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lunes, 29 de abril de 2019

LA RECONQUISTA DE AÍNSA


2.17. LA RECONQUISTA DE AÍNSA (SIGLO VIII. AÍNSA)

Según la leyenda que explica el nacimiento del monasterio de San Juan de la Peña, García Jiménez fue elegido y nombrado allí como primer rey del reino de Sobrarbe. Una vez investido solemnemente de la autoridad real y apoyado por todos los suyos, decidió atacar a los moros que dominaban en la importante plaza de Aínsa, dando lugar a su primera gran acción bélica, de enorme resonancia en el menguado bando cristiano. Lo cierto es que, puesto al frente de no más de trescientos hombres armados y escogidos, cayó por sorpresa sobre la villa y, aprovechando las sombras de la noche, derrotó a los musulmanes tras encarnizada y sangrienta batalla.
Cuando amaneció el día siguiente, para reafirmar todavía más los ánimos enardecidos de sus victoriosos guerreros, en medio de la enorme plaza mayor de la villa, arengó a sus tropas, asegurándoles que la Divina Providencia estaba de su parte, de lo que era garantía la sorprendente visión que había tenido de una cruz iluminada situada sobre una encina del monte aledaño, señal inequívoca de la ayuda del cielo.
Con los ánimos renovados, ordenó a sus hombres que implorasen ayuda a Dios y a san Juan Bautista, y realizó con ellos nuevas incursiones victoriosas por los poblados vecinos del Ara y del Cinca, a la vez que se dispuso a fortificar la villa de Aínsa, a la que, por deseo personal y expreso, declaró capital del naciente reino de Sobrarbe.
A esta tradición se debe el que en el escudo de Sobrarbe exista una cruz roja sobre una encina y que sea éste uno de los cuarteles del histórico escudo de Aragón. Esta cruz de Sobrarbe se ofrece hoy en forma de monumento a dos kilómetros de la villa de Aínsa.

[La Ripa, Domingo, Defensa histórica... Zaragoza, 1675.
Faci, Roque A., Aragón..., I, págs. 1-2.
Sas, Antonio, Compendio histórico..., I, págs. 2-3.
Martínez y Herrero, Bartolomé, Sobrarbe y Aragón, I, págs. 65-73.]




La villa de Aínsa (en aragonés L'Aínsa),​ capital del municipio de Aínsa-Sobrarbe (aragonés, L'Aínsa-Sobrarbe),4​ es un pueblo de la provincia de Huesca, en la comarca de Sobrarbe, en la Comunidad Autónoma de Aragón (España).

Está situado en el alto Pirineo de Huesca, en la comarca del Sobrarbe. Es la capital junto a Boltaña del antiguo condado de Sobrarbe.


Parte de su término municipal está ocupado por el Parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara.


Su núcleo original, que se emplaza en un promontorio sobre la confluencia de los ríos Cinca y Ara, está formado por dos calles casi paralelas, la calle Mayor y la calle Santa Cruz, por la plaza Mayor que se sitúa a continuación del castillo situado en una explanada, a proximidad de la Cruz Cubierta, templete donde la leyenda sitúa el milagro de la aparición de la cruz de fuego sobre una carrasca, que dio la victoria a las tropas cristianas al mando del rey García Jiménez.

Con clara distribución medieval, el casco histórico de Aínsa está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1965. Actualmente es un relevante centro turístico de relevancia, tal y como constató su elección como capital de Turismo Rural 2018.


Aunque la leyenda sitúa el nacimiento de Aínsa en la conquista de la plaza por las tropas del rey Garcí Ximénez en el año 724 gracias al milagro de la cruz de fuego​ (desde el siglo xvi d. C. hay una cruz en el lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos) las fuentes históricas apuntan que los musulmanes no llegaron a establecerse en esta tierras

El castillo de Aínsa, que data del siglo xi d. C., formó parte de la línea de defensa de los territorios cristianos (línea que se extendía hasta Abizanda), y se convirtió en el embrión de la villa, que en tiempos de la Edad Media fue amurallada, y se convirtió en la capital del condado de Sobrarbe que perteneció al reino de Nájera-Pamplona (antes de que este diera lugar al reino de Navarra) y luego se integrara en el reino de Aragón.


En 1124 el rey Alfonso I el batallador otorgó la Carta puebla por la que se beneficiaba a sus habitantes con el fuero de Jaca.

La importancia de la plaza llevó que la iglesia de Santa María fuera concebida también como defensa, tal y como atestiguan las saeteras de su torre.

La pérdida de importancia de la comarca del Sobrarbe llevó a una relajación de la actividad de Aínsa que se mantuvo en un estado de subsistencia hasta principios del siglo xx d. C. cuando las actividades tradicionales se vieron perturbadas con los planes de construcción de diferentes presas, pantanos y otros sistemas hidráulicos, destinados a la producción de electricidad y al suministro de agua para la llanuras del Ebro.

Esta actividad llevó a la expropiación y pérdida de las mejores tierras de cultivo de los valles y a la emigración de sus gentes. Muchos de los pueblos vecinos vieron cómo desaparecían la totalidad de sus habitantes y en otros como éstos disminuían drásticamente. Esto llevó a que pasaran a depender del ayuntamiento de Aínsa.

La limitación de recursos de todo tipo que la baja densidad de población y la complicada orografía provocan llevaron a una crisis importante a mediados del siglo xx d. C.. Esta crisis fue superada mediante el recurso turístico y el florecimiento del turismo rural y natural.

La creación de varios parques naturales, primero el del Ordesa y Monte Perdido seguido de otros como el de la Sierra de Guara y la afición a la montaña y a los deportes de aventura se convirtieron en la actividad económica más relevante.

En la década de 1960 Aínsa absorbió los municipios de Castejón de Sobrarbe, Coscojuela de Sobrarbe, Gerbe y Griébal, Guaso, Sinués y partes de Sieste y Santa María de Buil.

El propio núcleo urbano original de Aínsa es en sí mismo un monumento digno de visitarse, tal como se reconoció en su declaración de Conjunto Histórico Artístico. Dentro de él destacan:

Castillo de Aínsa
Data de los siglos xi y xvii: siendo una obra de varios siglos que conserva muy pocos elementos del original edificio románico. Destacan en él la Torre del Tenente, de planta pentagonal, hoy convertida en un EcoMuseo, el gran patio de armas y un portalón que se abre a la plaza Mayor.
Iglesia parroquial de Santa María
Iglesia románica iniciada en el siglo xi d. C. y finalizada en el xii. Se consagró en 1181. De sencilla portada de cuatro arquivoltas apoyadas en otros tantos pares de columnas de capiteles labrados. Desde el interior del templo de única nave con bóveda de medio cañón apuntado. Su torre, de dimensiones únicas en el románico aragonés, hace imprescindible su visita, con saeteras para la defensa.
Casa de Bielsa
Del siglo xvi d. C. o xvii con unas ventanas reseñables que destacan de las construcciones del entorno.
Casa Arnal
Del siglo xvi d. C. ejemplo de edificación típica de la comarca con sus portadas y rejas. El concepto de casa no abarca únicamente el edificio físico, sino que se extiende a las propiedades familiares y a los miembros que componen la familia o conviven en ella.

Calle Mayor de Aínsa.
Plaza Mayor

Casa en la Plaza de Santo Domingo.
Presidida por el edificio del ayuntamiento y abierta al castillo, se rodea por soportales en ambos lados. En estos soportales se ubican sendas prensas comunitarias en las que se realizaba la prensa de la uva.


FIESTAS :

11 de enero: Hoguera de San Victorián

16 de enero: Hoguera de San Antón
19 de enero: víspera de San Sebastián, hogueras.
20 de enero: celebración de San Sebastián.
Primer fin de semana de febrero: Feria de la Trufa Negra del Pirineo
Primer domingo de febrero: celebración de la Ferieta de Aínsa.
Primer domingo de febrero: Premios "La Cruz de Sobrarbe"
Último domingo de agosto (antes era el primer domingo de septiembre), años pares: representación de «la Morisma», teatro popular que recrea la reconquista de la villa por parte de los ejércitos cristianos, ayudados según la leyenda por la aparición de una cruz de fuego encima de una carrasca.
Primer fin de semana de septiembre: Expoferia del Sobrarbe.
14 de septiembre: fiestas mayores en honor de la Exaltación de la Santa Cruz.
Octubre: SOBRARVERDE OTOÑO
Octubre o noviembre: jornadas micológicas.
Diciembre: jornadas de astronomía.
Diciembre: «Punchacubas», feria del vino artesano.



  1.  Consejo General de Procuradores de España.
  2. Andolz Canela, Rafael (junio de 2004). Diciconario aragonés (5ª edición). Zaragoza: Mira editores. ISBN 84-8465-160-6.
  3.  Topónimos: pueblos con nombre local en aragonés en Gran Enciclopedia Aragonesa
  4. Según aparece en el Decreto Legislativo 2/2006 (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última versión)., de 27 de diciembre, del Gobierno de Aragón, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Delimitación Comarcal de Aragón.

  5. Saltar a Martínez y Herrero, Bartolomé (1866). Sobrarbe y Aragón : estudios históricos sobre la fundación y progreso de estos reinos, hasta que se agregó á los mismos el Condado de Barcelona. pp. 67-75.
  6.  «Aínsa, capital de Turismo Rural 2018».
  7.  INE
  8.  FEMP. «Listado de corporaciones locales españolas hermanadas con Europa». Archivado desde el original el 24 de abril de 2014. Consultado el 20 de diciembre de 2013.
  9. Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas (Gobierno de España). «Treinta aniversario de las primeras elecciones municipales de la democracia». Archivado desde el original el 6 de marzo de 2014. Consultado el 6 de marzo de 2014.
  10.  Alcaldes de Aragón de las elecciones de 2011
  11.  «Alcaldes de todos los municipios de la provincia de Huesca»Heraldo.es. 14 de junio de 2015.
  12. Gobierno de Aragón. «Archivo Electoral de Aragón». Consultado el 13 de agosto de 2012.

domingo, 7 de julio de 2019

LA PÉRDIDA DE PITILLA, siglo XIII, Sos del Rey católico


126. LA PÉRDIDA DE PITILLA (SIGLO XIII. SOS DEL REY CATÓLICO)

LA PÉRDIDA DE PITILLA (SIGLO XIII. SOS DEL REY CATÓLICO)


Es históricamente cierto que, a comienzos del siglo XIII, los reyes Pedro II
de Aragón y Sancho el Fuerte de Navarra, que eran parientes, habían firmado un pacto de paz y amistad. También lo es que el monarca aragonés tenía dificultades económicas, de manera que pidió un préstamo al navarro que ascendía a veinte mil morabetinos y, como era costumbre, le entregó en prenda los castillos de Peña, Pitilla, Escó y Gallur. En nombre de ambos, los tendría el señor Jimeno de Rada, hasta la fecha en la que expiraba el plazo de devolución. No obstante, si el aragonés no devolvía el dinero del préstamo en la fecha fijada, los castillos pasarían al navarro hasta que se hiciese efectivo aquél.

Sabemos que las monedas entregadas eran diversas, como morabetinos alfonsinos y mazmudinas, pero el navarro estaba dispuesto a aceptar la devolución en cualquier tipo de morabetinos (alfonsinos, lupinos o aisars), o de mazmudinas (bien nuevas o viejas, dobles o contrahechas), siempre que su equivalencia fuera de veinte mil morabetinos alfonsinos. Sabemos, asimismo, que el préstamo no fue devuelto en el plazo previsto, por lo que los cuatro castillos pasaron a depender provisionalmente del rey navarro, que incorporó, además, la fortaleza de Trasmoz como consecuencia de un nuevo préstamo.

Cuando murió Pedro II (1213) y se planteó el problema sucesorio que dio con su hijo Jaime en Monzón, el pretendiente a la corona, su hermano don Fernando, renunció a los derechos que pudiera tener sobre los pignorados cuatro castillos, renuncia que hizo efectiva su sobrino Jaime I el Conquistador.
Aquí es donde la leyenda hace su aparición para dar una explicación mucho más prosaica y cercana al pueblo, quien afirmaba que el castillo de Pitilla fue perdido en una partida, al parecer de ajedrez, aunque muy probablemente fuera de dados, según otros. El rey de Navarra y el de Aragón se apostaron Gallipienzo y Pitilla, respectivamente, perdiendo el aragonés, que cumplió su palabra, de modo que, desde entonces, Pitilla pertenece efectivamente a Navarra.

No obstante, la historia nos dice que los aragoneses pretendieron conquistar Pitilla en 1312 y, si bien su castillo fue cercado, los habitantes rechazaron el intento.

[Recogida oralmente.
Ubieto Arteta, Antonio, Historia de Aragón: La formación territorial, págs. 208-209.]


https://www.sitiosdeespana.es/articulo/15-cosas-que-hacer-en-sos-del-rey-catlico-y-sus-alrededores

https://es.wikipedia.org/wiki/Sos_del_Rey_Cat%C3%B3lico

Sos del Rey Católico es un municipio español de la comarca de las Cinco Villas, al noroeste de la provincia de Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón.

Dependen del municipio cinco asentamientos de población: Barués, Novellaco Mamillas, Campo Real y Sofuentes.


La ubicación de esta población, en una elevación del terreno rocosa la convirtió durante mucho tiempo en plaza fuerte y, desde que fue reconquistada en el siglo X, tuvo gran importancia como ciudad fronteriza. En 1044 fue incorporada por Ramiro I al Reino de Aragón.

En el año 1452, en plena Guerra Civil de Navarra, la reina Juana Enríquez se desplazó a la entonces llamada "Sos" a secas, donde dio a luz al infante Fernando que luego se convertiría en Fernando el Católico. Ese nacimiento añadió la coletilla de "del Rey Católico" al nombre de la población.

En 1711 fue nombrada Capital de las Cinco Villas.

Todo su casco histórico está muy bien conservado y el pueblo está declarado Conjunto Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural en el año 1968. La excepcional conservación de su casco urbano hace que un paseo por esta localidad se convierta en un viaje al pasado destacando las murallas, iglesias, la Plaza de la Villa y el Palacio de los Sada, donde nació Fernando el Católico en el año 1452. En Sos del Rey Católico se rodó la película La vaquilla (1985) de Luis García Berlanga, en la que actuaron como extras muchos de los vecinos de la localidad.



En enero de 2016 entró a formar parte de La asociación de los pueblos más bonitos de España.

Iglesia de San Esteban.
La iglesia de San Esteban está situada junto al castillo. El conjunto está formado por la iglesia en sí, destinada al culto, la cripta y el claustro, que da acceso desde la calle que sube de la plaza de la villa, a la portada principal de la iglesia.


Cripta de la Virgen del Perdón. s. XIV.


Cabezo Ladrero: Yacimiento arqueológico situado en la pedanía de Sofuentes.

Castillo de la Peña Felizana.- Como villa fronteriza entre los vecinos reinos de Navarra y Aragón, Sos contó con su castillo fortificado para reforzar la línea defensiva. Realmente ese fue el origen de la población, que fue poco a poco, construyendo sus viviendas alrededor de este primitivo castillo, que en su origen fue construido en madera. Está situado en lo alto de la peña Feliciana, la parte más alta de la localidad lo que facilitaba la defensa de la plaza. Del original castillo en madera no queda nada. Conforme las técnicas de construcción evolucionaron, la madera fue sustituyéndose por la piedra, y actualmente del castillo del siglo XII el vestigio más reseñable que se ha conservado es la rehabilitada Torre del Homenaje.

Casa de la villa.- Es un edificio, de estilo renacentista, que fue construido por el concejo sosiense a finales del siglo XVI, reformado durante el siglo XIX, y restaurado para la adaptación a su actual función como sede administrativa de las dependencias municipales, en los años ochenta.

Palacio de los Sada'.-' La casa palacio es un edifico en piedra de sillería, que data de finales del siglo XV, y en la fachada, sobre la puerta de entrada podemos ver el escudo de la familia.Fue la vivienda de la familia nobiliaria de los Sada, y la casa donde fue acogida doña Juana, para dar a luz al futuro monarca, ya que por expreso deseo de la reina, quería que su hijo naciera en tierras aragonesas.Actualmente se ha convertido el Centro de Interpretación de la figura de Fernando II de Aragón. En el centro, mediante paneles y audiovisuales, se acerca al visitante a la vida y la época de este ilustre monarca.En el Palacio se encuentra situada la Oficina de Turismo municipal y desde allí se gestionan las visitas guiadas a la localidad.

'Palacio Español de Niño'.- En la calle Mayor (calle de Fernando el Católico) encontramos el palacio Español de Niño. Fue durante años colegio de las niñas de Sos, donde las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, gracias a doña Manuela Pérez de Biel, impartían la formación inicial. El edificio es de estilo renacentista, y fue construido como el palacio nobiliario de los Español de niño de finales del XVI. Cuenta con tres plantas, la planta superior formada por una galería de arquillos en su fachada principal. Mención especial merece la portada principal, formada por un arco almohadillado, y el suelo del patio, compuesto por un mosaico de cantos rodados.

Colegio Isidoro Gil de Jaz.- El edificio se encuentra en la plaza de la villa. Su fachada está construida con piedra de sillería, y consta de 4 plantas, siendo la última una galería de arcos de medio punto, siguiendo el estilo de construcción aragonés. El conjunto incluye la iglesia de San José de Calasanz.

Lonja Medieval.- Fue construida como lugar de mercado y espacio de reunión del concejo de la villa en la edad media, y actualmente alberga la biblioteca municipal, en su edificio principal. Además de este edificio principal, la Lonja dispone de un espacio abierto, formado por un soportal porticado, compuesto por arcos apuntados se mantienen los dos orificios excavados para guardar hielo, necesario por ejemplo en la conservación de alimentos.

Parador Nacional de Turismo.
De carácter aragonés, el hotel conserva el ambiente monumental, histórico y artístico de Sos del Rey Católico. La villa, declarada Conjunto Histórico-Artístico, fue cuna de influyentes nobles y del Rey Católico.


Puertas de la muralla.- La naturaleza de villa fronteriza entre los vecinos reinos de Navarra y Aragón, hizo que la villa medieval contase con una muralla defensiva que rodeaba todo el perímetro de la localidad.Se conservan en la actualidad siete portales de la muralla, que dan acceso al recinto intramuros.


Portal de Zaragoza.

Portal de la reina.
Portal de Sangüesa.
Portal de Jaca.
Portal de Uncastillo.
Portal de Levante.
Portal de poniente o del mudo.

Santuario de Valentuñana.
Construido por los Carmelitas Descalzos, a finales del s. XVII, el Convento de Ntra. Sra. de Valentuñana, está situado a unos 2 km. de la Villa de Sos del Rey Católico.


La judería.- Conserva Sos lo que fue la judería medieval, llamada en la actualidad "barrio alto". Estuvo en origen formada por unas treinta casas en torno a una calle principal desde la que se podía acceder al centro de la villa y desde la cual surgen diversos callejones sin salida o callizos. El corazón de la judería es la conocida como Plaza de la Sartén, en una de cuyas casas se conserva la hendidura donde situar la Mezuzah. Dada la cercanía a Navarra, cuando en 1492 fue firmado el decreto de expulsión, fueron mayoría los judíos de la villa que cruzaron la frontera al vecino reino.

Castillo de Roita.
Castillo de Añués.

"'Pilar Bueno Ibáñez.-"', una de las 13 rosas represaliadas por el régimen franquista.
Fernando II de Aragón (El católico)
Isidoro Gil de Jaz.- Natural de Sangüesa pero infanzón de corazón, pues se consideraba natural de Sos del Rey Católico, de dónde provenía su familia. Fue un jurista y regente del Principado de Asturias.




jueves, 5 de marzo de 2020

Cincomarzada, cinco de marzo


La cincomarzada:

hoy Aragón - Zaragoza - cincomarzada



Muchos zaragozanos y zaragozanas se habrán ido enterando, en estos últimos años, del porqué de la fiesta local zaragozana del Cinco de Marzo. Hay que remontarse a 1838 y a un enfrentamiento civil entre liberales y carlistas aragoneses. Espero que se vaya abriendo paso, poco a poco, la recuperación de esos retazos de la memoria y dignidad comunes.

En 1833 moría sin descendencia masculina Fernando VII siendo nombrada sucesora su hija Isabel bajo la regencia de su madre María Cristina, cercana a liberalismo. No todos los sectores aceptaron la sucesión por vía femenina, sobre todo el absolutista que nombró sucesor al hermano de Fernando, Carlos María Isidro, tomando el nombre de Carlistas. Comenzaba una guerra civil que duraría hasta el año 1840. La madrugada del 5 de marzo se concentró a las afueras de Zaragoza una partida del ejército carlista de 3.000 soldados de infantería y 300 de caballería dirigidos por Juan Cabañero y Esponera; las tropas carlistas aprovechando la madrugada, entraron en la ciudad como le vino en gana, sin ningún tipo de resistencia por las tropas isabelinas que defendían la plaza. Durante la madrugada, las tropas carlistas entran en Zaragoza con dos escalas que les lanzan del interior por la Puerta del Carmen, posesionándose de ella y al poco de la de Santa Engracia. Tres batallones ocupan el Coso, la calle Predicadores, La Magdalena, la Plaza del Mercado, San Pablo, la Plaza de San Felipe, el arco de San Roque, y la calle de San Gil. Cabañero, general carlista, queda con un batallón y la caballería en Torrero. La llegada de las tropas pilló desprevenidos a los zaragozanos que se despertaron con las vivas a Carlos V, Cabañero y a la Inquisición.
La guarnición liberal, al mando de Esteller, hizo el ridículo más completo, militarmente hablando. Los protagonistas de la acción principal fue una vez más el vecindario zaragozano. El cual, como muchas veces en aquel siglo, llegó por sí solo a donde no llegaban quienes tenían el deber de hacerlo. La reacción de los vecinos zaragozanos no se hizo esperar, desde sus ventanas, comenzaron a lanzar toda clase de muebles, trastos y enseres para crear barricadas y entorpecer el paso a los carlistas mientras tanto, los soldados isabelinos ya recuperados de su torpeza, cargaban contra los invasores. Desde la Real Audiencia y casas contiguas se hace fuego contra los carlistas. Combates en torno al arco de San Roque. Vecinos, milicianos nacionales y militares combaten a las tropas carlistas, incluso lanzando tejas y otros objetos contundentes desde los tejados y ventanas de las casas. Combates en la Plaza del Mercado y calle de San Pablo. Los combates a lo largo del Coso y el barrio de San Pablo. Las mujeres de nuevo jugaron un papel importante lanzando agua y aceite hirviendo desde sus ventanas al paso de las tropas de Cabañero. Ante la dura resistencia de su población, el ejército carlista abandonara el casco antiguo de la ciudad, huyendo hacia las puertas. Los carlistas retroceden. Unos 600 se atrincheran en la parroquia de San Pablo, el resto huye por las puertas del Carmen y Santa Engracia, que recuperan los isabelinos. Unas decenas de carlistas intentan huir por el Portillo pero son muertos o apresados. Los que resisten en San Pablo se rinden y quedan prisioneros. Después de una larga noche, la ciudad amanece en paz. Cabañero ha retirado sus tropas a varias leguas de Zaragoza. Dice un dicho popular que Cabañero, nada más ocupar la ciudad, entró en una chocolatería y pidió un tazón de chocolate caliente, la rápida reacción heroica del pueblo sorprendió a Cabañero teniendo que huir sin ni siquiera probarlo. En 1840, Cabañero, unido tras el Convenio de Oñate a Espartero, entró en Zaragoza formando parte de las tropas isabelinas que habían de combatir a Cabrera. Los zaragozanos, al verlo desfilar por sus calles, le gritaban: “¡Cabañero, que se te ha enfriado el chocolate!”. La regente Mª Cristina, en nombre de su hija Isabel II, honró por esta heroica acción a la ciudad y a sus ciudadanos, con el hermoso título de «Siempre Heroica» y las ramas de laurel para su escudo de armas por defender sus vecinos la legalidad constitucional. La distinción fue concedida por la Regente María Cristina el 8 de marzo de 1838, y publicada al día siguiente en la Gaceta de Madrid (antecedente del BOE). Una vez terminada la guerra en 1840, el Ayuntamiento de Zaragoza declaró festivo el aniversario del 5 de Marzo y lo conmemoró oficial y solemnemente. Su celebración quedó en el olvido durante la lamentable Guerra Civil del siglo XX (1937), hasta 1977, año en que extraoficialmente se volvió a celebrar, fue en 1981 cuando la fiesta volvió a ser considerada festivo local. Por desgracia, se celebra con las manipulaciones históricas que algunos hacen para apropiarse de nuestra historia.

La fiesta es retomada por los zaragozanos con salidas al campo pero ya habiendo perdido su motivo original y protagonizada con banderas e ideologías que nada tienen que ver con la heroica resistencia ciudadana.
Feliz Cincomarzada, conciudadanos.

*Artículo publicado en la página de Facebook ‘Corona de Aragón’

jueves, 23 de mayo de 2019

DELIMITACIÓN DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE BINÉFAR


2.83. DELIMITACIÓN DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE BINÉFAR
(SIGLO XI. BINÉFAR)

DELIMITACIÓN DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE BINÉFAR  (SIGLO XI. BINÉFAR)


Monzón, tras varios intentos del ejército aragonés, cayó en manos cristianas y con la toma de su castillo toda la zona se aprestó a la tarea de la repoblación y organización del territorio. En aquellos momentos, Binéfar formaba parte del término de Monzón, pero el rápido crecimiento de su caserío animó a sus pobladores a reclamar su propio territorio municipal.
Tras largas conversaciones y propuestas de todo tipo, pudo llegarse, por fin, a un acuerdo de solución. Consistía éste en que al alba de un determinado día saldrían dos ancianas, una de Binéfar y otra de Monzón, andando por el camino que unía a ambas poblaciones: donde se encontraran, allí estaría la güega o muga. Naturalmente, en ambos lugares eligieron a las abuelas más ágiles y rápidas, a las que nadie podría ayudar.
Por parte de Binéfar, la comunidad de vecinos designó a una anciana de la calle Monzón. Pero ocurrió que estaba resfriada y, pensando en el compromiso que tenía al día siguiente, decidió superar la enfermedad por el procedimiento más expeditivo de la época: sudando bien arropada en la cama. Así es que la abuela binefarense, cuando se echó la noche, tomó unas peras que tenía colgadas en la falsa y se preparó un buen ponche caliente. Una vez cocidas las peras con miel, les añadió el preceptivo vino tinto de la tierra. Todo hubiera sido normal a no ser porque se pasó en la dosis recomendada por la receta, de modo que se acostó a la cama realmente «contenta».
Al despertar, el catarro estaba mucho mejor, pero el sol entraba ya por la ventana. Muy apurada, sin lavarse apenas, se vistió rápidamente, se calzó unas zapatillas cómodas, cogió una labor para el camino y se dispuso a plantarse lo más cerca posible de Monzón. Pero cual no sería su asombro cuando, nada más dejar las últimas casas de Binéfar, se topó con la «cabezuda» montisonense que, ligera y, sobre todo, madrugadora, había recorrido ya las dos leguas que separan a ambos pueblos.
Como les seguían a distancia varios vecinos de Binéfar y de Monzón, respectivamente, justamente allí donde se encontraron colocaron una muga de piedra para señalar la linde, haciendo que el notario diera fe de lo ocurrido. Por eso el término de Binéfar ha sido y es tan reducido.
[Datos proporcionados por José Peyrón Gimeno.]



https://es.wikipedia.org/wiki/Bin%C3%A9far

Binéfar es un municipio y población de España, perteneciente a la Comarca de la Litera, al este de la provincia de Huesca, comunidad autónoma de Aragón, a 76,7 km de Huesca y a 39 km de Lérida. Tiene un área de 25,10 km² con una población de 9435 habitantes (INE 2018) y una densidad de 370,04 hab/km². El código postal es 22500.

Se encuentra comunicado con la ciudad de Monzón y Almacellas (provincia de Lérida) por la carretera nacional 240 (N-240) y la autovía A-22, lo que hace que sea lugar de paso para todo aquel que quiera ir hasta la capital de la provincia, desde Cataluña.

El nombre primitivo de Binéfar, según el estudioso Benito Coll, pudiera proceder de un origen árabe-musulmán del municipio, cuyo máximo responsable sería Affa. De aquí que el pueblo de los súbditos o "hijos" de Affa o tal vez Effar, se denomine Ben-Affa y de aquí, y con el paso de los años, mutó en Abinéfar, Avenáfar, Benáfar o Bináfar y reconocido así por el reino de Monzón.

Binéfar aparece mencionado documentalmente por primera vez en el siglo XI. En 1169 los templarios de Monzón otorgaron carta de población. En octubre de 1363 se firmó el tratado de Binéfar entre Pedro IV el Ceremonioso de Aragón y Enrique de Trastámara. El pacto fue ratificado en marzo de 1366 en Zaragoza. En abril de 1467 se enfrentaron a San Esteban de Litera y en el siglo XVI Binéfar, a causa de la peste desatada en Monzón, fue sede de las Cortes de Aragón, presididas por Felipe II, en 1585.

Es villa desde 1785. En el siglo XIX llegó el ferrocarril a Binéfar y en 1906 Alfonso XIII inauguró el Canal de Aragón y Cataluña, ambos pilares de desarrollo económico y social del siglo XX.

En la Guerra Civil (1936-1939) se constituyó en una de las colectividades más importantes de Aragón, aunque no llegó a consolidarse. En 1970 fue inaugurada la sede central del Sindicato de Regantes del Canal de Aragón y Cataluña por Juan Carlos de Borbón.

En la actualidad, Binéfar destaca como centro comercial y de servicios de La Litera, con una importante actividad agropecuaria (cereales, plantas forrajeras, frutas y hortalizas, así como ganado ovino, bovino y porcino) e industrial (agroalimentarias, mecánicas, textiles y de materiales de la construcción). La lonja agropecuaria sirve de referencia a todas las demás lonjas del mercado nacional.

Han sido diversos los restos arqueológicos hallados en las proximidades de Binéfar. Todos ellos arrojan luces sobre los primeros pobladores de esta zona. Cabe destacar el asentamiento de La Vispesa (foco de romanización de la Ilergecia Occidental), en el que a principios del siglo XX, R. Donoso encontró un fragmento de una estela ibérica, de tipo funeraria, en piedra arenisca (1,44 metros de altura) que actualmente se encuentra en el museo de Huesca.

Arquitectura religiosa:

Iglesia de San Pedro: gótica se edificio en el siglo XV y se amplió en el siglo XVIII. Tiene planta rectangular y está formada por tres naves, crucero, ábside con capillas, coro y torre. La nave central se compone de cuatro tramos cubiertos con bóvedas nevadas de crucería estrelladas, pertenecientes a la primitiva iglesia gótica. Las naves laterales son más bajas que la central y corresponden al estilo barroco. Sobre el crucero se sitúa un amplio cimborrio, quedando los brazos cubiertos con bóvedas de lunetos. La torre presenta planta octogonal con cuatro cuerpos separados por impostas. En el lado opuesto se encuentra el baptisterio, en el que podemos admirar una puerta gótica convertida en ventanal con vidrieras. La portada es un ejemplar singular de gótico flamígero, único en Aragón. El retablo gótico mayor que se cerraba con dos puertas, quemado en la última contienda, era obra de Damián Forment, y a Felipe II en 1585 le impresionaron tanto que ordenó desmontarlas y llevarlas al monasterio del Escorial.

Ermita de San Quílez (1888).
Ermita de Nuestra Señora del Romeral (1955)
Arquitectura civil

El casco antiguo conserva algunas casas de cierta antigüedad como Casa Ruata, Casa Corzán, Casa de Cultura (estilo renacentista, s. XVI). Recorriendo las dos calles que unen la plaza de la iglesia (plaza Padre Llanas) con la plaza de la Litera encontramos algunos edificios de interés, aunque desgraciadamente la mayor parte de ellas se han derribado en el pasado siglo. Se pueden admirar la actual casa de la Cultura, que fue ayuntamiento y cárcel de la villa, restaurada en la década de los ochenta; casa Ruata, con escudo de armas, y algunas casas solariegas de la calle Mayor y de la plaza de La Litera. La cruz de término gótica, derribada en 1931, fue restaurada por el artista Pepe Beltrán. Se pueden admirar en la plaza de la iglesia y en la calle Mayor algunas cías, de la gran cantidad que existen, que se han protegido.

Binéfar se puede considerar como uno de los municipios con mayor relación en cuanto a producción de proyección nacional e internacional con respecto a su población. La Lonja Agropecuaria de Binéfar es la lonja más importante de España y referente europeo en cuanto al ganado bovino. Alberga la Cooperativa Joaquín Costa.

La obra del Canal de Aragón y Cataluña (concluida en 1906) permitió la transformación agrícola del territorio. Además, su sede reside en Binéfar.

El mundo cultural de Binéfar se ve promovido con programas estables de carácter anual por el ayuntamiento: Circuito de Teatro Infantil, Teatro de Adultos, Espectáculos de Música y Danza, Folclore, Concursos, Pórtico Cultural (preliminares de fiestas), Imaginaria (Festival de títeres e imagen en movimiento), actividades literarias, Diverbiner... Además cuenta con diversos servicios y equipamientos culturales: biblioteca pública, escuela de música y danza donde también se imparte folclore, taller de artes y un centro cultural y juvenil.

Los Titiriteros de Binéfar es la formación cultural más importante, recibiendo en 2010 el I Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud.



Teodoro Bardají recogió los ingredientes del recau y los llevó a los mejores fogones. Bardají, bajo la denominación de Recao de Binéfar, hace uso de la morigeración, debido a la falta de recursos más sustanciosos que condicionó su creación en los fogones populares oscenses, prescindiendo de los pecados de la carne en cualquiera de sus manifestaciones. La coyunda se mantiene sólo entre vegetales, / JA JA, esto para que veais lo buena que es la wikipedia / aunque con representación de suficientes especies como para presentar una dieta bastante completa de hidratos de carbono y distintas vitaminas. También se le puede llamar recau al plato más conocido en la villa de Binéfar.

Canal de Aragón y Cataluña
Iglesia de San Pedro
Ermita de Nuestra Señora del Romeral
Ermita de San Quílez
Teatro Municipal Los Titiriteros de Binéfar
Ayuntamiento "premio García Mercadal de arquitectura"

Benito Coll y Altabás, filólogo
Cervera Roche, banquero judío que fundó una casa de banca en 1560.
Eduardo Llanas, vicario general de la Escuelas Pías en 1900.
Miguel Ángel Fúster Coll, compositor
Tato Abadía, exfutbolista de Primera División
Teodoro Bardají Mas, maestro culinario

http://www.binefar.es/

https://www.researchgate.net/publication/304616382_Nuevos_Datos_sobre_el_Conocimiento_de_la_Ilergecia_Occidental_Prospecciones_Geofisicas_en_la_Litera_y_el_Bajo_Cinca

viernes, 3 de mayo de 2019

LOS CASPOLINOS, EN LA BATALLA DE ALCORAZ


2.37. LOS CASPOLINOS, EN LA BATALLA DE ALCORAZ (SIGLO XI. CASPE)

El escenario es el asedio de la plaza fuerte de Huesca. Cuando Pedro I, rey de Aragón —ayudado, entre otros, por caballeros del otro lado de los Pirineos y navarros—, se enfrentó en la batalla final a la potente coalición musulmana (incluida una importante colaboración cristiana castellana) que defendía la plaza de Huesca, el monarca aragonés contó también con una aportación no muy numerosa pero sí selecta y aguerrida de cristianos llegados de Caspe, que se hicieron notar de manera ostensible por su valor en la jornada memorable del veinticinco de noviembre.
Sabido es que esta batalla definitiva sobre la plaza oscense se libró en la planicie de Alcoraz, despoblado cercano a la ciudad, y todo el mundo conoce, asimismo, la decisiva intervención que en la confrontación bélica tuvo el caballero san Jorge, llegado aquel mismo día tras haber participado activamente en la batalla de Antioquía, en Oriente.
La realidad es que buena parte de las tropas agarenas, ante el pésimo cariz que iba tomando poco a poco la cruenta pelea, emprendió la huida precipitada y desordenada hacia Sarakusta tratando de evitar la muerte, mientras la ciudad oscense se veía obligada a rendirse. El extenso campo de batalla de Alcoraz presentaba un aspecto desolador pues quedó totalmente sembrado de hombres heridos, mutilados y cuerpos sin vida. Entre estos últimos, se pudieron contar los cadáveres de cuatro reyes moros, tres de los cuales fueron hallados precisamente en el terreno que habían defendido con arrojo y valentía sin igual los caballeros caspolinos.

tres de dichas cabezas en el que sería escudo de la villa caspolina
cuatro cabezas de moros, escudo, Aragón
Aquel hecho singular dio lugar a una doble decisión de enorme simbología. Por una parte, a la incorporación de cuatro cabezas de moros en uno de los cuatro cuarteles que conforman el escudo de Aragón, y, por otra, por decisión del propio rey aragonés, Pedro I, de tres de dichas cabezas en el que sería escudo de la villa caspolina.

[R.L., «Los Anales de Caspe, por Valimaña», BHGBA, III-IV (1909), pág. 64. Salas Pérez, Antonio, Caspe y la historia del Compromiso. Caspe. (2º ed.), 49-50.]

Salas Pérez, Antonio, Caspe y la historia del Compromiso.
Vicente Ferrer, compromiso de Caspe



https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=558939

Compromiso de Caspe

http://www.bajoaragonesa.org/elagitador/breve-historia-de-un-compromiso-que-esta-muy-de-moda/

https://blog.eldique.es/images/pdf/Libro-digital.pdf

http://www.cervantesvirtual.com/bib/historia/monarquia/casp.shtml

https://www.academia.edu/5222592/_La_baja_nobleza_aragonesa_despu%C3%A9s_del_Compromiso_de_Caspe_movilidad_social_y_estrategias_pol%C3%ADticas_1412-1436_El_Compromiso_de_Caspe_1412_cambios_din%C3%A1sticos_y_constitucionalismo_en_la_Corona_de_Arag%C3%B3n_XIX_CHCA_Iber_Caja_Zaragoza_2013_pp._432-442

Ayuntamiento de Caspe


martes, 14 de mayo de 2019

LA FUNDACIÓN DE TERUEL


2.70. LA FUNDACIÓN DE TERUEL (SIGLO XII. TERUEL)

Teruel, viaducto, acueducto


Octubre del año 1171. Los cristianos, acaudillados por Alfonso II, llegaron a Cella y prosiguieron su marcha hasta acampar en las cercanías de lo que hoy se llama Villa Vieja, en Teruel. Era tarde y el monarca decidió esperar al nuevo día. Mas cuando se hallaban descansando de la dura jornada, llegó al campamento un mensajero. Según sus noticias, se requería con urgencia al rey en otros lugares del Reino, de modo que éste ordenó replegarse a sus tropas para que esperaran su regreso, negando a varios de los seniores la posibilidad de continuar ellos solos la expedición.
Sin embargo, acabó atendiendo la propuesta de dos caballeros Blasco Garcés de Marcilla y Sancho Sánchez Muñoz— quienes proponían la fundación de una villa a la que el rey concedería el fuero que estimara conveniente, de manera que su autoridad sobre ella no quedara menguada.

Accedió Alfonso II y avió monturas y pertrechos para regresar Reino adentro.
Entre los señores y adalides que iban a acometer lo convenido con el rey surgieron las dudas acerca de dónde ubicar la villa nueva. Como no lograban ponerse de acuerdo, al final decidieron que el emplazamiento se ubicaría allí donde alguna señal de la providencia les marcara.
Hallándose en estas disquisiciones, supieron de la emboscada que les preparaban las tropas moras que merodeaban por los contornos y decidieron hacerles frente. Los musulmanes habían reunido una gran cantidad de toros a los que les colocaron en las astas y en el testuz materias inflamables (como en el actual toro embolado) y los lanzaron contra el ejército cristiano, al que creían descuidado. Pero no fue así, y lanceros, arqueros, ballesteros e infantes se parapetaron en trincheras. Más lejos esperaba para actuar la caballería.
Los toros fueron dispersados y los moros acosados y perseguidos hasta vencerles, de manera que las muelas, cerros y llanos de la margen izquierda del río quedaron libres de enemigos. Fue entonces, al amanecer, cuando, sorprendidos, los cristianos vieron en lo alto de la Muela un magnífico toro superviviente de la manada. Entre su cornamenta, lucía una lucecilla, restos, sin duda, de la materia inflamada que encendieron los moros, pero que desde lejos parecía una estrella. Era la señal que esperaban. Aquel sería el lugar del asentamiento de la nueva villa, la de Teruel. (Terol, Turolio)
[Caruana, Jaime de, «Alfonso II y la conquista de Teruel», Teruel, 7 (1952), 97-140.]



Teruel es una ciudad española situada en el sur de Aragón, en la zona centro-oriental de la península ibérica. Es la capital de la provincia homónima y posee un importante patrimonio artístico mudéjar (parte del cual ha sido reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad). Con 35 484 habitantes (INE 2017), es la capital de provincia menos poblada del país. Se encuentra en la confluencia de los ríos Alfambra y Guadalaviar, aguas abajo de la ciudad conocido como Turia. Situada a una altitud de 915 msnm, su clima se caracteriza por presentar inviernos fríos y veranos cálidos y secos.


Entre sus atractivos turísticos se encuentran sus edificaciones mudéjares, el mausoleo de los Amantes de Teruel, El Torico y el centro paleontológico Dinópolis. Los monumentos mudéjares más destacados son la iglesia de Santa María, catedral de la diócesis de Teruel, y las torres de El Salvador, San Martín y San Pedro, a cuyos pies se encuentra la iglesia que recibe el mismo nombre, también de arte mudéjar.

LA FUNDACIÓN DE TERUEL (SIGLO XII. TERUEL), torico



Para los fenicios su nombre era Thorbat o Thorbet, palabra que podía proceder del hebreo Thor y bat, que significa Domus tauri (señor dios toro). 

Para los celtíberos era Turba,​ y para los latinos Túrbula; así la llamaba Ptolomeo.

Teruel estuvo poblada desde los tiempos de los celtíberos, los cuales llamaban al lugar Turboleta. El topónimo Turboleta podría venir del término vasco-íbero itur + olu + eta (lugar de fuente, manadero), según la teoría del vascoiberismo. Hay restos en el yacimiento del Alto Chacón. La zona fue ocupada posteriormente por los romanos, quedando restos en poblaciones cercanas, como los de Cella.

Algunos autores aseguran que en el mismo emplazamiento de la actual ciudad de Teruel (concretamente en el barrio de la Judería), se asentaba Tirwal, nombre que procedería del árabe, con el significado de "torre", enclave musulmán citado en el año 935. Sin embargo, aunque se ha detectado arqueológicamente la presencia de ocupación islámica de este espacio, los restos localizados no pertenecen a un núcleo de población, sino más bien a una construcción defensiva.

El 1 de octubre de 1171 el rey aragonés Alfonso II tomó Tirwal con la intención de reforzar la frontera meridional de su reino, que consideraba amenazada por la toma de la ciudad de Valencia por los almohades. Y en ese mismo año fundó la ciudad de Teruel, dotándola de fueros y privilegios para facilitar de este modo la repoblación de la zona.

Hay que destacar por su importancia histórica que, en el torreón del Cubo, junto a la desaparecida puerta de Zaragoza, se encuentran las más antiguas barras de Aragón que se conservan, significando así Alfonso II el Casto, al esculpir sus cuatro barras de gules en piedra al amurallar Teruel, que era una villa de realengo.

La fundación de Teruel supone un cambio sin precedentes en la estructura política y territorial del sur de Aragón, ya que el predominio del Albarracín y la Alfambra de época musulmana será sustituido por el de la nueva fundación, Teruel en especial, en detrimento de Alfambra, que quedará en un segundo plano bajo la fórmula jurídica de señorío.

Según una leyenda, para fundar la nueva ciudad los sabios y las gentes principales de la villa se reunieron y buscaron diversas señales y presagios, encontrando favorable el que un toro mugiera desde un alto (que se correspondería con la plaza principal actual, la del Torico) y que sobre el toro brillara una estrella. De este encuentro toma, según algunos autores, su nombre la ciudad, ya que provendría de juntar en una palabra el vocablo "toro" y el nombre de la estrella, "Actuel", formando de este modo la palabra "Toroel", y después "Toruel". De este fortuito encuentro procedería también el símbolo del toro y de la estrella, que se puede observar tanto en la bandera como en el escudo de la ciudad, además de en el monumento de la Vaquilla (en el que se observa a un vaquillero enfrentándose a un toro y a un ángel situándole la estrella al toro).

Tras su fundación y repoblación, se constituyó la comunidad de Teruel, conjunto de aldeas del entorno de la localidad.

Los habitantes de Teruel intervinieron en la conquista de Valencia, que estaba en poder de los musulmanes, y en la guerra de los Dos Pedros contra Castilla, siéndole otorgada a la población el título de ciudad en 1347 por Pedro IV de Aragón, por su colaboración en las guerras de la Unión. Hay que destacar la considerable importancia que alcanzaron las comunidades judía y mudéjar dentro de la vida social y económica de la ciudad, desde que se consolidaran sus aljamas hacia finales del siglo xiii. Es notable el caso de la Judería de Teruel, que conserva todavía su topónimo, y de la que se han localizado abundantes restos arqueológicos.

Uno de los hechos más relevantes de su historia se produjo en las llamadas Alteraciones de Teruel y Albarracín. Durante el reinado de Felipe II, el Tribunal de la Inquisición cometía constantes contrafueros, por lo que no fue aceptado por estas poblaciones, provocando frecuentes algaradas populares, a veces con violencia hacia los inquisidores. En el año 1572 se produjeron tales altercados que el rey, ejerciendo su autoridad, mandó un ejército castellano al mando del duque de Segorbe a invadir Teruel. Hubo combates durante varios días al estar la ciudad fortificada, pero finalmente la plaza se rindió el Jueves Santo de aquel año. Durante una semana se ajustició a los cabecillas en los jardines del Barón de Escriche, actual plaza de San Juan. Este hecho desacreditó enormemente la foralidad aragonesa.

En el municipio de Teruel se encuentran, además de la capital provincial, las localidades de Aldehuela, El Campillo, Castralvo, Caudé, Concud, San Blas, Tortajada, Valdecebro, Villalba Baja y Villaspesa.