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miércoles, 17 de julio de 2019

EL ORIGEN DE LOS AYSA


137. EL ORIGEN DE LOS AYSA (SIGLO IX. AÍSA)

EL ORIGEN DE LOS AYSA (SIGLO IX. AÍSA)


Como tantas otras, la que luego sería importante e influyente familia de los Aysa era un clan hispanogodo que, en el momento de la conquista musulmana, prefirió, antes que pasar a ser mozárabe viviendo en una población gobernada por moros, lanzarse a las altas montañas pirenaicas para llevar, en principio, una vida errante hasta buscar refugio más o menos definitivo entre las sinuosidades del Pirineo jaqués.

En aquellos escabrosos y bellos parajes, a los que los invasores agarenos llegaron tan sólo en contadas ocasiones por lo caras que solían pagar tales correrías, esta familia hispanogoda decidió levantar un castillo modesto donde hacerse fuerte en caso de peligro, convirtiéndose en defensores y organizadores de las vidas de quienes vivían en la pequeña comarca circundante.

Cuando comenzó el proceso reconquistador, los caballeros del apellido Aysa empezaron a alcanzar nombradía, siendo famoso su castillo y su valle, que tomaron el nombre de sus señores, y dio origen al nacimiento de toda una villa en torno a los sencillos muros de la fortaleza.

Poco a poco fueron formando parte de la corte y se les ve haciéndose sitio entre los demás apellidos aragoneses, de modo que en el siglo XIII son abundantes los hechos históricos protagonizados por la familia Aysa, en permanente pugna con el concejo de Jaca.

Su espaldarazo definitivo tuvo lugar cuando un Martín de Aysa y sus hijos acompañaron al rey aragonés (Pedro II) en la memorable jornada de las Navas de Tolosa, en julio de 1212, de modo que el monarca, en premio al valor y arrojo que desplegaron en aquella batalla, les confirmó el señorío del valle de Aysa, dándoles, además, tierras y monte en Las Tiesas, donde levantaron otro castillo. Pero sobre todo les concedió que pudieran añadir al escudo de armas que hasta entonces usaban una cruz griega sobre un brazo armado que blandía una porra, haciendo alusión a la cruz roja que, semejante a la que utilizarían luego los monjes guerreros de Calatrava, había aparecido en el horizonte durante la conocida y célebre batalla.

[García Ciprés, G., «Infanzones de Aragón. Los Aysa», Linajes de Aragón, 1 (1910), 56-59.]



Aísa es un municipio aragonés situado en la comarca de La Jacetania (Huesca). Pertenece al partido judicial de Jaca.


De su término municipal forman parte también los núcleos de Candanchú, Esposa y Sinués.​ Hay que destacar igualmente la estación de esquí de Candanchú. A comienzos de 2011 el pueblo de Aísa contaba con una población de 159 habitantes.

Linda por el norte con el término de Ansó, por el este con Canfranc, Villanúa y Borau, por el sur con Jaca, y por el oeste con Valle de Hecho, Aragüés del Puerto y Jasa.

Aísa se encuentra ubicada a orillas del río Estarrún, uno de los afluentes del río Aragón.

Entre las cumbres del municipio, destacan el Pico d'Esper (o Aspe), de 2.640 m de altura,​ y Las Blancas, de 2.131 m.

Parte de su término municipal está ocupado por el Parque natural de los Valles Occidentales.

En 1966, Aísa incorpora el término municipal de Sinués, según lo dispuesto en el Decreto 2063/66, de 30 de junio, publicado en el Boletín Oficial del Estado número 193, de 13 de agosto.

Por otra parte, en 1972 se anexiona igualmente el antiguo término de Esposa, de acuerdo con los términos del Decreto 240/72, de 27 de enero, publicado en el Boletín Oficial del Estado número 33, de 8 de febrero.

Cabe destacar en primer lugar el cuidado caserío del pueblo, con sus tejados formados por lajas de pizarra, ejemplo de la arquitectura rural pirenaica aragonesa.
Dolmen ubicado en su término municipal, el más antiguo del Pirineo.
En su término se halla la ermita de San Esteban, en la que se educó Alfonso I el Batallador.
Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Iglesia gótica de Sinués.
Los caseríos de los pueblos de Aísa y Sinués, junto con la Iglesia parroquial de Sinués fueron incluidos en el catálogo de bienes inscritos como parte del sitio Caminos de Santiago de Compostela: Camino Francés y Caminos del Norte de España, dentro del Patrimonio de la Humanidad.

Es de gran interés el dance de Sinués o palotiau de Sinués, que se celebra por las fiestas del Rosario en Sinués, habiéndose recuperado hace pocos años.














miércoles, 22 de mayo de 2019

ABU ZEYT, REY DE VALENCIA, AL SERVICIO DE JAIME I

2.78. ABU ZEYT, REY DE VALENCIA, AL SERVICIO DE JAIME I
(SIGLO XIII. DAROCA)

ABU ZEYT, REY DE VALENCIA, AL SERVICIO DE JAIME I  (SIGLO XIII. DAROCA)


Era Abu Zeyt rey moro de Valencia, el sueño inalcanzable de los reyes cristianos. No obstante, el musulmán no era feliz. El propio don Hurtado, un renegado cristiano que alcanzó a ser valido de Abu Zeyt, sentía gran preocupación por el estado de abatimiento en el que había caído su señor.

Un día el rey valenciano confesó el origen de su tristeza a su valido: había conocido en casa del mozárabe Pedro Cardona a la mujer más hermosa que jamás había visto: era Alda, su hija. Enamorado de tal manera, daría incluso su reino por ella, pero la religión se interponía entre ambos, pues Alda sólo accedería al matrimonio si el rey se convertía a la fe de los cristianos.

Aconsejó Hurtado al rey que procurara la mediación de los franciscanos que frecuentaban la casa de Pedro Cardona, el rico mozárabe, y así lo hizo. Pero ni fray Pedro ni fray Juan se comprometieron a mediar si Abu Zeyt no abrazaba la fe de Cristo. El rey moro, preso de ira, despidió a los monjes de mala manera.
Mientras, en la ciudad de Valencia, el descontento contra Abu Zeyt aumentaba. Su antagonista, Giomail ben Zeyán, que anhelaba hacerse con el poder, instigó a los valencianos a rebelarse contra su rey, de quien decía se había convertido en secreto al cristianismo y, como prueba, aportaba la presencia de los dos franciscanos en su casa. La situación se agravó tanto que Abu Zeyt no tuvo más remedio que abandonar la ciudad y el reino.

Tras largas etapas, llegaron a Teruel, donde Jaime I preparaba una nueva campaña militar. Abu Zeyt se ofreció y se entregó a Jaime I como vasallo suyo, y le solicitó que liberara a Valencia de la tiranía de Giomail, dándole informes de cómo hacerlo. Se estudió entre ambos la estrategia y se acordó que, aunque Jaime I no podría devolverle el reino, pues Valencia tendría que ser cristiana, le prometió su propio palacio y parte de sus tierras, además de cederle Ricla y Magallón. (igual entonces Abu Zeyt se aficionó a la Magallonera)

Con el paso del tiempo, Abu Zeyt se convirtió al cristianismo y se bautizó como Vicente Belbís, casándose con la ilustre dama aragonesa Dominga López, (que tenía unas domingas como cantrelles) de quien tuvo una hija, a la que llamó Alda, en recuerdo de la mozárabe valenciana.

[Beltrán, José, Tradiciones..., págs. 70-75.]



Çeid Abu Çeid

https://es.wikipedia.org/wiki/Zayd_Abu_Zayd

Zayd Abu Zayd, llamado Abū Zayd Abd al-Rahmān ben Abū Abd Allāh Muhammad ben Abū Hafs Umar ben Abd al-Mu'min (Baeza, 1195 - Argelita, Argeleta 1268) fue el último gobernador almohade de Valencia.

Nacido circa 1195, príncipe almohade, bisnieto del califa Abd al-Mumin. Sucedió como gobernador de Valencia —antes de 1223-1229— a su tío Abū `Abd Allāh Muhammad —1219/1220-antes de 1223—. Y este último a su hermano, el padre de Abū Zayd, Abū `Abd Allāh Muhammad (1210/1211-antes de 1219/1220).

A la muerte del califa Yūsuf II en 1224 se produce una lucha dinástica que permite a Abū Zayd gozar de total autonomía respecto al imperio almohade, pero se encuentra rodeado de enemigos, y en 1225, decide hacerse vasallo del rey castellano Fernando III.​

En 1227 reconoce a Al-Mamún, (el mamón) anterior gobernador de Córdoba y Sevilla, como califa almohade y, por tanto, rompe el vasallaje con el rey castellano. En 1228 recupera los castillos de Villahermosa y Bejís, plazas del norte valenciano ocupadas anteriormente por los aragoneses. Pero, Muhammad ibn Hud conquista Murcia, (acho pijo) se nombra rey y reconoce al califa abasí, rompiendo aún más la unidad almohade de Al-Ándalus. En esta situación caótica, agravada por el hambre, ese mismo año se produjo una revuelta en Valencia, que aprovechó Zayyan ibn Mardanish —descendiente de Muhámmad ibn Mardanís— el llamado Rey Lobo por los cristianos, para sublevarse en Onda. El 24 de enero de 1229 Zayyan entró en Valencia, proclamando también obediencia al califa abasí, y Abu Zayd tuvo que huir primero a Segorbe y después a Aragón.


En 1229, tras la expulsión de su cargo por Zayyan ibn Mardanish, ratifica un acuerdo de vasallaje con Jaime I por el cual el rey de Aragón le da permiso para conquistar y poblar cuantos lugares y castillos consiguiera dentro del territorio musulmán valenciano, a cambio de la cuarta parte de las rentas. En 1232 ratifican en Teruel el compromiso adquirido, reconociendo el primero los favores recibidos y la renuncia a todas las rentas que sobre Valencia y su término se habían reconocido en 1229; se le facilita al rey aragonés la toma de Valencia. Abū Zayd fue un apreciable aliado del Conquistador en su lucha por la reconquista de las tierras valencianas, en la que toma parte aportando sus mesnadas.

En 1232, Abu Zayd se convirtió al cristianismo bautizándose con el nombre de Vicente Bellvís, pero lo mantuvo en secreto hasta la conquista de Valencia. Aunque continuó utilizando el título de rey de Valencia hasta que Jaime I entró en la ciudad el 1238, a partir de entonces actuó siempre como un verdadero señor feudal cristiano favorecido por el rey, con el que firmó un pacto de vasallaje / Calatayud el 20 de abril. Al servicio del rey Jaime participó de la conquista del reino: primero desde tierras de Teruel, después durante la conquista de la capital, y más tarde, llevando su huestes al sur, donde conquistó Ibi en 1244, Castalla, Onil, Tibi, Orxeta y Torres Torres.

Bajo la protección del Jaime I ostentó el señorío de localidades moriscas del Alto Mijares que legó a su hijo Fernando. Obtuvo numerosas donaciones reales: En 1236 las villas de Ricla y Magallón, en 1238 alquerías de la Huerta de Valencia y casas en la ciudad, en 1239 la villa de Ganalur y la alquería de Aldaya.

El 27 de enero de 1243 Abu Zayd recibió el vasallaje de Eximén Pérez y de su hijo Blasco, y les concedió el castillo de Arenoso, Arenós, para comandar sus fuerzas militares y como dote por la boda de Blasco con su hija Alda Ferrández Aba-Omahet.

La muerte de Abu-Zayd se sitúa a finales del año 1269 en el palacio de Argelita. Sus hijos y parientes recibieron una herencia importante y al estar emparentados con la nobleza aragonesa se convirtieron también en señores cristianos.

Alrededor del 16 de junio de 1860 se levantó una lápida en Valencia, y dejó a la vista algunos restos humanos, cuyo estado denotaban su antigüedad. En el mismo sitio se encontró un pergamino que dice así:

Hic jacet D. Vicentius Belvis cum prole sua olim Zeit Abuceit rex Valentiae maurus adeo suae religionis celator VT duos innocentissimos viros beatos Joannem de Perusia et Petrum de Saxo-Ferrato seraphici patris francisci filios ac socios veram christi fidem praedicantes gladio jugulaverit sed inspirante patre luminum recipiens omne nefas diluit sacro baptismatis lavacro et aeternum reconciliationis signum hanc olim aulam suam in ecclesiam et cenobium destinavit.

Estos restos fueron trasladados a la iglesia del monasterio de religiosas de la Puridad y están colocados encima de la pila del agua bendita, entrando a mano izquierda. Todavía se lee allí, en la misma lápida antigua, bajo de una corona real, la inscripción que compuso el P. Fray Miguel Enrich, en los siguientes dísticos:

Hic jacet azotus maurus, dulcisque propago qui dominans urbis, par jugulare jubet Francisci comitum, nunc coeli sede beatus, sacro fonte tamen diluit omne nefas, dum pro inclementi fundit pia vota precesque, urbs urbs expugnatur, sacra fit aula dei.

El 22 de abril de 1236, convertido Abū Zayd al cristianismo y siendo bautizado con el nombre de Vicente Bellvís, hizo la conocida donación de "castros, villas y alquerías que yo al presente poseo y pueda poseer, que de derecho deben de pertenecer a la sede segobricense", al obispo de Segorbe Guillermo Eximeno o Gimeno.

Abū Zayd casa a su hija, Doña Alda Fernández, que aporta como dote el señorío de Arenós, con Blasco Pérez de Arenós hijo de Don Eximén Pérez de Tarazona, que estaba al frente de la mesnada aragonesa que constituía la fuerza militar de Abū Zayd, tras lo cual aquel mudó su apellido Tarazona en "Arenós".

Tuvo varios hijos. Con María Ferrandis: Alda Ferrandis, Fernando Pérez y Sancho Ferrandis; Otros: Elisenda (curó su enfermedad en el castillo de Castro); Mahomat Abiceit o Abahomat; Ceyt Abohiara o Aboyahya; Zeyt Edris o Idrîs; Aazón...

Puede que su mujer fuese Dominga López ya que los nietos de María Ferrandis no eran considerados, por el obispo Dull de Segorbe (1324), del matrimonio.

https://www.academia.edu/7365230/DOCUMENTOS_EN_LAT%C3%8DN_DE_LA_FAMILIA_AREN%C3%93S

https://www.scribd.com/doc/72748854/Diplomatario-Arenos-Latin