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miércoles, 21 de julio de 2021

XXVIII, diada VI festa centenaria mort Jaume d´Aragó

XXVIII

LO
TROVADOR MALLORQUÍ



EN
LA DIADA DE LA VI FESTA CENTENARIA



CONMEMORATIVA
DE LA MORT



DE
LO ALT EN JAUME D´ARAGÓ.

Poesía
que en lo certámen de Valencia de 28 de Juliol de 1876, obtingué lo
premi de una medalla de bronzo,
oferta per “La Société pourl´étude des langues romanes.”



¡Salut!



Trovadors,
bons trovadors,
Que l´arpa haveu puntejat
En tan solemne
dïada,
En festa tan solemnial;

Vosaltres que´l cor
sentiu
Enardirse y esclatar
D´amor á la santa patria
Que
la velluria ´ns lexá;



XXVIII
EL
TROVADOR MALLORQUIN
EN LA FIESTA DEL VI CENTENARIO



DE
LA MUERTE DEL REY
DON JAIME DE ARAGON
.



¡Salud!



Trovadores,
galanos trovadores, que habéis preparado las históricas arpas, en
este solemne día, en esta solemnísima conmemoracion;

Vosotros,
cuyos pechos enardece el santo amor á la patria que nos legaron
nuestros abuelos;







Trovadors,
bons trovadors,
Los de vida sens pecat,
Los de la elevada
pensa,
Los de l´harmònich parlar;



¡Salut!
Jo us contempl´ avuy,
En exa hermosa ciutat
Que les onetes del
Turia
Solen quietes besar.



No´m
so mogut de ma terra
Perque no ho vol lo meu fat,
(Ma vida aquí
troba vida
Per vides arreplegar;)



No´m
so allunyat de les roques
Hont s´esbrava ´l temporal,
No he
perdut de vista l´Ángel



Qui´ns
defensa la Ciutat;




Per anármen á
ascoltarvos,
Rossinyols enamorats,
Per ab vosaltres unirme
Y
de l´antigor parlar.



¡Ay!
sentir no puch lo alè
De inspiració celestial,
Que se desprèn
de vosaltres
Y ´ns trasporta á lo Passat.





Trovadores,
galanos trovadores, los de historia sin mancilla, los de levantados
pensamientos, los de armonioso lenguaje;

¡Salud! Os contemplo
hoy reunidos en esa hermosa ciudad, besada por las apacibles olas del
Turia.



No
me he movido de mi tierra, porque no lo quieren los hados; acá mi
vida halla vida, para juntar muchas vidas en una.



No
me he alejado de las rocas, donde se estrellan los temporales; ni he
perdido de vista el Ángel de bronce, que desde las torres del árabe
castillo, defiende la ciudad de Palma.



No
me he movido de casa, para ir á escucharos, ruiseñores del amor;
para unirme con vosotros, y hablar de los tiempos antiguos.



¡Ay!
No puedo mecerme en el aura de celestial inspiración, que de
vosotros se desprende, y nos transporta á lo Pasado.







Pero
l´ánima valenta,
Sens que l´aturi ´l rocam,
Passa ab ses
ales divines
De una volada la mar;

Y descobreix l´horta
bella,
Y arriba al històrich Grau,
Y respira dolços ayres
De
jardins embalsamats;



Y
entra á la Ciutat garrida,
Que vos dona rich hostal;
Y se
mescla entre vosaltres,
Y eus escomet, Valencians.



¡Qué
gaya es la vostra terra,
Qué superbos los casals,
Qué
flayroses les arbredes,
Y qué delitós lo cant!



¡Oh!
sento unes harmoníes
Voladores com les aus,
Ascolt sonores
esparses,
Suspirs d´amor ideal.



Trovadors,
los d´exa terra,
Los del enginy sobirá,
¡Quína música tan
dolça!
¡Quína llengua avuy parlau!




Pero
mi alma, valerosa, sin que valgan á detenerla peñascos y
promontorios, pasa de un solo vuelo, en alas de su entusiasmo divino,
el brazo de mar;

Y descubre la bella huerta, y llega al viejo
puerto del Grao, y respira el dulce ambiente de embalsamados
jardines;



Y
entra en la graciosa ciudad, que hoy os da fastuosos albergue; y se
reune con vosotros; y os saluda, hijos de Valencia.



¡Qué
alegre es vuestro país! ¡Qué soberbios palacios! ¡Qué aromosas
arboledas!
¡Qué deliciosos cantares!

Oigo
armonías voladoras como los pájaros; escucho estrofas llenas de
sonoridad, suspiros de ideal amor.



Trovadores
de esa tierra, los del soberano ingenio, ¡qué música tan dulce!
¡qué lengua tan melodiosa estáis hablando!





Nosaltres
no l´hem perduda,
No l´hem oblidada may;
Exa llengua qu´ara
sento
Nostra mare ´ns la ensenyá.



Dins
les pletes mallorquines,
Per les montanyes y plans,
Desde la
platja á la serra,
Desde ´ls horts als comallars;

Per
tot, per tot encarara
Ressona y vol ressonar;
Per tot, per
tot encarara
S´ouen sos accents corals.



La
pageseta refila
Ses cançons per l´alzinar,
Lo mariner á la
lluna
Ses codolades retrau.



Per
la terra de Mallorca,
Sense por y sense esglay,
Viu sanitosa y
xalesta
La llengua que festejau.



Trovadors,
bons trovadors,
Axí Deu sempre eus ampar,
Com es ver que
l´alegría
Dintre del cor no m´hi cap.



Nosotros
no la hemos abandonado; no la hemos olvidado nunca. Esa lengua, cuyos
acentos resuenan ahora tan dulces, nos la enseñaron nuestras madres.







A
lo largo de las dehesas mallorquinas; en las montañas ó en las
llanuras; desde las playas á las sierras, desde los huertos á las
hondonadas de los barrancos;

Por do quiera se la oye; por do
quiera los ecos reproducen sus afectuosas palabras.



La
montañesa modula en el encinar sus populares canciones; el marinero,
al rayo de la luna, repite sus codoladas.



En
tierra de Mallorca, sin padecer temores ni desmayos, goza de perfecta
salud y vive alegre la lengua que hoy festejáis.

Trovadores,
galanos trovadores, así Dios os dé siempre su gracia, com es verdad
que la satisfaccion rebosa de mi pecho.





El
goig lo meu cor umplena
Perque ´us veig arrenglerats;
¡Ditxa
de la patria mía!
¡Tant de bo qu´ella durás!



¡Tant
de bo!... Vostres paraules
Recordan los temps passats,
De la
raça llemosina
La gloria y los fets més alts.



Un
nom repeteix lo llabi,
Un nom recorre l´espay,
Un nom avuy
ressucita:
Rey En Jaume, Deu vos guart.



Rey
En Jaume, de la tomba
Be vos podeu axecar,
Veníu veníu de la
gloria,
Hon eternalment estau.



Del
aplech de los poetes
Ascoltarèu lo cantar,
Sentirèu les gayes
troves
Ó los himnes trïunfals.



Mes
¡ay! ¿quína veu planyívola
Ix del cors apesarats,
Y
uníssona ´s dexa entendre
Com un cántich funeral?




El
regocijo hinche mi corazon, porque os veo á todos reunidos. ¡Oh
dicha de mi patria! ¡Ojalá no se acabase nunca!



¡Ojalá!...
Vuestras palabras hacen revivir los tiempos pasados, la gloria y los
exclarecidos hechos de la raza lemosina.



Un
nombre vuela de boca en boca, un nombre recorre el inmenso espacio,
un nombre resucita: rey Don Jaime de Aragon, Dios te guarde.



Rey
Don Jaime de Aragon, bien puedes levantarte del sepulcro; vén, vén
de la Gloria, en donde estás por toda la Eternidad.



Escucharás
los cambios de los poetas, las gayas trovas, los himnos triunfales.



Mas
¿qué lamento es ése, que se escapa de los apesadumbrados pechos, y
se me figura cántico funeral?





¡Ay!
¡ay! passaren centuries,
Sis n´havem passades ja;



Y
en tal día com est día
Valencia esclatava en planys.



Y
plorava Catalunya,
Y l´Aragó, y Alacant,
Y Montpeller de
Provença,
Y´l generós balear.



Tocavan
de mort campanes,
Frares corrían migrats,
Richs-hòmens y
duchs y comtes
Revoltavan el Palau;

En braços de l´alt En
Pere
Espirava lo rey gran,
Lo rey més gran y més sabi
Que
vejeren les etats.



Ell
lo renom merexía
De Conqueridor com cal;
Ell vos doná
l´existencia
La terra, la llum, la pau.



Ell
arrancá ab sa potença
De les arpes del alarb
Exa terra, mare
vostra,
Y ´ns creá la llibertat.




¡Ay!
Pasaron los siglos; seis han pasado ya: y, en tal día como hoy,
prorrumpía en sollozos todo el reino de Valencia.



Y
lloraba Cataluña, y Aragon, y Alicante, y Mompeller de Provenza, y
el generoso Balear.



Las
campanas tocaban á muerto, corrían despavoridos los religiosos,
richos-hombres y duques y condes rodeaban el Alcázar.



En
brazos de Su Alteza, el príncipe D. Pedro, espiraba el gran rey, el
rey más grande y más sabio que vieran las edades.



Él
mereció el renombre de bravo Conquistador; él os dió la
existencia, el país, la luz, la paz.



Él
con su poder arrancó de las garras del alarbe esta tierra, madre
vuestra; y os creó la libertad.





Quant
s´espasa llampegava,
Y eguinava son cavall,
Res del mon podía
abátrel,
Res podía ´l capturar.



En
lo Puig, á Borrïana,
De Tortosa per avall,
Sa má ferma y no
retuda
Los sarrahins martellá.



Y
en los murs, y en les mesquides
Que clamavan á Ceyán,
D´Aragó
y de Catalunya
Les banderes feu alçar.



Y
en les hortes valencianes
Y en les torres més capdals,
Abatent
la mitja lluna,
Les santes Creus hi plantá.



Trovadors,
bons trovadors,
Qui us planyeu de son trespás,
També mon cor
l´ha de plányer,
També me cal suspirar.



De
Mallorca, de Mallorca
Som avuy la veu lleal;
Y de ma patria
Mallorca
No puch dir lo dol amarch.



Cuando
su acero relampagueaba, y relinchaba su bridon, nada era capaz de
abatirle, nadie era capaz de detenerle.



En
el Puig, en Burriana, en el llano de Tortosa, su siempre firme y no
vencida mano, fué martillo de los sarracenos.



Y
en lo alto de los muros, y en las mezquitas, que obedecían á Aben
Zeyán, enarboló las banderas de Aragon y Cataluña.



Y
en las vegas valencianas, y en las más altivas torres, plantó la
Santa Cruz, sobre las ruinas de la Media Luna.



Trovadores,
sencillos trovadores, que os lamentáis de su muerte; también mi
corazon la lamenta, tambien debo suspirar.



Soy
voz de Mallorca; y no me es posible en este día ocultar el amargo
duelo de mi patria.





La
Illa verge que ´l sol daura
Y besan los vents de mar,
Avuy sa
llum y sa ditxa
Muda en un tristíssim plant.



Recorda
que son gran pare
Tal día com ´vuy finá,
Son pare, ´l qui
vida y honra
Y gloria li va tornar.



Recorda
que en los navilis
Ixqué dels ports catalans;
Les platjes de
Santa Ponça
Los vejeren arribar.



Y
´ls barons de sa companya,
Y tota la host reyal,
Envestiren de
los moros
Les armades de lleoparts.



Cavallers
ardits y prous
Queyan á mils en lo camp;
Pero en mig d´ells
lo gran Príncep
Avançava guerrejant.



Y
la ciutat fou vençuda,
Y los catius deslliurats,
Y en les tors
de l´Almudayna
Vetlava l´almogavar.




La
Isla vírgen, dorada por el Sol, besada por los vientos del mar, hoy
convierte su luz y su dicha en tristísimo llanto.



Recuerda
que su gran padre murió en tal día como hoy, su padre, el que le
devolviera la vida, la honra y la gloria.



Recuerda
que en la real armada salió de los puertos catalanes. Las
mallorquinas playas de Santa Ponza le vieron echar pié á tierra.



Y
los barones de su mesnada, y toda la hueste real envistieron contra
las filas de leopardos musulmanes.



Buenos
y bravos caballeros caían a miles en el campo de batalla. En medio
de ellos avanzaba el gran príncipe, blandiendo su montante.



Y
fué vencida la ciudad; y liberados los cautivos; y se apostaron
centinelas almogávares, sobre las torres de la Almudaina.





Y
després Mallorca bella,
Sultana del fer alarb,
Va ser la verge
cristiana
Ungida ab oli sagrat.



¡Ay!
¡que sía la gloria eterna
Al bon rey qui´ns batejá!
¡Deu
li haja donat lo premi
Que guanyaren sos traballs!



¡De
la gloria en les altures
Deu l´haja clarificat!
¡Oh! ¡sí,
sí! ¡Lo guasardó
Tinga dels héroes cristians!



Jo´l
veig assegut en trono
De llum y de majestat,
Resplendent y
enlluernador,



Com
l´Essencia divinal.



Vèrgens
y angelets ayrosos
Fills dels regnes qu´ell salvá,
Cantan ses
glorioses gestes
Duguent palmes celestials.



Lo
acompanyan los guerrers
Qui devora ell van finar,
En les
ardentes batalles
Contra la lley del Islam.




Y
luégo la bella Mallorca, sultana del fiero muslim, vino á ser la
cristiana vírgen, ungida con los sagrados óleos.



¡Gloria
eterna al buen rey, que nos dió el Bautismo! ¡Dios le haya
concedido el premio que ganaron sus virtudes!



¡Dios
le haya inundado de luz en las alturas de la Gloria! ¡Sí, sí!
¡Posea el galardon de los héroes cristianos!



Véole
sentado en trono de luz y majestad, resplandeciente, deslumbrador,
como la divina Esencia.



Graciosas
vírgenes y pequeñuelos ángeles, hijos de los reinos que él salvó,
cantan sus gloriosos hechos, llevando en las manos triunfadoras
palmas.



Rodéanle
los guerreros que murieron á su lado, en las ardientes batallas
contra el Islam.



Y
li sonriuen gojosos
Los reys cavallers y sants;
De França lo
noble Lluis,



De
Castella ´l pros Ferrant...



Trovadors,
bons trovadors,
¿No´l veys al gran capitá?
Al qui ab son
sceptre regía
De Nimes al Cap de Pals?

Ab sa espasa
triunfadora
La patria nos va formar,
Ab ses lleys se
sabïesa
Nos proclamava germans.



Cantem,
cantem de sa gloria
Los recorts benavirats,
Esperances de la
patria
Son los recorts qu´exalçam.

Cantem en la nostra
llengua
Un afectuosíssim lay,
La llengua en la que dictava
Lo
rey sa Historia inmortal.



Del
Conqueridor les gestes
Inflamen l´estol de vats,
Y dexe la
festa d´ara
Recordança perpetual.




Y
le dirigen inefable sonrisa los reyes caballeros y santos; el noble
Luis de Francia, el buen Fernando de Castilla.

Trovadores,
galanos trovadores, ¿no le veis al gran capitan? ¿Al que con su
cetro regía nuestra tierra desde Nímes al cabo de Palos?



Con
su vencedora espada formó nuestra patria; con sus sabias leyes
proclamaba nuestra fraternidad.



Cantemos,
cantemos los bienhadados recuerdos de su gloria. Los recuerdos de hoy
esperanzas son de la patria.



Cantemos
en nuestra lengua lemosina afectuosísimo lay; en la lengua en
que el rey escribió su inmortal Historia.



Las
hazañas del Conquistador inflamen esa muchedumbre de poetas; y deje
la presente solemnidad, imperecedera memoria en los anales.





Y
´ls temps esdevenidors
Prengan exemple sagrat;
Y la patria
reverdesca
Quant senta lo noble cant.



Lo
Trovador mallorquí
Vos diu coratjós y pla:
Germans de fe y de
victoria,
¡Benvinguts! ¡Cantáu, cantáu!



Juliol
de 1876.




Y
los tiempos de lo porvenir tomen religioso ejemplo; y la patria
reflorezca, al escuchar tan nobles cantos.



El
Trovador mallorquin os dice con entusiasmo sincero: ¡Hermanos en la
fe y en la victoria, bien venidos seáis! ¡Cantad, cantad!



(V.
nota 20.)

viernes, 27 de agosto de 2021

LA MORT DELS MONCADAS. Joseph Lluis Pons.

LA MORT DELS MONCADAS.

I.

PARTIDA.


- Trau mon cavall mes valent,

Trau ma llansa mes guarnida,

Mon escut ab vadells d´or

Y l´ perpunt y capellina;


Perque demá al trencar l'alba

Lo cavall durá la brida,

Y jo l´èlm d'acér al front,

Daga y espasa a la cinta.



LA MUERTE DE LOS MONCADAS.

(Moncada, monte catenomont cadà)

I.

LA PARTIDA.

- Saca mi caballo más esforzado, mi mejor guarnecida lanza, mi escudo que tiene esculpidos becerros de oro y dame el perpunte y capellina;

Porque mañana, al asomar el alba, embridaré mi corcel, me calaré el acerado yelmo y ceñiré espada y daga.


Pe'l camí de Tarragona

Dirás que som de partida:

De Salou navegarém

A les costes mallorquines.


Ab lo senyor Rey en Jaume,

De Barcelona ab lo Bisbe

Y la flor dels cavallers

Que Catalunya trepitjan.


Quatrecents ab mí segueixen,

Que tots sols prou ne serian

Per ofegar al rey moro

Dintre lo mar de les illes.


Adeu siau, Vescomptessa, (comitecomte, no compte, ni vescompte, ni vescomptessa)

No ploreu, la meua vida,

Prest tornarán nostres veles

Blanquejant per la marina. -


Diu lo Vescompte en Guillem;

Y quant l'alba n'era eixida

Ab son germá Don Ramon

Y l´s cavallers que l' seguian,


Envers les altes finestres

Mes d'un colp girant la vista,

De son castell de Moncada

Baixa armat a tota brida.


Di que parto camino de Tarragona, y que desde Salou navegaremos hacia las costas mallorquinas,

Con nuestro rey Don Jaime, con el obispo de Barcelona, y con la flor y nata de los caballeros de Cataluña.
(Sí, claro, solo caballeros catalanes para la conquista; hay que ganarse la joya, y hay que lamer culos, Pepico Luis.)

Cuatrocientos son los que me siguen y ellos solos bastarían para ahogar al rey moro en las ondas que bañan sus islas.
(Tanto bastaron ellos solos que se los cargaron los moros mallorquines.)

Adiós quedad, la vizcondesa, no lloréis, vida mía, que presto veréis volver nuestras blancas velas por el azul de los mares. -

Así dice el vizconde Don Guillermo, y cuando ya clareaba el alba, con su hermano Don Ramon y con los caballeros de su séquito,

José Guillermo "Guillermón" Moncada Veranes



Desciende armado a rienda suelta de su castillo volviendo más de una vez los ojos hacia sus altas ventanas.

Als camps de Santa Ponsa  No gayre lluny del mar,  Al mitj d'una pineda  S'aixeca un pi mes alt.



II.

ARRIBADA.

Als camps de Santa Ponsa

No gayre lluny del mar,

Al mitj d'una pineda

S'aixeca un pi mes alt.


Lo cap sobre la soca,

D´esquena 'n el penyal,

Guillem lo de Moncada

Greument hi jau nafrat.


Desfeta la llonga,

La cinta sens punyal,

Vermella y esmussada

La espasa n' té al costat.


La vista enterbolida

Cercant lo seu germá,

Del pit, mentres respira,

N'hi brollan glops de sanch.


Del Bisbe que l'auxilia

La creu ne du en les mans,

D´alsarla fins als llábis

No n' té forsa 'n el bras.


II.

LA LLEGADA.

En los campos de Santa Ponsa, no lejos del mar, en medio de los pinares sobresale un elevado pino.

Con la cabeza sobre su tronco, y tendido de espaldas sobre el peñasco, yace allí herido mortalmente Guillermo el de Moncada.

Destrabada la loriga, sin daga en el cinto, con la espada mellada enrojecida a su lado.

Busca a su hermano con los ojos mortecinos, y cada vez que respira, chorrean de su pecho, borbotones de sangre.

Tiene entre las manos la cruz del obispo que le agoniza (auxilia mientras agoniza) y falta fuerza a su brazo para llevarla hasta sus labios.


Entorn los homens d´armes (algunos hombres de Arnes, Tarragona, igual iban)

Mirantlo enrevoltats,

Als altres que n'arriban

Lo signan ab pietat.


Donzells allí s'aplegan,

Barons y capitans,

Y al mitj de tots En Jaume

Baixant de son cavall.


III.


MORT.

- Derrera aqueixes platjes

Ne veig finir lo sol,

Lo sol d´eixa diada

Será l' meu derrer goig.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.
Adeu, lo Rey en Jaume,

Adeu, Rey d'Aragó;

Ab vos vinguí a Mallorca,

Mes no hi entraré ab vos.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.


(JA JA! Mallorca no era todavía patria catalana. Y esto lo escribe un iluminado catalanista de la Renaixença. Em pixu! Me hace falta un bacín mientras edito esto.
“Mes no hi entraré ab vos”: se refiere a la Ciudad de Mallorca, llamada Palma o Pauma después. La isla, illa, s´illa, ipsa insula, se llamaba ya así, con variantes, MaioriceMaioricaMalorcaMaylorcaMallorcaMallorques, la mayor de las islas pitiusas, pi, pinoPortopí
).

Los hombres de armas contemplándole al rededor le señalan con ademán compasivo a los otros que van acercándose.

Júntanse allí donceles, barones y caudillos, y Don Jaime, apeándose de su caballo, llega en medio de todos.

(Un gran héroe este Guillermico Moncada que muere a las primeras de cambio).


III.

LA MUERTE.

- Veo acabar el sol tras estas playas: el sol de este día será mi gozo postrimero. - ¡Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra !

Adiós rey Don Jaime, adiós rey de Aragón, con vos vine a Mallorca, pero no entraré con vos en ella.-
Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.

(Lo de “lejos de su patria” se entiende bien para un catalán, castlán, chatelain o châtelain, en fin, un castellano que no ha salido de sus dominios. Recuerdes Vds. que era Vizconde, Vescomte, Viscomte, Vice-comite.)

Lo de “lejos de su patria” se entiende bien para un catalán, castlán, chatelain o châtelain, en fin, un castellano que no ha salido de sus dominios



Mallorca será presa,

Venjat lo nostre afront;

Iglesies ses mesquites,

Y creus ses llunes d'or.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

Tornantsen les galeres,

Tornantsen a Salou,

Ses filles y ses mares

Veurá quiscun de l'host.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

Mes ¡ay! las salsaredes

Ubagues de Besòs,

Les serres de Moncada

May mes reveuré jo.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

Castell de los meus pares,

Castell dels meus recorts,

Ja may per darme entrada

Baixar faré l'teu pont.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

¡Ay, trista Vescomptessa

Guaytant de nit y jorn,

May mes per la marina

Veuréu vaixell que m' torn.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.


Mallorca será conquistada y quedará vengado nuestro ultraje: sus mezquitas serán iglesias y cruces sus lunas de oro. - Llorad al que muere lejos de su patria en extrangera tierra.

Tornándose las galeras de vuelta hacia Salou cada guerrero de nuestra hueste verá a su madre y a sus hijos. - Llorad al que muere lejos de su patria en extrangera tierra.

Mas ¡ay de mí! nunca volveré a ver las sombrías alamedas del Besós ni las sierras de Moncada. - Llorad al que muere léjos de su patria en extrangera tierra.

Castillo de mis antepasados, castillo de mis recuerdos, jamás haré ya bajar tu puente levadizo para darme paso. - Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.

¡Ay desdichada vizcondesa! por más que mires día y noche hacia los mares, nunca verás la vela del bajel que a ti me torne. - Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.


Devall d'eix pi selvatje

Jaurá enterrat mon cos;

La tomba que esperava

Escrit durá altre nom.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

Tinguda es ma paraula,

Del fat ja m'en conhort,

Mes lluny de Catalunya

Morir ¡oh Rey! me dol.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.


IV.

RECORT.


¡O fills de Barcelona!

Los jorns primers del maig,

Quant brots pámpols tendres

Verdejan pe'ls vinyats

Y xisclan cruixidelles

Gronxantse en los cimals;

D'aquell turó que rónech

Aixeca al Nort lo cap,

Del riu Besòs en l'aygua

Rojenca l´s peus mullant,

Pujeu fins a la cima

Lo dia al ferse clar.


Mi cuerpo quedará enterrado al pie de este rústico pino, y la tumba que aguardaba mi cadáver llevará escrito otro nombre. - Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.

Cumplí mi palabra: me resigno a mi suerte; pero ¡o rey! siento morir lejos de Cataluña.-

Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.

IV.


ÉL RECUERDO.


¡Hijos de Barcelona! en los primeros días de Mayo, cuando los capullos y los tiernos pámpanos verdean por los viñedos y los trigueros pían columpiándose en las altas ramas, trepad al clarear el día hasta la cima de aquel monte aislado y solitario que hacia el norte de la ciudad empina su cabeza y moja sus pies en las rojizas aguas del Besós.


Veuréu d'un castell gótich,

Que n'era dels mes alts,

Les torres trossejades,

Xapats per terra l´s archs.

Blavenques etsevares

Per tot sos murs voltant,

Y blanques englantines

Pe'l mitj dels tristos carts.

Llavors, si l´s ulls atónits

Gireu envers lo mar,

Les illes de Mallorca

Veuréu si bè oviráu,

De l'ona llunyadana

Dormint sobre l' mirall.

Allí per l' honra vostra

Pe'l Deu que n's es sagrat,

Moriren els Moncadas,

Mes ¡ay! tots dos germans.

Si aymau la dolsa terra

Que infants nos alletá,

Y l´s seggles richs de gloria

De nostre august passat,

Digueu al despedirvos

Les timbes devallant:

“Germans, els de Moncada,

Per sempre Deu vos guart.”

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Allí veréis las destrozadas torres y los hendidos arcos de un castillo gótico de los más ilustres. Las azuladas hojas de las pitas cercan por todas partes sus muros y se divisan por entre los tristes cardos, las blancas englantinas. Entonces, si volvéis hacia el mar los asombrados ojos, veréis mirando atentos, las islas de Mallorca durmiendo sobre el espejo de las ondas lejanas. Allí por nuestro Dios por nuestra honra murieron ¡ay! los Moncadas, murieron ambos hermanos.

Si amáis la tierra querida que nos amamantó en la niñez, y los siglos de nuestro pasado augusto, ricos en glorias, decid al despediros, bajando por los derrumbaderos: “Hermanos, los de Moncada, por siempre os guarde Dios.”