martes, 10 de marzo de 2020

Juana Sobrarias Soler

Para celebrar el Día de la Mujer unos breves apuntes sobre una mujer sobresaliente en su tiempo, la poeta y profesora de gramática alcañizana Juana Sobrarias Soler. Educada por su padre, el gran poeta del siglo XVI Juan Sobrarias, continuó su labor tras su muerte en el Estudio de Gramática de Alcañiz.
"El 22 de abril de 1528, finalmente, falleció en Alcañiz Sobrarias, habiendo tomado los sacramentos y testado previamente ante el notario Tomás Robert: en su partida de defunción se le da el título de “poeta laureato”. Los biógrafos del humanista cuentan que Carlos V, que venía de Morella camino de las Cortes de Monzón, presidió sus funerales, pero el dato sólo resulta cierto si por tal se entiende una misa por el alma del difunto, ya que el Emperador no pasó por Alcañiz sino hasta el 26 de mayo. En su tumba grabó Juana Sobrarias, la hija del humanista, el siguiente epitafio: “Carmina quod lugent, quod Musae flebile cantant,/ Quodque caret cultu lingua Latina suo,/ Nil mirum: cessit superis Sobrarius oris,/ Hoc saxum corpus, spiritus astra tenet”.

Juana Sobrarias escribió que las propias Musas lloraron la muerte de su padre y que la propia lengua latina perdió entonces su esplendor. No le faltaban razones para hacer tales afirmaciones: había fallecido el humanista que, como se ha dicho, fundó el Círculo Humanístico Alcañizano, con todo lo que esto supuso para la cultura de su tiempo."

Recopilado de la voz Juan Sobrarias del diccionario de la Real Academia de la Historia. https://es-es.facebook.com/groups/141671279250891/


Sobrarias Segundo, Juan. Alcañiz (Teruel), c. 1475 – 22.IV.1528. Humanista.
Juan Sobrarias Segundo nació en Alcañiz, aunque se ignora la fecha exacta de su nacimiento. Algunos de sus biógrafos han conjeturado que hubo de nacer hacia 1460, pero, dado que ingresó en el Real Colegio de San Clemente de los Españoles de Bolonia, el 12 de julio de 1500, y que la edad media que solían tener los colegiales al ser admitidos en el Colegio estaba por encima de los veinte años y alrededor de los veinticinco, lo más probable es que la fecha de 1460 haya de retrasarse a 1475, aproximadamente.
Se sabe que sus primeras letras las aprendió en Alcañiz, pues él mismo habla de uno de sus profesores, Pedro Taravallo, al explicar la etimología del nombre de su patria chica —para él griega y no árabe— en la Oratio de laudibus Alcagnicii. No se puede afirmar con certeza, sin embargo, dónde comenzó los estudios universitarios que le convirtieron en artium et medicinae doctor: es posible, no obstante, que fuera en Zaragoza, dado que es en esta ciudad donde en 1500, y concretamente el 4 de febrero, Coci terminó su impresión del Paschale Sedulii cum commento.
Mucho más documentados están sus estudios en el Colegio de España en Bolonia, donde se doctoró in utraque censura, esto es, en Artes y Medicina. El 12 de julio de 1500 y presentado por la iglesia zaragozana para estudiar Medicina, fue admitido allí por el rector Juan Soto. En el curso 1504-1505 Juan Sobrarias aparece como deudor del Colegio y artium doctor.
Sobrarias retornó a España en 1503, aunque tuvo dificultades económicas al final de su estancia en Bolonia: el 17 de junio de 1505 su procurador Juan Serra rescató los libros que el humanista había empeñado al maestro en Artes y Medicina, Jacobo Benacio.
Es poco después, por tanto, de que su primera edición del Paschale Sedulii cum commento saliese a la luz, cuando Sobrarias ingresó en el Colegio de San Clemente de los Españoles en Bolonia: allí estaba cuando Coci volvió a publicar su edición de Sedulio en una nueva impresión que se terminó el 24 de junio de 1502. La etapa de Bolonia, en fin, del alcañizano quedó inmortalizada en algunas composiciones, como la bella oda en honor de su santo patrón que tiene el título de “Hymnus ad divum Claementem” y dos epigramas a las insignias del cardenal Gil Albornoz que fueron publicados en el Libellus carminum.
También de la etapa italiana es el poema suyo que a la muerte de Serafino Aquilano se editó en 1504 en Bolonia.
Pero Sobrarias había regresado a España en 1503, como pone de manifiesto una epístola suya en la edición que de los Disticha de Verino hace Coci ese año.
De Zaragoza pasó a Alcañiz, donde el 20 de diciembre del mismo año hizo de padrino del bautizo de Jaime Ros, como documenta un cuaderno, hoy perdido, que contenía los bautismos de la Iglesia Colegial desde 1503 a 1511. Por los datos de este mismo cuaderno se sabe que bautizó a su primer hijo, Juan, el 15 de mayo de 1505: es, pues, a mediados de 1504, como mínimo, cuando se casó con Eulalia Soler.
Del matrimonio del humanista cabe recordar que su esposa murió también en Alcañiz, el 8 de agosto de 1553, y que tuvo otros tres hijos, además de Juan: Gracia, bautizada el 28 de agosto de 1507, Isabel, nacida en julio de 1510, y Juana, la más famosa de los cuatro, que, según algunos biógrafos, reemplazó en los últimos años a su padre en la cátedra y que escribió su epitafio.
En 1504 el rey Fernando el Católico le armó caballero: el dato es importante, porque a partir de ese momento el humanista se vinculó con la realeza, lo que será decisivo para su obra.
Por esta misma fecha comenzó también la etapa profesional de Sobrarias en su patria natal. Al margen de su ejercicio de la medicina, una epístola de Alfonso de Segura, impresa al frente de la Oratio de laudibus Alcagnicii, que Sobrarias pronunció en 1506 ante el Concejo de su patria chica y documento fundacional, por así decirlo, del círculo humanístico alcañizano, deja claro su papel docente primero en la Academia de Alcañiz y después en el Estudio General de Zaragoza.
En 1507 tuvo lugar el primer viaje de Fernando el Católico a Italia: en la comitiva real figuran Lucio Marineo Sículo y el propio Sobrarias. Así lo hace ver la frase “Vidi ipse immania cete” del Carmen panegyricum de gestis heroicis diui Ferdinandi, que deja bien claro que el humanista narra acontecimientos que él mismo presenció. Es más, los vv. 781 y siguientes del mismo panegírico, al igual que el poema XXIX (“De felici regum hispaniae et Galliae occursu Saonae”) del Libellus carminum traen a escena las vistas de Saona, que datan de junio de ese mismo año.
Por la carta que Lucio Marineo Sículo escribió a Sobrarias desde Burgos el 4 de diciembre de 1507, se sabe que por este tiempo el humanista fue llamado a Zaragoza para dar clase en su Studium Generale. Sobrarias entró así en el círculo de Zaragoza: el Libellus carminum documenta su relación con el arzobispo de Zaragoza, Alfonso de Aragón, el secretario de éste, el también alcañizano Gaspar de Barrachina, o el cubiculario del mismo prelado, Juan de Alagón.
En mayo de 1510 el Rey presidió las Cortes Generales en Monzón. Sobrarias habla de esta asamblea en su carta al secretario real, Miguel Pérez de Almazán, a quien le había escrito desde Zaragoza, el 25 de julio de 1510, pidiéndole que le remitiese, debidamente pulida, la carta que había de colocar al frente de la nueva edición que pensaba hacer de sus Comentarios a Sedulio. Este dato invita a dar crédito a la hipótesis de que fue en 1510 cuando Fernando el Católico coronó al humanista poeta laureatus premiando así su Panegyricum carmen, que vio la luz el año siguiente.
Hacia 1513 solicitó una ayuda al Consejo Municipal de Alcañiz para publicar un tomo de poesías que había escrito: sus paisanos le enviaron dos carros de trigo a Zaragoza, con cuya venta pudiera imprimir sus poemas. Probablemente se trate del Libellus carminum, que Sobrarias sacó a la luz junto con la Oratio de laudibus Alcagnicii. Así lo hace pensar la carta preliminar del propio Sobrarias al Concejo de su patria natal al editar el discurso que pronunció en 1506 y unas poesías datables desde 1500 (poemas dedicados a la muerte de Serafino Aquilano) hasta 1513 (poema “In laudem opusculi ‘De parcis’ a Lucio Marineo Siculo conditum”).
El 13 de junio de 1516 el humanista está de nuevo in hoc percelebri Alcagnicensi gymnasio, como reza en una carta suya a Coci pidiéndole una reedición de los Opera omnia Publii Virgilii Maronis, que él había impreso ya antes en 1513.
En 1522 Sobrarias está en Zaragoza, según ponen de manifiesto tanto una carta suya, de 20 de marzo, impresa al frente de su Missale Caesaraugustanum, como el hecho de que, un poco después, el 4 de abril, estuviera presente en la pomposa entrada en la mencionada ciudad de Adriano VI con motivo de su exaltación al solio pontificio. Y en Zaragoza seguía el 8 de mayo del mismo año, pues es allí desde donde escribió la epístola con la que remitió al citado Papa su poema “De diui Adriani ad pontificatum diuina electione”.
El 16 de noviembre de 1525 Sobrarias escribió desde Alcañiz a Pérez Almazán, señor de Maella, pidiéndole que expulsara de Maella a un enemigo de su hermano Pedro Sobrarias, y del 3 de agosto de 1526 hay una cédula de Carlos V, desde Granada, en la que agradecía al humanista sus desvelos por la Orden de Calatrava: posiblemente Sobrarias sirvió de intermediario en la tensión villa-castillo como consecuencia del motín que, “a son de campana tañida”, quitó la vida al comendador de Burriana y gobernador general de la Orden, Martín de Molina y a los familiares del comendador mayor, Hernando de Aragón.
El 22 de abril de 1528, finalmente, falleció en Alcañiz Sobrarias, habiendo tomado los sacramentos y testado previamente ante el notario Tomás Robert: en su partida de defunción se le da el título de “poeta laureato”. Los biógrafos del humanista cuentan que Carlos V, que venía de Morella camino de las Cortes de Monzón, presidió sus funerales, pero el dato sólo resulta cierto si por tal se entiende una misa por el alma del difunto, ya que el Emperador no pasó por Alcañiz sino hasta el 26 de mayo. En su tumba grabó Juana Sobrarias, la hija del humanista, el siguiente epitafio:
“Carmina quod lugent, quod Musae flebile cantant,/
Quodque caret cultu lingua Latina suo,/
Nil mirum: cessit superis Sobrarius oris,/
Hoc saxum corpus, spiritus astra tenet”.
Juana Sobrarias escribió que las propias Musas lloraron la muerte de su padre y que la propia lengua latina perdió entonces su esplendor. No le faltaban razones para hacer tales afirmaciones: había fallecido el humanista que, como se ha dicho, fundó el Círculo Humanístico Alcañizano, con todo lo que esto supuso para la cultura de su tiempoSu ingente labor sería continuada por varios discípulos. Entre ellos hay tres que se sabe que lo fueron con toda seguridad: el arcipreste Jaime Exeric, maestro de Juan Verzosa, Pedro de Ovón, y el sobrino materno del humanista, Juan Sánchez, que reeditó sus Moralia disticha.

Obras de ~: Producción literaria original: Ioannis Sobrarii Secundi Alcagnicensis, artium et medicinae doctoris et poetae laureati, Moralia disticha, Zaragoza, Jorge Coci, 1510, 1522, 1525, 1531 y 1535 [la primera de estas ediciones fue preparada por el propio Sobrarias, que imprimió sus Disticos morales al reeditar por tercera vez los de Verino. Las cuatro últimas ediciones llevan unos comentarios de Juan Sánchez, sobrino materno de Sobrarias; reimpr. por Asso, 1783]; Panegyricum carmen de gestis heroicis diui Ferdinandi Catholici Aragonum utriusque Siciliae et Hierusalem regis semper augusti et de bello contra Mauros Libyae [al final de esta obra se lee: “Hoc carmen Panegyricum Ioannis Sobrarii Secundi Alcagnicensis impressit Caesaraugustae Georgius Coci Theutonicus, anno 1511, quarto Kalendas Maii extitit Complutum”]; Oratio Ioannis Sobrarii Alcagnicensis de laudibus Alcagnicii habitam coram eiusdem senatu. Anno domini MDVI. El libellus quidam carminum eiusdem [pese a que Latassa afirmó que fueron estampados en 1507, la obra fue editada hacia 1513 en la imprenta Jorge Coci. Cabe aclarar que es un error la suposición de que el padre escolapio Marcelino Boira hizo una reimpresión de la misma en 1779: la fuente de esta noticia, un artículo periodístico de Gaspar Bono Serrano, trata de la De Alcagnitii laudibus in publica litterarum academia oratio que en el mencionado año escribió Boira, y no del discurso de Sobrarias] (ed. de J. M.ª Maestre, 2000); De sanctissimi clementissimique patris diui Adriani sexti ad summum pontificatum diuina electione et de eius introitu in urbem Caesaraugustam carmen Ioannis Sobrarii Secundi Alcagnitiensis, artium et medicinae doctoris et poetae laureati, Zaragoza, 1522; Sacratissimi atque inuictissimi diui Carolis huius nominis quinti, imperatoris semper augusti ac Hispaniarum etc. regis catholici Ticinensis uictoria de Francisco, Gallorum rege, captiuato, edita per Ioannem Sobrariam Secundum Alcagnitiensem, poetam laureatum, poema compuesto c. 1525 (después del 24 de febrero de 1525, fecha de la batalla de Pavía) (ed. por el marqués de Morante, 1862); Ad inuictissimum Carolum Vc. 1525 [poema compuesto después de la batalla de Pavía] (publicado por J. M. Sánchez, 1912); Ioannes Sobrarius Secundus Alcagnitiensis gratulatur Mercurino Arboriensi, Gatinariae comiti et supremo cancellario Caroli V imperatoris semper Augusti et Hispaniarum regis catholici ob suam a Genuensi obsidione liberationem felicemque in Hispaniam nauigationem sanctissimae Virginis Mariae Montis Serrati patrocinio acceptam, cui in tanti beneficii testimonium celocem argenteam in beatissimae Virginis templo figendam curauit, poema compuesto c. 1527 (ed. de J. M. Sánchez, 1912); Ioannis Sobrarii Secundi carmen in natali serenissimi Hispaniarum principis Philippi Austriaci, Caroli V imperatoris semper augusti filii, illustrissimo d.d. Alfonso de Fonseca, archiepiscopo Toletano dicatum (poema) (ed. por el marqués de Morante, 1862; impr. nuevamente por J. M. Sánchez, 1912; y ed. crít. y trad. por J. M.ª Maestre Maestre, 1990).
Labor filológica: Paschale Sedulii cum additionibus ex libris sacrarum litterarum excerptis et in margine cuiusque auctoris indice apposito, quas Ioannes Sobraria Alcagnicensis annotauit, impressum Caesaraugustae [...] anno post Christi natale supra millessimum quingentesimo pridie Nonas Februarias [reimpr., 1502. Cabe precisar, además, que la carta de Sobrarias a Miguel Pérez Almazán, de 25 de julio de 1510, deja bien claro que el humanista pensaba hacer una nueva edición de esta obra y dedicársela al mencionado Secretario Real: quizá se trate de la edición de 1515 que Latassa dijo haber visto en la Librería del Convento de San Lamberto de Zaragoza, Orden de la Santísima Trinidad]; Continentur in hoc uolumine Publii Virgilii Maronis poetarum principis omnia opera summa cura et diligentia nouissime immaculata per Ioannem Sobrarium Alcagnitiensem necnon per Georgium Coci Theutonicum, artis impressariae magistrum, Caesaraugustae impressa, non sine magno sumptu et labore (ed., 1513 y 1516); Michaelis Verini distichorum liber, Caesaraugustae, per Georgium Coci Theutonicum, 1503 [Los dísticos de Verino, continuadores de los Disticha Catonis tan celebrados en el Medievo, fueron nuevamente impresos por Sobrarias, en Zaragoza y por Coci, en 1508 y 1510: en esta última edición se incluyen ya los Dísticos Morales del humanista alcañizano].
Otros escritos: Poemas laudatorios de obras clásicas o contemporáneas (Sobrarias escribió poemas laudatorios tanto de las obras Sedulio, Verino y Virgilio, que él mismo editó, como de las de otros escritores de su tiempo. Sólo se relacionan aquí los poemas laudatorios que no se encuentran en las ediciones suyas antes mencionadas): Ioannis Sobrarii carmina ex libro Lucii Marinei Siculi De genealogia regum Aragoniae [el epigrama, con veinte hexámetros, aparece al principio de la obra de Lucio Marineo Sículo, De primis regibus Aragoniae, publicada en Zaragoza, por Jorge Coci, en 1509]; Exhortatio ad lecturos opus [epigrama de ocho versos, escrito en dísticos elegíacos, que encontramos al final de la mencionada obra de Lucio Marineo Sículo]; Ad scholasticos [epigrama encomiástico, con cuarenta hexámetros, que se halla al frente del tratado de Gaspar Lax, Tractatus paruarum logicalium, impreso en Zaragoza, por Jorge Coci, en 1521; reimpr. por Asso, 1783]; Ad Ioannem de Aragonia [poema de ochos versos, escrito en dísticos elegíacos, que aparece en el mencionado tratado de Gaspar Lax y reimpreso igualmente por D. Ignacio de Asso].
Epístolas en prosa. Epístolas en latín [no se enumeran aquí aquellas cartas nuncupatorias que Sobrarias, siguiendo una costumbre muy normal entre los humanistas, puso al frente de sus propias obras, sino las que aparecen en obras de otros autores. El grupo más numeroso de estas cartas lo forman las seis siguientes que aparecen en los Epistolarum familiarium libri XVII de Lucio Marineo Sículo (Valladolid, Brocar, 1514)]: Ioannes Sobrarius Aelio Antonio Nebrissensi s., Zaragoza, s. f. (= n.º 29 del Epistolarum liber III); Ioannes Sobrarius Lucio Marineo Siculo s. d., Zaragoza, 31 de diciembre de 1508 [ha de adelantarse a 1507] (= n.º 2 del Epistolarum liber IV); Ioannes Sobrarius Alfonso Aragoneo Caesaraugustano Praesuli s., s. f. (= n.º 9 del Epistolarum liber XI); Ioannes Sobrarius Siculo suo s., Zaragoza, 25 de julio de 1510 (= n.º 9 del Epistolarum liber XII); Ioannes Sobrarius Ugoni Urrio, regio Achati, s., Zaragoza, 25 de julio de 1510 (= n.º 10 del Epistolarum liber XII) [El destinatario es Hugo de Urriés, Señor de Ayerbe y Secretario Real]; Ioannes Sobrarius Siculo suo s., s. f. (= n.º 28 del Epistolarum liber XII). Además de estas seis cartas, se conservan otras dos que tampoco han llegado a través de las propias obras del humanista alcañizano: Ioannes Sobrarius Michaeli Petro Almaçano s. d., autógrafa, Zaragoza, 25 de julio de 1510 (en Biblioteca Nacional de España, Ms. 9391; publicada por Latassa, 1796) [El destinatario es Miguel Pérez Almazán, Señor de Maella y Secretario del Fernando el Católico]; Ad illustrissimum D. D. Ioannem de Aragonia, archiepiscopum Caesaraugustanum, Ioannis Sobrarii Secundi Alcagnicensis, artium et medicinae doctoris ac poetae laureatiepistola, Zaragoza, 21 de marzo de 1522 (más que una epístola es un elogioso prólogo que se encuentra en el Missale Caesaraugustanum que en 1522 imprime en Zaragoza Jorge Coci por orden del recién nombrado Arzobispo de Zaragoza, D. Juan de Aragón). Epístolas en castellano: Carta de Sobrarias al Señor de Maella, Alcañiz, 16 de noviembre de 1525 (en British Museum, ms. Add. 10.248) [pide a Pérez Almazán que expulse de Maella a un enemigo de su hermano Pedro Sobrarias].
Estudios genealógicos: Ioannes Sobrarius Secundus Alcagnicensis in genealogia dominorum de Ayerbe. Sobrarias, 1512 (se conserva un fragmento en la obra de Gaspar Scioppio De Aragoniae regum origine, posteritate et cum primariis orbis christiani familiis consanguinitate, Mediolani, 1628. El tratado genealógico de Sobrarias se comprende mucho mejor si se recuerda su documentada amistad con Hugo de Urriés, señor de Ayerbe, secretario de Carlos V y a quien le dirige una carta el 25 de julio de 1510).

Bibl.: N. Antonio, Bibliotheca Hispana nova sive Hispanorum scriptorum qui ab anno MD ad mdclxxxiv floruere notitia, t. I, Matriti, Apud Joachimum de Ibarra, typographum regium, 1783, págs. 781-782; I. J. Asso del Río, Joannis Sobrarii carmina, Amstelaedami, apud heredes C. Sommer et socios, 1783; F. de Latassa y Ortín, Biblioteca nueva de los escritores aragoneses que florecieron desde el año 1500 hasta 1599, t. I, Pamplona, Oficina de Joaquín Domingo, 1798-1799, págs. 57-69; J. M. Sánchez, “Biobliografía de Juan Sobrarias Segundo alcáncense”, en Linajes de Aragón, III (1912), págs. 109-116, 131- 136, 149-156, 173-176, 192-196 y 211-216; P. U. González de la Calle, “El poeta aragonés Juan Sobrarias”, en Revista Zurita, X (1933), págs. 1051-1080 y XI (1934), págs. 23-68; F. G. Olmedo, Sobrarias y su poema “Fernando el Católico”, Zaragoza, Publicaciones de La Cadiera, 1951; R. del Arco y Garay, “Un panegírico de Fernando el Católico por el humanista Juan Sobrarias”, en Boletín de la Real Academia Española, XXXII (1952), págs. 193-222; F. Barquero Lomba, Juan de Sobrarias, poeta latino del Renacimiento, tesis doctoral, Universidad de Zaragoza, 1970 (inéd.); J. M.ª Maestre Maestre, “La influencia del mundo clásico en el poeta alcañizano Juan Sobrarias: estudio de sus fuentes literarias”, en Anales de la Universidad de Cádiz, II (1985), págs. 325-343; El humanismo alcañizano del siglo xvi. Textos y estudios de latín renacentista, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad, Instituto de Estudios Turolenses, Diputación de Teruel, Ayuntamiento de Alcañiz, 1990, págs. 1-123; “Sobrarias y el Descubrimiento: notas a los vv. 451- 494 del Panegyricum carmen de gestis heroicis diui Ferdinandi”, en J. Gil y J. M.ª Maestre (eds.), Humanismo latino y Descubrimiento, Sevilla, Servicio de Publicaciones de las Universidades de Cádiz y Sevilla, 1992, págs. 151-169; J. M.ª Maestre Maestre, “Limae labor y creación literaria en latín durante el Renacimiento: las dos versiones del Carmen in natali serenissimi Philippi de Sobrarias”, J. Navarro López, “El poema a Mercurino Arborio di Gattinara compuesto por Juan Sobrarias”, y V. Pérez Custodio, “El panegírico de Sobrarias al Rey Fernando el Católico: el peso de la tradición clásica en su técnica compositiva”, en J. M.ª Maestre Maestre y J. Pascual Barea (eds.), Humanismo y pervivencia del mundo clásico. Actas del I Simposio sobre humanismo y pervivencia del mundo clásico (Alcañiz, 8 al 11 de mayo), Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad, Instituto de Estudios Turolenses (CSIC), 1993, vol. I.1, págs. 135- 178; vol. I.2, págs. 677-686; y vol. I.2, págs. 749-758, respetc.; J. F. Alcina, Repertorio de la poesía latina del Renacimiento en España, Salamanca, Ediciones Universidad, 1995, págs. 192-194, n.º 420; J. M.ª Maestre Maestre, Alabanzas de Alcañiz. Discurso del alcañizano Juan Sobrarias pronunciado ante el senado de la villa en el año del Señor de 1506, Alcañiz-Madrid, Instituto de Estudios Humanísticos, 2000; “La presencia de Hércules en el Panegyricum carmen de gestis heroicis diui Ferdinandi de Juan Sobrarias Segundo”, en Calamus renascens. Revista de Humanismo y Tradición Clásica, I (2000), págs. 209-228.

José María Maestre Maestre





lunes, 9 de marzo de 2020

GUARDIÁN DEL VALLE , MONTORO DE MEZQUITA

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE
MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL)

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL)

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL) 1

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL) 2

LEYENDA DEL GUARDIÁN DEL VALLE  MONTORO DE MEZQUITA (TERUEL) 3

En la entrada del valle de Montoro de Mezquita, a unos pocos metros del túnel, junto al lado izquierdo de la carretera, en la margen izquierda del río Guadalope, se puede ver la figura petrificada del busto de un hombre; esta figura perteneció al “Guardián del Valle”. Eran tiempos felices para el valle de Montoro de Mezquita, los magos que aquí vivían eran seres honrados y buenos, la naturaleza les había ofrecido un valle mágico para vivir, en el que encontraban cubiertas con creces todas las necesidades que tenían, además el corazón de sus habitantes era limpio y no tenía maldad. La vida transcurría en paz ocupándose cada uno de sus quehaceres y preocupándose del estado de los demás habitantes. La fama del valle recorrió todo el planeta y en cualquier punto del mundo se conocía la vida idílica de sus habitantes. Un día llegó al pueblo de Montoro de Mezquita un brujo que venía de la otra parte del mundo. Habló con el “Guardián del Valle” o mago superior y le pidió permiso para instalarse en el valle como uno más. Reunidos todas las autoridades, decidieron darle una oportunidad al nuevo brujo para que formase parte de su comunidad. Amaín que así se llamaba el “Guardián”, comunicó a Yasán que había sido admitido y que lo único que se le pedía era que fuera honrado, sincero, noble y buena persona. Así el valle podría seguir siendo lo que era. Yasán se integró muy bien en el pueblo y compartió con sus habitantes su cultura y sus conocimientos, sus pócimas y sus elixires. Pero lo que no compartió fue su gran secreto. Yasán venía de tierras lejanas de Oriente donde había dejado atrás a una bruja bella, pero malvada, llamada Tayán, que estaba ciegamente enamorada del él. Yasán no podía corresponderla por la maldad que había en el corazón de Tayán. Intentó muchas veces con su magia cambiar su corazón, pero Tayán tenía más magia que él y nunca lo consiguió. Desesperado por la angustia en la que vivía y conociendo la fama que precedía al valle de Montoro, Yasán decidió cambiar de vida y huyó de la bruja.