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domingo, 17 de octubre de 2021

LA CAMPANA DE LA ALMUDAINA, DRAMA ORIGINAL DE DON JUAN PALOU Y COLL.

LA


CAMPANA
DE LA ALMUDAINA,


DRAMA
ORIGINAL DE


DON
JUAN PALOU Y COLL.


I.


Isla
dorada llaman a Mallorca sus naturales, y bien pudieran llamarla Isla
de oro. Una sonrisa de Dios la hizo brotar llena de hermosura en
medio de las aguas del Mediterráneo. La cobija con amor un cielo de
azul claro, la orean aires puros y deleitables y sus entrañas
dadivosas pagan con usura la solicitud del hombre.
En las cumbres
de sus montañas altísimas crecen el romero, el boj, el tomillo, el
lentisco, el brezo, el enebro y la alhucema, cual si quisiesen
aromatizar de cerca el trono del Señor: más abajo se asientan y
fortalecen espesos bosques de pinos y encinas; en las laderas los
olivares hacen ostentación de su fruto bendecido, y en las faldas
mil viñas, huertas y jardines lujosamente desplegan su
pomposa ufanía. El marinero percibe desde lejos el olor suavísimo
de los limoneros y naranjales que piadosas le traen las auras del
mar. Corren por todas partes las aguas, ora sueltas y libres entre
olmos y álamos blancos, ora aprisionadas en multitud de acequias
toscas vestidas de yedra y musgo. El caserío de pueblos y aldeas,
tan pronto se encarama desparramándose por los riscos y pendientes,
cual bandada de palomas que hacen alto, como se ajunta y recoge en
hondos valles a manera de ovejas que se apiñan a los gritos del
pastor. El frecuente contraste que forman las magnificencias del
cultivo con los horrores más sublimes de la naturaleza salvaje, da a
los paisajes de la isla un carácter maravilloso de originalidad.

¿Qué mucho que trinen ruiseñores en un vergel tan floreciente
y deleitoso?
¿Qué mucho que en tan poético país haya poetas
de valía?


Rigurosa
justicia es, y nada más, dar entre ellos el asiento de preferencia a
uno de los restauradores más beneméritos del habla
lemosina
, Mariano Aguiló, que ha versificado siempre en
este antiguo y glorioso idioma, en menoscabo de la extendida
celebridad que merece, pero con singular provecho de sus propias
concepciones. Digno rival, a veces, de Tomas Moore, deslumbra
con la esplendidez de su fantasía exuberante, otras parece inspirado
por la musa de Schiller; tal es la profunda intención de su lirismo
y la magistral sobriedad que en sus baladas históricas y
tradicionales resplandece. Quien haya leído Esperanza, Una visita a
los muertos, El entendimiento y el amor, A un ciprés, A Dios, D.
Alfonso de Castelnegro y las poquísimas composiciones poéticas que
ha dado a luz aquel escritor, no encontrará ciertamente sobrado
nuestro elogio. - José María Quadrado, que goza de indisputable
nombradía en España como apologista católico, historiador y
publicista, es entrañablemente patético en El último Rey de
Mallorca, ideal y levantado en Aspiración, y revela gran fuerza
dramática en Armadans y Españols. Los verdaderos amantes de las
letras patrias deploran que ingenio de tanto valer no cultive
la poesía con ahínco y constancia. - Tomás Aguiló, aleccionado
tempranamente en la dura escuela del desengaño, toma por inspiración
su quejumbroso aburrimiento y traduce en estrofas la flojedad y
cansancio de su alma. Unas veces se entusiasma con las pueriles
ilusiones de un amor petrarquista, otras imita con notable acierto, y
no pocas se encumbra a muy altas esferas, circunstancia inconcebible
en quien tiene a Renjifo por maestro. Paciente joyero del ritmo,
infatigable buscón de consonantes difíciles y más disertador que
poeta, ha sabido llorar con todas las reglas del arte y enardecerse
sin soltar nunca las andaderas gramaticales. Debemos añadir, sin
embargo, a fuer de justos, que algunas de sus Rimas varias y sus
Baladas mallorquinas son joyas de subido quilate y felicísimas
excepciones de la soñolienta monotonía que por lo general distingue
sus composiciones. - Miguel Victoriano Amer no ha necesitado más que
rimar los latidos de su corazón para encontrar en los ajenos dulce y
tierna consonancia. Con dos alas de oro se eleva su musa a las
regiones de luz; con la caridad y la esperanza. Sencillo, apacible,
resignado, sus versos son, por decirlo así, la respiración
tranquila de su alma. ¡Feliz quien la tiene tan hermosa con Miguel
Victoriano! ¡Feliz quien, como él, no sabe cantar sin mirar el
cielo, ni mirar el cielo sin cantar! - Las poesías de Gerónimo
Rosselló se caracterizan por lo delicadas y primorosas. En sus Hojas
y flores hay sonetos de admirable contextura, romances lindísimos,
odas de robusta entonación y elegías llenas de sentimiento.
-
Victoria Peña y Joaquín Fiol debieran dedicarse con empeño a la
poesía. Dotada la una de bastante imaginación y de exquisita
sensibilidad el otro, la modestia excesiva de sus pretensiones
literarias les impide utilizar debidamente dotes de tan alto precio.


No
hace mucho tiempo que el menos conocido de los poetas baleáricos era
Don Juan Palou. Los celadores de la literatura mallorquina no se
habían dignado extenderle pasaporte para el Parnaso. Su nombre era
el de un simple mortal para aquellos semidioses. Ahora todos le
conceden un puesto de honor en su olimpo. Ahora el deslumbrante
resplandor de su gloria eclipsa las demás. Las nieblas del desdén y
de la duda se han disipado. El drama de Palou se pasea triunfalmente
por todos los teatros de España, con la tranquila seguridad del que
ha hecho prisionera a la victoria. ¿Por qué La Campana de la
Almudaina ha obtenido un éxito tan asombroso y universal?


Aparte
de las dotes extraordinarias que lo avaloran, debe a circunstancias
especialísimas la unanimidad, sin ejemplo, con que ha sido
aplaudida. Para señalarlas no se necesita ser un fenómeno de
sagacidad; basta conocer superficialmente los vicios radicales de que
adolece la escuela dramática de más reciente boga (voga en el
original
) en el teatro español, y las necesidades estéticas que
el público sentía cuando se puso en escena La Campana de la
Almudaina.


El
drama romántico se inauguró en España con una obra memorable que,
siendo producto del espíritu más irresistible de imitación que en
la literatura europea modernamente se ha enseñoreado, conserva un
sello profundo de nacionalidad. Concepción tan original y grandiosa
ha tenido una prole bastarda, en mengua de la escena española,
nodriza de las demás en épocas de gloriosa recordación. Los
mancomunados esfuerzos de la cultura social y del buen gusto lograron
arrojar al crimen del teatro que cedió completamente el
puesto al vicio cuya indulgente condición y dorado libertinaje le
rodean siempre de simpatías. Más tarde, temeroso el drama de que su
negra reputación la malquistase para siempre con la gente sesuda,
determinó formalmente moralizar su conducta hasta entonces
escandalosa, llevando a todo trance en la boca virtud y buena
doctrina. Por fin, dando un paso más, ha lavado sus iniquidades con
una confesión general en regla, ha entrado seriamente en
negociaciones con Dios, y de sirena pecaminosa, se ha convertido en
misionero apostólico.


Desde
entonces su devoción edifica, fervor religioso le hace acreedor, en
concepto de muchos, a la borla de doctor seráfico. ¡Oh milagros de
la gracia! Algunos ascetas de quevedos y guante blanco, aspirando sin
duda a los honores póstumos de la beatificación, ocupan nuestro
teatro, y no está lejano el día en que veremos poner en escena Los
diez mandamientos de la ley de Dios y Los cinco de la Iglesia, Los
soliloquios de San Agustín, y El Flos Sanctorum por añadidura. ¿Y
quién sabe si tendremos la fortuna de ver a la entrada de los
teatros españoles una pila de agua bendita y de ganar, asistiendo a
ellos, indulgencia plenaria?


Lejos,
muy lejos estamos de ridiculizar la reacción saludable que ha sido
la causa primordial de nuestro drama religioso; lo que conceptuamos
absurdo es la forma


que
actualmente se da a un impulso tan bello y regenerador. Cualidad
esencial de las composiciones teatrales es la acción, no la
oratoria. La moral debe brotar espontáneamente de la acción
dramática, o mejor, flotar en ella como una celeste aureola. En las
producciones a que aludimos acontece lo contrario. Su acción es nula
o desaparece en un océano de disertaciones en verso asonantado,
campanudas, huecas, interminables; y su moraleja o quod erat
probandum, cuando no de falsa, peca de enojosamente trivial y se
prepara, se anuncia, se discute, se motiva con impertinentísima
minuciosidad. Por otra parte, ¿cuántas máximas heterodojas,
cuántos desvaríos, cuántas blasfemias pueden escaparse a
escritores de sospechosa piedad, cuya fé es puramente question d‘
argent, cuya bandera religiosa es una bandera mercantil!


Cansado
el público español de no oír en el teatro más que sermones en
romance destartalado, discreteo lírico, diálogos sempiternos y
sentenciosas majaderías; mal hallado también desde mucho tiempo con
las fechorías del melodrama que sólo acertaba a producirle ataques
nerviosos; y sediento de verdaderas emociones, no pudo menos de
acoger con frenético entusiasmo la obra de Palou que tan
cumplidamente llenaba sus deseos. Acontecíale a este público, el
más desorientado y acomodaticio de Europa, lo que a un catador que
detesta tanto los licores azucarados y flojos que su mala estrella le
depara, como las bebidas alcohólicas que sólo convienen a groseros
y estragados paladares. El drama de Palou ha sido para él un vino
generoso de exquisito sabor y fortaleza, igualmente distinto de los
licorcillos ruines que despachan los flamantes evangelizadores del
teatro, como de las repugnantes pociones melodramáticas.


Indicada
esta circunstancia extrínseca que tan poderosamente ha contribuido
al éxito extraordinario de La Campana de la Almudaina, examinemos
ahora sus cualidades intrínsecas hasta donde alcance nuestro juicio
inexperto y bisoño.


Palou,
con no menos atrevimiento que fortuna, ha fundido en la producción
que


nos
ocupa, la historia, en el crisol de su poderosa fantasía,
trasformándola a su antojo. Si tal ejemplo se generalizase, no sólo
quedaría bruscamente anulado el drama histórico y rota la cadena de
sus legitimas tradiciones, sino que popularizaríanse ideas falsas de
las edades que fueron, acrecentándose más y más la desapoderada
anarquía que reina en la actual escena española. Sin hablar de
aquellos sublimes Ezequieles del arte, Shakespeare, Goëthe, Schiller
y otros genios inmortales, cuyas creaciones son más verdaderas que
la historia misma; Corneille, Racine y Voltaire que ajustaron sus
concepciones imperecederas a principios convencionales y a una
etiqueta dramática, ceremoniosa y glacial; Victorio Alfieri, que
hizo cómplices a los tiempos pasados de su pasión demagógica у de
su odio elocuente contra todas las tiranías; hasta los mismos
melodramaturgos que han sido y son los falsificadores más descarados
de la historia, nunca han variado radicalmente los sucesos ni
creádolos a su sabor, por más que hayan desfigurado los caracteres
que intentaban retratar. Palou, cuya alteza de juicio raya tan alto
como su ilustración, no desconoce seguramente cuán perniciosa sería
esta libertad, aunque con su drama la haya, en cierto modo,
autorizado. Fútil de todo punto sería la excusa de que La Campana
no lleva el título de drama histórico, pues, sabido es que: le nom
ne fait rien a la chose.


En
compensación de este defecto radical, la obra de Palou tiene un
valor dramático a todas luces subido. Su cualidad predominante es
aquella fuerza avara de sí misma que suele constituir el sello
característico de la verdadera potencia intelectual. Tan genuina
robustez artísticamente moderada por cierto instinto secreto y
maravilloso, se armoniza en este drama con una delicadeza suave de
sentir sobre manera exquisita. ¡Consorcio admirable que recuerda
aquel panal de miel que encontró el más fuerte de los hebreos en la
boca del león! En La Campana los caracteres se desarrollan con
vigorosa espontaneidad, estalla el diálogo con reconcentrada
energía, la palabra hierve sin soltar el freno a su expansivo
impulso, y la acción camina con paso firme y seguro a su
originalísimo desenlace. Imponderable es su mérito psicológico; si
se atiende a la doble y complicada lucha que traban entre sí
pasiones llevadas a su apogeo de exaltación y sentimientos
intensísimos. Para aquilatar dote de tanta valía basta analizar
ligeramente las dos grandes figuras fundamentales del drama: Doña
Constanza y el gobernador Centellas. El carácter de la primera nos
parece trazado con maestría y es sin duda uno de los más bellos que
se han visto en la escena.


Hay
un amor de amores inmenso, profundo, inagotable como las entrañas de
la divina misericordia; esencia suya son la ternura y la fortaleza;
lágrimas, abnegación y sacrificio perenne lo nutren, y también
misteriosas venturas y alegrías inefables; todos los idiomas lo
apellidan santo, y su símbolo inmortal está en el cielo.
¡Bendito
sea el amor de madre! Este sentimiento llevado a su grado superlativo
de tensión, señorea despóticamente el alma de la reina viuda. Su
Jaime es a un tiempo para ella recuerdo vivo de su desventurado
esposo y esperanza de la dinastía cuyas glorias y blasones cubre el
luto con su gasa funeral. El ardiente deseo de contemplar a su hijo
sentado algún día en el trono ensangrentado de sus mayores, infunde
a Doña Constanza, sin igual heroísmo y bizarría, y da a su
sentimiento maternal el portentoso alcance y tenacidad de la pasión.
En este bellísimo carácter entran como elementos constitutivos su
amor de madre, su orgullo de reina, su ambición de reina y de madre,
y la ternura que siente por Isabel, hija adoptiva suya.


Centellas
tiene el corazón labrado al fuego de una lealtad indomable. Pero el
amor que le inspira una hija largos años buscada con afán, y cuyo
inesperado encuentro coincide con el peligro terrible, inminente de
perderla, si su lealtad no entra en vergonzosas capitulaciones, hace
bambolear su berroqueño corazón con tremendas sacudidas. Por otra
parte una irresistible simpatía mezclada de gratitud le atrae
involuntariamente hacia Doña Constanza.


Esta,
lucha a brazo partido con la voluntad del gobernador. Ora sagaz y
astuta, ora radiante de centelladora energía, busca afanosamente en
el corazón del aragonés la misma poderosa cuerda que en el suyo
propio vibra, para socavar los cimientos de su constancia y poner su
planta victoriosa sobre el cuello de su obstinada lealtad. ¡Qué
sublime terror, cuando los dos llegan a tener pendientes las vidas de
sus hijos idolatrados de la vibración de aquella campana cuya cuerda
pasa alternativamente a sus manos crispadas!


El
instinto de madre hace ver a Doña Constanza que, enardeciendo hasta
el frenesí el cariño paternal de Centellas con la amenaza terrible
de asesinarla él mismo si toca la campana, le vencerá sin remedio.
Por esto da el golpe de gracia a la moribunda lealtad de Centellas
gritando con voz aterradora:


¿No
quieres? ¿No?


¡Pues
bien, tocarela yo!
Movimiento de suprema exaltación, grito más
de victoria que de lucha. Ninguna intención tiene de tocar aquella
campana cuyo tañido llevaría la muerte al seno de su hijo. Lo único
que quiere es acabar de una vez su triunfo haciendo estallar a
pedazos el corazón de Centellas, bajo la presión de la más
horrorosa angustia.


Sobre
manera lógico nos parece este bellísimo carácter, circunstancia de
incalculable mérito si se atiende a lo que suben en él de punto las
pasiones que lo forman y animan. No brilla esta preciosa cualidad en
el carácter de Centellas. ¿Cómo se comprende que este milagro de
lealtad se crea irresponsable del crimen de traición que pesa sobre
él en concepto de su soberano, por el abrazo de una hija que antes
se conceptuaba capaz de sacrificar en el ara de su honor? Recuérdese
aquel arranque salido del fondo de sus entrañas:


¡Si
por azar


en
ser traidor yo soñara,


la
existencia me arrancara


por
no volverlo a soñar.


::::::::::::::


Mas
ved:


(Vuélvese
de improviso y dice señalando el cuadro de mujer de la izquierda.)


Si
ella respirara


y
el fruto de nuestro amor,


en
holocausto a mi honor,


conmigo
las inmolara.


Estos
rasgos, unidos a otros muchos, quedan desmentidos altamente con su
conducta final. Por demás intenta justificarse con la frívola
excusa formulada en estos versos:


Yo
a mi rey no soy traidor:


¡mi
rey es traidor a mí!
¿Qué noble de aquella época, en la que
el monarca siempre tenía razón, hubiera juzgado la conducta de su
soberano de potencia a potencia como lo hace el espejo de lealtad
Centellas, que tan alto ha hecho sonar en el drama la suya?
Sentimos
que haya escapado a la certera sagacidad de Palou, que, vista la
frescura con que el gobernador se disculpa de lo que debía
forzosamente ser en concepto suyo el mayor de los atentados posibles,
las bellas expresiones con que blasona de su acrisolada fidelidad, se
rebajaban al nivel de fanfarronadas. Los demás caracteres son de
insignificante o nula importancia, menos el simpático Tornamira que
en un sólo rasgo da a conocer su hidalga condición. Dice así:
TORN. ¿Y le habéis curado? (a Centellas.)
CONST. ¡Sí! Y esta
tarde a Palma torna.
TORN. ¿Y podrá reñir?


Qué
hábito de sentir limpiamente, qué nobleza revela esta pregunta:
¿Y
podrá reñir?


Un
lirismo sobrio y de gran valía enaltece a La Campana. Recuérdese la
admirable comparación del sol que dora las nubes que quieren tapar
su luz, los versos en que pinta Doña Constanza el cariño que
profesa a Isabel, y los ardorosos arranques de amor filial de Don
Jaime.


Lunares
nacidos de las mismas cualidades que en La Campana resplandecen,
hacen resaltar con más viveza las perfecciones que la adornan. El
lenguaje peca algunas veces de incorrecto y de poco castizo. La
robustez y energía del estilo rayan a menudo en aspereza.


Palou
ha pasado en un sólo día de la oscuridad a la luz, encontrándose
de súbito frente a frente al sol de su gloria que ni aurora ha
tenido. España ha saludado al joven dramaturgo con hurras de
universal admiración y aplauso.
Mallorca, sacudiendo sus hábitos
de vida material, ha dado el tierno espectáculo de una madre
cariñosa que llorando de gozo ciñe las sienes de un hijo amado con
la corona de laurel que le granjearon sus triunfos. Desde el fondo de
nuestro corazón enviamos la enhorabuena más entrañable a la Isla
dorada que tan hermosamente ha galardonado las fatigas de uno de sus
hijos que más la honran!
____

domingo, 12 de mayo de 2019

LA RECONQUISTA DE CAMAÑAS


2.67. LA RECONQUISTA DE CAMAÑAS (SIGLO XII. CAMAÑAS)

Entre el alcaide moro de Camañas y el conde cristiano de Alfambra existía una enconada rivalidad como jefes de poblaciones fronterizas y enemigas que eran. Pero en casa del señor de Alfambra se hablaba tanto del alcaide sarraceno que la mujer de aquél acabó enamorándose a distancia de éste hasta tal extremo que logró convenir una cita secreta para verse a solas.
Aceptó el encuentro Yusuf, que sabía de las dotes y belleza de la condesa, e ideó de qué manera podría unirse a ella sin levantar las sospechas de don Rodrigo, su enemigo. De ahí que hiciera preparar a su hechicero un brebaje que, horas después de ser ingerido, la mantendría como muerta durante ocho días, tiempo suficiente para que el de Alfambra se hiciera a la idea de su desaparición.
El alcaide moro y la dama cristiana mantuvieron la cita convenida, se declararon mutuo amor y decidieron poner en práctica el plan ideado por aquél. Así es que se amaron, tomó la pócima la enamorada y luego recorrió con sigilo los escasos kilómetros que separan a ambas poblaciones.
«Murió» la condesa en su propia casa como estaba previsto, pero el calor no huía de su cuerpo. Don Rodrigo, dubitativo, vertió plomo caliente en la mano de su mujer, que quedó perforada, pero su cuerpo no se movió. No cabía duda, pues: estaba muerta y fue enterrada entre sollozos.
Desenterrada por los hombres de Yusuf y «resucitada», se hizo pasar por una mujer venida de lejos, y se convirtió en la señora de Camañas. Mas con el tiempo, un mendigo la identificó por la mano horadada y dio aviso a don Rodrigo, quien, disfrazado también de pordiosero, se presentó en su casa, reconociéndose mutuamente, si bien le aseguró ella que estaba allí forzada.

Llegó entre tanto Yusuf y la dama escondió a su ex marido en un arca. Le preguntó al alcaide cuánto daría por apresar a don Rodrigo y al decirle que la mitad de sus bienes, la mujer levantó la cubierta del arca e intentó entregar a don Rodrigo, pero éste hizo sonar una flauta que llevaba escondida y al momento sus hombres, que estaban ocultos, atacaron y vencieron a los desprevenidos moros. De esta manera Camañas acababa de ser reconquistada, mientras Yusuf y su enamorada eran quemados vivos en Sierra Palomera.
[Lázaro Polo, Francisco, El bardo de la memoria..., págs. 195-197.]





Camañas es un municipio de la provincia de Teruel, perteneciente a la Comarca de Comunidad de Teruel, en la Comunidad Autónoma de Aragón, España. Tiene una población de 124 habitantes (INE 2018).

LA RECONQUISTA DE CAMAÑAS (SIGLO XII. CAMAÑAS)


Profesor e historiador de la literatura, natural de Caminreal.

Publicaciones. Monográficos

  • El bardo de la memoria  : historias y leyendas turolenses / Francisco Lázaro Polo. Teruel, Diputación Provincial, D.L. 1992; 205 p.:il.;18 cm
  • Cervantes y Teruel / Francisco Lázaro Polo. Teruel, Caja Rural de Teruel, 2005; 38 p.:il.;21 cm
  • Crónica del Teruel extraño / Francisco Lázaro Polo. Zaragoza, Ibercaja, 1999; 253 p.:il.;24 cm
  • Cuéntame El Cid en Teruel / Francisco Lázaro Polo. Teruel, Aragón Vivo, 2007; 79 p.:il.;23 x 25 cm
  • Personajes turolenses / Francisco Lázaro Polo ; dibujos, Mª Carmen Muñoz Ferrer. Teruel, Caja Rural de Teruel, 1997; 142 p.:il.;21 cm
  • Teruel y la literatura / Francisco Lázaro Polo. Teruel, Aragón Vivo, 2003; 256 p.;21 cm

Publicaciones. Artículos

  • "El Cantar de mio Cid y Teruel", Turia, 83, 2007, p. 379-403.
  • "Los poetas de Monreal", en Historia de Monreal del Campo, Monreal, 2006, p. 295-302 [Texto completo]
  • ``Ecos literarios del valle´´. Calamocha, Xiloca, 32, 2004, pág. 077-094 [Texto completo]
  • "Ecos literarios del valle", en Comarca del Jiloca, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2003, p. 177-192 [Texto completo]
  • ``Por los caminos literarios de El Cid Campeador´´. Calamocha, Xiloca, 25, 2000, pág. 173-188 [Texto completo]
  • ``Introducción a la literatura turolense´´. Calamocha, Xiloca, 20, 1997, pág. 257-283 [Texto completo]
  • ``Dos motivos significativos del Caminreal contemporáneo: el escudo y el ferrocarril´´. Calamocha, Xiloca, 08, 1991, pág. 063-070 [Texto completo]
  • `Notas aproximativas al dance de Caminreal´´. Calamocha, Cuadernos del baile San Roque, 03, 1990, pág. 095-105 [Texto completo]
  • ``Assi fera lo de Siloca, que es del otra part: alusiones épicas a nuestra comarca en el cantar del Mio Cid.´´. Calamocha, Xiloca, 05, 1990, pág. 091-100 [Texto completo]
  • ``Algunas notas sobre la historia, el folklore y el habla de Caminreal (Teruel)´´. Calamocha, Xiloca, 02, 1988, pág. 151-171 [Texto completo]

Bibliografía

  • Barreiro, Javier (2010): Diccionario de autores aragoneses contemporáneos, 1885-2005. Zaragoza, Diputación Provincial.

lunes, 23 de agosto de 2021

FLORS DE MALLORCA.

FLORS DE MALLORCA.


POESÍES DE AUTORS
VIVENTS,


PREMIADES LES MES EN
LOS JOCHS FLORALS


DE BARCELONA.


ESTAMPA DE PERE JOSEPH GELABERT.


1873.



/ Nota del
editor, Ramón Guimerá Lorente:
Reemplazo la preposición á con
tilde por a sin tilde. La ó por o.
Actualizo la ortografía sólo
en castellano. Ejemplo, rios: ríos.
Fuente del PDF:
https://datos.bne.es/resource/bimo0000875978

/


INTRODUCCIÓ.


L'amor a la llengua pátria, poch menys que mort entre nosaltres en los començaments del
present setgle, gayre no fá que se es despert en lo mes íntim de la
nostra ánima; l'harpa de la terra, olvidada de los nostres pares
per un altre qu'els era estranya, y que en ses mans no produia sovint
mes que sons ingrats y poch escoltívols, per bona sort l'havem
recobrada per sentirne melodíes molt plasents, plenes de força y
energia unes voltes, y altres d'una dolçura y tendresa jamay prou
lloades. Avesárenmos a veure la nostra parla tant malmenada y
envilida, venguda a tanta pobresa, no servintse d'ella mes que pera
les burles y les rialles, pera les vulgaritats y les sátires, que ni
esment posavem tant sols en la gentilesa y galanura que li son tant
naturals y tant propies: y seguint lo prejudici sens consciencia de
tothom, no pensavem ni imaginat haviam que a la primera conró que li
donassen, tan hermoses floretes en son clos s'havian de obrir, de
tant richs colors y de tant pures esencies. Mes axó es lo que ha
esdevengut venturosament. Alguns bons fills de la benvolguda Mallorca
han respost ab entusiasme y ab ver y alt patriotisme al crit de sos
companys d'altres terres; y unint los seus esforços als dels
catalans, de qui som los fills majors, y als de Valencia, que tenim
per germans, han conseguit tots fer reviure les lletres pátries,
presentar al mon literari sa llengua materna jolia y engalanada, axí
com cal a una princesa digna d'asseure's al costat de ses germanes
del mitxjorn d'Europa, avuy reynes y emperatrius que tota la terra
reverencia y escolta.


Los fills de la
nostra illa han ajudat y contribuit, no poch, a la tan venturosa
restauració.


Ab axó no han
desmentit lo bon nom que lexaren los nostres antepasats d'altres
centuries, may romasos endarrera en lo camí científich y literari
seguit per Catalunya, qui se obria pas constantment entre los realmes
mes avançats del mon. Y si 'Is qu' avuy conren lo sol dels antichs
comtes de Barcelona veuen lograda ja la ressurrecció miraculosa,
part d'axó es deu per cert als embats restauradors de Mallorca, que
entre 'Is perfums de les flors dels valls y fondalades de tan delitós
paradís, li han aportat veus mágiques y enciseres, perles perdudes
y olvidades dins los lloguerets y les masíes que s'amagan entre les
nostres fresques muntanyes, per hont en lo temps de bonesa se
passejava ardida y triunfadora.


Y havia d'esser axí.
Mallorca, ahont ja en lo setgle de la conquesta ressonaren les veus poderoses de RamonLull, de Romeu de Ça-Burguera, y d'en Pere Torrella (1);

qu'en
lo qui 's seguí oia tant ben trovar al Infant en Jaume (2), a Fra
Anselm de Turmeda (3), a n'en Maymó Peris, a n'en Berenguer de Noya
y a lo Mercader mallorquí; que en lo setgle XV contava entre los
molts de sos trobadors a n'en Jaume d'Aulesa, a n'en Ramon Vivot y a
n'Arnau Descós; que en lo seguent sentí cantar les esparçes del
Menyspreu del mon, a n'en Francesch d'Aulesa, y les rimes d'en Benet
Espanyol; y que veé espirar la llengua en lo setgle XVII entre els
tendres gemechs d'en Rafel Bover:


(1) Sols les obres
rimades d'en Lull han estat publicades: les d'en Ça-Burguera forman
juntament ab sa Biblia en rims un códice que´s troba en la
Biblioteca Colombina: y les d'en Pere Torrella les havem vistes
en poder del distingidíssim catalanista y bibliógrafo en
Marian Aguiló.


(2) L'infant de
Mallorca anomenat en Jaume IV, fill del rey desventurat que morí
lluytant en la batalla de Llummajor, era molt destre y hábil en
l'art de trobar, com ho assegura el P. Ginebreda en la dedicatoria
que li fa de la versió catalana del llibre de Boeci dit de Consolatione.


(3) Fra Anselm de Turmeda fo natural de Mallorca, segons ho prova un bellíssim poema
inédit seu, que ha trobat ab la seua jamay prou agraida diligencia
lo citat Aguiló, y ho confirman alguns documents que tenim en la
illa.


Mallorca, que
guardada per les ones del mar ab que Deu la vá cenyir, per sa
ventura sens dupte, pogué alliberarse, mes que les altres terres
catalanes, del contacte estrany y de les influencies verinoses de la
provincia dominant, havia de conservar naturalment richs joyells de
la pedreria antiga de la gentil madona. l'essent sos fills per
naturalesa tan devots de lo bell, y per amor amichs tan fervents de
les coses de la patria; y veént la patria, mes encare que en lo
terreny y en les institucions, en la llengua, que aporta l'historia
de tots los setgles y de totes les dominacions y converteix en una
sola familia los qui la matexa parlen, havian per necessitat de
ajudar ab tot son poder y ab totes ses forçes a la empresa noble y
santa de traurerla de l'abandó en que la havian tinguda, de
purificarla de les lletjures que la deslluíen, y de axecarla y
ennoblirla pera los mes trascendentals conceptes de la ciencia y les
aspiracions mes altes de la poesía.


Y certament qu'els
mallorquins no se son mostrats pererosos tractantse de colre y honrar
a una mare que en altre temps tants de doctes veneraren, esteneren
tants de reys y tants de poetes enriquiren. No bé fóren restaurats
en Barcelona los antichs Jochs florals, fòu constituit lo sávi
Consistori qu'havia de aportar a tant bona fi la santa creuada que es
predicava, y pregonat lo primer cartell cridant a la lluyta als bons
fills de la patria catalana, sentírense batre los còrs dels nostres
jóvens escriptors; y fent cessar tot seguit les cantarelles, que ab
parla per ells mes penosa els inspiravan los purs sentiments de la
seua ánima, los recorts de son passat gloriós, y les altes
esperançes de son esdevenidor, parlaren la seua llengua propia,
trobantse ab ella mes forts de esperit, mes tendres de veu y de
paraula, mes poderosos d'enginy, y de colors mes richs pera descriure
y pintar los fets altíssims dels qui en tan bon temps l'havian
parlada, inmortal l'havian feta, y le dictaren per totes les
encontrades de la terra.


Els nostres
trovaires que per dó especial de Deu, y tal volta per l'aves de
respirar dins los perfums dels nostres florits vergers, d'oír la
dolça música dels aucells dels nostres prats delitosos, dels
nostres boschs ombrívols y de les nostres quexoses fontanes, per la
costum de veure estesa devant sos ulls una naturalesa sempre
hermosíssima, sempre riallera, insinuant, magnífica y altament
inspiradora, s'han fet un cor tot ple del sentiment de la bellesa,
tot d'una fibra tendre y delicada, un esperit entusiasta per tot lo
noble y per tot lo gran, no podian restar sorts a la crida que s'els
feya en nom d'una mare comuna, de tant
temps enrera esmarrida plorosa, y als reclams de la fe, del amor y de
la patria.


Y cert que no's
feren esperar gayre temps. En sos còrs trobaren son ressò les mágiques paraules;
y acompanyats de tot son cabal y de totes ses riqueses, y ab l'ánima
vestida de sentiments tant íntims y empesa per tant delicades
aspiracions, pogueren aportar y aportaren a la llengua y a la
literatura maternes lo que pertanyent los era, pera que de tots fós
la obra qu'es començava, y de tots la gloria del treball que
s'emprenia. Y bé s'hi poden conexer en l'adreç ab que es torna
adornar la revivada donçella al ferse culta y literaria, les perles
que Mallorca li guardava y que de l'illa li foren restituides; axí
com en l'esperit de la poesía catalana, de sí forta y vigorosa,
tota la delicadesa de sentiments, tota la ternura d'espressió, totes
les tintes suaus, tots los plasents colors ab qu'els nostres poetes,
primorosos per instint, estétichs per intuició, dolsos y y
sentimentals per naturalesa, han intentat embellirla; contribuint ab
ses dots y ab son enginy a donar a la llengua la flexibilitat y
galanura de les mes privilegiades, y a la musa divina de la terra la
sensillesa popular en la forma y l'intensidad del sentiment en el
fondo.


Mes, axí com
malevetjan engalanar a la aymia de son cor, per repararla de la ruina
en que la posaren
l'olvit y el menyspreu dels darrers setgles; axí com diligents li
aportan los grans preciosos
que de son bellíssim collar se veuen encare lluir per açí y per
allá, vius y encisadors a
la flama sagrada de la llar dels pagesos, caents de ses rústiques
converses o enfilats a ses dolçes corrandes; axí com l'escalfan ab
lo alé pur de son amor, per ferne l'espressió mes alta de la
bellesa y de la veritat; compláulos la gala ab que se 'Is presenta
de allá les muntanyes de Catalunya, s' enamoran de l'espressió
forta y varonil que hi ha presa, y los mòu la manera tota seua de
dir y cantar l'indomable esperit de la terra. Y de tantes joyes
enriquida, animada de tanta valentia, y feta suau ab modos tant
delicats y ab tan amorosos y tendres vocables, l'han regoneguda altre
volta per la guardadora mes propia de llurs pensaments, al exemple de
los trobadors que la creuada seguiren, despèrts per la veu del
Consistori; perque ella es la sola ab que 's pot cantar l'esperit de
la nostra patria, l'amor dels nostres còrs y la fe ab que la nostra
ánima s'en puja a los espays de la poesía.


Axí es com ab lo
voler y ab I' esforç de tots la llengua s'es feta una per tota la
terra que senyoretjaren
los Jaumes y els Peres, esporgantla, d'acort, de les corrupcions que en quiscum lloch
s'hi troban; axí es com tots tenen part en la noble y lloable
empresa, y a tots pertany
l'honra d' haverla aportada a tant bon terme. Y per cert que molt plasent ens es y
fort ne gaudim, cuant en les literaries justes veém als cisnes del
Llobregat y del Túria, confusos de tal manera ab los qui umplen de
ses armoníes els ècos de Mallorca, sens que ningú endevinar pugue
per les notes y paraules de sos cantars, lo lloch ahont naxqueren y
ahont s'albergan; com possible no era conexerho en los millors temps
de la literatura catalana, cuant una era també la llengua en tot lo
que fou l'antich realme d'Aragó, unes eran les costums y'ls usos
establerts, y una l'historia en que sos fets gloriosos
s'escrivian.


La perseverancia, la
ferma voluntat ab qu'els nostres poetes han treballat y ab que s'afanyan per
coronar l'obra del comunal propòsit, es demostra per l'honra que
n'han recullit en les
justes poètiques celebrades en la ciutat comptal, (y estos
son los eruditos: de comite: comte: conde: comtal; no comptal,
compte, que viene de cómputo, cuenta
) ahont ¡lloat sia Deu! han
compartit ab los trobadors de Catalunya les joyes oferides p´el
Consistori y'ls diplomes de Mestres en Gay saber, fortment desitjats
dels qui senten tan alt
en son cor l'amor de la patria, que per ella per sa gloria volen
ferse grans, y merexents del renom que la fama escampa y dels llorers
ab que corona.


Com ho han lograt
los fills de Mallorca, per honra de l'illa que tant aman, crides ne
fan les flors belles,
que plenes del perfum esquisit de la vera poesía, y que son ornament
delitós de la moderna literatura catalana, esmaltan los volúms
jolius que de les composicions premiades publica tots los anys el
Consistori.


Mes, com en mans de
tothom no corren en l'illa exos volúms, havem cregut satisfer el públich desitx,
qu'es el de tots los qui no's mostran indiferents a les coses qui'ns
pertanyen, donant en lo present llibre una mostra de les obres ab que
quiscun autor ha obtingut joyes de les ofertes anualment en los
certámens, començant per les dels Mestres en Gay saber, per l'órdre
del temps de la seua proclamació, y seguint per les dels qui han
sigut premiats ab una o mes joyes, guardat lo mateix órdre; lo cual
deu significar al lector que no ha de judicar del mérit dels poetes
en lo volúm continguts, per lo lloch en que 'ls havem colocats, sino
per les cualitats que troben y regonescan en les obres que hi havem
volgut incloure. Y si ha afagit una versió castellana, pera
que (peraque) fòra de les terres ahont la nostra llengua es
parla, se pugue tenir una idea del esperit y carácter dels nostres
poetes, ja qu'els qui aquella no conexen, no la poden tenir dels
primors de forma y de rítmica que les fan dignes de tota alabança.

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domingo, 1 de agosto de 2021

FINAL. LA PATRIA DEL POETA.

FINAL.

LA PATRIA DEL POETA.

DEDICADA
Á EN RAMON PICÓ Y CAMPAMAR.

Sursum corda.
(L´Esglesia.)

¿Quína es la terra pera sempre hermosa
Per que batega del poeta´l cor;
La patria d´existencia venturosa
Que li sonriu com una aubada d´or?

Ell la veu en los somnis nit y día,
La descubreix de lluny com l´ideal,
De sos aucells ascolta l´harmonía,
De sa visió té´l goig esperitual.


FINAL.

LA PATRIA DEL POETA.

DEDICADA
Á D. RAMON PICÓ Y CAMPAMAR.

Levantad los corazones.

(La Iglesia.)

¿Dónde está la hermosa tierra, por que suspira el corazon del vate?
¿Dónde la feliz patria, que le sonríe cual brillante aurora?

La ve en sus sueños; la descubre en lontananza como un ideal; escucha los armoniosos trinos de sus pájaros; la contempla con inefable gozo.


Com rica pluja del estiu tardana
Que á flors mig mortes fa badar bon ull,
Y als arbres decayguts en l´erta plana
Fe desplegar ab nova pompa´l full;

Axí ´l pressentiment d´aquexa terra,
La viva recordança que ´n té ´l cor,
Reviva en ell la pau que´l mon esguerra,
Y obri la vista com del camp la flor.

¿Còm no, si es ella l´hermosura nova
Que del afany lliberta l´esperit?
¿Còm no, si hi cantan ignorada trova
Que l´interior embadaleix del pit?

Los ciutadans d´aquexa Vall aymada
Dintre son cor no estojan malvestat;
Sa ánima de dol no es rodejada;
Boga son seny pe´l mar de veritat.

¡Oh, sí; no tenen l´ánima adolida
Dels dubtes per la cárrega cruël;
Comprenen los misteris de la vida;
Dorada copa no ´ls presenta fel.

¡Sí!; en exa patria del plaher no troban
Lo llit nupcial cubert ab vels de mort,
La innocencia dels nins los vells no roban,
Ni adoradors hi té la lley del fort.


Como tardía lluvia de verano, que reanima las agostadas flores, y hace desplegar con nueva pompa las hojas de los árboles en la vasta llanura;

Así, al presentimiento de esa tierra, al vívido recuerdo que de ella tiene el alma, renace la paz espiritual; y el hombre levanta la cabeza, como la flor del campo.

¿Cómo no, si ella es la nueva hermosura, que de afanes liberta al humano espíritu? ¿Cómo no, si en ella se canta un cantar que embelesa lo íntimo del pecho?

Los habitantes de ese amado Valle, no esconden en su corazon el crímen; el dolor no rodea su alma; su entendimiento navega por el mar de la verdad.

¡Oh, sí!; no tienen apesadumbrada la conciencia con la cruel carga de las dudas; comprenden los misterios de la vida; no se les ofrece hiel en dorada copa.

¡Sí! En esa patria del gozo puro, no hay lecho nupcial cubierto con velos de muerte; los viejos no roban la inocencia á los niños; ni tiene adoradores la ley de los tiranos.


Vora ´ls brancons d´un tejinat de palla
No ´s veuen les motlures d´un palau;
Ni los horrors de estúpida batalla
Reben honres degudes á la pau...

En los bosquets de perfumades roses
Que guaytan d´un bell riu dins l´ona d´or,
S´escometen les verges ruboroses,
Clara mostrant l´eternitat del cor.

Ergulloses palmeres remorejan,
Mesclant sa veu ab los murmulls del riu;
Llargues arbredes sos fruyters rumbejan;
L´ayrosa Flora per lo camp sonriu.

Vestits de llum més resplandent y clara
Que la qu´envía del matí lo sol,
Per nobles archs d´arquitectura rara
Va dels poetes lo sagrat estol.

Floretes naxen á son pas de gloria,
Del sentiment conversan y l´amor,
Conversan ab los héroes que victoria
Tenir saberen del mundá furor.

Y ab los pacífichs genis que poliren
L´aspra terra, tornantla rich verger;
Los qui del home lo progrés conduiren
Pe´ls drets camins de la Bondat y´l Ver.


Al lado de infeliz chozuela no se destacan las ensambladuras de rico palacio. Ní los horrores de estúpidas batallas reciben los gloriosos nombres debidos á la paz.

En bosquecillos de encendidas rosas, que se miran en la dorada superficie de manso río, departen amigablemente grupos de castas vírgenes, demostrando la eternidad de los bellos sentimientos.

Esbeltas palmeras cimbran sus palmas, uniendo rumores á los murmullos del río; largas arboledas ostentan sus frutales; la gentil Flora sonríe en las campiñas...

Vestidos de luz más resplandeciente que la del sol de la mañana, por arquerías de noble arquitectura, va la sagrada muchedumbre de los poetas.

Florecillas nacen á su glorioso paso; hablan del puro sentimiento y del amor; hablan con los sublimes héroes que supieron alcanzar victoria de las sugestiones mundanales.

Y con los pacíficos genios que cultivaron la salvaje naturaleza, tornándola delicioso verjel; y con los que guiaron el humano progreso por las derechas vías del Bien y la Verdad.


Gosant la llum de l´infinita Essencia,
Lo mon vejent baix de sos peus rodar,
Y´ls gays colors ab que de Deu la ciencia
Sabé de l´auba lo mantell pintar;

Un himne d´entussiastes harmoníes
Elevan pur, inmens al Esperit;
Del pensament s´axeca d´Isaíes,
Se vivifica en l´harpa de Davit.

Homero canta ab lira misteriosa
De sa patria novella ´ls pobladors;
Píndaro en exa terra tant gloriosa
Raija dels llabis versos voladors.

Virgili se conmou ab les belleses
Dels camps alegres que fugir no té;
Dant hi coneix la font de ses grandeses;
S´inspira Tasso en virginal lloré.

Misericordia hagueren del Altíssim,
Al passar de la vida los esculls;
Y´t lloan ara ab un parlar suavíssim
A tu, Senyor que sa pregaria aculls.

Petrarca ´l solitari, el bon Ausíes,
Garcilaso lo suau, lo just Boileau;
El vat de les tristeses, Jeremíes;
El conhort de les ánimes, Lleó.


Gozan la luz de la infinita Esencia; ven á sus piés la rotacion del Universo, y los alegres colores con que la ciencia de Dios supo pintar el manto de la aurora.

Un himno de entusiastas armonías se eleva puro, inmenso, al Supremo Espíritu; se levanta grandioso del pensamiento de Isaías; se vivifica en el arpa de David.

Homero canta con misteriosa lira los ciudadanos de esa nueva patria; Píndaro en esa gloriosísima tierra hace saltar de sus labios voladores versos.

Virgilio se conmueve con las bellezas de los alegres campos, que no tiene que abandonar; Dante reconoce la fuente de sus altos pensamientos; se inspira Tasso en virgíneos laureles.

El Altísimo tuvo misericordia de ellos, al atravesar los escollos de la vida; les perdonó sus faltas en el trance de la muerte: y, ahora, te alaban con suavísimos cantos, á Ti, Señor, que acogiste su plegaria.

Petrarca, el solitario; el buen Ausías; el dulce Garcilaso; el recto Boileau; Jeremías, el vate de las tristezas; Leon, el consuelo de las almas.


Lo cech d´Albion, de mística figura,
Que contempla de Deu la caritat;
Manzoni, l´esperança y la ventura,
Que centelleja amor y llibertat.

Y, junt ab ells, del riu per la pradera,
Camoens y Lope, Horaci, Lamartine,
Cervantes, Calderon, Corneille, Herrera,
Breton y Schiller, Ramon Lull, Racine.....

Chors delitosos, música sagrada,
Que de Jehovah les bendicions atrèu;
Rossinyolets qu´alegran exa aymada
Patria del Art, ahont la Bellesa sèu.

__


¡Oh, quí pogués sentirne d´eix cántich la dolcesa;
Quí pogués ovirarvos, riberes del nou mon!
Qui pujar á exa gloria de l´inmortal grandesa,
Dexant de nostra terra lo rústich horizon!

Aquí, baix la miseria, l´esprit se desconhorta;
Les il-lusions defugen com l´aygua del torrent;
Lo mal gust senyoreja de los palaus la porta,
Dins fret materialisme suspira´l pensament.

¡Oh Terra, dolça Terra, qu´el cor del poeta adora;
Oh Terra, dolça Terra, de imatge celestial!
Lo pit seu tes montanyes, tos ciutadans anyora,
Com lo nauxer d´Islandia lo sol meridional.

El ciego de Albion, de mística figura, que contempla la claridad de Dios; Manzoni, la esperanza y la dicha, que centellean amor y libertad.


Y con ellos, en las praderías del río, Camoens y Lope, Horacio, Lamartine, Cervántes, Calderon, Corneille, Herrera, Breton y Schiller, Raimundo Lulio, Racine.....

Coros placenteros de sagrada música, que atrae las bendiciones de Jehovah; ruiseñores, que alegran esa amada patria del Arte, donde la Belleza tiene su trono.
___

¡Oh! ¡Quién pudiese percibir ese cántico de dulzura! ¡Quién pudiese veros, playas del nuevo Mundo! ¡Quién subir á esa gloria inmortal, dejando ya nuestros rústicos horizontes!

Aquí, en esta miseria, el espíritu llora, huyen las ilusiones como las aguas del torrente; el mal gusto se sienta en el umbral de los palacios; y, en el vacío del materialismo, se asfixia el pensamiento.

¡Oh Tierra, bendita Tierra, por la cual suspiramos! ¡Oh Tierra, bendita Tierra de celestial imágen! Echamos de ménos tus montes, y tus pobladores, como el navegante de Islandia echa de ménos el sol meridional.


Per exes tes planures son pobre sér delira,
Com l´herba de les prades per l´oratjol matí;
A ta visió riallera ne polsará una lira,
Sentat prop la fontana, vejent l´Estel diví.

¿Qué hi fá, qué hi fá entre´ls homes lo generós poeta
De germandat y gloria, d´independencia falt?
Féuli mercé si us parla del Cel, com un profeta;
La patria dels cors nobles, la Patria, es Allí Dalt!

Juliol 1871.


Por esas tus llanuras mi corazon delira, como la hierba de los prados por el cefirillo del alba. A tu vista pulsaré la cítara, orillas de la sagrada fuente, mirando la divina Estrella.

¿Qué tiene que hacer entre los hombres el generoso poeta, falto de simpatías, de independencia y gloria? Perdonadle, si cual un profeta os habla del Cielo. ¡La patria de los nobles corazones, la Patria, está Arriba!

domingo, 8 de marzo de 2020

72-82

72. TRATADO
DE LAS ELECCIONES CANÓNICAS. 



Un volumen en 4.° prolongado, en
pergamino, de 93 páginas. Es del siglo XIV. Toda la materia
referente a los tres modos de hacer las elecciones según el derecho
canónico, hállase expuesta en este libro con mucha claridad. Aunque
no hay capítulos que dividan los asuntos, todas las cuestiones están
señaladas con epígrafes de letra encarnada.
Este Códice está
escrito con gran perfección y se halla bien conservado. Como los de
su clase, abunda en letras con dibujos de colores. Al lado del texto
hay comentarios del mismo autor. En el principio del libro se lee un
epígrafe, que traducido del latín dice: «Comienza aquí el libro
compuesto por el Maestro Guillermo de Mondagoto, Arcediano
Nemausense
, sobre el modo de hacer las elecciones y ordenar los
procesos relativos a las mismas».





73. FLOS
SANCTORUM O VIDAS DE SANTOS.
Un volumen en 4.° mayor, en
pergamino, de 673 páginas Es del siglo XIV. Al principio le faltan
algunas hojas; el final está completo. Tiene de especial este libro,
que antes de la vida de cada Santo se explica la etimología
del nombre
y su significado, con datos sumamente curiosos
que suponen en el autor mucha erudición. No consta quien sea éste.
Es muy probable que fue algún religioso agustino, porque la
única viñeta que hay está en la vida de San Agustín,
obispo y doctor, viéndose allí una imagen del Santo.
Además
de las vidas de los santos, hay pláticas sobre varios
asuntos, como la Cuaresma, Dominicas que la preceden.
Resurrección, y otros misterios y fiestas de la
Santísima Virgen.

74. PRISCIANO EL MAYOR. TRATADO DE
GRAMÁTICA.
Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de
258 páginas. Es del siglo XI. Dicho autor fue un célebre
gramático latino que nació en Cesarea a fines del
siglo IV. El año 525 abrió una escuela que tuvo gran
fama por el número de gramáticos distinguidos que de allí
salieron. Compuso varias obras; pero la más notable es esta.
/
Nota: Si nació a finales del siglo
IV, pongamos 399, y en el año 525 abrió él mismo una escuela,
vivió más de 125 años. Priscianus Caesariensis (fl. 500), más
conocido como Prisciano, fue un importante gramático del latín,
nacido en Caesarea, Mauritania, (en la actualidad la ciudad de
Cherch
ell en Argelia). Según Casiodoro enseñó latín en
Constantinopla. https://es.wikipedia.org/wiki/Prisciano
Su obra más
importante es una gramática del latín que recibe el nombre
de Institutiones Grammaticae. /
Se divide en 18 libros, y
no en 14 como dice algún escritor. Al principio, después de un
prólogo, pone el autor un índice o resumen de los 18 libros. Antes
hay dos hojas que no pertenecen a este Códice; en la primera se ve
parte de un índice sumamente curioso por la forma con que está, el
cual debía pertenecer a alguna obra de derecho del siglo XI, o
quizás de antes.
Este Códice es el que se conserva en mejor
estado entre todos los de aquel siglo, a pesar del servicio que se
conoce prestó en su tiempo. La letra es muy legible. Hay muchas
notas en el margen, todas con caracteres pequeñísimos hechos con
gran perfección. Pero lo que llama la atención principalmente es el
extraordinario número de notas puestas entre las líneas del texto,
tan diminutas, que admira cómo pudieron escribirse allí.
Los
títulos en que se dividen los libros, o sea los epígrafes de cada
asunto, están señalados con letras encarnadas. Las iniciales de los
apartados son de colores; pero sin dibujos, según el estilo de aquel
tiempo. También hay una viñeta al principio, de muy buen gusto, y
algunas otras en lo demás del libro.
Al fin de todo se ve
una nota, en caracteres encarnados muy grandes, que traducida dice:
«Concluye el libro de Prisciliano, Gramático, Doctor de la ciudad
de Roma.»

75. TOMÁS DE HIBERNIA. MANOJO DE FLORES. Un
volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 254 páginas. Es
del siglo XIV. Contiene un repertorio por orden alfabético de varios
nombres o asuntos pertenecientes a la Teología dogmática y moral,
Sagrada Escritura, Filosofía, etc. De ahí el título de Manojo de
flores, que se le aplica con muchas propiedad.
Está en
forma de diccionario. Pero además el autor tuvo el buen gusto de
señalar en el margen, por medio de alfabetos de letras minúsculas,
los párrafos en que se divide el asunto que allí se trata.
Cada
nombre del diccionario tiene la inicial adornada con dibujos de
colores. También son de colores las iniciales de todos los párrafos.
Al principio le faltan algunas hojas; el final está completo. Hay un
índice que contiene todos los nombres de los asuntos que se explican
en este diccionario. Después siguen cuatro folios que son como una
ampliación.
Antes del índice hay una nota que traducida dice
así: «Esta obra fue compilada por el Maestro Tomás de Hibernia, en
algún tiempo Sócio de Sorbona».

76.
SANTO TOMÁS DE AQUINO. SOBRE EL LIBRO II DEL MAESTRO DE LAS
SENTENCIAS. Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de 146
páginas. Es de últimos del siglo XIII o de principios del XIV. En
la parte superior de cada página están señaladas por su orden las
44 distinciones en que se divide esta obra. Al final hay un índice
hecho posteriormente, que sólo llega hasta la Distinción 35.
Antes
del índice se leen unas notas de diversa letra, que traducidas
dicen: «Concluye el escrito de Fray Tomás, sobre el segundo
de las Sentencias.» Prueba esto que cuando se escribió el Códice
aún no había sido canonizado Santo Tomás. Después
hay otra nota que dice. «Este libro es de (sigue un nombre que está
raspado). Cualquiera que lo vendiere sea anathema. Luego hay
otra que dice así: «Este libro es de Fray (sigue un nombre raspado)
de la orden de Frailes predicadores del convento de (hay otro nombre
raspado) de la provincia de Aragón».
Al fin de todo en
la última página todavía hay otras notas que dicen: «Yo Antonio
Aymerich
, Bachiller en artes, el viernes día 29 de Abril
compré este libro al Reverendo confesor del
Rey de Navarra, en la ciudad de Valencia, el año 1435
del Nacimiento del Señor.» Y más abajo se lee: «Este libro es de
Pascual March, quien lo compró por 44 sueldos

77.
LETANÍAS Y ORACIONES. Un volumen en 4, en pergamino, de 44 páginas.
Es del siglo XIV. Se comprende que este Códice se usaba en todas las
rogativas que se hacían en esta catedral. Después de las Letanías
de los Santos, siguen las preces y oraciones pertenecientes a cada
rogativa. Entre otras de las que ofrecen interés histórico, está
la tradicional plegaria que se canta en esta catedral
en las rogativas pro pluvia, que dice así: «Dómine
rex, Deus Abraham, dona nobis pluviam super faciem terrae, ut discat
pópulus tuus quia tu es Dóminus Deus noster.»

También hay
una oración propia de la Santa Cinta, diferente de la que se
halla en el Breviario de esta catedral. En dicha oración se
expresa la aparición de la Santísima Virgen en esta
iglesia y la entrega de su Sagrado Cíngulo. Como es un
documento de grande valor histórico, pues confirma aquella veneranda
tradición, creemos conveniente insertarlo tal como está: Dice así:

«Omnipotens sempiterne Deus, qui gloriosae Virginis Matris
Mariae corpus et animam, ut dignum Filii tui habitaculum effici
maereretur, Spiritu Sancto cooperante praeparasti; da, ut cujus
Visitatione et Cinguli traditione hanc Ecclesiam
decorasti, ejus pia intercessione ab instantibus malis et á
morte perpètua liberemur. Per Dominum...»

/ Nota: á
y perpètua aparecen con tilde en el pdf que tengo, otros textos en
latín también están con tilde en este libro.
La ae del latín,
æ, la escribo en este libro ae -

https://www.delcastellano.com/errores-pronunciacion-latin/


ae (y oe)


Por increíble que pueda parecer, el
diptongo ae se pronuncia [ae̯]. Por tanto, hay que evitar la
pronunciación arromanzada como una simple *[e]: quae se lee [kʷae̯]


, no *[ˈkwe]. Tortosa : Tortose,
Lleida : Lleide, Maella : Maelle, Favara : Favare, etc.
La
bibliografía anglosajona tiende a considerar que ae se pronunciaba
[ai], aunque esta pronunciación es de época arcaica (siglo iii a.
C. y anteriores). Lo mismo se aplica al diptongo oe, menos frecuente,
que se pronuncia [oe̯]: amoenus se pronuncia [aˈmoe̯.nus]


, no *[aˈmenus] /

78. PEDRO DE
TARANTASIA. COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO II DEL MAESTRO DE LAS
SENTENCIAS. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 242 páginas.
Es del siglo XIII.
El autor es conocido con este nombre por ser
natural de Tarantasia, provincia y condado de los antiguos
estados sardos. Las 44 Distinciones del libro II del Maestro
de las Sentencias están completas en este Códice, y se señalan con
números en la parte superior de cada página, y además en el
margen. Hay algunas notas de época posterior. Las iniciales de los
párrafos están adornadas con dibujos de colores.
Al principio
hay un índice. También se ve allí una hoja de distinta época y
diferente letra, que no pertenece a este libro.

79. ALANO DE
INSULIS. SOBRE LAS DIVERSAS SIGNIFICACIONES O USOS QUE TIENEN ALGUNOS
NOMBRES EN LA SAGRADA ESCRITURA. Un volumen en 4° en pergamino, de
321 páginas. Es de principios del siglo XIII. Este curioso libro
tiene alguna semejanza con las Concordancias de la Sagrada Escritura,
aunque es más reducido y su objeto también es distinto.
Le
precede un prólogo dirigido a Ermengaldo, Abad de San Gil.
Después siguen los nombres por orden alfabético. Antes de cada
letra hay un índice; luego siguen los nombres cuyo uso se trata de
explicar, estando señalados con letras encarnadas en el texto los
libros de la Sagrada Escritura a que se refiere el uso de cada
nombre.
A pesar de su mucha antigüedad está muy bien conservado
este Códice. Todas las iniciales de cada párrafo son de colores, y
algunas están adornadas con hermosas viñetas. Al final hay la
acostumbrada nota que dice. «Este libro ha sido escrito; el que lo
escribió sea bendito».

80. FRAGMENTOS DE LOS CLÁSICOS Y
OTROS AUTORES ANTIGUOS. Un Volumen en 4.° de 328 páginas. Está
escrito parte en cartulina, que pertenece al siglo XIII, y parte en
pergamino, que es del siglo XII.
Contiene escritos de Horacio,
Juvenal, Marcial, Salustio, Cicerón y Séneca. También los hay de
Macrobio, (las Saturnales) y de Macer (del poder de las hierbas.)

Además un tratado de Geometría con figuras geométricas, y otro
del eclipse del sol.

81. CAPITULARIO PARA TODO EL AÑO. Un
volumen en 4.° en pergamino, de 380 páginas. Es del siglo XIV. Al
principio hay un Calendario muy deteriorado por el uso, en el cual
falta una hoja que debía contener los meses de Noviembre y
Diciembre.
Tiene de particular este Códice, que se halla en él
la oración propia de la Santa Cinto,
(Cinta, Cingulis, Cíngulo) de que ya hemos tratado en el
Códice de n.° 14; pero en el que nos ocupa dicha oración está en
el mismo Capitulario, y no en hoja añadida como en el otro Códice.
También hay algunas otras oraciones de interés histórico. Todas
las iniciales de los capítulos y de las oraciones se hallan
adornadas profusamente con dibujos de colores.

82. MISAL. Un
volumen en 4° en pergamino, de 460 páginas. Es del siglo XIII. Está
escrito con muy buen gusto y con profusión de letras de adorno.
Tiene además algunas viñetas muy distinguidas y de un estilo
especial. Hay un Calendario muy completo; y lo mismo que en otro
Códice reseñado, el día 4 de Febrero hay una nota que traducida
dice: «Aquí comienzan a cantar las aves». Y el día 24 de Abril
otra que dice: «Salida de Noé del arca.»
En este Calendario ya
está la fiesta de la Concepción de la Virgen, el día 8 de
Diciembre; la oración está añadida en el margen en su lugar
respectivo, y es diferente de la que se usaba antes de la actual.
También se halla el día 18 de Diciembre la fiesta de la
Expectación del parto de Nuestra Señora
, que se puso después
porque la letra no es la misma que lo demás del Calendario.




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