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jueves, 14 de marzo de 2019

Prólogo al lector, dedicatoria

Prólogo al Lector.

Opinión fue de Plato príncipe de los
filósofos, que no había más de un entendimiento para todos los
hombres: pues los unos con los otros se entendían, y casi se
encontraban en unos mismos (mesmos) conceptos y pensamientos: Pero si
cuando dijo (dixo) el buen Philosopho,
viera sus célebres obras
vertidas en otra lengua, y descubriera algunas discrepancias de
sentidos, y ajenos entendimientos de sus divinos conceptos causados
por la traducción (traduction) de ellas (dellas), es cierto que
revocara su opinión y sentencia, y se arrimara a otra, no menos
delicada y moderna, que afirma, No haber cosa más lejos de la
traducción que (que con tilde) lo traducido (traduzido). Como se
echa bien de ver, por estar según entendemos los conceptos y
verdaderos sentidos de lo escrito tan apegados a la fragua y sentido
del que los escribió (escriuio): que como de la miel vaciada de una
vasija en otra se queda pegado algo en la vertida: así en lo
traducido de una lengua en otra, no hay duda, sino que siempre se
desea algo, que se quedó en la primera: En tanto, que ni la
elegancia de la lengua, ni el bien rodeado estilo de la traducción
basta para hinchir este deseo.
Por esta causa, y por lo que con
razón se persuaden los Poetas, que ninguno interpretara sus poemas
mejor que ellos mismos, me pareció que la Real historia presente,
que poco ha compuse en lengua Latina, ninguno mejor que el propio
autor la traduciría en lengua Castellana. Y por eso me adelanté,
antes que otro me tomase la mano, y porque no la errase para si y
para mí, determiné de emprenderla. Puesto que no han faltado
algunos, que por esto me han querido zaherir, y como dar en rostro
porque siendo yo natural Aragonés, y no criado en Castilla, me
usurpe el oficio ajeno, y ose escribir en lengua peregrina. A lo cual
respondo, que harto más peregrina me era la Latina, pero si esta con
el grande estudio y diligencia que en el usarla y aplicarla a la
composición de la historia puse, se me hizo familiar y doméstica:
porque, no habiendo sido menor la curiosidad y consulta de expertos
con que me he valido para el mismo efecto de la Castellana, no será
tan suave y bien cogido fruto el que de tan continuado trabajo y
consulta se ha sacado? Mayormente no siendo la lengua Aragonesa
ajena, sino muy hermana (como se probara) de la Castellana, y que no
solo se tratan y entienden las dos desde su origen acá, pero aun
casi con las mismas palabras, letras y acentos que su común madre la
Latina les dio, se escriben y pronuncian, y por eso son entre si muy
comunicables entrambas? Confiado pues de esto, me atreví no solo a
traducir, sino (pero) también a añadir y quitar, a rehacer y
mejorar lo que para mayor claridad (claredad) y verdad de la historia
se me ha ofrecido de nuevo, después que salió a luz la Latina: pues
para esto se le da al propio autor (lo que se niega a otro cualquier
Intérprete) licencia más que Poética. Para que si en algo faltare,
o excediere a lo que debe a ley de buena traducción la nuestra:
puedas (prudente lector) tomar esta como historia por si de nuevo
fabricada. Y pues la majestad de su argumento, junto con su mucha
verdad, la igualan con las más principales historias del mundo: no
habrá para qué tener tanta cuenta con los solecismos, que en el
estilo y escritura de ella hallares: cuanta con nuestro fin y bien
intencionado propósito, de que así por la una, como por la otra
lengua, se alcance y entienda por todas partes la verdadera y
cumplida historia de este tan esclarecido y famosísimo Rey, hasta
aquí tan deseada.









AL MVY
ALTO Y MVY PODEROSO SEÑOR DON PHELIPPE DE AVSTRIA PRÍNCIPE DE LAS
ESPAÑAS.

El arcediano Gómez Miedes

S. y P.
P.

Plutarco, autor gravísimo en el libro que escribió de la
virtud y fortuna de Alejandro Magno, cuenta de él, como siendo niño,
oyendo a sus Ayos ensalzar mucho el Imperio y grande poder de
Philippo su padre por las muchas tierras y Reynos que había
conquistado, lloró ante ellos, y preguntado por qué lloraba,
respondió, porque mi padre ha ganado tanto que no me ha dejado nada
que ganar.
Harto más que a él cuadra a V. Alteza este felice
lloro: porque si reconocemos la poca parte que Philippo tuvo del
mundo, aunque se junte con ella la que su hijo Alejandro conquistó
por si, a respecto de la que nuestro gran Rey Philippo padre de V.
Alteza invictísimo posee, que comparada con la de ellos, es como de
un cuerpo humano a su pie, o como del mundo todo a su decena parte,
verdaderamente que como niño que de harto llora, podrá V. Alteza
llorar y reír todo junto, por verse hijo del mayor señor y Monarcha
que hasta hoy ha habido en el mundo, y llegado a tanto, que no hay
más que codiciar, sino rogar al Omnipotente Señor del cielo, y de
la tierra, de cuya mano ha
venido todo, que pues no hay menos que
hacer en conservar lo ganado que en conquistarlo, nos de gracia para
que con aquella Cristiandad y prudencia que él mismo Philippo ha
llegado a tan alto poder y Monarquía: la herede V. Alteza, y
conserve como a hijo de tan soberano padre debe, y ella requiere. Mas
porque es de poca gloria el heredar donde no concurre el merecerlo,
mayormente en herencias de gobierno, es necesario entender como para
ser digno de tan sublimado Imperio, y para mejor regirlo y
gobernarlo, conviene valerse entre otras de las cinco más heroicas,
y más
propias virtudes de Príncipes, sin las cuales ningún
grande Imperio pudo bien mantenerse:
como son bondad, religión,
justicia, constancia, y disciplina militar: porque estas no solo
están como piedras (que llaman Mercuriales) dispuestas como guía y
lumbre, para mostrar a los Príncipes el verdadero camino por donde
han de llegar a lo sumo, pero también les sirven de fundamentales,
para que estribando sobre ellas, puedan llevar sobre sus hombros
cualquier carga de gobierno por grave que sea. Como se echa (hecha)
de ver entrando por la
luenga
y heroica prosapia de los antepasados Reyes de Castilla y de Aragón,
en los cuales resplandecieron estas virtudes, y fueron por ellas muy
señalados en sus hechos, aunque no se hallaron todas juntas en unos,
sino repartidas entre todos. Pues los unos fueron así buenos Reyes,
que no se preciaron de otra cosa más que ser muy pacíficos, y por
eso se les atrevieron algunos. Otros que de muy religiosos, por
llegar al Reyno de los cielos menospreciaron el de la tierra: y que
por haber sido tan amigos de la paz Cristiana, no movieron guerra
fino contra infieles. Otros por guardar mucha justicia merecieron el
nombre de justos pero fueron poco guerreros. Otros que por su
constancia conservaron bien su Imperio, sin perder nada de lo ganado,
más no pasaron adelante para aumentarlo. Finalmente otros que fueron
muy diestros y venturosos en la guerra, pero en el gobierno de paz
muy descuidados. De manera que entre tantos hallaremos muchos de
nuestros Reyes que florecieron, y fueron muy señalados en alguna de
estas virtudes, pero quien vistiese el arnés de todas ellas, y que
más al
biuo
y para más tiempo que ningún otro las representase todas juntas al
mundo, ni se lee, ni se dice de otros tantos, como de los ínclitos e
invencibles don Hernando III, Rey de Castilla, llamado el santo, y
don Jaime de Aragón primero de este nombre, llamado el conquistador:
los dos de una edad, y consuegros: los dos grandes conquistadores, y
muy iguales en la intención y fines: los dos finalmente que por
haber sido en las virtudes reales, que dicho habemos, singularísimos,
fueron también en los éxitos (
succesos)
de sus empresas felicísimos, más porque las historias de Castilla
tienen muy bien probada su intención y verdad en lo que
admirablemente escriben del mismo Rey don Hernando (de quien también
hacemos heroica mención en esta historia) veamos como a don Iayme le
cupo el así poder hablar del arnés, como vestirle: para que con muy
justo título puedan los dos, junto con el gran ser de sus personas,
partirse la felicidad y gloria de las conquistas de España. Porque
sabemos de don Jaime, como allende de haber sido su concepción y
nacimiento milagrosos, probó su gran bondad en esto, que nunca la
tuvo ociosa, y con haber sido de de los suyos muy perseguido, nunca
les volvió sino bien por mal. Su religión fue cosa diurna, por
haber siempre insistido en echar del mundo la falsa secta de los
Moros, para introducir la verdadera religión Cristiana: como lo
mostró no solo con las nuevas órdenes de religiosos que introdujo
en sus Reynos: pero con los dos mil Templos que fundó para la
sustentación del culto divino. Su justicia fue tanta para con sus
súbditos y para consigo mismo, que con ser de suyo muy
misericordioso, nunca se apartó de ella, y si cayó en alguna
injusticia (sinjusticia) también la purgó con satisfacción
pública. En la constancia fue raro y admirable, pues ni grandes
adversidades, ni malos consejos, ni estorbos de los suyos fueron
parte para que dejase de conservar lo ganado, y llevar siempre
adelante sus empresas. En conclusión su virtud y disciplina militar
fue tan excelente y heroica, que en esta excedió a todos, por tan
grandes
rayzes
de valor como hecho en ella: pues se vio que a los ocho años de su
edad tomó juntamente el
sceptro
de Rey y el estoque y gobierno de la guerra, y no se puede
encarecer
el maravilloso tiento, y más que humana prudencia, con que en los
sesenta y un años que reinó, gobernó juntas las dos cosas. Además
que a los principios, puesto que por las muchas revueltas y
contradicción que halló
en sus dos propios Reinos, los
hubo
casi a conquistar de nuevo: no por esto dejó, pacificados estos, de
pasar a conquistar tres otros de los Moros, con los cuales dobló su
Imperio, y mereció el renombre de conquistador, que todos con muy
justa razón le dieron. Porque con esto llegó a ser el primero que
puso la piedra fundamental, donde comenzó a levantarse el grande
Imperio, y tan extendida monarquía, que ahora (agora) felizmente
vemos de nuestra España. Pues se prueba clarísimamente, que estado
ella como cerrada le abrió la puerta, y dio felicísima salida a los
Reyes sus descendientes, y sucesores para conquistar y ganar los
demás Reynos, que después acá fueron por ellos adquiridos. Porque
si consideramos la entrada y general destrucción que los Moros de
África hicieron por toda España, hallaremos como quedó tan
postrada y oprimida (opresa), que pasaron muchos siglos, antes que se
pudiese cobrar la mitad o poco más de ella y que así por tener
tantos enemigos dentro de casa, como por los circunvecinos de África,
jamás pudieron los
Reyes de Aragón, ni de Castilla emprender
jornada alguna fuera de los límites de España.
Siendo así que
a los Aragoneses y Catalanes, los Moros de África con los de
Mallorca y Valencia: a a los Castellanos, los mismos de África con
los del Andaluzia y Portugal, tenían tan acosados, y como
encorralados dentro sus Reynos: que apenas alzaban la cabeza los
Cristianos para emprender guerra dentro o fuera de España, cuando
luego eran
sobrellos
los Moros: hasta que este invencible Rey vino al mundo a reinar en
Aragón y Cataluña, el cual por haber también ejercitado en su
niñez y mocedad la milicia, y con el favor de su gente
bellicosissima de nuevo sojuzgado y pacificado sus Reynos: a los
veynte años de su edad emprendió la conquista de las Islas Baleares
Mallorca y Menorca, vecinas a sus Reynos, y puestas al paso de
África. Las cuales por estar tan llenas de corsarios señoreaban
aquel mar, robando y quitando la contratación de los Cristianos, y
dando paso a los de África, para que ajuntados con los de Valencia y
Granada, destruyesen los Reynos de Aragón y Cataluña, no perdonando
a los del Andaluzia. De suerte que ganadas por este Rey las dos
Islas, y puestas en ella su gente y armadas, no solo refrenó a los
de África, y alcanzó el pacífico navegar para los suyos, pero
facilitó con esto la conquista que hizo luego del Reyno de
Valencia
, y aun hecha ella acabó la del Reyno de Murcia. Con
este alivio teniendo ya los Reyes de Aragón doblado su Imperio, y
ganado el de la mar, comenzaron a levantar cabeza, y a ser temidos de
los Moros. Y así abierta por aquella parte la puerta de España,
salió luego el gran Rey don Pedro hijo del mismo don Jaime con
grandísimo ejército de Catalanes y Aragoneses pasó en África, y de
allí dio vuelta sobre Sicilia y la ganó, y poseyó del todo. No
mucho después su hijo el Rey don Jaime II, nieto del primero, por su
valor y gran poder por mar, fue investido por Papa Bonifacio para la
conquista del Reyno de Cerdeña.
Acabo
de años
el Rey don Alonso de Aragón
IIII. de este nombre fue a conquistar a Nápoles, y al fin la ganó.
Tras esto en tiempo de sus nietos, habiéndoseles quitado los
Franceses, el católico Rey don Fernando de Aragón le cobró de
ellos, y lo juntó con los demás Reynos de la corona. Este mismo
siendo ya casado con la esclarecida doña Isabel Reyna de
Castilla
, y con la junta de los dos Reynos aumentadas las fuerzas de
entrambos, emprendió la conquista del Reyno de Granada, y con el
gran poder de Castilla lo ganó, y sujeto del todo para ella. De allí
por la bondad divina se le abrió otra mayor puerta para las
Occidentales Indias, y con el valor y constancia de los mesmos marido
y mujer Reyes, y fuerzas de Castellanos sojuzgaron las mayores Islas
que primero se descubrieron de ellas. A estos sucedió su felicísimo
nieto y aguelo de V. Alteza Carlos V. Emperador máximo, el cual en
comenzando a reinar por ejecución de su magnanimidad y constancia
(proprias Virtudes suyas) mandó pasar de las Islas adelante el
descubrimiento de las dichas Indias y parte Occidental, y llegar a la
tierra firme, donde conquistó las dos más ricas y más extendidas
provincias del mundo, que fueron la nueva España, que incluye en si
muchos Reinos y la inmensa región del Perú que contiene cuatro
tantos y se extiende de más acá de la linea equinoccial hasta el
círculo del otro polo antártico en las cuales como Cristianísimo y
pío lo primero fue mandar introducir nuestra santa fé y religión
Cristiana y edificar muchas ciudades como colonias llevadas de
España. Además que no solo el Imperio Occidental, pero también en
los estados de Flandes por su patrimonio con los de Milán por su
conquista, fueron por él aplicados e incorporados en la señoría y
corona de España. De manera que no quedando por fin y remate de
todo, sino lo que mucho tiempo se deseó que la España toda se
juntase en uno, y fuese de un señor: esto vemos claramente como por
la providencia divina se reservó para el mismo gloriosísimo
Philipo, y que lo cumplió cuando habiéndole nuestro señor heredado
del Reyno de Portugal con sus Orientales Indias, entró en él con
poderosísimo ejército y echando de él a los rebeldes lo pacificó
y añadió al universal Imperio de España, y con esto llegó a gozar
de las más alta y más extendida Monarquía que jamás se vio en el
universo, según que de su grandeza y superioridad a todas las demás
que son, y fueron, se hablará más largamente en el libro XIII de
esta historia. Todo para que de aquí pueda colegir V. Alteza, que si
conforme a la sentencia antigua, el principio es más que la mitad de
las cosas, por cuan verdadero cimiento, y glorioso principio de este
tan inmenso Imperio debe tenerse, el que este buen Rey por su parte
(como se ha probado) dejó puesto de su mano: cuan sólido y
firmísimo, pues tiene la verdadera fé y religión Cristiana por su
único fundamento. Además que fue el mismo Rey tan curioso y
solícito del aumento y conservación de sus Reynos, que como por
registro y secreto del verdadero modo de conquistar y conservar lo
ganado, nos dejó escrita y compuesta de su propia mano, como por
comentarios, su historia y vida, aunque en su lengua corta y
peregrina: pero tan verdadera y llena de hazañas, cuanto falta de
elocuencia y ornamento de palabras. Por donde pareciéndome que
pasaba muy adelante el descuido de muchos autores graves, por no
haber puesto las manos en obra tan provechosa, haciendo historia por
si de las cosas de este Rey, siquiera por dar sujeto a su tan
extendida fama y renombre, que van por el mundo como accidentes sin
sustancia, me atreví a ponerla a gesto, y escribirla en las dos más
generales, y más extendidas lenguas que hoy se hallan en el
universo, Latina y Española: En la primera la saqué a luz muy pocos
años ha, y la dediqué a la felice memoria del esclarecido don Jaime
Príncipe (que agora lo es mucho más en el cielo) hermano de V.
Alteza, y que llegó a sus manos la obra, la cual bajo su glorioso
nombre se divulgó por toda la Europa, y entendiendo era accepta a
los extraños, pareciome sería tanto más agradable a nuestra
España, por ser de cosas acaecidas dentro de ella, y así
determiné escribirla segunda vez en esta lengua, por satisfacer a la
importuna demanda de muchos, y mucho más porque V. Alteza gustase
más presto de ella, con fin que de aquel mismo tiempo y niñez que
este buen Rey comenzó a reinar y pelear todo junto; comience V.
Alteza
con tal lectura a entender y aficionarse a lo uno y a lo otro.
Porque si verdad es lo del proverbio que dice, Los niños se
entienden, mayor impresión hará en V. Alteza leer y contemplar por
si mismo las cosas puestas por su orden, que aquel varonil niño
en
su tierna edad hacía, que cuanto le dijeren y recitaren de él a
pedazos sus Ayos y maestros: y así he dejado la historia repartida
en los veinte libros como la Latina, dividiendo cada uno de estos por
breves capítulos, como descansos, para que con menos trabajo y mayor
advertimiento pueda
V. Alteza leerlos. más aunque a los
principios va la historia muy atada con la Latina, de manera que
parece más traducción que historia por si, es tanto lo que se ha
añadido por toda ella, y también mudado y mejorado en muchos
lugares, que deja de ser traducción, y siendo una misma verdad, hace
historia por si en esta lengua. La cual cierto merecía otro estilo
más subido y limado, aunque no más claro (si no me engaño) ni más
acompañado de verdad que el nuestro, y por eso es tanto más digna
de que V. Alteza, y todos los Príncipes del mundo se den a la
lición
de ella, para que de pequeños la tomen por espejo y comiencen a
preciarse de las cuatro más principales y soberanas bondades, o
virtudes que en el verán representadas; de las cuales este sobre
cuantos Reyes ha habido en el mundo se preció más que todos: como
fue de buen hombre, de buen Cristiano, buen capitán, y buen Rey: a
fin que como los mismos Padre y Aguelo de V. Alteza por haber imitado
las pisadas de este buen Rey, valiéndose de sus tan ricas virtudes,
llegaron a poseer medio mundo: así V. Alteza, imitando a los tres,
alcance el otro medio, y después de muchos años de vida el eterno
del Cielo Amen,
Amén.

martes, 24 de agosto de 2021

OBRAS RIMADAS DE RAMON LULL, idioma catalan-provenzal, Gerónimo Rosselló

OBRAS
RIMADAS
DE

RAMON LULL,

ESCRITAS EN IDIOMA CATALAN-PROVENZAL,
PUBLICADAS POR PRIMERA VEZ
CON UN ARTÍCULO
BIOGRÁFICO, ILUSTRACIONES Y VARIANTES,
Y
SEGUIDAS DE UN
GLOSARIO DE VOCES ANTICUADAS
POR
GERÓNIMO ROSSELLÓ.



PALMA.



IMPRENTA
DE PEDRO JOSÉ GELABERT.
AÑO 1859.

//
Nota del
editor, Ramón Guimerá Lorente: Se actualiza en la mayor parte la
ortografía sólo en castellano. Ejemplo, á: a; ó: o; e: e; razon:
razón; Ramon sin tilde lo dejo; -
Fuente de las
imágenes:
cervantesvirtual 
Texto OCR por google, con muchísimos
errores, editado por
mí.
https://books.google.es/books?id=A3oGAQAAIAAJ&pg=PA58&focus=viewport&hl=es&output=text#c_top
//

Reverso:
Es propiedad del impresor Pedro José Gelabert.


OBRAS RIMADAS DE  RAMON LULL,  ESCRITAS EN IDIOMA CATALAN-PROVENZAL, PUBLICADAS POR PRIMERA VEZ CON UN ARTÍCULO BIOGRÁFICO, ILUSTRACIONES Y VARIANTES, Y SEGUIDAS DE UN GLOSARIO DE VOCES ANTICUADAS POR GERÓNIMO ROSSELLÓ.  PALMA.  IMPRENTA DE PEDRO JOSÉ GELABERT. AÑO 1859.


AL
EXMO. SR. D. RAFAEL DE BUSTOS Y CASTILLA,
Marqués de Corvera,
ministro de fomento, caballero gran cruz de la real y distinguida
orden española de Carlos III, gentil hombre, de cámara de S.M. Con
ejercicio, caballero maestrante de la real de caballería de Granada,
senador del reino etc., etc., etc.

Exmo. Señor:

Colocar
el nombre de Lulio, doblemente célebre por lo ilustre de su prosapia
y por la gran significación que tiene en la república de las
letras, junto al de V.E. que a tanta altura elevan los genealogistas,
y que con singular agradecimiento recordará la literatura, es la
mayor satisfacción que pudiera proporcionarme el humilde aunque
asiduo trabajo de coleccionar y publicar por primera vez en su propio
traje las poesías del genio asombroso y fecundo del siglo XIII.
Permítame pues V.E. que llene mi deseo, y dígnese admitir con
agrado el fruto de mis vigilias; y el placer con que se lo ofrezco
haga a V.E. Disimular las faltas mías de que seguramente adolece.
Palma de Mallorca 2 de Diciembre de 1859.

Exmo.
Señor:
Gerónimo Rosselló.



ÍNDICE.
(El
número de página se omite en este formato, doc, html; coincide en
el pdf)

DEDICATORIA.

ÍNDICE.
INTRODUCCIÓN.
RAIMUNDO LULIO.
I. Reseña
biográfica. - Nacimiento de Lulio. - Sus mocedades, conversión,
retiro, penitencias y peregrinación. - Su vida contemplativa. - Sus
estudios. - Concepción del primer pensamiento de su Arte. - Sus
primeros libros. - Fundación del colegio de Miramar. - Permanencia
de Lulio en él y tratados que en este tiempo escribió. - Sus
proyectos de cruzada y viajes al efecto a Roma, a varias cortes de
Europa, al África y al Ásia.
- Su residencia en Perpiñan y
Montpeller. - Libros que escribió en estas ciudades.
- Su
regreso a la corte romana, y
viajes
a París, Montpeller y Túnez. - Vuelta a Roma y Montpeller. -
Libros que escribió en estos puntos. Su viaje a Génova para
dirigirse a Túnez. - Su predicación, persecuciones y padecimientos
en África. - Su viaje a Nápoles y regreso a Roma. - Desengaños
que esperimentó
en esta última capital, y libros que en ambas escribió. - Vuelta a
Génova, Montpeller y París, donde escribe nuevos libros, y su
regreso a Mallorca por Barcelona. - Libros que escribió en su viaje
y permanencia en su pais
natal. - Viaje a Chipre y peligro que corre su existencia. - Su
estancia en Famagosta. - Viaje a la Armenia, a las islas de Rodas y
Malta, y a Génova. - Libros que escribió durante este viaje. - Su
vuelta a Mallorca y a Montpeller. - Su nueva misión en Génova,
desde donde se dirige otra vez a Montpeller. - Su permanencia en
Aviñón y regreso a Montpeller. - Libros que escribió en estos
puntos. - Nuevo viaje a París. - Sus relaciones con Scoto. - Viaje
a Pisa, Mallorca y África. - Sus peligros y aventuras entre los
mahometanos. - Viaje a Génova y naufragio experimentado en él, que
le lleva otra vez a Pisa. - Nuevos libros. - Su llegada a Génova. -
Esperanzas de una nueva cruzada, y viaje que ellas motivan hacia
Aviñón. - Libros que en esta ocasión escribe. - Indiferencia del
Sumo Pontífice para con los planes de Lulio. - Obstáculos que se
oponen a sus tentativas. - Regresa a París. - Su magisterio en
aquella Universidad y libros que escribe a la sazón. - Relaciones
entre Lulio y Felipe el Hermoso de Francia. - Aprobación del Arte
de Lulio por la Universidad de París. Concilio general de Viena. -
Súplicas de Lulio ante aquella asamblea y lo que consiguió de los
prelados y padres que la componían. - Conocimientos de Lulio en la
alquimia. - Libros que escribió sobre esta materia y sus trabajos
prácticos en la corte de Eduardo II de Inglaterra. - Pasa otra vez a
Mallorca donde escribe nuevos tratados. - Se embarca para Sicilia y
se establece en Mesina. - Libros que escribió en este punto. -
Vuelve a Mallorca y se embarca por última vez para el África. - De
Bujia
se dirige a Túnez, donde escribe sus postreros libros. - Su
predicación en Túnez y después en Bujía. - Su martirio y su
muerte. - Sus funerales en Mallorca donde son trasladados sus restos.

II. Virtudes heroicas de Lulio. - Sus sacrificios por la
exaltación de la fé católica.
- Su esperanza puesta a prueba
por los contratiempos. - Su caridad, móvil principal de todos sus
actos. - Rasgos de su inspiración por el amor divino. - Su
humildad.
- Mortificaciones que se imponía. - Penitencias que
hizo. - Su desprendimiento de todo lo terreno. - Sus ideas sobre la
oración. - Su tolerancia en medio de las persecuciones de que fue
objeto. - Su amor a la verdad. - Rasgos de su pluma relativos a la
conciencia, a la piedad, al consuelo, a la obediencia, a la
perseverancia, a la limosna, a la laboriosidad, al buen trato, a la
firmeza de ánimo y otras virtudes. - Elocuencia con que sabía
anatematizar los vicios. - Su abnegación a par de su sabiduría. -
Alusión a los bandos que nacieron de su doctrina. - Demasiado
fanatismo de sus encomíadores, y mala fé de sus antagonistas. -
Superficialidad con que estos generalmente han hecho el análisis
crítico del sistema de Lulio. - La doctrina luliana con relación a
su época. - Imposibilidad de reducir el entendimiento humano al
mecanismo a que intentó sujetarlo Lulio. - Auxilio que prestó a
Lulio su Arte para escribir sobre todas las materias bajo principios
sólidos y fecundos. - Necesidad de un estudio analítico de sus
obras. - Unidad indivisible con que Lulio consideraba la ciencia. -
Lulio como primer iniciador de una enciclopedia.
- Lulio teólogo.
- Lulio escritor místico y ascético. - Lulio orador sagrado y
preceptista en la oratoria. - Lulio jurisconsulto. - Lulio médico. -
Lulio escritor de lógica, moral y metafísica.
- Lulio físico.
- Descubrimiento de la aguja náutica. - Lulio matemático y
astrónomo.
- Lulio alquimista. - Sus relaciones con Arnaldo de
Villanueva (Arnau
de Vilanova
)
y conocimiento que tenía de las obras de Geber. - Descubrimiento del
ácido nítrico.
- Sus importantes observaciones sobre el
aguardiente, las sales, la calcinación y la destilación. - Opinión
de Boherave sobre los conocimientos químicos de Lulio. - Principios
fecundos de Lulio citados y juzgados por un autor francés. -
Conocimientos de Lulio en la estrategia y en el arte de la
navegación. - Su Arte
de navegar. -

Opinión de D. Martín Fernández de Navarrete sobre la ciencia
náutica de Lulio. - Lulio astrólogo. - Lulio humanista. -
Equivocación padecida por algunos que han supuesto que Lulio
escribió en latín sus obras. - Pureza de su lenguaje. - Defectos
de las traducciones latinas que de sus obras se hicieron en la edad
media. - Conocimientos de Lulio en la música - Libro titulado Arte
de cantar. -
Fecundidad
de Lulio como escritor. - Edición moguntina de las obras de Lulio
por Ibo Zalzinger. - Fé que tenía Lulio en el resultado de la
enseñanza de su Arte. - Propagación de su sistema en Europa. -
Tibieza de sus contemporáneos para con los proyectos de Lulio. -
Inoportunidad de los medios que Lulio adoptaba para llevarlos a cabo.
- Poca atención que prestaba a los asuntos políticos de su tiempo.

- Encono con que el inquisidor de Aragón Nicolás Aymerich
procedió contra las obras lulianas. - Falsedad con que las supuso
condenadas por una bula pontificia. - Apologistas



de
Lulio.
III. Error de los que creen que Lulio pasó repentinamente
de la ignorancia a la sabiduría.
- Educación literaria y
caballeresca de Lulio. - Su instrucción en los negocios de estado,
en la índole, usos y costumbres de los pueblos, en el arte de la
guerra, en la política, cosmografía, historia y en las letras. -
Aprecio que D. Jaime el Conquistador hizo de Lulio, eligiéndole
senescal de su hijo el príncipe D. Jaime. - Sus libros sobre el
Régimen de príncipes, Orden de caballería y Arte política.
- La gaya ciencia como su principal ocupación durante su vida
cortesana. - Su genio poético dedicado exclusivamente al culto del
amor. - Pérdida de las trovas de la juventud de Lulio. - Su poética
aventura con una dama genovesa. - Sus desengaños. - Antipatía que
desde su conversión tuvo por todo deleite. - Inconvenientes de ella
para la posía. - Aplicación de su talento poético a los asuntos
místicos, a la moral y a la didáctica. - Objeto de sus poesías. -
Códices en que han quedado consignadas. - Opinión de Jovellanos
acerca las poesías de Lulio.
EL LLANTO DE LA VIRGEN.



PLANT
DE NOSTRA DONA SANCTA MARÍA.
Variantes



LAS
HORAS DE LA VIRGEN.



HORAS
DE NOSTRA DONA SANCTA MARÍA.



De
la confessió que hom deu fer a cascuna hora ans que la diga.



De
maytinas... I. De un Deu. II. De Deu pare. III. De Deu fill. IV. De
Sant Esperit.
V. De creador. VI. De recreador. VII. De
glorificador.
De prima... (A vos mayre de pietat.) I. De la sua
concepció. II. De la nativitat. III. De la passió. IV. Devallá als
inferns. V. De resurrecció. VI. Del pujament de Jesu-Christ al cel.



VII.
Del día del judici.
De tercia... I. De saviesa. II. De
enteniment. III. De consell. IV. De força. V. De sciencia.



VI.
De pietat. VII. De temor.



De
sexta... I. De justicia. II. De prudencia. III. De fortitudo. IV. De
temprança. V. De fé.



VI.
De esperança. VII. De caritat.



De
nona... I. De avaricia. II. De glotonia. III. De luxuria. IV. De
ergull. V. De accidia.



VI.
De enveja. VII. De ira.
De vespres.... I. De matrimoni. II. De
baptisma. III. De confirmació. IV. De la misa.



V.
De órde. VI. De penitencia. VII. De extrema-unció.



De
completas... I. De membrança. II. De entendre. III. De voluntat. IV.
De ángels.
V. De imaginar. VI. De sentir. VII. De pregar.



De
la fi de aquest libre.



Variantes



AL
SER SUPREMO.
Á VOS, DEUS GLORIÓS.



EL
PECADO DE ADÁN.



LO
PECCAT DE N' ADAM.



Variantes



LA
VIRGEN MARÍA.



Á
LA VERGE SANCTA MARÍA.



Versión
de 1521.

REY GLORIOSO!



REY
GLORIÓS!



Versión
de 1521.



LOS
CIEN NOMBRES DE DIOS.



ELS
CENT NOMS DE DEU.



I.
¡Ó Deus!



II.
¡Ó essencia!



III.
¡Ó unitat!



IV.
¡Ó trinitat!



V.
¡Ó pare!
VI. ¡Ó fill!



VII.
¡Ó Sant Esperit!



VIII.
¡Ó singular!
IX. ¡Ó estant!



X.
¡Ó faént!



XI.
¡Ó ens necessari!



XII.
¡Ó perseitat!



XIII.
¡Ó libertat!



XIV.
¡Ó simple!



XV.
¡Ó sanct!



XVI.
¡Ó vida!



XVII.
¡Ó infinitat!



XylII.
¡Ó eternitat!



XIX.
¡Ó tot!



XX.
¡Ó bò!



XXI.
¡Ó gran!



XXII.
¡Ó potestat!



XXIII.
¡Ó saviesa!



XXIV.
¡Ó amor!



XXV.
¡Ó virtut!



XXVI.
¡Ó veritat!



XXVII.
¡Ó gloria!



XXVIII.
¡Ó justicia!



XXIX.
¡Ó larguea!



XXX.
¡Ó forma!



XXXI.
¡Ó producció!



XXXII.
¡Ó bèll!



XXXIII.
¡Ó Jesus!



XXXIV.
¡Ó creador!



XXXV.
¡Ó recreador!



XXXVI.
¡Ó glorificador!



XXXVII.
¡Ó ressucitador!



XXXVIII.
¡Ó salvador!



XXXIX.
¡Ó edificador!



XL.
¡Ó sostenidor!



XLI.
¡Ó exoidor!



XLII.
¡Ó ordenador!



XLIII.
¡Ó visitador!



XLIV.
¡Ó consolador!



XLV.
¡Ó consellador!



XLVI.
¡Ó confortador!



XLVII.
¡Ó defensor!



XLVIII.
¡Ó sanador!



XLIX.
¡Ó castigador!



L.
¡Ó nodridor!



LI.
¡Ó endreçador!



LII.
¡O emperador!



LIII.
¡Ó elegidor!



LIV.
¡Ó faédor!
LV. ¡Ó valor!



LVI.
¡Ó senyoretjador!



LVII.
¡Ó vencedor!



LVIII.
¡Ó gracia!



LIX.
¡Ó misericordiant!



LX.
¡Ó piadós!
LXI. ¡Ó abundós!



LXII.
¡Ó rey!



LXIII.
¡Ó humil!



LXIV.
¡Ó suau!



LXV.
¡Ó membrat!



LXVI.
¡Ó loạt!



LXVII.
¡Ó nomenat!



LXVIII.
¡Ó honrat!



LXIX.
¡Ó reclamat!

Tú, Señor Deus, est mon recorriment,



LXIX.
¡O
RECLAMAT!


Deus
es reclám dels peccadors,


Quant
son en perill e en plors


E
a Deus demanan socors.


Es
Deus reclám d' hom qui 's penet,


E
qui ab bé far se sotsmet


A
satisfacció e a dret.


Car
Deus ha los homens creats,


E
'ls porta bona volentats,


Vol
per éll esser reclamats.


Reclamar
a Deus que li ajut


Com
puscha guanyar virtut,


Es
reclám per Deus molt volgut.


Tantost
com Deus es Reclamát,


Es
l' hom per éll ajudat,


Ab
qu' el reclám ab leyaltat.


Qui
reclama Deus per haver,


Per
viure e honor haver,


No
es reclam de gran plaer.


Cell
qui reclama Deus en la mort


Que
li remeta pena e tòrt,


Cové
qu' el reclám molt fort.


Molt
fá meyllor Deus reclamar,


Per
ço qu' el puscha molt honrar,


Que
per ço qu'éll vulla salvar.


Segurament
pot reclamar


Aquell
qui Deus vol molt honrar,


Car
Deus no 's pot a éll negar.


Tú,
Señor Deus, est mon recorriment,


Perqu'
eu te prech humilment
































Que
m' ajuts a ton honrament. 



LXX.
¡Ó beneit!



LXXI.
¡Ó servit!



LXXII,
¡Ó temut!



LXXIII.
¡Ó pregat!



LXXIV.
¡Ó distincció!



LXXV.
¡Ó concordança!



LXXVI.
¡Ó egual!



LXXVII,
¡Ó inocent!



LXXVIII.
¡Ó alt!



LXXIX.
¡Ó significant!



LXXX.
¡Ó perseverant!



LXXXI.
¡Ó eximplificat!



LXXXII,
¡Ó movent!



LXXXIII.
¡Ó comprenent!



LXXXIV.
¡Ó digne!



LXXXV.
¡Ó esperat!



LXXXVI,
¡Ó major!



LXXXVII.
¡Ó amich!



LXXXVIII.
¡Ó desitjat!



LXXXIX.
¡Ó costant!



XC.
¡Ó leyal!



XCI.
¡Ó present!



XCII,
¡Ó noble!



XCIII.
¡Ó intenció principal!



XCIV.
¡Ó procurador!



XCV.
¡Ó advocat!



XCVI.
¡Ó invisible!



XCVII.
¡Ó inmortal!



XCVIII.
¡Ó infalible!



XCIX.
¡Ó principi!



C.
¡Ó fi!
De la fi de aquest libre.



Variantes



LA
ALQUIMIA.



L'ART
DE LA ALQUIMIA.



EL
DESCONSUELO.



EL
DESCONORT



Variantes.



CANTO
DE RAIMUNDO.



LO
CANT DE RAMON.



DICTADO
DE RAIMUNDO.


LO
DICTAT DE RAMON.
I. Que Deus sia de necessitat.



II.
Que sia un Deus.



III.
Que Deus sia en pluralitat.



IV.
Que Deus sia encarnat.



V.
Qu' el mon sia creat.



VI.
Que sia resurrecció.



Variantes.



APLICACIÓN
DEL ARTE GENERAL.



APLICACIÓ
DE L' ART GENERAL.



De
la teologia... I. De la primera distincció. II. De la segona
figura. III. De la terça figura.



IV.
De la quarta figura. V. De la segona distincció. VI. De la terca
distincció. VII. De la quarta distincció. VIII. De la quinta
distincció. IX. De la sisena distincció.
De la philosofia.
I. Primera distincció. II. De la segona distincció. III. De la
terça distincció.



IV.
De la quarta distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la
sisena distincció.



De
la logica... I. De la primera distincció. II. De la segona
distincció. III. De la terça distincció. IV. De la quarta
distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la sisena
distincció.



Del
dret... I. Primera distincció. II. De la segona distincció. III. De
la terça distincció.



IV.
De la quarta distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la
sisena distincció.



De
la medicina.. I. De la primera distincció. II. De la segona
distincció. III. De la terça distincció. IV. De la quarta
distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la sisena
distincció.



De
rhetorica..... I. De la primera distincció. II. De la segona
distincció. III. De la terça distincció. IV. De la quarta
distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la sisena
distincció.
De moralitats... I. Primera distincció. II. De la
segona distincció. III. De la terca distincció.



IV.
De la quarta distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la
sisena distincció.



De
la fi de aquest libre.



Variantes.



LA
MEDICINA DEL PECADO.



MEDICINA
DE PECCAT.



De
la primera part de est libre, qui es de contricció.







I.
D' amor. II. De temor. III. De dolor. IV. De valor. V. De elegiment.
VI. De penediment.



VII.
De falliment. VIII. De obligament. IX. De desobediencia. X. De
vergonya. XI. De mentir. XII. De engan. XIII. De crueltat. XIV. De
desesperar. XV. De jurar. XVI. De infamia.



XVII.
De escusació. XVIII. De impaciencia. XIX. De desleyaltat. XX. De
sejornar.



XXI.
De ociositat. XXII. De sentir. XXIII. De cogitar. XXIV. De parlar.
XXV. De obrar.



XXVI.
De carreras. XXVII. Del còr. XXVIII. De imaginació. XXIX. De
perdre. XXX. De mal eximpli. XXXI. De indiscreció. XXXII. De
oblidar.



De
la segona part de aquest libre, qui es de confessió.



I.
De Deu. II. De la unitat de Deu. III. De trinitat. IV. De bontat. V.
De granea. VI. De eternitat. VII. De poder. VIII. De saviea. IX. De
volentat. X. De virtut. XI. De veritat. XII. De gloria. XIII. De
justicia. XIV. De misericordia. XV. De la humanitat de Jhesu-Christ.



XVI.
De la passió de Jhesu-Christ. XVII. De senyoria.



De
Sancta María.



XVIII.
De sanctetat. XIX. De altetat. XX. De nobilitat. XXI. De virginitat.
XXII. De constança. XXIII. De humilitat. XXIV. De esperança. XXV.
De maternitat. XXVI. De pietat.



XXVII.
De ángels. XXVIII. Dels prophetes. XXIX. De apostols. XXX. De
martirs. XXXI. De confesors.
De la terça part de est libre, qui
es de satisfacció.



I.
De un Deu.
II. De colre festa.
III. No penrás lo nom de Deu
en va.



IV.
No farás fals testimoni.



V.
Honrarás ton payre e ta mayre.



VI.
No farás ladronía.



VII.
No farás homicidi.



VIII.
No lutxuriarás.



IX.
No cobejarás la muller de ton vehí.



X.
No cobejarás los bens de ton vehí.



XI.
De veer.



XII.
De oyr.



XIII.
De odorar.



XIV.
De gustar.



XV.
De tocar.



XVI.
De affar.



XVII.
De imaginació.



XVIII.
De memoria.



XIX.
De enteniment.



XX.
De volentat.



XXI.
De justicia.



XXII.
De prudencia.



XXIII.
De fortitudo.



XXIV.
De temprança



IX.
De fé.



XXVI.
De esperança.



XXVII.
De caritat.



XXVIII.
De castetat.



XXIX.
De humilitat.



XXX.
De diligencia.



XXXI.
De leyaltat.



XXXII.
De pasciencia.
De la quarta part de est libre, qui es de
temptació.



I.
De mal ángel e bò.



II.
De esser Deus.



III.
De trinitat.



IV.
De creació.



V.
De encarnació.



VI.
De la passió de Jhesu-Christ.



VII.
De resurrecció.



VIII.
Del sagrament del altar.



IX.
De las claus de Sent Pere.



X.
De mòrt.



XI.
De dèu començaments radicals.



XII.
De veer en temptació.



XIII.
De oyr en temptació.



XIV.
De odorar en temptació.



XV.
De gustar en temptació.



XVI.
De tocar en temptació.



XVII.
De parlar en temptació.



XVIII.
De imaginació en templar.



XIX.
De memoria.



XX.
De enteniment.



XXI.
De volentat.



XXII.
De dèu rahons naturals d' home.



XXIII.
De bontat.



XXIV.
De granea.



XXV.
De duració.



XXVI.
De poder.



XXVII.
De virtut.



XXVIII.
De veritat.



XXIX.
De gloria.



XXX.
De belea.



XXXI.
De libertat.



XXXII.
De perfecció.



De
la cinquena part de est libre, qui es de oració.



I.
Vuyl departir oració.



II.
De oració que.



III.
De oració de que.



IV.
De oració perque.



V.
De oració de quantitat.



VI.
De oració de qualitat.



VII.
De oració de temps.



VIII.
De oració de lòch.



IX.
De manera de oració.



X.
De oració ab que.



Variantes.



EL
CONCILIO.



EL
CONSILI.



I.
Un consili vuyl començar.



II.
Del papa.



III.
Dels cardenals.



IV.
Dels princeps.







V.
Dels prelats.



VI.
Dels religiosos.



VII.
De contricció.



VIII.
De satisfacció.



IX.
De devoció.



X.
De oració.



XI.
Senyor Deus! pluja.



Variantes.



LA
CONQUISTA DE MALLORCA.



DE
LULLI. - LO CONQUERIMENT DE MAYLORCHA.



Notas.



RECTIFICACIONES.



GLOSARIO.



Advertencia



Explicación
de las abreviaturas.



GLOSARIO.


------------------------------------



INTRODUCCIÓN.




El gran Ramon Lull (Raimundo Lulio), tan universalmente admirado por
teólogos y moralistas, por físicos y químicos, por astrónomos y
matemáticos; tan recomendable en la república de las letras como
humanista y como ascético; y tan docto en la jurisprudencia como en
la medicina, en la astrología como en la náutica; Ramon Lull, el
célebre inventor de aquel Arte general que por espacio de
cinco siglos ha llenado de asombro el mundo entero, y cuyo nombre
brilla con eterno resplandor en la historia de todas las ciencias y
de todos los ramos del saber humano, no ha tenido entrada hasta aquí
en el catálogo de los poetas; no porque no fuese del número de los
elegidos, sino porque la incuria y el descuido han dejado permanecer
en la oscuridad y en el olvido las rimas con que daba
espansion (expansión) a su ánimo, cantando el orden
del mundo y las grandezas y escelencias de Dios.



Semejante
abandono si bien puede disimularse a los pasados siglos en que las
letras no alcanzaban la atención merecida, fuera imperdonable en
nuestros días en que se envanecen los hombres con el título de
estudiosos y de investigadores. Así pues, la publicación del testo
(texto) original de las obras rimadas del gran pensador
del siglo XIII, nos ha parecido no sólo un deber, sino la
satisfacción de una deuda que tenía con el mundo literario la
patria del gran maestro. A cumplir este deber, a pagar esta deuda
consagramos hace tiempo nuestros esfuerzos; y si bien por una parte
hemos tenido la fortuna de encontrar códices que reunidos nos han
dado por resultado la estensa (extensa) colección que
ofrecemos al público, cosa a que no era dado aspirar tratándose de
un autor de tan antigua fecha, por otra sentimos no tener mayores
fuerzas para hacer nuestro trabajo más digno de unas obras, que amén
de su importancia literaria, tienen en alto grado la filológica, por
la circunstancia de pertenecer a la época de transición del
lenguaje provenzal al
llamado comúnmente lemosin
y que con mayor propiedad puede calificarse con el nombre más
significativo de catalan-provenzal.



Ante
esta doble importancia que tienen las obras que nos ocupan, no
creemos sea una oficiosidad inútil enriquecer con ellas la
literatura nacida de aquel idioma que hablaban en otro tiempo pueblos
que dieron el ejemplo de la cultura al resto del mundo, monarcas que
se distinguieron por la fuerza de su poder y por el valor de sus
conquistas, y soldados que hubieran podido avasallar naciones
enteras. Al contrario, estamos persuadidos de que al ofrecer este
ejemplo de lo que era capaz ya en el siglo XIII el idioma de los
Jaimes, de los Pedros y de los Alfonsos, manejado por uno de los que
con más fecundidad y pureza se valieron de él para expresar sus
altísimas concepciones, despertará el deseo de sacar del olvido los
tesoros inmensos de una literatura digna en verdad de más atención
y de mejor suerte.



Lanzándonos
pues al desempeño de nuestra humilde tarea, vamos a manifestar
simplemente los códices o manuscritos de que nos hemos servido para
formar la presente colección:



1.°
Uno en 4.° de 115 folios, escrito en papel y pergamino y propiedad
del diligente bibliógrafo D. Jaime Antonio Prohens, que ha podido
reunir a costa de grandes afanes y desvelos una preciosa colección
de obras lulianas impresas y manuscritas que nos ha facilitado
con generoso desprendimiento. Este códice de un valor inapreciable
es de letra del siglo XV, clara y esmerada, y está muy bien
conservado; si bien no exento de erratas debidas al descuido del que
lo escribió o al original de donde se sacó la copia. Los versos
cortos están a dos columnas, los demás no; y los epígrafes de los
capítulos y las iniciales con que estos empiezan son de carmín, sin
adornos. Este códice contiene la Medicina del peccat que
ocupa poco menos de la mitad de sus folios; sigue después Lo cant
de Ramon
, las poesías que empiezan A vos dona verge Sancta
María
, Senyor ver Deus rey gloriós, Lo plant de nostra dona
Sancta María,
la obra
Del consili que feu mestre Ramon Lull malorquí, Lo dictat de Ramon
,
el opúsculo sobre el pecado de Adán que empieza Un Senyor
rey qui be enten
, Lo desconort y concluye con las Horas
de nostra dona Sancta María.

2.°
Otro en folio de 152 hojas sin numerar, escrito en papel y que nos
pertenece. Es de letra de últimos del siglo XVI o principios del
XVII y está así mismo muy bien conservado. Carece absolutamente de
adornos y no se halla exento tampoco de errores de pluma. Contiene
este códice los Cent noms de Deu, a cuya obra siguen las
Horas de nostra dona Sancta María, el libro quinto de
la Medicina del peccat, bajo el título de Oració per las
reglas
, el Desconort, el Plant de la verge María
que el códice anterior titula Plant de nostra dona Sancta María,
la Aplicació de l' Art general, el Cant de Ramon, el
Consili, el capítulo III de la parte cuarta de la Medicina
del peccat
, llamado De trinitat, el citado opúsculo sobre
el pecado de Adán, Lo dictat de Ramon, y varios otros
capítulos de la Medicina del peccat que designa con el nombre
de Tractat de las sinch virtuts.

3.°
Otro en folio de abultado volumen existente en la biblioteca del
Instituto Balear, y que perteneció en otro tiempo a la de los
religiosos dominicos de Palma. Entre varias obras en prosa lemosina
ó sea catalana-provenzal
debidas a la pluma de nuestro autor,
como el Libre del gentil y de los tres savis, de la Primera
y segona intenció
y de la
Consolació del ermitá
, hay en este precioso códice la
composición sobre L'art de la Alquimia, un índice de los
Cent noms de Deu, la poesía que empieza; Senyor ver Deus
rey gloriós
, y el Desconort, cuya letra se remonta quizás
hasta el siglo XIV.



4.°
Otro en 4.° existente en la misma biblioteca que contiene entre
otras cosas una copia lemosina
del Desconort, de mano de D. Nicolás de Pax, varón
esclarecido, muy versado en el estudio de las obras de nuestro autor,
y traductor de varias de ellas.



5.°
Otro en 8.° de 100 folios, que nos pertenece. Es de letra de últimos
del siglo XVI y no está exento de frecuentes equivocaciones de
pluma, observándose en él muy poco esmero en la ortografía.
Contiene los Cent noms de Deu y las Horas de nostra dona Sancta
María, copiadas ambas obras de distinta mano.



6.°
Otro en 4.° de 24 folios que así mismo nos pertenece. Es de letra
también del siglo XVI, y contiene únicamente la quinta parte de la
Medicina del peccat bajo el epígrafe de Oració.



7.°
Otro en 8.° de 36 folios que se nos ha franqueado, de letra también
del siglo XVI, y que además de la misma quinta parte de la Medicina
del peccat sobre la Oració, contiene otros varios fragmentos.



8.°
Varios códices existentes en la biblioteca del Instituto Balear que
entre otras obras contienen algunos de los opúsculos ya citados.



9.°
Un tomo en 8.° que comprende una copia moderna de los Cent noms de
Deu, sacada quizás de alguno de los códices mencionados
anteriormente.



10
Y por último una copia de mano de D. Joaquín María Bover, que
contiene el fragmento que va fielmente incluido en la presente
colección, titulado De Lulli. - Lo conqueriment de Maylorcha; cuya
copia hemos trascrito exactamente, no obstante de las palabras
adulteradas que en ella se observan, por no habernos sido dable
consultar el original, aunque nos asegura el Sr. Bover haber cotejado
escrupulosamente su traslado con el texto de donde lo sacó.



De
todos estos códices hemos podido entresacar las obras rimadas de que
hacen mención D. Nicolás Antonio, el P. Antonio Raimundo Pascual y
otros bibliógrafos y esclarecidos varones que se han ocupado de las
obras y doctrina del gran maestro, si se exceptúan las trovas que
escribió éste en su juventud, un tratado de lógica en verso que
cita el mismo P. Pascual, y que vio D. Nicolás Antonio, si es que
sea el mismo que va mencionado en su catálogo, conocido con el
nombre de Lógica de Grozell y que será sin duda el que cita Lulio
en su Doctrina pueril y que empieza: Deus per fer á nos honrament,
el libro llamado Reglas introductorias al Arte demostrativo, que
según dice el citado Pascual, está escrito en verso lemosin;
y por último el que el nombrado D. Nicolás Antonio continúa en su
catálogo con el nombre de Tractatus vulgaris metricus septem fidei
articulos demonstrans: cuyas obras no nos ha sido dable encontrar a
pesar de todas nuestras pesquisas.



El
mismo D. Nicolás Antonio hace mención en su catálogo de otros
opúsculos en verso que no son más que libros separados de los
tratados inclusos en la presente colección o continuados con
distinto nombre. Así por ejemplo el que continúa bajo el de
Orationes per regulas artis versibus rhithmicis vulgaribus, no es más
que la parte quinta de la Medicina del peccat sobre la Oración; el
que llama Liber ducentorum carminum vulgaris linguæ, es el opúsculo
sobre el pecado de Adán; y el que titula Liber hymnorum, quizás sea
el llamado Horas de nostra dona Sancta María.

Biografía