2.56. LA RECONQUISTA DE MALUENDA (SIGLO
XII. MALUENDA)
A lo largo y ancho del valle del Ebro,
algunas poblaciones como Belchite, por ejemplo, decidieron capitular
sin lucha nada más caer Zaragoza en manos de Alfonso I el
Batallador, pero no ocurrió así en otros núcleos importantes del
reino moro sarakustí, como son los conocidos casos de Calatayud,
Daroca o Tarazona que, dada la tenaz e importante resistencia que
opusieron, tuvieron que ser tomadas por la fuerza de las armas.
En efecto, el rey aragonés, crecido
por el éxito logrado ante los imponentes muros de Zaragoza y
auxiliado por varios caballeros franceses, como el conde Guillermo de Poitiers, se dirigió hacia Calatayud —amparada en su magnífico
castillo y considerada como la auténtica llave del Jalón— y la
sitió. Luego, una vez asegurado su cerco, partió inmediatamente
siguiendo el curso del río Jiloca para tratar de salir al paso de
los almorávides, quienes, por fin, se decidieron a socorrer a sus
correligionarios del valle del Ebro, y a los que Alfonso I vencería
en Cutanda en 1120.
Pero el camino de los expedicionarios
desde Calatayud a Daroca y Cutanda no fue nada fácil, puesto que
cerca de la primera, en el lugar de Maluenda —donde se habían
concentrado moros de otras poblaciones aledañas— tuvo lugar un
encarnizado e inesperado combate campal en el límite con las casas
del poblado, circunstancia que no sólo retrasó la expedición hacia
su principal objetivo sino que, según la leyenda, originó
importantes pérdidas humanas en la hueste de los cristianos
aragoneses.
Aunque acabó saliendo victorioso
Alfonso el Batallador de la contienda y la guarnición mora de
Maluenda tuvo que entregar al fin las llaves (lo cual significaba un
problema menos para Calatayud que seguía sitiada), una partida de
soldados aragoneses tuvo que retrasarse del resto de expedicionarios
para enterrar a sus muertos, asistir a los heridos y hacerse cargo de
los
prisioneros. Fue entonces cuando los
canteros que formaban parte de la expedición labraron y erigieron la
Cruz Blanca —todavía existente como testigo de aquel suceso— y
la colocaron enhiesta en el mismo sitio en el que tuvo lugar la
batalla, en conmemoración y recuerdo de quienes cayeron allí.
[Recogida oralmente.]
https://es.wikipedia.org/wiki/Maluenda
Maluenda es un municipio español en la provincia de Zaragoza, perteneciente a la Comunidad de Calatayud, comunidad autónoma de Aragón. Tiene un área de 40,09 km² con una población de 989 habitantes (INE 2016) y una densidad de 26,94 hab/km².
Maluenda está situada en el Sistema Ibérico a orillas del Jiloca a 581 msnm. Comprende una superficie de 4 037 hectáreas, de las cuales 400 son de regadío y 2 000 de secano, correspondiendo el resto al casco urbano y al monte público. Dista 9 km de la capital comarcal, Calatayud, y 90 km de Zaragoza.
Límites:
Noroeste: Paracuellos de Jiloca
Norte: Paracuellos de Jiloca
Noreste: Villalba de Perejil
Oeste: Munébrega
Este: Belmonte de Gracián
Suroeste: Olvés
Sur: Alarba
Sureste: Velilla de Jiloca y Morata de Jiloca
Aunque los orígenes de Maluenda no están completamente esclarecidos, se sabe que existió un asentamiento en la Edad de Bronce, situado en el cerro detrás del Castillo, en donde aún se perciben restos de muros y otras edificaciones. En él se han encontrado diversos materiales como molinos barquiformes, cerámicas de tipología diversa y utillaje lítico en sílex, hoy expuestos en el Museo arqueológico de Calatayud.
En cuanto a época indígena, el hallazgo más notable es un tesoro de denarios ibéricos, junto a un número importante de denarios romanos republicanos que se fechan entre los años 90 y 79 a.C., por lo que su ocultación se relaciona con la Guerra de Sertorio, tan determinante en este territorio. Asimismo, hasta hace pocos años se conservaba un puente romano que permitía cruzar el río Jiloca.
En la Edad Media Maluenda fue una importante plaza militar, como así lo atestiguan sus importantes restos fortificados, y el hecho de ser mencionada por fuentes árabes en las luchas de la Marca Superior contra el poder central de Córdoba. La fortaleza de la plaza existía ya en el siglo X, y es que, según el geógrafo al-Udri, el califa Abderramán III acampó ante los muros del castillo de Malonda, nombre con el que aparece nombrada la villa en documentos de la época. Ello sucedió en los años 933-934, durante la primera campaña de castigo contra el rebelde Muhammad al-Tuyibí de Zaragoza, y luego en (937), cuando la fortaleza, defendida por el propio al-Tuyibí, fue definitivamente ocupada por los ejército califales.
En 1120, Maluenda fue reconquistada para los reinos cristianos por Alfonso I el Batallador y en 1255 pudo ser el escenario de una reunión secreta mantenida entre Jaime I de Aragón y Enrique de Castilla —hermano de Alfonso X el Sabio—, narrada en el Libro de las tres razones del Infante Don Juan Manuel. Posteriormente, en la Guerra de los dos Pedros, desempeñó un importante papel en la defensa del corredor del Jiloca, entre Daroca y Calatayud. Tropas castellanas se apoderaron del castillo en 1363. En Maluenda se encontraba el Archivo de la Comunidad de aldeas de Calatayud que en el día de hoy aún no se ha localizado.
Ya en el siglo XIX, el historiador Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España de 1845, describe a Maluenda en los términos siguientes: «Tiene 150 casas de mala fábrica y 100 cuevas de peor calidad, que se distribuyen en calles estrechas y 2 plazas; casa de ayuntamiento; escuela de niños». Menciona también la existencia de tres iglesias parroquiales: la de la Asunción de Nuestra Señora, la de San Miguel y la de las Santas Justa y Rufina, así como seis ermitas. Refiere que «Los vecinos se surten para sus usos de las aguas del río Jiloca, de buena calidad» y resalta la producción de trigo, cebada, vino, cáñamo, legumbres y hortalizas, indicando que había «1 fábrica de papel de estraza, batanes, tintes y 2 molinos harineros».
El Castillo, actualmente en ruinas, es una de las pocas fortalezas auténticamente musulmanas de tapial. De acuerdo a La Chanson de Roland, cuando Carlomagno organizó su marcha contra Zaragoza, era Blancandrín su alcaide, lo que indica que fue una de las primeras fortalezas construidas por los musulmanes en Al-Andalus.
La fortaleza se alza sobre una pelada muela oblonga desde donde se domina el pueblo. Tiene planta alargada, cuyo eje mayor era de unos 80 m, adaptada a la cumbre del monte. Consta de dos torreones y un recinto amurallado, parcialmente conservado en el lado orientado hacia la población, pero prácticamente desaparecido en el lado opuesto. Los torreones se sitúan en el lado oeste, son rectangulares y de gran volumen.
http://www.castillodemaluenda.com/vinos/index.php