LA LLAR.
Cuant los pichs de
Cerdanya
La neu glassada del
ivern blanqueja,
Y l' llop de la
montanya
Per les deveses
femolench rastreja,
La porta clivellada
De son alberch lo
montanyés barrota,
Y escolta ab sa
maynada
Lo vent que fibbla y
los abets assota.
En la llar agombola
Un feix d' estelles
y de sech brancatje,
Y lo flam que
s'arbola
Enlluerna dels
rústichs lo visatje.
EL HOGAR.
Cuando la nieve
congelada del invierno blanquea los picos de Cerdaña, y el lobo
montaraz rastrea hambriento por las dehesas,
Atranca el montañés
la resquebrajada puerta de su vivienda junto a su familia escucha al
viento silbar azotando los abetos.
En el hogar amontona
un haz de astillas y ramaje seco, y la llama que se levanta deslumbra
el semblante de los rústicos.
Allí entorn aplegantse
Pastors, bovers y
mesaders s'asseuen,
Y del fret
retornantse,
Dolses rahons,
joyosos fets retreuen.
Allí la mare troba
Recorts de sa
florida prometença,
Y 'l goig estrany
renova
Que hagué del
primer fill ab la naixensa.
Parla l' pare del
dia
Que alentorn
de sa llar segué ab sa esposa;
Dels prats de la
masía,
O del grá soterrat
baix de sa llosa.
Lo fill, per costum
sabi,
Deixa l'eyna, al
llindar y la má besa,
Ab respecte, del avi
Que tulit prop del
foch murmura y resa.
Y l' vell lo front
alsantne
Esplíca ab veu que
l' tremolor li minva (que'l; varios apóstrofes mal colocados)
Com l'arma al coll
portantne
Corregué ab
somatent per l'aspre timba.
…....
¡Santa llar dels
pagesos!
Niu de tendres amors
y pau cristiana, (se lee: crístíana)
En tos tions encesos
Crema l'foch de la
patria catalana,
Boyeros, pastores y jornaleros reunidos siéntanse allí a la redonda
y sacudiendo el frío sacan a luz alegres sucesos y sabrosas razones.
Allí la madre
renueva los recuerdos de sus floridos desposorios y el placer
desconocido que experimentó al nacer su primer hijo.
El padre habla del
día en que tomó asiento cabe el hogar al lado de su esposa, de los
prados de su hacienda y de los granos que guarda encerrados en los
silos.
El hijo, según
sabia costumbre, deja en el lindel sus aperos y besa con respeto la
mano del tullido abuelo que junto al fuego, reza y murmura.
Y el viejo, alzando
la frente, refiere con voz temblorosa, como en otro tiempo al oír el
rebato trepaba con el arma al hombro, por los ásperos derrumbaderos.
…....
¡Santo hogar de los
labradores! Nido de amores tiernos y de cristiana paz, en tus
encendidos tizones arde el fuego de la patria catalana.
Tú n'ets lo rústich temple
De virtuts que
honorá nostra vellura;
Tú n'ets lo viu
exemple
Que en lo fort pit
de nostre poble dura.
Sobre ton banch
singlota
La viuda sens
consol, la filla tendra,
Y de son plant la
gota
Cau y se fon sobre
la ardenta cendra.
Y ab ta blanca
fumera
Que ix
espurnant com a menuda pluja,
Y s'alsa falaguera,
L'encens de gratitut
al cel s'en puja.
Pensant ab tu
s'anyora
Lo catalá si
del Atlántich talla
La
onada tronadora;
Pensant ab tú es
invicte a la batalla.
Jamay per ta defensa
Compte del estranger
l'host enemiga;
Y sols ab ton dol
pensa
Si son Rey perque
t'ama lo castiga.
Dins ta gaya
rodona
Troba l' conort del
greu que l'atormenta;
Per tú vol sa
corona;
Menysprea lluny de
tú la mes lluenta.
(Veis que escribían á, catalá, no à para intentar diferenciarse del castellano; y tildes en ía muchas
veces.)
Tú eres el rústico templo de virtudes que nuestros mayores
honraron: tú eres el ejemplo viviente que se conserva en el pecho
esforzado de nuestro pueblo.
Sobre tu escaño
solloza la viuda sin consuelo, la tierna hija, y las gotas de su
llanto caen y se secan en tus ardientes cenizas.
Y sube al cielo el
incienso de tu gratitud, con la blanca humareda que sale chispeando
como lluvia menuda y ligera se remonta.
El catalán
te echa de menos cuando surca las ondas atronadoras del Atlántico, y
cuando piensa en ti es invencible en los combates.
Por defenderse,
jamás cuenta las huestes enemigas del extranjero: y cuando su propio
Rey le castiga porque te ama, no piensa mas que en tu dolor.
En tu cerco festivo
halla consuelo a sus pesajes: para ti anhela sus coronas, y sin ti
desprecia las más resplandecientes.
Llors a ton mur penjantne
Lo front victoriós
modest humilia,
Y s' plau aquí
tornantne,
Gran pe 'l mon,
aymador per la familia.
…..
Pura y encesa flama
De nostra llar que
l's seggles atiaren,
Sant esperit
t'inflama
Puis tants vents
desfermats no t'apagaren.
D'aquells gloriosos
dias,
Del passat ensisera
recordansa,
Prech a Deu que tú
sias
Dels esdevenidors
rica esperansa.
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Colgando
sus laureles en tus muros, humilla con modestia su victoriosa frente,
y se regocija al volver a ti, grande para el mundo, y amante para su
familia.
Pura y encendida
llama de nuestro hogar que los siglos avivaron, santo es el espíritu
que te inflama, pues tantos vientos desencadenados no consiguieron
apagarte.
Recuerdo hechicero
de aquellos gloriosos días de lo pasado, quiera Dios que tú seas
rica esperanza de los venideros.
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