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sábado, 15 de febrero de 2020

Contra la manipulación de la Historia de Aragón y Cataluña

Todos los amantes de la Historia, hemos oído hablar de José Luis Corral Lafuente, Este aragonés ilustre, nació en Daroca, Profesor de Historia y escritor. Licenciado en Filosofía y Letras, se doctoró en Historia por la Universidad de Zaragoza, en la que es profesor de historia medieval y director de Taller de Historia S.L. Como medievalista, ha centrado buena parte de su labor investigadora en la España musulmana y en la Historia de Aragón. Es también uno de los más prolíficos autores españoles de novela histórica.

Este es un resumen del propio J. L. Corral, de un texto que publico en 2010, y que conviene recuperar para clarificar ciertos mensajes que llegan desde el ultranacionalismo pancatalanista).

LA CORONA DE ARAGÓN. CONTRA LA MANIPULACIÓN DE LA HISTORIA DE ARAGÓN Y CATALUÑA.

José Luis Corral Lafuente.
LA CORONA DE ARAGÓN. CONTRA LA MANIPULACIÓN DE LA HISTORIA DE ARAGÓN Y CATALUÑA.

La Historia es una materia propicia para la manipulación. En este sentido, el caso de la historia de la Corona de Aragón es paradigmático. A mediados del siglo XIX un movimiento cultural, y político, nacido en Barcelona y denominado “la Renaixença” se empeñó en cambiar la historia a base de alterar definiciones y de imaginar símbolos y espacios que jamás existieron.
En su desvarío historiográfico, algunos eruditos de ese movimiento comenzaron a acuñar conceptos que nunca existieron como “la Corona catalana-aragonesa”, “los condes-reyes”, “los reyes-condes”, “los reyes de Cataluña”, la “Confederación catalana-aragonesa” y otras denominaciones falsas, de ese mismo estilo, que culminó con la peregrina ya histórica denominación, ya en el siglo XX, de “Els Països Catalans” para definir un inexistente territorio "histórico" común en el que se incluían los actuales Cataluña, Rosellón, Cerdaña, las comarcas orientales de Aragón, la Comunidad de Valencia y las Islas Baleares.
Proyectando ideas políticas nacionalistas del presente en el pasado, se alteró el ordinal dinástico de los reyes de Aragón, de modo que Alfonso II el Casto pasó a ser “Alfons I” y Pedro II el Católico, “Pere I de Catalunya”; y así siguen siendo denominados estos soberanos en los ficheros del Archivo de la Corona de Aragón y en las denominaciones de algunos políticos ultranacionalistas catalanes.
La llamada Corona de Aragón tuvo su origen en una unión dinástica basada en una alianza matrimonial, siguiendo el derecho medieval sucesorio navarro y aragonés y el derecho canónico. La Corona de Aragón no se llamó así desde el principio. En el siglo XII ni los reyes de Aragón ni los condes de Barcelona tenían como distinción de su rango una "corona". El primero de ellos en ser coronado fue Pedro II, y lo hizo en Roma en 1204 de manos (o mejor de pies, según una leyenda) del papa Inocencio III. Para ser rey legítimo de Aragón era necesario haber nacido de matrimonio canónico, jurar los fueros de Aragón, y luego los de los demás territorios de la Corona, y ser coronado en la catedral de La Seo de Zaragoza.
Desde 1068 los reyes de Aragón eran vasallos de la Santa Sede, y por tanto debían juramento de homenaje a los papas. Por ello, la monarquía aragonesa adoptó sus colores heráldicos, el rojo y el amarillo, copiando los de su señor feudal, el papado, pues esos eran los que usaban los pontífices en la Edad Media.
La Corona de Aragón se sostuvo en sus soberanos y en la continuidad de su linaje, y ello a pesar de que los tres primeros, Alfonso II, Pedro II y Jaime I accedieron al trono en minoría de Edad, con algunas dificultades.
Los Estados fundacionales de la llamada Corona de Aragón fueron el reino de Aragón (con la reina Petronila) y el condado de Barcelona (con el conde Ramón Berenguer IV, que también lo era además de Ausona, Cerdaña, Besalú y Gerona). Pero no de Urgel, por ejemplo. Desde 1137 se fueron sumando otros territorios; en algunos casos por incorporación pacífica, como el marquesado de Provenza o los condados de Pallars y Urgel; en otros por conquista a los musulmanes, como las tierras de Lérida, Fraga, Tortosa, Teruel, el reino de Mallorca, el de Valencia o el señorío de Albarracín; y en otros durante el proceso de expansión mediterránea, como los reinos de Sicilia, Cerdeña, Nápoles o los ducados de Atenas y Neopatria en Grecia.
Estos soberanos nunca se intitularon “reyes de la Corona de Aragón”, sino que lo hicieron con todos y cada uno de sus títulos privativos. Así, Petronila fue reina de Aragón, como heredera de Ramiro II, y condesa de Barcelona, por su matrimonio con Ramón Berenguer IV, que fue príncipe de Aragón y conde de Barcelona; Alfonso II fue rey de Aragón, conde de Barcelona y marqués de Provenza; Jaime I, rey de Aragón, rey de Valencia, rey de Mallorca, conde de Barcelona y señor de Montpellier; y Pedro IV rey de Aragón, rey de Valencia, rey de Mallorca, conde de Barcelona y duque de Atenas y Neopatria, e incluso rey de Jerusalén, entre otros títulos. Y cuando se abreviaban los títulos y sólo se colocaba uno, siempre prevalecía el más antiguo e importante en el orden protocolario: rey de Aragón.
Desde luego, los soberanos de la Corona nunca se intitularon como “reyes o condes de Cataluña”, pues aunque desde fines del siglo XII ya aparece el macrotopónimo "Cataluña", la idea de un territorio llamado Cataluña, de extensión similar a la actual Comunidad Autónoma española del mismo nombre, que englobara a la mayoría de los condados cristianos altomedievales del noreste hispano, y a las tierras de Lérida, Tarragona y Tortosa no se concretó hasta el reinado de Jaime I, ya en el siglo XIII, cuando comenzaron a definirse las fronteras políticas entre los reinos y Estados de Aragón, Cataluña y Valencia, que no quedaron perfiladas definitivamente hasta bien entrado el siglo XIV.
Dentro de la unidad dinástica de la Corona de Aragón, cada uno de los Estados que la integraron mantuvo sus instituciones políticas, su autonomía fiscal, su lengua, sus derechos, sus costumbres, sus normas cívicas, su moneda, su sistema de medidas y su cultura hasta los Decretos de Nueva Planta impuestos por la dinastía de Borbón a comienzos del siglo XVIII. La Corona de Aragón fue un ejemplo de convivencia y tolerancia que, en su propia historia, puede dejar no pocas enseñanzas a la España y a la Europa contemporáneas.
Lamentablemente, ultranacionalistas indocumentados o tergiversadores están empeñados en falsificar esta historia.


lunes, 13 de julio de 2020

CAPÍTULO XLIV.


CAPÍTULO XLIV.

De Armengol de Moncada, primer conde de Urgel, y vida de san Hermenegildo, de quien deriva este nombre. - De como el nombre de san Hermenegildo fue muy recibido en España, y de los muchos nombres que de este se han formado.- Prosíguense los hechos que se saben de Armengol de Moncada.

Dapifer de Moncada quedó en el lugar de Otger Catalon, y por muerte de él, le eligieron sus compañeros capitán, cabeza y caudillo, y lo fue toda su vida. Este Dapifer dejó un hijo, que se llamó Arnaldo de Moncada, y por muerte del padre, sucedió en el cargo y gobierno de las poblaciones que había en los montes Pirineos, en nombre del rey de Francia, señor de Cataluña. Murió Arnaldo, y dejó un hijo llamado Armengol, que sucedió en el cargo. Esté vivía cuando Carlo Magno entró en Cataluña, y gobernaba, a más de los montes Pirineos, la tierra de Cerdaña, Pallars, Urgel, Empurias y otras muchas. En su tiempo se edificaron los más de los castillos que hay en aquellos montes, que, como eran guarida y retirada de los cristianos, procuraban todo lo posible que estuviesen con la debida fortificación, para poder mejor resistir a los moros que continuamente les molestaban. Fue esta venida de Carlo Magno el año 791, o el siguiente. Conoció Carlos a Armengol, y le trató y tuvo claras señales de su valor y merecimientos, y vio con sus propios ojos los servicios que de Dapifer y Arnaldo, su padre y abuelo, había recibido, y que el nombre francés se era, por su valor y esfuerzo, conservado en Cataluña. Esto y ser Armengol de gran linaje, le dio motivo para honrarle como lo merecía: dióle título de conde de Urgel, Rosellón, Empurias, Cerdaña y Pallars, y fue el primero que gozó de estos títulos juntos, y con mucha razón, por debérsele a él y a sus ascendientes mucha parte de la conservación y conquista de aquellas tierras; y el título que usaba primero, anteponiéndole a los demás, era conde de Urgel, y así es comunmente llamado. En memoria suya quedó que los condes de Urgel, sucesores suyos, tomaron este nombre de Armengol, que por muchos años duró en aquella ilustre casa y familia. Es forzoso en aquesta historia nombrar infinitas veces este nombre Armengol, el cual era tan propio de los condes de Urgel, que cuando decían el conde Armengol, por antonomasia, se entendía el de Urgel; y eran ellos tan celosos de conservarle, que obligaban los padres a los hijos lo conservaran sus descendientes, y Sunyer, tercer conde de Urgel, a dos hijos suyos dio este nombre, como veremos en su lugar.
Es este nombre y suena lo mismo que Hermenegildo en Castilla, y se toma del glorioso rey mártir san Hermenegildo, honra y lustre de todos los reinos de España, y más de la ciudad de Tarragona, donde padeció martirio y se guarda su cuerpo.
La vida y martirio de este santo escribieron muchos autores antiguos y modernos; pero como no habían llegado a noticia de ellos (porque aún no se eran hallados) los fragmentos históricos de Lucio Dextro y cronicon de Marco Máximo, obispo de Zaragoza, su devoto y contemporáneo; no pudieron escribir con puntualidad igual a la de este autor, que fue testigo de vista; y así, por honra de este bienaventurado santo y por la memoria que de él quedó en los condes de Urgel, y en honra de su nombre, del que, aunque corrompido, cada paso se hace mención en este libro, he querido escribir aquella, como cosa muy de mi propósito e intención.
Fue este santo español de nación, hijo primogénito de Leovigildo o Levigildo, godo, rey de España (Ludwig, Luis), y de la reina Teodora, que fue hija de Severiano, capitán general del rey y gobernador de Cartagena y su distrito, y de Teodora su mujer, varones de gran virtud y santas costumbres. De estos fueron hijos san Leandro, arzobispo de Sevilla, san Fulgencio, obispo de Écija, san Isidoro, que sucedió a su hermano en el arzobispado de Sevilla, y santa Florentina, abadesa y maestra de muchas monjas y vírgenes dedicadas al Señor. Nació el año 562, siendo pontífice romano Pelagio (Pelayo, Pelaya, Pelaia, Pelagia, como el mote de mi abuela Mercedes). Faltóle su madre Teodora a los tres años de su edad y 566 de Cristo, mujer santa y católica, a quien no se apegó ningún contagio de la herejía del rey su marido: murió en Toledo, y fue sepultada con gran dolor y sentimiento de la ciudad y de los suyos en la iglesia de santa Leocadia Pretoriense, en el arrabal de Toledo, sobre el río Tajo. No tardó mucho tiempo en tomar el rey otra mujer, aunque muy diferente en costumbres de la primera; llamábase esta Gosvinta, viuda del rey Atanagildo, su predecesor, mujer astuta, maliciosa e inficionada de la secta arriana, de quien no leemos que quedasen hijos. Deseaba el rey ver casado a su hijo primogénito, y por eso pidió por nuera a Indegunda, hija de Sigiberto o Heriberto, hijo de Clotario primero, rey de Francia, y Brunequilda, reyes de Austrasia. Para esto envió Agila, su tesorero; pero porque la edad de Indegunda era poca, se dilató el matrimonio siete años. El siguiente tomó el rey por compañeros del reino a sus dos hijos Hermenegildo y Recaredo, con que les aseguró la sucesión y excluyó a los godos de elegir rey; y de aquí le quedó el título de rey a Hermenegildo, aunque murió en vida del padre. Creció la novia y vino a España el año 580: era de edad de diez y seis años, hermosa sobremanera, dotada de reales y cristianas costumbres: vinieron en su acompañamiento Eugenio o Epifanio, arzobispo de Toledo, a quien en los arquiepiscopologios de aquella Iglesia llaman Eufimio; Fortunio, obispo Pictaviense; Salviano, Aligense; Frontiniano, Acuense; Beltrinio, Burdegalense; Gregorio, Turonense, y con lo mejor de la nobleza de los reinos de Francia y España. Veláronse los novios en la iglesia de santa María de Toledo. Sintió mucho la novia que el rey su marido estuviese inficionado de la herejía de Arrio, pero confiada del favor del cielo, con sus continuas exhortaciones y ayudada con cartas de San Leandro, tío de su marido, dejó la herejía y confesó la fé católica, admitió el concilio Niceno, y se declaró patrón y amparo de los católicos. Sintióse de esto el padre, y le amonestó que se apartase de ellos y dejase de favorecerles; la madrastra Gosvinta tratábala mal, tomóla un día por los cabellos y arrastróla por el suelo, dejóla toda ensangrentada, y un día la echó en una alberca con gran peligro de ahogarse, y estaba llena de odio y rencor contra de ella, por ser católica y haber reducido a su marido al cristianismo. Los católicos, contentos de tener de su parte al príncipe y sucesor del reino, tomaron las armas: declaráronse por el príncipe y por católicas las ciudades de Córdoba, Sevilla, Murcia, Orihuela, Évora y otras. Movióse cruel guerra; sitió el rey en Sevilla a su hijo, que confiado de algunos pocos romanos que aún quedaban en España, se era fortificado en ella; pero ellos, cual otros Juda,s fueron traidores al príncipe y le entregaron al rey su padre, que le metió en duras y horrendas prisiones en Sevilla, que son las que describe Ambrosio de Morales en su historia, de las cuales salió dando rehenes, y metiéndose so la obediencia del rey su padre las ciudades y pueblos que habían seguido su voz; pero esto duró poco, porque el año siguiente, después de salido de la cárcel el príncipe, el rey le volvió a perseguir. Cercóle en una villa de Portugal, llamada Osset, y le tomó y llevó a Toledo, y allá le metió en la cárcel. Estando el santo detenido en ella, se congregó en aquella ciudad un conciliábulo de obispos arrianos; presidió en él Pascasio, que se intitulaba obispo de Toledo; Vincencio, obispo de Zaragoza; Sumnio y Nepontiano, obispos de Mérida; Hugo, de Barcelona; Murila, de Valencia; Argimundo, Portucalense; y Gardingo, Tudense, y otros de la misma secta. Lo que salió de aquella maldita y execrable junta dice Ambrosio de Morales, libro undécimo, capítulo sesenta y cinco; y porque los obispos católicos y otras personas contradijeron a lo declarado en aquel conciliábulo, el rey los desterró, y en esta ocasión fue el abad Juan de Valclara desterrado a Barcelona, el que escribió muchas cosas de este santo, el cual, librado de la cárcel que había padecido en Toledo, el año siguiente de 583 se retiró a Sevilla, donde le cercó otra vez el rey su padre; y porque debió hallar alguna resistencia, llamó en su favor a Miron, rey de los suevos, que entiendo reinaban en Galicia, y gran copia de gentes, con cuyo favor prendió el rey en Córdoba a su hijo, que de Sevilla se era retirado en aquella ciudad. De aquí le mandó otra vez desterrado volver a Sevilla, y después a Toledo, y de
aquí a Valencia. Duraron estas peregrinaciones algunos meses, y por quitarle el rey su padre de los ojos de los súbditos, cuyos corazones iban tras él, y más los de los católicos, le mandó prender otra vez, y así preso y con ejército que le servia de guarda, le envió a Tarragona y le mandó meter en una cruel y estrecha cárcel. No le faltó aquí la consolación de Dios, que le envió tres santísimos varones, que eran el arzobispo de Toledo, el abad Juan de Valclara, que estaban aquí desterrados, y Eufemio, que fue arzobispo de Tarragona, que le exhortaron y animaron, aunque secretamente, por temor de los arrianos, a sufrir aquellos y mayores trabajos por la fé santa de Cristo señor nuestro. Vivía en aquella ocasión en Tarragona Pascasio, arzobispo intruso de Toledo, hereje arriano, y por mandado del rey, la vigilia de Pascua fue a la cárcel, y allá quiso con su sacrílega mano comulgar al santo príncipe, que indignado del atrevimiento de aquel desvergonzado hereje, no quiso recibir la comunión, antes bien con ira y odio le echó de sí, dándole las razones y reprehensión que dice Ambrosio de Morales, de lo que el padre se sintió mucho, e irado sobremanera, de una vez quiso acabar con el hijo, y mandó a Sigiberto, capitán de su guarda, que le matase. Este obedeciendo al impío rey, que no debiera, fue a la cárcel y con una alabarda o maza de armas, o con un puñal, como dice
Escolano en la historia de Valencia, le hirió de muerte; y debieron ser, sin duda, muchas las heridas que le dio, porque en la sagrada cabeza de este santo, que hoy está en el Escorial, donde fue llevada desde el monasterio de Xixena, del orden de san Juan, en Aragón, tiene un ahujero cuadrado en la coronilla y otros más abajo, a manera de cuchilladas. Con estas y otras heridas salió aquella bendita alma, y coronada con la auréola de martirio voló a su Criador, que para tanta gloria suya y honra de España la había criado, honrándola con una infinidad de milagros, como fueron, en el silencio de la noche oír músicas celestiales sobre su cuerpo y salir una sobrenatural resplandor que, quitadas las tinieblas de la cárcel, la volvió más clara que si el sol diera en ella. Estos y otros milagros enseñaron a los fieles que debían reverenciarle como a cuerpo de mártir glorioso. Asistían en aquella ciudad el arzobispo de Toledo y otros obispos, y el abad Juan de Valclara: estos, juntos con el arzobispo de Tarragona y muchos seglares, con grandes llantos y sentimiento le sepultaron en la iglesia de santa Tecla de Tarragona, como dice Marco Máximo, obispo de Zaragoza, contemporáneo de este santo, y hoy por nuestros pecados y poca devoción de aquellos a quien toca, no sabemos en qué parte, aunque muchos dicen que en aquella iglesia está sepultado un santo, pero ni saben quién es, ni dónde; y yo tengo por cierto que este santo fue sepultado, no en la iglesia catedral, mas en otra que está no muy lejos de ella, de edificio antiguo, que llaman santa Tecla la Vieja, de la cual Luis Pons de Icart, en sus Grandezas de Tarragona, dice estas palabras: «y por esto se dice que, siendo en Tarragona san Pablo, mandó edificar la iglesia de santa Tecla la Vieja so la invocación de la dicha santa, la cual devoción se ha siempre tenido en Tarragona, y de entonces acá la tienen por abogada y protectora;» y he notado yo que está esta iglesia, aunque pequeña, llena de muchos sepulcros antiguos, que denotan mayor antigüedad, sin duda, de la que tiene la iglesia mayor y metropolitana de aquella ciudad, aunque ambas a dos son muy antiguas. La cabeza de este santo y
buena parte de su cuerpo, poco después de muerto, Marco Máximo, obispo de Zaragoza, devoto suyo, la tomó y llevó a Zaragoza, enriqueciendo con tal tesoro la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, y de aquí vino la cabeza a Xixena, de allí al Escorial, por medio del obispo de Vique y de Juan Francisco de Copons de la Manresana, caballero catalán, como lo refiere largamente Alonso Morgado en la historia de Sevilla. Este Marco Máximo fue contemporáneo de este santo amigo y conocido suyo, y le consoló en sus trabajos, esforzándole al martirio, y continuó la omnímoda historia de Flavio Dextro, y refirió lo que queda dicho; y así, como a testigo de vista, se le debe fé y crédito, mayormente no apartándose de lo que escriben san Gregorio, papa, y el Turonense; Juan, abad de Valclara; don Lucas de Tuy, Paulo Emilio, Roberto Gaguino, Adon, arzobispo de Viena en Francia; Ambrosio de Morales, Baronio, Pisa, Alonso de Morgado, Ribadeneira, Villegas, Marieta y otros graves autores, así contemporáneos del santo, como modernos; y dice Marco Máximo, hablando de este santo: quem martirem ego de facie novi, et saepius allocutus sum, cum esset in custodia patris, Hispali, mox Cordubae, rursus Toleti, Valentiae, et postremò Tarraconae, cujus ut devotissimus vitae sanctisimique martirii, carmen hoc ei qualecumque dicavi, quod est index pietatis in eum meae, etc. La mujer del santo se fue a África, y de aquí a Sicilia, donde murió y allí fue sepultada; un hijo que tenía, llamado Teodorico, fue llevado a Constantinopla, donde san Leandro, tío de su padre san Hermenegildo (que estaba allá para negociar con el emperador que favoreciese los católicos de España), cuándo le vio, se entristeció sobremanera. Murió este santo rey y príncipe de España a 13 de abril del año 586 a los veinte y cuatro años de su edad. El año siguiente murió el rey Leovigildo, su padre, a quien Dios hizo mucha merced, pues le dio conocimiento del error en que estaba y de la persecución y muerte que dio al príncipe su hijo, y abominando de los errores de los arrianos, abrazó la fé católica, y en ella murió a 2 del mes de abril del año 587, muy arrepentido del mal que había hecho, y fue sepultado en Toledo, en la iglesia de Nuestra Señora, la Antigua.
Poco después, que fue el año 588, murió también en Constantinopla Teodorico, hijo de este santo príncipe; y Sigiberto, que fue el que le mató no quedó sin pena, porque fue convencido de graves delitos, y el rey Recaredo, hermano de san Hermenegildo, le castigó muy afrentosamente, mandándole raer el cabello, que era gran ignominia entre los godos, y cegarle, y después le subió en un asno, y con la cola en la mano, a manera de cetro, le mandó pasear por la ciudad y llevar al suplicio. A Gosvinta, madrastra del santo, no le faltó su castigo, porque fue acusada de un grave delito que olía a traición contra del rey Recaredo, que le asignó jueces que conociesen de sus delitos, y por voto de ellos, que eran muchos, con un lazo le quitaron la vida.
Ambrosio de Morales, devotísimo que fue de este santo, trabajó en averiguar todo lo que le fue posible lo tocante a su vida y hechos, y es cierto dijera más, sí más hallara. Refiere este grave autor, que en una dehesa llamada Casa Blanca, cerca de Córdoba, donde hay vestigios de edificios antiguos, halló una moneda de oro de este santo: celébrala aquel autor por insigne antigualla, como cierto lo es, y más por la devoción que aquel buen autor tuvo a aquel santo. Tiene esta moneda a la una parte el rostro del santo sobre un trono, con una cruz en medio de él, y alrededor dicen las letras: Hermenegildi; de la otra parte tiene la moneda una victoria, y la letra que está al derredor dice: Regem devita, como que exhortaba el santo a los españoles que se apartasen del rey, porque con la herejía no les inficionase, siguiendo en esto el consejo del Apóstol, que dice: haereticum hominem post unam et secundam correctionem devita; y con este mote justificó el santo la causa porque había tomado las armas contra su padre, y el católico intento que tuvo en aquella guerra. De este mote hace autor Morales a san Leandro o san Isidoro, tíos del santo. Es esta medalla de oro muy fino, lo que no tenían las de los demás reyes godos, argumento de ser ella verdadera y no contrahecha, que la curiosidad en estas cosas se contenta de metal más bajo y no tan costoso como el oro. Don Antonio Agustín, en sus diálogos de las medallas, no parece que la tenga por verdadera; pero yo creo que él no debió de ver la que tenía Ambrosio de Mavales, sino otra diferente, que, aunque de oro, debía estar mal labrada o consumida del tiempo, cuya antigüedad no dejó distinguir en ella lo que Morales en la suya; el cual a buen seguro que no afirmó lo que no era, y más en cosa tocante a este santo, de quien se confiesa muy devoto, y reconoce por su medio haber alcanzado de Dios muchas mercedes.
El nombre de este santo y esclarecido mártir fue muy recibido en España, y mucha gente principal por devoción suya (como se echa de ver en muchas escrituras de los primeros reyes de Castilla después de don Pelayo) le tomaba. En la dotación que el rey don Alfonso, el Casto, hizo a la Iglesia de Oviedo, uno de los testigos se llamaba Hermenegildo: es la data de esta escritura a 16 de noviembre, año 812, y en tiempo del rey don Alfonso, el tercero de este nombre, llamado el Magno, un obispo de Oviedo y un conde de Tuy en Galicia, y otro del Puerto (O porto, Oporto) en Portugal, tuvieron este mismo nombre, como parece en el primer concilio de Oviedo, celebrado el año 879; y en un privilegio que tiene la Iglesia de Santiago de Compostela del mismo rey año 881, confirman tres Hermenegildos, el uno obispo, el otro mayordomo del rey y el otro sin título; y después, en tiempo del rey don Fernando, el primero, después de haberse frecuentado mucho, este nombre, se sacó de él un sobrenombre, que era Hermenegildez, así como de Fernando Fernández, de Gonzalo González, de Rodrigo Rodríguez; y este sobrenombre Hermenegildez era muy frecuente en las confirmaciones de los privilegios de este rey, en que anda un Pedro Hermenegildez que se halló en la confirmación de muchos de ellos: después se fue corrompiendo y abreviando algún tanto, y en privilegios de Alfonso, hijo de doña Urraca, confirma muchas veces un Gutierre Hermildes, que en otros privilegios se llama Gutierre Hermenegildez, do se ve claro ser todo un mismo nombre; y en Portugal había linajes y caballeros que lo tomaban por sobrenombre, como Alonso Ermegic, Estévan Ermiges, Alonso Ermiges y otros.
No fue menor la devoción con que veneraron este santo en Cataluña, donde fue muy ordinario su nombre, aunque algo mudado y corrompido, como vemos cada día que diversos lenguajes mudan más o menos, de una manera y de otra los nombres propios, o desgobernando las letras o añadiéndolas o quitándolas a los vocablos; y de aquí quedaron Armengol o Hermegaudo por Hermenegildo, y todo es un mismo nombre, y en muchas escrituras vemos que los que aquí son Hermengaudos y Armengols, en Francia son Irmingarios y en Castilla los llaman Hermenegildos. De esto hay muchos ejemplos; solo referiré algunos: en la fundación de la antigua Valladolid, que hizo el conde don Pedro Anzures a 21 de mayo, era 1133, y de Cristo señor nuestro 1095, que está en el archivo de aquella iglesia, confirma el conde Armengol de Urgel, yerno del conde
Pedro Anzures, y no se nombra ni firma Armengol, sino Hermenegildus; y en muchos privilegios latinos del rey don Alfonso, hijo de doña Urraca, y en otros que trae el obispo de Pamplona en su historia, firma el conde de Urgel, y no se llama sino Hermenegildo, acomodando su nombre al verdadero y original de Castilla. En unos versos que están en la vida del conde Armengol de Castilla, nieto del conde Pedro Anzures, le llama el poeta Hermenegildus; y no solo tomaron este nombre los hombres, mas aún también las mujeres, y es cierto que el nombre de Ermengarda, Ermisenda, Ermesinda y otros semejantes que vemos en escrituras antiguas, es el de este santo, y se echa de ver esto, en que a las mujeres que en unas partes están nombradas con uno de estos tres nombres, en otras las nombran Hermenegildas, y todo es una misma cosa.
Duró por espacio de trescientos cincuenta años que todos los condes de Urgel, a imitación y ejemplo de Armengol de Moncada, tomaban este nombre; y porque cuando heredaron aquella casa los vizcondes de Cabrera se dejó este nombre, el conde don Ponce de Cabrera mandó en su testamento que sus hijos, que eran cuatro, y otros a quienes venía la sucesión de aquel condado, estuviesen obligados a llamarse Armengoles o Ermengaudos, y lo repite muchas veces, encargándolo con grandes veras, porque sabía y se era observado ser este nombre, en la casa y linaje de Urgel, nombre de fortuna y felicísimo, y tanto cuanto duró en ella, gozó paz, felicidad, buena ventura, aumento de estados, paz con los reyes, amor con sus vasallos, sosiego en sus tierras y señoríos, y de felicísimas victorias de sus enemigos; y así nota muy eruditamente un autor, que hay nombres que tienen fortuna, y otros que son desdichados. El nombre de Antonino fue en Roma felicísimo, y lo daban a los Césares en pronóstico de la virtud y valor se prometían de ellos, hasta que lo tuvo Eliogábalo, que con sus pésimas costumbres le afrentó de manera, que de allí en adelante se tuvo por nombre afrentoso. Judas fue apellido sacrosanto desde el principio de la república hebrea hasta que pereció, y así hubo cuatro de este apellido en el colegio apostólico; pero el uno fue tal, que llenó el nombre de ignominia y su malicia le afrentó en gran manera. Los nombres de Fernando y
Alfonso en Castilla son felicísimos, y desgraciados los Enriques, así como los Jacobos en Escocia (James, Jaime, Tiago, Santiago), Carlos en Inglaterra, y los príncipes Carlos en España.
Tuvo el conde Armengol de Moncada en casa del rey de Francia y emperador Carlo Magno y de Ludovico Pío, su hijo, muchos y muy honrados cargos y dignidades: en el año 800 de Cristo señor nuestro fue nombrado virrey y gobernador de la isla de Mallorca por el emperador Carlo Magno, y años después confirmado por Bernardo, su nieto, hijo de Pepino, a quien dejó Carlo Magno lo de Italia. La causa y motivo para dar este cargo a Armengol, fue porque el año 799, que fue uno antes de coronarse emperador Carlo Magno, los moros de África y España causaban grandes daños en aquella isla y vecinas, y los isleños estaban en continuos sustos y temores por no tener donde acudir, por estar por todas partes rodeados de enemigos. Vivieron con este desasosiego hasta el año 800 que pidieron favor a Carlo Magno, prometiendo que si se lo daba, serían sus vasallos. El emperador aceptó la ofrenda muy contento de ser señor de tan fértiles y pobladas islas, y así les dio el socorro necesario para prevalecer contra los enemigos, dándoles por capitán y virrey a Armengol de Moncada, conde de Urgel, para que les gobernase y tuviese en devoción suya, defendiéndoles de los moros que corrían aquellos mares. Estos, sabiendo el socorro que había venido a los mallorquines, dejaron de molestarles y mudaron sus correrías y pasaron a destruir y * y a la vuelta dividieron su armada, y la una parte fue a la isla de Cerdeña, y otra a la de Córcega, donde hicieron grandes daños, talando los campos y destruyendo los pueblos, y llevándose muchos cautivos con lo mejor de aquella isla, y a la que, ricos de la presa, se volvían a África a gozar de ella, tuvo Armengol noticia y salióles con su armada. Trabóse batalla y quedó vencedor, y tomó ocho naves a los enemigos, y dio libertad a más de quinientos corsos que llevaban cautivos. Con esto se volvió con triunfo a la isla, asegurando con esto todos los mares vecinos.
Tomaron de esto los moros tanta rabia, que por vengarse, volvieron a Italia (que a Mallorca ya no osaban) , y dieron sobre Civitavechia, en la Toscana, y sobre algunos pueblos de la provincia Narbonense (Francia); y en venganza de la pérdida de las ocho naves hicieron gran daño en aquellas tierras, y después que hubieron saciado su crueldad, volvieron a Cerdeña, donde hallaron resistencia, porque los sardos estaban prevenidos y mataron muchos de ellos.
Crecía cada día la fama del conde por todo el mundo, en terror y espanto de sus enemigos, triunfó de ellos en mar y en tierra muchas veces, gobernó con gran prudencia la isla de Mallorca, conservándola en devoción del emperador Carlo Magno, y muerto él, de Bernardo su nieto, hijo de Pepino, que le confirmó el gobierno de la isla, y le duró toda su vida.
Murió Armengol en tiempo de Ludovico Pío, hijo de Carlo Magno, siendo conde de Barcelona Bara, el año no se sabe de cierto, mas por evidentes conjeturas se entiende fue antes del 820. Por su muerte volvieron los condados que él tenía, y en particular el de Urgel, a Ludovico Pío, rey de Francia y señor de Cataluña, no, como dice Tomic, por haber muerto sin hijos, sino porque no eran estos títulos hereditarios, como después lo fueron, y solo se daban durante la vida del proveído, con obligación que no pudiese disponer de ellos en favor de sus hijos o descendientes; y con esto queda respondido a la opinión del dicho Tomic, que quiere que Guifre Pelos dispusiese de estos condados entre sus hijos, lo que no pudo ser, porque Armengol de Moncada a Guifre pasaron más de sesenta años, y antes de Guifre hubo otro conde de Urgel, como diré después, que fue
nombrado por Ludovico Pío, y a Guifre le pertenecieron aquellos condados por haber cedido y renunciado en su favor y de sus descendientes Carlos Calvo, rey de Francia, el derecho y señorío que tenía en Cataluña.
De Armengol de Moncada no hallo hijos, antes en las escrituras de aquel linaje consta haberle heredado Oton de Moncada, hijo de Arnaldo. Este Otón sucedió en el cargo de general, y le hallo con él en la conquista de Barcelona con Ludovico Pío, que se dio por tan bien servido de él, que le remuneró con muchos lugares cerca de aquella ciudad, en el Vallés, a cuya cabeza puso el nombre de su apellido de Moncada, y con la mitad de la ciudad de Vique, que por muchos años poseyeron sus sucesores; y de este desciende la ilustre familia de los Moncadas, de quien ha escrito muy docta y elegantemente don Tomás Tamayo de Vargas, cronista del rey Católico, este año pasado de 1638.
Las armas de este primer conde fueron las mismas que él llevaba, propias, de su linaje, que eran, según dice el doctor Beuter, las de la casa de Baviera, de donde ellos descendían; y despues las dejaron, y tomaron siete panes de oro en campo de sangre, esto es, tres y medio en cada una de las dos tiras, y después dividieron el escudo en palo, y a la mano derecha pusieron los siete panes, y a la otra los palos de Cataluña, por haber emparentado con la casa real de Aragón y los que hoy son bajar de aquella.

Capítulo XLV.

Capítulo XLV.

De Sunyer, segundo conde de Urgel.

Al conde Armengol, que murió sin hijos, sucedió en el condado de Urgel Vifredo Peloso, conde de Barcelona, y fue señor de él hasta el año 912; qué murió, ordenando de sus estados entre sus hijos. Vifredo fue conde de Barcelona, y murió sin hijos, después de haber tenido solos dos años el condado: por su muerte fue conde Mir, su hermano, que ya era conde de Rosellón, Cerdaña y Besalú. En el condado de Urgel instituyó a su hijo Sunyer, que otros llamaron Sinofredo: también tuvo otro hijo llamado Rodolfo, que fue monje de Ripoll y después obispo de Urgel. El cuidado mayor de Sunyer fue dilatar su condado, que entonces estaba en lo más fragoso y áspero de las montañas de la Seo de Urgel, guerreando con los moros sus vecinos, que en este tiempo señoreaban las ciudades de Balaguer, Lérida, vizcondado de Ager y todas las riberas de Segre y Ebro, hasta Tortosa; y cada día entraban en las tierras del conde, haciendo todo el mal que podían. El conde pidió socorro a su hermano, el de Barcelona; el cual con toda o la mayor parte de sus caballeros de Cataluña y demás gente que pudo juntar, acudió a socorrerle, e hicieron una famosa entrada en las tierras de los enemigos, y después de hallada mucha resistencia, llegaron a la ciudad de Balaguer y le pusieron cerco; pero se defendió tan valerosamente y sobrevino tanto socorro a los cercados, que por aquella vez se hubo de alzar el cerco, porque la ciudad estaba muy fuerte y municionada. Contentáronse con talar el campo y vega, y dar a los enemigos todo el daño que les fue posible.
En el año 929 murió Mir, conde de Barcelona, a los treinta y cuatro años de su edad, y décimoctavo de su condado: dejó tres hijos que fueron Sinofredo, Oliva Cabreta y Mir, todo en pupilar edad; el primero fue conde de Barcelona, el segundo de Besalú y Cerdaña, y el tercero conde de la ciudad y territorio de Gerona, y después obispo de ella. Otro hijo dicen que tuvo llamado Endescarrechs, que tuvo título de vizconde de Cardona, y conociendo el gran valor y lealtad de su hermano, y sabiendo cuánto podía confiar en él, le nombró tutor y curador de sus hijos y tierras. Entonces dejó gobernador o vizconde (que este título tenían los gobernadores de los condes) en el condado de Urgel y vino a residir en el de Barcelona, porque sabía muy bien cuánto convenía la conservación de Barcelona a todo lo restante de Cataluña. Gobernólo por veinte años, porque este era el tiempo que señaló el testador, y le nombraron conde de Barcelona y está contado en el número o catálogo de ellos, no porque lo fuese en propiedad, sino en administración.
Su gobierno fue muy quieto y gozó de más paz y sosiego que sus pasados, y pudo entender en obras y ejercicios que en tiempo de guerras era imposible. En el año 935 fue la segunda dedicación del monasterio de Ripoll, y se solemnizó aquella fiesta en presencia suya y de toda la nobleza de Cataluña, que con liberalidad y devoción regocijaron aquella festividad.
Los términos del condado de Barcelona, por este tiempo, de la parte de occidente no pasaban de Villafranca del Panadés, aquí era la frontera de los moros, de quien recibían los cristianos cada día mil daños; bajaban de las montañas y talaban los campos de los cristianos, cautivando los que hallaban, y luego se retiraban con las presas en lo más fragoso de ellas. Allá quedaban seguros, por ser la tierra áspera y rompida para mejor resistirles. Escogió Sunyer un lugar acomodado en los mismos montes que están entre Villafranca y la marina: aquí estuvo antiguamente la ciudad de Olérdola, cuya memoria ya casi del todo queda perdida, y de consejo de Teuderico, obispo de Barcelona, y otros de su corte, edificó un famoso castillo y dentro una iglesia en honor del arcángel san Miguel, tutelar y patrón de la casa de los condes de Urgel, y la dotó de muchas rentas que, en parte, están el día presente aplicadas con autoridad apostólica a la iglesia de Villafranca del Panadés, quedando buena cantidad para el debido culto y aseo de la iglesia, y sustento de sus ministros. El castillo está casi del todo derribado, los vestigios que quedan de él son argumento y señal de su antigua fortaleza y grandeza. Fue esta obra de grande utilidad, pues por mucho tiempo quedaron aquellas comarcas libres de los asaltos y correrías de los enemigos. Entonces reedificó por aquellas montañas muchas iglesias, que fueron de los godos, y después que entraron los moros, quedaron yermas y destruidas, hasta en estos tiempos, que el conde las restituyó a lo que antes eran. Es cosa muy fácil de conocer esto, porque las mas iglesias de estos montes parecen de medio arriba, edificadas de nuevo, y de medio abajo, obra gótica o romana. La iglesia catedral de Barcelona recibió en su tiempo gran aumento, porque él y la condesa Riquilda, su mujer, le dieron ciertos alodios que habían comprado en la villa de Caldes, y el diezmo del señorío directo de las raficas de Tortosa, y esto lo dieron por las almas de un hijo suyo llamado Ermengaudo y del conde Vifredo, su padre, y de Guinidilda, su madre, y del conde Borrell, su hermano: de esta dotación hace memoria el gran averiguador de antigüedades, Diago, y en el libro segundo de la historia de los condes de Barcelona.
Asímismo en tiempo de este conde fue consagrado el monasterio de san Pedro de las Puellas de Barcelona, que años atrás había edificado Ludovico Pío, rey de Francia: (y qué rey tenían los catalanes entonces?) fue la consagración, según dice Diago, solemnísima, y allende el grande concurso que se halló en ella, estuvieron también presentes el conde Sunyer y su mujer Riquilda, y sus hijos san Hermengaudo, que después fue obispo de Urgel, y Borrell; y así el conde y condesa y Vilara, obispo de Barcelona, se mostraron aquel día liberales y magníficos, dotando de nuevo el monasterio magníficamente, y concediéndole grandes cosas; y dice aquel autor, que se tenga por dichoso aquel monasterio, sabiendo que un santo tan grande entra en la lista de los que lo dotaron. Acabados los veinte años (que fue el de 949) había asignado el conde de Barcelona en que gobernase el condado, lo volvió a sus sobrinos (1) lisamente y sin dilación alguna, aumentado, quieto y pacífico, y entonces se retiró en las montañas vecinas a la Seo de Urgel, donde pasó el tiempo que le quedó de vida, hasta el año de 951, en que murió. Poseyó el condado de Urgel veinte y dos años, y los veinte ocupado en el gobierno del de Barcelona.
(1) Sobre este gobierno y tutoría, y los condes Sunyer y Seniofredo, consúltese lo que expuso ya el colector (Próspero de Bofarull) en sus Condes de Barcelona vindicados, tom. 1.° pág. 65.

Fue sepultado en el monasterio de Ripoll en el sepulcro de sus antecesores, que está junto a la puerta de la iglesia que pasa al claustro, con una inscripción o letrero que dice: A quo dotatus locus est hic, et aedificatus, porque están allí el cuerpo de Vifredo Peloso, fundador del monasterio, y de sus descendientes y colaterales.

De Riquilda, mujer suya, tuvo, según la más común opinión, cuatro hijos, Borrell que le sucedió en el condado de Urgel; Armengol, que fue santo y obispo de Urgel; Miron, y otro Armengol, que murió en vida de los padres.

(Como siempre, la wiki da muchos datos que hay que cotejar: 
https://es.wikipedia.org/wiki/Wifredo_el_Velloso)
y con los Bofarull pasa lo mismo.  

jueves, 2 de julio de 2020

CAPÍTULO XXVI.


CAPÍTULO XXVI.

César, vencidos Afranio y Petreyo, se vino a Lérida, y le quitó el nombre que le habían sobrepuesto, y le volvió el antiguo; y de los sucesos de España hasta la venida del Hijo de Dios al mundo.

Gerónimo Pujades, en su Crónica de Cataluña, dice, no sin fundamento, que César, después de vencidos los enemigos y quedado señor de toda la España Tarraconense y en particular de la ciudad de Lérida, se partió para ella, así para descansar del trabajo pasado, como para ordenar el regimiento de la tierra y aparejar lo necesario para emprender las guerras que pensaba tener en la España Ulterior. Entonces dicen que le quitó el nombre de Mont public que así se llamaba aquella ciudad, y le volvió el nombre de Lérida, que dura hasta el día de hoy. Esta mutación de nombre solo la hallo en Pedro Tomic; y holgara yo mucho de saber aquel autor de dónde la sacó, no hallando tal cosa en los autores antiguos que hacen memoria de esta ciudad, ni aun en el mismo César, que, contando los sucesos que tuvo antes de tomarla y después por menudo, no olvidaría este, y más siendo hecho suyo y que redundaría en honra y decoro de aquella ciudad. Los que han tenido esta opinión dicen que Lérida, por mal nombre y por escarnio, la llamaron Mont public, por ser lugar público y común a los pueblos ilergetes y a cualesquier otros, para sacrificar a los falsos dioses; y el más principal de ellos a buena razón había de ser la diosa Venus, pues, por ocasión de estos sacrificios, siete rameras hicieron su habitación en la plaza que hoy llaman la Zuda, y por la publicidad en que vivían y ejercitaban su deshonesto oficio, llamaban a la ciudad, como por escarnio y burla, Mont public, como hoy suelen llamarse las casas donde vive tal gente: y entre aquellos ciegos gentiles era religión venerar aquel ídolo con mujeres que, perdido el velo de la honestidad, libremente se entregaban a los devotos que visitaban aquella falsa diosa, para honrarla con tales actos; pero no por esto quedó olvidado el nombre de Lérida, antes conservándole aquella ciudad, le daban este otro de Mont public que del todo mandó olvidar César, como a deshonesto y de mal sonido.
Antes que se saliese de España Afranio, acordándose que los infortunios que tuvo se los había pronosticado una esclava que tenía, llamada Afrania, que sería augur o adivina, y había muerto por aquellos días; ya que él había de dejar la España, no quiso que la memoria de ella se perdiera, sino que durase para siempre; y para mejor conservarla, mandóla labrar un suntuoso sepulcro, y en él una inscripción que dice: Afrania. L.L.Chrocale. S., esto es, que aquella memoria la dedicaba a Afrania, que había sido esclava y después fue liberta de Lucio Afranio, y le había pronosticado los infelices sucesos que tuvo en aquella guerra. Hacen mención de esta mujer don Antonio Agustín, Diálogo 6 y el doctor Pujades.
Consérvase aún esta memoria en aquella ciudad, en la calle que baja de la iglesia de san Lorenzo al hospital, sobre la puerta principal de la casa del doctor José Sabata,
catedrático de prima en aquella universidad, y uno de los más doctos e insignes varones que hemos conocido en estos tiempos.
Vencidos ya los enemigos de César, y hecho ya señor de la España Tarraconense, después de haber descansado algunos días en la ciudad de Lérida, pasó a la Ulterior, y allí venció a Marco Varron, legado de Pompeyo; y dejando buen gobierno y regimiento en las dos Españas, se volvió a Roma a recibir la honra del triunfo, que por muchas razones, según el uso de aquellos siglos, le era debido.
Cuarenta y cinco años antes del nacimiento del Señor, según la mejor cuenta, fue la muerte de Pompeyo, a quien sus hechos dieron nombre de grande. Murió en Egipto; y confiado de la autoridad del rey Tolomeo Dionisio que se le declaró amigo, se había recogido en aquel reino y metido por sus puertas, y él le mandó alevosamente matar. Dejó dos hijos: el mayor se llamó Neyo Pompeyo, y Sexto Pompeyo el menor; y fueron los dos valerosos soldados y tan poco afortunados como el padre: quisieron cobrar en España lo que César le había tomado, y pasaron a ella con gran poder; pero César, dejados los negocios que tenía en Roma, con la mayor celeridad que pudo vino a España, y después de varios sucesos quedó vencedor, Neyo Pompeyo muerto, y Sexto se escapó huyendo; y vencidos de esta manera los pompeyanos, César quedó otra vez señor de España, triunfando de sus enemigos, e hizo muchas mercedes a los naturales; y en Cataluña, Tarragona y Ampurias quedaron hechas colonias. (“Ens culunitzan”, dijo otro Pompeyo, Fabra, unos cuantos siglos más adelante, aproximadamente en 1920).
Apaciguada España, dejó en ella César sus gobernadores y se volvió a Roma. Apenas había llegado allá y cuando Sexto Pompeyo, que había estado retirado en la Lacetania, que es parte de Cataluña, comenzó a tentar los ánimos de los paisanos, y halló entre ellos buenos amigos, juntó los que habían quedado de su hermano, y con los suyos se puso en campaña, con ánimo de renovar las guerras pasadas y cobrar lo perdido.
Estando en esto, aconteció la muerte de Julio César, a quien mataron con veinte y tres puñaladas (fue sin querer) en el senado cuando estaba en la cumbre de su majestad y poder, mandándolo todo, sin que nadie osase contradecirle. Fue su muerte en los idus de marzo, esto es, a quince, que, según se lo habían pronosticado Espurina y otros augures y adivinos, era para él, aquel día infausto, aciago y triste, y él haciendo poco caso de tales vaticinios, había hecho burla de ellos y escarnio de los que le adivinaban tales infortunios. Con este suceso quedó tan animoso Sexto Pompeyo, que, sin hallar resistencia en los cesarianos, que con la pérdida de su capitán y caudillo iban con turbación descarriados, se apoderó de toda España Citerior, y pasó a la Andalucía con grande poder.
Marco Lépido había quedado por César en la España Tarraconense, pero imposibilitado de resistir a Sexto Pompeyo; y lo que no pudo acabar con fuerza, lo alcanzó con maña, y concertó con él, que con el dinero y riquezas que había recogido se saliese de España, y fuese a gozar de ellas en Roma; y así lo hizo, y Lépido quedó en España con autoridad y poder de procónsul. Octavio, sobrino de César, fue heredero y sucesor universal, por haberle nombrado tal en su testamento. Era Octavio hijo de Accia, sobrina de César, y de Octavio, pretor de Macedonia. Accia fue hija de Julia, hermana de César, y de Accio Balbo. Tuvo Octavio en el principio muchos encuentros con Antonio y con Marco Lépido que pretendió gran *parte de las provincias del senado romano; y después de haber pasado varias cosas, concordaron que fuese el señorío romano dividido en tres partes, y esta división llamaron triunvirato, de que tantas memorias hallamos en * historias romanas. Octavio quedó con Italia, África, Cerdeña y Sicilia; Marco Antonio con Francia y Flandes, Marco Lépido con las dos Españas, Citerior y Ulterior, y * la Galia Narbonense. De Grecia y Asia no se habló, porque Bruto y Casio, homicidas de César, se habían quedado con ellas. Pactaron que esta división o triunvirato durara por cinco años; pero no se efectuó, porque Octavio se alzó con todo, dejando vencidos a Lépido y Antonio;
y el señorío romano vino a quedar en poder de solo Octavio, que con título de emperador, lo vino a regir y gobernar todo. Vino entonces por procónsul a España Neyo Domicio Calvino, el cual tuvo en nuestra Cataluña guerras con los de Cerdaña, y les venció y tomó tanto tesoro, que quedó muy rico; y la parte que cupo a Octavio fue tal, que bastó para el gasto de su triunfo y reedificar su palacio, que quedaba destruido de un incendio, y le dejó adornado de muchas figuras y artificiosas labores. Pasó esto en el año 38 antes del nacimiento de nuestro señor Jesucristo, cuando comenzó la cuenta de las eras, que tantos años duró en nuestra España, donde no contaban por el año del Señor, sino por el principio del gobierno de Octavio César Augusto, hasta que el rey don Pedro el cuarto de Aragón, como a católico príncipe, dejando la cuenta de las eras de César, mandó contar por los años de la natividad de Cristo señor nuestro (1). Era este modo de contar, que añadían al año de la natividad 38 años, así que el corriente año 1639 de la natividad del Señor, añadiéndole 38 años, será el de la era de César 1677.
(1) Aun cuando el autor afirma que el rey D. Pedro IV fue el que mandó dejar la cuenta de la era de César, debe hacerse presente, que en Cataluña rara vez se encuentra un documento fechado de este modo, ni aún en tiempo de los reyes de Aragón, como puede verse en su archivo; a no ser algunos, pero muy escasos, del tiempo de los primitivos condes, que solían fechar por años de los reyes de Francia, y acumular a veces en un mismo instrumento dos o más cuentas diferentes; de manera, que la referencia de Monfar, cuando supone que D. Pedro introdujo tan útil reforma, debe entenderse respecto a la cuenta por la Encarnación, que era la que se usaba en este país, y no a la era de Cesar. Véase la pracmática de dicho rey, sancionada en las cortes de Perpiñan de 1350.

domingo, 14 de julio de 2019

ALFONSO V NACE ENTRE TERREMOTOS Y ESPANTO

131. ALFONSO V NACE ENTRE TERREMOTOS Y ESPANTO
(SIGLO XIV. VALENCIA)

ALFONSO V NACE ENTRE TERREMOTOS Y ESPANTO  (SIGLO XIV. VALENCIA)


En casi todas las culturas y pueblos, se hayan desarrollado más o menos, es bastante habitual buscar señales extraordinarias —generalmente de carácter sideral, sobrehumano o sobrenatural— para tratar de significar ante los demás mortales a determinadas personas.
El futuro Alfonso V el Magnánimo —hijo del Trastámara con el que se instauró esta dinastía en Aragón tras el Compromiso de Caspe— tuvo, sin duda, las suyas.

Un dietario redactado en Valencia, repleto de innumerables noticias de toda índole, nos describe de manera sucinta cómo en el año de la Natividad de 1396, lunes, día 18 del mes de diciembre, conmemoración de la Expectación de la gloriosa Virgen María, a la hora en la que las campanas tocaban a misa en la seo valenciana, tuvo lugar un impresionante terremoto y un gran espanto en todo el reino de Valencia.

Tal debió ser la intensidad del seísmo que se derrumbaron tanto iglesias de cimientos profundos como pequeñas ermitas; se abatieron enormes castillos roqueros y se hundieron casas modestas hechas de adobe por doquier. Fue tanto y tan grande el daño producido por el terremoto en todo el reino que fue causa de grandísimo dolor.

Luego se supo y se relacionaron ambos hechos que, a muchos kilómetros de distancia, en aquel año, en el mismo día y a idéntica hora, nacía en Castilla el infante don Alfonso, primogénito de don Fernando —hermano del rey de Castilla—, el cual don Fernando fue rey de Aragón, con el nombre de Fernando I de Antequera. Luego, a la muerte de este último, fue rey de Aragón el dicho don Alfonso —Alfonso V—, autor de grandes y maravillosos actos.

[Cabanes, Mª Desamparados, Dietari..., pág. 105.]



Alfonso V de Aragón (Medina del Campo, 1396 - Nápoles, 27 de junio de 1458), llamado también el Magnánimo y el Sabio,​ entre 1416 y 1458 fue rey de Aragón, de Sicilia, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Córcega, conde de Barcelona, duque de Atenas y Neopatria, así como conde de Rosellón y Cerdaña; y entre 1442 - 1458 rey de Nápoles.

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Nos Alphonsus Dei gratia Rex Aragonum, Siciliae, Valentiae, Maioricarum, Sardiniae et Corsicae, Comes Barchinonae, Dux Athenarum et Neopatriae, ac etiam Comes Rossilionis et Ceritaniae

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Era el hijo primogénito del regente de Castilla Fernando de Antequera y posteriormente rey de Aragón con el nombre de Fernando I, y de la condesa Leonor de Alburquerque. Pertenecía, por tanto, a la Casa de Aragón por ser nieto de Leonor de Aragón (ya que la dignidad real aragonesa podía transmitirse por línea femenina)​ y al linaje Trastámara por ser nieto de Juan I de Castilla.


El 28 de junio de 1412 se convierte en heredero al trono de la Corona de Aragón cuando su padre fue proclamado rey tras el llamado Compromiso de Caspe y tres años más tarde, el 12 de junio de 1415, en la catedral de Valencia, contrae matrimonio con su prima la infanta María hija de Enrique III de Castilla y de Catalina de Lancáster.


El 2 de abril de 1416, tras el fallecimiento de su padre le sucede como rey de Aragón y de los demás reinos de los que era titular.


En las Cortes de 1419 tendrá un enfrentamiento cuando la nobleza catalana formó una liga de barones, villas y ciudades reclamando a Alfonso V que redujera el elevado número de miembros de la nobleza castellana elegidos para cargos de gobierno, lo que hizo que el monarca redujera y reorganizara la Casa Real.


En 1448, Alfonso V dicta desde Nápoles, donde había instalado la corte, una provisión que permitía a los payeses reunirse en un sindicato para tratar la supresión de los malos usos. Los propietarios de las tierras se oponen a la medida y la hacen fracasar. El tema volverá sin embargo en 1455 cuando Alfonso dicta la conocida como “Sentencia interlocutoria” en la que suspende las servidumbres y los malos usos, medida que en 1462, ya reinando Juan II de Aragón provocará la primera guerra remensa.


Juan II ocupaba el trono castellano desde 1406 tras la muerte de su padre Enrique III, quien en su testamento y debido a que al acceder al trono Juan sólo contaba con poco más de un año de edad, había dispuesto que la regencia del reino la desempeñaran su viuda Catalina de Lancaster y el infante Fernando de Trastámara.


Al ser coronado Fernando rey de Aragón en el Compromiso de Caspe (1412), dejó a sus hijos, los infantes de Aragón Juan II de Navarra y Enrique, como sus lugartenientes en Castilla para defender sus intereses.


En 1419, Juan II de Castilla alcanza la mayoría de edad y pretende librarse de la influencia de los Infantes. Tras el golpe de Tordesillas y el fracasado cerco del castillo de La Puebla de Montalbán a finales de 1420, delega todo el poder en el nuevo Condestable de Castilla Álvaro de Luna, lo que dará lugar a una larga e intermitente guerra civil entre dos bandos: el primero formado por don Álvaro y la pequeña nobleza, y el segundo formado por los infantes de Aragón y la alta nobleza, apoyados por Alfonso V desde Aragón.

Constitutio Alphonsi V Aragon. Regis (1423)

Sin embargo, el enfrentamiento que surge entre los propios infantes por el poder provoca que la influencia aragonesa en Castilla corra peligro, por lo que Alfonso V, que se encontraba en Nápoles, decide retornar a la Península. En 1425 tras acusar a Álvaro de Luna de usurpador del gobierno, logra reconciliar a sus hermanos los infantes y, aunque consigue en un primer momento, 1427, que el Condestable de Castilla sea desterrado a Cuéllar, no pudo evitar su retorno vencedor al año siguiente.


Alfonso V, entre 1429 y 1430, se enzarza en una guerra contra su primo Juan II de Castilla y la política del valido Álvaro de Luna para apoyar a sus hermanos los infantes pero, cuando ambos bandos se encontraban, cerca de Jadraque, frente a frente para entablar batalla, la intervención personal de la reina castellana María de Aragón, hermana de Alfonso V, la evitó.


En 1432 Alfonso retorna a Italia y, en 1436, se firma la paz con Castilla mediante un tratado en el que los infantes abandonaban el reino castellano a cambio de percibir rentas anuales.


Representación heráldica ecuestre del rey de Aragón («Le Roy | d’Aragon») Alfonso V el Magnánimo con el señal real en sobreveste y gualdrapas del caballo

Representación heráldica ecuestre del rey de Aragón
(«Le Roy d’Aragon») Alfonso V el Magnánimo con el 
señal real en sobreveste y gualdrapas del caballo en el Armorial ecuestre del Toison d'Or. París, Bibliothèque de l’Arsénal, ms. 4790, f. 108r, miniatura n.º 228.

Más en la wikipedia ...

  1. Alberto Montaner Frutos, El señal del rey de Aragón: Historia y significado, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 1995, págs. 24-25; Ana Isabel Lapeña Paúl, Ramiro II de Aragón: el rey monje (1134-1137), Gijón, Trea, 2008, pág. 184; Ernest Belenguer, «Aproximación a la historia de la Corona de Aragón», en Ernest Belenguer, Felipe V. Garín Llombart y Carmen Morte García, La Corona de Aragón. El poder y la imagen de la Edad Media a la Edad Moderna (siglos XII - XVIII), Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX), Generalitat Valenciana y Ministerio de Cultura de España - Lunwerg, 2006, pág. 26; Adela Mora Cañada, «La sucesión al trono en la Corona de Aragón», en El territori i les seves institucions històriques. Actes de les Jornades d’Estudi. Ascó, 1997, vol. 2, Barcelona, Pagés (Estudis, 20), 1999, vol. 2, págs. 553-556 y Carlos Laliena Corbera y Cristina Monterde Albiac, En el sexto centenario de la Concordia de Alcañiz y del Compromiso de Caspe, coord. por José Ángel Sesma Muñoz, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2012, pág. 5.
  2. Alberto Montaner, «La problemática del número de elementos en las armerías medievales: diseño frente a representación»,
    Miguel Metelo de Seixas y Maria de Lurdes Rosa (coord.), Estudos de Heráldica Medieval, Lisboa, Instituto de Estudos Medievais; Centro Lusíada de Estudos Genealógicos e Heráldicos, 2012, págs. 125-142; cfr. esp. pág. 130, fig. 2. ISBN 978-989-97066-5-1

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Apéndice. DE VIRIS ILLUSTRIBUS CATALANIS.

APÉNDICE (1: Véase la pág. 134 del tomo XXVII o sea 1.° de Carbonell).

Códice de Gerona, fol. 62.

PETRI MICHAELIS CARBONELLI BARCINONIS PUBLICI NOTARII
DE VIRIS ILLUSTRIBUS CATALANIS SUAE TEMPESTATIS LIBELLUS INCIPIT FOELICITER.

Jhesus-Christus.

Posteaquam a Bartholomeo Fascio Genuense (Facio) oratore maximo de viris illustribus Italiae quedam commemorata fuere decebit igitur Catalanosaetatis nostrae viros utique illustres mihi eorum asseclae et conterranes peropportune enumerare. Quoniam tantorum Catalanorumingenio et sapientia praestantissimorum praeclara facinora atramento et calamo observari debere mihi palam videatur quorum quedam ex fracmentis contribuli mei Hieronymi Paulijurisconsulti excerpta quedam etiam a me aggregata fuerunt. Si qui in dies ocurrerint aut noviter postea phama excellent his si vita superfuerit adjicientur. Nunc autem ad rem venio.

Lucianus Colominius.

Lucianus cognomine Colominius natus est in insigni oppido quod vocatur Perpinianum situm in finibus Galliae Narbonensis prope Hispaniam et Pyreneos Montes. In quo oppido extat haud obscurum gymnasium ubi studiis liberalibus operam dedit postea transtulit se Valentiam in Hispania et Sethabim(Sétabis, Xátiva) postremo cecus effectus in maioresBalearium transffretavit et in Maiorica eius insulae clariore urbe quae olim ut creditur Palma dicta fuit. Decessit anno Domini Millesimo quadringentesimo sexagesimo. Composuit in carminibus grammaticae libros quattuor singulis eius partibus singulos atribuens libros et de Casu et fortuna librum unum Epigrammaque huiusmodi ad eius libros in principio inseruit.

Te tulit auctorem doctissima Perpinianus

Urbs aluit juvenem praeclara Valentia doctum

Ossa tenet tandem eius Balearica palma.


Joannes Lubetus Barçinonensis. (se encuentra con ç y con c)

Joannes Lubetus Barcinonensis celibem vitam elegit ingenio moribus et sanctitate clarus composuit logices librum unum et methaphisicae alterum de iure et regimine libros duos Epistolas que plures ad diversos sectatus est opinionem Lulii Maioricensis. Defunctus est apud Maiores Balearium in eius insigniori urbe honorifice est humatus. Decessit anno Domini millesimo quadringentesimo sexagesimo cuius sepulchro sequentia sunt subscripta epigrammata.

Terrea Joannis tenet hic lapis ossa Lubeti

Arte mira Lulli nodosa enigmata solvit

Hac eadem monstrante polo Christumque deumque

Atque docens liberam concepta crimine matrem

Ivit ad extremum solvens quodcumque tributum

Quem nos o Superi et nil iam caelestibus ullis

Debentem Seimus tua mania Sancta precamur

O Pater Omnipotens cum Sanctis vivat Amen.


Joannes Margaritus

Hierundensis(Gerundensis) Episcopus qui obiit Cardinalis.

Joannes Margaritus Hierundensis et eiusdem urbis Episcopus ex equestri prosapia originem trahens jurique pontificio deditus fuit accuratissime. Et cum litterarum studiosissimus semper extiterit quattuor memoratu digna volumina edidit primum haud expernendum quod Paralypomenon Hispaniae secundum Corona Regum tertium Sedes Regum et quartum Mariale appellatur. Is enim fuit sacrarum litterarum amator et qui facundiam animi virtutes humanitatem facilitatem morum suavitatem pietatem modestiam atque continentiam non mediocres obtinuit. Legationibus que praeterea ac summis honoribus Regiis functus Sacrae Regiae Aragonum Maiestatis ob morum integritatem doctrinae que praestantiam cum dignitate coniunctam Cancellariam adeptus est.

Ferrandus Valentinus.

Ferrandus Valentinus et Prior Dertossae (Dertosa, Tortosa, aún se pronuncia Tortosae) egregia phama pernotissimus extitit theologorum quoque ac declamatorum aetatis suae prope princeps fuit et Alfonso quarto Aragonum Regi percharus.


Jacobus (pone Jocobus) Paulus jurisconsultos.

Jacobus Paulus jurisconsultus pereximius fuit in Hispaniis et Italia phama ingenti percelebratus et inter omnes eius professionis hac in mea tempestate judicis meo clarissimus Barcinone editus est patre atque avo iam olim litteratis viris vitae fuit usquequaque integerrimae charitateque egregius sermone admodum jocundus brevis elegans venustus et clarus quique ob ingenii et doctrinae praestantiam assedit in Balearibus annis quattuor cuius perprudenti consilio Joannes II Aragonum Rex accuratissime usus est ac ab eodem eximia veneratione cultus extitit humanitatis ac sacrarum litterarum studia diligentissime exploravit. Apostillarum in Romana iura permagnum volumen claro ingenii acumine ac pensatissima aequitate venerandum luculentissime congessit ex quo magnam sibi laudem Romani juris perperit pleraque ex apostillis huius egregii Jacobi Pauli Bartholomeus Verinus legum interpres ac Balearicus vir prestantissimus transcribi fecit per scribam doctum Jacobum Garciam Regio Archivo apud Urbem Barcinonam prefectum anno Christi MCCCCLXXV (1475). Mortem obiit Barcinone idibus juniis anno Salutis MCCCCLXVI (1465) sub Paulo II.° Pontifice Maximo et Joanne II.° Aragonum Rege. De quo sequens epigramma laureatorum quispiam haud ineleganter edidit quod ab antiquis sumptum esse puto.

Hic Jacobus Paulus situs est: qui gloria iuris

Caesarei: magnum iubar in orbe fuit.

Hunc paulina domus: hunc Regis Curia lugent

Hunc sibi praereptum flet studiosa cohors.

Flete super quem similem nec prisca tulerunt

Secula: nec talem forte futura dabunt.


Joannes Ramundus Ferrarius.

Joannes Ramundus Ferrarius jurisconsultus et eques Barcinonensis in huiusmodi virorum cetu non immerito connumerandus est qui heroico carmine Mariae Suppremae Virginis laudes ac vitam magno volumine decantavit Christi etiam Dei nostri miranda facinora eiusdem generis carmine complexus est. Libros Aphorismorum Hippocratis (Hipócrates) et commentorum Galieni (Galeno) cum quibusdam a se additis metrice prescripsit quos in volumen maximum octomilia quingentos (8.500) versus continens diggessit carmina quoque multa in diversis voluminibus dispersa composuit soluta quoque oratione de laudibus scientiarum in uno volumine opus unum maximum per alphabetum divisum quod appellatur semita juris canonici. Epigrammatum praeterea epistolarumque ac librorum cuiusvis artis et doctrinae tam latino vulgarique idiomate quam in rhythmis metrice et prosaice magnam copiam contexuit.


Gabriel Clepesius Balearis.

Gabriel Clepesius Balearis vir sacris litteris apprime eruditus et declamator acerrimus humanitatis quoque studia coluit qui et celebris viri Luliiconterranei disciplinam sectatus est. Cuius sectae volumen unum edidit quod nuncupatur... (no lo puso.)


Ferrarius Berardus Balearis.

Ferrarius Berardus Balearis jurisconsultos vir fuit graecis et latinis ac barbaris etiam litteris eruditus.


Jacobus Gartias (sale más arriba Jacobum Garciam)

regius Archivarius qui fuit praecesor (predecesor) meus Petri scilicet Michaelis Carbonelli in officio Regii Archivi Barcinonensis.

Non praetermitendum censui Jacobum Gartiam Barcinonensem quamvis mihi et amicissimum et eodem scribendi diligentia ac studis coniunctum is est cui nostra Regio nec parem bonitate aut priscae fidei tenacitate aluit transcripsit fabre libros innumeros non tam obtime emendatos quam elegantissime exaratos. Studia quoque humanitatis ac artes omnes maxime coluit nec sacrarum litterarum ignarus grammatica presertim se oblectatus est. Codices multos est interpretatus emendavitque ac notavit. Terentium autem jamdiu corruptum magnis lucubrationibus et pertinaci diligentia solertissime emendavit. Patrias historias Aragonumque Regumgenealogias percalluit quippe et Archinotarius et Tabellio sacrorum scriniorum Regiique Archivi fuit. Cuius multe extant notationes et apostillae ad historias et grammaticam pertinentes quae a viris doctis non mediocriter approbantur. Mortem obiit ex pestilentia BarcinoneVI calendas octobris (in XXVI octobris) circa nottis medium anno christianae religionis MCCCCLXXV (1475) sub Sixto IIII pontifice maximo et Joanne II Aragonum Rege.

Hieronymus Paulus.

Jacobo quem diximus Paulo successit eius filius Hyeronymus Paulus jureconsultus impresentiarum vitam agens latinis ac graecis litteris praeditus qui in hoc numero non in postremis censetur Rerum antiquarum studiosus et doctus nec non studiis humanitatis deditus est. A poetarum quoque studio non abhorrenis (1: Dicimus abhorreo ab hac re ac si diceremus per quam alienus sum ab hac re nam semper in eius modi significatione ablativum exquerit: teste Torrellio nostro fol. XVIIII p. I.) Cosmographiae studiosus summopere. Epigrammatum historiarumque libellum haud sane ineleganti stylo edidit epistolas que alteram scilicet de Hispaniarum viris illustribus alteram de nomine et et origine catalanorum et quamplurimas alias epistolas in honore habitas L¡bellos etiam de fluminibus et montibus utriusque Hesperiae opus et elegans et perutile adhuc adulescenscomposuit. Tandem Romam urbem petere non desiit ubi Reverendissimi d. Roderici cognomento Boria Cardinalis Valentinensis(Rodrigo Borja, Borgia, cardenal de Valencia) XVII annis vel circiter familiaris continuusque commensalis extitit.
Et ipso Rodericohoc anno salutis MCCCCLXXXXII (1492) in cathedra Piscatoris sedente (Rodrigo Borja como Papa Alejandro VI, cadira, cadiera, cátedra, silla del pescador: Pedro apóstol y sus sucesores los Papas) Hieronymus quem praediximus quadam aegrotatione percussus ad suam matrem Barcinonem remeavit veruntamen Romae vitam agens situs Urbis Barcinonis aliarum Urbium et opidorum Cataloniaediligentissimus inquisitor fuit sic quod de ipso situ librum unum elegantissime edidit.


Bartholomeus Gerbius. (Bartomeu Gerp)

Bartholomeus Gerbius Leriae natus ex agro Valentino (Llíria) ubique christianorum notissimus Sacris litteris deditus admodum fuit astrologia doctissimus.

Bonia Valentinus.

Bonia Valentinus astrologorum et methamaticorum (matemático) huius aetatis Princeps.

Philippus Mealia.

Philippus Mealia Barcinonensis canonicus in sacris litteris educatus et conterraneus meus primo sacras litteras Ilerdae postremo Luthetiae in Gallia didicit. Is fuit quem Luthetia publice eas sacras litteras legentem in decimo octavo aetatis suae anno summopere admirata est. Composuit librum duobus voluminibus partitum qui christianus redemptus dignissime nuncupatur. Declamator etiam fuit acerrimus. Tandem quamplurima sermonum volumina edidit. Et de morte memoriae dominae Violantis Aragonum Reginae eiusque aneologia moribus et doctrina sermonem pergrandem nusquam tantis eloquiis exemplis et auctoritatibus elimatum mirabiliter congessit. Et quamquam in ipsius sermonis initio dolore ac laxitate ventris admodum opprimeretur tamen ob audientium pudorem ac illustrissimi funeris celebritatem obticere voluit. Itaque sermone peracto morbum contraxit et domum revertens cubile ocyus petiit et post dies duos ortodoxe mortem obivit.


Jacobus Ripullus.

Jacobus Ripullus primo publicus Barcinonis tabellio postea jureconsultus eiusdem Urbis Barcinonis filius poeta maximus fuit et rerum antiquarum quamplurimum emulus. Tolosanos flores in maternis rhythmis iam editos percallentissime commentatus est. Epigrammata multa versus cantilenas et plura opera tam latina quam vernacula lingua decantavit. Et ut memoria teneamus quid salubre gestum tanti viri comperitur epigramma quod edidit in laudem illustrissimae dominae Elionoris gloriosae recordationis Cypri Reginae a me hoc anno jubilei a nativitate Domini MCCCCLXXV noviter reparatum quoniam semideletum esset juxta altare Caenobii Sancti Francisci Barcilonisrepos tum hic inserere ut iacet non desinamus.


D. I. T.

(Deo uni trino.)

Epigramma illustrissimae dominae Elionoris Reginae Cypri que mortem obivit die vicesimo sexto decembris anno a nativitate Domini MCCCC XVII editum ab egregio viro Jacobo Ripullo juris professore Civeque Barcinonae.


Hic iacet Aragonum Regali stirpe creata

Elionor Regina Cypri: qua faemina maior

Moribus aut vita miti. probitate pudore.

AEvo nulla suo vixit. laudesque virorum.

Sub cute faeminea meruit. nam fraude perempti

Coniugis ulta necem : gnato sua regna redemit.

Praemia ceu sceleris patruus: que marte premebat.

Ergo decus vestrum virides deflete puellae

Plangite matronae viduae plorate pudicae.

Vosque favete viri lachrymis. fuit illa virago.

Supplicium terrorque malis. spes unica iustis.

Fortibus haec clypeum. miseris praestabat asylum.

Subsidium lapsis. placidum solamen egenis.

Hinc dos virginibus: captis redimenta dabantur.

Orphanus hinc fraudem vitare. hinc templa ruinam

Hinc illesa Deo pietas stetit. ergo beatam

Caelicolae teneant animam: sed marmora corpus.

Post duo iam noviesque novem: centumque bis acta

Lustra duo fugerent anni dum Regis ad ortum

Perpetui: longe solvit mors vincula vitae.

Joannes Ramundus Ferrarius iureconsultus Barcinonensis in laudem scriptoris.

Hos versus Petrus Michael Barcinonis ortu

Carbonellus item cognomine Scriba peritus

Scriptura pulchra docte reparavit et apta:

Ut qui priscorum rimator habetur acutus. (1: Et quare in calce huiusmodi operis ego praedictus Carbonellus meis expensis Reginam Cypri prefatam cum angelis sepulchro aliis que imaginibus pingi feci ibidem manu mea propria vaccinio colore nomen pictoris hoc modo scripsi. Haec Alfonsus magister Cordubensis fabre pinxit et fuit ipsum epigramma a me repositum apud caenobium divi Francisci Barcilonis die festo Ascensionis Domini anno jubileo a nativitate Domini MCCCC septuagesimo quinto.)

(palabras griegas) TEAOE. T+omega OE+omega AOEA.


Gabriel Canyelles.

Inter hos illustres viros haud omittendum aestimo immo maximo cum honore celebrandum Gabrielem cognomine Canyelles publicum Barcinonis ac Domus Consilii eiusdem Urbis tabellionem egregium cuius memoria ob eius doctrinae praestantiam apud Barcinonem et etiam Cataloniamperceleberrimus habetur tantus vir erat doctus et probus non modo in tabellionatus officio arteque notariae sed etiam oratoria facultate et omnibus quae in hac vitae peregit. Quicquid manu sua scripsit litteris pulcherrimis et docte factum censetur. Grammaticus eximius fuit. Formulas artis notariae magno ingenio et claro pernotavit eius formulis plerique doctiores tabularii famosissime utuntur ex quibus pleraque formularia diggesta fuere. De tribus partibus in quibus ars notariae consistit breve compendium scripsit quod Vade mecum appellavit.


Códice de Gerona fol. 242.

Petrus Michael Carbonellus Joanni Villario eloquentissimo P. S. D. Quanto studio ac diligentia nostrorum Principum genealogias nudius certius perscrutatus sum vix dicere vales. Sive non latet te admonuisse videor quod aliquid primorum comitis Barcinonii et Aragonum ac Siciliae Regum a quibus parentibus et familia ortum traxerant scripserat forte nemo. Estque rei veritas palam haec genealogias istorum principum non unas sed binas ternas et quaternas partim vulgo et partim latine decerptas penes quospiam mihi necessarias comperi quibus perlectis minie me in eisdem legisse quod Remiro Rex Aragoniae primus in recta linea descendendo ab divisione Regni Cantabriae citra descriptus est huscemodi nominis primus Sanctii magni Regis sive imperatoris filius. Qui quidem Sanctius gnatam Regis Castellae cognomento Maiorem vel Geloyram in uxorem duxit et patrias leges furos appellatas (fueros) statuit et dominabatur Cantabriae et Aragoniaenec minus aliorum Regnorum quae avus suus Sanctius Avarca(Sancho Abarca) cognomento conquisierat.
Is etiam Sanctius Magnus quatuor genuit filios videlicet eum Remironem a quadam nobili domina de Aynar et tres scilicet Gartiam Ferrandum et Gondissalbum ab uxore sua Geloyra. Sed redeo ad Remironem a quo digressus eram quem fratribus suis memoratis vita functis nullos que heredes in Regno relinquentibus populus et nobiles ob eius Remironis ingentem nobilitatem 
probitatem et praeclara facinora quae gesserat (nam clarus consilio clarus honore fuit) in Regem Aragoniae elegerunt qui matrimonium postea contraxit cum Ermesende filia comitis Bigorrae et ex ea filios duos Sanctium et Gartiam in lucem edidit. Is autem Rex fuit victor acerrimus in Sarracenos quos vehementi animo saepius debellavit. Alia complura mirum in modum ab eo gesta litteris mandassem nisi vererer aures tuas prolixitate obtundere. De Guifredo nanque primo Barcilonis comite quibus parentibus et qua familia ortus fuerit humanitati tuae aliquid premere nequeo quum certo scias in aliqua ex genealogiis nihil de hoc sit sermo. Nam eius Guifredi parentes et familiam quando quidem antecessores nostri ignorarunt et nos etiam ignorare convenit. Et de his quidem satis. Postremo magna me affeceris non modo laetitia set etiam quodammodo gloria si binis litteris meis quibus usque hac non respondisti eximia tua eloquentia cum animi ilaritate coniuncta et quid circa genealogiae tabellam meam sentis (an aliquid annotatione dignum desit) respondere curaveris. Quo ut facias te vehementer etiam atque etiam obsecro. Gnatum meum admonui ut huiuscemodi epistola reddenda et in omnibus comitate tibi assurgat si id fecerit nec ne mi reddas certiorem cupio nam ipsum gnatum bene moratum ac urbanum fore nam recolo me apud Juvenalem Satyra XIII comperiisse Credebant quod grande nefas et morte piandum si juvenis vetulo non assurrexerat et si barbato cuicumque puer licet ipse videret. Plura domi Farra et maiores glandis acernos. Et alibi eadem satyra Mobilis e varia ferme est natura malorum quum scelus admittent superest constantia quod fas atque nefas tandem incipiunt sentire peractis criminibus tamen ad mores natura recurrit. Dam natos fixa et mutatur nescia nam quis peccandi finem posuit sibi et cetera cuius Juvenalis hanc doctrinam summis laudibus extollendam non solum me sed posteritatem meam assequi cum laude glisco. Haec licet perscrutatior et doctior me scias tamen (ut animus tuus me in his oblactare et quitquam sentire ac dicere intelligat) longiorem esse decrevi quod si tibi displicuerit ignosce quaeso. Vale et me tantum ama quantum te a me amari intelligis. Apud coloniam Faventiam IX calendas julias anno jubileo 1475.

Joannes Villarius P. M. Carbonello salutem. Quoniam vix ocii quicquam mihi superesse conscius essem statueram Petre optime litteris aliquandiu abstinere. Verum enim vero cogunt me litterae tuae facere praeter institutum nedum innitant quonam pacto quum te tam liberalem scribendo conspiciam maxime abs te rogatus abstinere possim par pari refferre ni forte ut Virgilius jusit dura silex extem aut marpesia cantes. Quod vero tam accurate de ortu dominorum Principium eius orae Celtiberiae quam nunc Aragoniam vocitamus scribis habeo gratiam. Caeterum quod ais nihil esse a maioribus nostris memoriae proditum de priore Guifredo Comite Barcinonio qua familia quibus parentibus originem traxerit demiror quidem et simul veterum incuriam censeo accusandam. Non enim decuit tanti principis parentes et familiam silentio praeterire nisi forte eo id factum esse putemus quod obscuri essent et indigni memoria. Sed sane ut cunque res ipsa sese habeat decuit scriptorem absolutam perfectam doctrinam posteris tradere. Nam si obscuri fuissent laus ingens tam illustrem sequebatur principem quod suis gestis floruisset ac maioribus suis initium memoriae suae dedisset et posteris tantae tamque expectatae nobilitatis initium et virtutis exemplum fuisset. Sin vero clari quod rerum gestarum gloriam nobilitatem a parentibus sibi relictam adeo auxisset tantusque Princeps utpote Comes Barcinonius creari meruisset sed veterum incuriam missam faciamus tu vero si quando post hac quicque dignum fide compertum habueris ut me compotem facias vehementer obsecro nam idem parque me facturum fidem tibi astringo meam. Et quamvis nunc quidem nostro non favebit fortuna labori favebit forte aliquando post hac freti ut poeta inquit meliore lapillo in tabellam tuam quaeque notanda putavi ea verbotenus depromere tibi constitui etenim si quecunque fert animus litteris mandem tantum epistola crescet ut tibi legenti fastidium mihi autem scribendi tedium proculdubio sit allatura. Praestare igitur existimari stilum cohibere et pariter vestrum levare laborem. Quod litteras meas tantopere laudas Virgilii suavissimos versus responsi loco accipe. Nam neque Varra (Varron) nomen videor neque dicere tynam digna set argutos interscrepere ancer olores. De tuo gnato quod scribam habeo nihil praeterquam quod ea est modestia et indole que abs quovis aetatis suae bene composito beneque morato desyderari possit. Dii illum tibi secundent. Vale V calendas julias.


Fol. 243.

Petrus Michael Carbonellus Joanni Villario P. S. D.
Nescio vir egregiae ac mocte virtutis quae natura quaeque adamatio me teneant tantopere obvolutum ac circundatum ut res bellissime gestas atque oratorias non modo loco uno sed etiam multis annotare studere et scribere compellar forte fit quandoquidem coniectamus
 suavitatem et elegantiam nos assecuturos praecipue quae ab illustribus viris scripta comperiuntur ego vero id unum tibi dicere ausim quod licet sum re uxoria captus et re familiari maxima his in fluctibus honustus redditibusque privatus et multis implicitus laboribus atque tediis quae jam pati vix nequeo (nisi Dii faveant) tamen dies noctesque nihil aliud agere cupio nisi virorum illustrium doctrinam acquirere et nihilominus scribere semper et legere quae mihi solatia sunt ingentia quae potest igitur esse (ut testatur ille vir eloquentissimus Petrus Paulus Vergerius justinopolitanus) vita incundior aut certe commodior quam legere semper aut scribere et novos quidem existentes res antiquas cognoscere praesentes vero cum posteris loqui atque ita omne tempus quod et praeteritum est et futurum nostrum facere. O praeclaram suppellectilem librorum in quam ut nos et o iocundam familiam ut recte Cicero appellat utique et frugi et bene morigeram non n. obscrepit non inclamat non est rapax non vorax non contumax nissi loquuntur et item nissi tacent semperque ad omne imperium praesto sunt a quibus nihil unquam nisi quod velis et quantum velis audias ego igitur quoniam nostra memoria non est omnium capax ac pan corum quidem tenax et vix ad singula sufficit secundo memoriae loco habendos asservandosque censeo. Nam sunt littere quidem et libri certarum rerum memoria ac scibilium omnium communis apotheca et cetera. Propterea recte dicendum puto quod a natura inest semper inest is ergo talis sum quod alius esse non possum. Vereor equidem ne tibi litterae mee fastidium contulerint quod si fecerint queso (quaeso) admodum insinuare digneris. Nam id agendum censeo non arrogantia aliqua sed (ut praedixi) circa epigramma libelli epistolarum nostrarum exercitationis quidem honestae et oblectamenti gratia. Hoc etiam super addo ut tuae que accumulatissime satisfaciam voluntati. Placeat ideo mi praeceptor suavissime quod si mea tam disperse scripta tedio seu fastidio tibi sint palam loqui cures et me tibi obsequentissimum instruere et corripere non erubeas quoniam a tua doctrina mirifica nusquam abhorrere statui. At de his quidem hactenus. Littere tuae verborum et sententiarum coloribus referte mihi redditae fuere praeclara multa virgiliana et alia commendatione digna quae mihi voluptati fuere et eorum non immeritam tibi habeo gratiam. De Guifredo prima Barcilonis comite pleraque in diversis eius genealogiae codicibus antiquissimis perscrutari non desini tandem nihil illius parentum et familiae compertum habui. Verumenimvero hoc exploratum habeas quod is Guifredus fuit primus Comes Barcinonius et miles gloriosus dominusque Castri Arriani siti juxta oppidum vulgo appellatum Villamfrancam Confluentis (Vilafranca, Villafranca, Villafrancha, Vilafrancha de Conflent) qui apud Comitatum Cerritaniae (condado de Cerdaña) editus est a quo alii postea Barcinonenses Comites descenderunt. Receperat autem comitatum anno Domini DCCCXL (840) ab Lodovico francorum Rege filio Charoli cognomento Magni francorum Regis (Carlomagno) et nepotis sive net Pipini francorum etiam Regis patris eius Charoli. Et qui Lodovicus ditioni suae subjitiens urbem Barcinonam et fere Cataloniam totam quas tunc Sarraceni occupatas tenebant prefato Guifredo quem preclara fama et actus strenui eidem Lodovico notum fecerant regendas comisit. Quippe quum comitatum Barcinonium is Guifredus per diversa curriculorum tempora quiete et sapientissime gubernasset Pater Patriae cognomento appellatus est et vita functo dicto Lodovico anno Domini (falta la i) DCCCXLI (841). Successit e¡ in Regno Charulus cognomento Calvus (Carlos el Calvo) qui Barcinonium Comitatum memorato Guifredo confirmavit. Si haec voluptati tuae non satisfecerint per te ipsum genealogiarum et vetustissimorum codicum volumina in quibus quitquam reconditum super hac re comperiri poterit accuratissime perlegere non negligas etiam volvere et revolvere donec saturitati feceris satis. Hec citra fastidium impresentiarum relinquamus et hesitationem (1: Haec hesitatio in me Carbonello non existit sed sciens eam hic inserere curavi adeo ut dicto Villario rescribendi causa essem. ) meam quam in hoc nomine Getae insitam habeo quod significet quo verbo populo originem traxit limpidare (limpidare non est latinum sed limpidus i. clarus nitidus non limpidare sed promere dicito studeas.)

Hoc testatur Ovidius XVIII epistola lib. II de Ponts. Nulla Getis toto gens es truculentior orbe. Et lib. V tristium multa de illis prosecutus est. Rursus velim vir doctissime tibi persuadeas nihil me maiore studio a te petere nihilque te mihi gratius facere posse quam huius verbi expositionem ut ad me mittas et ut facias vehementer te hortor et obsecro. Ego sane quae te velle queque ad te pertinere arbitrabor omnia diligenter studioseque curabo. Et ne longior sim vale et me ut facis ama. Apud Coloniam Faventiam (2: Colonia Faventia est Urbs Barcinona.) ubi tabernam notulariam foveo IIII calendas julias anno jubileo.

Fol. 244 y 245.

Petrus M. Carbonellus Joanni Villario viro quidem perfacundo salutem P. D. quid litteris meis responde a ... heri apud tabernam Scribariam meam dixeras te respon... si hoc illius nominis Getae expositionem comperuisses leg... Torrellem qui huiusce nominis meminit Getae populi fuit Traciae ut dixit Plinius naturalis historiae etiam Appianus insignis historicus graecus dixit Gete sunt quos Dacos vocant non nulli vero illos esse affirmant quos iam Gotos vocamus. Salustios vero referente Servio super VII. AEneidos dixit illos esse Mysioset a Lucillo superates. Accipe igitur vir suavissime huius verbi expositionem adeo ne a litterarum exaratione abstineas. Reponde responde igitur vir humanissime et quae a me scripta sunt improbare aut approbare (si ea digna vel indigna videantur) quam otissime studeas. Vale apud portale novum (portal nou) Urbis Barcinone ubi pro custode hoc die (ne Valentini et Maioricenses quos pestis maxima obruit hanc Urbem ingrederentur) Magistratus huius Urbis me delegit V iduum julii anno jubileo quam raptissime.

(Continuará...)