Asia rompiste las horribles cadenas regocijo del
abismo.



Tu
acompañaste al Hijo de Dios al afrentoso Madero; oíste sus
suspiros, y, por nuestros padres, satisficiste con su Sangre la
justicia divina.



Las
rocas del Calvario viéronte partir, con la Cruz enhiesta; á pesar
de sus filosóficos delirios, los griegos te conocieron; y los
marmóreos ídolos cayeron hechos trizas.



Los
esclavos te esperaban, agonizando en las romanas prisiones; al verte,
exclamaban: libertad, madre mía; y tú los libertabas presurosa.







En
l´inmensa planuria
Del Nort alçat, en inimigues platjes,
Dels
Bárbaros la furia
Calmaren tos missatjes;
Y xots tornaren los
guerrers selvatjes.



Pujar
al Capitoli
La santa germandat del Cristianisme,
Rentar ab
sagrat oli
Lo front del estoicisme,
Y esclarir les tenebres del
Abisme;

Veus ací la corona
Que ton front engarlanda, y la
noblesa
Que tot lo mon pregona;
Sòls tu en mig la
vilesa
Predicavas del ánima l´altesa.



Setgles y setgles
foren
Dençá d´aquella gesta muy perduda:
Setgles y setgles
moren,
Y may quedas retuda,
Ni mortal, ni cansable, ni vençuda.



La
ventada violenta
Que t´empenyé t´empeny, santa madona;
La
paraula potenta
Del Crist encara sona,
Tot l´Univers ab exa
Veu retrona.




En
las inmensas llanuras del revuelto Septentrion, en aquellas
inhospitalarias tierras tus mensajeros calmaron la furia de los
bárbaros; y los guerreros salvajes trocáronse en mansos
corderillos.



Subir
al Capitolio la santa Fraternidad cristiana; ungir con los sagrados
óleos la frente del Estoicismo; y disipar las tinieblas infernales.




ahí la triple corona que orla tu frente; hé ahí los timbres de tu
nobleza, por todos pregonada. Sólo tú, en medio del universal
rebajamiento, predicabas la dignidad del hombre.



Siglos
y siglos han pasado desde aquella inolvidable lucha; siglos y siglos
mueren; y tú nunca te paras, ni te mueres, ni te cansas, ni te
vencen.



El
violento huracán que te impulsó, te impulsa, noble Matrona; la
omnipotente palabra de Cristo resuena todavía; á esa Voz retumba el
Universo.





Tu
sentes encarara
L´entussiasme primer, la fe primera;
Vols
axecar un ara
Per tots y una bandera;
Vols que visca lo mon en
Primavera.



Corres
per pla y montanya,
Passas la mar, l´arena no´t detura,
Unexes
la cabanya
Ab la rëal
altura,
Y preparas d´amor l´etat futura.



Vencerás
l´egoísme;
L´Esquimal y l´Etiop sa rustiquesa,
Rebent lo
sant Baptisme,
Perdrán y sa feresa;
Lo Llop en los anyells no
ferá presa.



¡Ditxa
que´l cor anyora!
¡Qué bella veig la terra, il-luminada
Per
la llum venidora!
¡Oh sonrïent aubada!
¡Oh delicia d´amor
may acabada!



Janer
de 1876.




DEL LLIBRE TERCER.






sientes aún el entusiasmo, la fe primitiva; quieres levantar un ara
y una misma bandera para todos los hombres; quieres que el mundo viva
en primavera.



Corres
por llanos y sierras; atraviesas el mar; los arenales no te detienen;
unes la cabaña con el trono, y preparas de amor la edad futura.



Vencerás
al egoísmo. El Esquimal y el Etíope, al recibir las aguas del
primer Sacramento, perderán su rusticidad y fiereza. El Lobo no
devorará los corderos.

¡Dicha que ansía el corazon! ¡Qué
hermosa es la tierra, iluminada por la Luz de lo porvenir! ¡Oh
sonriente aurora! ¡Oh delicias de amor interminable!



FIN
DEL LIBRO TERCERO.

miércoles, 21 de julio de 2021

IX , LES CAMPANES.

IX

LES CAMPANES.



Considerada
com harmonía, la campana
es una bellesa de primera classe.



(Lo
geni del Cristianisme.)



I

La finestra de ma cambra
Dona entrada als primers raigs
Que de
l´auba falaguera
La lluna dexa passar.



Al
punt, desde l´alta torre
Sona´l religiós aram,
Retruny per
los dormitoris,
Pe´ls carrers de la ciutat.



Ab
l´oració que començan
Los preberes en l´altar,
Comença
també del poble
La pregaria del traball.





IX

LAS CAMPANAS.



Considerada
como armonía, la campana
es una belleza de primera clase.



(El
genio del Cristianismo.)







I

Abro
la ventana de mi cuarto, y entran con los últimos rayos de la luna,
los primeros de la naciente aurora.




De
pronto en la alta torre de la iglesia, suena el religioso bronce; le
responden los ecos de los dormitorios y de las calles.



Con
la oracion que principian los presbíteros en el altar, principian
tambien los hijos del pueblo la plegaria del trabajo.







Los
estols de venedores
Envers la plaça s´en van;
Escometen
als pagesos
Los estols de menestrals.



La
llum en l´orient se mostra,
Per ço ressona lo clam
De cent
beneytes campanes
Que nos diuen: Despertáus.



ENDREÇA.

Matinera
campaneta,
Qu´axí conmous les ciutats,
¿Per qué ton ressò
benévol
Emprendre nos fa el traball?







II

La
Mort á la capsalera
S´asseu del llit d´un malalt;
Verda
l´home té la cara
Quant la mira al seu costat.

Un
sacerdot lo aconsola,
Li diu que plor sos pecats
Y que´s
prepar á la ditxa
De rebre´l Pa celestial.



Ben
prest la melancolía
D´un llament ompl els espays,
Sa tristor
permet entendre
Qu´es lo seny d´un combregar.







Grupos
de vendedoras se dirigen al mercado; los menestrales departen
amigablemente con los campesinos.



La
luz se muestra en Oriente; por eso se oye el clamoreo de cien
benditas campanas, que nos dicen: Despertad.



Dulce
campana del alba, que así pones en movimiento las ciudades, ¿qué
secreta virtud tienen tus sonidos, que nos hacen emprender la
cuotidiana tarea?







II

La
Muerte se sienta á la cabecera del lecho de un enfermo; el infeliz
palidece al mirarla á su lado.



Un
sacerdote le consuela, le dice que llore sus pecados, y se prepare
con alegría para recibir el Pan de los cielos.



Luégo
recorre el espacio un melancólico lamento; su tristeza misma da á
entender que es la señal del Santo Viático.







Recòrdat,
home, qu´ets pols,
Diu, y pols te tornarás,
Eleva una tendra
súplica
Per l´infeliç qui s´en va.”

Los feels ab
atxes de cera
L´Hostia santa seguint van,
Y al sò d´un altra
campana
Pregan fervents pe´l malalt.



ENDREÇA.

Campanetes
llastimoses,
Qu´endolciu l´últim afany,
¿Per qué vostres
veus planyívoles
Aconhortan als cristians?

III

Un
día el blassó de gloria
D´Espanya fou trapijat
Sobre
l´africana platja,
De Mafumet pe ´ls esclaus.



Llevòrs
Espanya era Espanya,
Y´s sentí lo cor nafrat,
Y unida, y
forta, y valenta
Sos enemichs humiliá.



Quant
los prous d´allí tornaren,
Cenyits de llorers triunfals,
Un
crit inmens de l´Espanya
Com héroes los saludá.





Acuérdate,
hombre, que eres polvo, y en polvo te has de convertir; eleva tierna
súplica por el cristiano que se muere.”

Los fieles con
hachas encendidas acompañan la Sagrada Hostia; y, al són de otra
campana, ruegan fervorosamente por el enfermo.



Campanas
lastimeras, que endulzáis los postreros instantes de la vida, ¿por
cuál virtud vuestras voces quejumbrosas consuelan á los
moribundos?

III

Un día el glorioso blason de España
fué pisoteado en las playas de Marruecos, por los viles esclavos de
Mahoma.



Entónces
España era España, y sintió la afrenta como una herida en el
corazon; y unida, robusta, valiente, humilló á sus infames
enemigos.



Cuando
los guerreros volvieron de allá, ceñidos de lauro triunfador,
inmenso grito de la España toda los saludó como á héroes.





Un
crit d´ardent alegría,
D´entussiasme y d´amistat,
Que de
les torres baxantne
S´escampava per les valls.



Á
un temps meteix desde Asturies
Fins les platjes d´Alacant,
La
pura gloria espanyola
Cantavan cent campanars.



ENDREÇA.


Ecos de la patria gloria
Que ´ls esperits
escalfau,
¿Per qué teniu tanta vida
Que sabeu encoratjar?



IV

Los
jardins del cementeri,
Ve la gent de visitar,
De mort totes les
esglesies
Tocan que més tocarán.



Sota
les naus endolades
De cristiana catedral,
Vestida la gent de
negre
S´agenolla y resa baix.



Llanties
y ciris encenen
De les lápides devant,
Y á los fills la noble
mare
Parla dels vells enterrats.







Grito
de ardiente alegría, de entusiasmo y amistad, que, bajando de las
torres, se derramaba por los escondidos valles.



Á
un tiempo mismo, desde las sierras asturianas hasta las playas de
Alicante, cien campanarios cantaban la pura gloria española.



Ecos
de gloria patria, que enardecéis el espíritu, ¿por qué tenéis
tanta vida que lográis infundir valor?

IV

El pueblo
visita los jardines del campo santo; en todas las iglesias se oye
tocar incesantemente á muerto.



Bajo
las enlutadas naves de la Catedral, la gente, vestida de negro, se
arrodilla y reza en voz baja.



Ante
las lápidas sepulcrales, enciéndense lámparas y cirios; y la noble
matrona habla á sus hijos de los ascendientes allí enterrados.





Cántichs
de mort los preberes
Desde´l cor suspiran ja,
Pujan á Deu les
pregaries
Per lo repòs dels finats.



Á
cada toch de campana
S´estremeix lo cor cristiá,
Puix sembla
que de les tombes
Se volen los morts alçar.



ENDREÇA.



Quant
per les mudes arcades
De l´esglesia retronau,
¿Per qué,
campanes fatídiques,
Nos retreys lo temps passat?

V
ACABAMENT.



Veus
tant suaus ó tant ferestes,
Que lo cor feu bategar,
Del cel ix
vostra harmonía,
Vos tramet l´Esperit Sanct.



Ja
com avís que á los hòmens
La matinada donau,
Ja com uns
consols que´ns dona
La derrera caritat;
Be com expansió
vivíssima
De la gloria nacional,
Ó com suspir d´anyorança
Que
á los defunts enviam;




Los
sacerdotes en el coro suspiran cantos de muerte; suben á Dios las
plegarias por el eterno reposo de los finados.



Á
cada repique de las campanas, se estremece el corazon, como si los
muertos quisiesen alzarse de los sepulcros.



Cuando
retumbáis por las calladas bóvedas de los templos, ¿por qué
virtud, campanas fatídicas, nos recordáis los tiempos ya pasados?







V

Voces
tan suaves ó tan tristes, que hacéis latir el corazon; del cielo
viene vuestra armonía; el Espíritu Santo os manda á la tierra.



Ya
como aviso que dáis por la madrugada á los mortales, ya como
consuelos que nos proporciona la caridad última;

Hora cual
expansion vivísima de la gloria naciona, hora cual suspiro de
nostalgia que á los difuntos enviamos:







Sempre
que l´home há fretura
Del Be per combatre ´l mal,
Ara en mig
de les grandeses,
Ara en ermes soledats;

Sou un crit de
l´esperança,
Recort de l´eternitat,
Un adeu del
Cristianisme,
Una llengua celestial.



TORNADA.



¡Vulla
Deu que quant la terra
Répia mon derrer esguart,
Lo grat sò
d´una campana
Fins al Cel no´m dexi may!



1869.







Siempre
que el hombre necesita del Bien para combatir el mal, ya en medio de
las grandezas de la vida, ya desamparado en yermas soledades;

Sois
grito de la esperanza, recuerdo de la eternidad, un adios del
Cristianismo, una lengua de los cielos.



¡Quiera
Dios que, cuando el mundo reciba mi mirada postrimera, el grato
sonido de una campana me acompañe hasta la eterna Gloria!

lunes, 23 de agosto de 2021

ALMOYNA Y ORACIÓ. Geroni Rosselló

L'ALMOYNA Y L'ORACIÓ.


(Á n'en M. V. Amer.)


N'es una, una verge bella,

Tota perfum, blanca flòr;

N'es l'altre germana d'ella,

Tota bàlsam, tota còr.


Ne tenen d'àngel la cara;

Las ama Déu mes que tot;

Filles d'una sola mare,

Com dos llíris d'un sol brot.


De senzillés van compostes

Y vesten blancor de néu;

De un palau molt alt son hostes,

Que illumina el llum de Déu.


LA LIMOSNA Y LA ORACIÓN.

(Á D. M. V. Amer.)

Hay una virgen bella, toda perfume, flor de blancura deslumbrante; tiene una hermana, cáliz es su corazón de bálsamo esquisito.

Ambas de rostro angelical, son las muy amadas del Señor, hijas gemelas de una madre, como dos lirios de un mismo tallo.

La amable sencillez,  aquí su atavío; blancas son sus vestiduras más que la nieve, y habitan en un excelso palacio, donde la divina luz resplandece.


L'hermosura les iguala,

Sos còrs son copes de mèl;

L'una en terra 'ls ulls acala,

Y los alsa l' altre al cèl.


Totes dues reclinades,

Apenas dormen de nit,

Escoltant el món callades,

Per si n'òuen algun crit.


Y las vetla y las contempla

Una dama ab gran amor,

D'hermosura sens exempla

Rodada de resplandor.


Cuant despunta l'auba clare,

Cuant l'auba n'ha despuntat:

- Salut, mare! salut, mare!

Nostra mare Caritat!


- Filles mies! filles mies!

Per los homens tots, salut!

Empreniu las vostres vies,

qu'un nou jorn ja n'es vengut.


Al home el dolor mòu guèrra

Y me dolen los seus crits;

Per ço baixau a la tèrra

A albergar dins los esprits. -


Son iguales en belleza y sus corazones copas de miel. Una, con ojos de insondable melancolía, mira el triste suelo; la otra los alza a las celestes esferas.

En vela siempre y atentas a los eternos gemidos del mundo, escuchan silenciosas de día y de noche, por si alguno de ellos hiere sus oídos.

Contemplándolas con amor infinito las vigila una matrona de sin igual gallardía, rodeada de celestes resplandores.

Apenas el alba sonríe a los mortales, apenas ha despuntado: - Salud, madre! salud, madre! Madre nuestra Caridad!

- ¡Hijas mías! ¡hijas mías! A los hombres todos salud! Emprended vuestros caminos, que nuevo día clarea ya en el horizonte.

Contra el hombre batalla el implacable dolor; sus gritos congojosos mi corazón entristecen: descended; sean los espíritus vuestro albergue.-


Y aixamplant ses ales blanques

Los dos àngels de consòl,

Com los aucells de les branques,

Baixan en tèrra d'un vòl.


Per lo camí d'un vilatge

Van a cumplir lo vòt séu,

Parlant ab son dols llenguatge

Y sols visibles de Déu.


- Germaneta, ma germana,

Germaneta ¿ahont vols anar?

- Del monastir la campana,

Vaig la campana a tocar.


Ja se mòren les estrelles,

Despértense aucells y flòrs,

Y al Déu de les maravelles

Vull elevar tots los còrs.


Y tú, germana, en lo poble

¿Qué hi dirá ta veu suau?

- Parlará á lo còr del noble,

Cercantlo dins son palau.


A comensar vá lo dia

Per guanyar l'home el sustent,

e pobres hi ha en la agonía

Qui no tenen aliment.


Y los dos ángeles de consolación estienden sus alas de cisne, como pájaros que de un vuelo saltan a la tierra desde la alta copa del árbol.

Caminito de un lugar, van a cumplir el voto suyo, hablando su armonioso lenguaje, y únicamente visibles de Dios.

- Hermanita, hermana mía, ¿adónde quieres ir? - Del monasterio la campana, la campana voy a tañer.

Ya las estrellas se apagan, las aves y las flores ya despiertan; quiero que al Dios de las maravillas levanten el vuelo todos los corazones.

- ¿Y tú, hermana, qué dirás en el pueblo con tu voz de suavidad hechicera?- La haré resonar en el alma del magnate, sorprendiéndole en su tugurio.

El día empieza, ha llegado la hora de que los mortales ganen su cotidiano sustento, y hay muchos desvalidos que en vano hambrientos lo reclaman.


Per çò m'en vaig a l'orella,

L'orella del rich altiu,

Y es ma veu que l'aconsella

Cuant sent son còr que li diu:


¿Veus lo gòig que te rodetja,

Lo pler que sempre 't segueix,

La ditxa que te festetja,

L'òr qu'en tes mans resplandeix?


No cregues que l'Etern vulla

Que, ab tant, el còr tengues buyt,

Y qu'árbre de molta fulla,

No li dones flòr ni fruyt.


No cregues tant t'asistesca

Perque entri el vici en ton còr,

Y fart de mèl de la bresca,

Olvits l'abella y la flòr.


Pensa que lo que te sobra ,

Li falta a lo téu germá;

Que es la misèria del pobre

Lo que Déu damés te dá.


Que per cada gust que 't donas,

Plora cent llágrimes éll;

Que ab las púes tú 'l coronas

De las flòrs de ton raméll.


Por esto me inclino al oído del rico altanero; y es mi voz que le aconseja cuando le dice su corazón:

¿Ves el júbilo que te circunda, el placer que siempre te sigue, la dicha que te corteja, y el oro que en tus manos resplandece?

No te figures que permita el Altísimo, que abundoso en tantos bienes terrenales, quede pobre y desmedrado tu corazón, y que, árbol de mucha hoja, no le des flor ni fruto.

No creas que tanto te mime para que entre el vicio en tu alma, y harto de la miel del panal, de la abeja te olvides y de la flor.

Piensa que tus sobras hacen falta a tus hermanos menesterosos, y que la miseria del pobre es lo que Dios te concedió con exceso.

¡Infeliz! ¡Cuántas lágrimas vierte por cada uno de tus gustos! Con las espinas de tu pomposo ramillete martirizas su frente mustia.


Que n'es llarga s'agonia,

Com los teus plaers son bréus;

Que sa fortuna faria

Cada gust petit del téus.


Dónalos, donchs, lo que tiras

Als pobrets necesitats;

Floretes que sols no miras,

Y jòchs que tens olvidats.


No vullas que mentres goses,

Muyra de fam ton vehí;

Que 't fassa ton llit de roses

Qui no 'n té sols per dormí.


Puis lo qu'el rich sacrifica

Mogut per la caritat,

Déu l'hi torna y centuplica

Cuant entra en la eternitat.


Y aconsellant la riquesa,

Vaix inspirant sempre el bé,

Per lo bé de la pobresa

Y lo del qui 'l bé vol .


Y tú, ma dolsa germana,

¿Qué fás en est mon per l'hom?
- Prench la veu de la campana

Perque me senta tothom.


Porque larga es su agonía, como fugaces son tus placeres; y el menor de tus goces labraría su fortuna.

Haz dádiva pues a los necesitados de lo que locamente desperdicias, florecillas que apenas miras, juguetes pueriles que ya olvidados tienes.

¡Guardéte Dios de gozar, mientras tu hermano desfallece de hambre; de que mulla tu blando lecho de rosas el que no sabe en donde reclinar su soñolienta cabeza.

Pues lo que el opulento, a impulsos de su caridad, sacrifica, se lo devuelve Dios centuplicado, cuando traspasa los umbrales de la Eternidad.

Y aconsejando así a la riqueza, inspiro siempre el bien, en pro de mis muy amados pobrecillos y para bien de los que desean practicarle.

- Y tú, dulce hermana mía, ¿qué haces en este mundo para el hombre?- Tomo la santa voz de la campana, para que a todas partes llegue mi celestial reclamo:


Y anant per tot invisible,

Convertida en sò argentí,

M'en entr' en lo còr sensible,

Y llavòrs li parl'axí:


¿Veus l'univers que 't sustenta,

La vida que 't dona Déu?

¿Veus lo sòl que te calenta,

Tot cuant l'home té per séu?


No cregues que el Etern vulla,

Puis éll te tregué a la llum,

Que ton còr la fe no aculla,

Y sias flòr sens perfum.


No cregues qu'ets sa semblansa,

Perque li sias ingrat;

Ni que culles l'esperansa

Per tenir l'àrbre olvidat.


Tos ulls axeca a l'altura,

Jonolls en terra, ab fervor;

Parla ab ton Déu, criatura

Que ton Déu te sed d'amor.


Ou l'aucellét que li canta,

Ou lo suspir de los vents,

Del bòsch la música santa,

Remor de fonts y torrents.


Y en todas invisible, convertida en argentino acento, penetro en los corazones afectuosos y les hablo así:

Estiende la mirada por el maravilloso universo, considera la vida que el Señor te regala, contempla el sol que te calienta, todo cuanto el hombre juzga suyo.

No creas que permita el Eterno, que habiéndote sacado de las tinieblas del no ser, la fe no acojas en tu corazón, y que seas flor sin perfume.

No juzgues que te crease a semejanza suya para que tan inmenso beneficio le pagues con negra ingratitud, para que descuidases el árbol que por fruto te da la celeste Esperanza.

Levanta los ojos a las alturas, y humildemente postrado, platica con tu criador, criatura, que sediento está de tus adoraciones.

Oye al pajarito que le canta, oye los suspiros del viento, la música del bosque, el rumor de torrentes y fontanas.


Com ab son alé la rosa,

Agraït feslí oració,  (fesli, fésli)

Per la corona que 't posa

De rey de la crëació.


Pensa qu'es l'home, s'imatge,

De tot lo mes noble y bell,

Que té esperit y llenguatje

Per poder parlar ab ell.


Pensa que ni ha que l'ofenen,

Essent tan bò, essent tan gran;

Que no comprenen d'on venen,

Que no comprenen ahont van.


Que ni ha que sa lley flastoman,

Que ni ha que no tenen fe,

Que la supèrbia no doman,

Desconeguent sa mercé.


Qu'olvidan lo sacrifici

Que ha fet Déu per sa salut,

Y exemple donan del vici

Fent bèfa de la virtud.


Pensa que Déu tot ho olvida

Ab un sol suspir del còr,

Que sa bòndat no té mida,

Cuant sént d'un home lo plòr.


Agradecido envíale tu oración, como la rosa su perfume, por la corona de rey de la creación con que ciñe tu frente.

Piensa que el hombre, hecho a imagen suya, es de todo lo mas bello y más noble: que tiene espíritu y lenguaje para poder hablar con él.

Reflexiona que, con ser tan bueno, con ser tan grande, hay quienes le ofenden, ignorantes de su destino y sin saber de donde vienen ni a donde van.

Que no faltan blasfemos de su ley divina, desamparados de la fé sacrosanta, que no saben enfrenar su soberbia, y desconocen sus mercedes.

Que olvidan el sacrificio que ha hecho Dios para su salvación, y ejemplo dan del vicio, escarneciendo la virtud.

Piensa que Dios todo lo perdona con un solo suspiro del corazón; que su bondad es infinita, cuando el llanto de los hombres llega a sus misericordiosos oídos.


Pensa que ni ha qui se feran

En guèrra sanguenta y cruèl;

Que ni ha qui se desesperan

Desconfiant de tot lo cèl.


Que ni ha qu'ab sanch de llurs venes

Compran la vida, mesquins;

Que ni ha mesos en cadenes,

Y de estraviats p'els camins.


Pobres de esprit qui s'arrufan,

Viudes y òrfens sens consòl,

Despullats qui s'escarrufan,

Sens que tengan agombòl.


Malats qui 'n son mal gemegan,

Espaordits devant la mòrt;

Y navegants qui se negan,

Lluny de la platje ó del pòrt.


Qu'esperant dels qui no 's cansan

Prechs al cèl por lo be séu,

Hi ha difunts que no descansan

Encare en la pau de Déu.


Pensa qu'Éll en tot cuant obra,

De bondat hi possa el dó;

Qu'una pregaria li sobra

Per dar remey y perdó.


No olvides que en lucha sangrienta se maltratan muchos cuitados: no olvides que, desconfiando del cielo, hay muchos que desesperanzan.

Que hay quienes con sangre de sus venas compran ¡mezquinos! la vida; que los hay entre cadenas, que los hay descarriados;

Pobres de espíritu que se amilanan, viudas y huérfanos sin consuelo, desnudos ateridos que anhelan un abrigo bienhechor.

Enfermos acongojados que ante la muerte despavoridos tiemblan, y náufragos presa de las olas traicioneras, lejos de la playa o del puerto.

Almas doloridas, que desde su morada de espiacion, esperan su libertad de los que por ellas ruegan al cielo; difuntos que aun no han conseguido descansar en la paz del Señor.

Piensa que todas las obras suyas llevan el sello indeleble de su bondad; que una plegaria le sobra para remedio y perdón.


Per ço, alsa els ulls del abisme,

Y encén, ánima de néu,

La llum d'amor al prohisme,

La llum del amor a Déu.


Y recúllte solitaria,

Posa fòch en l'urna d'òr;

Fés l'encens de ta pregària.

Y l'encenser de ton còr.


- Germaneta, germaneta,

Gran Déu es qui 'ns feu axí!

Al poble aném via dreta,

Y Déu mos dó bon camí. -


Y surt l'auba ab llum de rosa,

Y esquinsa a la nit los vels;

S'òbri la ponsella closa,

Y apaga el cèl los estels.


El puig mes alt del paratge

Innunda la llum del sòl,

Y el campanars del vilatge

Tocan campanes al vòl.


¡Ó dels àngels santes obres!

¿Quín miracle ab ells es féu?

Sonriuen avuy los pobres,

Y s'úmpl'el temple de Déu!


Aparta pues tu vista del abismo, y enciende, alma de nieve, la luz del amor al prójimo, la luz del divino amor.

Y en solitario recojimientopón fuego en la urna de oro; sea incensario tu corazón, celestial incienso tus oraciones.

- Hermanita, hermanita, grande es el Dios que nos hizo! Al pueblo vamos derechamente, y que nos conceda buen viage. -

Y el alba clarea circundada de celajes sonrosados, rasgando el velo de la noche; ábrese el aromoso botón de las acopadas flores, y las estrellas se apagan.

Las más empinadas cumbres con la luz del naciente sol resplandecen, y en los campanarios tocan a vuelo las campanas.

¡O de los ángeles obras santísimas ¡O milagro! Hoy los pobres sonríen, hoy está lleno el templo del Señor.


Geroni Rosselló - almoyna y oració