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domingo, 1 de agosto de 2021

XIII, DESIG DE LOS DESIGS.

XIII

DESIG
DE LOS DESIGS.



Confiteantur
tíbi, populi, Deus;
Confiteantur tibi populi omnes!
(Psalm
66-v.3.)



Era
l´hora del día en que s´encénen
Dintre´l cor los desigs que
del cel vénen,
Y´l cor desficïós s´en vol anar;
Exa hora
de süau melancolía,
Quant la derrera claredat del día
Son
arreveure trist comença á dar.



Genoll
ficats, sobre la terra broja,
Vora´l sepulcre que lo còs
estoja
Del Mártir de la Fe, gran Ramon Lull,
Ma ánima plena
de condol, jo orava;
Y, desde´l mon, al Infinit volava,
Com la
gavina al cel desde un escull.





XIII
DESEO
DE LOS DESEOS.



Era
la hora en que el corazon abriga deseos celestiales, y, displicente,
quiere irse de este mundo; esa hora de suave melancolía, en que la
claridad del crepúsculo vespertino empieza á darnos su triste
adios.



De
rodillas sobre la desnuda grada, cerca del sepulcro que encierra el
cuerpo del Mártir de la Fe, del gran Ramon Lull, oraba yo, con el
alma sumida en la tristeza; y, desde este mundo, me elevaba á lo
Infinito, como la gaviota al cielo desde un escollo.





Recordava
ferestes amargures
Qu´en Lull vá sofferir de les criatures
Per
donar á conexe ´l nom de Deu;
Y, malgrat sa invencible
benvolencia,
Conseguir no pogué sa inteligencia
Fos adorat el
bon Jesús arréu.



¡Còm.
Senyor! ¿Y aqueix héroe d´activesa
Casi res vá lograr en
escomensa
Que feu als pobles servidors del mal?



¿Y
l´unió religiosa de los pobles,
Sòls ha de ser desig de los
cors nobles;
Aspiració, y no més, del ideal?



Aqueix
desig que lo meu cor omplena
Y que bull en la sanch de cada
vena,
El desig de que Vos siau conegut,
¿No ha de tenir
satisfacció algun día,
Y hem de veure del home l´agonía,
Sempre
pe´l geni del error vençut?



Suspir
ab ansia per la pau divina,
Per l´unitat de Fe, que ´ns
encamina
Cap-dret al Cel per un meteíx viarany;
Suspir pera
que vinga l´amor pura,
Regne de fe y d´amor, que ´ns
assegura
L´adveniment del Regne sens engany.







Recordaba
las fieras amarguras que Lulio tuvo que sufrir de los hombres, para
dar á conocer el Nombre de Dios. Y, sin embargo, ni su inteligencia,
ni su caridad, lograron que Jesucristo fuese adorado en todas partes.



¡Cómo,
Señor! ¿Y ese héroe de la actividad ardiente, casi nada pudo
conseguir en la empresa de ilustrar á los pueblos paganos? ¿Y la
union religiosa de todos los pueblos, ha de ser simple deseo de las
almas nobles; no más que aspiracion de un ideal?



Este
deseo que hinche mi corazon, que hierve en la sangre de mis venas, el
deseo de que Tú seas conocido, ¿no ha de verse satisfecho algun
día? ¿Hemos de presenciar siempre la angustia del hombre, vencido
por el genio del error?



Suspiro
por la paz religiosa, por la utilidad de la Fe, que nos encamina
derechamente á Dios por un mismo sendero. Suspiro por el amor puro,
por el reinado de la Fe y del Amor, que nos asegura el advenimiento
de la Verdad Eterna.






¡Oh!
¡No han pogut encara ´ls fervorosos
Grans genis de qui estam més
ergullosos,
Del error los imperis esvahir!



¡Encarara
s´extén per l´ampla Terra
Com grossa taca exa negror
qu´aterra,
Y´ns fa del íntim de lo cor gemir!



Pau,
y Lull, y Xavier, y altres, petjaren
Casi la terra tota;
derramaren
L´aygua de Fe y d´Amor en l´Univers;
Mes no han
bastat sos gegantins esforços,
Y l´home se revingla ab braus
retorços
Dintre del cercle del error pervers.



La
llavor de la Fe; depositada
En l´Arca d´Israel, fo fecundada
Per
la Sanch generosa del Senyor;



Los
vents del Cristianisme la prengueren,
Y ab ses valentes ales la
dugueren
Fins als límits sabuts per l´antigor.



Los
Apòstols les roques del Calvari,



Abandonaren
ab sublim desvari,
Empesos per l´afronta de la Creu;
Y desde
l´Indo á les iberes platjes,
En inmortals, maravellosos
viatjes,
Portar saberen l´Unitat de Deu.





¡Ah!
¡No han podido aún los fervorosos genios, orgullo soberano de
nuestra raza, destruir los imperios del error! ¡Todavía cubre gran
parte de la tierra esa afrentosa mancha, contra la cual protestamos
con gemidos!



Pablo,
y Lull, y Javier, y muchos otros, visitaron casi toda la tierra;
derramaron el agua de la Fe y del Amor en todas las regiones: mas no
han sido suficientes sus colosales esfuerzos; y el hombre se retuerce
todavía dentro del férreo círculo del error.



La
semilla de la Fe, depositada en el arca de Israel, fué fecundizada
por la generosísima Sangre del Señor. Los vientos del Cristianismo
la tomaron, y en sus valientes alas condujéronla hasta los límites
del mundo entónces conocido.



Los
apóstoles con sublime inspiracion abandonaron las rocas del
Calvario, impelidos por la afrenta de la Cruz. Y desde el Indo hasta
las playas ibéricas, en inmortales milagrosos viajes, supieron
llevar la fe de la unidad de Dios.





Y
los obrí ses cátedres Atenes,
Y venerá la Italia ses
cadenes,
La veu de los Pontífices troná;
Aprés dels mártirs,
confessors exiren,
Y los fills de Germania ´ls exoíren,
Y´l
nom de Crist sos estandarts inflá.



Després,
los barcos espanyols tallaren
Les ones del Atlántich, y
volaren
Al Nou Mon ferventissims missioners;
Y la infelís
progenie americana
Incliná son bell cap de jovensana,
Devant
Aquell qui acull als extranjers.



Mes...
¡ay!, (no pot ma cristïana lira
Expressar eix dolor que la
retgira),
Transcorreren les glories del Passat:
Y tanta sanch
gustosament donada,
Tant d´entussiasme, tante fe exaltada,
Pera
espoltrir los ídols no han bastat.



¡Ay!
No han bastat grandeses d´heroísme
Pera plantar la Creu del
Cristianisme
Hontsevulla respire un fill del hom.
Hi há
terres y més terres, no llunyanes,
Que may senten la veu de les
campanes,
Ni de Jesús lo suävíssim Nom.





Y
Grecia les abrió sus cátedras, é Italia veneró sus cadenas:
escuchóse la atronadora voz de los Pontífices. Tras de los
mártires, vinieron los confesores; y los hijos de Germania aceptaron
su doctrina; y, al nombre de Cristo, ondearon al viento sus
estandartes.



Despues,
los barcos españoles surcaron las olas del Atlántico; volaron al
Nuevo Mundo ferventísimos misioneros; y la infeliz raza americana,
inclinó su jóven cabeza ante aquel Señor que acoge al extranjero.



Mas...
¡ay!, (no puede mi cristiana lira expresar el dolor que me abruma),
transcurrieron las pasadas glorias; y tanta sangre con sumo gusto
ofrecida, entusiasmo tan verdadero, tan exaltada fe, para pulverizar
los ídolos, no han bastado.



¡Ay!
No han bastado las más heróicas empresas, para plantar la Cruz del
Cristianismo por doquiera respire un hijo del hombre. Hay muchísimos
países, no lejanos, en que nunca se oye la voz de la campana, ni el
dulcísimo Nombre de Jesus.





La
cruël Mitja Lluna
senyoreja
Los boscos de palmeres, que rastreja
L´elefant, en
lo sòyl de Faraó;
En les ciutats de la pagana Xina
Sufrir no
poren, sense ferlo ruina,
Que s´alce á Deu un cristiá torreó.



¿Qué
més? Entre les runes llastimoses
De Salem, á l´Europa
doloroses,
¿No hi llampega lo ferro mussulman?
¿Qué n´hem
tengut de les brillants Creuades,
Quant tota Europa enviava ses
armades
Per abatre les glories del Koran?



¡Ay!
en noltres matexos, la senyera
De l´Unió religiosa ¿la venera
Y
li es avuy tota ánima fidel?



¿Es
per ventura ab altivesa noble
Arborada y seguida en cada poble?



¿L´interés
nostre es l´interés del Cel?



¡Voldría
que de cop se declarassen
Catòliques les Gents; y
proclamassen
Sòls una Fe, un Baptisme, y un Senyor;
Y del
Tánys al Níger, dés la França
A la llunya Otaíti,
l´alabança
Uníssona pujás al Creador!




La
cruel Media Luna señorea los bosques de palmeras, donde vive el
elefante, en el suelo de los Faraones. En las ciudades de la pagana
China, no pueden sufrir, sin derribarlo, que se levante á Dios
cristiano templo.



¿Qué
más? Entre las ruinas de Jerusalem, eterno dolor de Europa, ¿no
brillan los aceros musulmanes? ¿Qué obtuvimos de las grandiosas
Cruzadas, cuando toda Europa enviaba sus ejércitos, para abatir las
glorias del Koran?

¡Ay! Nosotros mismos, ¿acaso somos fieles
á la bandera de la union religiosa? ¿La enarbolan y siguen con
noble altivez todos los pueblos? Nuestros intereses, ¿son los
intereses de Dios?

¡Ojalá todas las naciones,
instantáneamente, se declarasen católicas, proclamando una sola Fe,
un solo Bautismo, un solo Señor! ¡Y del Tánais al Níger, desde
Francia á la lejana Otaíti, subiese unísono el cántico de
alabanzas, al Sér Supremo!





¡Oh
Unitat!, tu no ets filla de la Terra;
Los hòmens te declaran dura
guerra.
Y no t´albergan en les patries llars;
¿Per qué
t´enjega l´ignorancia vana?
¿Per qué s´ajau tant temps la
raça humana
Sots l´ombra impura de maleyts altars?



Tu
ets estrella de llum maravellosa,
Tu devallas del Cim, font
delitosa,
Y regas los verjers del Esperit.



¡Avina,
avina, resplendor puríssim
De l´Essencia invisible del
Altíssim!
¡Ay! ¡qu´ens cubreix la tenebrosa nit!



¿Quant,
Deu meu, brillará en tota la Terra
L´antorxa de la Fe, que´l
Mal desterra,
Y tots veurem universal claror?
¿Quánt el
dimoni no rebrá homenatje
Ni tendrá en sòls un cor felís
estatje?
¿Quánt serèu NOSTRE DEU, Senyor, Senyor!! -


La
llantia del Santíssim llambrejava,
Casi fosca la bòveda
quedava,
Y les ombres giravan entorn meu;
Lo pensament enlayre
se desfeya,
Y un riu d´ardents llágrimes me queya,
¡Com si´s
fongués mon cor per tant de greu!


Juliol 1874.



¡Oh
Unidad! ¡Tú no eres hija de la Tierra! Los hombres te persiguen; no
quieren albergarte en el hogar de las naciones. ¿Por qué te
despiden la vanidad y la ignorancia? ¿Por qué la raza humana se
duerme á la impura sombra de malditos altares?




eres astro de maravillosa claridad; deliciosa fuente, que bajas de la
Altura, y riegas los verjeles del espíritu. ¡Vén, vén, resplandor
de la Esencia Soberana! ¡Ay! ¡que nos envuelve tenebrosa noche!



¿Cuándo,
Dios mío, brillará en toda la Tierra la antorcha de la Fe, de
nuestros males enemiga, y todos veremos el Sol de tu verdad? ¿Cuándo
Luzbel no recibirá homenaje de nadie, ni se aposentará
descansadamente en corazon alguno? ¿Cuándo serás NUESTRO DIOS,
Señor, Señor!! -
…..........

La lámpara del Santísimo
chisporroteaba; la bóveda de la capilla quedaba casi á oscuras; las
sombras daban vueltas á mi alrededor. Mi pensamiento se perdía en
vaguedades; y por mis mejillas corrían ríos de lágrimas, ¡cual si
mi corazon saltase de su centro!

lunes, 30 de agosto de 2021

MIQUEL ZAVALETA. ¡OH DESITX!

MIQUEL ZAVALETA.


Eix
poeta, naxqué en la ciutat de Palma lo dia primer d'abril de 1833.
Ha escrit poques 
poesies
en lo nostre
matern llenguatje, encare que d'ell n'ha fet
objecte de detinguts 
estudis.
Sa poesia Oh desitx meresqué un accéssit en los Jochs florals del
any 1865, y es segur que hauria lograt altres premis, si d'algun
temps en çá no visqués en l'illa de Puerto-rico, ahont exerseix sa
professió d'advocat. Ha escrit algunes obres dramátiques en
castellá, que conserva inédites, y gran nombre de poesies líriques
en la mateixa llengua, de les quals ne té publicades algunes.


https://es.scribd.com/document/98875906/La-literatura-en-Mallorca-1840-1903




¡OH DESITX!


Tench
un cavall que no menja,


Y
vola quant lo cavalc;


Si
un dia m' treu de la sella,


Ni
memoria n' trobaran.





Axí
que l'estrench de brida,


Se
me posa esperitat,


Y
salta y passa de fua


Imperis
de cap a cap.





Si
'l deix anar per son conte,


Camina
un poch assentat,


Mes
llavors n' es com la ploma


Que
emportan les tempestats.





¡MALDITO
DESEO!


Tengo
un caballo que no come, pero que vuela al cabalgarle; ni memoria se
hallará de mí si logra arrancarme de la silla.


Tan
pronto como le aprieto las riendas, enfurécese cual si le animaran
infernales espíritus, y salta y pasa de una sola carrera los
imperios del uno al otro confín.


Si
abandono la brida sobre su cuello, dejándome llevar a su placer,
breves momentos galopa reposado, mas luego es como la pluma que
arrebata el turbión.






Y el malehít no se cansa


De
correr ni de saltar,


Y
a quiscun dels salts que dona


Me
veig los estels devall.





¡Ay,
Señor! quant jo 'l me mir


Ab
los ulls espiretjants,


Fent
escuma per la boca,


Y
corrent tot desbocat,





Ab
quin gust jo besaria


La
terra que trapitjás,


Caminant
per mos peus propis,


Encara
que fos descalç!





Jo
no vull, no, les riqueses


Que
veure son vol me fá,


Ni
cadenes de ventures


Que
'm roden per totes parts.





No
vull fama, no vull gloria,


Ni
'ls fums de les vanitats;


Jo
del pler no'n fás mon ídol,


Ni
'ls impossibles encalç.





Sols
vull esser com los altres


Que
la vida van passant


Junt
a la llar de sa casa,


Sense
res mes desitjar...!






Y el maldito no se cansa
de correr ni de saltar, y a cada uno de sus saltos descubro las
estrellas a mis pies.


¡Ay
Dios! cuando le veo con ojos centelleantes derramando espuma por su
boca, a todo correr desbocado,


Con
qué placer entonces besaría la tierra que yo pudiese pisar con mi
planta, siquiera vacilante y desnuda!


Yo
no quiero las riquezas que descubro en su vuelo, ni anhelo que lazos
de venturas por todas partes me encadenen.


No
quiero fama, ni gloria, ni el humo de las vanidades; yo no hago del
placer mi ídolo, yo no persigo el imposible.


Sólo
anhelo ver felizmente pasar las horas de mi vida junto al hogar de mi
casa, sin congojas ni deseos...!






Y el cavall corre que
corre


Per
deserts y per ciutats,


Sens
forsa ni alé m'emporta,


Tot
escumós y fumant.



Y
jo clavat a sa sella


D'ánsia
me sent acabar,


Y
corr' y corr' sens objecte,


Y
corr' y corr' esglayat.





¡Ah,
desitx! ¡ah, desitx meu!


¡Ah,
desitx de Barrabás!


Si
aturarte no es posible,


Confonga'l'
Deu! Deu te mat' !

____



Y el caballo corre que
corre, por desiertos y ciudades, y sin fuerza ni aliento, me arrebata
echando espuma y vapor.


Y
yo, clavado en la silla, me siento desfallecer por el ansia, y corro
y corro sin objeto, y corro y corro despavorido.


¡Ah,
deseo! mi deseo! deseo de Barrabás! Si no es posible detenerte,
confúndate Dios, Dios te aniquile !


____


https://www.mallorcaliteraria.cat/ca/fons-autors

https://www.patrimoniliterari.cat/uploads/imagenes/335-publiarxiu2-1583307778.pdf

https://www.dbalears.cat/opinio/opinio/2013/02/02/268691/1887-flors-mallorca.html

No es este: https://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_Zavaleta

lunes, 15 de julio de 2019

FERNANDO II, ARMADO CABALLERO DE MARÍA


134. FERNANDO II, ARMADO CABALLERO DE MARÍA (SIGLO XV. CASTEJÓN DE LAS ARMAS)

FERNANDO II, ARMADO CABALLERO DE MARÍA (SIGLO XV. CASTEJÓN DE LAS ARMAS)


La reconquista del reino de Granada se fraguó lentamente, a pesar de ser el último reducto musulmán que quedaba en la Península Ibérica. Poco a poco fueron cayendo las principales plazas que rodeaban a la capital hasta que, por fin, le tocó el turno a la ciudad de la Alhambra. En Aragón, la guerra granadina tuvo su reflejo, pues no en vano Fernando II el Católico fue partícipe directo en estos últimos instantes.
Cuenta la tradición que don Fernando se hallaba en Zaragoza acabando de realizar los preparativos que le llevarían a acometer el último asalto a la ciudad granadina, cuyas huertas y alrededores estaban ya en manos de los cristianos. Cuando tuvo todo organizado, partió con su séquito desde Zaragoza —donde había rendido una de sus escasas visitas a la ciudad— y, como era habitual, siguió la ruta natural del río Jalón para encaminarse hacia la Meseta. Estaban previstas las etapas a realizar por la comitiva, una de las cuales les llevó a levantar su campamento para pernoctar en Castejón, población cercana a Ateca, ya casi en los confines del reino de Aragón, aunque el rey pasó la noche en su castillo.

A la mañana siguiente, Fernando II asistió a la celebración de la Misa, y antes de abandonar tierras aragonesas, manifestó su deseo de ser armado ante la imagen de Nuestra Señora del Cerro, venerada en una pequeña ermita de esa localidad. El ceremonial fue muy sencillo por deseo expreso del monarca y en medio de un gran silencio se consagró ante sus capitanes y guerreros como caballero de María, a la que solicitó piadosamente su intercesión y ayuda para la guerra final que iba a emprender.

Nuestra Señora del Cerro, Castejón, Fernando II armado caballero


Pasó el tiempo, los Reyes Católicos reconquistaron Granada y Fernando II, victorioso, se vio precisado a volver a Aragón, haciéndolo una vez más por la ruta del Jalón. Al pasar de nuevo por Castejón —pueblo denominado desde entonces Castejón de las Armas por haberse armado caballero de María en él— se detuvo media jornada y ordenó —en recuerdo y agradecimiento de la ayuda divina recibida— no sólo construir una capilla dedicada a la Purísima Concepción, sino también la colocación de los escudos de Aragón y Castilla en el altar de la imagen de la virgen del Cerro, su valedora en la batalla. Hecho todo esto, prosiguió viaje a Zaragoza.

[Faci, Roque A., Aragón..., II, pág. 470.]


Castejón de las Armas es un municipio de España, en la provincia de Zaragoza, comunidad autónoma de Aragón. Tiene un área de 16,09 km² con una población de 87 habitantes (INE 2017) y una densidad de 5,41 hab/km². A nivel eclesiástico está dentro del Arciprestazgo del Alto Jalón.

El municipio está situado en la Comarca de Calatayud a 103 km de Zaragoza, a una altitud de 660 metros. Se encuentra asentado en las proximidades de las confluencias de los ríos Piedra y Jalón, lo que le confiere un bello paisaje formado por las vegas de ambos ríos. Parte de su término municipal está protegido dentro de la red Red Natura 2000 con la denominación de Riberas del Jalón (Bubierca-Ateca), que comprende una franja entre Bubierca y Ateca de la ribera del río Jalón.



Originariamente se denominaba Castejón de Ateca, en el siglo XVI paso a llamarse con su actual denominación.

Castejón de las Armas, le viene dado por la fábrica de armas blancas de muy buen temple, la fabricación de estas existía ya en 1495, todavía en el siglo XVI se fabricaban espadas famosas en la comarca; y dónde, cuenta la leyenda, que el Rey Fernando II el Católico, Rey de Aragón y de Castilla, en una de sus batallas, y a petición de su deseo, fue armado ante la imagen de Nuestra Señora del Cerro. Al terminar la conquista de Granada, volvió a este lugar, y en agradecimiento a las victorias conseguidas y a la ayuda divina recibida, orden construir la capilla dedicada a la Purísima Concepción y a colocar los escudos de Aragón y Castilla en el altar de la imagen de la Virgen del Cerro.

Los monumentos y sitios destacados en la población son varios como la Iglesia de El Salvador de 1280 de estilo gótico, destacando en su interior dos retablos barrocos en madera, y una talla también en madera que representa a la Virgen , de 123 centímetros de altura;
La Ermita de la Virgen del Cerro, que data del siglo XV aunque el edificio actual de estilo colonial fecha del siglo XVII; Restos de El castillo medieval del siglo XIV dónde cuentan que el Rey Fernando II paso una noche; El Río Piedra, famoso por sus truchas y la vegetación a lo largo de su cauce, atraviesa el pueblo dividiéndolo en dos; Las Fuentes de su localidad; La Chichulana lugar emblemático por sus vistas. Es el punto más alto del pueblo, desde dónde se divisa gran parte de la comarca, se puede llegar caminando desde el pueblo disfrutando de la naturaleza; Santorcal es una antigua casa de labranza a la que se llega después de recorrer la vega del Río Piedra, andando o en bicicleta, disfrutando de su bella vegetación; La fábrica de papel actividad económica destacable del pasado en la que se fabricaba con dos tinas y papel florete que se llevaba a Madrid, la fábrica funcionó hasta los años veinte del siglo pasado. Actualmente es una vivienda particular.

Las fiestas populares en honor a su patrón San Pascual Bailón el 17 de mayo , y la Fiesta Mayor a principios de agosto en Honor a la Virgen del Cerro.

sábado, 2 de octubre de 2021

LA CONQUISTA DE MALLORCA. De Lulli. DE LULIO.

LA
CONQUISTA DE MALLORCA.



La
composición que bajo este título ofrecemos al lector, cuyo hallazgo
debemos al diligente anticuario D. Joaquín María Bover, no
constituye por desgracia más que un fragmento. Sea que el autor
dejase truncada o sin concluir la relación de los hechos de la
célebre expedición de Don Jaime I, sea que falten hojas en el
códice de donde la sacó el Sr. Bover; lo cierto es, que en ella
quedan omitidas las principales hazañas que distinguieron aquella
grande empresa del siglo XIII, tan dignamente contada por el mismo
conquistador, por Marsilio, Desclot y otros muchos cronistas
lemosines. Este poema, que tiene por objeto un asunto
verdaderamente épico, empieza con una bella introducción en la que
recuerda el autor su insuficiencia para relatar la renombrada
conquista, echando menos el éstro con que Ovidio cantó los
Fastos, y con que Horacio se elevó en alas de su entusiasmo; o la
energía y entonación de Bertran de Born, príncipe de
los poetas provenzales. Ábrese después el poema, aumentando
la medida de sus versos, con la narración del viaje de la numerosa
armada hacia Mallorca, sujeta a la sazón al poderío de los
mahometanos. Habla de la tormenta que se desencadenara entonces y que
estuvo a punto de destruir las naves expedicionarias; de las
oraciones con que el rey y la hueste imploraban la ayuda de Dios en
tan duro trance; de su feliz arribo a la Palomera; de la entrevista
que tuvo Don Jaime I con el moro Alí que le predice sus triunfos; de
su desembarco; de la deslealtad del caballero Gil de Alagón; del
ardor belicoso del rey y de la batalla en que perecieron los nobles
caudillos Guillén y Ramon de Moncada en el terrible
encuentro de la Porrasa. Aquí queda sin duda alguna truncada
la obra, faltando por consiguiente los detalles de aquel sangriento
combate; la relación de los funerales de los Moncadas en el
campamento, de las palabras que vertiera el rey en aquellos solemnes
instantes, y de las lágrimas que derramó sobre los inanimados
restos de aquellos dos héroes; de la marcha del ejército hacia la
ciudad, de las operaciones del sitio, de la alianza del moro Benabet,
y de tantos y tantos hechos heroicos que en aquella ocasión tuvieron
lugar. Después de tan inmenso vacío, siguen algunas estrofas, con
las cuales termina el poema. Hácese mención del caudillo moro
Infantilla, vencido por los cristianos, pero nada se dice del
asalto general de la ciudad y de la entrada en ella de los sitiadores
hasta clavar el pendón aragonés en las torres del palacio
de la Almudayna.



Mucho
sentimos en verdad la pérdida de tan gran parte de este precioso
monumento, doblemente importante por su interes histórico al par que
literario; monumento desconocido hasta ahora e ignorado de todos
cuantos se han desvivido para restituir a Lulio toda su gloria que en
días de ignorancia y ciega parcialidad se quiso poner en tela de
juicio. ¡Ojalá que las investigaciones que nos proponemos hacer en
honra y prez de nuestra patria, nos diesen algún día por resultado
feliz el hallazgo de todo lo que nos falta de esta antigua y notable
epopeya de los siglos medios.



Duélennos
también las adulteraciones que ha debido sufrir el texto, pues se
hace necesario suponerlas en vista de las palabras oscuras que en él
encontramos, y en presencia de otras, cuyas terminaciones no son propias del siglo en que el poema hubo de ser escrito.
Continuamos la obra tal cual la hemos encontrado; y la creemos de
Lulio porque así lo expresa el título "De Lulli" que
leemos a su frente, y porque hasta en cierto modo nos lo indica su
mismo estilo. No sabemos la fecha en que la escribió, mas la cita de
un autor provenzal y de dos poetas latinos que
observamos en su introducción, nos hace presumir si la escribiría
Lulio antes de su conversión, antes de entregar completamente su
éstro a la poesía mística y a la didáctica, cuando es muy
regular estuviese familiarizado con las epopeyas de la antigüedad y
con las producciones de los trovadores provenzales.



Los
notables rasgos que en este fragmento descubrimos, no nos hacen
posible resistir al deseo de ofrecer a nuestros lectores un ensayo de
traducción que colocamos a la vista del mismo original. No
pretendemos haber atinado en todos los pasajes la verdadera
equivalencia de las palabras; la adulteración y oscuridad que
observamos en algunos vocablos, nos lo han hecho a veces poco menos
que imposible, sin embargo hemos procurado conservar cuanto nos ha
sido dable el verdadero sentido de la frase y hasta la grandiosa
sencillez del original.






DE
LULLI.



LO
CONQUERIMENT DE MAYLORCHA (1).

Si huy xant lo fayt gotjós,
Si
huy, donchs, ay pausament
Per xantar al conquerós
En Jacques,
l‘ hom portentós,
Que mays feu tant en Pelós (2)
Ab
els maures esquarment;

Es perque en l‘ esvesiment
De
Maylorcha, fon trobada,
Sa maravela bassent (3),
Par la má de
Deus scient,
En son laus omnipotent,
Conquerent yla
argentada.

DE LULIO.


LA CONQUISTA DE MALLORCA.



Si
hoy canto con placer la grande empresa; si hoy hallo ocasión para
cantar al rey Don Jaime el Conquistador, al varón portentoso que
siendo terror y escarmiento de los moros, dejó atrás las gloriosas
hazañas de Wifredo el Velloso; (Pelós, Pilós; Joffre,
Wilfred
)



Es
porque con la toma de Mallorca fue encontrada una maravilla;
maravilla que la sabiduría inmensa de Dios y su omnipotente poder,
permitió que se descubriese al conquistarse una isla de plata.







Unitat,
donchs, mant levada;
Trò qu' eu puscha ben xantar,
¿Dariatzme
ben pleguada
D' Abú-Soleyman (4) vessada
L' ira e la
má coretjada
Per en ma pensa escampar?



De
ferre e de sanch parlar,



Placia
a Deus en mon pregon,



En
mon pregon consirar;



Vos
volria eu donar



Els
fayts grans que vá ordonar
N‘ Ovide per tot lo mon.
(Ovidio)







Donchs,
xantar per eu no son



Els
pus grans esvesiments,



Que
xantar pogrés l' enton



De
n‘ Horace e B. De Bon (5)
E d' altre nuyl
compaynon;



Els
fayts eu xantats sovens (6).







Unidad,
que te sientas en el lugar más elevado; para que mi canto sea digno
¿por qué no reúnes en mí la ira tremenda, y el esforzado brazo de
Abu-Soleyman, y haré pensamiento se dilate del uno al otro confín
del mundo?



Pluguiese
a Dios que me fuese dado hablar en estilo digno del estruendo de las
armas y de la sangre que se vierte en los combates; y que
extendiéndome en hondas consideraciones, os pudiese ofrecer una obra
que rivalizara con la de los Fastos con que Ovidio dotó
al orbe.



Mas
ya que no son para mi éstro
las más grandes conquistas del mundo, dignas tan sólo del numen de
Horacio o de Bertrán de Born y tantos otros poetas insignes;
recuerdo en mi canto los hechos siguientes.




I.



Ab
son stòl de navyls pus armats



Ix
a la mar lo Jacques ab desir;



Ab
sos barons, donçeyls e lurs prelats (7)



Qui
brochan mils, qui volen acorrir



A
lur desir mantz benaventurats.







II.







E
cant fó exit lo stòl de mil galeas (8)
Vas en la mar,
feent pònt de sas fustas,
Cell qui los cèls té e 'l trò sens
maleas,



Lança
en lo mon e en nostras ribeas
D' ayre e de fòch e de maleas
muytas (9).







II.







La
nau lavors qui guia a son desir



A
l' alt en Jacq a lur conqueriment,



Cridá
lo stól qui devesit consir:



Mays
ja lo stol nient pòt acorrir (leemos stòl, stòl, stol en pocas líneas)



A
son desir del gran esvesiment.







IV.







Lavors
lo rey endreça a Deus sa pensa,



E
plòrs e plants, ab muyta de tristança:



-
“Senyor! vuylatz acorrir ma partensa
Per vos honrar, com Nabuch
e Faruensa (10);
Datz lum al cèl, datz a la mar bonança."








I.



Inflamado
por el deseo de la conquista, sale el rey Don Jaime a la mar con su
armada compuesta de numerosas naves: acompáñanle sus barones,
donceles y prelados, los mejores guerreros de su tiempo, los cuales
secundan con ardor el bienaventurado deseo de su monarca.




II.



Flotaba
la armada de mil galeras, formando sobre las ondas un puente
de madera, cuando aquel que tiene en el cielo su esplendente trono,
lanzó sobre nuestras riberas y nuestros mares todos los horrores de
los vientos desencadenados, del rayo y de la tempestad.







III.


La
nave que a su placer conduce el esclarecido rey a la gran conquista,
hizo sus señales para reunir la armada que consideraba ya extraviada
y perdida; mas la flota no puede favorecer el gran deseo del rey para
llevar a cabo la atrevida empresa.




IV.



Dirigió
entonces el rey su pensamiento a Dios, y sollozando y vertiendo
lágrimas, dijo con mucha tristeza: - "Señor! dignaos prestarme
vuestro auxilio en este viaje, que emprendí por honra vuestra, así
como protegiste a Nabucodonosor y a Faraon después de
haberlos castigado; restituid la luz al cielo y al mar la calma."







V.







*Senyor!
placiatz qu' es puscha ben complir
Per exalçar la cròtz de
vostre axyll;
Placiatz, Senyor, qu' es faça mon desir,
E que
puscatz de Maylorches ausir '
Als infaels, sens que no spectetz
nuyll (11)." -



VI.







Pausá
lavors de Christ el ganfaró;



Pausa
lavors d' en Jacques la senyera



Lo
gran estòl; trastot sens d' avisó



Perdut
se ha; mays quax perdut, no fó



A
Deus plasent; a Deus qui
d'Aragó



Ubert
tenia de los cèls la quarrera (12).







VII.







Tantost
la mar que devesit havia



Lo
stòl d' en Jacq qui Maylorcha vessaba,



Torná
a son point, e donchs bé tot cell dia



De
Deus el brás tendut pus fòrt tenia;



E
lum e soyl de sus lo cèl envia,



Laus,
no trestura, ja tot lo stól guardava.







VIII.







Dix
en Bonet (13), que guia la gran nau



Que
ab crits e laus a lo Jacques venia:



-
"A Deus ja plach, guardau, Senyor, guardau
El vostre stòl;
e si voletz anau



Sens
triguá nient, virant vers de mitj dia." -







IX.



Cant
viu lo rey lo stòl tant desirats,
Dix ab plòrs muytz, ab muyta
de tristança:



-
“Senyor! lo stòl que vos me havetz tornats



Irá
vers vos a metra sotterrats
Dins los inferns dels maures l'
adunança." -





V.


"Plázcaos
que pueda llevar a feliz término el hecho que emprendí, para
ensalzar la cruz donde espirasteis en el destierro de este mundo.
Plázcaos, Señor, que se cumpla mi deseo, a fin de que no oigáis
más a los infieles de Mallorca sin que nada de ellos podáis
esperar." -



VI.



Entonces
el rey hizo enarbolar en el mástil de su nave el pendón de
Jesu-Christo, y en los bajeles apareció la bandera aragonesa.
Casi toda la armada había estado a punto de perecer, mas no plugo
esto a Dios, que había abierto a las armas de Aragón el
camino de la gloria.







VII.



Las
ondas del mar que enfurecidas habían desbaratado aquel
inmenso escuadrón de naves, recobró su perdida calma. Las cumbres
de la isla aparecían ya a los ojos de los conquistadores: y el brazo
de Dios que durante aquel día tan adverso se había mostrado, hizo
aparecer en el cielo la luz del sol, y la armada toda trocó en
alegría su tristeza.



VIII.



Entonces
el almirante Bonet que guía la nave mayor, con gritos de alegría se
acercó a la galera del rey y le dijo: - "Ya plugo a Dios por
fin! Mirad, señor, mirad otra vez reunida vuestra flota, y si es la
voluntad de mi rey, dirijámonos sin tardanza hacia la parte de
mediodía.” -



IX.



Cuando
el rey vio todas sus naves, que en tanto cuidado le habían tenido,
dijo pesaroso, derramando lágrimas de ternura: - " Señor! la
grande armada que habéis querido restituirme, salva de los horrores
de la tormenta, os prometo que irá por vos a lanzar en las
profundidades del infierno el coaligado poder de los mahometanos."
-




X.




Dementre
en Jacq al cèl sos uyls tenia



E
nuyl repòs, consirant son dampnatje,



En
Nono (14) viu, que vers de eyl venia,



E
dix lavors ah gaug e ab alegria:



-
“Senyor en rey!; Placiatz fer lo viatje!" -







XI.







Alors
d' en Jacq la nau pausá senyera,



E
tot lo stòl son ganfaró pausá;



Bonança
el mar, del cèl la lumanera




pus suau a lo stòl sa quarrera;



Partech
lo stòl, cridant d' esta manera:



-"¡
Assatz, assatz! a maures massacrá!" -







XII.







Pauch
consiron dementre es fá la via,



E
cant lo gaug de tròp lo stòl estava;
En Nono dix, ab sos uyls
vers mitj dia:
- "Senyor en rey! Si 'us plau bé se poria

Auració fer a la dona María.” -
Donchs de Maylorcha lo
menaret vessaba (15).







XIII.



Plach
a lo rey cant en Nono ha parlat;
Pausá senyera d' en Jacques la
gran nau;
Son ganfaró tot lo stòl ha pausat;
Lavors lo rey,
e l' avesque (16), e l' abat (17), (vispe, bisbe, obispo,
episcopus
)
Ab dolent còr sa pensa han endreçat,
E
auració a tot lo stòl fer plau.







XIV.







Lavors
l' avesque ab veu pus tremolosa



Dix
d' Ave maris (18) a la dona est xant;



E
li prelat, e lo rey fervorosa



Auració
dix, xantant ab veu penosa



E
ab devoció suau maraveylosa



De
dona sancta lo Kyrieley xantant.







X.



Y
en tanto que así hablaba el rey, con sus ojos fijos en el cielo,
inquieto por el daño que había sufrido su flota, vio al bajel de
Don Nuño que hacia él se adelantaba, y díjole el esforzado
caudillo con el gozo y la alegría pintados en su semblante: - “Señor
rey! plázcaos seguir adelante en vuestro viaje." -



XI.



Entonces
la nave real hizo seña, a la cual respondieron todos los bajeles,
levantando en alto sus confalones. El mar acabó de serenarse, y la
brillante lumbrera del cielo hacía más agradable el camino que la
flota seguía; y esta continuó su curso gritando todos:
- "Sús!
sús! guerra a muerte a los moros!” - (sus, sús : arriba;
amunt
)



XII.



La
flota se desliza rápidamente sobre las aguas sin que apenas lo
adviertan los guerreros, entregados todos a la alegría. Don Nuño
exclama, fijando sus ojos a la parte de mediodía y distinguiendo los
elevados minaretes de la isla: - "Señor rey! si os place,
pudiéramos dirigir nuestras preces a la virgen María." -



XIII.



Plugo
al rey lo que Don Nuño proponía; la nave real dio aviso por medio
de sus señales, y la flota contestó levantando en alto sus
confalones. Entonces el rey, el obispo y el abad, con ánimo
contrito, dirigieron su pensamiento al cielo y la hueste toda se puso
en oración.



XIV.



Y
el obispo, con voz trémula, entonó el Ave-Maris en honor de
la reina de los cielos, y todos los prelados juntamente con el rey,
puestos en fervorosa oración, cantaron devotamente y con voz triste
el Kirieleyson. (Kyrie eleyson, kirie eleison)




XV.



-
"Senyor en rey! ja poretz desirar,
En Nono dix, cant huy se
puscha fer
Per lo començ, si volets conquerar
De maures
buckrs, donchs ja deixam la mar, (se lee en textos
anteriores leixar, no deixar
)
E de Maylorches lo pòrt poretz
prener.” -







XVI.



Consira
en Jacq cant fer huy se poria:



Dix
a l' avesque, e dix a lo Guastó (19):



-
"Un gualeot si ‘us par eu trametria



Per
aguayt far dementre ix lo dia,



E
per guardar lo lòchs seretz meyló." -







XVII.


- "Si ‘us plau, en rey, l' avesque li respòs,
Pora ‘y
anar den Bonet lo navyll,
Per enquerir lo lòch meyns perylós,

Hont tot lo stòl pendre puscha redós,
E vostras gents
entrar sens gran peryll." -







XVIII.



Plach
a lo rey e dix a n' en Bonets:
- "Alors, alors, ab
vostra nau ixquiu,
E de Maylorches lo point hon bé porets

Cercats sens triguá nient, e tornarets
Per dir si un bon
point prest haurets viu." -



XIX.



-
"Senyor en rey! li dix a sa requesta
L' hom de la mar, cant
bé ensercatz havia,



Pendrer
no 's pòt lòch nient per aquesta
Meytat de l' yla pus brossa e
enquesta (20);
Si ‘us plau, virar poretz vers de mitj dia."
-



XV.



Entonces
D. Nuño exclamó: - "Señor rey! puesto que ya dejamos la mar y
nos es necesario tomar puerto en Mallorca, pensad en lo que debemos
hacer para dar comienzo a nuestra empresa, si os place batallar con
la odiosa horda sarracena.” -



XVI.



Reflexiona
el rey lo que en tal ocasión conviene hacer, y dice al obispo y a D.
Gastón:
- "Si os parece, podríamos enviar un galeote hacia
la costa para explorarla, en tanto que el día amanece, y elegir el
lugar mejor en donde pueda dar fondo nuestra flota." -



XVII.



-
"Si lo tenéis a bien, le respondió el obispo, podría prestar
este servicio la nave del almirante Bonet, el más apto para inquirir
el sitio, en el cual con menos peligro la armada toda pueda
guarecerse, y que ofrezca mayores ventajas para el desembarco de
vuestro ejército." -



XVIII.



Plugo
al rey cuanto propuso el obispo y dijo al almirante Bonet: - "Vamos!
vamos! adelantáos con vuestro bajel y buscad sin tardanza el punto
de la costa mallorquina más apropósito para nuestro objeto, y
volved enseguida a decírnoslo, si habéis conseguido encontrarle."
-







XIX.



Cuando
con su nave el intrépido marino hubo hecho la exploración que se le
había confiado, volvióse a la flota y dijo al rey: - "Señor!
por esta mitad de la isla no es posible tomar puerto, porque la costa
es brava y escarpada. Si os place podremos dirigirnos hacia la parte
de mediodía.” -







XX.



De
los barons ab seny lo stòl viraba,



E
vench lo rey en vers la Palomera (21);



E
cant en Jacq tots sos navyls vesaba,



Las
mans e 'ls uyls lavors al cèl levaba,



E
dix: - "Aydatzme, Deus, en la quarrera." -







XXI.
E vench n' Alí (22) del rey en la galea,
E dix an Jacq ab lo
ginoyl ficat:
- "Cuytatz, senyor, corretz a la ribea,

Vostr‘ es, en rey, cesta yla sens malea:
Ma mayre ho dix,
ma mayre ho ha trobat (23).” -







XXII.



Ab
tant lo rey dix a ceyls dels navils;



-
"Façetz camí cant la nuyt será entrada;



Gardatz
lo lòch hon exir fora mils." -



E
‘nsemps volgren anar a lo perils



En
Nono Sanç e 'n R. De Monchada (24).







XXIII.



E
lurs navyls ab muyt de caylament



Tuyta
la nuyt faéren lur aguayt;



E
cant exí lo jórn vers l' orient,



En
Nono dix: - "Senyor, no tembretz nient!



Dessá
ví lòch hon l' exir fora fayt (25)." -




XXIV.



E
tuyt lo stòl ensemps e sens brugit
En vers lo pòrt la lur
quarrera féu;
Mays li paguá trò ‘l cèl levá lur crit,
E
‘n Jacques dix, coratjós e ardit:



-
"Tòst, companyon! anem en nom de Deu!" -







XX.



Con
acuerdo de los barones y ricos hombres del ejército, la armada
cambió de rumbo, hasta anclar en el lugar llamado la Palomera; y
cuando el rey vio allí reunidas todas sus naves, elevó sus ojos y
sus manos al cielo, exclamando :- "Ayudadme, o Dios, en esta
grande empresa!" -



XXI.



Y
entonces vino el moro Alí en la galera real, y prosternándose de
rodillas ante el rey Don Jaime, exclamó: - "Apresuráos, señor!
corred hacia la ribera! vuestra es esta preciosa isla en donde el mal
nunca se albergó! Así me lo ha dicho mi anciana madre, que escrito
lo encontró en el libro de los destinos." -



XXII.



Mientras
esto acontecía, el rey dijo a los marineros: - "Seguid el
camino tan luego como entre la noche; y observad cual sea el lugar
mejor para nuestro desembarco." -
Y émulos en gloria y
valor D. Nuño Sanz y D. Ramón de Moncada, quisieron lanzarse juntos
al lugar del peligro.



XXIII.



Y
sus naves con mucho silencio y cautela exploraron la costa durante
toda la noche, y estuvieron en acecho, y cuando el albor de la mañana
apareció en el oriente, dijo D. Nuño al rey: - “Señor! nada
temáis: por esta parte encontré lugar donde pudiéramos desembarcar
felizmente." -



XXIV.



Y
la armada entera levó las anclas sin hacer el menor ruido, y se
encaminó hacia el punto designado. Mas los paganos no bien de ello
se hubieron apercibido, cuando levantaron hasta el cielo su gritería:
y entonces el rey Don Jaime dijo, lleno de ardimiento y valor:
-
"Pronto, compañeros! adelante en nombre de Dios!" -




XXV.


E ‘n Nono Sanç, e 'n Pònç (26) e ‘n Cerveyló (27)

Volgren exir en terra deventers;
Et en Guilem (28) de
tot son còr hi fó;
E lo Ramon son frare (29) e lo
Guastó (30), (Guillem, Guillermo y Ramón de Moncada)



E
puis lo rey, barons e cavaylers.







XXVI.




Dementre
en Jacq de lur navyl ixia,



Los
sarrahins ferí lo de Monchada;



E
ab los lurs pus fòrt escometia;



E
'spahordit tuyt li maure fugia;



E
a negun la vida fon lexada (31).







XXVII.



Cant
viu lo rey ja fayta la bataya,



Irat
eyl dix: - "Fortment nos en dolem!



Bataya
's féu, e 's féu sens nos! Malhaya!



¡Ah,
cavaylers! a nos seguir eus playa;



Dels
maures buckrs la sanch veser volem (32).” -







XXVIII.




E
'n son cavayl lo rey bé cavalcant,



Ab
mantz dels lurs entrassen en la terra,



De
çá e lá de son còr massacrant;



Et
enapres ardits, de bò talant,



Vaéren
tuyt li maur sus en la serra (33).




XXIX.



Lavors
lo rey un maure viu armat,



Et
en vers d' eyl ab lança s' endreçava;



E
li dixqué lo rey: - Réntte, malvat!" -



E
'l maur respòs:- "Hanc no me só rendat."



E
un cavayler, de mòrt lo colpejava (34).

XXV.



Obedientes
a esta voz D. Nuño Sanz, D. Ponce Hugo y D. Gerardo de Cervellón
quisieron los primeros saltar en la enemiga tierra, y D. Guillén
de Moncada lo hizo con la mayor decisión y denuedo, y tras él su
hermano D. Ramón con D. Gastón de Bearne, y luego el rey con todo
su séquito de barones y ricos hombres.



XXVI.


Y en tanto que Don Jaime saltaba a tierra, D. Ramón de Moncada
acometió valerosamente al enemigo, y con los bravos soldados de su
mesnada arrolló las contrarias filas. Espantados los moros con el
fuerte empuje, huyeron despavoridos y en desorden, y no hubo
sarraceno que quedase con vida de cuantos estuvieron al alcance de
las armas cristianas.



XXVII.


Cuando el rey hubo puesto pie a tierra y encontró ganado el
primer encuentro, dijo enojado: - "Mucho nos duele! Batalla
travóse sin que nos estuviésemos en ella! Malhaya! ¡Sús,
caballeros! Seguidme, que tengo afán de ver sangre musulmana."
-



XXVIII.



Y
montando Don Jaime a caballo, entróse tierra adentro con varios de
los suyos, persiguiendo a los fugitivos. Peleando a derecha y
siniestra, muchos fueron los enemigos que cayeron bajo el filo de su
espada. Poco después el monarca y los que le seguían vieron con
placer la hueste numerosa de los sarracenos que se había tomado
posición sobre un cerro.



XXIX.



Entonces
distingue el rey a un moro armado de pies a cabeza que hacia él se
dirigía, amenazándole con la punta de su lanza. Al columbrarle el
rey, le dijo: - "Ríndete, malvado! " - Y el sarraceno
respondió: - "Jamás estuve acostumbrado a rendirme!"
-
Y en tanto un caballero del séquito del rey le hirió de muerte.




XXX.



E
cant lo rey pus luny viu en la terra
A Mem-Ladró (35) ab els
maures combatre,
Dix an en Nono: - "Féu aguayt en la serra

Ab n‘ Alagó (36) e n' Arnau Finisterra (37),
Dementr' eu
ixq per III maures abatre." -







XXXI.



Mays
n' Alagó a lo rey descresent,
Ab còlps de mayns nafrá a II
maurs lo càp;
Lavors lo rey a n' Alagó vinent,
Li dixqué:
- "Dònchs ¿no sàp l' ordonament
De bon donçeyl, l'
ordonament no sàp?". -







XXXII.



-
Dix n' Alagó: - "Senyor en rey! sapietz



Qu'
eu som açi per maures massacrá;



Poretz
si ‘us platz si als res ne voletz,



A
mal baró cant vos l' ordonaretz



Maleficar,
e bon donçeyl no irá (38)."


XXXIII.



"Donchs
n' Alagó nient vostre servey,
E ‘ls maures vos massacraretz,
si ‘us platz,
Que donçeyl bon il vostre stòl ferrey
Lurs
guarretjiers, quax n' Alagó porrey." -
E lo rey dix: -
"Anatz, pelós, anatz! (39)" -







XXXIV.



E
‘n vers lo còyl la hòst aná lavòrs (collado; coll)



Firent
li maur, faéntli gran dampnatje;



Entrò
de M. lá sus ne foren mòrs,



E
'spahordits ab critz,
sospirs e plòrs,
Fugiren tuyt en vers de lo boscatje.







XXX.



Y
cuando Don Jaime vio más lejos en el campo a Mem-Ladrón
que combatía con los sarracenos, dijo a D. Nuño: - "Acechad
tras ese collado con Gil de Alagón y Arnaldo de Finisterra, en tanto
que voy a vencer aquellos tres moros que más allá distingo.” -







XXXI.



Mas,
Gil de Alagón, desobedeciendo las órdenes del rey, se precipitó
sobre dos sarracenos, hiriéndoles el rostro con sus puños, y Don
Jaime entonces corriendo hacia
D. Gil, le dijo: - "¡Qué!
¿Acaso no sabe el de Alagón el ordenamiento de buen doncel?" -







XXXII.



Y
D. Gil de Alagón contestó: - "Señor rey! Sabed que aquí vine
para matar infieles. Si es otra vuestra voluntad, podéis reprender
al mal barón cuando os desobedece, pero no ofender de tal modo al
buen doncel."


XXXIII.



"Y
sabed también que Gil de Alagón se separa desde ahora de vuestro
servicio. Sarracenos matareis vos si os place; y donceles hay que
sabrán batir a los guerreros de vuestro ejército, y aun a Gil de
Alagón le será dado hacerlo.” - Y el rey le replicó:
- "Id,
miserable, id enhoramala.” -







XXXIV.



Y
la hueste se dirigió entonces hacia el collado cargando sobre los
moros, y haciéndoles gran destrozo. Muy cerca de mil de los
sarracenos cayeron allí sin vida; y espantados los demás, dando
alaridos, huyeron internándose por la selva.







XXXV.



Lo
rey torná 's a lo camp ab plaer,



E
'nfaylonit Ramon dix ab raysós:



-
"¿E qu' havetz fayt, en rey? ¿voletz perdrer
A vos mateix
e 'l vostre cavayler?
E vos perdut ¿e quí viurá de nos? (40)"
-







XXXVI.







E
no respós lo rey a lo sermó,
E 'n Guilem
dix: - "Gran eximpli 'ns donatz
De bon guerrer, qu' altre
semblant no ‘n fó;
Mas foylament vos havetz fayt en ço;

Pus no ho façatz, en rey, pus no ho façatz! (41)" -







XXXVII.



E
cant la nuyt lo cèl escurahia,



Tuyt
li baró lurs aguaytas pausá;



Dementre
'l xech (42) ab tota l' hòst ixia



De
la ciutat pus bela qu' es vesia;



En
sús de Portupí s‘ apareylá (43).




XXXVIII.







Per
ço qu' el rey saubes la gran noveyla,



Lo
Mem-Ladró trameslí missatger;



L'
alba levá 's e l' hòst levá 's ab eyla;



A
missa el rey tuyt li guerrer apeyla;



E
lavòrs dix l' avesque en Berenguer:







XXXIX.



-
"Anatz, barons! pus per l' honor de Deus



Armada
havetz ab ferre vostra má,
Deus es en vos, e tuyts eus ha per
seus;
¡Ah, bons guerrers! feritz ab còlps pus greus,
N'
haurá lo cèl lo qui de vos morrá (44)."




XXXV.

Y luego el rey volvióse al campo muy satisfecho de la jornada, y
al verle Ramón de Moncada le dijo con razón y enojado: - “¿Qué
hicisteis, señor rey? ¿Os habéis acaso propuesto perderos y
perdernos a todos? Si lanzándoos al peligro sucumbierais, ¿quién
de nosotros escaparía con vida de esta tierra?" -



XXXVI.



Guardó
silencio el rey a estas palabras, y añadió D. Guillén de Moncada:
- "En verdad que nos demostráis ser modelo de caballeros. Sin
duda que ninguno hay tan valiente y esforzado como vos; mas con poco
seso procedéis exponiéndoos así al peligro. No obréis otra vez
así, señor rey, no obréis otra vez así.” -



XXXVII.



Y
cuando la noche empezaba a difundir la sombra por el cielo, todos los
barones pusieron en el campo sus avanzadas; y en tanto el xeque
(jeque; xaíc) de Mallorca salía con toda su hueste de la
capital, que hermosa aparecía en lontananza; y allí sobre los
cerros de Portopí se preparó para dar la gran batalla.



XXXVIII.



Apresuróse
Mem-Ladrón a dar noticia de esto al rey, enviándole desde luego
mensajeros. Entretanto vino la luz del alba y con ella se levantó la
hueste toda. Llama el rey a los guerreros para que asistan al santo
sacrificio de la misa que ordena celebrar; y acabado que fue, dijo el
obispo D. Berenguer:



XXXIX.



-
"Marchad, barones! puesto que vuestra mano ha empuñado las
armas por la honra de Dios, Dios os acompañará en el combate y a
todos os tendrá por suyos. Adelante, paladines! herid con golpes
fuertes y certeros, que alcanzará el cielo el que de vosotros muera
por la fé de Jesu-Cristo." -

LX.







Et
en Guilem e 'n Ramon de Monchada



Ixen
denant abduy ab li templer (45);



E
lá, detrás lo còyl, la vil maynada



Dels
descresents pus tòst fó ben vesada,



E
ab gran brugit faé de son poder (46).







XLI.



Al
sarrahi noent, la deventera
Ben guerretjá lá sús per son
Salvayre (47);
E lá 'n Guilem fení la lur quarrera (48),
E
lo Ramon deffenent lur senyera (49),
Et en Desfar (50), e
n' Huch lo bòn trovayre (51). (dez Far, Dezfar, Desfar)







XLII.



........................................................



(52).



***



De
n' Infantyl (53) lo stòl pos abatut,
Dels maures buckrs víu d'
en Jacques lo ferra
Pauchs environ; a lo Deus ha plascut



Donar
de mayll lo phloch que fóu digut;
E dix lo rey: - "Presem
pus prest la terra! (54)" -



****



E
d' Aragó se víu prest la senyera,
De Mafumet se víu trestot
cremat;
E' n Nono dix ab gaug pus vertadera:



-
"Senyor en rey! acesta es la quarrera
De vostra terra,
presetzla la primera." -
E de Maylorcha rey fó prest cridat
(55).







XL.



Y
en seguida empezó a moverse la vanguardia, que se componía de los
soldados de D. Guillén y D. Ramón de Moncada y de los
templarios; y pronto se distinguió tras el collado a la horda
sarracena, preparada para el combate; y dada la señal, con pavoroso
estrépito se trabó la lid, haciendo cada parte cuanto podía.







XLI.



La
vanguardia hizo experimentar grandes daños al enemigo, porque los
cristianos peleaban con denuedo por la fé de Cristo. Mas allí acabó
peleando D. Guillén de Moncada su gloriosa carrera; allí murió
también D. Ramón de Moncada como un héroe defendiendo su
estandarte, y con ellos el valiente Desfar y Hugo de Mataplana, el
buen trovador
.







XLII.



.............
***


Hallábase
ya derrotado y vencido el ejército de Infantilla, y las armas de la
hueste del rey Don Jaime apenas encontraban ya enemigos que vencer
por aquellos alrededores. Plugo a Dios dar a los infieles el castigo
que merecían, y dijo el valeroso monarca:
- "Entremos en la
ciudad!" -
***



Y
pronto se vio tremolar sobre las torres de sus muros el pabellón aragonés, y reducido a cenizas el de Mahoma: y D. Nuño, con
muestras de verdadero gozo, dijo a Don Jaime:
- "Señor rey!
esta es la puerta de la ciudad que ya os pertenece, tomadla ante
todo, y sed vos el primero que entre por ella.” -
Y en seguida
fue aclamado y victoreado por rey de Mallorca.



***



-
"Alors! alors! dix en Jacques cant víu
De Maylorches la
vila mant dampnada,
A sos prelats e sos barons; porriu
L'
esgard haver (56), dònchs huy bé la teniu
La vila ferma, e
lexatz lo morriu (57);
Dònchs plach a Deus, Maylorqu‘ es
conquerada (58)." -



***



E
lavors lo rey per haver refòrs



De
fatigues greus, de tants maleficis,



Levant
lo dur èlm, despuylant lo còrs,



Levá
tot son ferre e dixqué lavòrs



-
"Honrem a Maylorcha ab molts beneficis (59)." -



***



E
dònchs que lo rey leixant ferramentas



Qu'
a vostron servey havian honrat;



E
dònchs, alt Senyor, las lanças luentas



Leixadas
están, sens plaurs ne lamentas,



Huy
los meus bordons, huy s' han acabat (60).



***



-
"Adelante! adelante! dijo Don Jaime a sus prelados y barones,
cuando vio a la hermosa ciudad llena de escombros, extended vuestras
miradas; y pues tenemos segura la posesión de la capital, podéis
desceñiros el casco, que con el auxilio de Dios, está ya
conquistada la isla de Mallorca." -



***



Y
entonces el rey para descansar de las fatigas de aquel día, y para
reponerse del daño que había experimentado, se quitó el yelmo,
depuso su espada y se desnudó de su armadura. Y luego exclamó: -
"Honremos a Mallorca, colmándola de beneficios." -



***



Y
ya que el rey, ó Dios mío, ha dejado las armas que con tanto
esfuerzo ha empleado en honra y servicio vuestro; ya que las afiladas
lanzas están descansando sin que arranquen a los combatientes
lágrimas ni lamentos, razón es que suspenda mis versos y dé fin a
mi canto.






Nos Don Iavmes por la gta (gratia, gracia) de dius, (dios) rey daragon "et" (símbolo que parece un 7) de mauiorgas (no leo exacto lo que pone, Mallorcas) et de ualentia (parece ualen+letra pi+a), conte de barçalona et de urgel et seynnor de montperler, Montpellier....  (Montis Pesulani)