jueves, 21 de noviembre de 2019

MIGUEL DE BERNABÉ, EN EL SITIO DE DAROCA


175. MIGUEL DE BERNABÉ, EN EL SITIO DE DAROCA (SIGLO XIV. DAROCA)

Los ejércitos castellanos de Pedro el Cruel habían tomado y sobrepasado ya Calatayud y amenazaban toda la ribera del Jiloca. Las tropas aragonesas se veían impotentes y las poblaciones del valle se aprestaron a su defensa, entre ellas Daroca: se abrieron fosos, se repararon muros, se levantaron parapetos... Al anuncio del peligro, muchos fueron los caballeros aragoneses que acudieron al castillo darocense, a cuyo frente está su alcaide, Pedro Gilbert. Destacaba entre todos uno que ocultaba su rostro con la visera y llevaba sobre el casco un águila blanca. Nadie, excepto el alcaide, sabía cómo se llamaba ni quién era.

ocultaba su rostro con la visera y llevaba sobre el casco un águila blanc


Las tropas castellanas avistaban ya Daroca y la lucha fratricida entablada fue cruel como pocas. Los asaltos se sucedían uno tras otro y sólo al caer la noche se detenía la batalla para dar sepultura a los numerosos muertos. Fue entonces cuando, desde el muro darocense, cayó a los pies del rey castellano un cartel retador, en el que un hombre que se firmaba «El Almogávar» retaba al caballero castellano de la pluma verde por llevar el lema «Por encima de Aragón». Aceptó éste el reto y el duelo tuvo lugar. «El Almogávar», que no era otro que el caballero del águila blanca, acabó vencedor y el rey castellano, enfurecido, mandó a sus hombres que lo persiguieran, aunque logró escapar.

Todavía no había amanecido cuando se reinició el ataque castellano con mayor ímpetu. Poco a poco se aproximaban las máquinas con las que irremediablemente se abriría el muro, mas cuando la primera de ellas estuvo próxima, el caballero del águila blanca, descolgándose por el muro con un caldero lleno de materias inflamables, lo vertió sobre la máquina y le prendió fuego. La ciudad estaba salvada.

Ante la imposibilidad de tomar el castillo darocense y vistos los estragos que le ocasionaban sus defensores, Pedro I, muy airado, decidió levantar el cerco e ir a Báguena, donde también se había marchado el caballero del águila blanca.

Ante los muros de Báguena, los esfuerzos del rey castellano fueron denodados, destacando en su defensa su alcaide, Miguel de Bernabé, que no era otro que el caballero del águila blanca. El ataque fue tan duro que, falto de ayuda, el alcaide decidió incendiar el castillo antes que entregar sus llaves, muriendo abrasado con sus defensores.



LAS MUJERES, VENCEDORAS ANTE LAS TROPAS DE PEDRO EL CRUEL


3.5. LA GUERRA ENTRE CRISTIANOS

174. LAS MUJERES, VENCEDORAS ANTE LAS TROPAS DE PEDRO EL CRUEL
(SIGLO XIV. FUENTES DE JILOCA)

LAS MUJERES, VENCEDORAS ANTE LAS TROPAS DE PEDRO EL CRUEL  (SIGLO XIV. FUENTES DE JILOCA)


Conocido es cómo aragoneses y castellanos, capitaneados por Pedro IV
el Ceremonioso y Pedro I el Cruel, respectivamente, entablaron una terrible guerra, conocida como la de «los dos Pedros», que fue origen de multitud de despoblados en la ya semidesierta tierra aragonesa. Durante algunos años, varias poblaciones de Aragón, incluida la ciudad de Teruel, estuvieron en manos castellanas.

Dentro de este marco bélico, el ejército castellano —mientras el rey aragonés estaba defendiendo la frontera del Rosellón— puso sitio a Calatayud y acabó tomando tan importante enclave estratégico, puesto que era la llave que podía permitirles el paso por los valles del Jalón y del Jiloca. Sus defensores, ante la inferioridad manifiesta, acabaron rindiéndose.

La consecuencia de esta derrota fue la caída en manos castellanas de buena parte de la ribera del Jiloca: Paracuellos, Maluenda, Velilla y Morata, entre otras poblaciones. Y así llegaron a las puertas de Fuentes de Jiloca.

Los capitanes castellanos, para tratar de ahorrar vidas en el seno de sus filas, planificaron el ataque a Fuentes aprovechando las horas en las que los hombres de este pueblo estaban trabajando en el campo. Se aproximaron así convencidos de que la toma de esta población sería fácil, pues sólo quedaban en ella mujeres, ancianos y niños. Pero la realidad fue bien distinta y amarga para los castellanos, que se vieron sorprendidos.

Capitaneadas por una de las mujeres, todas las demás —con la ayuda de los ancianos y de algún niño— se apostaron en el muro de tierra y presentaron una feroz resistencia, conteniendo a las tropas castellanas y dando tiempo a que los hombres —mal armados con piedras y cuantos instrumentos contundentes y aperos pudieron reunir— cogieran por la espalda al enemigo. Por primera vez desde que comenzara la guerra, los castellanos
—con muchas bajas entre sus filas— tuvieron que desistir de un objetivo militar, viéndose obligados a levantar el sitio.

[Cortés, J. y Yagüe, D., «Las mujeres valientes», en La voz de la comarca, 2 (1979), coord. por Mª Gloria Magaña y Lino de Miguel.]



Fuentes de Jiloca es un municipio de España, en la provincia de Zaragoza, Comunidad Autónoma de Aragón. Tiene un área de 27,35 km² con una población de 269 habitantes (INE 2016) y una densidad de 9,83 hab/km².