243. LOS MOZÁRABES DE ZARAGOZA,
EXPULSADOS A EL BURGO
(SIGLOS X-XI. EL BURGO DE EBRO)
En Zaragoza —una de las principales
ciudades con las que se encontraron los musulmanes al apoderarse de
la Península Ibérica—, lo mismo que en otras muchas los
cristianos que se quedaron tras la conquista habitaron en un barrio
aparte y cerrado. Pues bien, en el barrio mozárabe zaragozano,
ubicado en torno a la actual iglesia de San Miguel de los Navarros,
existía una pequeña capilla que estaba dedicada a la Virgen, cuyo
culto se remontaba a la época de la dominación romana.
En general, las relaciones entre moros
y cristianos fueron pacíficas, pero no faltaron tensiones de cuando
en cuando. En uno de esos momentos de crisis, los musulmanes
zaragozanos hicieron desalojar totalmente el barrio mozárabe, llevando a todos sus
habitantes a unos once kilómetros de Sarakusta, junto al río Ebro,
naciendo así un poblado nuevo habitado exclusivamente por
cristianos, el llamado Burgo de Ebro. Al dolor del traslado forzoso
que tuvieron que padecer, los mozárabes zaragozanos hubieron de
añadir la pena que les producía el hecho de que no les hubieran
dejado llevar consigo su querida y venerada imagen de la Virgen.
Sin embargo, ya en El Burgo, una mañana
de esas que se guardan siempre en el recuerdo, un pastor despertó a
todos los convecinos con sus gritos de alegría, pues, mientras
apacentaba sus ovejas, se le apareció la Virgen que se habían visto
obligados a dejar en Zaragoza. Este hecho todavía les unió más de
lo que estaban en aquel destierro obligado, dedicándose todos a la
construcción de un templo para su guía y guardiana celestial.
Cuando Sarakusta fue reconquistada por
Alfonso I el Batallador, retornaron a la ciudad los cristianos de El
Burgo llevándose consigo la imagen de la Virgen, que fue colocada en
la iglesia de San Miguel, donde recibió culto bajo la advocación de
Nuestra Señora de Zaragoza la Vieja.
Pocos años después, hicieron que un
escultor tallara una réplica exacta de su Virgen y, dejando la copia
en San Miguel, llevaron en solemne procesión la auténtica a El
Burgo.
[Faci, Roque A., Aragón..., II, págs.
22-23.
Sánchez Pérez, José A., El culto
mariano en España, pág. 456.]
https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/burgo-ebro-pueblo-industrial-donde-vive-bien_1395175.html
A solo 14 kilómetros de la ciudad de Zaragoza se sitúa el El Burgo de Ebro, uno de los tres emplazamientos elegidos por Amazon en Aragón para instalar uno de sus centros de datos. Este pueblo combina su alma rural con un poderío industrial que ni la última crisis ha mermado. Aquí se asienta un pujante plantel de fábricas, con el sector papel como principal referente, que genera más empleo que habitantes tiene el municipio, que ronda los 2.500 vecinos. El desembarco del gigante estadounidense sería el broche de oro para una localidad que hace gala de su calidad de vida, aunque el municipio prefiere no echar las campanas al vuelo a la espera de que se concreten los planes de la multinacional.
Era un pueblo eminentemente agrícola hasta que a mediados de los años 80 el ayuntamiento vio que su futuro pasaba por la expansión industrial. «Fue una apuesta acertada que tratamos de continuar», afirma el actual alcalde, Vicente Royo, del PSOE, partido que lleva 36 años con el bastón de mando municipal. Así es como nació el polígono Royo Cabezón, el primero de los cuatro que tiene y al que siguió La Noria y El Espartal I.
EL HITO DE SAICA
La creación de este último fue clave porque supuso la implantación hace 26 años de la papelera aragonesa Saica, la principal industria local y una de las mayores de todo Aragón. El cuarto polígono que vio la luz fue El Espartal II, que acabó de urbanizarse en el 2006, a las puertas de la crisis. Actualmente cuenta con poca actividad, algo que podría cambiar ya que es el lugar donde Amazon prevé instalarse, ocupando 10 de las 65 hectáreas del complejo.
El municipio cuenta con un total de 273 hectáreas de superficie industrial. Además de Saica, en su nómina de empresas destacan el fabricante de papel tisú ICT, la segunda en importancia, con casi 250 trabajadores, o Grávalos, con otros 200 empleados, que produce piezas técnicas para el automóvil y electrodomésticos de gama blanca. Otras firmas relevantes son Bynsa, Tubos Perfilados, Cavenco y Meyco.
Los indicadores socioeconómicos dibujan una localidad con una posición por encima de la media de la comunidad. La tasa de paro ronda el 8%, cerca de dos puntos por debajo del conjunto de Aragón y seis menos respecto a España, y ocupa el puesto número 11 en renta por habitante en el ranking autonómico. Una de sus bazas es que la gran recesión del 2008 pasó bastante desapercibida para El Burgo. «Nuestras empresas no pasaron grandes dificultades. Todas siguieron funcionando y muchas ampliaron luego su actividad», destaca Royo.
Sobre la llegada de Amazon, el alcalde asegura que no cuenta con la confirmación oficial de la empresa ni de la DGA. «Ojalá llegue a buen término, pero somos cautelosos ante lo que pueda conllevar o si servirá para atraer más empresas», explica. La gran asignatura pendiente del municipio es el desdoblamiento de la N232. Ahora solo hay autovía hasta Zaragoza, pero si todo va bien, cuando Amazon llegue –se estima que sea en el año 2022–, ya estará en servicio el tramo hasta Fuentes de Ebro.