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martes, 23 de junio de 2020

296. SAN BLAS ELIGE TORRECILLA DE ALCAÑIZ PARA QUEDARSE


296. SAN BLAS ELIGE TORRECILLA DE ALCAÑIZ PARA QUEDARSE (SIGLO XV. TORRECILLA DE ALCAÑIZ)

296. SAN BLAS ELIGE TORRECILLA DE ALCAÑIZ PARA QUEDARSE (SIGLO XV. TORRECILLA DE ALCAÑIZ)


En cierta ocasión, san Blas, san Sebastián y san Valero coincidieron predicando en Alcañiz. Finalizada su tarea pastoral, organizaron su escaso bagaje y emprendieron juntos el camino en busca de nuevos horizontes en los que sembrar o afianzar la semilla cristiana con su palabra. Su caminar, como el de los jumentos que transportaban su equipaje ligero, era cansino, pausado, sin prisas...

Cuando llegaron a Castelserás, hallándose los tres a orillas del río Guadalope —en aquellos días bastante crecido merced a las últimas lluvias caídas—, san Blas tomó la iniciativa y le dijo a san Sebastián que se quedara allí, puesto que era el único que llevaba aparejos de pesca, pensando en salar los peces que a buen seguro irían a picar en su anzuelo. A san Sebastián le pareció bien la idea y se dispuso para la pesca.

San Blas y san Valero continuaron juntos el camino. Al llegar a Torrecilla de Alcañiz, san Blas le dijo a su compañero que, puesto que tenía una red para cazar pájaros, fuera a La Codoñera, donde podría hacer buen acopio de volátiles pensando en el mañana. Aunque san Valero protestó bastante, se vio forzado a marchar ante la amenaza que san Blas le hacía de lanzarle un bolo que llevaba en el morral, instrumento para jugar al típico juego aragonés, de gran tradición en Torrecilla (birla, birles).

Cuando san Valero emprendió el camino hacia La Codoñera, san Blas, uno de los catorce más famosos auxiliadores medievales, entró en las calles de Torrecilla de Alcañiz. Pronto comenzó su tarea evangelizadora y pronto se hizo con las voluntades de sus habitantes, quienes acabarían nombrándole patrón del pueblo.

Una de las múltiples coplillas que le dedican anualmente los «despertadores» hacen referencia a esta leyenda:
«San Blas, obispo de Sebaste,
que en Torrecilla vino a quedarse, tiene un brazo y una varilla depositada en la capilla.»

[Burgués, José P., Religiosidad popular en Torrecilla de Alcañiz, págs. 40-41.]


SAN BLAS ELIGE TORRECILLA DE ALCAÑIZ PARA QUEDARSE


lunes, 9 de marzo de 2020

GUARDIÁN DEL VALLE , MONTORO DE MEZQUITA

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE
MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL)

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL)

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL) 1

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL) 2

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL) 3

En la entrada del valle de Montoro de Mezquita, a unos pocos metros del túnel, junto al lado izquierdo de la carretera, en la margen izquierda del río Guadalope, se puede ver la figura petrificada del busto de un hombre; esta figura perteneció al “Guardián del Valle”. Eran tiempos felices para el valle de Montoro de Mezquita, los magos que aquí vivían eran seres honrados y buenos, la naturaleza les había ofrecido un valle mágico para vivir, en el que encontraban cubiertas con creces todas las necesidades que tenían, además el corazón de sus habitantes era limpio y no tenía maldad. La vida transcurría en paz ocupándose cada uno de sus quehaceres y preocupándose del estado de los demás habitantes. La fama del valle recorrió todo el planeta y en cualquier punto del mundo se conocía la vida idílica de sus habitantes. Un día llegó al pueblo de Montoro de Mezquita un brujo que venía de la otra parte del mundo. Habló con el “Guardián del Valle” o mago superior y le pidió permiso para instalarse en el valle como uno más. Reunidos todas las autoridades, decidieron darle una oportunidad al nuevo brujo para que formase parte de su comunidad. Amaín que así se llamaba el “Guardián”, comunicó a Yasán que había sido admitido y que lo único que se le pedía era que fuera honrado, sincero, noble y buena persona. Así el valle podría seguir siendo lo que era. Yasán se integró muy bien en el pueblo y compartió con sus habitantes su cultura y sus conocimientos, sus pócimas y sus elixires. Pero lo que no compartió fue su gran secreto. Yasán venía de tierras lejanas de Oriente donde había dejado atrás a una bruja bella, pero malvada, llamada Tayán, que estaba ciegamente enamorada del él. Yasán no podía corresponderla por la maldad que había en el corazón de Tayán. Intentó muchas veces con su magia cambiar su corazón, pero Tayán tenía más magia que él y nunca lo consiguió. Desesperado por la angustia en la que vivía y conociendo la fama que precedía al valle de Montoro, Yasán decidió cambiar de vida y huyó de la bruja.