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domingo, 28 de junio de 2020

343. LAS MEDICINAS DE SAN CAPRASIO


8.3. LA CULTURA

343. LAS MEDICINAS DE SAN CAPRASIO (SIGLO VIII. ALCUBIERRE)

Es históricamente cierto que, a partir del año 711, los musulmanes emprendieron la conquista de toda la Hispania goda, tarea que, excepto en las montañas astures, habían concluido ocho años más tarde, hacia 719. A partir de entonces, atravesaron incluso los Pirineos y recorrieron las Galias por dos rutas distintas. Por el Este, su permanencia fue más dilatada y llegaron hasta Sens y Langres, apoderándose de Perpignan (720), Narbona (720), Carcasona (725) o Nimes, hasta que las liberó Pipino el Breve (756); por el Oeste, Abderrahmán al-Gafequí se presentaba ante Poitiers, donde era derrotado en 732 por Carlos Martel.

Parece ser que en la ruta del Este, la del Mediterráneo, los moros destruyeron en 732 el monasterio levantado en la isla de Lerins, frente a la costa de Cannes, cenobio que, fundado por el mismo san Caprasio, era célebre por su escuela de teología y ciencias. Sus monjes, perseguidos, se vieron obligados a huir de manera precipitada y algunos de ellos, según la leyenda, lograron llegar hasta la sierra de Alcubierre, donde encontraron el acomodo y sosiego que buscaban.

En plana sierra de Alcubierre, por lo tanto, a más de ochocientos metros de altitud y a salvo de los avatares guerreros de la época, se constituyó una nueva y pequeña comunidad religiosa, tolerada por los moros, bajo el patrocinio de san Caprasio, que muy pronto se hizo famosa por sus pócimas y brebajes medicinales, albor de la alquimia en nuestra tierra, y que los frailes recetaban a cuantas personas se acercaban a ellos en busca de consuelo y alivio para sus cuerpos y almas.

Aquel pequeño y solitario cenobio, del que hoy no queda más que una pequeña ermita todavía dedicada al santo patrón, era famoso por sus recetas para combatir diversas dolencias, pero sobre todo la migraña, el reumatismo y el mal de amores. Sus fórmulas se fundamentaban tanto en las muchas y variadas hierbas medicinales existentes en la sierra y alrededores como en la ciencia frailuna para combinarlas y aplicarlas de manera adecuada para cada caso concreto.

[Datos proporcionados por Xavier Abadía Sanz, de la Universidad de Zaragoza.]

lunes, 9 de marzo de 2020

GUARDIÁN DEL VALLE , MONTORO DE MEZQUITA

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE
MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL)

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL)

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL) 1

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL) 2

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL) 3

En la entrada del valle de Montoro de Mezquita, a unos pocos metros del túnel, junto al lado izquierdo de la carretera, en la margen izquierda del río Guadalope, se puede ver la figura petrificada del busto de un hombre; esta figura perteneció al “Guardián del Valle”. Eran tiempos felices para el valle de Montoro de Mezquita, los magos que aquí vivían eran seres honrados y buenos, la naturaleza les había ofrecido un valle mágico para vivir, en el que encontraban cubiertas con creces todas las necesidades que tenían, además el corazón de sus habitantes era limpio y no tenía maldad. La vida transcurría en paz ocupándose cada uno de sus quehaceres y preocupándose del estado de los demás habitantes. La fama del valle recorrió todo el planeta y en cualquier punto del mundo se conocía la vida idílica de sus habitantes. Un día llegó al pueblo de Montoro de Mezquita un brujo que venía de la otra parte del mundo. Habló con el “Guardián del Valle” o mago superior y le pidió permiso para instalarse en el valle como uno más. Reunidos todas las autoridades, decidieron darle una oportunidad al nuevo brujo para que formase parte de su comunidad. Amaín que así se llamaba el “Guardián”, comunicó a Yasán que había sido admitido y que lo único que se le pedía era que fuera honrado, sincero, noble y buena persona. Así el valle podría seguir siendo lo que era. Yasán se integró muy bien en el pueblo y compartió con sus habitantes su cultura y sus conocimientos, sus pócimas y sus elixires. Pero lo que no compartió fue su gran secreto. Yasán venía de tierras lejanas de Oriente donde había dejado atrás a una bruja bella, pero malvada, llamada Tayán, que estaba ciegamente enamorada del él. Yasán no podía corresponderla por la maldad que había en el corazón de Tayán. Intentó muchas veces con su magia cambiar su corazón, pero Tayán tenía más magia que él y nunca lo consiguió. Desesperado por la angustia en la que vivía y conociendo la fama que precedía al valle de Montoro, Yasán decidió cambiar de vida y huyó de la bruja.