miércoles, 21 de julio de 2021

XVII, LO MUSSEU DE RAXA.

XVII

LO
MUSSEU DE RAXA.

Nomens ejus requiretur
á generatione
in generationem...
(Eccles. Cap. 39.)




Graciós
es lo pujol, les oliveres
Com negre manto son coster
vestexen;
D´Alfabia, son veynat, hi comparexen
Les ombres de
los moros en la nit.
Quant plena lluna desde´l cel se mira
De
les rïeres en les aygues clares,
Son fondo d´amatistes y
atzavares
Alegra ´l cor de sentiments ferit.

Entrem; la
porta ´ns obri la Poesía,
Juga en lo lladoner lo dolç
oratje,
La Historia surt á rèbre ´ns l´homenatje,
Les arts
belles nos mostran son tresor.
Jauen ací los marbres
solitaris,
Les inscripcions del pedestal tombades,
Que tragué
´l camp de Arriccia mig borrades,
Com les despulles de mostía
flor.



XVII
EL
MUSEO DE RAXA.

Graciosa es la colina; olivares cubren sus
faldas, á manera de negro manto. De la vecina Alfabia, vienen por la
noche las sombras de los árabes.
Cuando la luna llena se mira en
las claríssimas aguas de los arroyos, el fondo del cielo, ostentando
los colores de la pita y de las amatistas, alegra el corazon herido
de graves sentimientos.

Entremos: la Poesía nos abre las
puertas; el blando céfiro juguetea en las ramas de los almeces; la
Historia sale á recibir nuestro homenaje; las bellas artes nos
enseñan sus tesoros.
Yacen aquí los solitarios mármoles, las
inscripciones caídas del pedestal respectivo, que los campos de
Arriccia, cerca del Tíber, sacaron de su seno medio borrosas, como
los restos de marchita flor.


Hércules
y los Céssars aparexen,
Fixantvos les mirades,
orgullosos;
Minerva; filosops presumptüosos;
Venus desnúa;
son ninet ab dart.
La bella forma grega, donant vida
Al
sentiment creador, venim á veure,
Y de la docta Antigüetat á
beure
En la font cristalina ´l gust del Art.

Tal lo
príncep Despuig, que santa gloria
En la Sion eternal sempre
gaudesca,
Volgué que per Mallorca pura y fresca
La inspiració
de Roma corregués.
Sa memoria conservan les arbredes,
Y d´est
Musseu les portentoses sales;
De Bellesa ´ls qui volan ab les
ales
Son nom gloriós conservarán molt mes.

Agost de
1881.





Hércules
y los Césares fijan en nosotros su soberbia mirada; ahí están
Minerva; los filósofos, llenos de presuncion; Venus desnuda; su hijo
con el dardo.
Venid á contemplar la bella forma griega, que dió
la vida del Arte al sentimiento creador; bebamos el puro gusto
artístico, en la cristalina fuente de la docta Antigüedad.

Así
lo quiso el cardenal Despuig. De santa gloria goce, para siempre, en
la eterna Altura. Quiso que la inspiracion greco-latina, corriese
limpia y fresca entre nosotros.
Su memoria perpetúan los
jardines, y las portentosas salas de este Museo. Los que vuelan con
las alas de la Belleza, perpetúan mucho más su glorioso nombre.



(V.
nota 12.)

XVI, Á L´ESGLESIA PARROQUIAL DE SAN JAUME, DE BINISSALEM.

XVI

Á
L´ESGLESIA PARROQUIAL DE SAN JAUME,
DE BINISSALEM.
SONET.

Salut,
preciosa bòveda qu´estores
Ab vinyes y figueres tes
murades;
Entre richs caserius ses batayades
Regolfan tes
campanes bullidores.

De viva pedra tens los teus
defores,
Marbre negre compòn tes columnades;
Tens per tot ab
roig pòrfir cisellades
Y ab blanchs rivets les plateresques
vores.

Ton altar de la Verge com s´en puja,
Imatge
n´es del de la Seu divina;
De Cartuxa ta forma n´es
germana.

¡Página d´Art! La gloria mallorquina,
La má
fermant del Temps, qui tot ho enuja,
Te mostrará fins á l´etat
llunyana.

Janer de 1869.





XVI
Á
LA IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO,
DE BINISALEM.
SONETO.

Salud,
preciosa bóveda cuyos macizos muros se levantan en medio de
infinitos viñedos é higuerales: el són de tus alegres campanas se
difunde por antiguos caseríos, de donde rebosa el bienestar.

Tu
exterior es de piedra fría, tus columnas de mármol negro; rojo
pórfido, ribeteado de blanco, cincela tus platerescos capiteles y
cornisas.

El altar mayor, que representa la Asuncion de la
Vírgen, es semejante al de nuestra divina Catedral; tus formas
arquitectónicas son por el estilo de las de Cartuja.
¡Página
del Arte! La gloria mallorquina, atando las manos del Tiempo, que
todo lo destruye, te mostrará incólume áun á las lejanas edades
de lo porvenir.

(V. nota 11.)