101. EL RETO DE LA VARONA A ALFONSO I
EL BATALLADOR
(SIGLO XII. SORIA)
Alfonso I el Batallador, el rey que
saliera victorioso de tantas batallas campales frente a los moros
ensanchando el reino de Aragón hasta casi llegar al mar
Mediterráneo, se jactaba un día ante el rey Alfonso VI de Castilla
de que ningún caballero castellano sería capaz de vencerle,
incluido el famoso Cid Campeador.
El monarca castellano reconocía el
valor, la fortaleza y la técnica del Batallador en la lucha
personal, pero también estaba seguro del coraje de los suyos, de
modo que ideó la manera de hacer cambiar de criterio al rey aragonés
humillándole con una derrota, humillante a poder ser.
Para ello hizo llamar a María Pérez,
una mujer de tierras de Soria y de valor temerario, que había salido
victoriosa en muchas lides personales frente a los hombres más
aguerridos, invitándola a pelear contra Alfonso I de Aragón.
Cuando la soriana aceptó, habló el
rey castellano con el Cid y le explicó la trama que había urdido.
Éste retaría al Batallador, pero quien realmente vestiría su
armadura sería María Pérez, de manera que si vencía en la pelea
la derrota sería más vergonzante.
La pelea fue dura, como teóricamente
correspondía a dos buenos gladiadores, de modo que fue la fortuna
quien decidió, y decidió que el vencedor fuera el teórico Cid, que
acabó desarmando al rey aragonés.
Si el orgullo de Alfonso I el
Batallador se sintió profundamente herido por ser vencido por un
caballero castellano, hay que imaginar qué pasó por su mente cuando
se descubrió que, en realidad, había sido vencido por una mujer,
pues cuando aún estaba tendido en el suelo vio llegar al Cid.
Alfonso VI de Castilla no sólo regaló
un anillo a la dama vencedora, sino que además le otorgó el título
de Varona, de donde parece derivar el nombre de Barahona, lugar donde
al parecer tuvo lugar el singular combate.
[Zamora Lucas, Florentino, Leyendas de
Soria, págs. 205-207.]