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jueves, 4 de julio de 2019

LA CORONACIÓN DE PEDRO II EN ROMA

114. LA CORONACIÓN DE PEDRO II EN ROMA (SIGLO XIII. ROMA)
 
Pedro II, rey de Aragón, hizo un viaje que hoy llamaríamos de Estado a Roma, cuando ya llevaba gobernando los destinos del reino desde hacía ocho años. Allí, ante el Papa y con la intervención de éste, fue coronado solemnemente rey de los aragoneses.
 
De lo que ocurrió en Roma, así como del acto de la coronación efectuada por Inocencio III, pronto
comenzaron a correr versiones y noticias de todo tipo, algunas no exentas de cierta verosimilitud.
 
Parece ser que, según la leyenda naturalmente, era costumbre que el papa, para poner de mayor relieve
la dignidad pontificia, colocaba la corona sobre la cabeza de los reyes coronados con los pies, en lugar de hacerlo, como parece lógico, con las manos.
 
Pedro II, que se enteró de esta curiosa costumbre protocolaria cuando se hallaba en Roma, la estimó algo vejatoria y humillante para cualquier autoridad secular, por modesta que fuera, pero sobre todo para el representante de un reino tan importante como el aragonés. Ideó entonces cómo evitar pasar por el trance sin que ello molestara al pontífice.
 
Tras barajar varias alternativas con sus asesores, Pedro II se decidió finalmente por la de confeccionar
una corona de pan blando, con escasa corteza, que hizo elaborar y cocer el mismo día en que iba a tener lugar el acto de la solemne coronación.
 
Se preparó con todo detalle la ceremonia, a la que acudieron, aparte de los representantes vaticanos, no sólo la delegación aragonesa, sino también embajadores de otros Estados. Tras el rey Pedro II, un camarlengo portaba una bandeja con la corona de pan encima. El salón era todo luz.
 
Cuando llegado el momento de la coronación Inocencio III se descalzó y quiso tomar el pan con los pies para proceder como era costumbre, se vio imposibilitado para manejar la corona de pan blando, de modo que se vio obligado a tomarla con las manos para colocarla en la cabeza de Pedro II.
 
[Blancas, Jerónimo, Comentarios a las cosas de Aragón, pág. 5.
 
A la memoria de Jerónimo de Blancas, cronista del Reino de Aragón

https://archive.org/details/comentariosdela00blangoog/
 
Palacios, Bonifacio, La coronación de los Reyes de Aragón, 1204-1410, pág. 23.]
 
 
 
LA CORONACIÓN DE PEDRO II EN ROMA
 
Pedro II de Aragón el Católico en un acto feudal en febrero de 1198. Es la única imagen contemporánea al rey de Aragón que se conoce. Aparece sentado en el trono y coronado. Liber feudorum Ceritaniae (1200-1209).
 
Pedro II, Osca, als presentz, fuero, bando, occitano aragonés
 
Pedro II de Aragón, apodado «el Católico» (Huesca, julio de 1178a​-Muret, actual Francia, 13 de septiembre de 1213), fue rey de Aragón (1196-1213), conde de Barcelona (como Pedro I, 1196-1213) y señor de Montpellier (1204-1213). Era hijo de Alfonso II el Casto de Aragón y Sancha de Castilla.
 
Nació, casi con toda probabilidad en el mes de julio de 1178 en Huesca, ciudad en la que estaba su padre Alfonso II que ese mismo mes otorgó al menos dos documentos. Recibió el bautismo en la catedral de Huesca. Su infancia transcurrió en la capital altoaragonesa criado por su ama Sancha de Torres.
 
Pedro II gobernó como rey de Aragón, conde de Barcelona y señor de Montpellier; según Iglesias Costa esto suponía asumir el reconocimiento sobre Sobrarbe y Ribagorza, aunque esos títulos se omitieron desde Alfonso II.​ Estos eran antiguos condados ya unidos al Reino de Aragón en tiempos de Ramiro I.
 
En líneas generales, el reinado de Pedro II estuvo dedicado a la política en los territorios transpirenaicos con limitados resultados y finalmente fracasada, lo que, aparte de la merma crónica de recursos financieros y el endeudamiento de la corona durante su reinado, determinó una menor atención a la frontera hispánica, logrando apenas alguna posición avanzada en territorio andalusí, como Mora de Rubielos (1198) Manzanera (1202) Rubielos de Mora (1203), Camarena (1205) y Serreilla, El Cuervo, Castielfabib y Ademuz (1210)​ si bien desempeñó un papel político de apoyo a una acción cristiana conjunta que frenara la fuerza del poder almohade en la península, y participó activamente junto a Alfonso VIII de Castilla y Sancho VII de Navarra en la campaña que culminó en la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, un triunfo cristiano, según muchos decisivo, y de gran resonancia ya en aquellos momentos.
 
Pedro II renovó la infeudación o vasallaje de Aragón a San Pedro (al igual que ya hicieran tiempo atrás Sancho Ramírez y Pedro I) con su coronación por el papa Inocencio III en el monasterio de San Pancracio de Roma en noviembre de 1204, adquiriendo también el compromiso de la concesión al Papado de una suma anual.​ Esta política de legitimación papal le convirtió en el primer monarca del reino que fue coronado y ungido. A partir de él y por concesión de la Santa Sede en bula dictada el 6 de junio de 1205, los monarcas aragoneses debían ser coronados en la Seo de Zaragoza de manos del arzobispo de Tarragona tras solicitar la corona al Papa (formalidad que implicaba el permiso de Roma), haciéndose extensiva esta prerrogativa a las reinas en 1206.

Los Reys Darago

 
 
Casado en 1204 con María de Montpellier, un matrimonio guiado por sus intereses en el mediodía francés que le proporcionó la soberanía sobre la ciudad de Montpellier, su escasa vida marital estuvo a punto de crear una situación de crisis sucesoria por falta de heredero. La reina María dio finalmente un hijo, Jaime I, (treta palaciega) que garantizó la continuidad de la dinastía aunque hubo un intento de divorcio, que el Papa no concedió, para casarse con María de Montferrato, heredera nominal del reino cruzado de Jerusalén, por entonces inexistente ya en la práctica.
 
 
occitania, Aragón, 1213
Occitania, Aragón, 1213

 


Pedro II no renunció a la política en Occitania y con él se dan, a la vez, la culminación y el fracaso de esa política en la Corona de Aragón que, heredada de la casa condal de Barcelona desde el siglo XI y las campañas con ayuda de magnates ultrapirenaicos de Alfonso I de Aragón, su padre Alfonso II había acrecentado en su doble condición de Rey de Aragón y Conde de Barcelona.

Ramón Berenguer I había iniciado, en oposición a los condes de Tolosa, una política de penetración en Occitania del condado de Barcelona con la adquisición de los territorios de los condados de Carcasona y Rasés (más tarde perdidos a manos de los Trencavel), que continuó en el siglo XIII con Ramón Berenguer III y IV, consolidando su posición en la zona como condes de Provenza y obteniendo, entre 1130 y 1162, el vasallaje de numerosos señores en la zona.

Alfonso II, en el contexto de la expansión almohade (que actuaba de freno a la expansión hacia el sur en la Península Ibérica), pero ahora también como primer soberano titular de la Corona de Aragón (lo que le proporcionaba una base de poder territorial más amplia) había reforzado su presencia en Occitania frente al expansionismo del condado de Tolosa y estuvo «a punto de crear un reino pirenaico que englobara las cuencas del Ebro y del Garona». Pedro II será quien con más decisión lo intentará hacer realidad, culminando la tradición dinástica occitana ahora en un nuevo contexto de alianzas ante el intento de expansión en la zona de otra monarquía rival, los capetos.

Pese a que el condado de Provenza, perteneciente a la Casa de Aragón-Barcelona, había sido asignado a su hermano Alfonso II de Provenza, Pedro II mantuvo su actividad en aquel complejo tablero de intereses marcado por su atomización política, el intento de expansión francesa sobre ella, el desarrollo del catarismo y los consiguientes conflictos con el papa Inocencio III, interesado en erradicarlo e imponerse en la zona.

En 1200 concertó el matrimonio de su hermana Leonor y Raimundo VI de Tolosa. En un concilio en Bagnères-de-Luchon de 1201, Bernardo IV de Cominges se hizo vasallo del rey de Aragón, a cambio de la entrega del Valle de Arán, que pertenecía al rey católico.
En 1202 se celebró la boda del conde de Tolosa con la infanta Leonor.
En 1204, Pedro II se casó con María, heredera del conde de Montpellier, teniendo además, como vasallo, a Ramón-Roger Trencavel, vizconde de Béziers y Carcasona. Ese mismo año intervino en la zona forzando una paz entre su hermano, el conde de Provenza, y el conde de Forcalquier, aliado de Pedro II.

Asimismo se hizo feudatario de la Santa Sede en noviembre de ese mismo año, sin duda con las miras puestas en jugar un papel político en la zona desde una posición de preeminencia y legitimidad, en su condición de rey coronado por el Papa y distanciado del catarismo, catarrismo no, contra el que tanto en Provenza como en Montpellier se tomaron algunas medidas, teniendo que sofocar en esta última ciudad una revuelta en 1206.

Por otro lado, interesado en una alianza con el Sacro Imperio Romano Germánico, comprometió a otra de sus hermanas, Constanza, con el rey de Sicilia Federico II Hohenstaufen, matrimonio que se culminó en 1210, para ser en 1212 coronadas como emperadores del Sacro Imperio.

A lo largo de los siglos xii y xiii, la influencia del catarismo, una herejía cristiana con orígenes en Asia Menor y los Balcanes (paulicianos y bogomilos), se había ido extendiendo en el occidente latino y consolidado con fuerza en la llamada Occitania o territorios del actual mediodía francés, donde se estructuró una Iglesia cátara con varios obispados y cuyo epicentro era la zona de la ciudad de Albi, por lo que también se lo denomina movimiento albigense. La situación de coexistencia con esta iglesia rival, tolerada por los poderes de la zona (situación favorecida por la atomización del poder político y la ausencia de un centro de poder efectivo en Occitania, nunca logrado por el condado de Tolosa), amenazaba allí la hegemonía de la Iglesia romana.

Al mismo tiempo, la prosperidad occitana despertaba la ambición expansionista de la monarquía francesa de los Capetos y de sus baronías de la Isla de Francia, dispuestos a servirse de cualquier argumento para intervenir en los territorios de la Langue d'oc.
Por su parte, Inocencio III encontró en la monarquía francesa el medio más favorable de atajar la «herejía» y reducir a sus prosélitos a la obediencia a Roma, por lo que se mostró siempre complaciente y predispuesto a favorecer las empresas del rey francés, a quien también apoyará en la batalla de Bouvines y en sus conflictos con Inglaterra.
De esta comunión de intereses surgió la cruzada contra los albigenses que se empezó a fraguar a inicios del siglo xii y que finalmente el papa predicó en toda la cristiandad latina, con especial éxito en la Isla de Francia, legitimando al monarca francés en su política expansiva al enviar contra los territorios occitanos –considerados heréticos por Roma– un poderoso ejército mandado por Simón de Montfort bajo la denominación de Cruzada.

Dinero de Pedro II de Aragón (1205-1213). Anverso: Busto del rey coronado. Leyenda: PETRO REX. Reverso: Cruz procesional sobre vástago con florituras de ramas a los lados o «arbor ad modum Floris» (mal llamada "Encina de Sobrarbe", como se interpretó desde el siglo XVI). Leyenda a ambos lados del vástago: ARA-GON.
 
Dinero de Pedro II de Aragón (1205-1213). Anverso: Busto del rey coronado. Leyenda: PETRO REX. Reverso: Cruz procesional sobre vástago con florituras de ramas a los lados o «arbor ad modum Floris» (mal llamada "carrasca o encina de Sobrarbe", como se interpretó desde el siglo XVI).
Leyenda a ambos lados del vástago: ARA-GON.

El acontecimiento que desató el conflicto fue el asesinato en enero de 1208 de Pierre de Castelnau, enviado a Toulouse como legado papal para mediar en nombre de Roma, que indujo al Papa a excomulgar al conde de Toulouse y promulgar la cruzada contra los albigenses.

La guerra «relámpago» en 1209 se dirigió inicialmente contra los vizcondados de la dinastía occitana Trencavel, donde se produjo la brutal toma de Béziers, con una matanza generalizada sin distinción de credo que quedó luego ilustrada en la célebre frase atribuida por las crónicas al legado papal Arnaud Amaury.​ Esta fase inicial de la cruzada acabó con el sitio y la subsiguiente toma de la ciudad de Carcasona en el verano de 1209, tras lo cual le fueron otorgadas al cruzado francés Simón de Montfort, por el propio legado papal, las tierras sometidas de la familia Trencavel. Desde sus nuevas posesiones mantendría una política de ataques y asaltos a los señoríos de la zona incluido el fracasado intento de toma de Toulouse en 1211 y comenzaba la persecución y quema de cátaros a través de la Inquisición, creada expresamente por Roma en 1184 con el objetivo de erradicar la llamada herejía cátara o albigense.

La situación creada generó entre los poderes occitanos un sentimiento de amenaza y repulsa ante la intervención francesa y la cruzada que era propicio para que Pedro II el Católico, como rey y vasallo del papado desde 1204, pudiera obtener una posición de prestigio en la zona actuando como intercesor ante el papado y protector ante Simón de Montfort (ya en la toma de Carcasona de 1209 evitó una matanza negociando con los cruzados una expulsión de los cátaros), prestigio acrecentado con su participación exitosa contra los musulmanes en las Navas de Tolosa. Habiendo obtenido el vasallaje del conde de Toulouse, Raimundo VI, y de otros poderes de la zona, desplegó una política de pacificación concertando el matrimonio de su hijo, el futuro Jaime I, con la hija de Simón de Monfort, entregándole a este, como garantía, la tutela del joven príncipe y único heredero del linaje, que permaneció en Carcasona. Asimismo negoció con Arnaud Amaury, ahora obispo de Narbona y también presente en la campaña de las Navas, la convocatoria de un sínodo en Lavaur para intentar la reconciliación.

Tras el fracaso de la reconciliación entre occitanos y Simón de Montfort, Pedro II se declaró protector de los señoríos occitanos amenazados y de Toulouse. Pese a que su hijo permanecía bajo tutela en poder de Simón de Montfort y la excomunión de Inocencio III, que había optado finalmente por apoyar la causa francesa, reunió finalmente un ejército en sus reinos y territorios peninsulares con el que pasó los Pirineos y junto a los aliados occitanos puso cerco a la ciudad de Muret, donde acudió Simón de Montfort. Partiendo de una situación ventajosa en cuanto a fuerzas y avituallamientos, en la campaña, parece ser, sus huestes actuaron con precipitación y desorganización sin esperar la llegada de todos los contingentes. Resultaría muerto al ser aislado por los caballeros franceses en un combate en el que el rey ocupaba una posición de peligro en la segunda escuadra, en lugar, según era lo habitual, de situarse en la retaguardia. La muerte del rey trajo el desorden y la desbandada entre las fuerzas tolosano-aragonesas y la consiguiente derrota.​ Muret supuso el fracaso y abandono de las pretensiones de la Corona de Aragón sobre los territorios ultrapirenaicos y, según el autor Michel Roquebert, el final de la posible formación de un poderoso reino aragonés-occitano que hubiera cambiado el curso de la historia de Francia y España.

Excomulgado por el mismo Papa que lo coronó, permaneció enterrado en los Hospitalarios de Toulouse, hasta que en 1217 el Papa Honorio III autorizó el traslado de sus restos al panteón real del Monasterio de Santa María de Sigena en Huesca, donde fue enterrado fuera del recinto sagrado.

Muerto Pedro II, Simón de Monfort mantenía aún en custodia a Jaime, el heredero al trono, que había quedado en ese mismo año de 1213 huérfano de padre y de madre, al morir también la reina María de Montpellier con solo 33 años en Roma, donde había viajado para defender la indisolubilidad de su matrimonio.

Ante esta situación, los nobles aragoneses y catalanes posiblemente solicitaran la restitución del joven heredero a Simón de Montfort. Se envió una embajada del reino a Roma para pedir la intervención de Inocencio III quien, en una bula y por medio del legado Pedro de Benevento, exigió contundentemente a Simón de Montfort la entrega de Jaime que se produjo finalmente en Narbona en la primavera de 1214, donde le esperaba una delegación de notables de su reino, entre los cuales se encontraba Guillem de Montredon, maestre del Temple en Aragón encargado de su tutela.

Siendo un niño, Jaime I de Aragón cruzará por primera vez los Pirineos para ser, junto a su primo, Ramón Berenguer V de Provenza, formado y educado con los templarios de Aragón en Monzón, deteniéndose antes en Lérida, donde le juran fidelidad unas Cortes conjuntas de Aragón y Condado de Barcelona.

 
http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=9908

domingo, 16 de febrero de 2020

XXXIV, reg 11, fol 171, 12 abril 1260

XXXIV. 
Reg. N° 11. fol. 171. 12 abr. 1260. (Alfonso X el sabio, yerno, y Jaime I el conquistador, suegro).

Al muy noble don Jayme por la gracia de Dios rey Daragon de Mayorgues et de Valencia conde de Barcilona e de Urgel e senor de Monpesler don Alfonso por essa misma gracia rey de Castella de Toledo de Leon de Gallicia de Sibilia de Cordoba de Murcia et de Jahen salut assi como a suegro et a amigo que mucho amamos et que mucho fiamos e que tenemos en logar de padre et por quien querriemos que diesse Dios tanta de salut e de buena ventura como pora nos mesmo. Rey viemos dos cartas vuestras que nos enbiastes la una abierta e la otra cerrada en razon de lo que vos embiamos rogar con don Goceran de Pinos sobrel fecho de la cruzada de que vos enbiamos los traslados encerrados dentro en esta nuestra carta: e bien tenemos que non las viestes vos nin las mandariedes façer atales que en aquello que dize en la carta abierta que sacades al rey de Tunez et a todos aquellos sobre quien el ha sennorio cosas hi a en que nos non pesarie quel sacassedes e chosas en que tenemos que non lo deviedes querer. E otrosi en lo que dize en la otra carta cerrada que nos sacavades richos omens e los cavalleros que non tenyen de vos terra ni honor Rey ben podedes vos veer que por aquesta guiza todos nos los sacavades et mas nos pesa a nos porque los omes lo entendrien assi que por mengua de lajuda que nos ellos podrien fazer por mar. Et dizimos vos que lo que nos vos rogavemos non lo faziamos porque nos oviessemos agora mucho mester otra ajuda gracias a Dios mas porque querriemos que en tal fecho como aqueste que oviessedes vos parte. Onde vos rogamos rey que veades estos traslados e que daqui adelante las cartas que a nos enbiaredes que las veyades vos primeramente o que las fagades leer ante vos. Dada en Soria. El rey la mando lunes XII dies andados de abril. - Alfonso Martinez la fizo en era de mil e dozientos novaenta et ocho annos. - Carissimo et semper tanquam filio plurimum diligendo amico Alfonso Dei gratia illustri regi Castelle Toleti Legionis Gallecie Seville Cordube Murcie et Jahennis Jacobus per eandem rex Aragonum etc. salutem et sincere dileccionis affectum. Viemos vuestra carta en la qual nos enviades a dezir que nos sacavamos del fecho de la cruzada al rey de Tunez et aquellos qui eren de sa senyoria e que cosas hi avia en que non vos pesaria quel sacassemos e cosas en que non lo deviemos querer: e enviastes nos a dezir que en la otra carta cerrada que vos enbiamos vos sachavamos los richos homnes qui no tenien nuestre ben e que ben podiemos nos veer que todos los en sacavemos. On vos respondemos asi a lo de Miralmomonino senor de Tunez que ben sabedes vos que tanto a con nos e tanto faz per nos que non nos seria gent que homnes nuestros naturales que exiessen de nuestra terra e li feziessen mal: e quando nos hi metiemos la sua seynoria entiendese assi que qui fazia mal a la sua seynoria a el faria mal e per la amor que el nos faze per las treuas que avemos con el e la terza porque tanta de gent de nuestra terra a en la sua e tanto de aver que serian a aventura de perder vos nos en devedes catar quando nos nos end quesiessemos catar que la maior valor que entre los reyes es si es fe e sabemos que vos cataredes la nuestra fe assi quemo nos fariemos la vuestra. Al otro capitol de los vassalos nuestros vos respondemos assi que por las conveniencias que son entre vos et nos queremos catar que en neguna manera vos non podades aver razon de fer bien a aquellos a qui nos non queremos bien. A lo de los caveros de nuestro regno qui son vassallos de los richos homnes e de los qui son de nuestra mesnada vos diziemos que nos place muyto que vos ayuden en esta cruzada que vos queredes fer predicar contra moros. E en esto e en otras chosas avemos voluntat de fer por vos quemo por al mellor amigo que nos avemos e en que nos mas fiamos. E femos vos saber que la merce de Deus somos sanos et alegres la qual coza cobdiciamos odir de vos et mas veer. Datum Ilerde III kalendas madii anno Domini M°CC° sexagessimo.

xxxv-perg-1619-jaime-i-28-julio-1260

martes, 30 de abril de 2019

EL SITIO DE BARBASTRO DE 1064

2.28. EL SITIO DE BARBASTRO DE 1064 (SIGLO XI. BARBASTRO)
 
EL SITIO DE BARBASTRO DE 1064 (SIGLO XI. BARBASTRO)
catedral de Barbastro, interior
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Históricamente es bien conocido cómo la reconquista de Barbastro dio origen a la predicación de la primera cruzada, de modo que la ciudad del Vero fue conocida en toda Europa y, junto a los hechos históricos ciertos, pronto se construyó toda una leyenda acerca del sitio de Barbastro, que tomó forma de canción de gesta.

Según la leyenda, hallábase Aimerico de Narbona celebrando un torneo cuando le llegaron noticias de que el emir musulmán pretendía conquistar Francia, coronarse en el propio San Denís de París y apresar a Aimerico para cortarle la cabeza. Antes de lo esperado, los musulmanes avistaron Narbona, cogiendo prisionera a la propia condesa Hermenjart. La victoria, tras reñida y sangrienta batalla, sonrió a los musulmanes, que hicieron muchos prisioneros, entre los que se encontraban el hijo del propio Aimerico, llamado Buvés de Comarcís, y dos hijos de éste, Guirart y Guileín.
 
Ordenó el rey musulmán que llevaran a los prisioneros a la fortaleza de Barbastro, siendo encerrados junto a la terrible serpiente «Belinais», a la que afortunadamente lograron matar con las armas que les proporcionó Clarión de Vaudune, musulmán dueño de la mitad de Barbastro, que era despreciado por el resto de sus correligionarios. Buvés de Comarcís, con la ayuda de Clarión, se hizo con la plaza y consiguió bautizar a los musulmanes que allí quedaban.

El moro Corsout de Tabarie logró escapar de Barbastro e ir a Narbona, donde anunció al emir la pérdida de la ciudad. Ello hizo que las tropas musulmanas abandonaran Narbona para trasladarse a Barbastro. Buvés de Comarcís y el emir acabaron enfrentándose, cayendo herido el jefe moro.
Ante el cariz que tomaban los acontecimientos, los musulmanes de Barbastro pidieron ayuda a los cordobeses, de modo que las naves de Córdoba, tras cuatro días de navegación, llegaron al puerto de Barbastro. La situación para Buvés de Comarcís y los suyos era desesperada. Gracias a la llegada de un ejército mandado por Aimerico de Narbona y por el propio rey Luis de Francia, los sitiados cristianos fueron liberados y el victorioso rey francés pudo dedicarse a reconquistar España, arrojando de ella a los musulmanes.
 
Ubieto, Antonio, Historia de Aragón. Literatura medieval, I, págs. 359-360.]


https://es.wikipedia.org/wiki/Barbastro

Barbastro (en aragonés Balbastro) ​es una ciudad española de la provincia de Huesca, siendo la tercera ciudad más poblada y la séptima de Aragón, capital de la comarca del Somontano de Barbastro. La ciudad (originalmente es posible que se llamara Bergidum o Bergiduna) se encuentra en la unión de los ríos Cinca y Vero.

Entre las primeras estribaciones de los Pirineos y las llanuras de los Monegros se extiende la comarca del Somontano ("terreno situado en la falda de una montaña"), cuya capital es Barbastro. A estas vías se une una buena red de carreteras comarcales y locales, como el eje que siguen el cauce del río Vero para penetrar en el Parque Cultural del Río Vero al que da nombre y al Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.

Barbastro posee una altitud de 341 metros sobre el nivel del mar. Está enclavada en una zona prepirenaica y su clima es mediterráneo continental con una temperatura media de 13,8 °C y une mediante las numerosas acequias que derivan del río Vero, que atraviesa la población y se encuentra canalizado en la zona urbana a lo largo de más de un kilómetro.

Como principales cultivos destacan el olivo, el almendro, los cereales y la vid, que produce un vino bajo la Denominación de Origen Somontano.

Es una de las ciudades con más empresas industriales de la comarca.

En la época romana formaba parte de la Hispania Citerior, más tarde llamada Hispania Tarraconensis.

La ciudad fue tomada por los árabes bajo el liderazgo de Muza (711), quienes le dieron el nombre Barbaschter, que deriva del nombre de Barbastrum, de acuerdo a la opinión comúnmente aceptada. Los sarracenos la mantuvieron en su poder hasta el año 1063 en que fue tomada por Sancho Ramírez. Ramiro I de Aragón ya había intentado repetidas veces apoderarse de Barbastro y Graus, lugares estratégicos que formaban una cuña entre sus territorios. Barbastro era la capital del distrito nororiental de la Taifa de Zaragoza y esta localidad acogía un importante mercado.

En 1063 Ramiro I sitió Graus, pero Al-Muqtadir en persona, al frente de un ejército que incluía un contingente de tropas castellanas al mando de Sancho II de Castilla (hermano de Alfonso VI de Castilla) que contaba entre sus huestes con un joven castellano llamado Rodrigo Díaz de Vivar, consiguió rechazar a los aragoneses, los cuales perdieron en esta batalla a su rey Ramiro I. Poco duraría el éxito, pues el sucesor en el trono de Aragón, Sancho Ramírez, con la ayuda de tropas de condados francos ultrapirenaicos, tomó Barbastro en 1064 en lo que se considera la primera llamada conocida a la cruzada, la cruzada de Barbastro. A ese hecho histórico se refiere el cantar de gesta francés del ciclo carolingio Le siège de Barbastre del que se conserva un ejemplar manuscrito de principios del siglo XIII en la Biblioteca Nacional de París.

En 1065 Al-Muqtadir reaccionó solicitando la ayuda de todo Al-Ándalus, y llamando a la yihad volvió a recuperar Barbastro. Este triunfo le permitió tomar a Al-Muqtadir el sobrenombre honorífico de "Billah" ("el poderoso gracias a Alá"), y Barbastro siguió en manos de la Taifa de Zaragoza hasta que fue recuperada definitivamente en 1101 por el rey Pedro I de Aragón que, con el permiso del Papa, la convirtió en sede episcopal, trasladando la sede desde Roda de Isábena. El primer obispo, Poncio, fue a Roma para obtener el permiso del Papa para hacer el traslado.

Muchos concilios provinciales y diocesanos se han realizado en la ciudad desde entonces: las Cortes Generales se han reunido allí ocasionalmente y durante una de las sesiones en 1134 el nuevo rey Ramiro II de Aragón, el Monje, renunció a la silla episcopal.

En el año 1137 se produjo en la ciudad uno de los acontecimientos históricos más relevantes: en el barrio del Entremuro, se firmaron los esponsales entre el conde Ramón Berenguer IV de Barcelona y Petronila, hija de Ramiro II el Monje. Este hecho dio lugar al nacimiento de la Corona de Aragón.

De su importancia en la época nos hablan las frecuentes visitas de Alfonso II, puesto que desde su reconquista se ganó el rango de ciudad infanzona con voto en Cortes, acogió las celebradas por Pedro II, en 1196.

Dos siglos más tarde, y a la muerte de Juan I, Barbastro sufrió el sitio del Conde de Foix en 1395.

Nuevamente, en 1626, las Cortes Generales de Aragón, bajo el reinado de Felipe IV se convocaron en la ciudad. Con este monarca, Barbastro fue retaguardia en la guerra de Cataluña, reiterando un protagonismo en la vida militar que se repetiría en la guerra de la Independencia, en el primer choque entre liberales y carlistas o en la Guerra Civil española. El escritor británico George Orwell, que estuvo restableciéndose en Barbastro de una herida de guerra, hace referencia en varias páginas de su libro "Homenaje a Cataluña", a la vida y al paisaje urbano de esta ciudad. Durante la guerra civil española se produjo en esta zona la mayor persecución religiosa de toda España, donde murieron el 87% de los sacerdotes y monjes de toda la diócesis.

Del siglo XIX, con realizaciones importantes y caracterizado por un impulso urbano y comercial progresista, se pasa a un regresivo comienzo del siglo XX. Solo a finales de los años 60, con las obras del embalse de El Grado y el Canal, un nuevo ritmo reactiva la economía. Con este impulso, el afán de industrialización de la década siguiente, con la creación de un Polígono Industrial, retoma el testigo de la agricultura y el comercio. También la construcción en los años 70 del cercano santuario de Torreciudad, ha contribuido a la notoriedad de esta ciudad.

La actividad comercial en Barbastro ha sido siempre unos de los pilares económicos de la ciudad:

Las tiendas son muchas y en todas se encuentran objetos de uso del país y de lujo para las clases acomodadas que no tienen necesidad de acudir a otros puntos para llenar sus deseos de gusto y elegancia.

Ignacio de Asso en su Historia de la economía Aragonesa, siglo XVIII
Durante la Guerra de los Pirineos, concretamente entre diciembre de 1794 y enero de 1795, en que el comercio no era floreciente, a la vez que las intensas relaciones comerciales con Francia estaban cortadas. A pesar de todo, los comerciantes de Barbastro mantenían su actividad comercial con la venta de géneros, no solo españoles sino ultramarinos, que llegaban de Inglaterra o de las colonias a los puertos catalanes o levantinos.

Las calles más comerciales de Barbastro eran Mayor, Monzón, Mercado y Rioancho, destacando las dos últimas que con sus porches y enlosados facilitaban al público sus compras. Basándonos en los derechos reales que debían pagar los comerciantes por los géneros ultramarinos éstos se pueden clasificar en tres grandes grupos:

Alimenticios: Cacao, chocolate, azúcar, especias como la pimienta, el clavo, la canela Casia o la de Manila y el abadejo, que se almacenaba en un local habilitado en el Santo Hospital de San Julián y Santa Lucía.
Quincalla: Hebillas, cruces, corazones, medallas, agujas de coser o del pelo, alfileres, clavos para carro, cascabeles, cuerdas de monocordio, persianas, dedales de hierro y de latón o hilo de hierro, entre otras cosas.

Textiles:
- Tejidos de lana como los barraganes
- Telas impermeables, el anascoto
- Las sargas de Guadalajara
- El tripe, similar al terciopelo
- El cristal, tejido muy fino con algo de lustre
- Las sempiternas, tejido muy tupido
- La rasilla
- Las serafinas, similar a la bayeta con flores o dibujos
- Las estameñas
- El lila, telas de colores
- El burato, para alivio del luto en verano
De los géneros de algodón destacan:
- La indiana, que estaba estampada por una cara
- Los ruanes
- Las sargas
- El fustán, que tenía pelo por una cara
- La muselina de Flandes
- El true, lienzo fino
- El coton
- El terliz que era una tela fuerte.
Por lo que respecta a los tejidos finos:
- La escarlatina de seda, brocada en oro
- La estofa de seda
- La griseta que era un tejido de seda con flores
- El broquat o brocado de seda con dibujos de colores.
Había otra serie de tejidos variados:
- Los chamelotes que era un tejido impermeable de pelo de camello
- Las platillas o lienzo barato
- El peñasco, tela muy duradera
- Los zaffres que eran de color azul
- El bocadillo, lienzo delgado muy barato
- Los chalones, mantos negros
- El clarín que era una tela fina de hilo para vueltas
- El cambray
- La holandesa
- monfortes, escadarzo, felipichi y otros.

A la ciudad de Barbastro, a lo largo de su historia, se le han concedido varias ferias; por el estudio de un documento del año 1732 depositado en el Archivo Municipal de Barbastro sabemos que la ciudad celebraba la feria de San Marcos Evangelista, que había sido concedida por Privilegio del rey Alonso de Aragón y que duraba siete días antes de la festividad del santo y siete después.

Otra era la feria de San Bartolomé que comenzaba quince días antes de la celebración del santo y continuaba quince días después; esta feria fue concedida por un Privilegio Real de Pedro IV de Aragón, dado en Zaragoza el 24 de junio de 1361, ratificado por el Justicia Mayor del Reino de Aragón el 30 de agosto de 1555 y posteriormente, el 23 de enero de 1672.

El 3 de noviembre de 1371, en la Villa de Caspe, el rey Pedro IV otorgó un Privilegio a la ciudad de Barbastro para celebrar una feria que durase quince días y que comenzaba el día de Nuestra Señora de Agosto.

También concedió el rey Carlos II, en las Cortes Generales de Zaragoza de 1678, un Privilegio para celebrar feria-mercado el día 1 y 15 de cada mes, sin que se extendiese a otros. La feria de Santo Tomás Apóstol se venía celebrando desde tiempo inmemorial.

Pero la que más nos interesa es la de Nuestra Señora de la Candelaria, concedida por un Privilegio de la “Serenísima Señora Doña Germana de Foix”, esposa del rey Fernando el Católico, en las Cortes celebradas en la Villa de Monzón el 22 de septiembre de 1512. La feria comenzaba doce días antes de la festividad de Ntra. Sra. y continuaba por espacio de otros doce días, vendiéndose en ella hierro labrado y quincalla, ampliándose posteriormente a otros géneros.

La feria de la Candelera se ubicaba en el cuartón de “dentromuro”, en la plaza del Entremuro o de la Candelera y calles adyacentes. Cobró tal auge que en un momento determinado las autoridades municipales decidieron cambiar su localización, buscando un sitio más amplio, por lo que en el año 1813 se publicó un bando para que la feria se celebrase “debajo del Coso y Rioancho y los cerdos se pusiesen en la Plaza Rastro”, mandándose iluminar las ventanas de las casas para el paso de la retreta que se celebraba el último día.

Pero no solo fue especial la Feria de la Candelera del año 1813 por su nueva ubicación sino porque además coincidió con el acto oficial de la jura de la Constitución política de la Monarquía Española que había sido proclamada en Cádiz el 19 de marzo de 1812, pero al estar Barbastro ocupado por los franceses, el juramento no pudo efectuarse hasta 1813. La vigencia de esta constitución fue breve, ya que a finales de mayo del año siguiente y por orden expresa del rey Fernando VII se quemó el único cuadernillo que de ella había en la ciudad, en un acto público celebrado en la Plaza del Mercado, tal como describe el Libro Gestis de la Ciudad:

Aquí no se había hecho sino publicar la constitución en la forma y modo que queda dicho, ni había mas monumento que el exemplar de la misma depositado en las casas Consistoriales de las que fue extraído y conducido al Mercado donde fue entregado â las llamas por el Corredor de la Ciudad, y se reduxo â cenizas entre las execraciones del Pueblo que al mismo tiempo aclamaba â su Soberano”.

Libro Gestis de la Ciudad

La feria de la Candelera ha sido la única que ha conservado su carácter mercantil, ya que la feria de septiembre, que eran fundamentalmente de ganado, se ha convertido en las fiestas patronales, perdiendo totalmente su carácter comercial.

Barbastro acoge desde hace casi medio siglo el Premio Internacional de Novela Corta Ciudad de Barbastro

https://www.escritores.org/recursos-para-escritores/25604-l-premio-internacional-de-novela-ciudad-de-barbastro-2019-espana

y el Premio Internacional de Poesía Hermanos Argensola.

https://www.escritores.org/recursos-para-escritores/25605-li-premio-internacional-de-poesia-hermanos-argensola-2019-espana

Premios que son considerados dos de los certámenes de novela corta y poesía más prestigiosos y consolidados de España. A lo largo de los años han contado entre sus ganadores a autores como Javier Tomeo, Eduardo Mendicutti, Fernando Marías Amondo, Luis Leante, Pablo Villafruela, Juan Carlos Méndez Guédez, Antonio Rabinad, Cristina Cerrada, Blanca Riestra y Juan Malpartida, en novela corta, y Luis de Blas, Carlos Alcorta, Luna de Miguel y Jordi Virallonga, entre los de poesía.

Se enmarca dentro de la cocina aragonesa, caben destacar como autóctonos la empanada goguera. Aunque uno de los platos más representativos es la chireta (tripa de cordero rellena de arroz, jamón, tocino y vísceras). Dentro de la repostería cabe destacar los crespillos elaborados con las borrajas del lugar. Son populares también los pasteles Biárritz y el pastillo (denominado también: empanadico). Barbastro es la capital del vino de la D. O. Somontano.

martes, 24 de agosto de 2021

OBRAS RIMADAS DE RAMON LULL, idioma catalan-provenzal, Gerónimo Rosselló

OBRAS
RIMADAS
DE

RAMON LULL,

ESCRITAS EN IDIOMA CATALAN-PROVENZAL,
PUBLICADAS POR PRIMERA VEZ
CON UN ARTÍCULO
BIOGRÁFICO, ILUSTRACIONES Y VARIANTES,
Y
SEGUIDAS DE UN
GLOSARIO DE VOCES ANTICUADAS
POR
GERÓNIMO ROSSELLÓ.



PALMA.



IMPRENTA
DE PEDRO JOSÉ GELABERT.
AÑO 1859.

//
Nota del
editor, Ramón Guimerá Lorente: Se actualiza en la mayor parte la
ortografía sólo en castellano. Ejemplo, á: a; ó: o; e: e; razon:
razón; Ramon sin tilde lo dejo; -
Fuente de las
imágenes:
cervantesvirtual 
Texto OCR por google, con muchísimos
errores, editado por
mí.
https://books.google.es/books?id=A3oGAQAAIAAJ&pg=PA58&focus=viewport&hl=es&output=text#c_top
//

Reverso:
Es propiedad del impresor Pedro José Gelabert.


OBRAS RIMADAS DE  RAMON LULL,  ESCRITAS EN IDIOMA CATALAN-PROVENZAL, PUBLICADAS POR PRIMERA VEZ CON UN ARTÍCULO BIOGRÁFICO, ILUSTRACIONES Y VARIANTES, Y SEGUIDAS DE UN GLOSARIO DE VOCES ANTICUADAS POR GERÓNIMO ROSSELLÓ.  PALMA.  IMPRENTA DE PEDRO JOSÉ GELABERT. AÑO 1859.


AL
EXMO. SR. D. RAFAEL DE BUSTOS Y CASTILLA,
Marqués de Corvera,
ministro de fomento, caballero gran cruz de la real y distinguida
orden española de Carlos III, gentil hombre, de cámara de S.M. Con
ejercicio, caballero maestrante de la real de caballería de Granada,
senador del reino etc., etc., etc.

Exmo. Señor:

Colocar
el nombre de Lulio, doblemente célebre por lo ilustre de su prosapia
y por la gran significación que tiene en la república de las
letras, junto al de V.E. que a tanta altura elevan los genealogistas,
y que con singular agradecimiento recordará la literatura, es la
mayor satisfacción que pudiera proporcionarme el humilde aunque
asiduo trabajo de coleccionar y publicar por primera vez en su propio
traje las poesías del genio asombroso y fecundo del siglo XIII.
Permítame pues V.E. que llene mi deseo, y dígnese admitir con
agrado el fruto de mis vigilias; y el placer con que se lo ofrezco
haga a V.E. Disimular las faltas mías de que seguramente adolece.
Palma de Mallorca 2 de Diciembre de 1859.

Exmo.
Señor:
Gerónimo Rosselló.



ÍNDICE.
(El
número de página se omite en este formato, doc, html; coincide en
el pdf)

DEDICATORIA.

ÍNDICE.
INTRODUCCIÓN.
RAIMUNDO LULIO.
I. Reseña
biográfica. - Nacimiento de Lulio. - Sus mocedades, conversión,
retiro, penitencias y peregrinación. - Su vida contemplativa. - Sus
estudios. - Concepción del primer pensamiento de su Arte. - Sus
primeros libros. - Fundación del colegio de Miramar. - Permanencia
de Lulio en él y tratados que en este tiempo escribió. - Sus
proyectos de cruzada y viajes al efecto a Roma, a varias cortes de
Europa, al África y al Ásia.
- Su residencia en Perpiñan y
Montpeller. - Libros que escribió en estas ciudades.
- Su
regreso a la corte romana, y
viajes
a París, Montpeller y Túnez. - Vuelta a Roma y Montpeller. -
Libros que escribió en estos puntos. Su viaje a Génova para
dirigirse a Túnez. - Su predicación, persecuciones y padecimientos
en África. - Su viaje a Nápoles y regreso a Roma. - Desengaños
que esperimentó
en esta última capital, y libros que en ambas escribió. - Vuelta a
Génova, Montpeller y París, donde escribe nuevos libros, y su
regreso a Mallorca por Barcelona. - Libros que escribió en su viaje
y permanencia en su pais
natal. - Viaje a Chipre y peligro que corre su existencia. - Su
estancia en Famagosta. - Viaje a la Armenia, a las islas de Rodas y
Malta, y a Génova. - Libros que escribió durante este viaje. - Su
vuelta a Mallorca y a Montpeller. - Su nueva misión en Génova,
desde donde se dirige otra vez a Montpeller. - Su permanencia en
Aviñón y regreso a Montpeller. - Libros que escribió en estos
puntos. - Nuevo viaje a París. - Sus relaciones con Scoto. - Viaje
a Pisa, Mallorca y África. - Sus peligros y aventuras entre los
mahometanos. - Viaje a Génova y naufragio experimentado en él, que
le lleva otra vez a Pisa. - Nuevos libros. - Su llegada a Génova. -
Esperanzas de una nueva cruzada, y viaje que ellas motivan hacia
Aviñón. - Libros que en esta ocasión escribe. - Indiferencia del
Sumo Pontífice para con los planes de Lulio. - Obstáculos que se
oponen a sus tentativas. - Regresa a París. - Su magisterio en
aquella Universidad y libros que escribe a la sazón. - Relaciones
entre Lulio y Felipe el Hermoso de Francia. - Aprobación del Arte
de Lulio por la Universidad de París. Concilio general de Viena. -
Súplicas de Lulio ante aquella asamblea y lo que consiguió de los
prelados y padres que la componían. - Conocimientos de Lulio en la
alquimia. - Libros que escribió sobre esta materia y sus trabajos
prácticos en la corte de Eduardo II de Inglaterra. - Pasa otra vez a
Mallorca donde escribe nuevos tratados. - Se embarca para Sicilia y
se establece en Mesina. - Libros que escribió en este punto. -
Vuelve a Mallorca y se embarca por última vez para el África. - De
Bujia
se dirige a Túnez, donde escribe sus postreros libros. - Su
predicación en Túnez y después en Bujía. - Su martirio y su
muerte. - Sus funerales en Mallorca donde son trasladados sus restos.

II. Virtudes heroicas de Lulio. - Sus sacrificios por la
exaltación de la fé católica.
- Su esperanza puesta a prueba
por los contratiempos. - Su caridad, móvil principal de todos sus
actos. - Rasgos de su inspiración por el amor divino. - Su
humildad.
- Mortificaciones que se imponía. - Penitencias que
hizo. - Su desprendimiento de todo lo terreno. - Sus ideas sobre la
oración. - Su tolerancia en medio de las persecuciones de que fue
objeto. - Su amor a la verdad. - Rasgos de su pluma relativos a la
conciencia, a la piedad, al consuelo, a la obediencia, a la
perseverancia, a la limosna, a la laboriosidad, al buen trato, a la
firmeza de ánimo y otras virtudes. - Elocuencia con que sabía
anatematizar los vicios. - Su abnegación a par de su sabiduría. -
Alusión a los bandos que nacieron de su doctrina. - Demasiado
fanatismo de sus encomíadores, y mala fé de sus antagonistas. -
Superficialidad con que estos generalmente han hecho el análisis
crítico del sistema de Lulio. - La doctrina luliana con relación a
su época. - Imposibilidad de reducir el entendimiento humano al
mecanismo a que intentó sujetarlo Lulio. - Auxilio que prestó a
Lulio su Arte para escribir sobre todas las materias bajo principios
sólidos y fecundos. - Necesidad de un estudio analítico de sus
obras. - Unidad indivisible con que Lulio consideraba la ciencia. -
Lulio como primer iniciador de una enciclopedia.
- Lulio teólogo.
- Lulio escritor místico y ascético. - Lulio orador sagrado y
preceptista en la oratoria. - Lulio jurisconsulto. - Lulio médico. -
Lulio escritor de lógica, moral y metafísica.
- Lulio físico.
- Descubrimiento de la aguja náutica. - Lulio matemático y
astrónomo.
- Lulio alquimista. - Sus relaciones con Arnaldo de
Villanueva (Arnau
de Vilanova
)
y conocimiento que tenía de las obras de Geber. - Descubrimiento del
ácido nítrico.
- Sus importantes observaciones sobre el
aguardiente, las sales, la calcinación y la destilación. - Opinión
de Boherave sobre los conocimientos químicos de Lulio. - Principios
fecundos de Lulio citados y juzgados por un autor francés. -
Conocimientos de Lulio en la estrategia y en el arte de la
navegación. - Su Arte
de navegar. -

Opinión de D. Martín Fernández de Navarrete sobre la ciencia
náutica de Lulio. - Lulio astrólogo. - Lulio humanista. -
Equivocación padecida por algunos que han supuesto que Lulio
escribió en latín sus obras. - Pureza de su lenguaje. - Defectos
de las traducciones latinas que de sus obras se hicieron en la edad
media. - Conocimientos de Lulio en la música - Libro titulado Arte
de cantar. -
Fecundidad
de Lulio como escritor. - Edición moguntina de las obras de Lulio
por Ibo Zalzinger. - Fé que tenía Lulio en el resultado de la
enseñanza de su Arte. - Propagación de su sistema en Europa. -
Tibieza de sus contemporáneos para con los proyectos de Lulio. -
Inoportunidad de los medios que Lulio adoptaba para llevarlos a cabo.
- Poca atención que prestaba a los asuntos políticos de su tiempo.

- Encono con que el inquisidor de Aragón Nicolás Aymerich
procedió contra las obras lulianas. - Falsedad con que las supuso
condenadas por una bula pontificia. - Apologistas



de
Lulio.
III. Error de los que creen que Lulio pasó repentinamente
de la ignorancia a la sabiduría.
- Educación literaria y
caballeresca de Lulio. - Su instrucción en los negocios de estado,
en la índole, usos y costumbres de los pueblos, en el arte de la
guerra, en la política, cosmografía, historia y en las letras. -
Aprecio que D. Jaime el Conquistador hizo de Lulio, eligiéndole
senescal de su hijo el príncipe D. Jaime. - Sus libros sobre el
Régimen de príncipes, Orden de caballería y Arte política.
- La gaya ciencia como su principal ocupación durante su vida
cortesana. - Su genio poético dedicado exclusivamente al culto del
amor. - Pérdida de las trovas de la juventud de Lulio. - Su poética
aventura con una dama genovesa. - Sus desengaños. - Antipatía que
desde su conversión tuvo por todo deleite. - Inconvenientes de ella
para la posía. - Aplicación de su talento poético a los asuntos
místicos, a la moral y a la didáctica. - Objeto de sus poesías. -
Códices en que han quedado consignadas. - Opinión de Jovellanos
acerca las poesías de Lulio.
EL LLANTO DE LA VIRGEN.



PLANT
DE NOSTRA DONA SANCTA MARÍA.
Variantes



LAS
HORAS DE LA VIRGEN.



HORAS
DE NOSTRA DONA SANCTA MARÍA.



De
la confessió que hom deu fer a cascuna hora ans que la diga.



De
maytinas... I. De un Deu. II. De Deu pare. III. De Deu fill. IV. De
Sant Esperit.
V. De creador. VI. De recreador. VII. De
glorificador.
De prima... (A vos mayre de pietat.) I. De la sua
concepció. II. De la nativitat. III. De la passió. IV. Devallá als
inferns. V. De resurrecció. VI. Del pujament de Jesu-Christ al cel.



VII.
Del día del judici.
De tercia... I. De saviesa. II. De
enteniment. III. De consell. IV. De força. V. De sciencia.



VI.
De pietat. VII. De temor.



De
sexta... I. De justicia. II. De prudencia. III. De fortitudo. IV. De
temprança. V. De fé.



VI.
De esperança. VII. De caritat.



De
nona... I. De avaricia. II. De glotonia. III. De luxuria. IV. De
ergull. V. De accidia.



VI.
De enveja. VII. De ira.
De vespres.... I. De matrimoni. II. De
baptisma. III. De confirmació. IV. De la misa.



V.
De órde. VI. De penitencia. VII. De extrema-unció.



De
completas... I. De membrança. II. De entendre. III. De voluntat. IV.
De ángels.
V. De imaginar. VI. De sentir. VII. De pregar.



De
la fi de aquest libre.



Variantes



AL
SER SUPREMO.
Á VOS, DEUS GLORIÓS.



EL
PECADO DE ADÁN.



LO
PECCAT DE N' ADAM.



Variantes



LA
VIRGEN MARÍA.



Á
LA VERGE SANCTA MARÍA.



Versión
de 1521.

REY GLORIOSO!



REY
GLORIÓS!



Versión
de 1521.



LOS
CIEN NOMBRES DE DIOS.



ELS
CENT NOMS DE DEU.



I.
¡Ó Deus!



II.
¡Ó essencia!



III.
¡Ó unitat!



IV.
¡Ó trinitat!



V.
¡Ó pare!
VI. ¡Ó fill!



VII.
¡Ó Sant Esperit!



VIII.
¡Ó singular!
IX. ¡Ó estant!



X.
¡Ó faént!



XI.
¡Ó ens necessari!



XII.
¡Ó perseitat!



XIII.
¡Ó libertat!



XIV.
¡Ó simple!



XV.
¡Ó sanct!



XVI.
¡Ó vida!



XVII.
¡Ó infinitat!



XylII.
¡Ó eternitat!



XIX.
¡Ó tot!



XX.
¡Ó bò!



XXI.
¡Ó gran!



XXII.
¡Ó potestat!



XXIII.
¡Ó saviesa!



XXIV.
¡Ó amor!



XXV.
¡Ó virtut!



XXVI.
¡Ó veritat!



XXVII.
¡Ó gloria!



XXVIII.
¡Ó justicia!



XXIX.
¡Ó larguea!



XXX.
¡Ó forma!



XXXI.
¡Ó producció!



XXXII.
¡Ó bèll!



XXXIII.
¡Ó Jesus!



XXXIV.
¡Ó creador!



XXXV.
¡Ó recreador!



XXXVI.
¡Ó glorificador!



XXXVII.
¡Ó ressucitador!



XXXVIII.
¡Ó salvador!



XXXIX.
¡Ó edificador!



XL.
¡Ó sostenidor!



XLI.
¡Ó exoidor!



XLII.
¡Ó ordenador!



XLIII.
¡Ó visitador!



XLIV.
¡Ó consolador!



XLV.
¡Ó consellador!



XLVI.
¡Ó confortador!



XLVII.
¡Ó defensor!



XLVIII.
¡Ó sanador!



XLIX.
¡Ó castigador!



L.
¡Ó nodridor!



LI.
¡Ó endreçador!



LII.
¡O emperador!



LIII.
¡Ó elegidor!



LIV.
¡Ó faédor!
LV. ¡Ó valor!



LVI.
¡Ó senyoretjador!



LVII.
¡Ó vencedor!



LVIII.
¡Ó gracia!



LIX.
¡Ó misericordiant!



LX.
¡Ó piadós!
LXI. ¡Ó abundós!



LXII.
¡Ó rey!



LXIII.
¡Ó humil!



LXIV.
¡Ó suau!



LXV.
¡Ó membrat!



LXVI.
¡Ó loạt!



LXVII.
¡Ó nomenat!



LXVIII.
¡Ó honrat!



LXIX.
¡Ó reclamat!

Tú, Señor Deus, est mon recorriment,



LXIX.
¡O
RECLAMAT!


Deus
es reclám dels peccadors,


Quant
son en perill e en plors


E
a Deus demanan socors.


Es
Deus reclám d' hom qui 's penet,


E
qui ab bé far se sotsmet


A
satisfacció e a dret.


Car
Deus ha los homens creats,


E
'ls porta bona volentats,


Vol
per éll esser reclamats.


Reclamar
a Deus que li ajut


Com
puscha guanyar virtut,


Es
reclám per Deus molt volgut.


Tantost
com Deus es Reclamát,


Es
l' hom per éll ajudat,


Ab
qu' el reclám ab leyaltat.


Qui
reclama Deus per haver,


Per
viure e honor haver,


No
es reclam de gran plaer.


Cell
qui reclama Deus en la mort


Que
li remeta pena e tòrt,


Cové
qu' el reclám molt fort.


Molt
fá meyllor Deus reclamar,


Per
ço qu' el puscha molt honrar,


Que
per ço qu'éll vulla salvar.


Segurament
pot reclamar


Aquell
qui Deus vol molt honrar,


Car
Deus no 's pot a éll negar.


Tú,
Señor Deus, est mon recorriment,


Perqu'
eu te prech humilment
































Que
m' ajuts a ton honrament. 



LXX.
¡Ó beneit!



LXXI.
¡Ó servit!



LXXII,
¡Ó temut!



LXXIII.
¡Ó pregat!



LXXIV.
¡Ó distincció!



LXXV.
¡Ó concordança!



LXXVI.
¡Ó egual!



LXXVII,
¡Ó inocent!



LXXVIII.
¡Ó alt!



LXXIX.
¡Ó significant!



LXXX.
¡Ó perseverant!



LXXXI.
¡Ó eximplificat!



LXXXII,
¡Ó movent!



LXXXIII.
¡Ó comprenent!



LXXXIV.
¡Ó digne!



LXXXV.
¡Ó esperat!



LXXXVI,
¡Ó major!



LXXXVII.
¡Ó amich!



LXXXVIII.
¡Ó desitjat!



LXXXIX.
¡Ó costant!



XC.
¡Ó leyal!



XCI.
¡Ó present!



XCII,
¡Ó noble!



XCIII.
¡Ó intenció principal!



XCIV.
¡Ó procurador!



XCV.
¡Ó advocat!



XCVI.
¡Ó invisible!



XCVII.
¡Ó inmortal!



XCVIII.
¡Ó infalible!



XCIX.
¡Ó principi!



C.
¡Ó fi!
De la fi de aquest libre.



Variantes



LA
ALQUIMIA.



L'ART
DE LA ALQUIMIA.



EL
DESCONSUELO.



EL
DESCONORT



Variantes.



CANTO
DE RAIMUNDO.



LO
CANT DE RAMON.



DICTADO
DE RAIMUNDO.


LO
DICTAT DE RAMON.
I. Que Deus sia de necessitat.



II.
Que sia un Deus.



III.
Que Deus sia en pluralitat.



IV.
Que Deus sia encarnat.



V.
Qu' el mon sia creat.



VI.
Que sia resurrecció.



Variantes.



APLICACIÓN
DEL ARTE GENERAL.



APLICACIÓ
DE L' ART GENERAL.



De
la teologia... I. De la primera distincció. II. De la segona
figura. III. De la terça figura.



IV.
De la quarta figura. V. De la segona distincció. VI. De la terca
distincció. VII. De la quarta distincció. VIII. De la quinta
distincció. IX. De la sisena distincció.
De la philosofia.
I. Primera distincció. II. De la segona distincció. III. De la
terça distincció.



IV.
De la quarta distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la
sisena distincció.



De
la logica... I. De la primera distincció. II. De la segona
distincció. III. De la terça distincció. IV. De la quarta
distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la sisena
distincció.



Del
dret... I. Primera distincció. II. De la segona distincció. III. De
la terça distincció.



IV.
De la quarta distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la
sisena distincció.



De
la medicina.. I. De la primera distincció. II. De la segona
distincció. III. De la terça distincció. IV. De la quarta
distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la sisena
distincció.



De
rhetorica..... I. De la primera distincció. II. De la segona
distincció. III. De la terça distincció. IV. De la quarta
distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la sisena
distincció.
De moralitats... I. Primera distincció. II. De la
segona distincció. III. De la terca distincció.



IV.
De la quarta distincció. V. De la cinquena distincció. VI. De la
sisena distincció.



De
la fi de aquest libre.



Variantes.



LA
MEDICINA DEL PECADO.



MEDICINA
DE PECCAT.



De
la primera part de est libre, qui es de contricció.







I.
D' amor. II. De temor. III. De dolor. IV. De valor. V. De elegiment.
VI. De penediment.



VII.
De falliment. VIII. De obligament. IX. De desobediencia. X. De
vergonya. XI. De mentir. XII. De engan. XIII. De crueltat. XIV. De
desesperar. XV. De jurar. XVI. De infamia.



XVII.
De escusació. XVIII. De impaciencia. XIX. De desleyaltat. XX. De
sejornar.



XXI.
De ociositat. XXII. De sentir. XXIII. De cogitar. XXIV. De parlar.
XXV. De obrar.



XXVI.
De carreras. XXVII. Del còr. XXVIII. De imaginació. XXIX. De
perdre. XXX. De mal eximpli. XXXI. De indiscreció. XXXII. De
oblidar.



De
la segona part de aquest libre, qui es de confessió.



I.
De Deu. II. De la unitat de Deu. III. De trinitat. IV. De bontat. V.
De granea. VI. De eternitat. VII. De poder. VIII. De saviea. IX. De
volentat. X. De virtut. XI. De veritat. XII. De gloria. XIII. De
justicia. XIV. De misericordia. XV. De la humanitat de Jhesu-Christ.



XVI.
De la passió de Jhesu-Christ. XVII. De senyoria.



De
Sancta María.



XVIII.
De sanctetat. XIX. De altetat. XX. De nobilitat. XXI. De virginitat.
XXII. De constança. XXIII. De humilitat. XXIV. De esperança. XXV.
De maternitat. XXVI. De pietat.



XXVII.
De ángels. XXVIII. Dels prophetes. XXIX. De apostols. XXX. De
martirs. XXXI. De confesors.
De la terça part de est libre, qui
es de satisfacció.



I.
De un Deu.
II. De colre festa.
III. No penrás lo nom de Deu
en va.



IV.
No farás fals testimoni.



V.
Honrarás ton payre e ta mayre.



VI.
No farás ladronía.



VII.
No farás homicidi.



VIII.
No lutxuriarás.



IX.
No cobejarás la muller de ton vehí.



X.
No cobejarás los bens de ton vehí.



XI.
De veer.



XII.
De oyr.



XIII.
De odorar.



XIV.
De gustar.



XV.
De tocar.



XVI.
De affar.



XVII.
De imaginació.



XVIII.
De memoria.



XIX.
De enteniment.



XX.
De volentat.



XXI.
De justicia.



XXII.
De prudencia.



XXIII.
De fortitudo.



XXIV.
De temprança



IX.
De fé.



XXVI.
De esperança.



XXVII.
De caritat.



XXVIII.
De castetat.



XXIX.
De humilitat.



XXX.
De diligencia.



XXXI.
De leyaltat.



XXXII.
De pasciencia.
De la quarta part de est libre, qui es de
temptació.



I.
De mal ángel e bò.



II.
De esser Deus.



III.
De trinitat.



IV.
De creació.



V.
De encarnació.



VI.
De la passió de Jhesu-Christ.



VII.
De resurrecció.



VIII.
Del sagrament del altar.



IX.
De las claus de Sent Pere.



X.
De mòrt.



XI.
De dèu començaments radicals.



XII.
De veer en temptació.



XIII.
De oyr en temptació.



XIV.
De odorar en temptació.



XV.
De gustar en temptació.



XVI.
De tocar en temptació.



XVII.
De parlar en temptació.



XVIII.
De imaginació en templar.



XIX.
De memoria.



XX.
De enteniment.



XXI.
De volentat.



XXII.
De dèu rahons naturals d' home.



XXIII.
De bontat.



XXIV.
De granea.



XXV.
De duració.



XXVI.
De poder.



XXVII.
De virtut.



XXVIII.
De veritat.



XXIX.
De gloria.



XXX.
De belea.



XXXI.
De libertat.



XXXII.
De perfecció.



De
la cinquena part de est libre, qui es de oració.



I.
Vuyl departir oració.



II.
De oració que.



III.
De oració de que.



IV.
De oració perque.



V.
De oració de quantitat.



VI.
De oració de qualitat.



VII.
De oració de temps.



VIII.
De oració de lòch.



IX.
De manera de oració.



X.
De oració ab que.



Variantes.



EL
CONCILIO.



EL
CONSILI.



I.
Un consili vuyl començar.



II.
Del papa.



III.
Dels cardenals.



IV.
Dels princeps.







V.
Dels prelats.



VI.
Dels religiosos.



VII.
De contricció.



VIII.
De satisfacció.



IX.
De devoció.



X.
De oració.



XI.
Senyor Deus! pluja.



Variantes.



LA
CONQUISTA DE MALLORCA.



DE
LULLI. - LO CONQUERIMENT DE MAYLORCHA.



Notas.



RECTIFICACIONES.



GLOSARIO.



Advertencia



Explicación
de las abreviaturas.



GLOSARIO.


------------------------------------



INTRODUCCIÓN.




El gran Ramon Lull (Raimundo Lulio), tan universalmente admirado por
teólogos y moralistas, por físicos y químicos, por astrónomos y
matemáticos; tan recomendable en la república de las letras como
humanista y como ascético; y tan docto en la jurisprudencia como en
la medicina, en la astrología como en la náutica; Ramon Lull, el
célebre inventor de aquel Arte general que por espacio de
cinco siglos ha llenado de asombro el mundo entero, y cuyo nombre
brilla con eterno resplandor en la historia de todas las ciencias y
de todos los ramos del saber humano, no ha tenido entrada hasta aquí
en el catálogo de los poetas; no porque no fuese del número de los
elegidos, sino porque la incuria y el descuido han dejado permanecer
en la oscuridad y en el olvido las rimas con que daba
espansion (expansión) a su ánimo, cantando el orden
del mundo y las grandezas y escelencias de Dios.



Semejante
abandono si bien puede disimularse a los pasados siglos en que las
letras no alcanzaban la atención merecida, fuera imperdonable en
nuestros días en que se envanecen los hombres con el título de
estudiosos y de investigadores. Así pues, la publicación del testo
(texto) original de las obras rimadas del gran pensador
del siglo XIII, nos ha parecido no sólo un deber, sino la
satisfacción de una deuda que tenía con el mundo literario la
patria del gran maestro. A cumplir este deber, a pagar esta deuda
consagramos hace tiempo nuestros esfuerzos; y si bien por una parte
hemos tenido la fortuna de encontrar códices que reunidos nos han
dado por resultado la estensa (extensa) colección que
ofrecemos al público, cosa a que no era dado aspirar tratándose de
un autor de tan antigua fecha, por otra sentimos no tener mayores
fuerzas para hacer nuestro trabajo más digno de unas obras, que amén
de su importancia literaria, tienen en alto grado la filológica, por
la circunstancia de pertenecer a la época de transición del
lenguaje provenzal al
llamado comúnmente lemosin
y que con mayor propiedad puede calificarse con el nombre más
significativo de catalan-provenzal.



Ante
esta doble importancia que tienen las obras que nos ocupan, no
creemos sea una oficiosidad inútil enriquecer con ellas la
literatura nacida de aquel idioma que hablaban en otro tiempo pueblos
que dieron el ejemplo de la cultura al resto del mundo, monarcas que
se distinguieron por la fuerza de su poder y por el valor de sus
conquistas, y soldados que hubieran podido avasallar naciones
enteras. Al contrario, estamos persuadidos de que al ofrecer este
ejemplo de lo que era capaz ya en el siglo XIII el idioma de los
Jaimes, de los Pedros y de los Alfonsos, manejado por uno de los que
con más fecundidad y pureza se valieron de él para expresar sus
altísimas concepciones, despertará el deseo de sacar del olvido los
tesoros inmensos de una literatura digna en verdad de más atención
y de mejor suerte.



Lanzándonos
pues al desempeño de nuestra humilde tarea, vamos a manifestar
simplemente los códices o manuscritos de que nos hemos servido para
formar la presente colección:



1.°
Uno en 4.° de 115 folios, escrito en papel y pergamino y propiedad
del diligente bibliógrafo D. Jaime Antonio Prohens, que ha podido
reunir a costa de grandes afanes y desvelos una preciosa colección
de obras lulianas impresas y manuscritas que nos ha facilitado
con generoso desprendimiento. Este códice de un valor inapreciable
es de letra del siglo XV, clara y esmerada, y está muy bien
conservado; si bien no exento de erratas debidas al descuido del que
lo escribió o al original de donde se sacó la copia. Los versos
cortos están a dos columnas, los demás no; y los epígrafes de los
capítulos y las iniciales con que estos empiezan son de carmín, sin
adornos. Este códice contiene la Medicina del peccat que
ocupa poco menos de la mitad de sus folios; sigue después Lo cant
de Ramon
, las poesías que empiezan A vos dona verge Sancta
María
, Senyor ver Deus rey gloriós, Lo plant de nostra dona
Sancta María,
la obra
Del consili que feu mestre Ramon Lull malorquí, Lo dictat de Ramon
,
el opúsculo sobre el pecado de Adán que empieza Un Senyor
rey qui be enten
, Lo desconort y concluye con las Horas
de nostra dona Sancta María.

2.°
Otro en folio de 152 hojas sin numerar, escrito en papel y que nos
pertenece. Es de letra de últimos del siglo XVI o principios del
XVII y está así mismo muy bien conservado. Carece absolutamente de
adornos y no se halla exento tampoco de errores de pluma. Contiene
este códice los Cent noms de Deu, a cuya obra siguen las
Horas de nostra dona Sancta María, el libro quinto de
la Medicina del peccat, bajo el título de Oració per las
reglas
, el Desconort, el Plant de la verge María
que el códice anterior titula Plant de nostra dona Sancta María,
la Aplicació de l' Art general, el Cant de Ramon, el
Consili, el capítulo III de la parte cuarta de la Medicina
del peccat
, llamado De trinitat, el citado opúsculo sobre
el pecado de Adán, Lo dictat de Ramon, y varios otros
capítulos de la Medicina del peccat que designa con el nombre
de Tractat de las sinch virtuts.

3.°
Otro en folio de abultado volumen existente en la biblioteca del
Instituto Balear, y que perteneció en otro tiempo a la de los
religiosos dominicos de Palma. Entre varias obras en prosa lemosina
ó sea catalana-provenzal
debidas a la pluma de nuestro autor,
como el Libre del gentil y de los tres savis, de la Primera
y segona intenció
y de la
Consolació del ermitá
, hay en este precioso códice la
composición sobre L'art de la Alquimia, un índice de los
Cent noms de Deu, la poesía que empieza; Senyor ver Deus
rey gloriós
, y el Desconort, cuya letra se remonta quizás
hasta el siglo XIV.



4.°
Otro en 4.° existente en la misma biblioteca que contiene entre
otras cosas una copia lemosina
del Desconort, de mano de D. Nicolás de Pax, varón
esclarecido, muy versado en el estudio de las obras de nuestro autor,
y traductor de varias de ellas.



5.°
Otro en 8.° de 100 folios, que nos pertenece. Es de letra de últimos
del siglo XVI y no está exento de frecuentes equivocaciones de
pluma, observándose en él muy poco esmero en la ortografía.
Contiene los Cent noms de Deu y las Horas de nostra dona Sancta
María, copiadas ambas obras de distinta mano.



6.°
Otro en 4.° de 24 folios que así mismo nos pertenece. Es de letra
también del siglo XVI, y contiene únicamente la quinta parte de la
Medicina del peccat bajo el epígrafe de Oració.



7.°
Otro en 8.° de 36 folios que se nos ha franqueado, de letra también
del siglo XVI, y que además de la misma quinta parte de la Medicina
del peccat sobre la Oració, contiene otros varios fragmentos.



8.°
Varios códices existentes en la biblioteca del Instituto Balear que
entre otras obras contienen algunos de los opúsculos ya citados.



9.°
Un tomo en 8.° que comprende una copia moderna de los Cent noms de
Deu, sacada quizás de alguno de los códices mencionados
anteriormente.



10
Y por último una copia de mano de D. Joaquín María Bover, que
contiene el fragmento que va fielmente incluido en la presente
colección, titulado De Lulli. - Lo conqueriment de Maylorcha; cuya
copia hemos trascrito exactamente, no obstante de las palabras
adulteradas que en ella se observan, por no habernos sido dable
consultar el original, aunque nos asegura el Sr. Bover haber cotejado
escrupulosamente su traslado con el texto de donde lo sacó.



De
todos estos códices hemos podido entresacar las obras rimadas de que
hacen mención D. Nicolás Antonio, el P. Antonio Raimundo Pascual y
otros bibliógrafos y esclarecidos varones que se han ocupado de las
obras y doctrina del gran maestro, si se exceptúan las trovas que
escribió éste en su juventud, un tratado de lógica en verso que
cita el mismo P. Pascual, y que vio D. Nicolás Antonio, si es que
sea el mismo que va mencionado en su catálogo, conocido con el
nombre de Lógica de Grozell y que será sin duda el que cita Lulio
en su Doctrina pueril y que empieza: Deus per fer á nos honrament,
el libro llamado Reglas introductorias al Arte demostrativo, que
según dice el citado Pascual, está escrito en verso lemosin;
y por último el que el nombrado D. Nicolás Antonio continúa en su
catálogo con el nombre de Tractatus vulgaris metricus septem fidei
articulos demonstrans: cuyas obras no nos ha sido dable encontrar a
pesar de todas nuestras pesquisas.



El
mismo D. Nicolás Antonio hace mención en su catálogo de otros
opúsculos en verso que no son más que libros separados de los
tratados inclusos en la presente colección o continuados con
distinto nombre. Así por ejemplo el que continúa bajo el de
Orationes per regulas artis versibus rhithmicis vulgaribus, no es más
que la parte quinta de la Medicina del peccat sobre la Oración; el
que llama Liber ducentorum carminum vulgaris linguæ, es el opúsculo
sobre el pecado de Adán; y el que titula Liber hymnorum, quizás sea
el llamado Horas de nostra dona Sancta María.

Biografía