146. EL NOMBRAMIENTO DEL PRIMER CONDE
DE LUNA (SIGLO XIV. DAROCA)
Zaragoza, 1310. Una dama perteneciente
a una distinguida familia aragonesa, con ramificaciones en Daroca,
ante el temor que le producía el parto que esperaba, prometió visitar los
Corporales si todo se desarrollaba con bien y dedicar el neófito a
la Iglesia. En efecto, tras nacer el niño, madre e hijo se
trasladaron para cumplir la promesa ofrecida. Desde muy corta edad,
el muchacho, llamado Lope de Luna, fue educado en las artes
marciales, hasta ser armado caballero por el rey en 1336.
Esta ceremonia, ante Pedro IV, fue
celebrada en La Seo zaragozana, en presencia de prelados, nobles y
síndicos de las villas y ciudades del reino.
Cuando el rey le
preguntó a Lope el porqué de querer ser armado caballero, el joven
le contestó que para servir a Dios, a la Religión y a su dama. Tras
el espaldarazo real, caballeros, damas y doncellas le fueron
colocando los restantes atributos del caballero, para finalizar
Bernardo de Cabrera ciñéndole la espada e Isabel de Urrea la
espuela, una espuela tan bella que en adelante se le conocería como
Lope, el «caballero de la espuela».
Poco tiempo después, estalló en
Aragón una tremenda conspiración contra el rey, la denominada
Unión. Pedro IV huyó a Barcelona y desde allí viajó a Valencia,
donde trató de apaciguar a los nobles levantiscos. En Aragón, todas
las ciudades excepto Calatayud, Huesca, Teruel y Daroca se aliaron
con la Unión.
Como pudo, reorganizó su ejército
Pedro IV y Lope de Luna capitaneó las tropas de las ciudades leales
al rey. Concentró sus huestes en Daroca, reconstruyó sus murallas
—incluido el torreón que se llamaría del «caballero de la
espuela», hoy de Cariñena— y se aprestó a la defensa del rey,
declarando la guerra a la Unión. Acudió con sus tropas a Tarazona,
por donde entraba el rey de Castilla, y luego a Épila, donde más de
quince mil desleales, capitaneados por el infante don Fernando,
creían poder asestar el golpe definitivo al rey.
El encuentro fue sangriento, pero las
tropas llegadas de Daroca con don Lope de Luna fueron decisivas en la
victoria real. Pedro IV, al vencer en Épila el 21 de junio de 1348,
pudo anular los privilegios de la Unión, castigó a los nobles
insurrectos y concedió al «caballero de la espuela», don Lope de
Luna, el título de conde de Luna, el primer título condal que se
concedía a una persona que no fuera hijo de rey.
[Sas, Antonio, Compendio histórico de los reyes de Aragón...,
II, págs. 38-49.
Beltrán, José, Tradiciones y leyendas
de Daroca. Daroca, 1929.]
El condado de Luna fue un título nobiliario aragonés, creado el 18 de agosto de 1348, por el rey Pedro IV de Aragón, a favor de Lope de Luna, III señor de Segorbe y IX señor de Luna, con motivo de la victoria en la batalla de Épila contra la Unión de Aragón.
Su denominación hace referencia a la localidad de Luna, en la provincia de Zaragoza, en la comarca de las Cinco Villas. Quedó extinguido en 1430, cuando Alfonso V de Aragón desposeyó de sus títulos y posesiones, incorporándolas a la corona, a Fadrique de Aragón por traición.
En la actualidad está vigente el condado de Luna creado por Felipe II el 18 de agosto de 1598, a favor de Francisco de Gurrea y Aragón, VI duque de Villahermosa, a cambio de su renuncia al condado de Ribagorza.
Lope de Luna, IX señor y I conde de Luna, III señor de Segorbe.
María de Luna, II condesa de Luna, IV señora de Segorbe.
Martín I de Aragón, II conde consorte de Luna, IV señor consorte de Segorbe.
Martín I de Sicilia, III conde de Luna, V señor de Segorbe.
Fadrique de Aragón, IV conde de Luna, VI señor de Segorbe.
Este condado de Luna es diferente y sin ninguna relación con el condado de Luna, que con la misma denominación, se creó posteriormente en Castilla por el rey Enrique IV de Castilla, el 22 de febrero de 1462, a favor de Diego Fernández de Quiñones.
Página del Armorial de Gelre donde aparece el escudo de la Casa de Luna. |