Mostrando las entradas para la consulta Fernando católico ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Fernando católico ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de julio de 2019

LA PÉRDIDA DE PITILLA, siglo XIII, Sos del Rey católico

126. LA PÉRDIDA DE PITILLA (SIGLO XIII. SOS DEL REY CATÓLICO)
LA PÉRDIDA DE PITILLA (SIGLO XIII. SOS DEL REY CATÓLICO)
 
 
Es históricamente cierto que, a comienzos del siglo XIII, los reyes Pedro II de Aragón y Sancho el Fuerte de Navarra, que eran parientes, habían firmado un pacto de paz y amistad. También lo es que el monarca aragonés tenía dificultades económicas, de manera que pidió un préstamo al navarro que ascendía a veinte mil morabetinos y, como era costumbre, le entregó en prenda los castillos de Peña, Pitilla, Escó y Gallur. En nombre de ambos, los tendría el señor Jimeno de Rada, hasta la fecha en la que expiraba el plazo de devolución. No obstante, si el aragonés no devolvía el dinero del préstamo en la fecha fijada, los castillos pasarían al navarro hasta que se hiciese efectivo aquél.
 
Sabemos que las monedas entregadas eran diversas, como morabetinos alfonsinos y mazmudinas, pero el navarro estaba dispuesto a aceptar la devolución en cualquier tipo de morabetinos (alfonsinos, lupinos o aisars), o de mazmudinas (bien nuevas o viejas, dobles o contrahechas), siempre que su equivalencia fuera de veinte mil morabetinos alfonsinos. Sabemos, asimismo, que el préstamo no fue devuelto en el plazo previsto, por lo que los cuatro castillos pasaron a depender provisionalmente del rey navarro, que
incorporó, además, la fortaleza de Trasmoz como consecuencia de un nuevo préstamo.
 
Cuando murió Pedro II (1213) y se planteó el problema sucesorio que dio con su hijo Jaime en Monzón,
el pretendiente a la corona, su hermano don Fernando, renunció a los derechos que pudiera tener sobre los pignorados cuatro castillos, renuncia que hizo efectiva su sobrino Jaime I el Conquistador.
 
Aquí es donde la leyenda hace su aparición para dar una explicación mucho más prosaica y cercana al
pueblo, quien afirmaba que el castillo de Pitilla fue perdido en una partida, al parecer de ajedrez, aunque muy probablemente fuera de dados, según otros. El rey de Navarra y el de Aragón se apostaron
Gallipienzo y Pitilla, respectivamente, perdiendo el aragonés, que cumplió su palabra, de modo que, desde entonces, Pitilla pertenece efectivamente a Navarra.
 
No obstante, la historia nos dice que los aragoneses pretendieron conquistar Pitilla en 1312 y, si bien su
castillo fue cercado, los habitantes rechazaron el intento.
 
[Recogida oralmente. Ubieto Arteta, Antonio, Historia de Aragón: La formación territorial, págs. 208-209.]


https://www.sitiosdeespana.es/articulo/15-cosas-que-hacer-en-sos-del-rey-catlico-y-sus-alrededores

https://es.wikipedia.org/wiki/Sos_del_Rey_Cat%C3%B3lico

Sos del Rey Católico es un municipio español de la comarca de las Cinco Villas, al noroeste de la provincia de Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón.

Dependen del municipio cinco asentamientos de población: Barués, Novellaco Mamillas, Campo Real y Sofuentes.

La ubicación de esta población, en una elevación del terreno rocosa la convirtió durante mucho tiempo en plaza fuerte y, desde que fue reconquistada en el siglo X, tuvo gran importancia como ciudad fronteriza. En 1044 fue incorporada por Ramiro I al Reino de Aragón.

En el año 1452, en plena Guerra Civil de Navarra, la reina Juana Enríquez se desplazó a la entonces llamada "Sos" a secas, donde dio a luz al infante Fernando que luego se convertiría en Fernando el Católico. Ese nacimiento añadió la coletilla de "del Rey Católico" al nombre de la población.

En 1711 fue nombrada Capital de las Cinco Villas.

Todo su casco histórico está muy bien conservado y el pueblo está declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en el año 1968. La excepcional conservación de su casco urbano hace que un paseo por esta localidad se convierta en un viaje al pasado destacando las murallas, iglesias, la Plaza de la Villa y el Palacio de los Sada, donde nació Fernando el Católico en el año 1452. En Sos del Rey Católico se rodó la película La vaquilla (1985) de Luis García Berlanga, en la que actuaron como extras muchos de los vecinos de la localidad.

En enero de 2016 entró a formar parte de La asociación de los pueblos más bonitos de España.

Iglesia de San Esteban.
La iglesia de San Esteban está situada junto al castillo. El conjunto está formado por la iglesia en sí, destinada al culto, la cripta y el claustro, que da acceso desde la calle que sube de la plaza de la villa, a la portada principal de la iglesia.

Cripta de la Virgen del Perdón. s. XIV.

Cabezo Ladrero: Yacimiento arqueológico situado en la pedanía de Sofuentes.

Castillo de la Peña Felizana.- Como villa fronteriza entre los vecinos reinos de Navarra y Aragón, Sos contó con su castillo fortificado para reforzar la línea defensiva. Realmente ese fue el origen de la población, que fue poco a poco, construyendo sus viviendas alrededor de este primitivo castillo, que en su origen fue construido en madera. Está situado en lo alto de la peña Feliciana, la parte más alta de la localidad lo que facilitaba la defensa de la plaza. Del original castillo en madera no queda nada. Conforme las técnicas de construcción evolucionaron, la madera fue sustituyéndose por la piedra, y actualmente del castillo del siglo XII el vestigio más reseñable que se ha conservado es la rehabilitada Torre del Homenaje.

Casa de la villa.- Es un edificio, de estilo renacentista, que fue construido por el concejo sosiense a finales del siglo XVI, reformado durante el siglo XIX, y restaurado para la adaptación a su actual función como sede administrativa de las dependencias municipales, en los años ochenta.

Palacio de los Sada. - La casa palacio es un edifico en piedra de sillería, que data de finales del siglo XV, y en la fachada, sobre la puerta de entrada podemos ver el escudo de la familia. Fue la vivienda de la familia nobiliaria de los Sada, y la casa donde fue acogida doña Juana, para dar a luz al futuro monarca, ya que por expreso deseo de la reina, quería que su hijo naciera en tierras aragonesas. Actualmente se ha convertido el Centro de Interpretación de la figura de Fernando II de Aragón. En el centro, mediante paneles y audiovisuales, se acerca al visitante a la vida y la época de este ilustre monarca. En el Palacio se encuentra situada la Oficina de Turismo municipal y desde allí se gestionan las visitas guiadas a la localidad.

'Palacio Español de Niño'.- En la calle Mayor (calle de Fernando el Católico) encontramos el palacio Español de Niño. Fue durante años colegio de las niñas de Sos, donde las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, gracias a doña Manuela Pérez de Biel, impartían la formación inicial. El edificio es de estilo renacentista, y fue construido como el palacio nobiliario de los Español de niño de finales del XVI. Cuenta con tres plantas, la planta superior formada por una galería de arquillos en su fachada principal. Mención especial merece la portada principal, formada por un arco almohadillado, y el suelo del patio, compuesto por un mosaico de cantos rodados.

Colegio Isidoro Gil de Jaz.- El edificio se encuentra en la plaza de la villa. Su fachada está construida con piedra de sillería, y consta de 4 plantas, siendo la última una galería de arcos de medio punto, siguiendo el estilo de construcción aragonés. El conjunto incluye la iglesia de San José de Calasanz.

Lonja Medieval.- Fue construida como lugar de mercado y espacio de reunión del concejo de la villa en la edad media, y actualmente alberga la biblioteca municipal, en su edificio principal. Además de este edificio principal, la Lonja dispone de un espacio abierto, formado por un soportal porticado, compuesto por arcos apuntados se mantienen los dos orificios excavados para guardar hielo, necesario por ejemplo en la conservación de alimentos.

Parador Nacional de Turismo.
De carácter aragonés, el hotel conserva el ambiente monumental, histórico y artístico de Sos del Rey Católico. La villa, declarada Conjunto Histórico-Artístico, fue cuna de influyentes nobles y del Rey Católico.

Puertas de la muralla.- La naturaleza de villa fronteriza entre los vecinos reinos de Navarra y Aragón, hizo que la villa medieval contase con una muralla defensiva que rodeaba todo el perímetro de la localidad. Se conservan en la actualidad siete portales de la muralla, que dan acceso al recinto intramuros.

Portal de Zaragoza.
Portal de la reina.
Portal de Sangüesa.
Portal de Jaca.
Portal de Uncastillo.
Portal de Levante.
Portal de poniente o del mudo.

Santuario de Valentuñana.
Construido por los Carmelitas Descalzos, a finales del s. XVII, el Convento de Ntra. Sra. de Valentuñana, está situado a unos 2 km. de la Villa de Sos del Rey Católico.

La judería.- Conserva Sos lo que fue la judería medieval, llamada en la actualidad "barrio alto". Estuvo en origen formada por unas treinta casas en torno a una calle principal desde la que se podía acceder al centro de la villa y desde la cual surgen diversos callejones sin salida o callizos. El corazón de la judería es la conocida como Plaza de la Sartén, en una de cuyas casas se conserva la hendidura donde situar la Mezuzah. Dada la cercanía a Navarra, cuando en 1492 fue firmado el decreto de expulsión, fueron mayoría los judíos de la villa que cruzaron la frontera al vecino reino.

Castillo de Roita.
Castillo de Añués.

"'Pilar Bueno Ibáñez.-"', una de las 13 rosas represaliadas por el régimen franquista.


Fernando II de Aragón (El católico)


Isidoro Gil de Jaz.- Natural de Sangüesa pero infanzón de corazón, pues se consideraba natural de Sos del Rey Católico, de dónde provenía su familia. Fue un jurista y regente del Principado de Asturias.

lunes, 15 de julio de 2019

FERNANDO EL CATÓLICO, ENGENDRADO EN EL FRASNO

133. FERNANDO EL CATÓLICO, ENGENDRADO EN EL FRASNO (SIGLO XV. EL FRASNO)
 
FERNANDO EL CATÓLICO, ENGENDRADO EN EL FRASNO
 
 
Nos relata la tradición que corría el mes de marzo de 1452, cuando el rey Juan II de Aragón y su segunda
esposa, doña Juana Enríquez, acompañados por una numerosa y vistosa comitiva, atravesaban las difíciles tierras del sistema Ibérico, camino de Castilla, cuando por lo adelantado del día se vieron obligados a
pernoctar en El Frasno.
 
Como es lógico, horas antes se habían adelantado varios servidores de la casa real para tratar de buscar acomodo donde pasar la noche y, tras visitar una tras otra todas las casas del pueblo, decidieron que los monarcas fueran aposentados, como mejor se pudo, en la vivienda de un pobre labrador, un tal Juan
de la Piedad, que disponía de una cámara amplia y adecuada a juicio del camarlengo real.
 
Llegó la comitiva al pueblo, con los reyes al frente, y todo parece haberse desarrollado con normalidad
para los reyes y su séquito, pero para los habitantes de El Frasno aquel fue un día muy especial.
 
Sin embargo, cuando ya había transcurrido algún tiempo, confesaron los reyes en palacio a sus más
allegados, al narrar las incidencias de aquel viaje, algo que sólo ellos sabían, que don Fernando, que con el tiempo sería Fernando II el Católico, y que nacería en Sos del Rey Católico, fue engendrado aquella noche en el pueblo de El Frasno.
 
Por eso, cuando el Rey Católico andaba por estas tierras camino de la Castilla o de Zaragoza, siempre
procuraba pasar por El Frasno, donde solía hacer un alto para visitar la casa de Juan de la Piedad y los suyos, mostrando a doña Isabel, la reina de Castilla, el bello panorama que se divisa desde su caserío. Y, según contaban quienes con ellos iban, cada vez que esto ocurría le repetía a la reina: «Esta es la tierra y esta es la casa donde mis padres me engendraron». Fernando el Católico, al decir de sus allegados, jamás olvidó sus raíces.
 
[Vázquez, José María, El Frasno y su colonia veraniega de Pietas. Zaragoza, s.d.]
 
 
El Frasno es un municipio de España, en la comarca Comunidad de Calatayud, provincia de Zaragoza, Comunidad Autónoma de Aragón. Tiene un área de 48,53 km² con una población de 399 habitantes (INE 2016) y una densidad de 8,22 hab/km².
 
Enclavada en la Sierra de Vicor. A sus pies pasa la autovía A-2, vía en la que posee salida propia. Además, tanto por el núcleo de El Frasno, como por su pedanía de Aluenda, discurren tramos sin alterar de la antigua Nacional II. Por este barrio rural de Aluenda, asimismo, continúa la autovía A-2 en sentido Madrid y se dispone de dos accesos para llegar a la casi despoblada pedanía a través del nombrado tramo de la antigua N-II.
 
En su término municipal se encuentra Escuadrón de Vigilancia Aérea nº1 (EVA 1) del Ejército del Aire Español, concretamente en el Pico de La Nevera.
 
Además del núcleo principal de población de El Frasno, en el término municipal se encuentran las localidades de Inogés, Aluenda y Pietas.
 
 
 

domingo, 14 de julio de 2019

LA CONDESA DE URGELL PRETENDE ENVENENAR A FERNANDO I

132. LA CONDESA DE URGELL PRETENDE ENVENENAR A FERNANDO I (SIGLO XV. ZARAGOZA)
 
Coronación de Fernando I de Aragón (detalle del retablo del arzobispo de Toledo Sancho de Rojas, procedente de San Benito el Real Valladolid, ca 1410-1415)
Coronación de Fernando I de Aragón (detalle del retablo del arzobispo de Toledo Sancho de Rojas, procedente de San Benito el Real Valladolid, ca 1410-1415)
 
 
 
 
 
 
Corría el mes de noviembre de 1414 cuando llegaba una vez más a Zaragoza, procedente de Morella, el
fraile predicador Vicente Ferrer, persona que gozaba de un gran prestigio en todo el occidente europeo y, sobre todo, en los Estados de la Corona de Aragón. El príncipe Alfonso, que luego sería Alfonso V de Aragón, le recibió con singulares muestras de afecto y le consideró como a huésped destacado.
 
Poco después de llegar a Zaragoza, estaba el príncipe oyendo un sermón del fraile dominico cuando
recibió de su padre, el rey aragonés Fernando I de Antequera, una carta en la que le anunciaba —aunque llegaba con evidente retraso— que el dominico valenciano iba a ir a la ciudad del Ebro, rogándole que le recibiera como se merecía y que procurara por todos los medios a su alcance que los judíos zaragozanos acudieran a escuchar sus sermones.
Sin darle excesiva importancia, le comunicaba, asimismo, cómo por aquellos días la condesa de Urgell había tratado de envenenarle.
 
Cuando finalizó el sermón, el príncipe Alfonso comunicó al fraile la noticia del fallido envenenamiento y le rogó que al día siguiente celebrase una misa de acción de gracias, como así se hizo. La iglesia de San Salvador se llenó de gente y durante el sermón, Vicente Ferrer dio a conocer públicamente la reprobable acción de la condesa de Urgell, madre de don Jaime de Urgell, candidato, como es sabido, a la corona de Aragón frente a don Fernando I.
 
[Vidal y Micó, Francisco, Historia de la portentosa vida..., págs. 225-226.]
 


https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_I_de_Arag%C3%B3n

Fernando I de Aragón (Medina del Campo, 27 de noviembre de 1380 - Igualada, 2 de abril de 1416), llamado también Fernando de Trastámara, Fernando de Antequera, Fernando el Justo y Fernando el Honesto, fue un infante de Castilla, rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Sicilia, de Cerdeña y de Córcega; duque de Neopatria y de Atenas; conde de Barcelona, de Rosellón y de Cerdaña; y regente de Castilla. Fue el primer monarca aragonés de la dinastía castellana de los Trastámara, si bien era Aragón por la rama materna, pues su madre Leonor de Aragón era hermana de Martín I de Aragón, llamado el Humano.

Fernando era hijo segundo de Juan I de Castilla y de Leonor de Aragón, hermana del rey aragonés Martín el Humano, y nieto, por tanto, del rey Pedro IV el Ceremonioso por vía materna, y del rey Enrique II de Castilla, por la rama paterna. Tras estos antecedentes, y dada la posibilidad jurídica de transmisión de la Casa de Aragón por vía materna, el derecho aragonés le otorgaba un rango preferente en sus aspiraciones a la corona de Aragón tras la muerte sin descendencia masculina de Martín I el Humano.

Cuando solo contaba con diez años de edad, su padre el rey Juan I poco antes de morir le invistió en las Cortes celebradas en Guadalajara en 1390, y en presencia de su hermano mayor Enrique, con el señorío de Lara, el ducado de Peñafiel y el condado de Mayorga así como le cedió las villas de Cuéllar, San Esteban de Gormaz y Castrogeriz y le asignó una renta de medio millón de maravedís a costa del tesoro real. Durante la ceremonia el rey le puso sobre la cabeza una «guirnalda de aljófar», símbolo de la preeminencia ducal. Este «heredamiento» fue ampliado tras la muerte del rey, pues este en su testamento le cedió las villas de Medina del Campo y Olmedo. Su matrimonio posterior con su tía Leonor de Alburquerque, cinco años mayor que él, amplió considerablemente su patrimonio territorial, pues no sin razón Leonor era llamada la «Rica Hembra». Poseía las tierras de Haro, Briones, Cerezo y Belorado, en La Rioja; Ledesma y las llamadas Cinco Villas en la región del bajo Tormes; Alburquerque, Medellín, La Cadesera, Alconetar, Alzagala y Alconchel, en Extremadura. También poseía por concesión del rey los territorios de Villalón y Ureña. Así las posesiones de la pareja formaban una franja que desde la frontera de Aragón a la frontera de Portugal dividía en dos el reino de Castilla, sin olvidar que en ella se incluían algunas plazas fuertes más importantes: Medina del Campo, Olmedo, Peñafiel y Alburquerque. Así pues, convertido en el más poderoso señor de Castilla «no es difícil imaginarnos el esplendor de la corte principesca en Medina del Campo», como ha destacado el historiador Jaume Vicens Vives.

A pesar de que, dada su condición de hijo «segundón», el trono de Castilla fue ocupado por su hermano el futuro Enrique III en 1390, la escasa salud de este (padeció enfermedades como el tifus y la viruela, lo que le valió ser apodado el Doliente) y el hecho de que no lograra concebir un varón que heredara el trono, permitió que Fernando albergara esperanzas de llegar a obtener el trono castellano, como demuestra el hecho de que se casara en 1393 con su tía Leonor de Alburquerque, con lo que reforzaba sus derechos dinásticos en el caso de que su hermano falleciera. Sin embargo, el nacimiento de un heredero varón, el futuro Juan II, en 1405, un año antes de la muerte de Enrique III, acabó con las esperanzas de Fernando a ocupar el trono de Castilla.

Al morir Enrique III el Doliente, en 1406, estableció en su testamento que durante la minoría de edad de su hijo Juan II, que entonces contaba con dos años de edad, asumirían la regencia del reino su viuda y madre de este, Catalina de Lancáster, y su hermano Fernando, «ambos a dos ayuntadamente». Sin embargo, la educación y la custodia del rey niño correría a cargo del camarero mayor Juan de Velasco, del justicia mayor Diego López de Estúñiga y de Pablo de Santa María, obispo de Cartagena.

Las desavenencias entre ambos corregentes, instigadas por parte de la nobleza, no tardaron en aparecer, por lo que llegan al acuerdo de dividir el territorio en dos mitades, correspondiendo a Fernando la zona meridional del Reino, que se extiende por los territorios situados al sur de la Sierra de Guadarrama hasta el reino nazarí de Granada, lo que le permitirá reanudar la guerra contra dicho reino que la muerte de Enrique III había paralizado.

Con la reanudación de las acciones militares contra el reino nazarí de Granada, Fernando logra tomar Pruna y Zahara de la Sierra, pero fracasa en la conquista de Setenil, tras lo cual es obligado por el Consejo de Regencia a firmar la tregua que por dos años había ofrecido el rey nazarí Yusuf III.

Tras el periodo de tregua, Fernando retoma la campaña granadina y conquista, el 16 de septiembre de 1410, la importante plaza de Antequera que le dará su sobrenombre más conocido.

Durante su regencia Fernando aprovechó el cargo para engrandecer su casa y asegurar la posición de sus numerosos hijos, tal como reveló en una carta dirigida a su privado Sancho Rojas, obispo de Palencia: / NO solían escribir la tilde en ese tiempo /
«E gracias a Dios, pues tengo cinco fijos e dos fijas, e cada día espero aver más, según la hedad de la infanta, mi mujer, e mía, razón es que comience a buscar de qué hereden».
Así, valiéndose de todo tipo de presiones, favores y sobornos, consiguió que dos de sus hijos fueran nombrados maestres de las dos órdenes militares más importantes de Castilla y que «constituían una potencia territorial, económica y militar en el seno del Estado», según Jaume Vicens Vives: la orden de Alcántara, para su hijo Sancho —que fue investido en enero de 1409 cuando sólo contaba con ocho años de edad—; y la orden de Santiago, para su hijo Enrique, también investido en 1409 con nueve años de edad.6​ Asimismo consiguió la necesaria dispensa papal para que se pudiese celebrar el matrimonio de su hijo primogénito Alfonso con la hermana de Juan II y sobrina suya, María, a quien las Cortes de Castilla reunidas en Tordesillas le concedieron el marquesado de Villena, con el título ducal. El matrimonio de Alfonso con la princesa María, según Jaume Vicens Vives, «cerraba con firme broche el absoluto dominio que don Fernando, gracias a su regencia, a sus propias posesiones y a los maestrazgos que detentaban sus hijos, ejercía en el amplio solar del Mediodía castellano». Y por otro lado, «así se formó la facción de los infantes de Castilla», quienes tras el acceso al trono de la Corona de Aragón de Fernando, serán conocidos como los infantes de Aragón.

En 1410, al morir su tío el rey Martín I de Aragón sin descendencia directa y legítima, Fernando presenta su candidatura a la sucesión del trono aragonés y, aunque en un principio se presentan hasta seis candidatos al trono y Fernando no es de los más favorecidos, la caída en desgracia de Luis de Anjou (que no pudo responder a las peticiones de ayuda militar de sus partidarios debido a la lejanía de Nápoles)​ impulsó su candidatura, que se convirtió en la más potente junto a la de Jaime de Urgel.

Fernando, que contaba con un gran poder económico (su red de señoríos era enorme),9​ un sólido prestigio militar y el ejército castellano a su disposición, contó con el apoyo de la familia valenciana de los Centelles, de la familia aragonesa de los Urrea y de una parte sustancial de la burguesía barcelonesa. Esto, unido a los errores de Jaime de Urgel, entre ellos la conspiración para asesinar al arzobispo de Zaragoza, García Fernández de Heredia, y al apoyo tanto de Benedicto XIII, así como de su confesor, Vicente Ferrer, inclinarán la balanza hacia la candidatura de Fernando, que será refrendado, el 28 de junio de 1412, en el llamado Compromiso de Caspe al ser proclamado rey de Aragón y de los demás estados de la Corona de Aragón.

Según Jaume Vicens Vives, «los compromisarios [reunidos en Caspe] midieron la gloria militar, las riquezas y la habilidad política de que había dado pruebas el regente don Fernando; pero no tuvieron en cuenta la voraz intranquilidad que germinaba en la familia». Una valoración esta última que también había hecho en su momento el aragonés Jerónimo Zurita, quien asimismo destacó que con Fernando llegaba el «govierno de gente estrangera»: (Zurita tiene cada cagada que no veas, como Bofarull, Carbonell, etc.)
Y que este reino era muy pobre para cinco hijos infantes que el rey tenía, criados en aquella grandeza y riqueza de estados y en supremo señorío, a donde cada qual dellos tenía un infantado. Y cuando la pobreza de las cosas de acá no satisfaciesen a su ambición, era cierto nascer dello el desprecio general de todo y el odio y aborrecimiento de nuestras leyes y costumbres.

Tras realizar el juramento completo como rey el 3 de septiembre ante las Cortes de Aragón reunidas desde el el 25 de agosto de 1412 en Zaragoza, donde varios de sus antiguos rivales para ocupar el trono, como Alfonso de Aragón el Viejo,​ Fadrique de Luna y Juan de Prades, le rendirán pleitesía, se dirigirá a Lérida, donde representantes de su gran rival, Jaime de Urgel, le rinden vasallaje, a cambio del ducado de Montblanc y de la concertación de un matrimonio entre sus hijos Enrique e Isabel.

A continuación, Fernando I se dirige a Tortosa para entrevistarse con su gran valedor Benedicto XIII quien, el 21 de noviembre de 1412, le invistió como rey de Sicilia, Córcega y Cerdeña a cambio del apoyo real en la disputa que Benedicto mantenía con los otros dos papas que simultáneamente gobernaban el orbe cristiano: Gregorio XII y Juan XXIII, en pleno Cisma de Occidente que dividía a la Iglesia Católica.

El 19 de noviembre, Fernando convocaba las Cortes catalanas con objeto de jurar sus usos y costumbres; el 15 de diciembre fueron convocadas, pero no concluirían hasta el 31 de agosto de 1413, debido a la necesidad de sofocar la revuelta de Jaime II de Urgel iniciada en la primavera de este último año; el inicio de las de Valencia se había previsto para el 15 de abril de 1413, pero la sublevación de Jaime II y la coronación en Zaragoza (que se celebró en 1414) impidió su inicio.​ Con la ayuda de todos los estamentos de la Corona sofoca la revuelta y sitia al conde de Urgel en el castillo de Balaguer, que es tomado el 31 de octubre, tras lo cual el antiguo pretendiente al trono de Aragón fue despojado de todos sus títulos y posesiones, así como los de su familia, y conducido a la cárcel de Urueña en Castilla.​ En 1413 propondría a las Cortes catalanas realizar la primera compilación de las Constituciones.

Según una interpretación tradicional, en las Cortes que había convocado en Barcelona, Fernando I tuvo que ceder al denominado pactismo catalán, doctrina que limitaba la autoridad real a favor de las Cortes y de la Generalidad de Cataluña. Este movimiento, encabezado por Joan Fivaller, manifestaba que privilegi atorgat tollent ley paccionada de dret, non val y que privilegi atorgat contra ben publich es nul, por lo que estaban «Decididos a darle antes su vida que la libertad». Sin embargo, todo el presunto «caso Fivaller» o «asunto del vectigal» y la elaboración a partir de este de una teoría del pactismo catalán está considerado actualmente como un relato mítico. En primer lugar porque se trataría en todo caso de una reclamación del municipio de Barcelona y no de la Generalidad de Cataluña, y las quejas de las localidades ante el rey eran habituales tanto en Barcelona como en otros municipios, y en segundo lugar, porque un análisis exhaustivo de la documentación, efectuada por Ramón Grau, revela que lo relatado ya desde los cronistas del siglo XV (en obras de gran componente literario, como la biografía del rey Fernando de Lorenzo Valla) es completamente inexacto, al no haber ni siquiera documentación acerca de una disputa entre el municipio y el rey.​ Además Fernando nombró a Fivaller albacea de su testamento, que otorgó el 10 de octubre de 1415 en Perpiñán.​ Al respecto de este episodio, Verdés Pijuan señala:

Nos hallamos, por tanto, ante todo un mito historiográfico, elaborado con posterioridad a los hechos con una clara intencionalidad política. [...] Como he dicho, fueron los historiadores románticos de la Renaixença los que acabaron de dar carta de naturaleza al relato y, por acción u omisión, la historiografía contemporánea (salvo alguna excepción puntual) ha hecho más bien poco para corregir esta interesada interpretación de los hechos.
Pere Verdés Pijuan, art. cit., 2011, p. 150.

Tras eliminar o neutralizar toda oposición interior, Fernando I se dirigió nuevamente a Zaragoza, donde será coronado en 1414 en una ceremonia que partía del Palacio de la Aljafería y llegaba a la La Seo, tras lo cual dirige su atención a la política exterior.

Fernando I de Aragón reinó poco tiempo; a pesar de ello, en los aproximadamente tres años y nueve meses que duró su gobierno (teniendo en cuenta, además, que la revuelta del conde de Urgel le mantuvo ocupado en sofocarla hasta el 31 de octubre de 1413) reorganizó la Hacienda y saneó la economía y la administración de la Corona. Trabajó en la seguridad ciudadana, intentó impedir las persecuciones contra los judíos y procuró luchar contra la corrupción. También emprendió una reforma de los gobiernos de los municipios buscando una mayor participación de sus representantes. En cuanto a las instituciones políticas, no introdujo cambios estructurales en la organización de la Corona, sino que mantuvo el sistema anterior, procurando que el rey participara como un elemento más integrado en los organismos de gobierno establecidos, lo que contribuyó al fortalecimiento del poder regio. Su gran logro en este ámbito fue restablecer el orden tras el inestable periodo del Interregno.

También apoyo a los mantenedores de la Gaya ciencia, con 40 florins anuales y por la regla de su elecciones.

Normalizó la situación interna de Sicilia con el nombramiento en 1415 de su hijo Juan como virrey de Sicilia, logrando acabar con la guerra civil que desde el fallecimiento de Martín el Joven enfrentaba a la viuda de este, Blanca I de Navarra, con el hijo ilegítimo de aquel, Fadrique de Luna. También orientó a su hijo Juan hacia el Nápoles, proponiendo su matrimonio con la reina Juana, proclamada a la muerte de su hermano Ladislao I de Nápoles el 6 de agosto de 1414, pero el enlace no prosperó y Juan acabó casando con Blanca. Al resto de los llamados por Don Juan Manuel «infantes de Aragón», Enrique, Pedro y Sancho los situó como grandes maestres de las órdenes militares de Santiago, Calatrava y Alcántara; por su parte, las infantas de Aragón María y Leonor acabaron siendo reinas consortes de Castilla y de Portugal respectivamente. Además, como perteneciente al linaje de Trastámara, Fernando I tenía grandes patrimonios en Castilla, donde era también regente, lo que le permitió de facto gobernar en ambas Coronas, ya que no renunció a la regencia castellana tras alcanzar el trono aragonés.

En la cuestión del Cisma de Occidente, se desvinculó muy pronto de Benedicto XIII (el papa Luna o antipapa) e intentó que renunciase al pontificado, para lo cual se reunió con él en Morella (1414) y en Perpiñán (1415). Tras la decisión tomada en el Concilio de Constanza, reunido el 5 de noviembre de 1414, que destituyó a los tres papas, y la entrevista que Fernando I tuvo con el emperador Segismundo, el rey de Aragón decidió contribuir a poner fin al Cisma dejando de apoyar al papa Luna, lo que permitió que la Corona de Aragón volviera a ocupar el centro de las decisiones en el ámbito europeo y recuperara su posición al frente de la política en el Mediterráneo.

Aseguró la continuidad de la monarquía, aspecto que tantos problemas había causado con la muerte sin heredero de Martín I el Humano, nombrando a su primogénito Alfonso heredero real.

A mediados de 1415 comenzaron los síntomas de la grave enfermedad que le llevaría a la muerte y que fue diagnosticada como arenes de ronyons. Así a principios de 1416, preocupado por sus posesiones en Castilla —cuya regencia aún ostentaba y que ejercía a través de cuatro delegados: los obispos de Sigüenza y Cartagena, el conde de Montealegre y el adelantado de Andalucía—, comunicó a su segundo hijo Juan, que se encontraba en Sicilia como lugarteniente suyo, que en cuanto tuviera noticia de su muerte se dirigiera inmediatamente a Sevilla para tomar «a su mano, la parte de govierno que pudiese en aquella provincia por la menor edad del rey».

El 14 de marzo de 1416 su enfermedad se agravó en Igualada,​ donde fallecería el 2 de abril del mismo año.

En su testamento legó la mayor parte de sus posesiones y títulos de Castilla a su segundo hijo Juan, además del ducado de Montblanch, mientras que sus otro hijo Enrique recibía el condado de Alburquerque y el condado de Ledesma. Por su parte su hijo Pedro recibía las ciudades y villas catalanas de Tarrasa, Vilagrasa y Tárrega y las valencianas de Elche y Crevillente.

De su matrimonio con Leonor de Alburquerque tuvo siete hijos:

Alfonso el Magnánimo (1396 - 1458), su sucesor en el reino de Aragón, con el nombre de Alfonso V, y rey de Nápoles, con el nombre de Alfonso I.
Juan el Grande (1398 - 1479), rey de Aragón y de Navarra con el nombre de Juan II.
Enrique (1400 - 1445), conde de Alburquerque, duque de Villena y Gran Maestre de la Orden de Santiago.
Sancho (1401 - 1416). Gran Maestre de la Orden de Alcántara.
Leonor (1402 - 1445), que se casó con Eduardo I de Portugal.
María (1403 - 1445), que se casó con su primo Juan II de Castilla.
Pedro (1406 - 1438), IV conde de Alburquerque y duque de Noto.

LALIENA CORBERA, Carlos y Cristina Monterde Albiac, En el sexto centenario de la Concordia de Alcañiz y del Compromiso de Caspe, coord. por José Ángel Sesma Muñoz, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2012.
SESMA MUÑOZ, José Ángel, El Interregno (1410-1412). Concordia y compromiso político en la Corona de Aragón, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico» (CSIC), 2011. ISBN 978-84-9911-143-8
VERDÉS PIJUAN, Pere, «Las elites urbanas de Cataluña en el umbral del siglo XV: entre el discurso político y el mito historiográfico», La Corona de Aragón en el centro de su historia. El Interregno y el Compromiso de Caspe (1410-1412). Congreso celebrado en Zaragoza y Alcañiz, 24-26 de noviembre de 2010, Zaragoza, Gobierno de Aragón (Actas, 75), 2011, pp. 147-174.
ISBN 978-84-8380-295-3

Vicens Vives, Jaume (2003) [1953]. Paul Freedman y Josep Mª Muñoz i Lloret, ed. Juan II de Aragón (1398-1479): monarquía y revolución en la España del siglo XV. Pamplona: Urgoiti editores. ISBN 84-932479-8-7.

lunes, 15 de julio de 2019

FERNANDO II, ARMADO CABALLERO DE MARÍA

134. FERNANDO II, ARMADO CABALLERO DE MARÍA (SIGLO XV. CASTEJÓN DE LAS ARMAS)
 
FERNANDO II, ARMADO CABALLERO DE MARÍA (SIGLO XV. CASTEJÓN DE LAS ARMAS)
 
 
La reconquista del reino de Granada se fraguó lentamente, a pesar de ser el último reducto musulmán que quedaba en la Península Ibérica. Poco a poco fueron cayendo las principales plazas que rodeaban a la capital hasta que, por fin, le tocó el turno a la ciudad de la Alhambra. En Aragón, la guerra granadina tuvo su reflejo, pues no en vano Fernando II el Católico fue partícipe directo en estos últimos instantes.

Cuenta la tradición que don Fernando se hallaba en Zaragoza acabando de realizar los preparativos que le llevarían a acometer el último asalto a la ciudad granadina, cuyas huertas y alrededores estaban ya en manos de los cristianos. Cuando tuvo todo organizado, partió con su séquito desde Zaragoza —donde había rendido una de sus escasas visitas a la ciudad— y, como era habitual, siguió la ruta natural del río Jalón para encaminarse hacia la Meseta.
Estaban previstas las etapas a realizar por la comitiva, una de las cuales les llevó a levantar su campamento para pernoctar en Castejón, población cercana a Ateca, ya casi en los confines del reino de Aragón, aunque el rey pasó la noche en su castillo.
 
A la mañana siguiente, Fernando II asistió a la celebración de la Misa, y antes de abandonar tierras
aragonesas, manifestó su deseo de ser armado ante la imagen de Nuestra Señora del Cerro, venerada en una pequeña ermita de esa localidad. El ceremonial fue muy sencillo por deseo expreso del monarca y en medio de un gran silencio se consagró ante sus capitanes y guerreros como caballero de María, a la que solicitó piadosamente su intercesión y ayuda para la guerra final que iba a emprender.
 
Nuestra Señora del Cerro, Castejón, Fernando II armado caballero
 
 
Pasó el tiempo, los Reyes Católicos reconquistaron Granada y Fernando II, victorioso, se vio precisado a
volver a Aragón, haciéndolo una vez más por la ruta del Jalón. Al pasar de nuevo por Castejón —pueblo denominado desde entonces Castejón de las Armas por haberse armado caballero de María en él—
se detuvo media jornada y ordenó —en recuerdo y agradecimiento de la ayuda divina recibida— no sólo construir una capilla dedicada a la Purísima Concepción, sino también la colocación de los escudos
de Aragón y Castilla en el altar de la imagen de la virgen del Cerro, su valedora en la batalla. Hecho todo esto, prosiguió viaje a Zaragoza.
 
[Faci, Roque A., Aragón..., II, pág. 470.]
 
 
Castejón de las Armas es un municipio de España, en la provincia de Zaragoza, comunidad autónoma de Aragón. Tiene un área de 16,09 km² con una población de 87 habitantes (INE 2017) y una densidad de 5,41 hab/km². A nivel eclesiástico está dentro del Arciprestazgo del Alto Jalón.

El municipio está situado en la Comarca de Calatayud a 103 km de Zaragoza, a una altitud de 660 metros. Se encuentra asentado en las proximidades de las confluencias de los ríos Piedra y Jalón, lo que le confiere un bello paisaje formado por las vegas de ambos ríos. Parte de su término municipal está protegido dentro de la red Red Natura 2000 con la denominación de Riberas del Jalón (Bubierca - Ateca), que comprende una franja entre Bubierca y Ateca de la ribera del río Jalón.
Originariamente se denominaba Castejón de Ateca, en el siglo XVI paso a llamarse con su actual denominación.
 
Castejón de las Armas, le viene dado por la fábrica de armas blancas de muy buen temple, la fabricación de estas existía ya en 1495, todavía en el siglo XVI se fabricaban espadas famosas en la comarca; y dónde, cuenta la leyenda, que el Rey Fernando II el Católico, Rey de Aragón y de Castilla, en una de sus batallas, y a petición de su deseo, fue armado ante la imagen de Nuestra Señora del Cerro. Al terminar la conquista de Granada, volvió a este lugar, y en agradecimiento a las victorias conseguidas y a la ayuda divina recibida, orden construir la capilla dedicada a la Purísima Concepción y a colocar los escudos de Aragón y Castilla en el altar de la imagen de la Virgen del Cerro.
 
Los monumentos y sitios destacados en la población son varios como la Iglesia de El Salvador de 1280 de estilo gótico, destacando en su interior dos retablos barrocos en madera, y una talla también en madera que representa a la Virgen , de 123 centímetros de altura;
La Ermita de la Virgen del Cerro, que data del siglo XV aunque el edificio actual de estilo colonial fecha del siglo XVII; Restos de El castillo medieval del siglo XIV dónde cuentan que el Rey Fernando II paso una noche; El Río Piedra, famoso por sus truchas y la vegetación a lo largo de su cauce, atraviesa el pueblo dividiéndolo en dos; Las Fuentes de su localidad; La Chichulana lugar emblemático por sus vistas. Es el punto más alto del pueblo, desde dónde se divisa gran parte de la comarca, se puede llegar caminando desde el pueblo disfrutando de la naturaleza; Santorcal es una antigua casa de labranza a la que se llega después de recorrer la vega del Río Piedra, andando o en bicicleta, disfrutando de su bella vegetación; La fábrica de papel actividad económica destacable del pasado en la que se fabricaba con dos tinas y papel florete que se llevaba a Madrid, la fábrica funcionó hasta los años veinte del siglo pasado. Actualmente es una vivienda particular.
 
Las fiestas populares en honor a su patrón San Pascual Bailón el 17 de mayo, y la Fiesta Mayor a principios de agosto en Honor a la Virgen del Cerro.

domingo, 14 de julio de 2019

ALFONSO V NACE ENTRE TERREMOTOS Y ESPANTO

131. ALFONSO V NACE ENTRE TERREMOTOS Y ESPANTO (SIGLO XIV. VALENCIA)
 
ALFONSO V NACE ENTRE TERREMOTOS Y ESPANTO  (SIGLO XIV. VALENCIA)
 
 
En casi todas las culturas y pueblos, se hayan desarrollado más o menos, es bastante habitual buscar
señales extraordinarias —generalmente de carácter sideral, sobrehumano o sobrenatural— para tratar de significar ante los demás mortales a determinadas personas.
El futuro Alfonso V el Magnánimo —hijo del Trastámara con el que se instauró esta dinastía en Aragón tras el Compromiso de Caspe— tuvo, sin duda, las suyas.
 
Un dietario redactado en Valencia, repleto de innumerables noticias de toda índole, nos describe de
manera sucinta cómo en el año de la Natividad de 1396, lunes, día 18 del mes de diciembre, conmemoración de la Expectación de la gloriosa Virgen María, a la hora en la que las campanas tocaban a
misa en la seo valenciana, tuvo lugar un impresionante terremoto y un gran espanto en todo el reino de Valencia.
 
Tal debió ser la intensidad del seísmo que se derrumbaron tanto iglesias de cimientos profundos como
pequeñas ermitas; se abatieron enormes castillos roqueros y se hundieron casas modestas hechas de adobe por doquier. Fue tanto y tan grande el daño producido por el terremoto en todo el reino que fue
causa de grandísimo dolor.
 
Luego se supo y se relacionaron ambos hechos que, a muchos kilómetros de distancia, en aquel año, en el mismo día y a idéntica hora, nacía en Castilla el infante don Alfonso, primogénito de don Fernando —hermano del rey de Castilla—, el cual don Fernando fue rey de Aragón, con el nombre de Fernando I de Antequera. Luego, a la muerte de este último, fue rey de Aragón el dicho don Alfonso —Alfonso V—, autor de grandes y maravillosos actos.
 
[Cabanes, Mª Desamparados, Dietari..., pág. 105.]
 

Alfonso V de Aragón (Medina del Campo, 1396 - Nápoles, 27 de junio de 1458), llamado también el Magnánimo y el Sabio,​ entre 1416 y 1458 fue rey de Aragón, de Sicilia, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Córcega, conde de Barcelona, duque de Atenas y Neopatria, así como conde de Rosellón y Cerdaña; y entre 1442 - 1458 rey de Nápoles.

//

Nos Alphonsus Dei gratia Rex Aragonum, Siciliae, Valentiae, Maioricarum, Sardiniae et Corsicae, Comes Barchinonae, Dux Athenarum et Neopatriae, ac etiam Comes Rossilionis et Ceritaniae

//

Era el hijo primogénito del regente de Castilla Fernando de Antequera y posteriormente rey de Aragón con el nombre de Fernando I, y de la condesa Leonor de Alburquerque. Pertenecía, por tanto, a la Casa de Aragón por ser nieto de Leonor de Aragón (ya que la dignidad real aragonesa podía transmitirse por línea femenina)​ y al linaje Trastámara por ser nieto de Juan I de Castilla.

El 28 de junio de 1412 se convierte en heredero al trono de la Corona de Aragón cuando su padre fue proclamado rey tras el llamado Compromiso de Caspe y tres años más tarde, el 12 de junio de 1415, en la catedral de Valencia, contrae matrimonio con su prima la infanta María hija de Enrique III de Castilla y de Catalina de Lancáster.

El 2 de abril de 1416, tras el fallecimiento de su padre le sucede como rey de Aragón y de los demás reinos de los que era titular.

En las Cortes de 1419 tendrá un enfrentamiento cuando la nobleza catalana formó una liga de barones, villas y ciudades reclamando a Alfonso V que redujera el elevado número de miembros de la nobleza castellana elegidos para cargos de gobierno, lo que hizo que el monarca redujera y reorganizara la Casa Real.

En 1448, Alfonso V dicta desde Nápoles, donde había instalado la corte, una provisión que permitía a los payeses reunirse en un sindicato para tratar la supresión de los malos usos. Los propietarios de las tierras se oponen a la medida y la hacen fracasar. El tema volverá sin embargo en 1455 cuando Alfonso dicta la conocida como “Sentencia interlocutoria” en la que suspende las servidumbres y los malos usos, medida que en 1462, ya reinando Juan II de Aragón provocará la primera guerra remensa.

Juan II ocupaba el trono castellano desde 1406 tras la muerte de su padre Enrique III, quien en su testamento y debido a que al acceder al trono Juan sólo contaba con poco más de un año de edad, había dispuesto que la regencia del reino la desempeñaran su viuda Catalina de Lancaster y el infante Fernando de Trastámara.

Al ser coronado Fernando rey de Aragón en el Compromiso de Caspe (1412), dejó a sus hijos, los infantes de Aragón Juan II de Navarra y Enrique, como sus lugartenientes en Castilla para defender sus intereses.

En 1419, Juan II de Castilla alcanza la mayoría de edad y pretende librarse de la influencia de los Infantes. Tras el golpe de Tordesillas y el fracasado cerco del castillo de La Puebla de Montalbán a finales de 1420, delega todo el poder en el nuevo Condestable de Castilla Álvaro de Luna, lo que dará lugar a una larga e intermitente guerra civil entre dos bandos: el primero formado por don Álvaro y la pequeña nobleza, y el segundo formado por los infantes de Aragón y la alta nobleza, apoyados por Alfonso V desde Aragón.

 
Constitutio Alphonsi V Aragon. Regis (1423)


Sin embargo, el enfrentamiento que surge entre los propios infantes por el poder provoca que la influencia aragonesa en Castilla corra peligro, por lo que Alfonso V, que se encontraba en Nápoles, decide retornar a la Península. En 1425 tras acusar a Álvaro de Luna de usurpador del gobierno, logra reconciliar a sus hermanos los infantes y, aunque consigue en un primer momento, 1427, que el Condestable de Castilla sea desterrado a Cuéllar, no pudo evitar su retorno vencedor al año siguiente.

Alfonso V, entre 1429 y 1430, se enzarza en una guerra contra su primo Juan II de Castilla y la política del valido Álvaro de Luna para apoyar a sus hermanos los infantes pero, cuando ambos bandos se encontraban, cerca de Jadraque, frente a frente para entablar batalla, la intervención personal de la reina castellana María de Aragón, hermana de Alfonso V, la evitó.

En 1432 Alfonso retorna a Italia y, en 1436, se firma la paz con Castilla mediante un tratado en el que los infantes abandonaban el reino castellano a cambio de percibir rentas anuales.


Representación heráldica ecuestre del rey de Aragón («Le Roy | d’Aragon») Alfonso V el Magnánimo con el señal real en sobreveste y gualdrapas del caballo
 
Representación heráldica ecuestre del rey de Aragón («Le Roy d’Aragon») Alfonso V el Magnánimo con el señal real en sobreveste y gualdrapas del caballo en el Armorial ecuestre del Toison d'Or. París, Bibliothèque de l’Arsénal, ms. 4790, f. 108r, miniatura n.º 228.
 
Más en la wikipedia ...

Alberto Montaner Frutos, El señal del rey de Aragón: Historia y significado, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 1995, págs. 24-25; Ana Isabel Lapeña Paúl, Ramiro II de Aragón: el rey monje (1134-1137), Gijón, Trea, 2008, pág. 184; Ernest Belenguer, «Aproximación a la historia de la Corona de Aragón», en Ernest Belenguer, Felipe V. Garín Llombart y Carmen Morte García, La Corona de Aragón. El poder y la imagen de la Edad Media a la Edad Moderna (siglos XII - XVIII), Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX), Generalitat Valenciana y Ministerio de Cultura de España - Lunwerg, 2006, pág. 26; Adela Mora Cañada, «La sucesión al trono en la Corona de Aragón», en El territori i les seves institucions històriques. Actes de les Jornades d’Estudi. Ascó, 1997, vol. 2, Barcelona, Pagés (Estudis, 20), 1999, vol. 2, págs. 553-556 y Carlos Laliena Corbera y Cristina Monterde Albiac, En el sexto centenario de la Concordia de Alcañiz y del Compromiso de Caspe, coord. por José Ángel Sesma Muñoz, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2012, pág. 5.

Alberto Montaner, «La problemática del número de elementos en las armerías medievales: diseño frente a representación»,
Miguel Metelo de Seixas y Maria de Lurdes Rosa (coord.), Estudos de Heráldica Medieval, Lisboa, Instituto de Estudos Medievais; Centro Lusíada de Estudos Genealógicos e Heráldicos, 2012, págs. 125-142; cfr. esp. pág. 130, fig. 2. ISBN 978-989-97066-5-1

viernes, 5 de febrero de 2021

22 DE JUNIO.

22 DE JUNIO.

No hubo sesión, con motivo de la fiesta que se dispuso el día anterior, en celebridad de la concordia que se había firmado. Con igual objeto, los señores Diputados y oidores de cuentas, junto con el señor Primogénito, los individuos del Consejo y gran multitud de habitantes, de ambos sexos, se trasladaron a la capilla de santa Eulalia de la catedral, donde fue celebrada misa solemne, acompañada de órgano y canto.
En este día recibieron los señores Diputados la carta que sigue.

Dirigitur dominis ambaixiatoribus.
La Reyna.
Reverend venerables pares en Christ egregis nobles magnifichs e ben amats e feels nostres. Vostra letra havem rebuda de XXI de juny. Havem hagut molt gran consolacio del plaer que haveu de la ferma per nos feta e de la bona voluntat e promptitud que mostrau al servey de la Majestat del Senyor Rey e de nos. Speram en nostre Senyor e en la virtut de vosaltres axi ho fareu que nostra ferma confiansa tal es de vosaltres que per la experiencia haveu vist e podeu conexer lo amor benignitat e clemencia ab que la Majestat del Senyor Rey e nos havem prosseguit lo lllustrissimo Primogenit fill nostre molt car e molt amat e aquest Principat no resta altra cosa que continuacio de bon amor e devocio mostrant ho per obra axi com be e fermament de tots se spera. Nos havem manades despatchar les scripturas e estan en expedicio. Com sien acabades aquesta nit o dema tremetrem les persones en vostra dita letra mencionades per que en tot se puixa donar compliment. Dada en Vilafrancha a XXII de juny any Mil CCCCLXI. - La Reyna.

La Reyna. Reverend venerables pares en Christ egregis nobles magnifichs e ben amats e feels nostres. Vostra letra havem rebuda de XXI de juny.

La Reyna, Juana Enríquez

WIKI:

Juana Enríquez (¿Medina de Rioseco?, 1425 - Tarragona, 13 de febrero de 1468), fue reina consorte de Navarra (1447-1468) y de Aragón (1458-1468),
V señora de Casarrubios del Monte, perteneció al importante linaje de los Enríquez, rama ilegítima de los reyes de Castilla. Mujer ambiciosa e imperante, era hija de Fadrique Enríquez, almirante de Castilla y de su primera esposa, Marina Fernández de Córdoba también llamada Marina de Ayala, muerta en 1431.

Fue la segunda esposa de Juan II de Aragón y de Navarra, viudo desde 1441, con quien contrajo matrimonio el 17 de julio de 1447, contando diecinueve años. Tuvieron dos hijos:

Fernando el Católico
(Sos, del rey católico, 10 de marzo de 1452 ​- Madrigalejo, 23 de enero de 1516), rey de Aragón y de Castilla (consorte, con el nombre de Fernando V) desde diciembre de 1474 por su matrimonio en octubre de 1469 con Isabel I la Católica;

Juana (16 de junio de 1455​-1517), segunda esposa de Fernando I de Nápoles, primo bastardo de Fernando II de Aragón.

La muerte en 1458 del rey Alfonso V de Aragón significó la ascensión al trono de Juan II y su mujer Juana.

​ Uno de los más grandes deseos de Juana Enríquez, hacia el que tendió hábilmente su política, fue el matrimonio (en octubre de 1469) de su hijo Fernando, de dieciséis años, con Isabel de Castilla, de unos diecisiete. No pudo verlo realizado pues murió el 13 de febrero de 1468​ por complicaciones de cáncer de mama.


CONSIDERACIONES SOBRE ALGUNOS ASPECTOS GENEALÓGICOS Y HERÁLDICOS DEL ALMIRANTAZGO DE CASTILLA

Jaime de SALAZAR Y ACHA
Doctor en Derecho


(en Castilla la Mancha no hay mar, pero en la Castilla histórica sí. Y después de 1492 mucho más.)

Me propongo en los próximos minutos llevar a cabo algunas reflexiones sobre diversos aspectos personales y familiares,
referentes a los personajes que ostentaron en su día esta dignidad del Almirantazgo de Castilla, aspectos especialmente relacionados con estas ciencias instrumentales de la historia, como son la genealogía y la heráldica, cuestiones que incluimos en lo que podríamos definir como ámbito personal de la Institución o señas de identidad de sus titulares.
Creo que, tras las conferencias ya pronunciadas, han quedado claros los orígenes de la Institución, los distintos avatares con los que tuvieron que enfrentarse sus protagonistas, así como las funciones que les tocó desempeñar, tanto en los momentos de guerra como en la política de su época. No vamos por tanto a insistir en nada de lo dicho, pero sí, al hilo de todo ello, plantearnos una serie de preguntas que van a constituir la razón y justificación de esta conferencia. Es decir, ¿quiénes eran estos personajes que ostentaron el primer rango naval de su tiempo?, ¿cómo eran seleccionados?, ¿a qué nivel social o estamento pertenecían?, ¿ cómo pasó este cargo de ser un oficio militar a ser una mera dignidad honorífica?, ¿cuáles eran sus emblemas o cómo se distinguían sus poseedores del resto de la nobleza de su tiempo? Creo que es interesante profundizar en estos temas, porque su estudio, a causa de un prejuicio ideológico,
ha sido soslayado durante mucho tiempo por la moderna historiografía y profundizar en ello nos ofrece frecuentemente una visión de la realidad social y de la mentalidad de aquella sociedad estamental mucho más certera y auténtica que otras divagaciones teóricas, a menudo más alejadas del contacto con la realidad coetánea y viciadas por enfoques ajenos a la mentalidad de aquellos tiempos. (Y hasta aquí puedo leer... más en el PDF de arriba.)

martes, 10 de marzo de 2020

Juana Sobrarias Soler

Para celebrar el Día de la Mujer unos breves apuntes sobre una mujer sobresaliente en su tiempo, la poeta y profesora de gramática alcañizana Juana Sobrarias Soler. Educada por su padre, el gran poeta del siglo XVI Juan Sobrarias, continuó su labor tras su muerte en el Estudio de Gramática de Alcañiz.
"El 22 de abril de 1528, finalmente, falleció en Alcañiz Sobrarias, habiendo tomado los sacramentos y testado previamente ante el notario Tomás Robert: en su partida de defunción se le da el título de “poeta laureato”. Los biógrafos del humanista cuentan que Carlos V, que venía de Morella camino de las Cortes de Monzón, presidió sus funerales, pero el dato sólo resulta cierto si por tal se entiende una misa por el alma del difunto, ya que el Emperador no pasó por Alcañiz sino hasta el 26 de mayo. En su tumba grabó Juana Sobrarias, la hija del humanista, el siguiente epitafio: “Carmina quod lugent, quod Musae flebile cantant,/ Quodque caret cultu lingua Latina suo,/ Nil mirum: cessit superis Sobrarius oris,/ Hoc saxum corpus, spiritus astra tenet”.

Juana Sobrarias escribió que las propias Musas lloraron la muerte de su padre y que la propia lengua latina perdió entonces su esplendor. No le faltaban razones para hacer tales afirmaciones: había fallecido el humanista que, como se ha dicho, fundó el Círculo Humanístico Alcañizano, con todo lo que esto supuso para la cultura de su tiempo."

Recopilado de la voz Juan Sobrarias del diccionario de la Real Academia de la Historia. https://es-es.facebook.com/groups/141671279250891/


Sobrarias Segundo, Juan. Alcañiz (Teruel), c. 1475 – 22.IV.1528. Humanista.
Juan Sobrarias Segundo nació en Alcañiz, aunque se ignora la fecha exacta de su nacimiento. Algunos de sus biógrafos han conjeturado que hubo de nacer hacia 1460, pero, dado que ingresó en el Real Colegio de San Clemente de los Españoles de Bolonia, el 12 de julio de 1500, y que la edad media que solían tener los colegiales al ser admitidos en el Colegio estaba por encima de los veinte años y alrededor de los veinticinco, lo más probable es que la fecha de 1460 haya de retrasarse a 1475, aproximadamente.
Se sabe que sus primeras letras las aprendió en Alcañiz, pues él mismo habla de uno de sus profesores, Pedro Taravallo, al explicar la etimología del nombre de su patria chica —para él griega y no árabe— en la Oratio de laudibus Alcagnicii. No se puede afirmar con certeza, sin embargo, dónde comenzó los estudios universitarios que le convirtieron en artium et medicinae doctor: es posible, no obstante, que fuera en Zaragoza, dado que es en esta ciudad donde en 1500, y concretamente el 4 de febrero, Coci terminó su impresión del Paschale Sedulii cum commento.
Mucho más documentados están sus estudios en el Colegio de España en Bolonia, donde se doctoró in utraque censura, esto es, en Artes y Medicina. El 12 de julio de 1500 y presentado por la iglesia zaragozana para estudiar Medicina, fue admitido allí por el rector Juan Soto. En el curso 1504-1505 Juan Sobrarias aparece como deudor del Colegio y artium doctor.
Sobrarias retornó a España en 1503, aunque tuvo dificultades económicas al final de su estancia en Bolonia: el 17 de junio de 1505 su procurador Juan Serra rescató los libros que el humanista había empeñado al maestro en Artes y Medicina, Jacobo Benacio.
Es poco después, por tanto, de que su primera edición del Paschale Sedulii cum commento saliese a la luz, cuando Sobrarias ingresó en el Colegio de San Clemente de los Españoles en Bolonia: allí estaba cuando Coci volvió a publicar su edición de Sedulio en una nueva impresión que se terminó el 24 de junio de 1502. La etapa de Bolonia, en fin, del alcañizano quedó inmortalizada en algunas composiciones, como la bella oda en honor de su santo patrón que tiene el título de “Hymnus ad divum Claementem” y dos epigramas a las insignias del cardenal Gil Albornoz que fueron publicados en el Libellus carminum.
También de la etapa italiana es el poema suyo que a la muerte de Serafino Aquilano se editó en 1504 en Bolonia.
Pero Sobrarias había regresado a España en 1503, como pone de manifiesto una epístola suya en la edición que de los Disticha de Verino hace Coci ese año.
De Zaragoza pasó a Alcañiz, donde el 20 de diciembre del mismo año hizo de padrino del bautizo de Jaime Ros, como documenta un cuaderno, hoy perdido, que contenía los bautismos de la Iglesia Colegial desde 1503 a 1511. Por los datos de este mismo cuaderno se sabe que bautizó a su primer hijo, Juan, el 15 de mayo de 1505: es, pues, a mediados de 1504, como mínimo, cuando se casó con Eulalia Soler.
Del matrimonio del humanista cabe recordar que su esposa murió también en Alcañiz, el 8 de agosto de 1553, y que tuvo otros tres hijos, además de Juan: Gracia, bautizada el 28 de agosto de 1507, Isabel, nacida en julio de 1510, y Juana, la más famosa de los cuatro, que, según algunos biógrafos, reemplazó en los últimos años a su padre en la cátedra y que escribió su epitafio.
En 1504 el rey Fernando el Católico le armó caballero: el dato es importante, porque a partir de ese momento el humanista se vinculó con la realeza, lo que será decisivo para su obra.
Por esta misma fecha comenzó también la etapa profesional de Sobrarias en su patria natal. Al margen de su ejercicio de la medicina, una epístola de Alfonso de Segura, impresa al frente de la Oratio de laudibus Alcagnicii, que Sobrarias pronunció en 1506 ante el Concejo de su patria chica y documento fundacional, por así decirlo, del círculo humanístico alcañizano, deja claro su papel docente primero en la Academia de Alcañiz y después en el Estudio General de Zaragoza.
En 1507 tuvo lugar el primer viaje de Fernando el Católico a Italia: en la comitiva real figuran Lucio Marineo Sículo y el propio Sobrarias. Así lo hace ver la frase “Vidi ipse immania cete” del Carmen panegyricum de gestis heroicis diui Ferdinandi, que deja bien claro que el humanista narra acontecimientos que él mismo presenció. Es más, los vv. 781 y siguientes del mismo panegírico, al igual que el poema XXIX (“De felici regum hispaniae et Galliae occursu Saonae”) del Libellus carminum traen a escena las vistas de Saona, que datan de junio de ese mismo año.
Por la carta que Lucio Marineo Sículo escribió a Sobrarias desde Burgos el 4 de diciembre de 1507, se sabe que por este tiempo el humanista fue llamado a Zaragoza para dar clase en su Studium Generale. Sobrarias entró así en el círculo de Zaragoza: el Libellus carminum documenta su relación con el arzobispo de Zaragoza, Alfonso de Aragón, el secretario de éste, el también alcañizano Gaspar de Barrachina, o el cubiculario del mismo prelado, Juan de Alagón.
En mayo de 1510 el Rey presidió las Cortes Generales en Monzón. Sobrarias habla de esta asamblea en su carta al secretario real, Miguel Pérez de Almazán, a quien le había escrito desde Zaragoza, el 25 de julio de 1510, pidiéndole que le remitiese, debidamente pulida, la carta que había de colocar al frente de la nueva edición que pensaba hacer de sus Comentarios a Sedulio. Este dato invita a dar crédito a la hipótesis de que fue en 1510 cuando Fernando el Católico coronó al humanista poeta laureatus premiando así su Panegyricum carmen, que vio la luz el año siguiente.
Hacia 1513 solicitó una ayuda al Consejo Municipal de Alcañiz para publicar un tomo de poesías que había escrito: sus paisanos le enviaron dos carros de trigo a Zaragoza, con cuya venta pudiera imprimir sus poemas. Probablemente se trate del Libellus carminum, que Sobrarias sacó a la luz junto con la Oratio de laudibus Alcagnicii. Así lo hace pensar la carta preliminar del propio Sobrarias al Concejo de su patria natal al editar el discurso que pronunció en 1506 y unas poesías datables desde 1500 (poemas dedicados a la muerte de Serafino Aquilano) hasta 1513 (poema “In laudem opusculi ‘De parcis’ a Lucio Marineo Siculo conditum”).
El 13 de junio de 1516 el humanista está de nuevo in hoc percelebri Alcagnicensi gymnasio, como reza en una carta suya a Coci pidiéndole una reedición de los Opera omnia Publii Virgilii Maronis, que él había impreso ya antes en 1513.
En 1522 Sobrarias está en Zaragoza, según ponen de manifiesto tanto una carta suya, de 20 de marzo, impresa al frente de su Missale Caesaraugustanum, como el hecho de que, un poco después, el 4 de abril, estuviera presente en la pomposa entrada en la mencionada ciudad de Adriano VI con motivo de su exaltación al solio pontificio. Y en Zaragoza seguía el 8 de mayo del mismo año, pues es allí desde donde escribió la epístola con la que remitió al citado Papa su poema “De diui Adriani ad pontificatum diuina electione”.
El 16 de noviembre de 1525 Sobrarias escribió desde Alcañiz a Pérez Almazán, señor de Maella, pidiéndole que expulsara de Maella a un enemigo de su hermano Pedro Sobrarias, y del 3 de agosto de 1526 hay una cédula de Carlos V, desde Granada, en la que agradecía al humanista sus desvelos por la Orden de Calatrava: posiblemente Sobrarias sirvió de intermediario en la tensión villa-castillo como consecuencia del motín que, “a son de campana tañida”, quitó la vida al comendador de Burriana y gobernador general de la Orden, Martín de Molina y a los familiares del comendador mayor, Hernando de Aragón.
El 22 de abril de 1528, finalmente, falleció en Alcañiz Sobrarias, habiendo tomado los sacramentos y testado previamente ante el notario Tomás Robert: en su partida de defunción se le da el título de “poeta laureato”. Los biógrafos del humanista cuentan que Carlos V, que venía de Morella camino de las Cortes de Monzón, presidió sus funerales, pero el dato sólo resulta cierto si por tal se entiende una misa por el alma del difunto, ya que el Emperador no pasó por Alcañiz sino hasta el 26 de mayo. En su tumba grabó Juana Sobrarias, la hija del humanista, el siguiente epitafio:
“Carmina quod lugent, quod Musae flebile cantant,/
Quodque caret cultu lingua Latina suo,/
Nil mirum: cessit superis Sobrarius oris,/
Hoc saxum corpus, spiritus astra tenet”.
Juana Sobrarias escribió que las propias Musas lloraron la muerte de su padre y que la propia lengua latina perdió entonces su esplendor. No le faltaban razones para hacer tales afirmaciones: había fallecido el humanista que, como se ha dicho, fundó el Círculo Humanístico Alcañizano, con todo lo que esto supuso para la cultura de su tiempoSu ingente labor sería continuada por varios discípulos. Entre ellos hay tres que se sabe que lo fueron con toda seguridad: el arcipreste Jaime Exeric, maestro de Juan Verzosa, Pedro de Ovón, y el sobrino materno del humanista, Juan Sánchez, que reeditó sus Moralia disticha.

Obras de ~: Producción literaria original: Ioannis Sobrarii Secundi Alcagnicensis, artium et medicinae doctoris et poetae laureati, Moralia disticha, Zaragoza, Jorge Coci, 1510, 1522, 1525, 1531 y 1535 [la primera de estas ediciones fue preparada por el propio Sobrarias, que imprimió sus Disticos morales al reeditar por tercera vez los de Verino. Las cuatro últimas ediciones llevan unos comentarios de Juan Sánchez, sobrino materno de Sobrarias; reimpr. por Asso, 1783]; Panegyricum carmen de gestis heroicis diui Ferdinandi Catholici Aragonum utriusque Siciliae et Hierusalem regis semper augusti et de bello contra Mauros Libyae [al final de esta obra se lee: “Hoc carmen Panegyricum Ioannis Sobrarii Secundi Alcagnicensis impressit Caesaraugustae Georgius Coci Theutonicus, anno 1511, quarto Kalendas Maii extitit Complutum”]; Oratio Ioannis Sobrarii Alcagnicensis de laudibus Alcagnicii habitam coram eiusdem senatu. Anno domini MDVI. El libellus quidam carminum eiusdem [pese a que Latassa afirmó que fueron estampados en 1507, la obra fue editada hacia 1513 en la imprenta Jorge Coci. Cabe aclarar que es un error la suposición de que el padre escolapio Marcelino Boira hizo una reimpresión de la misma en 1779: la fuente de esta noticia, un artículo periodístico de Gaspar Bono Serrano, trata de la De Alcagnitii laudibus in publica litterarum academia oratio que en el mencionado año escribió Boira, y no del discurso de Sobrarias] (ed. de J. M.ª Maestre, 2000); De sanctissimi clementissimique patris diui Adriani sexti ad summum pontificatum diuina electione et de eius introitu in urbem Caesaraugustam carmen Ioannis Sobrarii Secundi Alcagnitiensis, artium et medicinae doctoris et poetae laureati, Zaragoza, 1522; Sacratissimi atque inuictissimi diui Carolis huius nominis quinti, imperatoris semper augusti ac Hispaniarum etc. regis catholici Ticinensis uictoria de Francisco, Gallorum rege, captiuato, edita per Ioannem Sobrariam Secundum Alcagnitiensem, poetam laureatum, poema compuesto c. 1525 (después del 24 de febrero de 1525, fecha de la batalla de Pavía) (ed. por el marqués de Morante, 1862); Ad inuictissimum Carolum Vc. 1525 [poema compuesto después de la batalla de Pavía] (publicado por J. M. Sánchez, 1912); Ioannes Sobrarius Secundus Alcagnitiensis gratulatur Mercurino Arboriensi, Gatinariae comiti et supremo cancellario Caroli V imperatoris semper Augusti et Hispaniarum regis catholici ob suam a Genuensi obsidione liberationem felicemque in Hispaniam nauigationem sanctissimae Virginis Mariae Montis Serrati patrocinio acceptam, cui in tanti beneficii testimonium celocem argenteam in beatissimae Virginis templo figendam curauit, poema compuesto c. 1527 (ed. de J. M. Sánchez, 1912); Ioannis Sobrarii Secundi carmen in natali serenissimi Hispaniarum principis Philippi Austriaci, Caroli V imperatoris semper augusti filii, illustrissimo d.d. Alfonso de Fonseca, archiepiscopo Toletano dicatum (poema) (ed. por el marqués de Morante, 1862; impr. nuevamente por J. M. Sánchez, 1912; y ed. crít. y trad. por J. M.ª Maestre Maestre, 1990).
Labor filológica: Paschale Sedulii cum additionibus ex libris sacrarum litterarum excerptis et in margine cuiusque auctoris indice apposito, quas Ioannes Sobraria Alcagnicensis annotauit, impressum Caesaraugustae [...] anno post Christi natale supra millessimum quingentesimo pridie Nonas Februarias [reimpr., 1502. Cabe precisar, además, que la carta de Sobrarias a Miguel Pérez Almazán, de 25 de julio de 1510, deja bien claro que el humanista pensaba hacer una nueva edición de esta obra y dedicársela al mencionado Secretario Real: quizá se trate de la edición de 1515 que Latassa dijo haber visto en la Librería del Convento de San Lamberto de Zaragoza, Orden de la Santísima Trinidad]; Continentur in hoc uolumine Publii Virgilii Maronis poetarum principis omnia opera summa cura et diligentia nouissime immaculata per Ioannem Sobrarium Alcagnitiensem necnon per Georgium Coci Theutonicum, artis impressariae magistrum, Caesaraugustae impressa, non sine magno sumptu et labore (ed., 1513 y 1516); Michaelis Verini distichorum liber, Caesaraugustae, per Georgium Coci Theutonicum, 1503 [Los dísticos de Verino, continuadores de los Disticha Catonis tan celebrados en el Medievo, fueron nuevamente impresos por Sobrarias, en Zaragoza y por Coci, en 1508 y 1510: en esta última edición se incluyen ya los Dísticos Morales del humanista alcañizano].
Otros escritos: Poemas laudatorios de obras clásicas o contemporáneas (Sobrarias escribió poemas laudatorios tanto de las obras Sedulio, Verino y Virgilio, que él mismo editó, como de las de otros escritores de su tiempo. Sólo se relacionan aquí los poemas laudatorios que no se encuentran en las ediciones suyas antes mencionadas): Ioannis Sobrarii carmina ex libro Lucii Marinei Siculi De genealogia regum Aragoniae [el epigrama, con veinte hexámetros, aparece al principio de la obra de Lucio Marineo Sículo, De primis regibus Aragoniae, publicada en Zaragoza, por Jorge Coci, en 1509]; Exhortatio ad lecturos opus [epigrama de ocho versos, escrito en dísticos elegíacos, que encontramos al final de la mencionada obra de Lucio Marineo Sículo]; Ad scholasticos [epigrama encomiástico, con cuarenta hexámetros, que se halla al frente del tratado de Gaspar Lax, Tractatus paruarum logicalium, impreso en Zaragoza, por Jorge Coci, en 1521; reimpr. por Asso, 1783]; Ad Ioannem de Aragonia [poema de ochos versos, escrito en dísticos elegíacos, que aparece en el mencionado tratado de Gaspar Lax y reimpreso igualmente por D. Ignacio de Asso].
Epístolas en prosa. Epístolas en latín [no se enumeran aquí aquellas cartas nuncupatorias que Sobrarias, siguiendo una costumbre muy normal entre los humanistas, puso al frente de sus propias obras, sino las que aparecen en obras de otros autores. El grupo más numeroso de estas cartas lo forman las seis siguientes que aparecen en los Epistolarum familiarium libri XVII de Lucio Marineo Sículo (Valladolid, Brocar, 1514)]: Ioannes Sobrarius Aelio Antonio Nebrissensi s., Zaragoza, s. f. (= n.º 29 del Epistolarum liber III); Ioannes Sobrarius Lucio Marineo Siculo s. d., Zaragoza, 31 de diciembre de 1508 [ha de adelantarse a 1507] (= n.º 2 del Epistolarum liber IV); Ioannes Sobrarius Alfonso Aragoneo Caesaraugustano Praesuli s., s. f. (= n.º 9 del Epistolarum liber XI); Ioannes Sobrarius Siculo suo s., Zaragoza, 25 de julio de 1510 (= n.º 9 del Epistolarum liber XII); Ioannes Sobrarius Ugoni Urrio, regio Achati, s., Zaragoza, 25 de julio de 1510 (= n.º 10 del Epistolarum liber XII) [El destinatario es Hugo de Urriés, Señor de Ayerbe y Secretario Real]; Ioannes Sobrarius Siculo suo s., s. f. (= n.º 28 del Epistolarum liber XII). Además de estas seis cartas, se conservan otras dos que tampoco han llegado a través de las propias obras del humanista alcañizano: Ioannes Sobrarius Michaeli Petro Almaçano s. d., autógrafa, Zaragoza, 25 de julio de 1510 (en Biblioteca Nacional de España, Ms. 9391; publicada por Latassa, 1796) [El destinatario es Miguel Pérez Almazán, Señor de Maella y Secretario del Fernando el Católico]; Ad illustrissimum D. D. Ioannem de Aragonia, archiepiscopum Caesaraugustanum, Ioannis Sobrarii Secundi Alcagnicensis, artium et medicinae doctoris ac poetae laureatiepistola, Zaragoza, 21 de marzo de 1522 (más que una epístola es un elogioso prólogo que se encuentra en el Missale Caesaraugustanum que en 1522 imprime en Zaragoza Jorge Coci por orden del recién nombrado Arzobispo de Zaragoza, D. Juan de Aragón). Epístolas en castellano: Carta de Sobrarias al Señor de Maella, Alcañiz, 16 de noviembre de 1525 (en British Museum, ms. Add. 10.248) [pide a Pérez Almazán que expulse de Maella a un enemigo de su hermano Pedro Sobrarias].
Estudios genealógicos: Ioannes Sobrarius Secundus Alcagnicensis in genealogia dominorum de Ayerbe. Sobrarias, 1512 (se conserva un fragmento en la obra de Gaspar Scioppio De Aragoniae regum origine, posteritate et cum primariis orbis christiani familiis consanguinitate, Mediolani, 1628. El tratado genealógico de Sobrarias se comprende mucho mejor si se recuerda su documentada amistad con Hugo de Urriés, señor de Ayerbe, secretario de Carlos V y a quien le dirige una carta el 25 de julio de 1510).

Bibl.: N. Antonio, Bibliotheca Hispana nova sive Hispanorum scriptorum qui ab anno MD ad mdclxxxiv floruere notitia, t. I, Matriti, Apud Joachimum de Ibarra, typographum regium, 1783, págs. 781-782; I. J. Asso del Río, Joannis Sobrarii carmina, Amstelaedami, apud heredes C. Sommer et socios, 1783; F. de Latassa y Ortín, Biblioteca nueva de los escritores aragoneses que florecieron desde el año 1500 hasta 1599, t. I, Pamplona, Oficina de Joaquín Domingo, 1798-1799, págs. 57-69; J. M. Sánchez, “Biobliografía de Juan Sobrarias Segundo alcáncense”, en Linajes de Aragón, III (1912), págs. 109-116, 131- 136, 149-156, 173-176, 192-196 y 211-216; P. U. González de la Calle, “El poeta aragonés Juan Sobrarias”, en Revista Zurita, X (1933), págs. 1051-1080 y XI (1934), págs. 23-68; F. G. Olmedo, Sobrarias y su poema “Fernando el Católico”, Zaragoza, Publicaciones de La Cadiera, 1951; R. del Arco y Garay, “Un panegírico de Fernando el Católico por el humanista Juan Sobrarias”, en Boletín de la Real Academia Española, XXXII (1952), págs. 193-222; F. Barquero Lomba, Juan de Sobrarias, poeta latino del Renacimiento, tesis doctoral, Universidad de Zaragoza, 1970 (inéd.); J. M.ª Maestre Maestre, “La influencia del mundo clásico en el poeta alcañizano Juan Sobrarias: estudio de sus fuentes literarias”, en Anales de la Universidad de Cádiz, II (1985), págs. 325-343; El humanismo alcañizano del siglo xvi. Textos y estudios de latín renacentista, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad, Instituto de Estudios Turolenses, Diputación de Teruel, Ayuntamiento de Alcañiz, 1990, págs. 1-123; “Sobrarias y el Descubrimiento: notas a los vv. 451- 494 del Panegyricum carmen de gestis heroicis diui Ferdinandi”, en J. Gil y J. M.ª Maestre (eds.), Humanismo latino y Descubrimiento, Sevilla, Servicio de Publicaciones de las Universidades de Cádiz y Sevilla, 1992, págs. 151-169; J. M.ª Maestre Maestre, “Limae labor y creación literaria en latín durante el Renacimiento: las dos versiones del Carmen in natali serenissimi Philippi de Sobrarias”, J. Navarro López, “El poema a Mercurino Arborio di Gattinara compuesto por Juan Sobrarias”, y V. Pérez Custodio, “El panegírico de Sobrarias al Rey Fernando el Católico: el peso de la tradición clásica en su técnica compositiva”, en J. M.ª Maestre Maestre y J. Pascual Barea (eds.), Humanismo y pervivencia del mundo clásico. Actas del I Simposio sobre humanismo y pervivencia del mundo clásico (Alcañiz, 8 al 11 de mayo), Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad, Instituto de Estudios Turolenses (CSIC), 1993, vol. I.1, págs. 135- 178; vol. I.2, págs. 677-686; y vol. I.2, págs. 749-758, respetc.; J. F. Alcina, Repertorio de la poesía latina del Renacimiento en España, Salamanca, Ediciones Universidad, 1995, págs. 192-194, n.º 420; J. M.ª Maestre Maestre, Alabanzas de Alcañiz. Discurso del alcañizano Juan Sobrarias pronunciado ante el senado de la villa en el año del Señor de 1506, Alcañiz-Madrid, Instituto de Estudios Humanísticos, 2000; “La presencia de Hércules en el Panegyricum carmen de gestis heroicis diui Ferdinandi de Juan Sobrarias Segundo”, en Calamus renascens. Revista de Humanismo y Tradición Clásica, I (2000), págs. 209-228.

José María Maestre Maestre