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miércoles, 11 de mayo de 2022

POETAS MALLORQUINES

SECCIÓN LITERARIA. 

POETAS MALLORQUINES (1). (Extracto de REVISTA DE ESPAÑA Y SUS PROVINCIAS DE ULTRAMAR)

(1) En nuestro número del 15 del pasado octubre prometimos para el siguiente el artículo de los poetas cubanos, cosa que no pudo tener tampoco efecto por lo que dijimos aquel día; y hoy, que íbamos a cumplir con esta deuda, nos ha parecido también suspenderlo, para dar en su lugar el que acabamos de recibir extendido por el conocido literato el señor don Joaquín María Bover, residente en Palma de Mallorca, y que viene a ser como el ensayo crítico de los poetas de aquel suelo. De este modo, habiendo ya publicado el artículo de los poetas canarios, seguirá este y después el de los cubanos, más distantes que unos y otros de nuestra madre patria. La erudición y la crítica que se notan en este trabajo no desdicen por cierto de las prendas que este autor ha manifestado en otros. Hubiéramos querido en obsequio de su pensamiento y del gusto de nuestros lectores darlo íntegro: pero, no nos lo permiten los límites estrechos de que disponemos para las demás materias. 

Mallorca, madre fecunda de hombres en todos conceptos eminentes, ha producido también, desde la antigüedad más remota, vates que supieron distinguirse en los certámenes que celebraban las academias de Barcelona y Tolosa. En el siglo XIII (sólo se lee III), cuando la rima vulgar empezaba y era tan estimada la que se llamó gaya scienciaBernardo Mogoda, uno de los caballeros que siguieron a don Jaime I en la conquista de esta isla, creído en el instinto de vaticinar y en el influjo de las estrellas, escribió en el estilo bíblico y oriental muchas predicciones de prosperidades y de infortunios. 

Con las estrofas que siguen parece que quiso pintar la derrota que en 1343 experimentó D. Jaime III último rey de Mallorca.

Lo rey se despedía 

ab sola una galera; 

vindrá á la ribera

ja destrosada. 

Dient ab ven (veu) alzada: 

lo reina per qui sona, 

dirán: per la corona 

aragonesa." 


Els contraris l' han presa 

despres de la victoria; 

per eterna memoria 

será perduda. 


En la plassa venzuda 

corps y voltons carnatje 

faran en lo ribatje

dels homens presa. 


Por aquel mismo tiempo vino al mundo Raimundo Lulio, aquel ingenio asombroso que antes que Bacon de Verulamio alzase el noble grito de libertad filosófica y mucho antes que el célebre Erasmo diera al orbe literario días de gloria y honor a las ciencias útiles; dotado por la naturaleza de vastos y grandiosos proyectos, de sublime talento y comprensión universal, dio un agigantado paso en la escabrosa senda del saber, y sepultando en el olvido las ridículas formas del ergotismo, al través de la atmósfera de oscurantismo en que yacían sepultados los pueblos de la Europa, cultivando las lenguas orientales, y observando el majestuoso y sencillo curso de las leyes que rigen al orbe físico, dio el ejemplo, que sirvió de pauta a los restauradores de las ciencias, de establecer sobre la observación y experiencia los conocimientos físicos, que auxiliados de las matemáticas son deudores a Lulio de los rápidos progresos que Newton y demás sabios de primer orden hicieron en el vasto campo de la naturaleza. El inventor de la aguja náutica y del ácido nítrico, el hombre grande de su tiempo, el mallorquín Raimundo Lulio, (Ramón o Ramon Lull) escribía a sus discípulos del colegio de Miramar en esta isla: 

Rey poderos de l' alta cort divína 

quil fragil hom volgués ab vos vnir, 

teniu recort dels qui triste ruina 

de mort cruel en esta vall mesquina 

volen per vos passar y sofferir: 

Datslos esforz d' honrar y venerarvos 

yab (y ab : y con) alta veu tots temps glorificarvos. 


Frares menors ab ven (veu) clar argentina 

recordats ja de qui 's volgué vestir 

la nostra carn obrint del cel la mina, 

á Miramar á la gent mallorquina 

y al seu gran rey han fet prest construir: 

aquets, Senyor, iran tots per loarvos (pone lo-arvos) 

á convertir los moros en amarvos. 


¿Qué tarden donchs de sonar llur botzina 

los precadors que volen Deu servir, 

bísbes, abats, priors quin la fusina 

d' aquest mon trist per lór fan contramina 

los pobres tots dexant de fam perir? 

Que fan los reis que tarden en mostrarvos 

quel seu tresor es sols en exalzarvos? 


Grans y mitjans y chichs dins la cortina 

d' oprobis grans me volen escarnir; 

y amor ab plors y greus suspirs refina 

mon esperit en vos qui sou la tina 

del meu cos trist quis vol en vos languir: 

lenteniment, volér en recordarvos 

aumenten ja y en tot temps desitxarvos. 


Servir donchs vull, humil verge Maria, 

de mon poder, puis desitg esperanza 

prest m'ha tramés. Blanquerna ¿quin sabria 

dir hon teniu la vostra cetla pia 

perqu' hey servis l' Etern yo sens tardanza? 

y 'l meu desitg pogués tot saciarse 

en ell en qui tot sol pot alegrarse. 

El mismo Lulio empieza así su excelente plegaria al (pone la) Todopoderoso, plegaria que no ha visto aún la luz pública:

(Gerónimo Rosselló publica Obras rimadas de Ramon Lull escritas en idioma catalan-provenzal en 1859, seguidas de un glosario de voces anticuadas. El siguiente poema aparece con ligeras variantes) 

Alt en lo cel hont es la cort divina 

Ma pensa veu ab fervor inflamat 

que vos, Señyor, plorau de la ruina 

del mal etern á hont lo mon camina 

y est gran mal vos te granment irát. 


Plorau, Señyor, que mos ulls plorarán 

ab dolros plant vos faran compañía 

Señyor plorau que a Miramar irán (pone írán) 

faels sarvents que per vos penarán 

portant silicis dejunant cada dia. 

Mirau Señyor las nafras canceradas etc. (Atentos a: las, nafras, canceradas)

A principios del siglo XIV floreció el anónimo conocido con el nombre de mercader mallorquí, quien en una de sus poesías expresa elegantemente el desdén: 

Cercats duy may, ja siats bella e pros 

quels vostres pres e laurs eris plasents: 

car vengút es lo temps quem aurets menys; 

nom anziura vostro sguard amoros 

ne la semblanza gaya; 

car trobat nay 

altre quim play 

sol que luy playa 

altra sens vos perque lin voltray be 

e tindrem car s' amor que axis convé. 

Otro poeta floreció por aquel mismo tiempo que es notable por la pureza de versificación y por la perfección de lenguaje. Hablamos de Lorongo, hijo de Ferrario Roselló (Rosselló), consejero del rey don Jaime III de Mallorca y hermano de Saura casada con el infante don Sancho de este reino. Escribió un epitalamio al casamiento de su tía Blanca con el conde de Cardona y es de notar lo dulce y sentimental de la segunda estrofa. 

A vos jo li dou le blanque doncele, 

á vos alt Señyor de tant clar linatje: 

ella es de mon quor rique maravele, 

de vostra notblia molt brilant estrele 

y á vostra quorona será un adornatje. 


Si donchs la teniu ab molt gran valia 

y de ses virtuts n' estau molt prendat, 

el meu sperit, Blanque perla mia, 

el jorn que ixquires de ma compañya 

quedá ab plor y dol del tot ofuscat. 


Si arnesos y lansas y escuts y quoronas 

aportau señyor dels inclits passats 

qui tembran las armas dels Folchs y Cardonas 

que en tantas asañyas tan altas personas 

molts de sarrayns veren traspasats; 


La vostra motler ab roitjios pavesos 

y ab virtuts y merits yl vostro blassó 

y vostre notblía y fets gentilesos 

ab los de lurs avis serán adornesos 

ab barras y sanch del rey de Aragó

Generalizado el gusto a la poesía lemosina necesario era un libro que fijase las reglas para aprender a escribirla con toda perfección. Este libro apareció a mediados del siglo XIV siendo su autor el mallorquín Berenguer Noya.

Romeo Burguera, (Romeu Bruguera) célebre dominico, privado íntimo del rey Felipe el Hermoso, a quien ayudó en la expulsión de los templarios, compuso varios tratados ascéticos en poesía lemosina. Su Biblia rimada é en romans, es una verdadera traducción de la latina llamada aurora que en el siglo XII escribió Pedro de Riga, reducida a contar aisladamente en verso los principales sucesos de la historia sagrada con algunos de los sapienciales, inclusos los macabeos. Bruguera siguió el orden que tienen en la Biblia los libros históricos, sin omitir el de los proverbios, cuya traducción es graciosísima. Concluye con el Apocalipsis. Para muestra de su lenguaje copiaremos los versos con que termina el prólogo.

Asó ay de lati en romans tornat 

á honor de la contessa que Deus guard 

d'Ampurias marchessa á nom (1) 

(1) Creemos que esta marquesa de Ampurias es la hija de Guillermo de Peralta, vizconde de Cabrera, que murió a principios del siglo XIII según el historiador Bosch. 

E fo fila dun gran rich hom 

que fo vezcomte de Cabrera 

é lexá esta hereteyre 

de Muntsoriu e del vezcomptat 

tot quan havia la laxat 

de Cataluñya porta flor 

denseñyament é de valor, 

de franquea de gai parlar, 

dumilitat crey no ha par, 

de Deu li plats souen parlar 

molt dejunar e molt horar. 

La poesía académica o latina no empezó a cultivarse por mallorquines hasta principios del siglo XV. Entonces perdieron su boga los versos bárbaros y leoninos, y el canónigo Esperandeo Español, el caballero Arnaldo Descósy Antonio Geraldino, escribieron hexámetros muy dignos de la época de León X. De este último copiaremos los que puso sobre el sepulcro de Raimundo Lulio

sepulcro de Raimundo Lulio. Ramon Lull.


Clauditur hac Lulli Raimundi corpus in arca 

egregia quem stirpe tulit Gymnecia tellus. 

Mollis amator erat primaevo in flore juvente, 

mortali implicitur cura; mox pectora mutans 

in coelum tollensque oculos, peritura reliquit 

inventa est sordes; lateque est divinitus illi 

infusum ingenium, naturae arcana resolvens; 

perque omnes errans artes coelique recessus 

edidit in toto celebranda volumina mundo. 

Ipse quoque inmenso solers errabit in orbe, 

ut Christi leges alio sub sole locatos 

funderet in populos, paganaque pectora nostrae 

verteret ad cultum fidei, Christumque docéret 

esse Deum atque hominem genitrice e virgine natum

qua propter quando divis gens hunc barbara saxis

agressa est, cessit Libitis detrusus ab oris, 

dumque solum natale petit, Balearica regna

in patria senior prospectu fessus obivit. 

Español escribió a la memoria de su padre, que fue uno de los héroes que más se distinguieron en la defensa de Rhodas (Rodas), contra la invasión del Soldán (sultán) de Egipto que tuvo lugar en 1439, los versos que siguen: 

Hic hic Spagnolius tuus o Majorica tutor 

Cujus est a proavis durat in urbe domus 

Ausus multa quidem fungens tot honoribus urbis 

Effulsitque loco mens bona semper opum 

concordes animo natos sex forte reliquit 

creverat undeno mira nepote quies 

Trinacriam atque Rhodon ductae Hariamque triremis 

plausibus hic praetor laetitiaque fuit 

naumachia duros fausta mox fuderat hostes 

id Maetona ducem prospiciens coluit 

quumque diu Cyprus premeretur fessa tirano 

insiluit classis sub cruce vasta Rodi

cui fervens inerat coram Balearicus ardor 

hoc acamas celebris consule mons gemuit 

contigit hinc tanden per lustra ophtalmia septem 

lumina cesserunt tabuit inde caro 

dicamus is nataeque duae Leonoraque conjux 

prima jacet simul hic natus ex alia 

nunc igitur gaudere juvat compage negata 

en à morte pius quisque resurget ovans. 

En los versos de Arnaldo Descós se observa una elegancia de lenguaje y una pureza de latinidad que pueden competir con las producciones de los autores clásicos. Descós fue uno de los literatos más conocidos de su época. En sus epístolas hace mención honorífica de su maestro el célebre Pedro Daqui, de su condiscípulo Juan de Malleon, obispo de Salamanca y de su amigo Bernardo Bohil, delegado apostólico en la expedición de Colón a las Indias. Así se expresa Descós en una de sus producciones: 

Si divum, ut fama est, servat tutela poetas, 

nunc ades, et gressus dirige virgo meos. 

Nil prossunt mussae, nil carminis auctor Apollo, 

ut possim justos nunc reperire pedes. 

Oh utinam versu tantas exponere laudes 

possem ut tam faustum nunc celebrare diem! 

Ergo subvenias inopi tua sacra canenti, 

conceptum ut referam, qui sine labe fuit. 

También cultivó Descós la poesía vulgar o lemosina, y en una, dedicada a la Purísima Concepción, son notables los versos que siguen: 

Perque es mastér que vos Verge sagrada 

ab vostro fill siau la nostra guia, 

clarificau la pensa entenebrada, 

y subveniu me llengua poc limada

que us puga dír ab nova melodia 

noves loors de vostre gran altesa 

qui de tot crim é pecat fou illesa.

(Se concluirá en el próximo número.) 

(Continuación.) 

Raimundo Lulio, como dice Quadrado, era en aquel tiempo la fuente que inspiraba a los poetas y en que bebían nuestros sabios: en su honor y en su nombre se exigían cátedras, en su honor se celebraban certámenes como el famoso de 1502, y la prensa mallorquina apenas ha sudado sino comentarios a sus obras. ¡Bien merecía esto y mucho más el hombre extraordinario que por dos siglos tuvo por discípulo al mundo entero! En el citado certamen de 1502 se distinguieron los poetas Antonio Massot, Gaspar de Verí (Veri), Jorge Albér y Juan Odón Menorca. De todos ellos hay excelentes composiciones: todos se lucieron a la par, y Gaspar de Veri, a quien se adjudicó el premio, recitó una larga poesía en la que es notable esta estrofa: 

Ram, on se cull, de flors molta natura 
l'ull qui preveu, en evitar lo mal 
segura mar, qui en lo temporal 
lo navegant, eximeix de presura 
rosa suau, als doctes qui refrega 
pom redolent, de un saber infús 
capsa d'unguents, on no ha res confús 
aigua de font, qui los provectes rega. 

El esclarecido literato Nicolás de Pax uno de los primeros catedráticos de la universidad de Alcalá, muy favorecido de su fundador el célebre cardenal Jiménez de Cisneros, habla del monte de Rauda, monumento que la naturaleza quiso prevenir para mostrar al orgullo mallorquín el teatro de las visiones misteriosas del gran Raimundo Lulio, en los términos siguientes: 

Rauda tenens regni centrum Balearis, ab alto 
aequor et ingentes undique monstrat agros. 
Panditur ad Phoebi radios, umbracula passim 
prospectus varios concava saxa parant. 
Elevat ingenium, curas expectorat omnes 
totaque vivaci pectora membra novat. 
Hic bibit infusum Raymundus dogma supernè; 
hic quoque mirandum condidit artis opus. 
Angelus hic illi visus, pastoris amictu, 
praebuit et meritis oscula multa libris. 
Dixit eos varia passuros multa sub hoste; 
sed foire pro sancta fortia tela fide. 
Tunc erecta sacrum collustrans cella cacumen, 
plena venustatis Gratia nomen habet. 
hinc manare potest doctrinae splendor in orbem, 
hinc sibi perniciem secta maligna timens. 

Por este tiempo el virtuoso sacerdote Francisco Prats ya había publicado en prosa y verso su devotísima contemplació y su poema del Sacrament de bona gracia. Empieza este último con la estrofa que sigue: 

Caritat me forsa, y ley me incita 
loar lo misteri de laucaristía 
lo poc exercici los señys me desvía 
en loc baix me posa y el desitg limita 
la ploma es presta y no gos escriure
perque la invidia rependre amenasa
las nafres ya em dolen y treball me brasa
sol Crist Deu y home men pot fer desliure. 


Jaime de Oleza y Zanglada hijo de una familia ilustre en la que se radicó el cultivo de los conocimientos humanos, escribió en excelentes dísticos latinos un libro de lege cristiana et de cuadruplici peste mundi, en el que apoya su doctrina con bellas razones y sólidas sentencias. En esta obra reprende los vicios, detesta la escuela de los nominales, demuestra la vanidad de las predicciones astrológicas, y confunde la filosofía de Averroes y de todos los antiguos. Este mismo Oleza escribió en rima otras varias obras y un cancionero teologal y espiritual. Como muestra de su numen poético copiaremos el epigrama que dirigió al doctor Caldentey con motivo de haber publicado un tratado del maestro Gerson; 

Perstrinxit legis praxim: moresque Joannes 
cui de Gersono nomen habere datur. 
Si ergo tuum lector pectus coelestia tangunt: 
hunc eme: plus solus que ubi mille dabit. 
Iste docet mores sacros: animunque perornat: 
vitaque sit nobis qua peragenda via. 
Quid sit honestum: quid justum: quid denique sanctum: 
quidve pium monstrat: quae fugienda mala: 
detegit hic coelum: et callem flagrantis averni: 
neu phleget honteis afficere malis. 
Ad summam hic vigili ducit rectore carinam: 
quae mundi immergi naufraga possit aquis. 
Huic igitur grates tanto pro munere lector 
redde: sed est nobis gratia habenda magis. 
Ille opus exegit: fateor: sed copia habendi: 
nostra est per terras multiplicata manu. 

Del citado Jayme de Oleza fue hijo Francisco, quien con motivo del dolor que le causó la muerte de su esposa doña Beatriz de Sant Martí, escribió el excelente poema titulado menosprecio del mundo, anticipando en él la versificación majestuosa y pura de León y Garcilaso. Con dificultad se 
encontrará elegía más tierna y suave. Empieza así: 

Ab manta de plors el cel se cobria. 
Y tota la terra mostrava gran dol, 
mirand d'aquest mon del tot se partia 
la qui de virtuts granment resplandia 
tristor señyalava la lluna y el sol. 
Oh triste jornada! oh cruel partida! 
oh perdua digna de plor y lament 
morir la qui era de tants bens complida 
y de tantas gracias estaba ennoblida 
que loar ni plañyer nos pot dignament. 

Describiendo el día del juicio final, pone en boca del Juez eterno las palabras siguientes, dignas del poeta Dante. Dirigiéndose Dios a los buenos les dice: 

Veniu beneits del meu Etern Pare 
puis treballs y penas en lo mon sentis 
posseiu lo regna preniulo desdara 
car puis meu servit es just queus ampare 
yus done per premi letern paradis. 
Donat meu á beura cuant yo sedetjaba 
haveume vestit essent despullát 
haveume pascút cuant yo fametjava 
haveume acollit cuant peregrinava 
y essent en la carcer heume consolát. 

Con los versos que siguen habla Dios a los malos, pintándoles el horror de las penas del infierno. 

Per darvos lo sou vos crida y espera 
de plors y suspirs ab grans atambors; 
los crits serán pifres, les flamas bandera, 
fereu escuadrons de nova manera 
ab molts arcabusos de cruels dolors. 

Dins lo foch ardent feréu ordenanza 
ab gran desconcert tot temps caminant, 
tindreu dura guerra ab tota ultransa, 
de pan (pau) no tenint ya mes esperanza 
los uns contra els altres granment batallant. 

Ni es cansaran mai los potents ministres, 
ni porán morir los qui penarán; 
rebrán de continu encontres sinistres; 
seran los jamechs clarins e ministres 
qui en tal exercit tot temps sonaran. 

Miraume las nafres vui com resplandexen, 
las cuals mai volgues vivint contemplar! 
Mirau los assots cuant bells aparexen! 
Mirau vui la creu que els bons tots conexen! 
No volteu la cara que be es de mirar. 

Ni Rioja cantó con más sublimidad y energía lo vano y fugitivo de las grandezas del mundo. 

Tengan de continu en nostra memoria 
los treballs y penas de nostres pasats. 
Mirem los sepulcres dels rich (richs) y sa gloria, 
y las grans banderas señyals de victoria, 
apres de tants plers hon son arribats. 
Mirém del gran Cesar los fets valerosos 
quil mon ab batallas ha tot subyugat, 
mirem de Annibal los actes famosos 
y dels Scipions los fets gloriosos 
escer ya no res vuy tot lo pasat. 

Ahon son las honras que han alcanzadas, 
y los tants triunfos de gloria gran? 
hon las pedras finas en or engastadas 
y las ricas robas de perlas brodadas? 
mirau vui que son, mirau hon están! 

Hon son las viandas granment esquisidas 
en los convits bells tots plens de delit? (delit : deleite)
Ahont las gran casas honradas, fornidas, 
y d'or y d' atzur pintadas guarnidas? 
Mirau com es tot vui ya preterít! (pretérito : pasado) 

Al mismo Francisco de Oleza debió el mundo literario una preciosa arte poética escrita en lemosín con el título de Nova art de trovar. Tratando en el prólogo del abandono en que se hallaba la poesía dice: 

L'art estava sepultada 
en sepulcra lemosí
mes ara desenterrada 
y molt ben afeyzonada
para tot bon us y fí, 
la us dona un malorquí

Entre los varios ejemplos de poesías de todas clases, es notable esta preciosa quintilla: 

Las testas y las costellas 
que tu veus en lo fossar 
spinadas y cañyellas
personas foren molt bellas, 
y tu comells has tornar. (com ells : como ellos, como ellas)

Un hijo del citado Francisco, llamado Jaime de Oleza y San Martí, escribió un hermoso poema en que Jesucristo abre una justa, y como mantenedor de ella sale triunfante de los vicios y de la muerte.
Cuando en 1541 vino a esta isla el rey don Carlos I, los mallorquines Juan Genovard (Ginovart), Pedro Autich (Antich), Gaspar Vidal, Tomás Marcer y Jayme Romañyá hicieron lucir su numen poético. Lamentándose el primero de la decadencia de Mallorca dirigió al monarca los preciosos dísticos que siguen: 

Dum fortuna dabat, titulis quod pingerer auri, 
invidisse mihi plurima regna putes. 
Non eram ab infroenis numidis direpta, sed illi 
nomine pallebant candidiore meo. 
Tunc mea tercentum complebant littora puppes, 
mercibus et variis, Carole, dives eram; 
nunc jaceo infelix: vix sum miserabilis ulli, 
vixque meo possum tutior esse sinu. 
Quare moesta, precor, prisco me redde nitori, 
ponendo numidis dura lupata feris; 
respice sollicitam, Caesar (pone Coesar), mitissime princeps; 
principis est, miseros erupuisse malis. 

Romañyá, a más de las diferentes poesías que escribió en dicha ocasión, fue autor de una comedia latina sobre el rico epulón, titulada Gastrimargus, miserable imitación de las de Plauto y Terencio. Esta comedia, ya que no por su mérito, es interesante para la historia del arte dramático, porque puede decirse que se le ve en ella en su primer desarrollo y como en su infancia. Por su asunto, tomado de la historia sagrada, pertenece a los misterios, a los que en los siglos medios debió su origen el teatro moderno, al paso que en sus formas y en su lenguaje, aunque rudo muchas veces y sin combinación métrica de ningún género, se observan reminiscencias de los autores clásicos latinos que con tanto ardor eran estudiados e imitados en el siglo XVI. 
En este mismo siglo floreció el erudito sacerdote Dionisio Pon (Pont), que solía firmar sus poesías con el anagrama de Disiponsi. En su curioso poema de la batalla de Lepanto, habla de las proezas del capitán don Juan Despuig y Mir, y dice: 

Que ilustre gent castellana 
aportaba don Joan, 
gent tudesca, italiana, 
que hauran fet de tallár carn. 

De Mallorca, isla dorada, 
es allí Puig capitá, 
que dels moros de Granada 
porta la gent carnisada, 
que per ell pochs turchs y há. 

Per totas parts esta nova 
fará de asó gran sentit: 
tant lo rich, com home y dona, 
tot estament de persona 
prega per ell dia y nit. 

Entusiasta Dionisio Pont por las glorias de su patria, las cantó con la exageración que se lee en el siguiente epigrama que publicó como propio el cronista D. Juan Dameto, a quien tanto imita en los plagios, aunque con menos circunspección, otro cronista de nuestros días: 

Divitias natura parens balearibus omnes 
contulit, et divum munera quisque sua. 
Insula dives opum, Neptuni pulcher ocellus, 
Mars hic imperium possidet, atque Venus. 
Palladis hic domus est, Cererisque et grata Lydi 
gaudia, cum garis aurea Flora tuis. 
Ambit aquis Nereus pro muro spumens omnem 
aequoreis largè, divitiisque beat. 
Dotibus his prestat cunctas Majorica tellus; 
hic mihi certa quies vivere, et opto mori. 

Contemporáneos a los poetas de que acabamos de hacer mención fueron el P. Antonio Pon, arzobispo de Oristañy, y el doctor Benito Español, sacerdote de gran virtud y doctrina, a quien Francisco de Oleza dedicó su menosprecio 
del mundo. Contestó a la dedicatoria con estos hermosos versos: 

Mostrau lobra vostra puis es be rimada 
y donaune copia á qui la volrá 
que vostra señyora qui visque honrada 
y ab molt bona fama está sepultada 
al cel ab los angels sen alegrará. 

Y las vostras coplas serán unas mostras 
de homens y donas segons he legit 
y ab tals sentecias per las vidas nostras 
qui volrá entendre los documens vostras 
tendrá en memoria lo mon aborrit. 

Yo per la part mia per fervos servicis 
en totas mes horas ne faré records 
que puis en sa vida fou tants beneficis 
per lanima sua faré sacrificis 
legint cada dia lofici de morts. 

Almoines, responsos, faré per aquella 
moltas oracions per ella diré 
y ab cremants civis (ciris) en vostra capella 
ofertas y misas cantaré per ella 
y sobre el sepulcre sovint absolré. 

Dos poetas mallorquines encontramos también en el siglo XVI que hacen versos en castellano, pero estos versos, desnudos de toda energía, pueden reputarse por una prosa cortada por sílabas determinadas. El doctor en artes y medicina Damián Carbó, haciendo alarde de sus blasones y de sus gloriosos ascendientes, escribió al pie de su escudo de armas: 

La banda y saetas que veis y señales 
son armas sin duda que los mis pasados 
carbones dejaron con autos nombrados 
de fama y de gloria todas inmortales. 

Y fueron fundadas por autos de reyes 
que aquellas en pago de tantos servicios 
a ellos han dado grandes beneficios 
no siendo ingratos con muy justas leyes. 

De Roma Senados leemos que fueron 
y por el mal Sila no sin guerra fuerte 
cuarenta mil dellos todos duna muerte 
con Mario Carbó juntos recibieron. 
Hernando de la Cárcel cantó el desgraciado suceso del destrozo de una nave llamada San Roque, salvada por el capitán Juan de Luca, cuyo canto empieza así: 

Suele la necesidad 
ser tan diestra en cualquier hora 
que tenga oportunidad, 
que de cualquier novedad 
es muy perfecta inventora: 
y no sólo inventa y traza 
lo que es muy dificultoso, 
que aun en lo peligroso 
se pone sin mano escasa 
con corazón animoso. 

Concluye del modo siguiente: 

Saltó en tierra Luca luego 
y contando el caso, agro, 
muchos sespantan del ruego 
mas los que tienen sosiego 
van diciendo que es milagro. 
Y pues que vino a alcanzar 
Juan de Luca tal victoria 
contra infieles, viento y mar, 
roguemos al que es sin par 
que nos de al cabo la gloria. 

Los poetas mallorquines que más se distinguieron en el siglo XVII fueron: Mateo Descallar y Damato, hijo de una familia ilustre, de quien es un excelente canto a la virgen María: Nicolás Oliver y Fullana, capitán del ejército de Felipe IV, a quien sirvió en las guerras de Cataluña, y después fue 
cosmógrafo y cronista de Carlos II. Describió las islas Baleares con las octavas siguientes: 

El balear dominio se compone 
de varias islas, fuerte y abundante 
sobre las ondas, y marcial se opone 
con gran castillo al émulo arrogante. 
La de Mallorca, regia se propone 
del mar mediterráneo sol brillante; 
siendo Menorca, Ibiza y Formentera, 
sus más lucientes rayos y Cabrera. 

Yace en el quinto clima, inexpugnable (pone inespugnable)  
del báleo solio el mallorquín estado, 
por sus bélicos hijos formidable, 
y sus crujientes hondas celebrado: 
de Aragón margarita inestimable, 
en la navegación aventajado, 
vestido de frondosas maravillas 
con dos ciudades y opulentas villas. 

La real Palma en la mano aragonesa, 
de Mallorca metrópoli valiente, 
dio laurel digno a la cartaginesa 
y al gran Meleto nombre permanente. 
Mahometanas coronas interesa 
de insignes reyes tronco floreciente, 
puerto de fama, población de lustre 
con mitra episcopal y gente ilustre. 

Entre dos promontorios se levanta 
ciudad Alcudia, desde que aplaudida 
al mayor Carlos su obediencia canta: 
por el coral que pesca conocida. 
Lluchmayor de sus villas se decanta 
famosa por la lid que en su florida 
campaña dio del rey Jaime tercero 
la vida y cetro al enemigo acero. 

Campos, por sus salinas es famosa; 
bellísima y fructífera Porreras; 
Bollenza por sus mirtos prodigiosa; 
Artá milagros toda y primaveras; 
Sineu de los romanos plaza hermosa; 
Felanix, Petra y Manacor guerreras; 
Alaró con castillo inexpugnable, 
riquísima Inca y Soller admirable. 

La fértil isla de Menorca tiene 
una ciudad llamada Ciudadela 
en la agradable costa que contiene 
muralla que defiende y juez que cela. 
Del gran Magon fundada se previene, 
donde el audaz contrario no recela, 
Mahón, que entre otros pueblos se encastilla; 
sublime puerto y generosa villa. 

Sigue Ibiza de pinos coronada, 
dando nombre a su isla inaccesible; 
por el fuerte castillo tan nombrada, 
como por sus vecinos invencible. 
Hoy se ve Formentera despoblada; 
Cabrera se propone apetecible; 
cobrando fama entre otras Cunillera 
del ínclito Annibál patria guerrera. 

A mediados de este mismo siglo, floreció Rafael Bover (pone Bovér), a quien Quadrado llama el Garcilaso mallorquín. La siguiente muestra de su numen lírico hará conocer a nuestros lectores la exactitud de tal comparación. 

Aldea qui ets tan trista 
y sens remei algun per me tristeza, 
si no cegar ma vista, 
puis no tinc altra cosa que aspereza, 
en un camp sens verdura 
rahó es que yo muyra ab tal postura. 

Posát en esta aldea 
un pobre y trist pastor se lamentaba
ausent per sa idea
de lo que en aquest mon mes adoraba:
ja finirá sa vida
per no haberí en el camp cosa florida. 

Cert es, señora mia, 
que ya en el mes present los camps estaban 
tots verts ab gran porfia, 
y de ells a son temps fruits aguardaban; 
mes ab seguedad tanta 
no hayá fruit que esperar ya de tal planta. 

Si lo temps fes mudanza 
convertintse me pena áb alegría, 
se creu mia esperanza 
de que lo sech de vert se vestiria, 
y la favera ab flor, 
Cullint de totas parts lo fruit millor. 

No te esquives, pastora, 
de lo que yo te escric ab esta lira, 
que mon cor te adora: 
abrassét en amor y no en ira, 
Perdona ma osadia 
que per servirte a tu yo moriria. 

En el romance que sigue, agotó Bover la suavidad de sus tonos, e hizo triunfar el tiernísimo dialecto mallorquín. 

No te espantes que yo cant, 
perque men pren com es cisna, 
qui cuant ya no te esperanzas 
contant acaba sus dias. 
Com veix que ma desventura
de poder parlarte hem priva, 
de est molt que ma vida acapia, 
puis de aliment me servia. 
Mos ulls llamentan y ploran, 
mon cor se romp com a vidra, 
mas entrañas se arrebasan, 
ma esperanza se mostia etc. 

Pertenecen también al siglo XVII Jaime Pujol abogado, autor de un poema en elogio del serenísimo infante D. Juan, y el doctor Antonio Gual, presbítero y canónigo de esta santa iglesia, digno imitador de Góngora. Entre otras poesías de este último tenemos el poema épico que escribió en 1646 con motivo de la pacificación de los partidos que dividían la nobleza mallorquina. Sus versos son excelentes, y como muestra de ellos copiaremos las octavas que siguen: 
….....
El puesto de dos vallas guarnecido, 
y en ellas dos informes arrimados 
bultos, que de lo humano se han vestido 
al yerro de las lanzas destinados: 
un duro azote de la diestra asido, 
y de sendos broqueles amparados; 
vestida ricamente de oro y grana 
el aurora salió aquella mañana. 
…....
Despertaron al sol confusas voces, 
festivo aplauso, alegres alaridos 
del vulgo y de la plebe que veloces 
se anticipan al puesto mal sufridos, 
No Ceres tal, a las villanas hoces 
los campos da de espigas guarnecidos, 
como se vieron por distancias tantas 
cubrir la arena las humanas plantas. 
…........
Juan Odón de Togores se descubre 
sobre un delfín terrestre que de estrellas 
la escama siembra de oro, que le cubre, 
de blancos grifos con labores bellas: 
su faz, que nube del plumaje encubre, 
por el campo marcial siembra centellas: 
y habiéndose ostentado reverente 
de su mantenedor se puso enfrente. 

Cuatro veces al son de los metales 
los polos de cristal se estremecieron; 
y del averno oscuro en los umbrales, 
de las herradas plantas se sintieron 
otras tantas los golpes desiguales 
con que el globo los brutos sacudieron, 
dejando con airoso movimiento 
de astillas cada cual poblado el viento. 

En el siglo XVIII florecieron don José de Pueyo y Pueyo, marqués de Campo Franco, que hizo ostentación de su excelente numen en la multitud de poesías que compuso en latín, castellano y francés: don Miguel Bover y Ramonell, autor de la comedia titulada la conquista de Mallorca, de la que habla Moratín en sus Orígenes del teatro español: el padre Ramón Nicolau, monje cartujo, que escribió en verso latino hexámetro la vida de Jesús, María y José: el doctor don Antonio González que tan al vivo expresó su melancolía y tristeza en su Teatro de la muerte, y don Luis Focos traductor de la Merope de Maffey y de la comedia El enfermo imaginario de Moliere y autor de un poema épico de la conquista de Orán. 
Difusos seríamos si hubiésemos de hacer mención de los poetas mallorquines del siglo XIX, y más difusos si hubiésemos de detenernos en el examen de sus producciones. Sin embargo, no debemos pasar en silencio los nombres de don Antonio Llodrá, don Juan Nicolau, don Juan Muntaner y García, canónigo de esta santa iglesia y arzobispo electo de Caracas, don Leonardo Planes, don Nicolás Armengol, don Nicolás Campaner, oidor de esta real audiencia, don Pedro Andreu y don Vicente Far. Todos ellos han dejado 
conceptuosos versos y de todos ellos hemos hablado detenidamente en nuestro diccionario de escritores mallorquines. 

De los que actualmente viven omitimos hacer mención, atendida la diversidad de su mérito, temerosos de herir la modestia de los unos, hablando de ellos con el elogio que merecen, y la susceptibilidad de los otros, pasándolos en silencio. 
Palma 19 de octubre de 1850. 

JOAQUÍN MARÍA BOVER. 

domingo, 17 de octubre de 2021

CUATRO PALABRAS SOBRE LA ORATORIA SAGRADA

CUATRO
PALABRAS


SOBRE
LA ORATORIA SAGRADA




I.


La
literatura nacional conserva un preciosísimo tesoro de producciones
místicas que han sido siempre alimento regalado de las almas
piadosas y deleite de los amadores de la lengua castellana. Si bien,
empero, las obras de Ávila, León, Granada, Chaide, Márquez y Roa
entrañan la esencia más pura, lo más sublime, delicado y verdadero
de los afectos religiosos, ningún orador sagrado, digno de este
nombre, cuentan las letras españolas entre aquellos ilustres
varones.


Capmany
achaca tan singular anomalía a la humildad de los predicadores
nacionales, que les indujo, no sólo a esquivar toda pompa mundana,
toda magnificencia y ornato en sus sermones, sino a improvisarlos.
«Me inclino a creer, - dice el crítico citado, - que aquellos
oradores cristianos, tal vez persuadidos de que en manos del Altísimo
todos los instrumentos son iguales, que la sola idea de Dios cuyos
ministros eran, debía producir mayor impresión que los vanos
socorros del hombre, y que en el menosprecio de una gloria mundana,
entraba el menosprecio del arte oratorio; descuidaron los adornos
esenciales de la elocuencia, temiendo injuriar la verdad y humildad
religiosa y debilitar la causa del cielo defendiéndola con las armas
de la tierra.»


Sin
embargo, mal se pueden conciliar aquel alarde faustuoso (→
fastuoso)
de ciencia de nuestros escritores místicos, aquel su
resplandeciente lujo de metáforas y toda suerte de retóricos
aliños, con la modestia y humildad que el eminente Capmany les
atribuye como única razón de su falta de elocuencia.
Mucho más
fundada y valedera me parece la explicación que del fenómeno
literario que me ocupa, consigna D. Alberto Lista en uno de sus
concienzudos artículos críticos.


«Nuestros
predicadores -dice- deseaban acomodarse a la capacidad del vulgo,
generalmente muy poco instruido en España.


Bossuet
y Massillon, predicando en la corte de Luis XIV, tenían por oyentes
a los hombres más sabios de su siglo. Nuestros Granadas y Chaides no
tuvieron un teatro tan ventajoso, pero leían sus obras las personas más instruidas de España. Por eso escribieron mejor que
predicaron


Los
escritores ascéticos mencionados florecieron bajo reinados gloriosos. Pero cuando la monarquía exhausta, desangrada por sus
continuas guerras, embrutecida con sus hábitos de esclavitud política y religiosa, dejó arrancar uno a uno de su antes indómita
frente aquellos laureles inmortales conquistados en Lepanto, Pavía y
San Quintín, las artes y ciencias abandonaron también poco a poco
la miserable nación española. Bajo el bochornoso reinado de Carlos II, las envilecidas inteligencias de nuestra patria no acertaban a
producir más que monstruosidades, que universalmente aplaudidas por el pueblo, estragaban su gusto y hacían más y más incurable su
enfermedad intelectual. Nadie ignora que en aquella edad llegó a su
apogeo el conceptismo, extraña y grotesca manía que cifraba el
bello ideal literario en adelgazar los conceptos, hasta que de puro
sutiles y afiligranados, ni su mismo autor a comprenderlos acertaba.
La elocuencia sagrada no pudo escapar al general contagio.
Convirtiéronse los púlpitos en jaulas de locos. Los ministros del
Señor, infatuados por su ridícula vanidad у por los encomios de la
multitud imbécil, desdeñaban el estudio de la Biblia y de los
santos Padres, y consultaban mil disparatados y estrambóticos
sermonarios, embutidos de toda suerte de necedades, que de ingenio en
ingenio y de boca en boca, llegaban a un grado inconcebible de
extravagancia.


A
pesar de la inveterada depravación del gusto literario y de la
elocuencia sagrada, no faltaban algunos españoles discretos y sabios
que hacían resonar su voz indignada por tan escandalosos abusos. Mas
nada conseguían sus esfuerzos, y sus clamores morían desautorizados
sin eco alguno.


Pero,
afortunadamente para el porvenir de la oratoria del púlpito, poco
después de promediar el siglo pasado, apareció una obra que dio el
golpe decisivo a la elocuencia de guirigay, y cuya sazonadísima
oportunidad hizo que fuera recibida con extraordinario aplauso.


El
docto y juiciosísimo P. José Francisco de Isla, conocedor de cuán
desestimados eran los esfuerzos de una franca y enérgica oposición
a los abusos indicados, y acordándose de las armas esgrimidas por
Cervantes para destruir la manía caballeresca de su siglo, enristró
su bien cortada y festiva péñola, y arremetió denodadamente contra
la chillona muchedumbre de predicadorzuelos de relumbrón.


Su
Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas, si bien
sobrado prolija y monótona, es un modelo de sátira, viva,
chispeante y mordaz, al paso que demuestra el profundo conocimiento
que de su idioma tenía aquel distinguidísimo escritor.


II.


A
pesar de lo dicho, no se crea que los Frays Gerundios han
desaparecido por entero de los púlpitos españoles. En villorrios,
aldeas y hasta en populosas ciudades se conservan aún rancios y
vergonzantes partidarios del conceptismo oratorio. Pero, gracias a
los progresos del buen gusto, son escuchados, en general, con el
menosprecio que merecen. Abusos no menos capitales que los
ridiculizados por el padre Isla, cunden actualmente en la oratoria
sagrada. Indicaré los que me han parecido de más relieve y
trascendencia. Uno de los errores más arraigados y generales es
considerar el ejercicio de la palabra divina como un certamen pueril
donde debe hacerse gala y alarde ostentoso de retóricos atavíos,
que muchos confunden lastimosamente con la verdadera elocuencia.
Cuando alguna pasión vivaz y poderosa enardece y arrebata nuestro
ánimo, los tropos y figuras brotan con espontaneidad y brío en el
discurso; pero esforzarse con el corazón mudo y helado en urdir una
tela retórica recamándola tranquilamente de adornos baladíes,
arguye la falta completa de todo instinto de lo bello en literatura.
Lejos de mí condenar en los sermones el ornato cuando nace del fondo
mismo del asunto; pero siempre desdecirá de la majestad sencilla de
nuestra religión, toda gala importuna, todo lujo postizo, toda
exornación frívola o sobrado artificiosa. Por otra parte, ¿cómo
acertarán los fieles a descubrir tal cual pequeño grano de
provechosa doctrina entre tanta paja revuelto? Lo que sí descubrirán
será la vanidad de quien tan sacrílegamente hace servir el
ministerio de la divina palabra de hincapié para adquirir un aplauso
que los necios tan sólo le pueden prodigar.


Abuso
mucho más trascendental que el anterior, y opuesto diametralmente al
verdadero espíritu del cristianismo, es el inmiscuir en las
oraciones del púlpito alusiones políticas, unas veces bajo
apariencias puramente religiosas, y otras con más desembozo y
claridad. No se necesita gran dosis de perspicacia para ver de dónde
nacen en algunos pocos predicadores españoles estas tendencias
profanas. Entusiastas de una causa moralmente perdida en la opinión
pública, se afanan en despertar en el ánimo del pueblo pasiones
aletargadas ya por el tiempo y los desengaños, pareciéndoles el
púlpito lugar oportuno para hacer estallar sus rencores políticos
con mengua de una religión cuya esencia es la caridad, y que tan
maravillosamente transige y se aviene con todas las formas posibles
de gobierno. ¡Ojalá conozcan algún día estos pocos sacerdotes,
cuán contraria es semejante conducta a los verdaderos intereses del
catolicismo!


Achaque
también es de muchos predicadores el convertir el púlpito en
trípode sibilítico, desde donde fulminan amenazas e improperios
contra la muchedumbre consternada. Óyeseles (se les oye)
apostrofar al pecador con las más tremebundas expresiones, y parece
que, como los hijos de Zebedeo, anhelarían que bajase fuego
celestial sobre sus oyentes y les redujese a pavesas. Con voz
tonante, con ademanes energuménicos, esos terroristas del púlpito
no encuentran palabras bastante atroces para anatematizar a los
mundanos. ¿Cuándo conocerán esos predicadores que en el siglo en
que vivimos la palabra de Dios no debe caer como arremolinado
pedrisco sobre la frente del pecador, sino que debe posarse en su
alma como un suave y regalado rocío?


Acostumbran,
por el contrario, otros oradores sagrados excitar la hilaridad de sus
oyentes, con chistes, con arranques extemporáneos de buen humor, que
de ningún modo pueden hermanarse con la dignidad y decoro que
requieren para tratados los asuntos religiosos.


Donde
suele hacerse alarde de esta jovialidad de mal gusto es en los
novenarios y otras funciones sagradas por el estilo. Allí entablan
los predicadores unos diálogos chabacanos entre el penitente y el
confesor, atestados de dichos groseros y de toda suerte de necedades.
Este sainete forma una parte del discurso, que después suele tomar
un giro serio y formal, y es de ver cómo muchos devotos alegres y
beatas casquivanillas se largan bonitamente apenas se concluye la
parte cómica del sermón.


III.


De
prolijos pecaríamos si enumerásemos todos los defectos que bajo el
doble aspecto literario y artístico afean la predicación


¿A
quién no ha chocado la estrambótica manía de algunos flamantes
oradores, de trasplantar en las pláticas religiosas las frases más
en boga entre los novelistas transpirenaicos? (traspirenaicos en
el original
)


Otros
presentan en sus sermones un copioso arsenal de conocimientos
improvisados, con el laudable fin de deslumbrar a la multitud con
alardes pomposos de una erudición tan pronto olvidada como
adquirida. Cuán socorrido y obvio sea proveerse de esa joyería
falsa, es por demás encarecerlo; y cualquiera conoce lo incongruo y
profano de semejante proceder.


Predicadores
hay también, que fiando todo el efecto de su elocuencia en la
robustez de sus pulmones, hacen retemblar los templos con sus gritos
estentóreos y desaforados.


Bueno
es advertir que los dos y res de pecho que tan frenéticos aplausos
suelen arrancar en teatros y coliseos, en nada pueden contribuir a la
eficacia de la palabra divina. De otra manera, no hay duda que
Cristo, al elegir sus apóstoles, hubiera buscado los más férreos
pulmones de la Judea, y esto no consta en el Evangelio. ¿Qué
necesidad hay de asordar al pecador para convertirle? Por otra parte,
es tan miserable la condición humana, que muchos desgraciados
preferirán tal vez condenarse con sus cinco sentidos que salvarse
con pérdida de alguno.


En
extremo desatinada suele ser también la mímica de los predicadores.
Unos se agitan convulsos, y descargan manotadas atronadoras sobre la
baranda del púlpito; costumbre grotesca que Walter Scott llama tocar
el tambor eclesiástico. Otros, por el contrario, se mantienen en una
completa inmovilidad cual la estatua del Comendador. Predicador
conozco, que recita sermones de hora y media con los puños cerrados
delante el pecho como un bóxer (boxeador) en actitud
defensiva.


Muy
útil fuera que los oradores sagrados procurasen no descuidar la
parte mímica, que Cicerón llama felizmente quasi corporis quædam
eloquentia. Creo de gran provecho en la materia el precioso capítulo
que a la acción oratoria dedica el ilustre Capmany en su Filosofía
de la elocuencia.


IV.


De
intento no hemos querido entrar en el fondo de la cuestión, acerca
de la cual acabamos de apuntar algunas ligerísimas observaciones.


Sin
embargo, no soltaremos la pluma sin indicar a los predicadores
españoles la urgentísima necesidad que tienen de no ponerse frente
a frente de la moderna civilización, de no combatir el progreso a
todo trance; en una palabra, de no hacerse odiosos a la sociedad en
cuya marcha desean legítimamente influir, cuyos vicios tratan de
extirpar. Lejos de anatematizar sin apelación las tendencias y
aspiraciones de nuestro siglo, procuren enardecer los pocos
sentimientos nobles que, bajo una capa de cinismo glacial, hierven en
su seno. Lejos de encarnizarse contra la filosofía, procuren
estrechar sus vínculos con la religión. Que siempre esté llena su
boca de palabras de sublime y verdadera caridad, que estudien el
corazón humano, compadezcan sus extravíos, y con mano blanda
cicatricen sus llagas. Así serán elocuentes y encontrarán, sin
buscarlas, bellezas literarias de incalculable valor, siendo a la par
médicos de almas y maestros de la elocuencia más importante de
todas, la elocuencia sagrada.

lunes, 23 de agosto de 2021

FLORS DE MALLORCA.

FLORS DE MALLORCA.


POESÍES DE AUTORS
VIVENTS,


PREMIADES LES MES EN
LOS JOCHS FLORALS


DE BARCELONA.


ESTAMPA DE PERE JOSEPH GELABERT.


1873.



/ Nota del
editor, Ramón Guimerá Lorente:
Reemplazo la preposición á con
tilde por a sin tilde. La ó por o.
Actualizo la ortografía sólo
en castellano. Ejemplo, rios: ríos.
Fuente del PDF:
https://datos.bne.es/resource/bimo0000875978

/


INTRODUCCIÓ.


L'amor a la llengua pátria, poch menys que mort entre nosaltres en los començaments del
present setgle, gayre no fá que se es despert en lo mes íntim de la
nostra ánima; l'harpa de la terra, olvidada de los nostres pares
per un altre qu'els era estranya, y que en ses mans no produia sovint
mes que sons ingrats y poch escoltívols, per bona sort l'havem
recobrada per sentirne melodíes molt plasents, plenes de força y
energia unes voltes, y altres d'una dolçura y tendresa jamay prou
lloades. Avesárenmos a veure la nostra parla tant malmenada y
envilida, venguda a tanta pobresa, no servintse d'ella mes que pera
les burles y les rialles, pera les vulgaritats y les sátires, que ni
esment posavem tant sols en la gentilesa y galanura que li son tant
naturals y tant propies: y seguint lo prejudici sens consciencia de
tothom, no pensavem ni imaginat haviam que a la primera conró que li
donassen, tan hermoses floretes en son clos s'havian de obrir, de
tant richs colors y de tant pures esencies. Mes axó es lo que ha
esdevengut venturosament. Alguns bons fills de la benvolguda Mallorca
han respost ab entusiasme y ab ver y alt patriotisme al crit de sos
companys d'altres terres; y unint los seus esforços als dels
catalans, de qui som los fills majors, y als de Valencia, que tenim
per germans, han conseguit tots fer reviure les lletres pátries,
presentar al mon literari sa llengua materna jolia y engalanada, axí
com cal a una princesa digna d'asseure's al costat de ses germanes
del mitxjorn d'Europa, avuy reynes y emperatrius que tota la terra
reverencia y escolta.


Los fills de la
nostra illa han ajudat y contribuit, no poch, a la tan venturosa
restauració.


Ab axó no han
desmentit lo bon nom que lexaren los nostres antepasats d'altres
centuries, may romasos endarrera en lo camí científich y literari
seguit per Catalunya, qui se obria pas constantment entre los realmes
mes avançats del mon. Y si 'Is qu' avuy conren lo sol dels antichs
comtes de Barcelona veuen lograda ja la ressurrecció miraculosa,
part d'axó es deu per cert als embats restauradors de Mallorca, que
entre 'Is perfums de les flors dels valls y fondalades de tan delitós
paradís, li han aportat veus mágiques y enciseres, perles perdudes
y olvidades dins los lloguerets y les masíes que s'amagan entre les
nostres fresques muntanyes, per hont en lo temps de bonesa se
passejava ardida y triunfadora.


Y havia d'esser axí.
Mallorca, ahont ja en lo setgle de la conquesta ressonaren les veus poderoses de RamonLull, de Romeu de Ça-Burguera, y d'en Pere Torrella (1);

qu'en
lo qui 's seguí oia tant ben trovar al Infant en Jaume (2), a Fra
Anselm de Turmeda (3), a n'en Maymó Peris, a n'en Berenguer de Noya
y a lo Mercader mallorquí; que en lo setgle XV contava entre los
molts de sos trobadors a n'en Jaume d'Aulesa, a n'en Ramon Vivot y a
n'Arnau Descós; que en lo seguent sentí cantar les esparçes del
Menyspreu del mon, a n'en Francesch d'Aulesa, y les rimes d'en Benet
Espanyol; y que veé espirar la llengua en lo setgle XVII entre els
tendres gemechs d'en Rafel Bover:


(1) Sols les obres
rimades d'en Lull han estat publicades: les d'en Ça-Burguera forman
juntament ab sa Biblia en rims un códice que´s troba en la
Biblioteca Colombina: y les d'en Pere Torrella les havem vistes
en poder del distingidíssim catalanista y bibliógrafo en
Marian Aguiló.


(2) L'infant de
Mallorca anomenat en Jaume IV, fill del rey desventurat que morí
lluytant en la batalla de Llummajor, era molt destre y hábil en
l'art de trobar, com ho assegura el P. Ginebreda en la dedicatoria
que li fa de la versió catalana del llibre de Boeci dit de Consolatione.


(3) Fra Anselm de Turmeda fo natural de Mallorca, segons ho prova un bellíssim poema
inédit seu, que ha trobat ab la seua jamay prou agraida diligencia
lo citat Aguiló, y ho confirman alguns documents que tenim en la
illa.


Mallorca, que
guardada per les ones del mar ab que Deu la vá cenyir, per sa
ventura sens dupte, pogué alliberarse, mes que les altres terres
catalanes, del contacte estrany y de les influencies verinoses de la
provincia dominant, havia de conservar naturalment richs joyells de
la pedreria antiga de la gentil madona. l'essent sos fills per
naturalesa tan devots de lo bell, y per amor amichs tan fervents de
les coses de la patria; y veént la patria, mes encare que en lo
terreny y en les institucions, en la llengua, que aporta l'historia
de tots los setgles y de totes les dominacions y converteix en una
sola familia los qui la matexa parlen, havian per necessitat de
ajudar ab tot son poder y ab totes ses forçes a la empresa noble y
santa de traurerla de l'abandó en que la havian tinguda, de
purificarla de les lletjures que la deslluíen, y de axecarla y
ennoblirla pera los mes trascendentals conceptes de la ciencia y les
aspiracions mes altes de la poesía.


Y certament qu'els
mallorquins no se son mostrats pererosos tractantse de colre y honrar
a una mare que en altre temps tants de doctes veneraren, esteneren
tants de reys y tants de poetes enriquiren. No bé fóren restaurats
en Barcelona los antichs Jochs florals, fòu constituit lo sávi
Consistori qu'havia de aportar a tant bona fi la santa creuada que es
predicava, y pregonat lo primer cartell cridant a la lluyta als bons
fills de la patria catalana, sentírense batre los còrs dels nostres
jóvens escriptors; y fent cessar tot seguit les cantarelles, que ab
parla per ells mes penosa els inspiravan los purs sentiments de la
seua ánima, los recorts de son passat gloriós, y les altes
esperançes de son esdevenidor, parlaren la seua llengua propia,
trobantse ab ella mes forts de esperit, mes tendres de veu y de
paraula, mes poderosos d'enginy, y de colors mes richs pera descriure
y pintar los fets altíssims dels qui en tan bon temps l'havian
parlada, inmortal l'havian feta, y le dictaren per totes les
encontrades de la terra.


Els nostres
trovaires que per dó especial de Deu, y tal volta per l'aves de
respirar dins los perfums dels nostres florits vergers, d'oír la
dolça música dels aucells dels nostres prats delitosos, dels
nostres boschs ombrívols y de les nostres quexoses fontanes, per la
costum de veure estesa devant sos ulls una naturalesa sempre
hermosíssima, sempre riallera, insinuant, magnífica y altament
inspiradora, s'han fet un cor tot ple del sentiment de la bellesa,
tot d'una fibra tendre y delicada, un esperit entusiasta per tot lo
noble y per tot lo gran, no podian restar sorts a la crida que s'els
feya en nom d'una mare comuna, de tant
temps enrera esmarrida plorosa, y als reclams de la fe, del amor y de
la patria.


Y cert que no's
feren esperar gayre temps. En sos còrs trobaren son ressò les mágiques paraules;
y acompanyats de tot son cabal y de totes ses riqueses, y ab l'ánima
vestida de sentiments tant íntims y empesa per tant delicades
aspiracions, pogueren aportar y aportaren a la llengua y a la
literatura maternes lo que pertanyent los era, pera que de tots fós
la obra qu'es començava, y de tots la gloria del treball que
s'emprenia. Y bé s'hi poden conexer en l'adreç ab que es torna
adornar la revivada donçella al ferse culta y literaria, les perles
que Mallorca li guardava y que de l'illa li foren restituides; axí
com en l'esperit de la poesía catalana, de sí forta y vigorosa,
tota la delicadesa de sentiments, tota la ternura d'espressió, totes
les tintes suaus, tots los plasents colors ab qu'els nostres poetes,
primorosos per instint, estétichs per intuició, dolsos y y
sentimentals per naturalesa, han intentat embellirla; contribuint ab
ses dots y ab son enginy a donar a la llengua la flexibilitat y
galanura de les mes privilegiades, y a la musa divina de la terra la
sensillesa popular en la forma y l'intensidad del sentiment en el
fondo.


Mes, axí com
malevetjan engalanar a la aymia de son cor, per repararla de la ruina
en que la posaren
l'olvit y el menyspreu dels darrers setgles; axí com diligents li
aportan los grans preciosos
que de son bellíssim collar se veuen encare lluir per açí y per
allá, vius y encisadors a
la flama sagrada de la llar dels pagesos, caents de ses rústiques
converses o enfilats a ses dolçes corrandes; axí com l'escalfan ab
lo alé pur de son amor, per ferne l'espressió mes alta de la
bellesa y de la veritat; compláulos la gala ab que se 'Is presenta
de allá les muntanyes de Catalunya, s' enamoran de l'espressió
forta y varonil que hi ha presa, y los mòu la manera tota seua de
dir y cantar l'indomable esperit de la terra. Y de tantes joyes
enriquida, animada de tanta valentia, y feta suau ab modos tant
delicats y ab tan amorosos y tendres vocables, l'han regoneguda altre
volta per la guardadora mes propia de llurs pensaments, al exemple de
los trobadors que la creuada seguiren, despèrts per la veu del
Consistori; perque ella es la sola ab que 's pot cantar l'esperit de
la nostra patria, l'amor dels nostres còrs y la fe ab que la nostra
ánima s'en puja a los espays de la poesía.


Axí es com ab lo
voler y ab I' esforç de tots la llengua s'es feta una per tota la
terra que senyoretjaren
los Jaumes y els Peres, esporgantla, d'acort, de les corrupcions que en quiscum lloch
s'hi troban; axí es com tots tenen part en la noble y lloable
empresa, y a tots pertany
l'honra d' haverla aportada a tant bon terme. Y per cert que molt plasent ens es y
fort ne gaudim, cuant en les literaries justes veém als cisnes del
Llobregat y del Túria, confusos de tal manera ab los qui umplen de
ses armoníes els ècos de Mallorca, sens que ningú endevinar pugue
per les notes y paraules de sos cantars, lo lloch ahont naxqueren y
ahont s'albergan; com possible no era conexerho en los millors temps
de la literatura catalana, cuant una era també la llengua en tot lo
que fou l'antich realme d'Aragó, unes eran les costums y'ls usos
establerts, y una l'historia en que sos fets gloriosos
s'escrivian.


La perseverancia, la
ferma voluntat ab qu'els nostres poetes han treballat y ab que s'afanyan per
coronar l'obra del comunal propòsit, es demostra per l'honra que
n'han recullit en les
justes poètiques celebrades en la ciutat comptal, (y estos
son los eruditos: de comite: comte: conde: comtal; no comptal,
compte, que viene de cómputo, cuenta
) ahont ¡lloat sia Deu! han
compartit ab los trobadors de Catalunya les joyes oferides p´el
Consistori y'ls diplomes de Mestres en Gay saber, fortment desitjats
dels qui senten tan alt
en son cor l'amor de la patria, que per ella per sa gloria volen
ferse grans, y merexents del renom que la fama escampa y dels llorers
ab que corona.


Com ho han lograt
los fills de Mallorca, per honra de l'illa que tant aman, crides ne
fan les flors belles,
que plenes del perfum esquisit de la vera poesía, y que son ornament
delitós de la moderna literatura catalana, esmaltan los volúms
jolius que de les composicions premiades publica tots los anys el
Consistori.


Mes, com en mans de
tothom no corren en l'illa exos volúms, havem cregut satisfer el públich desitx,
qu'es el de tots los qui no's mostran indiferents a les coses qui'ns
pertanyen, donant en lo present llibre una mostra de les obres ab que
quiscun autor ha obtingut joyes de les ofertes anualment en los
certámens, començant per les dels Mestres en Gay saber, per l'órdre
del temps de la seua proclamació, y seguint per les dels qui han
sigut premiats ab una o mes joyes, guardat lo mateix órdre; lo cual
deu significar al lector que no ha de judicar del mérit dels poetes
en lo volúm continguts, per lo lloch en que 'ls havem colocats, sino
per les cualitats que troben y regonescan en les obres que hi havem
volgut incloure. Y si ha afagit una versió castellana, pera
que (peraque) fòra de les terres ahont la nostra llengua es
parla, se pugue tenir una idea del esperit y carácter dels nostres
poetes, ja qu'els qui aquella no conexen, no la poden tenir dels
primors de forma y de rítmica que les fan dignes de tota alabança.

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