Mostrando las entradas para la consulta musulmanes ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta musulmanes ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

domingo, 30 de junio de 2019

ALFONSO I Y SU PRETENDIDA HOMOSEXUALIDAD


105. ALFONSO I Y SU PRETENDIDA HOMOSEXUALIDAD (SIGLO XII).

Pero si parece Freddie Mercury !


Alfonso I el Batallador, a pesar de los escasos medios propagandísticos y de comunicación de la época en que le correspondió vivir, fue uno de los personajes más conocidos del siglo XII no sólo en la Península —tanto entre los cristianos como entre los moros—, sino en toda la Europa cristiana y en el mundo islámico. Se podría decir que fue un hombre de talla universal, como queda constancia en múltiples documentos.
Eso significa que, como toda persona pública que destaca sobre los demás, tuvo defensores acérrimos y también detractores irreconciliables. Ensalzadores y denigradores a veces hasta rozar a lo irracional en ambos casos. Pues bien, aparte de sus muchos defensores, los enemigos declarados que le calumniaron jamás lograron hallar mácula que achacarle en su vida personal e íntima y, dentro de ella, en el aspecto sexual.
No dejó el rey Alfonso I, el reconquistador de Zaragoza, ningún hijo bastardo ni tampoco legítimo, pero eso no constituye ninguna prueba de nada.

Se casó con doña Urraca de Castilla y ésta, a pesar de todos los problemas conyugales que les condujeron al divorcio, jamás le acusó de impotencia ni de perversión alguna. ¿Por qué, entonces, cupo alguna sombra hacia la conducta sexual del Batallador?

La sombra de duda, que no la evidencia demostrada, sólo podía venir del lado de sus enemigos irreconciliables, los moros. Y, en efecto, un escritor árabe, un tal Ben Al-Afhir, hablando de Alfonso I —al que cita como Ben-Radmir, es decir el «hijo de Ramiro»— le describía como «el más fuerte de los reyes de los francos en valor, y el más solícito de ellos en hacer guerra a los muslimes y en sufrir. En sus expediciones dormía sin cama. Dijéronle una vez: —¿Por qué no tienes ocultamente por concubina alguna de las hijas de los magnates musulmanes de los que tienes cautivos?
Mas él respondió: —Al guerrero le conviene más amar a los hombres que a las mujeres.
Allah concedió descanso de él y libró a los muslimes de su maldad».
Una frase, de doble sentido sin duda, fue más que suficiente para crear una opinión latente, aunque acallada por la enorme talla del guerrero y del estratega.

[Fuente, Vicente de la, Estudios críticos..., I, pág. 177.]


Componentes de la palabra árabe Al-lāh: 

1. alif
2. hamzat waṣl (همزة وصل)
3. lām
4. lām
5. shadda (شدة) 
6. alif sobrescrita (ألف خنجرية) 
7. hāʾ


Componentes de la palabra árabe Al-lāh:    1. alif  2. hamzat waṣl (همزة وصل)  3. lām  4. lām  5. shadda (شدة)   6. alif sobrescrita (ألف خنجرية)    7. hāʾ



«Alá» es la hispanización de la palabra árabe Al-lāh (الله), que en español significa ‘Dios’.​
Si bien el término es más conocido en Occidente debido a su utilización por parte de los musulmanes (chiíes y suníes) como referencia a Dios, este es utilizado por los hablantes del árabe de todas las religiones abrahámicas, incluidos los cristianos y judíos, se le adoraba agachándose y rezándole el Sala-ah (oración de los islámicos).
El término fue utilizado también por los paganos de La Meca como referencia al Dios creador y perpetuo, posiblemente la deidad suprema en la Arabia preislámica.


En el islam, Dios es conocido por distintos nombres: el Justo, el Clemente, el Creador, entre otros. Sin embargo, según el Corán, «Alá» es el nombre en árabe que Dios ha preferido sobre los demás. La raíz lingüística de “Alá” indica que Él es el Único digno y merecedor de ser adorado y obedecido.

Los conceptos asociados con la palabra (como una deidad) difieren entre las tradiciones. En la Arabia preislámica, Alá no era la única divinidad, sino que le asociaban colaboradores y compañeros, hijos e hijas. En el islam, Alá es el supremo y comprende todo nombre divino. Todos los demás nombres divinos se cree que refieren a Alá.

Alá es único, el único Dios, trascendente Creador del universo y Omnipotente. Los árabes cristianos de hoy no tienen otra palabra para Dios más que Alá,​ usan términos tales como Al-lāh al-ab (الله الآب) para referirse a Dios padre. Hay similitudes y diferencias entre el concepto de Dios tal como es representado en el Corán árabe y la Biblia judeocristiana.

Unicode tiene un código reservado para Al-lāh, ﷲ = U + FDF2.​
Muchas fuentes árabes también tienen diferentes formas de escribirlo.

lunes, 22 de junio de 2020

239. OROSIA MUERE A MANOS MUSULMANAS

6.2. RELACIONES PROBLEMÁTICAS

239. OROSIA MUERE A MANOS MUSULMANAS (SIGLO IX. JACA Y YEBRA DE BASA)

239. OROSIA MUERE A MANOS MUSULMANAS (SIGLO IX. JACA Y YEBRA DE BASA)


Orosia o Eurosia —una de las hijas de los duques (que para otros eran reyes) de Bohemia o de Aquitania, Boribonio y Ludemila, quienes se habían convertido al cristianismo por influencia de san Metodio— era una muchacha joven y de notable belleza, a la que algunos convierten en mujer del último conde aragonés Fortuño Ximénez, mientras otros consideran que era soltera en el momento de sufrir el martirio al que fue sometida, si bien es cierto que estaba a punto de desposarse.

Lo cierto es que en el año 870, acompañada por el obispo Acisclo y por su hermano Cornelio, recorrió las tierras de Francia de norte a sur para venir a reunirse a Aragón con su esposo o su prometido, no se sabe bien. Tras un largo y penoso viaje, atravesó por fin la comitiva el Pirineo para encaminarse hacia Jaca, cuando recibieron noticias de que algunos grupos armados de musulmanes patrullaban por la comarca, así que decidieron guarecerse en una cueva cercana a Yebra de Basa, en espera de que pasara el peligro.

Alertados, asimismo, los musulmanes de la presencia de un grupo de gente cristiana que andaba huida y escondida por los montes, acabaron por encontrar a Eurosia y a todos los suyos, que fueron conducidos prisioneros ante su jefe, Abenlupo, quien quedó impresionado por la belleza de la joven.

El juicio fue sumarísimo y Abenlupo ofreció salvar la vida de la joven y la de los suyos si ésta accedía a convertirse al islamismo, pero la negativa fue tajante. No obstante, para forzarla a cambiar de opinión, hizo matar uno tras otro a su tío, a su hermano y a algunos de los acompañantes y doncellas del séquito, pero la princesa permaneció fiel a su fe. Aquella actitud de firmeza de Eurosia acabó por irritar completamente a Abenlupo, que ordenó también su muerte, haciéndole cortar los brazos, las piernas y la cabeza.

Tuvieron que transcurrir casi doscientos años, según la tradición, para dar con los despojos de Eurosia. Un ángel condujo hasta ellos a un pastor, que acabó hallando la cabeza y el tronco de la joven. Dejó la primera en Yebra de Basa y llevó el tronco a Jaca. A su paso por las aldeas del camino, las campanas tañían solas, lo mismo que ocurrió en Jaca, donde se guarda la reliquia.

[Rincón, W. y Romero, A., Iconografía..., II, pág. 15.]


Interesante ruta en la que destaca el sorprendente número de ermitas que nos vamos a encontrar así como las magnificas vistas durante la ascensión del Valle de Basa, aunque sin lugar a dudas el lugar más espectacular de todo el recorrido lo constituyen el conjunto de ermitas rupestres de San Cornelio y de La Cueva, que se encuentran literalmente encajadas entre grandes paredes de piedra, sobre la cual se precipita desde gran altura las aguas del Barranco de Santa Orosia formando una impresionante cascada conocida como El Chorro.

sábado, 4 de mayo de 2019

NUESTRA SEÑORA DEL PORTILLO, DEFENSORA DE ZARAGOZA


2.47. NUESTRA SEÑORA DEL PORTILLO, DEFENSORA DE ZARAGOZA
(SIGLO XII. ZARAGOZA)

Recién tomada Zaragoza a los musulmanes, en diciembre de 1118, el rey Alfonso I el Batallador, su libertador, organizó su defensa, tomó medidas para garantizar la permanencia voluntaria y pacífica de los mudéjares y judíos en barrios separados y decidió ausentarse de la ciudad con su ejército para proseguir la lucha que le llevaría a reconquistar casi todo el valle del Ebro.
Ante la ausencia del rey, algunos de los moros vencidos quisieron aprovechar la circunstancia e intentar volver a tomar la ciudad para sí. Amparados en la oscuridad de la noche, trabajando con gran sigilo, comenzaron a abrir una brecha en el muro exterior de tierra que la rodeaba. Poco a poco iban llegando al lugar todos los moros varones pertrechados con las armas que habían ocultado el día de la rendición. Todo estaba preparado.
Cuando ya se aprestaban a coger por sorpresa a los cristianos, cuyos centinelas se habían confiado, en medio de la oscuridad se produjo un enorme resplandor y el cielo se iluminó completamente. Pudo verse entonces a la Virgen María como capitana de un auténtico ejército formado por ángeles y mártires y santos zaragozanos, que defendieron la brecha o portillo (portell) que los moros habían abierto en el muro de tierra.
Despertados los centinelas cristianos, corrieron la voz al otro lado de la muralla interior, ésta construida de piedra, saliendo todos a defender la ciudad, lo que fue innecesario puesto que el ejército celestial, dirigido por la Virgen, fue suficiente para someter a los asaltantes, que fueron reducidos de nuevo a la morería.

Cuando volvió la calma, al inspeccionar el lugar, el adalid cristiano descubrió, en un hueco del portillo abierto por los musulmanes, una pequeña imagen de la Virgen María. En acción de gracias por el favor recibido, construyeron con celeridad una ermita donde, desde entonces, es venerada como Nuestra Señora del Portillo.

Portillo en un muro de piedra, portell, La Portellada
Portillo en un muro de piedra, podría ser perfectamente una imagen tomada en La Portellada (Matarraña, Teruel)

[Faci, Roque A., Aragón..., I, 2ª parte, págs. 16-19. Lanuza, Historia eclesiástica de Aragón, I, lib. 2.
Beltrán, Antonio, De nuestras tierras..., I, pág. 67.]





lunes, 20 de mayo de 2019

El juez traidor, siglo XII, Teruel


2.71. EL JUEZ TRAIDOR (SIGLO XII. TERUEL)


Una vez que ya había sido reconquistada Teruel por el rey aragonés Alfonso II, y dada la importancia estratégica que esta ciudad tenía, los musulmanes intentaron recuperarla en reiteradas ocasiones o, cuando menos, depredaban sus campos y huertas o hacían cautivos a los labradores que sorprendían en los campos en plena faena, para ser luego vendidos como esclavos en el mercado de Valencia, ciudad que todavía era sarracena.
Una de estas molestas y peligrosas acciones tuvo lugar entre 1183-1184, cuando la ciudad era regida por un juez llamado Ibáñez Domingo de Mortón quien, bien por miedo a las amenazas recibidas, cada vez más serias, bien presa de la codicia, intentó vender Teruel al enemigo a cambio de los numerosos tesoros que le habían sido prometidos y que esperaba disfrutar tras su planeada huida a tierra de moros.
Pero la traición fue descubierta a tiempo por los turolenses y el juez Domingo de Mortón fue juzgado de acuerdo con el Fuero concedido hacía bien pocos años por el rey Alfonso II. Tras el juicio, en el que fue condenado a morir ahorcado, fue ejecutado en un viejo olmo solitario que crecía en una zona próxima a la ciudad denominada de San Lázaro, debajo del actual viaducto, donde se confinaba a los leprosos.
La ciudad se salvó para siempre de ser recuperada por los musulmanes y el hecho sirvió de escarmiento.

El juez traidor, siglo XII, Teruel, viaducto


* Según Caruana, este hecho es histórico, puesto que en el Libro de las Crónicas de Teruel, conservado en el Ayuntamiento, tras el nombre de este juez se señala que «fue enforcado en el olmo de San Lázaro porque quiso vender a los moros Teruel», y prosigue diciendo que una mano posterior añadió: «de Castiel y de Villel», apostillado el propio Caruana que Villel era cristiana desde 1180, pero Castiel —hoy Castielfabib— efectivamente continuaba siendo musulmana y no la conquistaron los cristianos hasta el año 1210.

olmo, ulmus
olmo, ulmus






lunes, 29 de abril de 2019

LA RECONQUISTA DE AÍNSA


2.17. LA RECONQUISTA DE AÍNSA (SIGLO VIII. AÍNSA)

Según la leyenda que explica el nacimiento del monasterio de San Juan de la Peña, García Jiménez fue elegido y nombrado allí como primer rey del reino de Sobrarbe. Una vez investido solemnemente de la autoridad real y apoyado por todos los suyos, decidió atacar a los moros que dominaban en la importante plaza de Aínsa, dando lugar a su primera gran acción bélica, de enorme resonancia en el menguado bando cristiano. Lo cierto es que, puesto al frente de no más de trescientos hombres armados y escogidos, cayó por sorpresa sobre la villa y, aprovechando las sombras de la noche, derrotó a los musulmanes tras encarnizada y sangrienta batalla.
Cuando amaneció el día siguiente, para reafirmar todavía más los ánimos enardecidos de sus victoriosos guerreros, en medio de la enorme plaza mayor de la villa, arengó a sus tropas, asegurándoles que la Divina Providencia estaba de su parte, de lo que era garantía la sorprendente visión que había tenido de una cruz iluminada situada sobre una encina del monte aledaño, señal inequívoca de la ayuda del cielo.
Con los ánimos renovados, ordenó a sus hombres que implorasen ayuda a Dios y a san Juan Bautista, y realizó con ellos nuevas incursiones victoriosas por los poblados vecinos del Ara y del Cinca, a la vez que se dispuso a fortificar la villa de Aínsa, a la que, por deseo personal y expreso, declaró capital del naciente reino de Sobrarbe.
A esta tradición se debe el que en el escudo de Sobrarbe exista una cruz roja sobre una encina y que sea éste uno de los cuarteles del histórico escudo de Aragón. Esta cruz de Sobrarbe se ofrece hoy en forma de monumento a dos kilómetros de la villa de Aínsa.

[La Ripa, Domingo, Defensa histórica... Zaragoza, 1675.
Faci, Roque A., Aragón..., I, págs. 1-2.
Sas, Antonio, Compendio histórico..., I, págs. 2-3.
Martínez y Herrero, Bartolomé, Sobrarbe y Aragón, I, págs. 65-73.]




La villa de Aínsa (en aragonés L'Aínsa),​ capital del municipio de Aínsa-Sobrarbe (aragonés, L'Aínsa-Sobrarbe),4​ es un pueblo de la provincia de Huesca, en la comarca de Sobrarbe, en la Comunidad Autónoma de Aragón (España).

Está situado en el alto Pirineo de Huesca, en la comarca del Sobrarbe. Es la capital junto a Boltaña del antiguo condado de Sobrarbe.


Parte de su término municipal está ocupado por el Parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara.


Su núcleo original, que se emplaza en un promontorio sobre la confluencia de los ríos Cinca y Ara, está formado por dos calles casi paralelas, la calle Mayor y la calle Santa Cruz, por la plaza Mayor que se sitúa a continuación del castillo situado en una explanada, a proximidad de la Cruz Cubierta, templete donde la leyenda sitúa el milagro de la aparición de la cruz de fuego sobre una carrasca, que dio la victoria a las tropas cristianas al mando del rey García Jiménez.

Con clara distribución medieval, el casco histórico de Aínsa está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1965. Actualmente es un relevante centro turístico de relevancia, tal y como constató su elección como capital de Turismo Rural 2018.


Aunque la leyenda sitúa el nacimiento de Aínsa en la conquista de la plaza por las tropas del rey Garcí Ximénez en el año 724 gracias al milagro de la cruz de fuego​ (desde el siglo xvi d. C. hay una cruz en el lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos) las fuentes históricas apuntan que los musulmanes no llegaron a establecerse en esta tierras

El castillo de Aínsa, que data del siglo xi d. C., formó parte de la línea de defensa de los territorios cristianos (línea que se extendía hasta Abizanda), y se convirtió en el embrión de la villa, que en tiempos de la Edad Media fue amurallada, y se convirtió en la capital del condado de Sobrarbe que perteneció al reino de Nájera-Pamplona (antes de que este diera lugar al reino de Navarra) y luego se integrara en el reino de Aragón.


En 1124 el rey Alfonso I el batallador otorgó la Carta puebla por la que se beneficiaba a sus habitantes con el fuero de Jaca.

La importancia de la plaza llevó que la iglesia de Santa María fuera concebida también como defensa, tal y como atestiguan las saeteras de su torre.

La pérdida de importancia de la comarca del Sobrarbe llevó a una relajación de la actividad de Aínsa que se mantuvo en un estado de subsistencia hasta principios del siglo xx d. C. cuando las actividades tradicionales se vieron perturbadas con los planes de construcción de diferentes presas, pantanos y otros sistemas hidráulicos, destinados a la producción de electricidad y al suministro de agua para la llanuras del Ebro.

Esta actividad llevó a la expropiación y pérdida de las mejores tierras de cultivo de los valles y a la emigración de sus gentes. Muchos de los pueblos vecinos vieron cómo desaparecían la totalidad de sus habitantes y en otros como éstos disminuían drásticamente. Esto llevó a que pasaran a depender del ayuntamiento de Aínsa.

La limitación de recursos de todo tipo que la baja densidad de población y la complicada orografía provocan llevaron a una crisis importante a mediados del siglo xx d. C.. Esta crisis fue superada mediante el recurso turístico y el florecimiento del turismo rural y natural.

La creación de varios parques naturales, primero el del Ordesa y Monte Perdido seguido de otros como el de la Sierra de Guara y la afición a la montaña y a los deportes de aventura se convirtieron en la actividad económica más relevante.

En la década de 1960 Aínsa absorbió los municipios de Castejón de Sobrarbe, Coscojuela de Sobrarbe, Gerbe y Griébal, Guaso, Sinués y partes de Sieste y Santa María de Buil.

El propio núcleo urbano original de Aínsa es en sí mismo un monumento digno de visitarse, tal como se reconoció en su declaración de Conjunto Histórico Artístico. Dentro de él destacan:

Castillo de Aínsa
Data de los siglos xi y xvii: siendo una obra de varios siglos que conserva muy pocos elementos del original edificio románico. Destacan en él la Torre del Tenente, de planta pentagonal, hoy convertida en un EcoMuseo, el gran patio de armas y un portalón que se abre a la plaza Mayor.
Iglesia parroquial de Santa María
Iglesia románica iniciada en el siglo xi d. C. y finalizada en el xii. Se consagró en 1181. De sencilla portada de cuatro arquivoltas apoyadas en otros tantos pares de columnas de capiteles labrados. Desde el interior del templo de única nave con bóveda de medio cañón apuntado. Su torre, de dimensiones únicas en el románico aragonés, hace imprescindible su visita, con saeteras para la defensa.
Casa de Bielsa
Del siglo xvi d. C. o xvii con unas ventanas reseñables que destacan de las construcciones del entorno.
Casa Arnal
Del siglo xvi d. C. ejemplo de edificación típica de la comarca con sus portadas y rejas. El concepto de casa no abarca únicamente el edificio físico, sino que se extiende a las propiedades familiares y a los miembros que componen la familia o conviven en ella.

Calle Mayor de Aínsa.
Plaza Mayor

Casa en la Plaza de Santo Domingo.
Presidida por el edificio del ayuntamiento y abierta al castillo, se rodea por soportales en ambos lados. En estos soportales se ubican sendas prensas comunitarias en las que se realizaba la prensa de la uva.


FIESTAS :

11 de enero: Hoguera de San Victorián

16 de enero: Hoguera de San Antón
19 de enero: víspera de San Sebastián, hogueras.
20 de enero: celebración de San Sebastián.
Primer fin de semana de febrero: Feria de la Trufa Negra del Pirineo
Primer domingo de febrero: celebración de la Ferieta de Aínsa.
Primer domingo de febrero: Premios "La Cruz de Sobrarbe"
Último domingo de agosto (antes era el primer domingo de septiembre), años pares: representación de «la Morisma», teatro popular que recrea la reconquista de la villa por parte de los ejércitos cristianos, ayudados según la leyenda por la aparición de una cruz de fuego encima de una carrasca.
Primer fin de semana de septiembre: Expoferia del Sobrarbe.
14 de septiembre: fiestas mayores en honor de la Exaltación de la Santa Cruz.
Octubre: SOBRARVERDE OTOÑO
Octubre o noviembre: jornadas micológicas.
Diciembre: jornadas de astronomía.
Diciembre: «Punchacubas», feria del vino artesano.



  1.  Consejo General de Procuradores de España.
  2. Andolz Canela, Rafael (junio de 2004). Diciconario aragonés (5ª edición). Zaragoza: Mira editores. ISBN 84-8465-160-6.
  3.  Topónimos: pueblos con nombre local en aragonés en Gran Enciclopedia Aragonesa
  4. Según aparece en el Decreto Legislativo 2/2006 (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última versión)., de 27 de diciembre, del Gobierno de Aragón, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Delimitación Comarcal de Aragón.

  5. Saltar a Martínez y Herrero, Bartolomé (1866). Sobrarbe y Aragón : estudios históricos sobre la fundación y progreso de estos reinos, hasta que se agregó á los mismos el Condado de Barcelona. pp. 67-75.
  6.  «Aínsa, capital de Turismo Rural 2018».
  7.  INE
  8.  FEMP. «Listado de corporaciones locales españolas hermanadas con Europa». Archivado desde el original el 24 de abril de 2014. Consultado el 20 de diciembre de 2013.
  9. Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas (Gobierno de España). «Treinta aniversario de las primeras elecciones municipales de la democracia». Archivado desde el original el 6 de marzo de 2014. Consultado el 6 de marzo de 2014.
  10.  Alcaldes de Aragón de las elecciones de 2011
  11.  «Alcaldes de todos los municipios de la provincia de Huesca»Heraldo.es. 14 de junio de 2015.
  12. Gobierno de Aragón. «Archivo Electoral de Aragón». Consultado el 13 de agosto de 2012.

sábado, 29 de junio de 2019

LA RECONQUISTA DE EJEA RECONCILIÓ A ALFONSO I Y URRACA


98. LA RECONQUISTA DE EJEA RECONCILIÓ A ALFONSO I Y URRACA
(SIGLO XII. EJEA DE LOS CABALLEROS)

LA RECONQUISTA DE EJEA RECONCILIÓ A ALFONSO I Y URRACA  (SIGLO XII. EJEA DE LOS CABALLEROS)


Las cosas entre Alfonso I el Batallador y doña Urraca, su mujer y reina de Castilla, no iban bien, como era notorio y sabido. Las desavenencias entre ambos eran constantes, motivadas fundamentalmente por las indecentes satisfacciones que la reina usaba con algunos de sus ricos hombres castellanos y por los recelos que levantaban los soldados aragoneses y navarros en sus constantes andanzas por tierras de Castilla. Sin embargo, también existieron momentos de calma entre don Alfonso y doña Urraca, logrados a veces de manera sorprendente, como en el caso que ahora nos ocupa.
Era Ejea un enclave tan importante y tan bien guardado dentro del sistema defensivo musulmán que su reconquista causó sensación no sólo entre los aragoneses, a los que llenó de gozo la noticia, sino también entre los castellanos, de modo que esta importante victoria del rey aragonés surtió mejores efectos en las relaciones turbulentas del matrimonio que cuantos oficios pacificadores se habían intentado hasta entonces.
Ante los ojos de doña Urraca, la figura de su marido, Alfonso I, se agrandó y llegó la paz de momento a la pareja, que se reconcilió, causando enorme disgusto en algunos nobles castellanos que deseaban el fracaso definitivo del matrimonio. Aunque quedaba por delante todavía mucha tierra de moros por reconquistar, como luego haría el rey aragonés, la fiesta inundó al campamento cristiano y el Batallador, en una sencilla pero emotiva ceremonia, decidió tomar para sí el título de Emperador de España.

Por esta razón, lo mismo que la ciudad de Toledo había recibido en su momento el calificativo de Imperial, bien pudiera Ejea haber pretendido igual tratamiento y honor.

[Ferrer y Recax, Joseph Felipe, Idea de Exea, págs. 67-69.]


Alfonso I de Aragón (c. 1073-Poleñino, Aragón, 7 de septiembre de 1134),​ llamado el Batallador, fue rey de Aragón y de Pamplona entre 1104 y 1134. Hijo de Sancho Ramírez (rey de Aragón y de Pamplona entre 1063 y 1094) y de Felicia de Roucy, ascendió al trono tras la muerte de su hermanastro Pedro I.


Destacó en la lucha contra los musulmanes y llegó a duplicar la extensión de los reinos de Aragón y Pamplona tras la conquista clave de Zaragoza. Temporalmente, y gracias a su matrimonio con Urraca I de León, gobernó sobre León, Castilla y Toledo y se hizo llamar entre 1109-1114 «emperador de León y rey de toda España» o «emperador de todas las Españas»,​ hasta que la oposición nobiliaria forzó la anulación del matrimonio. Los ecos de sus victorias traspasaron fronteras; en la Crónica de San Juan de la Peña, del siglo XIV, podemos leer:
«clamabanlo don Alfonso batallador porque en Espayna no ovo tan buen cavallero que veynte nueve batallas vençió».​
Sus campañas lo llevaron hasta las ciudades meridionales de Córdoba, Granada y Valencia y a infligir a los musulmanes severas derrotas en Valtierra, Cutanda, Arnisol o Cullera.

A su muerte, y en lo que es uno de los episodios más controvertidos de su vida, legó sus reinos a las órdenes militares, lo que no fue aceptado por la nobleza, que eligió a su hermano Ramiro II el Monje en Aragón y a García Ramírez el Restaurador en Navarra, dividiendo así su reino.



https://es.wikipedia.org/wiki/Urraca_I_de_Le%C3%B3n
(no confundir con la urraca ave, aunque algún parecido tendrían).

urraca, picaraza, garsa, pica pica, Urraca de León, Alfonso I el batallador

viernes, 3 de mayo de 2019

LA HUIDA DE UNA REINA TAIFAL


2.42. LA HUIDA DE UNA REINA TAIFAL (SIGLO XI. GALLUR)

Con la llegada de los musulmanes al valle del Ebro, la caída de Zaragoza Sarakusta desde entonces— provocó la toma rápida de todas las poblaciones de su entorno, entre ellas Gallur. El cambio de administración supuso la islamización de la mayor parte de sus habitantes, aunque algunos continuaron fieles a su religión cristiana: eran los mozárabes.
Cuando en el siglo XI el Califato cordobés se fraccionó en multitud de reinos taifales —pequeños feudos regidos por reyes propios, entre los que destacaron los de Sevilla, Badajoz, Toledo o Zaragoza—, Gallur formó parte de esta constelación y, desde su atalaya, dominó un pequeño territorio integrado por siete poblaciones. Era de los pocos, quizás el único, de los reinos de taifa gobernado por una mujer.
La vida de la mayor parte de estos pequeños feudos musulmanes fue efímera, bien por ser absorbidos por otros más poderosos, como el de Sarakusta, bien por sucumbir a manos de los ejércitos cristianos.
Lo cierto es que el reino de Gallur se derrumbó en la práctica sin oposición. Bastó tan sólo para ello que los asaltantes cristianos superaran las barreras artificiales que defendían a la población por el sur y el este. Por el norte, el asalto era casi imposible, puesto que existía la doble defensa natural del río Ebro y de la cantera.
Ante aquel ataque, la reina, que iba acompañada por varios de sus súbditos —cargados con armas, enseres y tesoros— se dirigió a la entrada de un enorme pasadizo, de más de seiscientos metros de longitud, que iba a parar a la cantera y al río, en la parte norte, desde donde se podía huir. Era lo que se conoce como «caño de los moros». Pero lo cierto es nunca llegaron a la salida, pues un accidente les debió dejar atrapados en las entrañas de la tierra junto con tan extraordinario botín.

Durante siglos, al eco de esta noticia, han sido muchos los que han tratado de profundizar en el «caño de los moros», pero nadie ha podido dar con el tesoro que la reina pretendía llevarse.
[Datos proporcionados por J. Ramón Belsué, José A. Navarro y Agustín Sierra, Instituto de Bachillerato de Borja.]

caño de los moros, tesoro, reina mora, taifas, Gallur






UN DETALLE DEL ÚLTIMO ASEDIO DE HUESCA, 1096


2.35. UN DETALLE DEL ÚLTIMO ASEDIO DE HUESCA (1096) (SIGLO XI. HUESCA)

Es el 12 de mayo y ha comenzado el asedio de Huesca por Pedro I de Aragón. El gobernador musulmán oscense ha solicitado refuerzos a al-Mostain de Zaragoza, que no sólo aporta guerreros moros, sino que ha conseguido la ayuda del conde García Ordóñez de Nájera. El ejército que acude en ayuda de al-Mostain es tan numeroso que, al decir de las crónicas, los primeros musulmanes llegaban a Zuera cuando los últimos todavía estaban en Altabás, arrabal zaragozano.
Por su parte, en el campo cristiano había recalado, llegado desde Gascuña, el desterrado Fortún, con trescientos peones y diez cargas de mazas, que luego serían decisivas en la batalla.
Los contendientes, por fin, estuvieron frente a frente. Las fuerzas estaban muy igualadas, contando cada ejército con unos veinte mil guerreros, según un cronista árabe. El desenlace de la inminente batalla era, pues, incierto.
Fue entonces cuando —según el mismo cronista moro— Pedro I envió un espía al campo enemigo para que indagase el número de guerreros esforzados y de fama con los que contaba el ejército musulmán y que fuesen reconocidos como tales por los cristianos por sus proezas. A la vez, debía averiguar cuántos caudillos aragoneses eran conocidos por los musulmanes y cuántos de ellos estaban en el campamento cristiano en aquel momento.
Cuando regresó el espía, comunicó al rey que el número de caballeros sarracenos famosos ascendía a siete. Así es que hizo contar los hombres cristianos de valor que estaban en su campamento en aquellos instantes, alcanzando el número de ocho. La noticia hizo feliz al rey Pedro I, a quien se le oyó exclamar: «¡Oh, qué día tan fausto»!
El propio cronista musulmán nos relata el sentido de aquellas palabras, pues era creencia cierta que las batallas se ganaban no por el número total de contendientes que, por cierto, era semejante, sino por el número de guerreros sobresalientes con los que contaba cada ejército, de modo que aquel que aventajase al otro aunque solamente fuera en uno ganaría la contienda, como en este caso así sucedió.

[Ubieto, Antonio, Historia de Aragón: La formación territorial, págs. 122-124.]


http://estudiosmedievales.revistas.csic.es/index.php/estudiosmedievales/article/download/623/634

https://es.wikipedia.org/wiki/Garc%C3%ADa_Ord%C3%B3%C3%B1ez




domingo, 28 de junio de 2020

347. SURGE LA JOTA

347. SURGE LA JOTA (SIGLO XII. CALATAYUD)

Fruto de las rivalidades internas a las que estuvieron sometidos los musulmanes hispanos durante el siglo XII, el gobernador valenciano Muley Tarec desterró a un moro llamado Aben Jot, quien, tras deambular por varios territorios musulmanes, decidió, por fin, trasladarse a tierra de cristianos, yendo a parar, tras largo peregrinaje, a Calatayud.

Con él llegó su música, una especie de himno marcial, que tanto servía para ser cantado como para acompañar a un baile bastante movido. Aquella especie de himno era la jota, que luego cantaron y bailaron los cristianos de la zona, primero, y los de todo Aragón, después.

[Beltrán, Antonio, De nuestras tierras..., III, págs. 189-190.]

[Blas Ubide, en 1880, compuso una serie de coplas que hacen referencia a este origen, no admitido por los musicólogos. Según García Arista, un orfeón bilbilitano cantó en Valencia dichas coplas:

«La jota se llama jota
porque la inventó Aben Jot,
cuando de Valencia vino
desterrado p´Aragón».

«La jota nació morisca
y después se hizo cristiana,
y cristiana ha de morir
la jota bilbilitana».

«La jota nació en Valencia
y se crió en Aragón;
Calatayud fue su cuna
en la orilla del Jalón».

«Desde la orilla del Turia
a la villa del Jalón
vino cantando la jota
el desterrado Aben Jot».]


(SIGLO XIV. BORJA)

Corrían los tiempos de la dominación musulmana en España cuando el pueblo de Rivas, asentado en la orilla del Huecha, se encontraba en pie de guerra con el de Maleján, situado un poco más arriba. La causa de esta gran enemistad entre ambos pueblos se hallaba en una serie de amoríos y venganzas, el llamado «secreto de Rivas». Acabó esta pequeña guerra con una crecida del Huecha tan grande que arrasó todo Rivas y llegó a las calles de Maleján, lo que permitió a los rehenes de uno y otro bando escapar de sus «presidios». El Huecha había enfriado los ánimos, pero no calmó los viejos deseos de venganza.
Apareció entonces por Rivas un curioso viajero, un tal Aben-Jot, que decidió asentarse en esta ribera del Huecha. Y aquí compuso las primeras jotas, hermosas coplas cantadas que causaron el asombro y la admiración de los de Rivas. Tan impresionados quedaron que estuvieron ensayándolas durante algún tiempo para ofrecerlas al rey Pedro IV el Ceremonioso con motivo de su llegada a Borja. Todos los pueblos mostraron su folklore ante el rey, el cual quedó maravillado de estas primitivas jotas.


[Tradición oral. Recogida en el Instituto de Borja.]

lunes, 22 de junio de 2020

243. LOS MOZÁRABES DE ZARAGOZA, EXPULSADOS A EL BURGO

243. LOS MOZÁRABES DE ZARAGOZA, EXPULSADOS A EL BURGO
(SIGLOS X-XI. EL BURGO DE EBRO)

243. LOS MOZÁRABES DE ZARAGOZA, EXPULSADOS A EL BURGO  (SIGLOS X-XI. EL BURGO DE EBRO)


En Zaragoza —una de las principales ciudades con las que se encontraron los musulmanes al apoderarse de la Península Ibérica—, lo mismo que en otras muchas los cristianos que se quedaron tras la conquista habitaron en un barrio aparte y cerrado. Pues bien, en el barrio mozárabe zaragozano, ubicado en torno a la actual iglesia de San Miguel de los Navarros, existía una pequeña capilla que estaba dedicada a la Virgen, cuyo culto se remontaba a la época de la dominación romana.

En general, las relaciones entre moros y cristianos fueron pacíficas, pero no faltaron tensiones de cuando en cuando. En uno de esos momentos de crisis, los musulmanes zaragozanos hicieron desalojar totalmente el barrio mozárabe, llevando a todos sus habitantes a unos once kilómetros de Sarakusta, junto al río Ebro, naciendo así un poblado nuevo habitado exclusivamente por cristianos, el llamado Burgo de Ebro. Al dolor del traslado forzoso que tuvieron que padecer, los mozárabes zaragozanos hubieron de añadir la pena que les producía el hecho de que no les hubieran dejado llevar consigo su querida y venerada imagen de la Virgen.

Sin embargo, ya en El Burgo, una mañana de esas que se guardan siempre en el recuerdo, un pastor despertó a todos los convecinos con sus gritos de alegría, pues, mientras apacentaba sus ovejas, se le apareció la Virgen que se habían visto obligados a dejar en Zaragoza. Este hecho todavía les unió más de lo que estaban en aquel destierro obligado, dedicándose todos a la construcción de un templo para su guía y guardiana celestial.

Cuando Sarakusta fue reconquistada por Alfonso I el Batallador, retornaron a la ciudad los cristianos de El Burgo llevándose consigo la imagen de la Virgen, que fue colocada en la iglesia de San Miguel, donde recibió culto bajo la advocación de Nuestra Señora de Zaragoza la Vieja.
Pocos años después, hicieron que un escultor tallara una réplica exacta de su Virgen y, dejando la copia en San Miguel, llevaron en solemne procesión la auténtica a El Burgo.

[Faci, Roque A., Aragón..., II, págs. 22-23.
Sánchez Pérez, José A., El culto mariano en España, pág. 456.]


https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/burgo-ebro-pueblo-industrial-donde-vive-bien_1395175.html

A solo 14 kilómetros de la ciudad de Zaragoza se sitúa el El Burgo de Ebro, uno de los tres emplazamientos elegidos por Amazon en Aragón para instalar uno de sus centros de datos. Este pueblo combina su alma rural con un poderío industrial que ni la última crisis ha mermado. Aquí se asienta un pujante plantel de fábricas, con el sector papel como principal referente, que genera más empleo que habitantes tiene el municipio, que ronda los 2.500 vecinos. El desembarco del gigante estadounidense sería el broche de oro para una localidad que hace gala de su calidad de vida, aunque el municipio prefiere no echar las campanas al vuelo a la espera de que se concreten los planes de la multinacional. Era un pueblo eminentemente agrícola hasta que a mediados de los años 80 el ayuntamiento vio que su futuro pasaba por la expansión industrial. «Fue una apuesta acertada que tratamos de continuar», afirma el actual alcalde, Vicente Royo, del PSOE, partido que lleva 36 años con el bastón de mando municipal. Así es como nació el polígono Royo Cabezón, el primero de los cuatro que tiene y al que siguió La Noria y El Espartal I. EL HITO DE SAICA La creación de este último fue clave porque supuso la implantación hace 26 años de la papelera aragonesa Saica, la principal industria local y una de las mayores de todo Aragón. El cuarto polígono que vio la luz fue El Espartal II, que acabó de urbanizarse en el 2006, a las puertas de la crisis. Actualmente cuenta con poca actividad, algo que podría cambiar ya que es el lugar donde Amazon prevé instalarse, ocupando 10 de las 65 hectáreas del complejo. El municipio cuenta con un total de 273 hectáreas de superficie industrial. Además de Saica, en su nómina de empresas destacan el fabricante de papel tisú ICT, la segunda en importancia, con casi 250 trabajadores, o Grávalos, con otros 200 empleados, que produce piezas técnicas para el automóvil y electrodomésticos de gama blanca. Otras firmas relevantes son Bynsa, Tubos Perfilados, Cavenco y Meyco. Los indicadores socioeconómicos dibujan una localidad con una posición por encima de la media de la comunidad. La tasa de paro ronda el 8%, cerca de dos puntos por debajo del conjunto de Aragón y seis menos respecto a España, y ocupa el puesto número 11 en renta por habitante en el ranking autonómico. Una de sus bazas es que la gran recesión del 2008 pasó bastante desapercibida para El Burgo. «Nuestras empresas no pasaron grandes dificultades. Todas siguieron funcionando y muchas ampliaron luego su actividad», destaca Royo. Sobre la llegada de Amazon, el alcalde asegura que no cuenta con la confirmación oficial de la empresa ni de la DGA. «Ojalá llegue a buen término, pero somos cautelosos ante lo que pueda conllevar o si servirá para atraer más empresas», explica. La gran asignatura pendiente del municipio es el desdoblamiento de la N232. Ahora solo hay autovía hasta Zaragoza, pero si todo va bien, cuando Amazon llegue –se estima que sea en el año 2022–, ya estará en servicio el tramo hasta Fuentes de Ebro.