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martes, 23 de junio de 2020

327. LA JUSTICIA REAL EN ENTREDICHO


327. LA JUSTICIA REAL EN ENTREDICHO (SIGLO ¿XII? SOPEIRA)

El monasterio de Alaón está enclavado en un paraje de gran belleza natural, pero, por lo difícil del terreno, no siempre ha sido fácil acceder a él, y menos en la época a la que se refieren los hechos que conforman esta leyenda. En cierta ocasión, viajó el rey aragonés a Alaón, atravesando con dificultad no sólo el «Paso de Escalas» sino todos los caminos que llevaban al cenobio. Descansó en él el monarca y, antes de marchar, entregó al abad, fray Benito Larrás, cierta cantidad de dinero para adecentar las vías de acceso.

No obstante, el abad, ante la epidemia que en aquellos momentos azotaba la comarca, prefirió destinar el dinero en socorrer a los enfermos en lugar de reparar los caminos, necesidad que a su juicio podía esperar. El desacato llegó a los oídos del rey que, ante la denuncia que se le formulaba, no tuvo más remedio que actuar, aunque ello implicaba ajusticiar al abad. En efecto, el fraile fue condenado a morir ahorcado.

Acató fray Benito la condena, pero solicitó un último deseo al que el rey accedió: cuando se cumplieran treinta años de su muerte, debían desenterrar su cuerpo, pincharle el brazo izquierdo y volverlo a enterrar, pero entonces en el monasterio, en un lugar que diesen los rayos del sol y sobre el que todos cuantos fuesen a Sopeira tuvieran que pasar por encima. Con gran pena por parte de los vecinos, la justicia real se cumplió y se le dio sepultura en un lugar apartado.

Lo cierto es que el tiempo pasó y nadie se acordaba de lo sucedido. Pero cuando se cumplieron los treinta años del ajusticiamiento, un monje observó cómo de la tumba del antiguo abad salía una mano que asía un pergamino. Ante lo insólito del caso, se le comunicó al rey, que recordó su promesa, ordenando desenterrar el cuerpo de fray Benito, que no sólo apareció tan natural como el día en que fuera ajusticiado, sino que al pincharle el brazo brotó sangre caliente. Emocionado por el hecho, ordenó también que se le llevara al monasterio, se le depositara en la cripta y se abriera una mirilla orientada al camino que fue objeto de su trágico fin. Además, los caminantes podían pasar casi por encima de su tumba, tal cual había sido su deseo.

Desde entonces, todos cuantos pasaban por allí, conocedores del motivo humanitario por el que murió fray Benito Larrás, cogían una piedrecilla y tras besarla la arrojaban a la cripta, como si del rezo de una oración se tratara.

[Gironella, J., «El servidor de Dios, Benito Larrás», en Folletón Altoaragón, 3 (1980), pág. 2.]

martes, 30 de abril de 2019

LOS HERMANOS ISARRE, EN LA RECONQUISTA DE ALQUÉZAR



2.26. LOS HERMANOS ISARRE,
EN LA RECONQUISTA DE ALQUÉZAR (SIGLO XI. ALQUÉZAR)

LOS HERMANOS ISARRE,  EN LA RECONQUISTA DE ALQUÉZAR (SIGLO XI. ALQUÉZAR)
Ayuntamiento de Abiego


Eran los tiempos del rey aragonés Sancho Ramírez, a cuyas órdenes combatían dos hermanos de apellido Isarre, oriundos de Abiego. Su valor, su destreza con todo tipo de armas y su desprecio al peligro les hicieron famosos, tanto entre los cristianos como entre los musulmanes. Entre estos últimos, el más preocupado era el gobernador de Alquézar, quien temía que llegara el día en que se viera ante ellos y procuró evitarlo a toda costa.

Cuando el muslín se enteró que eran de Abiego, población tan cercana a Alquézar y bajo su jurisdicción, intentó que sus padres fueran a residir a la sombra de su castillo, pues era la forma de atraer a sus hijos, pero la estratagema fracasó. Procuró entonces el gobernador que el matrimonio Isarre convenciera a sus hijos para que abandonaran las armas a cambio del dinero suficiente para que les atendieran sin tener que luchar permanentemente para ganarse la vida, pero los ancianos declinaron también cumplir el encargo.
Airado el jefe moro por el desacato sufrido, ordenó que fueran apresados y ahorcados en uno de los cerros cercanos al pueblo, en el «Tozal de las Forcas» como se le llamaría desde entonces. Pronto supieron los hermanos Isarre la desgracia de sus progenitores y juraron vengarse por ello, llevándoles a solicitar permiso a Sancho Ramírez para atacar la fortaleza de Alquézar.
Aunque el rey aragonés comprendió las razones de sus dos súbditos, les pidió que conservaran la calma de momento, pues no era todavía llegado el instante de acometer la reconquista de plaza tan bien defendida. Antes debían ser tomados otros lugares para evitar que pudieran llegar refuerzos a Alquézar, como así se hizo de manera calculada.
Pronto, no obstante, le tocó la hora a Alquézar y los hermanos Isarre tuvieron la oportunidad de entrar en sus calles el día de su liberación, aunque para entonces el walí yacía muerto. Don Sancho Ramírez, comprensivo, recompensó a los dos hermanos elevándolos a la categoría de infanzones, y, además de dotarles con tierras en su Abiego natal, les concedió el honor de poder usar escudo de armas, consistente en tres cabezas de moro en triángulo.

https://es.wikipedia.org/wiki/Abiego


Abiego es un municipio español de la comarca Somontano de Barbastro, provincia de Huesca, Aragón. Está situado parte en llano y parte en la pendiente de una colina, a la izquierda del río Alcanadre, dista de Huesca 35 km.


Parte de su término municipal está ocupado por el Parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara.


Su nombre, Al-Byego deriva del castillo musulmán que dominaba la comarca de la Barbitania.

Del rey con tenentes desde 1101 hasta abril de 1181 (UBIETO ARTETA, Los Tenentes, p. 123)
El 28 de junio de 1322 el rey Jaime II de Aragón entregó el castillo y villa de Abiego a Sibila de Antillón para que lo tuviese toda su vida y después de su muerte, hasta que se le saldase la deuda de 7.000 maravedís (SINUÉS, nº. 1)
1960 - 1970 se le incorpora Alberuela de la Liena.
En 1977 se inaugura la pavimentación de todas las calles, colocación de aceras en las carreteras, construcción en la plaza del Val de un complejo recreativo con pista de baile y local-bar
En 1979 se hicieron mejoras municipales y adaptación de las vías para el tráfico
En 1981 se inauguró la nueva Casa Consistorial.

Parroquia Colegiata dedicada a Santa María la Mayor (Siglo XVI. Gótico rural tardío aragonés)

nave única, con planta de cruz latina, con un bonito retablo del siglo XVI representando a San Miguel
La portada y el atrio son de estilo plateresco
Ermita de Santo Domingo de Silos
Ermita de San Sebastián
Convento de San Joaquín (siglo XVIII)
único de estilo colonial en Aragón

Monumento al Siglo XX, de Ulrich Rückriem

serie de piedras de granito montadas sin un orden determinado pero en equilibrio con el entorno
Fuente pública con el abrevadero y lavadero, construido en el Siglo XVIII con tres caños, cada uno en la boca de tres leones esculpidos.
La Torreta
torre de vigilancia árabe
Puente medieval (antiguamente llamado puente romano) sobre el río Alcanadre con un solo arco de medio punto. 
Unía Abiego con Junzano
Piscina natural que se forma alrededor del resto del muro perteneciente a la presa que movía el antiguo molino de agua
Puente de Las aguas
Casa Blecua, Aniés, Paul, Guarga, Isarre o Del Río
arquitectura popular de esta población, con los escudos de las familias infanzonas de la villa (Aniés, Blecua, Cabrero, Juste, Paúl, etc.)


Puente de la Famiñosa sobre el río Alcanadre
Puente de la Famiñosa sobre el río Alcanadre

El río Alcanadre en este tramo de Abiego posee un coto de pesca con abundante trucha común.
Población por la que circula el Gran Recorrido; GR 45 Senderos del Somontano.