6. LA PÉRDIDA DE BELMONTE (SIGLO VIII.
BELMONTE)
A comienzos del siglo VIII, como
ocurriera en todos los pueblos de la comarca, Belmonte había
sucumbido a las armas musulmanas. Una nueva administración gobernó
el municipio, en el que trataron de convivir moros y cristianos
separados en dos núcleos distintos. Los primeros habitaban la parte
baja de casco urbano; los cristianos, la parte alta del pueblo, en el
castillo, de modo que nunca podrían huir sin pasar por la parte
dominada por los moros.
En un momento en el que las relaciones
entre ambas comunidades se crisparon, los musulmanes acorralaron a
los cristianos, que se hicieron fuertes en el castillo. La situación
se hizo tan insostenible para éstos que pensaron seriamente en la
rendición. Si tardaron algún tiempo más de lo que cabía esperar,
dadas las circunstancias precarias en las que se hallaban, se debió
a un hecho extraordinario que ocurrió una tarde.
En efecto, mientras los hombres velaban
en las troneras de la muralla, las mujeres cosían y repasaban la
ropa en lugar aparte aprovechando los rayos del sol. Fue entonces
cuando la Virgen se les apareció, recomendándoles que aconsejaran a
sus maridos e hijos que no se entregaran. En testimonio de aquella
aparición, y para que los hombres no tuvieran duda de cuanto les
decían, les dejó el recuerdo de una talla de su imagen.
Tras comentar lo ocurrido, decidieron
entre todos no entregarse y resistir, hasta que la evidencia de la
superioridad musulmana les aconsejó dejar las armas, tras pactar que
serían respetadas sus vidas. No obstante, antes de rendirse pensaron
qué hacer con la talla de la Virgen, cuya integridad corría
peligro. Y decidieron construir una pequeña cámara en un lienzo del
muro, emparedando la imagen hasta que llegara el momento de la
libertad.
Pasaron los años e incluso los siglos.
Belmonte fue liberado por las tropas de Alfonso I y la población
cristiana resurgió. Pero nadie se acordaba de la imagen de la
Virgen. La paz y las nuevas tácticas militares hicieron inútil el
castillo, que poco a poco se fue desmoronando, tanto que un día
quedó al descubierto la imagen de la Virgen, a la que se le
construyó y dedicó una ermita, la de «Nuestra Señora del
Castillo», todavía en pie sobre las ruinas de la antigua fortaleza.
[Ricardo Blasco, Francisco Jurado,
Jesús Pablo, Silvia Pablo y Yolanda Rodrigo, en La Voz de la Comarca
(coord. de Mª Gloria Magaña y Lino de Miguel), Colegio «Augusta
Bílbilis». Calatayud.]
https://es.wikipedia.org/wiki/Belmonte_de_Graci%C3%A1n