Desde hacía diez años, la reconquista
de Teruel por las tropas cristianas era ya un hecho, como lo era la
amenaza que tal enclave suponía para las poblaciones todavía
musulmanas aguas abajo del Guadalaviar.
Entre estos enclaves moros amenazados se encontraba Villel, cuyo alcaide, Setí Mahomat, se esforzaba en hostigar los alrededores de Teruel intentando debilitar las fuerzas enemigas. No obstante, todo era en vano, pues a aquellas alturas el desequilibrio de fuerzas era ya un hecho incontestable.
Entre estos enclaves moros amenazados se encontraba Villel, cuyo alcaide, Setí Mahomat, se esforzaba en hostigar los alrededores de Teruel intentando debilitar las fuerzas enemigas. No obstante, todo era en vano, pues a aquellas alturas el desequilibrio de fuerzas era ya un hecho incontestable.
De pronto, los acontecimientos se
precipitaron con rapidez. El valiente Setí Mahomat tenía una
esclava cristiana, a la que había hecho prisionera en una de sus
correrías, y de cuya belleza se había enamorado.
Sin saberlo Setí, también había hecho prisionero a un hermano de la muchacha o, mejor dicho, se había dejado capturar para tramar la caída de Villel.
Sin saberlo Setí, también había hecho prisionero a un hermano de la muchacha o, mejor dicho, se había dejado capturar para tramar la caída de Villel.
El joven, una vez dentro de la
población, se puso en contacto con su hermana y tramaron el futuro
plan a seguir. Además, la joven consiguió de Setí Mahomat la
liberación de su hermano, que regresó a Teruel con la misión
cumplida.
Era noviembre de 1181 y los moros de
Villel se hallaban en el cerro de la Horca celebrando la boda de un
capitán. Al mediodía, en el castillo, la esclava cristiana,
aprovechando la soledad en que se encontraban, confiado en su regazo
Setí Mahomat, le clavó una larga aguja de salmar que llevaba oculta
entre las trenzas, causándole la muerte.
Consumado el crimen, la esclava se hizo
visible en una de las almenas del castillo, y agitando un pañuelo,
tal como había convenido con su hermano, avisó a los cristianos,
que estaban apostados en las cuevas y cerros inmediatos. Dirigidos
por Martín Pérez, señor de Escondilla, las huestes cristianas
tomaron el castillo y la población, pasando a cuchillo a cuantos se
resistieron. Las mujeres moras, antes que caer como esclavas de los
cristianos, cubriéronse la cabeza con el velo y se lanzaron a las
aguas del río, librándose así de la deshonra.
Martín Pérez fue nombrado señor de
Villel por el rey, que se reservaba el castillo, el horno y el
molino.
[Gisbert, Salvador, «Tradiciones
turolenses...». Heraldo de Teruel, 2 (1896), págs. 3-4.]
https://es.wikipedia.org/wiki/Villel
Villel es una localidad y municipio español de la provincia de Teruel perteneciente a la comarca de Comunidad de Teruel, en la comunidad autónoma de Aragón. En el censo de 2018 Villel tenía 327 habitantes.
Está situado a la derecha del río Turia. Comprende los caseríos o mases El Campo, La Fuensanta, Rueda, Torrejón, Vadillo, Viñuelas y el balneario de Los Baños.
A unos dos kilómetros se encuentra el santuario de nuestra Señora de la Fuensanta, que es el principal centro de devoción de la comarca, es un lugar situado entre las montañas y varios pueblos celebran en este santuario una romería anualmente. Pero cabe destacar la más importante que es la de Villel el segundo sábado de mayo.
Conserva su castillo parcialmente en ruinas y, sobre todo, su torre del homenaje. Pertenecía a los Aben Razin, de Albarracín, y fue ocupado por El Cid camino de Valencia.
Reconquistado por Alfonso II, quien lo entregó a los Templarios, fue primeramente una Encomienda de la Orden del Temple.
En el siglo XIV fue cabeza de Encomienda de la Orden de San Juan, encuadrada en la Castellanía de Amposta, y primer destino de Juan Fernández de Heredia, quien llegó a ser gran maestre de Rodas.
Lo conquistó Pedro I de Castilla en el transcurso de una guerra entre Aragón y Castilla, y en la Guerra de la Independencia lo ocupó también el ejército napoleónico.
Virgen de la Fuensanta:
Según la tradición, la imagen fue hallada por un pastor de nombre Juan Pérez en 1238; su imagen se venera en el Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta -edificio gótico tardío situado al poniente de la villa, construido en 1561.
Villel es una localidad y municipio español de la provincia de Teruel perteneciente a la comarca de Comunidad de Teruel, en la comunidad autónoma de Aragón. En el censo de 2018 Villel tenía 327 habitantes.
Está situado a la derecha del río Turia. Comprende los caseríos o mases El Campo, La Fuensanta, Rueda, Torrejón, Vadillo, Viñuelas y el balneario de Los Baños.
A unos dos kilómetros se encuentra el santuario de nuestra Señora de la Fuensanta, que es el principal centro de devoción de la comarca, es un lugar situado entre las montañas y varios pueblos celebran en este santuario una romería anualmente. Pero cabe destacar la más importante que es la de Villel el segundo sábado de mayo.
Conserva su castillo parcialmente en ruinas y, sobre todo, su torre del homenaje. Pertenecía a los Aben Razin, de Albarracín, y fue ocupado por El Cid camino de Valencia.
Reconquistado por Alfonso II, quien lo entregó a los Templarios, fue primeramente una Encomienda de la Orden del Temple.
En el siglo XIV fue cabeza de Encomienda de la Orden de San Juan, encuadrada en la Castellanía de Amposta, y primer destino de Juan Fernández de Heredia, quien llegó a ser gran maestre de Rodas.
Lo conquistó Pedro I de Castilla en el transcurso de una guerra entre Aragón y Castilla, y en la Guerra de la Independencia lo ocupó también el ejército napoleónico.
Virgen de la Fuensanta:
Según la tradición, la imagen fue hallada por un pastor de nombre Juan Pérez en 1238; su imagen se venera en el Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta -edificio gótico tardío situado al poniente de la villa, construido en 1561.
https://www.clubrural.com/que-ver/teruel/villel
https://www.youtube.com/watch?v=2gsczP-rvp4