177. LA RESISTENCIA
HEROICA DE BUEÑA (SIGLO XIV. BUEÑA)
La Guerra de los dos
Pedros (entre Pedro IV de Aragón y Pedro I de Castilla) fue cruel y
despiadada, suponiendo para una parte de Aragón —sobre todo en las
«comunidades» de Calatayud, Daroca, Albarracín y Teruel— un
auténtico reguero de muerte y destrucción, dando origen a muchos
despoblados. Mas, como suele suceder en toda contienda bélica, en
ésta se dieron casos de heroísmo, gestas colectivas e individuales,
muchas de las cuales, aparte de su veracidad, se han teñido de
matices legendarios.
Los ejércitos castellanos
ensangrentaron las comarcas de Tarazona y Calatayud y ensombrecieron
la de Daroca. En Báguena, su alcalde, Miguel de Bernabé —haciendo
arder el castillo e inmolándose él dentro— pasó a la historia
por su heroísmo, lo mismo que la resistencia comunitaria de Bueña,
en el camino de Teruel. Por fin, la capital turolense fue asaltada,
por lo que durante unos años obedeció al rey castellano.
No pudieron entrar en
Bueña los soldados castellanos, pero hicieron muchos prisioneros,
entre ellos a los hermanos Martín y Andrés Martínez de Gombalde.
Ya tenía Pedro I de Castilla un medio de presión ante el alcaide de
la plaza, de modo que parlamentó con él, ofreciéndole mercedes y
la libertad de los jóvenes si accedía a la entrega del castillo. Si
se negaba, los degollarían al pie
mismo del muro. Se repitió ante Bueña la escena de Tarifa, y como
el hijo de Guzmán el Bueno, los hermanos Gombalde fueron asesinados
a la vista de los defensores.
Cuando siguieron camino de
Teruel, las tropas castellanas fueron constantemente hostigadas por
los hombres de Bueña, vengando así la muerte de sus hijos. Bueña y
Tarifa pasaron juntas a la historia.
Una vez finalizada la
contienda, Pedro IV el Ceremonioso premió a los hermanos Martínez
Gombalde y a sus descendientes con honores y mercedes, desde el
castillo causante del dolor a otros en distintos puntos del reino,
incluso en Navarra.
[Gisbert, Salvador, «Los
dos hermanos Gombalde», Revista del Turia, 13 (1884), 5-7.]
Bueña es un municipio y población de España, perteneciente a la Comarca del Jiloca, en la Sierra de Lidón (Sistema Ibérico), al noroeste de la provincia de Teruel, comunidad autónoma de Aragón, a 61,4 km de Teruel. Tiene un área de 40,75 km² con una población de 53 habitantes (INE 2016) y una densidad de 1,74 hab/km² con una fuerte tendencia a la regresión demográfica debido a la despoblación. El código postal es 44394.
En su término urbano se han encontrado restos arqueológicos de gran importancia.
Con la victoria en la batalla de Cutanda, Alfonso I conquistó estos terrenos a los musulmanes, siendo tierra fronteriza, pero se perdió a su muerte. Posteriormente fue tomado por Ramón Berenguer IV, pasando a formar parte del Reino de Aragón.
Integrado en la Comunidad de aldeas de Teruel, dentro de la Sesma de Visiedo, su situación, próxima a tierras castellanas, hizo que en esta nueva época se transformase de nuevo en lugar estratégico. En 1363 sufrió un ataque castellano, en donde el alcalde Martín Martínez de Gombalde tuvo la oportunidad de demostrar su valentía, al negarse a entregar el castillo a los invasores. Tal gesto de lealtad hacia la Corona de Aragón costó la ejecución de sus hijos, Andrés y Martín de Gombalde.
Posteriormente, tras la ruptura de relaciones entre Pedro IV y Enrique de Trastámara, volvió a ser zona fronteriza.
CITAS:
También hay leyendas de apuestas macabras en Caminreal y tradiciones orales que nos ponen de manifiesto la valentía y abnegación de personajes de la comarca, como Miguel Bernabé, un labriego de Báguena que defendió en un acto heroico, pagando con su propia vida, el castillo de su pueblo. La misma historia se repite en Bueña en donde el alcaide de la villa, Martínez de Gombalde, no sucumbió a la amenaza, si no entregaba la villa, del sacrificio de la vida de sus hijos, que terminaron muriendo en manos de los ejércitos castellanos.
Francisco Lázaro Polo.