2.85. TRAS LA RECONQUISTA DE OLIETE
(SIGLO XII. OLIETE)
El tramo medio y final de la ribera del
río Martín había ido cayendo paulatinamente en manos de los
ejércitos cristianos aragoneses, desempeñando un papel fundamental
en esta tarea las órdenes militares, que pronto se convertirían en
agentes repobladores de las nuevas tierras.
Entre las localidades que se vieron
libres de la administración musulmana, los cristianos de Oliete se
aprestaron a la reconstrucción de lo poco que quedaba en pie, pues
el poblado había quedado completamente arrasado por la acción devastadora de la
cruenta guerra. Se levantaron casas, corralizas, pajares; se
reconstruyeron la iglesia, el horno y la ferrería (herrería). Al toque de
vecinal, en fin, se adecentaron las calles y la plaza.
Durante varios meses, la actividad fue
frenética, pues a la vez había que volver a poner en explotación
los campos arrasados por la lucha y recuperar el ganado de la
subsistencia.
Una tarde, al remover los escombros de
una vivienda de la que apenas quedaba su planta, el trabajo se hizo
penoso al encontrarse con una enorme mole de piedra. Como se echaba
la noche encima, los vecinos de Oliete, cansados por la tarea,
decidieron reemprender los trabajos a la mañana siguiente.
Con las primeras luces, pertrechados
con enormes troncos para que sirvieran de palanca, se reunieron más
de veinte hombres en torno al «cantal» que les había dificultado
los trabajos la tarde anterior. Aplicando maña y fuerza, lograron
moverlo. Su sorpresa fue grande al ver que servía de cubierta a un
hoyo, en cuyo interior —cubierta con telas— apareció una imagen
de la Virgen. Sin duda, había sido escondida precipitadamente por
los antiguos pobladores cristianos poco antes de su huida.
sima de San Pedro, Oliete |
Tras más de cuatro siglos de abandono
del pueblo, nadie tenía noticia de aquella imagen a la hora del
regreso, a la que buscaron acomodo hasta resolver qué hacer con
ella, y no sabiendo su nombre, acordaron ponerle el de Nuestra Señora
del «Cantal», en recuerdo de la piedra que la había ocultado y
salvado de los moros. Cuando los trabajos de reconstrucción dieron
fin, determinaron construirle a la imagen una ermita.