jueves, 29 de julio de 2021

III, BENEDICCIÓ DE DEU.

III

BENEDICCIÓ
DE DEU.



EN
LA MATINADA.



Benedicite
Omnia
opera Domini
Domino.

(Cántich dels tres jóvens de
Babilonia.)







Lo
sol desde la mar d´orient envía
Son primer raig, engendrador del
día;
Los pins de les montanyes lo reben ab fervor;
La
benvinguda á sa faysó li donan
Les boyres de la serra, que se
fonen
Sentintne les besades de la sua calor.







III
BENDICION
DE DIOS.



EN
LA MAÑANA.



El
sol, desde los mares de oriente, nos manda su primer rayo, padre del
día; los pinos de los montes lo reciben alborozados; los vapores de
la sierra danle á su modo la bienvenida, derritiéndose á los besos
de su dulce calor.





Ánimes
racionals, ab l´oroneta
Que fuig, ab los perfums de la
floreta,
Ab lo ressò del cántich qu´entonan monts y
valls,
Pujem á Deu, volem á les altures,
Y en nom de les
humanes criatures
De gratitut mostremli los més ardents flamalls.



Senyor,
beneyt sïau, llum de la vida;
Permeteu que ma ánima axerida
De
bon matí vejentvos exalce ´l vostre Nom;



Ara
lo sol sa claretat escampa,
Y ara també la resplandor
s´estampa
De vostra imatge viva dins l´esperit del hom.



Vos
creáreu del mon exes belleses
Que ab tanta d´abundor vehém
exteses,
Ab sola una paraula reblíreu l´ample espay;
Y ab
vostre mot vivificant rodaren
Les estrelles, les serres
s´axecaren,
Y brollaren les aygues corrent sens aturay.



Vos
moveu exos sérs donantlos força;
Vos aturau lo Mal que los vol
torce´,
Vos d´esperit de ciencia per gracia los ompliu.



Y
vostra voluntat benavirada
Es per tots ells de cor
reverenciada,
Perque d´amor hi cova dins ell lo sant caliu.





Almas
racionales, con la golondrina que vuela, con los perfumes de la
florecilla, con el eco de los cánticos que exhalan valles y
montañas, subamos á Dios, volemos á las alturas; y, en nombre de
los humanos, démosle las más ardientes muestras de gratitud filial.



Señor,
bendito seas, luz de la vida; permite que mi alma, regocijada al
verte, ensalce esta mañana tu santo Nombre. Ahora derrama el sol su
tibia claridad; y, ahora tambien, el resplandor de tu divino Verbo se
grava en el espíritu humano.




creaste esas cosas bellas del mundo, que con tal abundancia se
ofrecen á la vista; con sólo una palabra henchiste la inmensidad
del espacio; y, á esa palabra vivificante, rodaron los astros por
sus órbitas, se levantaron las sierras, y surgieron las aguas,
corriendo sin reposo.




mueves los séres, dándoles actividad; Tú paras el ímpetu del Mal,
que intenta extraviarlos; Tú por gracia les infundes espíritu de
ciencia. Y tu bienaventurada voluntad acátanla de corazon todos
ellos, porque en todos ellos arde el sagrado rescoldo del amor.







Aucellets
del espay, coloms ayrosos,
Que us elevau est dematí
joyosos,
Perdentvos per les ones y els nubolets del cel;
Benehíu
al qui estufa vostres ales,
Benehíu al qui pinta vostres gales
Y
eus dona una llengueta més dolça que la mel.



Aygues
de pluja que formau rïeres
Y l´hermosura sou de les
praderes,
Torrents que de les roques rompeu lo badaluch;



El
Senyor vos aplega en bons paratjes,
Y fent córrer inflats vostres
venatjes
Ab ells á la semensa prepara jorn astruch.



Oh
boschs ombrívols, selves estojades,
Glorificáu la Má que us ha
formades
Y la sava us dispensa dels arbres d´antigor;
Camps de
blat hont l´oratje jugueteja
Y ahönt la fauç del llaurador
lluenteja,
En est matí cantaune la gloria del Senyor.



¡Oh!
jo us convit, ma cristïana lira
Sént que llohau al Sér per qui
delira...
¡Senyor, vos qu´enardíeu les harpes d´Israel,
Vos
que ´l cor encenguéreu del Profeta,
Dau á tots exos sérs, dau
al poeta
La veu de l´alabança, l´agrahiment fidel!







Avecillas
del espacio, gentiles palomas, que esta mañana emprendéis el vuelo,
locas de alegría, sumergiéndoos en las olas del aire y en las
tornasoladas nubes; bendecid al que vigoriza vuestras alas; bendecid
al que pinta vuestros colores, y os da lengua más dulce que la miel.



Aguas
pluviales, que formáis arroyos, hermoseando las praderas; torrentes,
que os abrís cauce entre masas de rocas; el Señor os reune en
lugares aptos, y dirigiendo vuestras hinchadas corrientes, prepara
felices días á la siembra.



Oh
sombríos bosques, escondidas selvas, glorificad la mano que os
formó, y áun os da la savia de los vegetales de la antigüedad.
Campos de trigo, donde juguetea el manso céfiro y brilla la hoz de
los labradores; cantad esta mañana la gloria del Señor.



¡Ah!
yo os convido; mi cristiana lira sabe que alabáis al Ser, objeto de
su entusiasmo... ¡Señor, Tú que enardeciste las arpas de Israel,
Tú que inflamaste el corazon de los Profetas, da á todos los séres,
da al poeta, la voz de la alabanza, el himno del agradecimiento!







Natura
se desperta, l´alterosa
Montanya sembla que ab sa faç
blavosa
Saluda les llunyanes riberes de la mar;
L´áliga desde
´l cim reprén volades,
Y desde ´l pla s´en pujan
perfumades
Essencies que l´oratje s´en du pe´l comellar.



L´home,
diamant del Cel, per desventura
Engastat en la terra,
s´apressura
Á unir l´acció de gracies al hymne matiner;
¿Veys
al pagés que surt de la cabana,
Com ascolta la veu de la
campana
Que li diu: “per Deu sía ton pensament primer?”



Home,
cor escalfat, que fantasías
Un nou mon en desig, cor que
somías,
¿Saps tu quí dona forces y ajuda á lo teu vol?



¿De
hónt vens tu, poderosa inteligencia,
Que la terra espurnejas ab
t´ardencia,
Ab flama molt més viva que l´ull cremant del sol?



Era
un dels jorns de Creació, y exires
De la Má creadora, y
exoíres,
Home débil, la parla del Deu omnipotent;
Y ab sa
clemencia divinal passares
Del Paradís, y aprés senyorejares
En
sigles pochs la terra, l´orient y l´occident.







Naturaleza
sale de su sopor; la alta montaña de azulado rostro, saluda al
parecer las lejanas orillas de la mar; el águila emprende repetidas
veces su vuelo, de la cima del collado; y las llanuras despiden
olorosas esencias, que la brisa se lleva á las quebradas de los
montes.



El
hombre, diamante del Cielo, engastado por desgracia en la tierra, se
apresura á unir su accion de gracias al himno matinal de la
Creacion. ¿Veis al campesino que sale de su choza, cómo atiende á
la voz de la campana, que le dice: consagra á Dios tu primer
pensamiento?



Hombre,
corazon ardiente, que en tu deseo fantaseas nuevos mundos; corazon
que sueñas; ¿sabes tú quién da fuerzas, quién da brío á tus
grandes expansiones? ¿De dónde vienes, poderosa inteligencia, cuya
llama reparte chispas en la tierra toda, más que el ojo centelleante
del sol?



Era
uno de los días de la Creacion, y saliste de la mano creadora, y
escuchaste, débil criatura, la palabra de Dios Omnipotente. Por
divina clemencia pasaste las puertas del Paraíso; y luégo, en
breves años, te apoderaste del oriente y del occidente en el
planeta.




Y
si pe´l nort fredós hont res hi aguanta
Més que lo gel y el
trebolí qu´espanta,
L´home pot fer que onejen les palmes del
mitjorn;
Si en los deserts hont lo llopart habita
Y el sol
crema los òssos del moabita,
L´home pot delitarse fent un verjer
d´un forn;



Es
que la sobirana Inteligencia



Ha
mogut als humans ab providencia,
Es que de Ella rebérem la força
y lo voler;
Es que Deu ha impulsat la raça humana,
Y en el
nort y en el sur, y en mont y en plana,
Dexá y dexa guspires del
infinit poder.



Benhíu
á Deu, vilatjes y masíes,
Ciutats, alberch de dòls ó
d´alegríes,
Realmes de la terra que al hom energulliu,
Nacions
glorificades per la ciencia,
Jutjes, artistes, reys de la
eloqüencia,
De vòstron únich Pare la gloria benehíu...

¡Ay,
Senyor! ¡Deu magnífich! ¡Alabada
Sía la vostra Essencia
benhaurada!
Jo sent dins mes entranyes lo foch de vostre
amor;
Tots exos sérs vos cantan y enaltexen;
¡Oh! ¡que no
n´hi haja cap dels qu´existexen
Que no diga mil voltes son
cántich al Senyor!!

1873.


Y si nada en el helado
norte, donde nada existe sino eternas nieves y horribles
ventisqueros, el hombre puede hacer que se columpien las palmas del
mediodía; si en los desiertos donde vive el leopardo, y el sol quema
los huesos del moabita, el hombre puede encontrar deleite, trocando
en verjel las abrasadas llanuras,

es que la soberana
Inteligencia de Dios ha guiado providencialmente la humanidad; es que
de ella hemos recibido la fuerza y el querer; es que Dios ha
impulsado á la raza humana; y en el norte, y en el sur, y en todas
partes dejó y deja centellas de su poder infinito.



Bendecid
á Dios, aldeas y cortijadas; ciudades, alberge de tristezas y
alegrías; reinos de la tierra, orgullo de los hombres; naciones
glorificadas por la ciencia; jueces, artistas, reyes de la palabra,
bendecid la gloria de vuestro único Padre.



¡Ay,
Señor! ¡Dios grande! ¡Alabada sea tu soberana Esencia! Yo siento
en mis entrañas el fuego del amor. Todos los séres te cantan y
glorifican. ¡No haya un solo átomo en la existencia universal que
no repita millares de veces su cántico al Señor!

Á L´HORA DEL TRENCH DE L´AUBA.

II


Á
L´HORA DEL TRENCH DE L´AUBA.



MEDITACIÓ
Y SÚPLICA.



Deus, Deus meus,
Ad Te de luce vigilo.
(Salm LXII.)







Ab
la llum matinera de la diada,
Ab les gayes cançons del
passerell,
Oh Deu, mon Deu, desperta
L´ánima mía, pren
assedegada
Son vol rápit envers vostre Escambell.







II


Á
LA HORA DEL ALBA.




MEDITACION
Y SÚPLICA.



Con
la primera luz del día, con las alegres canciones de los pajarillos,
oh Dios, Dios mío, despiértase mi alma, y toma, sedienta de Ti, su
rápido vuelo hacia tu Trono.





Jau
lo còs en lo llit, mes ab dalera
Mon pensament s´enlayra fins á
Vos.



¿No
sou font sanitosa
Que la carn esmortuida regenera,
Que fa
s´alegri l´esperit dolrós?



Del
erm los solitaris en esta hora
La salmodia començan del matí;
Al
sò d´una campana,
Que´s sent de los pinars per més enfora,
Ab
fe us demanan lo socors diví.



Pare
nostre, qu´estau en les altures,
De resplendentes glories
rodejat,
Com l´ermitá us imploro;
Permeteume que conte
desventures,
Que us demane consol per caritat.



¿Lassa
còm no ha d´estar l´ánima mía
Si per tot vostre Nom veig
malehir,
Y, ensenyorint la terra,
Axecarse ab ergull la
flastomía,
Fahent als hòmens del Creador fugir?







Aun
ántes de levantarse de la cama el cuerpo, anheloso mi pensamiento se
remonta hasta Ti. ¿No eres la fuente de salud, que regenera la
enfermiza carne, que alegra el doliente espíritu?

Los
solitarios del yermo principian ahora la salmodia matutina; al són
de una campana, que resuena más allá de los pinares, con fe
impetran de Ti divino auxilio.



Padre
nuestro, que estás en los Cielos, rodeado de resplandeciente gloria;
como el ermitaño te imploro. Permíteme que te cuente desventuras;
que por caridad te suplique me consueles.



¿Cómo
no ha de estar angustiada mi alma, si por do quiera oigo maldecir tu
santo Nombre? Írguese estólida la blasfemia, enseñoreándose del
mundo; los hombres huyen de su Creador.





Lo
Regne de la pau y la bonesa
Que Vos vinguéreu á establir al
mon,
´Par que retut ne quedi.



Triunfa
lo mal, s´engrexa la vilesa,
Floca la guerra, la justicia´s
fón.



La
Voluntat del univers regina,
Qui del no-rés tragué los mars, la
llum,
La gran naturalesa;
La Voluntat, dels ángels lley
divina,
Menysprehada n´es de vanitat pe´l fum.



Guaytáu,
Senyor, desde lo trono altíssim,
Guaytáu... No hi há nengú que
fassa ´l bé;
La miseria ´ns atupa;
Per moltes parts hi falta
lo suavíssim
Pa d´esperit, y´l de lo còs també.



¡Ah!
Si d´amor la font veym estroncada
Y l´arbre de la ciencia
enmatzinat,
Si´l cor y el seny patexen;
La descarnida fam, la
set irada,
Del còs de molts gaudexen á ciutat.







El
Reino de la paz y la bondad, que Tú viniste á establecer en el
mundo, aparece derrotado. El mal triunfa, se engorda la vileza, es
aclamada la guerra, desconócese la justicia.

La Voluntad
reina del universo, que de la nada sacó los mares, la luz, la
grandiosa naturaleza; la Voluntad, divina ley de los ángeles; es acá
abajo despreciada, por el humo de los vanos caprichos.



Mira,
Señor, desde tu trono altísimo; mira... Nadie practica el bien. La
miseria nos azota. En muchas partes falta el dulce pan del espíritu,
y áun el del cuerpo.



¡Ah!
que se ha secado la fuente del amor; que se ha envenenado el árbol
de la ciencia. El corazon y el entendimiento sufren. Y por cima de
eso, la descarnada hambre, la rabiosa sed, se apoderan de muchos
infelices en las ciudades modernas.







Y
´ls contratemps los hòmens no sofferen,
Y, omplerts d´enveja y
de mortal rencor,
Foch del infern vomitan;
Los deutes de son
pròxim no alleugeran,
Y ´ls oys cobejan enjegant
l´amor...

L´ánima mía fins al moll dels òssos
Assabarada
d´amargor está.



L´ampla
terra consiro,
Y l´infantívol innocencia, trossos,
Ab vell
vestit, despellissada vá.



Aydat
de los plahers ab la falsía
Per fernos renegar vé el
tentador;
Ens breça, ens afalaga;
Per places y carrers, de nit
y día,
Rialler presenta lo pecat traydor.



¡Oh
Pare, Pare nostre!, ¿ens abandona
La omnipotencia? La que ´ls
lliris vest;



Y
á les aus boscatanes
En lo xarmat ivern socors les dona,
¿A
Satán nos entrega que ´ns envest?







Y
los hombres no soportan con paciencia los contratiempos; y, comidos
de envidia y de mortal rencor, vomitan fuego del infierno. No
perdonan las faltas del prójimo; abrigan, sí, los odios, cerrándose
al amor fraternal.



Mi
alma está anegada en amargura, hasta los tuétanos. Contemplo la
redondez de la tierra: la cándida inocencia anda por ahí
destrozada, con viejos arreos, horriblemente andrajosa.



Ayudado
de los falsos placeres, para hacernos apostatar, viene el tentador.
Nos acaricia, nos halaga; por calles y plazas, de noche y de día,
nos presenta risueños los más infames vicios.



¡Oh
Padre, Padre nuestro!, ¿nos abandona la omnipotencia? La que viste
los lirios del valle, y en el desnudo invierno ampara las aves del
bosque, ¿nos entrega á la furia de Satán?







¡No,
per ditxa!... Lo sol sa llum destrena,
Y de la boyra axuga ´l
regalim;
Sol de la pura gracia,
Envïaunos un raig de llum
serena,
Calor qu´axugui dels pecats lo llim...

Vejentme
past de l´infernal llobera,
Moltes vegades invoquí ´l sant
Nom;
Vos lo crit exoíreu
Y me lliuráreu de l´horrible
fera,
Perque sou sempre el lliurador del hom.



Aveníu,
donchs, bon Deu; per la clemencia,
Per la Mare puríssima eus ho
dich;
Ohíu la humil pregaria.
¡Daunos ajuda, santa
Providencia;
Agenollat posantme eus ho suplich!



Senyor,
vostra fortesa vencedora
Habite avuy en lo pregon dels cors;
Y
la virtut s´axequi,
Com al bes de la rohada animadora
S´axecan
ara les mostisses flors.

Janer 1871.







¡No,
por dicha!... El sol destrenza su cabellera de luz, y enjuga el
reguero de gotas caídas de las nieblas. Sol de pura Gracia, envíanos
un rayo de serena lumbre, cuyo calor enjugue el cieno de los pecados.



Viéndome
pasto del lobo infernal, otras veces invoqué el santo Nombre. Tú
oíste mi grito, y me libraste de la horrible fiera; porque Tú eres
siempre libertador de los humanos.



Vén,
pues, oh Dios. Por tu clemencia, por tu purísima Madre te lo ruego.
Acoge mi humilde plegaria. ¡Danos alivio, santa Providencia; te lo
suplico de rodillas!



Señor
tu invencible fortaleza habite hoy en lo profundo de los corazones. Y
levántese la virtud; como, al beso del vivificante rocío, se
levantan ahora las flores macilentas.