domingo, 8 de marzo de 2020

111-119

111.
BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA CATEDRAL DE TORTOSA. Un volumen en 8.°
en pergamino, de
1,036 páginas. Es del siglo XIV. Al
principio tiene un Calendario muy completo. El día primero de Agosto
está la fiesta del
Santo Ángel Custodio, patrón de
Tortosa
; y en el lugar correspondiente se halla el rezo
propio, que después se insertó en el
Breviario para uso de
esta
catedral, impreso en Liòn el año 1547.
También se ve en el Calendario la fiesta de la
Expectación del
parto de Nuestra Señora
, el día 18 de Diciembre


Luego
sigue el Salterio con los Himnos, según el orden de
los Breviarios actuales; pero no están numerados los Salmos,
ni hay foliación ni índice; únicamente se indican los rezos ú
oficios con una breve nota de letra encarnada. Las lecciones de los
nocturnos de este Breviario son mucho más breves. Es digno de
notarse, que en los rezos de los Santos todas las lecciones
son históricas, como las del segundo nocturno de los rezos
actuales, aunque también son más breves. En el tercer nocturno
está la Homilía, como en los rezos de ahora.
Este
Breviario es de los más completos que se conservan entre` los
los
(todos los) Códices del archivo.

112. RITOS
PARA LA ADMISIÓN Y RECONCILIACIÓN DE LOS PENITENTES PÚBLICOS. Un
volúmen en 8.° en pergamino, de 384 páginas. Es del siglo XIV.
Este curioso libro, que es el único en su clase que ha quedado de
aquella época, explica con todos los pormenores las ceremonias
que se practicaban en la catedral de Tortosa, para la admisión
y reconciliación de los penitentes, a quienes según
la antigua disciplina canónica se imponían
penitencias públicas cuando los pecados eran
públicos.
Después de haber puesto el señor Obispo
a los penitentes en el primer día de cuaresma el
vestido propio de penitentes y la ceniza; habiendo
practicado estos durante la cuaresma ciertos rezos y
actos de devoción en el claustro; dice este libro, que
el día del Jueves Santo se verificaba la
reconciliación con grande solemnidad. Antes de
la Misa el Prelado, el Cabildo y el Clero,
se dirigían en procesión a la puerta de la catedral
donde estaban los penitentes. Al lado de los mismos se hallaba
el párroco ú otro sacerdote, que informaba al Prelado
sobre si habían cumplido la penitencia que les fue impuesta.

Se rezaban allí algunas preces; el Prelado
les hacia una exhortación; y regresando la procesión
al interior de la iglesia, iban con ella los penitentes
hasta el presbiterio, donde se postraban para dar
gracias a Dios.
Al final de este Códice hay una hoja que
al parecer no corresponde al mismo. En
ella se hace alusión a un rezo o responso por los
difuntos; y con este motivo se menciona el histórico
cementerio de San Juan, que estaba en las afueras del
Temple de esta ciudad, llamadas también por esto afueras
de San Juan
.

113. SAN AGUSTÍN. DIÁLOGO SOBRE SETENTA Y
UNA CUESTIONES. Un volumen en 4° menor, en pergamino, de 72 páginas.
Es de últimos del siglo XI, o de principios del XII. En el
folio primero hay algunas observaciones o prólogo de época más
reciente, no constando quién es el autor. Después sigue un
índice de las setenta y una cuestiones; y a continuación se
exponen estas en forma de preguntas y respuestas. Se supone
que pregunta Orosio y que le responde San
Agustín
.
Al final hay tres folios añadidos; se comprende
que faltaban, y fueron hechos en época posterior. En el margen de
algunas páginas se ven dibujos que aunque sencillos ofrecen algo de
original.

114. CUESTIONES LOGICALES. Un tomo en 4 ° en
cartulina, de 306 páginas. Es del siglo XIV. No consta el autor.
Siguen a dicho tratado las cuestiones sobre los supuestos de
Mercilio de Inghen. Después están las cuestiones sobre las
consecuencias, compiladas en París por el Maestro 
Jaime de Iman, Regente en la Facultad de artes. Y por último
las obligaciones, escritas en París por el Maestro Wilhelmo
Buzer
, el año 1360; y otras cuestiones cuyo autor no
consta.
Al final de las cuestiones de Mercilio hay una
nota que traducida dice: «Estos supuestos son de Nicolás
Surrana, estudiante de Metafísica, año del Señor
1,405».





115.
BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un volumen en 4.°
en cartulina, de 648 páginas. Es de últimos del siglo XIV. Al
principio tiene un Calendario; después hay dos Tablas en las que se
expresan las fiestas movibles, en igual forma que se usa en los
Breviarios actuales. A continuación de dichas Tablas se ven unos
círculos, que ni parecer sirven para conocer la Letra
dominical y el Áureo número que corresponde a
cada año.

116. BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA IGLESIA DE
TORTOSA. Un volumen en 4.° en cartulina, de 274 páginas. Es del
siglo XIV. Le falta el Calendario que suelen tener todos los
Breviarios. También le faltan algunas hojas al principio y al fin.
Llama la atención en este Códice que está muy deteriorado, la
diversidad de letras con que fue escrito, deduciéndose que fueron
varios los que trabajaron en él, lo cual no solía suceder en los
antiguos Códices.
A cosa de la mitad del libro hay una hoja
añadida, y más moderna, que contiene las absoluciones y
bendiciones de los tres Nocturnos, que ahora
están al principio en todos los Breviarios. Un poco más adelante se
hallan las letanías. Algunas hojas después, a diferencia de
los actuales Breviarios en que cada rezo está
todo unido, se hallan los capítulos y oraciones de los
Santos, separadas del lugar donde están las lecciones
de los Nocturnos.

117. GRAN LIBRO SOBRE LA SANTÍSIMA
VIRGEN MARÍA. Un volumen en 4.° en pergamino, de 687 páginas. Es
del siglo XIV. Este curioso Códice, cuyo autor no consta,
contiene ciento cincuenta capítulos, exponiendo igual número
de calificativos o atributos que se aplican a la Madre de Dios.
Al principio hay tres hojas de letra muy diminuta, y al parecer de
distinta época, que no pertenecen a este Códice. Siguen luego los
capítulos por su orden. Antes del primer capítulo hay
como un prólogo, que traducido dice así: «AURORA. Con esto
se manifiesta la nobleza de María, su humildad, hermosura,
autoridad, bondad, y dignidad.»
No hay división en los
capítulos, ni estos están señalados al margen ni en la parte
superior de las páginas; únicamente se indican en el texto con
pequeños números romanos de letra encarnada. Al final hay un
índice muy completo. He aquí los títulos de los capítulos. Maria
est: Lux. Coelum coelorum. Coelum empireum. Coelum cristalinum.
Firmamentum coeli. Sol. Luna. Stella matutina. Maris stella. Stella.
Sidus. Dies. Meridies. Aurora. Arcus. Nubes. Nébula. Nix.
Ros. et-cétera (en dos líneas).
Todas las iniciales de
los capítulos y párrafos están adornadas con dibujos de colores.


118. JUAN ESCATO. (Escoto) Libro sobre el Maestro de las
Sentencias. Un volumen en 4.° de 304 páginas, escrito parte en
pergamino y parte en cartulina.
Es del siglo XIV. En la primera
hoja hay una inscripción de letra más moderna que la del Códice,
que dice: Theologia Doctoris Subtilis. Sigue un folio que no
pertenece a este Códice, y luego el prólogo del autor cuyas
primeras palabras traducidas dicen: «Si al hombre en el estado
actual le es necesaria alguna especial doctrina sobrenaturalmente.»

No hay índice ni indicación de las materias con epígrafes o
números, pues todo está seguido. El final no está completo; se ven
allí una o dos hojas que al parecer no corresponden a este Códice.


119. BREVIARIO SEGÚN EL USO DE LA IGLESIA DE TORTOSA. Un
volumen en 4.° en cartulina de 658 páginas. Es del siglo XIV. En
este Breviario el Calendario se halla en el folio 140. En el folio
125 y siguientes hay algunas notas, de diferente letra, relativas a
ciertas misas que se celebraban en esta catedral. Después del
Calendario, en los folios 146 y 149 hay algunas Tablas de las
fiestas, y varios datos relativos a la liturgia de esta iglesia.

Merece además notarse que en este Breviario está el rezo de
San Rufo
y el de su octava. Ya se tenía en los tiempos
pasados como un dato importante, pues se consignó en una nota
que se ve al principio de este Breviario, que dice: En el fòlio
296 de aquest Breviari está lo offici ab octava de Sant Rupho.





120-129

100-110




100.
HORACIO. Un volumen en 8.° en pergamino, de 262 páginas. Es del
siglo XI. Al principio y al fin le faltan algunas hojas.
Tratando de este Códice los Sres. Denifle y Chatelain, dicen que es
sin duda el más antiguo de España que contiene las obras de
Horacio, pues algunos manuscritos de la misma obra que
se conservan en la Biblioteca del Escorial son del siglo
XIII
y posteriores.
Llaman la atención en este antiguo
Códice la multitud de glosas o notas puestas en el margen y entre
las líneas, tan diminutas, que admira cómo pudieron escribirse.

Al principio de cada uno de los libros en que se divide esta obra
de Horacio
, hay una viñeta de muy buen gusto, estilo de aquel
siglo. Pero se distinguen principalmente las que se ven al principio
del libro dirigido a Mecenas, y al comenzar el «Arte
poètica.»

101. LA CARTA DE SANTIAGO, Y CONCORDANCIAS DE LAS
CARTAS DE SAN PABLO. Un volúmen en 4.° en pergamino, de 370
páginas. Es del siglo XII. Este Códice se divide en tres
partes, que se escribieron en diversas épocas. La forma del escrito
de la carta de Santiago es completamente distinta de los
otros. Luego sigue una especie de repertorio, que comprende dos o
tres folios, donde se indican algunos asuntos de los que San Pablo
trata en sus cartas. Por último, y esto ocupa la mayor parte
del libro, están las Concordancias de las cartas de San Pablo,
con una introducción general de Rábano Mauro.
En este
tratado no hay división alguna. Únicamente se distingue la
separación de cada asunto o carta por medio de una inicial muy
grande de color encarnado, con algún sencillo dibujo. Al principio
de este Códice hay una nota, que también se lee en algún otro.
Dice así: «Este libro es de Santa María Dertusense. Si
alguno lo quitare, sea anatema.»

102. FORMA DE VISITAR A UN
HERMANO ENFERMO. Un volumen en 4.°, en pergamino, de 260 páginas.
Es del siglo XIV. Como en aquel tiempo los canónigos de esta
catedral vivían en comunidad, además de los ritos generales había
algunas prácticas especiales de esta iglesia.
En este Códice se
expresa en muy grandes letras todo lo que debía practicarse cuando
se tenía que administrar la Santa Unción a un Capitular,
así como la recomendación del alma y demás hasta
darle sepultura. También está el oficio de difuntos.

Es muy curioso por lo que se refiere a la parte antigua
histórica, lo que dice este Códice desde el folio 122 hasta su
conclusión. Se explica allí lo referente a la procesión que
se hacía por la catedral y el claustro en la mañana
del día de difuntos; y con este motivo se dan noticias de
mucho interés histórico. Se dice, que la procesión primeramente
irá al lugar donde estaban los sepulcros de los Obispos;
después pasará al de los sepulcros de los canónigos;
luego seguirá por la parte donde se hallaba el granero, y
entrará por el claustro a la casa donde residían en
comunidad los canónigos; volviendo después al claustro,
y dirigiéndose a la parte de detrás del altar de Santa
María
, (el ábside) cantando una absolta en cada
uno de dichos puntos.
También se cita una puerta llamada
septentrional, y otra occidental.
Al principio de
este Códice hay algunas hojas truncadas que se refieren a la
administración del sacramento del bautismo.

103. SAN
GREGORIO PAPA. Un volumen en 8.° en pergamino, de 218 páginas. Es
del siglo XII. Contiene la exposición del libro de las Parábolas,
del Eclesiástes, Sabiduría, Josuè, Jueces, Reyes, Números, Éxodo,
Gènesis, y algún otro. Al fin hay un breve comentario sobre un
libro que se titula de «Jesús de Sirach». Tal debe ser el
nombre del autor, porque después dice: Explicit liber Iesu
fili Sirach.
Son de notar en este Códice algunas
hojas del principio y del fin, de letra cursiva muy antigua, y de una
pequeñez y claridad admirables. Los epígrafes de cada exposición
están señalados con letras encarnadas. En los últimos libros hay
un índice al principio. En uno de los últimos folios se ve un
espacio de unas dos líneas, con signos muy extraños que parecen de
música.

/ Nota:
https://archive.org/details/VetusLatina112SirachEcclesiasticus/page/n8/mode/2up
aparece Sirach (Ecclesiasticus) /

104. SERMONES
PANEGÍRICOS. Un volumen en 8.° en pergamino, de 688 páginas. Es
del siglo XIV. Contiene panegíricos de los Santos más
principales, y de algunas festividades y Misterios. Al principio hay
dos índices. Uno alfabético, y otro en el que están según el
orden del calendario, los nombres de los Santos y Misterios cuyos
panegíricos se hallan en este libro, expresando los folios que
comprenden. En algunos hay dos o más sermones.
Los asuntos
conforme a la costumbre de estos Códices, se indican en el texto con
letras encarnadas. En la primera página hay una nota de letra más
moderna, que dice «Sermones» y después «Número 15». Lo
que prueba que en algún tiempo ya se formó inventario de estos
libros.

105. HUGO DE SAN VÍCTOR. Un volumen en 4.° en
pergamino, de 149 páginas. Es de principios del siglo XIII. Contiene
las cinco septenas, quinque septenas, del expresado
autor, que comprenden hasta la página 9, al fin de la cual hay una
nota que traducida dice: «Concluye Hugo sobre las cinco
septenas.» Después hay unos soliloquios del mismo autor; la
exposición de algunos salmos de David; y un tratado
sobre algunas cuestiones del antiguo testamento. No hay
foliación ni índice.
Aunque el autor solamente se titula Hugo,
y hay varios escritores de este nombre, estos tratados pertenecen a
Hugo de San Víctor, Religioso de la Abadía de San Víctor
de París
; por ello sin duda se le aplicó este nombre. Falleció
dicho escritor a mediados del siglo XII.

106. SAN GREGORIO MAGNO. Un volumen en 4.° en pergamino, de 270 páginas. Es de
principios del siglo XIII. Contiene las Homilías de
dicho Santo Padre. La primera es sobre el Evangelio que se canta el
Domingo de Ramos antes de la bendición de las palmas y ramos; y la
última se titula in natale virginis.
Después de estas
Homilías siguen varios sermones de Santos en idioma Provenzal,
que por los siglos XIII y XIV fue la lengua literaria en el Reino de Aragón, o sea el peculiar lenguaje de nuestro pais.

Dichos sermones, que comprenden 30 folios, hacen muy notable este
Códice por el idioma Provenzal con que están escritos; de
tal modo que en poco tiempo se han recibido cartas de algunos
centros literarios del extrangero, pidiendo copias
y noticias de este curioso escrito Provenzal, único
que existe en los Códices de esta iglesia.

107. BOECIO Y
ARISTÓTELES. Un volumen en 4.° en pergamino, de 594 páginas. Es de
últimos del siglo XIII o de principios del XIV. Contiene los Tópicos
de Boecio. Con este nombre se designaba en la filosofía
antigua cierto método o forma de argumentar.
Antes de esto hay un tratado con figuras de geometría; al
principio le faltan algunas hojas.
Después siguen los Tópicos
de Aristóteles, donde se ve gran multitud de notas en el
margen y en medio de las líneas. Merece notarse una curiosa tabla,
en la que se explica todo lo referente a la conversión de las
proposiciones, por un método sumamente ingenioso.
También hay varias figuras o líneas para aclarar y hacer comprender
lo que se explica en estos tratados.
Al principio de algunos de
los libros en que se divide la materia de este Códice hay un blanco.
Es porque se dejó la letra inicial para adornarla, según la
costumbre de aquel tiempo, y no llegó a verificarse. Esto manifiesta
que un amanuense era el que escribía el Códice,
y otro ú otros los que se empleaban en los dibujos de las
letras.

108. JUAN BIRIDAN Y ALBERTO DE SAJONIA. Un volumen de
400 páginas, escrito en cartulina. Es del siglo XIV. Contiene las
cuestiones sobre el arte antiguo, de Juan Buridan, que
fue profesor de la Universidad de París, y adversario
muy hábil y constante del realismo. El tratado de éste
comprende hasta el folio 44.
Después están las cuestiones
logicales
de Alberto de Sajonia, que comprenden hasta el
fin. No hay división de títulos en este Códice, ni epígrafes que
indiquen los asuntos. Todas las cuestiones se distinguen con simples
apartados, faltando en algunos la letra inicial que se dejó para
dibujar, y no llegó a hacerse esto.

109. SERMONES. Un tomo
en 4.° en pergamino, de 450 páginas. Es del siglo XIII. No consta
quién es el autor. En la distribución de los sermones hay poco
orden, pues están intercalados los sermones de los Misterios
con los de la Santísima Virgen y con los panegíricos
de Santos; y como no hay índice, para registrarlos se
debe recurrir al epígrafe de cada sermón, que está
(esta en el original) señalado con letras encarnadas.
En algunos
asuntos hay más de un sermón. El final no está completo. Al
principio de este Códice se ve un número de letra más moderna; lo
cual prueba lo que hemos dicho tratando de algún otro Códice,
respecto a que en los tiempos pasados se formó inventario de
estos libros.

110. SUMA O COMPENDIO DE LA PENITENCIA. Un
volumen en 4.° en pergamino, de 273 páginas. Es del siglo XIV. Este
Còdice comprende varios tratados de distintos autores,
relativos todos a la penitencia. Primero hay algunas
instrucciones sobre la administración del sacramento de la
penitencia
. A esto sigue un epígrafe que traducido dice:
«Principia el libro de las meditaciones de San Bernardo de
Claraval
.» Luego hay otro tratado que se titula así:
«Principian las meditaciones de San Agustín, Obispo de Hipona
Sigue otro que dice: «Principia el libro de los Soliloquios de
San Isidoro
.» Después otro que comienza de este modo:
«Principian los tres libros de Próspero sobre la vida
contemplativa y activa.
Sin duda por la relación que tienen con
las materias de este Códice, se añadieron los siguientes opúsculos.
Uno cuyo epígrafe dice: «Principia la útil ocupación de
Anselmo, que se titula, Misericordia de la Pasión del
Señor
.» Después hay una oración de San Bernardo. Y por
último un oficio o rezo de la Pasión del Señor,
que es distinto del que se usa actualmente.
Al principio de la
primera plana hay una nota escrita con la misma letra que el Códice,
la cual traducida dice así: «Este libro es de Santa Maria de
Tortosa
. Si alguno lo quitare, sea anatema.» La forma de dicha
nota manifiesta que este Códice fue escrito para esta iglesia.
Al final está en letras encarnadas hechas con cierto capricho y buen
gusto, lo que solía ponerse en algunos Códices: «Este libro se ha
escrito; el que lo escribió sea bendito.»