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jueves, 29 de julio de 2021

IV, Á LA VINGUDA DEL SENYOR.

IV

Á
LA VINGUDA DEL SENYOR.




Deus
ipse veniet,
et salvabit vos
.



(ISAÍAS:
Capítol XXV; verset 4.)



Boyrós
era lo día;
Del temple de Salem lo Rey profeta
Del Sacrifici
exía;
La veu del sant poeta
Poble, guerrers é sacerdots
movía.



Ab
l´arpa misteriosa
Lo Rey sòns misteriosos escampava:
Sa veu
maravellosa
De Jehovah exalçava
Lo Braç potent, la Gracia
victoriosa.







IV



Á
LA VENIDA DEL SEÑOR.



El
cielo estaba nublado; el Rey profeta salía del templo de Jerusalem,
de ofrecer un sacrificio; la voz del divino Vate atraía pueblo,
guerreros y sacerdotes.



De
su misteriosa arpa, el Rey arrancaba sonidos misteriosos; su
admirable voz ensalzaba el potente Brazo de Jehovah, su Gracia
victoriosa.



Cantava
la destresa
Dels inimichs de Deu, l´ardenta ira
Dins de son
cor encesa
Contra l´humil, que mira
En Deu l´únich consol de
l´orfanesa.



Contra
Vos, Senyor, deya,
É vostre Ungit, del Assia les maynades
Que
un temps l´odi desfeya,
Pe´l Maligne aplegades
Arman d´ira é
de fel son cor de teya.



É
sempre llum boyrosa,
É sempre la host del Bé queda retuda,
Ab
sa gloria confosa;
May vehem asseguda
La gent á l´ombra de la
pau ditxosa.



Los
hòmens estantissa
É esgrogahida l´esperança tenen;
Com
vïatjer que frissa
Son camí tots emprenen
Per la costa del
mal llenegadissa.



Digáu,
de les Altures
Oh gran Poder, ¿fugir atabuxada
Veurán les
criatures
La virtut? ¿Maltractada
La virtut ha de ser per mans
impures?”




Cantaba
la astucia de los enemigos de Dios, la saña encendida en su corazon,
contra los humildes que en Dios ponen el único bálsamo de la
horfandad.



Y
decía: “Señor, contra Ti y contra tu Ungido, las muchedumbres del
Asia, ántes desunidas por odios de tribu, ahora por el genio del mal
adunadas, arman de ira y de hiel sus pétreos corazones.



Siempre
dudosa luz; siempre las huestes del bien son derrotadas, y confundida
su gloria; nunca los pueblos se sientan á la sombra de la paz.



Los
hombres tienen marchita y amarillenta la flor de la Esperanza; como
viajero que lleva prisa, todos emprenden su camino por la resbaladiza
rampa del mal.



Díme,
oh gran poder altísimo, ¿veremos huír la virtud, arrojada de los
hogares? ¿Veremos cómo manos impuras maltratan la virtud honesta?”







De
rebent, quant exía
De los núbols un raig de blanca aurora
Que
la fosca aclaría,
La terra venidora
Devant lo Rey profeta
resplendía.



Son
pensament alçava
Les portes eternals; tota gojosa
Sa cara se
inflamava;
É á l´harpa silenciosa
Nova harmonía l´Esperit
dictava:



Reviu,
oh Patria mía,
Reviu com may ta sempiterna gloria;
Rodeja
l´alegría
Mon cor per la victoria
Que Jehovah nos dona en lo
gran día!



Baxa
de les Altures
Lo Braç de Deu, é omnipotent arranca
Les
nissagues impures;
La malvestat ja manca,
Lo crim en mig del
caminal aturas´!

“ ¡Furia de la batalla!
Lo Braç de
Deu netejará la terra,
De lleons ampla valla.
¡Còm poderós
los ferra!...
Mes ¡no! ¡lo pur Amor del cel devalla!...




De
repente, al brillar entre las nubes un rayo de blanca luz, que
disipaba la oscuridad, la tierra de lo porvenir se aparecía radiante
á los ojos del Rey profeta.



Su
pensamiento levantaba las puertas eternales; enardecíase regocijado
su rostro; y al arpa silenciosa el Espíritu de Dios dictaba nuevas
armonías.



¡Revive,
oh patria, revive como nunca tu sempiterna gloria; la alegría rodea
mi corazon por el triunfo que Jehovah nos ha de dar en el gran día!



Baja
de las Alturas el Brazo de Dios, y, omnipotente, arranca de la tierra
el predominio de las razas del mal; la iniquidad mengua; el crímen
se pára estupefacto en mitad de su camino.



¡Ardor
de la batalla! El Brazo de Dios limpia la tierra, ancha cerca de
leones. ¡Con qué poder los encadena!... Mas ¡no! ¡el Amor puro
baja del cielo!





Baix
d´esventada runa,
En mig del camp desert, á la mal hora
De
fredosa nit bruna,
Jau en la menjadora
Lo fill del Rey, pobret
sense fortuna.



Los
ángels aparexen;
¡Pau! repeteix la il-luminada
esfera;
Pastors allá conexen
La ditxa que´ls espera,
É
anyells de llet al Recent Nat ofrexen.



É
vénen de l´aurora,
Los reys de illes lunyanes, hont
oviran
L´estrella brilladora;
¿Veyèu camells que giran
É
á Éphrata s´en vénen benfactora?



Lo
mon se regenera,
Baxa claror de l´eternal Altura,
Lo Rey Ungit
impera,
S´esglaya l´impostura,
La humilitat arboran per
bandera.



Calláu;
viu establerta
La justicia en lo cor, sens ferhi nosa;
La porta
s´es oberta
De lo Ver, abans closa;
Hont se vulla la pau regna
complerta.



En
unas ruinas expuestas al vendabal, en campo desierto, á las altas
horas de oscura y fría noche, acostado en un pesebre, pobrecito sin
fortuna, está el Hijo del Rey.



Los
ángeles descienden; paz repite la deslumbrante esfera;
pastores conocen la dicha que les aguarda, y ofrecen tiernos
recentales al Recien Nacido.

“Y
vienen de las partes de la aurora los reyes de las lejanas islas,
donde vieron la brillante estrella. ¿Veis esos camellos que se
acercan, y llegan á la bienhechora Éfrata?



El
mundo se regenera; la luz desciende de los montes eternos; reina el
Rey Ungido; desmáyase la mentira; enarbólase la bandera de la
humildad.



¡Silencio!...
La justicia vive sin empacho, en el corazon; las puertas de la
verdad, ántes cerradas, hanse abierto de par en par; completa paz
impera por doquier.



É
la terra, corcada
Com un camp de blat mort, de nou s´estufa;
Lo
cel plou sa rosada
Qu´es el Just, y s´arrufa
Ab ses rencors
l´enveja malanada.



É
vénen, é cobrexen
Monts de Israël
los negres de l´Arabia;
Los de Sabá partexen;
É´ls deus de
la India sabia,
De marbre enrevoltats, se migpartexen.



Noves
virtuts sadollan
Lo llinatje humanal; los vents de guerra
No´s
mouen ni sorollan;
Les nacions de la terra
Devant lo Crist
plegades s´agenollan.



¡Hala!
¡hala! ¡L´aliança
Cantáu dels fills de Deu, pobles
extesos
Pe´ls camps de l´esperança!
¡Los grillons están
fesos!
¡L´hora s´en ve de vostra deslliurança!”



Diu
Davit. Ascoltaren
Poble, guerrers é sacerdots; é á una
Los
timbals ressonaren,
Contents ab sa fortuna,
É abraçantse ab
amor tots exclamaren:

¡Saludemlo, eix gran Día,

Día de glories, de inmortal ventura!

¡Ay! ¡lo mal nos perdía;
Pero en la Etat futura
Deu, Deu nos salvará! ¡Beneyt Ell sía!”

Febrer de 1869.




Y
la tierra, carcomida como campo de trigo muerto, de nuevo se
restaura; el cielo llueve su rocío, que es el Justo; y acobárdase
la envidia con todos sus rencores.



Y
vienen, y cubren montes de Israel los negros de la Arabia; parten los
de Sabá; y los marmóreos dioses de la docta India caen hechos
pedazos.



Nuevas
virtudes alimentan el humano linaje; ya no soplan los vientos de la
guerra; las naciones todas se arrodillan ante el Cristo.



¡Ea!
¡Cantad la alianza de los hijos de Dios, pueblos tendidos por los
campos de la esperanza! ¡Las cadenas están rotas! ¡Llega la hora
de vuestra libertad!”



Dijo
David. Pueblo, guerreros y sacerdotes escucharon contentos. Sonaron á
una los címbalos; y, abrazándose unos á otros, exclamaron:



Saludemos
ese gran día, día de glorias, de venturas inmortales.
¡Ay! ¡la
maldad nos pierde; pero en el tiempo futuro, Dios, Dios mismo nos
salvará! ¡Bendito sea!”

jueves, 6 de mayo de 2021

Lo Trovador Mallorquí. José Taronjí. El Trovador Mallorquín.

Lo Trovador
Mallorquí.

El Trovador Mallorquín.

Lo Trovador Mallorquí.  El Trovador Mallorquín.



Poesías escritas
en mallorquín literario.
Acompañadas de versión
castellana;
por
D. José Taronjí.

Presbítero,


Doctor en Sagrada Teología,
canónigo
de la insigne iglesia del Sacro-Monte,
Catedrático de Retórica y
Poética
en el Colegio-Seminario de San Dionisio.

Palma de
Mallorca.

Tipografía de Bartolomé Rotger.

1883.



Licencia del Ordinario.

Examinada por especial encargo la
presente colección de poesías líricas mallorquinas, con su
correspondiente versión castellana, Su Excelencia Ilustrísima, ha
tenido á bien conceder permiso y licencia para que pueda imprimirse
y publicarse.

Palma 9 de Setiembre de 1882.
Guillermo
Puig.
Canónigo Srio.



Prólogo.

Tras algunos años de espera, debidos á las
circunstacias de mi accidentada vida, puede ver la luz el primer
volúmen de mis versos mallorquines. En 1877, al publicar la obra
sobre el Estado religioso y social de la isla de Mallorca, anuncié
la publicación de LO TROVADOR MALLORQUÍ; no me ha sido posible
hasta hoy realizar lo prometido. No tarda quien llega, afirma un
refrán; y ménos tarda aún, como de fijo deben de asegurar los que
algo entiendan del estado de nuestro comercio de libros y arte de
imprimir, el que á traves de los obstáculos aludidos, llega á ver,
si bien imperfectamente, efectuada la difícil empresa. Hecha esta
necesaria aclaracion, tocaríame, a fuer de buen padre, enterar al
público de lo que concierne á la historia y cualidades de mis
poesías, pobres hijas de mi imaginacion juvenil, nacidas al calor
del sentimiento patrio, iluminadas por el rayo vivificante de la Fe
católica; y á guisa de prólogo, insertar largos capítulos de
teoría literaria tocantes al fondo y a la forma, al medio de
expresion y á los ideales de estos versos. Mas ¿para qué? Aquí
están ellos mismos: hablen y respondan, sin necesidad de abogados
enojosos, pues valor tienen de presentarse, sencillamente y sin
pueriles temores ni vanos alardes, ante el tribunal de la crítica
ilustrada.
Veinte años escasos contaría yo, cuando sentíme
impulsado por la poderosa corriente de renovacion literaria, que los
vientos del Mediterráneo, desde las costas de Cataluña traían á
Mallorca. La voz de la antigua patria catalano-aragonesa, envuelta en
los misterios y atractivos de lo pasado; el sentimiento religioso,
puro, vivo, resplandeciente en mi familia y en la Isla entera, como
la llama del hogar; las suaves emociones que experimentaba mi
corazon, al escuchar los cantos populares de boca de las aldeanas
mallorquinas, incomparable tipo de belleza, en el fondo de blancos
almendrales, á orillas de *tados arroyuelos, ó a lo largo de las
azules playas, cuando murmura dulcemente el mar dormido; la delicada
pasion de mi alma, exhalándose en entusiastas discursos, al
contemplar los muchos monumentos que el genio del Arte, por la Fe
dirigido, levantó en el pequeño territorio de mi patria; todo, todo
me impelía a tomar parte en la que se ha llamado la nueva cruzada;
todo convidaba á sentarse en el banquete de los hijos de los dioses,
todo ponía en mis manos el arpa sonorosa. La naturaleza cultivada
con sus encantadoras armonías; el cielo eternamente azul, que, cual
inmenso pabellon de seda, cobija las altísimas cumbres; el mar, ya
sosegado, ya furiosamente revuelto contra la escollera de rocas que
defiende el N. de la Isla; el derruido castillo, baluarte un tiempo
de la independencia cristiana; la cabaña del leñador amparada de
los vientos por el añoso ramaje de las encinas; la espesa cabellera
de pinares que cubre las graciosas vertientes de los cerros: hé ahí
las fuentes de mi inspiracion poética.
Al fijar la atencion en
las vicisitudes de la humana vida, la complicada urdimbre de
acontecimientos, prósperos y adversos, que la constituyen, levanta ó
abate el espíritu; el cual se dilata en las expansiones de legítima
alegría, ó se contrae bajo el peso del infortunio, ó saca, en su
meditacion científica, provechosas lecciones de las alegorías é
imágenes de la naturaleza . El espíritu se encuentra mecido en una
onda de luz; ó vaga de pronto en menguada circulación de
tinieblas.
Y, por otra parte, mirando la cruz de Jesucristo,
símbolo sublime de nuestra civilizacion, coronar las esbeltas torres
de las parroquias, lo mismo que el pajizo techo de selváticas
ermitas, llevé mi alma á la soledad; y, en el silencio de la
oracion, por el camino del deber, los ejemplos de Dios y de los
mártires y santos infundiéronme ¿por qué no decirlo?, la gracia
del amor, para cantar, con pobrísimos pero sentidos acentos, en mi
nativo restaurado lenguaje mallorquin, ó catalan literario los
afectuosos temores y esperanzas del alma cristiana, los encantos y
grandezas de la Religion, la caridad heróica, nuestros destinos
inmortales.
Por eso la presente coleccion de poesías se divide en
tres libros, cuyos títulos indican suficientemente el asunto:
Recuerdos de la patria; Las luces y las sombras; Granos de
incienso.



Preludi.

LO PRIMER CANT DEL TROVADOR.

The
first, the first! ...oh!
nought like it.
Our
after years can bring.
(Francis Brown.)

Su baix la
forta alzina
Qu´ombreja la marjada,
Y rossinyols estoja
Ab
son negrench fullatje.
Un jovenet s´hi veya
Com l´auba
clarejava.
¿Qué hi fa en aquestes hores?
Tant dematí ¿quí
aguarda?
¿Ascolta per ventura
La suau remor de l´aygua
Del
torrentol vehí
Cobert de flors boscanes?

PRELUDIO.
EL
PRIMER CANTO DEL TROVADOR.

Cabe la robusta encina que se
levanta en el bancal, y en su negruzco ramaje esconde nidos de
ruiseñores;
A la claridad del alba, vese delicado mozo.
¿Qué
hace allí á estas horas? ¿A quién busca tan de mañana?
¿Escucha
tal vez el suave rumor del arroyo, que corre cerca, oculto en
bosquecillo de flores?



¿Quí es lo galant jove?
Riallera té la cara,
Cabells
abundantíssims
Li besan ses espatles.
Com si hagués foch
intern
Inquieta n´es sa marxa,
Y axí com raig de
sol
Llambrejan ses ullades.
Lo jovencell ¿qué porta,
¿Qué
porta en ses mans d´ángel?
La clau de l´harmonía,


la joya d´ell: Un
arpa.
Y alegre la punteja,
Mentres lo Sol dexantne
Los cims
de l´alta serra,
Lo mira ab ulls de pare.
___
M´han dit en
la vila
(Axí canta´l jove)
Que som un trovayre,
Que gloses
sé fer;
M´han dit les donzelles
Que veu melodiosa
No hi há
com la mía,
Que som llur plaher.
No sé lo que pugan
Mes
veus agradarles,
No sé si mos cántichs
Ne son un tresor;
Mes
sé qu´una harpeta
M´han dat, y que vibra
Gratíssimes
notes
Si la polso jo.


¿Quién es ese
simpático jóven? Risueña cara tiene; abundantísima cabellera
flota sobre sus hombros.
Demuestra inquietud en sus pasos, como si
fuego interno le aquejase; sus miradas relampaguean, como rayo de
sol.
¿Qué lleva el niño, qué lleva en sus manos de ángel? La
llave de la armonía, la prenda de su amor: UN ARPA.
Alegremente
la hace vibrar, miéntras el Sol, abandonando las cumbres de la alta
sierra, le mira con ojos de padre.
___
Y canta:
- “Dijéronme
en el pueblo que soy trovador, que sé componer canciones; dijéronme
las doncellas que no hay voz tan melodiosa como la mía, que yo soy
su encanto.
“No sé hasta qué punto les gustan mis armonías;
no sé si mis cánticos son un tesoro: pero me han dado un arpa, y
ésta, cuando la pulso, despide gratísimos sones.



Sols quinze vegades,
En tota ma vida,
De la Primavera
N´he
vist lo tornar;
Mes sént una espurna
De foch dintre l´ánima;
Y
el cor se desperta,
Y ´m plau lo cantar.
¿Quí som? ¿Per qué
´m crida
La gent admirada?
¿Per qué de mí
brollan
Suavíssimes veus?
¿Per qué conmoguda
m´ascolta
ma mare?
Per qué s´en glorían
De mí ´ls parents
meus?...
Tot, tot, vol parlarme.
La gaya fonteta
De dolços
murmuris
Ne fa veu per mí.
¿Quí som? ¿Per qué ´ls
núbols,
Les flors y les aygues,
Sa vida me contan
Per ferme
sentir?
L´Altíssim tal volta
M´envía á la Terra,
Dels
hòmens per calma.
De dòls per espant;
Y arreu les
criatures,
Vehent m ´arribada,
Me diuen: Poeta,
Comença
ton cant.


Áun sólo
quince veces he visto la vuelta de la primavera; mas siento chispas
de fuego en el alma; el corazon se despierta, y me gustan los
cantares.
¿Quién soy? ¿Por qué me llama con cierta admiracion
la gente? ¿Por qué se escapan de mi boca suavísimas palabras? ¿Por
qué conmovida me escucha mi madre? ¿Por qué mis parientes hablan
de mí con complacencia?
Todo quiere hablarme. La gaya fuentecilla
sírvese de dulces murmullos al dirigirse a mí. ¿Quién soy? ¿Por
qué las nubes, las flores y las aguas me cuentan su vida,
comunicándome sus sentimientos?
Tal vez el Altísimo me envía á
la Tierra, para mitigar los dolores de los mortales. Y las criaturas
todas, al ver mi llegada, me dicen: Poeta, empieza tu canto.




¡ Qué hermosa es la Terra!
¡Qué bella es Natura!
M´ encisa
de l´auba
Lo joch matiner.
Qué bella es l´aubada
Quant
surt enllestida,
De flors primerenques
Regant lo planter.
Lo
Sol qui s´axeca,
De llum les ratxades
Envía benévol
Per
serres y valls.
L´oratje qui corre
sorprén les
espigues.
¡Quín goig!; al sentirho
Defugen
traballs...
___
Mon pit té molta d´ansia
Del goig d´esta
ventura;
La gloria y la bellesa
Saltar me fan lo cor.
La
mar, los cels, les aures
Me diuen tendres coses,
De santa Fe ´l
tresor.
¡Oh, vull cantar! ¡No ´s pérdia
Ma veu en mes
entranyes!
Ara, en ma jovenesa,
Mos lays entonaré;
Y quant
les venes flonjes
Me tornin de vellesa,
Encara al mon y als
hòmens
Adeu cantant diré!




¡Qué hermosa es la Tierra! ¡Qué bella es Natura! ¡Qué
encantadores los juegos del alba, al aparecer ésta con su brillante
atavío, rociando los planteles de tempranas flores!
El SOL se
levanta; desparrama benévolamente raudales de luz por sierras y
valles. Pasa la brisa matinal, sorprendiendo las espigas. ¡Qué
gozo! Las penas huyen...
___
Mi corazón ansía gozar tanta
ventura; mi corazon salta de contento por la gloria y la belleza. El
mar, los cielos, las auras me dicen ternuras inefables; y el tesoro
de la santa Fe híncheme el pecho de armonía.
¡Quiero cantar!
¡No vaya a perderse la voz en mis entrañas! Ahora, en la juventud,
entonaré mis cantares. Y cuando la vejez afloje mis venas, todavía
cantando diré adios al mundo y á los hombres!




¿Sentíu la cantoría
Que ´s pert per l´enramada?
Dolcíssima
ressona
Com los gemechs del ayre.
N´es la cançó primera
Que
n´ix del fons d´un ánima;
Del Home d´harmonía
N´es lo
suspir del auba.
Primicies del Ingeni,
Preludi
d´entussiasme;
Del jove Trovador
N´es la primer
cantada.

Abril de 1872.



¿Oís el eco,
que se pierde por la espesura? Resuena dulcísimo como los gemidos
del aire.
Es la canción primera, que sale del fondo de un alma.
Es el suspiro de alborada del Hombre del Ritmo.
Primicias del
ingenio, preludio de entusiasmo; primera cantata del jóven
Trovador.

____




LLIBRE PRIMER.
RECORDANCES DE LA PATRIA.
___

I
Á
MALLORCA x
---
Poesía premiada en lo certámen de Montpeller
de 31 de Mars de 1875, convocat per la “Société pour l´étude
des langues romanes.”
Desde ton trono
escumós,
Desde ta cadira d´algues,
Reb mes
tendres cantoríes,
Mes senzilles codolades.
***

Ben
hajas, Illa preciosa,
Que ets per mí l´estel del auba;
Terra
de les ones filla,
Mallorca mía, ¡ben hajas!
Oh sant niu de
ma naxença
Jardinet de los meus pares,
Que ´l Creador fa
florir
Pera la nostra alegransa.

lunes, 23 de agosto de 2021

Geroni Rosselló, LO CASTELL DE L'ARMONÍA.

LO CASTELL DE L'ARMONÍA.


(Á n'en Marian
Aguiló.)


Dalt un puig coronat
d'àrbres


Que domina monts y
plans,


Hi ha el castell de
les sèt torres,


De los sèt portals
murats.





¡Qué n'es de
hermosa la reyna


Que s'alberga en est
palau!


¡Qué n'es la reyna
de rica
!


Y lo castell ¡qué
n'es d'alt!





Lo merlet de mes
amunt


Té la senyera
onejant;


De drap n'es de
plata fina,


Ab un sòl tot d'or
brodat.





EL CASTILLO DE LA ARMONÍA.


(Á D. Mariano
Aguiló.)


Señoreando montes y
llanos, y sobre altísimo pico coronado de árboles copudos,
descuella el castillo de las siete torres muradas.


¡Qué hermosa es la
reina que se alberga en este alcázar! Qué rica, qué rica es la
reina! y cuán elevado el castillo!


En la mas alta de
sus almenas ondea un vistoso estandarte: de plata fina es su tela, un
sol bordado en oro entre sus pliegues relumbra.





Lo Castell de l'Armonía


Li diuen los
naturals,


Perque n'ixen
suspirs dolsos,


En surten dolsos
cantars.





Set donzelles té la
reyna


Que sempre la córt
li fan;


Y sèt gentils
cavallers


Li guardan los set
portals.





Elles son:
Sabiduría,


Bellesa, Fe,
Veritat,


Virtut, Puresa,
Esperansa,


Totes sèt d'estirpe
real.





Y los cavallers:
Amor,


Enteniment elevat,


L'Entusiasme, lo
Poder,


Enginy, Sentiment,
Còr-franch.





Gran fama logra la
reina


Per son parlar
celestial,


Per axò son molts
que l'aman,


Mes son pochs los
estimats.





Venturós qui la pòt
veurer


Sens lo vel que
porta al cap;


Mes venturós si
ella 'l mira;


Si sonriu ¡fortuna
gran!





Castillo de la Armonía le apellidan los naturales, porque de sus
muros encantados salen a todas horas dulcísimos suspiros, brotan
melodiosos cantares.


Siete doncellas
pulidas hacen siempre la corte a la reina: siete gallardos caballeros
custodian las siete puertas del castillo.


Las doncellas se
llaman: Sabiduría, Belleza, Fé, Verdad, Virtud, Pureza, Esperanza.
Las siete son de régia estirpe.


Y los caballeros:
Amor, Entendimiento levantado, Entusiasmo, Poder, Ingenio,
Sentimiento, corazón- franco.


Por su habla
celestial, gran fama se ha grangeado la reina; por esto muchos son
los que la quieren, pero a pocos corresponde la bella esquiva.


Venturoso aquel que
acierta a contemplarla cuando el velo que cubre su rostro no anochece
su peregrina beldad. Mas venturoso si ella le mira. Afortunado del
todo si le sonríe.





Molts n'hi pugen, molts n'hi pugen,


Molts, romeus, se
n'hi han pujat;


Mes casi tots s'en
devallan


De desdeny los còrs
nafrats.





¿Quína llansa hi
ha prou fina,


Que dels cavallers
guardians


En los escuts no se
rompia,


En los escuts de
diamant!





¿Quína mirada hi
ha tendra,


Quína paraula que
bast


Pera guanyar les
donzelles


Que guarda a la
reyna fan?





Los qui s'hermosura
han vista


Maravelles n'han
contat,


Y el món sospés òu
encare,


Ou l'èco de son
parlar.





Sa veu es lo sò
d'una arpa


Perdut de nit per
l'espay;


Sa semblansa n'es lo
sòl


Que té la mar per
mirall.





Quant per maig mira
la terra


Reverdexen tots los
camps;


Mira el cèl en nit
serena


Y romàn tot
estrellat.





¡Cuántos trepan al castillo! ¡Cuántos trepan! Muchos peregrinos
emprendieron animosos el áspero sendero. ¡Infelices! Ellos han
bajado con la espina del desden clavada en sus corazones.


¿Qué lanza hay de
tan bien templado acero que en los escudos de los siete caballeros
guardianes no se quiebre? ¿no se quiebre en sus escudos de
diamantes?


¿Qué miradas hay
tan tiernas, qué palabras tan entrañables, que puedan avasallar el
corazón de las siete doncellas?


Milagros de su
hermosura, milagros que el mundo oye todavía lleno de asombro, han
contado todos los que han tenido la suerte de verla.


Sonido es de arpa
celeste su voz angelical, sonido de arpa que en la calma de la noche
ondea por el espacio; su semejanza es el sol cuando en el anchuroso
mar se espeja.


Miran sus dulcísimos
ojos a la tierra en la estación de las flores, y los campos
reverdecen: mira el cielo en noche serena, y las estrellas lo
abrillantan en seguida.





Plòra la nit la rosada


Quant ella a dormir
s'en vá;


L'aucéll canta, la
flor s'òbri


Quant ella es vòl
despertar.





¡Ó qué n'es de
trista cosa


Estar d'ella
enamorat,


Y rendirse a mitx
camí


Del sender per on hi
van!





- Pelegrí, bòn
pelegrí,


Pelegrí del món
cansat,


¿On t'en vás per
estes penyes,


Camina caminarás?





- Jò m'en puig
muntanya amunt,


Jo m'en vaig
pelegrinant,


Ferit d'amor d'una
reyna


Que sommíi des que
som nat.





Jo vull que s'alé
m'etsís,


Jo vull que s'alé
m'abrás,


Y daré tota ma vida


Per morir dins son
palau.





Sent que l'ánima
illumina,


Que del còr les
ales bat,


Y sent per tot sa
presencia


Sens poderla veure
may.





Cuando el sueño la rinde, vierte la noche lágrimas de rocío; las
aves cantan, la flor se abre, cuando se despierta.


¡Triste, muy triste
es estar de ella enamorado, y desmayar a medio camino del que a su
palacio conduce!




- Peregrino, el buen
peregrino, cansado ya de las asperezas del mundo ¿adónde vás por
estas peñas, camina que caminarás? (1)




- Monte arriba,
monte arriba; peregrino soy de celestes amores, herido el corazón
por el amor de una reina que he visto flotar radiante en mis sueños
infantiles.


Quiero que su
aliento perfumado me hechize, quiero que su hálito de fuego me
abrase, dar quiero toda mi vida para alcanzar la dicha de morir en su
palacio.


Siento que se inunda
el alma mia de gloriosa lumbre, que mi corazón aletea; por todas
partes siento su presencia, y sin embargo no he podido verla jámas.





La sent dins la llum del cèl


Y dins los nuvols
daurats,


Dins los bells
colors del íris,


Dins la pluja, dins
lo llamp.





Errant vá per los
boscatjes,


Y puja per los
penyals;


S'assèu dels rius a
la vòra,


Passeja vergers y
prats.





N'es lo suspir del
ramatge,


N'es l'escuma de la
mar,


N'es lo perfum de
les roses,


N'es del rossinyol
lo cant.





No hi ha res de
béll, de noble,


En el món no hi ha
res gran,


Ont lo seu alé no
hi senta,


L'ardor de son foch
sagrat.





Jo vull viure sols
per ella,


Jo cantant vull
espirar:


Vull que'm don la mà
d'esposa,


Vull que l'ánima
m'inflam'.





Animeta, llum de
Deu,


Lo camí te cansará;


Deixa lo pes de ton
còrs


Que t'en portas
rossegant;





La siento en la luz del cielo, en las atornasoladas nubes, en los
gayos colores del iris, en la lluvia que cae, en el rayo que estalla.



Errante va por
los boscages umbrosos, subo por los peñascos, se asienta a la márgen
de los ríos, pasea magestuosamente prados y vergeles.


Es el suspiro del
ramage tembloroso, es la espuma del mar, es el aroma de las
rosas, es el canto del ruiseñor.


Nada bello, nada
noble, nada grande puede existir en el mundo, si no le
vida su aliento inmortal, el ardor de su fuego sagrado.


Únicamente por ella
quiero vivir; quiero espirar con dulces canciones en los labios;
quiero que me dé la mano de esposa, quiero que el ánima me inflame.


¡Alma mia! Luz de
Dios! El camino te fatigará. Suelta la carga molesta de ese cuerpo
que a remolque llevas.





Aixampla tes ales blanques,


Pren ton vol fins
allá dalt;


Colomet, volta la
torre,


Volta y tórnala a
voltar.





Deu te guart de los
falcóns,


D'els espervérs y
miláns,


De les fletxes de
los vicis,


De los vicis Deu
t'en guart.





Molts han de ser
qu'envejosos


A ton cor li apunten
l'arch,


Mes la fe será la
forsa


Qu'en tes ales
trobarás.





No hi haurá secrets
per tú


Dins lo oscur del
còr humá,


Ni tendrá el futur
cap sombra,


Ni cap sombra lo
pasat.





Cantarás lo bé del
mon,


Plorarás del mon lo
mal;


Colomet, volta la
torre,


Volta y tórnala á
voltar.





De la gòtica
finestra


Poset demunt los
pilars;


Pasa sales,
pasa alcoves,


Pasa cambres
de crestall.






Estiende tus níveas alas hacia las alturas sublimes; toma el
vuelo, palomita, revolotea, revolotea al rededor de la torre.


Dios te libre de los
halcones, de los gavilanes y milanos; de las flechas de los vicios,
…. sobre todo de los vicios, Dios te libre.


Solo así el corazón
humano descorrerá el velo de sus más recónditos secretos; ninguna
sombra en lo venidero, ninguna sombra en lo pasado.


Envidiosos te
sobrarán que asesten el arco contra tu corazón; pero una fuerza de
lo alto dará empuje a tus alas, la Fé.


Cantarás el bien y
las dichas del mundo, llorarás del mundo el mal; palomita voltea la
torre, voltéala y vuelve otra vez a voltearla.


Pósate en los
delicados pilares de la gótica ventana; pasa salas, pasa alcobas,
pasa cámaras de cristal.





Si 't demanan sant y senya:


Poesía els
respondrás.


¡Gloria á tots los
qui s'en venen!-


Dolsa música 't
dirá.





En lo jardí llavors
entra,


Ahont ton ídol
trobarás,


Y poset dalt el
llorer,


Dalt el llorer
inmortal,





Y arranca'n sols una
fulla


Y ab ton béch la'm
portarás,


Per la gloria d'un
sol nòm


Que dins lo còr
tinch tancat.





Si te piden santo y
seña, Poesía contestarás.-


¡Gloria a todos los
que de allí vienen! - te dirá una música dulce y deliciosa.


Entra en el jardín
entonces, en donde encontrarás a tu ídolo; descansa a la sombra del
laurel eterno, galardón de tus inmortales tareas;


Y arráncale una
hoja tan solo y tráemela en tu pico, para la gloria de un solo
nombre que en el sagrario de mi corazón tengo encerrado.

lunes, 30 de agosto de 2021

BARTOMEU FERRÁ PERELLÓ. LA RONDALLA DELS TRES HOSTES. VENTADA. DEU CASTIGA. IGNORANCIA

BARTOMEU FERRA

(Ferrá, la à encara no la escribíen à).

Bartomeu Ferrá y Perelló (wikitroles cat)


Ans
que tot se doná a conexer per ses poesies satíriques y cuadros de
costums mallorquines, y mes per algunes comedies, com Els calsons de
mestre Lluch y Contes 
vells,
barallas noves. Aprés escrigué composicions séries y conseguí que
fos mencionada en los Jochs florals de Barcelona de 1869, la
titolada: Ensòmnis é remembrançes, y en los de 1870 y 1871,
obtingueren lo segon accéssit el romanç, Les minyonetes de Son
Cigala y La rondalla dels tres hostes. Ha publicat totes ses poesies
en un volúm in 4.° estampat p'en Felip Guasp l'any 1872. Naxqué lo
dia 3 d'octubre de 1843.

http://www.enciclopedia.cat/ec-gec-0026585.xml



LA RONDALLA DELS TRES
HOSTES.


(A
na Marieta Rosselló y Zavaleta.)





Açò
era y no era,


Fa
temps enrera,


Una
donzella, filla


Del
rey d'un'illa.


Fada
ne fou sa mare,


Mas,
no viu ara.


Dins
lo castell tot' hora


Plora
que plora,


Broydant
prop de sa dida


Molt
esmarrida,


Que
'l rey no vol que surta


A
cullir murta.





Lo
rey les hores passa


Cassa
que cassa


Per
entre boschs d'alzines


Sonant
botzines.





LOS
TRES PEREGRINOS. (Huéspedes)


(A
María Rosselló y Zavaleta.)


Érase
que se era (28): allá en tiempos añejos hubo una doncella hija del
rey de una isla. Hada fue su madre, mas ya no existe: y la doncella
vive apenada y triste en el castillo, bordando con primor junto a su
nodriza, y llora que llora porque su padre no quiere que salga a
coger mirto.


Pasando
está el rey las horas caza que caza, con sus trompas ensordeciendo
las selvas y los






Sa filla 'l veya corre


De
dalt la torre,


Y
méntres que corria


La
nit venia;


Per
devallá a la sala


Baxa
l'escala,


Quant
òu lo cant en l'ayre


D'un
bon trobayre.





-
Dama de la finestra,


Per
un sol vespre


Vullau
darme posada;


Y
la vetlada


Vos
cantaré les gloses


De
les set roses.


-
Bé pot pujar sens triga;


Ben
vingut siga!


Mon
pare alberch no nega


A
qui me prega,


Si
bé no vol que surta


A
cullir murta. -



Lo
jovencell li parla


Jurant
aymarla;


L'escolta
la donzella


Tornant
vermella.


-
¿Quín present me fariau


Si
ab mí 'us uniau?


-
Mon arpa del sò lliure,


Que
fa reviure.





encinares. La hija sigue
al padre, desde el torreón más alto, con melancólica mirada, y así
ve adelantarse la noche. Mas, al bajar a la sala del castillo por el
caracol estrecho, oye resonar en el aire el canto de un trovador.


-
Niña, la mi niña, que al mirador te asomas, dice, dígnate
hospedarme por una sola noche en el castillo, y te cantaré en la
velada, si te place, el tierno romance de las siete rosas.

-
Seáis el bien venido! Entre sin tardanza el trovador: mi
padre no rehúsa el albergue a q
uien
de mí lo implora, aunque salir no me deja a coger mirto.

El
doncel la habla de amor, y amor la jura; la doncella le oye
poniéndose encarnada.


-
Dime, ¿qué presente me harías si te unieses a mí?


-
Mi laúd te diera de libres acordes, mi laúd que vuelve los
corazones a la vida.






- Trobayre, aquexa
hisenda


Trau
poca renda.


-
Dama, prou vos valdria


Esta
arpa mia. -





Lo
rey parteix sens patge


Al
hermitatge;


Cada
any hi va una volta


A
fer l' absolta,


Hont
s'esposa estimada


Es
soterrada.


Del
mirador, sa filla


Esguardant
l' illa,


Veu
que una nau lleugera



a la ribera,


Y
un mariner ne corre


Cap
a la torre.





-
Dama de la finestra,


Per
un sol vespre


Vullau
darme hospedatge;


Y
mon vïatge


Vos
contaré, si agrada,


Exa
vetlada.


-
Bé pot pujar sens triga;


Ben
vingut siga!


Mon
pare alberch no nega


A
qui me prega,


Si
bé no vol que surta


A
cullir murta. -





- Escaso es tu don: poco
produce, trovador, tu hacienda.


-
Mi laúd, niña, no tiene precio: con él tendrías un tesoro ! -


El
rey, sin paje que le acompañe, se dirige a la ermita. Va una vez
cada año a orar por su amada esposa sobre la misma tierra que la
cubre.


Contemplando
la tierna doncella desde la ventana su adorada isla, ve una ligera
nave que llega a la playa y un marinero que corre hacia el castillo.


-
Niña, la mi niña, que al mirador te asomas, dígnate hospedarme por
una sola noche en el castillo y te contaré, si te place, en la
velada mi viaje y mis aventuras.


-
Seáis el bien venido! Suba el marinero sin tardanza: mi padre no
rehúsa el albergue a quien de mí lo implora, aunque salir no me
deja a coger mirto.






Lo mariner li parla


Jurant
aymarla;


L'escolta
la donzella


Tornant
vermella.


-
¿Quín present me fariau


Si
ab mi 'us uniau?


-
Ma nau que 'l mar navega


'Xi
com llampega.


-
Mariner, exa hisenda


Trau
poca renda.


-
Dama, prou vos valdria


Exa
nau mia. -





Lo
rey parteix y als pobres



bones obres,


Que
sa vila ha esfondrada


La
torrentada.


De
lo castell dins l'horta


S'obri
una porta;


Un
mercader la passa


Y
entra a la plassa.


La
donzella cosia,


Dins
gelosía


De
daurades esquerdes,


Percintes
verdes.





-
Dama de la finestra


Per
un sol vespre,


De
que romanga 'us placia;


Jo
'us deman gracia





El marinero le habla de
amor, y amor la jura; la doncella le oye poniéndose encarnada.


-
Dime, ¿qué presente me harías si te unieses a mí?


-
Mi nave te diera, niña; mi nave que cruza el mar como el relámpago.


-
Escaso es tu don: poco produce, marinero, tu hacienda.


-
Mi nave no tiene precio: con ella tendrías un tesoro ! -


El
rey parte a dar amparo a los pobres cuyos hogares arrastraron las
avenidas. En el jardín ábrese una puerta y entra un mercader en el
patio del castillo. La doncella, detrás de una celosía de dorados
traveseros, bordando estaba un verde ceñidor.


-
Niña, la mi niña, que al mirador te asomas, dígnate hospedarme
por una sola noche en






Per mostrarvos alhaques
(alhajes)


Riques
y maques. (majes)


-
Bé pot pujar sens triga;


Ben
vingut siga!


Mon
pare alberch no nega


A
qui me prega,


Si
bé no vol que surta


A
cullir murta. -



Lo
mercader li parla


Jurant
aymarla;


L'escolta
la donzella


Tornant
vermella.


-
¿Quín present me fariau


Si
ab mi 'us uniau?


-
Lo mirall de l'ausencia


Que
fou ma herencia.


-
Oh! mercader, ta hisenda


Val
poca renda.


-
Dama, prou vos valdria


La
joya mia. -





Cada
hoste vá y s'afanya,


A
terra estranya,


Pensant
sempre en la filla


Del
rey de l'illa,


Quí
plena d'anyorança


N'ha
fet mudança.


Als
tres hostes somia


De
nit y dia.





el castillo y te enseñaré
las ricas y hermosas joyas que traigo.


-
Seáis el bien venido! Suba sin tardanza el mercader: mi padre no
rehúsa dar albergue a quien de mí lo implora, aunque no me deja
salir a coger mirto. -


El
mercader la habla de amor, y amor la jura; le oye la doncella
poniéndose encarnada.


Dime,
¿qué presente me harías si te unieses a mí?


-
Daríate todo cuanto heredé; daríate el espejo de la ausencia.


-
Escaso es tu don: poco produce, mercader, tu hacienda.


-
Niña, la alhaja no tiene precio, ella es un tesoro.


Los
tres siguiendo su destino, van a tierras extrañas; pero los tres
piensan siempre en la hija del rey, que palidece y se marchita en la
tristeza. Noche y dia suena en los viajeros, y alejada de su
semblante la sonrisa, vive doliente y llorosa; inútil es ya que la
permitan salir a coger mirto.





No va pus delitosa,


Sino
plorosa,


Y
es per demés que surta


A
cullir murta.





Qué
'n direm! que 'ls tres hostes,


Baix
d'unes costes,


Un
bell jorn comparexen


Y
se conexen.


Lo
mercader repara


Y
veu ben clara


Al
mirall, la donzella,


Per
maravella,


Del
tot esblanquehida


Que
pert sa vida.


Als
companys ho fá veure;


No
'l volen creure.





Qué
'n direm! que 'l paratje


N'era
una platje,


Y
'l mariner deslliga


Sa
nau, sens triga.


-
Anem! d'aquí a una estona,


Ona
per ona,


A
l' illa desitjada


N'haurá
arribada. -


Los
dos companys s'hi juntan


Y
a la nau muntan.


Y
ala, avant! sense teme'


Rema
que rema.





¡Quién lo creyera! En
un hermoso día se encontraron y conociéronse los tres caminantes al
pie de una montaña. El mercader reparó en el espejo de la ausencia
la imagen de la doncella, pálida y sin colores, como si fuese a
extinguírsele la vida: los compañeros la ven agonizar y no
quisieran creerlo.


¡Quién
lo creyera! aquel sitio era una playa; el marinero desató rápido la
nave: todos se unen y saltan al batel. - Partamos, y pronto de ola en
ola llegaremos a la isla deseada.- Y boga que boga avanzaron sin
temor.





Qué 'n direm! que a la
roca


De
l'illa toca.


Ja
pujan la dressera;


Mas,
¿qué 'ls espera?


Tantost
lo pont s'acala,


Van
a la sala,


Y
arribant a la porta


Senten:
- ¡Ja's morta!... -


Llavors,
de lo trobayre,


L'arpa
mou l'ayre;


Y
al punt, per maravella


Viu
la donzella.


___



Are,
els quí ohiu la glosa,


Digau:
¿quín sia


Dels
tres que merexia


Ferne
sa esposa?


Lo
mirall diu sens falta


Que
está malalta;.


La
nau s'hi ha tramesa


Per
'vinentesa,


Y
l' harpa del só lliure


La
fá reviure.

_____



Buena fortuna! ya abordan
a la ribera, suben por el atajo, se baja el puente del castillo,
llegan a la sala y oyen exclamar: - ¡Ha muerto! - Al instante el
trovador hace vibrar el aire con los acordes de su laúd y vuelve por
milagro a la vida la hermosa doncella.
____


Los
que habéis oído mi canto, decidme, ¿cuál de los tres peregrinos
merecía desposarse con la hija del rey? El espejo reveló que estaba
enferma y moribunda, rápida la nave hendió las aguas volando a su
socorro, y el arpa de las libres armonías devolvió los latidos al
yerto corazón de la doncella.

______





LA VENTADA.





¿D'hont
ix l'alé que sorollant oretja


Y
polsaguera mòu,


Y
ab seca fullaraca juguetetja


Y
'ls pedrolins remòu?





¿D'hont
ix l'alé que esfondra y arruina


Lo
crivellat casal,


Y
vincla, cruix y esqueixa de l'alzina


Lo
rebassut cimal?





De
mes en-llá les sèrres vé; s'afua,


Arruxa
los niguls;


Mes
quant ses íres ferm penyal agua,


Llavors
gita bramuls.





Tal
volta en arenals, monts y planures


N'ha
fet cent remolins,


Y
ha despullat arreu de ses verdures


Les
eures y los pins.





EL HURACÁN.


¿De
dónde viene ese aliento de gigante, que mugiendo pasa, y cubre el
espacio de una nube de polvo; ese aliento que arrebata la seca
hojarasca de los árboles y remueve hasta las piedras?


¿De
dónde viene esa desbocada furia, este soplo que hunde y arruina el
agrietado caserío, dobla, y hace crujir, y troncha el robusto ramaje
de las encinas?


De
más allá de las sierras partió, y arremete con indomable empuje
aventando los colosales nubarrones; mas si a su paso iracundo se
oponen los peñascos, lanza espantosos rugidos.


Tal
vez allá en lejanos arenales, o en los montes y llanuras,
arremolinóse cien veces, y despojó de su verde pompa las yedras y
los abetos.






Tal volta ha saludat la
caravana


Enmitx
d'ardent desert,


O
bé dels cims gelats de tramontana


Lo
vel n'ha descubert.





Tal
volta ha rebetjat les blaves ones,


Del
mar guaytant lo fons,


Que
ab escumera han engolit fellones


Cadávres
y timons.





Son
trafegar per llunyadanes platjes


No
res d'eix mon detén.....


Lo
breu y dilatat de sos viatjes,


D'enveja
l'pit m'encén.





D'enveja,
sí; per ço cuant la ventada


Rebufa
ab veu de trò,


Al
ras de la garriga, a s'alenada


Esment
hi poso jò.





Llavores
que m'alsás d'est sòl voldria,


Com
alsa lo pallús,


Y
dels humans los dòls y l'agonía


No
m'perseguissen pus.





Y
anar amunt, volant com les estrelles


Que
son l'etern esglay


D'setgles
y mes setgles, maravelles


Penjades
en l'espay.





Llavors
trascolaría ab reverencia


Dins
mon pur esperit,


Los
raigs que hi vessaria l'alta sciencia


Del
rey de l'infinit.




Tal vez saludó poco
hace, en medio del abrasado desierto, a la sedienta caravana, o viene
de rasgar el velo con que se envuelven las altísimas cumbres del
septentrión.


Tal
vez agitado ha con fuerza inconmensurable las olas del mar,
escudriñando sus profundidades; mientras se hundían en un abismo de
espuma cadáveres y timones.


Nada,
nada detiene su camino audaz sobre las playas mas apartadas...! ¡Ah!
lo raudo y dilatado de sus viajes me enciende el corazón de envidia.


De
envidia, sí; por eso cuando el huracán se desata, y con voz
atronadora muge, desde la pendiente de la desabrigada selva, sigo
atento su paso terrible.


Entonces
quisiera que me arrebatase del suelo, así como arrebata la seca
arista, y me trasportase allá lejos, donde no me persiguieran los
dolores ni las agonías de este mundo:


Que
me elevase a los infinitos espacios, volando al par de las estrellas,
eterna admiración de los siglos, maravillosas lámparas suspendidas
en la bóveda celeste.


Entonces,
poseído de la reverencia más alta, filtrarían en mí espíritu los
rayos que en él derramase la ciencia divina del rey del infinito.






DEU CASTIGA.





Seguint
d'eyma la dressera


S'en
anava un vell ceguet,


Y
d'enfora li cridaren:


-
¡Per l'esquerra, y no caureu! -





A
l'avís que l'enganyava,


¡Malanat
que l'obeeix
!


Descals
vá per sobre aritjes,


Y
ningú corre a treure'l...!





Qui
'l burlá es aqueix bell jove


Que,
al portal de La Mercé,


Als
devots fa llum los vespres


Ab
un fanal qu'éll no veu.

_____





CASTIGO DE DIOS.


Caminando
a tientas por angosto sendero iba un anciano cieguecito, y - ¡A la
izquierda, que vais a caeros! - gritóle una voz lejana.


¡Infeliz
del que sigue traidores consejos! el pobre andaba descalzo por sobre
los zarzales y nadie acudía a socorrerle....!


Quien
le burló es el mancebo que todas las noches alumbra a los devotos en
la puerta de la Merced, con una lámpara cuya luz no verá jamás el
desdichado.

_____





IGNORANCIA.





Dins
lo camp de l'ignorancia


N'han
sembrat males llevors;


¡Ay
del poble que s'escolta


Losa pòstols del error!





De
paraules que afalagan


Han
begut lo verí dolç:


¡Trists
d' aquells quí esperan viure


Del
traball sense lo jòu
!





¿No
devalla a la planura


Tot
quant sobra a n'els turons?...


Per
no veure richs y pobres


Es
mester esfondrá el mon.

____





IGNORANCIA.


Semilla de perdición sembraron en el campo de la ignorancia:
¡Ay del
pueblo que escucha a los apóstoles del error!


La
humanidad ha bebido el dulce veneno de halagadoras mentiras.

¡Infelices de los que sueñan andar su camino, libres del yugo del trabajo!


¿No
baja al llano todo lo que sobra a las alturas?....
Preciso es que
se hunda el mundo para no hallar en él ricos y pobres.

_____