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miércoles, 17 de julio de 2019

LA VIRGEN DEL PILAR SALVA A FERNANDO II


135. LA VIRGEN DEL PILAR SALVA A FERNANDO II
(SIGLO XV. ZARAGOZA)

LA VIRGEN DEL PILAR SALVA A FERNANDO II  (SIGLO XV. ZARAGOZA)


Al rey Fernando II el Católico se le reconoce una fervorosa y profunda devoción por la Virgen, destacando su predilección por la del Pilar, de la que creía y decía haber recibido favores especiales en multitud de ocasiones, aun hallándose fuera de Aragón.
Es bien sabido y notorio que Fernando II no frecuentó excesivamente el territorio aragonés y que, cuando lo hizo, la mayor parte de las veces era de paso entre Castilla y Cataluña. No obstante, la ciudad de Zaragoza ocupó la mayor parte de sus visitas a Aragón, atraído especialmente por la presencia allí de la virgen del Pilar a la que veneraba desde niño.

Entre los numerosos favores que debía a la virgen del Pilar, y que solía recordar de cuando en cuando a sus más íntimos colaboradores, uno tuvo lugar cuando se encontraba en cierta ocasión en la ciudad de Barcelona.

Era diciembre de 1492 y quiso asistir como rey al tradicional Tribunal abierto, en el que se impartía justicia. Cuando finalizó la mañana, al pasar por la plaza del Palacio, un hombre de apariencia normal, pero depravado moralmente, pretendió atentar contra su vida en plena calle. Sin duda alguna, su existencia hubiera quedado segada por el puñal asesino a no ser por el collar de oro que llevaba prendido del cuello, que detuvo el golpe, de modo que todo quedó en un susto. Fernando II reconoció inmediatamente la intercesión de la virgen del Pilar, su valedora en tantas otras ocasiones de peligro.

Convencido como estaba de ello, se despojó del collar, al que tenía en gran estima, y, colocándolo en una hermosa arqueta de madera, lo hizo llevar a Zaragoza para que fuera depositado a los pies de la virgen del Pilar, entrando a formar parte de los numerosos exvotos de ésta.

[Azagra, Víctor, Cosas nuevas de la Zaragoza vieja, II, pág. 32.
Ansón, Francisco, Los milagros de la Virgen del Pilar..., págs. 127-137.]





La Virgen del Pilar es una advocación mariana de la Iglesia católica, cuya imagen tiene su principal centro de culto en la Basílica del Pilar de Zaragoza (España).


El 20 de mayo de 1642 el municipio de Zaragoza proclamó a la Virgen del Pilar patrona de la ciudad, patronazgo que se extendió a todo el Reino de Aragón en las Cortes aragonesas de 1678.1​ Acumula otros patronazgos, como el del Cuerpo de la Guardia Civil (1913), Cuerpo de Correos y Telégrafos (1916), Cuerpo de secretarios, interventores y depositarios de administración local (1928), Sociedad mariológica (1940), Consejo superior de misiones (1948)1​ y del Arma Submarina de la Armada Española (1946).

En 1908 mediante un Real Decreto se declara Capitana General del Ejército español. El 24 de junio de 1948 se eleva a categoría de Basílica el Pilar por Pio XII (1948).

La leyenda sobre sus orígenes se remonta al año 40, cuando, de acuerdo con la tradición cristiana, el 2 de enero la Virgen María se apareció a Santiago Apóstol en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —antes de su Asunción— y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe a orillas del Ebro​ Este testimonio es recogido por un manuscrito de 1297 de los Moralia, sive Expositio in Job, de Gregorio Magno, que se custodia en el Archivo del Pilar. La devoción mariana comenzó en los albores del siglo XIII, cuando comenzaron las primeras peregrinaciones a Santa María la Mayor.

Sobre la iglesia mozárabe preexistente, se erige el templo románico del Pilar poco después de la conquista de Zaragoza por Alfonso I el Batallador (1118) que fue culminado en el siglo XIII.​
En esta época se documenta en el templo una capilla primitiva para alojar el Pilar, según transmite Diego de Espés en 1240​.
Para 1293 el templo se encontraba en tan mal estado que el obispo Hugo de Mataplana promovió la restauración del templo y su conversión en la colegiata gótico-mudéjar de Santa María la Mayor con recursos de una bula de Bonifacio VIII que por vez primera menciona la advocación «del Pilar».
Actualmente el único vestigio conservado del templo románico del Pilar es el tímpano de la iglesia, que ha sido colocado en la fachada sur de la basílica barroca.

La imagen de la Virgen es una talla en madera dorada; mide treinta y seis centímetros y medio de altura y descansa sobre una columna de jaspe forrada de bronce y plata y cubierto, a su vez, por un manto desde los pies de la imagen de la virgen hasta la base vista de la columna o pilar, a excepción de los días dos, doce y veinte de cada mes en que aparece la columna visible en toda su superficie. En la fachada posterior de la capilla se abre el humilladero, donde los fieles pueden venerar la Santa Columna a través de un óculo abierto.

Se trata de una escultura de estilo Gótico tardío franco-borgoñón de hacia 1435 atribuida a Juan de la Huerta, imaginero de Daroca. En cuanto a su iconografía, se observa a María coronada y con túnica y manto, que recoge con su mano derecha, contemplando a Jesús niño que agarra el manto de su madre con la mano derecha y un pájaro con la izquierda. El Niño puede haber sido objeto de una restauración poco cuidadosa.

Probablemente fue una imagen donada por Dalmacio de Mur con el mecenazgo de la reina Blanca I de Navarra, mujer de Juan II de Aragón, a raíz de la curación de una enfermedad que aquejó a la reina por entonces.

La imagen representa a la Virgen coronada y ataviada con un vestido gótico abotonado. Se trata de una vestidura ceñida por un cinturón con hebilla que llega hasta los pies que permite observar el derecho más que el izquierdo. Una gran pieza de paño le cubre la cabeza y muestra un peinado ondulado. La mano derecha sostiene un pliegue de la ropa, que cubre todo su abdomen y la mayor parte de sus extremidades inferiores. El Niño Jesús se encuentra en la mano izquierda, desnudo. Su figura gira hacia la izquierda y su cabeza apunta al cinturón de la Virgen. La escultura, de fábrica gótica, se restauró en 1990 por el Instituto del Patrimonio Histórico Español, a iniciativa del Cabildo Metropolitano de Zaragoza.

La Santa Columna está hecha de jaspe, tiene 1,77 metros de altura, un diámetro de 24 centímetros y un forro de bronce y plata. La tradición pilarista afirma que jamás ha variado su ubicación desde la visita de María a Santiago.

El 24 de marzo de 1596 se recibió en el santuario del Pilar el obsequio de Felipe II, que consistía en dos ángeles de plata —obra de Diego Arnal— que sirven de guardia a la Virgen. Son los únicos elementos de la colegiata gótico-mudéjar de Santa María la Mayor que se conservan en la actual basílica barroca.

El templo se articula en tres naves, de igual altura, cubiertas con bóvedas de cañón, en las que se intercalan cúpulas y bóvedas de plato, que descansan sobre robustos pilares. El exterior es de ladrillo caravista, siguiendo la tradición de construcción en ladrillo aragonesa, y el interior revocado en estuco. La nave central se halla dividida por la presencia del altar mayor bajo la cúpula central. El altar está presidido por el gran retablo mayor de la Asunción, perteneciente a la colegiata gótico-mudéjar de Santa María la Mayor de Zaragoza, realizado por Damián Forment en el siglo XVI.

Bajo las otras dos cúpulas elípticas de la nave central, se dispuso la Santa Capilla de la Virgen del Pilar, y el coro y órgano, que también procedían de la colegiata predecesora. Actualmente el coro y órgano, se encuentran desplazados, al siguiente tramo, para dotar de mayor espacio los tramos del altar mayor.

La comunidad cristiana de Caesaraugusta es una de las más antiguas de España, junto a las de Mérida, León y Astorga. Hacia 254 se documenta su existencia en el epistolario de San Cipriano. También consta que el obispo Valerio estuvo en el concilio de Elvira a inicios del siglo IV y que el Pilar muy probablemente fue sede del concilio antipriscilianista de 380.

En el siglo IV destaca el canon VIII del Concilio de Antioquía —celebrado en la segunda mital del s. IV—, que establece la colocación de las imágenes religiosas sobre columnas o pilares. De lo cual deducen estudiosos como Mariano Nougués Secall y Manuel Aramburu que el hecho pudo haber estado inspirado por el conocimiento de la aparición de María a Santiago, aunque dicha tradición era muy popular en el paganismo.13​ De acuerdo con Francisco García Palacios, en este siglo el obispo Atanasio de Zaragoza, discípulo de Santiago, ya utilizaba los símbolos del cristianismo primitivo como el Agnus Dei.

Hacia 1608 se descubrió en una pared contigua a la Santa Capilla medieval la tumba de un diácono de nombre Lorenzo, que aparentemente habría fallecido en julio de 196. Siguiendo la teoría de Aramburu —aunque Juan Francisco Andrés de Uztarroz puso en duda que el epígrafe de la tumba hubiese sido escrito en las postrimerías del siglo II—​ la capilla pilarista funcionaba activamente en 196 y contaba ya con varios diáconos ordenados.​ Del siglo II datarían también las comunicaciones subterráneas de la iglesia del Pilar con varios sitios de la ciudad cesaraugustana. En 1718, al desmontar la primitiva plaza del Pilar, se descubrieron comunicaciones entre una casa particular y el templo.17​ Se cree que fueron construidas circa 130, cuando los judíos comenzaron a utilizar las catacumbas para practicar su religión perseguida por Adriano, táctica que poco tiempo después adaptarían las primitivas comunidades cristianas.

Para estudiar el siglo III existe mayor diversidad de documentos que aportan información a la historia del Pilar. Se tiene constancia de que el obispo Valero de Zaragoza edificó un salón anejo al templo conocido como la «sala valeriana». También se discute la existencia de la capilla del Pilar durante las persecuciones de Diocleciano, aunque numerosas fuentes indican que testigos visitaron el templo durante aquellos años, como Caledonio, obispo de Braga.

En noviembre de 380 se convocó a un concilio nacional en la ciudad de Zaragoza, presidido por el obispo Valerio II de Zaragoza. El acta del concilio es firmada por doce obispos. Se infiere que esta catedral tenía representadas, en pintura o en bajorrelieve, veinticuatro escenas del Antiguo Testamento y el mismo número para el Nuevo Testamento. En el arco fronterizo figuraba el Pantocrátor y los veinticuatro ancianos.​

Aparentemente, el poeta tardorromano Aurelio Prudencio redactó una oda a los mártires de Zaragoza entre 380 y 395. De acuerdo con algunas interpretaciones, en una de las estrofas de su composición alude al templo del Pilar como «templo» y «casa llena de ángeles».​ Sin embargo, Juan de Arruego, Antonio de Nebrija y Lupercio Leonardo de Argensola, cada quien por su cuenta, desecharon esta teoría al afirmar que Aurelio Prudencio se refería a toda la ciudad de Zaragoza y no al Pilar en particular.​ Cualquiera que haya sido el caso, es seguro que para el siglo IV la capilla del Pilar había sido ampliada y contaba con espacio suficiente para albergar a los dieciochos mártires que, según la tradición, murieron durante las persecuciones en los albores del siglo IV.​

El mismo Prudencio fue comisionado para escribir glosas sencillas a algunas escenas del templo, pero al colocar la explicación al Santo Pilar redactó algo insólito: «la Columna (atado) a la cual fue flagelado el Señor».​ Gracias a este testimonio autores como Lupercio Leonardo de Argensola, Diego Murillo, Manuel Aramburu y José Félix de Amada especularon que la Santa Columna podía ser la que sirvió para atar a Cristo en la flagelación o que incluso era una porción de ella. Al respecto escribió Lupercio:

Dicen que el Pilar que vemos en la santa Capilla fue traído por los ángeles. Siendo así como la tradición asegura, habemos de dar alguna causa digna de que tales ministros lo trajesen y de que la Virgen se pusiese sobre él; pues ¿qué causa más verosímil que haber sido aquel en que Nuestro Señor Jesucristo fue azotado? Yo así lo oí predicar siendo niño al padre Govierno.

Daniel Lasagabáster Arratíbel, Historia de la Santa Capilla de Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza (Reyes de Aragón, 5): D. Lasagabáster, 1999, pág. 201.
ISBN 84-605-8648-0.

Otro testimonio sobre la veneración a la Virgen en los tiempos del bajo imperio es uno de los bajorrelieves del sarcófago de Santa Engracia, donde se representa el descenso de los cielos de la Virgen para entrevistarse con Santiago. Se conoce desde el siglo IV.

Con la llegada de los visigodos a Hispania se suscitaron numerosos conflictos religiosos entre las dos principales doctrinas de la época: el arrianismo y el catolicismo romano. Gracias a los Concilios de Toledo, a la conversión del rey Recaredo y a mártires como San Hermenegildo, paulatinamente el reino visigodo experimentó una transición unificadora hacia el catolicismo.

Se ha puesto en duda la supervivencia de la capilla del Pilar en el siglo V, debido a las severas invasiones sufridas por Hispania en la época.​

Existen testimonios que afirman que en 542 la estola de San Vicente, resguardada en el Pilar, fue llevada en procesión hasta París, donde Childeberto I la requirió en agradecimiento por haber levantado el cerco de la ciudad.​ Asimismo, se relata que en esta centuria fue muy común la denominación de «basílica de San Vicente» para el templo del Pilar.​

En el siglo VI se atestigua también el uso de la misa propia de la Virgen del Pilar, que había utilizado desde 368 el misal mozárabe. También se conoce un documento fechado en 645 por Chindasvinto —una donación— donde se menciona el templo del Pilar como fundado por el apóstol Santiago. Por último, en este siglo ocupó la cátedra zaragozana el obispo San Braulio, documentado como obispo entre 626 y 651 y cuya tumba se encontró en el Pilar en 1290. Se encuentra sepultado cerca del altar mayor.​

Durante las últimas décadas de la dominación visigótica, la sede episcopal de Zaragoza y el templo del Pilar alcanzaron su mayor esplendor. Braulio de Zaragoza es la figura señera de estos años, aunque, de acuerdo con Daniel Lasagabáster, existe cierta extrañeza porque Braulio jamás comentó en sus textos la existencia del edículo y la tradición pilarista.

Duchesne esgrimió este argumento contra la predicación de Santiago. Z. García Villada lo aplica a la Visita de la Virgen a Zaragoza. Lo considera importante ya que callan el hecho de la aparición Idacio, Orosio, Juan de Viclara, S. Isidoro de Sevilla, S. Ildefonso de Toledo, S. Braulio y Prudencio, que parece debían registrarlo. Y añade: «Causa extrañeza el que Braulio no aprovechara cualquier ocasión para escribir algo sobre un acontecimiento tan glorioso como el de la Virgen del Pilar». Aquí está precisamente el error de García Villada. En el siglo VII el objeto de la tradición pilarista se centraba en un edículo insignificante de 4 x 2 m, situado en descampado donde se echaban desperdicios, lugar inhóspito fuera de las murallas. ¡Qué tenía que decir Orosio sobre este edículo!

Daniel Lasagabáster Arratíbel, Historia de la Santa Capilla de Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza (Reyes de Aragón, 5): D. Lasagabáster, 1999, pág. 189.
ISBN 84-605-8648-0.

En 716 los musulmanes capturaron Zaragoza y la nombraron Saraqusta. Asimismo, aunque importaron su religión y construyeron la mezquita mayor de Saraqusta al Baida, «Zaragoza la Blanca», una de las más antiguas de Al-Ándalus,​ la religión cristiana fue permitida y el Pilar se convirtió en uno de sus baluartes. Durante aquella época, según las crónicas, se formó incluso la Cofradía de la Bienaventurada Virgen María del Pilar. Arruego señala que en el siglo VIII, cuando inicia la islamización en Zaragoza, la catedralidad pasó al templo del Pilar.

En el siglo IX se hace mención de los obispos Sénior, quien trasladó al Pilar el cadáver de San Vicente, y Eleca, participante de numerosos concilios y personaje relevante en el cristianismo español de dicha centuria.

Es aquí cuando Aimoino escribe su Historia del traslado de San Vicente, donde describe la iglesia mozárabe del Pilar en el mismo emplazamiento del templo barroco. En torno a ella se congregaba la comunidad cristiana de Zaragoza.​

Hacia 985 el barcelonés Moción, hijo de Froya, hace una donación a la iglesia mozárabe de Santa María la Mayor y a las Santas Masas de Zaragoza. En su testamento heredaba cien sueldos «ad Santa Maria». El pergamino se conserva en el archivo de la Archidiócesis de Barcelona. Este testimonio permite afirmar que el templo pilarista existía desde la época visigótica, pues, a pesar de la tolerancia religiosa islámica, no se permitía construir nuevas iglesias.

Las capitulaciones firmadas el 18 de diciembre de 1118, luego de la conquista de Zaragoza, otorgaban a los musulmanes ciertas concesiones entre las que se incluía el plazo de un año para abandonar la ciudad e instalarse extramuros, y practicando su religión.​ Alfonso el Batallador le otorgó el patronazgo de la capilla del Pilar a Gastón IV de Bearn, adalid de la toma de Zaragoza.​ De acuerdo con Lasagabáster, el hecho de que los dos encargados del Pilar tras la conquista, Pedro de Librana y Gastón IV, fueran franceses, es una prueba de que la devoción pilarista era ya bastante conocida en Europa.​

Pedro de Librana fue nombrado obispo de Zaragoza, y al constatar el lamentable y ruinoso estado del templo de Santa María, extendió la siguiente carta:

Habéis oído contar (audivistis) con suficiente detalle que con la ayuda del cielo, alcanzada con vuestras oraciones, y el arrojo de los esforzados combatientes ha sido conquistada la ciudad de Zaragoza por las armas cristianas y que ha sido liberada la iglesia de la bienaventurada Virgen María, después de haber permanecido durante mucho tiempo sujeta ¡oh dolor! al dominio de los infieles sarracenos. De antaño sabéis (novistis) que esta iglesia es prevalente (pollere), antecede a todas por su bienaventurada y antigua nombradía de santidad y dignidad. Sin embargo, debo daros a conocer que ahora, como consecuencia de la triste cautividad anterior, carece de todo lo necesario. Sabed que se halla en estado ruinoso por la falta de reparaciones durante el largo cautiverio y que carece de todo. No se cuenta con medios para restaurar sus destrozados muros y reponer los ornamentos. Los clérigos que día y noche se dedican allí al servicio divino no disponen de vivienda ni de medios de subsistencia. Acudimos, pues, suplicantes a vuestra benevolencia a fin de que, si corporalmente no la podéis visitar, al menos la visitéis con la generosa oblación de vuestras limosnas. (...) A los que se compadezcan de esta iglesia, privada de los recursos más necesarios y, condoliéndose de los gemidos de su pobreza, entreguen un denario, o lo que puedan, para su restauración, nosotros, confiados en la divina clemencia, en la autoridad del papa Gelasio, del arzobispo de Toledo y de todos los obispos de España, les concedemos indulgencia plenaria. Los demás conseguirán la remisión de sus pecados en conformidad a la cuantía de sus limosnas y al mérito de sus buenas obras. Aquellos que ofrezcan hospitalidad a nuestro arcediano Miorrando y acompañantes, portadores de nuestra carta, consigan de Dios la vida eterna.

Daniel Lasagabáster Arratíbel, Historia de la Santa Capilla de Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza (Reyes de Aragón, 5): D. Lasagabáster, 1999.
ISBN 84-605-8648-0.

Tímpano de la iglesia románica.
Así, entre 1119 y 1120 el arcediano Miorrando recorrió varias diócesis de España, Italia y Francia en busca de donativos para restaurar la capilla pilarista. De acuerdo con los testimonios escritos debe haber obtenido una generosa suma que le permitió a Pedro de Librana emprender cuanto antes las tareas que había señalado.

Es en el siglo XII cuando el Pilar recibe numerosos obsequios que atestiguan la existencia de la tradición pilarista durante la dominación islámica.​ El más destacado es el olifante de Gastón IV de Bearn, donado por su viuda Talesa de Aragón y resguardado en el Museo del Pilar. En 1138 se fundará la primera congregación de agustinos. Seis bulas de los papas Eugenio III, Alejandro III y Celestino III otorgan importancia al Pilar de Zaragoza.​ De igual modo, el templo fue favorecido por los reyes de Aragón —tanto de la Casa de Aragón como de la Casa de Trastámara— desde Ramón Berenguer IV (NO fue rey, sino Princeps, la reina era Petronila) hasta el rey Fernando II, así como Alfonso VII de León y Sancho II de Navarra. Así, el Pilar se convierte en un prestigiado y reconocido templo de culto mariano.​

Ya en el siglo XIII la tradición pilarista se difunde por toda España y poco después se funda la primera cofradía. Es importante señalar que el pueblo aragonés ya conocía a la Santa Capilla como «Santa María del Pilar»,​ aunque el templo en el que se asentaba era llamado «de Santa María la Mayor». Hasta bien entrado el siglo XV se empleará el título de «Santa María la Mayor y del Pilar».

Para 1261 fuertes riadas dañaron severamente la estructura del templo románico de Santa María. En 1291 el recién llegado obispo Hugo de Mataplana decidió emprender la restauración de la iglesia y su conversión al estilo gótico, tan en boga durante aquellos años.​ En marzo de 1293 ordena al canónigo obrero idear una solución para mejorar el estado del templo pilarista. A este hecho se le considera el fin del templo románico y el inicio de la historia de la colegiata gótico-mudéjar.​ En 1296 Hugo de Mataplana viajó a la Santa Sede para obtener el apoyo del papa Bonifacio VIII. Aunque Mataplana falleció estando en Roma, el pontífice expidió poco después la bula Mirabilis Deus, para acicatear al pueblo a colaborar en las obras de restauración del Pilar de Zaragoza.

En 1318 un documento de Juan XXII menciona a Santa María la Mayor de Zaragoza como «edificada por Santiago en el año 40» y también afirma que dicho templo es el más antiguo de España. Sin embargo, incurre en un error bastante común: señalar que la colegiata fue edificada en 40 cuando su construcción data de varios siglos después. Pero este dato permite conocer que para los canónigos la Santa Capilla y el templo gótico formaban parte de un solo conjunto.

De acuerdo con fuentes de la época, la reina Blanca de Navarra, esposa de Juan II el Grande, experimentó una curación milagrosa atribuida a la Virgen del Pilar y en agradecimiento marchó al santuario en julio de 1434.

Entre 1434 y 1435 se originó en la sacristía del claustro un incendio que arrasó con varias joyas y con el retablo de alabastro del templo. Es aceptada casi unánimemente la teoría de que el camarín de la Virgen y el Santo Pilar resultaron indemnes del siniestro. No existen indicios de que el fuego haya alcanzado a la colegiata gótica.​ La imagen que hoy se venera de la Virgen del Pilar, de acuerdo con los estudios de Carmen Lacarra Ducay, fue elaborada en estilo gótico tardío por Juan de la Huerta, escultor oriundo de Daroca quien trabajó fundamentalmente en la corte borgoñona, y muy probablemente fue una donación de la reina Blanca y del arzobispo Dalmau de Mur.​ En este siglo continuaron las concesiones al Pilar, otorgadas por Juan II y su hijo Fernando II.

Los fieles y la nobleza de Aragón colaboraron en las obras para restaurar los daños del incendio. Las paredes fueron cubiertas con bajorrelieves que representaban la aparición de la Virgen a Santiago. También se emprendió la construcción de un nuevo retablo, «de alabastro, de los más claros y transparentes que he visto, donde hay algunas figuras de bulto muy bien labradas, puestas dentro de sus nichos y el semblaje y lo demás del retablo hecho con gran primor. Acompañan a todo esto otras molduras y figuras pequeñas de alabastro, que están en lo restante de la pared a una parte y a otra».

El arzobispo Alonso de Aragón, hijo de Fernando el Católico, fue el responsable de transformar la iglesia en estilo gótico y a él se debe el magnífico retablo tallado por Damián Forment (1512-1518).​ En el siglo XVI la Casa de Austria entró a gobernar en España y continuó la tradición de la dinastía aragonesa de otorgar privilegios y protecciones al santuario del Pilar. En 1530 la decisión de Clemente VII de exceder la jurisdicción episcopal del Pilar generó un conflicto interno en los arzobispados locales.​ La Seo interpuso un pleito por la catedralidad que fue resuelto hasta 1676, cuando Clemente X fusionó los cabildos de la Seo y del Pilar, con lo que dio origen al Cabildo Metropolitano de Zaragoza.

Ya entrado el siglo XVI la iglesia gótica experimenta su transformación al estilo mudéjar. En esta centuria ocurren hechos de trascendencia para el templo, como la construcción de una bóveda estrellada de crucería flamígera llena de florones relucientes de oro (1504-1515), a semejanza de las que adornaban el Palacio de la Aljafería.

Damián Forment fue contratado en 1509 para edificar un nuevo retablo de estilo gótico, cuyas obras comenzaron en 1510 al desmontarse el anterior retablo. Construida entre 1512 y 1518, este retablo se considera una de las obras más logradas de la escultura del Renacimiento en Aragón.

También hubo reparaciones en la Santa Capilla, donde se cambió la verja del presbiterio por el cerrajero maestro Pedro de Escalantes, que creó una verja balaustrada y estañada con apariencia de platería rematada con festones dorados. Tenía la misma altura que la nave. La verja de hierro que cerraba la entrada al camarín de la Virgen fue sustituida en 1644 por el príncipe Baltasar Carlos de Austria.

Esteban de Obray, Juan de Moreto y Nicolás Lobato, construyeron el coro de la iglesia entre 1542 y 1548. La sillería de tres hileras de sitiales superpuestos en forma de grada y dispuestos en planta semicircular posee trabajos taraceados con incrustaciones de boj amarillo.​ De los 138 sitiales originales solo quedan 124, pues algunos han sido reubicados en el presbiterio del altar mayor. La sillería del Pilar es mucho más grande que la de la mayoría de las catedrales de España.​ Se conserva en la actual basílica barroca, pues fue reubicada en 1716.

El 29 de marzo de 1640 ocurrió el suceso conocido como Milagro de Calanda, pues el cojo Miguel Pellicer afirmó que por intercesión de la Virgen del Pilar le fue restituida la pierna derecha, que había perdido en un accidente. El hecho obtuvo gran relevancia en todo el reino, y el 27 de abril de 1641 se dictaminó como milagro.​ Ya el 27 de mayo de 1642, el municipio de Zaragoza proclama patrona de la ciudad a la Virgen del Pilar.

La devoción a la Virgen del Pilar se había extendido por toda España, y en 1678 el virrey Pedro Antonio de Aragón llamó a Cortes en nombre del rey Carlos II, a fin de declarar a la Virgen como patrona de Aragón.

Varios templos barrocos se habían edificado en el siglo XVII en Zaragoza. En 1670 Juan José de Austria promovió la renovación del Pilar en estilo barroco. Felipe Sánchez obtuvo el triunfo en el concurso celebrado por el cabildo de Zaragoza para el proyecto de la nueva basílica. A la cabeza del proyecto se situó Francisco de Herrera el Mozo y la primera piedra se colocó el 25 de julio de 1681 por el arzobispo Diego de Castrillo.

A pesar de que la Guerra de Sucesión Española trastocó los planes del nuevo edificio, para 1716 se reubicó en su totalidad el retablo y la sillería de la colegiata mudéjar. El 11 de octubre de 1718 se inauguró el templo barroco de Nuestra Señora del Pilar.

En 1750, después de varios proyectos de reforma que jamás se llevaron a cabo, se acepta el plan de Ventura Rodríguez para edificar la capilla barroca del Pilar. El 6 de octubre de 1751 Rodríguez recibe el visto bueno de Fernando VI y desde el 2 de noviembre de ese año, cuando se destruyó la capilla medieval, comenzaron a ejecutarse las obras, que se prolongaron hasta el 12 de octubre de 1765. La mayor parte de la construcción fue sufragada por el obispo Francisco Ignacio de Añoa y Busto y por el pueblo zaragozano, que en ocasiones donaba su trabajo sin pago alguno.

Entre 1863 y 1872 el obispo Manuel García Gil promovió la culminación de la cúpula central, que se finalizó en 1869. El programa iconográfico fue renovado gracias a Bernardino Montañés y Félix Burriel, que decoraron varias cúpulas del templo. Finalmente, durante las Fiestas del Pilar de 1872, se consagró la basílica.

Los estragos causados por los franceses durante los Sitios de Zaragoza causaron que el pueblo incrementara notablemente su devoción hacia la Virgen, pues incluso gran cantidad de defensores de la ciudad llegaron a dormir dentro del tabernáculo de la Virgen. A pesar de que una bomba fue arrojada cerca de la capilla de San Juan no produjo daño alguno, aunque el 8 de febrero de 1809 dos bombas cayeron cerca de la cúpula de la sacristía mayor y de la capilla de Santa Ana, y en el acto pereció una cantidad indeterminada de personas alojadas en la Basílica. Dos días después una bomba de doce arrobas cayó cerca de la capilla de San Antonio, pero no llegó a explotar.

Para el 20 de febrero la situación se había tornado insostenible y la Junta de Defensa de la ciudad solicitó al comandante de las fuerzas galas, Jean Lannes, la rendición de Zaragoza. El francés aceptó y otorgó todos los honores a los más de ocho mil vencidos, que entregaron sus armas en el Palacio de la Aljafería al día siguiente.

Para salvar a la ciudad del Ebro del saqueo al que seguramente la someterían los galos, la Junta de Defensa de la ciudad propuso al Cabildo entregar al ejército vencedor doce alhajas. La más suntuosa era una que había sido regalada por Bárbara de Braganza, esposa de Fernando VI, y que tenía casi dos mil brillantes.72​ La totalidad de las joyas tomadas por Lannes ascendían a más de 130.000 pesos fuertes.

1904 fue el año declarado por Pío X como «jubilar mariano». Durante este período varias damas de España comenzaron a invitar al pueblo a recaudar fondos para coronar solemnemente a la Virgen. El 28 de septiembre, gracias a la intervención de la condesa de Guiomar, Pío X otorgó su apoyo a la causa.​

La corona fue construida en los talleres Ansorena de Madrid gracias al patrocinio de un grupo encabezado por la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena. El 28 de abril de 1905 el cardenal zaragozano Juan Soldevila llevó las coronas a Roma para ser bendecidas por el Papa.

El 20 de mayo fue el día en que se coronó a la Virgen del Pilar. Prelados de toda España y representantes diplomáticos acudieron a la ceremonia, donde también estuvo presente un número hasta entonces inusitado de peregrinos. A las doce en punto del día el obispo coronó al Niño y después a la figura de la Virgen, en medio de una atmósfera de emoción generalizada. Días después comenzaron las peregrinaciones, realizadas por grupos, ya que no era posible obtener alojamiento en la ciudad para todos los peregrinos. En memoria de la coronación canónica, cada día 20 del mes la Virgen no lleva manto.

Por Real Orden del 8 de octubre de 1908, le fue concedido el título de Capitán General, corroborado con la solemne imposición de manto y fajín, el 9 de mayo de 1909.

La madrugada del 3 de agosto de 1936, durante la Guerra Civil Española, el trimotor republicano Fokker lanzó tres bombas, de 50 kilogramos cada una, sobre las torres de la Basílica del Pilar. Una de ellas quedó clavada en la Basílica del Pilar, otra atravesó el techo y la última llegó a penetrar la bóveda del coreto de la Virgen y causar serios daños en el marco dorado de La adoración del nombre de Dios, de Goya. Ninguna de ellas llegó a estallar ni causar daños de consideración, hecho que fue atribuido a un milagro de la Virgen. Las bombas fueron desactivadas y hoy en día se exhiben en pilastras cercanas a la Santa Capilla.

El 24 de junio de 1948, el papa Pío XII concedió a la catedral de Nuestra Señora del Pilar el título de basílica menor, mediante el breve Decus ornarnentumque.​ Más de cuatro décadas atrás, el 22 de junio de 1904 el gobierno del rey Alfonso XIII había declarado El Pilar Monumento Histórico-Artístico Nacional.

El Congreso Mariológico y Mariano Internacional se llevó a cabo en la Basílica en octubre de 1979. A pesar de que el papa Juan Pablo II no asistió, para dicha celebración se mandó remodelar las cúpulas y los tejados del templo.

El 2 de enero se conmemora la fiesta de la Venida de la Virgen, el 12 de octubre es la fiesta del Pilar y el 20 de mayo es la fiesta de la coronación canónica. Por eso, los días 2, 12 y 20 de cada mes la imagen aparece sin manto, dejando ver la guarnición semicilíndrica de plata labrada de la columna.

Es tradicional en Aragón, y también en algunas regiones vecinas, el que los niños sean presentados una vez en su vida a la Virgen del Pilar, lo que se conoce como «pasar por el manto de la Virgen». Debe de hacerse antes de hacer la Primera Comunión, en esa etapa de la vida en que se considera al niño «inocente», es decir, que no ha alcanzado el «uso de razón». Existen tradiciones similares con otras vírgenes en varias partes de España.

El 10 de octubre de 1613, el Concejo de Zaragoza acordó guardar anualmente el día 12 de aquel mes, con lo que la fiesta religiosa del 12 de octubre pasó a ser también festividad civil. Finalmente, el papa Clemente XII aceptó en el siglo XVIII el 12 de octubre como fecha para la celebración de la «festividad de la Virgen María Aparecida en Carne Mortal».

En lo que respecta a los actos rituales (ofrenda de flores, de frutos, etc.), sus orígenes se encuentran en los inicios del siglo XIX, siendo resultado de la evolución de diversas ceremonias religiosas. Se supone fruto del fervor popular y de la iniciativa de las familias más acomodadas de la ciudad.

Son las fiestas patronales de Zaragoza que se celebran en honor de la Virgen, patrona de la ciudad. Tienen lugar la semana del 12 de octubre en que se celebra la fiesta patronal. Por lo general, las fiestas comienzan el fin de semana anterior al día 12 y se prolongan hasta el domingo posterior por lo que duran unos diez días.

En las fiestas del Pilar tienen lugar un buen número de eventos festivos organizados por el Ayuntamiento de la ciudad a los que se unen no pocas iniciativas privadas de organizaciones o colectivos privados que aprovechan la semana para organizar muestras, concursos y otras actividades de interés popular. Las más destacadas celebraciones pilaristas son:

Solemne misa de Infantes
Se celebra en el altar mayor de la basílica del Pilar el día 12 de madrugada.
Ofrenda de flores.
Representa el punto culminante de las celebraciones y la mayor manifestación de la devoción popular hacia la Virgen. El día 12 por la mañana, se lleva a cabo una ofrenda en la que miles de personas ataviadas con el traje regional aragonés o de otros lugares del mundo llevan ramos o centros de flores hasta la plaza del Pilar. Allí se teje un enorme manto a una virgen situada sobre una estructura metálica. La gran aceptación popular la atestiguan los centenares de grupos inscritos para la edición de 2016 y las más de doce horas que dura el desfile. La tradición de la ofrenda data del año 1958, por iniciativa del concejal Manuel Rodeles, tras haber observado la ofrenda que celebraban a la Virgen de los Desamparados en las fiestas de Valencia.
Misa Pontifical.
Tras la ofrenda a la Virgen, el día 12 se celebra una misa pontifical en la basílica del Pilar a partir de las 12.00, tras la que se desarrolla una procesión.
Ofrenda de frutos.
Se lleva a cabo el día 13 por la mañana y tiene un recorrido similar al de la ofrenda de flores. En esta procesión se presentan a la Virgen los más variados frutos de la tierra aragonesa. Su primera edición es anterior a la ofrenda floral pues tuvo lugar en 1949.
Rosario de cristal.
Un espectáculo sin parangón en el mundo, el desfile del rosario de cristal aúna religiosidad y arte. La procesión consiste en un conjunto de 29 carrozas de cristal iluminadas interiormente de las que, al menos, quince representan los misterios del rosario. A ellas, se aúnan un buen número de farolas y estandartes. Los pasos fueron portados a hombros hasta 1926 y no se alumbraron con luz eléctrica hasta el año 1940. El rosario parte de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en donde tiene su sede, el día 13 al anochecer recorriendo las principales arterias de la ciudad. Su origen data de 1889.

Himno:

Virgen santa, Madre mía,
luz hermosa, claro día,
que la tierra aragonesa
te dignaste visitar(bis)

Este pueblo que te adora
de tu amor favor implora
y te aclama y te bendice
abrazado a tu Pilar.

Pilar sagrado, faro esplendente,
rico presente de caridad.
Pilar bendito, trono de gloria,
tú a la victoria nos llevarás.

Cantad, cantad
himnos de honor y de alabanza.
Cantad, cantad
a la Virgen del Pilar.

Se atribuyen a la intercesión de la Virgen del Pilar diversos milagros, entre los que destacan la asombrosa curación de doña Blanca de Navarra, a la que se creía muerta, y las de invidentes como el niño Manuel Tomás Serrano y el organista Domingo de Saludes o el llamado «Milagro de Calanda», por el que al mendigo Miguel Pellicer, nacido en Calanda, se le restituyó la pierna que le fue amputada en octubre de 1637. Este suceso extraordinario ocurrió el 29 de marzo de 1640 y fue proclamado como milagro el 27 de abril de 1641 por el arzobispo Pedro Apaolaza Ramírez, tras un proceso en el que intervinieron tres jueces civiles y fueron interrogados veinticinco testigos. Ese mismo año, el rey Felipe IV mandó ir a palacio a Miguel Pellicer y arrodillándose ante él le besó la pierna. Este hecho prodigioso determinó que en 1642 la Virgen del Pilar se convirtiera en co-patrona de Zaragoza junto a San Valero. Más mundanos resultan otros hechos que se le atribuyen, como liberaciones de presos, superación de pruebas o éxitos económicos y deportivos.

Entre las campañas militares que los católicos consideran obra de su intercesión se cuenta la toma de Zaragoza de manos musulmanas en 1118, la resistencia ante el ejército francés durante la Guerra de Independencia Española y la protección del templo en la Guerra Civil Española. De esta última se narra el bombardeo sufrido por el templo el 3 de agosto de 1936, cuando fueron arrojadas sobre la Basílica de El Pilar tres bombas que no estallaron. Las cargas que cayeron en el templo se exponen a los lados del Camarín de la Virgen e integran la larga lista de hechos milagrosos atribuidos a la Virgen.

En la Iglesia de Los Robles, (Antiguamente el Pilar), Municipio Maneiro, Margarita, Estado Nueva Esparta, Venezuela, se venera a la Virgen del Pilar como Patrona del Pueblo junto al co-patrono San Judas Tadeo, y se conservan una campana de plata dorada en la que se talló la imagen de la virgen y una pequeña imagen tallada en oro macizo de la Virgen del Pilar, cuya introducción se debe a la Reina "Juana La Loca", hija de la Reina "Isabel la Católica" de España, en pago por la salud devuelta a su marido el Rey Fernando de Aragón, quien había estado muy enfermo; dicha introducción data desde la época de la Colonia aproximadamente desde el año de 1504 y es desde esa fecha cuando en la comunidad de Los Robles o El Pilar se venera a "La Pilarica" y cada año los fieles a la virgen y a la iglesia católica celebran con gran fervor las fiestas de la Virgen del Pilar todos los 12 de octubre de cada año.
En la Catedral de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife, Canarias, España) se conserva una pequeña talla de alabastro llamada "Virgen de Trapani" pero que algunos investigadores sugieren que es en realidad una talla de la Virgen del Pilar. De ser cierto sería la representación de "La Pilarica" más antigua del Archipiélago Canario.​ En la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, en la misma isla, se encuentra la Parroquia de la Virgen del Pilar, una de las más importantes de la ciudad, la cual está presidida por una pequeña réplica de la Virgen del Pilar procedente de Zaragoza.
En Huelva (ciudad del descubrimiento) cada 12 de octubre se celebra como en el resto de España la fiesta de la Hispanidad, teniendo Huelva un barrio con ese nombre y donde cada año sale una representación de la Virgen del Pilar por las calles de este.
Aparte, la patrona del barrio de Guanarteme (Las Palmas de Gran Canaria, Canarias, España) también es la Virgen del Pilar, dando nombre así a la Plaza del Pilar y al Instituto de Educación Secundaria y Bachillerato Nuestra Señora del Pilar.
En Valladolid, en el barrio del Pilar, existe una iglesia neogótica con esta advocación.
En Benejúzar, Alicante, en el monte de dicho pueblo, hay un Santuario dedicado a esta advocación, celebrándose fiestas y romería del 8 al 12 de octubre.
En Cartagena, se encuentra una talla de la Virgen del Pilar en la Base de Submarinos de la Armada Española, ya que esta advocación es la Patrona de los submarinistas. En la primera inmersión del Submarino torpedero de Isaac Peral, este llevó consigo una Virgen del Pilar, estando reconocida como Patrona de este Cuerpo desde 1946. La talla que se encuentra en la base luce un manto con el emblema de los submarinistas, que estos llevan cada año en el mes de febrero a la ciudad de Zaragoza para conmemorar el aniversario del Arma Submarina.
En Pilar, provincia de Córdoba, Argentina: Capilla de Nuestra Señora del Pilar, erigida entre 1698 y 1711. Es Monumento Histórico Nacional. Allí, el 10 de septiembre de 1819, el General Manuel Belgrano, ya muy enfermo, hace entrega del mando del Ejército del Norte al Cnel. Mayor Francisco Fernández de la Cruz. También transitaron el lugar hombres como el General José de San Martín, el Brigadier General Juan Bautista Bustos, Santiago de Liniers, el Marqués de Sobre Monte, José María Paz y Juan Facundo Quiroga. La capilla dio el nombre a la localidad.
En La Jagua del Pilar, Colombia: iglesia de nuestra Señora del Pilar. La fiesta de la Virgen del Pilar se celebra el 12 de octubre.
En Montequinto, un barrio de Dos Hermanas (Sevilla) se encuentra una talla de la virgen con la advocación Nuestra Señora del Pilar en su Mayor Dolor. Se trata de una imagen de la virgen dolorosa de 1.62 de altura. Pertenece a la agrupación parroquial de HUMILDAD Y PILAR. Realizan estación de fe cada sábado de pasión y celebran sus cultos cada mes de octubre.

el 10-XII-1118, el Papa Gelasio II dirige la bula Litteras devotionis al ejército cristiano que sitiaba la ciudad, comunicándole la aceptación y consagración del obispo por ellos propuesto, Pedro de Librana, de origen francés, y concediendo indulgencias a los que murieren en el asedio, a los que en él combatiesen y a aquellos «qui praefatae urbis ecclesiae, a saracenis et moabitis dirutae, unde reficiatur, et clericis inde famulantibus, unde pascantur, aliquid donent vel donaverint». Que esta «ecclesia», por cuya restauración ofrece indulgencias el Pontífice, se refiere a la de Santa María aparece por la carta circular, con que el nuevo obispo, Pedro, una vez conquistada la ciudad, remite la bula papal, por medio del arcediano Miorrando «universis Ecclesiae fidelibus, archiepiscopis, episcopis, abbatibus, presbyteris, omnibus catholicae fidei cultoribus». Para su restauración y para alimento de sus clérigos pide el obispo limosna generosa. El contenido de esta carta manifiesta la fama general de que gozaba ya entonces la iglesia de Santa María y la conciencia de su antigüedad. En la circular se añadían a las indulgencias del Papa, las del propio obispo Pedro, las del arzobispo de Toledo, Bernardo; obispo de Huesca, Esteban; obispo de Calahorra, Sancho, y el cardenal Bosón, legado pontificio y las «omnium episcoporum Hispaniae». Una prueba bien clara de que la fama del templo de Santa María trasciende ya los límites ciudadanos y aun diocesanos.

AMADA, José Félix de, Compendio de los milagros de Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza, 1680.
ANSÓN NAVARRO, Arturo y Belén Boloqui Larraya, «Zaragoza Barroca», en Guillermo Fatás Cabeza, (coord.) Guía histórico-artística de Zaragoza, Zaragoza, Ayuntamiento (Servicio de acción cultural), 1991, págs. 249-327. Cfr. especialmente la sección «Basílica de Nuestra Señora del Pilar», págs. 287-322. ISBN 84-86807-76-X.
ARAMBURU, Manuel Vicente, Historia cronológica de la S.A y A. Capilla de Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza, 1766.
ARBIOL, Antonio, España feliz por la milagrosa venida de la Reina de los Ángeles, Zaragoza, 1718.
«El Pilar», Gran Enciclopedia Aragonesa (en línea).
GRACIA GIMENO, Juan Antonio, y Eduardo Torra de Arana, El Pilar de Zaragoza, Escudo de Oro, Barcelona, 2002, pág. 9. ISBN 84-378-1288-5.
LASAGABÁSTER ARRATÍBEL, Daniel, Historia de la Santa Capilla de Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza (Reyes de Aragón, 5): D. Lasagabáster, 1999. ISBN 84-605-8648-0.
LASIERRA GÓMEZ, Carlos. "La Virgen del Pilar en sus estampas" Bubok, 2009.
NOUGUÉS SECALL, Mariano, Historia crítica y apologética de la Virgen nuestra señora del Pilar de Zaragoza y de su templo y tabernáculo desde el siglo I hasta nuestros días, Madrid, Alejandro Gómez Fuentenebro, 1862.
RINCÓN GARCÍA, Wifredo, El Pilar de Zaragoza, Zaragoza, Everest, 2000. ISBN 84-241-0044-1.
RISCO, Manuel, España Sagrada, t. XXX. Contiene el estado antiguo de la Santa Iglesia de Zaragoza [...] y una colección de las epístolas de San Braulio [...], Madrid, Antonio de Sancha, 1775.

domingo, 13 de noviembre de 2022

Sententia contra Jacobum de Casafranca Locumtenentem Regii Thesaurarii.

Sententia contra Jacobum de Casafranca Locumtenentem Regii Thesaurarii.

Jhesus-Christus.

Los noms de nostre Senyor Deu Jesu-Christ e de la gloriosissima Verge madona Sancta Maria mare sua humilment invocats.

Vist per nos don Pere per la gratia de Deu e de la Sancta Seu apostolica bisbe de Barcelona e frare Joan Enguera mestre en Sacra Theologia del orde dels preicadors e don Francesch Pays de Sotomayor inquisidors de la heretica e apostatica pravitat en les ciutats e diocesis de Tarragona Barcelona Urgell Vich Gerona e Elna per la mateixa Sancta Seu apostolica creats e deputats lo proces criminal davant nos actitat e ventilat entre lo venerable promotor e procurador fiscal de la Sancta inquisitio de la una part agent e denunciant e Jacme de Casafranca loctinent de thesorer per lo Rey nostre Senyor en lo Principat de Catalunya habitador de la ciutat de Barcelona convers e de linatge de jueus davallant de la part altra defenent en e sobre la peticio e demanda e denuntiatio per lo dit promotor fiscal contra aquell feta dada e intentada en la qual dix e deduhi que lo dit Casafranca fonch familiar e continuu comensal de Sanct-Jordi e apres que de aquella isque (: isqué, passat o participi de eixir, ixir; exitus; salió) foren grandissims amichs e que dit Casafranca apres que ha tengut casa per si menjava e bevia junctament (: juntament, la c se perd) en una taula moltes e diverses vegades sols e altres vegades ab jueus e conversos e persones sospitoses de nostra Sancta fe catholica e que lo pare de dit Casafranca es convers e de linatge de jueus e que son pare fonch heretich reconciliat e sa mare presa per heretica e morta en los carcers de la Sancta inquisitio e que es casat ab muller que es stada heretica reconciliada e que altres molts parents de dit Casafranca e de sa muller son stats reconciliats e condemnats per heretges e apostatas e que havia trencats molts digmentges e festes manades per Sancta mare Esglesia faent en aquells faena e manant a altres persones quen faessen anant a cassar los dias dels digmenges demati sens oir missa trencant molts dejunis e quoresmes de Sancta mare Esglesia no dejunant en aquells e menjant carn e ous formatge e altres coses prohibides per Sancta mare Esglesia e que havia solemnizades moltes festes e ritus e serimonies dels jueus en special los dissaptes en companya de dit Sanct-Jordi e ell sols e ab altres persones en aquesta manera. Que lo divendres a vespre se lexava e abstenia de fer faena e negotiar tant com podia e lo dissapte aximateix se abstenia de negocis e expeditions e faea apparellar les viandes a la judaica lo divendres a la nit per el dissapte specialment ammi menjant aquell lo dissapte per devotio de la ley de Moyses e que havia fetes e servades les paschas de jueus ab dit Sanct-Jordi e altres persones menjant pa alis carn e altres viandes judaicas e de quaresma faea apparellar viandes ço es carn e altres coses per fer la pascha dels jueus e convits que en aquella faen e per que era quaresma e la carn e altres viandes no fossen sentides mettian arengades (arenques) al foch per que la olor de aquelles fos sentida. E que moltes vegades es anat per oir legir la biblia e ley de Moyses e la oida legir a la forma judaica axi de jueus com del dit Sanct-Jordi e que havia donat almoyna pera jueus qui studiaven faentse la barba lo divendras per honor del dissapte vestintse camises netes atteviantse de altres robes los dies dels dissaptes dient orations judayques (pone jadayques) ensemps ab dit Sanct-Jordi dients certes orations judaiques avegades sens ell no senyantse del senyal de la creu ni benehian la taula ab lo dit senyal de la creu ni dehian algunes orations catholicas. E com alguns conversos morian faea venir alli jueus e fahien alli les cerimonies judaicas dient orations judaicas immo verius maledictions. E mes que ab altres conversos e jueus havia entrevengut en fer la festa de la Vijola dels jueus de la circuncisio que fan los jueus a sos fills quant nexen menjant e bevent creent e approvant les cerimonies judaiques e no creent en lo (pone la) Sacrament del baptisme. E que dits Sanct-Jordi e Casafranca sempre que anaven als lochs hon havia jueus posaven en casa de aquells menjant e bevent de les viandes apparellades a la judaica en una taula ensemps ab dits jueus. E acullia en sa casa aci en Barcelona los dits jueus menjant e stant tots juncts en una taula menjant dit Casafranca de les viandes que los jueus havian mortes a la judaica e que diverses vegades havia fetes degollar a jueus les aves e volateria que havia a menjar a la manera judaica e aço sovint tant com podia e que dits Sanct-Jordi e Casafranca sublimaven les perdius e aucells que havien a menjar ab oli segons fan los jueus e no ab sagi de porch ne ab carn-salada comunicant ab jueus e tractant ab ells de les cerimonies judaicas e al temps que havia a naxer algun fill o filla al dit Casafranca faea venir en sa casa jueus perque faessen orations que esdevenissen les planetes de la nativitat de aquells e que havia vistes fer moltes cerimonies judaicas a altres persones que no ha revelades ans aquelles ha consentit e approvat com a fautor deffensor e receptor de heretges. E que tots temps havia habitat e conversat ab heretges famosos enemics de nostra Sancta fe catholica e sere burlat dels cristians de natura blasfemant aquells e maltractants los dient los paraules injurioses dientlos que no eren dignes ni merexedors de besar en el cul a la sua mula abstenint e guardantse de menjar carn-salada de porch lebres cunills e altres coses per la ley de Moyses procurant que los testimonis que havian testificar en la Sancta inquisitio fossen presos per la Cort secular e ques desdiguessen de sos dits. E que havia fetes e perpetrades moltes altres cerimonies judaicas segons mes largament appar en la dita peticio e demanda. Vist com lo dit Casafranca interrogat sobre la dita petitio e demanda e en altra manera ha dit e confessat que en temps del rey don Joan de gloriosa memoria ell dit Casafranca e Joan de Sanct-Jordi heretge e heresiarcha com anaven en la cort del dit rey don Joan posaven los dos en una posada e vehia lo dit Casafranca que lo dit Sent-Jordi legia e studiava de continuo en la biblia e moltes voltes vehia que lo dit Sanct-Jordi communicava e practicara ab jueus quant hi havia jueus en la ciutat o vila o lugar hon aturava dita cort e disputava ab dits jueus de materies e coses de la biblia e veya e conexia ell dit Casafranca que lo dit Sanct-Jordi prenia gran pler de communicar e praticar ab los dit jueus de dites coses de la biblia. E mes que essent dita Cort en Çaragoça vehia ell dit Casafranca que lo dit Sanct-Jordi anava a oir un libre ques deya Rabbi Moyses de Egite de un jueu Rabbi Castella que stava en la dita ciutat al Cosso en una torra de la muralla vella e que aço sab ell dit Casafranca per quant algunes vegades ell e lo dit Sanct-Jordi anaven a la casa del dit jueu e dit Sanct-Jordi se restava alli oint dit libre e dit Casafranca diu sen anava e lexaval alli e que lo dit Joan de Sanct-Jordi tenia molta pratica e conversatio ab dit jueu. E mes dix que lo dit Sanct-Jordi menjava carn los dissaptes e en alguns divenres. Empero de Sanct-Jordi deya que ho fahia per indispositio de son ventrell. E mes que lo dit Sanct-Jordi tenia molta pratica e communicatio ab jueus specialment ab los jueus cavallers de Cervera e que venian moltes vegades dits jueus en Barcelona e posaven dormien e menjaven en casa del dit Sanct-Jordi. E mes dix que sab que lo dit Sanct-Jordi en les quaresmes menjava carn e dehia que ho fahia per ses indispositions. E que dit Sanct-Jordi en les coses que se apparellaven en la olla no permettia que hi mettessen carn salada de porch pero que dehia que ho faea per que li faea mal al ventrell. E mes ha confessat lo dit Casafranca que son pare e sa mare son stats de linatge de jueus e que son pare e sa mare foren presos per la Sancta inquisitio e que na Blanquina muller sua fonch reconciliada en temps de gratia. E mes ha confessat ques recorde que en temps del dit rey don Joan essent en Cervera lo dit Jacme de Casafranca hon stava per les morts ana una nit a casa de un mestre cavaller jueu que par a ell confessa que sa muller havia parit e ana alli un vespre ni sab si era vijola ni no vijola e alli se recorda que feu collatio e apres sen torna a sa posada pero que no stigue alli per judeizar ni per altra cerimonia judaica e que ha rebuts en sa casa en Barcelona hostes jueus e que dels cavallers hi posa no sab qual e que ell dit Casafranca e sa muller tots en una taula menjaven ab dits jueus e que no li recorda si los dits jueus faen sa benedictio en la taula o no e que creu que ell dit Casafranca confessant menja Ammi posant en casa de dits jueus pero que no sab si era en dissaptes o no e que essent fadri en Çaragoça li par que tremettent jueus pa alis a casa de son pare axi com ne tremettien en altres cases de homens de be que ell ne menja e que veya moltes vegades que lo dit Sanct-Jordi legia en la biblia en diversos lochs specialment en Cervera Monblanch Monço e Gerona e algunes vegades lo ohia parlar de dita biblia ab jueus conversos christians de natura frares e ab capellans e a vegades ohia ell confessant a soles e que pot esser que haia ohit ell confessant ab lo dit Sanct-Jordi algunes voltes de algun jueu de la biblia pero que no li recorde de certa scientia e que se recorde que un temps ell dit Casafranca e Sanct-Jordi dehian una matinada del psaltiri e aço los dura per algun temps no li recorda quant e que no li recorde que al entrant de taula o al exint diguessen alguna oratio. E mes dix que li par que aquella vegada que diu que ana a casa del dit cavaller que havia parit sa muller que lo dit Sanct-Jordi stigue ab ell dit Casafranca e que nos recorde si hi anaren convidats o de son propri motiu e que nos recorde que en dita festa hi hagues molts jueus ni juyes e que nos recorde hi hagues altres conversos e que la casa de la muller del dit Cavaller parida stava luny de la casa hon dit Casafranca posave per quant la casa de la dita parida era al Capcorral e dit Casafranca posava en lo carrer major pus avall de Sanct Agosti. E interrogat per lo Senyor inquisidor si a la dita festa de la parida fonch principalment per honrarlos o per alguns negocis que tingues ab son marit de negociar. E dix que no creu que hi fos per negocis. E mes confessa que era veritat que a ell dit Casafranca era greu per que dit Sanct-Jordi faea gran offici de acullir jueus en sa casa. E mes dix que son pare de ell confessant tenia tres fills e IIII (4) filles e les tres (3) filles eran majors e ell confessant era major dels dits. E vist com lo dit fiscal accepta les dites confessions en quant per ell e per part sua faen e en les coses negades demana esser admes a la prova. E vistes les proves que lo dit procurador fiscal dona e administre contra lo dit Casafranca e vistes les deffenses per part del dit Casafranca produides e presentades trobam per merits del dit proces com lo dit Casafranca devalle de linatge de jueus es convertiren en temps del beneventurat Sanct Vicent empero tornaren al vomit e al judeisme e que lo pare del dit Casafranca era de tres anys com se converti de jueu a christia pero fonc nodrit en lo judeisma ab dits sos pares e mare que tornaren al dit judeisma faent los dejunis judaichs fins que fonch casat e apres que fonch casat ab Blanquina mare de dit Casafranca quasi cascun any faeren dits dejunis judaichs segons appar en la confessio del dit pare del dit Casafranca la qual feu davant los reverends senyors inquisidors denant los quals fonch reconciliat. E la mare del dit Casafranca mori en los carcers de la inquisitio e apres fonch per heretica condemnada ab los quals lo dit Casafranca fonch nodrit fins a XIII o XIIII anys. Es trobe com un dia del Corpus-Christi passava la processo en la ciutat de Çaragoça per la carrera la mare del dit Casafranca ensemps ab altres juyes filaven en una casa e feuse a la finestra e mirant lo cors precios de Jesu-Christ dix tals o semblants paraules “placia al dio que no haguessen mes poder tots los quit porten que tu tens” (dientho del cors precios de Jesu-Christ.) E fonch represa per una juya dientli que no devia dir tals paraules. E mes se monstre com lo dit Sanct-Jordi fonch un famosissim heretge heresiarca dogmatista e enemich de nostre Senyor Deu Jesu-Christ e de la sua preciosissima Mare e de la sua sancta fe catholica christiana lo qual Sanct Jordi essent en la vila de Perpenya no tement nostre Senyor Deu Jesu-Christ ni als homens dix e affirma publicament que “aqueix que vosaltres dieu Jesu-Christ yo he fet portar lo proces de Hierusalem e fonch legitima rita et justament condemnat per sos merits.” E mes se trobe com lo dit Sanct-Jordi predicava en lo seu hort en la present ciutat de Barcelona a conversos dient los que la ley de Moyses era bona e sancta e que la ley de Jesu-Christ no valia res e que lo Messies vertader promes en la ley no era vengut induint los a fer les cerimonies judaiques e entre les altres heretgies del dit Sanct-Jordi se trobe com feu e scrivi de ma sua un libre lo qual dona a Bernat Beget quondam reconciliat a transladar en lo qual libre lo dit Sanct-Jordi parlava molt en favor de la ley de Moyses e molt contra la Sancta fe catholica de Jesu-Christ e contra la virginitat de la gloriosissima Verge Maria mare sua affirmant sempre que lo Messias vertader promes en la ley no era vengut. Ab lo qual Sanct-Jordi lo dit Casafranca ha tengut summa e intima amistad familiaritat e conversatio essen los dos com a carn e ungla e anima e cors anant e venint stant e dormint menjant e bevent ensemps en diversos lochs e temps e en la casa del dit Sanct-Jordi venian molt sovint jueus e communicaven ab ells stant en casa de dit Sanct-Jordi dormint e stant manjant e bevent per XII e XV dies que tot lo mon sen scruxia car en Barcelona noy podien star jueus sino tres dies. E mes trobam que los dits Sanct-Jordi e Casafranca communicaven e legien libres grans en lo studi de dit Sanct-Jordi es retrahien ab dits jueus en una cambra e aqui staven dos o tres dies no havent hi christians de natura e axi mateix se tancaven en lo studi ab dits jueus e no permettien que hi entras algun christia de natura. E axi mateix se tancaven en una cambra (pone cambaa) ab un jueu e tot hom deya que lo jueu los legia dels quals conversos se troba que son stats tots condemnats per heretges. E mes avant que dit Sanct-Jordi legia la biblia en los sinch libres de Moyses “Oies nostron Deu oies Adonay Adonay nostron Deu Deu hu.” E aço legia al dit Casafranca e a altres conversos. E aço lo divenres a vespre e quant los dits Sanct-Jordi e Casafranca anaven en la Cort del rey don Joan de gloriosa memoria tots temps posaven en cases de jueus e com noy havia jueus posaven en casa de conversos e en les dites cases fahien venir jueus ab los quals disputaven de les coses de la biblia e menjaven ab ells e quasi era fet hostal de jueus en manera que hon se vulla que stiguessen sempre tenien tracta e conversatio ab jueus menjant bevent et dormint ab ells. E mes que en casa del dit Casafranca en Barcelona a la plaza de la Trinitat posaven jueus hon staven per X (,) XII e XV dies contra las ordinations de Barcelona hon no podian star mes de tres dies menjant bevent e dormint. E stant ensemps (en semps, escrito separado, pero significa junto) ab dit Casafranca e sa muller en una mateixa taula menjant tots de la vianda degollada per dits jueus. E en Cervera menjaven en cases de jueus volateria degollada per jueus. E mes que en Montblanch per semblant menjaven ab jueus volateria degollada per jueus dant la benedictio o mes maledictio los dits jueus ab orations judaiques. E aquesta manera tenia lo dit Casafranca tambe en casa sua quant hi havia jueus. E mes que no menjave carn de porc. E lo dit Casafranca en sa casa faea carn salada de cabro de la qual menjaven Casafranca e sa muller e enlardaven les perdius ab oli e sal e aygua e no may ab sagi. E perque una vegada los havian posat en la vila de Verges porch en la olla assaborint la cuyna conexent que hi havia porch no volgue menjar ni de la cuyna ni de la carn e reprengueren molt los mossos per que hi havien mes porch en la cuyna. E mes en presentia de dit Casafranca essent ell loctinent de Thesorer e essent en sa casa parlant dels presos alguns conversos dehien han menjat porch dehia laltra hoc (: sí, en lengua occitana, de la cual el catalán es un dialecto como los otros) e encara fetge (hígado) dehia laltre. Ara be teniu los per recommanats teniu los la ma.

E aximateix altres vegades los dits conversos fahien relatio a dit Casafranca de les enquestes que tenian contra los christians de natura e dit Casafranca los demanava qui son e ells responian ja es sabut guays son e ell deya quant ha que hi stan aquells deyan tants dies ha e dit Casafranca deya be poch ha lexau los star. E mes se troba que affavoria molt los conversos e tractava mal los christians de natura. Aximateix trobam que en Cervera stigue en la festa de la vijola que fonch feta per circuncidar un jueu fill de un tal Cavaller jueu de Cervera e alli stigue per dues o tres hores hon foren los dits Sanct-Jordi e Casafranca e stigueren en dita vijola e alli faeren collatio ab los jueus la qual vijola est festa de jueus e fonch feta ab ritu e cerimonia judaica. E mes que essent en Pedralbes lo dit rey don Joan de gloriosa memoria en temps de la guerra faeren obrir una cuxa de molto e apres de uberta lo dit Sanct-Jordi present dit Casafranca trague lo que era dintre la cuxa e apres de aquella menjaren los dos. E mes que lo dit Casafranca deya que lo psalm de “dixit Dominus domino meo” nol havia fet David sino un secretari seu e que lo "magnificat" nol havia fet nostra Senyora la Verge Maria sino Maria germana de Aron. E mes trobam que los dits Casafranca e Sanct-Jordi vehian llurs mullers guardar los dissaptes e no les ne reprenien abans hi consentien. E mes los dits Sanct-Jordi e Casafranca en los divenres a vespre e en los dissaptes no negotiaven de son offici tant com en los altres dies ans tant com podien se apartaven de negocis en dits dies es retrahien en lochs secrets a communicar de llurs coses. E mes trobam que los dits Sanct-Jordi e Casafranca celebraven la pascha dels jueus en la ciutat de Gerona en lo carrer de Sanct Lorenç en casa den Joan Çarriera (ipsa riera: ça) convers lo qual era stat jueu la qual faen en aquesta manera que essent en la setmana Sancta en temps de la pascha dels jueus lo Rabbi dels jueus de Gerona venia alli e portava pa alis e una caçola de vianda en que havia I troç de cabrit o anyell (agnus : cordero) e ous cuyts e portava aximateix una scudella en que havia certa cosa que semblava fos mostalla e del vi dels jueus e abans que sopassen En Joan Vidal Samso convers legia e com havia legit sopaven los dits Joan de Sanct-Jordi e Jacme de Casafranca e altres conversos e com havian sopat tornava lo dit Rabbi e com era tornat legien altra vegada e en laltra torna lo dit Rabbi dels jueus ab I capo o gallina e pa alis e vi e alli se dinaren e los vuyt jorns que durava la dita pascha dels jueus lo dit Rabbi los portava vianda e ells cuynaven de aquella e un dia vengue en una casa hon posaven los dits Sanct-Jordi e Casafranca de un convers e rahonantse lo dit Casafranca dix al dit convers tals o semblants paraules. "Tu dels nostres es” e aquell dix “quins vostres” e lo dit Sanct-Jordi dix Jafodi es axi axi com nosaltres” e lo dit convers respos "yo so bon christia e com a christia vull viure e morir" e lavors lo dit Casafranca lansa la ma sobre lo coll del dit convers e dixli “ans es be tu nostre." E aximateix se trobe com los dits Sanct-Jordi e Casafranca essent fugits per les morts celebraren la dita pascha dels jueus del pa alis ab altres conversos menjant pa alis per vuyt jorns que durava dita pascha e ades menjaven peix ades ous e no menjaven pa levat sino

pa alis e la muller del dit Sanct-Jordi e altra persona compraren aynes noves per fer dita pascha ço es olles plats scudelles e altres aynes les quals dehian que compraven per que nos servissen de les aynes en que se eran servits entre any e havian servit al pa levat e durant dita pascha no faen faena abans folgaven e les dones sestaven en casa e los dits Sanct-Jordi e Casafranca sen anaven a passajar. E mes trobam que lo dit Casafranca feu los dejunis judaycs en casa sua açi en Barcelona a la plaça de la Trinitat ab altres persones en lo mes de deembre per moltes vegades. E aximateix trobam com los dits Sanct-Jordi e Casafranca per algun deyan una matinada del psaltiri e en la fi dels psalms no deyan gloria Patri. E mes trobam com essents los dits Sanct-Jordi e Casafranca en la vila de Montblanch per raho de les morts un jorn vengueren en dita vila dos jovens jueus studiants castellans e lo sacrista de la schola dels dits jueus quis deya En Jucef de Blanes ensemps ab los dits studiants jueus anaren als dits Sanct-Jordi e Casafranca que eran en la plaça del Blat de la dita vila de Montblanch e lo dit Sanct-

Jordi demana al dit Sacrista qui eran aquells jovens e dit Sacrista dix que eran jueus pobres studiants qui acaptaven e lavors lo dit En Sanct-Jordi mette la ma a la boça e dona als dits jueus studiants almoyna. E aço fet se gira lo dit Sanct-Jordi al dit Casafranca dientli e tu nols donaras almoyna e lavos lo dit Casafranca mes la ma a la boça e dona als dits jueus studians almoyna. E mes que dit Casafranca consentia que levassen lo greix de la carn e lavarla de la sanch e posarla en sal al modo judaich e que may se confessava sacramentalment sino despuy que es venguda la inquisitio. E mes trobam que set o vuyt mesos abans que dit Casafranca fos pres en los carcers de la Sancta inquisitio essent en lo scriptori en casa sua a la plaça de la Trinitat de Barcelona deya e feya la oratio judaica del Quiria setma tenint los ulls girats mirant al cel badayllant e axi badayllant deya "Adonay nuestro Dio Adonay uno.” E mes trobam que foren trobats entre la roba del dit Sanct-Jordi quant fugia per la inquisitio be XXX prepucis de infants retallats tots enfilats en un fil e guardats entre roba. E moltes altres coses trobam que ha fetes dites e perpetrades lo dit Jacme de Casafranca contra nostra Sancta fe catholica christiana segons mes largament appar en lo dit proces al qual en tot nos refferim. Vistes totes les altres coses en los dits processos contengudes e totes les coses que veure e mirar se deuen. Oides les dites parts en tot ço e quant han volgut dir e allegar fins que es stat denunciat e conclos en la dita causa e assignat a sententia segons que a major cautela los assignam als presents dia loch e hora haguda nostra delliberatio e madur concell ab persones de molta scientia e conscientia tenint nostre Senyor Deu Jesu-Christ davant los ulls de la nostra pensa del qual tots los drets judicis procehexen trobam que debem pronunciar sententiar e declarar axi com ab tenor de la nostra diffinitiva sententia pronunciam sententiam e declaram lo dit Jacme de Casafranca de la present ciutat de Barcelona esser se transferit e transpassat als ritus e cerimonies judaiques e de la ley de Moyses e esser vertader heretge judayçat e apostata de la nostra Sancta fe catholica cristiana per la qual causa e raho del temps que comete los dits crims de heretgia e apostasia en ça es stat e de present es de excommunicatio maior e de anathema ligat e illagueat e que devem declarar segons que ab tenor de la present nostra sententia declaram tots los bens del dit Jacme de Casafranca heretge del temps que dits crims de heretgia e apostasia commette e perpetra ança haver stat e esser de present confiscats a la cambra e fisch del Rey nostre Senyor. E per quant la pena dels heretges no solament se exten en aquells mas encara en detestacio dels dits crims a la sua progenia e generatio. Per tant ab lo sobredit consell declaram tots los descendents del sobredit Jacme de Casafranca heretge judaizat e apostata per linea masculina fins al segon grau e per linea femenina fins al primer grau inclusive esser privats de tots officis beneficis e honors axi ecclesiastics com seculars e esser inabils perpetualment per obtenir altres de nou. E per quant la Sancta mare Esglesia no te altra cosa que contra lo dit heretge judaytzat e apostata puxa ne degue fer sino desemparar aquell e remettrel a la justitia e bras secular per que li don segons sos demerits deguda punitio e castich. Per tant ab tenor de la present nostra diffinitiva sententia remettem lo dit Jacme de Casafranca heretge judaytsat e apostata de nostra Sancta fe christiana al magnifich misser Hieronym Albanell en cascun dret doctor Regent la Cancellaria per lo Rey nostre Senyor en lo Principat de Catalunya qui açi es present al qual requerim tant quant de dret devem e podem et non alias que rebe lo dit Jacme de Casafranca heretge judaytsat e apostata per nos desemparat e remes en son for e juy al qual pregam molt affectadament se haja ab ell ab tota clementia e pietat e modere la pena en vers ell citra mortem et sanguinis effusionem et membrorum mutilationem. E axiu pronunciam sentenciam e declaram per aquesta nostra deffinitiva sententia en aquests scrits e per ells. - Petrus Episcopus

barcinonensis. - Frater Joannes Enguera inquisitor. - F. Pays de Sotomayor.

Lata et promulgata fuit dicta et preinserta sententia per dictos reverendos domnos dominum Petrum Dei et apostolice Sedis gratia Episcopum barcinonensem et fratrem Joannem Enguera in Sacra theologia magistrum et Franciscum Pays de Sotomayor inquisitores

haereticae et apostaticae pravitatis in civitatibus et diocesibus Tarraconensi Barcinonensi Urgellensi Vicensi Gerundensi (la primera e está vuelta) et Elnensi ab eadem Sancta Sede apostolica creatos et deputatos et de suarum dominationum mandato alta et intelligibili voce lecta et publicata in dicta Regia platea civitatis Barcinonae per me Joannem Meya apostolica et regia auctoritatibus notarium et scribam secreti Sancte inquisitionis Barcinonae die veneris XVII mensis januarii anno a nativitate Domini millesimo quingentesimo quinto (1505) praesentibus dictis partibus presentibusque pro testibus magnificis Jacobo Fiella decretorum doctore canonico et decano Sedis barcinonensis Ludovico dez Pla canonico et archidiacono Bartholomeo de Salavert decretorum doctore canonico et Antonio Codo canonico Sedis Barcinonensis magnificisque Petro Antonio Falco civitatis Barcinonae Joanne Gonçales de Resente domino loci de Alcarraç militibus Petro Durall et Petro Joanne Ferrari similiter militibus in civitate Barcinonae domiciliatis et pluribus aliis militibus et civibus Barcinonae nec non discretis Bernardo Texidor presbytero et Joanne Palomeres et me Joanne de Meya notariis et Officii Sanctae inquisitionis Scribis magnaque multitudine Christi fidelium illic praesentium et circunstantium.


(Continúa con la sentencia contra Dalmau de Tolosa)