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lunes, 29 de abril de 2019

VICTORIA CRISTIANA FRENTE AL REY MORO DE ZARAGOZA


2.20. VICTORIA CRISTIANA FRENTE AL REY MORO DE ZARAGOZA
(SIGLO IX. TORRALBA)

Como es sabido, todo Aragón fue dominado por los musulmanes a comienzos del siglo VIII, aunque una buena parte de los hispanogodos que vivían en sus pueblos permanecieron en los mismos, bien convertidos a la religión de los nuevos gobernantes, bien continuando fieles al cristianismo, con el estatuto de mozárabes.
En algún caso, las relaciones entre ambas comunidades dieron lugar a enfrentamientos más o menos sangrientos, como ocurriera en Torralba, en torno al año 800, es decir, casi un siglo después de la invasión.
Eran los tiempos en los que gobernaba en Sarakusta el rey moro Marsilio, cuando los mozárabes de Torralba, descontentos por el trato que recibían por parte de sus dominadores musulmanes, tomaron la firme decisión de hacerles frente para lograr un trato más justo.
Cuando una noche estaban deliberando qué hacer, en un lugar situado entre los ríos Clarés y Jalón, naturalmente a espaldas de sus opresores, en el mismo lugar que esto ocurría fueron iluminados por un intenso resplandor que procedía del cielo, oyendo a la vez una dulce voz que les decía: «Esforzaos cristianos en el Señor, que habéis de vencer».
Confiados y animados por el anuncio celestial de su victoria, los cristianos de Torralba lucharon con tanto ánimo y valor que lograron lo que parecía imposible, vencer a los poderosos moros. Tras la batalla, como muestra de su victoria, ofrecieron a los pies de la celestial capitana las cabezas de los infieles derrotados, cuyos cadáveres fueron enterrados en el valle contiguo, llamado desde entonces «barranco de Matamoros».
Desde entonces, el paraje que está entre los ríos Clarés y Jalón se convirtió en lugar sagrado, y allí se veneraría en adelante la imagen de la virgen de Cigüela, a la que los cristianos debieron su victoria cuando el dominio de los sarracenos era total en todo el valle del Ebro.

[Faci, Roque Alberto, Aragón..., II, pág. 158.]


VICTORIA CRISTIANA FRENTE AL REY MORO DE ZARAGOZA  (SIGLO IX. TORRALBA)

Torralba de Ribota es una localidad y municipio español de la provincia de Zaragoza situado en la comarca de la Comunidad de Calatayud, comunidad autónoma de Aragón. Tiene un área de 32,5 km² con una población de 181 habitantes (INE 2017) y una densidad de solo 4 hab/km².


Torralba debe su nombre sin duda a la conjunción en latín de Turris y Alba (Torre Blanca) que derivó en el actual topónimo.

En nuestros días aun se puede admirar la torre en piedra de color blanco a la que se le añadió hace unas décadas un tejado que disimuló las antiguas almenas. La referencia a Ribota viene dada por el río Ribota, de escaso régimen pluvial que discurre a una cierta distancia del casco urbano (1,5 km). El pueblo se halla enclavado en un pequeño cerro redondeado a una altitud de 625 msnm y se extiende sobre 32,9 km² .

Dos romerías una a la ermita de San Sebastián (20 de enero) y otra a la Ermita de la Virgen de Cigüela, junto a la sierra de Armantes (25 de marzo). Las fiestas mayores se celebran en honor del patrón San Félix (1 de agosto) y se prolongan a lo largo de varios días.

Torralba de Ribota cuenta con uno de los mejores exponentes del mudéjar aragonés.
La Iglesia de San Félix Mártir. Se trata de una iglesia fortaleza es de estilo gótica-cisterciense y la obra se terminó en el siglo XIII. Los mejores ejemplos de este tipo de arquitectura están aquí, la iglesia de Santa María en Tobed (Zaragoza) y la iglesia parroquial de la Asunción en Cervera de la Cañada a unos kilómetros de distancia por la N-234.

El arte mudéjar aragonés fue declarado patrimonio de la humanidad por la comisión de Patrimonio Mundial de la UNESCO basado en París (Francia).







domingo, 28 de abril de 2019

LA CONQUISTA DE SARAKUSTA POR CARLOMAGNO


2. LA CONQUISTA DE SARAKUSTA POR CARLOMAGNO (SIGLO VIII. ZARAGOZA)

La Historia nos cuenta que varios prohombres de la Sarakusta musulmana, entre ellos el influyente Sulayman ben Yaqzan ben al-Arabí, decidieron solicitar ayuda y entregar la ciudad y su distrito (en realidad la parte central y más rica del valle del Ebro) a las tropas de Carlomagno, en el año 777. Pero lo cierto es que cuando llegaron a sus puertas éstas no se abrieron, teniendo que retirarse a Francia, aunque no sin antes ser humillados en el valle de Siresa, donde moriría el caballero Roldán. Sin embargo, la leyenda que recoge la «Canción de Roldán» es bien distinta.
Carlomagno no sólo creó un imperio históricamente cierto basado en toda la Galia y parte de Germania, sino que la mente humana le hizo dueño de todo el valle del Ebro, en Hispania. La Zaragoza mora no pudo impedir su paseo triunfal aunque lo intentó.
En efecto, Sarakusta —un auténtico vergel para los sitiadores francos— era gobernada por el walí (rey para los francos) Marsilio, que se negó a entregar las llaves de la ciudad, por lo que Carlomagno tuvo que sitiarla, cerco en el que moriría el legendario Roldán.
Ante la amenaza del gran Carlomagno, el rey Marsilio fue capaz de reclutar más de cuatrocientos mil hombres armados, aunque una buena parte se vio pronto acorralada entre las filas francas y un caudaloso Ebro que no pudieron atravesar, muriendo ahogados o cayendo prisioneros. El propio Marsilio era herido en el combate y tenía que guarecerse en la ciudad, que estaba a punto de sucumbir.
Únicamente la llegada de los refuerzos del emir de Babilonia, Baligante, con sus tropas que remontaron el Ebro en chalanas y galeras retrasó la rendición, pero sólo fue una simple demora, pues Carlomagno mataba a Baligante y sus hombres derribaban la puerta principal de la ciudad. / Puerta Cinegia /
Sarakusta fue saqueada, las mezquitas y sinagogas destruidas y los infieles que se negaban a recibir el bautismo eran ajusticiados, aunque se convirtieron más de cien mil. Carlomagno había salvado a la Cristiandad occidental con la toma de Sarakusta.
[Ubieto Arteta, Antonio, La Chanson de Roland..., págs. 9-16.]