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viernes, 27 de agosto de 2021

Geroni Rosselló, pobre mare, Victor Balaguer

¡POBRE MARE!


(Á n'en Victor
Balaguer
)





Baix del llorer que la tempesta esbranca,  Espallissada jau;  La sanch li brolla, l'esperit li manca,  Tròssos lo sceptre de ses mans li cau.


Baix del llorer que
la tempesta esbranca,


Espallissada jau;


La sanch li brolla,
l'esperit li manca,


Tròssos lo sceptre
de ses mans li cau.





Lo lleó a sos peus,
tot pres d'ardenta febra,


Ne llança trists
udols,


Y l'espantosa nit
desentenebra


De los incèndis la
claror tan sols.





Trona el canó,
espurnetjan les espases,


S'ouen de lluyta els
crits;


Fer el germá al
germá, les bales rases


Murs enderrocan per
gegants bastits.





¡POBRE MADRE!


(A D. Victor
Balaguer
)


Acongojada y
andrajosa yace a la sombra del laurel que desgaja la tormenta:
brótale la sangre; su espíritu desfallece; de sus manos le cae
hecho pedazos el cetro.


Postrado el león a
sus pies y devorado por ardiente fiebre, lanza tristes ahullidos:
envuélvenla de una noche espantosa las tinieblas, rasgadas tan solo
por el siniestro resplandor del incendio.


Truena el cañón,
centellean las espadas, escúchase el grito feroz de la lucha: asesta
el hermano contra el hermano su arma homicida: las balas rasas
derrumban los muros altivos que levantó una raza de gigantes.





Cáuen los márbres de les arts jolies,


Bèfanse els antichs
reys;


Renechs de Deu y
folles flastomies


Dins lo temple
ressonan de les lleys.





Les fulles santes de
gloriosa historia


Rompen irades mans;


S'endevallan los
prous, munta l'escoria,


La virtut calla y
cridan los vilans.





Del nòm de pátria
y de la fe s'en riuen,


Perque lo mon
s'esbuch;


Y, vils, de
“germandat” lo mot escriuen


En lo punyal traidor
y en lo trabuch.





Ruïna y sanch
escampan a mans plenes,


Portant per tot
l'esglay;


Cridant la llibertat
forjan cadenes,


Perque envilida no
respires may.





¡Ah, mare de mon
cor! ¿qué fas?¿qué esperas?


Alsa't! alsa't al
punt!


Si no açòtas ades
aqueixes feras


¿Quí may com tú
caurá de tan amunt?





Ton lleó afua'ls
qu'als alarbs afuares,


Y fibble 'ls que son
sorts:


Arrera els vils que
't volen fer de pares,


Y no han sigut per
tú sino fills borts!





Caen las estatuas labradas por el cincel primoroso del arte; béfase
la memoria de los antiguos soberanos; resuenan en el sagrado templo
de las leyes desatentadas blasfemias, y los votos impíos con que se
reniega de Dios.


Iracundas manos
rasgan las hojas santas de nuestros fastos llenos de gloriosos
hechos: sucumben los buenos y sube ensoberbecida la escoria: enmudece
la virtud, y vocean revoltosos los villanos.


Riénse de la
fé, escarnecen el nombre de patria paraque el orbe se hunda,
y escriben, los muy viles, la palabra “fraternidad” en la hoja
del puñal traidor y en el cañón del trabuco.


Esparcen a manos
llenas la sangre y la ruina, infundiendo por do quiera terror y
espanto; cadenas forjan al grito santo de libertad, para que
envilecida no puedas nunca alcanzar respiro.


¡Ay, madre de mi
alma! ¿qué te detiene? ¿qué esperas? Levántate! levántate sin
demora! Si pronto no azotas esos tigres ¿quién como tú habrá
caído de tan alto?


Azúzales tu fiero
león, el león que azuzaste al atrevido agareno! Azota el rostro de
los que son sordos a tus clamores! Atrás, los villanos, que
mintiendo ser tus padres, no fueron para ti sino hijos
espúreos.





Fills borts los qui lo plom y la metralla


Ne fonen p'el cor
teu,


Y encenen la
discòrdia y la baralla,


Fent bèfa del qui
creu, reptant a Deu.





Fills borts los qui
ton blau mantell fan tròssos


Tot prometent el bé,


Y creman la suor de
los teus òssos,


Per fer llum a lo
jou qui ja s'en vé.





¿Y ets tú la qui
d'infern les negres portes


Dexas obrir p'el
mal?


¿Ets tú, ma mare,
qui 'l flagell comportes


D'exa maynada que te
fá el dogal?





Tú qu'estampares
tes glorioses gestes


Del mon entre els
recòrts,


¿Soffers que te
desparen les ballestes


Los que fan son
blassó de los seus tòrts?





¿Voldrás que caiga
la geganta torre


Que açí ta gloria
es feu?


Tú qu'ab ton eyma y
ab ton alt discorre


Un mon trobares,
sols sabut de Deu?





¿Voldrás que
l'host del mal, qu'el mal agrupa,


Aport ton ganfanó?


Que en lo teu front
altiu tothom escupa,


Com en vil dòna qui
no té perdó?





Espúreos, sí, los que funden el plomo y la metralla para desgarrar
tus entrañas; los que la discordia atizan y la pelea, escarneciendo
al que cree y desafiando al mismo Dios.


Espúreos, sí, los
que hacen trizas tu rico y glorioso manto, prometiendo la ventura;
mientras queman el sudor de tus huesos, para alumbrar a los que
vienen a uncirnos el yugo.


¿Y eres tú la que
dejas abrir las negras puertas del averno para que el mal nos
aniquile? ¿Eres tú, madre mía, la que sufres el azote de esa
gavilla indigna que te prepara el dogal?


Tú, que grabaste
tus hazañas inmortales entre los más altos recuerdos del mundo,
¿sufres que asesten las ballestas contra tu pecho, esos descreídos
que hacen su blasón de sus mismas infamias?


¿Permitirás que se
derribe la torre gigantesca que en tu suelo levantóse la
gloria, tú que con tu pensamiento y con tu genio supiste encontrar
un mundo cuya existencia solo Dios sabía?


¿Permitirás que la
ominosa hueste del mal, que para el mal se conjura, sea la que ondee
al viento tu gloriosa enseña? Que en tu altiva frente escupan las
naciones, como en vil mujer indigna de perdón?






Lo llamp de ta ira que esglayá la terra


Branda, mare del
cor!


Branda'l valenta per
combatre l'erra!


¡Guarda que t'honra
calçigada mor!





¿Qué fás? ¿qué
esperas? ¿lo teu braç se cança?


¿Ahont son tos
fills lleals?


¿Per no exir mes
s'es posta l'esperança


A dins l'avench sens
fons de los teus mals?





¿D'entre la cendra
les cremades paumes


No veurem reverdir?


¿La patria dels
Pelays, dels Cids, dels Jaumes,


Per la má de
butxins ha de morir?





Recorda't que en las
Navas a tes ires


Caigué el sarrahí
espirant;


Recorda't que ab
sanch turca ne tenyires


Les barbullentes
ones de Llepant.





Que has fet
recorda't a mitj mon de mare,


Ta fe espargint per
tot;


Qu' a lo gegant del
setgle feres care,


Tallant a son llorer
el millor brot.





Que lo trepitx de ta
valenta tropa


Estremia els dos
mons,


Y en tú fixats los
ulls, la vella Europa


Signava ton voler de
jonallons
.





Esgrime, madre del alma, esgrime el rayo de aquella noble ira con que
en otros tiempos pusiste en espanto la tierra! Esgrímelo valerosa,
para confundir tanta mentira! ¡Mira que la muerte amenaza hoy tu
honra ya pisoteada!


¿Qué te detiene?
¿qué esperas? ¿se cansa tu brazo inerte? ¿En dónde están tus
leales hijos? ¿Acaso para no rayar nunca más se hundió tu
esperanza en el abismo sin fondo de tus males?


¿Ya nunca han de
ver nuestros ojos reverdecer las abrasadas palmas de entre la ceniza?
¿La patria de los Pelayos, de los Cides y de los Jaimes ha de morir
a manos de esa horda de verdugos?


Acuérdate de que a
tus iras cayó espirante en las Navas el poderoso agareno; acuérdate
de que enrojeciste con sangre turca las ondas turbulentas de Lepanto.


Acuérdate de que,
como madre, abrigaste medio mundo bajo tu manto glorioso, esparciendo
por do quiera la luz de tu fé; que hiciste frente al gigante del
siglo, segando la rama más preciada de su eterno lauro.


Que el paso de tus
huestes valerosas y aguerridas estremecía los dos hemisferios de la
tierra; que la vieja Europa, fijos en ti los ojos, suscribía de
rodillas a tu voluntad.





Mes ay, tú callas: l'angoxosa pena


Estrengola ton cor!


No hi ha esperança
de virtut ni esmena,


El crit de l'ira
ofega lo teu plor.





Dins l'ombra negre
qu'escampá el deliri


Negú hi veu ni
s'entén;


Fan per ton front
corona de martiri,


Forjantla al foch de
l'òdi que s'encén.





Per la matzina que
te fou donada,


Triaca prou no hi
há;


Tota 't dessangras,
y en ta faç nafrada


Son trist sagell la
mort hi estampa já.





Y de lluny miran ta
pipella closa,


Lo teu badall
darrer!


¿Quí sap lo que
demunt ta negre llosa


Vendrá a axecar la
má del estranger?





Mes no; desperta't
com abans tan alta!


Mògue'ns ton dolor
greu!


Si per salvarte
l'esperit ens falta,


Ab fe y mans juntes
demanémlo á Deu.

____



Mas ay! tú enmudeces: la pena y la congoja te prensan el corazón.
Perdiste ya la esperanza; no crees ya en la virtud ni en la enmienda
de los que así te ultrajan: el grito de la ira ahoga tus ayes y tu
llanto.


Entre la negra
sombra con que te envolvió el delirio, nadie sabe a donde va, nadie
se entiende: fúndese una corona de mártir para tu noble cabeza, y
la funden al fuego de los odios que por momentos crece.


No, no hay triaca
salvadora para el mortal veneno que a beber te dieron. Ah! te vas
toda desangrando, infeliz, y en tu rostro herido ha estampado ya la
muerte su triste sello.


Y en tanto de lejos
observan como cierras tus párpados, como exhalas tu postrer suspiro!
¿Quién sabe lo que vendrá a levantar sobre tu negra losa la mano
del estranjero?


Mas no: levántate,
como antes sube al pedestal de donde has bajado. Muévanos la
intensidad de tu dolor. Si nos falta aliento para salvarte, llenos de
fé y con las manos juntas, pidámoslo a la misericordia de Dios.


____

domingo, 12 de enero de 2020

Épila, Ángel Valero Algora, conde de Monte Negrón

ÉPILA AL EXCMO SR. Dn ÁNGEL VALERO Y ALGORA CONDE DE MONTE NEGRÓN
GRATITUD
Copia del Acta de 6 de septiembre de 1885.

En la Villa de Épila a 6 de septiembre de 1885. Reunidos en la Sala de Sesiones de la Casa Consistorial bajo la Presidencia del Sr. Teniente 2º Alcalde ejerciente: Don Ponciano Bernadaus, los Señores: Don León Trasobares Don Pascual Saló, Don Ramón Bellido, Don José Sanjuán, Don Felipe López, Don Toribio Egea, Don Pelayo Bernadaus, Don Ramón Egea, Don Pablo Ibáñez, Don Mariano Romanos Cazaña, Don Florencio Sariñeña, Don Gorgoño Bella, Don Miguel Cabeza, Don Juan Ondiviela González, Don Vicente Ripa, Don Pascual de la Muela, Don Julián Albera , Don José González, Don Faustino Sola, Don Manuel Rodríguez, Don Jaime Villanueva, Don Martín Gaspar, Don Nicolás Farjas, Don Pedro López Martinez, Don Francisco Soler, Don Tomás Aguirre, Don Manuel Va Navarro, Don Conrado Espiago, Don Margarito Gormán, Don Sabino Farjas, Don Marcelino Bernadaus, Don Florencio Alonso, Don Francisco Rodríguez, Don Mariano Gaspar, Don Cándido Sanz, Don Pascual Llanas, Don Calixto Ferrer, Don Faustino Cortés, Don Miguel Barraqueta, Don Andrés Langarita, Don Manuel Latre, Don Antonio Domingo, Don Romualdo Huerta, Don Julián Roncal, y Don Pedro Estrada. De todos que componen el Ayuntamiento, asamblea, municipal, junta de sanidad sus asociados y la mayoría del doble del numero de contribuyentes de esta población el señor presidente declaro abierta la sesión extraordinaria de este día para la cual habían sido convocados por medios de papeleta. Acto seguido se oyó en los labios de la inmensa mayoría de los asistentes un nombre siempre respetable el de un hijo de la villa que es el primer contribuyente el excelente Conde de Monte Negron Don Ángel Valero y Algora, Senador del Reino de la Corona se recordaran los inminentes servicios que presto por la inminente honrosa invasión colérica que por fortuna a cesado y fueron declarados importantísimos de utilidad prima y superiores a todos encominio porque inspirado dicho señor en las tradiciones de dicha familia y en el amor a su pueblo natal se coloco desde el principio de la epidemia incondicionalmente a la disposición de la localidad para que para cuando pudiera ocurrir con su posición social actividad influencia y dedicado empeño suministro cuantiosos recursos para necesidades sanitarias y proporciono médicos hermanas de la caridad practicantes y cuanto fue necesario para auxiliar al Ayuntamiento Junta Municipal, Junta contribuyentes de la beneficencia y sanidad secundando los deseos de todas corporaciones y hasta anticipándose a ellos a tal punto que la población entera se haya por cuanto de todas maneras ha hecho en bendición de la misma palpitando en ella y en todos el deseo de darle una muestra publica de reconocimiento y gratitud este ayuntamiento y juntas interpretando dicho sentimiento y queriendo darle a dicho señor una prueba de este deseo consignada en acta acuerda unaninamente: 1º Declararlo como lo declara al expreso Señor Valero y Algora hijo predilecto de esta población. 2º Que su nombre se ponga en una lapida del salón de sesiones con la siguiente inscripción Al excelentísimo Señor Don Ángel Valero y Algora Conde de Monte Negron hijo de esta Villa como recuerdo de agradecimiento de la misma por la invasión colérica de 1885. Épila 6 de Septiembre de 1885. El ejerciente Ponciano Bernadaus por acuerdo del Ayuntamiento y de la Junta, Maximino Echeverría 3º A fin de que su titulo conste en una de las calles de esta población personificado en su esposa la excelentísima Señora Doña Luísa García de Orue Condesa de Monte Negron y su querida hija la Señorita Doña María Rosario Valero y garcía la parte de la calle larga que medio desdé la puerta del Pensamiento a las cuatro esquinas en cuyo trayecto es esta la casa palacio de tan distinguida familia, acuerdan esta lleve el nombre de la calle de la condesa de Monte Negron, Así mismo se acuerda que la copia litografiada de esta acta se entregue a dicho Conde como testimonio del agradecimiento de este pueblo y cuando dicho se venga a esta población y puniéndose de acuerdo con el mismo le haga saber por la determinación por medio de la atención oficio suscrito por la alcaldía, no teniendo otro objeto la convocatoria se termino la sesión que firma los señores que saben y por los que no el secretario que certifico: Don León Trasobares, Don Pascual Saló, Don Ramón Bellido, Don José San Juan, Don Felipe Lopez, Don Pelagio Bernadaus, Don Nicolás Farjas, Don Mariano Romanos, Don Martín Gaspar, Don José González, Don Pedro Lopez, Don Florencio Alonso, Don Ramón Egea, Don Francisco Soler, Don Tomas Aguirre, Don Manuel Va, Don Juan Ondiviela, Don Conrrado Espiago, Don Martín Don Gaspar Cándido Sanz, Don Pascual Llanas, Don Julián Albera, Don Jaime Villanueva, Don Manuel Rodríguez, Don Faustino Sola, Don Miguel Barraqueta, Don Manuel Latre, Don Andrés Langarita, Margarito Guzmán, Corbán Sabino Forjas, Pablo Ibáñez, Antonio Domínguez Pascual de la Muela, Romualdo Huerta, Julián Roncal, Pedro Estrada, por acuerdo de los excelentísimos Don Ponciano Bernadaus Don Toribio Egea Don Gorrino Villa así consta en el libro de de sesiones que obra en secretaria. Firmado por: Don León Trasobares y Don Maximiliano Echeverria.

 
https://epilaconsuhistoria.blogspot.com/2020/01/epidemia-de-colera-1885.html





COMENTARIO de Alberto Fernando Allepuz:
Manuel Ballarín Aured En 1933, la calle de la Condesa, que antes se conocía como del Purnillo, pasó a llamarse calle Biesa. Según consta en el acta del pleno del ayuntamiento del 6 de enero de 1933, Alejandro Biesa era una “persona que en tiempos vivió esta villa, militaba en el partido Republicano, el cual, por defender a la clase obrera, fue vilmente asesinado”. Biesa, al que dieron muerte en Épila en febrero de 1864, había levantado el molino harinero de San Agustín en 1843.

lunes, 13 de julio de 2020

Capítulo LI.


Capítulo LI.

En que se escribe la vida de Armengol de Moyeruça, octavo conde de Urgel.

No pasó mucho tiempo después de la muerte de Armengol de Gerp, que el conde, su hijo y heredero, por estar, según dice Francisco Rades de Andrade en la Historia de Alcántara, desavenido con el rey de Aragón, se pasó a los reinos de Castilla, con el rey Alfonso, a quien su padre en el testamento le había encomendado, y allá se casó de su mano con doña María, que el obispo de Pamplona llama Estefanía, hija de aquel esclarecido varón, el conde Pedro Anzures, señor de Valladolid, conde de Carrión y Saldaña, señor de Ribera y Cabrera, en Galicia, y de otros muchos pueblos y lugares de aquellos reinos, varón de gran linaje y calidad. Dióle en dote la célebre villa de Valladolid, que él había en mucha parte reedificado, como lo testifican la iglesia mayor, puente y hospital, que son obras y edificios suyos.
Fue este casamiento antes del 21 de mayo del año 1095, porque dice Argote de Molina que en el dicho día fundó y dotó este conde Pedro Anzures la iglesia de Valladolid, como consta por escritura original que aquella iglesia tiene, cuya copia vio aquel autor en poder del maestro Ambrosio de Morales, en la cual son confirmados el conde don Fernán Ruíz de Castro; don Armengol, conde de Urgel, y el conde don Alvar Fañez Minaya, todos tres yernos del conde don Pedro Anzures. Quedó este conde de Urgel allá toda su vida, sirviendo a los reyes de Castilla y de León, y así por alguno es llamado y conocido por don Armengol de Valladolid. El infante don Pedro de Portugal, en sus Genealogías, le llama don Hungel de Valladolid, y cuenta de él un hecho muy famoso y de gran proeza, que fue llegar a arrancar las aldabas de las puertas de Córdoba, que, como queda dicho, era la más principal ciudad de los moros, donde tenían sus reyes la silla y corte, y a pesar de ellos, las arrancó y se las llevó a su villa de Valladolid, y las puso en la iglesia de Santa María, la Antigua, donde el referido don Pedro afirma que estaban aún en su tiempo, que era cerca del año 1300. Verdad es que el padre fray Jaime Bleda, en su Historia de los moros, refiriendo este hecho, recibe equivocación en el año y en la persona; pero afirma que estas aldabas eran de la mezquita mayor de Córdoba, y estaban en las puertas de Nuestra Señora la Antigua de Valladolid.
Todo el tiempo que estuvo ausente dejó en el gobierno de sus estados un gobernador, con título de vizconde; que así llamaban en estos tiempos a los tales gobernadores, y era dignidad después de la de conde, y presidía en la ciudad o lugar más principal del condado, y estaban a su cargo las más principales fuerzas, y era como lugarteniente y alterno del conde, representando su persona, y tenía sus veces en el gobierno y administración de la justicia: dícelo Calsa en su Cataluña, por estas palabras:
Et titulus hic omnia vicecomiti tribuebat quae erant comitis, comite tamen absente, praesente vero comite, multa quidem vicecomitis erant ipsius jura, nam in bello, praesente comes stabularius; y más adelante dice: Summus ergo imperator omnium in bellis in Catalonia post comitem vicecomes erat; y en los más autos de estos tiempos, después del conde solía meter su firma el vizconde. Algunas veces era por tiempo, y otras hereditario, como lo fue * Udalardo, que casó con Riquelda, hija de Borrell, conde de Barcelona, y en el otro Udalardo Bernardo, que fue en la ordinación de los Usajes, y Gelaberto Udalardo, su hijo, que fueron todos vizcondes de Barcelona, y en esta ciudad tenían su palacio, en el lugar que hoy está la cárcel, cuyas eran las dos torres, que permanecen y llamaban el castillo viejo vizcondal; y de estos vizcondes de Barcelona descienden los condes de Santa Coloma de Queralt.
Era entonces muy poderoso en España un linaje de moros que llamaban almoravides, y eran venidos de África, llamados de los moros de España para que les valieran; pero hiciéronse en pocos años tan poderosos, que dieron harto que entender a todos los reyes de ella. El rey don Alonso de Castilla era más molestado de ellos, y hacía todo lo que podía para sacarlos de sus reinos, y vengar los atrevimientos de Janer, su caudillo, hizo grandes juntas, que cuentan los autores que escriben las cosas de Castilla. El conde Armengol fue con trescientos caballos a servir al rey Alonso; los moros tenían buenos espías, y sabían lo que pasaba en nuestro campo mejor que nosotros en el suyo, y tenían entendido que los cristianos habían de pasar junto a Emerita: armáronles celada, e ignorantes cayeron en ella; peleóse gran rato, y perecieron entre otros muchos el conde con sus trescientos caballos. Tomaron de este suceso tan grande ánimo los moros, que pensaron en volver a su antigua pujanza, y negaron los tributos y parias que hacían a los cristianos.
Este suceso, aunque en breves palabras, refieren las memorias del monasterio de Ripoll de esta manera: Successio filius ejus Ermengaudus de Moyeruca, qui ideo sic vocatur, quia in loco qui dicitur Moyeruca cum serventis militibus et multis aliis christianis sub almorabitis interfectus est, sub tertio Raymundo Berengario, comite, anno Christi 1102. Vixit undecim annis in comitatu.
Zurita, en sus índices latinos, no parece que se resuelva si este encuentro y rota del conde fue con los moros o con los cristianos, pero conforme con los que dicen murió con trescientos hombres de a caballo, dícelo por estas palabras: Ermengaudus CCC equitibus magnoque *peditatu ad Molieruciam decertans ante diem 18 kalendas octobris mortem *occumbit; neque vetustis annalibus peribetur christiani an impii hostes essent. Tuvo once años el condado, y murió el día de la exaltación de la cruz, que es a 14 de setiembre del año 1102. Por diferenciarle de los otros Armengoles, le dan diversos nombres: por haber sucedido la pérdida de su persona y de los trescientos caballos junto a Emerita, y por haber arrancado las aldabas de la mezquita de Córdoba, le llamaron de Córdoba, confundiendo las palabras de él y de su tercer abuelo, y por la asonancia y similitud de Moyeruca con Majorica, le llamaron Armengol de Mallorca; y los hechos de su hijo en la conquista de aquellas islas se los atribuyen a él. Llámanle también de Mollerusa, pueblo del llano de Urgel, que está entre Lérida y Bellpuig, donde dicen que murió. Pero los que mejor lo averiguaron, siguiendo antiguos ejemplares, le llamaron de Majeruca o Moyeruca, y entiendo ser un lugar del reino de León, del cual habla el obispo fray don Prudencio de Sandoval en la Corónica del emperador don Alonso, donde, por confirmación de la *materia que allá trata, trae un auto o privilegio otorgado en Toledo, a 18 de setiembre de 1180, que es el año 11* de Cristo señor nuestro, confirmado, según el uso de *aquel reino, del hijo de este conde, y es muy verosímil haber acontecido allá la muerte del conde, porque había * estos almorávides; y el conde tenía allí por razón de su mujer muchos heredamientos, y entre otros, la villa de Valladolid del reino de Castilla, que fue de su suegro. Las palabras del dicho auto, que pueden hacer algo * nuestro propósito, son estas: Yo Alonso, emperador de Spanya, juntamente con mi mujer la emperatriz Berenguela a vos Martín Díaz de Prado, mi criado, por muchos y * servicios que me hicistes, con grato ánimo y voluntad espontánea os dono y concedo la villa que se llama Alvi* que está en el reino de León junto a Mayorica, heredit* y por herencia, y os la doy con sus términos y montes, * van por el término de Majorica, de una parte, y de Xa* y por los límites de Villa Mudarra y de Vallverde y * de Morica. Dentro destos términos y límites todo lo co*do etc.” Debían de ser lugares de poca consideración, c*lo son los más de aquel reino, pues en las tablas del n* atlas que sacó a luz Jacobo Hondio, ni en otras más antiguas, hay memoria de tales pueblos.
Tuvo en la condesa doña María un hijo, que fue su heredero, y tres hijas, la primera se llamó doña Mayor, que casó con el conde don Pedro *Freyas de *Trasa, que fue muy gran señor en Castilla, y tuvo la crianza del infante don Alonso de Castilla, que llamaron el emperador, la segunda se llamó doña Estefanía, y casó con don Ponce de Mi*, mayordomo mayor del emperador don Alonso, el cual, con su mujer doña Berenguela, les dieron el lugar de Santoval, donde fundaron un monasterio, y de esta señora hace mención Yepes en la historia del Orden de san Benito, * y la hace fundadora del monasterio de santa María de Va*ona, en Castilla. Bien es verdad que el obispo de Pamplona, hablando del conde don Rodrigo *González Girón, dice estas palabras: Por la escritura que * de la iglesia de Valladolid, de la era 1173, parece estar casado con doña Stephanía de Armengol, hija del conde de Urgel, y nieta del conde don Pedro Anzures de Valladolid, etc. Y no he dejado de reparar que el doctor *Culiel, que tan por menudo escribe del linaje de los Girones, no haga memoria de este casamiento. La otra hija se llamó Teresa, y casó en Cataluña, con Guillen Amat * vizconde de Cardona, y entre otros quedó un hijo llamado Pedro, que en cierto caso fue llamado a la sucesión del condado de Urgel.

martes, 2 de julio de 2019

LA ELECCIÓN DE RAMIRO II COMO REY DE ARAGÓN



106. LA ELECCIÓN DE RAMIRO II COMO REY DE ARAGÓN
(SIGLO XII)

 LA ELECCIÓN DE RAMIRO II COMO REY DE ARAGÓN  (SIGLO XII)


Tras la muerte sucesiva de los hermanos Pedro I y Alfonso I, ambos reyes de Aragón, tuvo lugar una crisis política agravada por el hecho de que un tercer hermano, Ramiro, el descendiente más directo, era monje, lo cual dificultaba la sucesión.
El reino fue un hervidero político, buscando soluciones a la crisis. Entre ellas tomó cuerpo la defensa que varios nobles hicieron de Pedro Taresa o Atarés, señor de Borja, emparentado con la monarquía reinante. Pero don Pedro mostraba un carácter altanero y soberbio y menos prudente de lo necesario como para promover la adhesión de toda la nobleza. Ante el descontento que tal actitud despertaba, los seniores Pedro Tizón y Peregrino de Castillazuelo comenzaron a defender la causa del monje don Ramiro quien, de no estar dedicado a la Iglesia, hubiera sido el descendiente natural.
Unos y otros se reunieron todos en Borja, dando lugar a la primera reunión de Cortes del Reino conocida, con el objeto de discutir cuál de los dos pretendientes debía ser elevado a la dignidad real.
Llegaron varios seniores navarros dispuestos a votar a Pedro Taresa, y Pedro Tizón, ante la actitud hostil de algunos nobles aragoneses, se convirtió en su anfitrión y valedor, tratando de atraerlos a su causa, que no era otra que la de don Ramiro. Pedro Tizón, que debía gozar de grandes dotes de psicólogo, sabiendo que el candidato Pedro Taresa se hallaba solazándose en el baño, ignorando y despreciando a todos los demás nobles, pretendió que les recibiera, máxime cuando eran defensores de su causa. Como el arisco señor de Borja les negara la entrevista, se enfadaron con él y decidieron cambiar de candidato.
Llegado el momento de las discusiones y subsiguiente votación, la actitud de dichos magnates navarros desequilibró las fuerzas, y don Pedro Taresa no contó con los apoyos necesarios. Y, si de momento no se adoptó una decisión definitiva, en la siguiente asamblea, celebrada en Monzón, se impuso la tesis de que don Ramiro saliera del convento para suceder como rey a su hermano Alfonso I el Batallador, como así se hizo. Poco después, Ramiro II el Monje se casaba con una hermana del conde de Poitou, pues debía asegurar la descendencia.

[Ximénez de Rada, Rodrigo, De rebus Hispaniae, pág. 118.
Ubieto, Antonio, Historia de Aragón: Literatura medieval, I, págs. 249-253.]


https://es.wikipedia.org/wiki/Borja_(Zaragoza)


https://es.wikipedia.org/wiki/Ramiro_II_de_Arag%C3%B3n



Ramiro II el Monje, rey, Aragón, rex Aragonum


Ramiro II de Aragón, apodado el Monje o el Rey Campana (24 de abril de 1086 - 16 de agosto de 1157), fue rey de Aragón entre 1134 y 1157. En la renuncia de Zaragoza se comprometió a desposar a su única hija, Petronila, cuando ésta tenía un año de edad, con el conde Ramón Berenguer IV de Barcelona en 1137 (los esponsales se firmaron en Barbastro el 11 de agosto de 1137), en quien delegó el poder de facto, abandonó el ejercicio de su cargo y se retiró a la vida eclesiástica que había llevado antes de su entronización.

Desde muy joven pasó su vida dedicado a la Iglesia, primero como monje en el monasterio francés de San Ponce de Tomeras, luego como abad de San Pedro el Viejo (Huesca) y, por último, como obispo de Roda. Su hermano, el rey Alfonso I, legó sus reinos a las Órdenes Militares (es decir, a la orden de los Templarios, a los Sanjuanistas y a los caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén), pero nadie pensó en cumplir dicho testamento, y los nobles aragoneses, reunidos en Jaca, reconocieron a Ramiro como rey. Por su parte, los navarros eligieron a García el Restaurador.

Ramiro era por entonces obispo de Roda-Barbastro y se encontraba celebrando la Natividad de la Virgen en Tierrantona​ cuando recibió la noticia de la muerte de su hermano el día anterior, teniendo que ocupar el trono. Su coronación tuvo lugar en Zaragoza el 29 de septiembre de 1134.​

El historiador Luis García de Valdeavellano señala acerca de la legitimidad de Ramiro II para acceder al trono aragonés:​
Ramiro II era indudablemente el legítimo heredero del Reino; conforme al derecho navarro-aragonés, a él correspondía heredar los territorios tradicionales de Aragón, y Alfonso I sólo podía, en realidad, haber dispuesto libremente de las tierras ganadas, o sea de los "acapetos" o conquistas, constituídas [sic] por el "Regnum Caesaraugustanum" (Zaragoza, Calatayud, Daroca, etc.) Valdeavellano, loc. cit, pág. 439. 



Ramiro II, escucha, mira cómo se oyen las campanadas


Ramiro II gobernó como rey de Aragón, rey de Pamplona y conde de Sobrarbe y Ribagorza.
Los dos últimos eran antiguos condados unidos al Reino de Aragón en tiempos de Ramiro I.
A pesar de no tener experiencia política, sofocó con éxito varias revueltas durante su reinado, que mantuvo entre 1134 y 1157, siendo sucedido como reina en título (aunque sin potestad para ejercer el dominio, por su condición de mujer) por Petronila de Aragón, nacida del legítimo matrimonio de Ramiro con Inés de Poitou.
Petronila reinó entre 1157 y 1164, año en que esta abdicó en favor de su hijo Alfonso II, primer rey de la Corona de Aragón.

En el Reino de Aragón había varios bandos nobiliarios que luchaban por alcanzar mayores cotas de poder y de riqueza. Esos bandos se enfrentaron entre sí aprovechando el cambio de monarca. En una de esas disputas, Ramiro II estuvo a punto de perder el trono, por lo que tuvo que refugiarse en Besalú en 1135. El Rey Ramiro II fue a pedirle consejo a su antiguo abad, el cual le dijo que para solucionar los problemas en su reino debería arrancar las malas hierbas. A su vuelta el Rey Ramiro II dijo que iba a construir una campana lo suficientemente grande como para que se escuchara en todo su reino.
Los nobles que fueron a ver esa campana para reírse de él fueron hechos pasar uno a uno a una habitación donde fueron degollados.
Se cuenta que mientras les degollaba les iba diciendo "escucha, escucha, mira cómo se oyen las campanadas". Los nobles que degolló habían asaltado una caravana de musulmanes en tiempo de tregua. Esto hizo que sus enemigos en la corte desaparecieran por el temor que les infundió. Este hecho se conoce como la leyenda de la Campana de Huesca.


Documento de los acuerdos de esponsales de Barbastro, 11 de agosto de 1137. Según la traducción de Antonio Ubieto Arteta (1987b:144-145), y suprimidas las relaciones de villas y castillos donados e iglesias y monasterios que retenía, decía:

Yo Ramiro, hijo del rey Sancho, rey de los aragoneses, doy a ti Ramón, conde barcelonés, mi reino de Aragón, con mi hija, todo íntegramente, como lo dividió el rey Sancho el Mayor, abuelo de mi padre; y como lo dividí con el rey García Ramírez de los navarros, en Pamplona, exceptuadas las tenencias que el sobredicho rey Sancho [el Mayor] dio al rey Ramiro, mi abuelo, en Navarra [...] Esto te doy y concedo a los hijos de los hijos tuyos que fuesen de generación de mi hija, por los siglos de los siglos. Tú, en cambio, convienes conmigo, en palabra de verdad, y pones tus manos entre mis manos, que no enajenes, ni hagas enajenar, este reino que te doy, durante la vida de los hijos de mi hija. [...] Y que durante toda mi vida me tengas como padre y señor. [...] Aunque te entregue el reino, sin embargo, no renuncio a mi dignidad.
https://es.wikipedia.org/wiki/Ramiro_II_de_Arag%C3%B3n#/media/Archivo:Donaci%C3%B3_d'Arag%C3%B3_i_Peronella_als_Cap%C3%ADtols_matrimonials_de_Barbastre_(1137).jpg
Documento de los acuerdos de esponsales de Barbastro, 11 de agosto de 1137

Mostró una gran preocupación por que la corona no quedara sin heredero. Después del fracaso en prohijar a García Ramírez de Pamplona, ya rey de los navarros, procuró obtener un heredero para el reino de Aragón. Para ello se casó el 13 de noviembre de 1135 en la catedral de Jaca con Inés de Poitou, una noble viuda francesa que había demostrado fertilidad en un primer matrimonio. De este matrimonio nació la heredera, Petronila, el 11 de agosto de 1136.6​ A finales de ese mismo año, el rey y su esposa se separaron. Inés se retiró entonces al monasterio de Santa María de Fontevrault, donde murió hacia el año 1159. Durante este periodo se presionó desde el reino de León para intentar casar a su hija Petronila, con Alfonso VII de León o con su hijo Sancho el Deseado, a fin de unir las coronas de León y Aragón, imponiendo a Petronila el nombre de Urraca. Finalmente no se llevó a cabo este enlace y Ramiro prometió a su hija, con un año de edad, con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. Los esponsales se firmaron en Barbastro el 11 de agosto de 1137. Las condiciones jurídicas para el acuerdo se establecieron con la conformidad de Ramiro el Monje y Ramón Berenguer IV. El contrato de esponsales se hizo jurídicamente efectivo en varios documentos. El documento de encomendación de hombres pactado entre Ramiro II y Ramón Berenguer en Barbastro, el 11 de agosto de 1137,7​ la encomendación que el rey Ramiro hace a Ramón Berenguer sin data, seguramente en Barbastro, c. 11 de agosto de 1137,8​ la confirmación de donaciones hechas por Ramiro II a Ramón Berenguer en el documento de esponsales dada en Ayerbe el 27 de agosto de 1137,9​ y una confirmación complementaria de las donaciones de Ramiro II a Ramón Berenguer, dada en El Castellar, a 13 de noviembre de 1137;10​ y sus cláusulas se reflejan y reafirman en dos documentos posteriores: el testamento que Petronila de Aragón hace a favor del hijo que iba a tener en 1152, en el momento del parto, dado cerca de Barcelona el 4 de abril de 115211​ y la abdicación de la reina Petronila en favor de su hijo Alfonso hecha en Barcelona a 18 de junio de 1164.12​ Todavía en el siglo XVI el contrato de esponsales era conocido, como se muestra en los Anales de la Corona de Aragón de Jerónimo Zurita:13​ Presta juramento y homenaje el conde de Barcelona al rey. Lo que el rey se reservó en la donación. El conde prestó pleito homenaje que no ajenaría el reino [...] y que durante la vida del rey don Ramiro le ternía por señor. [...] Y dice que retenía su dignidad real. En Barbastro concertó el rey el casamiento de su hija con el de Barcelona y el reino. El conde jura los fueros y los ricos hombres le prestan homenajes. Estaba el rey don Ramiro en Barbastro cuando se concertó lo deste matrimonio, y allí se otorgó el instrumento a once del mes de agosto del año de 1137. Y en él parece que dio al conde don Ramón Berenguer su hija por mujer con su reino cuanto se extendía y había sido poseído y adquirido por el rey don Sancho su padre y por los reyes don Pedro y don Alonso sus hermanos, quedando en su fuerza y vigor los fueros, usos y costumbres que en tiempo de sus predecesores tuvieron los aragoneses y se guardaban en el reino. Queda el conde por rey en caso que muera su mujer sin hijos. Entonces le encomendó sus tierras y súbditos debajo de homenaje y juramento que guardarían fielmente la vida y cuerpo del conde sin ningún engaño y que lealmente le obedecerían, guardando la fidelidad que debían a su hija que era su señora natural, con tal condición: que en caso que ella muriese quedase el reino sujeto al conde sin contradicción alguna y le tuviese y poseyese después de la muerte del rey su suegro, el cual mientras viviese quedase por rey y señor y padre en el reino y en los estados y señoríos del conde de Barcelona hasta que le pluguiese. El rey entrega a su yerno todo el reino y se retira del gobierno. Y en el mismo tiempo el rey don Ramiro su suegro junto a la ciudad dio sus cartas para todos los de su reino, mandando que de allí adelante los castillos y fortalezas que tenían en su nombre las tuviesen por el conde de Barcelona y le reconociesen y obedeciesen como a él en todo, con continua fidelidad. Y porque en ello no se pusiese duda hizo cesión de lo que se había retenido cuando le entregó su hija; declarando que el reino siempre le tuviese a su servicio y salva su fidelidad. Jerónimo Zurita, Anales de la Corona de Aragón, vol. I, libro II. A partir de la obra del historiador Antonio Ubieto, un sector de la historiografía actual interpreta que el matrimonio entre Ramón Berenguer IV y Petronila se celebró según los términos del casamiento en casa, una peculiaridad del derecho consuetudinario del Alto Aragón. Según esta interpretación, por este contrato de esponsales y su reflejo en la documentación posterior de Petronila; el marido se adscribe a la familia de la esposa, y es ella quien transmite la pertenencia al grupo familiar, junto con el patrimonio que hereda; el marido se somete formalmente a su suegro o al «Señor mayor» de la casa, y este, a cambio, le otorga la potestad sobre el solar familiar, pero reservándose su señorío tanto sobre los bienes del solar patrimonial como sobre los que aporta el marido.14​ De este modo Ramón Berenguer desde 1137 «pasaba a ser un miembro más de la Casa de Aragón y de su linaje, a todos los efectos».15​ Y consecuentemente la dinastía reinante empleará la designación «de Aragón»,16​ con extinción de la dinastía condal.17​ La ampliación de lo otorgado del documento de El Castellar (13 de noviembre), que comenzaba recordando la entrega de Petronila junto a «la honor de mi reino», finalizaba el conjunto de documentos esponsalicios y Ramiro II cedía el ejercicio del gobierno aunque reservándose la fidelidad de su nuevo yerno18​ («tenga todas las cosas a mi fidelidad, en todo tiempo»),19​ y regresó a la vida eclesiástica. Tras dichos esponsales, en 1137,20​ se daba inicio a lo que entre los siglos XII y XIV fue conocido como «Casal d'Aragó»21​ y entre los siglos XIII y XV con variadas denominaciones (Corona regia, Corona del reino de Aragón, Corona de los Reyes de Aragón, Corona de Aragón) cuyo elemento común es ser el conjunto de tierras y gentes sometidas a la jurisdicción del Rey de Aragón.22​ En contra de la teoría del casamiento en casa aplicada a los esponsales de Ramón Berenguer IV y Petronila, el profesor J. Serrano Daura, en 1997, alega la ausencia de referencias a esta institución consuetudinaria del derecho aragonés antes del siglo XV, y que las cláusulas que fueron establecidas por Ramiro II sobre la sucesión a la corona de Aragón no se ajustan a las peculiaridades de esta institución, por lo que no sería trasladable a los pactos de 1137.23​ Sin embargo, en la monografía de 2008 sobre Ramiro II de Ana Isabel Lapeña Paúl, esta autora señala que esta institución consuetudinaria tenía antecedentes anteriores al pacto de esponsales de Petronila y Ramón Berenguer IV en el siglo XI con Ramiro I de Aragón y a comienzos del XII con Alfonso I el Batallador, y que si bien aún no había un corpus legislativo escrito al respecto, sí se pueden observar anteriormente las pautas de este acuerdo de esponsales en la sucesión real:24​ [...] nació una niña [Petronila] y ello variaba sustancialmente las soluciones que debían buscarse. Era la primera vez que la sucesión aragonesa quedaba solo en manos femeninas. No había leyes escritas al respecto, pero sí existían lo que pueden considerarse unas pautas para resolver la situación. Las había fijado [en 1059] el primer rey de Aragón [Ramiro I] en el primero de los dos testamentos que otorgó. [...] Solo en el caso de que se agotara la estirpe, y esto era lo que sucedía en este momento, se contaba con la mujer para transmitir la potestas regia, pero sin que la ejerciera, ya que esta pasaba al marido que se le eligiese, por ello era necesario buscarle consorte. Ana Isabel Lapeña Paúl, Ramiro II de Aragón..., 2008, pág. 184. Tampoco era algo nuevo para la monarquía aragonesa del siglo XII, la prueba está en que ya anteriormente se había estipulado algo similar cuando se pactó la boda de Alfonso I y Urraca de Castilla. En diciembre de 1109 se otorgaron dos documentos que lo reflejan. El primero es la "carta de arras" del Batallador a su esposa, en el que, además de la entrega de varios castillos y bienes, se estipuló lo siguiente: «convengo contigo que si Dios omnipotente me diese un hijo de ti, y yo muriese y tu me sobrevives, que tú y mi hijo tengáis todas mis tierras que hoy tengo y en el futuro conquiste con ayuda de Dios [...] Que si no tuviese hijo de ti y me sobrevives, que sea para ti toda mi tierra, y que la tengas ingenua y libre, como propia heredad, para hacer allí tu voluntad después de mis días» Ana Isabel Lapeña Paúl, Ramiro II de Aragón..., 2008, pág. 192.



Signum Regis, rex, rey, Ramiro II, Aragón, Arago, Aragó

Por su parte, Percy E. Schramm considera que la relación entre Ramiro II y Ramón Berenguer IV a raíz del documento de esponsales de agosto de 1137 «quedaba sujeta a las condiciones consuetudinarias del juramento de fidelidad».25​ La donatio inicial de Ramiro fue ampliada con un donativum, por el cual se anulaban las donaciones hechas hasta entonces y el rey prometía al conde no realizar ninguna otra donación sin su consentimiento. Esto es interpretado por Schramm como una exigencia de Ramón Berenguer IV ante las concesiones hechas por Ramiro al rey de Navarra.26​ Finalmente, el documento de noviembre muestra el deseo definitivo del rey Ramiro de volver al monasterio, por lo que declara «por libre voluntad» que sus vasallos pasan a depender de Ramón Berenguer y que le habrán de obedecer a partir de entonces como su rey (tanquam regi). No obstante, Schramm entiende que Ramón Berenguer pudo haber adoptado el título de rey, pero no lo hizo, inicialmente por respeto a la Iglesia, pues aún no se había resuelto el problema de la liquidación del testamento de Alfonso el Batallador, pero también porque sólo le interesaba el poder efectivo y no quería ofender la sensibilidad de sus nuevos súbditos, por lo que prefirió mantener la ficción de que el rey monje sería sucedido por su hija y que la dignidad real no pasaría a la nueva dinastía hasta la siguiente generación.27​ Guillermo Fatás Cabeza28​ entiende que la Casa de Aragón, contra lo que sostiene una opinión muy extendida, no se extingue ni es «absorbida por la Casa de Barcelona» tras los esponsales del conde barcelonés y la reina de Aragón. Considera esta hipótesis «un error de bulto» y señala que «lo prueban a entera satisfacción» las propias afirmaciones de los reyes de Aragón de que este era el apellido de su linaje, el uso de dicho apellido como grito de guerra o aclamación por parte de los súbditos reales en todas las lenguas de la Corona, las condiciones establecidas en los varios documentos de los esponsales reiteradamente convertidas en «realidad actuante» y la «pervivencia jurídica y formal del linaje titular de las Barras de Aragón», lo cual supone un «conjunto de realidades» de coherencia «absoluta y compacta», y añade sobre los esponsales que: El primer pacto concertado entre la Casa de Aragón y la de Barcelona lo llevan a cabo el rey Ramiro II y el conde Ramón Berenguer IV. Convienen que la hija del primero, Peronela o Petronila, cuando tenga edad núbil casará con el segundo. Se verifica, así, un matrimonio con la doble singularidad de tratarse de matrimonio desigual (entre reina y conde que, además, es vasallo del rey de Francia) y del que el Derecho aragonés llama "matrimonio en casa". Por ambas razones, para asumir como propio un linaje superior, el varón que se desposa renuncia al suyo. Se convierte con ello en miembro de la casa de su mujer, titular de los derechos, y en administrador de la misma aunque sujeto a la autoridad del varón mayor de su nueva casa si lo hubiere. Por ello consigna cuidadosamente Ramiro que tras los esponsales seguirá él siendo "rex, dominus et pater in prephato regno et in totis comitatibus tuis dum mihi placuerit". Ramón acepta por rey, señor y padre al señor mayor de la Casa de Aragón (así era en Derecho de Aragón), tanto en Aragón como en los condados de su casa de origen, sin limitación ninguna ("según plazca" a Ramiro). La fórmula es clara y precisamente la que cabía esperar. Es, pues, absurdo postular la extinción de una Casa cuando la documentación conservada, tan congruente con lo sucedido, se elabora justamente para afianzar sin dudas la supervivencia de la misma. El nuevo miembro de la Casa de Aragón no tendrá la nuda propiedad ni la titularidad de los derechos de la Casa, salvo que se extingan el señor mayor, la heredera y futura reina y los hijos que ésta pueda tener. Sólo en tal caso podrá el nuevo hijo, súbdito y vasallo, ser el señor mayor. Lo que no sucedió. El matrimonio pactado en 1137 tuvo verificación en 1150 e hijos a partir de 1152. En todas las ocasiones importantes, muerto ya Ramiro, Petronila consignó de forma solemne y ante testigos de notoriedad, estas circunstancias y condiciones, que se cumplieron sin excepción. Lo hizo en 1152, a punto de dar a luz a su primer vástago ("in partu laborans"), y en 1167 [sic pro 1164], cuando cedió sus derechos a su hijo, Alfonso II, primero quien fue señor mayor de la Casa de Aragón con inclusión de los bienes y jurisdicciones aportados por su padre, quien no se tituló nunca sino "princeps" mientras su esposa fue siempre y en toda ocasión "regina", como el hijo de ambos fue "rex". El archivo de los reyes, solícitamente formado y custodiado, conserva todas estas piezas auténticas de sencilla interpretación. Fatás Cabeza (2000), págs. 170-172.


Según Ernest Belenguer las capitulaciones matrimoniales de Barbastro de 1137 se ajustaban al derecho del Reino de Aragón, que vetaba ejercer el poder a la mujer pero no poseer la titularidad del reino ni la transmisión de este. Añade el catedrático de la Universidad de Barcelona que «el "matrimonio en casa" aseguraba —pasara lo que pasara— el mantenimiento del reino». Si, muerto el rey Ramiro, también su hija Petronila muriera sin llegar a la mayoría de edad, el acuerdo de 1137 otorgaba a Ramón Berenguer «la transmisión del poder real casara con quien casara después». Sin embargo ese supuesto no llegó a darse, pues Ramón Berenguer falleció antes que su esposa. En todo caso el rey Ramiro buscó para el mantenimiento de su reino una unión dinástica con una de las potencias vecinas más fuertes, la que poseía el conde de Barcelona, que «jamás fue rey de Aragón porque Ramiro II mantuvo su privilegio de honor hasta su muerte, aunque cediera la potestad del mando». Así, continúa el historiador valenciano, «Ramón Berenguer IV fue príncipe de Aragón y como tal se le juró fidelidad por los aragoneses al tiempo que la mayoría de edad de Petronila y su paso a mujer facilitó la consumación del matrimonio», lo que sucedería con la boda de Lérida de 1150.



Aprés de aquesto, el dito rey don Remiro queriendo proveyr que enpués días suyos dissensión alguna non aviés en la successión del regno de Aragón, si fue tratado matrimonio con don Ramón Berenguer comte de Barchinona, noble hombre en todos actos de cavallería et regimientos de tierras et de gentes, a la qual deyan por bautismo don Payronella, porque nasció en dia de San Peyro, et después fue mudado nombre donna Urracha. Et casola con el dito noble comte en su vida et diole el regno de Aragón en casamiento, que succediessen en aquello los fillos que avría de la dita su filla successivament, et que por caso ninguno no podies alienar el regno de Aragón en personas algunas sino en los fillos et aquellos que descendrían de su filla propriament, en el anno de Nuestro Sennor M C XXXVII. [...] Todo esti regno dio en casamiento con su filla con las condiciones sobreditas. Et ya sea que li dies el dito regno en casamiento, no empero renunciava a la dignidat real [...] diziendo estas paraulas: «Maguera yo de a tu el regno pero la mi dignidat real non lexo».
— Crónica de San Juan de la Peña en aragonés. Apud Carmen Orcástegui Gros (ed. lit.), «Crónica de San Juan de la Peña», Cuadernos de Historia Jerónimo Zurita, 51-52, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 1985, págs. 419-569.
El papel de Ramón Berenguer IV a partir de los esponsales de 1137 fue el de administrador de la Casa de Aragón como regente del Reino de Aragón,30​ y en la documentación se intituló princeps y dominador, pero nunca rey.31​ Fue Ramiro II quien siguió siendo «señor, padre y rey»30​ como reza la documentación aducida («Y yo predicho Ramiro sea rey, señor y padre en el citado reino y en todos tus condados mientras me plazca»32​ e «in tota vita mea teneas me sicut patrem et dominum» 'en toda mi vi vida me tengas como padre y señor'), y ostentando el título de Rey de Aragón hasta su muerte en 1157,33​34​ con lo que Ramón Berenguer IV se integraba en la Casa de Aragón31​ al ser pactadas sus capitulaciones matrimoniales de acuerdo a las instituciones jurídicas del derecho aragonés,30​ y dando lugar, tras el reinado de Ramiro II, a que la reina fuera su hija Petronila, hasta que el 18 de junio de 1164 esta abdica en favor de Alfonso II, transcurridos dos años desde la muerte de su marido.30​ Frente a historiadores que, con Antonio Ubieto a la cabeza, interpretan el proceso sucesorio que dio origen a la Corona de Aragón con base en el derecho del reino de Aragón estricto,35​ hay un sector de la historiografía que, siguiendo a Alfonso García-Gallo, en su artículo de 1966 «El derecho de sucesión del trono en la Corona de Aragón»36​ hace un análisis muy diferente del mismo: El célebre historiador castellano, García Gallo, estudioso del Derecho sucesorio en la Corona de Aragón, no tiene la menor duda de que el documento de 1137 es una donación de hija y reino, por parte de Ramiro II —que no tiene «deseos de conservar» el trono, más bien está «deseoso de desembarazarse del Reino»—, al Conde de Barcelona. Es tajante cuando dice que «no se trata de una escritura matrimonial, en virtud de la cual el marido adquiera los derechos de la mujer, ni de la promesa o entrega de una dote; sino [...] de la elección de un marido y de la entrega del poder directamente a éste. En la escritura no hay ni una sola frase de la que pueda inducirse que Petronila es la titular del poder que ejerce su marido o que en alguna parte se reserva. Salvo la fidelidad debida a Ramiro II y a su hija, los aragoneses quedan bajo la autoridad y obediencia de Ramón Berenguer. La condición jurídica de éste no se basa en que él es el marido [...] sino en una donación; por ello se prevé que aun disuelto el matrimonio por muerte de Petronila, Ramón Berenguer conserve el Reino de Aragón libre e inmutablemente». Constata también, refiriéndose a Petronila, que «desde el momento mismo en que muere su marido, Ramón Berenguer IV, y aunque éste no haya usado el título de Rey, su hijo Alfonso II se titula ya Rey de Aragón en vida de su madre. Lo cual indica que el regnum, es decir, el poder de reinar lo hereda de su padre —al que se lo había concedido Ramiro II— y no de su madre». Armand de Fluvià, «De oro, cuatro palos de gules, escudo de los Condes de Barcelona», Hidalguía, vol. XLIV, n.º 256/257, 1996, pág. 460-461. ISSN 0018-1285 En el mes de agosto de 1150 se celebró la boda del conde Ramón Berenguer y Petronila en Lérida, al adquirir ella la edad canónica de 14 años permitida por la iglesia para consumar el matrimonio, si bien las consecuencias jurídicas del matrimonio altomedieval tenían efecto en los esponsales,37​ es decir, en el caso del enlace entre Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón, en 1137.

Parece que desde fines de 1137 los días de don Ramiro transcurrieron entre el Monasterio de San Pedro el Viejo y su posesión de San Úrbez de Sarrablo (Nocito). Murió en Huesca el 16 de agosto de 1157 y sus restos fueron dispuestos en un sarcófago romano del siglo II o III en la capilla de San Bartolomé de San Pedro el Viejo de dicha ciudad.


  1.  Iglesias Costa, Manuel (2001). Instituto de Estudios Altoaragoneses, ed. «Historia del condado de Ribagorza» (pdf). Huesca. p. 155. ISBN
    84-8127-121-7
    . Archivado desde el original el 11 de enero de 2012. Consultado el 24 de septiembre de 2011. «Alfonso murió el 7 de septiembre y consta que, celebrando la Natividad de la Virgen (8 de septiembre) en Tierrantona, Ramiro el Monje fue advertido de ello.»
  2.  Rubio Calatayud, Adela (2004). «I.-Los Ramírez». Breve Historia de los Reyes de Aragón (1ª edición). Cuarte de Huerva. Zaragoza: DELSAN ediciones. p. 53. ISBN 84-95487-34-9. «En cuanto llegó la dispensa, Ramiro II fue coronado y desposado con Inés de Poitiers, vizcondesa viuda de Tours [...]. La coronación tuvo lugar en Zaragoza el 29 de septiembre de 1134.»
  3.  Luis García de Valdeavellano, Historia de España I. De los orígenes a la baja Edad Media. Segunda parte, Madrid, Revista de Occidente, 19633, pág. 439 -. D. L. M. 15.535-63.
  4.  Iglesias Costa, Manuel (2001). Instituto de Estudios Altoaragoneses, ed. «Historia del condado de Ribagorza» (pdf). Huesca. p. 156. ISBN
    84-8127-121-7
    . Archivado desde el original el 11 de enero de 2012. Consultado el 24 de septiembre de 2011. «en la primera mitad de septiembre ya es reconocido por muchos rey de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza.»
  5.  Rubio Calatayud, Adela (2004). «I.-Los Ramírez». Breve Historia de los Reyes de Aragón (1ª edición). Cuarte de Huerva. Zaragoza: DELSAN ediciones. p. 54. ISBN 84-95487-34-9. «Ramiro también firmó pactos con los musulmanes. Ostentando el título de rey de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, Ramiro II se quedó en el castillo de Monclús hasta el mes de septiembre de 1135.»
  6.  Lapeña Paúl (2008:140)
  7.  Editado por Antonio Ubieto Arteta, en Los esponsales de la reina Petronila y la creación de la Corona de Aragón, Zaragoza, Diputación General de Aragón, 1987a, doc. 1, apud Alberto Montaner Frutos, El señal del rey de Aragón: Historia y significado, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 1995, págs. 23-27 y notas. ISBN 84-7820-283-8.
  8.  Ubieto Arteta (1987a), doc. 2
  9.  Ubieto Arteta (1987a), doc. 4
  10.  Ubieto Arteta (1987a), doc. 6
  11.  Ubieto Arteta (1987a), doc. 8
  12. Ubieto Arteta (1987a), doc. 11
  13. Jerónimo Zurita, Anales de la Corona de Aragón, vol. I, libro II, cap. LXVI. Ed. en línea (Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 2003) basada en la de Ángel Canellas López (ed. lit.), Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 1967-1977, 8 vols. <http://ifc.dpz.es/publicaciones/ver/id/2448>
  14.  Los testimonios de los documentos de los esponsales que ratifican estas condiciones son: «Et ego prephatus rex Rainimirus sim rex, dominus et pater in prephato regno et in totis comitatibus tuis, dum mihi placuerit.», «Tu [Raimundus] convenis mihi [Rainimiro], in verbo veritatis, et mitis manus tuas inter manus meas, ut [...] in tota vita mea teneas me sicut patrem et dominum.», «Hoc dono tibi et concedo filiis filiorum tuorum qui fuerint de generatione de mea filia, in secula seculorum.», «Ego Peronella, regina Aragonensis, iacens et in parto laborans, apud Barchinonam, concedo, dono et firmiter laudo infanti meo qui est ex utero meo, Deo volente, processrus totum regnum Aragonesem»,
    «Ego Petronilla, Dei gratia Aragonensis regina et Barchinonensis comitissa, [...] dono et laudo et concedo tibi dilecto filio meo Ildefonso, regi Aragonensi et comiti Barchinonensi, [...] et omni posteritate tue, omne regnum Aragonis integriter», «Licet regnum tibi tradam, tamen dingnitatem meam non ammito»
    («Aunque te entregue el reino, sin embargo, no renuncio a mi dignidad», trad. de Ubieto Arteta (1987b), pág. 145),
    «Supradicta quoque omnia ego Ranimirus, Aragonensium rex, dono et firmiter laudo prephato Raimundo comiti Barchinonensi, ut hec que illi presencialiter dono et omnia alia que habebat, semper habeat ad servicium meum et fidelitatem, in omni tempore» y «Ego Ranimirus, Dei gratia rex Aragonensis, dono tibi Raimundo, Barchinonensium comes et marchio, filiam meam in uxorem, cum tocius regni Aragonensis integritate, [...]. Et comendo tibi omnes prephati regni homines sub hominio et iuramento, ut sint tibi fideles [...], salva fidelitate mei et filie mee.» Cfr. Montaner Frutos, loc. cit.
  15.  Guillermo Fatás y Guillermo Redondo, Blasón de Aragón: El escudo y la bandera, Zaragoza, Diputación General de Aragón, 1995, pág. 59.
  16.  Montaner Frutos (1995), pág. 26.
  17.  Manuel Fuertes de Gilbert Rojo, «La Casa de Aragón: Genealogía de una monarquía mediterránea. (Sinopsis)»I Colloquio Internacionale de Genealogia. Organizado por el Institut International d’études généalogiques et d’histoire des familles Roma, Senado de la Répública, 7-11 de octubre de 2003:
    Este matrimonio uxorial hace que el marido se integre en la Casa, se adscriba al grupo familiar de la esposa, y quede sometido a la autoridad del donante o Señor Mayor de la Casa, quien pasa a ser padre y Señor también del marido y de lo este tiene o aporta. Por ello Ramón Berenguer, pasó a ser un miembro más de la Casa de Aragón y de su linaje con extinción del propio. Con ello se inicia en su hijo y sucesor, Alfonso, la Casa de Aragón-Barcelona.
  18.  Lapeña Paúl (2008:197)
  19. trad. de Ubieto Arteta (1987b:154)
  20.  Miquel Batllori, La Universidad de Valencia en el ámbito cultural de la Corona de Aragón, Cinc Segles, Universitat de València, 1999, pág. 8. ISBN 9788437041612. Lección magistral leída en el solemne acto de apertura del curso 1999-2000:
    La Corona de Aragón comienza a existir en 1137, con los esponsales de la infantil infanta doña Petronila, hija y heredera del rey Ramiro II de Aragón, con el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV
  21.  Cfr. «La expansión: el Casal d'Aragó (1213-1412) / L'expansió: el Casal d'Aragó (1213-1412)», en Ernest Belenguer, Felipe V. Garín Llombart y Carmen Morte García, La Corona de Aragón. El poder y la imagen de la Edad Media a la Edad Moderna (siglos XII - XVIII), Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX), Generalitat Valenciana y Ministerio de Cultura de España - Lunwerg, 2006. ISBN 84-9785-261-3:
    Entre los siglos XII y XIV, la documentación poco habla de Corona de Aragón y más del Casal d'Aragó, si bien la expresión de Corona de Aragón ya se observa con Jaime el Justo, prevaleciendo así el título jerárquico del reino por delante del de condado y principado.
    Belenguer, Garín Llombart y Carmen Morte, «La expansión: el Casal d'Aragó (1213-1412) / L'expansió: el Casal d'Aragó (1213-1412)», op. cit. 2006.
  22. Jesús Lalinde Abadía, «Las Cortes y Parlamentos en los Reinos y tierras del Rey de Aragón», en Esteban Sarasa Sánchez et al.Aragón: Historia y Cortes de un Reino, Cortes de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza, 1991, págs. 89-90. ISBN 978-84-86807-64-1.
  23.  Serrano Daura, «La donació de Ramir II d'Aragó a Ramon Berenguer IV de Barcelona de 1137 i la institució del "casamiento en casa"», Estudis històrics i documents dels arxius de protocols, 15, Barcelona, 1997, págs. 7-14 (traducción al castellano: «La donación de Ramiro II de Aragón a Ramón Berenguer IV de Barcelona, de 1137, y la institución del "casamiento en casa"»Hidalguía, 270, Madrid, 1998, págs. 709-719.
  24.  Lapeña Paúl (2008:184, 191-192)
  25.  Percy E. Schramm, "Ramon Berenguer IV", en E. Bagué, J. Cabestany y P. E. Schramm, Els primers comtes-reis, Ed. Vicens-Vives, 3ª edición, Barcelona, 1985, pág. 10.
  26.  Schramm, op.cit., pág. 11.
  27.  Schramm, pág. 13
  28. Guillermo Fatás Cabeza, «El escudo de Aragón», en Aragón, reino y corona, Gobierno de Aragón, Ayuntamiento de Madrid y Secretaría de Estado de Cultura, págs. 170-172. Catálogo de la exposición celebrada en el Centro Cultural de la Villa de Madrid del 4 de abril al 21 de mayo de 2000. ISBN 978-84-8324-084-7
  29.  Ernest Belenguer, «Aproximación a la historia de la Corona de Aragón», en Ernest Belenguer, Felipe V. Garín Llombart y Carmen Morte García, La Corona de Aragón. El poder y la imagen de la Edad Media a la Edad Moderna (siglos XII - XVIII), Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX), Generalitat Valenciana y Ministerio de Cultura de España - Lunwerg, 2006, pág. 26. ISBN 84-9785-261-3
  30. Benito Vicente de Cuéllar, «Los "condes-reyes" de Barcelona y la "adquisición" del reino de Aragón por la dinastía bellónida»Hidalguía, vol. XLIII, n.º 252, 1995, págs. 619-632
  31.  Cfr. José Ángel Sesma MuñozLa Corona de Aragón, Zaragoza, CAI (Colección Mariano de Pano y Ruata, 18), 2000. ISBN 84-95306-80-8:
    Ramón Berenguer se integraba en la familia Aragón, anteponiendo este linaje a su filiación anterior que, para sus sucesores, debía quedar siempre en un segundo lugar respecto a la dinastía aportada por la esposa. Ramiro II seguía conservando la dignidad real, aunque inmediatamente volvió a incorporarse al mundo monástico y tuvo escasas intervenciones políticas. El conde de Barcelona, como príncipe de Aragón, sin recibir nunca el título de rey pero sí con capacidad de ejercer la potestas regia, se hizo cargo del gobierno, a la espera de que Petronila alcanzase la edad requerida en el Derecho Canónico para consumarse el matrimonio.
    José Ángel Sesma Muñoz, op. cit., pág. 40.
  32.  Lapeña Paúl (2008), pág. 194.
  33.  Lapeña Paúl (2008), pág. 200:
    Continuó Ramiro utilizando el título de rey, e incluso así le mencionan las crónicas escritas en otros reinos [...]
  34.  Javier Leralta, Apodos reales: historia y leyenda de los motes regios, Madrid, Sílex (Serie Historia), 2008, pág. 78. ISBN 9788477372110:
    Ramiro II siguió ostentando el título de rey hasta su muerte
  35.  Cf. Ubieto Arteta (1987b:31) nota 1.
  36.  Alfonso García-Gallo, «El derecho de sucesión del trono en la Corona de Aragón»Anuario de Historia del Derecho Español, 36, 1966, pp. 5-187.
  37.  Luis García de Valdeavellano, Historia de España I. De los orígenes a la baja Edad Media. Segunda parte, Madrid, Revista de Occidente, 1963, págs. 208-212. D. L.: M. 15.535-63 (11).
  38.  Sepulcro de Ramiro II de Aragón.
  39.  Exhumación de los restos mortales de Ramiro II de Aragón el 18 de junio 2008.

Bibliografía