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martes, 23 de junio de 2020

267. LOS PEREGRINOS ESCULTORES, BOLTAÑA


267. LOS PEREGRINOS ESCULTORES (SIGLO ¿XIV? BOLTAÑA)

267. LOS PEREGRINOS ESCULTORES (SIGLO ¿XIV? BOLTAÑA)


Boltaña, cuyas casas se concentraban a orillas del Ara de aguas limpias, era toda quietud. Cada boltañés se dedicaba en paz a su trabajo y las horas se desgranaban lentas. De cuando en cuando, buscando el amparo de su hospital y de su hospedería, llegaban romeros que se detenían para reparar fuerzas antes de proseguir el camino de nuevo. Eran extraños por ser forasteros, pero no eran extrañados. La quietud y la calma de la villa se rompían mientras ellos estaban allí, pues en torno a cada uno de ellos solían arremolinarse sus gentes a la vuelta del trabajo para oír las historias de sus andanzas.

Llegaron en cierta ocasión juntos dos peregrinos de mediana edad, extranjeros ambos, que muy pronto intimaron con los habitantes de la villa. Les llamó mucho la atención —y así lo hicieron notar en las conversaciones— la carencia en la iglesia colegial de un Crucifijo, ofreciéndose ambos a tallar uno si se les proporcionaba el material necesario y se les procuraba un local adecuado para trabajarlo. No pedían a cambio más que lumbre, una pitanza al día, agua y sosiego, accediendo a todo ello los boltañeses, con su cura a la cabeza.

Se encerraron ambos romeros en una cámara que mal iluminaba una pequeña ventana cercana al techo. Transcurrió una semana y pasaron más días sin dar señales de vida, tantos que comenzaron a sospechar las gentes de Boltaña si no habían sido engañados. La inquietud pudo con ellos y, tras deliberar sobre qué hacer, determinaron entrar en la estancia a pesar de lo pactado. Forzaron y abrieron la puerta de par en par, pero la sorpresa fue enorme pues dentro no había nadie: la burla se había consumado.

Sin embargo, cuando las lamentaciones por la astucia y el descaro de los falsos artífices era ya un clamor, un muchacho reparó que, sobre un tronco de árbol que había en un rincón, reposaba un Crucifijo cubierto con un paño y estaba tan hermosamente tallado que parecía haber sido cincelado por las manos de los propios ángeles.

Con sumo cuidado y reverencia, los congregados llevaron a la colegial el Crucifijo, que muy pronto se convirtió en objeto de veneración no sólo en Boltaña sino en toda la comarca. Lo curioso es que nadie se atrevía ni siquiera a nombrar a los romeros que habían sido sus artífices.

[Faci, Roque A., Aragón..., I, págs. 117-118.]


https://www.pasoapalmo.com/sobrarbe-entorno_boltana-boltana-colegiata_san_pedro.htm

Boltaña es uno de esos lugares que invitan al descubrimiento sosegado, sin prisa, envolviéndose el visitante en una cálida aventura que lo lleva a perderse entre calles estrechas, admirando casas típicamente pirenaicas recubiertas de nobles historias, y atravesando el caserío junto a sus hospitalarios y dicharacheros habitantes.
Boltaña se encuentra al final del valle del río Ara, casi cuando éste llega al encuentro del Cinca, confluencia que se produce en Aínsa, población con la que comparte la capitalidad del Sobrarbe.
Parece ser que esta villa era la capital de la conocida como Boletania en época romana, nombre que parece ser raíz etimológica de su denominación actual. (boletus ?)
Como en muchas otras poblaciones del Alto Aragón, al llegar, podemos vislumbrar la historia del lugar sólo por su estructura urbana: una localidad nacida al amparo de una fortaleza defensiva, como parece norma para toda la zona fronteriza entre territorio cristiano y musulmán, allá por los siglos X y XI. Así, observamos cómo el castillo se encuentra ubicado en la zona más alta y abrupta del municipio. Su origen parece ser musulmán pero fue cristianizado tras su conquista en el siglo XI.
El caserío y el entramado urbano de Boltaña, que comprende uno de los cascos históricos más grandes del Pirineo Aragonés, nos trasladan a épocas pasadas gracias a unas calles empinadas que se pierden en un laberinto vial flanqueado por algunas de las casas más singulares y bellas del Pirineo Aragonés. Unas casas de piedra, de poderosas proporciones y de factura sobria que además de poseer gran robustez, transmiten gran calidez en sus interiores. Destacan algunos ejemplos, como casa Simón, con su hermosa aunque transformada torre (siglo XVI), casa Carruesco, casa Núñez, o casa Don Jorge (quizá del siglo XVII), vivienda torreada sita en la calle Mayor de la localidad. No podemos olvidar las características chimeneas troncocónicas que embellecen los tejados, y que se perfilan incólumes cada vez que nos atrevemos a alzar la mirada hacia el cielo.
La colegiata de San Pedro, parroquial gótica de la ciudad, es una de las iglesias más monumentales de Aragón. Aunque sus orígenes se instalan en la Baja Edad Media (siglo XV), la mayor parte de su estructura y decoración corresponde a una serie de mejoras y transformaciones sufridas entre los siglos XVI y XVII. Destaca entre sus muros, el coro, sillería que procede del Monasterio de San Victorián, obra lignea de Pedro de la Guardia.
Uno de los reclamos turísticos más monumentales y bellos de Boltaña es el Monasterio de la Virgen del Carmen, fundado en 1651 sobre la antigua ermita del Espíritu Santo, a las afueras de Boltaña, cerca de Margudgued. Tras la desamortización de Mendizábal, y tras diversos usos a que fue sometido, a finales del siglo XX fue rehabilitado y convertido en hotel de cinco estrellas. Algunos templos religiosos, de carácter popular, que también pueden ser visitados, son las ermitas de Santa Lucía, Santa Bárbara, San Sebastián, San Andrés, San Pablo (desaparecida) y San Gil, todas ellas de entre los siglos XVI y XVIII.
Boltaña posee, además, una zona de baño, o poza, llamada Piscina Natural de la Gorga, una zona refrescante de aguas tranquilas a orillas del río Ara.

Boltaña posee, además, una zona de baño, o poza, llamada Piscina Natural de la Gorga, una zona refrescante de aguas tranquilas a orillas del río Ara.

El turismo es una de las bazas del municipio, contando con numerosas instalaciones acondicionadas como hoteles, camping, el área recreativa de Villaboya, etc. No podemos olvidar los rasgos y costumbres propias de la zona, personificadas en el “palotiau”, danza que se interpreta en actos religiosos y fiestas de la ciudad, o en el conjunto musical más famoso del Pirineo Aragonés, La Ronda de Boltaña.
Celebra sus fiestas el 25 de enero, festividad de la Conversión de San Pablo, el 14 de septiembre, con motivo del Lignum Crucis, y el tercer fin de semana de agosto, convirtiéndose la Plaza Mayor de Boltaña en un hervidero de gente danzando en alegría y fraternidad.

domingo, 12 de mayo de 2019

UN DETALLE DE LA BATALLA DE FRAGA, 1134

2.63. UN DETALLE DE LA BATALLA DE FRAGA (1134) (SIGLO XII. FRAGA)

La batalla de Fraga constituye uno de los hitos más importantes de la reconquista, y la derrota de Alfonso I el Batallador estuvo a punto de dar al traste con las ganancias obtenidas, incluida la ciudad de Zaragoza. Es rigurosamente cierto que la actitud de Alfonso I ante Fraga posibilitó no sólo la resistencia de los fragatinos sino también la llegada de socorros de Córdoba, de Lérida, de Valencia y Murcia (dirigidos estos últimos por Abén Ganya).


La táctica mora fue la misma que emplearon en Zalaca y la que utilizarían en Alarcos algo después: mientras los moros que atacaban de frente con escasas fuerzas eran derrotados, la parte más gruesa de su ejército atacaba por la espalda y asaltaba los campamentos cristianos, sembrando el pánico y provocando su derrota. En Fraga, fue Abén Ganya quien encabezó las tropas de refresco y quien se presentó como auténtico vencedor.
Naturalmente existe una parte legendaria según la cual los obispos y clérigos, mientras los guerreros peleaban, elevaban preces al cielo que no les oyó, pues, como dice la «Crónica de Alfonso VII», ni el arcángel Gabriel ni Miguel, príncipe de la milicia celestial, acudieron en ayuda de Alfonso I, que fue derrotado en toda regla.
Una crónica musulmana narra que, antes de que apareciera Abén Ganya con sus guerreros, se presentó al rey aragonés un monje francés diciéndole que, ante una invocación suya a Dios, los moros se rendirían. Obtuvo el monje permiso, ascendió a la colina más cercana al muro de Fraga y comenzó su imprecación. Los defensores, que tenían noticia de aquella intervención, ubicaron en aquel lado del muro un almajaneque potentísimo, colocando en la balanza una enorme piedra izada por más de veinte hombres. Cuando el fraile se hallaba en plena invocación, accionaron el almajaneque y la piedra impactó de lleno en él llevándose la mitad de su cuerpo.
Alfonso I el Batallador —que estaba preparado para atacar con sus guerreros, a los que había formado detrás del monje— quedó totalmente desconcertado y, con un susto de muerte en su cuerpo, se retiró a su campamento totalmente abatido. Allí fue donde le sorprendería Abén Ganya con sus soldados valencianos y murcianos causándole la derrota.

[Lacarra, José María - Vida de Alfonso el Batallador, págs. 128-129.]

UN DETALLE DE LA BATALLA DE FRAGA, 1134


https://journals.openedition.org/e-spanialivres/184

http://www.ibiza-hotels.com/hoteles/ibiza_museums/history4.php

https://es.wikipedia.org/wiki/Almajaneque



El almajaneque (del ár. and. "almanganíq”) era una máquina de guerra utilizada para lanzar grandes piedras de más de 500 kg de peso, con el fin de destruir las murallas o almenas de los castillos enemigos.

Su funcionamiento estaba basado en el sistema de palanca, con un brazo largo con el eje descentrado en cuyo extremo había un contrapeso; los más sofisticados tenían sistemas de reenvío mediante poleas. Habitualmente eran sencillos y se construían al pie de las murallas a derribar: disparaban los proyectiles en trayectoria baja y no alcanzaban gran altura, de manera que las piedras disparadas golpeaban contra las murallas, en vez de volar sobre ellas y caer en el interior del recinto.

Eran unas máquinas de diseño sencillo y rústico, pero a su vez eficaces y demoledoras.

Un gran almajaneque fue utilizado por Abderramán III en el asedio al castillo de Juviles, en las Alpujarras de Granada, con el que bombardeó con proyectiles de piedra sin cesar el castillo, hasta conseguir al cabo de 15 días la rendición del mismo.

Otros nombres:
Trebuchet
Mangonel
Maganel

http://terraimagina.blogspot.com/2007/06/armas-iv-maquinaria-de-asedios.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Fraga_(Huesca)

Fraga es un municipio español situado en el extremo sureste de la provincia de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón, en el último tramo del Valle del río Cinca. Es cabeza de partido judicial y capital política de la comarca del Bajo Cinca. Cuenta con 14 979 habitantes (INE 2018).

En octubre de 2018, era único municipio aragonés con una población superior a 10.000 habitantes que conseguía el pleno empleo, es decir, una tasa de paro menor del 5%. El sector de la agroalimentación, la progresiva y dinámica expansión de la Plataforma Logística de Fraga y la estratégica localización de la ciudad han sido tres aspectos esenciales para la consecución de estos datos.

El origen y la antigüedad:
Se cree que la ciudad tiene origen prerromano, pero no hay pruebas fehacientes de ello. En las cercanías se han encontrado numerosos restos arqueológicos.

Edad del Bronce:
El yacimiento más antiguo es el del Barranco de Monreal, de entre el 1800 a. C. y el 1500 a. C.

Del bronce medio es el yacimiento de Punta Farisa, destruido en parte en la construcción de un camino. También son del bronce medio los inicios del yacimiento de Masada del Ratón, cercano al anterior. En ambos han aparecido cerámicas, elementos líticos y moldes de fundición para hachas y puntas de flecha.

Del bronce final son las capas superiores del yacimiento de Masada del Ratón, el yacimiento de Zafranales, a pocos metros del casco urbano y el de Lo Puntal, poblado en alto que se extiende por la ladera desde la que se domina la llanura de la Litera. Los restos de cerámica relacionan los asentamientos con la cultura de los campos de urnas.

Edad del Hierro:
De esta época no hay yacimientos estudiados en profundidad, aunque existen diversos indicios de poblamiento. No se conocen las causas de esta laguna, que puede ser debido a una disminución en la población por causas desconocidas o bien porque los poblados íberos se construyeron sobre los asentamientos del hierro.

Íberos:
El ibérico pleno se desarrolla en la zona a partir del año 400 a. C., a partir de la cultura de los campos de urnas. Se han encontrado diversos yacimientos en la comarca, como los del castillo de Chalamera, Lo Vedat de San Simón, La Noria, o Punta Calvari.

El más destacado es el de Lo Pilaret de Santa Quiteria, que se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad. El poblado comenzó su andadura en las últimas décadas del siglo V a. C. y sobrevivió hasta época romana, en la que se supone que sirvió de base para una villa. A destacar una lápida encontrada por José Salarrullana de Dios en 1894 con una inscripción íbera:

aloŕiltu
i.belaśbais
ereban.keltaŕ
erkeryi.aye
teikeoen.ery
i
de la que se desconoce el paradero. Luis Silgo Gauche intentó en el 2003 una traducción como: «Aloŕiltu hijo de Belaśbaiser, hic situs est».

http://ibers.cat/


Fraga perteneció en época íbera al territorio ilergete.

Época romana:

Uno de los mosaicos romanos encontrados en Villa Fortunatus, de dónde procede el nombre. (Museo de Zaragoza)
No se tienen noticias concretas de las vicisitudes de la ciudad en época romana. Se supone que, al igual que el resto del territorio ilergete, compartiría la suerte de Ilerda en la romanización: participación en las guerras púnicas como aliados de Cartago, rebelión contra los romanos de Indíbil y conquista definitiva por los ejércitos romanos hacia el 205 a. C.

En época romana el área perteneció junto a Ilerda al convento de Caesaraugusta, dentro de la provincia de Tarraco. La ciudad se encuentra en la vía de Ilerda a Celsa, en el punto en el que el camino cruza el Cinca. El Cinca, al igual que el Ebro, eran navegables, con lo que el asentamiento representaría un cruce de rutas entre las fluviales y las calzadas. Es decir, por vía fluvial las comunicaciones serían a Caesaraugusta (Zaragoza), Tolous (Nuestra Señora de la Alegría, Monzón), Ilerda (Lérida) y Dertosa (Tortosa) y por vía terrestre a Celsa (y desde allí a Caesaraugusta) y a Ilerda (y desde allí a Tarraco (Tarragona) y a Roma).

No se han encontrado restos de la ciudad romana. Sin embargo a pocos kilómetros de la ciudad se pueden visitar las ruinas de una extensa villa del siglo II, llamada Villa Fortunatus. Aunque no debió ser el centro romano más importante de la zona, en la villa se han encontrado algunos de los mosaicos más hermosos de Aragón. Actualmente se encuentran dispersos en museos de Zaragoza y Barcelona, aunque los más sencillos se conserven en el lugar. También se encontraron algunas estatuas, una de las cuales, un niño montando a un delfín, se puede admirar en el museo de Huesca. El edificio continuará su actividad como basílica hasta el siglo V, ya en época visigoda.

Hay sospechas de que la ciudad de Gallica Flaouia mencionada por Ptolomeo es la ciudad de Fraga, aunque investigaciones recientes tienden a desmentirlo. Ptolomeo menciona la ciudad de Gallica Flaouia entre los ilergetes a orillas del Cinca, pero la sitúa a 3 leguas al norte y 1 legua al oeste de Lérida.

Medina Afraga:
La ciudad musulmana de la Marca Superior (714) tuvo una relativa importancia, menor que la de Lérida, pero suficiente para ser nombrada por numerosos cronistas de la época. Cuenta Al-Qazwini (1203 - 1283):

Fraga, ciudad de Al-Andalus, próxima a Lérida; hay en ella abundantes huertas, abundantes aguas, buenos edificios, y es tan hermosa en perspectiva, como buena en realidad... Está situada sobre el río de los olivos (río Cinca) y muy bien construida. Está provista de una fortaleza bien defendida e inaccesible y rodeada de numerosos huertos que no tienen igual...

También es citada en el Dikr bilad al-Andalus, una descripción anónima de al-Andalus del siglo XIV. En esta época la población ya hacía mucho tiempo que había dejado de ser andalusí, aunque es probable que sus habitantes o parte de ellos siguieran siendo musulmanes (mudéjares):

Fraga es una de las capitales del oriente de al-Andalus, ciudad antigua y de remota fundación, sus habitantes son árabes de origen, pues en la época de la conquista se establecieron allí unas tribus yemeníes cuya descendencia continúa habitándola; son gente piadosa y de fe firme. Produce mucha miel y azafrán de calidad; en su territorio hay escarpadas montañas, castillos y gran cantidad de aldeas, cuyo número sobrepasa las tres mil; en todas ellas se realiza el sermón de los viernes.

El casco histórico es un típico ejemplo de ciudad árabe medieval, con su laberinto de estrechas callejuelas frescas en verano y protegidas del cierzo en invierno.

Entrada medieval de las murallas:
Los musulmanes crearon en las tierras del valle una red de regadío que daba a la ciudad su huerta, su riqueza y su renombre. Citando a Kitab ar-Rawd al-Mitar, está situada Fraga sobre el río de los olivos (Nahr al Zaitun) y bien construida. Se halla provista de una fortaleza bien defendida e inaccesible y rodeada de numerosos jardines que no tienen comparación.

A partir de la caída del Califato de Córdoba en 1010, Fraga pasó a depender de Zaragoza, Lérida o Huesca, según la suerte del reino taifa de turno. Ya en el siglo XI, llegaron Sancho Ramírez y Pedro I a las cercanías de la ciudad. Monzón cayó en 1089 y Zaidín en 1092. A partir de ese momento, Fraga pasaría a ser zona fronteriza de resistencia contra los cristianos.

Los cronistas también alaban el castillo y las murallas, que unidas a la red de túneles que todavía se conservan bajo el casco histórico, convertía la ciudad en casi inconquistable. Tuvo ocasión de comprobarlo el 17 de julio de 1134 Alfonso I el Batallador, que moriría a causa de las heridas sufridas en la batalla de Fraga.
Movió Alfonso I guerra a los reyes de Lérida y Fraga... Habiendo cobrado los moros gran soberbia. Y Abengania, rey de Lérida y el rey de Fraga, juntaron huestes con las cuales peleó el emperador Alfonso I (1133). La desgracia de Alfonso I fue que tropas de Córdoba (2000 jinetes), Valencia (500) y Lérida (200) se habían reunido tras las murallas de la ciudad para defenderla. Los caballeros musulmanes defensores arrollaron el campamento enemigo cuando la mayoría de los 12.000 caballeros cristianos se hallaban de permiso concedido por el rey tras el asedio a la ciudad. Sólo diez caballeros cristianos salvarían la vida, entre ellos don García Ramírez, señor de Monzón y futuro rey de Navarra.


Fraga y Lérida caerán en manos cristianas el mismo día, el 24 de octubre de 1149. En el momento de la conquista, parece que Fraga era un distrito inferior del amal de Lérida, que pertenecía al reino taifa de Zaragoza. Por lo menos técnicamente, ya que Ibn Mardanis, el último gobernador musulmán de Afraga, había convertido la ciudad en un taifa independiente aprovechando disputas familiares entre Zaragoza y Lérida.​ Ibn Mardanis, llamado el rey Llop o Lop (lobo), contando con tan sólo 25 años tuvo que negociar la rendición de la ciudad con Ramón Berenguer IV el 24 de octubre de 1149, consiguiendo un trato de favor para los musulmanes que quisieron quedarse, como el que pudieran regirse por sus propias leyes.

¿Aragonesa o catalana?
La pertenencia de la ciudad a Cataluña o Aragón en la Edad Media no está clara. Resulta difícil adscribir la ciudad a unos territorios que aún estaban en formación y no tenían su forma actual. Por ejemplo Ramón Berenguer IV se declaraba "Conde de Barcelona, Príncipe de Aragón, la reina era Petronila, hija del rey Ramiro II el monje, Duque de Lérida y Marqués de Tortosa" y decía "reinar en Zaragoza y en Aragón, en Sobrarbe y Ribagorza, en toda Barcelona, en Provenza y en Tortosa, junto con Zaragoza, Provenza y Calatayud".​ Ramón Berenguer IV NO reinaba, el rey seguía siendo Ramiro II y la reina Petronila, firma Petrvs.

http://www.donapetronila.es/historia/


http://blogs.iec.cat/scej/wp-content/uploads/sites/22/2011/05/5654_DonacionRamiroII.pdf

https://historiaragon.com/2017/08/10/los-acuerdos-de-barbastro-aragon-y-barcelona-unen-sus-fuerzas/

Tampoco facilita el asunto que los reyes modificaran la frontera varias veces durante sus reinados. Estas diferencias entre los conceptos de pertenencia medievales y los modernos y la falta de información e investigación exhaustiva llevan a diferentes autores a dar interpretaciones diversas.


Antonio Ubieto Arteta afirma en Historia de Aragón. La formación territorial que la incorporación inicial no fue ni a una ni a otra, sino al «patrimonio real»:

Los testimonios ambivalentes para Fraga, Lérida y Tortosa son debidos a que los territorios no se conquistaron para ser incorporados ni a Aragón, ni a Cataluña, sino al «patrimonio real» del rey de Aragón, que se consideraba inseparable.
Durante los siglos XI y XII, Fraga tendrá «tenencias», una institución claramente aragonesa, a pesar de que algunos tenentes pudieran ser catalanes, o de Montpellier, o mallorquines, valencianos, todos de la corona de Aragón.
La afirmación de las cortes de Lérida (1214) y de Tortosa (1218) de que Cataluña llegaba hasta el Cinca, se refiere al límite meridional (entre Salses al norte y el Cinca al sur), es decir a la confluencia del Cinca y el Segre antes de afluir al Ebro.
En 1248 se confirmó que el límite entre Aragón y Cataluña estaba en el Ebro entre Mequinenza y Tortosa.
En 1243, la donación de las tierras entre el Cinca y el Segre que hace Jaime I a su hijo Pedro serían las tierras, es decir, que los bienes los cobrase el infante Pedro, pero la «potestad real» se mantenía en Alfonso, su primogénito, ya que esta era indivisible para territorios heredados. La interpretación hecha por las cortes de Barcelona ya no fue como en 1214, la desembocadura del Cinca, sino que se tomaba el cauce completo del Cinca. En 1245, Jaime I divide de nuevo Aragón y Cataluña con fronteras más concretas, incluyendo Fraga y Mequinenza en Cataluña, aunque existen numerosas incongruencias en el documento. En 1257 concede a su hijo Pedro de nuevo el gobierno de toda Cataluña desde Salses al Cinca, tomando el río como frontera.
La teórica catalanidad de Fraga duró poco: en 1284 un noble fragatino aparece entre las tropas de la nobleza catalana; pero en 1289 el señor de Fraga aparece ya citado entre las poblaciones y señores aragonesas.
Posteriormente hubo problemas entre la población y los señores, algunos catalanes, que pretendían imponer cada uno sus estatutos jurídicos: la población los aragoneses y los señores los catalanes.
Joaquín Salleras Clarió en Comarca del Bajo Cinca considera que Fraga se incorporó a Cataluña tras la reconquista.

Cree que en las negociaciones entre Ramón Berenguer IV y Ramiro II el primero se reservó Fraga para sí y sus descendientes, entregando el señorío y gobierno de la villa al conde de Pallars Jussà Arnal Mir, vasallo suyo.
Ramón Berenguer VI usó durante un tiempo el título de «príncipe de Fraga».
En la Asamblea de la Fatarella, en 1173, Alfonso II de Aragón delimitó la frontera entre Cataluña y Aragón colocando la frontera en el Cinca, por lo que Fraga pasaría a ser catalana. Pedro II y Jaime I confirmarían este hecho.
La Gran Enciclopedia Aragonesa afirma que Fraga es aragonesa por lo menos desde 1244.

En 1214 se considera que Cataluña llega hasta el Cinca.
En 1244 se considera que Cataluña va «desde el Cinca hasta Salses». La excepción serían Monzón y Fraga, que permanecerían como aragonesas a pesar de estar en el lado izquierdo del río Cinca.
Lérida, que había acudido a las Cortes aragonesas, quedaba así en Cataluña.

Igualmente en 1244, se rechaza la pretensión aragonesa de hacer llegar Aragón hasta el Segre.
En 1283 también se confirma la pertenencia a Aragón de la Ribagorza hasta la clamor de Almacellas.
La Enciclopedia Catalana considera que Fraga fue catalana con seguridad desde 1244 y probablemente hasta finales del siglo XV.

La villa fue incorporada inmediatamente al obispado de Lérida.
En 1255 Jaime I entrega Fraga a Guillermo de Montcada, por lo que la villa pasa a formar parte del Condado de Barcelona.
En el testamento de Jaime I (HAY VARIOS) se divide Cataluña y Aragón entre sus dos hijos (tiene más, e hijas), fijando la frontera entre los dos territorios. Inicialmente estaría en el Segre (Lérida juró fidelidad al heredero de Aragón en las cortes de Daroca), sin embargo en las cortes de Barcelona de 1244 definiría Cataluña de «Salses al Cinca» a pesar de la oposición de los aragoneses que consideraban la Ribagorza, la margen derecha del Segre y Lérida, como territorio aragonés. Sólo la parte del término de Fraga a la derecha del Cinca sería aragonesa (la villa de encuentra al lado izquierdo).
Ximén Pérez de Salanova, Justicia de Aragón, afirma en 1311 explícitamente que Fraga pertenece a Cataluña.
Como parte de la veguería de Lérida, Fraga perteneció al Principado de Cataluña hasta época de Fernando II de Aragón a finales del siglo XV, con lo que se incorpora definitivamente a Aragón.
En 1707 los Decretos de Nueva Planta que Felipe V hizo para Aragón incorporaron Fraga en el corregimiento de Zaragoza.
Francisco Castillón Cortada en Fraga. La sultana del Cinca considera que Fraga fue aragonesa desde el principio:

Tanto Fraga como Lérida no se incorporaron a Cataluña tras la reconquista, puesto que esta todavía no existía como tal ente político. La pertenencia a Ramón Berenguer IV y a Cataluña son conceptos diferentes que no se implican el uno al otro. Todavía en 1337, Pedro IV se dirige a la Pahería (Ayuntamiento) en Lérida con las siguientes palabras: aunque Lérida estaba en Cataluña, no pertenecía al condado de Barcelona.
El problema se planteará por primera vez con Jaime I el Conquistador, que declara Mequinenza, Fraga y Monzón como catalanas. La división no se llevaría a cabo por la oposición de los nobles aragoneses. Así, mientras los nobles aragoneses pretendían extender sus tierras hasta el Segre, los catalanes pretendían extender las suyas hasta el Cinca.
Jaime I el Conquistador le otorga el fuero de Huesca en 1240, por la que se rige durante la Edad Media. Los usos y costumbres y la moneda serán aragonesas.
En el Atlas Catalán hecho por Cresques Abraham en 1375, el lugar aparece como aragonés.
A finales del siglo XIII la villa no fue incorporada en el censo de población de Cataluña, por lo que parece que en la época se consideraba una ciudad aragonesa.
Pedro IV de Aragón intentó de nuevo incorporar la ciudad a Cataluña, pero las protestas de fragatinos y aragoneses le llevaron a declarar en las Cortes Generales «...que certa cossa es, que la universitat de Fraga es poblada per privilegio a fur d'Aragó et de aquell observen en tempos esdevenidor, axi complidament com antigament han observat. Plau al Senyor Rey que los d'Arago ussen tota aquella possesió que han acostumbrat de ussar tro el día de huy et revoca totas quals se vol cosses feytes en contrari.» (cuidadito con los textos antiguos con tildes y apóstrofes. En los tomos de los dos Bofarull no se encuentra ninguna tilde ni apóstrofe, y muy pocas comas o punto y coma.)
E. Sarasa Sánchez afirma que «Jaime II había incluido en el reino [de Aragón la] Ribagorza, la Litera (hasta la denominada "clamor de Almacellas"), Fraga y el señorío de Albarracín.» en el Atlas de Historia de Aragón.

La cuestión ha vuelto a la actualidad en parte debido al nacionalismo catalán y el pancatalanismo, que pretende incluir la zona dentro de los Países Catalanes (Països Catalans) e incluso dentro de la propia Cataluña.

La ciudad cristiana:
La villa, tras la reconquista en manos del Conde de Pallars Jussà Arnal Mir, al igual que otras similares, se convertirá en un mosaico de culturas y religiones en la que judíos, musulmanes y cristianos convivirán con mayor o menor acierto.

Los judíos de Fraga pertenecieron a la colecta de Lérida hasta 1294, año en que pasaron a depender del Conde de Montcada. Tras la muerte del Conde en 1328, se unieron a la colecta de Huesca para pagar sus impuestos reales.

Tras la conquista de Lérida, el obispado de Roda-Barbastro se traslada a Lérida, pasando a llamarse Lérida-Roda durante un tiempo. Así, todos los territorios que dependían del obispo de Roda, además de las nuevas conquistas como Fraga, pasan a depender eclesiásticamente de Lérida en 1149. La situación se mantuvo hasta 1995, en que las parroquias aragonesas pasan a depender también de diócesis aragonesas, en el caso de Fraga del obispado de Barbastro-Monzón. Este cambio ha llevado a una polémica por la entrega a los obispados correspondientes de las obras de arte de las parroquias aragonesas que se encuentran en el Museo Diocesano de Lérida.

Los templarios ocuparían el castillo y obtuvieron grandes haciendas en la zona.

Se celebraron en la iglesia de San Pedro dos veces Cortes Generales del Reino, en 1384 y 1460, una vez con presencia del rey Juan II. También se refugiaría en su castillo Leonor de Sicilia señora de la villa, durante su enfrentamiento con Pedro IV el Ceremonioso.

En 1391 Juan I de Aragón concede a la ciudad un mercado, que se instala en la Calle Mayor.

La historia moderna:

Vista de Fraga en 1779, con el escudo de la ciudad.
La expulsión de los moriscos de 1610 tuvo un gran impacto en la economía fragatina. Durante 800 años los moriscos habían sido una parte muy importante de la población. La expulsión coincide con la llegada de los monjes trinitarios en 1550 y la Orden de San Agustín en 1615.14​

Felipe IV se asentó en la villa durante la Guerra de los Segadores. En esta ocasión lo acompañaría Velázquez, que pintaría dos cuadros durante la estancia: un retrato del rey (llamado Felipe IV de Fraga, Colección Frick de Nueva York) y un retrato de un enano de la corte, Diego de Acedo, apodado El Primo. Dicho cuadro se identifica con dudas con el conservado en el Museo del Prado de Madrid.

Durante la Guerra de Sucesión Española la ciudad cambió de manos en diversas ocasiones, pero por permanecer siempre fiel al rey Felipe V recibió los títulos de "ciudad" (1709), "vencedora y fidelísima" (1710), además del privilegio de añadir la flor de lis al escudo. También le fueron concedidas dos ferias francas en 1710, el que no pudieran ser confiscados sus bienes a los vecinos de la ciudad sino por crimen de lesa majestad, robos y homicidios y voto en cortes con preferencia a las demás ciudades, excepto Zaragoza, Tarragona y Jaén.15​16​

El puente colgante fue inaugurado en 1847.
Fraga fue saqueada en diversas ocasiones, entre otras en 1642 durante la Guerra de los Segadores, en la Guerra de Sucesión, en la Guerra de la Independencia y durante la Guerra Civil. Durante la Guerra de Independencia, la ciudad fue ocupada por las tropas francesas; las tropas españolas volaron en mayo de 1810 el puente y las trincheras realizadas por los franceses.15​ Entre 1845 y 1847 se construyó un puente colgante sobre el Cinca, que se hundiría parcialmente en 1852, falleciendo doce personas.18​ Durante la Guerra Civil, bajo el gobierno de un comité de la CNT-FAI, se impuso un régimen de comunismo libertario en el que se colectivizaron todos los bienes, tierras y servicios y se abolió el dinero. En esa época también se fundó una Casa de los Ancianos para ancianos pobres y sin familia, muchos de los cuales se habían acercado a Fraga desde lugares cercanos.

Economía:

La actividad principal de la ciudad y la comarca circundante es la agricultura. Los terrenos del valle del Cinca (la "huerta") son desde antiguo de regadío, actualmente con plantaciones de árboles frutales (melocotón y manzana) y hortalizas (consumo propio). Fueron famosos los «higos de Fraga» y, aunque actualmente casi no se cultivan, Fraga sigue produciendo algunas especialidades propias de su célebre pan de higo.19​ Las zonas altas (el "monte") tradicionalmente se dedican al cereal y las laderas al olivo y la almendra. En los últimos años se ha introducido el regadío en algunas de las zonas de "monte" con lo que se han introducido, entre otros, el cultivo de girasol. Posee una depuradora de lechos biológicos con un caudal de 4208 metros cúbicos por día.

Para promocionar el sector agrario de la ciudad, se creó mercoFraga, un mercado en origen cuyos objetivos son promover el libre intercambio entre productores e intermediarios, mejorar la transparencia del mercado y asegurar la calidad del producto.

La ganadería también está muy presente en la economía de la localidad, pues son numerosas las instalaciones porcinas, avícolas y vacunas. Existen dos empresas con cierta importancia dentro del sector ganadero dedicadas a la fabricación de piensos, integración de granjas y también producción de ganado porcino.

También es importante el sector servicios, que en las áreas de comercio, mecánica, banca, sanidad, hostelería, transportes, educación, etc., ocupa un tercio de la población activa. A destacar la discoteca Florida 135, que atrae a visitantes no sólo de la comarca, sino también de Zaragoza y Barcelona.

Las industrias más importantes son la planta de Becton-Dickinson, donde se fabrican jeringuillas, otra de remolques cisterna y Precocinados Angel Bosh de pollos y pavos rellenos, de especial salida durante la época navideña. Además existen algunas otras industrias, pero de menor calado.

Todos los años se realiza Merco Equip, una pequeña feria de muestras para la promoción de las actividades locales y comarcales.

Lo fragatí


Lo fragatí, Fraga, als presentz, Osca, Pedro II
Romance aragonés

El fragatino, el habla local, es considerado por la mayoría de los estudiosos catalanistas como un dialecto del catalán nordoccidental, más concretamente del grupo ribagorzano, es decir, de lo que se conoce como hablas de la Franja del meu cul. Sin embargo, de forma parecida a lo que ocurre con la polémica del valenciano, también existen diferencias entre los hablantes sobre la pertenencia o no de la lengua al catalán. Estos últimos se dividen entre los que consideran el fragatino como un dialecto del aragonés o de transición entre el aragonés y el catalán, y los que creen que son hablas propias evolucionadas en la zona.

Los hablantes de fragatino, independientemente de que lo consideren un dialecto del catalán o no, hacen una distinción entre los hablantes de català y los de fragatí (dialecto de Fraga), mequinensà (dialecto de Mequinenza), torrentí (dialecto de Torrente de Cinca), saidiné (dialecto de Zaidín), etc. Esto puede dar una idea de la particularidad del dialecto, si tenemos en cuenta que se considera que hablantes de localidades a menos de 10  km hablan "catalán". El hecho se explica habitualmente por ser un dialecto de "frontera", con fuertes influencias del castellano y del aragonés.

Hasta finales del siglo XX todavía vivían algunas mujeres de avanzada edad que sólo hablaban fragatino. Actualmente los hablantes son bilingües en castellano, lengua en la que se recibe toda la educación primaria y secundaria. En la década de 1980 se introdujo la enseñanza del catalán en la educación secundaria.

La fonética del fragatino es muy similar a la del valenciano y del ribagorzano. Quintana (1989) y Veny (1993) mencionan que el fragatino posee 19 fonemas, mientras que el catalán central posee 24. También es de destacar la aparición de grupos consonánticos palatalizados, como cllau (en catalán estándar clau, llave), pllat (plat, plato) o plle (ple, lleno), como ocurre en otras poblaciones cercanas, Tamarite de Litera.

fraga.org

https://es.wikipedia.org/wiki/Alfonso_I_de_Arag%C3%B3n

clamabanlo don Alfonso batallador porque en Espayna no ovo tan buen cavallero que veynte nueve batallas vençió.

jueves, 4 de julio de 2019

JAIME I, CONCEBIDO GRACIAS A UNA TRETA PALACIEGA

115. JAIME I, CONCEBIDO GRACIAS A UNA TRETA PALACIEGA
(SIGLO XIII. MONTPELLIER)

Retrato de Jaime I, por Jaume Mateu. Museo de Arte de Cataluña.
Retrato de Jaime I, por Jaume MateuMuseo de Arte de Cataluña.


El matrimonio de María de Montpellier con Pedro II el Católico, rey de Aragón, a punto estuvo de originar a aquélla su segundo divorcio, lo que no ocurrió gracias a la oposición del papa Inocencio III. El fracaso matrimonial era público, y sólo como consecuencia de una de las treguas de la pareja nació el infante Jaime, luego Jaime I el Conquistador.
Cómo llegó a nacer Jaime I de unos padres separados es una pregunta que dio rienda suelta a la imaginación y a la leyenda.
Desclot nos proporciona una explicación legendaria:
Pedro II se había enamorado de una dama a la que el monarca hizo saber sus sentimientos, circunstancia que fue conocida por la reina María, quien solicitó al mayordomo real que le ayudara a suplantar a la dama durante una noche, a fin de que pudiera tener descendencia de su propio marido.

El mayordomo intermediario dijo al rey que la dama accedía a sus deseos amorosos siempre y cuando no hubiera luz en la cámara. El monarca, sin sospecharlo, pasó toda la noche con su propia esposa, aunque, antes del amanecer, la reina se descubrió y el rey, disimulando su contrariedad, siguió con ella hasta bien entrada la mañana.

Muntaner nos proporciona otra versión de los hechos, más elaborada y completa, con matices distintos.
Como extracta Soldevila:

La iniciativa de la estratagema no partió de la reina, sino de los barones de Montpellier, que deseaban un heredero para el señorío. Ellos fueron los que convencieron al privado del rey y los que propusieron la suplantación; son ellos los que van a ver a la reina y le exponen el proyecto; los que ordenan plegarias por el éxito del engaño.
Son ellos —junto con abades y priores, con el representante del obispo y religiosos, con doce damas y doncellas, todos con cirios en la mano— los que acompañaron por la noche a la reina a palacio, hasta la antecámara real.
La reina entró en la cámara y todos quedaron en oración. Al despuntar el alba, entraron en la estancia. El rey, asustado, saltó del lecho y tomó su espada. Todos se arrodillaron y le rogaron que mirara a quién tenía a su lado. La reina se incorporó y el rey la reconoció. Tras explicarle humildemente la trama urdida, el monarca, resignado, acabó diciéndoles que, ya que así había sucedido, «rogaran a Dios que se cumpliera su deseo».

[Desclot, Crónica, cap. IV.
Muntaner,Crónica, cap. III y IV.
https://jaime-i-conquistador.blogspot.com/search?q=Mompeller

Capítulo VI. De la poca fé que el señor de Mompeller tuvo con la Princesa su mujer, y como viviendo ella se casó con otra. 

Después de pasado el regocijo de las bodas, y de haber parido la Princesa una hija que llamaron doña María, la cual con mucha gracia de todos los vasallos fue aceptada por sucesora, y señora del estado: diremos lo que hizo don Guillen contra la Princesa su mujer, y lo mucho que a sí mismo faltó; porque se vea la inconstancia y poca fe humana adonde llega, junto con el abominable vicio de la ingratitud, que usó contra su propria carne y heredera. Y asimismo el desordenado apetito, y disoluta vida que de allí adelante tuvo Don Guillen: siguiendo la natural condición de los hombres carnales: los cuales cuanto más apetecen la cosa, y con más codicia la desean, tanto más después de alcanzada la desprecian, y por la hartura que de ella tienen, buscan la variedad dejándose llevar tras ella. Ansí acaeció a don Guillen, a quien, siendo de mediano estado, no le bastó haber casado con hija de Emperador, que venía a casar con Rey, y tener hijos de ella: sino que vencido de su apetito, no solo se apartó de su mujer, pero en vida de ella se casó con otra que llamaban Ynes de España, de quien tuvo tales hijos, que acometió el mayor de alzarse con el estado, y excluir de la herencia a doña María su hermana, siendo verdadera señora de ella:y sobre esto formó gran pleito delante del sumo Pontífice contra la misma, la cual compareció luego por su procurador y (como después diremos) fue en persona a Roma a defender su causa, hasta haber tenido sentencia del mismo Pontífice por la cual fue dado el estado a ella, y al Príncipe don Iayme su hijo: como más adelante contará su historia, la cual pues nos llama para hablar de él, digamos con brevedad por agora las cosas que en este medio pasaron en Aragón, y Cataluña, pues son a propósito de la misma historia.

https://es.wikipedia.org/wiki/Jaime_I_de_Arag%C3%B3n


Jaime I de Aragón recibiendo del obispo y jurista Vidal de Canellas los Fueros de Aragón ante otros magnates eclesiásticos. Inicial miniada N del Vidal Mayor, primera compilación de los fueros aragoneses. El texto en aragonés comienza:
Nos, don Iavmes, por la g[rat]ia de Dius Rey d'Aragon et de Maillorgas et de Valencia, conte de Barçalona et de Urgel et seynor de Montpesler [...]

'Nos, don Jaime, por la gracia de Dios Rey de Aragón y de Mallorca y de Valencia, Conde de Barcelona y de Urgel y Señor de Montpellier'.
Jaime​ I de Aragón el Conquistador (occitano post Pompeyo Fabra: Jaume el Conqueridor, aragonés: Chaime lo Conqueridor, occitano: Jacme lo Conquistaire) (Montpellier, 2 de febrero de 1208-Alzira, 27 de julio de 1276) fue rey de Aragón (1213-1276), de Valencia (1238-1276) y de Mallorca (1229-1276), conde de Barcelona (1213-1276), conde de Urgel, señor de Montpellier (1219-1276) y de otros feudos en Occitania.

Hijo de Pedro II el Católico y de María de Montpellier, era el heredero de dos importantes linajes: la Casa de Aragón y el de los emperadores de Bizancio, por parte de su madre.
Tuvo una infancia difícil. Su padre, que acabaría repudiando a la reina, solo llegó a concebirlo mediante engaño de algunos nobles y eclesiásticos que temían por la falta de un sucesor, y la colaboración de María, haciendo creer a Pedro que se acostaba con una de sus amantes. Estas circunstancias produjeron el rechazo de Pedro II hacia el pequeño Jaime, a quien no conoció sino a los dos años de su nacimiento.2​ A esa edad, el rey hizo un pacto matrimonial para entregar a su hijo Jaime a la tutela de Simón, Señor de Montfort, para casarlo con la hija de este, Amicia, para lo cual el niño iba a ser recluido en el castillo de Carcasona hasta los 18 años.


A la muerte de su padre, durante la cruzada albigense, en la batalla de Muret (1213), Simón de Montfort se resistió a entregar a Jaime a los aragoneses hasta después de un año de reclamaciones y solo por mandato del papa Inocencio III. Durante su minoría de edad, estuvo bajo la tutela de los caballeros templarios en el castillo de Monzón, habiendo sido encomendado a [[Guillermo de Montredón|, junto con su primo de la misma edad, el Conde de Provenza Ramón Berenguer V. Mientras, actuaba como regente del reino el conde Sancho Raimúndez, hijo de Petronila de Aragón y Ramón Berenguer IV y tío abuelo de Jaime. Heredó el señorío de Montpellier a la muerte de su madre (1213).

Huérfano de padre y madre, tenía unos 6 años cuando fue jurado en las Cortes de Lérida de 1214. En septiembre de 1218 se celebraron por primera vez en Lérida unas Cortes generales, en las cuales fue declarado mayor de edad.

En febrero de 1221 contrajo matrimonio en la población soriana de Ágreda, población fronteriza entre Castilla y Aragón, con Leonor de Castilla, hermana de la reina Berenguela de Castilla y tía de Fernando III. Tras la boda la pareja se trasladó a la catedral de Tarazona, donde Jaime fue ordenado caballero. Anulado su primer casamiento por razón de parentesco en 1229, contrajo segundo matrimonio con la princesa Violante (8 de septiembre de 1235), hija de Andrés II, rey de Hungría. Por el testamento de su tío segundo Nuño Sánchez, heredó los condados de Rosellón y Cerdaña y el vizcondado de Fenolleda en Francia (1241).

Durante los quince primeros años de su reinado, mantuvo diversas luchas contra la nobleza aragonesa, que incluso llegó a hacerle prisionero en 1224. En 1227 afrontó un nuevo alzamiento nobiliario aragonés, dirigido por el infante Fernando, tío del rey, que terminó, gracias a la intervención papal a través del arzobispo de Tortosa, con la firma de la Concordia de Alcalá (marzo de 1227). Este tratado marcó el triunfo de la monarquía sobre los levantiscos nobles, dándole la estabilidad necesaria para iniciar las campañas contra los musulmanes. Esta estabilidad logró el apaciguamiento de las reclamaciones de la nobleza y obispos.

Ante los ataques de los piratas mallorquines, los mercaderes de Barcelona, Tarragona y Tortosa pidieron ayuda al monarca para acabar con la amenaza. Así, en una reunión de Barcelona (diciembre de 1228) le ofrecieron sus naves, mientras que los nobles catalanes acordaron participar en la empresa a cambio del botín y dominios territoriales. En otra reunión en Lérida, los nobles aragoneses aceptaron las mismas condiciones, pero sugirieron al rey que la empresa se dirigiera contra los musulmanes de Valencia, por lo que su participación no sería significativa.

El 5 de septiembre de 1229, la escuadra aragonesa, compuesta por 155 naves, 1500 caballeros y 15 000 soldados, zarpó de Tarragona, Salou y Cambrils,​ para conquistar Mallorca a Abú Yahya, el gobernador almohade semiindependiente de la isla.

Las tropas aragonesas desembarcaron en Santa Ponsa y vencieron a los musulmanes en la batalla de Portopí (13 de septiembre de 1229). Los musulmanes se refugiaron tras las murallas de Madina Mayurqa y crucificaron a varios soldados aragoneses a la vista de las tropas de Jaime. Estas poco después tomaron y pasaron a cuchillo a la población de la ciudad (diciembre de 1229) y se apoderaron de la isla en pocos meses, salvo un pequeño núcleo de resistencia musulmana que logró mantenerse en la sierra de Tramontana hasta 1232. Los pobladores musulmanes huyeron a África o fueron esclavizados.

Después de pasar a cuchillo la población de Madina Mayurqa, la cantidad de cadáveres fue tal que se produjo una epidemia que diezmó el ejército de Jaime I. Por añadidura, los nobles catalanes intentaron quedarse con el botín, provocando una revuelta que debilitaría aún más el poder militar de Jaime I.

Mallorca se constituyó como un reino más de la Corona de Aragón bajo el nombre de Regnum Maioricarum et insulae adiacentes, el cual obtuvo una carta de franqueza en 1230. La institución en 1249 del municipio de Mallorca (actual Palma) contribuiría a la institucionalización del reino.

El monarca aragonés se vio incapacitado para conquistar Menorca a causa de las divisiones internas dentro de su ejército por el botín y la reducción de su ejército debido a unas malas decisiones; aun así, el monarca consiguió por mediación de dos nobles aragoneses (Pedro Maza, y Assalido de Gudal), un noble catalán (Bernaldo de Santa Eugenia) y el comendador del Temple de Mallorca (Ramón de Serra) un vasallaje sobre Menorca, rubricado por el Tratado de Capdepera, por el cual los musulmanes menorquines aceptaron su soberanía (1231).
El vasallaje sobre Menorca sería transferido al reino de Mallorca como parte del testamento de Jaime I


https://www.academia.edu/3040304/Los_testamentos_de_Jaime_I_de_Arag%C3%B3n_._Repartos_territoriales_y_turbulencias_pol%C3%ADticas._2009_

Alfonso III de Aragón conquistaría de forma efectiva esta isla, después de la capitulación de Abû ‘Umar en 1287. Fue repoblada, aunque quedó una abundante población musulmana, que más tarde fue desterrada.