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domingo, 28 de junio de 2020

CAPÍTULO III.


CAPÍTULO III.

De las etimologías del nombre de Urgel, y de la ciudad de Balaguer y de su fundación.

Hallar la etimología cierta y verdadera de la palabra Urgellum, y por qué razón se llamó así este condado, es cosa dificultosa, confío lo suele ser el hallar los principios de nombres propios antiguos; de donde nace, que cada uno siente de ellos a su albedrío y voluntad y según se le antoja: y mézclanse entre las verdades tantas fábulas, que oscurecen el crédito a lo poco que se halle de verdad; y por eso dijo muy bien Alciato en sus emblemas: Antiquissima quaeque commentitia; y hablando de sucesos de cosas pasadas, dice: de quo quisque suo judicat arbitrio.

Lo que hallo y siguen algunos autores, aunque otros lo echan muy lejos, acerca la etimología de este vocablo, es que, estando en España Hércules Líbico, que floreció casi 1678 antes de la venida de Jesucristo señor nuestro al mundo, fundó la ciudad que hoy llamamos Seo de Urgel, que Tolomeo (el de la enúresis) en su geografía llama Bergidum; y estando en ella, tuvo algunos encuentros y guerras con los naturales de la tierra (unos señores con una boina roja que daban buenos golpes de hoz): ora fuese que le quisiesen echar de ella, aborreciéndole por ser forastero, ora que le quisiesen destruir aquel edificio, obligáronle a la defensa y a hacer rostro a sus enemigos, que de cada día acudían de nuevo en gran número y con gran poder (es conocida la fecundidad de los de esta tierra, sobre todo en Valencia después de conquistarla Jaime I de Aragón), y le daban mucha pesadumbre. Húbose de retirar por las orillas del Segre abajo, y vino a parar al montecillo o recuesto donde está hoy la ciudad de Balaguer; y de allí, por ser aquel lugar alto y eminente, miraba los escuadrones suyos y de los enemigos como peleaban; y en la ocasión que aquella pelea estaba más encendida y de veras, dio una grande voz, diciendo: O quàm urgens bellum (quàm con à); y de aquí quedó nombrarse toda aquella tierra Urgellum; como si dijéramos urgens bellum, ó terra quae urget bellis, y ha durado hasta hoy, que han pasado más de 3760 años. Esta derivación y etimología hay muchos que la tienen por invención y fábula, semejante a las de aquellos que a España llamaron Cetubalua, quasi coetus Tubalis; a Tarragona llamaron quasi terram agonum, tierra de combates; a Lérida, quasi dans leges, que da leyes; a Manresa, quasi manu rasa, como una mano llana; a Barcelona, nona barca, en memoria de una de las nueve barcas en que Hércules navegaba, la cual dicen que aportó en Barcelona y de ella tomó el nombre esta ciudad (Barcino, Barchinona); y así, según la opinión de estos, habían de estar nombradas las tales nueve barcas, y si llegara la primera o segunda o tercera, así como llegó la nona, se llamara esta ciudad Barca prima o Barca segunda o Barca tercera. Estas etimologías y derivaciones tan ridículas son comunmente aborrecidas de todos los doctos, y de ellas se burla Laurencio Valla, y dice que su misma falsedad, las reprueba (se puede aplicar a todo lo que hace el INV, Institut Nova Història, el IEC, y otros de su cuerda como la Ascuma de Calaceite); porque no es de creer que, siendo Hércules de la Libia, que es región del África, hablara ya en sus tiempos latín tan culto y bueno, que no se habló mejor en Roma en tiempo de Ciceron, ni que usase ya de la lengua latina tantos centenares de años antes de la fundación de Roma, y olvidada la lengua suya natural, usara lengua que en aquellos siglos no era aún conocida en España; ni menos es de creer que durase este vocablo Urgellum escondido en el silencio y del todo olvidado hasta el tiempo de Carlomagno y de Otger Catalon, que fue cerca de los años 737 de Jesucristo Señor nuestro, que volvió a salir a luz y publicarse, después de haber estado sepultado dos mil cuatrocientos y quince años poco más o menos, sin que ninguno de aquellos autores, como eran Tolomeo, Livio, César y otros que escribieron de estos pueblos, hayan usado ni conocido tal vocablo, usando en vez de ello del vocablo Ilergetes, con que nombraron estos pueblos y tierra; y así, siempre he tenido por cosa muy dudosa e incierta esta derivación.

Lo que tengo por cierto es, que con las avenidas de tantas naciones bárbaras que entraron en España, como eran vándalos, godos, alanos (goth + alanos : catalanos, o viene el nombre de Otger Catalon, que sale aquí arriba ?), suevos y otros, de tal manera quedó corrompida la lengua latina que se usaba y corría en ella, que apenas quedó vocablo que no quedase mudado, y entonces el vocablo Ilergetes se mudó en Urgellum, y este tan moderno, es derivativo del otro antiguo, y aunque diversos, retienen alguna asonancia y conformidad entre si; y quitando la última sílaba, ha quedado el de Urgel, que es el que solo se usa hoy y con que vulgarmente es nombrada toda esta tierra; y de aquí se deriva también otro que han hallado los modernos, que es Urgellitanus, adjetivo que significa cosa de Urgel, y Urgellensis et Urgellense, que es lo mismo; porque no es cosa nueva quedar trocados los nombres propios en aquellas provincias donde vienen gentes forasteras y estrañas; y en tiempos de nuestros abuelos lo vimos en las Indias, donde los castellanos mudaron de tal manera los nombres de aquellas provincias y reinos, que apenas hoy queda memoria de los antiguos, y los nombres que han quedado son tan corrompidos y mudados, que, si nacieran aquellos antiguos indios, apenas los entendieran.
Dicen asímismo que, estando Hércules en el recuesto o montecillo donde hoy vemos fundada la ciudad de Balaguer, mirando los escuadrones de su gente como peleaban con los de la tierra, dio aquel grande grito O quàm urgens bellum, admirándose de lo que pasaba en aquella pelea; y de aquel balido (le está llamando borrego o quiere decir berrido?) o voz que dio en aquel lugar, quedó después el nombre de la ciudad o pueblo que se fundó en él y se llamó Balaguer, quasi balatus civitas, ciudad del balido o ciudad del grito, porque este verbo balo, balas, aunque sea propio de las ovejas, algunas veces se aplica a los hombres, y así lo tomó Varron, De re rustica cuando, hablando con un hombre que se llamaba Fáustulo, dijo: quoniam satis balasti, Faustule noster, etc.; pero de esta derivación yo escribo lo mismo que de la de Urgel y juzgo la una por tan apócrifa como la otra, y tengo por algo más fundada la de aquellos que quieren que Balagarium, en lengua líbica, sea lo mismo que dominatrix vallium o domina vallorum, señora de los valles o señorío de los valles, y parece ser más a propósito, por ser este pueblo el más principal de los valles (que) hay en este condado y en el vizcondado de Áger (Ager), que todo lo que hay de las orillas del Segre hacia Aragón y Francia son valles grandes y espaciosos, y el pueblo mejor y más poblado que hay en aquellas partes es esta ciudad, cuyos reyes antiguos señorearon toda aquella tierra, y después de cobrada España de los moros, los condes de Urgel, cuyo estado y naturaleza era en esta ciudad, que fue cabeza de toda aquella espaciosa y dilatada tierra.
/ Algela port. Campo donde hay poca gente. De aljela, "ager" en R. Martín. - Abesana cast. y port. abezana, besana, vesana cast., vessana cat. Según Marina, de albésana, la reja del arado. Pero como la abesana es el surco o surcos que hacen las yuntas en la tierra con el arado y el lugar y tiempo de esta labor, y no el instrumento con que se ejecuta carece de fundamento la etimología. La voz abesana en estos sentidos viene del vocablo de la baja latinidad VERSANA, terra proscissa, ager de novo ad cultum redactus, ager proscissus et nondum satus, tempus, quo agri proscinduntur, derivado del verbo latino verso, volver, revolver, menear, mover de una parte a otra. Simonet. V. Ducange Glos. y cf. el port. vessar.
/
Otros atribuyen la fundación de ella a Sicoro, rey de España, si es verdad que tal rey haya habido, que floreció 1627 o 1635 años antes de Jesucristo nuestro señor; y quieren que él le haya dado este nombre, que en su lengua significaba el señorío de los valles o señora de ellos.

Otros siguen otra derivación, y quieren que este vocablo sea latino y derive de los verbos balo o de su frecuentativo balito (balido), de los balidos de las ovejas (los borregos también balan), por ser aquella tierra muy rica y fértil de ganados; y según esa opinión, este nombre Balagarium sería de tiempo de romanos, que introdujeron en España y en las demás provincias donde llegaron el uso y lenguaje latino, del que, antes de su venida, ninguno o poco conocimiento tuvieron en ella; y parece esto confirmarse con lo que dice Carbonell, que afirma que esta ciudad y la Seo de Urgel son edificios de tiempo de cristianos. Pero Tolomeo, autor antiguo que floreció 150 años después de Jesucristo señor nuestro, en su Geografía, pone en los pueblos Ilergetes por primera y más principal una población llamada Bergusia; y el que tradujo en lengua italiana las obras de aquel autor quiere que este pueblo sea la ciudad de Balaguer, y la pone a los 16° y 30 de longitud, y 43° de latitud, según queda dicho.

viernes, 27 de agosto de 2021

LA MORT DELS MONCADAS. Joseph Lluis Pons.

LA MORT DELS MONCADAS.

I.

PARTIDA.


- Trau mon cavall mes valent,

Trau ma llansa mes guarnida,

Mon escut ab vadells d´or

Y l´ perpunt y capellina;


Perque demá al trencar l'alba

Lo cavall durá la brida,

Y jo l´èlm d'acér al front,

Daga y espasa a la cinta.



LA MUERTE DE LOS MONCADAS.

(Moncada, monte catenomont cadà)

I.

LA PARTIDA.

- Saca mi caballo más esforzado, mi mejor guarnecida lanza, mi escudo que tiene esculpidos becerros de oro y dame el perpunte y capellina;

Porque mañana, al asomar el alba, embridaré mi corcel, me calaré el acerado yelmo y ceñiré espada y daga.


Pe'l camí de Tarragona

Dirás que som de partida:

De Salou navegarém

A les costes mallorquines.


Ab lo senyor Rey en Jaume,

De Barcelona ab lo Bisbe

Y la flor dels cavallers

Que Catalunya trepitjan.


Quatrecents ab mí segueixen,

Que tots sols prou ne serian

Per ofegar al rey moro

Dintre lo mar de les illes.


Adeu siau, Vescomptessa, (comitecomte, no compte, ni vescompte, ni vescomptessa)

No ploreu, la meua vida,

Prest tornarán nostres veles

Blanquejant per la marina. -


Diu lo Vescompte en Guillem;

Y quant l'alba n'era eixida

Ab son germá Don Ramon

Y l´s cavallers que l' seguian,


Envers les altes finestres

Mes d'un colp girant la vista,

De son castell de Moncada

Baixa armat a tota brida.


Di que parto camino de Tarragona, y que desde Salou navegaremos hacia las costas mallorquinas,

Con nuestro rey Don Jaime, con el obispo de Barcelona, y con la flor y nata de los caballeros de Cataluña.
(Sí, claro, solo caballeros catalanes para la conquista; hay que ganarse la joya, y hay que lamer culos, Pepico Luis.)

Cuatrocientos son los que me siguen y ellos solos bastarían para ahogar al rey moro en las ondas que bañan sus islas.
(Tanto bastaron ellos solos que se los cargaron los moros mallorquines.)

Adiós quedad, la vizcondesa, no lloréis, vida mía, que presto veréis volver nuestras blancas velas por el azul de los mares. -

Así dice el vizconde Don Guillermo, y cuando ya clareaba el alba, con su hermano Don Ramon y con los caballeros de su séquito,

José Guillermo "Guillermón" Moncada Veranes



Desciende armado a rienda suelta de su castillo volviendo más de una vez los ojos hacia sus altas ventanas.

Als camps de Santa Ponsa  No gayre lluny del mar,  Al mitj d'una pineda  S'aixeca un pi mes alt.



II.

ARRIBADA.

Als camps de Santa Ponsa

No gayre lluny del mar,

Al mitj d'una pineda

S'aixeca un pi mes alt.


Lo cap sobre la soca,

D´esquena 'n el penyal,

Guillem lo de Moncada

Greument hi jau nafrat.


Desfeta la llonga,

La cinta sens punyal,

Vermella y esmussada

La espasa n' té al costat.


La vista enterbolida

Cercant lo seu germá,

Del pit, mentres respira,

N'hi brollan glops de sanch.


Del Bisbe que l'auxilia

La creu ne du en les mans,

D´alsarla fins als llábis

No n' té forsa 'n el bras.


II.

LA LLEGADA.

En los campos de Santa Ponsa, no lejos del mar, en medio de los pinares sobresale un elevado pino.

Con la cabeza sobre su tronco, y tendido de espaldas sobre el peñasco, yace allí herido mortalmente Guillermo el de Moncada.

Destrabada la loriga, sin daga en el cinto, con la espada mellada enrojecida a su lado.

Busca a su hermano con los ojos mortecinos, y cada vez que respira, chorrean de su pecho, borbotones de sangre.

Tiene entre las manos la cruz del obispo que le agoniza (auxilia mientras agoniza) y falta fuerza a su brazo para llevarla hasta sus labios.


Entorn los homens d´armes (algunos hombres de Arnes, Tarragona, igual iban)

Mirantlo enrevoltats,

Als altres que n'arriban

Lo signan ab pietat.


Donzells allí s'aplegan,

Barons y capitans,

Y al mitj de tots En Jaume

Baixant de son cavall.


III.


MORT.

- Derrera aqueixes platjes

Ne veig finir lo sol,

Lo sol d´eixa diada

Será l' meu derrer goig.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.
Adeu, lo Rey en Jaume,

Adeu, Rey d'Aragó;

Ab vos vinguí a Mallorca,

Mes no hi entraré ab vos.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.


(JA JA! Mallorca no era todavía patria catalana. Y esto lo escribe un iluminado catalanista de la Renaixença. Em pixu! Me hace falta un bacín mientras edito esto.
“Mes no hi entraré ab vos”: se refiere a la Ciudad de Mallorca, llamada Palma o Pauma después. La isla, illa, s´illa, ipsa insula, se llamaba ya así, con variantes, MaioriceMaioricaMalorcaMaylorcaMallorcaMallorques, la mayor de las islas pitiusas, pi, pinoPortopí
).

Los hombres de armas contemplándole al rededor le señalan con ademán compasivo a los otros que van acercándose.

Júntanse allí donceles, barones y caudillos, y Don Jaime, apeándose de su caballo, llega en medio de todos.

(Un gran héroe este Guillermico Moncada que muere a las primeras de cambio).


III.

LA MUERTE.

- Veo acabar el sol tras estas playas: el sol de este día será mi gozo postrimero. - ¡Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra !

Adiós rey Don Jaime, adiós rey de Aragón, con vos vine a Mallorca, pero no entraré con vos en ella.-
Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.

(Lo de “lejos de su patria” se entiende bien para un catalán, castlán, chatelain o châtelain, en fin, un castellano que no ha salido de sus dominios. Recuerdes Vds. que era Vizconde, Vescomte, Viscomte, Vice-comite.)

Lo de “lejos de su patria” se entiende bien para un catalán, castlán, chatelain o châtelain, en fin, un castellano que no ha salido de sus dominios



Mallorca será presa,

Venjat lo nostre afront;

Iglesies ses mesquites,

Y creus ses llunes d'or.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

Tornantsen les galeres,

Tornantsen a Salou,

Ses filles y ses mares

Veurá quiscun de l'host.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

Mes ¡ay! las salsaredes

Ubagues de Besòs,

Les serres de Moncada

May mes reveuré jo.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

Castell de los meus pares,

Castell dels meus recorts,

Ja may per darme entrada

Baixar faré l'teu pont.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

¡Ay, trista Vescomptessa

Guaytant de nit y jorn,

May mes per la marina

Veuréu vaixell que m' torn.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.


Mallorca será conquistada y quedará vengado nuestro ultraje: sus mezquitas serán iglesias y cruces sus lunas de oro. - Llorad al que muere lejos de su patria en extrangera tierra.

Tornándose las galeras de vuelta hacia Salou cada guerrero de nuestra hueste verá a su madre y a sus hijos. - Llorad al que muere lejos de su patria en extrangera tierra.

Mas ¡ay de mí! nunca volveré a ver las sombrías alamedas del Besós ni las sierras de Moncada. - Llorad al que muere léjos de su patria en extrangera tierra.

Castillo de mis antepasados, castillo de mis recuerdos, jamás haré ya bajar tu puente levadizo para darme paso. - Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.

¡Ay desdichada vizcondesa! por más que mires día y noche hacia los mares, nunca verás la vela del bajel que a ti me torne. - Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.


Devall d'eix pi selvatje

Jaurá enterrat mon cos;

La tomba que esperava

Escrit durá altre nom.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.

Tinguda es ma paraula,

Del fat ja m'en conhort,

Mes lluny de Catalunya

Morir ¡oh Rey! me dol.

Plany al qui en terra estranya

Lluny de sa patria mor.


IV.

RECORT.


¡O fills de Barcelona!

Los jorns primers del maig,

Quant brots pámpols tendres

Verdejan pe'ls vinyats

Y xisclan cruixidelles

Gronxantse en los cimals;

D'aquell turó que rónech

Aixeca al Nort lo cap,

Del riu Besòs en l'aygua

Rojenca l´s peus mullant,

Pujeu fins a la cima

Lo dia al ferse clar.


Mi cuerpo quedará enterrado al pie de este rústico pino, y la tumba que aguardaba mi cadáver llevará escrito otro nombre. - Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.

Cumplí mi palabra: me resigno a mi suerte; pero ¡o rey! siento morir lejos de Cataluña.-

Llorad al que muere lejos de su patria en extranjera tierra.

IV.


ÉL RECUERDO.


¡Hijos de Barcelona! en los primeros días de Mayo, cuando los capullos y los tiernos pámpanos verdean por los viñedos y los trigueros pían columpiándose en las altas ramas, trepad al clarear el día hasta la cima de aquel monte aislado y solitario que hacia el norte de la ciudad empina su cabeza y moja sus pies en las rojizas aguas del Besós.


Veuréu d'un castell gótich,

Que n'era dels mes alts,

Les torres trossejades,

Xapats per terra l´s archs.

Blavenques etsevares

Per tot sos murs voltant,

Y blanques englantines

Pe'l mitj dels tristos carts.

Llavors, si l´s ulls atónits

Gireu envers lo mar,

Les illes de Mallorca

Veuréu si bè oviráu,

De l'ona llunyadana

Dormint sobre l' mirall.

Allí per l' honra vostra

Pe'l Deu que n's es sagrat,

Moriren els Moncadas,

Mes ¡ay! tots dos germans.

Si aymau la dolsa terra

Que infants nos alletá,

Y l´s seggles richs de gloria

De nostre august passat,

Digueu al despedirvos

Les timbes devallant:

“Germans, els de Moncada,

Per sempre Deu vos guart.”

____

Allí veréis las destrozadas torres y los hendidos arcos de un castillo gótico de los más ilustres. Las azuladas hojas de las pitas cercan por todas partes sus muros y se divisan por entre los tristes cardos, las blancas englantinas. Entonces, si volvéis hacia el mar los asombrados ojos, veréis mirando atentos, las islas de Mallorca durmiendo sobre el espejo de las ondas lejanas. Allí por nuestro Dios por nuestra honra murieron ¡ay! los Moncadas, murieron ambos hermanos.

Si amáis la tierra querida que nos amamantó en la niñez, y los siglos de nuestro pasado augusto, ricos en glorias, decid al despediros, bajando por los derrumbaderos: “Hermanos, los de Moncada, por siempre os guarde Dios.”

domingo, 22 de diciembre de 2019

índice, tomo IV

Índice de los documentos y demás materias que comprende este tomo. 

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INTRODUCCIÓN.

I - Testamento del conde de Barcelona don Ramón Berenguer 3°, en el que, después de ordenar varios legados y otras disposiciones de menor importancia, nombra heredero de sus estados de Cataluña a su primogénito don Ramón Berenguer 4°, y dispone de su condado de Provenza a favor de su hijo segundo, don Berenguer Ramón.

II - Testamento otorgado por el rey de Aragón don Alfonso el Batallador, con el cual instituyó herederos de su reino al Santo Sepulcro de Jerusalén, a los religiosos hospitalarios y a los templarios, por iguales partes.

III - Convenio del conde de Barcelona don Ramón Berenguer 4° con Gauceberto de Peralada y los hermanos Raimundo y Aimerico de Torrelles, sobre la encomienda, custodia y bailía de la villa de Peralada, y feudo de Prats.

IV - Otro del mismo conde con Guillermo de Cornellá, sobre la encomienda del castillo de dicho nombre.

V - Donación de dicho castillo de Cornellá, otorgada por Majencia y su hijo Guillermo a favor del conde.

VI - Donación del castillo de Barberá, otorgada por el conde, de acuerdo con sus barones, a favor de la milicia del Templo, para cuando se estableciese esta en sus dominios.

VII - Homenaje que Raimundo Bernardo prestó al conde de Barcelona por el castillo de Castell-Adral y otros feudos.

VIII - Otro homenaje que Guillermo Raimundo deBerga prestó al conde por los castillos
de Peguera, Figols,Valmaña y Torredella.

IX - Estatuto otorgado por el conde a favor de la iglesia de San Juan de Ripoll.

X - Carta-puebla de Artasona, concedida por don Alfonso el Batallador.

XI - Privilegio otorgado por el conde y San Olaguer, a favor de los templarios que debían establecerse en los estados de Aragón.

XII - Testamento de Berenguer de Moncada.

XIII - Donación de unas casas sitas cerca del Regomir, otorgada a favor de los templarios por Bernardo Raimundo de Mazanet y su hijo Berenguer.

XIV - Sentencia dada por el obispo de Barbastro en la controversia que tenía el abad de San Clemente con el de San Martín.

XV - Homenaje que Guillermo Raimundo, hijo de Inés, prestó al conde don Ramón Berenguer.

XVI - Convenio del mismo conde con Guillermo de San Martín y su mujer Beatriz, con el que aprueba su casamiento y les concede el feudo de Moncada, por el cual, y por los de Monbuy y Montornés, le prestó dicho Guillermo el correspondiente homenaje.

XVII - Otro convenio entre dicho conde y el senescal Guillermo Raimundo, con el que terminaron las cuestiones que se debatían entre los dos sobre las aguas de los molinos de Moncada y Barcelona.

XVIII - Partición de bienes entre Guillermo Raimundo y su mujer Beatriz, por razón del
divorcio que había sido declarado por el arzobispo de Tarragona.

XIX - Concesión en feudo de los castillos de Tudela, Sobreporta, Torelló,Tona y algunos otros, otorgada por el conde a favor del mencionado Guillermo Raimundo.

XX - Donación del diezmo de las parias que el conde don Ramón Berenguer percibía en España, otorgada a favor de Diosdado.

XXI - Privilegio concedido a los vecinos de Uncastillo por don Ramiro, rey de Aragón, ratificado por el conde de Barcelona don Ramón Berenguer, y confirmado por el rey don Juan 1° en 1389.

XXII - Donación de la ciudad de Tortosa, para cuando se conquistase, otorgada por el conde a favor de Guillermo de Monpeller.

XXIII - Concordia entre los condes de Barcelona y Ampurias, seguida de la concesión en feudo de los castillos de Cerset,Terrat y otros, otorgada por el primero al segundo.

XXIV - Donación del reino de Aragón, otorgada por don Ramiro a favor del conde de Barcelona.

XXV - Juramento de fidelidad que por orden del mismo don Ramiro prestaron al conde todos los vecinos de Huesca.

XXVI - Ratificación de la donación otorgada por don Ramiro a favor del conde.

XXVII - Orden del mismo don Ramiro, para que en adelante todos los que habían sido sus vasallos obedeciesen al conde de Barcelona.

XXVIII - Convenio entre el emperador de España, don Alfonso, y el conde de Barcelona, sobre el repartimiento de las tierras del rey de Pamplona, don García.

XXIX - Concesión de unas casas en Agramunt, otorgada a favor de Ramón Arnau por los condes de Urgel, Armengol y Elvira, con aprobación de su hijo.

XXX - Escritura con que el conde de Barcelona y príncipe de Aragón cedió a Reverter el vizcondado de Barcelona, el feudo de Piera y de algunos otros castillos.

XXXI - Donación de los bienes de Abin-Sila, en el término de Aranda, otorgada por el conde a favor de Iñigo Sánchez de Burbachana.

XXXII - Cesiones que los caballeros del Santo Sepulcro y los Hospitalarios otorgaron a favor del conde, de la parte del reino de Aragón que a cada uno les pertenecía en virtud del testamento de don Alfonso el Batallador.

XXXIII - Donación de los bienes de Abein-Sordo, hecha por el mismo conde a García Garcez.

XXXIV - Homenaje prestado al conde por Galceran de Sales, hijo de Ermesinda.

XXXV - Donación de unas casas en Barbastro, otorgada por el rey de Aragón, Pamplona, Sobrarbe y Ribagorza, don Pedro Sánchez, a favor de Galindo Garcez.

XXXVI - Confirmación de la cesión que los caballeros del Santo Sepulcro hicieron al conde de Barcelona, de la parte del reino de Aragón que les había dejado don Alfonso el Batallador.

XXXVII - Testamento del obispo de Barcelona,Arnaldo, otorgado antes de emprender su viaje a Jerusalén.

XXXVIII - Debitorio de quinientos sesenta maravedises y cien libras de plata, otorgado a favor de Guillermo Mainardo por el conde de Barcelona, príncipe de Aragón y marqués de Tortosa y Lérida.

XXXIX - Venta de una almolacenia, hecha por el conde a favor de Arnaldo Pérez de Arcos.

XL - Sentencia dada por la curia o tribunal del conde en el pleito de Guillermo de Castellvell con Poncio Pérez de Bañeres.

XLI - Convenio de Domingo Perdiguero con Ferrer de Benebar y García de Oiarda, acerca del castillo de Alhozerein.

XLII - Empeño de una tierra en Viladecans, otorgado por el conde a favor de Guillermo Suñer.

XLIII - Fundación de la orden del Templo en los estados del conde, y donación que se les hizo de los castillos de Monzón, Moncayo, Chalamera, Barberá, Remolins y Corbins, junto con algunas otras rentas y derechos, para que dichos religiosos pudiesen mantenerse.

XLIV - Promesa de fidelidad que Geraldo Alemany hizo a su señor el conde de Barcelona. 


XLV - Juramento y homenaje prestado a dicho conde por el mismo Geraldo.

XLVI - Donación de una pardina en Barbastro, otorgada por el conde a su judío Zecri.

XLVII - Carta de hermandad y protección que los templarios concedieron a D. Perdiguero, D. Almoravech, G. Priavol y Ferrer de Benavar, por la donación que estos les habían hecho de la quinta parte de Alfoceya.

XLVIII - Donación de algunas heredades en Monzón, otorgada por el conde a favor de Beltran, Geraldo, Sancho y Guillelmo de Belsa, Juan de Camporrells,Berenguer de Miravet, Domingo y Estévan de Soria.

XLIX - Encomienda de las castellanías de Piera y Cabrera, concedida por el conde a Guillermo de Guardia.

L - Donación de una parte del castillo y villa de Ciurana a Berenguer Arnau.

LI - Donación que el conde hizo a Guillermo Raimundo, del castillo y tercera parte de la ciudad de Tortosa, del castillo de Peñíscola y de las islas de Mallorca e Ibiza, todo para cuando se conquistase; y decisión de algunas cuestiones que se habían suscitado sobre dicha donación.

LII - El conde confirma a favor de Sibila, Alaman y Arnaldo Sord, la donación de unas casas que les había hecho.

LIII - Donación de una heredad en Consellos, otorgada por Fortuño Aznares a favor de Aznar Garcéz y de su mujer doña Oria.

LIV - Convenio entre el conde de Barcelona, don Ramón, y el de Urgel, don Armengol, en que el primero dio en feudo al segundo la tercera parte de la ciudad y territorio de Lérida, con reserva de la parte que debía dar a los templarios; y el de Urgel prometió al de Barcelona ser su hombre fiel, y acudir como buen vasallo a sus huestes y cabalgadas.

LV - Empeño del señorío de Osor, otorgado por el conde de Barcelona a favor de los hermanos Guillermo y Oton de Moncada.

LVI - Capitulación concedida por el mismo conde a los moros de Tortosa.

LVII - Carta-puebla de Espluga Calva, otorgada por el conde a Porcel de Cervera y a otros, con reserva del noveno de todos los frutos.

LVIII - Carta-puebla que el conde de Barcelona y el de Urgel concedieron a los habitantes de Lérida.

LIX - Tratado de paz entre el conde de Barcelona y el rey de Navarra, y capítulos para el matrimonio de la hija de este con el referido conde.

LX - Donación del castillo y villa de Albalat, hecha por el conde a la santa Iglesia de Zaragoza.

LXI - Carta-puebla y franquezas concedidas por el conde don Ramon Berenguer a los vecinos de Tortosa, y varios otros documentos sobre usos y costumbres de dicha ciudad, y disputas que esta tuvo con los templarios.

LXII - Tratado de paz entre el conde de Barcelona y el emperador de España, don Alfonso.

LXIII - Debitorio de seis mil y cuatrocientos maravedises, firmado por el conde a favor de Guillermo Ibiloci.

LXIV - Consagración y dotalia de la iglesia de San Juan de Ripoll.

LXV - Convenio de doña Teresa de Boria con el conde, sobre la potestad de su castillo de Boria.

LXVI - Concordia celebrada entre el conde de Barcelona y los religiosos del Templo, sobre los castillos de Boria y Magallon, y algunos otros bienes que habían sido de Pedro Teresa.

LXVII - Sentencia dada por el tribunal del conde en el pleito que seguían los religiosos hospitalarios con Umberto de Basea, sobre la partición del feudo de Montesquiu.

LXVIII - Donación del castillo de Gallifa, hecha a favor del conde por Pedro de Massanet.

LXIX - Donación de la tercera parte de la ciudad y territorio de Tarragona, otorgada por el arzobispo Bernardo a favor del conde don Ramón Berenguer.

LXX - Dotalia de la Santa Iglesia de Tortosa.

LXXI - Sentencia dada en el pleito que el arzobispo y clero de Tarragona seguían contra Roberto y Guillermo de Aguiló.

LXXII - Carta de protección, otorgada por el conde a favor de la iglesia de Ullá.

LXXIII - Testamento de la reina doña Petronila, con el que instituyó heredero de sus estados al hijo que había de nacerle, dejando empero el usufructo al conde su marido para mientras viviese, y la propiedad para el caso de que dicho su futuro hijo falleciese sin dejar sucesión.

LXXIV - Escritura con la que Guillermo Ça-Noguera y su mujer María cedieron al conde el señorío de los bienes que poseían en Santa María deCornellá y San Juan Despí.

LXXV - Donación de Santa María de Moyá, otorgada por el conde a la iglesia de Santa María del Estañ, con retención de un mercado y feria que estableció en dicho pueblo.

LXXVI - Donación de un campo en el término de Vilamejor, hecha por el conde a Arnaldo Pérez y a su mujer Ermesinda.

LXXVII - Donación del castillo de Mirabet con todos sus términos, que acababa de conquistar el conde, otorgada a favor de los religiosos del Templo.

LXXVII - Venta de la tercera parte de la ciudad de Tortosa, que pertenecía a los genoveses, otorgada por estos a favor del conde, por precio de diez y seis mil seiscientos maravedises, aunque con retención de la isla de San Lorenzo y estipulando a su favor varios privilegios.

LXXIX - Donación de la villa de Godall, hecha por el conde a Guillermo de Copons.

LXXX - Donación de Patirella, hecha a don Ezo por don Sancho, rey de Navarra.

LXXXI - Homenaje y juramento de fidelidad que prestaron al conde de Barcelona los magnates del vizcondado de Bearn, por muerte de su vizcondesa Guiscarda.

LXXXII - Concesión en feudo del castillo y términos de Flix, hecha por el conde a Bonifacio de La Volta.

LXXXIII - Promesa que Guillermo Fortuñ hizo al conde, de presentarse y estar a derecho por su señorío de Villafortuñ, siempre y cuando fuese requerido.

LXXXIV - Remisión de algunas prestaciones a que estaban sujetos los vecinos de San Julián de Vallfogona, otorgada por doña Almodis,vizcondesa de Bas.

LXXXV - Escritura con que el conde cedió a favor de San Jaime de Frontañá el señorío de todos los bienes que aquella iglesia poseyese en el término de Ripoll.

LXXXVI - Debitorio de setecientos maravedises, firmado por el conde a favor de Guillermo Leterico.

LXXXVII - Relación que hizo don Lope,obispo de Pamplona, de cuanto había practicado para que fuesen resarcidos al conde de Barcelona los daños que le había causado don Sancho de Navarra, por lo que se había entregado en rehenes a dicho conde, sometiendo el negocio a la decisión del arzobispo de Tarragona y obispo de Lérida.

LXXXVIII - Sentencia dada en el pleito que Poncio, abad de San Juan, seguía contra Raimundo de Maurella.

LXXXIX - Venta del castillo de Guardia con toda la montaña de Monserrat, hecha a favor del conde por Berenguer Ça-Guardia, hijo del vizconde Reverter.

XC - Bula del papa Adriano 4°, aprobando las donaciones y concesiones hechas por el conde a los religiosos del Templo.

XCI - Convenio celebrado con el conde por el emperador de España don Alfonso y sus hijos don Sancho y don Fernando, sobre el repartimiento del territorio ocupado por los moros, y de los estados del rey de Navarra, don García.

XCII - Recibo de varios ornamentos y libros de liturgia pertenecientes a San Martín de Estopañá, que fueron entregados a Poncio por Guillermo de Agela.

XCIII - Donación de tres partes de Flix, otorgada por el conde a favor de Bonifacio y de su hijo Gasqueto.

XCIV - Donación de Cuevas de Remolins, Sena, Sijena y otros territorios que debían conquistarse de los moros, hecha por el conde a los religiosos hospitalarios.

XCV - Concordia para terminar las cuestiones que se habían suscitado entre el conde y el rey don Sancho de Castilla, sobre los estados de Zaragoza y Calatayud.

XCVI - Ratificación que hizo el obispo de Pamplona, de estar en rehenes en poder del conde; y promesa de escomulgar al rey y reino de Navarra, luego que hubiese vuelto a su silla, hasta que fuese indemnizado dicho conde y le fuesen devueltos a él sus castillos, por los cuales prometió ser fiel a don Ramón Berenguer.

XCVII - Donación de las villas de Roncesvalles, Urruoz y Ovano, con una heredad en Galipienzo, hecha por el conde a García Moravid.

XCVIII - Sentencia dada en el pleito que Poncio, abad de San Juan, seguía contra Galceran de Sales.

XCIX - Sentencia dada por el tribunal del conde, en el pleito que éste tenía con Pedro de Puigvert, en la cual se hace mérito de las espediciones militares del conde a Lorca, Narbona y Aragon, y del asesinato de don Ramón Berenguer Cap d´Estopa.

C - Otra larga relación del obispo de Pamplona, en la que manifiesta lo mucho que había trabajado en favor de las indemnizacíones debidas al conde de Barcelona por el rey de Navarra don Sancho.

CI - Juramento de fidelidad que Alberto de Petra prestó al conde por el castillo de Rocamur.

CII - Homenaje que Guillerma y su marido Bernardo de Vilar prestaron al conde por el castillo de Petra.

CIII - Ampliación del homenaje que antecede, hecha por los mismos otorgantes.

CIV - Juramento de fidelidad que Berenguer Reverter prestó al conde por el castillo de Guardia y montaña de Monserrat.

CV - Carta-puebla de Monforte, con la que fueron concedidos a sus vecinos los fueros de Zaragoza.

CVI - Carta dotal que Parason,juez de Arborea, otorgó a favor de su mujer Agalbursa, sobrina del conde de Barcelona.

CVII - Venta de la mitad del molino de Abadenc, situado en la parroquia de San Vicente de Junqueras, otorgada por Bernardo Pedrós y su mujer Pereta a favor del conde.

CVIII - Donación de la cuarta parte del molino de Susgiter, hecha por el conde a Raimundo de Torredella y a su mujer Geralda.

CIX - Donación en feudo del castillo de Pratella, otorgada por el conde a favor de doña Ezo y sus hijos.

CX - Declaración del anciano Bernardo Echardo, en la que se hace mérito de algunas rentas que pertenecían a los condes de Barcelona, y del asesinato de don Berenguer Cap d´Estopa.

CXI - Empeño del dominio y derechos que percibía el conde en Prats y parroquia de San Justo, otorgado a favor de Guillermo Mainardo por la cantidad de dos mil y quinientos maravedises.

CXII - Enfeudación del castillo de Guardia, hecha por el conde a favor de Berenguer de Guardia, hijo del vizconde Reverter.

CXIII - Sentencia dada por el arzobispo de Tarragona, san Otaguer (Olaguer), y otros magnates, sobre las injurias y otros agravios que el conde decía haber recibido de su veguer Berenguer.

CXIV - Sentencia con que se decidieron las cuestiones pendientes entre el abad de San Cucufate y Raimundo Pérez de Bañeres.

CXV - Juramento de fidelidad que Beltran de Canals prestó al conde por su casa y fortaleza de Canals.

CXVI - Cesión de las dos terceras partes del dominio del castillo de Cabra, otorgada por el monasterio de San Martín de Albengena, a quien pertenecía dicho castillo antes de la invasión de los moros, a favor del conde de Barcelona, que lo había reconquistado.

CXVII - Reconocimiento que Pedro de Barcelona hizo a favor del conde, por todos los bienes que habían pertenecido a Pedro Ricart.

CXVIII - Reconocimiento de vasallaje, con obligación de pagar un censo anual de un cerdo o tres dineros, otorgado por Guillermo Dezplá a favor del conde.

CXIX - Donación en feudo del castillo llamado Deus-lo-vol, y por los moros Mezimeeger, otorgada por el conde a favor del arzobispo de Zaragoza.

CXX - Concesión de un terreno para edificar, situado en el mercado y junto al río de Gerona, otorgada por el conde a favor de Pedro Balma, con obligación de pagar un censo de doscientos cerdos o seiscientos dineros cada año.

CXXI - Debitorio de seis mil y setecientos maravedises, firmado por el conde a favor de Guillermo Leterico.

CXXII - Otro debitorio de seis mil maravedises, firmado también por dicho conde a favor del mismo Guillermo Leterico.

CXXIII - Licencia del conde a Bernardo Folch para construir un molino en los términos de Piera, Bedorch o Cabrera, con la obligación de que perteneciesen al conde la mitad de las rentas que produjese dicho molino.

CXXIV - Reconocimiento de vasallaje que Juan de Gron hizo a favor del conde, en testimonio de gratitud por cierta donación que dicho conde lehabía hecho.

CXXV - Reconocimiento de vasallaje hecho a favor del conde por Poncio de Palou, y promesa de pagarle cada año un cerdo o cuatro sueldos de moneda barcelonesa.

CXXVI - Venta de una casa en el arrabal de Barcelona, otorgada por Calvet a favor del conde.

CXXVII - Breve dirigido al conde por el papa Adriano , en recomendación del obispo e iglesia de Huesca.

CXXVIII - Bula del papa Eugenio , concediendo varias gracias a los que acompañasen al conde en la guerra contra los infieles.

CXXIX - Bula del sumo pontífice Adriano , previniendo a los arzobispos de Tarragona y Narbona que apremiasen con censuras eclesiásticas a los que de cualquier modo hostilizasen al conde, dando directa o indirectamente ayuda a los sarracenos.

CXXX - Otra del mismo pontífice, aprobando la cesión que los caballeros del Santo Sepulcro, hospitalarios y templarios habían hecho al conde, de la parte del reino que les había dejado don Alfonso el Batallador.

CXXXI - Breve del papa Eugenio 3°, exhortando al Conde de Barcelona a que haga las paces con G. (García), duque de Pamplona.

CXXXII - Convenio con que el abad de Ripoll, el de San Saturnino y algunos otros personajes prometieron estar a lo que dispusiese el conde en el negocio de Ripoll.

CXXXIII - Bula del papa Anastasio 4°, confirmando las gracias concedidas por Eugenio a los que acompañasen al conde de Barcelona en la guerra contra los infieles.

CXXXIV - Otra del sumo pontífice Adriano , declarando que nadie pudiese escomulgar al conde sin espreso mandato de Su Santidad o de su legado á latere.

CXXXV - Otra del mismo pontífice, confirmando la escomunion pronunciada por Eugenio contra un conde Gaufredo, por delito de adulterio.

CXXXVI - Escritura de fianza, otorgada por Raimundo Ademaro con sus castillos de Finestres, para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por Guillermo, conde de Besalú.

CXXXVII - Carta de Guillermo, patriarca de Jerusalén, y Pedro, prior del Santo Sepulcro, dirigida al conde, anunciándole la cesión que habían otorgado a su favor.

CXXXVIII - Donación de varios derechos y castillos, entre ellos el de Ceboller, otorgada por el conde a favor de Pedro de Estopañá.

CXXXIX - Franquezas concedidas por el conde y ratificadas por Guillermo Raimundo Dapifer a los habitantes de Tortosa.

CXL - Convenio entre los condes de Barcelona y Urgel, en que el primero cede al segundo la tercera parte de la ciudad de Lérida para cuando fuese conquistada.

CXLI - Convenio con que el conde se obligó a dar a los genoveses la tercera parte de lo que conquistase, a cambio de los ausilios quo debían prestarle.

CXLII - Carta de Reverter, vizconde de Barcelona, a su señor el conde y rey de Aragon, haciéndole mil protestas de amor y fidelidad, y noticiándole que le enviaba a su vasallo Roberto para el arreglo de ciertas cuestiones que tenían entre sí acerca los feudos de Granera y Piera.

CXLIII - Juramento con que don Fernando, rey de León y dominador de Galicia, se obligó a ayudar a su tío el conde de Barcelona para la defensa de sus estados.

CXLIV - Promesa que los genoveses hicieron al conde, de ayudarle con su ejército y armada en el sitio de Tortosa y conquista de las Baleares, y de cederle las dos terceras partes de cuanto conquistasen por sí solos desde el Ebro hasta Almería, facilitándoIe además cuantas máquinas se necesitasen para la guerra.

CXLV - Sentencia dada en Barcelona por el arzobispo de Tarragona y otros magnates, dirimiendo las disputas y pleitos que el conde tenía con Bernardode Anglesola.

CXLVI - Otra sentencia dada por la corte de Barcelona, decidiendo las cuestiones que el mismo conde tenía con Galceran deSales.

CXLVII - Otra para decidir el pleito que vertía entre el conde y Guillermo Raimundo Dapifer, con motivo de las partes que se habían señalado en Tortosa a los genoveses y a los religiosos templarios.


CXLVIII - Cambio que hizo el conde con Sancha y su hijo Bernardo de Belloch, de unas casas que tenía establecidas a Guillermo Taberner, situadas en la plaza de la ciudad de Barcelona, por otros que dichos madre e hijo poseían en el foso del castillo nuevo, junto al muro de la ciudad.

CXLIX - Dibitorio de seis mil setecientos maravedises, firmado por el conde a favor de Guillermo Leterico.

CL - Traslado de una escritura en que se hace una larga relación de lo ocurrido en Aragón y Navarra entre los reyes don García Ramírez y don Ramiro el Monje, con varios magnates de uno y otro reino, para la elección de rey después de la muerte de don Alfonso el Batallador en la batalla de Fraga.

CLI - Carta de Pedro, rey y juez de Arborea, a su cuñado el conde, en la que se trata de la espedicion que este proyectaba contra Mallorca.

CLII - Carta del obispo de Barcelona al conde, pidiéndole que amparase al abad de Vall-laura en los daños que estaban causando a dicha iglesia los vecinos de Montagut.

CLIII - Otra del conde de Barcelona, pidiendo al maestre de los templarios que le enviase diez religiosos, a quienes dotaría competentemente, para la fundación de la orden en sus estados.

CLIV - Los cónsules de Pisa escriben al conde, pidiéndole la continuación de la buena amistad y alianza en que siempre habían estado, y que no deje entrometer a los genoveses en el asunto de las Baleares.

CLV - Carta del conde al emperador don Alfonso, prometiéndole no invadir las tierras del rey de Navarra, y rogándole que envié a su hijo don Sancho al frente del ejército, para acordar juntos los medios de combatir a los enemigos de la Cruz.

CLVI - Otra de Raimundo de Molnell al conde, aconsejándole algunas medidas para mejorar el deplorable estado de las salinas de Tarascona.

CLVII - Reverter, vizconde de Barcelona, escribe al conde, protestando de su adhesión, y quejándose de los daños que, según decía, se le habían causado en su honor de Guardia.

CLVIII - Juramento de fidelidad prestado al conde de Barcelona por el de Ampurias, Ponce Hugo.

CLIX - Homenaje que prestaron al conde los vecinos de Jaca y otros pueblos de Aragón.

CLX - Juramento de fidelidad al conde, prestado por Guillermo de San Martín.

CLXI - Memorial de los daños que Berenguer Miron había causado a su señor el conde en diferentes lugares.

CLXII - Donación de los castillos de Monzón, Ceboller y otros, otorgada por el conde a favor de Pedro de Estopañá.

CLXIII - Venta de la mitad de ciertos edificios situados en la plaza del mercado de Barcelona, otorgada por Calvet a favor del conde.

CLXIV - Promesa del conde a Bernardo Ug, de no entregar a otro la encomienda del castillo de Castellet.

CLXV - Testamento sacramental del conde don Ramon Berenguer 4°.

CLXVI - Donación del reino de Aragón, otorgada por la reina viuda doña Petronila a favor de su hijo Alfonso.

CLXVII - Testamento de doña Petronila.

CLXVIII - Testamento de don Alfonso II de Aragón, hijo de don Ramón Berenguer y doña Petronila.

Fin del índice.