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domingo, 12 de julio de 2020

CAPÍTULO XXXIII.


CAPÍTULO XXXIII.

Del imperio de Constantino Magno, cómo lo dividió entre sus hijos, y de los demás emperadores hasta Arcadio y Honorio, y venida de las naciones bárbaras a España.

Comienza el año del Señor de 312 con el imperio de Constantino Magno, príncipe insigne y digno de eterna memoria y alabanza. Este fue el primer emperador que publicamente veneró el señal santo de la cruz, que le apareció en el aire, quedando cierto de la victoria que había de alcanzar contra Majencio, impío tirano. Vio esta divina señal en el cielo, y oyó una voz que le dijo: In hoc signo vinces, mote que han tomado (o tornado) diversos príncipes cristianos por orla de sus monedas, en que pusieron la cruz por señal. Quitó del lábaro las señales y letras profanas, y puso la santa cruz en él y en el yelmo, anillos y banderas y celadas, honrándose en todo con tan divina y santa señal. Cesó la Iglesia de ser perseguida, honró al sumo pontífice, reconoció el poder que Dios le había dado, y él reconoció ser súbdito suyo; hízose instruir en la religión católica, publicó edictos en favor de los cristianos, y dio al romano pontífice el palacio Laterano, que había sido de la emperatriz Faustina, e hizo cosas tales en favor y aumento de la Iglesia y romano pontífice, que no cesó hasta dejarle la ciudad de Roma y pasarse él a Constantinopla, señal evidente y clara de cuán de veras y corazón había recibido la fé católica y quedaba agradecido de los favores y mercedes que había recibido de la liberal mano de Dios.
Celebróse en Cataluña el concilio iliberitano, dicho así por la villa de Colibre, donde se juntó: lo que pasó en él y los cánones que se hicieron, refiere el doctor Pujades con gran averiguación. Es opinión de algunos que se dividieron en él los obispados de España, aunque otros sienten haber sido esta división en tiempo del rey Vamba (la hitación de Wamba); pero, dejada aparte la opinión de ellos, en razón del tiempo y lugar, es cierto que los obispados de Huesca, Lérida y Urgel, ciudades de los pueblos ilergetes, fueron declarados y señalados por sufraganáeos (sufragáneos) de Tarragona, de donde infiero que había ya obispos en catedrales, aunque ignoro qué nombre tenían, porque no se halla.
Murió el emperador Constantino a 22 de mayo, día de Pentecostés del año 337, y dejó dividido el imperio entre sus hijos. Lo que pasó sobre esta división dejo, por no ser de mi instituto; y solo proseguiré la orden y sucesión del que quedó señor de España, que fue el mayor, que se llamó Constantino, así como el padre, el cual le dejó España, Francia, Alemania, Inglaterra y Escocia; pero, malcontento de ello, porque, siendo primogénito, no le había dejado el padre más provincias, movió guerra a su hermano Constante, el cual metiéndose inconsideradamente en una batalla sin ser conocido, fue muerto, y la parte del imperio que le había dejado el padre, quedó en Constantino. A este mató en Helna, Majencio, tirano: aunque gozó poco de lo que había tiranizado, porque Constancio, el menor de los tres hermanos, le mató, y se quedó con las partes de los hermanos muertos y la suya; y fue en las costumbres muy desemejante a su padre, y movió persecución a la Iglesia, y murió el año 364, y le sucedió otro peor que él, que fue Juliano, apóstata, de quien hay harta memoria en las historias eclesiásticas. Este murió el año de 366: vino después de él Joviniano, gran varón y digno del imperio, el que no quiso Dios durase mucho en él, porque antes de un año le hallaron muerto en su aposento, ahogado del vaho de un brasero mal encendido. Valentiniano, por su muerte, fue nombrado emperador, y gobernó lo de occidente, que lo de oriente lo encomendó a Valente, su hermano, que tomó por compañero en el imperio. Por muerte de ellos entraron Graciano y Valentiniano, sus hijos, y por muerte de Graciano, el otro hermano quedó solo en el imperio, hasta el año 394 que también murió, y tuvo por sucesor el gran Teodosio, que ya en vida de ellos imperaba, y fue de los mejores emperadores y príncipes que tuvo el mundo, como lo verifican todos los autores que hablan de él. A este fueron sucesores sus hijos Arcadio y Honorio: estos dividieron el imperio en Oriental y Occidental. Dejo lo que toca al Oriental, que quedó a Arcadio: Honorio quedó con el Occidental.
Salieron por estos tiempos los vándalos, suevos, alanos y otras naciones bárbaras septentrionales de sus tierras, por haberles echado de ellas los godos, nación más poderosa, que les ocupó sus moradas y provincias. Fueron estas naciones divagando por el mundo y buscando dónde vivir: pasaron la Alemania y Francia, y vinieron hasta los Pirineos, con intención de entrar en España y destruirla, así como la demás tierra por donde habían pasado; pero hallaron brava resistencia en los pasos del Pirineo y se quedaron en Francia, quedando España, y más nuestra Cataluña, libre de tales y tan bárbaros enemigos.
No paró la desdicha de esta tierra con esto, ni jamás entraran estos bárbaros en España, si no fuera la tiranía de un soldado del emperador Honorio, llamado Constantino. Este capitán del emperador en Inglaterra, y valiéndose de sus soldados, se levantó con la tierra que el emperador le había encomendado, y se hizo señor de Francia, e hiciera con España (donde envió a Constante, su hijo), si no hallara dos capitanes del emperador, que eran Didimo y Veriniano (Veri), que, como buenos y fieles, juntaron la gente que pudieron, y tomando el paso de los Pirineos, resistieron a las entradas de los bárbaros y de Constante, hijo del tirano Constantino, que se quedó en Francia, sin poder entrar en España, como pensaba. Valióse entonces de los bárbaros que divagaban por Francia y juntóles con los suyos, y acometieron a los que guardaban el Pirineo y les venció. Didimo y Veriniano quedaron muertos, y sus soldados vencidos, y Constante quedó señor de España, y no permitió a los bárbaros septentrionales que entraran en ella, antes puso grandes guardas en el Pirineo, para que se lo estorbaran. Constante se volvió a Francia, donde estaba su padre. En esta ocasión los godos que, como queda dicho, habían expelido los vándalos, suevos y alanos, llegaron a Italia can gran poder, e hicieron sus conciertos con el emperador Honorio, que les dio tierra donde vivir. Los bárbaros que eslaban en Francia temieron a los godos; y para apartarse más de ellos, concertaron con aquellos soldados que guardaban el paso del Pirineo, que les dejasen entrar en España. Debieron de correr dádivas y otros medios con que se dejasen vencer, y dieron paso. Esto aconteció el año del Señor 410, y fue harta desdicha para toda España, y más para Cataluña y pueblos ilergetes, que fueron la primera tierra de España que pisaron. Quedó tal como se puede pensar la dejarían enemigos tan bárbaros y salvajes, y que pudieron hacer lo que les pareció, por no hallar contradicción en los capitanes que estaban por el emperador, que ya iban todos tras tiranizar la tierra, alzándose cada uno con lo que le era a mano, cuidando poco de la conservación del imperio romano. El emperador quiso remediar esto y expelir los bárbaros; pero no le fue posible, y ellos se quedaron en España, y los naturales de ella muy mal contentos de los romanos, por haber mal guardado la provincia, para cuya defensa sacaban tributos insoportables: pero como las cosas del imperio habían de tener mudanza en España, poco aprovecharon las diligencias del emperador. Tarragona, que era cabeza de la España Tarraconense, quedó perdida y acabada, y la Iglesia más de cien años sin pastor ni prelado; y si esto pasó en aquella ciudad tan fuerte, tan poblada y tan principal, ¿qué había de ser en otras que en todo le eran muy inferiores?
Dividiéronse entre estas naciones las provincias de las dos Españas, Citerior y Ulterior: los vándalos tomaron la Bética, y de ellos quedó el nombre de Vandalia, que, corrompido, es hoy Andalucía (Al-Andalus : Vandalus); los suevos tomaron para si la Galicia; y los alanos, unos pasaron a Portugal, y otros se quedaron en Cataluña y se mezclaron con otros bárbaros llamados Catos, de donde se originó el nombre de catalanes y Cataluña (Catos + alanos : Catalanos). Esta opinión es recibida de algunos, pero los más dicen que el origen de estos dos nombres fue en otra ocasión. (Chastel + ogne : Chastelogne, como de Burg y Bourg, Bourgogne).

Entradas en España estas bárbaras naciones, ora fuese que cansados de divagar por el mundo deseasen reposar, o que el clima de la tierra y celestes influencias mitigasen aquella bárbara ferocidad con que habían venido, buscaron paz con los naturales, y con facilidad la alcanzaron, y estos gustaron más de la compañía de ellos, que de la de los romanos, cuya desordenada codicia tenía cansada a toda España.

domingo, 8 de marzo de 2020

140-147




140.
MISAL. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de 266 páginas. Es
del siglo XIII. Al principio tiene un Calendario; pero le faltan los
meses de Noviembre y Diciembre. En el margen del mismo están
señalados los días egipcíacos. En la página que precede al
Calendario, están escritas de letra más moderna las oraciones que
dice el sacerdote al ponerse los sagrados ornamentos, en las
cuales son de notar algunas pequeñas diferencias respecto de las que
se dicen actualmente.
Según la costumbre de los Misales de aquel
tiempo, en este también están dibujadas antes del Cánon las
imágenes del Cristo y del Salvador, con las figuras y alegorías
de que se ha hecho mención en otros Misales. El que nos ocupa está
bien conservado, y tiene las iniciales de los capítulos y párrafos
adornadas con dibujos de colores según el estilo de aquel siglo.


141. MARSILIO DE PADUA. Un volumen en 4.° mayor, en
pergamino, de 200 páginas. Es del siglo XIV. Su autor llamado de
Padua porque naciò en dicha ciudad, floreció a
últimos del siglo XIII o principios del XIV. fue un célebre
político y jurisconsulto. Una de sus principales obras
es la que contiene este Códice. Se titula «El defensor de la paz»
porque expone la grave cuestión acerca la potestad del Papa y
del Emperador.
Toda la materia se explica seguidamente sin
haber divisiones de tratados; tan sólo en la parte superior de cada
página hay una sencilla indicación del número de la cuestión que
allí se expone.
Al final hay un resumen o índice de los
asuntos.

142. ARISTÓTELES. Un volumen en 4.° mayor, en
pergamino, de 142 páginas. Es del siglo XIII. Contiene los ocho
libros phisicorum de aquel filósofo. Al principio hay tres
folios que no pertenecen a este Códice. El primero y segundo libro
tienen una inicial que manifiesta comenzar allí el tratado; en los
demás libros quedó esto por hacer, y sólo se conoce el principio
del libro por el blanco que allí se ve. De todos modos los libros
están bien indicados con números de color en la parte superior de
cada folio. Hay notas en el margen de letra muy diminuta y clara;
algunas son de época posterior a la del Códice. También las hay
entre las líneas, especialmente en los últimos folios.

143.
FRANCISCO DE MAIRON Y OTROS AUTORES. Un volumen en folio en
pergamino, de 214 páginas. Es del siglo XV. Contiene primeramente un
trabajo del expresado autor, cuyo título traducido del latín dice:
«Flores extractadas de los libros de la Ciudad de Dios de San
Agustín, y reducidas a la forma de verdades, por el Doctor en
sagrada Teología, el venerable Maestro don Francisco de Mairon,
añadiendo muchos documentos y argumentos teológicos, etc.»
Se
divide en 22 libros, que se indican en números muy pequeños en la
parte superior de cada folio.
Sigue un tratado del Maestro
Nicolás Oresme, de communicatione idiómatum.
Otro
de Retórica, cuyo autor no consta.
Otro que se titula, dici
de omni
, según la mente de Aristóteles y demás filósofos, por
el Doctor y Maestro Reverende Enrique de Hassia.
El sermón
que dicho Maestro Nicolás Oresme predicó delante del Papa
y de los Cardenales, la víspera de Navidad, que fue el
cuarto domingo de Adviento del año 1363, y segundo del
Pontificado de Su Santidad el Papa Urbano V.
El
sermón de San Francisco, que el Maestro Pedro de Ailliaco
predicó en la Universidad de París el año 1382.
La
carta de la Universidad de París al rey de Francia,
sobre el cisma, fechada la víspera de Pentecostés,
día 25 de Mayo del año 1394.
El libro titulado «del
hombre interior» compuesto por el Maestro Ricardo de San Víctor.


144. CONSTITUCIONES PAPALES DE ALEJANDRO III, Y OTROS DOS
OPÚSCULOS.
Un volumen en 4.° mayor prolongado, en pergamino, de
188 páginas. Es de últimos del siglo XII. En este Códice llama la
atención el contener materias tan distintas entre sí; pero según
hemos notado en algún otro Códice, se debe a la escasez de libros
de aquel tiempo, en que siendo tan costoso poderlos adquirir, se
coleccionaban varios opúsculos en un mismo Códice.
En el que
nos ocupa, primeramente están las Constituciones de Alejandro III
dadas la mayor parte en el Concilio Lateranense III.
Después
la Filosofía del Maestro Guielmo de Conchis. Trátase
en ella de la sustancia creatriz, de los elementos, del caos, del
sistema planetario, que se explica con mucha extensión y con
multitud de figuras y círculos. También se trata de la tierra, de
los animales, etc.
Por último, hay un breve opúsculo que
comprende cuatro folios, y se titula traduciéndolo del latín:
«Libro de Cirujía según Constantino el Africano».


145. BREVIARIO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de
600 páginas. Es del siglo XIV. Este Breviario es de los más
completos que existen el archivo. Por el estado en que se halla se
comprende que prestó gran servicio en su tiempo. Tiene varios himnos
con notas de música, siendo de notar que algunos son
distintos de los que se usan actualmente.
En el oficio de la
Santísima Virgen
las lecciones del primer Nocturno no son
de la Sagrada Escritura, sino de un Santo Padre.
Dicho
Breviario como los otros de su clase, está escrito con gran
profusión de dibujos en las iniciales de cada capítulo. Al
principio tiene un Calendario en el que falta una hoja que comprende
los dos primeros meses.

146. SAN GREGORIO MAGNO. Un volumen
en folio, impreso en papel cartulina, de 672 páginas. Es de últimos
del siglo XV. Contiene la obra de dicho Santo Padre titulada Moralia.

Este libro es de los llamados incunables;
nombre con que se designan los libros impresos desde que se inventó
la imprenta hasta principios del siglo XVI.
Contiene un prólogo
del Obispo Brixiense. Después sigue un índice alfabético
que ocupa catorce folios. En el primer folio hay una nota manuscrita
que dice: Sedis Dertusae.
Y en el margen se ven algunas
notas, también manuscritas, que abundan más en los primeros
libros en que se divide esta obra.
Al fin hay un párrafo que
traducido del latín dice lo siguiente: «Ha sido concluida esta obra
de los Morales de San Gregorio Papa, corregida y enmendada
diligentísimamente por D. Bartolomé Cremon, Canónigo
regular
, impresa en Venecia por Reynaldo de Novimagio
Teutónico
, año del Señor 1480, el día 14 de Junio,
siendo Presidente de Venecia el ínclito Duque Juan
Mozenigo

Y en el folio último hay una página manuscrita
donde se dan algunas explicaciones sobre este libro.

147.
TRATADO ASCÉTICO. Un volumen en 4.° escrito parte en cartulina y
parte en pergamino, de 346 páginas. Es del siglo XV. Contiene varios
tratados o meditaciones sobre la Pasión del Señor. No
consta quien es el autor. Según parece, en este Códice tan sólo
hay una parte de la obra, que es la segunda, pues en las primeras
líneas dice traducido del latín: «Comienza aquí la segunda parte
de
esta obra, que fue compuesta en honor de la memoria de la
Pasión del Señor».
Siguen luego las meditaciones, sirviendo de
principal tema las siete palabras que dijo el Salvador, y se indican
con números en la parte superior de las páginas. La división de
los asuntos está señalada con iniciales de color.








56-60




56. Misal.
Un volumen en 4.° mayor en pergamino, de 294 páginas. Es de últimos
del siglo XII. Le precede un Calendario, en el cual es de notar que
estando la fiesta de la Resurrección del Señor el día 28 de
Marzo
, y la de la Ascensión el 5 de Mayo, la fiesta de
Pentecostés está en el 8 de Mayo. También se ve allí la
fiesta de San Rufo Obispo, el día 14 de Noviembre; y la de la
octava de este Santo el 21 de dicho mes; lo cual prueba la grande
solemnidad con que esta fiesta se celebraba entonces en esta
catedral. Se halla así mismo la fiesta de la Purísima Concepción,
el día 8 de Diciembre.
Además hay notas muy curiosas. Entre
ellas una el día 4 de Febrero, que traducida dice: «Hoy comienzan a cantar las aves». Y otra el día 24 de Abril
que dice: «La salida de Noé del arca».
Este Misal está
foliado, aunque esto se hizo en época muy posterior. Después del
folio 65 hay dos figuras del Salvador y de Cristo, parecidas a las
del Códice número 11; si bien los dibujos son muy inferiores y los
colores sumamente extraños. Luego sigue el Prefacio de la Misa; la
inicial ostenta una viñeta de bastante novedad. También hay otra al
comenzar el Cánon; en esta los dibujos y los colores son de más
gusto.
En el folio 64 se ven algunas notas de música referentes
a la Misa de la «Concepción de Santa María.» Así se designa en
este Misal dicha festividad. Las oraciones de esta Misa y de algunas
otras son distintas de las que se usan actualmente, o sea desde que
se mandó adoptar para todas las diócesis el Misal y Breviario
Romanos.
Al principio de este Misal, y antes del Calendario, hay
una nota de distinta letra que dice: Fó estimat LXXXII sous,
aludiendo al precio en que fue valorado.

57. Guido de Baysio.
Comentarios al Decreto de Graciano. Un volumen en folio grande
en pergamino, de 772 páginas. Es del siglo XIV. El autor lo titula
de este modo: Incipit Rosarium Domini Guidonis de Baysio,
Archidiaconi Bononiensis, super Decreto. Desde luego se
comprende que la palabra Rosarium la pone aquí el autor en
sentido metafórico. / Rosarium - Glosarium - Ver 60: DECRETALES
DE GREGORIO IX, CON
GLOSAS O COMENTARIOS.
/
Al lado de este epígrafe, o sea en la primera página, hay
una hermosa viñeta que representa al autor, vestido de Arcediano,
dando explicaciones en la cátedra a sus discípulos;
teniendo sobre un atril el libro cuya doctrina expone;
alegoría que está perfectamente significada. Después sigue el
prólogo, dirigido al Reverendo en Cristo Padre, su Señor D.
Gerardo, por la gracia de Dios Obispo Sabinense.
Este
libro, como el Decreto de Graciano, está dividido en tres partes. En
la primera se anotan en el margen las Distinciones. Las Causas que
componen la segunda parte del Decreto de Graciano también están
señaladas en todas las páginas. Y lo mismo la tercera parte de
Consecratione
.
Los principios de los párrafos y capítulos,
que son muchos, están con iniciales de colores. En la segunda parte
hay hermosas viñetas al principio de las Causas.

5S.
GUILLERMO DURANTE. RACIONAL O EXPLICACIÓN DE LOS DIVINOS OFICIOS.

Un volumen en folio en pergamino, de 364 páginas. Es de últimos
del siglo XIII, o de principios del XIV. Hállase dividido en ocho
partes. Le precede un índice muy extenso en el que se indica el
folio donde está cada asunto.
Contiene este Códice un tratado
magistral de sagrada liturgia, hallándose divididas con mucha
claridad todas las materias. Fue escrito con gran lujo; lo que prueba
la suma importancia que desde los tiempos más remotos se ha dado en
esta catedral a todo cuanto se refiere a la celebración de los
divinos oficios. Tan buen gusto hubo en la confección de este libro,
que no solamente están adornadas de un modo muy distinguido las
iniciales de todos los capítulos, sino que además muchas columnas
ostentan variadas orlas de colores. Al principio está la figura de
un Prelado vestido de Pontifical, aludiendo sin
duda a la materia de liturgia de que se trata en este Códice.


59. JUAN ANDRÉS. Comentarios a los libros de las Decretales.
Un volumen en folio grande, en pergamino, de 570 páginas. Es del
siglo XIV. Este Códice además de no tener foliación, carece de
signos que indiquen los capítulos o títulos en que se hallan
divididas las materias. De modo que su estudio debía ser sumamente
laborioso, pues tampoco hay índice.
Al principio de la primera
página se ve una hermosa viñeta, que representa a un sacerdote
celebrando misa; siendo de notar la especial forma de la
casulla que se parece a un manto. Hay en este Códice
gran profusión de letras iniciales con dibujos, distinguiéndose los
colores muy vivos, con planchas de oro que todavía conservan el
mayor brillo.
Antes del último folio hay una hoja añadida o
sobrepuesta de letra diferente. Y al fin de todo una nota que dice
así: Explicit Novella Joh. Andreae super quinque libros Decretalium.
Deo gratias. Amen.

60. DECRETALES DE GREGORIO IX, CON GLOSAS
O COMENTARIOS.
Un volumen en folio grande, en pergamino, de 566
páginas. Es del siglo XIII. Al principio, como en todas las
colecciones de Decretales de dicho Papa, está la Bula que
dirigió a los Doctores y escolares de la Universidad de Bolonia. Antes de la palabra Gregorius
con que se encabeza dicha Bula, se ve un gran blanco,
destinado al parecer para formar allí una viñeta de adorno, lo cual
no llegó a verificarse.
Este Códice también es de los más
notables del archivo, no sólo por sus grandes dimensiones y por el
trabajo que debió emplearse al escribirlo, sino por la multitud de
notas de varias letras y de diferentes épocas; lo que manifiesta el
grande uso que se hizo del mismo.
Aunque no está foliado ni hay
índice, en cada hoja se señalan con bastante claridad los cinco
libros en que hallan divididas las Decretales. Los títulos están
señalados en el texto con letras encarnadas. Todas las Decretales de
este voluminoso Códice tienen las iniciales adornadas con dibujos de
colores. En el principio de cada libro también se ve un blanco para
una viñeta, que no llegó a hacerse.
Después del último título
del libro V siguen tres folios de la misma letra, en los cuales se
ven dos grandes blancos, donde según parece debían ponerse, los
árboles de los parentescos de consanguinidad y de afinidad
a que se refiere el texto.



61-71

sábado, 7 de marzo de 2020

Catálogo 11-15

11. Misal. Un volumen en 4.° en
pergamino, de 280 páginas. Es del siglo XII. De este Misal histórico
hacen mención varios escritores.
Martorel lo cita en su
Historia de Tortosa. También se ocupan del mismo el P. Risco en su
«España Sagrada» y el P. Villanueva en su «Viaje literario.» 



Describiendo Martorel este Misal dice: «Está con cubiertas de
finísima plata, y en ellas un Cristo pintado con esmalte de
finísimos colores, clavados los dos pies en la Cruz con dos clavos,
señal evidente de grande antigüedad, y a la otra parte un Salvador,
y al derredor de él muchas piedras finas.» Hasta aquí
Martorel.
Dichas piedras actualmente no están en el Misal. Es de
creer que se sacaron por temor de que fueran robadas en algún sitio
o guerra, dándoles después otro destino, pues antiguamente había
mucha afición de adornar con piedras finas los ornamentos sagrados.

Las figuras de las cubiertas a que alude Martorel son de estilo
bizantino, y están sobre una plancha de metal dorado. En una
cubierta hay un Crucifijo, que tiene esta inscripción con
abreviaturas: Iesus Nazarenus Rex Iudoeorum; a un lado está
la imagen de la Santísima Virgen, con esta inscripción: María; y
al otro la imagen de San Juan, con esta inscripción. Ioannes. En los
ángulos superiores hay dos figuras de ángeles. Al lado de uno de
ellos se lee: Sol; y al del otro: Luna.
En la otra cubierta hay
una imagen del Salvador, que tiene en las manos un libro donde se
lee: Ego sum qui sum. A los lados del Salvador están las
iniciales de las palabras griegas Alpha et Omega; y en los
ángulos de esta cubierta hay las figuras alegóricas de los cuatro
evangelistas.
Los extremos o bordes de las dos cubiertas están
circuidos con una plancha de plata. En la de una cara se lee:
Sum Deus, et vendor. Sum Rex, et in hac cruce pendor. Y en la
plancha de la otra cara dice: Adstans altari, pia mens gaude
lacrimari
.
Esta última inscripción se halla mutilada;
lo que no es de estrañar atendidas las muchas vicisitudes que
ha pasado este Misal, y las distintas veces que ha estado escondido,
tal vez fuera de la catedral, para poder salvarlo.
En las
crónicas y notas antiguas de esta iglesia se designa este Misal con
el nombre de Misal de San Rufo, únicamente porque en él se
halla la oración propia de dicho Santo. Pero conviene advertir, y lo
hace constar el P. Villanueva en el tomo V de su «Viaje literario»,
que al encuadernarse hubo el descuido de truncar algunos folios,
resultando que la oración propia de San Rufo no está en el lugar
que corresponde
, sino en el folio 61. Y lo mismo sucede con el
Cánon de la Misa, como está allí anotado.
Es de creer que el
Misal que nos ocupa debía destinarse para los Pontificales de
los Prelados, y por eso se adornó con tanto lujo. Hay en el
texto viñetas de muy buen gusto, según el estilo de aquel tiempo.
Antes del Cánon se ven reproducidas las dos figuras del Cristo y del
Salvador que están en las cubiertas; pero las del Cánon son de un
dibujo más perfecto.
A propósito de estas figuras, se comprende
que en aquella época debían estar muy en uso, al menos en esta
iglesia; pues según veremos al reseñar otros Misales, casi todos
los de aquel tiempo las tienen, con la particularidad de que aunque
sean de dibujos más vulgares, todas concuerdan en el fondo, o sea en
el Salvador, en el Cristo, y en las alegorías que tienen a los
lados.

12. LAS CARTAS DE SAN PABLO. Un volumen en folio
grande, en pergamino, de 626 páginas. Es del siglo XIII. Contiene
las cartas del Santo, y los comentarios de Rábano Mauro. Este sabio
escritor, a quien ya hemos citado en el Códice de número 2, nació
en Maguncia por los años de 776, y fue Arzobispo de
dicha ciudad. Comentó la Sagrada Escritura, y por ello en algunos
otros Códices que contienen libros de la Escritura, hacemos mención
de sus comentarios. También escribió un Martirologio,
Homilías, y Poesías religiosas, entre las cuales está
el Himno Veni Creator Spiritus.
El Códice que nos ocupa
como objeto de arte caligráfico es de los más notables del archivo.
Está escrito en tres tipos o letras distintas. En
medio, con caracteres muy grandes, se hallan las cartas de San
Pablo
; y a los lados circuyendo el texto, hay dos
clases de comentarios; unos inmediatos al
texto, y otros
más separados de letra muy diminuta y escrita con suma
perfección
.
Así en este Códice como en algunos otros de la
misma época, se observa en el escrito una circunstancia que merece
notarse. Las líneas de lápiz que suelen servir de pauta,
no están al pie de las letras, sino entre una y otra línea o
sea en el medio. No se sabe el motivo de colocarlas en esta
forma.
De todos modos revela un gran pulso en el escribiente,
el hacer las líneas con tanta rectitud, sin que las letras lleguen
hasta el lápiz. Al principio y al fin de este Códice faltan
algunas hojas destruidas sin duda por la acción del tiempo.


13. ORACIONES DE LAS MISAS DE TODO EL AÑO. Un volumen en
folio en pergamino, de 286 páginas. Es del siglo XIII. También hay
un Calendario. Ante todo está el rito referente a la celebración
del Sacramento del matrimonio. Se dice allí en primer lugar,
que los matrimonios deben celebrarse públicamente, y
que está prohibido celebrarlos: Desde el Adviento hasta la octava de
Reyes. Desde Septuagésima hasta después de la octava de
Pentecostés. Pero esto fue modificado posteriormente por el Concilio
de Trento.

En los antiguos Códices solía ponerse alguna
nota referente a hechos históricos. En el que reseñamos al final
del folio 4.° se lee lo siguiente, que traducimos del latín.
«Año 1352. El día primero de Agosto fue consagrado el Altar
(o Ara) de San Esteban, por D. Bernardo, Arzobispo
de Galatea
» Este altar ahora no existe, y debió ser substituido
por otro.
Después del folio 72, antes de los Prefacios de la
Misa
, hay una figura del Cristo y otra del Salvador, semejantes a
las del Códice n.° 11, aunque el dibujo es de menos mérito, y los
colores ya están muy deteriorados.

14. CAPÍTULOS Y
ORACIONES DE TODO EL AÑO. Un volumen en 4.° mayor, en pergamino, de
368 púginas. Es del siglo XIV. Está escrito con caracteres
muy grandes, pues se comprende que este libro servía para el
Canónigo Semanero, y entonces los Maitines y Laudes
eran por la noche. Llama la atención una oración
propia, del rezo de Nuestra Señora de la Cinta, que
está en una hoja de pergamino suelta, dentro de este Códice, al
folio 173, escrita en letra que se conoce es de aquel mismo siglo.
Esto manifiesta que ya se rezaba entonces dicha oración; lo cual
confirma la tradición relativa a la aparición de la Santísima
Virgen
en esta catedral, y entrega de su Santa Cinta.
Por ser un documento de mucho interés histórico lo copiamos
literalmente. Dice así:

«Deus, qui Ecclesiam Dertusensem
Beatissimae Virginis Maríae Visitatione et Cingulo
decorasti; ejus nobis intercesione concede, ut cingulo fidei
et puritatis accinti, a cunctis peccatorum nexibus eruamur . Per
Dominum...»

En el Códice núm. 81 de que trataremos más
adelante, y que también es del siglo XIV, se halla esta oración en
el mismo Capitulario, sin estar añadida en hoja suelta.
Son
de notar así mismo las oraciones de Santo Tomás de Aquino y
de San Vicente Ferrer, que están al margen con diferente
letra; y es porque cuando se escribió este Capitulario dichos Santos
aún no habían sido canonizados.

15. DIÁLOGOS DE
PEDRO ALFONSO, ex Iudeo Christianus.
Así consta en una nota
antigua que hay al principio de este libro, lo cual indica que el
autor era Judío antes de su conversión. Está en 4.°
mayor prolongado, y tiene 232 páginas en papel cartulina. Es del
siglo XIII. Hállase dividido en 12 títulos, que tratan de diversos
puntos de la religión cristiana. Al principio el autor pone
lo siguiente, que traducimos del latín: «La gracia del Espíritu
Santo nos asista. Amen.» Y después añade: «En nombre de la
Santísima y Divina Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
principia el proemio de Pedro Alfonso, de Judío
Cristiano.» Al fin del libro repite esto mismo, e invoca otra vez la
divina gracia.






sábado, 15 de febrero de 2020

XXVIII, perg 1531, Jaime I, víspera Pentecostés 1258

XXVIII. 
Perg. N° 1531. Jai. I. Víspera de Pent. 1258.

Ludovicus Dei gratia Francie rex universis presentes litteras inspecturis salutem. Noveritis quod cum diversi tractatus habiti fuissent super matrimonio contrahendo inter
karissimum filium nostrum Philipum et Isabellam filiam dulcis amici nostri Jacobi Dei gratia illustris regis Aragone Majorice et Valencie comitis Barchinone et Urgelli et domini Montispessulani postmodum idem rex ad nos solempnes nuncios et procuratores suos missit videlicet venerabilem Armandum Barchinone episcopum Guillemum priorem Beate Marie de Corneliano et Guillemum de Roccafole tenentem locum ipsius regis in Montepessulano cum quibus habito diligenti tractatu tandem nos et ipsi procuratores procuratorio nomine tales convenciones inivimus: quod idem Phililipus filius noster Isabellam filiam dicti regis Aragone infra annum postquam ipsa duodecimum annum etatis sue compleverit accipiet m uxorem et ipsa eum accipiet in maritum si sancta ecclesia in hoc consenserit et dictus rex Aragone a domino papa dispensacionem obtinuerit infra duos annos ex nunc computandos super gradu consanguinitatis in quo ad invicem se contingunt et etiam dicta Isabella certo mandato nostro infra instantem nativitatem Beate Marie vel ipsa die corporaliter tradita fuerit apud Montempesulanum et nisi impedimentum deformitatis vel corporis infirmitatis ante contractum matrimonium evenerit vel evidenter apparuerit in aliqua personarum ipsarum. Et nos quidem hanc convencionem volumus et in hoc consentimus exprese qui vocato etiam coram nobis predicto filio nostro Philipo precepimus eidem tamquam pater filio ut hanc convencionem bona fide teneat et observet qui precepto nostro voluntarie obtemperans de consensu nostro et voluntate tactis sacrosanctis juravit bona fide quod infra annum postquam dicta Isabella duodecimum annum compleverit ipsam accipiet in uxorem si sancta ecclesia consenserit secundum convenciones antedictas. Similiter viceversa prenominati nuntii et procuratores in nostra presentia voluerunt et consenserunt expresse pro ipso rege Aragone et vice ipsius nomine procuratorio habentes super hoc ab ipso per patentes litteras speciale mandatum quod dicta Isabella filia ejusdem regis Aragone predictum Philipum filium nostrum infra annum postquam ipsa duodecimum annum compleverit accipiet in maritum si sancta ecclesia consenserit secundum convenciones predictas: et ad hoc faciendum et procurandum iidem procuratores procuratorio nomine memoratum regem Aragone specialiter obligarunt et prestito ab eis juramento super sacrosancta
evangelia in animam dicti regis Aragone firmaverunt specialem ad hoc potestatem habentes quod convenciones ipsas idem rex quantum in ipso est bona fide servabit tenebit et complebit. De dotalicio autem sive donacione propter nupcias est sciendum quod idem Philipus filius noster in contractu matrimonii assignare tenebitur ad usus et consuetudines Francie prefate Isabelle in dotalicium seu donacionem propter nupcias in terra plana absque fortericiis quintam partem tocius terre sue quam eidem daturi sumus prout ipsi filio nostro melius expedire videbitur nisi forte contingerit eundem in regni dignitatem succedere: quod si forsitan eveniret idem filius noster assignaret eidem Isabelle dotalicium prout ipsi filio nostro videretur bonum esse. In cujus rei testimonium presentibus litteris nostrum fecimus apponi sigillum. Actum apud Carbolium sabbato in vigilie Penthecoste anno Domini MCC quinquagessimo octavo.


viernes, 28 de junio de 2019

LA PRESA DE ALMONACID (SIGLO XIII. ALMONACID DE LA CUBA)


2.86. LA PRESA DE ALMONACID (SIGLO XIII. ALMONACID DE LA CUBA)

LA PRESA DE ALMONACID (SIGLO XIII. ALMONACID DE LA CUBA)
Imagen de J. Lozano Allueva, Wikipedia

En un pequeño y caprichoso río que recorre las tierras resecas de Almonacid de la Cuba, el pasado nos ha dejado una de las obras más importantes de la ingeniería antigua, sin duda de época romana. Sin embargo, la leyenda retrasa a pleno siglo XIII su construcción.
El río Aguasvivas es generalmente tan magro en caudal como temible cuando sus aguas se desbordan rumorosas en las épocas de lluvia o tras una tormenta de verano. Y así ha sido ahora y siempre, incluso en los tiempos en que era rey de Aragón don Jaime I el Conquistador, quien, según la leyenda, mandó construir a sus expensas la presa de cien varas de largo por diez de espesor que todavía vemos y nos asombra hoy.

Cómo lograron los vecinos de Almonacid convencer al rey para que realizara precisamente allí esfuerzo tan considerable es cosa poco probada, pero tiene que ver, sin duda alguna, con la ayuda que aquéllos y los vecinos de Belchite prestaron a don Jaime I el Conquistador en sus mil batallas y andanzas por tierras levantinas. Si unos precisaban la presa para preservar su huerta y sus campos de las avenidas devastadoras, los otros la necesitaban para poder elevar el nivel del agua y dar nacimiento a la acequia vivificadora que asegurara sus cosechas en la buena tierra reseca de su llanada.
Lo cierto es que precisado el rey de brazos armados para asegurar la huerta valenciana que había conquistado, convocó hueste y prometió recompensas a quienes le ayudaran. Señores y municipios enviaron caballeros y peones, yendo los más por conseguir tierras en tan feraz región. Pero los hombres de Almonacid y Belchite —cuya tradición de excelentes guerreros se remontaba a la época en la que se constituyera allí un siglo antes la famosa cofradía de Belchite— sólo accedieron a colaborar ante la promesa real de construir una presa para sujetar y dominar al río Aguasvivas.
La ayuda de la partida mixta organizada fue tan importante y decisiva en la batalla que el monarca decidió cumplir con la palabra que había empeñado, destinando a la construcción del ingenio una buena parte del botín capturado a los moros valencianos.

[Tradición recogida oralmente.]






WIKI:

Almonacid de la Cuba es una localidad y municipio de la provincia de Zaragoza, en Aragón, España. Está situado en la comarca del Campo de Belchite. Tiene una población de 252 habitantes (INE 2012).


Al sureste de la provincia de Zaragoza. Se accede desde la capital por la carretera N-232, con desvío, pasando El Burgo de Ebro, a la carretera. C-222, y nuevo desvío al SO de Belchite por una carretera local.

El término municipal cubre una superficie de 55,2 km². Está a una distancia de 55 km de Zaragoza. Situado a una altitud de 488 m.

Escudo:

Cuadrilongo de base circular, que trae, de azul, una perla de oro, acompañada en el jefe de un monograma A-M de oro, y en los flancos de una lanza de plata a la diestra y una espada de lo mismo a la siniestra, al timbre, Corona Real cerrada

Cuadrilongo de base circular, que trae, de azul, una perla de oro, acompañada en el jefe de un monograma A-M de oro, y en los flancos de una lanza de plata a la diestra y una espada de lo mismo a la siniestra, al timbre, Corona Real cerrada.

Bandera: Paño azul, de proporción 2/3, con perla horizontal amarilla.

https://es.wikipedia.org/wiki/Almonacid_de_la_Cuba#/media/Archivo:Almonacid_de_la_Cuba_Spain.svg

SAN JORGE: 23 de abril. La romería se celebra el último fin de semana de mayo (Tradicionalmente, se celebraba el martes de pentecostés)
SAN ROQUE: 16 de agosto (Fiestas Patronales)
NATIVIDAD DE MARIA: 8 de septiembre. (Fiestas de la Virgen De Las Prioras), se celebra en la Ermita de los Dolores.
FERIA ROMANA: Mediados de junio.

Iglesia de Santa María la mayor.
Ermita de la Virgen de los Dolores.
Ermita de la Virgen de las Nieves.
Ermita de San Jorge.



  • Alvaro Zamora, María Isabel; Ibáñez Fernández, Javier. (Coord.) (2008). Patrimonio hidráulico en Aragón. Zaragoza: Cajalón.
  • Arenillas, Miguel;Hereza Domínguez, J. Íñigo;Jaime Dillet, Fernando;Díaz-Guerra Jaén, Carmen;Cortés Gimeno, Rafael (1995). «La presa romana de Almonacid de la Cuba y otros aprovechamientos antiguos en el río Aguasvivas»Revista de Obras Públicas (142, (3345)): 43-66.
  • Arenillas, Miguel (2002), La presa romana de Almonacid de la Cuba, consultado el 24 de octubre de 2009
  • Beltrán Lloris, M. (2006). La presa romana de Almonacid de la Cuba. Zaragoza: Prames.
  • Beltrán Lloris, M.; Viladés Castillo, J.M. (1994). Aquae Romanae.Arqueología de la presa de Almonacid de la Cuba (Zaragoza) (nº 13). Zaragoza: Museo de Zaragoza. pp. 127-293.
  • Beltrán Lloris, M.; Viladés Castillo, J.M. (1997). «La presa romana de Almonacid de la Cuba». Arqueología Aragonesa (Zaragoza): 145-152.
  • Castillo Barranco, Juan Carlos (2007). «Las presas romanas en España»Revista de Obras Públicas (154 ,(3475)): 65-80.
  • Fernández Ordóñez, J.A (Dir.) (1984). Catálogo de noventa presas y azudes españoles anteriores a 1900=. Madrid: Biblioteca CEHOPU.Comisión de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo.
  • Hereza Domínguez, J.Íñigo. (Dir.) (1996). La presa de Almonacid de la Cuba: Del mundo romano a la IIustración en la cuenca del río Aguas Vivas. Gobierno de Aragón.
  • VV.AA. (2004). «Campo de Belchite». Colección RUTASCAI por Aragón (Zaragoza: Gobierno de Aragón) (17).