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miércoles, 11 de mayo de 2022

POETAS MALLORQUINES

SECCIÓN LITERARIA. 

POETAS MALLORQUINES (1). (Extracto de REVISTA DE ESPAÑA Y SUS PROVINCIAS DE ULTRAMAR)

(1) En nuestro número del 15 del pasado octubre prometimos para el siguiente el artículo de los poetas cubanos, cosa que no pudo tener tampoco efecto por lo que dijimos aquel día; y hoy, que íbamos a cumplir con esta deuda, nos ha parecido también suspenderlo, para dar en su lugar el que acabamos de recibir extendido por el conocido literato el señor don Joaquín María Bover, residente en Palma de Mallorca, y que viene a ser como el ensayo crítico de los poetas de aquel suelo. De este modo, habiendo ya publicado el artículo de los poetas canarios, seguirá este y después el de los cubanos, más distantes que unos y otros de nuestra madre patria. La erudición y la crítica que se notan en este trabajo no desdicen por cierto de las prendas que este autor ha manifestado en otros. Hubiéramos querido en obsequio de su pensamiento y del gusto de nuestros lectores darlo íntegro: pero, no nos lo permiten los límites estrechos de que disponemos para las demás materias. 

Mallorca, madre fecunda de hombres en todos conceptos eminentes, ha producido también, desde la antigüedad más remota, vates que supieron distinguirse en los certámenes que celebraban las academias de Barcelona y Tolosa. En el siglo XIII (sólo se lee III), cuando la rima vulgar empezaba y era tan estimada la que se llamó gaya scienciaBernardo Mogoda, uno de los caballeros que siguieron a don Jaime I en la conquista de esta isla, creído en el instinto de vaticinar y en el influjo de las estrellas, escribió en el estilo bíblico y oriental muchas predicciones de prosperidades y de infortunios. 

Con las estrofas que siguen parece que quiso pintar la derrota que en 1343 experimentó D. Jaime III último rey de Mallorca.

Lo rey se despedía 

ab sola una galera; 

vindrá á la ribera

ja destrosada. 

Dient ab ven (veu) alzada: 

lo reina per qui sona, 

dirán: per la corona 

aragonesa." 


Els contraris l' han presa 

despres de la victoria; 

per eterna memoria 

será perduda. 


En la plassa venzuda 

corps y voltons carnatje 

faran en lo ribatje

dels homens presa. 


Por aquel mismo tiempo vino al mundo Raimundo Lulio, aquel ingenio asombroso que antes que Bacon de Verulamio alzase el noble grito de libertad filosófica y mucho antes que el célebre Erasmo diera al orbe literario días de gloria y honor a las ciencias útiles; dotado por la naturaleza de vastos y grandiosos proyectos, de sublime talento y comprensión universal, dio un agigantado paso en la escabrosa senda del saber, y sepultando en el olvido las ridículas formas del ergotismo, al través de la atmósfera de oscurantismo en que yacían sepultados los pueblos de la Europa, cultivando las lenguas orientales, y observando el majestuoso y sencillo curso de las leyes que rigen al orbe físico, dio el ejemplo, que sirvió de pauta a los restauradores de las ciencias, de establecer sobre la observación y experiencia los conocimientos físicos, que auxiliados de las matemáticas son deudores a Lulio de los rápidos progresos que Newton y demás sabios de primer orden hicieron en el vasto campo de la naturaleza. El inventor de la aguja náutica y del ácido nítrico, el hombre grande de su tiempo, el mallorquín Raimundo Lulio, (Ramón o Ramon Lull) escribía a sus discípulos del colegio de Miramar en esta isla: 

Rey poderos de l' alta cort divína 

quil fragil hom volgués ab vos vnir, 

teniu recort dels qui triste ruina 

de mort cruel en esta vall mesquina 

volen per vos passar y sofferir: 

Datslos esforz d' honrar y venerarvos 

yab (y ab : y con) alta veu tots temps glorificarvos. 


Frares menors ab ven (veu) clar argentina 

recordats ja de qui 's volgué vestir 

la nostra carn obrint del cel la mina, 

á Miramar á la gent mallorquina 

y al seu gran rey han fet prest construir: 

aquets, Senyor, iran tots per loarvos (pone lo-arvos) 

á convertir los moros en amarvos. 


¿Qué tarden donchs de sonar llur botzina 

los precadors que volen Deu servir, 

bísbes, abats, priors quin la fusina 

d' aquest mon trist per lór fan contramina 

los pobres tots dexant de fam perir? 

Que fan los reis que tarden en mostrarvos 

quel seu tresor es sols en exalzarvos? 


Grans y mitjans y chichs dins la cortina 

d' oprobis grans me volen escarnir; 

y amor ab plors y greus suspirs refina 

mon esperit en vos qui sou la tina 

del meu cos trist quis vol en vos languir: 

lenteniment, volér en recordarvos 

aumenten ja y en tot temps desitxarvos. 


Servir donchs vull, humil verge Maria, 

de mon poder, puis desitg esperanza 

prest m'ha tramés. Blanquerna ¿quin sabria 

dir hon teniu la vostra cetla pia 

perqu' hey servis l' Etern yo sens tardanza? 

y 'l meu desitg pogués tot saciarse 

en ell en qui tot sol pot alegrarse. 

El mismo Lulio empieza así su excelente plegaria al (pone la) Todopoderoso, plegaria que no ha visto aún la luz pública:

(Gerónimo Rosselló publica Obras rimadas de Ramon Lull escritas en idioma catalan-provenzal en 1859, seguidas de un glosario de voces anticuadas. El siguiente poema aparece con ligeras variantes) 

Alt en lo cel hont es la cort divina 

Ma pensa veu ab fervor inflamat 

que vos, Señyor, plorau de la ruina 

del mal etern á hont lo mon camina 

y est gran mal vos te granment irát. 


Plorau, Señyor, que mos ulls plorarán 

ab dolros plant vos faran compañía 

Señyor plorau que a Miramar irán (pone írán) 

faels sarvents que per vos penarán 

portant silicis dejunant cada dia. 

Mirau Señyor las nafras canceradas etc. (Atentos a: las, nafras, canceradas)

A principios del siglo XIV floreció el anónimo conocido con el nombre de mercader mallorquí, quien en una de sus poesías expresa elegantemente el desdén: 

Cercats duy may, ja siats bella e pros 

quels vostres pres e laurs eris plasents: 

car vengút es lo temps quem aurets menys; 

nom anziura vostro sguard amoros 

ne la semblanza gaya; 

car trobat nay 

altre quim play 

sol que luy playa 

altra sens vos perque lin voltray be 

e tindrem car s' amor que axis convé. 

Otro poeta floreció por aquel mismo tiempo que es notable por la pureza de versificación y por la perfección de lenguaje. Hablamos de Lorongo, hijo de Ferrario Roselló (Rosselló), consejero del rey don Jaime III de Mallorca y hermano de Saura casada con el infante don Sancho de este reino. Escribió un epitalamio al casamiento de su tía Blanca con el conde de Cardona y es de notar lo dulce y sentimental de la segunda estrofa. 

A vos jo li dou le blanque doncele, 

á vos alt Señyor de tant clar linatje: 

ella es de mon quor rique maravele, 

de vostra notblia molt brilant estrele 

y á vostra quorona será un adornatje. 


Si donchs la teniu ab molt gran valia 

y de ses virtuts n' estau molt prendat, 

el meu sperit, Blanque perla mia, 

el jorn que ixquires de ma compañya 

quedá ab plor y dol del tot ofuscat. 


Si arnesos y lansas y escuts y quoronas 

aportau señyor dels inclits passats 

qui tembran las armas dels Folchs y Cardonas 

que en tantas asañyas tan altas personas 

molts de sarrayns veren traspasats; 


La vostra motler ab roitjios pavesos 

y ab virtuts y merits yl vostro blassó 

y vostre notblía y fets gentilesos 

ab los de lurs avis serán adornesos 

ab barras y sanch del rey de Aragó

Generalizado el gusto a la poesía lemosina necesario era un libro que fijase las reglas para aprender a escribirla con toda perfección. Este libro apareció a mediados del siglo XIV siendo su autor el mallorquín Berenguer Noya.

Romeo Burguera, (Romeu Bruguera) célebre dominico, privado íntimo del rey Felipe el Hermoso, a quien ayudó en la expulsión de los templarios, compuso varios tratados ascéticos en poesía lemosina. Su Biblia rimada é en romans, es una verdadera traducción de la latina llamada aurora que en el siglo XII escribió Pedro de Riga, reducida a contar aisladamente en verso los principales sucesos de la historia sagrada con algunos de los sapienciales, inclusos los macabeos. Bruguera siguió el orden que tienen en la Biblia los libros históricos, sin omitir el de los proverbios, cuya traducción es graciosísima. Concluye con el Apocalipsis. Para muestra de su lenguaje copiaremos los versos con que termina el prólogo.

Asó ay de lati en romans tornat 

á honor de la contessa que Deus guard 

d'Ampurias marchessa á nom (1) 

(1) Creemos que esta marquesa de Ampurias es la hija de Guillermo de Peralta, vizconde de Cabrera, que murió a principios del siglo XIII según el historiador Bosch. 

E fo fila dun gran rich hom 

que fo vezcomte de Cabrera 

é lexá esta hereteyre 

de Muntsoriu e del vezcomptat 

tot quan havia la laxat 

de Cataluñya porta flor 

denseñyament é de valor, 

de franquea de gai parlar, 

dumilitat crey no ha par, 

de Deu li plats souen parlar 

molt dejunar e molt horar. 

La poesía académica o latina no empezó a cultivarse por mallorquines hasta principios del siglo XV. Entonces perdieron su boga los versos bárbaros y leoninos, y el canónigo Esperandeo Español, el caballero Arnaldo Descósy Antonio Geraldino, escribieron hexámetros muy dignos de la época de León X. De este último copiaremos los que puso sobre el sepulcro de Raimundo Lulio

sepulcro de Raimundo Lulio. Ramon Lull.


Clauditur hac Lulli Raimundi corpus in arca 

egregia quem stirpe tulit Gymnecia tellus. 

Mollis amator erat primaevo in flore juvente, 

mortali implicitur cura; mox pectora mutans 

in coelum tollensque oculos, peritura reliquit 

inventa est sordes; lateque est divinitus illi 

infusum ingenium, naturae arcana resolvens; 

perque omnes errans artes coelique recessus 

edidit in toto celebranda volumina mundo. 

Ipse quoque inmenso solers errabit in orbe, 

ut Christi leges alio sub sole locatos 

funderet in populos, paganaque pectora nostrae 

verteret ad cultum fidei, Christumque docéret 

esse Deum atque hominem genitrice e virgine natum

qua propter quando divis gens hunc barbara saxis

agressa est, cessit Libitis detrusus ab oris, 

dumque solum natale petit, Balearica regna

in patria senior prospectu fessus obivit. 

Español escribió a la memoria de su padre, que fue uno de los héroes que más se distinguieron en la defensa de Rhodas (Rodas), contra la invasión del Soldán (sultán) de Egipto que tuvo lugar en 1439, los versos que siguen: 

Hic hic Spagnolius tuus o Majorica tutor 

Cujus est a proavis durat in urbe domus 

Ausus multa quidem fungens tot honoribus urbis 

Effulsitque loco mens bona semper opum 

concordes animo natos sex forte reliquit 

creverat undeno mira nepote quies 

Trinacriam atque Rhodon ductae Hariamque triremis 

plausibus hic praetor laetitiaque fuit 

naumachia duros fausta mox fuderat hostes 

id Maetona ducem prospiciens coluit 

quumque diu Cyprus premeretur fessa tirano 

insiluit classis sub cruce vasta Rodi

cui fervens inerat coram Balearicus ardor 

hoc acamas celebris consule mons gemuit 

contigit hinc tanden per lustra ophtalmia septem 

lumina cesserunt tabuit inde caro 

dicamus is nataeque duae Leonoraque conjux 

prima jacet simul hic natus ex alia 

nunc igitur gaudere juvat compage negata 

en à morte pius quisque resurget ovans. 

En los versos de Arnaldo Descós se observa una elegancia de lenguaje y una pureza de latinidad que pueden competir con las producciones de los autores clásicos. Descós fue uno de los literatos más conocidos de su época. En sus epístolas hace mención honorífica de su maestro el célebre Pedro Daqui, de su condiscípulo Juan de Malleon, obispo de Salamanca y de su amigo Bernardo Bohil, delegado apostólico en la expedición de Colón a las Indias. Así se expresa Descós en una de sus producciones: 

Si divum, ut fama est, servat tutela poetas, 

nunc ades, et gressus dirige virgo meos. 

Nil prossunt mussae, nil carminis auctor Apollo, 

ut possim justos nunc reperire pedes. 

Oh utinam versu tantas exponere laudes 

possem ut tam faustum nunc celebrare diem! 

Ergo subvenias inopi tua sacra canenti, 

conceptum ut referam, qui sine labe fuit. 

También cultivó Descós la poesía vulgar o lemosina, y en una, dedicada a la Purísima Concepción, son notables los versos que siguen: 

Perque es mastér que vos Verge sagrada 

ab vostro fill siau la nostra guia, 

clarificau la pensa entenebrada, 

y subveniu me llengua poc limada

que us puga dír ab nova melodia 

noves loors de vostre gran altesa 

qui de tot crim é pecat fou illesa.

(Se concluirá en el próximo número.) 

(Continuación.) 

Raimundo Lulio, como dice Quadrado, era en aquel tiempo la fuente que inspiraba a los poetas y en que bebían nuestros sabios: en su honor y en su nombre se exigían cátedras, en su honor se celebraban certámenes como el famoso de 1502, y la prensa mallorquina apenas ha sudado sino comentarios a sus obras. ¡Bien merecía esto y mucho más el hombre extraordinario que por dos siglos tuvo por discípulo al mundo entero! En el citado certamen de 1502 se distinguieron los poetas Antonio Massot, Gaspar de Verí (Veri), Jorge Albér y Juan Odón Menorca. De todos ellos hay excelentes composiciones: todos se lucieron a la par, y Gaspar de Veri, a quien se adjudicó el premio, recitó una larga poesía en la que es notable esta estrofa: 

Ram, on se cull, de flors molta natura 
l'ull qui preveu, en evitar lo mal 
segura mar, qui en lo temporal 
lo navegant, eximeix de presura 
rosa suau, als doctes qui refrega 
pom redolent, de un saber infús 
capsa d'unguents, on no ha res confús 
aigua de font, qui los provectes rega. 

El esclarecido literato Nicolás de Pax uno de los primeros catedráticos de la universidad de Alcalá, muy favorecido de su fundador el célebre cardenal Jiménez de Cisneros, habla del monte de Rauda, monumento que la naturaleza quiso prevenir para mostrar al orgullo mallorquín el teatro de las visiones misteriosas del gran Raimundo Lulio, en los términos siguientes: 

Rauda tenens regni centrum Balearis, ab alto 
aequor et ingentes undique monstrat agros. 
Panditur ad Phoebi radios, umbracula passim 
prospectus varios concava saxa parant. 
Elevat ingenium, curas expectorat omnes 
totaque vivaci pectora membra novat. 
Hic bibit infusum Raymundus dogma supernè; 
hic quoque mirandum condidit artis opus. 
Angelus hic illi visus, pastoris amictu, 
praebuit et meritis oscula multa libris. 
Dixit eos varia passuros multa sub hoste; 
sed foire pro sancta fortia tela fide. 
Tunc erecta sacrum collustrans cella cacumen, 
plena venustatis Gratia nomen habet. 
hinc manare potest doctrinae splendor in orbem, 
hinc sibi perniciem secta maligna timens. 

Por este tiempo el virtuoso sacerdote Francisco Prats ya había publicado en prosa y verso su devotísima contemplació y su poema del Sacrament de bona gracia. Empieza este último con la estrofa que sigue: 

Caritat me forsa, y ley me incita 
loar lo misteri de laucaristía 
lo poc exercici los señys me desvía 
en loc baix me posa y el desitg limita 
la ploma es presta y no gos escriure
perque la invidia rependre amenasa
las nafres ya em dolen y treball me brasa
sol Crist Deu y home men pot fer desliure. 


Jaime de Oleza y Zanglada hijo de una familia ilustre en la que se radicó el cultivo de los conocimientos humanos, escribió en excelentes dísticos latinos un libro de lege cristiana et de cuadruplici peste mundi, en el que apoya su doctrina con bellas razones y sólidas sentencias. En esta obra reprende los vicios, detesta la escuela de los nominales, demuestra la vanidad de las predicciones astrológicas, y confunde la filosofía de Averroes y de todos los antiguos. Este mismo Oleza escribió en rima otras varias obras y un cancionero teologal y espiritual. Como muestra de su numen poético copiaremos el epigrama que dirigió al doctor Caldentey con motivo de haber publicado un tratado del maestro Gerson; 

Perstrinxit legis praxim: moresque Joannes 
cui de Gersono nomen habere datur. 
Si ergo tuum lector pectus coelestia tangunt: 
hunc eme: plus solus que ubi mille dabit. 
Iste docet mores sacros: animunque perornat: 
vitaque sit nobis qua peragenda via. 
Quid sit honestum: quid justum: quid denique sanctum: 
quidve pium monstrat: quae fugienda mala: 
detegit hic coelum: et callem flagrantis averni: 
neu phleget honteis afficere malis. 
Ad summam hic vigili ducit rectore carinam: 
quae mundi immergi naufraga possit aquis. 
Huic igitur grates tanto pro munere lector 
redde: sed est nobis gratia habenda magis. 
Ille opus exegit: fateor: sed copia habendi: 
nostra est per terras multiplicata manu. 

Del citado Jayme de Oleza fue hijo Francisco, quien con motivo del dolor que le causó la muerte de su esposa doña Beatriz de Sant Martí, escribió el excelente poema titulado menosprecio del mundo, anticipando en él la versificación majestuosa y pura de León y Garcilaso. Con dificultad se 
encontrará elegía más tierna y suave. Empieza así: 

Ab manta de plors el cel se cobria. 
Y tota la terra mostrava gran dol, 
mirand d'aquest mon del tot se partia 
la qui de virtuts granment resplandia 
tristor señyalava la lluna y el sol. 
Oh triste jornada! oh cruel partida! 
oh perdua digna de plor y lament 
morir la qui era de tants bens complida 
y de tantas gracias estaba ennoblida 
que loar ni plañyer nos pot dignament. 

Describiendo el día del juicio final, pone en boca del Juez eterno las palabras siguientes, dignas del poeta Dante. Dirigiéndose Dios a los buenos les dice: 

Veniu beneits del meu Etern Pare 
puis treballs y penas en lo mon sentis 
posseiu lo regna preniulo desdara 
car puis meu servit es just queus ampare 
yus done per premi letern paradis. 
Donat meu á beura cuant yo sedetjaba 
haveume vestit essent despullát 
haveume pascút cuant yo fametjava 
haveume acollit cuant peregrinava 
y essent en la carcer heume consolát. 

Con los versos que siguen habla Dios a los malos, pintándoles el horror de las penas del infierno. 

Per darvos lo sou vos crida y espera 
de plors y suspirs ab grans atambors; 
los crits serán pifres, les flamas bandera, 
fereu escuadrons de nova manera 
ab molts arcabusos de cruels dolors. 

Dins lo foch ardent feréu ordenanza 
ab gran desconcert tot temps caminant, 
tindreu dura guerra ab tota ultransa, 
de pan (pau) no tenint ya mes esperanza 
los uns contra els altres granment batallant. 

Ni es cansaran mai los potents ministres, 
ni porán morir los qui penarán; 
rebrán de continu encontres sinistres; 
seran los jamechs clarins e ministres 
qui en tal exercit tot temps sonaran. 

Miraume las nafres vui com resplandexen, 
las cuals mai volgues vivint contemplar! 
Mirau los assots cuant bells aparexen! 
Mirau vui la creu que els bons tots conexen! 
No volteu la cara que be es de mirar. 

Ni Rioja cantó con más sublimidad y energía lo vano y fugitivo de las grandezas del mundo. 

Tengan de continu en nostra memoria 
los treballs y penas de nostres pasats. 
Mirem los sepulcres dels rich (richs) y sa gloria, 
y las grans banderas señyals de victoria, 
apres de tants plers hon son arribats. 
Mirém del gran Cesar los fets valerosos 
quil mon ab batallas ha tot subyugat, 
mirem de Annibal los actes famosos 
y dels Scipions los fets gloriosos 
escer ya no res vuy tot lo pasat. 

Ahon son las honras que han alcanzadas, 
y los tants triunfos de gloria gran? 
hon las pedras finas en or engastadas 
y las ricas robas de perlas brodadas? 
mirau vui que son, mirau hon están! 

Hon son las viandas granment esquisidas 
en los convits bells tots plens de delit? (delit : deleite)
Ahont las gran casas honradas, fornidas, 
y d'or y d' atzur pintadas guarnidas? 
Mirau com es tot vui ya preterít! (pretérito : pasado) 

Al mismo Francisco de Oleza debió el mundo literario una preciosa arte poética escrita en lemosín con el título de Nova art de trovar. Tratando en el prólogo del abandono en que se hallaba la poesía dice: 

L'art estava sepultada 
en sepulcra lemosí
mes ara desenterrada 
y molt ben afeyzonada
para tot bon us y fí, 
la us dona un malorquí

Entre los varios ejemplos de poesías de todas clases, es notable esta preciosa quintilla: 

Las testas y las costellas 
que tu veus en lo fossar 
spinadas y cañyellas
personas foren molt bellas, 
y tu comells has tornar. (com ells : como ellos, como ellas)

Un hijo del citado Francisco, llamado Jaime de Oleza y San Martí, escribió un hermoso poema en que Jesucristo abre una justa, y como mantenedor de ella sale triunfante de los vicios y de la muerte.
Cuando en 1541 vino a esta isla el rey don Carlos I, los mallorquines Juan Genovard (Ginovart), Pedro Autich (Antich), Gaspar Vidal, Tomás Marcer y Jayme Romañyá hicieron lucir su numen poético. Lamentándose el primero de la decadencia de Mallorca dirigió al monarca los preciosos dísticos que siguen: 

Dum fortuna dabat, titulis quod pingerer auri, 
invidisse mihi plurima regna putes. 
Non eram ab infroenis numidis direpta, sed illi 
nomine pallebant candidiore meo. 
Tunc mea tercentum complebant littora puppes, 
mercibus et variis, Carole, dives eram; 
nunc jaceo infelix: vix sum miserabilis ulli, 
vixque meo possum tutior esse sinu. 
Quare moesta, precor, prisco me redde nitori, 
ponendo numidis dura lupata feris; 
respice sollicitam, Caesar (pone Coesar), mitissime princeps; 
principis est, miseros erupuisse malis. 

Romañyá, a más de las diferentes poesías que escribió en dicha ocasión, fue autor de una comedia latina sobre el rico epulón, titulada Gastrimargus, miserable imitación de las de Plauto y Terencio. Esta comedia, ya que no por su mérito, es interesante para la historia del arte dramático, porque puede decirse que se le ve en ella en su primer desarrollo y como en su infancia. Por su asunto, tomado de la historia sagrada, pertenece a los misterios, a los que en los siglos medios debió su origen el teatro moderno, al paso que en sus formas y en su lenguaje, aunque rudo muchas veces y sin combinación métrica de ningún género, se observan reminiscencias de los autores clásicos latinos que con tanto ardor eran estudiados e imitados en el siglo XVI. 
En este mismo siglo floreció el erudito sacerdote Dionisio Pon (Pont), que solía firmar sus poesías con el anagrama de Disiponsi. En su curioso poema de la batalla de Lepanto, habla de las proezas del capitán don Juan Despuig y Mir, y dice: 

Que ilustre gent castellana 
aportaba don Joan, 
gent tudesca, italiana, 
que hauran fet de tallár carn. 

De Mallorca, isla dorada, 
es allí Puig capitá, 
que dels moros de Granada 
porta la gent carnisada, 
que per ell pochs turchs y há. 

Per totas parts esta nova 
fará de asó gran sentit: 
tant lo rich, com home y dona, 
tot estament de persona 
prega per ell dia y nit. 

Entusiasta Dionisio Pont por las glorias de su patria, las cantó con la exageración que se lee en el siguiente epigrama que publicó como propio el cronista D. Juan Dameto, a quien tanto imita en los plagios, aunque con menos circunspección, otro cronista de nuestros días: 

Divitias natura parens balearibus omnes 
contulit, et divum munera quisque sua. 
Insula dives opum, Neptuni pulcher ocellus, 
Mars hic imperium possidet, atque Venus. 
Palladis hic domus est, Cererisque et grata Lydi 
gaudia, cum garis aurea Flora tuis. 
Ambit aquis Nereus pro muro spumens omnem 
aequoreis largè, divitiisque beat. 
Dotibus his prestat cunctas Majorica tellus; 
hic mihi certa quies vivere, et opto mori. 

Contemporáneos a los poetas de que acabamos de hacer mención fueron el P. Antonio Pon, arzobispo de Oristañy, y el doctor Benito Español, sacerdote de gran virtud y doctrina, a quien Francisco de Oleza dedicó su menosprecio 
del mundo. Contestó a la dedicatoria con estos hermosos versos: 

Mostrau lobra vostra puis es be rimada 
y donaune copia á qui la volrá 
que vostra señyora qui visque honrada 
y ab molt bona fama está sepultada 
al cel ab los angels sen alegrará. 

Y las vostras coplas serán unas mostras 
de homens y donas segons he legit 
y ab tals sentecias per las vidas nostras 
qui volrá entendre los documens vostras 
tendrá en memoria lo mon aborrit. 

Yo per la part mia per fervos servicis 
en totas mes horas ne faré records 
que puis en sa vida fou tants beneficis 
per lanima sua faré sacrificis 
legint cada dia lofici de morts. 

Almoines, responsos, faré per aquella 
moltas oracions per ella diré 
y ab cremants civis (ciris) en vostra capella 
ofertas y misas cantaré per ella 
y sobre el sepulcre sovint absolré. 

Dos poetas mallorquines encontramos también en el siglo XVI que hacen versos en castellano, pero estos versos, desnudos de toda energía, pueden reputarse por una prosa cortada por sílabas determinadas. El doctor en artes y medicina Damián Carbó, haciendo alarde de sus blasones y de sus gloriosos ascendientes, escribió al pie de su escudo de armas: 

La banda y saetas que veis y señales 
son armas sin duda que los mis pasados 
carbones dejaron con autos nombrados 
de fama y de gloria todas inmortales. 

Y fueron fundadas por autos de reyes 
que aquellas en pago de tantos servicios 
a ellos han dado grandes beneficios 
no siendo ingratos con muy justas leyes. 

De Roma Senados leemos que fueron 
y por el mal Sila no sin guerra fuerte 
cuarenta mil dellos todos duna muerte 
con Mario Carbó juntos recibieron. 
Hernando de la Cárcel cantó el desgraciado suceso del destrozo de una nave llamada San Roque, salvada por el capitán Juan de Luca, cuyo canto empieza así: 

Suele la necesidad 
ser tan diestra en cualquier hora 
que tenga oportunidad, 
que de cualquier novedad 
es muy perfecta inventora: 
y no sólo inventa y traza 
lo que es muy dificultoso, 
que aun en lo peligroso 
se pone sin mano escasa 
con corazón animoso. 

Concluye del modo siguiente: 

Saltó en tierra Luca luego 
y contando el caso, agro, 
muchos sespantan del ruego 
mas los que tienen sosiego 
van diciendo que es milagro. 
Y pues que vino a alcanzar 
Juan de Luca tal victoria 
contra infieles, viento y mar, 
roguemos al que es sin par 
que nos de al cabo la gloria. 

Los poetas mallorquines que más se distinguieron en el siglo XVII fueron: Mateo Descallar y Damato, hijo de una familia ilustre, de quien es un excelente canto a la virgen María: Nicolás Oliver y Fullana, capitán del ejército de Felipe IV, a quien sirvió en las guerras de Cataluña, y después fue 
cosmógrafo y cronista de Carlos II. Describió las islas Baleares con las octavas siguientes: 

El balear dominio se compone 
de varias islas, fuerte y abundante 
sobre las ondas, y marcial se opone 
con gran castillo al émulo arrogante. 
La de Mallorca, regia se propone 
del mar mediterráneo sol brillante; 
siendo Menorca, Ibiza y Formentera, 
sus más lucientes rayos y Cabrera. 

Yace en el quinto clima, inexpugnable (pone inespugnable)  
del báleo solio el mallorquín estado, 
por sus bélicos hijos formidable, 
y sus crujientes hondas celebrado: 
de Aragón margarita inestimable, 
en la navegación aventajado, 
vestido de frondosas maravillas 
con dos ciudades y opulentas villas. 

La real Palma en la mano aragonesa, 
de Mallorca metrópoli valiente, 
dio laurel digno a la cartaginesa 
y al gran Meleto nombre permanente. 
Mahometanas coronas interesa 
de insignes reyes tronco floreciente, 
puerto de fama, población de lustre 
con mitra episcopal y gente ilustre. 

Entre dos promontorios se levanta 
ciudad Alcudia, desde que aplaudida 
al mayor Carlos su obediencia canta: 
por el coral que pesca conocida. 
Lluchmayor de sus villas se decanta 
famosa por la lid que en su florida 
campaña dio del rey Jaime tercero 
la vida y cetro al enemigo acero. 

Campos, por sus salinas es famosa; 
bellísima y fructífera Porreras; 
Bollenza por sus mirtos prodigiosa; 
Artá milagros toda y primaveras; 
Sineu de los romanos plaza hermosa; 
Felanix, Petra y Manacor guerreras; 
Alaró con castillo inexpugnable, 
riquísima Inca y Soller admirable. 

La fértil isla de Menorca tiene 
una ciudad llamada Ciudadela 
en la agradable costa que contiene 
muralla que defiende y juez que cela. 
Del gran Magon fundada se previene, 
donde el audaz contrario no recela, 
Mahón, que entre otros pueblos se encastilla; 
sublime puerto y generosa villa. 

Sigue Ibiza de pinos coronada, 
dando nombre a su isla inaccesible; 
por el fuerte castillo tan nombrada, 
como por sus vecinos invencible. 
Hoy se ve Formentera despoblada; 
Cabrera se propone apetecible; 
cobrando fama entre otras Cunillera 
del ínclito Annibál patria guerrera. 

A mediados de este mismo siglo, floreció Rafael Bover (pone Bovér), a quien Quadrado llama el Garcilaso mallorquín. La siguiente muestra de su numen lírico hará conocer a nuestros lectores la exactitud de tal comparación. 

Aldea qui ets tan trista 
y sens remei algun per me tristeza, 
si no cegar ma vista, 
puis no tinc altra cosa que aspereza, 
en un camp sens verdura 
rahó es que yo muyra ab tal postura. 

Posát en esta aldea 
un pobre y trist pastor se lamentaba
ausent per sa idea
de lo que en aquest mon mes adoraba:
ja finirá sa vida
per no haberí en el camp cosa florida. 

Cert es, señora mia, 
que ya en el mes present los camps estaban 
tots verts ab gran porfia, 
y de ells a son temps fruits aguardaban; 
mes ab seguedad tanta 
no hayá fruit que esperar ya de tal planta. 

Si lo temps fes mudanza 
convertintse me pena áb alegría, 
se creu mia esperanza 
de que lo sech de vert se vestiria, 
y la favera ab flor, 
Cullint de totas parts lo fruit millor. 

No te esquives, pastora, 
de lo que yo te escric ab esta lira, 
que mon cor te adora: 
abrassét en amor y no en ira, 
Perdona ma osadia 
que per servirte a tu yo moriria. 

En el romance que sigue, agotó Bover la suavidad de sus tonos, e hizo triunfar el tiernísimo dialecto mallorquín. 

No te espantes que yo cant, 
perque men pren com es cisna, 
qui cuant ya no te esperanzas 
contant acaba sus dias. 
Com veix que ma desventura
de poder parlarte hem priva, 
de est molt que ma vida acapia, 
puis de aliment me servia. 
Mos ulls llamentan y ploran, 
mon cor se romp com a vidra, 
mas entrañas se arrebasan, 
ma esperanza se mostia etc. 

Pertenecen también al siglo XVII Jaime Pujol abogado, autor de un poema en elogio del serenísimo infante D. Juan, y el doctor Antonio Gual, presbítero y canónigo de esta santa iglesia, digno imitador de Góngora. Entre otras poesías de este último tenemos el poema épico que escribió en 1646 con motivo de la pacificación de los partidos que dividían la nobleza mallorquina. Sus versos son excelentes, y como muestra de ellos copiaremos las octavas que siguen: 
….....
El puesto de dos vallas guarnecido, 
y en ellas dos informes arrimados 
bultos, que de lo humano se han vestido 
al yerro de las lanzas destinados: 
un duro azote de la diestra asido, 
y de sendos broqueles amparados; 
vestida ricamente de oro y grana 
el aurora salió aquella mañana. 
…....
Despertaron al sol confusas voces, 
festivo aplauso, alegres alaridos 
del vulgo y de la plebe que veloces 
se anticipan al puesto mal sufridos, 
No Ceres tal, a las villanas hoces 
los campos da de espigas guarnecidos, 
como se vieron por distancias tantas 
cubrir la arena las humanas plantas. 
…........
Juan Odón de Togores se descubre 
sobre un delfín terrestre que de estrellas 
la escama siembra de oro, que le cubre, 
de blancos grifos con labores bellas: 
su faz, que nube del plumaje encubre, 
por el campo marcial siembra centellas: 
y habiéndose ostentado reverente 
de su mantenedor se puso enfrente. 

Cuatro veces al son de los metales 
los polos de cristal se estremecieron; 
y del averno oscuro en los umbrales, 
de las herradas plantas se sintieron 
otras tantas los golpes desiguales 
con que el globo los brutos sacudieron, 
dejando con airoso movimiento 
de astillas cada cual poblado el viento. 

En el siglo XVIII florecieron don José de Pueyo y Pueyo, marqués de Campo Franco, que hizo ostentación de su excelente numen en la multitud de poesías que compuso en latín, castellano y francés: don Miguel Bover y Ramonell, autor de la comedia titulada la conquista de Mallorca, de la que habla Moratín en sus Orígenes del teatro español: el padre Ramón Nicolau, monje cartujo, que escribió en verso latino hexámetro la vida de Jesús, María y José: el doctor don Antonio González que tan al vivo expresó su melancolía y tristeza en su Teatro de la muerte, y don Luis Focos traductor de la Merope de Maffey y de la comedia El enfermo imaginario de Moliere y autor de un poema épico de la conquista de Orán. 
Difusos seríamos si hubiésemos de hacer mención de los poetas mallorquines del siglo XIX, y más difusos si hubiésemos de detenernos en el examen de sus producciones. Sin embargo, no debemos pasar en silencio los nombres de don Antonio Llodrá, don Juan Nicolau, don Juan Muntaner y García, canónigo de esta santa iglesia y arzobispo electo de Caracas, don Leonardo Planes, don Nicolás Armengol, don Nicolás Campaner, oidor de esta real audiencia, don Pedro Andreu y don Vicente Far. Todos ellos han dejado 
conceptuosos versos y de todos ellos hemos hablado detenidamente en nuestro diccionario de escritores mallorquines. 

De los que actualmente viven omitimos hacer mención, atendida la diversidad de su mérito, temerosos de herir la modestia de los unos, hablando de ellos con el elogio que merecen, y la susceptibilidad de los otros, pasándolos en silencio. 
Palma 19 de octubre de 1850. 

JOAQUÍN MARÍA BOVER. 

domingo, 17 de octubre de 2021

LA POESÍA CONTEMPORÁNEA EN MALLORCA.

LA
POESÍA CONTEMPORÁNEA


EN
MALLORCA. (*)



(*)
El autor escribió este artículo en el año 1861; y si bien en
aquella época los poetas que menciona lograron colocar su nombre en
elevadísimo puesto, no habían dado a luz todavía las obras que
después han robustecido su fama, extendiéndola muy merecida por el
continente; ni los trabajos de la nueva pleyada (pléyade)
con que se honra el país, enriquecían a la sazón el repertorio de
la poesía balear.
Tomás Forteza, hoy Maestro en Gay saber, no
dotaba aún la literatura indígena con ninguna de las composiciones
que más tarde le han valido el honroso título que le expidiera el
Consistorio de los Juegos florales de Barcelona. Dedicaba, sí,
Antonio Frates con fruto sus ocios al cultivo de la poesía, pero sus
versos, escritos por vía de pasatiempo, no pasaban al dominio
público. Si Pedro de Alcántara Peña se distinguía por su
perseverante afición a las letras, las justas literarias del
principado catalán no le habían una y otra vez proclamado vencedor.
Tampoco eran conocidas las robustas odas con que Gabriel Maura ha
acreditado su rica y poderosa imaginación; ni daba a la estampa
Bartolomé Ferrá (BARTOLOME FERRA en el original) sus donosas
concepciones en un volumen que el pueblo saborea con avidez por el
gracejo de su frase natural y gráfica y el vivo colorido de sus
pinturas. De RAMON PICO, tan ventajosamente juzgado en Barcelona por
sus poesías líricas, como aplaudido en el teatro catalán, no era
sabido el nombre siquiera: y tantos jóvenes distinguidos como Juan Alcover, Miguel Zavaleta, Miguel Costa, José Tarongi (Taronjí en
el libro editado por mí Lo trovador mallorquí)
, Gerónimo Forteza, Mateo Obrador, Juan Bautista Enseñat, Juan Luis Estelrich y
otros, no tenían aún demostrado lo mucho que Mallorca puede esperar
de su aplicación y de su talento (todo lo contrario a Gabriel Bibiloni). - Los más de los poetas de la
isla han tomado una parte muy activa en el renacimiento de las
letras catalanas
, y con tan buena fortuna, que han compartido
con los vates del principado los honores del triunfo, no sólo en los
juegos florales, sino en los demás certámenes celebrados en
Cataluña, cabiéndoles no poca gloria en la resurrección de la
patria lengua.

(En los textos de Guillermo Forteza
leemos varias veces lemosín, lemosin, lemosina. El catalán siempre fue un dialecto occitano, y para decir sí afirmativo usaban las
variantes OCcitanas: hoc, oc, òc, och
)

Creemos, pues, que si
favorable es el juicio que formara nuestro autor, en 1861, de la
poesía contemporánea en Mallorca, lo fuera doblemente hoy, que
nuevos poetas de valía y nuevas obras de los ya entonces conocidos,
colocan a la provincia entre las más aventajadas en literatura. Mas
ya que nuestro malogrado autor, arrebatado tan prematuramente a su
país, no ha podido adicionar este su artículo, como requería el
incremento de la poesía en el suelo balear, véase siquiera lo que
estampa el distinguido literato catalán D. Joaquín Rubió y Ors en
uno de sus más notables trabajos sobre el renacimiento de las letras
en Cataluña
:
- De Mallorca, dice, cuyos hijos debían algunos
años más tarde poner a tanta altura la bandera donde en campo
rojo y amarillo
ostentase la hermosísima divisa de nuestros
juegos florales, nos llegaron los primeros y, por ser de fuera, más
estimados refuerzos. A la manera que se cruzan en medio del ancho
canal que los separa las miradas que parecen mútuamente dirigirse el
elevado Puigmajor y el riscoso Montserrat, cruzáronse los cantos que
allí exhalaban sus poetas con los acordes que de sus liras
arrancaban los nuestros.” - En suma, para formarse una idea más
cabal de lo que va apuntado, puede verse la colección titulada Flors de Mallorca, publicada en 1873 por Gerónimo Rosselló, que
contiene la mayor parte de las poesías mallorquinas premiadas por el
Consistorio barcelonés desde su institución, y notas biográficas
de cada uno de los poetas que en ella figuran.
- N. del E.
(Gerónimo Rosselló también aparece como autor, poeta:

FLORS DE MALLORCA. POESÍES DE AUTORS VIVENTS, PREMIADES LES MES EN LOS JOCHS FLORALS DE BARCELONA. ESTAMPA
DE PERE JOSEPH GELABERT.
1873. En esa época de
Renaixença, la catalanización de estos autores baleares es bien
tangible. También se propagó esta enfermedad nacionalista a otros
autores españoles, y a los franceses del Felibrige, con Frederic Mistral como cabeza).





I.


Si
espectáculos hay siempre antiguos y siempre nuevos que levanten el
ánimo a la más soberana alteza del pensar y del sentir, que le
hagan saltar las murallas del tiempo y espaciarse por las regiones
del infinito, morada eternal de toda luz para el espíritu, de toda
serenidad y contentamiento para el corazón; uno de ellos es, sin
duda, el de la naturaleza no domeñada por la mano avasalladora del
hombre. Lejos está la primera impresión que este espectáculo nos
causa, de lisonjear nuestro orgullo, pues el alma, bajo la pesadumbre
de una sublime y temerosa emoción, siente flaquear sus fuerzas, la
conciencia de nuestra tiránica personalidad, suelta temblorosa el
cetro de su señorío, y la materia frágil que nos aprisiona se
anonada ante la inmensidad de la materia universal, gloriosa,
triunfante. Pero la esencia divina del espíritu no le permite
prolongar su homenaje a la materia, por ostentosa que se presente; la
majestad perecedera de la naturaleza le rememora la suya inmortal, y
ambas le avivan el seso para encaminarla derechamente al principio y
fin de todo lo grande, al asiento de toda majestad. Entonces dos
serafines purísimos toman sobre sus alas al serafín prisionero, la
gratitud у el amor elevan al alma, y rotas las cadenas que a la vida
real la sujetaban, pronto deja atrás a las alondras, a los cóndores,
a las águilas caudales, piratas de los espacios y amigas del sol, y
atravesando los mundos como flecha disparada, sólo se detiene a las
plantas bendecidas del Hacedor supremo.


Uno de
los países en donde puede a sus anchuras saborear el alma
este linaje de fruiciones altísimas, es en la Isla de Mallorca,
paraíso de sus naturales y admiración de cuantos la visitan. Bajo
la sonrisa tutelar de un cielo trasparente, sonríe también al
viajero esta ondina del Mediterráneo, atrayéndole ya desde lejos
con sus virginales aromas y convidándole a gozar la apacibilidad de
su clima, la hermosura de sus vergeles y regadíos y el accidentado
panorama de sus paisajes. Enriscados montes la ciñen, sus cumbres
enlazadas entre sí por los fraternales brazos de mil ondulosas
colinas, ora dibujan la gentileza de sus azulados perfiles en el
fondo de un azul más claro, ora envueltas en el misterio de nieblas
plomizas, engañan el deseo de la impaciente mirada. Bosques y
encinares las coronan, y sólo en las faldas se atreve el humildoso
cultivo a desplegar el modesto lujo de sus almendros, la ufanía de
sus viñedos, el fruto sacro de sus olivos, las estrellas de plata y
las pomas (“Taronjí: Esclatar en esmelts de noves
pomes.
”) de oro de sus opulentos y codiciados naranjales (ver
ses teronges en youtube, de Miguel Montero, y los poemas de Taronjí:
Sóller “
Ab los
taronjerals enjogassada”
y la mort dels taronjers: “Desde´ls horts de taronjes y de pomes).

El caserío trepa unas veces de loma en loma
cual si afanoso buscase aires más puros y más pintorescas atalayas,
otras se desbanda por las laderas, en vistoso desconcierto, como
rebaño de ovejas asustadizas, o ya despeñándose se agrupa en
hondos valles como familia bien avenida que no acierta a vivir
separada.
(Al voltant d´un caseríu, A dins la vall recolzada... Joseph Taronjí, A la vila de Valldemossa.)


Si
no conociésemos por experiencia propia lo mucho que el hábito
amengua el hervor de nuestros más entrañables afectos y el alcance
de nuestras más vivas sensaciones, imposible nos fuera comprender
como el perenne aspecto de una naturaleza llena de original y salvaje
poesía, no ha infundido en el carácter general de los mallorquines
algo del tinte poético que avalora las bellísimas tradiciones de
sus montañas y aldeas, el ritmo fundamental de sus cantos populares
llenos de grave o tierna melancolía y no escasa parte de sus
costumbres. La imaginación popular de estos bienhadados isleños,
lejos de brillar por la exuberante fecundidad y volubilidad
chispeante de otros países meridionales, parece siempre
contrapesada por el lastre de una reflexión instintiva y de un
cariño nada platónico a la vida material en el círculo angosto en
que acostumbran concebirla y practicarla. Medianamente inclinados a
idealizar la realidad, cifran (Cifre es apellido corriente en ses
illes, como el de mi amiga desde Paderborn: Na Malena de Pollentia :
Pollença, Pollensa
) en ella la mayor suma de felicidad asequible
acá en la tierra. Por esto un vago instinto de repulsión les hace
rechazar todo carácter anovelado, toda aspiración que tienda a
trastornar el mezquino y rutinario orden de cosas que satisface por
completo sus necesidades morales. Tal vez la raza árabe que
tanto tiempo fue dominadora de la isla, ya que no hizo herederos a
sus naturales de los tesoros de su oriental y prodigiosa
fantasía, logró embalsamar para siempre su carácter y perpetuar en
él su somnolencia moral, su
retraimiento, su silencioso quietismo y todo el seráfico conjunto de
sus virtudes sociales. De otra parte una invencible timidez, no
desnuda de modestia ni destituida de recelo, enfrena los
esfuerzos expansivos del corazón. Acallemos con férrea mano las más
apasionadas simpatías del nuestro y digamos toda la verdad. El
carácter general de los mallorquines, no sólo carece de poesía, no
sólo se identifica sobradamente con la realidad, no sólo tributa un
culto interno a las pequeñeces de la vida práctica, sino que carece
de iniciativa colectiva y es hasta cierto punto refractario a todo
progreso social.


Veamos
ahora cómo se destaca de ese carácter general el de los poetas
contemporáneos de Mallorca
.




II.


Pocos
pero de valía son los poetas con que hoy puede enorgullecerse
Mallorca. Por un elevado sentimiento de justicia, todos ellos
conceden el puesto de preferencia a Mariano Aguiló (Marian,
Marià
). Como esos árboles avaros de hojosas bizarrías que,
engañando por algún tiempo las dulces esperanzas de su dueño y
nada cuidadosos en halagar su deseo con la vana ostentación del mal
sazonado y primerizo fruto, en día memorable lo desplegan
riquísimo y bello y abundoso, después de haber ajuntado en la
oscuridad tesoros de fecunda savia, así el nombrado poeta apareció
de repente a los ojos de sus conciudadanos.


Ignorada
de todo el mundo y apenas rastreada por algún amigo, creció y se
fortificó su vocación poética en el misterioso cenáculo de un
alma tan pura como de recio temple, sin ninguna de esas influencias
académicas más o menos legítimas, pero que lejos de prestar un
amoroso arrimo a la inspiración juvenil, suelen arrancarle su
espontaneidad, desnaturalizarla y falsearla. El sentimiento intuitivo
de la verdadera poesía que, desde sus más verdes años, ardía
esplendente en el pecho de Mariano Aguiló, pudo así conservar
intacta esa aureola de pudor y de dignidad que una pureza ejemplar de
costumbres, envidia y admiración de cuantos le conocen, ha concluido
por hacer ordinaria, habitual, inestimable. Por su fortuna como
hombre y como poeta, desde las santas fruiciones del hogar doméstico,
desde la dulce tutela de una familia, dechado de honrados procederes,
desde la influencia angelical de una madre tan inteligente como
tierna, pasó al trato intimo, a la confraternidad intelectual más
estrecha con D. Pablo Piferrer. Al calor de este espíritu
sublime, gloria insigne de Cataluña, regaladamente se desarrolló la
irresistible vocación poética de nuestro paisano; cobró bríos su
sentimiento artístico, se acrisolaron sus aficiones y simpatías
literarias, y tomó un carácter definitivo de originalidad su ya
entonces robustísima inspiración.


Precozmente
encariñado por la poesía popular, largo tiempo hace que cifra en
ella sus más escondidos y nobles deleites. Cazador infatigable de
tradiciones y cantos populares, va a sorprenderlos en el fondo de las
rústicas aldeas, en lo alto de los más encumbrados montes, y con
sabroso recogimiento las escucha y trascribe de boca misma del niño,
de la aldeana, de las viejas, del hosco y casi salvaje pastor. Las
incomodidades de penosas excursiones, el desvío montaraz con que la
gente rústica acoge no pocas veces las insinuaciones y súplicas del
poeta, la codicia de unos, el desdén de otros, la fría y estúpida
indiferencia de muchos, nada le retrae del objeto constante de sus
fatigosos desvelos. De tan difícil y aun arriesgada manera y al cabo
de años y a fuerza de inquebrantable celo ha podido Mariano Aguiló
acopiar una colección de romances lemosines verdaderamente
asombrosa, y cuyo valor histórico, literario y filológico es
incalculable. Los sinceros amantes de la poesía popular en Alemania,
en España, en Portugal, en Francia, aguardan con el más vivo
interés la publicación de tan inmenso tesoro. En él ha sabido
encontrar Mariano Aguiló un auxilio natural y poderoso de sus
propias concepciones, y un manantial de vida para comunicarla
fecundante a su numen. Dotado de una imaginación lírica tan
esplendorosa como la de Moore y de Heyne, nunca la tiene exuberante y
manirrota como la mayor parte de los líricos españoles modernos.
Tampoco se entretiene, como muchos de ellos, en atestar de adornos
baladíes la trivialidad jactanciosa, o la enfermiza raquitiquez
de concepciones mal nacidas y peor alimentadas. Esta intuición
infalible, que es el carácter supremo de las inteligencias
extraordinarias, lo hace ser sabiamente avaro de su patrimonio
poético. Además, una razón siempre en alto, sabe moderar como
habilísimo jinete a un corcel árabe rebosando fogosidad, los
arranques de una fantasía lozaneadora. El lirismo de Mariano Aguiló
encarna en lo vivo del corazón humano, es psicológico, profundo,
trascendental. Esta sobriedad resplandece más todavía en las
poesías exclusivamente populares del poeta balear. Quien haya leído
las pocas composiciones que ha publicado, todas versificadas en el
más clásico lenguaje lemosin, A Dios, El entendimiento y el
amor, Don Alfonso de Castelnegro, A un ciprés, A la traslación del
Archivo de la corona de Aragón, Una visita a los muertos, y
Esperanza, más aún si ha leído sus composiciones inéditas, no
encontrará ciertamente desmesurados nuestros elogios: sólo él,
dechado de veraz modestia, podrá encontrarlos inmerecidos. (*)


(*)
Si justos son los elogios que tributa el autor a este poeta de
privilegiadísimas dotes, hoy es poco cuanto se diga para encomiar
sus trabajos literarios, asiduos sobre toda ponderación, y
encaminados a colocar la literatura catalana
(Guillermo
Forteza usa:
lenguaje
lemosin, varias veces, 8 líneas más arriba, p.ej.
Gerónimo
Rosselló publica las obras rimadas de Ramon Lull, sí, con L al
principio y ll al final, en “idioma catalan-provenzal”
)

en el alto pedestal que le corresponde (un dialecto occitano
en un pedestal; cuándo estará la lengua manchega, o la lengua
extremeña, o la lengua gaditana, etc, en el mismo pedestal? Cuando
tengan tanto dinero como los catalanistas para gastarse en su
promoción
).
A pesar de que son más que suficientes las
composiciones que tiene publicadas para concederle puesto, y no poco
elevado, entre los mejores líricos de España, es sensible que lo
que inédito conserva, así permanezca, en menoscabo de su gloria y
de la literatura, y más aún del renacimiento de la catalana,
que necesita obras en que aprender y modelos que imitar.
Mariano Aguiló es en realidad un ardiente entusiasta por la
lengua de los almogávares
, y a ella puede decirse tiene
consagradas todas sus facultades, toda su existencia, dedicándose a
tan perseverantes estudios y a investigaciones filológicas
tan detenidas, emprendiendo trabajos de tal magnitud, que sólo con
largos años de vida alcanzara llevarlos a término. Es por todos
conceptos importantísima la colección de romances populares
de que habla el autor (Guillermo Forteza), y que a fuerza de
diligencia y de penosas excursiones, tiene recogida en las diferentes
provincias
que formaron la nacionalidad catalana. (Los
paísus cagaláns, PPCC actuales
)

El extenso y razonado
catálogo de las obras impresas en catalán desde la invención
de Guttemberg (la imprenta) hasta nuestros días, premiado por
el gobierno, es una obra cuya impresión, empezada ya, debiera
concluirse, porque es realmente la mejor clave, la guía más segura
para emprender el estudio de la lengua. El Diccionario, que
tan adelantado tiene y tan rico promete ser, que representa dilatados
años de trabajos ímprobos, (no es el DCVB de Alcover) no
debiera hacerse esperar más, por lo mucho que ha de contribuir a la
restauración gloriosamente empezada, y a fijar el mismo idioma
a cuyo cultivo tantísimos se dedican. Y por fin sus colecciones de
refranes, de cantares, de navidades, de cuentos populares y otras
muchas, forman un inapreciable caudal que es lástima no puedan
saborear y estudiar todavía los amantes de la literatura patria.
Hoy es Aguiló Maestro en Gay saber, por haber alcanzado los tres
primeros premios de reglamento en los Juegos florales de Barcelona,
(año 1866) y ocupa el cuarto lugar entre los que han obtenido este
título; dirige además la Biblioteca Catalana, preciosa
colección de obras clásicas de nuestra literatura
indígena
, en la que colaboran los catalanistas Amer
y Rosselló, y el entendido bibliotecario Bartolomé
Muntaner
; y por último publica en caracteres góticos un
precioso cancionero que, por su especialidad y condiciones
tipográficas, forma a la vez las delicias de los literatos, de los
anticuarios y de los bibliófilos. Es de desear que estas
publicaciones se terminen, y vean pronto la luz tantos trabajos
inéditos, para que todo constituya la copiosa fuente en que pueda
beber nuestra juventud estudiosa, (sobre todo los de “jovent”)
ávida de conocer las cosas de su país y lo que nos ha legado
el genio de nuestros abuelos. - N. del E.

Tres cuerdas
principales tiene la lira de Tomás Aguiló: tristeza, amor,
aspiración cristiana (falta la cuarta, el dinero catalán).
Víctima resignada de injusticias sociales (Espanya ens roba)
que debe rechazar altamente todo pecho noble, ha reconcentrado en el
suyo un caudal de infecundas lágrimas (els pluramicas catalans)
que ha ido derramando en sus versos quejumbrosos. El carácter
sigiloso del poeta, ha contribuido a hacer crónica esta pasión en
sus composiciones poéticas, pues sin este desborde tan higiénico
como literario, no es dudoso que se hubiese convertido en sauce
llorón (ploramiques), aumentando así la ya pingüe colección
de las metamorfosis mitológicas. Esta tristeza desnuda de energía y
dignidad, fatiga y aburre en lugar de despertar simpatías generosas.
Sólo cuando el sentimiento religioso la ilumina con la luz de sus
consolaciones inefables, logra interesar y conmover. Así acontece
con su bellísima poesía Resignación, que aparte de algunos lunares
de forma, es una elegía deliciosa. El amor tal como lo concibe el
autor de las Rimas varias, podrá ser recomendable bajo el punto de
vista moral, pero mucho dudamos que sea poético. Una frase benévola
del objeto amado le hace el más feliz de los mortales, sólo lo que
pide es una mirada, una sonrisa. De todo podrá tacharse a este amor
menos de exigente, y a fé no comprendemos cómo la Dulcinea o
Dulcineas de nuestro contentadizo amador hayan podido regatearle, a
no ser tigres de Hircania, unos favores tan sencillos y ortodoxos. No
sabemos qué admirar aquí, si el recato de ellas, o la humildad de
él. Por lo demás, el egoísmo de una pasión individual, para
entrar en los dominios de la poesía más sujetiva, tiene
necesidad de grandes condiciones artísticas para ser con verdad
estética y cautivar los corazones. Presentar al mundo las emociones
de un amor tan pueril, tan mísero, tan pordiosero, tan apocado, no
sólo es desconocer el alto fin de la poesía lírica, sino las leyes
más rudimentarias del corazón humano. El mismo Petrarca necesita
deslumbrar a sus lectores con las riquezas, a menudo baladíes, de su
exornación poética, para no cansarles con su eterna donna.

(Esta palabra se parece a la “catalana” dona, ¿a que sí?
Pues viene de Domina: dómina, domna; la que domina; señora,
senyora; mulier : muller.
Señor con ñ, eñe, ya lo escribe
Ramon Lull circa 1300, anno a nativitate Domine MCCC: don; señor,
senyor. Se puede leer en un libro de Geroni Rosselló.
)

Adivinando este escollo los más grandes líricos, han procurado
objetivar la esencia eminentemente subjetiva del lirismo y con
especialidad el amor. Es preciso que el poeta, cuando canta himnos al
objeto de sus adoraciones, no olvide que los canta en alta voz, y que
si no logra cautivar con la novedad y beldad de sus cantos a los que
les prestan oído, corre riesgo de encontrarse a lo mejor sin
oyentes. Más feliz ha sido Tomás Aguiló en la expresión de sus
efectos religiosos, de sus cristianas aspiraciones. La voz de Dios,
Abdiel y Los siglos ante
Jesucristo, a ser menos artificiosa su versificación, y a dejarse
traslucir menos el antipoético afán de rebuscar consonantes
difíciles (defecto general de casi todas las composiciones en verso
de Tomás Aguiló), son joyas de buenos quilates. (Ya Ramon Lull
construía versos rimados muy forzados para explicar su Arte y su
Idea y que a la gente se le quedase en la memoria.
)
No
ocasionado a fantasear fuera de los límites del dogma, como
Lamartine, hace justamente gala de creyente sincero, y nunca pierde
de vista el norte de la fé.
Esta cualidad, que hace honor a sus
acendradas creencias, da nuevo aprecio a sus poesías, por lo difícil
que es moverse con brío y desembarazo en esfera tan restringida.
Otras que no pertenecen a los tres caracteres señalados dan a Tomás
Aguiló un envidiable puesto en la literatura balear. Tales son El
numen, Aridez, Tristeza, y Los claustros de San Francisco, y sobre
todo sus baladas mallorquinas, que son el florón más
preciado de su corona poética. (*)


(*)
Con sobrada severidad juzgó ciertamente el autor a Tomas Aguiló,
que, además del título honroso de patriarca y decano
(¿Este
editor sabe quién fue Ramon Lull, por poner un ejemplo? O sólo se
refiere a los alucinados catalanistas de la Renaixença?
Taronjí
sí que lo conocía:
“¡Ah! sòls una esperança conceb que
m´enamora:
La dolça poesía renaix y té espiray.
Ramon, de
los poetes vindrá ta nova aurora;
¿Nosaltres oblidarte, Ramon?
¡Jamay, jamay!”
)
de los poetas mallorquines, reúne
el de ser, en unión de D. José María Quadrado, iniciador y padre
del renacimiento literario en la mayor de las Baleares.
Sus poesías castellanas son realmente modelos de buena forma
y de esmeradísima dicción, habiendo conseguido ser un poeta
severamente gramático sin que nada perdiesen en la expresión sus
acendrados sentimientos ni su inspiración levantada. En los tres
tomos que forman sus Rimas varias hay composiciones que no desdeñaría
ninguno de los primeros vates españoles. Cierto es que sus poesías
mallorquinas
exceden en mérito a las Rimas; y si en 1861 ya las
consideró el autor del artículo que anotamos como el florón más
preciado de la corona del poeta, hoy que el precioso ramo ha sido
aumentado con nuevas e inextimables flores, podemos decir, que
el volumen que dispone Aguiló para la impresión, comprensivo de
todas sus poesías escritas en lengua materna, será una obra
de mérito superior y digna de figurar entre lo mejor que ha
producido nuestro renacimiento literario.
Su leyenda
Constança d‘ Aragó, que alcanzaba en 1867 uno de los tres
primeros premios en los Juegos florales de Barcelona, es una
composición de primer orden, impregnada de un sentimiento religioso
profundísimo, y tan bien pensada como correctamente escrita (“...L'
esposa del rey en Pere: Que som reyna vertadera”...La reyna dona
Constança, La muller del rey en Pere...
). No obstante, Tomas
Aguiló no ha dejado de cultivar la poesía castellana, y en 1871 dio
a luz un reducido tomo de Escenas episódicas en verso, relativas a
la pasión de Jesucristo, que no son de escasa valía. La obra
titulada A la sombra del ciprés, aunque escrita en castiza prosa
castellana
, revela los grandes recursos de su imaginación y el
esplendor de su fantasía. - N. del E.

(Añado el poema de
Aguiló en su versión mallorquina. En el libro Flors de Mallorca
está traducido también al castellano
.
CONSTANÇA D'ARAGÓ.


1284.


-
Respira, cor meu, respira,


Que
prest del foch que 'l turmenta


No
romandrá ni una espira:


Un
broll de sanch no 'm retgira


Si
de sanch las taques renta.


De
ta llarga malaltía


Remey
será aquexa sanch.


¿Qu'importa
que noble sia?


Mes
ho era la qu'un dia


Feu
vermell mon manto blanch.


En
mitx de tanta grandesa


Qu'als
pesars consol no dona,


De
cruels inimichs ofesa,


Per
enganar ma tristesa


Duya
d'òr una corona.






Mes
fins ara 's pot dir qu'era


Reyna
solament de nom


L'esposa
del rey en Pere:


Que
som reyna vertadera


Ben
prompte ho veurá tothom.


Res
em fa que pugan creure


Que
de bronzo un cor abrich.


No
'm quedarán res a deure:


Del
cálzer que 'm feren beure


Ne
beurá mon inimich.


Que
plor. Si. Qu'ensaboresca


Aquell
glop d'amarch verí.


Per
ágre que li paresca,


Com
las gotes d'una bresca


Els
seus plors serán per mí.


Y
¡cóm s'engana si espera


Que
podrá la compassió


Fer
tornar mon bras arrera!


L'esposa
del rey en Pere


Arrera
no torna, no.


Primer
daria a mans plenes


Les
joyes de mon tresor,


Mon
manto faria benes,


Sanch
treuria de mes venes,


Trossos
faria mon cor.


Que
totes les nits encara


Quant
estich mitx condormida,


M'arriba
una veu ben clara,


La
triste veu de mon pare,


Que
“mort y venjança” crida.






Venjança,
dolsa venjança,


Anys
fa qu'envers tú m'empenyen


El
desitx y l'esperança;


Pero
avuy mon bras l'alcança,


Avuy
mos brassos l'estrenyen.


No
'l' deixaré. No m'espanta,


No
'm gela 'l cor el nom teu:


Quant
ets justa també ets santa,


Ets
un cástich qu'adelanta


L'invisible
má de Deu.


Me
venjaré a tota ultrança:


Qu'el
botxí son ferro esmol,


Y
axí veurán còm s'alcança;


Qu'aquesta
avorrida França


En
sentir mon nom tremol. -






Axó
's deya a sí matexa


La
reyna dona Constança,


La
muller del rey en Pere,


Qu'en
la Sicilia comanda.


En
son palau de Messina


Tanta
de gent s'ha aplegada,


Que
en sa cort, mes no 'n tendría


L'emperatriu
de Alemanya.


En
son trono está la reyna


Ab
la corona posada,


Ab
lo pom d' òr y lo sceptre,


Distintius
de soberana.


Dels
infants que tant estima


Un
ne vol a cada banda,







en Frederich a má esquerra,


A
má dreta l'alt en Jacme.


Y
sols ells tres allá séuen


En
les cadires daurades,


Sobre
vistosa catifa


De
flors vermelles y blaves.
-----


Ornament
que sembla impròpi,


Del
costat la paret tapan


Una
folgada cortina


Y
un dosser de negre llana.






De
Jesucrist la figura


Imponent
allá destaca,


Coronat
el cap d'espines,


En
la creu les mans clavades,


Devant
ella resplandexen


De
cera groga sis atxes


Que
ab la seua llum recordan


Les
de trista funeraria.


Y
prop d'allá per lo sèries


De
terror el pit conglassan


De
set rigurosos jutges,


Vestits
de negre, les cares,
___






Ni
se miren, ni sonríuen,


Ni
se parlan ab veu baxa,


Y
aquella cambra está plena


De
cavallers y de dames;






De
patges y de donzelles,


De
barons de antich paratge,


De
prelats que duhen mitra,


De
guerrers qu'han guanyat fama;


De
valents que compartexen


Ab
el gran Rotger de Lauria


Lo
domini de les ones,


Els
perills de les borrasques.


Hi
há nobles de Sicilia,


De
la Grecia, d'Alemanya,


Catalans,
aragonesos...


Sols
un de francesa rassa.
____






En
Carles príncep de Nápols,


Del
tronch d'Anjú noble rama,


Que
a n'en Rotger sens afronta


Rendí
sa vensuda espasa,


N'es
aquest qu'allá se troba


Presoner
y en mitx de llançes,


Aguardant
que decidesca


De
sa vida una paraula.


Ni
la tem, ni la provoca.


De
sos ulls tranquils no saltan


Ni
de fel amargues gotes,


Ni
espires d'encesa rábia.


Sabent
a qué está sotsmesa


La
cega sòrt de les armes,


Ni
l'orgull son front axeca,


Ni
'l dolor son front acala.






Mes
fort que son bras de ferro


Quant
feria en la batalla,


Un
cor té que no 'l doblegan


De
la mort les amenasses.


Prou
coneix qu'ella s'acosta,


La
remor sent de ses ales,


Y
la sent com grossa alzina


Els
bramuls de la ventada.


____


Fit
a fit la reina 'l mira,


Y
llavores sí que ratja


Sanch
mes viva y mes bullenta


De
son cor l'antiga llaga!


Del
color de les roselles


Enceses
mostre les galtes,


Y
del foch qu'en son pit cova


Respiran
p'els ulls les flames.


___



Rompent
aquell llarch silenci:


-
¿Sabeu, oh jutges, esclama,


Que
del Rey Manfré som filla?...


Som
la filla desditxada! -


Y
sa passió rencorosa


Cedint
a la pena amarga,


Son
esperit li flaquetja,


Y
sos ulls en plors esclatan.






-
No ploreu, aquells responen,


Senyora,
seréu venjada.


Del
rey Manfré la memoria


Lo
temps no ha esborrat encara.


Del
rey Coradí l'afronta


Hem
pesat en la balança:


Cap
per cap es la justicia,


Mort
per mort la lley demana. -


-
Demá...! y s'atura. - Reyna!


Diu
el príncep ab gran calma,


Si
fòs encara possible


Demanaria
una gracia.


-
No hi há mercé. - Es tan petita!


-
Y es? - Morir quant la campana


Tòqui
a las tres del capvespre


La
tercera batayada.


-
Per qué axí?... - Demá 's divendres,


Mon
calvari es una plassa,


Y
en el seu en aquesta hora


Mon
Redemptor espirava.
___




Commoguda,
com si fossen


Tan
poques y humils paraules


Ferest
tró d'una centella


Que
reventás dins la cambra,


La
reina s'axeca dreta,


Gira
el cap, y ses mirades


En
la figura 'n tropessan


Que
baix del dosser ressalta.






Gran
batech el cor li dona,


Mut
gemech son pit eczhala, (exhala)


Y
ab sa veu que li tremola,


Pero
veu ben estil-lada:


-
Barons, diu, en Catalunya


Lo
Rey mon espòs s'encuantra,


A
ell li pertany fer sentencia


De
tal príncep en la causa.


Si
mon perdó necessita,


Lo
té ja, qu'a mí no 'm bastan


Els
llorers que se mostian,


Els
llorers qu'ab sanch se guanyan. -






Com
estorats tots se quedan


Mentres
qu'ella s'adelanta,


Al
príncep besa en la boca


Y
sa ma dreta li allarga.


Y
ningú 's tem que sa esquerra


Comprimint
son pit estava,


Y
que 's deya a sí matexa:


-
¡Calla, cor meu, calla, calla!


No
'm recordis que som reyna,


Recórdem
que som cristiana,


Que
Jesucrist es mon mestre,


Que
Jesucrist es mon pare. - )











Gerónimo
Rosselló, más que por la novedad y grandeza de sus concepciones, se
distingue por la delicadeza de sus conceptos y la tersura primorosa
de su versificación. Los numerosos sonetos que encabezan sus Hojas y
flores son acabados modelos de un género en que tanto han brillado
Lope de Vega, los dos Argensolas, y Arguijo, y tan desdeñado o mal
entendido por nuestros poetas actuales. Si el soneto es una cajita
adornada de riquísima labor, y en el cual se encierra una piedra
preciosa, Rosselló sólo merece elogios en lo que atañe al
exquisito mosaico de esta cajita, por más que alguna vez la joya en
ella guardada pudiese ser de más levantado precio. Tiene odas de
robusta entonación, romances llenos de gallardía, y traduce
felizmente a varios poetas alemanes. Lástima que por lo
general sus producciones extremen la dulzura que las caracteriza y
deslían con exceso ideas pobres de suyo, y afectos demasiado
comunes. (*)


(*)
Cuando el autor emitió este juicio, Gerónimo Rosselló era conocido
como poeta sólo por el volumen titulado Hojas y flores, impreso en
1853; colección de poesías escritas todas en edad muy temprana, y
puede decirse que las más en la adolescencia. A poco de haberlas
publicado, dedicóse asiduamente al estudio de la lengua materna,
y dio a luz, en 1859, (aquí ya era mayor de edad) las Obras
Rimadas De Raimundo Lulio, con una extensa biografía y numerosos
artículos críticos;
(OBRAS RIMADAS
DE
RAMON
LULL,
ESCRITAS EN
IDIOMA CATALAN-PROVENZAL,
PUBLICADAS
POR PRIMERA VEZ
CON UN ARTÍCULO BIOGRÁFICO, ILUSTRACIONES Y
VARIANTES,
Y
SEGUIDAS DE UN
GLOSARIO - 145
páginas dinA4, arial 12 - DE VOCES ANTICUADAS
POR
GERÓNIMO
ROSSELLÓ.
PALMA.


IMPRENTA
DE PEDRO JOSÉ GELABERT.
AÑO 1859.
Editado por Ramón Guimerá
Lorente, disponible en regnemallorca.blogspot.com; en Amazon quizás
lo tenga que publicar con el glosario aparte, sinó es demasiado
grande y Bezos no me deja. Además, lo tengo que publicar como
“catalán”, es lo que tiene la política, ya sea lingüística,
de izquierdas, de derechas o de centro
);

y en 1860 dio
fin a su Biblioteca Luliana, no impresa todavía, existente en
la Biblioteca Nacional en virtud de Real orden. Estos trabajos
fueron apreciados por el profundo literato D. José Amador de los
Ríos
, al ocuparse del gran pensador del siglo XIII, (escribe
también unos años del XIV
) estampando en el tomo 4.° de su
Historia crítica de la literatura española las siguientes palabras:

–«D. Gerónimo Rosselló, concienzudo escritor mallorquín,
con una diligencia que le honra por extremo, ha recogido muy curiosas
noticias sobre la vida y obras del beato Raimundo, así en la
esmerada edición de sus poesías hecha en 1859, (Palma - Imprenta de
Pedro José Gelabert) como en el interesante trabajo bibliográfico
que con el título de Biblioteca luliana presentó a uno de
los últimos concursos celebrados por la Biblioteca Nacional. El Sr.
Rosselló restituye a Lulio muchas obras que le habían sido
arrebatadas sin causa, y le descarga de la responsabilidad de haber
escrito otras que se le atribuyen sin criterio. No creemos que se
haya pronunciado en el particular la última palabra; pero es, sí,
deber nuestro, manifestar que el Sr. Rosselló ha prestado, en uno y
otro concepto, señalado servicio a la historia de las letras
patrias, siendo su ejemplo altamente digno de ser imitado por cuantos
se interesen en su cultivo.” - Robustecido el poeta con estos
asiduos estudios de la lengua de su país, absolutamente
necesarios para semejantes trabajos, presentó en los Juegos florales
de 1861 un romance histórico escrito en lenguaje catalán del
siglo XIII, (como el catalan-provenzal de Ramon Lull o el lemosín,
lemosin que vemos en los textos de Guillermo Forteza
) que le
valió un premio extraordinario; y en el año siguiente obtuvo los
dos primeros ofrecidos por el Consistorio, que le expidió en
consecuencia el codiciado título de Maestro en Gay saber; distinción
solamente alcanzada entonces por D. Víctor Balaguer, siendo por
tanto el segundo, en el orden cronológico, de los honrados con tan
alto premio. En el mismo año dio a la estampa un volumen de romances
históricos con el nombre de Lo Joglar de Maylorcha que fue saludado
en Barcelona con las siguientes frases: - «Lo Joglar de Maylorcha es
una colección de poesías que podría firmar cualquiera de los
primeros poetas, así nacionales como extranjeros. Más bien que un
libro es una historia soberbiamente escrita en verso sobre los hechos
más notables acontecidos en el antiguo reino de Mallorca.
(regnemallorca.blogspot.com) Compónese la obra de diferentes
romances, dos de los cuales alcanzaron premio en los Juegos florales.
De los otros podemos asegurar que son tan excelentes como los
premiados. No hay para que desear vientos favorables a la nave en que
nos ha venido Lo Joglar, porque la brisa que la impelió a nuestras
playas fue la brisa de la gloria, y no dudamos que ella la llevará
por otros mares, hacia otras tierras.” - Desde entonces ha
alcanzado nuevos lauros, y no ha dejado de publicar poesías
catalanas y castellanas en los periódicos literarios
de Cataluña y Mallorca; y hace algún tiempo que tiene anunciada la
impresión de las líricas en catalán con el pseudónimo de
Lo Cançoner de Miramar.
(A ver si saben de quién es
este fragmento:
“...Plorau, Senyor, que mos uylls plorarán,


E
ab dolrós plant vos farán compaynia:


Senyor,
plorau, que a Miramar irán


Faels
servents, que per vos penarán,


Portant
silicis, dejunant cada dia... ”
)

Prefiriendo consignar
aquí el voto de los extraños, para que el nuestro no
parezca apasionado
, he aquí cómo juzgaba recientemente a
Rosselló el sabio profesor de la Universidad literaria de
Barcelona
D. Joaquín Rubió y Ors, en uno de sus últimos
y más interesantes opúsculos: – «En 1843 comenzaba sus estudios
de derecho en esta Universidad literaria otro hijo de Mallorca que
debía ser, andando el tiempo, uno de los que más honrasen con sus
obras poéticas y sus trabajos críticos aquella hermosa isla. La
lectura de un volumen de modernas rimas catalanas, dadas a la
estampa dos años antes, que llegó a sus manos, si es que no
determinó su vocación para la poesía, encendió en su pecho el
amor, que aún dura y durará en él lo que su vida, al dulce idioma
que aprendió en el regazo de su madre (mallorquí siempre que su
madre fuese mallorquina; yo soy aragonés, de Beceite, y mi lengua
materna es la lengua castellana
).
Tres o cuatro años
después, y a los veinte o veinte y uno de su edad, daba ya a luz en
los periódicos de Palma algunos de sus versos mallorquines.
Aquel joven, ganadas las tres joyas que dan derecho al honroso
título de Maestro en Gay saber,
(gaya scientia; lengua
Occitana con sus variantes o dialectos, “catalan
comprès”, escribe Loís Alibèrt en su grammatica occitana segon
los parlars lengad
ocians, después de Pompeyo
Fabra y su gramática en castellano; Loís escribe Pompeu.
)
era
proclamado tal en la fiesta poética de 1862: con el pseudónimo de
Lo Joglar de Maylorcha entregaba a la prensa en aquel mismo año un
tomo de romances históricos; y modestamente oculto tras el de Lo
Cançoner de Miramar, ganaba una buena joya en los Juegos florales de
1864. El nombre de Gerónimo Rosselló es hoy un timbre de gloria
para la isla que le dio el ser, y para Cataluña, donde aprendió
a amar la poesía
, a la cual debe, principal pero no
exclusivamente, el renombre de que goza dentro y fuera de su querida
patria.» - N. del E.






José
María Quadrado, pensador eminente, inteligencia gemela de la del
malogrado e ilustre Balmes, distinguido publicista y buen
historiador, se ha dedicado poco a la poesía, pero con éxito feliz.
Su Aspiración, Armadans y Espanyols y El último rey de Mallorca,
son magníficos partos de una inspiración vigorosa. (*)
(*) En
los periódicos La Palma y La Fe publicados respectivamente en
1840 y 1844, insertó el Sr. Quadrado excelentes composiciones
poéticas que revelan así el alma y el temple del poeta, como la
inteligencia del pensador. Tiene inéditos algunos trabajos de un
valor literario inapreciable, y obras dramáticas en las que
resplandecen, al par que el brillo de su fantasía, un conocimiento
profundo de los resortes de la escena. Es preciosa su novelita
titulada Ausias March. La extensa colección Ensayos
religiosos, políticos y literarios es de lo mejor que puede leerse
de buena doctrina, sagaz polémica y crítica concienzuda. Como
historiador raya a grande altura; y los tomos que lleva publicados en
la magnífica obra Recuerdos y bellezas de España, le acreditan de
vigoroso y correcto prosista, al mismo tiempo que de arqueólogo de
vastísimos conocimientos. Sería necesario un volumen entero para
juzgar al SR. Quadrado como merecen su múltiple talento y las
diversas obras con que ha enriquecido el mundo científico, artístico
(artís-ico) y literario. - N. del E.






Miguel
Victoriano Amer, sólo ha necesitado rimar los latidos de su corazón
para despertar en los ajenos dulce y tierna consonancia. Con dos alas
de oro se eleva su musa a las regiones de luz, con la caridad y con
la esperanza. Blando, apacible, resignado, sus versos son, por
decirlo así, la tranquila respiración de su alma. ¡Feliz quien la
tiene tan hermosa como Miguel Victoriano! ¡Feliz quien, como él, no
sabe cantar sin mirar el cielo, ni mirar el cielo sin cantar! (*)
(*)
Desde que el autor escribió este juicio, Miguel Victoriano Amer ha
ido publicando poesías que le han valido honrosísimos premios en
los Juegos florales de Barcelona, en donde tiene adquirida una
envidiable reputación literaria. Fue laureada su bellísima
composición Redempció en el certamen del año 1865, y en 1867
obtuvo el primer accésit la titulada Fé, Esperança y
Caritat (como pueden ver los catalanistas, y los que no lo son,
con una y griega más bonita que el Parc Güell
). Es uno de los
más fervorosos amadores de la Gaya ciencia, y de los
catalanistas más concienzudos que cuenta el actual
renacimiento. - N. del
E.



Victoria
Peña ha escrito composiciones que revelan un bello corazón y una
fantasía bastante lozana. (**)
(**) El amor de madre y el amor de
la patria, juntamente con el sentimiento religioso más acendrado,
han sido verdaderos manantiales de poesía para la simpática y
tiernísima Victoria Peña: Recordando esta que ya en el primer año
de la restauración de los Juegos florales había conseguido
premio su poesía Anyorament, (añoranza : “añoramiento”
: enyorament
) presentó en el certamen de 1865 la inspirada
composición Amor de mare (¿esto es catalán? Amore, de,
Mater, lo entendería cualquier orphanus del imperio romano, Julio
César, Virgilio, y hasta Homero que hablaba y escribía en griego.
Lo entiende cualquiera de Madrid, de Cádiz o de Porriño de Abajo
)
que obtuvo una joya extraordinaria. Parecidos lauros han
conseguido en otros certámenes de Cataluña algunas de sus
poesías religiosas; y en el año 1873 fue premiada por el
consistorio barcelonés otra composición dedicada a Mallorca.
Dignas compañeras de esta poetisa son Manuela de los Herreros,
Margarita Caimari y Angelina Martínez, cuyos versos, verdaderamente
sentidos, merecen tenerse en cuenta cuando se trata de la poesía
contemporánea en Mallorca. Distínguense las poesías de la primera
por el candoroso gracejo que generalmente en ellas abunda, así como
las de las últimas por los delicados sentimientos que las inspiran.
- N. del E.

La gota de agua bendita de José Luis Pons es una
poesía en la cual compiten la novedad y suma delicadeza del concepto
con la belleza de la forma. (*)


(*)
A la poesía que el autor cita de José Luis Pons (y Gallarza)
podría añadirse la dedicada a la muerte tan profundamente sentida
del eminente literato catalán
D. Pablo Piferrer
, que es
una composición de esmeradísima forma y que entraña elevados
conceptos y rasgos felices. Mas si en la poesía castellana ha
sabido Pons concebir obras como las indicadas, en la catalana
raya a la altura de los más notables. La llar es una
composición de una forma clásica perfecta. La Montanya catalana
es de un colorido notable, y está impregnada de verdadero espíritu
catalán
. (No hay nada mejor para ganar en unos jochs florals
de Barchinona
)
Estas poesías y otras varias han sido
premiadas en los Juegos florales de Barcelona, y le valieron
el título de Maestro en Gay saber que le fue expedido en el año
1867, ocupando el quinto lugar entre sus compañeros. El Sr. Pons
tiene una dicción correcta y una frase artísticamente culta. Merece
ser citado como uno de los más distinguidos prosistas catalanes. -
Nota del E.






Joaquín
Fiol, dotado de una sensibilidad tan exquisita como inagotable, será
un poeta distinguido el día que versifique con más facilidad y
corrección. Le sobran condiciones, le falta voluntad. (*)
(Le
falta voluntad de lamer el prepucio de los jueces de los juegos
florales.)


(*)
Este poeta coleccionó sus versos en un volumen no muy extenso
publicado en Palma, año 1868. El mismo Forteza en una carta
que escribió para figurar al frente de la colección, se ocupa del
numen poético de Joaquín Fiol en los siguientes términos: -
«Hablemos algo de tus composiciones. No las tengo en este momento a
la vista, pero las conozco, y conozco largo tiempo hace, los
sentimientos que te las dictaron y tu manera general de darles
rítmica forma. Tu Musa no es si se quiere una matrona de gallarda
robustez y de laureles eternos coronada, de mirar centelleante y
altivo; enamorada de bosques bravíos y enriscadas cumbres, a quien
el bramar de las tempestades deleita, y que huelga de cantar lo
grandioso y sublime en la naturaleza y en las pasiones, con voz
resonante y solemne. Modesta, humilde, sencilla tu Musa prefiere
cantar lo tierno y delicado; y sobre todo derramar lágrimas y flores
sobre dos tumbas: la de tu madre y la de tu hija. Sí, amigo del
alma, estas dos tumbas te han hecho poeta. Tus inspiraciones
consagradas a aquellos dos ángeles son las más bellas, porque son
las más hondamente sentidas: en casi todas las demás que he visto
tuyas, resuena una cuerda de dolor reconcentrado, se descubren
aquellas dos imágenes adoradas, como asoman entre flores dos
epitafios. Pero tu dolor es resignado y tiene fijos siempre los ojos
en el cielo, lo cual lo hace simpático y consolador. Tal vez una
crítica ceñuda pedirá a tus afectos más variedad, a tus formas
poéticas más riqueza, a tu lenguaje más colorido; pero, quien
estime como yo, en lo que vale la constancia de un sentimiento
verdadero y purísimo, no echará de menos ciertas galas que podrían
prestarle más hermosura en su expresión no más intensidad en su
esencia. Por mi parte sólo te aconsejaría que no descuidases tanto
el noble cultivo de tus poéticas dotes, regalo exquisito de Dios,
que de seguro no te ha dado para que lo tuvieras escondido en un
rincón de tu alma. N. del E.






Juan
Palou y Coll, autor renombrado de La campana de la Almudaina, es el
único poeta dramático con que cuenta por ahora la isla. Su obra fue
objeto de una ovación que difícilmente se borrará de la memoria de
sus compatricios. ¡Ojalá no se borre de la suya para que siga
trabajando con fé y constancia, ya que tantos laureles ha obtenido
en los primeros pasos de su carrera dramática, que deseamos no sean
los postreros! (*)
(*) Con posterioridad a la representación de
La Campana de la Almudaina ha dado Juan Palou y Coll a la escena La
espada y el laúd, drama representado por primera vez en el teatro
del Príncipe el día 25 de Enero de 1865. No tiene esta obra las
interesantes situaciones, ni produce los grandes efectos de la
primera, pero en cambio, según nuestro modo de ver, ostenta mayor
corrección en el lenguaje y más esmero en la forma y la
versificación. Véase el artículo que Forteza publicó en los
periódicos de Madrid juzgando la segunda producción del tan
extraordinariamente aplaudido en la primera. Pocas poesías ha dado a
luz el Sr. Palou, pero es muy notable, por más de un concepto, la
que con el título de Miramar leyó en el certamen verificado en 1877
para solemnizar el sexto centenario de la fundación del Colegio de
Miramar por Raimundo Lulio. - Nota del E.






III.


Una
provincia que tan estimables poetas cuenta, (**) tiene derecho a
reclamar un asiento distinguido en la poesía nacional. Además, los
literatos mallorquines han sabido utilizar en pro de sus medros
intelectuales la bienhadada tranquilidad de que anchamente disfrutan
en el foreciente paraíso que habitan. Inclinados a las
solitarias fruiciones del estudio, lejos del odioso palenque do
tantas ambiciones guerrean, do tantas personalidades liliputenses
se afanan por escalar el cielo de los honores y del poderío, han
podido conservar esa regalada serenidad de espíritu, fuente
inagotable de la vida moral. No les pese la oscuridad en que viven:
no son menos olorosas las margaritas y violetas porque en agrestes
lomas exhalen sus virgíneos perfumes. No en lujoso y visitado
jardín, sino en la soledad umbría del bosque, trinan a sus anchas
los ruiseñores.
(**) El autor, que debe contarse también en el
número de los escogidos, ha escrito poquísimas poesías en
castellano. Las catalanas no dejan de ser notables. La
titulada Lo que diu l‘ oreneta obtuvo un premio extraordinario el
primer año de la restauración de los Juegos florales de Barcelona,
y otro L‘ orfanet saboyart en los de 1867. Las demás no son menos
dignas de encomio. En conclusión, como comprobante de lo mucho que
se han distinguido los poetas mallorquines en el actual
movimiento de la literatura catalana, de los honrosos lauros
que han conquistado en las anuales justas poéticas que
celebra la ciudad condal desde el año 1859,
continuamos la lista de los que desde aquella fecha han obtenido el
título de Maestro en Gay saber, por el orden de su
proclamación:


En
1861. - D. Víctor Balaguer.


En
1862. - D. Gerónimo Rosselló.


En
1863. - D. Joaquín Rubió y Ors.


En
1866. - D. Mariano Aguiló.


En
1867. - D. José Luis Pons.


En
1868. - D. Adolfo Blanch.


En
1869. - D. Francisco Pelayo Briz.


En
1871. - D. Jaime Collell.


En
1873. - D. Tomás Forteza.


En
1874. - D. Francisco Ubach y Vinyeta.


En
1875. - D. Federico Soler (Pitarra.)


En
1877: - D. Ángel Guimerá.


De
los cuatro mallorquines que han obtenido el expresado título, tres
de ellos han presidido la fiesta de los Juegos florales; el Sr.
Rosselló en 1873, el Sr. Aguiló en 1867, y el Sr. Pons en 1871. -
N. del E.






Las
poco lisonjeras apreciaciones que hemos formulado sobre el carácter
general


de
los isleños, han brotado del fondo mismo de nuestro amor al país
que nos vio nacer. Pero el verdadero amor no se desalienta nunca: el
suave influjo de la esperanza, en sus decepciones le anima, en sus
desmayos le sostiene. La juventud actual de Mallorca comprende todas
las ideas nobles y abriga en su seno todos los sentimientos
generosos. Enemiga cordial de preocupaciones infames, detesta la
complicidad, no por pasiva menos perniciosa, que la rancia sociedad
de su país les presta, y se halla dispuesta a combatirlas de frente.
Mucho esperamos de sus bellas intenciones, mucho de su entusiasmo por
la libertad, de sus arraigados instintos de justicia, de su profundo
cariño a la moderna civilización. ¡Juventud mallorquina! No cejes
en tu benemérito empeño; enarbola con decisión y brío la gloriosa
enseña de la regeneración de tu adorada isla; lucha y vencerás; no
lo dudes, vencerás.
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