Aragón, Arago, Aragó, Aragona, Aragonum, corona Darago, aragonés, aragoneses, fueros, aragonesa, textos antiguos de la corona de Aragón
domingo, 28 de junio de 2020
356. LA TOZUDEZ DE BENEDICTO XIII
357. EL ENVENENAMIENTO DE BENEDICTO XIII
martes, 23 de junio de 2020
331. EL ESCUDO DE ARMAS DEL JUSTICIA DE ARAGÓN
316. EL CADÁVER DEL PAPA LUNA
domingo, 28 de junio de 2020
355. EL MAR RECONOCE A PEDRO DE LUNA COMO PAPA
domingo, 14 de julio de 2019
LA CONDESA DE URGELL PRETENDE ENVENENAR A FERNANDO I
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| Coronación de Fernando I de Aragón (detalle del retablo del arzobispo de Toledo Sancho de Rojas, procedente de San Benito el Real Valladolid, ca 1410-1415) |
fraile predicador Vicente Ferrer, persona que gozaba de un gran prestigio en todo el occidente europeo y, sobre todo, en los Estados de la Corona de Aragón. El príncipe Alfonso, que luego sería Alfonso V de Aragón, le recibió con singulares muestras de afecto y le consideró como a huésped destacado.
recibió de su padre, el rey aragonés Fernando I de Antequera, una carta en la que le anunciaba —aunque llegaba con evidente retraso— que el dominico valenciano iba a ir a la ciudad del Ebro, rogándole que le recibiera como se merecía y que procurara por todos los medios a su alcance que los judíos zaragozanos acudieran a escuchar sus sermones.
Sin darle excesiva importancia, le comunicaba, asimismo, cómo por aquellos días la condesa de Urgell había tratado de envenenarle.
https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_I_de_Arag%C3%B3n
Fernando I de Aragón (Medina del Campo, 27 de noviembre de 1380 - Igualada, 2 de abril de 1416), llamado también Fernando de Trastámara, Fernando de Antequera, Fernando el Justo y Fernando el Honesto, fue un infante de Castilla, rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Sicilia, de Cerdeña y de Córcega; duque de Neopatria y de Atenas; conde de Barcelona, de Rosellón y de Cerdaña; y regente de Castilla. Fue el primer monarca aragonés de la dinastía castellana de los Trastámara, si bien era Aragón por la rama materna, pues su madre Leonor de Aragón era hermana de Martín I de Aragón, llamado el Humano.
Fernando era hijo segundo de Juan I de Castilla y de Leonor de Aragón, hermana del rey aragonés Martín el Humano, y nieto, por tanto, del rey Pedro IV el Ceremonioso por vía materna, y del rey Enrique II de Castilla, por la rama paterna. Tras estos antecedentes, y dada la posibilidad jurídica de transmisión de la Casa de Aragón por vía materna, el derecho aragonés le otorgaba un rango preferente en sus aspiraciones a la corona de Aragón tras la muerte sin descendencia masculina de Martín I el Humano.
Cuando solo contaba con diez años de edad, su padre el rey Juan I poco antes de morir le invistió en las Cortes celebradas en Guadalajara en 1390, y en presencia de su hermano mayor Enrique, con el señorío de Lara, el ducado de Peñafiel y el condado de Mayorga así como le cedió las villas de Cuéllar, San Esteban de Gormaz y Castrogeriz y le asignó una renta de medio millón de maravedís a costa del tesoro real. Durante la ceremonia el rey le puso sobre la cabeza una «guirnalda de aljófar», símbolo de la preeminencia ducal. Este «heredamiento» fue ampliado tras la muerte del rey, pues este en su testamento le cedió las villas de Medina del Campo y Olmedo. Su matrimonio posterior con su tía Leonor de Alburquerque, cinco años mayor que él, amplió considerablemente su patrimonio territorial, pues no sin razón Leonor era llamada la «Rica Hembra». Poseía las tierras de Haro, Briones, Cerezo y Belorado, en La Rioja; Ledesma y las llamadas Cinco Villas en la región del bajo Tormes; Alburquerque, Medellín, La Cadesera, Alconetar, Alzagala y Alconchel, en Extremadura. También poseía por concesión del rey los territorios de Villalón y Ureña. Así las posesiones de la pareja formaban una franja que desde la frontera de Aragón a la frontera de Portugal dividía en dos el reino de Castilla, sin olvidar que en ella se incluían algunas plazas fuertes más importantes: Medina del Campo, Olmedo, Peñafiel y Alburquerque. Así pues, convertido en el más poderoso señor de Castilla «no es difícil imaginarnos el esplendor de la corte principesca en Medina del Campo», como ha destacado el historiador Jaume Vicens Vives.
A pesar de que, dada su condición de hijo «segundón», el trono de Castilla fue ocupado por su hermano el futuro Enrique III en 1390, la escasa salud de este (padeció enfermedades como el tifus y la viruela, lo que le valió ser apodado el Doliente) y el hecho de que no lograra concebir un varón que heredara el trono, permitió que Fernando albergara esperanzas de llegar a obtener el trono castellano, como demuestra el hecho de que se casara en 1393 con su tía Leonor de Alburquerque, con lo que reforzaba sus derechos dinásticos en el caso de que su hermano falleciera. Sin embargo, el nacimiento de un heredero varón, el futuro Juan II, en 1405, un año antes de la muerte de Enrique III, acabó con las esperanzas de Fernando a ocupar el trono de Castilla.
Al morir Enrique III el Doliente, en 1406, estableció en su testamento que durante la minoría de edad de su hijo Juan II, que entonces contaba con dos años de edad, asumirían la regencia del reino su viuda y madre de este, Catalina de Lancáster, y su hermano Fernando, «ambos a dos ayuntadamente». Sin embargo, la educación y la custodia del rey niño correría a cargo del camarero mayor Juan de Velasco, del justicia mayor Diego López de Estúñiga y de Pablo de Santa María, obispo de Cartagena.
Las desavenencias entre ambos corregentes, instigadas por parte de la nobleza, no tardaron en aparecer, por lo que llegan al acuerdo de dividir el territorio en dos mitades, correspondiendo a Fernando la zona meridional del Reino, que se extiende por los territorios situados al sur de la Sierra de Guadarrama hasta el reino nazarí de Granada, lo que le permitirá reanudar la guerra contra dicho reino que la muerte de Enrique III había paralizado.
Con la reanudación de las acciones militares contra el reino nazarí de Granada, Fernando logra tomar Pruna y Zahara de la Sierra, pero fracasa en la conquista de Setenil, tras lo cual es obligado por el Consejo de Regencia a firmar la tregua que por dos años había ofrecido el rey nazarí Yusuf III.
Tras el periodo de tregua, Fernando retoma la campaña granadina y conquista, el 16 de septiembre de 1410, la importante plaza de Antequera que le dará su sobrenombre más conocido.
Durante su regencia Fernando aprovechó el cargo para engrandecer su casa y asegurar la posición de sus numerosos hijos, tal como reveló en una carta dirigida a su privado Sancho Rojas, obispo de Palencia: / NO solían escribir la tilde en ese tiempo /
«E gracias a Dios, pues tengo cinco fijos e dos fijas, e cada día espero aver más, según la hedad de la infanta, mi mujer, e mía, razón es que comience a buscar de qué hereden».
Así, valiéndose de todo tipo de presiones, favores y sobornos, consiguió que dos de sus hijos fueran nombrados maestres de las dos órdenes militares más importantes de Castilla y que «constituían una potencia territorial, económica y militar en el seno del Estado», según Jaume Vicens Vives: la orden de Alcántara, para su hijo Sancho —que fue investido en enero de 1409 cuando sólo contaba con ocho años de edad—; y la orden de Santiago, para su hijo Enrique, también investido en 1409 con nueve años de edad.6 Asimismo consiguió la necesaria dispensa papal para que se pudiese celebrar el matrimonio de su hijo primogénito Alfonso con la hermana de Juan II y sobrina suya, María, a quien las Cortes de Castilla reunidas en Tordesillas le concedieron el marquesado de Villena, con el título ducal. El matrimonio de Alfonso con la princesa María, según Jaume Vicens Vives, «cerraba con firme broche el absoluto dominio que don Fernando, gracias a su regencia, a sus propias posesiones y a los maestrazgos que detentaban sus hijos, ejercía en el amplio solar del Mediodía castellano». Y por otro lado, «así se formó la facción de los infantes de Castilla», quienes tras el acceso al trono de la Corona de Aragón de Fernando, serán conocidos como los infantes de Aragón.
En 1410, al morir su tío el rey Martín I de Aragón sin descendencia directa y legítima, Fernando presenta su candidatura a la sucesión del trono aragonés y, aunque en un principio se presentan hasta seis candidatos al trono y Fernando no es de los más favorecidos, la caída en desgracia de Luis de Anjou (que no pudo responder a las peticiones de ayuda militar de sus partidarios debido a la lejanía de Nápoles) impulsó su candidatura, que se convirtió en la más potente junto a la de Jaime de Urgel.
Fernando, que contaba con un gran poder económico (su red de señoríos era enorme),9 un sólido prestigio militar y el ejército castellano a su disposición, contó con el apoyo de la familia valenciana de los Centelles, de la familia aragonesa de los Urrea y de una parte sustancial de la burguesía barcelonesa. Esto, unido a los errores de Jaime de Urgel, entre ellos la conspiración para asesinar al arzobispo de Zaragoza, García Fernández de Heredia, y al apoyo tanto de Benedicto XIII, así como de su confesor, Vicente Ferrer, inclinarán la balanza hacia la candidatura de Fernando, que será refrendado, el 28 de junio de 1412, en el llamado Compromiso de Caspe al ser proclamado rey de Aragón y de los demás estados de la Corona de Aragón.
Según Jaume Vicens Vives, «los compromisarios [reunidos en Caspe] midieron la gloria militar, las riquezas y la habilidad política de que había dado pruebas el regente don Fernando; pero no tuvieron en cuenta la voraz intranquilidad que germinaba en la familia». Una valoración esta última que también había hecho en su momento el aragonés Jerónimo Zurita, quien asimismo destacó que con Fernando llegaba el «govierno de gente estrangera»: (Zurita tiene cada cagada que no veas, como Bofarull, Carbonell, etc.)
Y que este reino era muy pobre para cinco hijos infantes que el rey tenía, criados en aquella grandeza y riqueza de estados y en supremo señorío, a donde cada qual dellos tenía un infantado. Y cuando la pobreza de las cosas de acá no satisfaciesen a su ambición, era cierto nascer dello el desprecio general de todo y el odio y aborrecimiento de nuestras leyes y costumbres.
Tras realizar el juramento completo como rey el 3 de septiembre ante las Cortes de Aragón reunidas desde el el 25 de agosto de 1412 en Zaragoza, donde varios de sus antiguos rivales para ocupar el trono, como Alfonso de Aragón el Viejo, Fadrique de Luna y Juan de Prades, le rendirán pleitesía, se dirigirá a Lérida, donde representantes de su gran rival, Jaime de Urgel, le rinden vasallaje, a cambio del ducado de Montblanc y de la concertación de un matrimonio entre sus hijos Enrique e Isabel.
A continuación, Fernando I se dirige a Tortosa para entrevistarse con su gran valedor Benedicto XIII quien, el 21 de noviembre de 1412, le invistió como rey de Sicilia, Córcega y Cerdeña a cambio del apoyo real en la disputa que Benedicto mantenía con los otros dos papas que simultáneamente gobernaban el orbe cristiano: Gregorio XII y Juan XXIII, en pleno Cisma de Occidente que dividía a la Iglesia Católica.
El 19 de noviembre, Fernando convocaba las Cortes catalanas con objeto de jurar sus usos y costumbres; el 15 de diciembre fueron convocadas, pero no concluirían hasta el 31 de agosto de 1413, debido a la necesidad de sofocar la revuelta de Jaime II de Urgel iniciada en la primavera de este último año; el inicio de las de Valencia se había previsto para el 15 de abril de 1413, pero la sublevación de Jaime II y la coronación en Zaragoza (que se celebró en 1414) impidió su inicio. Con la ayuda de todos los estamentos de la Corona sofoca la revuelta y sitia al conde de Urgel en el castillo de Balaguer, que es tomado el 31 de octubre, tras lo cual el antiguo pretendiente al trono de Aragón fue despojado de todos sus títulos y posesiones, así como los de su familia, y conducido a la cárcel de Urueña en Castilla. En 1413 propondría a las Cortes catalanas realizar la primera compilación de las Constituciones.
Según una interpretación tradicional, en las Cortes que había convocado en Barcelona, Fernando I tuvo que ceder al denominado pactismo catalán, doctrina que limitaba la autoridad real a favor de las Cortes y de la Generalidad de Cataluña. Este movimiento, encabezado por Joan Fivaller, manifestaba que privilegi atorgat tollent ley paccionada de dret, non val y que privilegi atorgat contra ben publich es nul, por lo que estaban «Decididos a darle antes su vida que la libertad». Sin embargo, todo el presunto «caso Fivaller» o «asunto del vectigal» y la elaboración a partir de este de una teoría del pactismo catalán está considerado actualmente como un relato mítico. En primer lugar porque se trataría en todo caso de una reclamación del municipio de Barcelona y no de la Generalidad de Cataluña, y las quejas de las localidades ante el rey eran habituales tanto en Barcelona como en otros municipios, y en segundo lugar, porque un análisis exhaustivo de la documentación, efectuada por Ramón Grau, revela que lo relatado ya desde los cronistas del siglo XV (en obras de gran componente literario, como la biografía del rey Fernando de Lorenzo Valla) es completamente inexacto, al no haber ni siquiera documentación acerca de una disputa entre el municipio y el rey. Además Fernando nombró a Fivaller albacea de su testamento, que otorgó el 10 de octubre de 1415 en Perpiñán. Al respecto de este episodio, Verdés Pijuan señala:
Nos hallamos, por tanto, ante todo un mito historiográfico, elaborado con posterioridad a los hechos con una clara intencionalidad política. [...] Como he dicho, fueron los historiadores románticos de la Renaixença los que acabaron de dar carta de naturaleza al relato y, por acción u omisión, la historiografía contemporánea (salvo alguna excepción puntual) ha hecho más bien poco para corregir esta interesada interpretación de los hechos.
Pere Verdés Pijuan, art. cit., 2011, p. 150.
Tras eliminar o neutralizar toda oposición interior, Fernando I se dirigió nuevamente a Zaragoza, donde será coronado en 1414 en una ceremonia que partía del Palacio de la Aljafería y llegaba a la La Seo, tras lo cual dirige su atención a la política exterior.
Fernando I de Aragón reinó poco tiempo; a pesar de ello, en los aproximadamente tres años y nueve meses que duró su gobierno (teniendo en cuenta, además, que la revuelta del conde de Urgel le mantuvo ocupado en sofocarla hasta el 31 de octubre de 1413) reorganizó la Hacienda y saneó la economía y la administración de la Corona. Trabajó en la seguridad ciudadana, intentó impedir las persecuciones contra los judíos y procuró luchar contra la corrupción. También emprendió una reforma de los gobiernos de los municipios buscando una mayor participación de sus representantes. En cuanto a las instituciones políticas, no introdujo cambios estructurales en la organización de la Corona, sino que mantuvo el sistema anterior, procurando que el rey participara como un elemento más integrado en los organismos de gobierno establecidos, lo que contribuyó al fortalecimiento del poder regio. Su gran logro en este ámbito fue restablecer el orden tras el inestable periodo del Interregno.
También apoyo a los mantenedores de la Gaya ciencia, con 40 florins anuales y por la regla de su elecciones.
Normalizó la situación interna de Sicilia con el nombramiento en 1415 de su hijo Juan como virrey de Sicilia, logrando acabar con la guerra civil que desde el fallecimiento de Martín el Joven enfrentaba a la viuda de este, Blanca I de Navarra, con el hijo ilegítimo de aquel, Fadrique de Luna. También orientó a su hijo Juan hacia el Nápoles, proponiendo su matrimonio con la reina Juana, proclamada a la muerte de su hermano Ladislao I de Nápoles el 6 de agosto de 1414, pero el enlace no prosperó y Juan acabó casando con Blanca. Al resto de los llamados por Don Juan Manuel «infantes de Aragón», Enrique, Pedro y Sancho los situó como grandes maestres de las órdenes militares de Santiago, Calatrava y Alcántara; por su parte, las infantas de Aragón María y Leonor acabaron siendo reinas consortes de Castilla y de Portugal respectivamente. Además, como perteneciente al linaje de Trastámara, Fernando I tenía grandes patrimonios en Castilla, donde era también regente, lo que le permitió de facto gobernar en ambas Coronas, ya que no renunció a la regencia castellana tras alcanzar el trono aragonés.
En la cuestión del Cisma de Occidente, se desvinculó muy pronto de Benedicto XIII (el papa Luna o antipapa) e intentó que renunciase al pontificado, para lo cual se reunió con él en Morella (1414) y en Perpiñán (1415). Tras la decisión tomada en el Concilio de Constanza, reunido el 5 de noviembre de 1414, que destituyó a los tres papas, y la entrevista que Fernando I tuvo con el emperador Segismundo, el rey de Aragón decidió contribuir a poner fin al Cisma dejando de apoyar al papa Luna, lo que permitió que la Corona de Aragón volviera a ocupar el centro de las decisiones en el ámbito europeo y recuperara su posición al frente de la política en el Mediterráneo.
Aseguró la continuidad de la monarquía, aspecto que tantos problemas había causado con la muerte sin heredero de Martín I el Humano, nombrando a su primogénito Alfonso heredero real.
A mediados de 1415 comenzaron los síntomas de la grave enfermedad que le llevaría a la muerte y que fue diagnosticada como arenes de ronyons. Así a principios de 1416, preocupado por sus posesiones en Castilla —cuya regencia aún ostentaba y que ejercía a través de cuatro delegados: los obispos de Sigüenza y Cartagena, el conde de Montealegre y el adelantado de Andalucía—, comunicó a su segundo hijo Juan, que se encontraba en Sicilia como lugarteniente suyo, que en cuanto tuviera noticia de su muerte se dirigiera inmediatamente a Sevilla para tomar «a su mano, la parte de govierno que pudiese en aquella provincia por la menor edad del rey».
El 14 de marzo de 1416 su enfermedad se agravó en Igualada, donde fallecería el 2 de abril del mismo año.
En su testamento legó la mayor parte de sus posesiones y títulos de Castilla a su segundo hijo Juan, además del ducado de Montblanch, mientras que sus otro hijo Enrique recibía el condado de Alburquerque y el condado de Ledesma. Por su parte su hijo Pedro recibía las ciudades y villas catalanas de Tarrasa, Vilagrasa y Tárrega y las valencianas de Elche y Crevillente.
De su matrimonio con Leonor de Alburquerque tuvo siete hijos:
Alfonso el Magnánimo (1396 - 1458), su sucesor en el reino de Aragón, con el nombre de Alfonso V, y rey de Nápoles, con el nombre de Alfonso I.
Juan el Grande (1398 - 1479), rey de Aragón y de Navarra con el nombre de Juan II.
Enrique (1400 - 1445), conde de Alburquerque, duque de Villena y Gran Maestre de la Orden de Santiago.
Sancho (1401 - 1416). Gran Maestre de la Orden de Alcántara.
Leonor (1402 - 1445), que se casó con Eduardo I de Portugal.
María (1403 - 1445), que se casó con su primo Juan II de Castilla.
Pedro (1406 - 1438), IV conde de Alburquerque y duque de Noto.
LALIENA CORBERA, Carlos y Cristina Monterde Albiac, En el sexto centenario de la Concordia de Alcañiz y del Compromiso de Caspe, coord. por José Ángel Sesma Muñoz, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2012.
SESMA MUÑOZ, José Ángel, El Interregno (1410-1412). Concordia y compromiso político en la Corona de Aragón, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico» (CSIC), 2011. ISBN 978-84-9911-143-8
VERDÉS PIJUAN, Pere, «Las elites urbanas de Cataluña en el umbral del siglo XV: entre el discurso político y el mito historiográfico», La Corona de Aragón en el centro de su historia. El Interregno y el Compromiso de Caspe (1410-1412). Congreso celebrado en Zaragoza y Alcañiz, 24-26 de noviembre de 2010, Zaragoza, Gobierno de Aragón (Actas, 75), 2011, pp. 147-174.
ISBN 978-84-8380-295-3
Vicens Vives, Jaume (2003) [1953]. Paul Freedman y Josep Mª Muñoz i Lloret, ed. Juan II de Aragón (1398-1479): monarquía y revolución en la España del siglo XV. Pamplona: Urgoiti editores. ISBN 84-932479-8-7.
lunes, 22 de junio de 2020
255. ANTECEDENTES DEL MONASTERIO DE TRASOBARES

El origen de la villa actual es medieval, y debe su existencia al monasterio de monjas cistercienses o «bernardas» fundado en dicho lugar en el siglo XII. La elección de este apartado lugar, en el somontano del Moncayo y a orillas del río Isuela, para dicha fundación se debe a la aparición de la Virgen María al mismísimo rey de Aragón, Sancho Ramírez, allá por el año 1092, en este lugar. Al parecer, y según la tradición, por estas fechas el rey Sancho Ramírez emprendió una peligrosa expedición desde Aragón a Castilla para entrevistarse con el rey castellano Alfonso VI. Para ello tuvo que atravesar las tierras del poderoso reino taifa de Zaragoza. De incógnito, y con solo unos criados por compañía, Sancho Ramírez emprendió el viaje por «caminos ocultos», según dice la tradición. Ya cerca de Castilla el rey y compañía acamparon para pasar la noche en una hondonada junto al río Isuela, lugar donde encontraron la acogida de tres leñadores cristianos y sus familias que vivían en unas cabañas en este lugar. Aquella noche, mientras el rey dormía un gran resplandor iluminó el lugar, tanto que los gallos comenzaron a cantar. Asombrados, los presentes presenciaron la aparición de la Virgen rodeada de ángeles que la veneraban. Una vez acabado el prodigio, y vuelta la oscuridad, los presentes, al acercarse al lugar donde se había producido el hecho, descubrieron una imagen en madera de la Virgen que el rey Sancho decidió llevarse a Aragón a su vuelta de Castilla. Así la imagen fue trasladada al monasterio de Siresa, en el Pirineo. El rey Alfonso I el Batallador, hijo de Sancho Ramírez, reconquistó toda la zona de Trasobares en fechas posteriores a 1118 y, a petición de la gente que habitaba el lugar, llamado ya «Trium Obantium» o «Tres Obares» —Tres vencedores— en recuerdo de los tres leñadores que habían conservado el lugar para los cristianos, devolvió la imagen a su lugar de origen, fundándose una pequeña ermita para su veneración. Textualmente el privilegio firmado por El Batallador dice: «volo enim ut restituatis supradictam imaginem sindicis vel procuratoribus loci Trium Obantium». La tradición ha conservado incluso el nombre de aquellos «tres vencedores»: Hernando Sánchez, García Aznar y Beltrán Gascón. Son apellidos que históricamente se encuentran en el pueblo, lo que da verosimilitud a la tradición. Posteriormente, sobre 1168, se produjo la fundación del monasterio ya citado, alrededor del cual creció una pequeña villa, que fue Trasobares. Fue una dama noble castellana, doña Toda Ramírez, tercera abadesa del monasterio navarro de Santa María de la Caridad de Tulebras, quien lo fundó tras pedir a la reina Petronila de Aragón el lugar donde se encontraba la pequeña ermita dedicada a la Virgen como sede de este nuevo monasterio para hijas de «ricos hommes» (homnes, homines, etc) de Aragón. Previamente la animosa dama había viajado hasta París para entrevistarse con Bernardo de Claraval, fundador del Císter y futuro santo, para solicitar su permiso para esta fundación. El privilegio de fundación lo concedió el rey Alfonso II el Casto, en 1188. Este privilegio incluía el señorío de la villa de Trasobares, a las que ya a finales del siglo XII se añadiría la donación de los términos de Aguarón y Tabuenca, lo que convirtió a sus habitantes en vasallos del monasterio. También recibió el monasterio otros privilegios, como los de pacer sus ganados en diversos lugares del reino, tal como lo hacían los ganados reales. La iglesia del monasterio quedó dedicada a Santa María de los Ángeles, en alusión a las circunstancias de la aparición de la Virgen a Sancho Ramírez. El monasterio, que nunca fue grande en capacidad —unas treinta monjas, más sirvientes—, quedó sujeto espiritualmente al gran monasterio cisterciense del otro lado del Moncayo, Santa María de Veruela. La llamada Guerra de los dos Pedros, entre Pedro IV de Aragón y Pedro I de Castilla, entre 1356 y 1369, supuso el primer quebranto importante en la vida del monasterio, al estar cerca de la frontera castellano-aragonesa. En 1357 el ejército castellano destruyó las villas de Trasobares y Calcena, teniéndose que refugiar sus habitantes en el cercano castillo de Tierga, aguas abajo del Isuela. Las monjas eligieron retirarse a Aguarón, en tierras de Cariñena, junto a Cosuenda, lugar más lejano y seguro, y que les pertenecía. El Compromiso de Caspe (1412) supuso la inesperada ruina del convento. La abadesa de Trasobares, Violante de Luna, se negó (ja ja ja !!) a aceptar el fallo que nombraba rey de Aragón al castellano Fernando de Antequera, un Trastámara, (descendiente de los reyes de Aragón) ya que los Luna apoyaban al candidato Jaime de Urgel. En una novelesca peripecia la abadesa huyó de Trasobares, refugiándose en el castillo de Loarre junto con su primo, y, dicen, que amante, Antón de Luna, cabeza de los partidarios «urgelistas» en Aragón e instigador del asesinato del arzobispo de Zaragoza García Fernández de Heredia, partidario de Fernando de Antequera. Tras un riguroso asedio que duró un año, y que sobrepasó en duración y tenacidad al que el propio candidato al trono, Jaime de Urgel, (Jayme Darago) llevó a cabo al castillo de Balaguer, la abadesa «guerrera» fue detenida y se dispuso su traslado al castillo de Sora, en las Cinco Villas. Pero nuevamente Violante (Yolanda) volvió a fugarse sirviéndose de un falso salvoconducto. El Papa Benedicto XIII, otro Luna (Papa Luna) y tío de la abadesa rebelde, actuó expeditivamente, tal vez para demostrar al nuevo rey la fidelidad de su familia; excomulgó a la abadesa, que incluso había tenido un hijo con su primo, ordenó a las monjas abandonar el convento de Trasobares, trasladándolas nuevamente a Aguarón, y ordenó su demolición, a excepción de la iglesia. El castigo incluía además la prohibición de que las monjas se llevaran la imagen de la Virgen de Trasobares. Durante el derribo del convento se cuenta que se produjo el milagroso suceso de que al caer un cascote sobre la nariz del niño Jesús que sostiene la imagen de la Virgen, de ella manara sangre. Dicho suceso dicen ocurrió porque la imagen, desde siempre, no se encontraba en la iglesia del convento —que no se derribó—, sino en la sala capitular, lo que le valió a la talla el otro nombre, aparte del de «Nuestra Señora de los ángeles», que ostenta y que es más popular: «Nuestra Señora del Capítulo». Otro hecho prodigioso del que se da noticia sucedió durante la ausencia de las monjas. Un día los habitantes de la villa escucharon el canto de la salve en la iglesia, a la hora en que las monjas lo solían realizar. Al entrar en la iglesia, pensando que las monjas habían vuelto, se la encontraron vacía, por lo que tuvieron por cierto que habían sido los propios ángeles los que habían cantado la Salve. Hasta 1419, por medio de una bula del Papa Martín V, no fueron autorizadas las monjas a regresar al monasterio, reconstruyéndolo en su totalidad excepto la iglesia. La vida de la comunidad monástica, y de la villa, continuó apaciblemente, aunque con sobresaltos como el del 18 de enero de 1810, en plena Guerra de la Independencia, cuando una partida francesa apresó al párroco del pueblo, Manuel Sancho, saqueando el archivo parroquial y desapareciendo varios libros antiguos y dinero. El monasterio pervivió hasta 1837, fecha en que la Desamortización de Mendizábal desalojó a las monjas - quedaban diez - del lugar y las agregó a las del monasterio de santa Lucía en Zaragoza. Sin embargo, unas pocas fueron al monasterio de Tulebras (Navarra), llevándose el rico báculo de plata que el Papa Luna (Benedicto XIII) había regalado a la abadesa Violante de Luna. Actualmente dicho báculo se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Las propiedades del convento pasaron, teóricamente, a manos particulares. Sin embargo, solo un par de edificios fueron adquiridos por estos, quedando el resto abandonado y arruinándose con el tiempo.
domingo, 8 de marzo de 2020
APÉNDICES
Concluida la reseña de los Códices, parécenos oportuno
insertar los Apéndices que están al fin del inventario de los Sres.
Denifle y Chatelain, y que según verán nuestros lectores, contienen
fragmentos muy interesantes copiados de dichos Códices.
Entre
ellos ocupa un principal lugar por su extensión el que pertenece al
Códice de número 6, que contiene como es de ver en el Catálogo, la
exposición del Símbolo de los Apóstoles por el célebre dominico
español Fray Raimundo Martín, que vivió a mediados del
siglo XIII.
Atendiendo a que hasta el presente no hay noticia de
que exista otro ejemplar en las bibliotecas de Europa, su contenido
ofrece un doble interés. Por otra parte, los Sres. Denifle y
Chatelain tuvieron buen cuidado en escoger los mejores fragmentos del
citado Códice; y sobre todo, nada omitieron de cuanto se pueda
referir a los sarracenos y judíos, y a los
escritores árabes. Así lo expresan en el prólogo de dicho
Apéndice, que es el de número I°.
Pero antes de los Apéndices
copiaremos la siguiente introducción, que precede a su inventario
latino.
ECCLESIA cathedralis urbis
Dertusae (nunc Tortosa dicunt) in Catalonia,
cujus historiam ac fata nuper enarravit D. Ramón O'Callaghan,
canonicus archivistaque ejusdem, a restabilito saltem
episcopatu an. 1151, multos pretiososque codices
possedit. Quanquam autem, post varias vicissitudines, non tot hodie
percurrere licet quot inventariis saeculo XV sequentibusque usque ad
saec. XVIII confectis seu exaratis enumerantur, restat adhuc
collectio nec infima nec spernenda. Quam cum alter nostrum bis
visitavisset codicum statum lamentabilem, asseribus avulsis,
deploraverat, nihilque magis cupiebat quam ut iterum Dertusam
adeundi occasionem haberet, brevemque librorum superstantium
descriptionem conficeret.
Itaque hujus anni mense Septembri, post
exploratum tabularium Barcinonense, ambo Dertusam
provolavimus. Tempus fortasse non optime elegeramus; namque improviso
advecti, urbem vittis, vexillis, floribusque ornatam, musicis
concursibus occupatam (ut fit quottanis ad celebrandum S.
cincturae B. M. Virg. festum), denique festivitatibus magis
quam labori paratam invenimus. Praeterea infelici casu tunc
archivista aeger lectum retinebat. Nihilominus, intercedente
fr. Angelo A. Ciarán, O. P., qui acriter in illis sollemnibus
vastam praedicatione sua cathedralem movebat,
comiter
a canonicis porta tabularii nobis aperta fuit,
ibique commodissime codices inspiciendi, describendi, immo
photografandi licentia concessa est. Praeter
libros capitulares, duo armaria codicibus 147
referta invenimus; qui quidem jam uniformiter dorso e pelle
ovina flavi coloris tabulisque linteolo spissius flavescente
coopertis vestiti, temporum injurias vincent.
Tres dies ibi
commorati, raptim singulos libros unus vel alter inspeximus.
Numeri jam in singulis positi curam habuimus, etsi ordo melior non
aegre dari potuisset. Exempli gratia, Biblia fere integra cum
commentario Rabani nunc inter numeros 67, 61, 2, 28, 12
distrahitur. At non nostrum erat praefixam seriemt urbare (seriem
turbare), et facile minimum id vitium indice nostro
resarcietur. Deest praeterea quasi generatim in codicibus
numeratio foliorum.
Non ingratum erit lectoribus
in Appendice recipere quaedam hucusque incognita et quaedam
specimina codicum antiquiorum.
Grates imo corde agimus
canonicis Dertusensibus, qui nobiscum ut cum amicis,
non ut cum externis et advenis agebant, nobisque thesaurum
cathedralis, inter alia calicem mirifici operis, á
Papa Luna, i. e. Benedicto XIII, donatam monstrarunt.
Denique veniam á collegis nostris doctisque oramus, si quid in
hoc inventario, quod sine auxilio librorum impressorum
conficiendum fuit, nos fugerit vel in errores nos traxerit. Neque
silentio praetereundum, multes codices in principio mutilos
esse, quod laborem nostrum detinuit. Caetera
non catalogum
integrum condere, sed saltem praecipuorum tractatuum
inventarium non inutile parare ambitio nostra fuit.
Dertusae, 4 sept. 1895.
HENRICUS DENIFLE, O.
P.
AEMILIUS CHATELAIN.
appendix I
viernes, 14 de junio de 2019
Tomo I, LXIII, Monfar, Historia de los condes de Urgel
LXIII.
El rey no era tan ignorante que no conociera su impotencia; y estaba tan pesado, que del todo era inútil para el matrimonio, y probaba ver como tomarian que sucediese don Fadrique su nieto, hijo natural del rey de Sicilia, habido en una doncella llamada Tharsia, que tenia mas de siete años, y le estimaba como si le fuera hijo; y solia decir el rey, que era mas apto su nieto para la sucesion y gobierno de la corona, que no los hijos que esperaban que él tendria, que ni aun eran nacidos ni conocidos, ni habia esperanza
cierta que hubieran de nacer.
Fol. 381.
Estuvo el rey algun tanto dudoso cual de estas dos tomaria, y á la postre escogió á doña Margarita.
No dejó á doña Cecilia porque le faltara nada de lo bueno que tenia la otra; sino que estrañó la fuerte y recia condicion de la condesa doña Margarita su madre,
suegra que habia de ser suya, y no queria que con este casamiento se
acrecentara autoridad y poder al conde de Urgel, su hermano, de
quien temia que ya en vida suya no se quisiera levantar con el
reino, que tenia ya por tan suyo, como el mismo rey que le poseia.
S.2, fol. 381.
No habia aun un mes que el rey era
casado, cuando llegaron los embajadores del rey Luis de Nápoles con
una embajada que en algunas cosas era harto excusada é impertinente:
el principal de los embajadores era el obispo de Cosserans,
varon de gran doctrina y elegantísimo, y habia pocos en aquellos
tiempos que le igualaran. Propuso al rey su embajada, y la oyó este
con gran atencion: fue largo el razonamiento, y se tocaron en él
materias de poco gusto para el rey, y las oia con gran atencion:
tenia los ojos cerrados y la cabeza baja como si durmiese; pensóselo
el obispo, y paró algunas veces el razonamiento: conoció el rey el
porque se detenia y le dijo, que continuara su
discurso, que
aunque estuviese de aquella manera, pero bastaba que las orejas
estuviesen abiertas y el corazon despierto y atento a lo que decia; y
lo conoceria muy bien cuando despues de acabado el razonamiento le
daria la respuesta. Acabó el obispo su embajada, y luego el rey
resumió todo lo que le habia dicho, que consistió en cinco puntos;
y respondiendo a cada uno de ellos, le dijo: cuanto al primero ….....
A los otros dos puntos en que pedia que en caso que la sucesion del
reino no perteneciese a doña Violante, mujer del rey Ludovico
y hija del rey don Juan, hermano del rey, sino á Ludovico, su hijo,
tuviese a bien que viniera en estos reinos y se criara en ellos
aprendiendo sus costumbres y gobierno, conociendo los naturales dél;
le mostró el rey sentirse algun tanto de semejante demanda:
parecióle no era á propósito tratar de tales materias en ocasion
que aun no habia un mes que estaba casado, y le dio muy secamente por
respuesta las palabras del
Evangelio: Quod justum fuerit dabo vobis. Y declarándole …...
Fol. 382.
Con esta respuesta se despidió el embajador; y como habian entendido que el rey gustaba
que el negocio se platicase, hubo sobre esto muchas juntas, y el rey
holgaba de oir el derecho de cada uno de los competidores ó
pretensores. Por la reina de Nápoles y Ludovico su hijo informaba
Guillem de Moncada y el obispo de Cosserans; por el
conde de Urgel, Bernardo de Centelles; por el duque de Gandía,
Bernardo de Vilaritg; pero el rey, despues de haberlos oido a
todos, tuvo siempre por mas clara la justicia del infante don
Fernando ...
Fol. 384.
Cuando esto pasaba en Aregon, se trataba con gran secreto la legitimacion de don Fadrique, nieto
del rey, y habia de hacerla el papa Benedicto XIII, que estaba
ya en Barcelona; y el rey bajó al monasterio de Valldoncella. por
estar mas cercano de la ciudad. Los de Sicilia habian enviado sus
embajadores para pedirlo al rey; y los aragoneses habian hecho venir
al gobernador para que lo facilitase, y que se dispensase
en la ley que hace incapaces de la corona á los bastardos: y
aunque esto pasaba en secreto; no lo era tanto que el conde no
tuviera noticia dello; porque su mujer y madre estaban siempre en
palacio y eran muy queridas de la reina, que deseaba (pues ella no
tenia hijos) que la sucesion fuese del conde, y por eso le daba aviso
de todo ….
Estaba señalado el primer de junio para hacerse la
legitimacion, y habia de ser con muy grande solemnidad, y el rey
bajó por esto de Bellesguart al monasterio ...
…
Atribuyeron esta su dolencia (la del rey) á pestilencia ... pero la
mas comun opinion fue que murió de las comidas y unciones que
le daban las mujeres sin consejo de los médicos, para ...
… y
certifícase esto, porque despues de muerto hallaron en su aposento
una arquilla llena de semejantes ungüentos y conficciones.
Fol. 385.
Al dia siguiente (31 de mayo) pareció á los médicos que
sacasen al rey de la cama, y le sentasen en una silla cubierto de una
vestidura muy lijera, aunque desabrochado, porque hacia gran
calor y él se ahogaba del todo y le tenian ya por muerto. Estando
así, los embajadores de Sicilia le pidieron con lágrimas que les
diera por rey a don Fadrique su nieto; y él estaba tan
indeterminable, que ni aun en esto sabia tomar resolucion, y la
respuesta que les dio fué encomendarles que mirasen por él: ¡ como
si hubiera de ser mayor el cuidado dellos, que el suyo, que era rey y
agüelo y le tenia por nieto !
domingo, 28 de junio de 2020
358. EL PAPA LUNA SE TRASLADA EN SECRETO A ROMA
lunes, 22 de junio de 2020
237. LAS TRES DONCELLAS ENCANTADAS

lunes, 10 de junio de 2019
Tomo I, texto XXXVI, lo Rey, cardinali Ispanie (aragonés)
Reg. 2252, fol. 113. 24 de setiembre de 1409.
Lo Rey. - Reverent padre en Christo e muy caro amigo. Nuevament havemos recebido vuestra letra contenient muytas nuevas deixas partes la qual cosa agradescemos muyto a la vuestra paternidat e havremos toda vegada muy gran plazer que nos en querrades escribir. Al feyto del vuestro missatgero de que nos havedes escripto que vos merevellades muyto como lotro dia fue preso en Gerona vos respondemos que la vuestra paternidat no sen deve merevellar como ell dius color de traher a nos vuestras letras ne trahia muytas otras no solament en nuestros regnos et terras mas en Castiella e en otras partes en las quales sembrava zizania dissencion e gran scisma e malas informaciones enamigas de toda verdat contra ell senyor sanct padre Benedicto XIII° el qual havemos por verdadero papa et vicario de Jhesuchristo e no dariamos paciencia por cosa del mundo que en nuestros regnos e tierras fuesse maltractado: porque reverent padre en Christo e muy caro amigo quando vos nos querredes escrivir dalguna cosa nos recebiremos vuestras letras con grand plazer segund que desuso es dito e aquell qui trahera vuestras letras sera por nos segurament recebido: mas gardese bien que no traha con si alguna cosa que sea contra el dito padre sancto ne letras semblantes a las dessuso ditas porque no hi tomariamos plazer. El dito padre sancto entrara dentro la ciudat de Barchinona en breves dias e deve fazer muytos actos entre los quales sera uno es a saber que deposara e dara por scismaticos vos e todos los otros cardinales que son estados a ell inobedientes. Certificamosvos ende porque no vos merevelledes si apres quel dito acto sera feyto no vos escrivimos como a cardinal quar nos qui aquell tenemos por verdedero vicario de Jhesuchristo havemos et somos tenidos seguir e especialment en lespiritual los decretos e ordinaciones suyas. E sea la sancta Trinidat vuestra continua proteccion. Dada en Barchinona dius nuestro siello secreto a XXIV días de setembre del anyo de la nativitat de nuestro Senyor MCCCCIX. - REX MARTINUS. - Dominus rex mandavit michi - Bernardo Medici. - Dirigitur cardinali Ispanie.
Tomo I, texto XXXII, carta, Pere Torrelles, capita general de les armades
Reg. 2.252, fol. 110. 18 de agosto de 1409.
Lo rey Darago et de Sicilia. - Capita. Si nous havem scrit tro açi clarament nostra intencio dalcunes coses que dejus se contenen nous en merevellets quar la raho es per tal com dalcuns fets en que erem en perplexitat quen deviem fer voliem haver consell del sanct pare e que hi fossen presents maestre Viçent Ferrer lo prior de la Vall de Jhesuchrist e mossen Francesch Daranda. E de fet apres que per nos li es estat demanat lo dit consell huy hora de vespres lo comte Durgell e tots los de les corts que celebram als cathalans foren devant nos supplicants quens plagues hoir alcunes paraules quens volien explicar devant lo dit sanct pare: e nos volents condescendre a lur supplicacio fom devant ell ensemps ab los propdits de les corts los quals nos supplicaren humilment ab moltes persuasions e belles rahons que faeren a fundar lur supplicacio que volguessem pendre muller e que aço per cosa del mon no volguessem dilatar si desijavem la salut e bon estament de nostres regnes e terres. E feta la dita supplicacio tantost lo dit sanct pare pregans ens consella publicament presents los dits supplicants e presents encara los dits maestre Viçent lo prior e mossen Francesch Daranda que volguessem condescendre a la dita supplicacio la qual a son parer era no solament justa e rahonabla mas encara expedient e fort necessaria e que no volguessem la execucio daquella differir. Ladoncs per nos fo respost al dit sanct pare e als dessus dits que pus ells ho consellaven e los propdits nos en supplicaven que a nos plahia pendre muller e que ho fariem tantost: e de fet ab la ajuda de nostre Senyor Deus ho entenem a fer fort prestament. E en aquell mateix instant diguem al dit sanct pare e als de les dites corts que nos proferiem e de fet ho compliriem de anar personalment en Sardenya prestament e que puys complida la execucio dels sards iriem al regne de Sicilia per visitar e consolar aquell: e que si la reyna que pendriem per muller era prenys abans que nos hic partissem lexariemla açi e que si prenys no era lans en menariem. Noresmenys lus proferim de posar soltament lo fet de la justicia en mans de certes persones quey sien deputades per les corts et de certes persones que nos hi deputariem les quals sens consultarne a nos la posen en bon e degut estament: e que si cas sera que en res hi discrepen o nos puxen concordar que hi proceesquen ab e de consell del dit sanct pare: e de totes aquestes coses axi lo dit sanct pare com los de les dites corts hagueren fort gran plaer ens ho regraciaren molt. Perque com nos entenam portar a execucio infalliblement totes les coses dessus dites manamvos que com pus prestament porets nos trametats amarinada e ben aparellada la galea dels Cans car nos la farem armar açi e ja hi havem posada taula per armar e en aquella Deu volent passarem personalment en aqueix regne. Lo dit sanct pare ha manat devant nos a mossen Johan de Luna que sen torn aqui encontinent ab los CC rocins ab quey era passat lo qual tantost se deu recullir e tornar aqui. Semblantment haurets dins breus dies mossen G. R. de Muncada ab los L bacinets e L pillarts que la ciutat de Valencia hi tramet quar ja creem que sia partit a la hora dara. Perqueus pregam e manam que consolets e confortets tota la gent darmes que es aqui ab vos per nostre servey els digats quar axi ho farem de fet que per una daquestes dues galeas que son açi vos trametrem moneda ab quels sostengats tro que nos siam aqui on serem Deu volent dins breus dies e rahonaremvos largament moltes coses. En una letra que mossen R. Torrelles frare vostre vos tramet porets veure et per aquella saber moltes altres noves que a present nous curam scriure. Dada en la casa de Bellesguard sots nostre segell secret a XVIII dies dagost del any MCCCC nou. - REX MARTINUS. - Dominus rex mandavit michi - Bernardo Medici. - Dirigitur a mossen P. Torrelles capita general de les armades etc.
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| Bellesguart, Bellesguard |

