Mostrando las entradas para la consulta trovador ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta trovador ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

lunes, 18 de noviembre de 2019

EL TROVADOR QUE MURIÓ DE AMOR


164. EL TROVADOR QUE MURIÓ DE AMOR (SIGLO ¿XV? BARBASTRO)

EL TROVADOR QUE MURIÓ DE AMOR (SIGLO ¿XV? BARBASTRO)


Cuenta la leyenda la triste historia de un joven y buen trovador que recorría las tierras del reino de Aragón tañendo el laúd y la viola e interpretando las canciones que el mismo componía. Al terminar cada actuación, era normal que todos los asistentes intentaran gratificar su trabajo con dinero, joyas e incluso animales, mas el trovador rechazaba siempre los bienes materiales que gustosos le ofrecían, pues prefería la amistad y el simple reconocimiento de su arte. Cuando entendía haber logrado ese reconocimiento, era el momento de ir en busca de nuevos horizontes.
Un buen día que iba de camino de un pueblo a otro por el Somontano, entre olivares y almendros, halló a un montero responsable de una jauría que cazaba venados. Estaba éste haciendo un alto en la cacería para dar respiro a los perros cansados y ambos entablaron amistosa y animada conversación al amor reconfortante de un trago de vino.
El trovador, agradecido por la conversación, preguntó al cazador a qué casa o familia servía. La respondió el montero que al señor conde de Entenza, llamado don Fernando, un buen amo. Aquella contestación gustó al trovador que manifestó estar dispuesto a cantar para señor tan querido, así es que le pidió al montero que avisara al conde de que le encontraría en Barbastro si quería que le amenizara alguna velada en familia.

Poco tiempo pasó cuando, siguiendo los acordes del laúd, el montero, que había cumplido el encargo, dio con el trovador que estaba componiendo una nueva balada a la orilla del Vero. Su amo le esperaba, le dijo.
Reunido se halla ya el grupo de la familia condal, sentados todos junto a pendones y banderas y rodeados de damas y garzones, para escuchar al trovador; entre todos destaca, sin duda, la bella condesita Maribel. Tras sus cantares, el trovador vagabundo deja su viola y extiende su mano a todos para recibir su reconocimiento. Doblas de plata le entrega la condesa, pero él las rechaza y, mirando a la condesita, de su belleza queda prendado. Entonces Maribel se levanta y, recogiendo su velo, ofrece al joven trovador un beso en la frente. Nunca obtuvo el trovador mejor premio. Y dicen las crónicas del vulgo que a las pocas horas el trovador moría de amor.

[El Juglar del Arrabal, «Leyenda del trovador», El Cruzado Aragonés, 50.]

jueves, 14 de noviembre de 2019

JAIME I CASTIGA A SU TROVADOR


158. JAIME I CASTIGA A SU TROVADOR (SIGLO XIII. PERPIGNAN)

En cierta ocasión, se encontraba el rey don Jaime I el Conquistador en Perpignan, rodeado, naturalmente, de todo su numeroso séquito: obispos, condes, barones, notarios, escribanos, camarlengos, pajes, etc. Entre los acompañantes, se encontraba también su trovador.

Salió a pasear el poeta y músico por los alrededores de la ciudad, pasando cerca de una alfarería, de cuyo interior salía la voz de un hombre que entonaba, no muy bien por cierto, una de las baladas preferidas e interpretadas por el trovador. Era el ceramista quien, sentado ante el torno, modelaba una vasija.

Entró el trovador en el alfar y, sin mediar palabra, rompió todas las piezas de barro que el alfarero tenía expuestas al sol. Luego, sin mirarle siquiera ni mediar palabra, se marchó. 

Cuando el dueño del alfar quiso reaccionar, se encontró con el trabajo de muchos días hecho añicos y, lo que es peor todavía, prácticamente arruinado.

Preguntando aquí y allá, supo el alfarero que el causante de su desgracia formaba parte del séquito real como trovador, y se dirigió a palacio para hablar con él, pero éste, en lugar de excusarse y resarcirle por el daño causado, todavía se encolerizó más, diciéndole que, con su mala voz y todavía peor entonación, había desvirtuado y destrozado su melodía, y que no había hecho sino devolverle la misma moneda.

Los gritos airados del sorprendido y vapuleado ceramista llegaron a oídos del rey que quiso saber el porqué de tales lamentos. Con todo respeto, contó aquél al monarca lo sucedido solicitándole justicia, y el rey, entendiendo lo justo de la petición, obligó a su trovador a indemnizarle.

Luego, una vez reparado el daño material a satisfacción del ceramista, Jaime I despachó de la corte al violento trovador pues, como manifestó a quienes le rodeaban en aquel momento, no podía consentir acoger en su séquito a servidores tan pagados de sí mismos y tan avaros de sus obras como para que no las pudieran disfrutar sus súbditos, máxime cuando el poeta cantor había sido pagado con fondos del erario público.

[Del Ter, Armando, «Recopilación de leyendas especialmente de la Alta Montaña (I y II)», Folletón delAltoaragón, 91 y 92 (1983), II, pág. 13.]

JAIME I CASTIGA A SU TROVADOR (SIGLO XIII. PERPIGNAN)



domingo, 17 de noviembre de 2019

EL TROVADOR DE LA ALJAFERÍA


162. EL TROVADOR DE LA ALJAFERÍA (SIGLO XV. ZARAGOZA)

En la Zaragoza de mediados del siglo XV, dividida políticamente entre los partidarios del rey Juan II y los del príncipe de Viana, dentro, pues, de un clima enrarecido, el noble Lope Artal de Azlor no tuvo conmiseración para con la gitana Estrella, a la que condenó a ser quemada viva en la hoguera porque había ahogado a su propio primogénito.

EL TROVADOR DE LA ALJAFERÍA (SIGLO XV. ZARAGOZA)


En vano le imploró clemencia Azucena, hija de Estrella, y al no obtenerla juró vengarse de don Lope, de modo que, amparada por la oscuridad, raptó a un hijo del noble para arrojarlo también a la misma hoguera en la que su madre iba a morir. Sin embargo, la fatalidad y el error hizo que fuera el propio hijo de Azucena el que muriera quemado, mientras el descendiente de Lope Artal de Azlor, don Manrique de Lara, se salvaba. El caso es que en el joven y apuesto Manrique, a la sazón celebrado trovador y poeta, creció por todo aquello un ardiente odio contra don Lope Artal de Azlor, ignorando que era su propio padre.

Sucedió por entonces que, enamorado rendidamente de una de las damas de la reina, Leonor Sesé de Urrea se llamaba, tras una justa poética celebrada en el palacio de la Aljafería, donde estaba la Corte, el trovador Manrique (partidario del príncipe de Viana) hubo de enfrentarse a Antonio Artal, del bando realista e hijo de don Lope, y, por lo tanto, hermano suyo, quien también la amaba. Amor y política, pues, enfrentaron a ambos jóvenes, que desconocían su condición de hermanos.

Con el fin de resolver la oposición de la doncella, enamorada del trovador, el realista Antonio Artal recurrió a la ayuda de su hermano Guillén para apresarla contra su voluntad y encerrarla en un convento, de donde la raptó una noche de luna el apasionado Manrique. Por un breve espacio de tiempo, la fortaleza del Castellar, donde se refugiaron, fue escenario de la felicidad de Leonor y Manrique, hasta que éste fue apresado. Durante un tiempo, que se hizo eterno, el torreón de la Aljafería fue prisión inhóspita del trovador, hasta ser condenado a muerte. Se suicidó Leonor a la vez que también moría de remordimiento Antonio Artal, tras conocer demasiado tarde la verdad de su parentesco con don Manrique de labios de Azucena, quien acabó, asimismo, enloqueciendo ante tanto infortunio.


jueves, 6 de mayo de 2021

Lo Trovador Mallorquí. José Taronjí. El Trovador Mallorquín.

Lo Trovador
Mallorquí.

El Trovador Mallorquín.

Lo Trovador Mallorquí.  El Trovador Mallorquín.



Poesías escritas
en mallorquín literario.
Acompañadas de versión
castellana;
por
D. José Taronjí.

Presbítero,


Doctor en Sagrada Teología,
canónigo
de la insigne iglesia del Sacro-Monte,
Catedrático de Retórica y
Poética
en el Colegio-Seminario de San Dionisio.

Palma de
Mallorca.

Tipografía de Bartolomé Rotger.

1883.



Licencia del Ordinario.

Examinada por especial encargo la
presente colección de poesías líricas mallorquinas, con su
correspondiente versión castellana, Su Excelencia Ilustrísima, ha
tenido á bien conceder permiso y licencia para que pueda imprimirse
y publicarse.

Palma 9 de Setiembre de 1882.
Guillermo
Puig.
Canónigo Srio.



Prólogo.

Tras algunos años de espera, debidos á las
circunstacias de mi accidentada vida, puede ver la luz el primer
volúmen de mis versos mallorquines. En 1877, al publicar la obra
sobre el Estado religioso y social de la isla de Mallorca, anuncié
la publicación de LO TROVADOR MALLORQUÍ; no me ha sido posible
hasta hoy realizar lo prometido. No tarda quien llega, afirma un
refrán; y ménos tarda aún, como de fijo deben de asegurar los que
algo entiendan del estado de nuestro comercio de libros y arte de
imprimir, el que á traves de los obstáculos aludidos, llega á ver,
si bien imperfectamente, efectuada la difícil empresa. Hecha esta
necesaria aclaracion, tocaríame, a fuer de buen padre, enterar al
público de lo que concierne á la historia y cualidades de mis
poesías, pobres hijas de mi imaginacion juvenil, nacidas al calor
del sentimiento patrio, iluminadas por el rayo vivificante de la Fe
católica; y á guisa de prólogo, insertar largos capítulos de
teoría literaria tocantes al fondo y a la forma, al medio de
expresion y á los ideales de estos versos. Mas ¿para qué? Aquí
están ellos mismos: hablen y respondan, sin necesidad de abogados
enojosos, pues valor tienen de presentarse, sencillamente y sin
pueriles temores ni vanos alardes, ante el tribunal de la crítica
ilustrada.
Veinte años escasos contaría yo, cuando sentíme
impulsado por la poderosa corriente de renovacion literaria, que los
vientos del Mediterráneo, desde las costas de Cataluña traían á
Mallorca. La voz de la antigua patria catalano-aragonesa, envuelta en
los misterios y atractivos de lo pasado; el sentimiento religioso,
puro, vivo, resplandeciente en mi familia y en la Isla entera, como
la llama del hogar; las suaves emociones que experimentaba mi
corazon, al escuchar los cantos populares de boca de las aldeanas
mallorquinas, incomparable tipo de belleza, en el fondo de blancos
almendrales, á orillas de *tados arroyuelos, ó a lo largo de las
azules playas, cuando murmura dulcemente el mar dormido; la delicada
pasion de mi alma, exhalándose en entusiastas discursos, al
contemplar los muchos monumentos que el genio del Arte, por la Fe
dirigido, levantó en el pequeño territorio de mi patria; todo, todo
me impelía a tomar parte en la que se ha llamado la nueva cruzada;
todo convidaba á sentarse en el banquete de los hijos de los dioses,
todo ponía en mis manos el arpa sonorosa. La naturaleza cultivada
con sus encantadoras armonías; el cielo eternamente azul, que, cual
inmenso pabellon de seda, cobija las altísimas cumbres; el mar, ya
sosegado, ya furiosamente revuelto contra la escollera de rocas que
defiende el N. de la Isla; el derruido castillo, baluarte un tiempo
de la independencia cristiana; la cabaña del leñador amparada de
los vientos por el añoso ramaje de las encinas; la espesa cabellera
de pinares que cubre las graciosas vertientes de los cerros: hé ahí
las fuentes de mi inspiracion poética.
Al fijar la atencion en
las vicisitudes de la humana vida, la complicada urdimbre de
acontecimientos, prósperos y adversos, que la constituyen, levanta ó
abate el espíritu; el cual se dilata en las expansiones de legítima
alegría, ó se contrae bajo el peso del infortunio, ó saca, en su
meditacion científica, provechosas lecciones de las alegorías é
imágenes de la naturaleza . El espíritu se encuentra mecido en una
onda de luz; ó vaga de pronto en menguada circulación de
tinieblas.
Y, por otra parte, mirando la cruz de Jesucristo,
símbolo sublime de nuestra civilizacion, coronar las esbeltas torres
de las parroquias, lo mismo que el pajizo techo de selváticas
ermitas, llevé mi alma á la soledad; y, en el silencio de la
oracion, por el camino del deber, los ejemplos de Dios y de los
mártires y santos infundiéronme ¿por qué no decirlo?, la gracia
del amor, para cantar, con pobrísimos pero sentidos acentos, en mi
nativo restaurado lenguaje mallorquin, ó catalan literario los
afectuosos temores y esperanzas del alma cristiana, los encantos y
grandezas de la Religion, la caridad heróica, nuestros destinos
inmortales.
Por eso la presente coleccion de poesías se divide en
tres libros, cuyos títulos indican suficientemente el asunto:
Recuerdos de la patria; Las luces y las sombras; Granos de
incienso.



Preludi.

LO PRIMER CANT DEL TROVADOR.

The
first, the first! ...oh!
nought like it.
Our
after years can bring.
(Francis Brown.)

Su baix la
forta alzina
Qu´ombreja la marjada,
Y rossinyols estoja
Ab
son negrench fullatje.
Un jovenet s´hi veya
Com l´auba
clarejava.
¿Qué hi fa en aquestes hores?
Tant dematí ¿quí
aguarda?
¿Ascolta per ventura
La suau remor de l´aygua
Del
torrentol vehí
Cobert de flors boscanes?

PRELUDIO.
EL
PRIMER CANTO DEL TROVADOR.

Cabe la robusta encina que se
levanta en el bancal, y en su negruzco ramaje esconde nidos de
ruiseñores;
A la claridad del alba, vese delicado mozo.
¿Qué
hace allí á estas horas? ¿A quién busca tan de mañana?
¿Escucha
tal vez el suave rumor del arroyo, que corre cerca, oculto en
bosquecillo de flores?



¿Quí es lo galant jove?
Riallera té la cara,
Cabells
abundantíssims
Li besan ses espatles.
Com si hagués foch
intern
Inquieta n´es sa marxa,
Y axí com raig de
sol
Llambrejan ses ullades.
Lo jovencell ¿qué porta,
¿Qué
porta en ses mans d´ángel?
La clau de l´harmonía,


la joya d´ell: Un
arpa.
Y alegre la punteja,
Mentres lo Sol dexantne
Los cims
de l´alta serra,
Lo mira ab ulls de pare.
___
M´han dit en
la vila
(Axí canta´l jove)
Que som un trovayre,
Que gloses
sé fer;
M´han dit les donzelles
Que veu melodiosa
No hi há
com la mía,
Que som llur plaher.
No sé lo que pugan
Mes
veus agradarles,
No sé si mos cántichs
Ne son un tresor;
Mes
sé qu´una harpeta
M´han dat, y que vibra
Gratíssimes
notes
Si la polso jo.


¿Quién es ese
simpático jóven? Risueña cara tiene; abundantísima cabellera
flota sobre sus hombros.
Demuestra inquietud en sus pasos, como si
fuego interno le aquejase; sus miradas relampaguean, como rayo de
sol.
¿Qué lleva el niño, qué lleva en sus manos de ángel? La
llave de la armonía, la prenda de su amor: UN ARPA.
Alegremente
la hace vibrar, miéntras el Sol, abandonando las cumbres de la alta
sierra, le mira con ojos de padre.
___
Y canta:
- “Dijéronme
en el pueblo que soy trovador, que sé componer canciones; dijéronme
las doncellas que no hay voz tan melodiosa como la mía, que yo soy
su encanto.
“No sé hasta qué punto les gustan mis armonías;
no sé si mis cánticos son un tesoro: pero me han dado un arpa, y
ésta, cuando la pulso, despide gratísimos sones.



Sols quinze vegades,
En tota ma vida,
De la Primavera
N´he
vist lo tornar;
Mes sént una espurna
De foch dintre l´ánima;
Y
el cor se desperta,
Y ´m plau lo cantar.
¿Quí som? ¿Per qué
´m crida
La gent admirada?
¿Per qué de mí
brollan
Suavíssimes veus?
¿Per qué conmoguda
m´ascolta
ma mare?
Per qué s´en glorían
De mí ´ls parents
meus?...
Tot, tot, vol parlarme.
La gaya fonteta
De dolços
murmuris
Ne fa veu per mí.
¿Quí som? ¿Per qué ´ls
núbols,
Les flors y les aygues,
Sa vida me contan
Per ferme
sentir?
L´Altíssim tal volta
M´envía á la Terra,
Dels
hòmens per calma.
De dòls per espant;
Y arreu les
criatures,
Vehent m ´arribada,
Me diuen: Poeta,
Comença
ton cant.


Áun sólo
quince veces he visto la vuelta de la primavera; mas siento chispas
de fuego en el alma; el corazon se despierta, y me gustan los
cantares.
¿Quién soy? ¿Por qué me llama con cierta admiracion
la gente? ¿Por qué se escapan de mi boca suavísimas palabras? ¿Por
qué conmovida me escucha mi madre? ¿Por qué mis parientes hablan
de mí con complacencia?
Todo quiere hablarme. La gaya fuentecilla
sírvese de dulces murmullos al dirigirse a mí. ¿Quién soy? ¿Por
qué las nubes, las flores y las aguas me cuentan su vida,
comunicándome sus sentimientos?
Tal vez el Altísimo me envía á
la Tierra, para mitigar los dolores de los mortales. Y las criaturas
todas, al ver mi llegada, me dicen: Poeta, empieza tu canto.




¡ Qué hermosa es la Terra!
¡Qué bella es Natura!
M´ encisa
de l´auba
Lo joch matiner.
Qué bella es l´aubada
Quant
surt enllestida,
De flors primerenques
Regant lo planter.
Lo
Sol qui s´axeca,
De llum les ratxades
Envía benévol
Per
serres y valls.
L´oratje qui corre
sorprén les
espigues.
¡Quín goig!; al sentirho
Defugen
traballs...
___
Mon pit té molta d´ansia
Del goig d´esta
ventura;
La gloria y la bellesa
Saltar me fan lo cor.
La
mar, los cels, les aures
Me diuen tendres coses,
De santa Fe ´l
tresor.
¡Oh, vull cantar! ¡No ´s pérdia
Ma veu en mes
entranyes!
Ara, en ma jovenesa,
Mos lays entonaré;
Y quant
les venes flonjes
Me tornin de vellesa,
Encara al mon y als
hòmens
Adeu cantant diré!




¡Qué hermosa es la Tierra! ¡Qué bella es Natura! ¡Qué
encantadores los juegos del alba, al aparecer ésta con su brillante
atavío, rociando los planteles de tempranas flores!
El SOL se
levanta; desparrama benévolamente raudales de luz por sierras y
valles. Pasa la brisa matinal, sorprendiendo las espigas. ¡Qué
gozo! Las penas huyen...
___
Mi corazón ansía gozar tanta
ventura; mi corazon salta de contento por la gloria y la belleza. El
mar, los cielos, las auras me dicen ternuras inefables; y el tesoro
de la santa Fe híncheme el pecho de armonía.
¡Quiero cantar!
¡No vaya a perderse la voz en mis entrañas! Ahora, en la juventud,
entonaré mis cantares. Y cuando la vejez afloje mis venas, todavía
cantando diré adios al mundo y á los hombres!




¿Sentíu la cantoría
Que ´s pert per l´enramada?
Dolcíssima
ressona
Com los gemechs del ayre.
N´es la cançó primera
Que
n´ix del fons d´un ánima;
Del Home d´harmonía
N´es lo
suspir del auba.
Primicies del Ingeni,
Preludi
d´entussiasme;
Del jove Trovador
N´es la primer
cantada.

Abril de 1872.



¿Oís el eco,
que se pierde por la espesura? Resuena dulcísimo como los gemidos
del aire.
Es la canción primera, que sale del fondo de un alma.
Es el suspiro de alborada del Hombre del Ritmo.
Primicias del
ingenio, preludio de entusiasmo; primera cantata del jóven
Trovador.

____




LLIBRE PRIMER.
RECORDANCES DE LA PATRIA.
___

I
Á
MALLORCA x
---
Poesía premiada en lo certámen de Montpeller
de 31 de Mars de 1875, convocat per la “Société pour l´étude
des langues romanes.”
Desde ton trono
escumós,
Desde ta cadira d´algues,
Reb mes
tendres cantoríes,
Mes senzilles codolades.
***

Ben
hajas, Illa preciosa,
Que ets per mí l´estel del auba;
Terra
de les ones filla,
Mallorca mía, ¡ben hajas!
Oh sant niu de
ma naxença
Jardinet de los meus pares,
Que ´l Creador fa
florir
Pera la nostra alegransa.

viernes, 6 de marzo de 2020

CXLIII, reg 2234, fol 71, 1 mayo 1398

CXLIII. 
Reg. N° 2234, fól. 71. 1 may. 1398.

Nos Martinus Dei gratia rex Aragonum Valencie Majoricarum Sardinie et Corsice comesque Barchinone Rossilionis et Ceritanie. Quoniam sola sciencia dicitur summa nobilitas in hac vita cum per eandem teologus regnum adquirat celeste per eam legista jam statuat jubeat vindicet puniat ac interpretetur clarisime per eandem ac etiam canonista ecclesie robur firmissimum et fidei orthodoxe columpna inmobilis solvat quascumque ambiguas questiones et facta causarum perdubia dirimat per eam ulterius moderator humane nature naturalisque sciencie inquisitor sagacissimus phisicus valida corpora in sanitate plenaria auxiliis phisice preconservet et egra ad pristinam temperanciam peroptatam reducat per eam astrologus perspicaci corruscans ingenio disposiciones celestium corporum intuatur cursus inspiciat planetarum celique jam signa duodecim contempletur stellas connumeret zodiacum atque spheram firmamento in ipso proprio intellectu comprendat unde se dicit plenarie de futuris judicare jam posse per eam interea arismeticus numeros colligat et in isto non modicum glorietur per eam mensuras geometra amplectens triangulos atque quadrangulos recte designet per eam jam musicus modulamina vocum eructet predulcia per eam orator alliciens ejus colloquia vocis munimine gloriose corroboret necnon et habeat copiam dicendorum et dulci sermone suabilique exordio et affabili ratione animos alienos utiliter atrahat ad se ipsum per eam necminus dialecticus veritatem et falsitatem inquirat per eam gramaticus recte loquatur recte et aret cum penna per eam respublica gubernetur cultus justicie immoletur timida prelia comittantur per eam terribiles machine erigantur et hostium expulsiva propugnacula construantur per eam novalia renoventur et publice libertatis quies ambita atque confinium populorum benevolencie reformentur per eam postremo alia universa que toto sub orbe intra laudabilis rationis septa geruntur exitu concludantur felici: quid ergo tam dulcius quid tam jocundius quid tam utilius esse debet quam sciencia peramplecti. Porro universos et maxime nostros fideles subjectos sciencie et doctrinis ac aliis moribus virtuosis continue militantes favore et graciis atque donis prosequimur sepius ut ad predicta vel aliqua ex eisdem habenda ferventius animentur cum ex scientificis viris et regna et terre reluceant: quia et etiam Barchinone in urbe que fertilitatis ut ager assiduitate culture fecundior fructus uberrimos perferens viros virtutum perflua ubertate fecundos producit quorum fecunditas graciosa in alios affluentes effunditur per eos magnificans rudes erudiens et debiles virtuosos efficiens sint viri quamplures qui inter alia sciencie docmata circa precepta et practicam oratorie facultalis qua principum atque regum jam gratia capitur lingua prerudis acuitur et possessor ejusdem de infimis ad honoris fastigia sublevatur sub rithmis atque metris et prosis raesuracione sub certa pretensis exercitare (1) precipue per eosdem et que inde vulgariter Sciencia gaya vocatur sic modo insudant laudabili quod carmina eorundem modo Parisius modo Tholosam hujusmodi et aliarum quarumlibet artium optima quippe gimnasia ut inibi corrigi valeant destinata abinde remituntur sepissime laudis corona penitus illustrata tanquam ab incude malleo atque lima dicte amene seu gaye sciencie quibuslibet viciis exinde relegatis protracta fideliter atque pure unde et civitas Barchinone predicta cui non parum afficimur cum ipsa jam semper extiterit ac existat peravida pervigil et attenta in illis qui celebrem ad honorem et regie domus nostre augmentum tunc dicerentur et possint spectare non modicum comendatur quod nobis ad placitum cedit premagnum: tenore presentis ut illi civitatis pretense et alii universi qui inibi dicte amene seu gaye sciencie nunc vel de cetero vaccare curaverint melius ad eandem habendam et practicam ipsius exercendam induci tunc valeant: comunitati eorum et ipsis necnon rectoribus et defensoribus ac manutentoribus ejusdem amene seu gaye sciencie quadraginta florenos auri de Aragonia annuales sub condicione inferius posita ut ex ipsis jocalia infrascripta emant graciosius ducimus concedendos quos in atque super emolumentis et juribus universis officii bajulie civitatis Barchinone jamdicte etiam assignamus. Mandantes serie cum presenti bajulo civitatis ejusdem presenti atque futuro et cuilibet alii ad quem hoc spectet quovis modo quatenus in hoc festo Pentecostes venienti de proximo et etiam singulis annis de cetero termino in eodem rectoribus et defensoribus ac manutentoribus antedictis dictos quadraginta florenos commitendos per ipsos in jocalia infrascripti nostri thesaurarii executoria seu mandato ad istud nullatenus expectato exsolvat plenarie recuperaturus ab ipsis apocas de soluto in quarum priori contextus hujusmodi penitus inseratur in reliquis quidem specialis solummodo mencio habeatur: nos enim tenore presentis nostro rationali magistro vel alii cuicumque supor jam dictis a bajulo antedicto compotum audituro jubemus quod tempore raciocinii ipsius dictos quadraginta florenos in suo recipiat compoto supradicto nullam eidem pro isto questionem facturus. Volumus autem et tradimus in mandatis dictis rectoribus et defensoribus ac manutentoribus prefate amene seu gaye sciencie quod ex dictis quadraginta florenis illud vel illa jocalia argenti vel auri qui proinde videbuntur eisdem emenda emant totaliter illi vel iliis eorum qui juxta precepta et leges dicte amene seu gaye sciencie aliqua carmina vel etiam opera secundum ipsorum judicium melius aliis ediderint texuerint fecerint seu ordinaverint in honorem et gloriam aliquale et bravium hinc acquisita penitus conferenda et danda per eos quia eisdem super jam dictis pienarie vices nostras cum ista commitimus: nobis ipsis expresius retinentes et concessionem hujusmodi conditione sub ista etiam facientes quod dicti rectores et defensores ac manutentores prefate amene seu gaye sciencie nominari et eligi ac creari et poni a nobis omnino nunc et de cetero habeant: sin autem presentem viribus et effectu carere nos volumus quam in memoriam et testimonium premissorum fieri fecimus nostro sigillo pendenti munitam. Data Cesarauguste prima die madii anno a nativitate Domini millessimo trecentessimo XC octavo regnique nostro tertio. - Matias vicecancellarius. - Dominus rex mandavit mihi Jacobo Cavasthani. - Vidit eam dominus rex. - Berengarius Sarta.

(1) En este mismo archivo de la corona de Aragón de Barcelona existe un códice M. S. en papel de algodón de a folio y 284 páginas de materia, con su índice de capítulos en la portada; y en las cartas blancas del principio de este volúmen se lee la siguiente nota de letra de D. Jayme Caresmar, canónigo premostratense del monasterio de Santa María de Bellpuig en Cataluña, que dice así:
- Est llibre fou compost per un anonym provençal en lo sigle XIIII en que florí la Gaya Ciencia. Está escrit en llengua catalana, per rahó de haverse introduhit la llengua catalana en la Provensa al temps que sos princeps foren catalans, comptes o descendents dels comptes de Barcelona: be que té veus mescladas, propias de la llengua de aquell pays. Lo títol de la obra es: Las lleys de amors. Enseña y dona reglas pera trobar y fer coblas y altres generos de versos: y estos poetas se deyen trobadors.
- En seguida de esta nota siguen cinco folios del índice de capítulos: y en el folio primero empieza así: - Ayssi comensan las lleys damors; y después del prólogo empieza la primera parte de la obra de este modo: - Ayssi comensa la primiera partz en la qual son demostradas doas manieras de trobar generals las quals no son desta sciensa: y esta primera parte acaba con el capítulo: Dels rims trencatz. - La segunda parte, al folio 25 vuelto, empieza de este modo: - De coblas e primerament ques cobla e quens bordos deu hom haver almay e quens almens; y esta segunda parte acaba con el capítulo:
De cobla constructiva. - La tercera parte, al folio 36, empieza de este modo: - Complida es la segonda partida e ayssi comensa la tersa on deuem tractar de verses chansos e dautres dictatz: y esta tercera parte acaba con el capítulo: Escondigz. -La cuarta parte, al folio 39, empieza de este modo: - De las VIII partz doracio en qeneral: y esta cuarta parte acaba con el capítulo: De la interieccio. - La quinta y última parte, al folio 98, vuelto, empieza de este modo: - La quinta partz de vicis e de figuras e primierament de barbarismes; y esta quinta parte acaba con el capítulo: De pedas, y concluye la materia del volúmen con las palabras: Deo gratias, folio 141 vuelto.

//

La Gaya Ciencia era el arte de hacer poesía en la Edad Media. Expresión muy frecuente en la época, derivada del provenzal gai saber o del francés gai savoir, que refería a todas las habilidades técnicas necesarias para escribir poesía, es decir, el arte poético.
//

apéndice 3 memorial dalmau darnius joffre dortigues

Sed quia ut per literas scivit dominus noster rex novissime idem comes nititur quantum in eo est dicte exequtioni resistere et procurat sibi auxiliari in dicta resistentia per nonnullos subditos regis Francie: eapropter instent dicti ambassiatores quod dominus rex Francie per suas literas patentes mandet officialibus suis et signanter illis qui sint in Linga Occitana ne permittant aliquos subditos ipsius regis Francie ire in adjutorium dicti comitis et eos prohibeant a dicto auxilio et revocent remediis oportunis nec permittant etiam alias gentes extraneas in auxilium dicti comitis per regnum Francie pertransire et mittat dictus dominus rex Francie per exequtionem hujus provisionis aliquem vel aliquos officiales regios ut moris est.

https://es.wikipedia.org/wiki/Trovador

Bernart de Ventadorn, trovador medieval occitano, según un manuscrito del siglo XIII sobre la música trovadoresca.
Bernart de Ventadorn, trovador medieval occitano, según un manuscrito del siglo XIII sobre la música trovadoresca.

Loís Alibèrt, autres dialèctes occitans, catalan comprés
Loís Alibèrt, autres dialèctes occitans, catalan comprés
Los trovadores (del idioma occitano trobador, pronunciado [truβa'δu]) fueron músicos y poetas medievales, que componían sus obras y las interpretaban, o las hacían interpretar por juglares o ministriles, en las cortes señoriales de ciertos lugares de Europa, especialmente del sur de Francia, entre los siglos XII y XIV. La poesía trovadoresca se compuso principalmente en idioma occitano.

Los trovadores, personajes mayoritariamente de la nobleza, con sus canciones amorosas sobre todo, pero también con sus composiciones de propaganda política, sus debates y, en definitiva, con su visión del mundo, muestran el inicio de una historia cultural y política con una variedad que no se encuentra en ningún otro documento de la época. Su literatura, además, será una de las fuentes básicas de la poesía que durante siglos se cultivará en Europa occidental. Incluso en el siglo XX, autores catalanes como Josep Vicenç Foix (1893-1987) no se pueden explicar del todo sin conocer aquello que compusieron estos escritores de los siglos XII y XIII que cantaban por los pueblos. El estudio de los trovadores se incluye habitualmente dentro de la historia de la literatura occitana. Escribían en una variedad culta del idioma provenzal antiguo (lengua poética de los trovadores), que surgió en Occitania a finales del siglo XI y se extendió por el occidente europeo, sobre todo en Cataluña y el norte de Italia, conformando una literatura de una unidad importante en un momento en que las diferencias entre el provenzal y el catalán eran poco notables. Así, en la plenitud de su producción literaria ―siglo XIV y parte del siglo XV― en Cataluña, un mismo escritor usaba el occitano en su obra poética, y el catalán en la prosa. Esta situación pervive hasta la obra de Ausiàs Marc (1397-1459). La tradición literaria de los trovadores aún tuvo vigencia en parte de la poesía catalana del siglo XX, tanto con respecto a los aspectos formales como de contenido, representando una de las bases esenciales de la lírica catalana. Conviene esclarecer la diferencia entre trovador y juglar. El trovador era un poeta lírico, por lo general de condición social elevada, que se acompañaba de una melodía fija y cuyo texto se fijaba por escrito y no se transmitía con variantes, además de que no necesitaba utilizar sus facultades artísticas como medio de vida. El juglar, sin embargo, llevaba una vida ambulante, recitaba con una entonación específica pero no melódica, memorizaba los textos e incluso improvisaba a partir de determinados motivos temáticos, podía ayudarse de la mímica y la dramatización; características que lo convierten en uno de los máximos representantes de la literatura de transmisión oral de carácter folclórico o popular. No obstante, en ocasiones es posible confundirlos o reconocer individuos que reunieron las dos tipologías. De modo muy esquemático, suele asociarse al trovador con el autor (creador), y al juglar con el actor (intérprete).​ Ambos se sintetizarían en la cultura musical del siglo XX con la imagen del cantautor. Entre las diversas posibilidades etimológicas de la palabra «trovar», la más adecuada es la de ‘inventar o crear literariamente’. Hace falta distinguir en esta época el significado de dos palabras que en nuestros días se usan sin ningún matiz diferenciador: poeta y trovador. El primero era aquel que escribía poesía en latín, en cambio el segundo lo hacía en una lengua romance. La misma etimología tiene la palabra «trovero», aplicada a la persona que hace trovos (cantos tradicionales del sureste español). Entre 1110 y 1280 se registran unos 450 trovadores de idioma occitano. Pierre A. Riffard —citando a autores como Marrou, Roubaud y A. Moret—, menciona entre los más notables trovadores cátaros a Pierre Rogier de Mirepoix, Bernard Mir y Guilhem de Dulfort, y a Chrétien de Troyes (desde 1164) como máximo representante en lengua de oil. También incluye el fenómeno de los «minnesänger» germanos (1170 a 1340) y a los poetas del «stil nuovo» como Dante y Cavalcanti, insistiendo en el aspecto esoterista de la obra trovadoresca de Chrétien y Dante.​ Asimismo, se han considerado trovadores personajes como: Guillermo de Poitiers, el papa Clemente IV, no siendo papa, sino antes de ser arzobispo de Narbona y obispo del Pueg, conocido como Gui Folqueis, o el rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León (que antes de presidir la corte inglesa fue duque de Aquitania y conde de Poitiers), Pedro el Grande y Federico III de Sicilia; a diversos personajes de la nobleza como el catalán Guerau de Cabrera, o a individuos de origen humilde, como Marcabrú, que empezó como juglar. Entre las mujeres trovadoras («trobairitz»), casi siempre de la nobleza, destacó Beatriz de Día. Los cancioneros son unos documentos ―en total se conservan 955​ (y se han destruido 8)― que constan habitualmente de tres apartados: vidas, razones y composiciones. De algunos trovadores únicamente se incluían las poesías sin ninguna otra referencia. En el primer apartado se explicaba la vida del trovador. En el segundo, las razones por las cuales había escrito determinado poema. Esta información no solía ser frecuente. Por último, figuraba el propio poema, en 256 casos con la melodía correspondiente. En estos documentos se conservan 2542 poemas y versos, que a veces se repiten en diferentes cancioneros y a veces se atribuyen a diferentes trovadores. En cuanto a las biografías las hay de todo tipo: extensas o cortas según el cancionero, reales o inventadas, como se ha podido comprobar al compararlas con otros documentos de la época. La poesía trovadoresca se manifestaba a través de estilos (o trovas) diferentes: Trova leve (o plana): expresión sencilla, palabras no complicadas ni de doble sentido, ausencia de recursos estilísticos difíciles. Pensamientos claros que puede captar fácilmente un auditorio variado. Este es el estilo más utilizado, sobre todo en los sirventés. Trova hermética: hay varios tipos: caro, oscuro, sutil, delgado, cubierto..., según lo expresen los propios trovadores en sus composiciones, sin especificar las características. Los dos más habituales son los siguientes: Trova cerrada: trova hermética basada en la complicación de conceptos, el abuso de la agudeza, un lenguaje a menudo de argot (que ofrece problemas de interpretación en la actualidad, no tanto, seguramente, en el momento que se escribió). Marcabrú lo usó con frecuencia. Trova rica: el hermetismo se basa en la complicación de la forma, que busca la sonoridad de la palabra y por lo tanto usa un lenguaje difícil, con rimas extrañas, etc. Arnaut Daniel fue el gran maestro de este estilo. Personajes similares aparecieron en otras regiones de Europa. Ya se ha mencionado Cataluña y el norte de Italia, cuya trova estaba íntimamente relacionada con la provenzal. En el norte de Francia, en la región de lenguas de oïl, y en Inglaterra aparecieron los trouvères o troveros, en Alemania los Minnesänger y en el occidente de la península ibérica las cantigas galaico-portuguesas. La poesía trovadoresca era sobre todo de temática amorosa, pero también podía centrarse en aspectos políticos, morales, literarios, etc. A continuación hay una clasificación no exhaustiva de su literatura dividida en tres apartados: los géneros condicionados por la versificación, en los que se tienen en cuenta los aspectos métricos y no la temática, que solía ser amorosa; los géneros condicionados por el contenido, que es el apartado más variado y extenso; y los debates entre trovadores, es decir, aquellas composiciones en que dos trovadores se enfrentan a través de un diálogo con una temática variada.




miércoles, 8 de mayo de 2019

LA CAÑADA DE LA CELADA, siglo XII, Cutanda

2.54. LA CAÑADA DE LA CELADA (SIGLO XII. CUTANDA)

Tras más de cuatro siglos de espera, el rey aragonés Alfonso I el Batallador acababa de reconquistar para los cristianos la ciudad de Zaragoza, que era la llave de todo el valle del Ebro. No obstante, su posesión todavía no estaba asegurada, pues cabía pensar una lógica reacción de los almorávides que, en efecto, no se dilató mucho, tras reunir un importante contingente de hombres y animales en al-Andalus.



Alertado del imponente ejército almorávide que se avecinaba desde Levante, el rey Alfonso I preparó de manera concienzuda la batalla que se presumía definitiva, de modo que ordenó a sus vigías y ojeadores que localizaran posibles escenarios favorables. Luego, en su tienda de campaña, rodeado por todos sus capitanes, el rey eligió de entre los lugares seleccionados una cañada —un valle estrecho pero poco empinado— que estaba cerca de la población de Cutanda, zona muy apropiada para poner tropas en celada, es decir, ocultas y amparadas por el terreno.
Una vez que se aseguró de que no había espías enemigos que pudieran descubrir su táctica, dirigió y concentró en la cañada elegida a sus huestes, ordenando destacar en dirección a la marcha de los almorávides algunas partidas poco numerosas de hombres armados. Cuando estos grupos fueron avistados por los moros, simularon que rehuían la lucha por miedo, y fueron retrocediendo hacia la «cañada de la celada».

Al-Tamín, el jefe almorávide, se cebó en aquellas partidas a las que trató de perseguir y, sin darse cuenta de la estratagema del Batallador, se encontró con la sorpresa que ni esperaba ni deseaba. La celada urdida en la cañada había dado su fruto y el lugar quedó sembrado de cadáveres, restos de los cuales se pueden descubrir todavía hoy.

Aparte del significado moral y de las consecuencias que la victoria tuvo para la seguridad de las tierras que Alfonso I había reconquistado, incluida Zaragoza, el botín tomado al enemigo fue impresionante, destacando más de dos mil camellos.
[Esteban, Rafael, Estudio histórico-político..., págs. 43-44.]


Cutanda es una localidad española perteneciente al municipio de Calamocha, en el Jiloca, provincia de Teruel, Aragón. Está situada a 1059 msnm y a una distancia de 83 km de Teruel. Su población era de 187 habitantes en el censo de 1990, 76 en el 2011.

Solo pasa un río cerca de este municipio en época de lluvias o cuando hay riadas (por lo general su cauce sirve de sendero), por lo tanto el cultivo de secano es su principal fuente de ingresos. De esta localidad era originario el edil del PP Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA. Su padre era natural de Cutanda.

Por este pueblo pasa la ruta del Cid.

Cutanda se encuentra a 14 km al levante de Calamocha, y su castillo, conocido por la victoria de Alfonso I (1120), estuvo bajo varios tenentes y perteneció a aquella marca que gobernaban los señores de Belchite. A fines del siglo XIII se inició el señorío de la mitra de Zaragoza, que duró siglos. El castillo fue atacado por los castellanos en 1445, y todavía estaba en servicio en 1839, aunque no lo asaltaron los carlistas, pero se derruyó después de la segunda guerra carlista. Sus ruinas yacen sobre un otero próximo al pueblo y se reducen a un muro de 12 metros de longitud y 2 de espesor, recubierto de sillería, en cuya cara interna conserva restos de una bóveda de crucería, y sería la capilla o una sala, al parecer, de buena arquitectura. Andrés y Valero cita obras realizadas en 1243, 1500 y 1554, éstas, según el manuscrito de Espés, se referían a terminar aposentos, escalera, chimenea, etc. Los arzobispos lo destinaban a cárcel y depósito de cobros. Sería pues, una de las muchas obras que acometió el arzobispo Hernando de Aragón.

A diferencia de otros lugares de alrededor, la villa de Cutanda no formó parte de la Comunidad de Daroca.


La Batalla de Cutanda:

Tras la conquista de Zaragoza (por parte de Alfonso I), los Almorávides al mando de Ibrahim ibn Yuüsuf organizaron un gran ejército que frenara los avances de Alfonso I. La batalla favorable al rey aragonés (ayudado por Guillermo IX, duque de Aquitania), se dio el 17 de junio de 1120 en los campos de Cutanda, cerca de Calamocha. Así pudo el batallador consolidar sus conquistas, ocupando Calatayud, Daroca, alto Jalón y la orilla derecha del Ebro.

En el siglo XIV aún se decía: “Peor fue que la de Cutanda”.

En invierno tiene unas temperaturas muy frías, sin embargo en verano el calor es sofocante.




https://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_de_Poitiers

Guillermo de Poitiers —en occitano, Guilhem de Peiteus—, conocido también como Guillermo IX de Aquitania o Guillermo el Trovador —en francés, Guillaume le Troubadour— (22 de octubre de 1071-Poitiers, 10 de febrero de 1126), fue un noble francés, noveno duque de Aquitania, séptimo conde de Poitiers y primero de los trovadores en lengua provenzal del que se tiene noticia.

Nació en 1071, hijo de Guillermo VIII de Aquitania y de su tercera esposa, Audéarde de Borgoña, hija del duque Roberto I de Borgoña. Cuando falleció su padre en 1086, heredó unos dominios más extensos que los del propio rey de Francia, de quien era nominalmente vasallo. En los años 1101 y 1102, participó tardíamente en la primera cruzada tras la caída de Jerusalén. Sostuvo varias guerras contra los condes de Tolosa. Fue excomulgado en dos ocasiones, una de ellas por abandonar a su esposa legítima y arrebatarle a la fuerza la mujer a su vasallo el vizconde de Châtellerault. Entre 1120 y 1123 combatió junto a Alfonso I el Batallador, su concuñado, para intentar arrebatar a los musulmanes el reino de Valencia.

La vinculación de Guillermo el Trovador y Alfonso el Batallador es doble. De una parte, Inés de Aquitania —hermana de Guillermo el Trovador— casó con Pedro I de Aragón, el cual falleció sin descendencia masculina, heredando sus reinos su hermano Alfonso el Batallador. De otra, porque a la muerte del Batallador, que falleció sin descendencia, heredó sus reinos su hermano Ramiro II el Monje, el cual casó con Inés de Poitou, hija de Guillermo el Trovador. De ahí que el Trovador resultara cuñado de Pedro I de Aragón y concuñado de sus hermanos, Alfonso el Batallador y Ramiro el Monje.

De su matrimonio con Felipa de Tolosa tuvo los siguientes hijos:

Inés de Poitou (c. 1105-c. 1159), esposa de Aimar de Thouars y de Ramiro II de AragónGuillermo X de Poitiers (1099-1137), último duque de AquitaniaRaimundo de Poitiers (c. 1115-1149), por su matrimonio con Constanza, príncipe consorte de Antioquía.

Guillermo de Poitiers es el primer poeta de nombre conocido en las literaturas románicas. Se conservan 11 poemas suyos, en que la temática amorosa es tratada a veces con gran crudeza: se autodenominaba «trichador de dòmnas», alardeaba de sus proezas sexuales y muchos de sus poemas están dedicados a su amante, Maubergeonne, a la que llama la Peligrosa. En otra composición, pide a sus caballeros que le ayuden a escoger caballo:

Caballeros, aconsejadme en esta duda:
—nunca escoger me fue tan difícil—:
No sé si quedarme con [la dama] Agnes o con [la dama] Arsen.


En otros poemas, muestra una sensibilidad enteramente diferente:
folhon li bosc e li auzel
chanton chascus en lor lati
segon lo vers del novel chan:
adonc esta ben qu'om s'aizi
d'aisso dont om a plus talan.

Con la dulzura de la primavera
bullen los bosques y los pájaros cantan
cada uno en su latín
según el ritmo del nuevo canto:
así conviene que cada uno se regocije
en lo que más desea.

En chapurriau de Beseit:

En la dolsó del nou tems
lo bosque se cubrix de fulles y piulen los muixons,
canten cadaú en lo seu latín
segons lo vers del nou can:
aixina que está be que chalem
en lo que mes mos agrade.

Acogió en su corte al bardo galés Blédri ap Davidor, quien introdujo en las literaturas románicas la leyenda celta de Tristán e Isolda.






jueves, 6 de mayo de 2021

LIBRO PRIMERO. RECUERDOS DE LA PATRIA.

LIBRO PRIMERO.

RECUERDOS DE LA PATRIA.
I
Á MALLORCA x
---
Desde tu trono de espu-
mas, desde tu silla de algas,
recibe mis tiernas melodías,
mis sencillos cantares.
***
Bien hayas, preciosa Isla, estrella del alba, hija de las olas; Mallorca mía, bien hayas.

Santo nido donde nací; jardin de mis padres, que el Creador hace florecer, para alegría nuestra.

En tu ma vida transcorre
Sots l´ombra de purs boscatjes,
Felís y no coneguda,
Com la llum per les montanyes.
Oh ma nina garrideta,
Que ´l trajo verdós estampas
De la mar de Catalunya
Dintre lo mirall de plata.
Dexa que ab mes cançonetes,
Ab mes tendres codolades,
Sobre ´l teu front virginal
Estampi jo un besada.
---
Voldría esser trovador
D´armoníes elevades;
Y, al portal de tos castells,
O entre ´ls rams de les cabanes,

A la claror de la lluna,
Los oratjols respirantne
Que alzinars y garriguelles
De bosch en bosch embalsaman,

Jo cantaría tes glories,
Tes antigues recordances,
Les riqueses de ton sòyl,
La bellesa de tes gracies.

Voldría esser trovador,
Y, ab l´harpa mía daurada,
Rodejat de les donzelles,
Amor lo cor meu vessantne,

En tí paso mi vida, á la sombra de frescas arboledas, feliz y no conocido, como la luz en los montes.
Graciosa niña mía, que retratas tu traje verde en el argentado espejo del mar de Cataluña;
déjame que con mis canciones, con mis tiernas codoladas, estampe un beso sobre tu frente virginal.
___

Quisiera ser trovador de levantado lenguaje; y junto á la puerta de tus castillos, ó á la sombra de los parrales que adornan tus cabañas,
al rayo de la luna, respirando las brisas embalsamadas con los aromas de encinares y bosquecillos,
cantaría tus glorias, tus antiguas tradiciones, la riqueza de tu suelo, la belleza de tus gracias.
Quisiera ser trovador; y con mi arpa de oro, rodeado de pajes y doncellas, rebosando amor de mi pecho;

De tos fills ponderaría
Gestes de l´edat passada,
De nostra Avior la noblesa,
La generosa constancia.
De tos fills admiraría
Lo seny dreturer, qu´exalça,
La paciencia, qu´enriqueix,
La fe, qu´hermosea l´ánima.
D´aquexos senzills pagesos
Que ´t colturan, bella patria,
Cantaría la fortesa,
Y les costums qu´heretaren
De sos avis de la Grecia,
Del Marroch ó de l´Italia,
Pe´ls prohoms de Catalunya,
Temps després, santificades...
¡Ay Deu de mon cor!, un día
¿Per qué no encenéu la flama
De l´inspiració en mon pit,
Y del geni la llum santa?
¿Per qué, bellesa eternal,
De poesía les ales
No té mon enginy? Ab elles
Volar podría espayantme.
De les ciutats á les viles,
De los pujols á les planes,
De la mar á los torrents,
De los cims á les marjades...
Inmensos barranchs de Lluch,
De Valldemossa ´ls paratjes,
Los taronjerals de Sóller,
¡Oh Deu!, vostra gloria cantan.

ponderaría las hazañas de tus preclaros hijos en la pasada edad, la nobleza y generosa constancia de nuestros abuelos;
admiraría de tus hijos el juicioso buen sentido que levanta á los pueblos, la paciencia que los enriquece, la fe que hermosea el alma.
De esos sencillos aldeanos, que tus campos cultivan, bella patria, cantaría la fortaleza y las buenas costumbres,
heredadas de sus antepasados griegos, italianos ó mauritanos, purificadas y santificadas, en la época de la reconquista, por los prohombres catalanes...
¡Dios de mi alma! ¿Por qué algun día no encendéis en mi frente la llama de la inspiración, la sagrada luz del genio?
¿Por qué, Belleza eterna, mi espíritu no tiene las alas de la poesía? Con ellas podría dilatarme por los espacios.
De las ciudades á los pueblos, de las montañas á las llanuras, de las orillas del mar á las orillas de los torrentes, de las altas cumbres á los bancales de los huertos...
Los inmensos barrancos de Lluch, los pintorescos sitios de Valldemosa, los naranjales de Sóller, tu gloria cantan, ¡oh Dios mio!

 Y la cantan les ermites,
Que, entre pinars y fullatje,
Alçan
llur pobreta creu,
Llurs aspiracions cristianes.

Y la
cantan exes coves
D´Artá, que ´ls setgles formaren,
Y aqueix
blau puig d´en Torrella
Que dins les boyres s´amaga...

¡Qué
n´ets de rica, ma terra,
Qué n´ets de flayrosa y gaya!
Ab
ametlars y pins,
Ab oliverars y mates,
Ab estols de
pagesetes
Vestint com l´edat mitjana;
Semblas una blanca
rosa
De verts llorers ombrejada.
___

Prenda de los meus
amors,
Mallorca mía, ma mare,
De ton pit tendre y
puríssim
¿Podrá qualcú arrebassarme?


No ho sé. Quant la
nau m´en duga
Al continent de l´Espanya,
Y, en mig del
cel y les ones,
Ja més no veja tes platjes,

Dins lo meu
cor mallorquí
Jaurá de tu l´anyorança,
¡Dins lo meu cap
sempre viva
Bullirá t´hermosa cara!

Y la cantan las
ermitas, que, por cima de los verdes pinares, levantan su pobrecilla
cruz, sus aspiraciones cristianas.

Y la cantan esas cuevas d
Artá, formadas por los siglos; y ese azulado Monte de Torrella, que
se esconde entre las nubes...

¡Cuán rica eres, tierra mía;
cuán risueña y llena de perfumes!; con almendros y pinos, con
olivos y matas;

con airosas aldeanas que visten todavía á
usanza de la edad media: parécesme blanca rosa, sombreada por verdes
laureles.
__

Prenda de mis amores, Mallorca mía, madre
mía, ¿podrá tal vez álguien arrancarme de tu purísimo y
amoroso seno?

No lo sé. Cuando la nave me lleve al continente
español
, y entre el cielo y el mar pierda de vista tus
costas;

en mi corazón mallorquín estará tu dulcísima
nostalgia; ¡en mi cabeza se moverá, siempre viviente, tu hermosísimo
rostro! …

RECORTS. (. : x)

Tu ´l temps de
m´infantesa,
Los jorns de ma bonança
Que tan aviat
fugiren,
Guardares en ta falda.

Tu fores verge hermosa
Que
mos plors axugares;
Y á mon primer sonrís
Tornáresmen un
altre.

Tos embats lleneguívols
Mos cabeyets besavan,
Ton
sol primaveral
Mos jochs il-luminava.

Ab los
germans d´estudi
Solíam fer comparses,
Y atxerevits y
alegres
Al puig vehí muntávam. (* La Bonanova)

Partint
dematinet,
Com l´auba clarejava,
Cullint per la
pineda
Floretes boscatanes.

Los passos nos
atreya
L´esglesia solitaria:
Y allí, á la dolça
Verge
Consol de la montanya,

Tú guardaste en
tu seno los tiempos de mi infancia, los días de felicidad que tan
pronto han desaparecido.
Tú fuiste vírgen piadosa que enjugaste
mis lágrimas: y á mi primera sonrisa con otra sonrisa
respondiste.
Tus aladas brisas mecían mis cabellos; tu sol
primaveral mis juegos iluminaba.
Los compañeros de estudios
solíamos hacer excursiones; y, alegres y saltando, subíamos al
cerro vecino.
Partiendo muy de mañana, al rayar la aurora, íbamos
cogiendo bajo los pinos, florecillas silvestres.
Enderezábamos
nuestros pasos á la solitaria iglesia; y allí, a la dulce Vírgen,
consuelo de los montes,


Com tendres angelets
Fervents la saludávam;
Y allí la dolça Verge
Sonreya agraciada.
¡Ay Mallorca; Mallorca,
Tresor
de recordances!
____

Com tot mudes les hores,
Sens
bategar llurs ales,
Sens renou fugitives
Al entorn meu
volavan...

Les tendres alegríes
Se deyan mes germanes,
Y
´l cor tan infantívol
Sovint, sovint besavan.

En la
gentil pradera,
Les forces restaurades
Sus una fontinyola
De
remoroses aygues,

Al sol brillant d´estiu,
Les hores de la
tarda,
Los jochs de l´infantesa
Vora del mar jováman
(jngávam)

Bullosos dirigíam
L´estel posat al
ayre,

O clots en les arenes
Abg reu afany cavávam.


saludábamos fervorosos, como pequeñuelos ángeles; y allí la dulce
Vírgen sonreía graciosamente.
Ay Mallorca, Mallorca, tesoro de
recuerdos.
__

Mudas las horas, sin batir las alas, sin
ruido, fugitivas, ¡pasaban á mi alrededor volando!...

Las
dulces alegrías decíanse mis hermanas; y á menudo venían á besar
mi infantil corazon.

En el risueño prado, restauradas las
fuerzas, orillas de una fuente de rumorosas aguas,

al
brillante sol de estío, las horas de la tarde, jugábamos juegos de
la infancia en la arenosa ribera del mar.

Con gran bulla
dirigíamos la cometa puesta en el aire; (L´estel posat al ayre,)

ó con graves trabajos cavábamos pequeños fosos en la arena
de la playa.



La pau de l´innocencia
Seguíans les petjades;
Y tests
vermells y bòtils
Tirávam á flor d´aygua.
¡Ay Mallorca,
Mallorca,
Tresor de recordances!

DESIGS.

Un jorn
l´esperit meu,
Finides ses batalles;
Exirá del meu
cos,
Rompent lo captivatje.

Mon cos sobre la pols
Caurá
com flor tallada,
Confús ab l´aspra terra
Jaurá fins la NOVA
AUBA...

Prechvos, ¡oh bon Senyor!,
Que m ´haveu dat per
patria
La terra mallorquina
Hont he viscut fina
ara...

Prechvos, oh bon Senyor,
¡Que en ella un jorn
descansien
Per sempre mes despulles,
De tempestats
guardades!...

Un jorn, si Deu ascolta
Ma senzilla
pregaria,
Ma tomba s´alçará
Junt al puig de Na Fátima.

La
paz de la inocencia seguíamos las huellas; y tirábamos á flor de
agua cantos rodados y piedras pintadas.
Ay Mallorca, Mallorca,
tesoro de recuerdos.

DESEOS.

Algun día mi espíritu,
acabadas sus luchas, saldrá de mi cuerpo, rompiendo las cadenas que
le oprimen.
Mi cuerpo caerá sobre el polvo, como tronchada flor;
barajado con la áspera tierra, yacerá hasta la aparicion del ETERNO
DIA...

Ruégote, oh buen Dios, que me diste por patria la
tierra mallorquina, en donde he vivido hasta ahora:

ruégote,
oh buen Dios, que, cuando tu Providencia lo disponga, mis despojos
mortales, resguardados de la intemperie,. ¡descansen para siempre en
ella!...

Un día, si Dios escucha benévolo mi sencilla
oracion, mi tumba se levantará al pié del Monte de Fátima.

















Vorera
del torrent,
Que bressa la pujada
Dos xiprers senyarán
Una
lloseta blanca.

Englantines y roses
Hi regará la
rohada,
La creu del Cristianisme
Veurán entre les rames.

Al
bla soroll del vent,
Al suau burbull del´aygua,
De nit, los
rossinyols
Refilarán ses cántigues.

Abelles de l´estiu
Hi
formarán sa casa,
Espigues de la rota
Hi inclinarán les
canyes...

Vull per mon be, quant vingan
De la tardor les
diades,
Y ´l jorn de los sufragis
S´acost ab l´ivernada.

Que
rosses pagesetes
De Valldemossa, imatges
D´aquell
serafinet
Que desde ´l cel nos ama, (* Sor Catarina
Thomás)

Joyoses, falagueres,
Dins canastells de
pauma
Duhent flors moradenques
Y ramells de
garlandes,

Junto al torrente que lame la empinada cuesta, dos
cipreses ceñirán blanca funeraria.
Allí englantinas y rosas
bañará el rocío; la cruz del Cristianismo aparecerá entre el
ramaje.

Al blando ruido del viento, al suave murmullo de la
linfa, los ruiseñores por la noche entonarán sus cántigas.

Las
abejas en el verano formarán su colmena; las espigas del pegujal
inclinarán sus cañas...

Quiero para bien mío, cuando venga
el otoño, y se acerque con el invierno el día de los sufragios,
que
rubias labradorcitas de Valldemosa, parecidas á aquel amante serafin
que desde el cielo nos contempla,
gozosas, ágiles, en canastillos
de mímbre llevando violas y ramilletes de amarantos;


Regant murta y poncelles
Sobre la tomba vajan;
La má sobre les
flors,
Al cel la viva ullada...

Un ermitá vellet
De
blanquinosa barba,
Pera captar almoyna
Vengut del
ermitatje,

Junt ab les minyonetes
En torn
agenollantse,
Diga, mes sense plors,
Sense una sola
llágrima,

¡Una oració pe ´l jove
Que tant amá á la
patria,
Lo ciutadá sens ira,
Lo bon cor y bona ánima!

Febrer de 1868.


vayan esparciendo sobre la tumba arrayan y capullos; con una
mano en las fores y los vívidos ojos en el cielo...

Un
viejecito ermitaño, de blancuzca barba, venido de la ermita para
recoger limosnas,

arrodillándose con las niñas al rededor de
la cruz, pero sin llantos, sin derramar una sola lágrima.

rece
una plegaria, por el jóven que tanto amó á su patria, el pacífico
ciudadano, el del buen corazon, el del alma caritativa...

(V.
la nota (1) al final del tomo.)


II
À LA LLOTJA DE PALMA.
---
Poesía premiada en los Jocs
florals de Barcelona, de Maig de 1871.

Vora les quietes aygues
qui besan la ribera
Ton còs gentil axecas ab noble magestat;
Jo
vench á contemplarte quant ha la llum derrera,
Brillant
argentería, tes torres coronat.

En lo mirall claríssim de
les tranquiles ones
Allargas ta figura, tos celestials
contorns;
Al esperit les ales de los recorts li donas,
Fugint
la fantasía de lo passat als jorns.

Bé apars, rojenca
fábrica, sentada ab robustesa,
Voltada de casetes de pobrissols
barquers;
Allá ´ls jays de Sant Pere d´honrada rustiquesa,
Y
ací recorts de Malta dels freyres cavallers.

II
Á LA
LONJA DE PALMA.
___
Junto a las apacibles aguas que mecen la
orilla, yergues majestuosamente tu airoso cuerpo. Yo vengo á
contemplarte, cuando tus torres aparecen coronadas con la argentada
luz del crepúsculo de la noche.
El clarísimo espejo de las
tranquilas ondas, refleja prolongados tu figura y tus celestes
contornos. Al verte, el espíritu toma las alas de los recuerdos, y
la fantasía divaga por los tiempos pasados.
Hermosa te presentas,
rojiza fábrica, robustamente asentada en medio de innumerables
hogares de pobres bateleros. Allí los ancianos de la hermandad de
San Pedro, de rusticidad honrada; aquí recuerdos de los caballeros
de San Juan.

Ab ánima esmoguda, la Llotja
mallorquina,
M´acost pera guaytarne tos gòtichs finestrals,
Les
vèrgens protectores, d´execució divina,
Les belles filigranes,
ergull de tos portals.

M´acost, y fret silenci lo respirar
m´atura;
Me n´entro... y la foscuria congela mon
esprit.
Columnes solitaries hi elevan á ´altura
Llurs
espirals gracioses, ramatje destexit.

L´ayrosa columnada de
forma falaguera,
Sens capitell ni basse captiva ab goig
intens;
S´encreuan les arcades com rams de´una palmera
y
l´anima disfruta d´un benestar inmens.

Pero, ¿per qué eix
silenci de tomba, funerari?
¿Per qué taulons indignes causant
profanació?
¿Per qué exos munts de saques, sens cor,
abandonarhi?
¿Es ésta la gran Casa de la
contractació?

¿Es ésta per ventura la Llotja
mallorquina
Que Defensors y Cònsuls alçaren ab plaher.
Perque
rebés ab pompa la flota llevantina
La patria d´en Valseca, d´en
Jaquotot Ferrer?


¡Oh Lonja mallorquina! Con el alma conmovida profundamente, me
acerco para ver tus góticos ventanales, las estatuas divinamente
ejecutadas de las vírgenes protectoras, las ricas filigranas que
decoran orgullosamente tus vestíbulos.

Me acerco, y la
frialdad de tu silencio me pára la respiracion. Entro... y la
oscuridad hiela mi espíritu. Solitarias las columnas elevan hasta la
bóveda sus graciosas espirales, que semejan en altura ramaje
destrenzado.

La gentil columnata cautiva los ojos, con sus
ligeras formas, con su ausencia de basamentos y capiteles. Crúzanse
los arcos cual ramos de palmera; y el alma disfruta por breves
momentos de inmenso bienestar.

Pero ¡qué silencio, qué
silencio sepulcral! ¿Y por qué está profanado este noble edificio?
¿Por qué esos sacos y maderas acá y acullá desparramados? ¿Es
ésta la grandiosa Casa de contratación?

¿Es ésta por
ventura la Lonja de Palma, que levantaron con sin igual placer los
antiguos Cónsules y Defensores, para que la patria de Valseca y
Jaime Ferrer recibiese con la debida pompa las flotas mallorquinas
que regresaban de Levante?



¿Ahont son los de Provença, los de nació pisana,

Qu´ aquí murmullejaven ab turchs y genovarts?
¡Oh
varietat riallera!, la gorra catalana,
La grega
barretina
, lo caputxet dels sarts...!

Jo sento
colps de maça, soroll de carretades,
Barbull de pescadores, renou
de mariners;
Per exa plaça sento sonores martellades,
Ab fort
brugit s´en vénen estols de mercaders.

Y fér les mies
orelles y mou la fantasía
Esta remor superba de comercial
bojiot;
¿Será d´aqueix gran temple la mágica armonía?
¿Será
d´un actiu poble lo fèrvit avolot?

No, no... que
s´il-lusiona ma pensa acalorada,
Res ve de lo que sento, res es
del que ´apar;
Columnes enfosquides descobre ma mirada,
Com
rests torçuts de barca á la bòveda pujar.

Per tot lo fret
silenci lo pensament regira,
Lo desencant ofega del ánima lo
vol;
Un nom en les arcades l´esperit meu ovira,
Del gran
Guillem Sagrera l´esperit meu se dol,


¿ están los de Provenza, los de Pisa, cuya
habla se mezclaba con la de los turcos y genoveses? ¡oh
risueña variedad! Aquí hubierais visto la gorra catalana, el
birrete griego, el capote de Cerdeña...

// (birrete: béret: barret: barretina: gorro frigio)

están? Pues en sus casas y en la lengua mallorquina.
¿Ahont son
los de Provença, los de nació pisana,
Qu´ aquí murmullejaven
ab turchs y genovarts?
¡Oh varietat riallera!, la
gorra catalana,
La
grega barretina,
lo
caputxet dels
sarts
...!

Yo
siento el golpear de los mazos, el estruendo de las carretas, la
grita que mueven pescadoras y marineros. Sonoros martillazos resuenan
en esa plaza; numerosos grupos de mercaderes se acercan charlando
ruidosamente.

Y hiere mis oídos, y mueve la fantasía este
soberbio rumor del movimiento comercial. Tal vez sea la mágica
armonía que de este gran templo se exhala; tal vez el fervor
tumultuoso de un activo pueblo.

No, no... que se engaña mi
pensamiento enardecido. Nada de lo que oigo viene, nada existe de lo
que ver pretendo. Únicamente descubro las ennegrecidas columnas que
suben hasta la bóveda, semejantes a los retorcidos cables de un
buque.

Por todas partes el frío silencio me acongoja, por
todas partes el desencanto corta el vuelo del alma. Pero mi espíritu
lee un nombre grabado en estos arcos, mi espíritu se acuerda con
dolor del insigne arquitecto Guillermo Sagrera.


Guillem, l´ombra dels setgles ta cara té absconduda;
Dels hòmens
l´oblidança ta gloria enterbolí;
Mas d´ella les petjades mon
pensament saluda
A Nápols y Girona y á Perpinyá y
aquí.

¡Aquí!, hont cada pedra la cántiga gloriosa
Murmura
de los genis ab llengua singular;
Mas jau arreconada la Llotja
portentosa,
Com una barca vella la vora de la mar.

Celisties
del cap-vespre de mil colors pintades
Desplegan s´hermosura per
sobre ´ls seus merlets;
Com altre temps encara les fresques
marinades
Ab llurs olors balsámichs animan ses parets.

¿No
tornará lo día de sa potent grandesa?
¿Dels setgles la polsada
tant sols l´ha de vestir?
¡No vullas, patria mía, pagar ab tal
vilesa
L´honor que nostres avis te feren conquerir!

___



¡Guillermo!, la sombra de los siglos ha velado tu cara: el olvido de
los hombres ha oscurecido tu gloria; pero mi pensamiento saluda
todavía sus brillantes huellas en Nápoles, en Gerona, en Perpiñan,
aquí.
¡Aquí!, en donde cada sillar murmura con extraña lengua
la cántiga gloriosa de los genios. Mas, ¡ay triste!, yace esta
bellísima Lonja arrinconada á la orilla del mar, como una barca
inservible.
Los variados colores de la luz vespertina, despliegan
su hermosura por sobre las lindas almenas; como en tiempos más
felices, las frescas brisas del mar animan sus muros con balsámicos
olores.
¿No volverá jamás el tiempo de su poderosa grandeza?
¿Por única vestimenta le hemos de dejar el polvo de los siglos?
¡Oh, patria mía!, ¡no quieras pagar con vilezas la honra que te
legaron nuestros padres!

Véase la nota (2)

___


III
DEVANT LO SEPULCRE
DE LA BEATA CATARINA THOMÁS.
---
En
la conmemoració del tercer aniversari centenar de sa gloriosa mort,
que feu Palma en 1874.

Sus lo sepulcre de que tos òssos
guarda
M´en vinch o decapvespre á agenollar;
La llum
esmortehida nos esguarda,
Y el silenci convida á meditar.

La
devoció que ´t tench, des l´infantesa
Possehieix un alberch en
lo meu pit;
Ma mare ab ses paraules de tendresa
Eix amor per ta
gloria m´ha infundit.

Verge de les bellíssimes
montanyes,
Que ´l goig y l´honra de ma patria son,
Vinch á
pregar; ab maternals entranyes
Lo prech ascolta que del cor te
don.


III
ANTE EL SEPULCRO
DE LA BIENAVENTURADA CATALINA
TOMÁS.
---
Al conmemorarse en Palma, en 1874, el tercer
aniversario centenar de su gloriosa muerte.

Junto al sepulcro
que guarda tus restos mortales, vengo esta tarde á postrarme
reverentemente de hinojos. La débil luz nos mira con respeto; el
silencio convida a meditar.
La devoción que te profeso, tiene
desde la infancia morada en mi corazón; mi madre con palabras de
ternura infundióme ese amor por tu gloria.
Vírgen de los
bellísimos montes, que la honra son y el gozo de mi patria; vengo a
orar; escucha con maternales entrañas la súplica que de lo íntimo
te elevo.


Verge, desde lo soli que en l´Altura
Te cubreix d´esplandor y
majestat,
Guayta y veurás la terra de ventura
Per hont ara ton
nom es exalçat.

Aquestes roques que l´onada besa
Y
afalaga suau lo ventijol,
Contemplaren un jorn ta gentilesa,
Veren
gronxarse ton joliu breçol.

¡Oh ditxa! Estes arbredes
atapides,
Variades tanques d´olivers y blats,
Foren de tes
mirades benehides
Los atractius primers, molt estimats.

Aquí
per esta terra, patria amada,
Mallorca, mare de grans fills, un
temps
Surtires com l´estrella de l´aubada,
Y llum donares y
calor ensemps.

Y al peu del marge, en la llunyana coma,
Vora
la torrentera, dins la mar,
De les virtuts lo celestial
aroma
Dexavas sempre de ton còs anar.

Lo gay trajo vestint
de pageseta
Encativares tots los cors senzills,
Y aprés, del
claustre per la vía estreta
Fugir saberes dels mundans perills.


Vírgen, desde el alto solio, que de esplendor y majestad te cubre,
asómate, y verás la venturosa tierra, en donde estos días es
ensalzado tu nombre.

Estas rocas, besadas por el oleaje,
halagadas por suaves cefirillos, contemplaron un día tu belleza,
vieron tu deliciosa cuna.

¡Oh, dicha! Estas estúpidas
arboledas, caprichosas albarradas que encierran olivos y trigos,
fueron los primeros, muy amados alicientes de tus benditas
miradas.

Aquí, por esta tierra, por esta querida patria
mallorquina, madre de grandes hijos, apareciste como la estrella de
la mañana, derramando á la vez luz y calor.

Y en los
caminos, en las lueñes cañadas, en las quebraduras de los montes,
en el hogar doméstico, se desprendía de tu cuerpo el celestial
aroma de las virtudes.

Vistíendo el gracioso traje de
aldeana, cautivaste los corazones sencillos; después supiste evitar
los riesgos mundanales, y seguir el estrecho camino del claustro.



Un refugi en tes lluytes encontrares
Y una bandera santa:
l´oració;
Tota la pena del amor sembrares,
Y has cullit en lo
cel lo guasardó.

Ara gosas de Deu en la presencia
En mig
dels ángels la gloriosa llum,
Y conexent la divinal
potencia
Conéxer pots nostra miseria y fum.

Es ton recort
per nostres una espira
Qui d´entusiasme nos encén lo cor,
Es
delicada nota d´una lira,
Subtil perfum de montanyana flor.

Molt
m´agrada, un matí de primavera,
Veure lo mar per lo bell sol
banyat,
Pero m´agrada més la riallera
Cara entreveure de ton
Sér salvat.

Me figur que en un éxtassis
dolcíssim,
Agenollada sobre núbols d´or;
Eternament envías
al Altíssim
La pura essencia de ton místich cor.

¡Oh
Catarina, hermosa Catarina!
¡Enrevoltada estás del llum de
Deu!
Demánali al Senyor que t´il-lumina,
Que ´s record de
nosaltres, poble seu.

Refugio en tus
combates encontraste, y una santa bandera: la oracion. Toda la pena
del amor sembraste; y has elegido en las Alturas el eterno premio.

 Ahora, ante la majestad de Dios, estás gozando, en medio de los
coros de los ángeles, la lumbre de la Gloria. Y conociendo ya la
Omnipotencia del Creador, puedes conocer nuestra vanidad y
miseria.

Tu recuerdo es para nosotros una chispa, que de
entusiasmo enciende el corazon; es delicada nota de la lira; sutil
perfume de la flor silvestre.

Pláceme, en las mañanas de
primavera, ver el ancho y calmoso mar, bañado por la luz del sol
naciente; pero pláceme mucho más, entrever el risueño rostro de tu
Sér glorificado.

Me figuro que en éxtasis dulcísimo,
arrodillada sobre nubes de oro, envías eternamente al Sér Supremo,
la pura esencia de tus místicas entrañas.

¡Oh, Catalina,
hermosa Catalina! ¡La luz de Dios te circuye! Pídele al Señor que
se acuerde de nosotros, su pueblo.


Demánali al bon Deu, que ´ns alliberi
La patria mallorquina de
pecats;
Que may lo vici s´òbria pas, ni imperi
En la daurada
terra, ahont som nats.

Que ´l pagés, colturant nostres
montanyes,
No perda may los bons costums antichs;
Que no falt ´
lo bon pa dins les cabanyes,
Ni la pau en les cases de los
richs.

¡Que tengam de virtuts plena cullita,
Y en les
viles enginy traballador;
La innocencia en los cors romanga,
escrita,
Y en totes parts lo Regne del Amor!

---


Pídele al buen Dios que libre de pecados la patria mallorquina; que
nunca el vicio se abra paso, ni impere en la dorada tierra donde
hemos nacido.

Que el labrador cultive nuestros campos, sin
renegar nunca de las buenas costumbres antiguas; que no falte pan en
las cabañas, ni paz en los palacios.

¡Que recojamos gran
cosecha de virtudes; que vivifique á los pueblos el genio del
trabajo; en los corazones persevere la inocencia; y á todas partes
venga el Reino del Amor!
___



IV
AL IL-LUMINAT DOCTOR
Y MÁRTIR DE JESUCRIST
MESTRE RAMON
LULL,
PER DESAGRAVI,
ODA.

Es deplorable que en Mallorca
mismo se haya pretendido denigrar la memoria de Lulio. (***) Sus
obras han sido atacadas por los dominicos, entre ellos por el
vehemente inquisidor Eymerich. - (Piferrer.)

¡Y còm sens
recordarte
La bona Sciencia caminar podría?
¡Y còm
sens venerarte
Ton nom enterbolía
Dins Mallorca l´irada
fellonía?

¡Còm un
esbart d´aus negres,
Que ´s deyan amadors de la
sabiesa,
Alçantse ab crits alegres
Per l´ergull, ta
puresa
Enfosquían y el sol de ta grandesa?



IV
AL ILUMINADO DOCTOR
Y MÁRTIR DE JESUCRISTO
EL BEATO
RAIMUNDO LULIO,
EN DESAGRAVIO.

ODA.

¿Y cómo, sin
acordarse de ti, podría seguir avanzando la verdadera Ciencia? ¿Y
por qué, sin caer de rodillas, la iracunda deslealtad procuraba en
Mallorca oscurecer tu nombre?

¿Cómo bandadas de negras aves,
que se decían amantes de la Ciencia, levantándose con alborozada
gritería, pretendieron por orgullo cubrir el puro Sol de tu
grandeza?


¿Fores tu per ventura
Guerrer crüel, qu´ab la furienta maça
Fa
la verda planura
Tornar vermella bassa?
¿Fores vilan de
malehida raça?

¡No, no!; que si ta cara
Enlluhernada fos
per la victoria,
Tot tremolant encara
Un monument de
gloria
Axecaría el mon á ta memoria.

¡Oh digne Lull!, tu
eres
Qui lo nom de Mallorca més honrava;
Ta gloria á les
esferes
Nostres glories pujava;
¡Y, per premi, Mallorca
t´enutjava!

Tu fores qui en la cova
Del penyalar de Randa
concebíes,
Cantant gloriosa trova,
Plorar los perduts díes
Y
abatre del pecat les tiraníes.

La nit, per l´estelada,
Qu´es
del trono de Deu descobridora,
L´ánima enamorada
Del Be qu´el
cor anyora
Espayava sa vista somiadora.


¿Acaso fuiste tú cruel guerrero, que con furibunda maza convierte
la verde llanura en lago de sangre? ¿Fuiste villano de maldita
estirpe?

¡No, no!; porque si la fama de conquistador
iluminase tu rostro, el mundo, aún en estos días, levantara
temblando monumentos á tu memoria.

¡Oh noble Raimundo! Tú
eres quien más honraba el nombre mallorquín; quien con su gloria
hacía brillar la nuestra en las esferas. ¡y, en premio de tus
afanes, Mallorca te infería torpes agravios!

Tú en las
cavernas del peñascal de Randa, cantando gloriosa penitente trova,
te propusiste llorar el perdido tiempo, y vencer la tiranía del
pecado.

Por la noche, el alma enamorada del Bien Supremo, que
es el anhelo del corazon, hundía su soñadora mirada en los
espacios, estelares, reveladores del trono de Dios.



Gran era Lull. Alçantne
La Creu del Redemptor als pobles crida;
Y
vers l´Orient guaytantne,
Tornar vol á la vida
La Humanitat
per los errors podrida.

Jo ´l seguesch ab ma pensa
A
Viena, al Assia, á l´Anglaterra, á Roma;
Predica la defensa
Del
Mitjorn, dés la coma
De Randa fins la patria de Mahoma.

Jo
´l veig per exa terra
Totxa y esperitada de Bojía,

De
la platja á la serra,
Del temple á l´alquería;
¿Ahónt
vas, Ramon Lull? ahónt Deu t´envía?

¡Héroes balears,
miraulo!
Fills dels qui l´Almudayna un jorn
venceren;
¡Almogavers, aydaulo!...
Butxins lo conegueren,
Y
sa Idea ab son còs destruir volgueren.

¡Oh Idea
benhaurada
De gloria, d´esperit y fortalesa!
¡La noble edat
passada,
Nòstra naturalesa,
May n´escalfaren d´una tal
grandesa!


¡Grande era Lulio! Enarbola la cruz
del Redentor, y llama á los pueblos; mira hácia Oriente, y piensa
resucitar á la Humanidad, carcomida por los errores.

Sígole
con en pensamiento á Viena, al Asia, á Inglaterra, á las orillas
del Tíber: predica la defensa del Mediodía, desde las cañadas de
Randa hasta la patria de Mahoma.

Véole por esa necia,
endiablada tierra de Bujía, correr desde las playas á las sierras,
desde los templos á las cabañas; ¿á dónde vas, Raimundo? á
dónde te envía Dios.
¡Héroes baleares, hijos de los que
un día expugnaron la poderosa Almudaina, miradlo! ¡Almogávares
invencibles, volad en su ayuda!... Los verdugos islamitas le han
conocido, y quieren con su cuerpo anonadar su Idea.

¡Oh Idea
bienhadada, Idea de
gloria, de espíritu y fortaleza! ¡La famosa edad antigua, la
fecunda naturaleza humana, no concibieron nunca otra de más alta
magnitud!



Aytal sublim Idea...
Per menar tot lo Mon á lo realme
De
Unitat que´l Be crea,
Ramon estreny la palma

De
greu martiri, ab triunfadora calma.

Com arrelada alzina
Que
del vent á la rabia no ´s doblega,
Axí la fe divina,
Axí sa
Idea brega
Contra la mort; y á Deu sa vida entrega.

¡Ay!,
lo sant mártyr era
Un suavíssim altar que ´s dirigía
Fins
la eternal esfera;
Deu del cel assistía
Y de sa flayre atret
sobre ell venía.

Los alarbs ab cruel manya
Aquell altar
misteriós romperen
Com una frévol canya;
¡Los ornaments desferen,
Les flors tiraren, los perfums perderen!...
…..

Los
pobles hont ressona
Del Geni l´atractívol armonía,
La deguda
corona
Del llor que no ´s mostía
Te posan, oh Ramon, per ta
Noblía.



¡Oh sublime Idea!... Para llevar á todos los hombres al reino de la
Unidad, creadora del Bien humano, Raimundo, con heróica constancia,
abraza la palma del horrendo martirio.

Como arraigada encina
que no se dobla á la furia del vendaval, así la Fe católica, así
la Idea de Lulio batalla contra la muerte, y entrega su vida y
porvenir á Dios.

¡Ay!, el santo mártir era un suavísimo
altar que se levantaba hasta los cielos; Dios desde su Trono estaba
presente, y atraído por su aroma descendía sobre él.

Los
moros, encruelecidos, destrozaron aquel misterioso altar, cual si
fuera frágil caña; ¡deshicieron los ornamentos, tiraron al suelo
las flores, disiparon los perfumes!...
….

Ahora los
pueblos donde tiene resonancia la fraternal armonía del Genio, tejen
para ti, oh Raimundo, por tu nobleza de alma, la merecida corona del
lauro inmarcesible.


Mes, ¡horrible martiri!,
Molts compatricis qui tos fets
comptavan,
Y hermosa com un lliri
Ta grandesa miravan,
¿Per
qué ton nom ab furia menyspreavan?

¡Oh esperit gran! De
gloria
La resplendor eterna te il-lumina,
Honra a Deu ta
memoria;
¡La terra mallorquina
No ´t mostri més sa
ingratitut mesquina!

Agost 1868.


Mas, (¡horrible tormento!), muchos compatriotas tuyos, que tus
hechos narraban, que conocían tu grandeza, inmaculada como el lirio,
¿por qué menospreciaban furiosamente tu nombre?

¡Oh, gran
espíritu! El eterno resplandor de los cielos te alumbra; Dios mismo
glorifica tu memoria. ¡Ojalá la tierra mallorquina no se olvide
nunca de ti! ¡Ojalá no vuelva á ser para contigo una miserable
ingrata!

Véase la nota (4).


V.


LA PESCADORA.
MARINA.

Per entre estepes joves,
Verts
pins, florides mates,
Toquí marines herbes,
Vegí la bella
platja.
Roques y roques surten
D´arenes enclotades,
Formant
alts promontoris,
Guardant quietes cales.
La mar no se
movía,
Y´l pescador cantava:
Niu d´amor la ribera,
La de
la mar de Palma....
(***)

- Pescadoreta meua,
Dexa anar
la plantada,
Dexa anar los aucells,
Y flors de la
cabana.

Vina, pescadoreta,
Que ´l vent per exos
marges,
Envejós de ma gloria,
Remou una polsada,
Qu´enfosqueix
tos cabells
Y ´l blau de tes ullades.



V.
LA PESCADORA.
MARINA.

Por entre verdes jaras,
pequeños pinos, matas en flor, pisé las marinas plantas, llegué a
la pintoresca bahía.
Inmensas rocas hundidas en la arena, forman
altos promontorios, para guardar tranquilas ensenadas.
El mar
estaba en reposo; oíase el canto de un pescador:
Nido de amores
la orilla,
Orilla del mar de Palma...
(***)

-
Pescadorcita mía, abandona tu campo, abandona los pájaros y flores
de tu cabaña.

Ven, pescadorcita; el viento, envidioso de mi
gloria, levanta en esos caminos tal polvareda, que oscurece tu pelo y
tus azules ojos.


Si en terra te passejas
A tos peus farán nafra,
Les crestes de
les roques
Per hont l´ona s´esbrava.

Qualque senyor
altiu
Nascut en bona entrada,
Pot ser, ma pobrissola,
Voldría
ta desgracia.

Vina, vina, m´aymía,
Vínaten á ma
barca;
Goig hi tendrém puríssim
Al balanç de la onada.

Aquí
´ls dos cantarém
Cançons ab ma guitarra,
Y amor aquí hi
seurá
Puys cap dins una llanxa.

Y al véurenos los
pexos
Brufarán á flor d´aygua;
Sos jochs y oculta
vida
Sorpresos mostraránte.

Ardévols los cap-rojos,
Los
esparrays sens mácula,
Encalçan sols per riure
Donzelles y
dorades.


Si te paseas por tierra, te dañarán los piés las crestas de las
rocas, donde se estrella el oleaje.

Quizá algun poderoso
caballero, nacido en soberbio palacio, medite, pobrecita mía, tu
desgracia.

Ven, ven, querida, vente á mi barca; goces
purísimos tendremos, al balanceo de las olas.

Aquí los dos,
al compás de mi guitarra, entonaremos dulces cantares: amor se
sentará entre nosotros, pues se sienta tambien en pobre
esquife.

Los peces al vernos se mantendrán á flor de agua,
soplando; y, sorprendidos, te mostrarán sus juegos y misteriosa
vida.

Ardientes los escarchos, y los pequeños blanquísimos
escaros, persiguen por puro juego pintadas doncellas é inocentes
doradas.


Lo pop com un ventall
Extén ses fortes cames,
Y cerca lo
roquer
La cova baix les algues.

Los congres se revinglan,

S´abordan les aranyes,
Y ´ls anfossols pasturan
Pacífichs
ab les saupes.

L´estol de vius mollets
Lo déntol fort
ataca,
Y botan los daufins
Al veure nostres barques.

Lo
rap com un cometa
Navega ab la ratjada,
Y dormen les
tortugues
Surant ab sa corassa.

No cregas, no, que
vengan
Avuy per estes aygues,
Ni lo perdut tauró,
Ni lo
salroig, qu´espantan.

En lo fons de la mar
L´amor per tot
té cases;


D´esponja son los llits,
Y de coral les cambres.


El pulpo extiende los tentáculos,
semejantes á un abanico; y buscan los tímidos pececillos del roqueo
las cuevas tapizadas por las algas.

Los congrios se retuercen,
los pejes arañas envisten,
y los jóvenes meros pacen tranquilamente con las salpas.

Bandas
de alígeros salmonetes se ven atacadas de improviso por impetuosos
dentones; y los delfines dan saltos de alegría al rededor de
nuestros buques.

El peje sapo, parecido á un cometa, navega
con la raya; y duermen las tortugas, flotando sobre su coraza de
concha.

No creas que hoy vengan á visitar estas aguas algun
extraviado tiburón, o los temibles escualos.

En lo más
hondo de este mar, el amor construye por do quiera su nido. Las
esponjas le dan blando lecho, los corales riquísimas salas.


Pe´l cel de la badía
Veurás,
en esta aubada,
Exir, encès vaxell,
Lo Sol, de la mar
blanca.

Anèm, pescadoreta;
¿No sabs que exa
tardança
M´escarrufa de pena,
Brollar me fa les
llágrimes?

Un enfilay de joyes
Te tench aquí
guardades,
D´ullets de marins fetes,
Per adornar ta cara.

No
tengas por de plujes,
D´horribles mestralades, (vent
mistral, mestral
)
Que Deu may
abandona
Als pescadors de canya.

Vaja, donchs,
llambrinera,
Pescadoreta, vaja;
No tornarèm avuy,
No
tornarèm á platjes,
Que son lloch de marors,
D´embulls y de
migranya.

Juriol de 1868.


Verás, ahora que sonríe el alba, iluminando el inmenso cielo de la
bahía, salir el sol, á lo léjos, cual encendido bajel, del seno de
los blancos mares.

¡Vamos, pescadorcita! ¿No sabes que esa
tardanza me hiela de espanto, y hasta me hace derramar
lágrimas?

Aquí te guardo rica sarta de joyas, para ti,
hechas de ojos de pececitos, que adornarán tu lindo cuello.

No
tengas miedo á la lluvia, ni á los vientos huracanes; Dios nunca
abandona á los pescadores de caña.

¡Ea, pues, graciosa
niña, ea! No volveremos hoy, no volveremos á la playa; porque la
tierra es lugar de verdaderas tempestades, de enredos y amarguras.


VI.
LA BUGADERA.

Carrer dels Oms
De Palma
bella...
(***)

Xupa qui xupa,
La roba neta,
Planxa
qui planxa,
La roba extesa,
Fon sa greu vida
La
bugadera.
¡Si´n té d´angunies,
Si´n té de feynes!
De
bon matí,
Matinadeta,
Quant, l´auba clara,
Lo día
trenca,
Vora ´l fogó
Ja me la meuen
Cridant l´atlota
Midó
per treure.



VI.


LA LAVANDERA.

Por la calle de los Olmos de la bella ciudad de
Palma...
(***)

Ora retorciendo la ropa lavada, ora
planchando la enjuta, pasa su triste vida la lavandera.

¡Cuántas
angustias sufre! ¡Cuántos trabajos soporta! Por la mañana, muy de
mañana, cuando el alba empieza á clarear y apunta el día, ya se la
ve junto al anafe llamando á la muchacha, que la lleve blanco
almidon.



Renta camises,


Calçons doblega,
Llençols axuga,
Mulla faldetes.
Ara si
dina,
Com si barena,
Por lo migdía,
Per lo cap-vespre,
Un
plat de sopes
Tristes l´alletan.
Glories mundanes,
No la
rodejan;
Fora Mallorca
No hi há per ella;
Ni may
somía
Cotxos, riqueses,
Palaus y teatres,
Que son la
pensa
De les grans dames
De la noblesa.
Tan sols demana
De
l´humil Verge
Que bon sol fassa,
Perque´l Diumenje
Tornarne
puga
La roba llesta.
Tan sols desitja
Que l´estiu venga,
Y
el jorn benévol
De Primavera.
Perque les plujes
Y boyres
fredes


Lava lindas camisas, dobla finos calzoncillos, enjuga largas sábanas,
rocía cairelados zagalejos.

Ya para la comida, ya para la
merienda, á mediodía ó á la caída de la tarde, un ruin plato de
sopas es todo su alimento.

No la rodean glorias mundanas; para
ella no existe el Continente español; y nunca sueña en coches,
riquezas, palacios, teatros, ni en nada de lo que constituye el único
pensamiento de las grandes señoras de la aristocracia.

Tan
sólo pide á la Santísima Vírgen que haga buen sol, para poder
entregar la ropa limpia todos los Domingos.


De l´invernada,
Li banyan sempre
L´amada roba,
La roba
neta.
Greus y tristances
Ne té per vendre,
Però ab
amigues
Dintre la seva
Bugadería
Mil cançonetes
Alegres
cantan,
Y s´escometen
Baix de la parra
Qui les
ombreja.
___
Oh pobrissola,
La bugadera,
La de les
faldes
De indiana verda,
Dels mocadors
Color vermella,
Dels
cabells rossos
Per la serena,
¿Pobre infelissa
N´has tu de
serne?
Cap baix fins l´aygua,
Alta l´esquena,
¿Ni una
esperança,
Ni una tendresa,
Dins ton cor d´ángel
Niu ha
de ferne?


Fríos vapores del invierno, siempre le mojan la amada ropa, la ropa
limpia.

Trabajos y tristezas tiene de sobra; pero se reune con
sus amigas en el lavadero, y cantan alegremente cien cantares, y
echan un rato de conversacion debajo de la parra que les presta
sombra.
___

Oh pobrecita lavandera, la del bridal de verde
indiana, la de la toca de encendido color, la de los cabellos rubios
por la humedad de la noche, ¿pobre infeliz has de ser para
siempre?

¿Siempre has de estar con la cabeza inclinada hasta
el agua, y enarcados los hombros; y ni una esperanza, ni una ternura
han de entrar alguna vez en tu corazon de ángel?


No; qu´injust fore
Y hom de duresa
Lo Deu, bon Pare
Que hi
há á l´esglesia...
Un galant jove
Qui de la guerra
Ve, ab
l´hermós trajo
Fahent l´enveja
De les fadrines,
Per tot
la cerca,
Per tot li parla
Mots de dolcesa.
Fa vint any
ara
La bugadera,
Qu´es temps de somnis,
Temps que florexen

Les esperances,
Les amoretes.
- Jo t´am, - diu el jove;
-
Jo t´am, - diu ella.
Y així lo día
D´una gran
festa,
Recompensatne
Llur greu carrera,
Del cel devalla

L´Amor y els besa.

Decembre de 1868.


No, porque sería injusto y de duras entrañas, el Dios buen Padre,
que tenemos en la iglesia...

Un apuesto mozo, que acaba de
llegar de la guerra, y, con su bizarro continente, es la envidia de
las mocitas, la busca por do quiera, por do quiera le dirige
finísimos requiebros.

Veinte años cumple ahora la lavandera.
Éste es el tiempo de los sueños de oro, el tiempo en que florecen
las esperanzas y los amores.

- Te amo, - dice el mancebo. - Te
amo, - responde ella. Y así en el día de una festividad de primera
clase, en recompensa de sus afanosas cuitas, baja del cielo el Amor,
y les da un beso.