Mostrando las entradas para la consulta batallas ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta batallas ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

miércoles, 11 de mayo de 2022

POETAS MALLORQUINES

SECCIÓN LITERARIA. 

POETAS MALLORQUINES (1). (Extracto de REVISTA DE ESPAÑA Y SUS PROVINCIAS DE ULTRAMAR)

(1) En nuestro número del 15 del pasado octubre prometimos para el siguiente el artículo de los poetas cubanos, cosa que no pudo tener tampoco efecto por lo que dijimos aquel día; y hoy, que íbamos a cumplir con esta deuda, nos ha parecido también suspenderlo, para dar en su lugar el que acabamos de recibir extendido por el conocido literato el señor don Joaquín María Bover, residente en Palma de Mallorca, y que viene a ser como el ensayo crítico de los poetas de aquel suelo. De este modo, habiendo ya publicado el artículo de los poetas canarios, seguirá este y después el de los cubanos, más distantes que unos y otros de nuestra madre patria. La erudición y la crítica que se notan en este trabajo no desdicen por cierto de las prendas que este autor ha manifestado en otros. Hubiéramos querido en obsequio de su pensamiento y del gusto de nuestros lectores darlo íntegro: pero, no nos lo permiten los límites estrechos de que disponemos para las demás materias. 

Mallorca, madre fecunda de hombres en todos conceptos eminentes, ha producido también, desde la antigüedad más remota, vates que supieron distinguirse en los certámenes que celebraban las academias de Barcelona y Tolosa. En el siglo XIII (sólo se lee III), cuando la rima vulgar empezaba y era tan estimada la que se llamó gaya scienciaBernardo Mogoda, uno de los caballeros que siguieron a don Jaime I en la conquista de esta isla, creído en el instinto de vaticinar y en el influjo de las estrellas, escribió en el estilo bíblico y oriental muchas predicciones de prosperidades y de infortunios. 

Con las estrofas que siguen parece que quiso pintar la derrota que en 1343 experimentó D. Jaime III último rey de Mallorca.

Lo rey se despedía 

ab sola una galera; 

vindrá á la ribera

ja destrosada. 

Dient ab ven (veu) alzada: 

lo reina per qui sona, 

dirán: per la corona 

aragonesa." 


Els contraris l' han presa 

despres de la victoria; 

per eterna memoria 

será perduda. 


En la plassa venzuda 

corps y voltons carnatje 

faran en lo ribatje

dels homens presa. 


Por aquel mismo tiempo vino al mundo Raimundo Lulio, aquel ingenio asombroso que antes que Bacon de Verulamio alzase el noble grito de libertad filosófica y mucho antes que el célebre Erasmo diera al orbe literario días de gloria y honor a las ciencias útiles; dotado por la naturaleza de vastos y grandiosos proyectos, de sublime talento y comprensión universal, dio un agigantado paso en la escabrosa senda del saber, y sepultando en el olvido las ridículas formas del ergotismo, al través de la atmósfera de oscurantismo en que yacían sepultados los pueblos de la Europa, cultivando las lenguas orientales, y observando el majestuoso y sencillo curso de las leyes que rigen al orbe físico, dio el ejemplo, que sirvió de pauta a los restauradores de las ciencias, de establecer sobre la observación y experiencia los conocimientos físicos, que auxiliados de las matemáticas son deudores a Lulio de los rápidos progresos que Newton y demás sabios de primer orden hicieron en el vasto campo de la naturaleza. El inventor de la aguja náutica y del ácido nítrico, el hombre grande de su tiempo, el mallorquín Raimundo Lulio, (Ramón o Ramon Lull) escribía a sus discípulos del colegio de Miramar en esta isla: 

Rey poderos de l' alta cort divína 

quil fragil hom volgués ab vos vnir, 

teniu recort dels qui triste ruina 

de mort cruel en esta vall mesquina 

volen per vos passar y sofferir: 

Datslos esforz d' honrar y venerarvos 

yab (y ab : y con) alta veu tots temps glorificarvos. 


Frares menors ab ven (veu) clar argentina 

recordats ja de qui 's volgué vestir 

la nostra carn obrint del cel la mina, 

á Miramar á la gent mallorquina 

y al seu gran rey han fet prest construir: 

aquets, Senyor, iran tots per loarvos (pone lo-arvos) 

á convertir los moros en amarvos. 


¿Qué tarden donchs de sonar llur botzina 

los precadors que volen Deu servir, 

bísbes, abats, priors quin la fusina 

d' aquest mon trist per lór fan contramina 

los pobres tots dexant de fam perir? 

Que fan los reis que tarden en mostrarvos 

quel seu tresor es sols en exalzarvos? 


Grans y mitjans y chichs dins la cortina 

d' oprobis grans me volen escarnir; 

y amor ab plors y greus suspirs refina 

mon esperit en vos qui sou la tina 

del meu cos trist quis vol en vos languir: 

lenteniment, volér en recordarvos 

aumenten ja y en tot temps desitxarvos. 


Servir donchs vull, humil verge Maria, 

de mon poder, puis desitg esperanza 

prest m'ha tramés. Blanquerna ¿quin sabria 

dir hon teniu la vostra cetla pia 

perqu' hey servis l' Etern yo sens tardanza? 

y 'l meu desitg pogués tot saciarse 

en ell en qui tot sol pot alegrarse. 

El mismo Lulio empieza así su excelente plegaria al (pone la) Todopoderoso, plegaria que no ha visto aún la luz pública:

(Gerónimo Rosselló publica Obras rimadas de Ramon Lull escritas en idioma catalan-provenzal en 1859, seguidas de un glosario de voces anticuadas. El siguiente poema aparece con ligeras variantes) 

Alt en lo cel hont es la cort divina 

Ma pensa veu ab fervor inflamat 

que vos, Señyor, plorau de la ruina 

del mal etern á hont lo mon camina 

y est gran mal vos te granment irát. 


Plorau, Señyor, que mos ulls plorarán 

ab dolros plant vos faran compañía 

Señyor plorau que a Miramar irán (pone írán) 

faels sarvents que per vos penarán 

portant silicis dejunant cada dia. 

Mirau Señyor las nafras canceradas etc. (Atentos a: las, nafras, canceradas)

A principios del siglo XIV floreció el anónimo conocido con el nombre de mercader mallorquí, quien en una de sus poesías expresa elegantemente el desdén: 

Cercats duy may, ja siats bella e pros 

quels vostres pres e laurs eris plasents: 

car vengút es lo temps quem aurets menys; 

nom anziura vostro sguard amoros 

ne la semblanza gaya; 

car trobat nay 

altre quim play 

sol que luy playa 

altra sens vos perque lin voltray be 

e tindrem car s' amor que axis convé. 

Otro poeta floreció por aquel mismo tiempo que es notable por la pureza de versificación y por la perfección de lenguaje. Hablamos de Lorongo, hijo de Ferrario Roselló (Rosselló), consejero del rey don Jaime III de Mallorca y hermano de Saura casada con el infante don Sancho de este reino. Escribió un epitalamio al casamiento de su tía Blanca con el conde de Cardona y es de notar lo dulce y sentimental de la segunda estrofa. 

A vos jo li dou le blanque doncele, 

á vos alt Señyor de tant clar linatje: 

ella es de mon quor rique maravele, 

de vostra notblia molt brilant estrele 

y á vostra quorona será un adornatje. 


Si donchs la teniu ab molt gran valia 

y de ses virtuts n' estau molt prendat, 

el meu sperit, Blanque perla mia, 

el jorn que ixquires de ma compañya 

quedá ab plor y dol del tot ofuscat. 


Si arnesos y lansas y escuts y quoronas 

aportau señyor dels inclits passats 

qui tembran las armas dels Folchs y Cardonas 

que en tantas asañyas tan altas personas 

molts de sarrayns veren traspasats; 


La vostra motler ab roitjios pavesos 

y ab virtuts y merits yl vostro blassó 

y vostre notblía y fets gentilesos 

ab los de lurs avis serán adornesos 

ab barras y sanch del rey de Aragó

Generalizado el gusto a la poesía lemosina necesario era un libro que fijase las reglas para aprender a escribirla con toda perfección. Este libro apareció a mediados del siglo XIV siendo su autor el mallorquín Berenguer Noya.

Romeo Burguera, (Romeu Bruguera) célebre dominico, privado íntimo del rey Felipe el Hermoso, a quien ayudó en la expulsión de los templarios, compuso varios tratados ascéticos en poesía lemosina. Su Biblia rimada é en romans, es una verdadera traducción de la latina llamada aurora que en el siglo XII escribió Pedro de Riga, reducida a contar aisladamente en verso los principales sucesos de la historia sagrada con algunos de los sapienciales, inclusos los macabeos. Bruguera siguió el orden que tienen en la Biblia los libros históricos, sin omitir el de los proverbios, cuya traducción es graciosísima. Concluye con el Apocalipsis. Para muestra de su lenguaje copiaremos los versos con que termina el prólogo.

Asó ay de lati en romans tornat 

á honor de la contessa que Deus guard 

d'Ampurias marchessa á nom (1) 

(1) Creemos que esta marquesa de Ampurias es la hija de Guillermo de Peralta, vizconde de Cabrera, que murió a principios del siglo XIII según el historiador Bosch. 

E fo fila dun gran rich hom 

que fo vezcomte de Cabrera 

é lexá esta hereteyre 

de Muntsoriu e del vezcomptat 

tot quan havia la laxat 

de Cataluñya porta flor 

denseñyament é de valor, 

de franquea de gai parlar, 

dumilitat crey no ha par, 

de Deu li plats souen parlar 

molt dejunar e molt horar. 

La poesía académica o latina no empezó a cultivarse por mallorquines hasta principios del siglo XV. Entonces perdieron su boga los versos bárbaros y leoninos, y el canónigo Esperandeo Español, el caballero Arnaldo Descósy Antonio Geraldino, escribieron hexámetros muy dignos de la época de León X. De este último copiaremos los que puso sobre el sepulcro de Raimundo Lulio

sepulcro de Raimundo Lulio. Ramon Lull.


Clauditur hac Lulli Raimundi corpus in arca 

egregia quem stirpe tulit Gymnecia tellus. 

Mollis amator erat primaevo in flore juvente, 

mortali implicitur cura; mox pectora mutans 

in coelum tollensque oculos, peritura reliquit 

inventa est sordes; lateque est divinitus illi 

infusum ingenium, naturae arcana resolvens; 

perque omnes errans artes coelique recessus 

edidit in toto celebranda volumina mundo. 

Ipse quoque inmenso solers errabit in orbe, 

ut Christi leges alio sub sole locatos 

funderet in populos, paganaque pectora nostrae 

verteret ad cultum fidei, Christumque docéret 

esse Deum atque hominem genitrice e virgine natum

qua propter quando divis gens hunc barbara saxis

agressa est, cessit Libitis detrusus ab oris, 

dumque solum natale petit, Balearica regna

in patria senior prospectu fessus obivit. 

Español escribió a la memoria de su padre, que fue uno de los héroes que más se distinguieron en la defensa de Rhodas (Rodas), contra la invasión del Soldán (sultán) de Egipto que tuvo lugar en 1439, los versos que siguen: 

Hic hic Spagnolius tuus o Majorica tutor 

Cujus est a proavis durat in urbe domus 

Ausus multa quidem fungens tot honoribus urbis 

Effulsitque loco mens bona semper opum 

concordes animo natos sex forte reliquit 

creverat undeno mira nepote quies 

Trinacriam atque Rhodon ductae Hariamque triremis 

plausibus hic praetor laetitiaque fuit 

naumachia duros fausta mox fuderat hostes 

id Maetona ducem prospiciens coluit 

quumque diu Cyprus premeretur fessa tirano 

insiluit classis sub cruce vasta Rodi

cui fervens inerat coram Balearicus ardor 

hoc acamas celebris consule mons gemuit 

contigit hinc tanden per lustra ophtalmia septem 

lumina cesserunt tabuit inde caro 

dicamus is nataeque duae Leonoraque conjux 

prima jacet simul hic natus ex alia 

nunc igitur gaudere juvat compage negata 

en à morte pius quisque resurget ovans. 

En los versos de Arnaldo Descós se observa una elegancia de lenguaje y una pureza de latinidad que pueden competir con las producciones de los autores clásicos. Descós fue uno de los literatos más conocidos de su época. En sus epístolas hace mención honorífica de su maestro el célebre Pedro Daqui, de su condiscípulo Juan de Malleon, obispo de Salamanca y de su amigo Bernardo Bohil, delegado apostólico en la expedición de Colón a las Indias. Así se expresa Descós en una de sus producciones: 

Si divum, ut fama est, servat tutela poetas, 

nunc ades, et gressus dirige virgo meos. 

Nil prossunt mussae, nil carminis auctor Apollo, 

ut possim justos nunc reperire pedes. 

Oh utinam versu tantas exponere laudes 

possem ut tam faustum nunc celebrare diem! 

Ergo subvenias inopi tua sacra canenti, 

conceptum ut referam, qui sine labe fuit. 

También cultivó Descós la poesía vulgar o lemosina, y en una, dedicada a la Purísima Concepción, son notables los versos que siguen: 

Perque es mastér que vos Verge sagrada 

ab vostro fill siau la nostra guia, 

clarificau la pensa entenebrada, 

y subveniu me llengua poc limada

que us puga dír ab nova melodia 

noves loors de vostre gran altesa 

qui de tot crim é pecat fou illesa.

(Se concluirá en el próximo número.) 

(Continuación.) 

Raimundo Lulio, como dice Quadrado, era en aquel tiempo la fuente que inspiraba a los poetas y en que bebían nuestros sabios: en su honor y en su nombre se exigían cátedras, en su honor se celebraban certámenes como el famoso de 1502, y la prensa mallorquina apenas ha sudado sino comentarios a sus obras. ¡Bien merecía esto y mucho más el hombre extraordinario que por dos siglos tuvo por discípulo al mundo entero! En el citado certamen de 1502 se distinguieron los poetas Antonio Massot, Gaspar de Verí (Veri), Jorge Albér y Juan Odón Menorca. De todos ellos hay excelentes composiciones: todos se lucieron a la par, y Gaspar de Veri, a quien se adjudicó el premio, recitó una larga poesía en la que es notable esta estrofa: 

Ram, on se cull, de flors molta natura 
l'ull qui preveu, en evitar lo mal 
segura mar, qui en lo temporal 
lo navegant, eximeix de presura 
rosa suau, als doctes qui refrega 
pom redolent, de un saber infús 
capsa d'unguents, on no ha res confús 
aigua de font, qui los provectes rega. 

El esclarecido literato Nicolás de Pax uno de los primeros catedráticos de la universidad de Alcalá, muy favorecido de su fundador el célebre cardenal Jiménez de Cisneros, habla del monte de Rauda, monumento que la naturaleza quiso prevenir para mostrar al orgullo mallorquín el teatro de las visiones misteriosas del gran Raimundo Lulio, en los términos siguientes: 

Rauda tenens regni centrum Balearis, ab alto 
aequor et ingentes undique monstrat agros. 
Panditur ad Phoebi radios, umbracula passim 
prospectus varios concava saxa parant. 
Elevat ingenium, curas expectorat omnes 
totaque vivaci pectora membra novat. 
Hic bibit infusum Raymundus dogma supernè; 
hic quoque mirandum condidit artis opus. 
Angelus hic illi visus, pastoris amictu, 
praebuit et meritis oscula multa libris. 
Dixit eos varia passuros multa sub hoste; 
sed foire pro sancta fortia tela fide. 
Tunc erecta sacrum collustrans cella cacumen, 
plena venustatis Gratia nomen habet. 
hinc manare potest doctrinae splendor in orbem, 
hinc sibi perniciem secta maligna timens. 

Por este tiempo el virtuoso sacerdote Francisco Prats ya había publicado en prosa y verso su devotísima contemplació y su poema del Sacrament de bona gracia. Empieza este último con la estrofa que sigue: 

Caritat me forsa, y ley me incita 
loar lo misteri de laucaristía 
lo poc exercici los señys me desvía 
en loc baix me posa y el desitg limita 
la ploma es presta y no gos escriure
perque la invidia rependre amenasa
las nafres ya em dolen y treball me brasa
sol Crist Deu y home men pot fer desliure. 


Jaime de Oleza y Zanglada hijo de una familia ilustre en la que se radicó el cultivo de los conocimientos humanos, escribió en excelentes dísticos latinos un libro de lege cristiana et de cuadruplici peste mundi, en el que apoya su doctrina con bellas razones y sólidas sentencias. En esta obra reprende los vicios, detesta la escuela de los nominales, demuestra la vanidad de las predicciones astrológicas, y confunde la filosofía de Averroes y de todos los antiguos. Este mismo Oleza escribió en rima otras varias obras y un cancionero teologal y espiritual. Como muestra de su numen poético copiaremos el epigrama que dirigió al doctor Caldentey con motivo de haber publicado un tratado del maestro Gerson; 

Perstrinxit legis praxim: moresque Joannes 
cui de Gersono nomen habere datur. 
Si ergo tuum lector pectus coelestia tangunt: 
hunc eme: plus solus que ubi mille dabit. 
Iste docet mores sacros: animunque perornat: 
vitaque sit nobis qua peragenda via. 
Quid sit honestum: quid justum: quid denique sanctum: 
quidve pium monstrat: quae fugienda mala: 
detegit hic coelum: et callem flagrantis averni: 
neu phleget honteis afficere malis. 
Ad summam hic vigili ducit rectore carinam: 
quae mundi immergi naufraga possit aquis. 
Huic igitur grates tanto pro munere lector 
redde: sed est nobis gratia habenda magis. 
Ille opus exegit: fateor: sed copia habendi: 
nostra est per terras multiplicata manu. 

Del citado Jayme de Oleza fue hijo Francisco, quien con motivo del dolor que le causó la muerte de su esposa doña Beatriz de Sant Martí, escribió el excelente poema titulado menosprecio del mundo, anticipando en él la versificación majestuosa y pura de León y Garcilaso. Con dificultad se 
encontrará elegía más tierna y suave. Empieza así: 

Ab manta de plors el cel se cobria. 
Y tota la terra mostrava gran dol, 
mirand d'aquest mon del tot se partia 
la qui de virtuts granment resplandia 
tristor señyalava la lluna y el sol. 
Oh triste jornada! oh cruel partida! 
oh perdua digna de plor y lament 
morir la qui era de tants bens complida 
y de tantas gracias estaba ennoblida 
que loar ni plañyer nos pot dignament. 

Describiendo el día del juicio final, pone en boca del Juez eterno las palabras siguientes, dignas del poeta Dante. Dirigiéndose Dios a los buenos les dice: 

Veniu beneits del meu Etern Pare 
puis treballs y penas en lo mon sentis 
posseiu lo regna preniulo desdara 
car puis meu servit es just queus ampare 
yus done per premi letern paradis. 
Donat meu á beura cuant yo sedetjaba 
haveume vestit essent despullát 
haveume pascút cuant yo fametjava 
haveume acollit cuant peregrinava 
y essent en la carcer heume consolát. 

Con los versos que siguen habla Dios a los malos, pintándoles el horror de las penas del infierno. 

Per darvos lo sou vos crida y espera 
de plors y suspirs ab grans atambors; 
los crits serán pifres, les flamas bandera, 
fereu escuadrons de nova manera 
ab molts arcabusos de cruels dolors. 

Dins lo foch ardent feréu ordenanza 
ab gran desconcert tot temps caminant, 
tindreu dura guerra ab tota ultransa, 
de pan (pau) no tenint ya mes esperanza 
los uns contra els altres granment batallant. 

Ni es cansaran mai los potents ministres, 
ni porán morir los qui penarán; 
rebrán de continu encontres sinistres; 
seran los jamechs clarins e ministres 
qui en tal exercit tot temps sonaran. 

Miraume las nafres vui com resplandexen, 
las cuals mai volgues vivint contemplar! 
Mirau los assots cuant bells aparexen! 
Mirau vui la creu que els bons tots conexen! 
No volteu la cara que be es de mirar. 

Ni Rioja cantó con más sublimidad y energía lo vano y fugitivo de las grandezas del mundo. 

Tengan de continu en nostra memoria 
los treballs y penas de nostres pasats. 
Mirem los sepulcres dels rich (richs) y sa gloria, 
y las grans banderas señyals de victoria, 
apres de tants plers hon son arribats. 
Mirém del gran Cesar los fets valerosos 
quil mon ab batallas ha tot subyugat, 
mirem de Annibal los actes famosos 
y dels Scipions los fets gloriosos 
escer ya no res vuy tot lo pasat. 

Ahon son las honras que han alcanzadas, 
y los tants triunfos de gloria gran? 
hon las pedras finas en or engastadas 
y las ricas robas de perlas brodadas? 
mirau vui que son, mirau hon están! 

Hon son las viandas granment esquisidas 
en los convits bells tots plens de delit? (delit : deleite)
Ahont las gran casas honradas, fornidas, 
y d'or y d' atzur pintadas guarnidas? 
Mirau com es tot vui ya preterít! (pretérito : pasado) 

Al mismo Francisco de Oleza debió el mundo literario una preciosa arte poética escrita en lemosín con el título de Nova art de trovar. Tratando en el prólogo del abandono en que se hallaba la poesía dice: 

L'art estava sepultada 
en sepulcra lemosí
mes ara desenterrada 
y molt ben afeyzonada
para tot bon us y fí, 
la us dona un malorquí

Entre los varios ejemplos de poesías de todas clases, es notable esta preciosa quintilla: 

Las testas y las costellas 
que tu veus en lo fossar 
spinadas y cañyellas
personas foren molt bellas, 
y tu comells has tornar. (com ells : como ellos, como ellas)

Un hijo del citado Francisco, llamado Jaime de Oleza y San Martí, escribió un hermoso poema en que Jesucristo abre una justa, y como mantenedor de ella sale triunfante de los vicios y de la muerte.
Cuando en 1541 vino a esta isla el rey don Carlos I, los mallorquines Juan Genovard (Ginovart), Pedro Autich (Antich), Gaspar Vidal, Tomás Marcer y Jayme Romañyá hicieron lucir su numen poético. Lamentándose el primero de la decadencia de Mallorca dirigió al monarca los preciosos dísticos que siguen: 

Dum fortuna dabat, titulis quod pingerer auri, 
invidisse mihi plurima regna putes. 
Non eram ab infroenis numidis direpta, sed illi 
nomine pallebant candidiore meo. 
Tunc mea tercentum complebant littora puppes, 
mercibus et variis, Carole, dives eram; 
nunc jaceo infelix: vix sum miserabilis ulli, 
vixque meo possum tutior esse sinu. 
Quare moesta, precor, prisco me redde nitori, 
ponendo numidis dura lupata feris; 
respice sollicitam, Caesar (pone Coesar), mitissime princeps; 
principis est, miseros erupuisse malis. 

Romañyá, a más de las diferentes poesías que escribió en dicha ocasión, fue autor de una comedia latina sobre el rico epulón, titulada Gastrimargus, miserable imitación de las de Plauto y Terencio. Esta comedia, ya que no por su mérito, es interesante para la historia del arte dramático, porque puede decirse que se le ve en ella en su primer desarrollo y como en su infancia. Por su asunto, tomado de la historia sagrada, pertenece a los misterios, a los que en los siglos medios debió su origen el teatro moderno, al paso que en sus formas y en su lenguaje, aunque rudo muchas veces y sin combinación métrica de ningún género, se observan reminiscencias de los autores clásicos latinos que con tanto ardor eran estudiados e imitados en el siglo XVI. 
En este mismo siglo floreció el erudito sacerdote Dionisio Pon (Pont), que solía firmar sus poesías con el anagrama de Disiponsi. En su curioso poema de la batalla de Lepanto, habla de las proezas del capitán don Juan Despuig y Mir, y dice: 

Que ilustre gent castellana 
aportaba don Joan, 
gent tudesca, italiana, 
que hauran fet de tallár carn. 

De Mallorca, isla dorada, 
es allí Puig capitá, 
que dels moros de Granada 
porta la gent carnisada, 
que per ell pochs turchs y há. 

Per totas parts esta nova 
fará de asó gran sentit: 
tant lo rich, com home y dona, 
tot estament de persona 
prega per ell dia y nit. 

Entusiasta Dionisio Pont por las glorias de su patria, las cantó con la exageración que se lee en el siguiente epigrama que publicó como propio el cronista D. Juan Dameto, a quien tanto imita en los plagios, aunque con menos circunspección, otro cronista de nuestros días: 

Divitias natura parens balearibus omnes 
contulit, et divum munera quisque sua. 
Insula dives opum, Neptuni pulcher ocellus, 
Mars hic imperium possidet, atque Venus. 
Palladis hic domus est, Cererisque et grata Lydi 
gaudia, cum garis aurea Flora tuis. 
Ambit aquis Nereus pro muro spumens omnem 
aequoreis largè, divitiisque beat. 
Dotibus his prestat cunctas Majorica tellus; 
hic mihi certa quies vivere, et opto mori. 

Contemporáneos a los poetas de que acabamos de hacer mención fueron el P. Antonio Pon, arzobispo de Oristañy, y el doctor Benito Español, sacerdote de gran virtud y doctrina, a quien Francisco de Oleza dedicó su menosprecio 
del mundo. Contestó a la dedicatoria con estos hermosos versos: 

Mostrau lobra vostra puis es be rimada 
y donaune copia á qui la volrá 
que vostra señyora qui visque honrada 
y ab molt bona fama está sepultada 
al cel ab los angels sen alegrará. 

Y las vostras coplas serán unas mostras 
de homens y donas segons he legit 
y ab tals sentecias per las vidas nostras 
qui volrá entendre los documens vostras 
tendrá en memoria lo mon aborrit. 

Yo per la part mia per fervos servicis 
en totas mes horas ne faré records 
que puis en sa vida fou tants beneficis 
per lanima sua faré sacrificis 
legint cada dia lofici de morts. 

Almoines, responsos, faré per aquella 
moltas oracions per ella diré 
y ab cremants civis (ciris) en vostra capella 
ofertas y misas cantaré per ella 
y sobre el sepulcre sovint absolré. 

Dos poetas mallorquines encontramos también en el siglo XVI que hacen versos en castellano, pero estos versos, desnudos de toda energía, pueden reputarse por una prosa cortada por sílabas determinadas. El doctor en artes y medicina Damián Carbó, haciendo alarde de sus blasones y de sus gloriosos ascendientes, escribió al pie de su escudo de armas: 

La banda y saetas que veis y señales 
son armas sin duda que los mis pasados 
carbones dejaron con autos nombrados 
de fama y de gloria todas inmortales. 

Y fueron fundadas por autos de reyes 
que aquellas en pago de tantos servicios 
a ellos han dado grandes beneficios 
no siendo ingratos con muy justas leyes. 

De Roma Senados leemos que fueron 
y por el mal Sila no sin guerra fuerte 
cuarenta mil dellos todos duna muerte 
con Mario Carbó juntos recibieron. 
Hernando de la Cárcel cantó el desgraciado suceso del destrozo de una nave llamada San Roque, salvada por el capitán Juan de Luca, cuyo canto empieza así: 

Suele la necesidad 
ser tan diestra en cualquier hora 
que tenga oportunidad, 
que de cualquier novedad 
es muy perfecta inventora: 
y no sólo inventa y traza 
lo que es muy dificultoso, 
que aun en lo peligroso 
se pone sin mano escasa 
con corazón animoso. 

Concluye del modo siguiente: 

Saltó en tierra Luca luego 
y contando el caso, agro, 
muchos sespantan del ruego 
mas los que tienen sosiego 
van diciendo que es milagro. 
Y pues que vino a alcanzar 
Juan de Luca tal victoria 
contra infieles, viento y mar, 
roguemos al que es sin par 
que nos de al cabo la gloria. 

Los poetas mallorquines que más se distinguieron en el siglo XVII fueron: Mateo Descallar y Damato, hijo de una familia ilustre, de quien es un excelente canto a la virgen María: Nicolás Oliver y Fullana, capitán del ejército de Felipe IV, a quien sirvió en las guerras de Cataluña, y después fue 
cosmógrafo y cronista de Carlos II. Describió las islas Baleares con las octavas siguientes: 

El balear dominio se compone 
de varias islas, fuerte y abundante 
sobre las ondas, y marcial se opone 
con gran castillo al émulo arrogante. 
La de Mallorca, regia se propone 
del mar mediterráneo sol brillante; 
siendo Menorca, Ibiza y Formentera, 
sus más lucientes rayos y Cabrera. 

Yace en el quinto clima, inexpugnable (pone inespugnable)  
del báleo solio el mallorquín estado, 
por sus bélicos hijos formidable, 
y sus crujientes hondas celebrado: 
de Aragón margarita inestimable, 
en la navegación aventajado, 
vestido de frondosas maravillas 
con dos ciudades y opulentas villas. 

La real Palma en la mano aragonesa, 
de Mallorca metrópoli valiente, 
dio laurel digno a la cartaginesa 
y al gran Meleto nombre permanente. 
Mahometanas coronas interesa 
de insignes reyes tronco floreciente, 
puerto de fama, población de lustre 
con mitra episcopal y gente ilustre. 

Entre dos promontorios se levanta 
ciudad Alcudia, desde que aplaudida 
al mayor Carlos su obediencia canta: 
por el coral que pesca conocida. 
Lluchmayor de sus villas se decanta 
famosa por la lid que en su florida 
campaña dio del rey Jaime tercero 
la vida y cetro al enemigo acero. 

Campos, por sus salinas es famosa; 
bellísima y fructífera Porreras; 
Bollenza por sus mirtos prodigiosa; 
Artá milagros toda y primaveras; 
Sineu de los romanos plaza hermosa; 
Felanix, Petra y Manacor guerreras; 
Alaró con castillo inexpugnable, 
riquísima Inca y Soller admirable. 

La fértil isla de Menorca tiene 
una ciudad llamada Ciudadela 
en la agradable costa que contiene 
muralla que defiende y juez que cela. 
Del gran Magon fundada se previene, 
donde el audaz contrario no recela, 
Mahón, que entre otros pueblos se encastilla; 
sublime puerto y generosa villa. 

Sigue Ibiza de pinos coronada, 
dando nombre a su isla inaccesible; 
por el fuerte castillo tan nombrada, 
como por sus vecinos invencible. 
Hoy se ve Formentera despoblada; 
Cabrera se propone apetecible; 
cobrando fama entre otras Cunillera 
del ínclito Annibál patria guerrera. 

A mediados de este mismo siglo, floreció Rafael Bover (pone Bovér), a quien Quadrado llama el Garcilaso mallorquín. La siguiente muestra de su numen lírico hará conocer a nuestros lectores la exactitud de tal comparación. 

Aldea qui ets tan trista 
y sens remei algun per me tristeza, 
si no cegar ma vista, 
puis no tinc altra cosa que aspereza, 
en un camp sens verdura 
rahó es que yo muyra ab tal postura. 

Posát en esta aldea 
un pobre y trist pastor se lamentaba
ausent per sa idea
de lo que en aquest mon mes adoraba:
ja finirá sa vida
per no haberí en el camp cosa florida. 

Cert es, señora mia, 
que ya en el mes present los camps estaban 
tots verts ab gran porfia, 
y de ells a son temps fruits aguardaban; 
mes ab seguedad tanta 
no hayá fruit que esperar ya de tal planta. 

Si lo temps fes mudanza 
convertintse me pena áb alegría, 
se creu mia esperanza 
de que lo sech de vert se vestiria, 
y la favera ab flor, 
Cullint de totas parts lo fruit millor. 

No te esquives, pastora, 
de lo que yo te escric ab esta lira, 
que mon cor te adora: 
abrassét en amor y no en ira, 
Perdona ma osadia 
que per servirte a tu yo moriria. 

En el romance que sigue, agotó Bover la suavidad de sus tonos, e hizo triunfar el tiernísimo dialecto mallorquín. 

No te espantes que yo cant, 
perque men pren com es cisna, 
qui cuant ya no te esperanzas 
contant acaba sus dias. 
Com veix que ma desventura
de poder parlarte hem priva, 
de est molt que ma vida acapia, 
puis de aliment me servia. 
Mos ulls llamentan y ploran, 
mon cor se romp com a vidra, 
mas entrañas se arrebasan, 
ma esperanza se mostia etc. 

Pertenecen también al siglo XVII Jaime Pujol abogado, autor de un poema en elogio del serenísimo infante D. Juan, y el doctor Antonio Gual, presbítero y canónigo de esta santa iglesia, digno imitador de Góngora. Entre otras poesías de este último tenemos el poema épico que escribió en 1646 con motivo de la pacificación de los partidos que dividían la nobleza mallorquina. Sus versos son excelentes, y como muestra de ellos copiaremos las octavas que siguen: 
….....
El puesto de dos vallas guarnecido, 
y en ellas dos informes arrimados 
bultos, que de lo humano se han vestido 
al yerro de las lanzas destinados: 
un duro azote de la diestra asido, 
y de sendos broqueles amparados; 
vestida ricamente de oro y grana 
el aurora salió aquella mañana. 
…....
Despertaron al sol confusas voces, 
festivo aplauso, alegres alaridos 
del vulgo y de la plebe que veloces 
se anticipan al puesto mal sufridos, 
No Ceres tal, a las villanas hoces 
los campos da de espigas guarnecidos, 
como se vieron por distancias tantas 
cubrir la arena las humanas plantas. 
…........
Juan Odón de Togores se descubre 
sobre un delfín terrestre que de estrellas 
la escama siembra de oro, que le cubre, 
de blancos grifos con labores bellas: 
su faz, que nube del plumaje encubre, 
por el campo marcial siembra centellas: 
y habiéndose ostentado reverente 
de su mantenedor se puso enfrente. 

Cuatro veces al son de los metales 
los polos de cristal se estremecieron; 
y del averno oscuro en los umbrales, 
de las herradas plantas se sintieron 
otras tantas los golpes desiguales 
con que el globo los brutos sacudieron, 
dejando con airoso movimiento 
de astillas cada cual poblado el viento. 

En el siglo XVIII florecieron don José de Pueyo y Pueyo, marqués de Campo Franco, que hizo ostentación de su excelente numen en la multitud de poesías que compuso en latín, castellano y francés: don Miguel Bover y Ramonell, autor de la comedia titulada la conquista de Mallorca, de la que habla Moratín en sus Orígenes del teatro español: el padre Ramón Nicolau, monje cartujo, que escribió en verso latino hexámetro la vida de Jesús, María y José: el doctor don Antonio González que tan al vivo expresó su melancolía y tristeza en su Teatro de la muerte, y don Luis Focos traductor de la Merope de Maffey y de la comedia El enfermo imaginario de Moliere y autor de un poema épico de la conquista de Orán. 
Difusos seríamos si hubiésemos de hacer mención de los poetas mallorquines del siglo XIX, y más difusos si hubiésemos de detenernos en el examen de sus producciones. Sin embargo, no debemos pasar en silencio los nombres de don Antonio Llodrá, don Juan Nicolau, don Juan Muntaner y García, canónigo de esta santa iglesia y arzobispo electo de Caracas, don Leonardo Planes, don Nicolás Armengol, don Nicolás Campaner, oidor de esta real audiencia, don Pedro Andreu y don Vicente Far. Todos ellos han dejado 
conceptuosos versos y de todos ellos hemos hablado detenidamente en nuestro diccionario de escritores mallorquines. 

De los que actualmente viven omitimos hacer mención, atendida la diversidad de su mérito, temerosos de herir la modestia de los unos, hablando de ellos con el elogio que merecen, y la susceptibilidad de los otros, pasándolos en silencio. 
Palma 19 de octubre de 1850. 

JOAQUÍN MARÍA BOVER. 

viernes, 29 de octubre de 2021

POESÍAS FANTÁSTICAS EN MALLORQUÍ. Tomás Aguiló.

POESÍAS FANTÁSTICAS 

EN MALLORQUÍ 
PER
D. TOMÁS AGUILÓ.

PALMA.
IMPRENTA DE D. JUAN GUASP.
1852.
POESÍAS FANTÁSTICAS   EN MALLORQUÍ  PER  D. TOMÁS AGUILÓ.


Y era s' únic que tenia!  L'estimava amb un etcls,  Que cent añs de purgatori  Per ell haguera sufrid.




I.

Recolsada á sa finestra,
Que dóna enfront des camí,
Tota sola guaita y plòra
Sa Contessa de Vallric.

Bé té que plorar cuant pensa

Qu' encesa guerra civil
De dòl vesteix sas personas,
Y de sang réga 's pals.

Cada dia heyà batallas,
Heyà incendls cada nit,
Y es Conte es homo que sempre
Cerca es lloc de mes perill.

Pero encara major pena
Està covant dins son pit:
Un mes fa que ni noticias
Ha rebudas des seu fill.

Y era s' únic que tenia!
L'estimava amb un etcls,
Que cent añs de purgatori
Per ell haguera sufrid.

Un dia sabé son pare
Que á pesar de s' odi antig
Festetjava sa jermana
D'un cap de s'altre partid;

Y ple de rabia paraulas
Molt amargas li va dir,
L'enjegà des seu castell,
Fins y tot el malehí.

Sa Contessa en và plorava,
Ell en và's mostrà summls:
De bronzo era's còr des Conte,
De bronzo era y no cedí.

Es fill abrassà sa mara,
Desesperad va partir:
Ningú d' ell n'ha duitas novas,
Ningú diu que l'haja vlst.

Mentras tant que sa Contessa
Llamenta sucés tan trlst,
De sas tropas victoriosas
Sent sa bulla y es trapitj.

Ets uls plorosos s'axuga,
Qu'ha de rebre son marit,
Y, més qu'esserbó, temia
Mostrarli qu'era infells.
Cuant tots dos plegads estavan,
Y éll anava á referir
Sa batalla qu'ha guañada,
Entra un page que li diu:

- Señor Conte, qu'hem de fer (en el original, los guiones son =)
Des prlsioners que tenim?
- Cap de Deu! quina pregunta!
Sabeu cuants son?- Trenta cinc.

- Cercau trenta cinc ausinas,
Cercaulas ran des camí,
Anau allà'ont venen còrdas,
Y compraune trenta cinc. -

Y mentras tant qu'axò deya
Tira en terra uns cuants florins:
No 's es page qui 'ls aplega,
Qui ‘ls aplega 's es bochí.

Sa Contessa tremolava,
Y girantse molt humil
Digué: Perdonaulos, Conte,
Per amor des nostro fill.

- Sabeu, señora, qu' á Júdas
No'l perdonà Jesucrist?
Sa sort de Júdas espera
A tots es meus inimigs. -
Des cap d' unas cuantas horas,
Y un pòc entrada sa nit,
Amb so Conte y sa Contessa
Sopavan es seus amigs.

Un dells estorad esclama:
Gust de sang deixa aquest vi!
Ets altres d'axò s'espantan,
Es Conte d'axò s'en riu.

Pero axuxí veu q' un jove
Se'n entra sensa permis,
Davés sa taula s'acòsta,
Y señas li fa amb so dit.

Amb sa cara tota blava,
Escabeyad, mal vestid,
No creg que'l pogués coneixe
Ni sa mara qu'el parí.

Callava com una estatua,
Amb sa ma duya un vencis,
Y per tot es còll mostrava
Señals de que ja ha servid.

Devant aquella figura
Ja totom s' estremordí:
Ningú tastar res gosava,
Ningú tenia apetit.
Esglayada sa Contessa
Totduna perdé es sentids,
Y tremolant també es Conte
Crida: Qué cercas aquí?

- Qu'em compreu aquest dogal,
Que ja mes no'l necessit,
Y en tendreu si altra vegada
Feis penjar un altre fill.


II.

Com s'argelaga florida
Que s'estufa á s'uy des sòl,
Y pareix qu'entre sas matas
Ressalta vestida d'òr;

Axí n'era s'hermosura
D'un ninet que dava goig,
D'un ninet que de sa mara
Alegría era y consol.

Sa mara un dia el va pèrdre
A sa vorera d'un bosc,
Cuant per demunt sas muntañas
Comensava á guaytà 's sòl.


Es ninet totduna plòra;
Pero prest axuga 's plors,
Y camina, y may s'atura
P'es camí que veu mes prop.

Y mentras tant que fa via,
Sensa may pendre repòs,
Sent es bèl de sas auveyas,
Sent es cant des rossiñols.

Mira es camp que tot verdetja,
Y el veu brufat á radols
De floretas molt garridas
Que li roban es seu còr.

Ja 'n el mon res li fa falta:
Cuant allà té tantas flors
No es estrañy qu' olvid sa mara
Ni qu' olvid sa seua sort.

Tant sòls floretas desitja,
Amb ellas pensa tan sòls,
Y mentras passa en replega,
En replega sas que pòd.

Veu despues lloir en terra,
Com crestay ferid d'es sol,
Una cosa que l'encanta
Y un florí li assembla d'or.
El cuy tot ple d'alegría,
Dins sa ma l'estreñy ben fòrt,
Y camina, y may s'atura,
Y un torrent troba llevò.

Goijós se mira dins s'aygo,
Y tan prest com passa es pont
Aquells camps ja no verdetjan,
Ja noy cantan rossiñols.

Mes amunt tres veyas troba,
Tres veyas que li fan pò,
Que li surtan al encuantra
Y si acostan á poc poc.

Una va de peus descalsa,
Y d'enagos non du tròs;
A s'altra qu'es contrafeta
Li tremola tot es còs.

S'altra que va mes enrera,
Abrigada amb un llansòl,
Té's dits que d'aubóns pareixen
Y se cara assembla d'òs.

Amb ell se n'aplegan duas,
El saludan, y amb vòl
Una li prén sas floretas,
S'altra li roba 's tresor.
Es ninet á plorà 's pòsa,
Sen devalla per un ròst,
Y camina, y may s'atura,
Y sas alas sent d'un còrp.

Un monastir descubreixen
Y ell pregunta: qu'es allò?
Y sas veyas li responen:
- Mira, nin, es sòl qu'es pòn.

- No sentiu uns còps d'axada?
Qué son, jermana, aquests còps?
Respon se veya: - Es un monjo
Que per tomba cava un clòt.

- No sentiu unas esquéllas
Que tenen molt trist es sò?
Respon s'altra: - Son campanas
Qu'allà baix tòcan de mort. - (Qu allà al original)

Y s'altra que sempre calla
Y derrera anava un pòc,
S'acosta 'n es nin, el besa,
Y li diu: - Es sòl ja 's pòst.



III.

Com se mostían y cauen,
Esfuyadas baix des brots,
Sas flors qu' eran s' alegría
D' aquest jardí tan hermos!
Floretas blancas y blavas
Floretas de cent colors,
Ramells no faré de voltros
Ni vendré ja á regarvos:
Adios, floretas, adios.

De lluñy s'en vénen sas ónas,
De lluñy las du sa maró,
Y cap n' arriba á sa plaja
Que totduna no s'en torn.
¿Es que cercan altra terra,
O 's qu'es pèrden dins es fons?
Si sabeu, mara, d'ont vénen,
¿Ahont van eu sabeu vos?
Ay! onas, adios, adios.

Ja s'en van sas oronellas,
Que de prest vendrán es tords,
Y aquests dias tan alegres
Serán dias de tristor!
Es peñals de neu blanquetjan,
Es mestral despuya es tronchs,
Y an es còr també l' despuyan,
També 'l gèlan sas fredós.
Adios, alegría, adios.

Aquells qui tastan sa vida
Li troban un gust tan dols,
Y cuant menos eu esperan,
Qu'es d'amarg es derrér glop!
Si d'entre ses mans mos fujen
Sas esperansas del mon,
¿Per qué es cor d'un plé qui'l mata
N' está sempre desitjos?
Adios, esperansa, adios.


¿Per qué heyá flors que matsinan
Cuant tenen tan bon olor?
¿Per qué en so blau de sas onas
Es blau del cel se confon?
Per qué tot crestay s'entela?
Per qué tot miray se romp?
¿Per qu' han de venir sas ditxas
Si vénen per deixarmos?
Adios, ditxa meua, adios.

Des seu cavall que s'alluña
Es trapitg qu'es ja de sord!
Y encara derrera ets abres
Axeca un nigul de pols.
Es nigul s'escampa al ayre,
Es trapitg es perd del tot:
Ja may mes sobre la terra
Tornarem á veuremos.
Adios, per á sempre adios.

Sentiu, mara? sentiu mara?
Aquests aglapits, que son?
Es meu còs tot s'escarrufa;
Ay mara, quin tremoló!
¿Será ver axó que diuen,
Qu'es ca d'es nostro pastor,
Cada pich qu'es fosser passa,
Es pòsa á lladrar furiós?
Adios, vida meua, adios.

Allá demunt sa muntaña
S'axeca una vermeyó:
Si 's es sòl que ja 's vol pondre,
Com axí 's pòn tan dejorn?
Es niguls vermeis s'apagan:
Quin nigul s'en vé tan fosch!
Tot el cel es ja tan negre
Com si mitja nit ja fos!
Adios, llum del cel, adios.

Ay mara, es meus uis s'aclucan!
Ay mara, preniume es pols;
¿No 's un ángel d'alas negras
Aquest qu' ara em besa es front?
Veig una paloma blanca,
Darrera ey vola un falcó;
Y s'en pujan, y s'en pujan,
Ja no veig á cap des dos.
Adios, mara meua, adios.

IV.

Ey havia un gran señor
Qu' habitava es seu castell,
Y á la vila no lluñy d'ell
Ey vivia un llaurador.

Una filla aquest tenia
Blanca y róssa, jova y bella:
Es señor perdud per ella
S'abrasava nit y dia;

Pues per tot aquell contorn
No se tròba cap fadrina
Que tenga cara mes fina,
Ni qu' amb mes graci s'adorn.

Cada volta que ell la veya
Son amor li ponderava,
Y ella totduna es tornava
Com la grana de vermeya.


Y si li diu que l'adora,
Y davés ella s'acosta,
No reb may altra resposta:
- Vos sou Conte y jo pastora.

- Pues per tú pastó 'm faré,
De grandesas ja 'stig fart.
- Ay Conte, qu'eu vengud tard,
Un altre es meu còr ja té. -

Es Conte fòra de sí
S'amaga dins un torrent,
Y cuant ja no passa gent
Se planta es mitg des camí.

Poc despues veu compareixe
Un jove que s' en venia;
Era es jove qu'ell volia,
Es rencor ley féu coneixe.

- Mira, li diu, tu 'm fas nosa,
O tú 'm matas ó jo 't mat:
Un des dos d'aquest combat
En jeurá devall sa llosa. -

Y s' espasa li ofereix
Qu' ell no vòl de cap manera;
Pero 's Conte es desespera
Y amb sa daga l' envesteix.
Es combat acaba pronte,
Aquell jove dóna un crit,
Perqu' es tem que dins es pit
Li afica sa daga es Conte:

Y antes de caure en es fang,
Sa sang que li ratja empara,
Y an es Conte per sa cara
Tira un glop d' aquella sang.

Es Conte la se fa neta
En sas aygos d'es torrent,
Y an es mort el du rebent
A 'nterrar dins una pleta.

Tres ò cuatre nits despues
S' en entra á ca sa pastora,
Qu' es seu estimad añora,
Y res sap de aquell sucés;

Y com la veu tota sòla,
Y com la veu tan hermosa,
Y com la veu desdeñosa,
S' enardeix, es céga, es vòla,

L' agafa per sa ma blanca,
Dins un cuarto la se'n du,
Y amb còr tan ardent com du'
Sa porta des cuarto tanca.
- Estimad meu, ajudem, -
Sa pobre pastora crida,
Y cau totduna 'smortida,
Y de cuant passa no 's tem.

No 's tem qu' un fantasma blanc
Sen entra y as Conte mira,
Y amb ma tota d' òs li tira
Per sa cara un glop de sang.

No 's tem que storad y fred
Es Conte fuig al moment,
Y corre an aquell torrent
Com un céro mort de sed.

Pero 'n va 's rentá sa cara,
En va fonc es seu trabay;
Londemá dins un miray
Tacada la 's véu encara.

Dins un cuarto se tancá,
Y á las foscas, y tot sol,
Ni una finestra obrir vol,
Ni un des páges deixa entrá.

Y cuant es ja bé de nit
An es torrent s' en devalla,
Y es rénta, y es rénta, y calla,
Y s'en torna an es seu llit.
Y cuand ja qu' es auba creu
Sols obri una retxilléra,
Devant un miray espera,
Y sa sang encara veu.

Y axò passa cada dia,
Y tots diuen que s'amor
Ha causad an es señor
Una 'straña malaltía.

Y de sèt añys per espay
Cada nit se cara es rénta,
Y cad' auba li presenta
Aquella taca 's miray .

V.


Ahónt va sa pajeseta?
Ahont va tan dematí?
- Jo m'en vaig á cohir rosas,
Qu' un ramell ne de cohir.
- Qué mes rosas que sas teuas?
Quin ramell vòls mes garrid?
- Sas rosas qu' á mi m'agradan
Son sas rosas d'es jardi.

- Oh! no y vajas, pajeseta,
Qu' encara es molt dematí.
- Fan mes bò plens de roada
Es rosérs qu' están florids.
- No sabs tú que sas ponsellas
Fins mes tard no s' han d' obrir?
- Sas rosas mes acopadas
Es colors ténen mes vius.

- Oh! no y vajas, pajeseta,
Si es per tu qu' han de servir.
- Ó serán per mi sas rosas,
Ó serán per qui jo 'stim.
- Deu t'en guard que succeyesca,
Deu t'en guard d'aquest perill.
- S'estimad allá m'espéra
Y éll ne cuy devora mí.

- Oh! no y vajas, pajeseta,
Conversem un rato aquí.
- S'estimad em reñaria
Si fés falta en es jardi.
- Qu' has de fer d'aquestas rosas
De que mòstras tal desitg?
- En teng d' anar carregada
En es ball d'aquesta nit.

- Oh! no y vajas, pajeseta,
Per la Verge t'ho suplic. -
Pero res ella s'escolta
Y segueix es seu camí.

- Per qui tocan sas campanas
Amb un sò tan llarg y trist?
- Tocan tréts per una jova
Que flors anava á cohir.
- Per qui ploran sas fadrinas?
Per qui ploran es fadrins?
- Ploran tots sa pajeseta
Que ha picada un escorpí.

- Si es axí, per quina causa
No van tots de dòl vestids?
- Es que tots aquí venian
En es ball d'aquesta nit.
- Y com es que es seu baúl
Vermeyetja vist d' aquí?
- Es que el tapan tot sas rosas
qu' ha cohid vuy dematí.

VI.

Magnífica es sa colcada
Qu' acompaña se novía
Des castell de Roca-freda
A s' iglesia de la vila;

Cavallers, y hermosas damas
Cubèrtas de joyas ricas,
Pages amb ricas llibrèas,
Cambréras tot enllestidas.
Es juglars que cantan glòsas
Van devant, y entr' ells s'afican
Ets atlòts amb cañas verdes
Y amb ramells de flors sas ninas.

Cent atxas de vent encesas
Fan llum á sa comitiva,
Perqu' abans de trencar s' auba
Des castell era sortida;

Y passant per boscs espessos
Assemblan de lluñy espiras,
Que s'encénen y s'apagan
Per entre matas y ausinas.

Es noví n'está tot gloria
A 's costad de sa qu' estima
Mes qu' es còr que li batega,
Mes qu'ets uys amb que la mira:

Perqu' es pura com un ángel,
Segons sa fama eu publíca,
Y es nobble com una reina,
Y es com un sòl de garrida.

Ben cert li tendria enveja,
Si tengués encara vida,
Un cosí d' aquesta dama
Qu' en es seu castell vivia.
Amb uys ardents la mirava,
Y per mala sòrt un dia
S'en ana axuxí á la guerra,
Y caygué ple de feridas.

De tal desgraci al pereixe
Poc s'en dolgué sa cosina,
Si bé des cap d' alguns mésos
Tirá llarga malaltía.

Bona ja, sovint la veyan
Tota sola, pensativa,
Com si dugués aficada
Es mitg des còr un' espina.

D' un torrent á sa vorera
Es capvespre anar solia,
Y allá s'asseya, y s'estava
Com si 's quedás adormida.

Molts de Contes y Marquesos
Sa ma seua pretenian,
Y ella sempre á tots los deya,
Qu' es seu còr á cap s' inclina.

Pero tant pregá son para,
Tant rallaran sas amigas,
Qu' á la fi doná esperansas
A Don Juan de Tornamira.
Per cumplirli sa promesa
A l' iglesia s' encamina,
Amb so vel tirad derrera,
De vellut y d' or vestida.

Ets seus uys no resplandexen
Tant com antes resplandian;
Pero encara es tan hermosa
Qu' á Don Juan bé l'encativa.

- ¿Per qué, li diu, prenda meua,
T' he de veure tan alisa,
Cuant tot lo que mos rodetja
Es perfums des goig respira?

- No sents un infant que plòra?
- Son aucells qu' alegres piulan.
Mira, mira com claretja
S' auba de sa nostra ditxa! -

Cuant mes s' acosta á l' iglesia
Sa dama 's pòsa mes trista,
Ets seus uys li llagrimetjan,
Y de tant en tant suspira.

- Ara si qu' estig segura:
No sents un infant que gisca?
¿Per qué, si no 'l vòl sa mara,
No l'entregan á una dida?
- Cap infant per aquí plòra.
Serà es bèl d' una cabrida.
¿No las veus qu' están d' alegres
Pasturant per sa garriga? - (Çagarriga : apellit, cognom)

Mes anvant d' aygo que corre
Sent sa remor per desditxa,
Y es torna axuxí mes blanca
Qu' es seu vel de mossolina. (muselina)

Ets seus uys en plòrs esclatan,
Y cuant an es pònt arriba,
Els-a clava demunt s'aygo
Qu' es sòl ixent illumina,

Y amb un crit de mort esclama
«Salvaulo!.. per Deu!... feis via...,
Aquest pobre infant se néga,
Y encara no tres dias! (Y encara no té tres dias?)

No 'l veis qu' alsa sas manetas?
Qu' es seu cossét tot s'avincla?
Treislo...; donaré á qui 'l trèga
Mon collar de pèrlas finas. »

Sustads d' aquestas paraulas
Tots van cercant amb sa vista,
Y sols prop d' una jonquera
Veuen s' aygo qu' es movia.
Ella p' es front sa ma 's passa,
Y entre dénts y empagäida,
«Teng pò, diu, de tornar loca,
M' engana sa fantasía.»

Y es qui cualcan devòr' ella
La segueixen y caminan,
Tots amb sa boca tancada,
Tots amb sa cara mostia.

Cuant arriba n á l' iglesia
Tot saluda sa novía;
Ets òrgas amb veus solemnes,
Sas campanas que repican,

Es ciris á mils encesos,
Es domassos, sas catifas,
Y sa gent de tot es pobble
Que davés s' altar s' apiña.

Poc despues, cuant es prevere,
Revestid per dir se missa,
Li pregunta, si sé' esposa
De Don Juan ella volia;

Com si tocás una brasa
Sa ma totduna enretira:
Un nó sec allá retròna,
Y en redó 'sglayada gira.
Surt, pren es cavall, s' en munta
Li dona tota sa brilla, (brida)
Y corrent corrent s' en torna
An es seu castell fadrina.

Pero un altre pich s'atura
Demunt es pònt, s' aygo mira,
Y á 'n es qui vénen derréra
«Salvaulo! Salvaulo! crida.

No 'l veis qu' está demunt s' aygo?
No 'l veis qu' em demana vida?
Fill meu!....» Y estenént es brassos
An es riu de cap se tira.

VII.

Cuant es mitja nit en punto,
Y ses buscas d' es rellotje,
Com á jermanas parugas
S'arramban lo mes que pòden;

Tocan dotze campanadas
Que dins sas tombas retrònan,
Y a'n es morts els-a despertan
Mentras tant qu' es vius s'adormen.


Heyá llòsas que tremólan,
Heyá llósas que no 's mouen,
Heyá sombras que s' axecan
Y es cementeri revoltan,

Com a processó de monjos
Qu' en contemplació devota
S'hora baixa fan els passos,
Y es claustro en silenci rodan.

Una mara desdichada
Cada vespre en aquest' hora
Anava á plorar sa filla
Y á seura demunt sa fossa.

S' amor qu' en son pit conserva
Li dona coratje y forsa,
Y no té pò de sa fósca
Ni de quedar tota sola;

Perque á mitja nit en punto
Dotse campanadas tocan,
Y un suspir sent com un eco
Des suspirs que ella renova.

Y encara que res mes sénta
D' aquell poquet s' aconhorta,
Y antes que s' en vaja dóna
Cent besadas á sa llòsa.
Una nit, però, molt fosca,
Aquella mara allá 's troba
Mes que ses altras vegadas
Plorosa, afligida y groga.

Aquell suspir no li basta,
No li basta estar defòra
Parlant amb sa seua filla
Sensa qu' ella li responga.

Y li diu: - Filleta meua,
Per què no 'm dius cualque cosa?
¿Per què 'm plañs una paraula
Y aquest trist consòl em robas?

Respònme, que som ta mara,
Qu'un añ just fa vuy que 't plòra,
Y densá que tu li faltas
Sa vida que té li sobra. -

Axò plorant repetia,
Y una veu sentí llevònses,
Com per derrera sa grasa
Es sént sa veu d' una monja.

- Ay mara, mara estimada,
Per què veniu tota sola?
¿Què s'ha fet es qui m'havia
Donat d' amor tantas pròvas?
Per què s' última no'm dóna?
¿Per què cada nit no posa
Un ramell de flors y murta
D'es meu sepulcre á sas portas?

Per què no vos acompaña?
¿Per què aquí ja may s' acosta,
Y aloménos sentiria
Es suspir qu' eus aconsola?

- Filleta, filleta dolsa,
D' éll no' n vulgas sebre novas:
Si aquí tens ta pobra mara,
Tots ets altres qué t' importan?

- ¿Què m' importan, deis? ay trista!
¿Es posibble que tan pronta
M'olvid s' ingrat, y qu' un altra
D' un còr qu' era meu disponga?

- No penses amb éll filleta;
En aquest moment tal volta,
Per sa primera vegada,
Abrássa á sa seua esposa.

- Anau, no torneu ma mara,
No m' estigueu pus devora;
Es meu suspir vuy acaba,
Ara ja del tot som morta.
VIII.

- Per una Contessa em deixas?
Per ser Conte m' abandonas?
¿Y no tens pò d' una ditxa
Qu' et còsta sa meua afronta?

¿No 't recorda ja com deyas
Qu' era jo sa mes hermosa,
Y ara em deixas per qu' un altra
Es mes rica y mes señora?

¿Còm havia jo de creure
Qu' unas paraulas tan dolsas,
Poguessen, per durme á pèrdre,
Sortir de boca traidora?

Tu qui 'm pots mirar no 'm miras
Y si 'm mira cap persona,
M' hauré de tapar sa cara
Tota plena de vergoña.

Jo 'stig plorant y tu frissas?
Véten, ingrat, y no tornes,
Que si t' en dus s' esperansa
No vuy res mes que una tomba. -

Ets àbres mudan sas fuyas,
Ets aucells mudan sas plomas,
Y devant amors que vénen
Ets amors passads s' esborran.

Don Jordi parteix, y deixa
Plorant á Dona Ramona,
Que te es còr de pedra mabre
Y aquells plòrs no 'l poden rompre.

Era ja lluñy de la vila,
Y passant per una cóma,
Troba un pobre véy que resa
Y li demana llimosna.

Per no aturarse sisquéra
Es temps de trèure sa bossa,
Li passa de llarg, y es pobre
Esclama ab veu llastimosa:

- Que sia aquest Pare nostro
Per s' ánima d' una jova,
Qu' es morta vuy de sa péna
Que li dava sa deshonra. -

Don Jordi qu' eu sént, es gira,
Una volta fa radona,
Y tan sols veu que s' alluña
Una cosa com un' ombra.
Poc dura demunt sa plaja
Sa blancor que fan sas onas,
Y devant amors que vénen
Ets amors passads s' esborran.

Molt de préssa va Don Jordi,
Y cuant comènsa á fer fosca
Descubreix iluminadas
D' un castell antig sas torres.

Sa Contessa á sa finestra
Plena d' ansi 's minuts conta,
Y troba que poc l' stima
Cavaller que tant se torba.

El veu á la fi qu' arriba,
Y com el veu que tant corre
Tot es seu disgust s' espassa,
Es seu còr tot ley perdona.

Mentras tant qu' es dos se parlan
Y parlant mes s' enamoran,
Un suspir de part derrera
Sa conversa vé 'interrompre.

Don Jordi qu' el sént, es gira,
Aquell suspir el trastorna;
Ja no escolta sa Contessa,
Es silenci sols escolta.
Y encara qu' á ningú veja
No es possibble qu' el confonga,
Perque bé sap qu' es aquella
Sa veu de Dona Ramona.

Sa roada es camps platetja,
Es sòl axuga sas gotas,
Y devant amors que vénen
Ets amors passads s' esborran.

Es vespre mateix Don Jordi
Dins sa capélla en gran pompa,
A sa Contessa qu' estima
Sa ma com espòs li dona.

Ja mes content no 'staria
Si alcansás una corona,
Ni ella si reina la féssan
N' estaria mes goixosa.

Despues d' un sarau magnífic,
E' una gran sala qu' adornan
Dràp de ràsos y catifas,
Es novís alegres sopan.

Molts de señors, molts de pàges,
Sas damas qu' heyá son moltas;
Pero en graci y hermosura
Sa Contessa guaña á totas.
Acabada ja sa festa,
Esgotadas ja sas copas,
Es novís sa despedeixen
Dets amigs que tant els honran.

Just com entran dins es cuarto
Toca es rellotje las dotze,
Y enb una friseta negra
Es cobrillit se transforma.

Cuatre atxas de cera groga
Estan cremant dins s' alcova,
Y demunt es llit estesa
Una jova blanca y rossa.

Inmòbil Don Jordi es quéda,
Axò que veu l' aborrona,
Péga un crit, y mes paraulas,
No li surtan de sa boca.

Sa Contessa crida auxili,
Es criäds, es pàges corren;
Per tot miran, y sols veuen
A Don Jordi qui tremola.

Mentras tant un altre pàge
Entra y diu á sa señora:
Are han vengud á fér sebre
Qu' es morta Dona Ramona.
IX.

Espòs meu, tu qui m' estimas
En s' ardor que jo t' estim,
Per què ets uys te llagrimetjan?
Per què vas tan pensatiu?

Per esser tots dos ditxosos
Lluñ del mon tots dos vivim:
Si som jo sa teua gloria,
Per què 't veitg tan afligid?

- Si es ver qu' ets sa meua gloria
Per què te alluñas de mí?
¿Per què t' en vas tota sola
A plorar devòra es riu?

- M'has vista tu que plorava?
No 'n fassas cas, no: jo 'stig
Devòra tu tan contenta!
Jo som en tu tan felis!

- Em dius tú qu' ets venturosa
Y plòras mentras m' ho dius?
- ¡Espòs meu, si tu sabéssas
Lo que tant me fa patí!


- ¡Si sabéssas quina péna
Té es meu cor tan oprimid!
- Un añy fa que mos casárem.
- El fará demá matí.

- Cuant sortiam de l' iglesia
Ple de goig sentia es pit,
Y topárem una veya
Asseguda en es camí.

Totom diu qu' es una bruxa
Que te pacte en s' inimig,
Y s' acostá y á s' oreya
Axó no més em va dir:

«Abans de qu' es sòl se pònga
Conta sas flòrs des jardí. »
- Y cuantas flors ey trobares?
- Trescentas xexanta cinc.

Cada dia els he contadas
Y em tremolavan es dits,
Y una flor, se mes hermosa.
Em faltava cada pic.

- ¿No sabs tu qu' heyá un astròleg,
Que fa molt de temps que viu
Dins una torre esfondrada
D' aquell castell tan antig?
Cuant sortiam de l' iglesia
S' acostá devora mí,
Y amb una veu molt profunda
Em doná aquest sòl avis.

«Contarás bé sas estrellas
En punto de mitja nit.»
- Y cuántas estrellas véres?
- Trescentas xexanta cinc.

Cada vespre els he contadas,
Plorant casi com un nin,
Y s' estrella mes hermosa
Em mancava cada pic.

Mira el cèl, qu' está de negre,
Mira 'l que demá matí
No tendrá ja cap estrella.
- Ni cap flòr tendrá 's jardí.


X.

¿Veus aquella polsaguéra
Qu' alsa corrent un cavall?
Sents que tròta? Sents que tròta?
Qui li cualca no s' Don Juan?

- Ay mara, la meua mara,
Prest á sa torre pujau,
Y mirau si 's cavallér
Demunt sa terra ombra fa.

- ¿Qué me dius, filleta meua,
Qu' em vols di' amb aquest esglày?
Ton marid es el qui vé.
- Mon marid qui 'm vé á matar.

- Qué me dius, filleta meua?
Si es éll qui t' estima tant!
- Ay mara, la meua mara,
Tot vos ho hauré de contar.

Ja sabeu qu' un més havia,
Sols un més qu' eram casads,
Cuant per desgraci á la guèrra
Don Juan s' en hagué d' anar.


Per recordansa una prenda
Jo li deya qu' em deixás;
Que fos gelós no sabia,
Y éll s'ombra seua em deixá.

Cuant s' en anava, en es pàti
Sols feya ombra es seu cavall,
Y á sa pared d' es meu cuarto
Sa seua ombra es va quedar.

Sèt semmanas se passaren,
Y un capvespre p' es meu mal
An es page qui 'm lletgia
Fito fito el vaig mirar.

S' ombra qu' era molt obscura,
Que llevónses era igual
A sa qu' en punt de mitg dia
Ets abres en terra fan,

Poc á poc, ay mara meua!
Ménos fosca es va tornar,
Com si una boyrina clara
Baix d' es sòl s'hagués posad.

Sols tres dias se passaren
Y es page em besá sas mans;
S' ombra era com sa d' ets abres
Cuant sa lluna está en es cuart.
Sols tres dias se passaren
Y es page s' ajonoyá;
S' ombra era com sa d' ets abres
Cuant el cèl está 'strellat.

Ay mara, la meua mara!
Qué mes vos teng de contar?
No havian passad tres dias...
S' ombra del tot s' apagá.

- Sents, sents el cavall que tròta?
El cavallér entra ja,
Y antes qu' el mirás s' esposa
Totduna en tèrra mirá.

Y tan prest com mirá en terra
Un crit doná molt amarg,
Y entre es brassos de sa mara
Desmayada va tombar.

- Correu pàges, correu pàges
Veniu prest aquí Don Juan,
Qu' ha causad á vostr' esposa
Tanta alegría un desmay.

- Mara, mara descuidada,
D' alegría no será:
Será qu' ha vist sa meu' ombra
Y li ha féta faredad.
Jo m' en vaig aná á la guèrra
Com un cavallér honrad,
Es meu còs ombra no feya,
Sols ne feya 's meu cavall.

Sèt semmanas se passaren
Y un poc d'ombra 'm va sustar:
S' ombra era com sa d' ets abres
Cuant el cèl está 'strellat.

Sols tres dias se passaren
Y em vaig teme qu' en es camp,
Feya ombra com sa d' ets abres
Cuant se lluna está en es cuart.

Sols tres dias se passaren,
Y jo m'en venia aviat,
Qu' aquella ombra 'm perseguia
Com s' inimig mes fatal;

Poc á poc s' enfosquí s' ombra
Just com sa qu' ets abres fan,
Cuant una boyrina clara
An es sol li está devant.

No havian passad tres dias,
Tota s' ombra feya ja,
Y es precis qu' an aquest' ombra
La cubresca jo de sang. -
XI.

Què 's de llàrg aquest camí!
Aquest sòl què 's de calent!
Jo 'm múir de sed, y no sent
Remor d' aygo per aquí!

Pastoret, bon pastoret,
Axí Deu te beneyesca,
¿No 'm darias aygo fresca,
Que m' estig morint de sed?

- Seguiu, jermà, per amunt,
Entrareu dins una plèta,
Y si preniu per la dreta
Un torrent veureu al punt.

- De polls gròssos un apleg
Desd' aqui comèns á veure,
Allá si que podré beure...
Ay, qu' es torrent está sec!

Traginér, bon traginér,
Qu' á ciutad anau cap dret,
Jo m' estig qu' em múir de sed,
No 'm direu que teng de fer?


- Seguiu per amunt, jermà,
Passareu per prop d' un hort,
Y veureu per bona sort
Qu' una síni han féta allà. (sínia, sénia: La Cénia, Tarragona)

- Ja 'm pareix veure es cintéll...
Ay quin clòt! qu' es de farest!
Qu' es de fondo! y no heyá rest
Per tréure un poc d' aygo amb éll.

Jo m' estig morint de sed:
Llauradó, bon llauradó,
Daum' aygo, axí Deu vos do
Aquest añ un bon esplet.


- Entrau dins es bosc, veureu
Com un pont formad de peñas,
Y no lluñ d' aquestas señas
Una fònt ey trobareu.

- Es cap derrér veig es pont,
Jesus! quin bosc tan espès...
Cerc y cerc y no trob res,
P' en lloc pug trobar sa font.

Ja comèns á sentí 's fred:
Ay qu' es dia, es sòl s'en va!
Ermitá, bon ermitá,
Jo m' estig morint de sed.
- Fill meu, d' aquest bosc sortiu
Caminau, feivós avall,
Trobareu molt prest un vall,
Per sus mitg ey passa un riu. -

Per un caminoi estret
S' en debaixa es pelegrí,
Y abans qu' arrib á la fi
Prop des riu cau mort de sed.

Y l' entèrran dins uns fòssos,
Y s' aygo qu' en vé á la plena
Trascolant per dins s' arena
Li remuya tots ets òssos.


XII.

Per una cóma desèrta
S'en venia un pelegrí,
Cantant una cansó alegre
Amb un tò de veu molt trist.

De cada passa que dóna
Faredad li fa 's trapitg;
Y tots es abres que tròba
Están ò secs ò mostís.

Una iglesia á sa vorera
Va trobar de son camí:
Sas pareds té molt oscuras,
Es portal té molt antig.

Dalt una torre esfondrada
Va sentir gemecs seguids,
Com es d' una mara jova
Qu' ha perdud son primer fill.

Y era un mussòl qu' ey venia,
Qu' ey venia cada nit,
Y no sáben d' hont venia
Que ja may ningú l' ha vist.


Feya fosca, fosca negra,
Cuant entrar ey va dedins:
No y havia altar ni ciris,
Sols una tómba allá 's mitg,

Y demunt ey resplandia,
Amb un resplandor molt trist,
Un llantonér qu' aguantava
Llantons encesos á mils.

Alguns axuxí s' apagan
Perque s' òli han consumid,
D' altres que claror no davan
Se n' encénen axuxí.

Un mònjo heyá qui 's pasetja
D' un hábit negre vestid,
Y riu si un llantó s' apaga,
Si un s' encén dóna un suspir.

- O fraret, lo bon fraret,
Quín es aquest monastir?
¿Voldriau darme posada
Per aquesta santa nit?

- Aquesta nit será llarga,
En tèrra heurás de dormir,
Y no tèmas qu' et despèrtan
Fins qu' el mon fassa un croxid.
Jo som la mòrt: tots ets hòmos
Un llantó ténen aquí:
Cuant se seua llum s' apaga
Es señal qu' han de morir. -

Com tremola, com tremola
Concirós el pelegrí!
Té 'ts uys que li llagrimetjan,
Es seu còr fa s' esclafit.

Un llantó que s' òli acaba,
Li señalava amb so dit,
Y la mort li responia:
Es el teu, bon pelegrí.

- Possaumí un poquet d' òli,
Que som jove per morir...
Aloménos cuatre gotas,
Sols que bast per una nit. -

Pero sord éra aquel mònjo
Y es seus gemecs no sentí,
Ni li haguera dad consòl
Per mes qu' els hagués sentids.


A UNA FALGUERA.

Tot son flòrs á sa voréra
D' es màrges y d' es camins:
Es desèrt que mes trist éra
Floreix en sa primavéra
Com floreixen es jardins.

No falta, si bé s' obsérva,
Cuant vé son témps una flòr
Qu' adorna es brot de cad' herba,
Y s' hermosura consérva
Fins qu' es mostía y se mòr.

Una es blanca com s' estrella
Qu' es vel de sa nit esmàlta,
Un' altra per maravella
Es vermeya com se gàlta
De ruborosa donsella.

Una imita es grog de s' òr,
S' altra es blau del cèl mes fi,
Y també heyá cualque flòr
Que de colors un tresòr
Té com s' àrc de sant Martí.


Però may he vist que fés
Flòrs un' herba molt estraña
Qu' abunda p' es sementés,
Per sas comas y muntaña
De sa vila qu' estim més.

Es planta de forma rara,
Y per cèrt no merexia,
Qu' amb élla fos tan avara
Naturalesa qu' es mara
De tot cuant sa tèrra cria.

De molt esquisit trebay
Té sas fuyas sempre verdas,
Y es mitg de s' incult espày
Las òbri com un ventay
D' entreteyàdas esquerdas.

Y com es tan falaguéra
Que pareix de filigrana,
Encara que flòr no 'spéra
Li basta es nom de Falguéra (helecho)
Per mostrarse tan ufana.

Planta hermosa, ¿qui t' ha dad
Un nom que sòna tan dols?
Téns es nom mes agraciad
Qu' he sentid may entre 's molts
Qu' á sas hérbas han posad.
Que mo diguéssas voldria,
Si se meua veu enténs,
Perque té tanta armonía,
Que no 'l sént sens alegría,
Y t' estim sòls perqu' el téns.

Còsa es trista que no surta
Es mitg de sa teua pàuma
Ni una flòr de vida curta,
Cuant ne té se verda murta,
Cuant ne té se pòbre vàuma.

Cuant cad' añy de flòrs se vest
Tota planta hermosa ò lletja,
Sia qu' algun temps mes prest
La sembrasen dins un test
O nasqués dins una esquetja.

Emperó si ara 't recòrd
Aquesta desdicha teua,
Sols es per darte conhòrt,
Perqu' axí sa teua sòrt
S' asembla mes á sa meua.

Tú ets verda com s' esperansa,
Y mòrs antes de florí,
Per axò éts una semblansa
De s' esperansa qu' em cansa
Y may se cumpleix en mí.
Y molt mes que p' es paratje
Aquí hon te sòlc veure jò,
Molt mes que p' es téu fuyatje
T' estim perqu' ets un imatje...
Un' imatje d' es méu cò.