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lunes, 13 de julio de 2020

CAPÍTULO LII.


CAPÍTULO LII.

De Armengol de Castilla, nono conde de Urgel. - Privilegio que dio a la ciudad de Balaguer, en que hace francos en alodio todos sus términos. - Conquista de la ciudad de Almería, y todo lo demás que se sabe de este conde de Urgel, hasta su muerte.

Hasta estos tiempos todos los condes de Urgel habían vivido en Cataluña, ahora ya iban mudando de tierra y por muchos años los hallaremos en Castilla. Armengol de Moyeruca dejó un hijo de su mismo nombre, y por ser niño, nombró para su gobierno y educación a su suegro, el famoso conde Pedro Anzures, señor de Valladolid, varón de gran prudencia y gobierno. Este se encargó de las cosas del nieto, que prefería a los de otras hijas, y todo el restante de su vida entendió en la buena administración de ellas.
A los sarracenos del condado de Urgel no fue poco el ánimo que se les acrecentó, cuando entendieron que los almorávides habían muerto al conde Armengol de Moyeruca; y teníanse persuadidos que su casa habría dado al través, porque el conde Pedro Anzures estaba en Castilla, y en Cataluña lo gobernaba un vizconde, como era costumbre hacerlo cuando los condes se ausentaban de sus condados.
Conquistó Armengol de Gerp la ciudad de Balaguer, mas no pudo sacar los moros del todo, porque su poder era grande: contentóse de concederles todo lo que le pidieron, con que quedasen súbditos y vasallos suyos; y ellos lo aceptaron con los tributos y parias que queda dicho cuando fue la presa de Balaguer, y estaban con esperanza de alzarse cuando posible les fuese, y sacar los cristianos de la ciudad, porque aún les había quedado parte de esta y del castillo, con obligación de pagar ciertos derechos a los condes; pero viendo las mudanzas habían sucedido en aquella ilustre casa de Urgel, y que había buena ocasión de levantarse, por ser el conde niño, se alzaron con los castillos y fuerzas que tenían en el condado, y los de Balaguer intentaron de echar fuera de la ciudad a los cristianos, sin hacer caso ni del vizconde que estaba allá, ni del conde Pedro Anzures, ni de otra persona alguna a quien debieran respetar. De todo esto tuvo aviso el conde Pedro Anzures, que estaba en Castilla, para que en nombre de su nieto acudiera a remediarlo. Aconteció este levantamiento el año de 1106, que fue poco más de tres años después de muerto Armengol de Moyeruca, y cuando menos se pensaba en ello, porque era grande el valor de Berenguer, conde de Barcelona, que reprimía el orgullo de ellos y aseguraba toda Cataluña; Pero por estar ocupado en otras empresas lejos del condado de Urgel, tomaron osadía de hacer este levantamiento. !Qué daños no causa una niñez o ausencia de un príncipe!
El conde Pedro Anzures, luego que entendió todo esto, dejó los estados y negocios de Castilla encomendados a doña Elo o Luisa (Eloísa, que todo es uno), su mujer, y llegó con la presteza posible a este principado, y con lucido ejército se presentó ante la ciudad de Balaguer, que estaba casi señoreada de los moros. Estaba la ciudad muy fortificada y proveida, y el ejército no era tal que pudiera tomarla. No osó probar fortuna, porque se acordaba cuán mal había salido a algunos condes de Urgel, que habían tomado en presas (empresas) mayores que sus fuerzas: pidió favor al conde Ramón Berenguer de Barcelona, que se dio muy grand* y entonces acometió la ciudad, y aunque pertrechada * arte y naturaleza, ayudando sus ciudadanos, en breves *días se vio el conde señor de ella y de muchos castillos de aquella comarca y de otros estaban a las orillas del Segre, donde se habían retirado una infinidad de moros, de *quienes alcanzó una grandiosa victoria, a los postreros días del mes de octubre del año cuarenta y seis de Felipe, rey de Francia, que es de Cristo señor nuestro 1106. Conquistada la ciudad de nuevo, se limpiaron los templos que la bárbara impiedad había sacrílegamente profanado, y el conde Pedro Anzures, con alguno de los caballeros más ancianos d* el condado, dividieron los despojos ganados. Hízose esta división el 1° de noviembre y reconociendo el favor recibido de Ramón Berenguer, conde de Barcelona, que con * mano les había socorrido, de común acuerdo le adjudicaron un castillo que a la parte meridional de Balaguer estaba, llamado Niummur, a un cuarto de legua. Este castillo es el que al día presente decimos Rápita, que en lengua arábiga es lo mismo que casa de devoción o mezquita que está fuera de poblado. Otro edificio del mismo nombre había junto a Tortosa, (San Carlos de la Rápita) en los Alfaques (donde se fundó un monasterio de monjas de la orden de san Juan), en que vivían los alfaquíes, de quienes tomaron el nombre los Alfaques, puerto harto conocido (sobre todo en la conquista de Mallorca por Jaime I).
Nota etimológica: Alfaque cast. y port., alfac mall., alfách cat. y val. Banco de arena que se hace en las costas del mar y en las bocas de los ríos. Acad. Acaso de alfacc, "fauces" en Raimundo Martín. Es de notar que la voz lat. usada en pl. vale, según Nebrija, "per translationem," las entradas estrechas de algunas cosas, como de valles, ríos, etc., estrechura. Así las palabras "fauces portus," que se encuentran en los Comentarios de Julio César, significan "la entrada de un puerto," que, en mi humilde sentir, es la verdadera acepción de la palabra alfaque, y no la de banco de arena. Creo que la circunstancia de aglomerarse esta en las entradas de los puertos y de los ríos (ejemplo: el delta del Ebro) ha sido parte para incurrir en tal equivocación. De no satisfacer esta congetura (conjetura) habría que buscar el origen de alfaque en alfalaq (alfaq, sincopada la sílaba la) "montón de arena," a no considerar la voz cast. como metátesis de alcoffa, "ora arenarum" en Freytag, "bande longue de sable" en Kazimirski.

Dieron también al dicho Ramón Berenguer la mitad de la azuda de Balaguer, que * el palacio real de los moros, que esto significa el vocablo Azuda (çuda, Zuda). En el auto de esta división, sacado del real archivo de Barcelona, del primer libro de los Feudos, verá el lector la llaneza del conde Pedro Anzures y el estilo de sus tiempos, y las cláusulas o cautelas con que se aseguraban las partes, en los instrumentos, y dice así:
(texto casi ilegible por mal escaneado) Hec est convenientia quam facio ego comes Petrus et nos seniores de Urgello vobis domino Raymundo Barchinonensi comiti et * vestre. Colligimus vos * Dei adjutorio la medietate de tota ipsa Zuda de Balaguer et donamus vobis ipsum castellum de Niummur vel de Rabita (Rapita, Rápita) ad totam vestram … hereditatem ad facere quidquid volueritis vos et posteritas vestra vel cui illud donaveritis: * donat Raymundus comes ad comitem Petrum et ad nepotem suum Ermengaudum illam medietatem de Zuda ut teneat eam per suam * sie quod per quantas vices ibi comes Raymundus fuerit et voluerit demandare inde potestatem ille aut homo per illum cui ille mandaverit quod donet et inde potestatem per fidem sine malo ingenio in tali convenientia quod comes Raymundus non tollat eam * comitem Petrus et ad Ermengaudum nepotem suum neque ad posteritatem eorum nisi tale forfactum fecissent quod illi emendare voluerint non potuissent infra quadraginta dies quod ille eas demandasset nisi fuerit per tale uncumbro quod habeat sine ullo enganno illo encumbre passato infra quadraginta dies quod eis illud fa* et ei illud adresent. Et convenit comes Petrus per se et per Ermengaudum quod illam partem de civitate Balegarii et de terminis suis comiti Raymundo donatam habent quod nec illi nec *orum fortia ne poder ne conser non eam illi tollent nec lin tollent et quisquis eam tollere quesierit quod illi per fidem ei inde valeant. Quod similiter convenit istam ipsam convenientiam quod eam attendat comiti Raymundo ille vicecomes Geraldus per fidem et sine malo ingenio: et si evenerit causa de illis comitibus aut de Geraldo vicecomite qui istam partem tenderit quod non sint in illis partibus aut in illis terris sic *endaquod de illis deveniat quisquis unquam istam medietatem de illa Zuda tenuerit quod ad comitem Raymundum inde respondeat et fidelis inde comiti predicto sit per fidem sine ullo malo ingenio sic quod comes Barchinonensis Raymundus totum suum talentum et totam suam voluntatem possit ibi facere. Et convenit Barchinonensis comes ad comitem domnum Petrum et Ermengaudum quod illam medietatem de ipsa Zuda et illam aliam partem de Balaguer et de omnibus suis terminis et castellis scilicet Lautens et Gerp et Castello et Algerre et Os cum tinentiis suis quod ille nec consulto suo non eis tollat et nullus christianus qu* eis hoc tollere querat quod comes Barchinonensis inde eis valeant e de hoste palatina de moros. Et convenit ille predictus comes et ill* vicecomes Geraldus predicto Raymundo Barchinonensi comiti quod quando Ermengaudus fuerit crescut et grandis quod faciet hoc ipsum sacramentum (sacramento, jura) et illum ipsum hominiscum (homenaje) comiti Barchinonensis qualem habet factum ille comes Petrus per illam suam partem de illa Zuda: quod si hoc non facere quesisset predictus comes Petrus et predictus vicecomes Geraldus tornent illam suam medietatem de illa zuda Barchinonensi comiti poderosam et sine ullo *encombro et sine ullo embargo (sin embargo) per totam suam voluntatem et suum talentum facere:et quisquis de illis vivus fuerit aut quisquis per eos illam medietatem comitis de illa Zuda tenuerit sicut supra scriptum est si* illud attendat sine arte et sine malo ingenio per directam fidem sine ullo engan. Et ego Raymundus comes Barchinonensis dono *uxor (mujer) mee Almodi et filiis quos de ea habuero omnia que acaptavi in Balagario. Actum est hoc quinto nonas novembris anno XXXXV* regnante Philippo rege. (Felip de França, los condes eran sus vasallos, no independientes como quieren hacer creer).

Alcanzada esta victoria y dejadas las cosas del condado de Urgel en buen estado, se volvió el conde don Pedro a Valladolid, donde, como uno de los más principales señores le ocupó el rey don Alonso en el gobierno de sus reinos y estuvo allá hasta el año de 1109, cuando por haber caído en desgracia de la reina y haberle ella despojado de su patrimonio y estado, se volvió al condado de Urgel, donde fue muy favorecido del conde de Barcelona y del rey de Aragón, el cual le dio para él y su mujer, con diez criados otros tantos caballos, lo que hubiesen menester para su comida y tres mil sueldos para gastos extraordinarios, que por estos tiempos, en que había tanta falta de dinero, era una gran cosa. El conde don Pedro, agradecido de esta y otras mercedes, que de aquel rey había merecido, le hizo donación de la mitad de la zuda (digo del castillo) de Balaguer, que la otra mitad la tenía el conde de Barcelona, con las tres partes de la ciudad y sus términos, con la mitad de los castillos de Laurens, Montaron, Buaso, Castellon, Algerre y Albesa, que aún estaban en poder de infieles; pero colígese que era grande la confianza de tomarlos, pues estando en poder ajeno, ordenan de ellos como de cosa propia: ya la otra parte de la ciudad de Balaguer, que era la cuarta, se la retuvo en su poder para si y para la condesa, su mujer, y Armengol, su nieto; y el rey vuelve a dar a dicho conde Pedro Anzures y a Armengol, su nieto, la misma mitad de la zuda o castillo que había recibido de ellos, para que de aquella hora en adelante lo tengan por el rey y en feudo suyo, y que esto mismo guardara el conde Armengol cuando fuere mancebo y se hubiere armado caballero, y no queriéndolo observar, que en tal caso pueda el rey cobrar la mitad de la zuda que él había dado en feudo al conde Pedro Anzures y la cuarta parte de la ciudad de Balaguer. A mas de esto, dice Zurita que el conde hizo homenaje y le juró fidelidad por los castillos, tierras y fortalezas que en Castilla le habían sido restituídas por orden del rey de Castilla, y antes se las había quitado la reina doña Berenguela, por disgustos que pasaron entre ellos, de que hacen larga memoria las historias de aquel reino. Las palabras de Zurita, en sus índices latinos, son estas: Petrus Azurius, comes, qui ex castellanis proceribus in magna potentia erat, Balagueria se cum Elone uxore recipit, uts Ermengaudi pueri nepotis ditionem, mauris oppositam, tueretur ac sustineret. Balagueris *arcem Azudam nominant, ac tres urbis regionis regi condonat; et cum castella propugnaculaque suae ditionis Castellae regni à rege suscepisset, se regi ea, irato aut pacato, traditurum sacramento spondet.
Siendo el abuelo del conde varón tan sabio y experimentado, es de creer que debía haber grandes conveniencias que le obligaron a meter dueños extraños en la hacienda del nieto; pero como después han pasado tantos siglos, ignoramos lo que le obligó a esto. En el libro primero de los Feudos del archivo real de Barcelona se conserva el auto, el cual está sin día ni año, como era costumbre no meterlos en los autos de esta calidad, y dice de esta manera:
In Dei nomine. Hec est convenientia quam facio ego comite don Pedro Azuris ad vos seniori meo regi Adefonso Aragonensium et Pampilonensium regi filio Regis Sancii et Regine Felicie: id est dono vobis tota illa Zuda de Balaguer ingenua libera cum illas tres partes de tota illa civitate et de totos suos terminos et totos suos dretaticos et cum omnibus suis pertinentiis qui pertinent ad illas tres partes de illa civitate et de suos terminos similiter. Adhuc dono vobis tota illa medietate de illos castellos unde moros sunt adhuc tenentes qua hora Deus Omnipotens illos dederit ad *Christianismo pro nomine Laurens et Montoron et Buasso et Castilgon et Agerre (Algerre) et Albessa (Albesa): et si ego comite don Petro potuero illos prendere antequam vos quod vobis inde donem illa medietate et si vos domino *meo regi illos potueritis prendere antequam ego quod similiter mibi *in donetis illa medietate: et de istos castellos si nobis inde voluerit *i aliquo tornare per habere dedero ad mille solidos quod ego comes don Petro mittam in ea medietate et vos domino regi illa altera medietate: et de mille solidis in suso quod vos ibi mittatis quantum ad vos se asimilaverit quoniam ego non inde ibi ponam nisi quingentos. Et hoc donativum supra nominatum dono et concedo vobis et quod illud habeatis ingenuum et liberum ad vestram propriam hereditatem per facere inde totam vestram voluntatem et * omnis generatio et posteritas vestra vel ad cui vos eam dederitis extra illos castellos quos francos prendiderint antequam vos illos prendissetis illa Zuda de Balaguer. Et convenit illo comite don Petro ad regem pro se et pro Ermengaudio suo nepto (nieto, antes sale nepotem) quod istam partem supra scriptam quam habet donata ad regem quod illos nec jure concilio nec jure forcia quod non eum ei tollat: et quisquis eum ei tollere voluisset quod illos inde ei valeant per fidem sine malo ingenio. Et ego comite don Petro retineo me ibi per ad meam propriam alodem (alodio) et de mea muliere et de Ermengaudo meo nepte illa quarta parte de illa civitate cum tota illa quarta parte de totos suos terminos de totos suos dretaticos et de omnibus suis pertinentiis qui pertinent ad illa quarta parte de illa civitate et de suos terminos. Et rex donat ad illo comiti don Petro et ad Ermengaudo suo nepto illa medietate de illa Zuda quo modo in antea eam tenebunt per fevum (feudo) et quod contineat pro sua manu et illam agnoscat per eum illos homines de rege qui tenuerint illa Zuda salva quod inde sedeant homines de illo comite don Petro et de Ermengaudo suo nepto pro illa medietate de illa Zuta salva illi fidelitate de rege: et quando ibi voluerint intrare illo comite don Petro aut sua muliere aut Ermengaudo in illa Zuta cum tantos homines illos ibi colligant quod tota hora sedeant unde plus poteras illos homines de rege pro illa Zuta tenere de tale guisa quod ille comite nec suos homines quod non inde possint sacare de illos homines de rege. Et quando fuerit Ermengaudo illo mancepo tan grandis et fuerit cavallero si quesierit atorchare conveniencias quod habet factas illo comite eum rege et fecerit illos juramentos ad regem quod ei fecit illo comite don Petro et in convenio attendat Rex ad Ermengaudo istos convenios quod habet factos cum illo comite don Petro pro illa quarta de Balaguer et pro illa medietate de illos castellos: et si tantum quod non illud quesisset facere Ermengaudo quod se retineat illa quarta parte de illa civitate et de illa medietate de illa Zuta quod per eum tenebat post obitum de illo comite et de sua *muriere et rex quod fuisset absolutum de illo sacramento quod fecit. Et venit rex ad illo comite don Petro pro illa media Zuta quam ei habet donata per fevum et pro ista quarta parte de Balaguer et pro illa medietate de illos castellos qui sunt supra scriptos per ad alodem ille nec suo concilio neque sua forza quod non eam illi
*ullat et quisquis illud ei tollere voluisset quod rex inde ei valeat per fidem sine malo ingenio. Et rex donat ad illo comite don Petro et ad sua muliere in lurs dies tamdiu vivos fuerint et prendere illud quesierint pane et vino et carne per decem homines et cibaria (cebada, para cebar; civada; sivada, sibada) per ad decem caballos et pro lure sollata tres mille solidos de dineros.

Residió el conde don Pedro Anzures en el condado de Urgel con su mujer y familia, hasta el año de 1108, que ya era vuelto a Castilla, porque las cosas de la reina doña Urraca, (Berenguela escribe antes) que le obligó a salirse de aquellos reinos, tenían muy diferente estado del que él las dejó cuando se vino. Lleváronse también el nieto, el cual aún era muy muchacho: pruébase esta ida, porque en el dicho año y al último día del mes de marzo, él y la condesa Elo o Luisa, su mujer, dotaron la iglesia catedral de Valladolid, que en el año de 1095 habían fundado; y por haber estado allá tantos años el conde, hay de él muchas memorias en las escrituras antiguas de aquellos reinos, y en los privilegios (que) concedían aquellos reyes, en que era costumbre confirmarlos los caballeros que residían cabe de los reyes. Por memorias antiguas parece que la primera confirmación o firma del conde Armengol, de que tenemos noticia, fue en un concilio provincial se tuvo en lar ciudad de Oviedo el año 1111, en que presidió Pelagio (Pelayo) obispo de ella, y se hicieron en él muchos decretos contra los sacrílegos y violadores de las inmunidades eclesiásticas. Fueron los confirmadores la reina doña Urraca, sus hijos, hijas y hermanos, y muchos señores de aquellos reinos, y entre ellos el conde Armengol.
Murió por estos tiempos la condesa doña Elo, abuela del conde, como parece por una escritura otorgada en 9 de enero, año 1117, en que el conde don Pedro dio parte de unas heredades al monasterio de san pedro de Dueñas, y dice que la da por el alma de la condesa doña Elo, su mujer. Muerta ella, volvió otra vez el conde Armengol a Cataluña, para ayudar al rey don Alfonso en la conquista de Zaragoza, donde llevó mucha gente del condado de Urgel; y el autor del antiguo libro llamado Flos mundi, que otras veces he alegado, dice que fueron en ella muchos caballeros de Cataluña, y los que nombra después del conde de Urgel, fueron: Hugo, vizconde de Cardona, Guillermo de Anglesola, Bernardo de Anglesola, T. de Bellpuig, Tomás de Cervera, Gombaldo de Ribelles y Ot de Moncada; y dice que todos se volvieron muy remunerados a sus casas, argumento cierto de la mucha parte que tuvieron en la conquista de aquella ciudad, la cual con tanta gloria de los conquistadores fue restituída a la santa fé católica, y echados de ella los moros, que impíamente habían profanado los lugares sagrados de ella.
Algunos años después, reconociendo el conde los grandes servicios que él y sus antecesores habían recibido de los ciudadanos de Balaguer, en las batallas pasadas y aún en la presa de la misma ciudad, y que, por su valor y piedad, nunca cesó en ella el culto divino y ley cristiana, ni menos sufrieron otro señor que los condes de Urgel, les concede en franco alodio ciertos términos y parte de tierra en el dicho auto o privilegio contenidos, el cual fue hecho a 3 de las calendas de julio del año diez del rey Ludovico, (Lluís, Luís, Loís, Luis, Luisico el gabacho, Ludwig, que no era señor de los condes, qué va, aparece en los textos para hacer bulto) que es el de Cristo señor nuestro 1120. Firmáronle Oton, obispo que era entonces de Urgel, y el vizconde Geraldo o Guerau, de quien ya en uno de los autos arriba nombrados hay hecha memoria; y éste, que durante la menor edad del conde había gobernado aquella tierra, le dio entera y cierta noticia de los servicios había hecho a sus pasados y a él aquella ciudad, de lo que movido el conde, les * este privilegio. (cortadas las palabras de la derecha)
In nomine Sancte et Individue Trinitatis Patris et Filii et *Spi Sancti Amen. Ego Ermengaudus gratia Dei Urgellensis comes cum consensu et voluntate Geraldi vicecomitis et domini *Ott episcopi decrevimus facere cartam donationis quam et facimus alode ad homines commorantes in Balagarium quod damus eis proprium alode. Isti sunt per nomina illi qui a principio *steter in supradicto Balaguer qui portarunt pondus et aestus fa*sitis captivitatem et rancuras multas et tenuerunt Balaguer ad *norem Dei et christianitatis et ad honorem et servicium suorun *niorum in fide. Hii sunt per nomina Bernardus de Guadal et Bernardus Guirt Girbertus et Bernat Bernardi Fortes et Izarnus *Raimundus Mir et Mir Arnald Radulfus presbiter et Pontius de Gradan *Guillelmus Rayner et Atto Guitardus et Arnaldus Guerrer Guillelmus *bater et Corvin Bernardus Cucuz et Arnaldus Mir Petrus Bernar* Bernardus Gerunt Petrus Guillelmi et Arnaldus Petri Arnaldus *fret et Petrus Mir Pontius Mayol et Amer Bernardus Selva et *Guillelmus Compayn. In primis damus illis ad hortos habendum su* Monsfavar unde habeant hortalia sic determinatum per qua* partes: Prima de illu orto Sancte Marie secunda de illa acechia *tia illa sorte sancti Petri de Osca quarta Sicoris (Segre). Deinde damus in illa plana de Vilanova de illa sorte de Miro Arnaldi de Concal* usque ad illum terminum de illo prestinguo et de illa margine que ad Sicorim (Segre). Hic vero quantum concludunt istas quatuor pa* excepta illa turrim de Bernardo Bigeri. Item damus illis aliam versam ad Trencavias sic determinata de illa sorte Senelasco *tagnones usque in illo villare antiquo de alia parte de illo * usque in Sicorim quantum concluditur in istis quatuor partibus * integro. Item damus in illa parte de Castelione sic determinata quatuor partes: prima pars de ipso muro usque in ipso safaregio *tia pars de illa porta de Castelione ipsa via usque in illa via pergit ad Albesam quantum concludunt istas quatuor partes *tegro. Igitur damus illis de illa parte de Cione alia division* determinata a parte orientis ipsam marginem usque in Cione * tertia parte ab illa torre de Berengario Beccu de quarta parte Sicoris: quantum inter istas quatuor partes omnia concluduntur damus similiter concedimus ad integrum. Ego vero predictus Ermengaudus cum dicto Geraldo vicecomite et episcopo Ottone facimus hec predicta scriptura et concedimus istis supramemoratis hominibus de Balagario ut habeant et possideant quantum in ista carta resonat illis et omnis posteritas eorum ad proprium allode et ad facere suam voluntatem: si quis tamen quod minime facere credimus ut nullus propinchus vel extraneus contra hunc nostrum scriptum insurrexerit et dirrumpere voluerit sub anathema sit et in futurum non possit inde aliquid condemnare. Facta carta hereditaria sive donationis notum diem quinta feria quod est tertio calendas julii epacta XI coé VI luna XXII indictione XV regnante Lodovico rege in anno suo decimo eodem comes Ermengaudus in Balagario et in Urgellum.
Ego igitur supradictus comes Ermengaudus qui hanc cartam scribere jussi et legentem audivi manibus meis Sig+num infixi.
Ego vicecomes Geraldus similiter ad confirmandam hanc cartam Sig+num infigi.
Ego episcopus Otto in hac carta Sig+num confirmationis injeci. Sig+num Arnaldi Berengarii. Sigi+num Petri Berengarii.
Arnaldus Berengarius testis. Berengarius Artaldus testis. Raymundus Arnaldus testis.

De este auto se infiere: que los condes de Urgel ponían vizcondes en su lugar y ausencia, así como el conde de Barcelona; que este vizconde se llamó Geraldo, de quien, en uno de los dos autos del conde Pedro Anzures, que pusimos arriba, queda hecha mención; que el culto divino no faltó aun en tiempo de los moros en aquella ciudad, aunque ellos fuesen dueños de ella, y este se conservó por el buen cuidado y piedad de sus vecinos; y que el conde de Barcelona y el rey de Aragón no tenían parte en ella, (pero sí el rey de Francia) por cuanto, así como firmaron el vizconde y el obispo de Urgel, es infalible hicieran lo mesmo el conde y el rey, si en aquella ciudad y territorio tuvieran algún interés; a lo menos en dicho auto se hiciera alguna memoria de ellos. Es este privilegio una de
las antiguas concesiones tiene aquella ciudad, y prerogativa grande de que posean sus tierras y heredamientos en franco alodio.
Por estos tiempos casó Armengol con Arsende, hija que era de los vizcondes de Ager: el nombre del padre no he podido averiguar, por la poca memoria o continuación hay de esta casa y linaje. Zurita es el que afirma ser esta señora de aquella casa, y así está comunmente recibido.
Pocos años después, que fue el de 1126, hubo una muy sangrienta batalla con los moros delante del castillo de Corbins, y se perdieron en ella muchos cristianos, y las cosas estuvieron en gran peligro, y el rey don Alfonso de Aragón tuvo vistas con el conde de Barcelona y con sus hijos, para dar favor a la guerra contra los infieles. El anal de Ripoll dice, hablando de este encuentro: Hoc anno ante castrum Corbins incursu mohabitarum multi christianorum perierunt; y dice también, que murió Bernardo, conde de Pallars; pero no especifica si fue su muerte en esta batalla. Después tuvieron algún remedio las furias de los moros, y dieron lugar al conde para ir a Castilla, donde era, para los estados tenía en aquel reino, muy necesaria su presencia, porque era muerto su suegro, y él quedaba heredero de Valladolid y de grand* estado en los reinos de Castilla y León. Fue sepultado en la iglesia mayor de Valladolid, que él había fundado, y en el sepulcro puso el conde su nieto sus armas, digo los jaqueles (jaque, del ajedrez) de oro y negro, porque los caballeros castellanos no usaban entonces de escudos de armas, como usaron después. Por nueva sucesión, hubo de residir allá algunos años, y fue muy estimado del rey don Alonso, hijo que fue de la reina doña Urraca, porque favorecía (aunque secretamente) la pretensión de aquel rey, el cual, por haber fallecido el de Aragón (Alfonso I el batallador) sin hijos, aspiraba a la sucesión del reino, por ser don Ramiro, hermano del muerto, sacerdote (Ramiro II el Monje) y obispo e incapaz de contraer matrimonio. Entróse con gran ejército por el reino de Aragón y tomó muchos lugares y pueblos de don Ramiro, que ya se intitulaba rey: éste, porque no podía resistir, se retiró con los suyos a las montañas, y el de Castilla entró en Zaragoza, usando del título de rey de Aragón, afirmando privilegios antiguos y concediendo otros nuevos. Estaban con él Ramón Berenguer, conde de Barcelona, y Armengol de Urgel, Alonso Jordán, señor de san Gil y de Tolosa, primo del rey y los condes de Fox, Pallars y Comenge, y muchos caballeros catalanes, franceses, castellanos y de Aragón. El rey don Ramiro estuvo retirado al castillo de Monclus en las montañas de Sobrarbe, hasta el noviembre del año 1135, y se intitulaba rey de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza. Algunas personas trabajaron por la paz, y la concluyó san Olegario, arzobispo de Tarragona, de nacion catalan, natural de Barcelona. Vino este santo a Zaragoza, y después de varios tratos, quedó concordado que el de Castilla por toda su vida quedara con la ciudad de Zaragoza y sus apendicios, y por ellos hiciese reconocimiento al rey don Ramiro, y que después de muerto, viniese todo a don Ramiro y a sus sucesores. Vino esta paz muy bien al conde de Urgel, por ser su condado muy vecino a aquel reino y poseer en él muchos lugares y, entre otros, la villa de Bolea. Los aragoneses también holgaron mucho de este trato, por no meter rey estranjero, (el de Castilla) mientras había hijo y hermano de sus últimos reyes. Después de dado asiento a las pretensiones de los dos reyes, volvió el conde al reino de Castilla, y fue confirmador de muchos privilegios y escrituras reales de aquellos reinos. Las que han venido a mi noticia son: la que a 2 de junio de 1135, estando el rey en Valladolid, otorgó al conde don Rodrigo Martínez Osorio, de toda la heredad que el rey tenía en Famusco y en el infantado de san Pelayo, en Castilla. Asímismo confirmó a 2 de octubre de 1136 una donación que el rey de Castilla y Berenguela, su mujer, hermana de Ramón Berenguer, conde de Barcelona, hacen a la iglesia catedral de Astorga de unos lugares que doña Urraca, madre del rey había dado; y fue este uno de los primeros privilegios de Castilla que llaman rodados, de que habla la ley segunda, título 8.° de la tercera Partida, cuando dice; que «en la carta del privilegio rodado, después de haberse puesto la fecha, se escriban los nombres de los reyes e de los infantes e de los condes que fueron sus vasallos que le confirman, también de otro señorío como del suyo, e después deben facer la rueda del signo de scrivir, en medio el nombre del rey aquel que el da, y en el cerco maior de la rueda deven scrivir el nombre del alférez e del maiordomo, como le confirman, e de la una parte e de la otra deven scrivir los nombres de los arzobispos e de los obispos e de los ricos hombres de los reynos, e después destos sobredichos deben scrivir los nombres de los merinos mayores e de aquellos que deven fazer justicia, e de los notarios que son en reglas que son juso de la rueda.”
Esto dice la ley, y en el real archivo de Barcelona hay uno de estos privilegios.
El año siguiente de 1137, estando el conde en Cuenca con el rey, confirmó otro privilegio concedido a todos los cristianos que tenían hijos, casa y mujer en Toledo, para que no paguen portazgos ni otro tributo en todo el reino, por razón de ninguna mercadería.
En el año 1144 ya estaba el conde Armengol en Cataluña, y con Ramón Berenguer el cuarto pasó a Francia a socorrer al conde Berenguer Ramón, hermano del de Barcelona, que era conde de Prohenza (Provenza, Provincia, Provintia, Provence, Provença, etc), a quién Ramón de Baucio y sus hijos le habían movido guerra, pretendiendo algunos intereses en el dicho condado; y con los Condes de Urgel y Barcelona pasaron muchos caballeros de Aragón y Cataluña. Del condado de Urgel fueron Guillermo de Anglesola y Bernardo de Anglesola y Gombau de Ribelles. Ganóse la villa de Mompeller (Montpellier, Montispessulani) dejaron con gran sosiego las cosas de Berenguer Ramón y victoriosos se volvieron a Cataluña.
Estando en Castilla, confirmó en el año 1146, a 10 de las calendas de mayo, una donación que el rey Alonso y Berenguela, su mujer, hacen pro redemptione animae suae et parentum suorum a la iglesia de Santiago de Mezeruela de la villa de Manzanares; y en el mes de enero del año 1149, confirma la donación que el dicho rey de Castilla hace al arzobispo de Toledo y canónigos de aquella catedral, de la mejor y más principal mezquita de la villa de Calatrava, con sus viñas y todo lo que poseía en tiempo de los moros.
Movió entonces el rey de Castilla la conquista de la ciudad de Almería, en que trabajó mucho y se señaló el conde Armengol. Es Almería ciudad marítima y muy principal en el reino de Granada. Los latinos la llamaron Urgi, y al seno hay allá llamaron Urgitanum: es muy antigua en España y los primeros pueblos que tuvieron obispos; en ella fuélo san Indalecio, discípulo del apóstol Santiago. Era por estos tiempos esta ciudad de grande contratación y riqueza, y tenían en ella acogida todos los piratas que corrían aquellos mares e infestaban las costas del Mediterráneo: acogíanse allá algunas veces más de ochenta bajeles de ellos. Al rey de Castilla y el conde de Barcelona, que tenían muchas leguas de mar y sus vasallos frecuentaban la navegación, convenía más que a otros príncipes quitar de ella aquella cueva de ladrones. Antes de empeñarse en esto, fue muy conveniente apaciguar algunas alteraciones entre el rey de Navarra y Ramón Berenguer, conde de Barcelona; fueron las vistas en san Estévan de Gormaz, donde interviniendo también por medianero el conde de Urgel, se concordaron y entendieron a la conquista de Almería.
El primero que salió en campaña fue el rey de Castilla, el cual, de camino, tomó muchos pueblos de moros, y entre ellos la ciudad de Córdoba, que era el más principal pueblo que tenían los moros en España; pero halló grande dificultad en conservarla, y sin detenerse en ella, por la falta que podía hacer a la empresa de Almería, la dejó a Aben Gami o Aben Ami, moro, gobernador o rey que era entonces de ella, el cual le prometió fidelidad, con juramento que hizo sobre el Alcoran. Entretanto el conde de Barcelona, con su armada naval, aguardaba otra de genoveses, que venía a sueldo del pontífice Eugenio III. Las dos armadas fueron a Almería, y juntas las fuerzas de mar con las del rey de Castilla, se puso asedio a la ciudad por mar y por tierra, y por esta parte ganaron algunas torres, y derribaron buena parle del lienzo del muro. Atemorizados los de dentro, ofrecieron algunos partidos, que no quisieron aceptar los cristianos; apretaron el cerco ya, y a 17 de octubre de 1147 la entraron por fuerza: fue el saco grande; porque era la más rica ciudad de toda la marina.
La joya más notable que se tomó, fue un plato o escudilla de esmeralda, de inestimable precio: de este se contentaron los genoveses por la parte les cabía en aquellas victorias.
Consérvase en el día de hoy en Génova, por haber servido a Cristo nuestro señor en el jueves de la cena: es de inestimable valor, y afirman los lapidarios, que partiéndole en partes del tamaño que suelen ser comunmente las otras esmeraldas, no habría riqueza ni dinero con que poderlo pagar; trajéronle los godos a España, según se piensa, y créese piadosamente, que cuando Cristo señor nuestro se sirvió de él, que no era de aquella materia, sino que, por milagro, se convirtió en esmeralda, mandándolo así el que crió el cielo y todas las cosas de él y de la tierra. Jayme Ferrer, catalán de nación y lapidario famoso, en un tratado escribió sobre la comedia del poeta Dante, describe muy por menudo esta piedra, y considerando su quilate y valor; dice que si se dividiera en piedras menudas, valiera un grande tesoro: está hecho con seis ángulos o puntas, y tiene de ruedo cuatro palmos y medio catalanes. Fueron con el conde de Barcelona muchos caballeros, que se señalaron notablemente en esta conquista. El obispo de Pamplona refiere unos versos que trae el autor de la historia de Toledo, a la fin de su obra, en que, aunque bárbaros y mal concertados, como mejor supo, cuenta esta conquista de Almería, y la orden que el rey de Castilla tuvo en llevar sus gentes, y los sucesos de ella; porque era costumbre de los reyes antiguos de España, para animar a los caballeros que se señalasen con hechos de inmortal memoria, llevar en sus ejércitos poetas que en metro ...

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*daria al de Urgel la tercera parte de las parias, o tributos que le diesen los de la dicha ciudad, y si no valiesen mil morabatines, promete pagar y suplir lo que faltase; y por todo el tiempo se tardaría en tomar Lérida, le prometió mil morabatines, esto es, quinientos a Pascua y quinientos el día de san Miguel.
A 18 de setiembre del año 1148, confirmó en Toledo la donación que el rey don Alonso y Berenguela, su mujer, hicieron de la villa de Alvires, en el reino de León, junto a Majorica, de que arriba hablamos, en favor de Martín Díaz de Prado, criado de aquellos reyes.
Asímismo, a 24 de marzo del año siguiente, confirmó ciertas leyes o fueros que otorgó el rey a cierta aldea que estaba junto a Burgos. Había entonces en la corte de aquel rey grandes lutos, por ser muerta, a los primeros de febrero, la reina doña Berenguela, que fue hija de Ramón Berenguer, tercer conde de Barcelona, y hermana del cuarto, y tía de Dulce, que fue nuera del conde Armengol.
Por estos tiempos se efectuó la conquista de Lérida y otros pueblos de aquella comarca: emprendióla con grandes veras el conde de Barcelona, juntando todas las fuerzas que pudo del principado de Cataluña y reino de Aragón. El conde de Urgel, como más interesado, por razón de la vecindad tenía con la ciudad de Lérida, y por lo que estaba tratado con el conde de Barcelona, dejadas las cosas de Castilla, acudió con cuatro mil infantes y ochocientos caballos. Había entre ellos muchos caballeros que tenían castillos y lugares en su condado de Urgel; estos fueron Berenguer de Anglesola, Galceran de Pinós, Pons de Ribelles, Oliver de Termens, Ramon de Peralta, Berenguer Despes, Gombau de Besora, Pere Sbert de Mediona, Guillen de Alentorn, Pons de Oluja, Guillen de Pinel, Ramón de Caldes y otros. No faltaron los condes de Pallars y Ampurias, ni el vizconde de Cardona, que en su compañía llevaron a Guillen de Cervera, Pedro Alamany, Ramón de Anglesola, Guillen de Bellera, Berenguer de Eril y Artal de Mur. Del reino de Aragón acudió mucha nobleza. Acaecieron grandes cosas en este cerco, porque los moros echaron el resto en la defensa de esta ciudad: los de las riberas de Ebro, Segre y Cinca daban continuos socorros y por estorbarlos, envió el conde de Barcelona algunas compañías de almugávares que lo impidieron. En el mes de setiembre se puso muy de propósito el cerco a la ciudad, y porque había gente para todo, le pusieron también a Fraga, que eran los dos pueblos mejores de toda aquella comarca. Todo el tiempo que duraron estos medios fue notable el daño que las continuas baterías dieron a los cercados: cada día había asaltos; el más recio fue a 24 de octubre, que la ciudad fue entrada por la parte de la puerta de san Antón. Fue muy celebrada esta presa de los cristianos, por haber ganado un pueblo de los mejores y más fuertes y abastecidos tenían los moros en esta parte de la España Tarraconense. Rindióse asímismo en el dicho día la villa de Fraga. En el mes de enero del año 1149 de la encarnación, el conde de Barcelona y el de Urgel, el cual dice en el auto que abajo citaré per manum comitis Barcinone Ilerdum habet, conceden aquella ciudad en franco alodio a los vecinos de ella, y ordenaron algunas leyes eran menester para su buena policía y aumento. Otorgóse este auto en el mes de enero del año 1149 de la encarnación, y firmáronle Alfonso, hijo primogénito del conde de Barcelona, el cual fue rey de Aragón; Armengol, hijo primogénito del conde de Urgel; Arnaldo Mir, conde de Pallars; G. R. Dapifer, Ramón de Pujalt, Bernat de Belloc, G. de Jorba, G. de Cervera, G. de Castellvell, Berenguer de Anglesola, Gombau de Ribelles, Arnaldo de Pons y B. de Torroja; y los vecinos de la ciudad se obligaron tenere et conservare civitatem et villam Ilerde secundum posse suum, prometiendo ayudarles a los condes todo lo posible.
El conde de Barcelona con gran liberalidad dividió premios a los que lo habían merecido; y porque el de Urgel fue a quien más le debía el buen suceso de esta victoria, cumplió con él lo que antes de la conquista se le había prometido, y le dio también, según dicen algunos autores, los lugares y castillos de Aytona, Albesa, y la conquista de los lugares de aquella comarca, que son Alguayre, Almenar, Algerri, Alfarras, Corbins, Tamarit de Litera, Alcarraz y otros que estaban a las riberas de Segre y Noguera Ribagorzana, que después se fueron poco a poco conquistando y se añadieron algunos de ellos al condado de Urgel. El conde Armengol, agradecido del servicio había recibido de sus amigos y vasallos, les hizo parte de la victoria: a Gombau de Besora, que en la presa de Lérida se señaló notablemente, le dio una calle entera y dos torres de la ciudad, que por mucho tiempo les quedó las torres de Besora, y estaban muy vecinas al castillo, y una de ellas, que terminaba por tres partes con la costa del castillo real, y de otra parte cum via publica fue en el año 1328, a 5 de los idus de diciembre, vendida a Ferrario de Lilleto, baile general, por treinta libras jaquesas, el que la compró para servicio del rey don Alfonso, y, a lo que yo conjeturo, para unirla y aplicarla al castillo real. Vendiéronla los herederos de Raimundo de Penafreita, como parece en un auto que estaba en el real archivo, el cual hace larga designación de las terminaciones de la torre, y dice: quae est juxta castrum domini regis et afrontatur ex duabus partibus in carraria publica qua itur de Sede Ilerdensi (la Seo, Seu) usque Predicatores et ex alia parte in carraria per quam itur ad turrim predictam per portam superiorem et alia in platea terre que est juxta dictum castrum et turrim predictam et ex alia in loco qui dicitur la Devesa domini regis; y conquistada mucha parte de la tierra que le dio el conde de Barcelona y unida a su casa, hizo también merced a muchos de los caballeros habían ido con él. A Oliver de Termens dio la villa de Corbins, a Galceran de Pinós, la villa de Albesa en feudo; y porque este caballero se señaló mucho en esta ocasión, el conde de Barcelona le remitió el alodio directo que tenía en la villa de Alguayre, de que, por sus grandes merecimientos, le había hecho merced en esta ocasión; y dice Tomic, que el de Urgel fue muy liberal en dar muchas villas y castillos de los que había ganado, a aquellos que le habían servido; y esa es la razón porque había antiguamente tantas familias nobilísimas en estos condados, porque estos condes de Urgel siempre fueron muy liberales con la gente noble que les sirvió y se preciaron de tener en su condado muchos caballeros y barones. Dice Garibay que de esta vez ganó también a los moros un lugar llamado Curiana, aunque después se lo volvió, y sin estas ganó otras tierras y fortalezas, en el año de 1150.
No dejaré aquí de advertir para los curiosos el estilo y modo tenían en este tiempo en confirmar los privilegios, diferente del de ahora, que el privilegio confirmado se mete o inserta en el confirmante: entonces no era así, sino que cada rey, cuando confirmaba, metía su firma después de la del que le había concedido, y si otro confirmaba después, metía asímismo su firma, de suerte que en un mismo privilegio hay firmas del padre, hijo, nieto y otros descendientes, que en el tiempo se concedió el tal privilegio ni eran conocidos, ni aún nacidos en el mundo. Esto ha causado admiración a algunos y descrédito de los tales privilegios, no siendo sino muy grande crédito y autoridad de todos ellos; y así muchas veces estos privilegios están registrados con una firma sola en unos registros, y en otros con dos o más. Sea ejemplo el privilegio arriba calendado hecho en enero del año de la encarnación 1149, el cual, en el fol. 152 del libro 1.° de los Feudos, está sin la firma del rey don Pedro, y en en el saco A, núm. 34 del armario 3, está con la firma del dicho rey y de otros magnates que le firmaron; y la razón es, porque en el libro Feudorum se escribió antes de ser confirmado de este rey, y en el dicho saco A se metió después de la confirmación; y esto basta por ejemplo, aunque, si quisiera, pudiera traer otros muchos.
El año siguiente de 1150, el conde Armengol, con mucha caballería e infantería catalana, pasó a Castilla, en favor del rey Alonso, que quería cobrar la ciudad de Córdoba, que, como queda dicho, había tomado cuando fue a Almería, y por no poderse detener en ella, la dejó a Aben Gami, moro, que la tuvo algún tiempo por el mismo rey de Castilla, no porque hubiese amistad entre los dos, sino porque el rey no pudo hacer otra cosa. Sucedió que un numeroso ejército de gente africana, que llamaban musmitas, feroz y guerrera, después de conquistar el reino de Marruecos y gran parte del África, pasaron a España, y se hicieron señores de todas las ciudades que los moros tenían en ella, y ejecutaron grandes crueldades contra los pocos cristianos que entre los mismos moros españoles, con sus clérigos y obispos, vivían, desde la pérdida de España. Aben Gami, que de cualquier manera quería ser señor de Córdoba, se allegó a estos musmitas, negando el vasallaje al rey Alonso, el cual pasó allá, el verano de este año, con poderoso ejército, y en una batalla campal venció y destrozó los enemigos, quebrando poderosamente sus fuerzas; puso cerco a Córdoba, donde estaba fuerte el moro, y ganó gran parte de la ciudad con su mezquita mayor, la cual entró y saqueó, haciendo grande destrozo en los enemigos. En esta batalla y conquista de Córdoba hizo el de Urgel grandes hazañas, y vengó la muerte de Armengol de Córdoba, su antecesor, y fue
dichoso en esta conquista, que aquel en su empresa. En batalla se halló Ramón Berenguer, conde de Barcelona, el cual, cuando el rey de Castilla fue allá, estaba en su reino, y no pudieron él y los suyos faltar a su cuñado. Fueron en esta batalla con el rey de Castilla, Garci Ramírez, rey de Navarra, el conde don Fernando de Galicia, Fernán Joanes, el conde don Ponce, mayordomo del emperador, y otros muchos señores y caballeros. De todo esto da noticia un privilegio que trae el obispo de Pamplona, hecho a 23 de julio de este año, en que dicho rey de Castilla hace merced a un caballero llamado Pelayo, cautivo, de ciertas heredades y posesiones en el término de Astorga, y se la hace por los servicios que de él había recibido en las guerras que había tenido contra los moros; y dice que se dio este privilegio o carta en el tiempo que dicho rey tenía cercada a Córdoba, y peleó sobre ella contra treinta mil musmitas y con otros andaluzes, y les venció. Es la fecha de esta carta el dicho día, y está confirmada por los arriba nombrados. Sin esto, consta de otro privilegio concedido por este rey a 13 de marzo del año 1151, en favor del monasterio de San Isidro de Dueñas, en que le da los lugares de Baños y Ontoria, en Castilla, y dice el dicho rey, que peleó en Córdoba con los musmitas y les venció, y se hallaron con él sus hijos y el conde de Urgel, el conde Ramiro Flores, y Nuño Pérez, alférez del rey: tráelo el obispo de Pamplona.
Por otro privilegio hecho a 2 de enero 1153 consta, que en este tiempo estaba en Salamanca con los reyes Alonso de Castilla y Sancho, su hijo, quien ya se daba título de rey, y con los arzobispos de Toledo y otras muchas personas que, con el conde Armengol, fueron confirmadores.
Estaba ya por estos tiempos muy viejo y falto de salud, y con dificultad podía asistir a los reyes ni seguir la corte, por la edad le tenía trabadas las fuerzas; y así ya no se halla en los privilegios otorgados por estos tiempos confirmación suya, impedido de sus enfermedades, de las cuales murió en Castilla, a 28 de junio del año 1154, según el anal de Ripoll y la más común y corriente opinión. El padre Mariana dice que murió a 23 de agosto; el obispo de Pamplona, en la era 1193, que es año 1155 de Cristo señor nuestro. Está sepultado en el monasterio de nuestra señora de Valbuena, del orden del Cistel, ocho leguas junto a Valladolid, el cual monasterio pocos años antes había fundado doña Estefanía, su hermana, mujer que fue del conde don Pedro González Girón. Llamó esta señora para dicha fundación monjes del monasterio de Verdones, en Francia, que vinieron de allá con su abad, y ha sido uno de los más famosos monasterios que de esta sagrada orden ha habido en España, cuya fundación se atribuyeron a si muchos reyes de Castilla, preciándose de fundadores y bienhechores de esta casa, dotándola muy magníficamente, y concediendo muchas y muy grandes prerogativas, de que goza, muy debidas a la santidad y religión de los monjes, de ella.
De su mujer Arsende, que era del linaje de los vizcondes de Ager, tuvo dos hijos y tres hijas: los hijos fueron Armengol; que llamaron de Valencia, y fue conde de Urgel, y Galceran, que llamaron de Salas, por haber nacido y ser señor de un pueblo llamado así, en el marquesado de Pallars; las hembras fueron Isabel o Sibilia, que casó con Ramón Folc, (Folch) vizconde de Cardona, que llamaron el Prom, y Estefanía, que casó con Arnaldo Mir, conde de Pallars, y después con Bernardo Roco, gobernador y capitán general de las Asturias por los reyes don Fernando segundo y don Alonso, su hijo, de León. Era este linaje de los Rocos muy antiguo en aquel reino y estimado de los reyes: el hijo de este Bernardo Roco y de doña Estefanía, que también se llamaba Bernardo, tomó por armas quince escaques o jaqueles (del ajedrez, schachs, scacs, etc) de los condes de Urgel, y eran siete negros y ocho de oro. Yo he visto, entre otros, un privilegio del rey Alonso de León en favor de este Bernardo, que, por ser cosa del conde y testimonio cierto de la cuenta en que eran tenidos sus parientes, lo pongo aquí, sacado del archivo real de Simancas, que no es de menor autoridad que el de Barcelona, y dice así:
In nomine Domini Amen. Ego Alfonsus Dei gratia rex Legionis et Galletie etc. Per hanc cartam notum facio omnibus tam presentibus quam futuris quod do Bernaldo Roco duci et signifero ac successoribus suis ut possit facere in fluvio Tago quod est juxta opidum qui dicitur Alcantara molendina et piscaria in eo loco quem signaverit donus Hernandus magister de Calatrava cui ego heri dedi per meum privilegium castrum et villam predictam cum omnibus pertinentiis suis intus et exira cum suis directis postaticis molinis et aqueductibus eorum canalibus piscationibus et aquis earum pasquis pratis et cum quanto ibidem ad prestitum hominum esse videtur de quibus omnibus oro et jubeo magistro ut cum faciat partitionem cum fratibus et militibus suis ut det dicto Bernardo Roco bonam ac meliorem partem tam de canalibus quam de piscationibus et de ceteris omnibus supra contentis. Hoc autem do pro bonis et grandis servitiis que mihi fecit et etiam pro illis que fecit Armengol comes Urgelli avunculus ejus illustrissimo patri meo et eo quod sit nobilis ex genere comitum et principum natus. Quicumque hanc cartam donationis mee contrahire presumpserit sit maledictus et cum Juda Domini proditore et Datan et Abiron quos vivos terra absorbuit penas luat in perpetuum in inferno. Facta carta apud Cauriens quinto calendas junii era M.CC.LI.
Ego Alfonsus rex Legionis et Galletie hanc cartam quam fieri jussi roboro et confirmo.
P. Compostellanus archiepiscopus - P. Ovetensis episcopo. - Roderico episcopo Legionis.
- San Astoricensis episcopo (Astorga?). - Gumsalvo Salmanticensis episcopo. - Girardo Cauriensis episcopo. - Ego Infans dona Sancia regis Legionensis filia confirmo. - Ego Infans dona Dulcia regis Legionensis filia confirmo. - Dono Sancio Fernandez regis signifero tenente Legione Zamora Stremadura et Transserra et de manu ejus Fernandez Sancii signifer confirmo. - Comite dono Alvaro regis maiordomo et pro eo Petrus Marinus confirmo. - Dono Roderico Gomez Transtamar Montenigrum de Monterosum confirmo.
- Dono Roderico Fernandez Astoricam et Benaventum confirmo.- Presentibus Garcia Joanne Petro Pelagii Gunsalvi et multis aliis.
Abbas Arvensis de mandato domini regis propia manu scripsit.

Dura aún esta familia de los Rocos, y por haber dado el maestro Garci Fernández, maestre de Alcántara, a Diego Roco, nieto del hijo de doña Estefanía, unos heredamientos de gran consideración en un teritorio o término que llaman Campofrío, donde tenían su casa solariega, les quedó el nombre de Roco y Campofrío, y desde entonces acá se han nombrado así. Tienen por armas quince jaqueles, y están en algunas de sus sepulturas, que denotan la antigüedad de este linaje. De los últimos que yo he tenido noticia, son don Francisco Roco, que llaman de Córdoba, y de aquí quisieron algunos decir, que tomó este nombre por descender de Armengol de Córdoba, conde de Urgel, de quien descendía doña Estefanía, mujer de Bernardo Roco; pero no por esto tomó el apellido de Córdoba, sino por haber emparentado sus pasados con personas del linaje de Córdoba. Es este don Francisco del consejo del rey de Castilla, su oidor en Sevilla, Veinte y cuatro de Córdoba, y en el año 1639 fue procurador a cortes, y tiene hijos. También hay un caballero en aquellos reinos, que se llama don Pedro Roco y Campofrío, que desciende por línea de varón del hijo de doña Estefanía. Ha habido en este linaje personas de gran talento y consideración, y siempre han casado noblemente, y se hace en Castilla mucho caso de ellos. El ser esta familia sangre y descendencia de la casa de Urgel, me ha dado ocasión de hacer de ella esta memoria, porque, fuera de los
reyes de Castilla y duques de Cardona, hallo pocos que, con certeza, puedan afirmar que sean descendientes de aquella casa.
De sus estados dejó heredero a Armengol, su hijo mayor: a este, muriendo sin hijos, sustituyó a Galceran, y muriendo sin ellos, a Estefanía, su hija; y faltando ella sin hijos, hace heredero suyo a Guillen Ramon Dapifer, y después de él, a Pedro, su sobrino, hijo de Teresa, hermana del mismo Ramon Dapifer.
Estimó mucho la ciudad de Balaguer y sus vecinos, y les otorgó diversos privilegios y exenciones, en pago de los buenos y grandes servicios había recibido de ellos, confesando debérseles la conquista y conservación de la ciudad. Dejó mucho y muy grande estado, así en Cataluña, como en Castilla y reino de Aragón, y en su tiempo estuvo su casa en mayor grandeza y autoridad que no había estado hasta entonces, y su fama corrió por todo el mundo. Poseyó el condado cincuenta y tres años.

domingo, 8 de marzo de 2020

APPENDIX I

APPENDIX




I

De sequenti opere DENIFLE jam in Historisches Jahrbuch, 1887, p. 225 sq. breviter locutus est. Auctor
ejusdem celeber frater Praedicator Hispanus, Raymundus
Martini
qui opus «Pugio fidei» composuit. Bibliographos hec
opus, in codice Dertusensi unice conservatum, hucusque
fugit. Certe
non est intellectui popularium adaptatum, pro quibus
tamen scriptum est. Raymundus illos fideles, qui in Hispania
inter Sarracenos et Judaeos vivebant et quotidie ab
ipsis argumenta contra christianam religionem audierunt,
principiis christianae religionis imbuere eosdemque
praservare voluit contra objectiones. Verisimiliter Raymundus
hunc libellum scripsit, ut sacerdotes et curati
illo uterentur in instructione populi fidelis et in conversione
infidelium. Quaedam hic tractantur, quae in magno opere «Pugio
fidei» latius occurrunt.
Hanc explanationem Raymundus Martini
juvenis adhuc, diu ante opus «Pugio Fidei», et quidem anno 1256
vel 1257 composuit, ut infra ex articulo 3° liquet. Ex
argumentatione etiam apparet, Raymundum nondum imbutum fuisse
doctrina scholastica decenniorum posteriorum.
Non omnia
edimus. Introductionem cum tractatu Quod libri sancti sint
incorrupti
integre in lucem proferimus, duodecim vero articulos
breviatos. Primus articulus ut specimen dari potest. Multi articuli
solum auctoritates scripturae sacrae jam notas comprehendunt.
Ubi de Sarrazenis vel Judaeis agitur, vel de
scriptoribus Arábicis, nihil praetermisimus.

E
CODICE DERTUSENSI N.° 6.
Explanatio simboli Apostolorum ad
institutionem fidelium a fratre Raymundo Martini de Ordine
Predicatorum
edita.
Videmus nunc per speculum in enigmate,
tunc autem facie ad faciem. I. Cor. xiij. Speculum de quo hic
loquitur apostolus, est fides, per quam tamquam per speculum videtur,
id est, cognoscitur Deus, ut videri potest in hac vita. Enigma
appellat obscuritatem fidei annexam. Etsi enim per fidem Deum in via
cognoscimus, non tamen sic lucide, sicut in gloria, quando per
speciem ipsum facie ad faciem videbimus. Est igitur fides ut dictum
est speculum, per quod videmus Deum quoquo modo. Verbi gratia,
ponatur quod est aliquis in aliqua domo figuris depicta ita curvus et
depressus, quod non potest levare caput, et dicitur ei: tales et
tales picture (I) sunt supra in tecto. Et quia ipse non potest eas
videre, afferiur sibi speculum vel aqua clara in pelvi, et ut
dicebatur sibi verbo, sic videt, per speculum vel per aquam. Postea
si erigatur, videbit, sine medio picturas, quas viderat speculo
mediante. Et tunc intelliget, quod speculum infallibiliter sibi
ostendebat picturas illas, licet non ita clare, ut videt eas modo
capite elevato. Similiter dum sumus in hac vita misera, sic depressi
sumus per corruptionem carnis et per peccatum, quod non possumus
videre Deum nisi per speculum, id est, per veram fidem et puram, quia
ui dicit Augustinus, mentis humane acies invalida in tam
excellenti luce non figitur, nisi prius per mundiciam fidei
emundetur. Et ipsa fides in veritate ostendit nobis quasi quoddam
speculum, quomodo est Deus, ut ostendi potest in hac vita. Et cum
corruptionem carnis deposuerimus et erimus in gloria, tunc
intelligemus et cognoscemus, quod fides infallibili ostendebat nobis
veritatem, licet non ita clare, ut tunc videbimus, sed ad modum
speculi. Hoc tale speculum, id esi fidem, impressit spiritus sanctus
in cordibus patriarcharum, prohetarum et apostolorum. Et dominus
Jhesus Christus non tantum impressit hoc speculum, id est fidem, in
cordibus apostolorum, sed etiam docuit eos verbo hoc idem. Et
apostoli cum deberent discedere ab invicem per universum mundum ad
predicandum evangelium. redegerunt in scriptis concorditer ea, que in
hac vita quasi per speculum cognoscimus de Deo, ut omnes possent
legere et intelligere, quomodo debent in Deum credere. Et illud
scriptum comuniter et concorditer ab apostolis editum dicitur
symbolum fidei apostolorum, quia quilibet eorum posuit ibi sententiam
suam, id est articulum suum; dicitur enim symbolum sin, quod
est con, et bole quod est sentencia, quia
comunis sentencia fidei apostolorum. Quilibet enim apostolus posuit
ibi unum articulum quasi proprium. et omnes comuniter in omnibus
articulis consenserunt, uude secundum numerum apostolorum xij
sunt articuli fidei.

(1) Para que haya la debida exactitud,
se copia todo como está en el Códice original.

Petrus
quidem posuit primum articulum, scil. «Credo in Deum patrem
omnipotentem, creatorem celi et terre.»
Andreas posuit
ij. scil. «El in Jhesum Christum filium ejus unicum dominum nostrum
»
Johannes iij.
«Qui conceptus... Maria virgine.»
Jacobus Zebedeí iiij:
«Passus... et sepultus.»
Thomas v: «Descendit... a
mortuis.»
Jacobus Alfei vj: «Ascendit... patris
omnipotentis.»
Pliilippus vij: «Inde.., vivos et
mortuos.»
Bartholomeus viij: «Credo in spiritum sanctum
»
Matheus ix: «Sanctam ecclesiam catholicam.»
Simon
Cananeus
x: «Sanctorum communionem, remissionem peccatorum.»

Judas Jacobi xi: «Carnis resurrectionem.»
Mathias
posuit xíj: «Vitam eternam amen.»

Hoc itaque symbolum
primo ostendit, Deum esse unum in essentia et trinum in personis.
Deinde alia, que quilibet fidelis tenetur credere, de quibus in
sequentibus ostendetur auctoritatibus veteris et novi testamenti, et
etiam alicubi rationibus et similitudinibus secundum modum parvitatis
nostre. Et quia probatio et explanatio hujus symboli habet fieri
maxime per libros veteris et novi testamenti, dicit enim Augustinus:
quod credimus, auctoritati debetur, et quod intelligimus, rationi,
quod autem erramus, oppositioni; primo oportet monstrare eosdem
libros incorruptos esse et veros, scilicet quod permanserunt integri
et incorrupti, sicut editi sunt a spiritu sancto per auctores et
scriptores eorundem librorum. Quo probato necesse est credere et
suscipere omnia illa, que per ipsos probabuntur et alia que in eis
continentur.

Quod libri veteris et novi testamenti sunt
integri et incorrupti.

Igitur quod libri sint integri et
incorrupti, potest ostendi per auctoritates, quoniam nullus auderet
mutare, vel diminuere vel addere in veteri vel novo testamento,
quoniam super hoc habetur prohibitio et etiam maledictio. Unde Moyses
Deuteron. iiij:
«Non addetis ad verbum quod vobis loquor,
nec auferetis ex eo.» Item Salomon in Proverb. xxx. b, «Omnis
sermo Dei ignitus clipeus est sperantibus in se, ne addas quicquam
verbis illius, et arguaris inveniarisque mendax.» Item Joh.
in Apocal. ultimo: «Si quis apposuerit ad hoc, apponet Deus super
illum plagas scriptas in libro isto. Et si quis diminuerit de verbis
libri prophetie hujus, auferet Deus partem ejus de libro vite, et de
civitate sancta.» Non autem videtur quod aliquis esset ita , quod
contra ista auderet aliquid mutare in libris sanctis.
Si quis
vero dicat, quod Nabuchodonosor combussit libros
legis et prophetarum, hoc ostenditur esse falsum
per gesta filiorum Israel. Nam sicut habetur in iiij°
lib. Regum, xvij, Salmanasar rex Assiriorum
cepit terras filiorum Israel, et transtulit filios
Israel de terra sua in terram Assiriorum, et
posuit eos in civitatibus Medorum, et adduxit de
Babilone et de aliis locis terre sue colonos, et collocavit
eos in civitatibus Samarie pro filiis Israel. Et
cum ibi habitare cepissent, non timebant Deum, cum essent ydolatre,
unde immisit Deus in eos leones, qui interficiebant eos. Et nunciatum
est regi Assiriorum quod perirent coloni ejus, quia ignorabant
legitima Dei terre. Et misit rex unum de sacerdotibus
Israel et etiam legem Moysi, sicut dicitur in
ystoriis. Et iste habitavit in Bethel, et docebat
gentes illas legitima Dei Israel. Ipsi tamen, licet colerent
Deum Israel, colebant etiam idola sua, unusquisque
juxta ritum gentis sue. Unde lex Moysi permansit apud eos. Et
predictus Salmanasar rex Assiriorum fuit ante Nabuchodonosor
C annis, sicut probatur ex numero annorum regum qui
regnaverunt in Jherusalem ab ipso Salmanasar
usque ad Nabuchodonosor. Verum non potest dici, quod ipse
Nabuchodonosor combusserit legem generaliter,
cum non legatur destruxisse nisi Jherusalem, quam quidem
destruxit Nabuzardan princeps militie ejus, non in
prima vice, sed in secunda, sicut infra dicetur. Et tunc jam libri
legis
erant apud Samaritas tempore Salmanasar regis,
qui fuit ante Nabuchodonosor C annis, ut dictum est. Cum ergo
non legatur destruxisse Salmanasar, non destruxit etiam libros
legis
qui apud Samaritas erant. Cum igitur pervenit
Nabuchodonosor ut expugnaret Jherusalem, sicut dicitur
in predicto libro Regum xxiiij, egressus est Joachim rex
Juda
ad ipsum de voluntate propria et mater ejus et servi ejus et
principes ejus, et suscepit eum et suos rex Babilonis,
et transtulit eum et omnem populum Jherusalem xvij
milia, et non reliquit ibi exceptis pauperibus populi terre.
Et tunc mnc non destruxit Jherusalem nec combussit aliquid in
ea. Unde satis videtur vetum quod isti qui se reddiderunt et
translati sunt in pace, portaverunt sanctos libros legis et
prophetarum et alios libros quos habebant, sicut
contigit in Sarracenis qui expulsi sunt de Oriente et
Occidente Yspanie, qui secum de libris suis quos
voluerunt portaverunt.
In secunda vero vice quando captus fuit
Sedechias rex Jherusalem et exoculatus (IV Reg.
25, 7) Nabuzardan princeps regis Babilonis
destruxit muros Jherusalem et combussit domos, sed nos legitur
aliquem librum combussisse (IV Reg. 25, 9). Et tunc de beneplacito
principis remansit Jheremias propheta cum populo
Judeorum, qui remansit ad colendum terram; populares vero de
majoribus et divitibus translati sunt etiam tunc in Babilonem,
non tantum de Jherusalem, sed etiam de aliis civitatibus
Judee, que non fuerunt combuste nec destructe, ut habetur
Jheremie xi. Et est verisimile quod tam apud transmigrantes,
quam apud populum, cum quo remansit Jheremias propheta,
fuerunt libri legis et prophetarum. In Daniele etiam
legitur xiij, quod Judei habebant judices de Judeis,
qui eos judicabant secundum legem suam. Unde ibi
legitur quod fecerunt duobus senibus, sicut male egerant adversus
proximam dicendo contra eam falsum testimonium, et ideo
interfecerunt eos, ut facerent secundum legem Moysi.
Item in j° Esdre vij, a: «ipse Esdras ascendit de Babilone,
et ipse velox scriba in lege Domini quam dedit Dominus Deus
Israel
.» Et infra: «Esdras autem paravit cor suum ut
investigaret legem Domini et faceret et doceret in Israel
preceptum el judicium.» Item: «Artaxerses rex
regum, Esdre sacerdoti scribe legis Dei celi doctissimo
salutem. A facie regis et vij consiliariorum ejus missus es ut
visites Judeam et Jherusalem in lege Dei tui, que est
in manu tua.» Et in Neemia viij° a: «Dixerunt Esdre
scribe ut afferret librum legis Moysi, quod preceperat Dominus
Moysi
. Attulit ergo Esdras sacerdos legem coram multitudine
virorum ac mulierum cunctisque qui poterant
intelligere.»
Ecce per ista patet quod lex permansit apud
Judeos sive in captivitate, sive post
captivitatem. Unde in ij° lib. Machabeorum ij°
dicitur de Neemia, quod construens bibliotecam congregavit de
regionibus libros et prophetarum et David
et epistolas regum.
Item Dominus in Evangelio Mat. xxiij
a: «Super katedram Moysi sederunt scribe
et pharisei; omnia ergo que dixerint vobis conservate et
facite, secundum vero opera eorum nolite facere.»
Et in capitulo
ubi hec dixit, arguit eos de appetitu laudis et honoris et de
ypocrisi et de aliis viciis, que erant in ipsis; unde si legem
mutassent in aliquo, magis eos de hoc redarguisset. Sed ipsemet
ostendit legem integram esse, ubi dicit Mat. v: «Non veni legem
solvere aut prophetas, sed adimplere. Amen quippe dico vobis, donec
transeat celum et terra, jota unum aut unus apex non preteribit a
lege donec omnia fiant.» Et Luc, xxj; «Celum et terra transibunt,
verba autem mea non transient.» Ex hoc apparet quod lex
incorrupta
permanserat apud Judeos.
Item sicut habetur
in ystoria, Ptolomeus rex Egipti librorum cupidus usque ad Lta
milia libros congregavit. Qui cum audisset, quod apud Judeos
esset lex ore Dei edita, misil de Judeis captivis qui erant in
regno suo Cxx milia, et munera magna auri et argenti
Eleazaro summo pontifici Judeorum, ut sibi mitteret
Judeos sapientes in ebrea ei greca lingua
cum lege Dei, qui ad eam
transferendam in grecum
sufficerent. Unde predictus pontifex misit sibi lxx seniores
peritos utriusque lingue, qui legem et prophetas
transtulerunt. Et hoc fuit per magnum tempus ante Christum.
Et ista translatio remansit apud Grecos. Unde etiam si
voluissent Judei aliquid mutare, nichilominus veritas
translationis remansisset apud duas gentes diversas ab ipsis,
que ipsos arguere possent de mutatione. Postmodum vero, tempore
apostolorum Christi, cum predicte gentes et alii
recepissent fidem Christi, receperunt et Evangelium ab
ipsis apostolis et ab aliis discipulis, qui
predicaverunt eis juxta mandatum Christi, Math. ultimo:
«Euntes in mundum universum predicate Evangelium omni
creature», et hoc in diversis ydiomatibus. Unde iste gentes
non possent congregari de finibus mundi ad mutandum Evangelium,
cum inter se sint diverse moribus et linguis, et sub diversis
principibus et regnis,
et si factum fuisset, non potuisset latere. Item emulatio est inter
Christianos et Judeos specialiter
de scripturis, et ideo nec corruptionem Judeorum
silerent Christiani, nec corruptionem Christianorum
occultarent Judei. Cum autem sint discordes circa intellectum
scripturarum, constat quod ad corruptionem scripturarum non poterunt
concordare. Cum igitur utrique concordent in lege Moysi et
prophetis, constat legem Moysi et prophetas non
esse corruptos.
Item Evangelium est completio legis
et prophetarum, el lex et prophete fuerunt
figura Evangelii. Unde lex et prophete
continentur in Evangelio, et Evangelium in lege
et prophetis, propter quod dicit Ezechiel j°, quod
rota erat in medio rote. Si ergo Evangelium fuisset corruptum,
discordaret a lege et prophetis, et si lex et prophete corrupti
fuissent, similiter ab Evangelio discordarent. Cum ergo
perfecte concordent ad invicem, sicut pater habentibus rectum
intellectum scripture, manifestum est quod tam vetus quam
novum testamentum sine corruptione et mutatione
remanserunt.
Item cuilibet magis credendum est in sua scientia
vel in arte. Stultum enim esset magis credere medico de
agricultura, et agricole de medecina. Qua ergo
temeritate volunt Sarraceni, quod ipsis vel domino suo,
(Mahometo) qui ignoraverunt Evangelium Christi, de ipso
Evangelio magis credatur, quam Christianis, qui
professionem Evangelii per successionem temporum continuam ab
inicio tenuerunt? Nostrum quidem Evangelium non solum a
fidelibus testibus conscriptum est, verum multitudine prophetarum
veridicorum et concorditer adventum Christi preconizantium
roboratur, nec non et miraculis quamplurimis supra naturam et
martyrum multitudine copiosa, quos nec mors nec gladius
aut tribulatio quecunque potuit a fide Evangelii separare.
Unde si quis temptasset Evangelium mutare, tam zelo fidelium
et devotione, quam librorum veterum collatione, quam
diversorum codicum apud diversas nationes attestatione
confutaretur.
Preterea si Alcoranus vel unus liber
gramatice
, qui esi in una lingua, non potest corrumpi,
quomodo. Evangelium, quod fuit scriptum in diversis
linguis, potuisset universaliter corrumpi? Quod ergo recipiunt
pro se de incorruptione Alcorani vel alterius libri, oportet
eos necessario recipere contra se de incorruptione legis et
Evangelii, quia de similibus idem est judicium. Et quia
validius est argumentum ab hoste sumptum, sicut dicitur in Alcorano
in cap. apostolorum: «apostoli qui fuerunt cum Christo,
sancti fuerunt et veraces», unde certum est quod tale predicaverunt
Evangelium et scripserunt, quale ab ipso Christo docti
fuerunt, alioquin veraces non fuissent.
Quod vero lex et
Evangelium sint incorrupti, potest ostendi per Alcoranum,
unde in capitulo Jone
dictum fuit Machometo secundum dictum suum sic: «Si fueris in
dubio de eo quod misimus super te, interroga eos qui legunt librum
prius quam tu.» Sed constat quod Deus vel Gabriel,
qui, ut ipse dicit, loquebatur ei, non dicebant sibi ut interrogaret
falsarios, sed veraces, qui legebant librum, secundum
veritatem, non secundum mutationem que inducit
falsitatem. Unde per hoc ostenditur
quod libri
Evangelii
et Legis erant incorrupti, quia illi qui
legebant librum prius quam ipse esset, erant Judei veraces et
Christiani, a quibus secundum mandatum Domini debebat
requirere veritatem.
Item in cap. mense, quando Judei
postulaverunt judicium ab Ebihoreyra, quem posuerat Machometus
judicem, ut judicaret inter homines, et ille diceret eis: «Non
judico inter vos, donec interrogem Machometum», et ille
ivisset ad Machometum et interrogasset eum, respondit
Machometus et dixit: «Deus misit super me in facto Judeorum,
et dixit: Si venerint ad te, judica inter eos, aut avertere ab eis;
et si avertaris ab eis, non nocebunt tibi in aliquo. Et si
judicaveris inter eos, judica juste, quia Deus diligit juste
judicantes. Et quando venient ad judicium tuum, et apud eos est lex,
et in ipsa est judicium Dei.» Et ecce hoc testatus est
Machometus, quia tempore suo lex erat apud Judeos,
in qua erat judicium Dei; unde ex hoc patet quod remanserat
incorrupta, quia si corrupta fuisset, verum judicium Dei non
contineret.
Item in cap. Hygr, iniroducit Deum sibi
loquentem: «Nos demissus memoriale et sumus ejus custodes.» Vocat
autem legem et Evangelium memoriale Dei, ut dicunt
Sarraceni. Quod cum ipse Deus custodiat, non est corruptum,
alioquin non esset Deus fidelis custos, quod absit.
Item in cap.
v; «Non est mutatio verbo Dei.» Sed verbum Dei et lex est
Evangelium; cum ergo verbo Dei non sit mutatio, lex et Evangelium non
sunt mutata.
Item in cap. Vace, in fine secunde
distinctionis dicitur:
«Credimus Deum, et id quod fuit missum
nobis, et id quod fuit missum Abrabe et Ysmaeli et
Ysaach et Jacob et tribubus, et id quod fuit datum
Moysi et Jhesu, et id quod fuit datum propheitis
a Domino suo, et non separamus inter aliquem ex ipsis». Ecce in hiis
verbis mandatur Sarracenis, ut credant legem et prophetas, et
Evangelium Jhesu Christi, et quod non faciant differentiam inter
aliquem prophetarum. Et ita de necessitate oportet eos credere
legem et Prophetas et Evangelium. Cum ergo dictum sit
eis quod credant omnia supradicta, nec Deus mandaret credi corrupta,
nec erant corrupta, sed vera et incorrupta.
Item in v cap. circa
finem: «Dedimus librum Moysi complementum ei qui benefecit,
et discretionem in omni re et directonem et misericordiam», sed
corrupta lex non dirigit, sed potius facit errare. Ergo lex Moysi
non est corrupta.
Item in cap.. : «donec statueritis legem et
Evangelium, in nichilo estis». Ibi loquitur Dominus Christianis
et Judeis, ut dicunt Sarraceni. Sed cum Deus bonum
consulat et malum dissuadeat, hoc eis non dixisset, si lex et
Evangelium corrupta fuissent; ergo incorrupta sunt lex et Evangelium
apud Christianos et Judeos.
Item in c. Jone
introducunt Deum dicentem de Jhesu: «Nos dedimus ei (scilicet
Jhesu) Evangelium, in quo est directio et lumen». Sed si
Evangelium corruptum fuisset, non dixisset Deus in eo esse
directionem et lumen, sed potius errorem et falsitatem. Unde
constat Evangelium esse verum et incorruptum.

Item non videtur rationabile nec verisimile quod Christiani
vel Judei corruperint vel mutaverint libros
suos, in quibus est eis tradita á Deo forma vivendi et spes
salutis, cum pagani poete non mutaverint libros
suos, in quibus fabule et manifesti continentur
errores, sicut in eorum libris adhuc hodie invenitur.

Unde astutia dyaboli suggestum videtur, et hominum
etiam malicia hoc firmavit ad fulcimentum sui erroris, ut
libros sacros non legerent et corruptos assererent, ne
manifestato errore ipsorum per veritatem sacrorum librorum a
suis erroribus averterentur. Et hec astucia posita est in
Alcorano ubi dicitur in cap. Vace:« Nolite interrogare
quid egerunt priores, eis facta sua, vobis vestra», subaudi:
«sufficiant»; cum tamen e contrario in cap. Jone dicatur;
«Si fueris in dubio de eo quod misimus super te, interroga eos qui
legunt librum antequam tu», ubi mandatum est ei in
dubiis interrogare priores.
Si quis vero dicat quod in hoc sunt
corrupti libri, quod nomen Machometi est inde amotum,
respondemus quod non est causa, quare nomen ejus amoveretur, quia si
bonus erat futurus, utile erat sciri nomen ejus, ut cum venisset,
sicut bonus et de quo jam prophetatum erat, reciperetur, sicut
contigi in Joh. Baptista precursore Christi, de
cujus adventu prophetarunt Ysayas et Malachias; item
sicut scriptum est etiam de Elia et Enoch, quorum
adventus in fine mundi predictus est in veteri et in novo
testamento
, per quos Judei in fine mundi convertentur.
Si vero malus futurus erat, necesse fuit similiter sciri nomen ejus
et mores, ut cum veniret, per hujus noticiam caveretur ab eo, sicut
scriptum est de antichristo et de moribus ejus, et de
seductione, et de suis miraculis, que facturus est, ut per ista jam
scripta cum venerit cognoscatur et a fidelibus caveatur. Unde sicut
non est ablatum nomen antichristi nec nomen diaboli de
libris, eodem modo nec nomen Machometi inde fuisset
ablatum, si ibi fuisset scriptum. Unde esset frivola excusatio, que
assumitur in defensione mendacii et erroris. Quod autem dicunt pro
se, nomen ejus scriptum fuisse in libro Abacuch
prophete c. iij: «Deus ab austro veniet, et sanctus de monte
Faran», non potest convenire Machometo, quia nec Deus
fuit nec sanctus, sed potius peccator et immundus, fuit enim
luxuriosus et raptor bonorum alienorum, et interfector hominum
sine justicia, sicut colligitur ex ystoriis et gestis
de eo scriptis. Nec venit de monte Faran, imo de monte
Meche. Nam mons Meche unde ipse fuit oriundus,
dicitur Cayquiyan, sicut dicitur in lib. Ayci. Nam
Pharan
, quem jactant esse montem Meche, est in introitu
terre promissionis, sicut habetur ex tertio lib. Moysi, c°. xiij°;
Mecha vero distat a terra promissionis per longa
terrarum spacia, itinere mensis unius et ultra;
prophetia vero predicta verius Christo convenit, sicut
patet per precedentia et sequentia.
Item, quod dicunt quod
Christus predixit de Machometo in Evangelio,
ubi promisit mittere discipulis paraclitum, volentes intelligere per
paraclitum Machometum, hoc non potest stare, quoniam Joh.
xiiij promisit et dedit paraclitum apostolis, quorum tempore non
venit Machometus, dicens «paracletus autem Spiritus Sanctus
quem mittet Pater in nomine meo, ille vos docebit omnia». Unde cum
paraclitus sit Spiritus Sanctus, qui docuit apostolos omnia,
non convenit Machometo, ut dicatur paraclitus, cum nec
Spiritus Sanctus fuerit, qui est Deus, nec apostolos docuerit.

Item paraclitus idem est quod consolator, quod Machometus
non fuit, imo desolator, quia venit cum gladio, cogens
homines ad suscipiendam suam sectam, quod tamen Deus
facere noluit, cum hominem liberum creaverit et sue voluntatis, nec
aliquis propheta vel justus hoc attemptaverit unquam, sicut
patet legentibus gesta antiquorum.
Item Spiritus
Sanctus non videtur ab hominibus mundanis nec scitur ab eis. Unde
Joh. xiij°: «Ego rogabo Patrem, et alium paraclitum dabit
vobis, ui maneat vobiscum in eternum, Spiritum veritatis, quem mundus
non potest accipere, quia non vidit eum nec scit eum; vos autem
cognoscetis eum, quia apud vos manebit et in vobis erit». Ecce per
ista que hic dicuntur patet manifeste, quod nullo modo potest dici
Machometus paraclitus, cum non fuerit datus apostolis.
Inter illos enim et ipsum fluxerunt prope DC anni, nec fuerit
consolator sed potius desolator, nec fuerit Spiritus Sanctus, qui
videre non potest, sed potius corporalis et visibilis.
Ostensa
igitur veritate et sinceritate librorum, ad explanationem simboli
redeamus.


lunes, 23 de diciembre de 2019

LIX, perg 214, 1 julio 1149


LIX
Perg. N° 214. 1 jul. 1149.

In nomine sancte et individue Trinitatis. Hec est carta firmissime convenientie et pacis indisolubilis facte inter Raimundum Barchinonensem comitem Aragone dominum
et principem Garciam Navarre regem et successores eorum in perpetuum. In primis igitur eorum uterque alteri fidem suam dat sine dolo et fraude quodammodo prorsus firmissime et fidelissime amici maneant tam ipsi quam successores eorum ita quod alterius nulla fiat lis nulla contentio inter ipsos vel successores eorum super regnis Navarre et Aragone sed sibi ad invicem per fidem sinceram et integram consilium et ausilium prebeant. Instinctu etiam divino conveniunt rex et comes prenominati in legitimo matrimonio contrahendo inter ipsum comitem et Blancam filiam legitimam ipsius regis. Et quia inter magnas personas non debet matrimonium contrahi sine legali instrumento dotis ipse comes dabit predicte filie regis ad minus XII castella secundum morem regnum Hispanie. Si ipsum plus ei dare non computerit sua nobilitas et liberalis amor. Etiam rex dabit ipsi comiti et filie sue IIII castella scilicet Taust Pratellam Lesfais et Espetellam ipsa eadem die qua predictus comes ducat in uxorem legitime predictam regis filiam et cetera et comes dabit regi Carcastel. Possessores autem tam predictorum IIII castrorum quam dotis talem fidelitatem et hominium facient predicte filie regis quod ipsi prorsus respondebunt et obedient illi tamquam proprie domine sue si illa superstes post comitem fuerit vel si comes eam dimiserit sine delicto pro quo perdere debeat tam dotem quam predicta castra IIII unde ipsa stans in honore vel nolit vel nequeat se purgare. Conveniunt ad invicem rex et comes quod si quod absit predicta puella priusquam fiat matrimonium vel etiam postea sine herede moriatur amicicia et concordia firma maneat et indissolubile in perpetuum sicut inter ipsos sacramentis et fide statuitur. Firmatur inter ipsos ad invicem quod predictum matrimonium contrahetur usque ad proximam festivitatem Beati Michaelis anni sequentis sine fallatia et dubio veracisime si prius fieri nequeat ad honorem et utilitatem utriusque partis. In acquisitionibus quoque suis ammodo super terram sarracenorum Deo volenle faciendis taliter conveniunt. Quiquid de Orpeis et de Murel et de terminis regni Cesarauguste et Darocka et Calateu in antea aquirent rex et comes vel simul ambo vel alter sine altero seu manu forti seu dono seu quocumque modo ex hinc in antea per medium inter se amicabiliter divident et sic concorditer tenebunt vel ex communi consilio dimittent acquista. Omnia quidem predicta sicut melius et *sanius ac sanctius intelligi possunt omni dolo et fraude remotis firmant se se tenere et teneri facere rex et comes predicti tam fide propia et sacramentis sub personis eorum factis quam sacramentis plurium suorum hominum hinc inde ad ipsos factis et in futuro faciendis secundum quod hi vel ille ab altero querere voluerit rationabiliter et alter idonee facere potuerit. Quod hec omnia presignata modo designato fiant jurant ex parte comitis: primo Raimundus de Podio alto et Bertrandus de Castellet. - Ex parte quidem regis Simeon Azenarz et Willielmus Azenarz et Rodericus de Acegre. - Magister Rodebertus ecclessie Pampilonensis archidiaconus et regis Garcia principalis capellanus ac comitis predicti clericus fecit hanc cartam era MCLXXXVII kalendas julii.

Nota: MCLXXXVII : 1187. Perg. N° 214. 1 jul. 1149.

domingo, 22 de diciembre de 2019

XV, perg 63, 7 julio 1134

XV
Perg. N° 63. 7 jul. 1134.

Hoc est translatum fideliter translatatum cujus series sic se habet. Juro ego Guillelmus Raimundus filius qui fui Agnetis femine tibi seniori nostro Raimundo Berengarii filio qui fuisti Dulcie comitisse quod ab hac hora et deinceps fidelis ero tibi de vita tua et de omnibus membris que in corpore tuo se tenent per directam fidem sine fraude et malo engano et ulla deceptione et non decipiam te sed fidelis ero tibi de ipsa civitate quam dicunt Barchinonam et de ipso barchinonensi comitatu et de ipso episcopatu Sancte Crucis Sancteque Eulalie et de ipsis abbaciis que in eorum episcopatu sunt et de omnibus castris vel castellis que in predicto comitatu vel episcopatu sunt vel erunt et de ipsis rochis et podiis condirectis vel discondirectis que in prephato comitatu vel episcopatu sunt. Et fidelis ero tibi de ipsa civitate quam vocant Gerundam et de ipso episcopatu gerundensi Sancte Marie ac de ipso comitatu gerundensi et de ipsis castris vel castellis rochis podiis condirectis vel discondirectis que in predicto comitatu vel episcopatu sunt vel erunt simul cum omnibus abbaciis que ibi sunt. Et fidelis ero tibi de ipsa civitate quam dicunt Minorisam et de ipso comitatu quem vocant Ausonam et de ipso episcopatu Sancti Petri sedis ipsius comitatus et de ipsis castris aut castellis rochis podiis condirectis vel discondirectis que in predicto comitatu vel episcopatu sunt vel erunt. Et fidelis ero tibi de ipso comitatu penitensi et de ipso castro quod vocant Cardonam cum omnibus suis terminis et pertinentiis et de ipsis castris Cervarie et Tarrega cum eorum terminis et pertinentiis suis et de ipsis castris Camarara Cubels et Estopanna cum eorum terminis et pertinentiis et de ipsis pariis de Hispania quas inde qualicumque modo habebis. Et fidelis ero tibi de ipso comitatu bisullunensi et de ipsis castris vel castellis rochiis podiis condirectis vel discondirectis que in predicto comitatu sunt vel erunt et de omnibus abbaciis et eclesiis que in predicto comitatu sunt. Et fidelis ero tibi de ipso comitatu cerritaniensi et de omnibus castris vel castellis rochis podiis condirectis vel discondireclis que in predicto comitatu sunt vel erunt et de ipsis abbaciis et eclesiis que in predicto comitatu sunt. Et ego predictus Guillelmus Raimundi dabo tibi seniori meo Raimundo comiti prelibato potestatem de ipso castro de Todela et de Sobreporta et de Stella et de Besora et de Torejo et de Curul et de Tonna et de Fornels et de Medaja et de Clera et de Monte-cada et de Vacherises et de Ribataiada et de Castelar cum omnibus eorum edificiis et forticiis que modo sunt in predictis castris vel terminis aut deinceps fuerint quantascumque vices michi requisieris ipsam potestatem per te ipsum aut per tuum nuncium vel nuncios: et post obitum tuum similiter hoc faciam et atendam ipsi cui tu dimiseris predictum honorem testamento vel verbis vel illi filio vel filiis cui vel quibus predictus honor advenerit legali successione et non vetabo me videri vel comoneri de omnibus supradictis. Et nuntius vel nuntii qui hoc michi demandaverint in eundo vel redeundo reguardum non habebunt. Et de omni supradicto honore non tollam tibi nec inde aliquid tollam nec ego nec homo nec homines femina vel femine per me vel per meum consilium vel ingenium. Et fidelis adjutor ero tibi de omni honore quem hodie habes vel in antea Deo dante adquisieris tenere et habere defendere et guerrejare contra cunctos homines vel feminas qui inde tibi aliquid tulerint vel tollere voluerint per directam fidem sine engan. Sicut superius scriptum est ego supradictus Guillelmus si o tenre et o atendre sine tuo engan tibi seniori meo supradiclo Raimundo comiti excepto quantum tu comes jamdictus me inde absolveris tuo gradiente animo per Deum et hec sancta. 
Sig+num Guillelmi Raimundi Dapiferi. Quod est actum nonas julii anno XXVIII regni Lodovici regis. Sig+num Poncii qui hoc scripsit.


Nota: hoc michi : me ho, m´ho : me u, mu en chapurriau. // hodie : huyhuiavuiavuyhoy